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Instituto Universitario salesiano “Padre Ojeda” Licenciatura en Educación Mención Filosofía Psicología Evolutiva URDANIBIA Mikel ORDOSGOITE Armando Etapas del desarrollo psicosexual según Freud Según Triglia (2018), una de las ideas esenciales detrás de la teoría del desarrollo psicosexual de Freud es que el modo en el que se gestiona la satisfacción de la libido durante la infancia deja huellas en nuestro inconsciente que se harán notar durante la vida adulta. Así, si los factores externos a un niño hacen que no pueda satisfacer estas tendencias tal y como se desearía (por ejemplo, a causa de las reprimendas de sus padres), esta angustia se traduce en una fijación que tiene que ver con ideas relacionadas a una zona erógena en concreto (que no tiene por qué estar en el área genital) (Guerri, 2012). Respecto a ello, Escalante (s.f), señala que: Conforme al esquema freudiano original, el término que designa la energía sexual general es libido. Cualquier parte del cuerpo en la cual esta energía esté focalizada se denomina zona erógena. Durante la niñez las zonas erógenas más importantes son la boca, el ano y los genitales que, sucesivamente, se convierten en el centro del interés sexual infantil en etapas específicas del desarrollo, entendido éste como un proceso maduracional de raíces biológicas, en el cual juegan un papel importante las experiencias del niño (p. 1). https://psicologiaymente.com/psicologia/teoria-inconsciente-sigmund-freud https://psicologiaymente.com/psicologia/teoria-inconsciente-sigmund-freud A continuación se describen cada una de las etapas del desarrollo psicosexual según Freud: Etapa oral Según Escalante (s.f), esta etapa se inicia en el primer año de vida del ser humano. En esta etapa se dan los primeros intentos por satisfacer las demandas promovidas por la libido (Escalante, s.f); de tal modo que, la boca se convierte en la principal zona con la que se busca el placer. Según Triglia (2018), la boca es una de las principales zonas del cuerpo a la hora de explorar el entorno y sus elementos. Pues, esto explicaría la propensión de los más pequeños a intentar "morderlo" todo. Si se impide tajantemente que los infantes utilicen su boca para satisfacerse, esto podría producir un bloqueo que haría que ciertos problemas quedasen fijados en el inconsciente (Triglia, 2018). Debido a que el neonato es totalmente dependiente de los cuidadores, desarrollará un sentido de confianza, comodidad y seguridad a través de la estimulación oral (Guerri, 2012). Etapa anal Según Escalante (s.f), esta etapa se inicia en el primer año de vida del ser humano, culminando al cumplirse los tres años de edad. Según Escalante (s.f), la zona anal se convierte en el centro de los intereses sexuales. La excitación esfinteriana producida por los movimientos de las heces en el tracto intestinal se percibe como un evento placentero. Para Freud (1959), citado por Escalante (s.f), esta actividad está vinculada al placer y la sexualidad: A mayor cantidad, dureza y tamaño de las heces, mayor intensidad en las sensaciones. A medida que mejora el control maduracional sobre los músculos correspondientes, el niño aprende a diferir la emisión fecal hasta el último momento, con lo cual incrementa la presión en el recto y hay más placer en la deposición. Jugar con las heces también produce satisfacción (p. 3). Etapa fálica Según Escalante (s.f), esta etapa se inicia entre los tres y los seis años de edad, y su zona erógena asociada es la de los genitales; de este modo, la principal sensación placentera sería la de orinar. En esta etapa se origina la curiosidad por las diferencias entre hombres y mujeres, niños y niñas, empezando por las evidentes disimilitudes en la forma de los genitales y terminando en intereses como: modos de ser y de vestir (Triglia, 2018). Freud (1959), citado por Escalante (s.f), relacionó esta fase con la aparición del "complejo de Edipo", en el que los niños varones sienten atracción hacia la persona que ejerce el rol de madre y sienten celos y miedo hacia la persona que ejerce el rol de padre. https://psicologiaymente.com/desarrollo/complejo-de-edipo-concepto-freud Respecto a ello, Escalante (s.f), señala que: Lo que Freud nos plantea es una especie de triángulo amoroso en el cual participan el niño, el objeto amado (que es el progenitor del sexo opuesto) y el objeto odiado (progenitor del mismo sexo). La