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Cómo tener unas piernas bonitas PRESO 00 17 Cómo tener unas piernas bonitas Dr. Thomas Klyscz Dr. Michael Júunger Título original: Aktiv gegen Venenleiden O Falken-Verlag GmbH, 65527 Niedernhausen/Ts. O Susaeta Ediciones, S.A. (versión castellana) Tikal Ediciones / Unidad Editorial Pza. Roma Piera Arcal, 4,32 A E-08330 Premia de Mar (Barcelona) Tel.: (93) 752 13 14 - Fax: (93) 752 31 41 tikal Olix.intercom.es Traducción: Christina Róhlich Diseño de portada: Antonio Tello Impreso en la UE Índice * Prólogo 6 * Las enfermedades venosas: un mal generalizado 9 * Chequeo a las venas de las piernas 11 El sistema venoso 13 * Funciones del sistema venoso 16 * Mecanismos de transporte del sistema venoso 16 » Cómo funcionan las bombas musculares 19 * La importancia de las bombas musculares 21 * ¿Por qué están tan extendidas las enfermedades venosas? 22 * ¿Cómo se originan las enfermedades venosas? 23 * Las enfermedades venosas y sus causas 24 * La degeneración de las válvulas venosas 25 » Inflamación venosa superficial o tromboflebitis 26 * Trombosis venosa profunda o flebotrombosis 27 * La prevención de la flebotrombosis 28 * Recomendaciones para las personas que sufren trastornos venosos 29 Los métodos de exploración médica 30 » Ecografía Doppler 31 * La medición fotóptica 32 * La medición en sangre de la presión venosa 33 * La oclusión venosa o pletismografía 34 e Flebografía 34 Métodos de tratamiento 36 * La terapia de compresión 37 * Medicación para las enfermedades venosas 46 * El tratamiento esclerosante 48 * La intervención quirúrgica 49 Terapia deportiva para las enfermedades venosas 52 * Correr y pasear 53 * Natación 54 * Gimnasia acuática y aquajogging 54 * Pasear en bicicleta 55 * Deportes de pelota 55 * Deportes de fuerza 56 * El pedalergómetro de Tubinga 56 Ejercicios para las piernas 58 * Indicaciones para los ejercicios 59 * Ejercicios de flexibilidad y precalentamiento 60 * Ejercicios en posición horizontal 63 * Ejercicios en posición sentada 72 o Ejercicios en posición sentada con elementos 83 * Ejercicios de pie 90 o Ejercicios de pie con elementos 96 » Ejercicios de andar 99 Hidroterapia y sauna 103 Glosario 105 Índice alfabético 109 Prólogo La mayoría de las enfermedades del sistema circulatorio son causa- das por alteraciones que se locali- zan en el sistema venoso. Sin embargo, es un hecho sorpren- dente que las enfermedades veno- sas raramente se comentan en los medios de comunicación. Quizás es debido a que los tratamientos tienen un coste económico ele- vado; además, la enfermedad se puede convertir en breve tiempo en crónica y a menudo conducir a la invalidez. A pesar de ello, los trastornos venosos se toman generalmente como un problema estético y no como un verdadero cuadro clínico al que debe darse un tratamiento. Hay que ser conscientes de que estas enfermedades y las conse- cuentes alteraciones estéticas de la piel pueden derivar en varices y úlceras o llagas vivas en la pierna (ulcus cruris), e incluso, en el peor de los casos, provocar una trombo- sis venosa de la pierna. Además, una obstrucción por trombosis po- dría poner al paciente en peligro de muerte, en el caso de que el trombo o coágulo de sangre se desprendiera de la pared de las venas, donde se halla adherido, pasara al flujo sanguíneo y llegara a los pulmones, donde produciría el taponamiento de vasos sanguí- neos vitales, la gravísima embolia pulmonar. Para poner un ejemplo equiparable a otros países, en Ale- mania mueren cada año a causa de una trombosis venosa profunda con embolia pulmonar unas treinta mil personas. En el departamento de flebolo- gía de la clínica dermatológica de la Universidad de Tubinga, que desde hace décadas se dedica al cuidado de pacientes con deficien- cias circulatorias crónicas, se ha podido comprobar el gran perjuicio que la falta de ejercicio o el hacer movimientos inadecuados provoca en las personas que tienen moles- tias causadas por un deficiente re- torno venoso. Trabajando conjuntamente con la especialista en medicina depor- tiva Irmgard Júnger, los autores han desarrollado un programa de movimientos y ejercicios que desde el año 1989 hasta hoy se ha ido perfeccionando y ha sido ya aplicado a doscientos pacientes, durante un total de dos mil horas de ejercicios. La eficacia de este programa se ha demostrado en un estudio clínico elaborado conjunta- mente con el Ministerio de Salud alemán. Esta terapia es altamente efec- tiva y ha revelado que aporta múlti- ples beneficios a largo plazo a todas las personas afectadas, sea cual sea la gravedad de su caso paticular. Los autores ponen al alcance del público en este libro, de ma- Para empezar a reali- zar un entrenamiento activo después de su- frir una trombosis, el paciente debería es- perar como mínimo seis semanas y guiarse siempre por las prescripciones del facultativo. nera gráfica y comprensible, los conocimientos que han acumulado durante años de trabajo sobre el origen y evolución de las enferme- dades venosas. Además, explican con detalle cuáles son los métodos más modernos de diagnóstico y te- rapia, incluyendo ejercicios especí- ficos y los deportes más adecuados que puede realizar cualquier persona que desee pre- venir estos trastornos y mejorar el funcionamiento del sistema venoso en general. Los ejercicios que se presentan en la segunda mitad del libro son aptos para todas las eda- des y no requieren conocimientos especiales ni aparatos costosos. Los pacientes que estén en tra- tamiento y que en un momento de- terminado presentan molestias ta- les como dolores o hinchazón en las piernas, o un notable calenta- miento o enfriamiento, manifesta- dos respectivamente en un anormal enrojecimiento o palidez de las piernas, deberían acudir in- mediatamente a un médico para explicar dichos síntomas. Después de padecer una trom- bosis venosa en la pierna, y du- rante las semanas inmediatamente posteriores, el enfermo deberá cumplir estrictamente los trata- mientos prescritos por el médico. En este caso, la terapia de movi- miento recomendada aquí, única- mente podrá realizarse con la auto- rización del facultativo. También en el supuesto de que el paciente lleve prótesis en la arli- culación coxofemoral, sufra