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Como_tener_unas_piernas_bonitas_Thomas_Klyscz,_Michael_Junger

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Cómo 
tener 
unas 
piernas 
bonitas 
PRESO 00 17 
Cómo tener unas piernas bonitas 
Dr. Thomas Klyscz 
Dr. Michael Júunger 
Título original: Aktiv gegen Venenleiden 
O Falken-Verlag GmbH, 65527 Niedernhausen/Ts. 
O Susaeta Ediciones, S.A. (versión castellana) 
Tikal Ediciones / Unidad Editorial 
Pza. Roma Piera Arcal, 4,32 A 
E-08330 Premia de Mar (Barcelona) 
Tel.: (93) 752 13 14 - Fax: (93) 752 31 41 
tikal Olix.intercom.es 
Traducción: Christina Róhlich 
Diseño de portada: Antonio Tello 
Impreso en la UE 
Índice 
* Prólogo 6 
* Las enfermedades venosas: 
un mal generalizado 9 
* Chequeo a las venas 
de las piernas 11 
El sistema venoso 13 
* Funciones del sistema venoso 16 
* Mecanismos de transporte del 
sistema venoso 16 
» Cómo funcionan las bombas 
musculares 19 
* La importancia de las bombas 
musculares 21 
* ¿Por qué están tan extendidas las 
enfermedades venosas? 22 
* ¿Cómo se originan las enfermedades 
venosas? 23 
* Las enfermedades venosas 
y sus causas 24 
* La degeneración de las válvulas 
venosas 25 
» Inflamación venosa superficial o 
tromboflebitis 26 
* Trombosis venosa profunda o 
flebotrombosis 27 
* La prevención de la flebotrombosis 28 
* Recomendaciones para las personas 
que sufren trastornos venosos 29 
Los métodos de exploración 
médica 30 
» Ecografía Doppler 31 
* La medición fotóptica 32 
* La medición en sangre de la 
presión venosa 33 
* La oclusión venosa o 
pletismografía 34 
e Flebografía 34 
Métodos de tratamiento 36 
* La terapia de compresión 37 
* Medicación para las 
enfermedades venosas 46 
* El tratamiento esclerosante 48 
* La intervención quirúrgica 49 
Terapia deportiva para 
las enfermedades venosas 52 
* Correr y pasear 53 
* Natación 54 
* Gimnasia acuática 
y aquajogging 54 
* Pasear en bicicleta 55 
* Deportes de pelota 55 
* Deportes de fuerza 56 
* El pedalergómetro de Tubinga 56 
Ejercicios para las piernas 58 
* Indicaciones para los ejercicios 59 
* Ejercicios de flexibilidad y 
precalentamiento 60 
* Ejercicios en posición horizontal 63 
* Ejercicios en posición sentada 72 
o Ejercicios en posición sentada 
con elementos 83 
* Ejercicios de pie 90 
o Ejercicios de pie con elementos 96 
» Ejercicios de andar 99 
Hidroterapia y sauna 103 
Glosario 105 
Índice alfabético 109 
Prólogo 
La mayoría de las enfermedades 
del sistema circulatorio son causa- 
das por alteraciones que se locali- 
zan en el sistema venoso. Sin 
embargo, es un hecho sorpren- 
dente que las enfermedades veno- 
sas raramente se comentan en los 
medios de comunicación. Quizás 
es debido a que los tratamientos 
tienen un coste económico ele- 
vado; además, la enfermedad se 
puede convertir en breve tiempo en 
crónica y a menudo conducir a la 
invalidez. 
A pesar de ello, los trastornos 
venosos se toman generalmente 
como un problema estético y no 
como un verdadero cuadro clínico 
al que debe darse un tratamiento. 
Hay que ser conscientes de que 
estas enfermedades y las conse- 
cuentes alteraciones estéticas de 
la piel pueden derivar en varices y 
úlceras o llagas vivas en la pierna 
(ulcus cruris), e incluso, en el peor 
de los casos, provocar una trombo- 
sis venosa de la pierna. Además, 
una obstrucción por trombosis po- 
dría poner al paciente en peligro 
de muerte, en el caso de que el 
trombo o coágulo de sangre se 
desprendiera de la pared de las 
venas, donde se halla adherido, 
pasara al flujo sanguíneo y llegara 
a los pulmones, donde produciría 
el taponamiento de vasos sanguí- 
neos vitales, la gravísima embolia 
pulmonar. Para poner un ejemplo 
equiparable a otros países, en Ale- 
mania mueren cada año a causa 
de una trombosis venosa profunda 
con embolia pulmonar unas treinta 
mil personas. 
En el departamento de flebolo- 
gía de la clínica dermatológica de 
la Universidad de Tubinga, que 
desde hace décadas se dedica al 
cuidado de pacientes con deficien- 
cias circulatorias crónicas, se ha 
podido comprobar el gran perjuicio 
que la falta de ejercicio o el hacer 
movimientos inadecuados provoca 
en las personas que tienen moles- 
tias causadas por un deficiente re- 
torno venoso. 
Trabajando conjuntamente con 
la especialista en medicina depor- 
tiva Irmgard Júnger, los autores 
han desarrollado un programa de 
movimientos y ejercicios que 
desde el año 1989 hasta hoy se ha 
ido perfeccionando y ha sido ya 
aplicado a doscientos pacientes, 
durante un total de dos mil horas 
de ejercicios. La eficacia de este 
programa se ha demostrado en un 
estudio clínico elaborado conjunta- 
mente con el Ministerio de Salud 
alemán. 
Esta terapia es altamente efec- 
tiva y ha revelado que aporta múlti- 
ples beneficios a largo plazo a 
todas las personas afectadas, sea 
cual sea la gravedad de su caso 
paticular. 
Los autores ponen al alcance 
del público en este libro, de ma- 
Para empezar a reali- 
zar un entrenamiento 
activo después de su- 
frir una trombosis, el 
paciente debería es- 
perar como mínimo 
seis semanas y 
guiarse siempre por 
las prescripciones del 
facultativo. 
nera gráfica y comprensible, los 
conocimientos que han acumulado 
durante años de trabajo sobre el 
origen y evolución de las enferme- 
dades venosas. Además, explican 
con detalle cuáles son los métodos 
más modernos de diagnóstico y te- 
rapia, incluyendo ejercicios especí- 
ficos y los deportes más 
adecuados que puede realizar 
cualquier persona que desee pre- 
venir estos trastornos y mejorar el 
funcionamiento del sistema venoso 
en general. Los ejercicios que se 
presentan en la segunda mitad del 
libro son aptos para todas las eda- 
des y no requieren conocimientos 
especiales ni aparatos costosos. 
Los pacientes que estén en tra- 
tamiento y que en un momento de- 
terminado presentan molestias ta- 
les como dolores o hinchazón en 
las piernas, o un notable calenta- 
miento o enfriamiento, manifesta- 
dos respectivamente en un 
anormal enrojecimiento o palidez 
de las piernas, deberían acudir in- 
mediatamente a un médico para 
explicar dichos síntomas. 
Después de padecer una trom- 
bosis venosa en la pierna, y du- 
rante las semanas inmediatamente 
posteriores, el enfermo deberá 
cumplir estrictamente los trata- 
mientos prescritos por el médico. 
En este caso, la terapia de movi- 
miento recomendada aquí, única- 
mente podrá realizarse con la auto- 
rización del facultativo. 
También en el supuesto de que 
el paciente lleve prótesis en la arli- 
culación coxofemoral, sufra una 
patología cardiocirculatoria, hiper- 
tensión, alteraciones patológicas o 
medicamentosas de la coagulación 
de la sangre u otras alteraciones 
que presenten un factor de riesgo 
conocido, sólo deberá realizar los 
ejercicios después de haber con- 
sultado con su médico. 
En definitiva, mediante este li- 
bro los autores desean sobre todo 
contribuir a la difusión de la medi- 
cina venosa preventiva y a su 
práctica entre la población. 
Las enfermedades de las venas 
un mal generalizado 
Según informes de la Organización 
Mundial de la Salud (OMS), los 
trastornos vasculares en las pier- 
nas constituyen uno de los males 
más extendidos entre la población, 
y en prácticamente la totalidad de 
los países desarrollados encabe- 
zan la lista de las afecciones más 
frecuentes. 
Los diferentes estudios que se 
han realizado durante los últimos 
años en las universidades de Basi- 
lea y de Tubinga, demuestran que 
la mitad de la población presenta 
alguna u otra alteración de la fun- 
ción vascular. 
A pesar de que estos trastornos 
circulatorios se relacionan frecuen- 
temente con una edad avanzada, 
el 10% de los adolescentes entre 
10 y 12 años y el 40% de los jóve- 
nes entre 14 y 16 años muestran 
ya una tendencia a la formación de 
varices. Pero sólo en la mitad de 
estos casos se trata de una moles- 
tia sin mayor importancia ni tras-cendencia ulterior. 
Congestión, hinchazón, altera- 
ciones de la piel y eccemas en las 
piernas son las manifestaciones vi- 
sibles de una deficiencia circulato- 
ria venosa crónica. En 1990, sólo 
en un país como Alemania, cien 
mil pacientes tuvieron que ser hos- 
pitalizados y sometidos a trata- 
miento. Hay que tener en cuenta 
que los costes anuales de estos 
enfermos ascienden a muchos mi- 
les de millones en todo el mundo. 
Además, las personas que pade- 
cen úlceras en las piernas (ulcus 
cruris), a pesar de que estas se cu- 
ran transitoriamente, han de some- 
terse a controles periódicos, ya 
que pueden sufrir una recaída en 
el futuro. 
La falta de decisión de las per- 
sonas afectadas, que se sienten 
muchas veces inseguras a la hora 
de decidir el método diagnóstico y 
los medios de tratamiento que de- 
ben seguir, retrasa la aplicación del 
tratamiento oportuno y necesario 
para cada caso, pues cada día que 
pasa empeora el cuadro clínico. 
Los autores de este libro opinan 
que se debe actuar rápida y direc- 
tamente sobre las causas de las 
enfermedades vasculares ya desde 
su origen, para que los afectados 
tomen las medidas preventivas 
oportunas, que pueden ir desde 
POSIBLES MANIFESTACIONES DE UNA 
ENFERMEDAD VASCULAR CRÓNICA 
+ Hinchazón de piernas 
«e Formación de varices 
* Cambios en la coloración de la piel de la pierna 
* Eccemas en la piel, especialmente de la parte in- 
ferior de la pierna 
+ Úlceras abiertas (ulcus cruris) | 
CIFRAS SORPRENDENTES SOBRE 
LAS ENFERMEDADES VASCULARES 
Y SUS CONSECUENCIAS 
» Estadísticamente, una de cada dos mujeres y 
uno de cada cuatro hombres padecen varices 
en la segunda mitad de la vida. 