proposición sugiere que el niño varón inicialmente adopta a su madre como objeto amoroso y se comporta con ella de modo seductor. Al mismo tiempo reconoce en el padre a un rival en el afecto materno. Y no solamente está celoso de su progenitor sino que también siente que lo necesita y lo ama, de modo que los deseos destructivos hacia él lo atemorizan. Es cuando comienza el temor a la castración, reafirmado al descubrir que su hermana ha perdido el pene y que lo mismo puede pasarle a él. De todos modos ese temor reprime en el niño sus deseos sexuales por la madre y lo lleva a identificarse con el padre, identificación que contribuirá al logro de una definición de su papel sexual (p. 3). En cuanto a las niñas que pasan por esta etapa del desarrollo psicosexual Freud (1959), citado por Escalante (s.f), señala que: La niña, por su parte, al descubrir la ausencia del pene, responsabiliza a la madre por el 'defecto', la convierte en el blanco de su hostilidad, la acusa de haberla enviado al mundo 4 insuficientemente equipada, y desarrolla una atracción sexual hacia el padre. En ella no existe la ansiedad de castración y sus razones para erigir fortificaciones internas contra sus deseos incestuosos son menos apremiantes, lo cual debe dar lugar al desarrollo de un super yo mucho más débil. De acuerdo a Freud y puesto que en la niña no puede existir temor alguno a la castración, la resolución del complejo de Edipo en ella se produce por temor a perder el amor de su padre (p. 3). Etapa de latencia Según Escalante (s.f), esta etapa se inicia durante los 7 años de edad y se extiende hasta el inicio de la pubertad. La etapa de latencia se caracteriza por no tener una zona erógena concreta asociada y, en general, por representar una congelación de las experimentaciones en materia de sexualidad por parte de los niños (Triglia, 2018). Es por eso que, Freud (1959), citado por Escalante (s.f), describe esta etapa como una en la que la sexualidad queda más camuflada que en las anteriores: Fantasías, deseos y agresiones sexuales permanecen inmersas a nivel inconsciente, y las energías infantiles van a ser dirigidas hacia un tipo de búsquedas más socialmente aceptables y concretas. El clima personal se abre a las actividades intelectuales, los deportes y los juegos. Esto no quiere decir que la vida del niño esté libre de conflictos. Lo que ocurre es que los impulsos sexuales lucen temporalmente aplazados y existen ya evidencias más claras de un mayor autocontrol. El niño es mucho más estable, realista y organizado que en etapas anteriores y ello contribuye a un crecimiento decisivo del yo. Durante esta etapa psicosexual hay la tendencia a buscar nexos afectivos con miembros del mismo sexo y, especialmente entre las niñas, tales nexos alcanzan niveles emocionales muy intensos (p. 4). Etapa genital Según Escalante (s.f), esta etapa se inicia con la pubertad y se prolonga hasta la adultez. Está etapa está relacionada con los cambios físicos que acompañan a la adolescencia. Además, en esta etapa del desarrollo psicosexual, el deseo relacionado con lo sexual se vuelve tan intenso que no se puede reprimir con la misma eficacia que en etapas anteriores (Guerri, 2012). Respecto a ello, Escalante (s.f), señala que: En el niño esto significa abandonar sus nexos con la madre y buscar, por cuenta propia, algún sustituto femenino. La niña, por su parte, deseará hacer su propia vida. En realidad la búsqueda de ambos sexos es por independencia y ello supone serios y dolorosos problemas emocionales (p. 5). La zona erógena relacionada con estemomento vital vuelve a ser la de los genitales, pero a diferencia de lo que ocurre en la etapa anterior, aquí ya se han desarrollado las competencias necesarias para expresar la sexualidad a través de vínculos de unión de carácter más abstracto y simbólico que tienen que ver con el consenso y el apego con otras personas (Guerri, 2012). Escalante (s.f), refiriéndose a esta etapa, señala lo siguiente: Los muchachos terminan construyendo estereotipos de sí mismos, de sus ideales y valores, de modo que no es raro verlos alinearse con ideologías religiosas o políticas que, en definitiva, solamente llenan su incesante búsqueda de identidad. Las muchachas suelen renunciar al placer de los vestidos atractivos o tratan de adelantar estilizaciones inimaginables de su cuerpo mediante el ejercicio físico, la gimnasia o el baile. Los muchachos podrán también expresarse por la vía