una patología cardiocirculatoria, hiper- tensión, alteraciones patológicas o medicamentosas de la coagulación de la sangre u otras alteraciones que presenten un factor de riesgo conocido, sólo deberá realizar los ejercicios después de haber con- sultado con su médico. En definitiva, mediante este li- bro los autores desean sobre todo contribuir a la difusión de la medi- cina venosa preventiva y a su práctica entre la población. Las enfermedades de las venas un mal generalizado Según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos vasculares en las pier- nas constituyen uno de los males más extendidos entre la población, y en prácticamente la totalidad de los países desarrollados encabe- zan la lista de las afecciones más frecuentes. Los diferentes estudios que se han realizado durante los últimos años en las universidades de Basi- lea y de Tubinga, demuestran que la mitad de la población presenta alguna u otra alteración de la fun- ción vascular. A pesar de que estos trastornos circulatorios se relacionan frecuen- temente con una edad avanzada, el 10% de los adolescentes entre 10 y 12 años y el 40% de los jóve- nes entre 14 y 16 años muestran ya una tendencia a la formación de varices. Pero sólo en la mitad de estos casos se trata de una moles- tia sin mayor importancia ni tras-cendencia ulterior. Congestión, hinchazón, altera- ciones de la piel y eccemas en las piernas son las manifestaciones vi- sibles de una deficiencia circulato- ria venosa crónica. En 1990, sólo en un país como Alemania, cien mil pacientes tuvieron que ser hos- pitalizados y sometidos a trata- miento. Hay que tener en cuenta que los costes anuales de estos enfermos ascienden a muchos mi- les de millones en todo el mundo. Además, las personas que pade- cen úlceras en las piernas (ulcus cruris), a pesar de que estas se cu- ran transitoriamente, han de some- terse a controles periódicos, ya que pueden sufrir una recaída en el futuro. La falta de decisión de las per- sonas afectadas, que se sienten muchas veces inseguras a la hora de decidir el método diagnóstico y los medios de tratamiento que de- ben seguir, retrasa la aplicación del tratamiento oportuno y necesario para cada caso, pues cada día que pasa empeora el cuadro clínico. Los autores de este libro opinan que se debe actuar rápida y direc- tamente sobre las causas de las enfermedades vasculares ya desde su origen, para que los afectados tomen las medidas preventivas oportunas, que pueden ir desde POSIBLES MANIFESTACIONES DE UNA ENFERMEDAD VASCULAR CRÓNICA + Hinchazón de piernas «e Formación de varices * Cambios en la coloración de la piel de la pierna * Eccemas en la piel, especialmente de la parte in- ferior de la pierna + Úlceras abiertas (ulcus cruris) | CIFRAS SORPRENDENTES SOBRE LAS ENFERMEDADES VASCULARES Y SUS CONSECUENCIAS » Estadísticamente, una de cada dos mujeres y uno de cada cuatro hombres padecen varices en la segunda mitad de la vida. » Aproximadamente el 30% de las personas adul- tas padecen manifiestamente las varices y sus consecuencias. e Las personas con antecedentes familiares de en- fermedades vasculares padecen el doble de in- flamación venosa, úlceras en la pierna y embolias pulmonares que las personas sin ante- cedentes en la familia. 10 hacer un régimen para perder peso, aliviar las dificultades en la respiración, evitar cargar objetos pesados, elegir el deporte o el ejer- cicio físico más adecuado, hasta el simple hecho de adoptar una acti- tud más saludable ante la vida, fí- sica y mentalmente, tanto en el trabajo como en el hogar. Todo ello influye directamente en el estado de salud. En su propio interés debería to- mar la decisión de colaborar con el médico, seguir sus indicaciones y poner todo cuanto esté a su al- cance para superar las dificultades que puedan presentarse en el pro- ceso de curación. Tenga siempre presente que antes que nada hay que eliminar los factores de riesgo. Chequeo a las venas de las piernas Para hacerse una idea de cuál es el estado de salud de las venas de sus piernas, conteste a las pregun- tas del siguiente cuestionario. Dé respuesta primero a cada una de las preguntas; luego sume los pun- tos obtenidos y calcule usted mismo el total. Encontrará los re- sultados a continuación del cues- tionario. ¿Sus padres o abuelos han sufrido alguna enfermedad vascular (varices) o úlcera en la pierna (ulcus cruris)? Sí: 10 puntos No: O puntos ¿Sufre usted frecuentemente dolores, pesadez o hinchazón de piernas al final del día? | Sí: 15 puntos No: O puntos ¿Tiene usted exceso de peso? Sí: 5 puntos No: O puntos ¿Tiene frecuentemente la sensación de que sus piernas pesan como si fueran de plomo? Sí: 10 puntos No: O puntos ¿Debe usted permanecer frecuentemente durante el día de pie o sentado sin poder moverse de vez en cuando? Sí: 5 puntos No: O puntos ¿Tiene usted predisposición a cierta debilidad del tejido conjuntivo o flacidez? Sí: 10 puntos No: O puntos ¿Ha pasado usted uno o varios embarazos? Sí: 10 puntos No: O puntos ¿Está usted tomando medicamentos a base de hormonas? Sí: 5 puntos No: O puntos ¿Aumentan sus molestias en las piernas cuando el clima es húmedo y caluroso? Sí: 5 puntos No: O puntos ¿Hace tiempo que tiene usted varices con ramificaciones? Sí: 10 puntos No: O puntos ll ¿Existen alteraciones visibles de la piel en la región de la pierna o del tobillo? Sí: 10 puntos No: O puntos ¿Lleva usted habitualmente zapatos de tacón alto? Sí: 5 puntos No: O puntos ¿Tiene varices? Sí:25 puntos No: O puntos ¿Practica usted algún tipo de deporte que refuerce la musculatura de la pierna, un mínimo de dos veces por semana? Si: O puntos No: 5 puntos ¿Pasea diariamente durante media hora o más? Si: O puntos No: 5 puntos Ahora sume el total de puntos. Total: Resultados O puntos Este valor indica que usted po- see un sistema vascular saludable y sin ningún síntoma de deficiencia funcional. 0-20 puntos Este valor corresponde a un sis- tema vascular poco dañado pero cuyo funcionamiento puede ser corregido y mejorado. Debería to- mar algunas medidas de preven- ción, como seguir una alimentación más sana, hacer ejercicio regularmente y perder el exceso de peso que pudiera tener; todo ello combinado con la prác- tica de ejercicios regulares de gimnasia específicos para activar la circulación venosa. 