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Introducción El síndrome ulceroso acidopéptico es una de las enfermedades más frecuentes del aparato digestivo. Este padecimiento afecta aproximadamente a 10 % de la población, suele ser recurrente y crónico, y com prende todas las lesiones que erosionan la mucosa, submucosa, capa muscular y hasta la serosa en las porciones del tubo digestivo expuestas a la acción del ácido clorhídrico (HCI) y la pepsina, como lo son el estómago y el duodeno. Ocasionalmente se pueden producir úlceras en el esófago y en los sitios en donde puede haber tejido gástrico ectópicó, como sucede en el divertículo de Meckel. El síntoma sobresaliente suele ser el dolor epi gástrico, que muestra una estrecha relación con el consumo de alimentos y que se asocia a veces con aumento del apetito, náuseas, vómito y otros. En ocasiones, el primer síntoma puede ser una hemo rragia o un síndrome abdominal agudo por perfora ción de la úlcera (fig. 49.1). Daño directo Dolor o a la mucosa Erosión de la epigástrico QI u o ·- pared a Hambre E "' Q. digestiva por 2 e •e» HCI y pepsina través de la Náuseas -o QI o. e u o muscularis Vómito ¡¡; :i :g mucosae Sangrado "' Fig. 1. Esquema general del síndrome ulceroso acidopéptico El síndrome ulceroso acidopéptico es de génesis multifactorial. Entre las causas que se mencionan está la influencia de factores genéticos, hormonales Síndrome ulceroso acidopéptico (síndrome de Zollinger-Ellison e hiperparatiroidis mo, entre otros), por efecto indeseable en pacientes bajo tratamiento con antiinflamatorios no esteroi deos (AINES) y aspirina, en asociación con la pre sencia de Helicobacter pylori (70 a 90 %), en situacio nes de estrés, y guardando estrecha relación en pa cientes con cirrosis hepática, insuficiencia renal, neumopatías crónicas, pancreatitis y otras. El hábito del tabaquismo duplica la frecuencia de úlcera pép tica duodenal respecto de quienes no fuman. El consumo de alcohol es también un factor contri bu - yente a su aparición (cuadro 49.1). Cuadro 1. Factores causales del síndrome ulceroso acidopéptico. Intrínsecos Extrínsecos Genéticos Helicobacter pylori Citológicos Fármacos: AINES, aspirina Psicológicos Hábitos nocivos: Ácido clorhídrico tabaquismo, alcoholismo, Pepsina alteraciones dietéticas Enzimas pancreáticas Ambientales Deficiencias en la mucosa y su irrigación Modificado y reproducido con autorización de: J. J. Villalobos Pérez, Gas troenterología, Méndez Editores, México, 2003, vol. I, pág. 650. Las complicaciones graves son hemorragia, perfora ción u obstrucción, y requieren tratamiento urgente. Fisiología El estómago constituye un reservorio de alimen - tos limitado en su extremo proximal por el esfínter http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org esofágico, que previene el reflujo gástrico, y en el dis tal por el esfínter pilórico, que da paso hacia el duo deno. En él se realizan procesos digestivos proteolíticos mediante la acción de la pepsina; secreta ácido clor hídrico, gastrina, antígenos del grupo sanguíneo, factor intrínseco, bicarbonato y moco; se absorben ciertas moléculas como la glucosa y el hierro, y se ejerce una acción antibacteriana por su carácter fuer temente ácido, todo ello bajo un complejo control neuroendocrino. Fisiopatología La fisiopatología del síndrome ulceroso acido péptico se circunscribe al desequilibrio entre los factores que pueden ser agresivos a la mucosa, como el ácido clorhídrico y la pepsina, y los defen sivos, entre los que se cuentan la barrera de moco y bicarbonato, fosfolípidos de superficie, com puestos sulfhidrilos e integridad de la irrigación sanguínea a la mucosa. El HCl y la pepsina terminan, en última instancia, erosionando la mucosa digestiva y provocando una úlcera. La irritación de las terminales nerviosas gas troduodenales produce dolor de localización particu larmente en epigastrio y con características especiales: suele ser clasificado como ardoroso, de intensidad variable, posprandial tardío (1 a 3 h después de los alimentos) y que se calma con la ingestión de alirnen tos. En ocasiones puede no presentarse dolor sino una sensación de hambre dolorosa y otros síntomas como náuseas y vómito, por estimulación vagal, y asociar se asimismo con pirosis, regurgitaciones y eructos. Los casos graves de ulceración pueden llegar a la perforación de la víscera y expresar