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ANÁLISIS DE LA PELÍCULA “DETRÁS DE LA PIZARRA” La película “detrás de la pizarra” es una cinta Estadounidense lanzada en el año 2011 bajo la dirección de Jeff Bleckner bajo el título original “Beyond the Blackboard”. Desde mi perspectiva, retrata los esfuerzos y dificultades a las que nos enfrentamos los docentes diariamente en casi la totalidad de las escuelas oficiales de nuestro país, México. Considero que aun cuando no es una película mexicana, retrata el común denominador del sistema educativo gubernamental de América Latina, invitando a la reflexión sobre la actitud que debe tomar el docente ante las carencias materiales y de acompañamiento por parte de las familias de los educandos. En la cinta, la protagonista siempre había deseado ser maestra, pero jamás imaginó que se iba a enfrentar a esta realidad. El primer día se convierte en una pesadilla para ella al encontrarse con un salón sucio, sin libros, lleno de ratas, con mobiliario que no se encontraba en las mejores condiciones, con el ruido del tren que pasaba cerca y con niños rebeldes y desnutridos. Decide ir a hablar con los directivos para que mejoraran las condiciones del aula pero estos hacen caso omiso, así que para enfrentar este reto sólo tiene la ayuda de su marido y familia. Es entonces cuando se muestra el interés de los padres de familia al notar éstos, el esfuerzo de la maestra quien había mejorado el salón, había conseguido gestionar algunas cosas así como el avance que iban teniendo sus hijos al aquirir múltiples habilidades, entre ellas a pintar. Fue así como la maestra empezó a ganarse el cariño y la admiración del refugio. Para ella fue algo muy difícil al principio pero con toda su iniciativa, sus ganas de hacer, su interés y vocación, hicieron que no se diera por vencida fácilmente, logrando por esos niños cosas muy grandes a través de pequeñas acciones. La cinta también muestra el otro lado de la moneda en cuanto a la postura que tomamos los maestros frente a las adversidades, carencias y obstáculos propios de nuestro trabajo. Esto, debido a que la maestra que habían tenido los alumnos antes, poseía una actitud apática, de desgano y de eterna queja, lo que se reflejaba al sólo puntualizar las características negativas de los niños de la escuela, tildándolos de irresponsables, ociosos y poco disponibles. A título personal, creo que todos en algún momento de nuestra práctica docente hemos mostrado esta actitud de anarquía, siendo lo más importante saber que el quejarnos y buscar culpables, no solucionará nada. La maestra Stacey comprendió que en la escuela no sólo se debían transmitir contenidos curriculares, que es lo que la maestra anterior hacía, si no que debía inculcárseles valores como: la fraternidad, amistad, honestidad y sobre todo, el amor, teniendo en algunos casos que poner recursos, tal como a todos nos ha tocado, de nuestros bolsillos y de nuestras familias. La inquebrantable decisión de la maestra hizo que los pasivos padres de familia, reconocieran que a nadie debía importarles más la educación de sus hijos que a ellos mismos, por lo que se involucraron y participaron activamente en el plan de la maestra. Al final todo este esfuerzo tuvo recompensas la satisfacción de ver a eso niños felices, con muchas ganas de aprender, de superarse, con el cariño que ellos le demostraban. Esta película me deja a mí una lección real que por mi experiencia al trabajar en un internado para jóvenes de escasos recursos, renueva mi compromiso de servir y trascender a través de la labor más noble del mundo: educar. La sociedad actual bombardea a los jóvenes con información no siempre conveniente, despertando la ansiedad, la rebeldía, al atrevimiento y la inmoralidad, por lo que no queda más que apostar a la educación y más que en ella misma, en la formación, que implica procesos más complejos. Para finalizar, creo que las enormes deficiencias del sistema educativo mexicano aunadas a las reformas apresuradas y con tintes político-electorales, requieren devolver a la escuela como institución, el lugar de prestigio que le corresponde y esto se logrará en medida en renovar el compromiso tripartito de los docentes con las familias y los educandos. Para lo anterior, es necesario en primera instancia, que quien esté frente a grupo tenga la firme convicción de hacer lo que ama, esa vocación que regenera las fuerzas y las ganas de seguir adelante y que inspire el liderazgo capaz de movilizar y concientizar a los alumnos, sus familias y en general a la sociedad, sobre lo esencial e impostergable que es la educación. Elaboró: Jesús Raymundo Sánchez Galván Alumno del Segundo Semestre de Maestría en Ciencias de la Educación por CEVES Catedrático: Vicente Trejo Del Ángel Asignatura: Procesos de Investigación Social
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