12 20-40 puntos Este valor indica un sistema vascular afectado y de reducida ca- pacidad funcional. La hinchazón y pesadez en las piernas (sentirlas como si fuesen de plomo) son los primeros avisos de una alteración vascular. Después de un examen médico, debería tomar las medidas oportunas y seguir los consejos del especialista. Además, tanto en este caso como para el grupo siguiente de puntuación, también valen los consejos dados en el apartado an- terior (de O a 20 puntos). 40 puntos o más Si no se ha sometido todavía a un tratamiento, no puede demorar la consulta a un médico especia- lista en enfermedades del sistema venoso (flebólogo) o vascular. El sistema venoso : ' , E El sistema venoso tiene que trans- portar cada día 7.000 litros de sangre. Cuando estamos de pie, la sangre debe re- montar la gran al- tura que media desde los pies hasta el corazón. 13 Para comprender cómo se producen y cómo evolucionan las enfermedades vasculares, es preciso conocer primero las funciones de las venas y su importancia en el conjunto del cuerpo. La vida humana está ligada a los procesos metabólicos por los cuales las células reciben alimen- tos y oxígeno. Los glóbulos rojos toman el oxígeno en los pulmones, y las sustancias nutritivas llegan al torrente sanguíneo a través del in- testino y del hígado. En el lugar de destino, el oxígeno y otras sustan- cias nutritivas son transferidas a las células. El necesario suministro a todas las células, aun en los lu- gares más recónditos del cuerpo, se efectúa a través de los vasos sanguíneos. Los vasos se clasifi- can, según función y tamaño, en arterias, venas y capilares. Por de- finición, las arterias conducen la sangre oxigenada que parte del co- razón; las venas, la sangre de re- torno al mismo, y los finos capilares se encargan de la distri- bución final de la sangre a todas las células. El sistema sanguíneo se podría comparar al sistema de conduc- ciones del agua en una casa: las arterias conducirían el agua lim- pia, y las venas, las aguas resi- duales. En el cuerpo tenemos también un tercer sistema de transporte, el sistema linfático, que actúa como ayudante del sistema venoso en el transporte del líquido tisular por conductos propios hasta el corazón. 14 El gran «motor» de la circula- ción sanguínea es el corazón. Este músculo trabaja como una bomba, atrayendo la sangre rica en oxí- geno que proviene de los pulmo- nes e inyectándola a alta presión hacia el torrente sanguíneo. A tra- vés de la arteria principal (aorta) y sus ramificaciones, la sangre arte- rial llega a la parte superior y a la inferiordel cuerpo. Por medio de ramificaciones más pequeñas, los capilares, la sangre es conducida a las células, donde se produce el in- tercambio gaseoso, necesario para la vida. Si este proceso queda blo- queado, las consecuencias son una lesión celular y la destrucción del tejido afectado. Las venas, por su parte, condu- cen la sangre pobre en oxígeno y cargada con productos residuales del metabolismo tisular a través del corazón de regreso al pulmón, y así queda cerrado el sistema circu- latorio. En el proceso de alimentación mediante las arterias y los peque- ños vasos sanguíneos, los tejidos necesitan que la eliminación de los residuos sea fluida y se produzca a través de las venas y vasos linfáti- cos, de regreso al corazón. Si este proceso de eliminación se ve difi- cultado, no solamente se impide el transporte de sangre venosa, sino también el flujo de sangre arterial en los pequeños capilares de la piel y se colapsa el intercambio vi- tal entre células y capilares. La sangre arterial, una vez Oxi- genada, es bombeada a alta pre- sión a través del corazón al 15 Esquema de la circulación sanguínea del cuerpo humano 1- Corazón 2- Arteria pulmonar 3- Sistema capilar de la cir- culación pulmonar 4- Venas pulmonares 5- Aurícula izquierda 6- Ventrículo izquierdo 7- Arteria aorta, la arteria principal del cuerpo 8- Arteria hepática 9- Capilares hepáticos y red arteriovenosa 10-Vena cava inferior 11- Arterias intestinales y sistema capilar del aparato digestivo 12-Vena porta 13- Arterias renales 14- Red arteriovenosa renal 15- Vena renal 16- -Sistema capilar de la parte inferior del cuerpo 17--Sistema capilar de la parte superior del cuerpo 18--Vena cava superior 19- -Aurícula derecha 20- -Ventrículo derecho torrente circulatorio. Como el flujo arterial en su camino hasta los ca- pilares va agotando gran parte de dicha presión, esta llega muy debi- litada a las venas. En definitiva, en el sistema venoso se registra la presión más baja de todo el sis- tema circulatorio. Además, el poder de succión del corazón debe supe- rar la fuerza de gravedad, por lo que a veces no tiene suficiente fuerza para extraer la sangre de las piernas y transportarla de re- greso al corazón. Mientras que la fuerza de la gravedad afecta positivamente el transporte sanguíneo venoso de la mitad superior del cuerpo hacia el corazón —se entiende estando de pie o sentado, en posición verti- cal—, en la mitad inferior del cuerpo sucede lo contrario: la san- gre ha de ser bombeada desde los pies y las piernas hacia arriba y vencer su propio peso. Al pasar el ser humano de cuadrúpedo a bí- pedo, su sistema venoso se vio forzado a superar el gran desnivel existente entre los pies y el cora- zón, cosa que en un principio la naturaleza no había previsto. (En un adulto que esté en posición ver- tical, esta enorme distancia al- canza un promedio de 150 cm.) Funciones del sistema venoso Las venas de las piernas realizan diversas funciones en el sistema circulatorio: el transporte sanguíneo Del 10 al 20% de la sangre ve- nosa en un individuo sano fluye a través del sistema su- perficial (epifascial), mientras que del 80 al 90% lo hace a través del sistema venoso pro- fundo. 