» Aproximadamente el 30% de las personas adul- 
tas padecen manifiestamente las varices y sus 
consecuencias. 
e Las personas con antecedentes familiares de en- 
fermedades vasculares padecen el doble de in- 
flamación venosa, úlceras en la pierna y 
embolias pulmonares que las personas sin ante- 
cedentes en la familia. 
10 
hacer un régimen para perder 
peso, aliviar las dificultades en la 
respiración, evitar cargar objetos 
pesados, elegir el deporte o el ejer- 
cicio físico más adecuado, hasta el 
simple hecho de adoptar una acti- 
tud más saludable ante la vida, fí- 
sica y mentalmente, tanto en el 
trabajo como en el hogar. Todo ello 
influye directamente en el estado 
de salud. 
En su propio interés debería to- 
mar la decisión de colaborar con el 
médico, seguir sus indicaciones y 
poner todo cuanto esté a su al- 
cance para superar las dificultades 
que puedan presentarse en el pro- 
ceso de curación. Tenga siempre 
presente que antes que nada hay 
que eliminar los factores de riesgo. 
Chequeo a las venas de las piernas 
Para hacerse una idea de cuál es 
el estado de salud de las venas de 
sus piernas, conteste a las pregun- 
tas del siguiente cuestionario. Dé 
respuesta primero a cada una de 
las preguntas; luego sume los pun- 
tos obtenidos y calcule usted 
mismo el total. Encontrará los re- 
sultados a continuación del cues- 
tionario. 
¿Sus padres o abuelos han sufrido alguna enfermedad vascular (varices) o úlcera en la pierna 
(ulcus cruris)? 
Sí: 10 puntos No: O puntos 
¿Sufre usted frecuentemente dolores, pesadez o hinchazón de piernas al final del día? 
| Sí: 15 puntos No: O puntos 
¿Tiene usted exceso de peso? 
Sí: 5 puntos No: O puntos 
¿Tiene frecuentemente la sensación de que sus piernas pesan como si fueran de plomo? 
Sí: 10 puntos No: O puntos 
¿Debe usted permanecer frecuentemente durante el día de pie o sentado sin poder moverse 
de vez en cuando? 
Sí: 5 puntos No: O puntos 
¿Tiene usted predisposición a cierta debilidad del tejido conjuntivo o flacidez? 
Sí: 10 puntos No: O puntos 
¿Ha pasado usted uno o varios embarazos? 
Sí: 10 puntos No: O puntos 
¿Está usted tomando medicamentos a base de hormonas? 
Sí: 5 puntos No: O puntos 
¿Aumentan sus molestias en las piernas cuando el clima es húmedo y caluroso? 
Sí: 5 puntos No: O puntos 
¿Hace tiempo que tiene usted varices con ramificaciones? 
Sí: 10 puntos No: O puntos 
ll 
¿Existen alteraciones visibles de la piel en la región de la pierna o del tobillo? 
Sí: 10 puntos No: O puntos 
¿Lleva usted habitualmente zapatos de tacón alto? 
Sí: 5 puntos No: O puntos 
¿Tiene varices? 
Sí:25 puntos No: O puntos 
¿Practica usted algún tipo de deporte que refuerce la musculatura de la pierna, un mínimo de 
dos veces por semana? 
Si: O puntos No: 5 puntos 
¿Pasea diariamente durante media hora o más? 
Si: O puntos No: 5 puntos 
Ahora sume el total de puntos. 
Total: 
Resultados 
O puntos 
Este valor indica que usted po- 
see un sistema vascular saludable 
y sin ningún síntoma de deficiencia 
funcional. 
0-20 puntos 
Este valor corresponde a un sis- 
tema vascular poco dañado pero 
cuyo funcionamiento puede ser 
corregido y mejorado. Debería to- 
mar algunas medidas de preven- 
ción, como seguir una 
alimentación más sana, hacer 
ejercicio regularmente y perder el 
exceso de peso que pudiera tener; 
todo ello combinado con la prác- 
tica de ejercicios regulares de 
gimnasia específicos para activar 
la circulación venosa. 
12 
20-40 puntos 
Este valor indica un sistema 
vascular afectado y de reducida ca- 
pacidad funcional. La hinchazón y 
pesadez en las piernas (sentirlas 
como si fuesen de plomo) son los 
primeros avisos de una alteración 
vascular. Después de un examen 
médico, debería tomar las medidas 
oportunas y seguir los consejos del 
especialista. Además, tanto en este 
caso como para el grupo siguiente 
de puntuación, también valen los 
consejos dados en el apartado an- 
terior (de O a 20 puntos). 
40 puntos o más 
Si no se ha sometido todavía a 
un tratamiento, no puede demorar 
la consulta a un médico especia- 
lista en enfermedades del sistema 
venoso (flebólogo) o vascular. 
El sistema venoso 
: 
' 
, 
E 
El sistema venoso 
tiene que trans- 
portar cada día 
7.000 litros de 
sangre. Cuando 
estamos de pie, la 
sangre debe re- 
montar la gran al- 
tura que media 
desde los pies 
hasta el corazón. 
13 
Para comprender cómo se 
producen y cómo evolucionan las 
enfermedades vasculares, es 
preciso conocer primero las 
funciones de las venas y su 
importancia en el conjunto del 
cuerpo. 
La vida humana está ligada a 
los procesos metabólicos por los 
cuales las células reciben alimen- 
tos y oxígeno. Los glóbulos rojos 
toman el oxígeno en los pulmones, 
y las sustancias nutritivas llegan al 
torrente sanguíneo a través del in- 
testino y del hígado. En el lugar de 
destino, el oxígeno y otras sustan- 
cias nutritivas son transferidas a 
las células. El necesario suministro 
a todas las células, aun en los lu- 
gares más recónditos del cuerpo, 
se efectúa a través de los vasos 
sanguíneos. Los vasos se clasifi- 
can, según función y tamaño, en 
arterias, venas y capilares. Por de- 
finición, las arterias conducen la 
sangre oxigenada que parte del co- 
razón; las venas, la sangre de re- 
torno al mismo, y los finos 
capilares se encargan de la distri- 
bución final de la sangre a todas 
las células. 
El sistema sanguíneo se podría 
comparar al sistema de conduc- 
ciones del agua en una casa: las 
arterias conducirían el agua lim- 
pia, y las venas, las aguas resi- 
duales. En el cuerpo tenemos 
también un tercer sistema de 
transporte, el sistema linfático, que 
actúa como ayudante del sistema 
venoso en el transporte del líquido 
tisular por conductos propios 
hasta el corazón. 
14 
El gran «motor» de la circula- 
ción sanguínea es el corazón. Este 
músculo trabaja como una bomba, 
atrayendo la sangre rica en oxí- 
geno que proviene de los pulmo- 
nes e inyectándola a alta presión 
hacia el torrente sanguíneo. A tra- 
vés de la arteria principal (aorta) y 
sus ramificaciones, la sangre arte- 
rial llega a la parte superior y a la 
inferiordel cuerpo. Por medio de 
ramificaciones más pequeñas, los 
capilares, la sangre es conducida a 
las células, donde se produce el in- 
tercambio gaseoso, necesario para 
la vida. Si este proceso queda blo- 
queado, las consecuencias son 
una lesión celular y la destrucción 
del tejido afectado. 
Las venas, por su parte, condu- 
cen la sangre pobre en oxígeno y 
cargada con productos residuales 
del metabolismo tisular a través del 
corazón de regreso al pulmón, y 
así queda cerrado el sistema circu- 
latorio. 
En el proceso de alimentación 
mediante las arterias y los peque- 
ños vasos sanguíneos, los tejidos 
necesitan que la eliminación de los 
residuos sea fluida y se produzca a 
través de las venas y vasos linfáti- 
cos, de regreso al corazón. Si este 
proceso de eliminación se ve difi- 
cultado, no solamente se impide el 
transporte de sangre venosa, sino 
también el flujo de sangre arterial 
en los pequeños capilares de la 
piel y se colapsa el intercambio vi- 
tal entre células y capilares. 
La sangre arterial, una vez Oxi- 
genada, es bombeada a alta pre- 
sión a través del corazón al 
15 
Esquema de la circulación 
sanguínea del cuerpo 
humano 
1- Corazón 
2- Arteria pulmonar 
3- Sistema capilar de la cir- 
culación pulmonar 
4- Venas pulmonares 
5- Aurícula izquierda 
6- Ventrículo izquierdo 
7- Arteria aorta, la arteria 
principal del cuerpo 
8- Arteria hepática 
9- Capilares hepáticos y 
red arteriovenosa 
10-Vena cava inferior 
11- Arterias intestinales y 
sistema capilar del aparato 
digestivo 
12-Vena porta 
13- Arterias renales 
14- Red arteriovenosa renal 
15- Vena renal 
16- -Sistema capilar de la 
parte inferior del cuerpo 
17--Sistema capilar de la 
parte superior del cuerpo 
18--Vena cava superior 
19- -Aurícula derecha 
20- -Ventrículo derecho 
torrente circulatorio. Como el flujo 
arterial en su camino hasta los ca- 
pilares va agotando gran parte de 
dicha presión, esta llega muy debi- 
litada a las venas. En definitiva, en 
el sistema venoso se registra la 
presión más baja de todo el sis- 
tema circulatorio. Además, el poder 
de succión del corazón debe supe- 
rar la fuerza de gravedad, por lo 
que a veces no tiene suficiente 
fuerza para extraer la sangre de 
las piernas y transportarla de re- 
greso al corazón. 
Mientras que la fuerza de la 
gravedad afecta positivamente el 
transporte sanguíneo venoso de la 
mitad superior del cuerpo hacia el 
corazón —se entiende estando de 
pie o sentado, en posición verti- 
cal—, en la mitad inferior del 
cuerpo sucede lo contrario: la san- 
gre ha de ser bombeada desde los 
pies y las piernas hacia arriba y 
vencer su propio peso. Al pasar el 
ser humano de cuadrúpedo a bí- 
pedo, su sistema venoso se vio 
forzado a superar el gran desnivel 
existente entre los pies y el cora- 
zón, cosa que en un principio la 
naturaleza no había previsto. (En 
un adulto que esté en posición ver- 
tical, esta enorme distancia al- 
canza un promedio de 150 cm.) 
Funciones del sistema 
venoso 
Las venas de las piernas realizan 
diversas funciones en el sistema 
circulatorio: el transporte sanguíneo 
Del 10 al 
20% de la 
sangre ve- 
nosa en un 
individuo 
sano fluye a 
través del 
sistema su- 
perficial 
(epifascial), 
mientras 
que del 80 al 
90% lo hace 
a través del 
sistema 
venoso pro- 
fundo. 