del ascetismo o recurriendo a la intelectualización de casi todo. Hay la preeminencia de un plan intelectual de análisis en el trasfondo vital (p. 5). Etapas del desarrollo cognitivo según Piaget Para Piaget, según Arto (1993), el desarrollo cognitivo es una reorganización progresiva de los procesos mentales como resultado de la maduración biológica y la experiencia ambiental; por lo que, los niños construyen una comprensión del mundo que les rodea, y luego experimentan discrepancias entre lo que ya saben y lo que descubren en su entorno. Piaget, según Arto (1993), planteó una teoría acerca de las etapas del desarrollo intelectual en las que incluyó cuatro etapas diferenciadas: Etapa sensomotriz Es la primera de las cuatros etapas del desarrollo cognitivo, que según Arto (1993), extiende desde el nacimiento hasta la adquisición del lenguaje. En esta etapa, los infantes construyen progresivamente el conocimiento y la comprensión del mundo mediante la coordinación de experiencias (como la vista y el oído) con la interacción física con objetos (como agarrar, chupar, y pisar) (Morris, 1987). Arto (1993), señala que: Según Piaget, el desarrollo de la permanencia del objeto es uno de los logros más importantes. La permanencia del objeto es la comprensión del niño de que los objetos siguen existiendo a pesar de que él o ella no puede ser visto ni oído. Al final del período sensorio motor, los niños desarrollan un sentido permanente de sí mismos y del objeto (p. 139). Conforme los niños comienzan a entender la información que perciben sus sentidos y su capacidad de interactuar con el mundo, los niños aprenden a manipular objetos, aunque no pueden entender la permanencia de estos objetos sino están dentro del alcance de sus sentidos (Arto, 1993). Etapa pre operacional Según Arto (1993), esta etapa se inicia cuando el niño comienza adquirir la capacidad de expresarse mediante el habla, a partir de los 2 años de edad, hasta la edad de 7 años. Arto (1993), refiriéndose a esta etapa, señala que: Los niños aprenden cómo interactuar con su ambiente de una manera más compleja mediante el uso de palabras y de imágenes mentales. Esta etapa está marcada por el egocentrismo, o la creencia de que todas las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella. También creen que los objetos inanimados tienen las mismas percepciones que ellos, y pueden ver, sentir y escuchar (p. 141). Según Morris (1987), Piaget observó que los niños aún no entienden lógica concreta y no pueden manipular mentalmente la información. Arto (1993), señala que la etapa pre operacional, se divide en dos sub etapas: La sub-etapa de la función simbólica es cuando los niños son capaces de entender, representar, recordar objetos e imágenes en su mente sin tener el objeto en frente de ellos. La sub-etapa del pensamiento intuitivo es que los niños tienden a proponer las preguntas de por qué y cómo llegar. Esta etapa es cuando los niños quieren el conocimiento de saber todo (p. 143). Etapa de operaciones concretas Esta etapa que sigue al estadio pre operacional, según Arto (1993), ocurre entre los 7 y 11 años de edad, y se caracteriza por el uso adecuado de la lógica. Arto (1993), señala que: Durante esta etapa, los procesos de pensamiento de un niño se vuelven más maduros y “como un adulto”. Empieza solucionando problemas de una manera más lógica. El pensamiento hipotético, abstracto, aún no se ha desarrollado y los niños solo puede resolver los problemas que se aplican a eventos u objetos concretos (p. 146). Los niños son capaces de incorporar el razonamiento inductivo. El razonamiento inductivo involucra inferencias a partir de observaciones con el fin de hacer una generalización. En contraste, los niños tienen dificultades con el razonamiento deductivo, que implica el uso de un principio generalizado con el fin de tratar de predecir el resultado de un evento. Capacidad para distinguir entre sus propios pensamientos y los pensamientos de los demás. Los niños reconocen que sus pensamientos y percepciones pueden ser diferentes de los que les rodean (Morris, 1987). Arto (1993), describe los procesos que se dan en esta etapa: Clasificación: La capacidad de nombrar e identificar los conjuntos de objetos de acuerdo a la apariencia, tamaño u otras características, incluyendo la idea de que un conjunto de objetos puede incluir a otro. La clasificación jerárquica se refiere a la capacidad de clasificar los objetos en