16 (que es la función principal), la re- gulación de la circulación sanguí- nea y el control de la temperatura cutánea. Además, las venas tienen especial importancia al regular la resistencia del flujo sanguíneo desde los capilares hacia las venas más grandes, y actúan como válvu- las de seguridad frente a los vasos cutáneos que no podrían resistir la presión de las venas. El sistema venoso de las pier- nas está compuesto de un sistema venoso superficial y un sistema ve- noso profundo que se encuentra rodeado por la musculatura de la pierna. La sangre venosa fluye a través del sistema venoso superfi- cial hacia diferentes puntos de la pierna y, mediante las venas comu- nicantes o perforantes, hacia el sis- tema venoso profundo. Desde allí, a través de otras venas, la sangre pasa a la vena cava inferior, de re- greso a la aurícula derecha o parte derecha del corazón. Mecanismos de transporte del sistema venoso Mientras que la sangre arterial sale del corazón en ondas acompasa- das y a gran presión por las arte- rias, en dirección a las zonas más remotas del cuerpo, el sistema ve- noso no tiene ningún mecanismo que se le pueda comparar. Por tanto, el sistema venoso precisa proveerse de otros mecanismos de bombeo y de transporte de la san- Válvula venosa abierta cerrada 17 Sistema venoso pro- fundo de la pierna (azul celeste) y sistema ve- noso superficial (azul oscuro) 1- Vena ilíaca externa 2- Ligamento inguinal 3-Vena femoral 4- Vena safena mayor 5- Venas comunicantes 6- Vena poplítea 7-Vena tibial posterior 8- Vena peronea 9- Vena safena menor 10- Vena comunicante 11- Arco venoso dorsal gre. Las válvulas de las venas son | de una importancia capital en la mencionada función de transporte. Actúan de la misma forma que las compuertas de las esclusas: sólo dejan pasar el flujo sanguíneo en un sentido, evitando que la sangre bombeada hacia el corazón re- grese a las zonas inferiores de las que proviene. Un fallo en el sis- tema valvular tiene inevitablemente como consecuencia que en posi- ción vertical la sangre venosa se acumule en las piernas y produzca un aumento de la presión sanguí- nea en las mismas, con lo cual se origina en la zona afectada una hinchazón dolorosa y, a la larga, al- teraciones en la piel. Las válvulas venosas juegan pues un importante papel en la conducción de la sangre y en la protección de las venas. Si las vál- vulas fallan, esta función no se re- aliza correctamente. Un fallo en el sistema valvular podría, por ejem- plo, originar varices (varicosis) o Y, y 1- Vena 2- Arteria Transporte sanguíneo venoso a través de las ondas del pulso arterial. 18 producir una trombosis venosa. Sólo en casos muy excepcionales se presentan defectos en las vál- vulas venosas ya desde el naci- miento. Existe una pequeña presión re- sidual procedente del sistema arte- rial que se transmite a través de los capilares hacia el sistema ve- noso. Dicha presión sería el primer motor impulsor del flujo sanguíneo. Como las arterias y las venas fluyen conjuntamente y de forma le paralela, el impulso sanguíneo pro- ducido por el corazón a las arterias influye también sobre las venas, pues una arteria al dilatarse pre- siona a la vena contigua. Las vál- vulas venosas desempeñan la función de impulsar la sangre desde las venas en dirección al co- razón, y esta pulsación actúa como un segundo mecanismo encargado de impulsar el torrente sanguíneo. El conjunto formado por tórax y abdomen es como una bomba de dos fases, actuando como un ter- cer mecanismo impulsor que re- fleja en la circulación venosa los movimientos sanguíneos provoca- dos por la respiración. El principio de funcionamiento de este mecanismo de bombeo se basa en las diferencias de presión entre el tórax y el abdomen al res- pirar. Durante la inspiración, el dia- fragma desciende y la presión en el abdomen aumenta. Esta presión actúa también sobre las venas del vientre y la pelvis, donde la sangre es presionada y a través de las válvulas venosas es impulsada ha- cia el corazón. Ya que durante la inspiración la presión en el tórax desciende, la sangre fluye del abdomen hacia las venas del tórax (a modo de bomba bifásica, como hemos dicho). Du- rante la espiración, en cambio, tiene lugar el proceso inverso por lo que a las variaciones de presión entre tórax y abdomen se refiere: los cambios de presiónfacilitan el riego sanguíneo desde las venas de la parte inferior de las piernas hasta las venas del pubis y el ab- domen, y el flujo sanguíneo se di- rige hacia la vena cava inferior del tórax hasta alcanzar la parte dere- cha del corazón. El efecto positivo de la respira- ción sobre el sistema venoso au- menta si se realiza ejercicio físico, porque el rendimiento del meca- nismo respiratorio de bombeo au- menta. Por su parte, el corazón, como cuarto mecanismo de bom- beo, desarrolla otro efecto de suc- ción, aunque menor, sobre la sangre venosa; efecto que sólo re- percute en el transporte sanguíneo que tiene lugar en las inmediacio- nes del corazón. Ahora bien, estos cuatro meca- nismos de transporte sanguíneo serían incapaces de llevar a cabo por sí solos el flujo de retorno ve- noso, y realizan únicamente una función auxiliar. Los sistemas de bombeo que llamaremos con el nombre de bomba muscular de las articulacio- nes tienen una decisiva importan- cia en la circulación venosa, y representan el quinto mecanismo impulsor (motor) y el más impor- 19 tante para el movimiento de la san- gre venosa. El funcionamiento de estas bombas musculares de las articulaciones se produce mediante los movimientos de contracción y estiramiento de las articulaciones particulares y de los distintos ten- dones y músculos que se entrecru- zan en la región articular. Cómo funcionan las bombas musculares La función de la bomba muscular del peroné se entiende claramente si se compara con el efecto que produce el músculo bíceps del brazo, mediante una sencilla com- probación: con la mano izquierda se presiona fuertemente el bíceps del brazo derecho, que debe estar completamente estirado; entonces se flexiona el antebrazo, con lo que la mano izquierda se verá em- pujada a abrirse por la presión que ejercerá la dilatación del músculo. El diámetro del bíceps aumenta cuando se realiza la flexión: el músculo se acorta en longitud pero se ensancha en el centro. Esta dinámica de expansión-con- tracción que realizan las fibras del vientre muscular (porción carnosa más prominente del músculo), hace que en las piernas las venas contiguas al músculo se vean di- rectamente afectadas por este cambio de volumen. Las contracciones musculares se producen cuando el individuo mueve activamente la musculatura, FUNCIÓN DE LA BOMBA MUSCULAR DE LA PANTORRILLA 1-Musculatura relajada: la sangre fluye por la vena 2-Musculatura tensa: la sangre es impulsada por la presión que ejerce el músculo, y conducida hacia el corazón. es decir, cuando realiza un movi- miento. Por ello, desde muy anti- guo y basándose en la experiencia clínica, se ha introducido la terapia del ejercicio físico en el tratamiento de las enfermedades venosas. Pero la sangre no es impulsada por la simple presión que la con- tracción muscular ejerce sobre el conducto venoso, sino a través de la función de la válvula venosa, verdadera encargada de conducir la sangre hacia el corazón. Ahora bien, si las válvulas no funcionan correctamente, se produce un flujo La bomba muscular de la pantorrilla es el más importante de todos los mecanismos de trans- porte vascular. 