16 
(que es la función principal), la re- 
gulación de la circulación sanguí- 
nea y el control de la temperatura 
cutánea. Además, las venas tienen 
especial importancia al regular la 
resistencia del flujo sanguíneo 
desde los capilares hacia las venas 
más grandes, y actúan como válvu- 
las de seguridad frente a los vasos 
cutáneos que no podrían resistir la 
presión de las venas. 
El sistema venoso de las pier- 
nas está compuesto de un sistema 
venoso superficial y un sistema ve- 
noso profundo que se encuentra 
rodeado por la musculatura de la 
pierna. La sangre venosa fluye a 
través del sistema venoso superfi- 
cial hacia diferentes puntos de la 
pierna y, mediante las venas comu- 
nicantes o perforantes, hacia el sis- 
tema venoso profundo. Desde allí, 
a través de otras venas, la sangre 
pasa a la vena cava inferior, de re- 
greso a la aurícula derecha o parte 
derecha del corazón. 
Mecanismos de 
transporte del sistema 
venoso 
Mientras que la sangre arterial sale 
del corazón en ondas acompasa- 
das y a gran presión por las arte- 
rias, en dirección a las zonas más 
remotas del cuerpo, el sistema ve- 
noso no tiene ningún mecanismo 
que se le pueda comparar. Por 
tanto, el sistema venoso precisa 
proveerse de otros mecanismos de 
bombeo y de transporte de la san- 
Válvula venosa 
abierta cerrada 
17 
Sistema venoso pro- 
fundo de la pierna (azul 
celeste) y sistema ve- 
noso superficial (azul 
oscuro) 
1- Vena ilíaca externa 
2- Ligamento inguinal 
3-Vena femoral 
4- Vena safena mayor 
5- Venas comunicantes 
6- Vena poplítea 
7-Vena tibial posterior 
8- Vena peronea 
9- Vena safena menor 
10- Vena comunicante 
11- Arco venoso dorsal 
gre. Las válvulas de las venas son | 
de una importancia capital en la 
mencionada función de transporte. 
Actúan de la misma forma que las 
compuertas de las esclusas: sólo 
dejan pasar el flujo sanguíneo en 
un sentido, evitando que la sangre 
bombeada hacia el corazón re- 
grese a las zonas inferiores de las 
que proviene. Un fallo en el sis- 
tema valvular tiene inevitablemente 
como consecuencia que en posi- 
ción vertical la sangre venosa se 
acumule en las piernas y produzca 
un aumento de la presión sanguí- 
nea en las mismas, con lo cual se 
origina en la zona afectada una 
hinchazón dolorosa y, a la larga, al- 
teraciones en la piel. 
Las válvulas venosas juegan 
pues un importante papel en la 
conducción de la sangre y en la 
protección de las venas. Si las vál- 
vulas fallan, esta función no se re- 
aliza correctamente. Un fallo en el 
sistema valvular podría, por ejem- 
plo, originar varices (varicosis) o 
Y, y 
1- Vena 
2- Arteria 
Transporte sanguíneo 
venoso a través de 
las ondas del pulso 
arterial. 
18 
producir una trombosis venosa. 
Sólo en casos muy excepcionales 
se presentan defectos en las vál- 
vulas venosas ya desde el naci- 
miento. 
Existe una pequeña presión re- 
sidual procedente del sistema arte- 
rial que se transmite a través de 
los capilares hacia el sistema ve- 
noso. Dicha presión sería el primer 
motor impulsor del flujo sanguíneo. 
Como las arterias y las venas 
fluyen conjuntamente y de forma le 
paralela, el impulso sanguíneo pro- 
ducido por el corazón a las arterias 
influye también sobre las venas, 
pues una arteria al dilatarse pre- 
siona a la vena contigua. Las vál- 
vulas venosas desempeñan la 
función de impulsar la sangre 
desde las venas en dirección al co- 
razón, y esta pulsación actúa como 
un segundo mecanismo encargado 
de impulsar el torrente sanguíneo. 
El conjunto formado por tórax y 
abdomen es como una bomba de 
dos fases, actuando como un ter- 
cer mecanismo impulsor que re- 
fleja en la circulación venosa los 
movimientos sanguíneos provoca- 
dos por la respiración. 
El principio de funcionamiento 
de este mecanismo de bombeo se 
basa en las diferencias de presión 
entre el tórax y el abdomen al res- 
pirar. Durante la inspiración, el dia- 
fragma desciende y la presión en 
el abdomen aumenta. Esta presión 
actúa también sobre las venas del 
vientre y la pelvis, donde la sangre 
es presionada y a través de las 
válvulas venosas es impulsada ha- 
cia el corazón. 
Ya que durante la inspiración la 
presión en el tórax desciende, la 
sangre fluye del abdomen hacia las 
venas del tórax (a modo de bomba 
bifásica, como hemos dicho). Du- 
rante la espiración, en cambio, 
tiene lugar el proceso inverso por 
lo que a las variaciones de presión 
entre tórax y abdomen se refiere: 
los cambios de presiónfacilitan el 
riego sanguíneo desde las venas 
de la parte inferior de las piernas 
hasta las venas del pubis y el ab- 
domen, y el flujo sanguíneo se di- 
rige hacia la vena cava inferior del 
tórax hasta alcanzar la parte dere- 
cha del corazón. 
El efecto positivo de la respira- 
ción sobre el sistema venoso au- 
menta si se realiza ejercicio físico, 
porque el rendimiento del meca- 
nismo respiratorio de bombeo au- 
menta. Por su parte, el corazón, 
como cuarto mecanismo de bom- 
beo, desarrolla otro efecto de suc- 
ción, aunque menor, sobre la 
sangre venosa; efecto que sólo re- 
percute en el transporte sanguíneo 
que tiene lugar en las inmediacio- 
nes del corazón. 
Ahora bien, estos cuatro meca- 
nismos de transporte sanguíneo 
serían incapaces de llevar a cabo 
por sí solos el flujo de retorno ve- 
noso, y realizan únicamente una 
función auxiliar. 
Los sistemas de bombeo que 
llamaremos con el nombre de 
bomba muscular de las articulacio- 
nes tienen una decisiva importan- 
cia en la circulación venosa, y 
representan el quinto mecanismo 
impulsor (motor) y el más impor- 
19 
tante para el movimiento de la san- 
gre venosa. El funcionamiento de 
estas bombas musculares de las 
articulaciones se produce mediante 
los movimientos de contracción y 
estiramiento de las articulaciones 
particulares y de los distintos ten- 
dones y músculos que se entrecru- 
zan en la región articular. 
Cómo funcionan las 
bombas musculares 
La función de la bomba muscular 
del peroné se entiende claramente 
si se compara con el efecto que 
produce el músculo bíceps del 
brazo, mediante una sencilla com- 
probación: con la mano izquierda 
se presiona fuertemente el bíceps 
del brazo derecho, que debe estar 
completamente estirado; entonces 
se flexiona el antebrazo, con lo 
que la mano izquierda se verá em- 
pujada a abrirse por la presión que 
ejercerá la dilatación del músculo. 
El diámetro del bíceps aumenta 
cuando se realiza la flexión: el 
músculo se acorta en longitud 
pero se ensancha en el centro. 
Esta dinámica de expansión-con- 
tracción que realizan las fibras del 
vientre muscular (porción carnosa 
más prominente del músculo), 
hace que en las piernas las venas 
contiguas al músculo se vean di- 
rectamente afectadas por este 
cambio de volumen. 
Las contracciones musculares 
se producen cuando el individuo 
mueve activamente la musculatura, 
FUNCIÓN DE LA BOMBA MUSCULAR DE LA PANTORRILLA 
1-Musculatura relajada: la sangre fluye por la vena 
2-Musculatura tensa: la sangre es impulsada por la presión que ejerce el 
músculo, y conducida hacia el corazón. 
es decir, cuando realiza un movi- 
miento. Por ello, desde muy anti- 
guo y basándose en la experiencia 
clínica, se ha introducido la terapia 
del ejercicio físico en el tratamiento 
de las enfermedades venosas. 
Pero la sangre no es impulsada 
por la simple presión que la con- 
tracción muscular ejerce sobre el 
conducto venoso, sino a través de 
la función de la válvula venosa, 
verdadera encargada de conducir 
la sangre hacia el corazón. Ahora 
bien, si las válvulas no funcionan 
correctamente, se produce un flujo 
La bomba 
muscular de 
la pantorrilla 
es el más 
importante 
de todos los 
mecanismos 
de trans- 
porte 
vascular. 
20 
de vaivén, la dirección de la co- 
rriente sanguínea cambia constan- 
temente y el flujo sanguíneo es 
anómalo. 
En estos casos, la sangre que 
queda estancada o cuya velocidad 
disminuye considerablemente, 
puede formar peligrosos coágulos 
sanguíneos. En palabras técnicas 
se hablaría de una trombosis. Esta 
disfunción de las válvulas produci- 
ría efectos tan negativos como pu- 
diera causarlos la dificultad de 
movimiento de una articulación. En 
el ejemplo anterior del músculo bí- 
ceps, queda muy claro que el 
transporte sanguíneo se vería mer- 
mado si la articulación del codo no 
pudiera moverse. 
Una situación parecida se pre- 
senta en la pierna cuando la articu- 
lación de la rodilla o la articulación 
tibiotarsiana no funcionan. Para la 
circulación de la sangre del sis- 
tema venoso, es de vital importan- 
cia que pueda moverse la 
articulación del tobillo, ya que de él 
depende que funcionen el talón de 
Aquiles y la fuerte musculatura de 
la pantorrilla. 
Un fallo de la articulación del to- 
billo puede tener consecuencias 
catastróficas para la bomba mus- 
cular de la pantorrilla. Pero una 
disfunción de las articulaciones no 
se presenta de forma total, sino 
que va surgiendo con el paso del 
tiempo: un individuo en principio 
sano va perdiendo de forma pro- 
gresiva la movilidad de la articula- 
ción del tobillo y su fuerza 
muscular disminuye. 
Una enfermedad venosa ya de- 
clarada, que se manifieste por una 
hinchazón en las piernas, por un 
dolor al estar de pie o bien una 
atrofia en la musculatura posterior 
de la pierna, puede tener ¡gual- 
mente consecuencias negativas. 
La importancia de las 
bombas musculares 
A través de varias observaciones 
científicas, el profesor Schmeller, 
de Lúbeck, pudo demostrar que 
con el movimiento de contracción 
tibiotarsiana se produce un aporte 
importante de sangre venosa a la 
Cada vez 
que damos pierna y, al mismo tiempo, una dis- 
un paso, minución del riego sanguíneo hacia 
llega al cora- | la parte externa de la extremidad. 
zón un Por esta razón, la terapia se di- 
cuarto de li- | rige a reforzar la musculatura de la 
tro de zona correspondiente, mejorando 
LAS del movimiento de la articulación 
cias a la 
contracción 
de la muscu- 
latura de la 
pantorrilla. 
| 
| 
LOS MECANISMOS DE TRANSPORTE MÁS IM- 
PORTANTES DE LA CIRCULACIÓN OSA 
del tobillo y fomentando la función 
de las válvulas del sistema venoso. 