manifestaciones clínicas propias de un síndrome abdominal agudo, que requiere atención quirúrgica de urgencia. Conforme se hace más profunda la lesión ulcero sa se puede llegar al desarrollo de una lesión vascu - lar y ocurrir sangrado que, de ser importante, se ma nifestará con hematemesis y melena, hipovolemia subsiguiente y activación del sistema adrenérgico y del sistema renina-angiotensina-aldosterona con datos clínicos de piel sudorosa y fría por redistribu - ción del flujo sanguíneo en la circulación, aumento de la frecuencia cardiaca y baja de la presión arterial que puede llegar a niveles de choque hipovolémico. Si, en cambio, el sangrado es mínimo, sólo podrá reconocerse mediante la determinac_ión de sangre oculta en las heces. Esto último es frecuente en pacientes que con sumen medicamentos antiinflamatorios no este roideos (AINES), incluyendo aspirinas, o que se hallan bajo terapia anticoagulante. Para establecer el diagnóstico, el facultativo se guía con la historia clínica y el examen físico com pleto, biometría hemática (que puede indicar ane mia), búsqueda de sangre oculta en heces y el apoyo del gabinete mediante radiografías del trac to digestivo alto con medio de contraste, que hace evidente la lesión o el nicho ulceroso. La endoscopia es el mejor procedimiento de diagnóstico, además de ser útil para toma de biop sias en casos de posibilidad maligna y para de mostrar o descartar la presencia del germen Heli cobacter pylori. Tratamiento Se debe suspender el consumo de medicamentos agresores, como los AINES, incluida la aspirina. La dieta es libre, pero se deben evitar los alimen tos irritantes; no tomar bebidas alcohólicas, café ni té; no fumar. Los antiácidos como el hidroxicarbonato de alu minio y magnesio suelen ser útiles para controlar el dolor y la sensación de ardor en etapas iniciales. Están indicados los fármacos antisecretores, en - tre los que se cuentan los antagonistas de los recep tores H2 como cirnetidina, ranitidina y famotidina, o los inhibidores de la bomba de protones como el omeprazol. También tienen utilidad los llamados protecto res de la mucosa, como el sucralfato y el dicitrato tripotásico de bismuto. Se utilizan con buen resultado los fármacos cito protectores y antisecretores, como las prostaglan dinas del grupo E e I: misoprostol. Se debe dar tratamiento de erradicación del He licobacter pylori con arnoxicilina. En algunos casos puede ser necesario el empleo de tranquilizantes y psicoterapia. Los casos graves como el sangrado y la perfora ción pueden requerir atención quirúrgica. 1 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Pirosis Regurgitaciones Eructos Sf NDROME ULCEROSO ACIDOPÉPTICO Síndrome abdominal agudo 0 Dolor epigástrico Hambre ·ardoroso· "dolorosa· Náuseas Vómito Hematemesis Melena 0 HA iFC Piel fría, sudorosa Perforación visceral Estímulo vagal Redistribución . í,í--;7 Mecanismos: � Helicobacter pylori í;"l Sustancias químicas LJ AINES Hipersecreción ácid"'ª--�� Isquemia í:7 Estrés � Trastornos de vaciamiento Genéticos Otros Rx Serie esofagogastroduodenal: "nicho ulceroso· Tratamiento i Erosión de la mucosa digestiva por acción acidopéptica Endoscopia Irritación de ____.. termi_nales------ nerviosas Importante Sangrado ----------.. Lesión vascular---. en tubo dige r vo Mínimo BH: Anemia Sangre oculta en heces 1. Suspender medicamentos agresores (AINES, incluida la aspirina). Hipovolemia del fiujo � �"T � Respuestaadrenérgica Activa sistema RM 2. Dieta sin irritantes; evitar el consumo de alcohol, tabaco, café y té, principal mente. 3. Antiácidos como el hidroxicarbonato de aluminio y magnesio. 4. Antisecretores; por ejemplo, antagonistas de los receptores H 2 como cimetidi na, ranitidina y famotidina. lnhibidores de la bomba de protones como el ome prazol. 5. Protectores de la mucosa como el sucralfato y el dicitrato tri potásico de bismuto. 6. Fármacos citoprotectores y anti secretores como las prostaglandinas del grupo E e 1: misoprostol. 7. Tratamiento contra Helicobacter pylori a base de amoxicilina. 8. Tranquilizantes y psicoterapia. 9. Los casos graves como el sangrado pueden requerir atención quirúrgica. 11 "'"' 11 'g,·� 11 - O> Bo "' ... CI. "' o CI. ·¡¡; o ·- ---- u. >, .g J!! 11 o Q¡ ... e:"'·-� .e o"' .e O> j >- 11 1 ,11 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org Botón2:
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