20 de vaivén, la dirección de la co- rriente sanguínea cambia constan- temente y el flujo sanguíneo es anómalo. En estos casos, la sangre que queda estancada o cuya velocidad disminuye considerablemente, puede formar peligrosos coágulos sanguíneos. En palabras técnicas se hablaría de una trombosis. Esta disfunción de las válvulas produci- ría efectos tan negativos como pu- diera causarlos la dificultad de movimiento de una articulación. En el ejemplo anterior del músculo bí- ceps, queda muy claro que el transporte sanguíneo se vería mer- mado si la articulación del codo no pudiera moverse. Una situación parecida se pre- senta en la pierna cuando la articu- lación de la rodilla o la articulación tibiotarsiana no funcionan. Para la circulación de la sangre del sis- tema venoso, es de vital importan- cia que pueda moverse la articulación del tobillo, ya que de él depende que funcionen el talón de Aquiles y la fuerte musculatura de la pantorrilla. Un fallo de la articulación del to- billo puede tener consecuencias catastróficas para la bomba mus- cular de la pantorrilla. Pero una disfunción de las articulaciones no se presenta de forma total, sino que va surgiendo con el paso del tiempo: un individuo en principio sano va perdiendo de forma pro- gresiva la movilidad de la articula- ción del tobillo y su fuerza muscular disminuye. Una enfermedad venosa ya de- clarada, que se manifieste por una hinchazón en las piernas, por un dolor al estar de pie o bien una atrofia en la musculatura posterior de la pierna, puede tener ¡gual- mente consecuencias negativas. La importancia de las bombas musculares A través de varias observaciones científicas, el profesor Schmeller, de Lúbeck, pudo demostrar que con el movimiento de contracción tibiotarsiana se produce un aporte importante de sangre venosa a la Cada vez que damos pierna y, al mismo tiempo, una dis- un paso, minución del riego sanguíneo hacia llega al cora- | la parte externa de la extremidad. zón un Por esta razón, la terapia se di- cuarto de li- | rige a reforzar la musculatura de la tro de zona correspondiente, mejorando LAS del movimiento de la articulación cias a la contracción de la muscu- latura de la pantorrilla. | | LOS MECANISMOS DE TRANSPORTE MÁS IM- PORTANTES DE LA CIRCULACIÓN OSA del tobillo y fomentando la función de las válvulas del sistema venoso. La bomba muscular de la pan- torrilla y la de la articulación del to- billo, una a continuación de otra, forman un complejo funcional im- prescindible para el transporte san- guíneo. Al contraer y relajar la € IA > ayulas de las venas. Tienen la importante misión de actuar como esclusas para que funcione el lla- mado mecanismo de transporte. 1.Bombas musculares. Su mecanismo de transporte está basado en el movimiento del cuerpo al pre- sionar la musculatura sobre las venas. 2.Ondas del pulso arterial. Por la comunicación de la presión arterial a las venas muy próximas a ellas. 3.Respiración. Mediante el movimiento respiratorio del diafragma, la sangre es bombeada hacia el co- razón (bomba de dos tiempos). l 4.Presión de la sangre en los capilares. La sangre arterial tiene todavía una pequeña presión residual procedente del corazón al llegar al sistema venoso. 5.Succión del corazón. Gracias a la contracción del músculo cardíaco se ejerce una fuerza de succión sobre el sistema venoso que hace que la sangre sea atraída fácilmente hacia el corazón. 2 musculatura, la sangre venosa es presionada hacia el corazón. En la fase de contracción muscular se produce un aumento de presión sobre las venas inferiores, al ser estas comprimidas por los múscu- los adyacentes, que forman una especie de cojín alrededor de los huesos del muslo y la pierna. Du- rante la fase de estiramiento del músculo, las venas vacías se relle- nan nuevamente con la sangre que proviene del pie. Al contraerse el tríceps sural, que es el músculo más potente de la pantorrilla, se produce una pre- sión de desplazamiento equiva- lente al rendimiento del corazón en reposo. En individuos sanos, esta pre- sión que ejercen las bombas de los músculos sobre las venas de los pies y de las piernas disminuye al andar. De esta forma se produce un descenso de la presión entre arterias y venas, que mejora la irri- gación de los tejidos. Por qué están tan extendidas las enfermedades venosas Por antiguos grabados que han lle- gado hasta nosotros y también por la tradición, hoy en día sabemos que hace muchos mileniosya se utilizaba la sangría como trata- miento inicial de las varices. Un antiguo relieve griego da- tado en el año 400 a.C. representa a un griego que padecía varices, el cual hizo grabar justamente este relieve como acción de gracias a los dioses por su curación. Otros dibujos antiguos nos han informado de que la medicina árabe ya conocía el uso de venda- jes de compresión para alivio de los malestares circulatorios, ven- dajes parecidos en esencia a los que se usan en la medicina actual. Las variaciones en el riego sanguíneo son los principales cul- pables de la aparición de varices en las venas, y la influencia de la fuerza de gravedad sobre el trans- porte venoso de las piernas al co- razón se muestra como uno de los principales factores que causa las varices. Ello está confirmado por Al correr se activan las siguientes bombas musculares y articulares de la pierna: -Bomba de succión situada por debajo del ligamento inguinal -Bomba del muslo -Bomba de la articulación de la rodilla -Bomba muscular de la pantorrilla -Bomba muscular del tobillo - Musculatura de los pies y los dedos 22 el hecho de que no encontraremos en todo el reino animal, ni aun en los animales de mayor tamaño, como la jirafa o el avestruz, ni un solo cuadro clínico asimilable al trastorno varicoso que se produce en el ser humano, debido precisa- mente a su verticalidad. Cómo se originan las enfermedades venosas | Al contrario de las arterias, que es- tán provistas de paredes muy mus- culosas, las venas son vasos de paredes delgadas y sin muscula- tura. Mientras que las venas profun- das de las piernas están protegidas por un manto compuesto de mús- culos y huesos, las venas superfi- ciales, en cambio, se hallan directamente bajo la piel y sola- mente están protegidas en su parte posterior por las fascias. Por tanto, las venas superficiales sufren, por su situación de debilidad, alteracio- nes debidas al envejecimiento, a la falta de movilidad y a una elevación de la presión venosa. En las mujeres, y principal- mente durante el embarazo, las al- teraciones hormonales juegan un papel importante en el sistema cir- culatorio, al producir una mayor di- latación de las venas y una pérdida de su fuerza de contracción. Cuando la persona realiza una actividad sedentaria, durante la cual. debe permanecer sentada du- rante largos períodos, la muscula- 23 Corte transversal de un vaso en el que se aprecia cómo la presión de la sangre entrante hace au- mentar el diámetro tura de la pantorrilla no trabaja y se presenta una congestión en las piernas. También el exceso de peso, la falta de movimiento y las fuertes compresiones que se pro- ducen, por ejemplo, al levantar pe- sos, perjudican las válvulas de las venas superficiales. Las alteraciones en el riego sanguíneo venoso conducen a la aparición de manifestaciones ex- ternas, como colapsos o edemas, visibles a simple vista; pero al ob- servar los tejidos al microscopio, se revelan también alteraciones de los vasos sanguíneos, princi- palmente en la región del tobillo. La congestión venosa crónica no sólo perjudica a la piel, sino también a los tejidos subcutáneos, a las capas próximas al talón de Aquiles y a la cápsula de la articu- lación tibiotarsiana superior e infe- rior, e incluso a las propias estructuras óseas. El bajo rendi- miento de las bombas venosas con estancamientos en los tejidos | FACTORES DE RIESGO E PUEDEN - DESENCADENAR ENFERMEDADES E As p Factores de riesgo de primer orden: = -Predisposición hereditaria ar Y - Sexo (las mujeres tienen na mayor. ten- - dencia, SR causas hormonales) Embarazo pat 4.” _ Factores de riesgo de eS orden , . iaa p. a . * o - Factores. extemos, ade laborales: . » estar de p pie. O realizar un trabajo corporal 4 o duro, pero también estar s 2 (trabajos | A e” AA ns” - e * a Y a Me > puede conducir a dificultar el movi- miento de la articulación del tobillo. en el peor de los casos, es una pa- rálisis del pie. Con el tiempo, esta limitación del movimiento en la arti- culación del tobillo conduce, a causa del escaso movimiento y del bajo rendimiento de las bombas musculares, a un descenso del rendimiento de la bomba muscular de la pantorrilla: empieza un ca- mino de difícil retorno. pérdida de funcionalidad y a las molestias por los trastornos veno- sos, existe la amenaza de que el proceso desemboque a largo plazo en una incapacidad laboral o invalidez. El estadio final de este proceso, Además, paralelamente a la 24 Las enfermedades venosas y sus causas El concepto de insuficiencia ve- nosa contempla un fallo en la fun- ción de evacuación del sistema venoso. La insuficiencia venosa se produce cuando la cantidad de sangre transportada no se ajusta a las necesidades del sistema. Como consecuencia, se desarrolla un es- tancamiento venoso crónico; apa- recen dolores, contracturas y sensación de pesadez. La pierna se hincha y la persona tiene una desagradable sensación de calor o de frío. Algunos afectados no pue- den soportar estar mucho tiempo sentados, por ejemplo al viajar en coche, y cuando el dolor se agu- diza tienen una imperiosa necesi- dad de mover las piernas. Mientras la piel no haya sido perjudicada por el proceso, se dice que la insuficiencia venosa crónica (IVC) se halla en el estadio |, se- gún Widmer. El estancamiento ve- noso crónico provoca que los componentes de la sangre (proteí- nas) sean empujados hacia los teji- dos y se adhieran a ellos a causa del deficiente flujo venoso de sa- lida, y se desencadena un proceso inflamatorio crónico: la piel se torna dura (fibrosa) y adquiere una tona- lidad marrón. En los tejidos se van acumulando los productos de des- composición de los glóbulos rojos (hemosiderina) y se producen pig- mentaciones en la piel, provocadas por las partículas de color. Llegado este punto, se destru- yen los vasos sanguíneos más pe- A _—_ —__—__—_ _—— —____— LOS ESTADOS CLÍNICOS DI DE LA INSUFL- - CIENCIA 'VENOSA SEGÚN WIDMER p S2: Cambios de pigmentación en la piel, en- durecimiento de la piel S3: Serios daños con herida abierta en la pierna o cicatrices presentes después de su curación queños de la piel, los capilares, que son los encargados de distri- buir la sangre arterial a las células. Este problema de falta de evacua- ción, además, dificulta el normal suministro sanguíneo a la piel. Y a partir del momento en que no puede establecerse el mecanismo de aporte sanguíneo y eliminación metabólica de las células, estas se destruyen y aparece de forma es- pontánea una herida cuya curación suele ser muy lenta (necrosis) y que generalmente se localiza en la parte externa del hueso del tobillo. La degeneración de las válvulas venosas Las causas que conducen a los es- tados varicosos primarios, o sea, a la existencia de simples varices, to- davía no han sido comprendidas. Hay teorías que hablan de una destrucción de las paredes veno- sas por la formación de redes de colágeno. Durante el embarazo, este proceso entra en una fase crí- St: Inflamación, venas visibles en la pierna tica, debido a una temporal dificul- tad en el flujo de salida venoso, unido al habitual relajamiento del tejido conjuntivo (colágeno), que tiene causas hormonales. Como consecuencia, en el caso de las mujeres embarazadas aumenta el riesgo de que aparezcan