La bomba muscular de la pan- 
torrilla y la de la articulación del to- 
billo, una a continuación de otra, 
forman un complejo funcional im- 
prescindible para el transporte san- 
guíneo. Al contraer y relajar la 
€ IA > 
ayulas de las venas. Tienen la importante misión 
de actuar como esclusas para que funcione el lla- 
mado mecanismo de transporte. 
1.Bombas musculares. Su mecanismo de transporte 
está basado en el movimiento del cuerpo al pre- 
sionar la musculatura sobre las venas. 
2.Ondas del pulso arterial. Por la comunicación de 
la presión arterial a las venas muy próximas a ellas. 
3.Respiración. Mediante el movimiento respiratorio 
del diafragma, la sangre es bombeada hacia el co- 
razón (bomba de dos tiempos). l 
4.Presión de la sangre en los capilares. La sangre 
arterial tiene todavía una pequeña presión residual 
procedente del corazón al llegar al sistema venoso. 
5.Succión del corazón. Gracias a la contracción del 
músculo cardíaco se ejerce una fuerza de succión 
sobre el sistema venoso que hace que la sangre sea 
atraída fácilmente hacia el corazón. 
2 
musculatura, la sangre venosa es 
presionada hacia el corazón. En la 
fase de contracción muscular se 
produce un aumento de presión 
sobre las venas inferiores, al ser 
estas comprimidas por los múscu- 
los adyacentes, que forman una 
especie de cojín alrededor de los 
huesos del muslo y la pierna. Du- 
rante la fase de estiramiento del 
músculo, las venas vacías se relle- 
nan nuevamente con la sangre que 
proviene del pie. 
Al contraerse el tríceps sural, 
que es el músculo más potente de 
la pantorrilla, se produce una pre- 
sión de desplazamiento equiva- 
lente al rendimiento del corazón en 
reposo. 
En individuos sanos, esta pre- 
sión que ejercen las bombas de los 
músculos sobre las venas de los 
pies y de las piernas disminuye al 
andar. De esta forma se produce 
un descenso de la presión entre 
arterias y venas, que mejora la irri- 
gación de los tejidos. 
Por qué están tan 
extendidas las 
enfermedades venosas 
Por antiguos grabados que han lle- 
gado hasta nosotros y también por 
la tradición, hoy en día sabemos 
que hace muchos mileniosya se 
utilizaba la sangría como trata- 
miento inicial de las varices. 
Un antiguo relieve griego da- 
tado en el año 400 a.C. representa 
a un griego que padecía varices, el 
cual hizo grabar justamente este 
relieve como acción de gracias a 
los dioses por su curación. 
Otros dibujos antiguos nos han 
informado de que la medicina 
árabe ya conocía el uso de venda- 
jes de compresión para alivio de 
los malestares circulatorios, ven- 
dajes parecidos en esencia a los 
que se usan en la medicina actual. 
Las variaciones en el riego 
sanguíneo son los principales cul- 
pables de la aparición de varices 
en las venas, y la influencia de la 
fuerza de gravedad sobre el trans- 
porte venoso de las piernas al co- 
razón se muestra como uno de los 
principales factores que causa las 
varices. Ello está confirmado por 
Al correr se activan las siguientes bombas musculares y 
articulares de la pierna: 
-Bomba de succión situada por debajo del ligamento 
inguinal 
-Bomba del muslo 
-Bomba de la articulación de la rodilla 
-Bomba muscular de la pantorrilla 
-Bomba muscular del tobillo 
- Musculatura de los pies y los dedos 
22 
el hecho de que no encontraremos 
en todo el reino animal, ni aun en 
los animales de mayor tamaño, 
como la jirafa o el avestruz, ni un 
solo cuadro clínico asimilable al 
trastorno varicoso que se produce 
en el ser humano, debido precisa- 
mente a su verticalidad. 
Cómo se originan 
las enfermedades 
venosas | 
Al contrario de las arterias, que es- 
tán provistas de paredes muy mus- 
culosas, las venas son vasos de 
paredes delgadas y sin muscula- 
tura. Mientras que las venas profun- 
das de las piernas están protegidas 
por un manto compuesto de mús- 
culos y huesos, las venas superfi- 
ciales, en cambio, se hallan 
directamente bajo la piel y sola- 
mente están protegidas en su parte 
posterior por las fascias. Por tanto, 
las venas superficiales sufren, por 
su situación de debilidad, alteracio- 
nes debidas al envejecimiento, a la 
falta de movilidad y a una elevación 
de la presión venosa. 
En las mujeres, y principal- 
mente durante el embarazo, las al- 
teraciones hormonales juegan un 
papel importante en el sistema cir- 
culatorio, al producir una mayor di- 
latación de las venas y una pérdida 
de su fuerza de contracción. 
Cuando la persona realiza una 
actividad sedentaria, durante la 
cual. debe permanecer sentada du- 
rante largos períodos, la muscula- 
23 
Corte 
transversal 
de un vaso 
en el que 
se aprecia 
cómo la 
presión de 
la sangre 
entrante 
hace au- 
mentar el 
diámetro 
tura de la pantorrilla no trabaja y se 
presenta una congestión en las 
piernas. También el exceso de 
peso, la falta de movimiento y las 
fuertes compresiones que se pro- 
ducen, por ejemplo, al levantar pe- 
sos, perjudican las válvulas de las 
venas superficiales. 
Las alteraciones en el riego 
sanguíneo venoso conducen a la 
aparición de manifestaciones ex- 
ternas, como colapsos o edemas, 
visibles a simple vista; pero al ob- 
servar los tejidos al microscopio, 
se revelan también alteraciones 
de los vasos sanguíneos, princi- 
palmente en la región del tobillo. 
La congestión venosa crónica 
no sólo perjudica a la piel, sino 
también a los tejidos subcutáneos, 
a las capas próximas al talón de 
Aquiles y a la cápsula de la articu- 
lación tibiotarsiana superior e infe- 
rior, e incluso a las propias 
estructuras óseas. El bajo rendi- 
miento de las bombas venosas con 
estancamientos en los tejidos 
| FACTORES DE RIESGO E PUEDEN 
- DESENCADENAR ENFERMEDADES 
E 
As 
p Factores de riesgo de primer orden: 
= -Predisposición hereditaria ar Y 
- Sexo (las mujeres tienen na mayor. ten- 
- dencia, SR causas hormonales) 
Embarazo pat 4.” 
_ Factores de riesgo de eS orden , 
. iaa p. a . * 
o - Factores. extemos, ade laborales: . 
» estar de p pie. O realizar un trabajo corporal 
4 o duro, pero también estar s 2 (trabajos | 
A e” AA ns” 
- e * a Y a Me > 
puede conducir a dificultar el movi- 
miento de la articulación del tobillo. 
en el peor de los casos, es una pa- 
rálisis del pie. Con el tiempo, esta 
limitación del movimiento en la arti- 
culación del tobillo conduce, a 
causa del escaso movimiento y del 
bajo rendimiento de las bombas 
musculares, a un descenso del 
rendimiento de la bomba muscular 
de la pantorrilla: empieza un ca- 
mino de difícil retorno. 
pérdida de funcionalidad y a las 
molestias por los trastornos veno- 
sos, existe la amenaza de que el 
proceso desemboque a largo 
plazo en una incapacidad laboral o 
invalidez. 
El estadio final de este proceso, 
Además, paralelamente a la 
24 
Las enfermedades 
venosas y sus causas 
El concepto de insuficiencia ve- 
nosa contempla un fallo en la fun- 
ción de evacuación del sistema 
venoso. La insuficiencia venosa se 
produce cuando la cantidad de 
sangre transportada no se ajusta a 
las necesidades del sistema. Como 
consecuencia, se desarrolla un es- 
tancamiento venoso crónico; apa- 
recen dolores, contracturas y 
sensación de pesadez. La pierna 
se hincha y la persona tiene una 
desagradable sensación de calor o 
de frío. Algunos afectados no pue- 
den soportar estar mucho tiempo 
sentados, por ejemplo al viajar en 
coche, y cuando el dolor se agu- 
diza tienen una imperiosa necesi- 
dad de mover las piernas. 
Mientras la piel no haya sido 
perjudicada por el proceso, se dice 
que la insuficiencia venosa crónica 
(IVC) se halla en el estadio |, se- 
gún Widmer. El estancamiento ve- 
noso crónico provoca que los 
componentes de la sangre (proteí- 
nas) sean empujados hacia los teji- 
dos y se adhieran a ellos a causa 
del deficiente flujo venoso de sa- 
lida, y se desencadena un proceso 
inflamatorio crónico: la piel se torna 
dura (fibrosa) y adquiere una tona- 
lidad marrón. En los tejidos se van 
acumulando los productos de des- 
composición de los glóbulos rojos 
(hemosiderina) y se producen pig- 
mentaciones en la piel, provocadas 
por las partículas de color. 
Llegado este punto, se destru- 
yen los vasos sanguíneos más pe- 
A _—_ —__—__—_ _—— —____— 
LOS ESTADOS CLÍNICOS DI DE LA INSUFL- 
- CIENCIA 'VENOSA SEGÚN WIDMER 
p S2: Cambios de pigmentación en la piel, en- 
durecimiento de la piel 
S3: Serios daños con herida abierta en la 
pierna o cicatrices presentes después de su 
curación 
queños de la piel, los capilares, 
que son los encargados de distri- 
buir la sangre arterial a las células. 
Este problema de falta de evacua- 
ción, además, dificulta el normal 
suministro sanguíneo a la piel. Y a 
partir del momento en que no 
puede establecerse el mecanismo 
de aporte sanguíneo y eliminación 
metabólica de las células, estas se 
destruyen y aparece de forma es- 
pontánea una herida cuya curación 
suele ser muy lenta (necrosis) y 
que generalmente se localiza en la 
parte externa del hueso del tobillo. 
La degeneración 
de las válvulas 
venosas 
Las causas que conducen a los es- 
tados varicosos primarios, o sea, a 
la existencia de simples varices, to- 
davía no han sido comprendidas. 
