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Pág. 240
Guías de Procedimientos en Ginecología
Complicaciones del dolor mal tratado
. Respiratorias: hipoventilación, disminución de los volúmenes pulmonares, retención de
secreciones, atelectasias, desaturación, etc.
. Cardiovasculares: hipertensión arterial, taquicardia, arritmias, vasoconstricción periférica,
hipoperfusión por redistribución del flujo sanguíneo, etc.
. Endocrino-metabólicas: liberación de catecolaminas, hiperglucemia, hipercortisolemia, etc.
. Neurológicas: delirio, agitación, irritabilidad, ansiedad, hostilidad al medio, etc.
. Inmovilización: provoca disminución de la deambulación, la cual genera éstasis venoso (por
disminución del retorno venoso), hipercoagulabilidad; todo ello predispone a la trombosis
venosa profunda y embolismo pulmonar, etc.
Valoración del dolor
El dolor es una experiencia personal y por lo tanto tiene un carácter subjetivo . Por tanto, el DP
debe ser valorado, tratado y reevaluado. Por ello, la autocalificación del paciente brinda la medi-
ción más válida de la experiencia dolorosa. Existen varias escalas para la valoración del dolor,
siendo todas ellas de autocalificación:
 - Escala Verbal Numérica
 - Escala Visual Análoga
 - Escala de Calificación Verbal (Leve, Moderado, Intenso)
 - Escala de Descripción Diferencial
Por su sencillez y efectividad es aconsejable la utilización de la Escala Verbal Numérica (EVN).
Esta consiste en que el propio paciente cuantifica la intensidad del dolor según un valor numérico
de entre 0 (cero) y 10 (diez); esto es, 0 (cero)= sin dolor, 10= dolor máximo. Además de ser
reproducible y confiable la EVN permite: valorar la eficacia del tratamiento analgésico instaurado,
evolución temporal de la intensidad del dolor, y si la respuesta del paciente es acorde al nivel de
dolor expresado.
Abordaje terapéutico del dolor postoperatorio
Principios generales:
* Los requerimientos de analgésicos son mayores en las primeras 24 horas de evolución; a
partir de entonces, la intensidad adopta un carácter declinatorio.
* El tratamiento preventivo adecuado del DP impide el desarrollo de síndromes de dolor
crónico en pacientes postoperados.
* En general, el tratamiento farmacológico del DP está basado en la utilización de fármacos
opioides, aunque de ninguna manera se limita exclusivamente a los mismos; por el contra-
rio, la misma debería enmarcarse en el concepto de analgesia balanceada (o combinada, o
multimoda). El esquema analgésico básico, particularmente para dolor moderado a severo,
debe incluir un opioide más un AINE de modo tal que el efecto final será: mayor analgesia
y, paralelamente, menos efectos indeseables si se compara con el efecto de cada fármaco
administrado aisladamente (sinergismo de potenciación).
* Ventajas de la Analgesia Balanceada: calidad superior de la analgesia, disminución del ries-
go de ocurrencia de efectos indeseables, disminución del consumo global de fármacos.
* Es preciso tratar no sólo el dolor, sino también los efectos adversos (ver abajo) derivados de
fármacos empleados y la sintomatología que pudieren ocasionar, disconfort al paciente (dis-
tensión vesical, ansiedad, etc.)
* La administración de fármacos debe ser regular (por reloj, dependiendo de la Vida Media de
cada fármaco en particular) y reglada (es decir, haya o no dolor; por tanto, debiera abolirse
la práctica de administrar “según necesidad“).

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