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El piojo de la cabeza permanece casi siempre en el cuero cabelludo, ocasionalmente en la barba y excepcionalmente en otras zonas pilosas. Las liendres son pequeñas (1 mm de largo), de color blanco grisáceo; la cantidad varía desde unas cuantas hasta miles. El piojo deposita las liendres sobre los tallos pilosos en el lugar donde emergen del folículo. En la infestación reciente, las liendres están cerca del cuero cabelludo y cuando la infestación es antigua, las liendres pueden estar alejadas del nacimiento del pelo. Se parecen a la caspa, aunque la dificultad para su desprendimiento del tallo piloso permite su diagnóstico. Entre las complicaciones de la pediculosis capitis podemos mencionar la irritación, signos de inflamación, sensación de ardor, calor y prurito; la urticaria papular, reacción secundaria a la infestación por Pediculus capitis localizada en cuello y parte superior y posterior de tronco. Estas pápulas miden 2 a 3 mm y desaparecen espontáneamente después del tratamiento y reaparecen en las reinfestaciones; excoriaciones: lineales y paralelas cuando el prurito es intenso, que se localizan en la región posterior del cuello. Dichas excoriaciones favorecen a la sobreinfección bacteriana. Pueden observarse adenopatías occipitales y cervicales Pediculosis del cuero cabelludo: parásitos adultos y liendres Diagnóstico Debe sospecharse la presencia de piojos en el cuero cabelludo cuando existen lesiones de impétigo en la cabeza, cuello o cara, principalmente cuando se trata de niños o mujeres, ya que la pediculosis capitis es rara en el hombre. Su búsqueda confirmará o no esta presunción. 129
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