Hay teorías que hablan de una 
destrucción de las paredes veno- 
sas por la formación de redes de 
colágeno. Durante el embarazo, 
este proceso entra en una fase crí- 
St: Inflamación, venas visibles en la pierna 
tica, debido a una temporal dificul- 
tad en el flujo de salida venoso, 
unido al habitual relajamiento del 
tejido conjuntivo (colágeno), que 
tiene causas hormonales. Como 
consecuencia, en el caso de las 
mujeres embarazadas aumenta el 
riesgo de que aparezcan varices o 
de que, si ya las hubiera, estas au- 
menten. Además del embarazo, 
otro factor que también contribuye. 
a la formación de varices es la 
constante y elevada presión sobre 
las venas de las piernas que se 
produce al forzar la respiración, por 
ejemplo cuando se levanta o trans- 
porta un objeto pesado. 
La dilataciónde las venas -cutá- 
neas también perjudica a las zonas 
de las venas donde se hallan las 
válvulas. Por efecto de la dilata- 
ción, las válvulas se van sepa- 
rando progresivamente, cada vez 
cierran peor y la sangre invierte su 
camino, en dirección hacia el pie. 
Entonces las válvulas venosas no 
pueden realizar su función y la vál- 
vula revela su insuficiencia. 
En una zona con reflujo que 
está perturbada, aumenta el peli- 
gro de formación de coágulos 
29 
(trombos) en las paredes de los 
vasos. No hace falta decir que las 
repercusiones de una trombosis 
para las venas afectadas son ca- 
tastróficas. Cuando los trombos se 
sitúan en las venas más profundas, 
bloquean el retorno sanguíneo ha- 
cia el corazón. 
Durante los primeros días o se- 
manas después de la formación 
del trombo, los pequeños coágu- 
los son disueltos por el propio 
cuerpo, si bien sólo en parte. Los 
coágulos que siguen adheridos a 
las paredes de las venas dificultan 
en gran medida la circulación ve- 
nosa hacia el corazón; pero, ade- 
más, pueden llegar a 
reorganizarse y destruir total o 
parcialmente las válvulas venosas. 
El aumento de la resistencia al 
flujo producido por las pequeñas 
partículas instaladas en las con- 
ducciones de las venas y la insufi- 
Cuando una 
vena comu- 
nicante no 
funciona co- 
rrectamente, 
la sangre 
que llega 
desde las ve- 
nas 
profundas 
presiona la 
pared de la 
vena superfi- 
cial hacia el 
exterior y 
contra la 
piel. Las 
consecuen- 
cias de esta 
disfunción 
venosa pue- 
den ser 
inflamacio- 
nes y 
úlceras. 
26 
1- Vena profunda 
2- Vena comunicante con 
una deficiencia en las 
válvulas 
3- Vena superficial 
4- Piel 
ciente función de las válvulas para 
cerrarse, caracterizan la circulación 
venosa de las piernas después de 
sufrir una trombosis. Los cambios y 
secuelas que se originan en el sis- 
tema venoso y en la piel son agru- 
pados por los médicos bajo el 
nombre global de síndrome pos- 
trombótico. 
Inflamación venosa 
superficial 
o tromboflebitis 
Las venas superficiales pueden su- 
frir un proceso inflamatorio que se 
origina en las paredes internas y 
avanza hacia las externas. Como 
signo aparente de este proceso in- 
flamatorio, con frecuencia aparece 
un enrojecimiento y la zona afec- 
tada produce dolor. 
Una causa probable puede ser 
una inyección o una perfusión con 
el método gota a gota, por lo que 
en tal caso suele denominarse fle- 
bitis del gota a gota. 
En textos antiguos se describen 
inflamaciones venosas en las pier- 
nas producidas por el agua a pre- 
sión de la tobera que se utiliza en 
las instalaciones de los baños ter- 
males; la elevada presión con que 
el chorro impactaba en la piel, pro- 
ducía cambios en la superficie de 
las venas. 
Los enfermos que padecen 
trastornos venosos deben escoger, 
por ello, aplicaciones más suaves 
de agua, como los chorros del tra- 
tamiento Kneipp, y evitar el agua a 
alta presión. 
Trombosis venosa 
profunda 
o flebotrombosis 
Por trombosis se entiende el pro- 
ceso de formación de un coágulo 
sanguíneo o trombo, y la conse- 
cuente oclusión vascular. Si el 
trombo se halla en las venas pro- 
fundas, se habla de una trombosis 
venosa profunda (abreviada, TVP). 
Se conocen tres condiciones que 
provocan la formación de un 
trombo: 
1) que las paredes de las venas 
estén dañadas; 
2) que exista una tendencia a la 
hipercoagulación; 
3) la presencia de un trastorno 
en la circulación sanguínea. 
Las personas 
que deben 
permanecer 
un tiempo 
en cama 
después de 
una opera- 
ción 
quirúrgica, 
un acci- 
dente, un 
infarto o un 
ataque de 
apoplejía, 
están espe- 
cialmente 
expuestas a 
desarrollar 
una trombo- 
sis venosa 
profunda. 
27 
Una trombosis puede tener lugar 
asimismo en las venas de 
cualquier parte del cuerpo, aunque 
en el 90% de los casos se produce 
en las venas profundas de las 
piernas. 
En la fase de formación de una 
trombosis en las venas profundas, 
el trombo está muy débilmente pe- 
gado a la pared venosa. Pero si el 
tapón o trombo se desprender y se 
mueve por la vena, hablamos de 
un émbolo, que, dicho en otras pa- 
labras, es una especie de «tapón 
movedizo». 
Desde el sistema de venas pro- 
fundas, este tapón es empujado 
hacia el corazón a través del riego 
sanguíneo, pasando por la aurí- 
cula derecha y siguiendo hacia el 
pulmón, donde puede producir la 
temida embolia pulmonar, que en 
el peor de los casos causa la 
muerte. La gente desconoce el 
elevado número de personas que 
mueren cada año por embolia pul- 
monar. 
Si el coágulo permanece en los 
vasos sanguíneos, en el espacio 
de unos días o semanas puede 
terminar por adherirse a las pare- 
des de las venas. Entonces la 
vena queda taponada y la circula- 
ción de la sangre se detiene. El 
sistema venoso profundo queda 
generalmente afectado de forma 
irreversible. 
Ya que aproximadamente del 
80 al 90 por ciento de la sangre 
venosa pasa por el sistema venoso 
profundo, una afección en los va- 
sos o una disminución del rendi- 
miento de las válvulas de las 
venas en esta región tiene efectos 
muy graves y conduce al proceso 
llamado síndrome postrombótico, 
de terribles consecuencias para el 
conjunto del sistema venoso y que 
puede afectar también a otras es- 
tructuras de la pierna, por ejemplo 
la piel. 
Las mujeres que después del 
parto han de guardar cama durante 
una semana, tienen un riesgo ma- 
yor de sufrir una trombosis venosa. 
El poco movimiento de la muscula- 
tura de la pierna, junto con la para- 
lización de la actividad de la 
musculatura de la pantorrilla, origi- 
nan un significativo descenso de la 
velocidad de la sangre que circula 
por los vasos venosos de la pierna, 
por lo que se facilita la formación 
de coágulos. 
También las operaciones que 
requieren dejar la pierna sin movi- 
miento durante un largo período, 
por ejemplo por enyesamiento de 
la extremidad, provocan situacio- 
nes de riesgo que deben ser pre- 
venidas con el fin de evitar una 
trombosis. 
La trombosis venosa profunda 
no presenta síntomas característi- 
cos y no siempre se puede preve- 
nir a tiempo. Algunos signos de 
alerta pueden ser un dolor tirante 
en la pierna, un enrojecimiento cre- 
ciente de la piel, un aumento del 
grosor (o diámetro) de la pierna 
enferma en comparación con la 
pierna sana o un dolor en la panto- 
rrilla o en el pie sin que se haya 
producido un sobreesfuerzo ni que 
pueda atribuirse a las conocidas 
agujetas. 
Es muy im- 
portante que 
el riego san- 
guíneo en 
los vasos del 
sistema ve- 
noso sea 
suficiente y 
veloz. 
28 
La prevención de la 
flebotrombosis 
Para evitar la aparición de una 
trombosis en la pierna hoy en día 
existen cantidad de sistemas pre- 
ventivos. Todas estas medidas in- 
tentan eliminar o disminuir 
eficazmente los factores de riesgo 
que influyen en la formación de 
una trombosis. Es importante, so- 
bre todo, conseguir que el riego 
sanguíneo en los vasos del sis- 
tema venoso sea suficiente y rá- 
pido. Mediante una fisioterapia 
precoz con movilizaciones contro- 
ladas, se puede combatir de forma 
eficaz. 
Por ello, hoy en día, después 
de someterse a una operación qui- 
rúrgica, se impone empezar tan 
pronto como sea posible un pro- 
grama de gimnasia postoperatoria, 
que facilita la activación de la cir- 
culación de la sangre en las pier- 
nas. Paralelamente a las terapias 
de movimiento, a los pacientes se 
les prescribe el uso de medias 
elásticas antitrombóticas o vendas 
de compresión para mantener y 
disminuir el diámetro de las venas 
y con ello aumentar la velocidad de 
la sangre. Los temidos estanca- 
mientos sanguíneos y la formación 
de coágulos se evitan tomando es- 
tas medidas. 
Mediante la ingestión de los 
medicamentos apropiados también 
podemos reducir las posibilidades 
de formaciónde coágulos y, como 
consecuencia, disminuir el riesgo 
de una posterior trombosis. Entre 
los fármacos más conocidos está 
la heparina, que se inyecta junto 
con otro grupo de sustancias que 
se combinan para alterar el pro- 
ceso de formación de coágulos. 
Como todos los medicamentos 
citados pueden presentar reaccio- 
nes secundarias, y algunos son pe- 
ligrosos porque pueden modificar o 
reforzar su acción, solamente de- 
berán ser usados bajo riguroso 
control médico. 
Las personas que hayan sufrido 
una trombosis o bien padezcan 
alguna afección en las paredes de 
las venas, deben poner en práctica 
un buen plan de prevención, 
porque una superficie dañada en la 
pared de la vena tiene muchas 
más posibilidades de favorecer la 
formación de un coágulo, que una 
superficie sana e intacta. 
La terapia de movimiento ba- 
sada especialmente en ejercicios 
deportivos que activen las venas 
juega un importante papel cuando 
se trata de mejorar el estado ve- 
noso. Ahora bien, antes de em- 
prender cualquier medida 
terapéutica, debería usted consul- 
tar con el médico, quien conoce su 
- caso particular. 
Recuerde: es 
bueno andar 
y estar 
echado; es 
malo estar 
de pie o sen- 
tado. 
La peligrosa combinación de tener vari- 
ces, fumar y tomar anticonceptivos puede | 
tener graves consecuencias; incluso en 
mujeres jóvenes, el riesgo de trombosis 
aumenta de forma alarmante. Por ello, el 
ginecólogo deberá advertir de este ex- 
tremo a las pacientes que sufran trastor- 
nos venosos. 