varices o de que, si ya las hubiera, estas au- menten. Además del embarazo, otro factor que también contribuye. a la formación de varices es la constante y elevada presión sobre las venas de las piernas que se produce al forzar la respiración, por ejemplo cuando se levanta o trans- porta un objeto pesado. La dilataciónde las venas -cutá- neas también perjudica a las zonas de las venas donde se hallan las válvulas. Por efecto de la dilata- ción, las válvulas se van sepa- rando progresivamente, cada vez cierran peor y la sangre invierte su camino, en dirección hacia el pie. Entonces las válvulas venosas no pueden realizar su función y la vál- vula revela su insuficiencia. En una zona con reflujo que está perturbada, aumenta el peli- gro de formación de coágulos 29 (trombos) en las paredes de los vasos. No hace falta decir que las repercusiones de una trombosis para las venas afectadas son ca- tastróficas. Cuando los trombos se sitúan en las venas más profundas, bloquean el retorno sanguíneo ha- cia el corazón. Durante los primeros días o se- manas después de la formación del trombo, los pequeños coágu- los son disueltos por el propio cuerpo, si bien sólo en parte. Los coágulos que siguen adheridos a las paredes de las venas dificultan en gran medida la circulación ve- nosa hacia el corazón; pero, ade- más, pueden llegar a reorganizarse y destruir total o parcialmente las válvulas venosas. El aumento de la resistencia al flujo producido por las pequeñas partículas instaladas en las con- ducciones de las venas y la insufi- Cuando una vena comu- nicante no funciona co- rrectamente, la sangre que llega desde las ve- nas profundas presiona la pared de la vena superfi- cial hacia el exterior y contra la piel. Las consecuen- cias de esta disfunción venosa pue- den ser inflamacio- nes y úlceras. 26 1- Vena profunda 2- Vena comunicante con una deficiencia en las válvulas 3- Vena superficial 4- Piel ciente función de las válvulas para cerrarse, caracterizan la circulación venosa de las piernas después de sufrir una trombosis. Los cambios y secuelas que se originan en el sis- tema venoso y en la piel son agru- pados por los médicos bajo el nombre global de síndrome pos- trombótico. Inflamación venosa superficial o tromboflebitis Las venas superficiales pueden su- frir un proceso inflamatorio que se origina en las paredes internas y avanza hacia las externas. Como signo aparente de este proceso in- flamatorio, con frecuencia aparece un enrojecimiento y la zona afec- tada produce dolor. Una causa probable puede ser una inyección o una perfusión con el método gota a gota, por lo que en tal caso suele denominarse fle- bitis del gota a gota. En textos antiguos se describen inflamaciones venosas en las pier- nas producidas por el agua a pre- sión de la tobera que se utiliza en las instalaciones de los baños ter- males; la elevada presión con que el chorro impactaba en la piel, pro- ducía cambios en la superficie de las venas. Los enfermos que padecen trastornos venosos deben escoger, por ello, aplicaciones más suaves de agua, como los chorros del tra- tamiento Kneipp, y evitar el agua a alta presión. Trombosis venosa profunda o flebotrombosis Por trombosis se entiende el pro- ceso de formación de un coágulo sanguíneo o trombo, y la conse- cuente oclusión vascular. Si el trombo se halla en las venas pro- fundas, se habla de una trombosis venosa profunda (abreviada, TVP). Se conocen tres condiciones que provocan la formación de un trombo: 1) que las paredes de las venas estén dañadas; 2) que exista una tendencia a la hipercoagulación; 3) la presencia de un trastorno en la circulación sanguínea. Las personas que deben permanecer un tiempo en cama después de una opera- ción quirúrgica, un acci- dente, un infarto o un ataque de apoplejía, están espe- cialmente expuestas a desarrollar una trombo- sis venosa profunda. 27 Una trombosis puede tener lugar asimismo en las venas de cualquier parte del cuerpo, aunque en el 90% de los casos se produce en las venas profundas de las piernas. En la fase de formación de una trombosis en las venas profundas, el trombo está muy débilmente pe- gado a la pared venosa. Pero si el tapón o trombo se desprender y se mueve por la vena, hablamos de un émbolo, que, dicho en otras pa- labras, es una especie de «tapón movedizo». Desde el sistema de venas pro- fundas, este tapón es empujado hacia el corazón a través del riego sanguíneo, pasando por la aurí- cula derecha y siguiendo hacia el pulmón, donde puede producir la temida embolia pulmonar, que en el peor de los casos causa la muerte. La gente desconoce el elevado número de personas que mueren cada año por embolia pul- monar. Si el coágulo permanece en los vasos sanguíneos, en el espacio de unos días o semanas puede terminar por adherirse a las pare- des de las venas. Entonces la vena queda taponada y la circula- ción de la sangre se detiene. El sistema venoso profundo queda generalmente afectado de forma irreversible. Ya que aproximadamente del 80 al 90 por ciento de la sangre venosa pasa por el sistema venoso profundo, una afección en los va- sos o una disminución del rendi- miento de las válvulas de las venas en esta región tiene efectos muy graves y conduce al proceso llamado síndrome postrombótico, de terribles consecuencias para el conjunto del sistema venoso y que puede afectar también a otras es- tructuras de la pierna, por ejemplo la piel. Las mujeres que después del parto han de guardar cama durante una semana, tienen un riesgo ma- yor de sufrir una trombosis venosa. El poco movimiento de la muscula- tura de la pierna, junto con la para- lización de la actividad de la musculatura de la pantorrilla, origi- nan un significativo descenso de la velocidad de la sangre que circula por los vasos venosos de la pierna, por lo que se facilita la formación de coágulos. También las operaciones que requieren dejar la pierna sin movi- miento durante un largo período, por ejemplo por enyesamiento de la extremidad, provocan situacio- nes de riesgo que deben ser pre- venidas con el fin de evitar una trombosis. La trombosis venosa profunda no presenta síntomas característi- cos y no siempre se puede preve- nir a tiempo. Algunos signos de alerta pueden ser un dolor tirante en la pierna, un enrojecimiento cre- ciente de la piel, un aumento del grosor (o diámetro) de la pierna enferma en comparación con la pierna sana o un dolor en la panto- rrilla o en el pie sin que se haya producido un sobreesfuerzo ni que pueda atribuirse a las conocidas agujetas. Es muy im- portante que el riego san- guíneo en los vasos del sistema ve- noso sea suficiente y veloz. 