clases y subclases basadas en las similitudes y diferencias entre los grupos. Conservación: El entendimiento de que, a pesar de que un objeto cambie de apariencia, aún sigue siendo el mismo en cantidad. La redistribución de un objeto no afecta a su masa, número o volumen. Por ejemplo, un niño entiende que cuando se vierte un líquido en un vaso de diferente forma, la cantidad de líquido permanece igual. Descentramiento: Ahora, el niño tiene en cuenta múltiples aspectos para resolver un problema. Por ejemplo, el niño ya percibe que una taza excepcionalmente amplia pero corta no contiene menos que una taza de ancho normal pero más alta. Reversibilidad: Ahora, el niño entiende que los números o los objetos se pueden cambiar y luego volver a su estado original. Por ejemplo, durante este estadio, el niño entiende que su pelota favorita que se desinfla no se ha ido y puede estar llena de aire y volver a ponerla en juego una vez más. Otro ejemplo sería que el niño se da cuenta de que una bola de arcilla, una vez aplastada, se puede convertir de nuevo en una bola de arcilla. Seriación: La habilidad de ordenar los objetos en un orden según el tamaño, forma, o cualquier otra característica. Por ejemplo, si se les da diferentes objetos sombreados pueden hacer un degradado de color. Transitividad: que se refiere a la capacidad de ordenar objetos mentalmente y reconocer las relaciones entre varias cosas en un orden serial. Por ejemplo, cuando se le dijo a guardar sus libros de acuerdo a la altura, el niño reconoce que se inicia con la colocación del más alto en un extremo de la estantería y en el otro extremo termina el más corto (p. 147-148). Etapa de operaciones formales Según Arto (1993), esta etapa se inicia durante la adolescencia hasta la adultez. Según Arto (1993), el pensamiento abstracto surge durante el estadio de las operaciones formales: La cualidad abstracta del pensamiento de los adolescentes en el nivel de las operaciones formales se evidencia en la habilidad verbal de resolución de problemas de los adolescentes. La calidad lógica del pensamiento de los adolescentes es cuando los niños tienen más probabilidades de resolver los problemas en forma de ensayo y error. Los adolescentes empiezan a pensar más como piensa un científico, elaborando planes para resolver los problemas y sistemáticamente poner a prueba opiniones. Utilizan el razonamiento hipotético deductivo, lo que significa que se desarrollan hipótesis o conjeturas mejores, y deducen de manera sistemática, o llegan a la conclusión, que es el mejor camino a seguir para resolver el problema. Durante este estadio el joven comienzaa entretener a las posibilidades para el futuro y está fascinado con lo que pueden ser (p. 151). Referencias Arto, A. (1993). Psicología evolutiva (2da edición). Madrid: CCCS. Escalante, G. (s.f). Introducción general al desarrollo. Centro de Investigaciones Psicológicas de la Universidad de los Andes. 1-11. Consultado el 09 de abril del 2020. Recuperado de: http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/16175/introducci ondesarrollo2.pdf;jsessionid=3D70A33F8FF0ED6DC03B49F69CF742 37?sequence=1 Guerri, M. (2012). Etapas del desarrollo psicosexual de Freud. Psicoactiva, mujerhoy.com. Recuperado de: https://www.psicoactiva.com/blog/etapas-del-desarrollo-psicosexual- freud/ Morris, C. (1987). Psicología moderna: Un nuevo enfoque (5ta edición). Juárez: Pretince Hall Hispanoamericana, S.A. Triglia, A. (2018). Las 5 etapas del desarrollo psicosexual de Sigmund Freud. Psicología y mente. Recuperado de: https://psicologiaymente.com/psicologia/etapas-desarrollo- psicosexual-sigmund-freud http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/16175/introducciondesarrollo2.pdf;jsessionid=3D70A33F8FF0ED6DC03B49F69CF74237?sequence=1 http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/16175/introducciondesarrollo2.pdf;jsessionid=3D70A33F8FF0ED6DC03B49F69CF74237?sequence=1 http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/16175/introducciondesarrollo2.pdf;jsessionid=3D70A33F8FF0ED6DC03B49F69CF74237?sequence=1 https://www.psicoactiva.com/blog/etapas-del-desarrollo-psicosexual-freud/ https://www.psicoactiva.com/blog/etapas-del-desarrollo-psicosexual-freud/ https://psicologiaymente.com/psicologia/etapas-desarrollo-psicosexual-sigmund-freud https://psicologiaymente.com/psicologia/etapas-desarrollo-psicosexual-sigmund-freud
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