29 
Cuando una persona sospeche 
que sufre una trombosis aguda, 
debe reaccionar en seguida y lla- 
mar a un médico. Actualmente los 
nuevos métodos de tratamiento 
bajo control médico consiguen eli- 
minar o bien disolver los coágulos, 
pero el éxito de estos métodos se 
ha dado solamente en casos que 
hayan sido tratados en las prime- 
ras horas desde la aparición de la 
trombosis. Por esto debe actuarse 
rápidamente. 
Recomendaciones para 
las personas que 
sufren trastornos 
venosos 
— Al estar sentado y quieto, colocar 
las piernas en alto siempre que 
sea posible. 
— Evitar estar mucho tiempo de 
pie. Echarse un rato y relajar las 
piernas durante las pausas en el 
trabajo o, si fuera posible, hacer 
ejercicios específicos durante algu- 
nos minutos cada hora. 
— Vestirse con prendas cómodas y 
ropas holgadas que no dificulten la 
respiración. 
— No usar zapatos de tacón y vigi- 
lar que los zapatos se adapten có- 
modamente al pie. 
-— Perder el exceso de peso que 
pudiera existir, para descargar las 
articulaciones y la circulación. 
Los métodos de exploración médica 
pt 00000 
iii me ( 
ENE 
po 
30 
Los flebólogos es- 
pecialistas pueden 
hoy en día escoger 
entre los más di- 
versos y 
sofisticados apara- 
tos que a través 
de pantallas locali- 
zan exactamente 
la causa de los 
problemas 
venosos. 
El sistema venoso tiene una parte 
superficial y otra profunda; por lo 
tanto, únicamente pueden obser- 
varse mediante exploración a sim- 
ple vista los cambios que ocurren 
bajo la piel, como pueden ser ve- 
nas varicosas, varices o eccemas. 
Para una exploración más pro- 
funda, el especialista recorre a 
pruebas especiales y a determina- 
dos aparatos, la mayoría de los 
cuales no son dolorosos y cuyo 
uso no comporta riesgo alguno. 
La técnica se ha desarrollado 
enormemente en los últimos años 
y ha aportado muchas mejoras en 
el campo de la medicina vascular. 
Pongamos como ejemplo la prueba 
que se realiza con una venda de 
Esmarch fijada en la pierna y que 
al andar facilita información del es- 
tado funcional del sistema venoso. 
Esta venda, que se coloca por de- 
bajo de la rodilla, obstruye el ac- 
ceso de la sangre a las venas 
superficiales; al andar el paciente, 
se va visualizando cómo se llena el 
sistema venoso profundo, ya que 
este funciona como un sistema co- 
lateral. 
Sin embargo, si el sistema ve- 
noso profundo está obturado, la 
musculatura no puede transportar 
la sangre ni por el sistema venoso 
profundo ni por el superficial, pues 
el sistema está estancado, si bien 
artificialmente. Entonces la reten- 
ción sanguínea irá en aumento, 
mostrando claramente la existencia 
de una anomalía en el transporte 
venoso. 
Los métodos técnicos que vere- 
mos a continuación, han mejorado 
31 
las posibilidades y la calidad de las 
exploraciones vasculares. Entre 
ellos encontramos, por ejemplo, el 
sistema por ondas ultrasónicas y el 
de luz infrarroja. 
Ecografía Doppler 
Para la localización del riego san- 
guíneo en las venas, el sistema de 
ecografía Doppler utiliza las ondas 
ultrasónicas, igual como las utili- 
zan, en la naturaleza, los murcié- 
lagos durante el vuelo. Este 
método diagnóstico tiene la ven- 
taja de que las ondas ultrasónicas 
no perjudican ni molestan al indivi- 
duo y, en cambio, dan una valiosa 
información a través de las seña- 
les recibidas. Las pequeñas son- 
das del tamaño de un bolígrafo 
envían ondas ultrasónicas al te- 
jido, las cuales, al chocar con las 
células sanguíneas, provocan un 
reflejo o eco que puede ser escu- 
chado por el médico que realiza la 
prueba. 
Durante el tiempo que tarda la 
sonda en enviar y recibir la señal, 
a través de la misma sonda se es- 
tablece un control de la velocidad a 
la que se mueven las células san- 
guíneas. Para facilitar la penetra- 
ción y salida de las ondas a través 
de la piel, se pone un gel de con- 
tacto entre la piel y la sonda. 
Utilizando técnicas de explora- 
ción especiales se puede compro- 
bar en qué dirección fluye la 
sangre a través de las venas; por 
ejemplo, si la sangre de las venas 
Ecografía M 
Doppler en la pierna 1 W»... 
profundas fluye en la dirección 
contraria a la natural, en dirección 
a las venas superficiales. 
El sistema de ecografía Dop- 
pler ocupa un lugar muy desta- 
cado en el diagnóstico de los 
trastornos venosos y es uno de 
los sistemas básicos de explora- 
ción más utilizados. 
La medición fotóptica 
Con los complicados nombres de 
reografía por reflexión de la luz y 
fotopletismografía digital, cuyas si- 
glas son RRL y FPD respectiva- 
mente, se describen dos aparatos 
similares que, tanto uno como 
otro, proporcionan un buen diag- 
nóstico. Se basan en la medición 
indirecta con ondas luminosas, 
que nos informan de hasta qué 
punto el sistema venoso es capaz 
de transportar sangre venosa 
32 
cuando se somete a una carga o 
dificultad estandarizada. 
Para realizar la prueba se sitúa 
un aparato medidor sujeto a la 
pierna mediante un aro adhesivo, a 
continuación se proyecta una luz 
sobre la piel, a una determinada 
longitud de onda, y se mide el nivel 
de llenado del tejido con sangre 
venosa. 
Al levantar o bajar el pie, la 
sangre venosa es bombeada por 
el movimiento del músculo de la 
pantorrilla, y entonces el aparato 
mide la cantidad de sangre des- 
plazada. Por otro lado, en un apa- 
rato registrador se transcribe el 
resultado, que más tarde podrá 
ser estudiado detenidamente. La 
cantidad de sangre desplazada, al 
igual que el tiempo que empleó el 
sistema venoso en el llenado, dan 
una buena información de si existe 
una dificultad en la función de sa- 
lida venosa o en la función de las 
válvulas. 
La combinación de este sis- 
tema con la colocación de mangui- 
tos puede utilizarse también para 
comprobar el funcionamiento del 
sistema venoso profundo antes de 
decidir la conveniencia de una 
operación para eliminar varices 
superficiales. El flujo de salida su- 
perficial se hace disminuir me- 
diante un manguito estrecho, y si 
con ello mejora el flujo de salida 
de la sangre venosa, se puede 
concluir que el paciente se benefi- 
ciará con una operación de sanea- 
miento del sistema venoso 
superficial. 
Si, en cambio, mediante esta 
prueba se dificulta aún más el flujo 
de salida de la sangre de la pierna, 
sedebe contar con que el pro- 
blema no se encuentra en el sis- 
tema venoso superficial sino en el 
profundo, lo que por regla general 
desaconsejaría eliminar las venas 
superficiales. En este caso se de- 
berán realizar otras exploraciones 
mediante ecografía Doppler o fle- 
bografía. 
La medición en sangre 
de la presión venosa 
Para llevar a cabo una medición 
en sangre de la presión sanguínea 
venosa, también llamada flebodi- 
namometría, se realiza una 
prueba de movimiento similar a la 
que se utiliza con la RRL y la 
FPD; aunque aquí se practica una 
punción a una pequeña vena del 
empeine del pie y se mide la va- 
riación de la presión sanguínea, 
por ello se habla de un procedi- 
miento «en sangre». 
La prueba también transmite 
importante información del estado 
funcional del sistema venoso y se 
realiza antes de una operación, de 
Sonda y unidad de in- 
terpretación en 
el método de la 
fotopletismografía 
digital 
forma similar al RRL y FPD. Aun- 
que la incomodidad que representa 
esta pequeña punción con la aguja 
es insignificante si la comparamos 
con la exactitud que ofrece esta 
medición, que se recomienda es- 
pecialmente antes y después de 
una operación quirúrgica. 
La oclusión venosa 
o pletismografía 
La pletismografía tiene especial im- 
portancia clínica en el reconoci- 
miento de la función de las venas, 
especiaimente con vistas a una po- 
sible trombosis incipiente. Este 
proceso se basa en la capacidad 
de dilatación del sistema venoso, 
en el cual cuando se obstruye el 
flujo venoso de salida, el de lle- 
nado se reparte por toda su ex- 
tensa red. 
Para llevar a cabo la prueba, se 
coloca al paciente tendido con las 
piernas ligeramente más altas que 
el cuerpo y se le colocan cintas de 
medición alrededor de la pantorri- 
lla, que permitan medir exacta- 
mente la más mínima alteración 
del diámetro de la pierna. En el 
muslo se colocan unos manguitos 
muy parecidos a los que se usan 
habitualmente para tomar la pre- 
sión sanguínea. Mediante la colo- 
cación de estos manguitos no se 
origina ninguna dificultad del flujo 
de sangre arterial ni del flujo de re- 
torno venoso. 
En el curso de la exploración 
se infla el manguito hasta alcanzar 
34 
una presión de 80 mm de mercu- 
rio, y así el flujo de sangre venosa 
queda detenido, mientras que la 
sangre arterial fluye de nuevo a 
alta presión hacia la pierna hasta 
que consigue un máximo grado de 
llenado del sistema vascular de 
las piernas. En el caso de existir 
alguna dificultad en el flujo del sis- 
tema venoso, la sangre penetra 
más lentamente en la pierna y 
esta experimenta un aumento de 
volumen más lento que en la 
pierna sana. 
Al descomprimir los manguitos 
de presión después de un tiempo 
determinado, en la pierna sana se 
produce un vaciado brusco del sis- 
tema venoso y una disminución 
del diámetro de la pierna, que se 
puede medir con exactitud. Si 
existiera una trombosis del sis- 
tema venoso profundo, localizada 
en la región del muslo, se produci- 
ría una típica disminución del flujo, 
lo que se evidenciaría en un re- 
traso en el descenso del volumen 
de la pierna. Por su corto tiempo 
de realización (15 minutos) y el 
alto nivel de sus resultados, la ple- 
tismografía por oclusión venosa se 
confirma como uno de los más im- 
portantes métodos no invasivos 
(incruentos) en la diagnosis de la 
trombosis. 
Flebografía 
La flebografía consiste en un exa- 
men radiológico para el cual se 
emplea un elemento de contraste 
que contiene un isó- 
topo de yodo. Para 
realizarla, se inyecta 
el contraste me- 
diante una pequeña 
aguja en el empeine, 
de forma que pene- 
tre lentamente en la 
vena. El sistema ve- 
noso incorpora en 
seguida el contraste; 
entonces, mediante 
una gammagrafía se 
visualiza el resul- 
tado, que tiene el as- 
pecto de un tejido de hilos 
entrecruzados. 
