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110 Manual de Endourología | Edición 2016Manual de Endourología | Edición 2016 pacientes son los candidatos ideales para la NLP “Tubeless”(4, 12). 11. Complicaciones Si bien la NLP es considerada un pro- cedimiento bastante seguro, se pueden presentar complicaciones. Se reportan tasas que van del 20 al 80 % de los pacientes. Un estudio realizado por el CROES con 5.803 pacientes reportó una tasa de complicaciones generales de 21,5 %. De las complicaciones, la gran mayoría fueron menores, entre las que podemos mencionar filtración por el tubo de nefrostomía (15 %) y fiebre de corta duración (10-30 %). Las complicaciones mayores generalmente están asociadas a la realización del acceso percutáneo hacia el sistema colector y pueden in- cluir la lesión de órganos adyacentes, violación del espacio pleural, sangrado o infección. Las comorbilidades como insuficiencia renal, diabetes, obesidad mórbida y enfermedad pulmonar, entre otras, aumentan el riesgo de complica- ciones. Muchas complicaciones pueden ser manejadas en forma conservadora (ej. sangrado, fiebre) o mínimamente invasiva (ej. drenaje pleural, emboliza- ción supraselectiva) si son reconocidas tempranamente (15, 16). Lesión pleural Se describe una tasa general de daño pleural de 0,3-1 %, pero hay estudios que mencionan hasta un 12,5 %. La incidencia es mayor en caso de acceso por sobre la undécima costilla. Estos pacientes, en su mayoría, son tratados en forma conservadora, siendo unos pocos pacientes los que requieren drenaje pleural. La injuria pleural puede producir hidrotórax, hemotórax, neumotórax, combinaciones de estos (hemoneumo- tórax o hidroneumotórax) o empiema. De estos el hidrotórax (debido al fluido de irrigación en el espacio pleural) es el más común. Esta complicación suele manifestarse en forma sintomática en el postoperatorio, y es evidenciable mediante una radiografía de tórax (15-17). Lesión de órganos adyacentes El daño a órganos sólidos es menos frecuente que la lesión pleural. Puede ocurrir una lesión al bazo o al hígado, pero suele estar asociado a casos de visceromegalia. La perforación colónica se reporta en menos del 1 % de los casos. El riesgo de perforar el colon esta asocia- do a una punción muy lateral a la línea axilar posterior. Este diagnóstico debe ser sospechado en caso de presentar en el intraoperatorio o postoperatorio inmediado diarrea o hematoquezia, signos de peritonitis, o paso de gas o heces a través del tracto de nefrostomía. La lesión de duodeno es aún menos frecuente. La mayor parte de las lesio- nes intestinales pueden ser manejadas de manera conservadora, mediante un adecuado drenaje urinario, drenaje del colon (bajo fluoroscopia se deja la sonda de nefrostomía con balón inflado en el colon), reposo digestivo y antibióticos de amplio espectro (15, 16, 18). Sangrado El sangrado puede ocurrir durante todo el procedimiento, pero una hemorragia
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