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Manual de Endourología | Edición 2016Manual de Endourología | Edición 2016 137 propiedad física que permitiría curvar la luz en un medio flexible de vidrio. La primera ureteroscopía flexible se le atribuye a Marshall y cols en el año 1964. En esa ocasión se utilizó un ureteroscopio 9 fr desarrollado por American Cystoscope Makers (Pelham Manor, NY) en un paciente con una litiasis ureteral impactada. Este primer ureteroscopio flexible no tenía un mecanismo de deflexión ni un canal de trabajo, por lo que solo fue utilizado con un fin diagnóstico. Durante la década de los 80 ś en la Universidad de Chicago se desarrolló un ureteroscopio flexible donde se incorporaron las características de los instrumentos utilizados hoy en día: un canal para la irrigación y paso de elementos de trabajo y una deflexión activa de la punta del instrumento. Sin embargo, a pesar de estas mejorías, estos instrumentos carecían de una adecuada maniobrabilidad, impidien- do la llegada del instrumento a todo el sistema colector, lo que sumado a sus costos elevados y la introducción de la litotripcia extracorpórea, limi- taron la difusión de esta técnica por muchos años. Hoy en día, la introducción de una nueva generación de ureteroscopios flexibles, con una gran capacidad de deflexión, un menor calibre junto a la miniaturización de los accesorios de trabajo y el desarrollo del láser de Holmiun:YAG han permitido que la ureteroscopía flexible se convierta en una herramienta fundamental en el arsenal diagnóstico terapéutico del urólogo. Indicaciones La ureteroscopía flexible (URSf) se ha convertido cada vez más en un pro- cedimiento de rutina del urólogo. Su principal indicación, por lejos, es el tra- tamiento de la litiasis ureteral proximal y la litiasis renal, sobre todo aquellas que no son suceptibles de ser manejadas con Litotripcia extracorpórea o que han fracasado frente a otros tratamientos. Respecto a la patología maligna, la URSf se utiliza para la visualización y biopsia de lesiones sugerentes en exámenes imagenológicos o para definir el ori- gen de una citología urinaria positiva. De esta manera podemos dividir sus indicaciones en procedimientos diag- nósticos y terapéuticos. Diagnósticos: 1. Evaluación de la obstrucción del tracto urinario superior. 2. Evaluación de defectos de llene. 3. Localización del origen de una citología urinaria positiva. 4. Injuria ureteral. Terapéuticos: 1. Manejo de la litiasis urinaria del tracto urinario superior. 2. Endopielotomía (tratamiento de la estenosis pieloureteral). 3. Manejo conservador de tumores de la vía urinaria superior. 4. Tratamiento de lesiones benignas o sangrantes del tracto urinario superior. 5. Drenaje de cálices cerrados. 6. Manejo de la estenosis ureteral.
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