Este examen se utiliza con fre- 
cuencia en el diagnóstico de una 
trombosis venosa profunda, y es 
imprescindible para examinar las 
secuelas que deja dicha enferme- 
dad. Si existe la sospecha de una 
incipiente trombosis, debería ha- 
cerse un examen mediante flebo- 
grafía o sonografía dúplex 
coloreada, antes de someterse a 
una operación de varices. 
Al mismo tiempo, estas pruebas 
también ofrecen una valiosa infor- 
mación sobre el estado funcional 
de las válvulas de las venas y la 
relación de los finales donde de- 
sembocan entre ellas, lo cual da al 
cirujano una valiosa información. 
Hoy en día, la flebografía va 
siendo sustituida cada vez más 
por la sonografía dúplex colore- 
ada. Como en el método Doppler, 
aquí también se utilizan las ondas 
ultrasónicas. Los vasos venosos 
analizados se representan en una 
pantalla, y las informaciones sobre 
Sonografía dúplex coloreada de una vena poplítea. En 
el corte longitudinal de la izquierda, la sangre (de co- 
lor azul) rodea a un trombo en el vaso sanguíneo. En 
el corte transversal de la derecha, la vena aparece en- 
samchada con un trombo (color azul). 
el flujo en los vasos se codifican 
en color mediante un ordenador. 
Al interpretar los impulsos de la 
corriente, un operador experimen- 
tado sabe reconocer con exactitud 
incluso la dirección del flujo san- 
guíneo. 
La ventaja de este procedi- 
miento es que se obtiene sin ne- 
cesidad de sustancias de 
contraste ni contaminaciones ra- 
diológicas, como ocurre con la fle- 
bografía. De todas formas, el 
tiempo necesario de exploración 
es comparativamente más largo y 
el proceso requiere un operador 
muy experimentado. Ambos pro- 
cesos, no obstante, tienen un lu- 
gar destacado en la exploración 
de los trastornos venosos y pue- 
den ser empleados juntos en el 
diagnóstico. 
35 
Métodos de tratamiento 
36 
En el tratamiento 
de las enfermeda- 
des venosas es 
especialmente im- 
portante la 
colaboración del 
paciente para lo- 
grar resultados 
positivos. 
El tratamiento de las enfermeda- 
des venosas requiere un trabajo in- 
tensivo y de colaboración entre el 
paciente, el médico y el personal 
sanitario. Las enfermedades de las 
venas deben ser tratadas conse- 
cuentemente para evitar estados 
crónicos y empeoramientos críti- 
cos. Es importante que exista una 
confianza absoluta y una buena 
colaboración con los especialistas 
vasculares, y que se sigan de 
forma consecuente las órdenes y 
recomendaciones recibidas por 
ellos. El tratamiento se adapta a la 
gravedad de la enfermedad en 
casa caso, a las alteraciones que 
presente el trastorno y a la presión 
psicológica que ocasione al afec- 
tado. También la edad y las enfer- 
medades que este padece juegan 
un papel importante en las decisio- 
nes; por ejemplo, cuando el mé- 
dico tiene que decidir entre 
practicar una operación o someter 
al paciente a otros tratamientos. 
La terapia 
de compresión 
Según descubrimientos que se han 
realizado de épocas antiguas, se 
sabe que desde hace muchos 
años, miles de años, se practicaba 
el vendaje de las piernas aqueja- 
das de enfermedades venosas, 
para disminuir la hinchazón y las 
alteraciones de la piel. Existen 
unos dibujos sobre piedra hallados 
en el Sáhara, que tienen una anti- 
gúedad de aproximadamente 4.000 
37 
años, que representan a unos bai- 
larines que sufrían edemas, con 
las piernas hinchadas, y que lleva- 
ban vendas aplicadas en las pier- 
nas. Estas son las primeras 
muestras conocidas que nos hacen 
suponer la existencia de una tera- 
pia de compresión, aunque en sus 
principios más rudimentarios. 
En el pasado siglo los médicos 
alemanes Paul Unna (en el año 
1885) y Heinrich Fischer (en 1910) 
desarrollaron, por primera vez en 
la historia moderna, técnicas de te- 
rapia de compresión. Aquí debe- 
mos aclarar que estas terapias de 
compresión deben entenderse 
como una nueva forma de trata- 
miento en la que en lugar de las 
envolturasusadas hasta entonces, 
se utilizaban vendajes que ejercían 
presión (vendas compresivas) para 
producir la descongestión de las 
piernas. 
Hasta hoy día, la terapia de 
compresión constituye uno de los 
métodos más efectivos en el trata- 
miento de las enfermedades veno- 
sas, ya que el medio compresivo 
ejerce una acción que impide el 
estancamiento de la sangre y me- 
jora el mecanismo de transporte 
sanguíneo en la pierna. 
Para comprender la terapia de 
compresión es importante recordar 
de nuevo los mecanismos de 
transporte de la sangre venosa a 
la pierna: las válvulas de las ve- 
nas procuran que se efectúe el 
transporte de la sangre venosa de 
retorno desde la pierna sana al 
corazón, evitando a la vez el re- 
flujo. 
Reducción del 
diámetro de las 
venas y acerca- 
miento de las vál- 
vulas mediante la 
aplicación de un 
vendaje de com- 
presión. 
En los casos de enfermedad 
venosa que existan alteraciones en 
las paredes o en la función de las 
válvulas, estas se vuelven incapa- 
ces de cerrar convenientemente el 
paso de las venas, o bien han su- 
frido tantas alteraciones que ya 
han perdido por completo su fun- 
ción. Además, con cada inflama- 
ción venosa y con cada trombosis 
que sufre la pierna, aumenta pro- 
gresivamente la degeneración de 
esas válvulas venosas. 
Como consecuencia de las alte- 
raciones del riego sanguíneo en 
los vasos venosos, a causa del es- 
tancamiento sanguíneo y la dilata- 
ción de los recorridos venosos, se 
produce en estos una pérdida de 
su capacidad funcional, para final- 
mente cerrarse el círculo vicioso: 
debido a la dilatación y al estanca- 
miento sanguíneo en las venas, el 
incremento de líquido se desborda 
fuera de las venas filtrándose a tra- 
vés de las paredes venosas, lo que 
38 
produce la inflamación de los teji- 
dos circundantes. Cuanto mayor es 
la retención de líquido en los teji- 
dos, tanto peor es el intercambio 
de oxígeno que se establece entre 
los glóbulos rojos y las células, y 
entonces se produce un estanca- 
miento que provoca lesiones en los 
tejidos y deterioro de las células. 
Una señal visible de la alteración 
de las células afectadas es la for- 
mación de una úlcera en la pierna 
(llaga viva o ulcus cruris). 
Eficacia de la terapia de 
compresión 
La terapia compresiva que utiliza 
vendajes o medias se basa en el 
principio de que la fuerza de com- 
presión que se realiza desde el ex- 
terior ayuda a las venas y los 
tejidos a mantener la presión inte- 
rior adecuada, actuando desde 
fuera hacia dentro. Al andar o ha- 
cer movimiento, y debido a la re- 
sistencia que ejerce el vendaje de 
compresión, se bombea más san- 
gre desde las venas hacia el cora- 
zón. Otro efecto de la compresión 
es que el diámetro de las venas se 
reduce, por lo que queda menos 
sangre «encharcada» en la pierna, 
y puede fluir más rápidamente. 
Además, como puede verse en 
el dibujo, al reducir mediante com- 
presión el diámetro de las venas, 
se mejora la función de las válvu- 
las y estas pueden cerrar bien. 
Actualmente existen dos formas 
de terapia de compresión: el ven- 
daje y la media. 
El vendaje compresivo debería 
aplicarse, en la medida de lo posi- 
ble, al inicio de la terapia, a modo 
de profilaxis antitrombótica des- 
pués de una operación, y también 
debería recetarse a pacientes que 
presenten dificultades en la cura- 
ción de una úlcera en la pierna. 
También existe otra forma espe- 
cial de vendaje, llamado de com- 
presión intermitente. Este método 
utiliza un manguito que se pone al- 
rededor de la pierna y que posee 
en su interior unas cámaras de 
presión integradas que son 
bombeadas y vaciadas de forma 
intermitente para que se produzca 
un aumento y una disminución de 
la presión alternativos. Al andar el 
paciente, se recuperan los meca- 
nismos de transporte sanguíneo de 
la extremidad. 
Este método se aplica, por 
ejemplo, a pacientes que deben 
guardar cama o a los que están 
gravemente discapacitados, y tam- 
bién como apoyo para otras tera- 
pias. 
Técnica del vendaje 
Al poner un vendaje de compresión 
hay que tener en cuenta algunos 
principios importantes: 
» La presión del vendaje debe 
disminuir progresivamente desde el 
pie hacia el corazón, para que la 
sangre no se pare y pueda seguir 
circulando sin dificultad. La má- 
xima compresión en la pierna se 
localiza, por regla general, en la 
zona del talón y va disminuyendo 
hacia el muslo. Para lograr una 
El vendaje 
siempre se 
empieza en 
el pie y 
se sigue ven- 
dando en 
dirección al 
corazón. 
39 
presión regular en el tobillo, se co- 
locan trozos de tejido espumoso en 
la depresión que forma el hueso. 
e El vendaje se comienza siem- 
pre en el pie, y se continúa en di- 
rección al muslo. En las personas 
que tengan ulceraciones en la 
zona que debe vendarse, habrá 
que hacer previamente una cura 
local con los medicamentos ade- 
cuados. La nueva generación de 
productos hidroactivos protegen, 
limpian y proporcionan la ade- 
cuada asepsia fisiológica de la úl- 
cera. Una vez hecha la cura, ya se 
podrá colocar el vendaje de com- 
presión sobre el apósito que cubre 
la herida. 
+ Al vendar hay que vigilar que 
- toda la piel quede cubierta desde 
el principio hasta el final y que el 
vendaje quede colocado de forma 
regular. Es muy importante que no 
quede ningún espacio de piel sin 
cubrir, ya que ahí es donde podría 
producirse una acumulación de 
agua. 
» Para este fin se recomiendan 
las llamadas vendas elásticas, que 
tienen la propiedad de proporcio- 
nar un alto grado de presión, tanto 
si los músculos trabajan como si 
están en reposo. Sin embargo, el 
máximo nivel de efectividad se 
consigue con el movimiento. Las 
vendas elásticas tienen como ven- 
taja adicional que, en la fase de re- 
poso o de relajación, los tejidos no 
se notan comprimidos ni tampoco 
se altera el aporte sanguíneo. 
