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140 Manual de Endourología | Edición 2016Manual de Endourología | Edición 2016 Diagnóstico y tratamiento de tumores del tracto urinario superior La Nefroureterectomía Radical (NUR) con escisión de manguito vesical cons- tituye hoy en día el gold-standard para el manejo de los tumores del tracto urinario superior, cumpliendo con todos los principios oncológicos necesarios (escisión completa, sin apertura del tracto urinario). En las guías clínicas europeas (2014), el manejo endoscópico conservador podría ser considerado para lesiones únicas de bajo grado, bajo estadio, < de 2 centímetros y de aspecto no infiltrante en la Tomografía Axial Computada (TAC), situaciones en las que la decisión podría ser menos estricta en caso de tener insuficiencia renal, un paciente monorreno, tumores bilaterales o un paciente con comorbi- lidades que no lo hagan apto para una cirugía mayor. Debemos destacar que en muchas ocasiones la estadificación mediante ureteroscopía para definir el compromiso muscular, es difícil por lo que en estos casos debemos tomar la decision basados en otros elementos que están relacionados a tumores inva- sores como lo son aquellas lesiones de alto grado y de aspecto sésil. El manejo endoscópico conservador puede ser realizado ya sea por ureteroscopía o un acceso percutáneo, aunque en el último tiempo y debido a los grandes avances tecnológicos en lo que res- pecta a los ureteroscopios, esta última técnica prácticamente ha reemplazado al abordaje percutáneo. A pesar de esto, las técnicas endoscópicas siguen siendo menos utilizadas debido a las dificultades en el acceso, visualización y toma de muestra histológica, a las dificultades en el seguimiento de estos pacientes y en general al peor pronóstico que presentan al ser comparadas con la NUR. Recientemente el desarrollo de las últimas generaciones de ureteroscopios digitales, combinado con un diagnóstico fotodi- námico o la imagen de banda angosta (Narrow band imaging) han permitido mejorar la visualización de todo el sis- tema colector, lo que es esencial para una biopsia precisa y un tratamiento efectivo. La imagen de banda angosta utiliza dos bandas de luces: la azul a 415 nm y la verde a 540 nm, resultando en una imagen de alto contraste ya que cada una de ellas penetra a diferentes profundidades. Ambas son absorbidas ávidamente por la hemoglobina circu- lante en los capilares. En un estudio de 27 pacientes, evaluados con luz blanca e imagen de banda angosta, Traxer y cols reportó que esta última permitió definir mejor los límites tumorales en un 23 % de los pacientes. A todo lo anterior debemos agregarle el desarrollo del láser de Holmium:YAG que, efectiva- mente, coagula y genera una ablación del tejido tumoral. Estas delgadas fibras de láser pueden utilizarse sin que esto disminuya significativamente la deflexión del ureteroscopio. Grasso y cols analizó 66 pacientes con un cáncer de tracto urinario superior sometidos a una URSf y 80 pacientes sometidos a una NUR. En sus resulta- dos reporta una sobrevida al cáncer especifica a 2, 5 y 10 años de 98,87 y 81 % para tumores de bajo grado
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