Logo Studenta

SANGRE Y HEMODERIVADOS

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

4 
SANGRE Y HEMODERIVADOS: INDICACIONES 
Y CONTRAINDICACIONES PARA SU USO. 
COAGULOPATÍAS EN CIRUGÍA 
Román M. Bayo 
INTRODUCCIÓN 
La posibilidad de contar con un adecuado abasteci­
miento de sangre y sus derivados es indispensable para 
realizar en forma segura y exicosa prácticas quirúrgicas 
que sin esa disponibilidad serían imposibles o de riesgo­
sísirna factibilidad. En este sentido, la terapia con com­
ponentes sanguíneos ha desempeñado un papel central 
en la práctica y el desarrollo de la cirugía moderna. 
Sin embargo, no siempre, se han utilizado estos recur­
sos en forma correcta y en muchas oportunidades se lo 
hizo de manera excesiva, poco justificada y riesgosa, por 
lo que necesariamente han debido revisarse los criterios 
de utilización. Al mismo tiempo se han desarrollado téc­
nicas de conservación y produccos sustitutivos con el ob­
jetivo de disminuir la utilización de sangre alogénica. 
Hace pocos años que la transfusión sanguínea ha de­
jado de considerarse esencial para una gran cantidad de 
procedimientos quirúrgicos. Casi todas las cirugías mayo­
res pueden llevarse a cabo hoy en día prescindiendo de 
componentes sanguíneos homólogos. 
Actualmente, además de la disponibilidad del ele­
mento para transfundir existe la posibilidad de contar 
con la colaboración de un especialista en medicina 
transfusional que puede contribuir para lograr una mejor 
y más racional utilización de los recursos disponibles, que 
generalmente son onerosos y escasos. 
Tanto la sangre como sus derivados pueden conside­
rarse equivalentes a un medicamento y, por lo tanto, tie­
nen sus indicaciones, posología, reacciones adversas, 
contraindicaciones e incompatibilidades. El cirujano de­
be conocer las características del arsenal terapéutico 
transfusional, sus indicaciones y posibilidades, así corno 
sus limitaciones y, sobre todo, debe tener en cuenta que 
puede y debe requerir la colaboración rnultidisplinaria de 
sus colegas hemoterapeutas y hematólogos. 
SANGRE Y HEMODERIVADOS 
Al principio las transfusiones se realizaban exclusiva­
mente con sangre entera. Esta práctica que se inició a fi­
nes del siglo XXI y perduró durante la Segunda Guerra 
Mundial fue modificándose por varias razones, sobre to­
do porque al cambiar los envases de vidrio iniciales por 
las modernas bolsas plásticas se pudo separar la sangre, 
mediante centrifugación, en sus componentes constituti­
vos sin peligro de rotura de los frascos. 
Fue la separación en sus componentes, mediante la 
centrifugación en bolsas múltiples unidas entre sí por tu­
buladuras en un circuito cerrado, lo que permitió pasar 
de la utilización de una unidad de sangre entera, que pro­
porciona habitualmente un sobretratamiento y por lo 
tanto un desperdicio de parte del recurso, a varias unida­
des de componentes utilizables por distintos pacientes a 
los que se les puede administrar un tratamiento acorde 
con sus necesidades. 
Parece obvio que si un individuo pierde sangre entera 
la mejor reposición posible sería la sangre entera. Pero he 
aquí el problema: sangre entera que sea funcionalmen­
te similar a la perdida, es decir recién extraída. 
La sangre entera raramente se encuentra disponible 
para ser transfundida hasta 48 o 72 horas después de ha­
berse extraído debido a la creciente cantidad de estudios 
que se deben realizar en forma obligatoria antes de libe­
rarla para su uso. Por eso es que aun en el mejor y más 
eficiente de los casos se hallará disponible recién entre 
24 y 36 horas después de extraída. 
Luego de 24 horas de extraída y de estar almacenada 
a 4ºC - 6 11C la sangre ha perdido la toralich1d de las pla­
que_tas, las que se han convertido en desecho. Además, la 
mayoría de los granulocitos han perdido sus gránulos y 
han liberado citocinas. Por otra parte, los factores de 
coagulación lábiles (factor V y factor Vlll) ya no tienen 
actividad terapéutica. Esto es, a las 24 horas de extraí­
da la sangre entera se ha convertido en una suspensión 
de glóbulos rojos y linfocitos en una solución de pro­
teínas, algunas de ellas inactivas desde el punto de vis­
ta de su funcionalidad pero siempre antigénicas como 
el resto de los elementos celulares. 
El resultado es que el enfermo deberá mctabolizar to­
do un cúmulo de desechos orgánicos que no requería y al 
mismo tiempo lo expondremos de manera innecesaria a 
numerosos antígenos que podrían sensibilizarlo tornando 
difícil o riesgoso su tratamiento futuro. 
En muy pocos servicios de hernoterapia, muy elemen­
tales y de baja calidad prestacional, se sigue dispensando 
sangre entera y en estos casos la carencia de componen­
tes específicos vuelve imposible o altamente riesgosa la 
realización de determinadas cirugías o tratamientos. Lo 
habitual es que los servicios de hemoterapia y bancos de 
sangre provean sangre entera solo en forma excepcional 
ya que casi toda su producción se hemoderiva. 
Así, mediante la hemoderivación, tal el nombre de la 
preparación de componentes a parcir de una unidad de 
sangre entera, pueden obtenerse una unidad de glóbulos 
http://booksmedicos.org
http://booksmedicos.org
http://booksmedicos.org
http://booksmedicos.org
http://booksmedicos.org
http://booksmedicos.org
http://booksmedicos.org
http://booksmedicos.org
	Botón1: 
	Botón2:

Continuar navegando