40 
1. Se utilizan dos vendas. Con la 
primera venda se hace una envol- 
tura que tiene que empezar encima 
del pie, en la zona del tobillo. La 
primera parte de la venda hay que 
enrollarla en el tobillo en el sentido 
de la flecha. 
2. La venda se dirige por el empeine 
en dirección al lado externo del pie 
y pasa por debajo de la planta del 
pie. 
3. Se continúa vendando en diago- 
nal hacia la articulación del dedo 
gordo del pie, cubriendo el hueso 
del nacimiento del dedo. 
4. Por encima del empeine, conti- 
nuar hacia la articulación del dedo 
pequeño del pie y pasar por debajo 
de la planta del pie. 
5. La venda debe cubrir el empeine 
y dirigirse hacia el maléolo externo 
(protuberancia externa del hueso 
del tobillo), en dirección al talón. 
6. Hay que envolver el talón, tal 
como se muestra en el esquema, 
tensar ligeramente la venda y pa- 
sarla por encima del empeine. 
41 
42 
7. Vendar la parte posterior del ta- 
lón con 1/3 de la anchura de la 
venda, mientras los 2/3 restantes 
cubren la planta del pie. Volver al 
empeine. 
8. Por encima del maléolo interno, 
seguir hacia el exterior cubriendo 
con la venda la parte externa del 
tobillo. 
9. A continuación, hay que llevar la 
venda hacia la pantorrilla, reali- 
zando varias vueltas para llegar 
hasta el hueco poplíteo (parte pos- 
terior de la rodilla). 
10. Con una sola vuelta abarcar la 
musculatura de la pantorrilla por 
debajo del hueco poplíteo. 
11. La primera venda debe dejarse 
sin tensar, simplemente enrollada 
hacia la parte externa de la pierna. 
12. Empezar con la segunda venda 
en el tobillo aplicándola en el sen- 
tido contrario a la primera. 
13. Conducir la venda en diagonal 
por encima del empeine, la parte in- 
terior del pie hacia la mitad del pie, 
y luego por debajo de la planta. 
14. En el lado externo del pie, ten- 
sar ligeramente la venda y seguir 
en diagonal por encima del em- 
peine hacia el interiordel tobillo. 
15. Continuar envolviendo oblicua- 
mente por encima del tobillo. 
44 
16. Seguir aplicando el vendaje en 
espiral hacia la rodilla. 
17. Terminar haciendo una vuelta 
para que la venda quede en forma 
de ocho alrededor de la pantorrilla. 
18. Al terminar el vendaje hay que 
asegurarse de que la cantidad de 
capas dispuestas va disminuyendo 
de manera regular desde el tobillo 
hasta la rodilla. Por ejemplo, si en 
el tobillo hay cuatro capas, debajo 
de la rodilla sólo habrá una. El ven- 
daje se fija al final con un espara- 
drapo o con un clip elástico. 
45 
Medias de compresión 
Las medias de compresión deben 
ser prescritas por el médico. Cada 
enfermo puede recibir de la Segu- 
ridad Social como máximo tres pa- 
res de medias gratuitas cada año, 
uno cada cuatro meses. Para ob- 
tener unas medias de compresión 
es necesario que el médico de ca- 
becera o el especialista vascular 
extiendan una receta médica. De- 
pendiendo del cuadro médico y de 
su nivel de gravedad, se pueden 
recomendar medias de compre- 
sión para la pierna, para el muslo, 
medias de pierna entera o medias 
especiales para embarazadas. 
También existe otro tipo de me- 
dias, llamadas medias de sujeción, 
que se venden en farmacias y son 
siempre a cargo del paciente. Las 
medias de sujeción no tienen una 
+ 
»..o.” 
Las medias 
de compre- 
sión 
deberían la- 
varse cada 
día, y alter- 
nar el uso de 
dos pares de 
medias para 
alargar la 
vida de las 
mismas. 
La elección del tipo de media de compresión ne- 
- Cesaria para cada caso sólo puede hacerse una 
- vez que se haya eliminado la congestión de la 
pierna. Además, es mejor tomar la talla (medida 
q de la pierna) por la mañana, porque durante el día 
- aumenta el diámetro de la pierna y podría obte- 
- nerse una medida errónea. 
LE > E 
46 
finalidad curativa como las medias 
elásticas de compresión, y hay que 
advertir que su uso inadecuado 
puede ser perjudicial. 
Medicación para 
las enfermedades 
venosas 
Para el tratamiento de las enfer- 
medades crónicas de las venas 
existen en la farmacia muchos 
preparados, cuyos componentes 
son tan diversos y su efectividad 
de grado tan variable y de tan dis- 
tinta naturaleza, que es difícil dar 
aquí una recomendación de forma 
generalizada. Las formas de apli- 
cación son igualmente muy diver- 
sas, y van desde la aplicación de 
una pomada nasta la ingestión de 
medicamentos en las más varia- 
das combinaciones. 
Según la composición y manera 
de aplicar los preparados, se pue- 
den lograr los siguientes objetivos: 
* Disminución de la permeabili- 
dad de las paredes venosas, para 
evitar la retención de agua en los 
tejidos. 
e Eliminación de agua de los te- 
jidos a través de un estímulo para 
la reabsorción del edema, basado 
en el paso del líquido del tejido a la 
sangre. 
* Aumento considerable de la 
fuerza de contracción de las pare- 
des de las venas a través de la 
estimulación de la velocidad del 
flujo sanguíneo para obtener un 
mejor tono vascular. 
LOS VIAJES LARGOS EN AVIÓN 
O EN AUTOCAR 
- Antes de emprender un largo viaje, 
debemos consultar con el médico. 
Eventualmente, para unos días an- 
tes del viaje, puede recetarnos pre- 
parados especiales —por ejemplo, 
preparados a base de castaño de 
Indias— para prevenir la formación 
de edemas. 
Sobre todo, hay que prestar mucha 
atención a los consejos del médico 
sobre la terapia de compresión. 
Escoja en lo posible un asiento de 
pasillo, para poder levantarse cada 
media hora y realizar unos cuantos 
ejercicios durante 5 minutos. 
EVITAR LOS EDEMAS 
Sustancias activas 
* Aescina (castaño de Indias) 
Glucósidos del rusco (Ruscus 
aculeatus) 
e Flavonoides (rutósidos, derivados de la 
hesperidina, diosmina) 
e Diuréticos 
Efectos 
*Los venas quedan impermeabilizadas 
para impedir una posible absorción de lí- 
quidos por los tejidos. 
e Estimulan la eliminación del líquido in- 
tersticial de los tejidos. 
Todos los medicamentos de que 
hablábamos anteriormente suelen 
ser recetados en forma de pasti- 
llas, para obtener un resultado mu- 
cho más efectivo en la terapia para 
el sistema venoso. El principal ob- 
jetivo del tratamiento es evitar la 
acumulación de líquidos en las 
piernas, que son los causantes de 
la sensación de pesadez y tirantez 
en la pierna y dificultan el aporte 
de los nutrientes que necesitan las 
células de la piel. 
En su mayoría, los compuestos 
farmacológicos para las venas son 
de origen natural. Entre los más 
importantes se cuenta la aescina, 
un principio activo que se extrae 
del castaño de Indias. 
La aescina forma una densa 
capa protectora en el interior de los 
| MEDICAMENTOS PARA DISMINUIR Y MEDICAMENTOS QUE TONIFICAN LA 
MUSCULATURA VENOSA 
Sustancias activas 
e Alcaloide del cornezuelo del centeno 
(dihidroergotamina) 
Efectos 
* Aumenta la tensión de la musculatura, con 
lo que se disminuye el diámetro de las ve- 
nas (efecto tonificante de las venas). 
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vasos que evita la formación de 
agua. para ver los resultados de 
una dosis de tratamiento se debe 
esperar hasta al cabo de unas 16- 
20 horas. Para evitar la aparición 
de edemas cuando tenga que em- 
prenderse un viaje largo en avión o 
autocar, el tratamiento debería em- 
pezarse por lo menos cuatro días 
antes de la partida. 
Otro preparado en esta misma 
línea contiene extracto de Ruscus 
aculeatus, cuyo fin es igualmente 
evitar la retención de agua, y que 
posee, además, algunos compo- 
nentes antiinflamatorios. Entre 
otros productos de efecto similar 
se pueden mencionar también los 
flavonoides. En la farmacología de 
los taninos destinada a aumentar 
la tonicidad de las venas, predo- 
mina la dihidroergotamina, alca- 
loide extraído del hongo del 
cornezuelo del centeno y que in- 
crementa la tensión muscular de 
las paredes de las venas. A partir 
de los anteriores productos se han 
desarrollado infinidad de combina- 
ciones, en las que generalmente 
se mezcla la cumarina (por ejem- 
plo, la extraída de la aspérula olo- 
rosa) para reducir el riesgo de 
formación de edemas. 
Debido al elevado número de 
medicamentos y composiciones po- 
sibles que existen en este mo- 
mento, resulta muy difícil e incluso 
peligroso practicar una automedica- 
ción. Siempre debe buscarse el 
consejo del médico o de un espe- 
cialista vascular, ya que ninguno de 
los medicamentos mencionados 
está exento de efectos secundarios. 
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El tratamiento 
esclerosante 
En muchos personas sólo se ob- 
servan pequeñas alteraciones en 
el sistema venoso superficial, 
como pequeñas venas de color 
azul rojizo y varículas (varices pe- 
queñas) ramificadas. 
Las varículas ramificadas —lla- 
madas también arañas vascula- 
res—, según los conocimientos 
que se tienen actualmente, eviden- 
cian una predisposición del sis- 
tema venoso en el sentido de una 
debilidad de las venas, y por tanto 
no deberían ser ignoradas. Sin em- 
bargo, no implican la necesidad de 
aplicar un tratamiento inmediato. 
Ya que las varículas ramificadas, 
en algunas ocasiones, causan pe- 
queños hematomas antiestéticos y 
cambios en la piel, por lo general 
el facultativo ofrece al paciente la 
posibilidad de someterse a un tra- 
tamiento esclerosante. Aunque 
cabe decir que el resultado estético 
de este tratamiento no siempre es 
el esperado por la persona afec- 
tada, de manera que la determina- 
ción de practicar la escleroterapia 
a varículas ramificadas debería ser 
reflexionada con detenimiento. 
En el caso de pequeñas varices 
que todavía no requieren una ope- 
ración, el tratamiento que elimina 
el edema mediante la esclerotera- 
pia por inyección es un método 
muy efectivo a tener en cuenta. La 
finalidad de este tratamiento con- 
siste no en desconectar las venas 
intactas, sino, por así decirlo, en 
que permanezcan por más tiempo

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