28 La prevención de la flebotrombosis Para evitar la aparición de una trombosis en la pierna hoy en día existen cantidad de sistemas pre- ventivos. Todas estas medidas in- tentan eliminar o disminuir eficazmente los factores de riesgo que influyen en la formación de una trombosis. Es importante, so- bre todo, conseguir que el riego sanguíneo en los vasos del sis- tema venoso sea suficiente y rá- pido. Mediante una fisioterapia precoz con movilizaciones contro- ladas, se puede combatir de forma eficaz. Por ello, hoy en día, después de someterse a una operación qui- rúrgica, se impone empezar tan pronto como sea posible un pro- grama de gimnasia postoperatoria, que facilita la activación de la cir- culación de la sangre en las pier- nas. Paralelamente a las terapias de movimiento, a los pacientes se les prescribe el uso de medias elásticas antitrombóticas o vendas de compresión para mantener y disminuir el diámetro de las venas y con ello aumentar la velocidad de la sangre. Los temidos estanca- mientos sanguíneos y la formación de coágulos se evitan tomando es- tas medidas. Mediante la ingestión de los medicamentos apropiados también podemos reducir las posibilidades de formaciónde coágulos y, como consecuencia, disminuir el riesgo de una posterior trombosis. Entre los fármacos más conocidos está la heparina, que se inyecta junto con otro grupo de sustancias que se combinan para alterar el pro- ceso de formación de coágulos. Como todos los medicamentos citados pueden presentar reaccio- nes secundarias, y algunos son pe- ligrosos porque pueden modificar o reforzar su acción, solamente de- berán ser usados bajo riguroso control médico. Las personas que hayan sufrido una trombosis o bien padezcan alguna afección en las paredes de las venas, deben poner en práctica un buen plan de prevención, porque una superficie dañada en la pared de la vena tiene muchas más posibilidades de favorecer la formación de un coágulo, que una superficie sana e intacta. La terapia de movimiento ba- sada especialmente en ejercicios deportivos que activen las venas juega un importante papel cuando se trata de mejorar el estado ve- noso. Ahora bien, antes de em- prender cualquier medida terapéutica, debería usted consul- tar con el médico, quien conoce su - caso particular. Recuerde: es bueno andar y estar echado; es malo estar de pie o sen- tado. La peligrosa combinación de tener vari- ces, fumar y tomar anticonceptivos puede | tener graves consecuencias; incluso en mujeres jóvenes, el riesgo de trombosis aumenta de forma alarmante. Por ello, el ginecólogo deberá advertir de este ex- tremo a las pacientes que sufran trastor- nos venosos. 29 Cuando una persona sospeche que sufre una trombosis aguda, debe reaccionar en seguida y lla- mar a un médico. Actualmente los nuevos métodos de tratamiento bajo control médico consiguen eli- minar o bien disolver los coágulos, pero el éxito de estos métodos se ha dado solamente en casos que hayan sido tratados en las prime- ras horas desde la aparición de la trombosis. Por esto debe actuarse rápidamente. Recomendaciones para las personas que sufren trastornos venosos — Al estar sentado y quieto, colocar las piernas en alto siempre que sea posible. — Evitar estar mucho tiempo de pie. Echarse un rato y relajar las piernas durante las pausas en el trabajo o, si fuera posible, hacer ejercicios específicos durante algu- nos minutos cada hora. — Vestirse con prendas cómodas y ropas holgadas que no dificulten la respiración. — No usar zapatos de tacón y vigi- lar que los zapatos se adapten có- modamente al pie. -— Perder el exceso de peso que pudiera existir, para descargar las articulaciones y la circulación. Los métodos de exploración médica pt 00000 iii me ( ENE po 30 Los flebólogos es- pecialistas pueden hoy en día escoger entre los más di- versos y sofisticados apara- tos que a través de pantallas locali- zan exactamente la causa de los problemas venosos. El sistema venoso tiene una parte superficial y otra profunda; por lo tanto, únicamente pueden obser- varse mediante exploración a sim- ple vista los cambios que ocurren bajo la piel, como pueden ser ve- nas varicosas, varices o eccemas. Para una exploración más pro- funda, el especialista recorre a pruebas especiales y a determina- dos aparatos, la mayoría de los cuales no son dolorosos y cuyo uso no comporta riesgo alguno. La técnica se ha desarrollado enormemente en los últimos años y ha aportado muchas mejoras en el campo de la medicina vascular. Pongamos como ejemplo la prueba que se realiza con una venda de Esmarch fijada en la pierna y que al andar facilita información del es- tado funcional del sistema venoso. Esta venda, que se coloca por de- bajo de la rodilla, obstruye el ac- ceso de la sangre a las venas superficiales; al andar el paciente, se va visualizando cómo se llena el sistema venoso profundo, ya que este funciona como un sistema co- lateral. Sin embargo, si el sistema ve- noso profundo está obturado, la musculatura no puede transportar la sangre ni por el sistema venoso profundo ni por el superficial, pues el sistema está estancado, si bien artificialmente. Entonces la reten- ción sanguínea irá en aumento, mostrando claramente la existencia de una anomalía en el transporte venoso. Los métodos técnicos que vere- mos a continuación, han mejorado 31 las posibilidades y la calidad de las exploraciones vasculares. Entre ellos encontramos, por ejemplo, el sistema por ondas ultrasónicas y el de luz infrarroja. Ecografía Doppler Para la localización del riego san- guíneo en las venas, el sistema de ecografía Doppler utiliza las ondas ultrasónicas, igual como las utili- zan, en la naturaleza, los murcié- lagos durante el vuelo. Este método diagnóstico tiene la ven- taja de que las ondas ultrasónicas no perjudican ni molestan al indivi- duo y, en cambio, dan una valiosa información a través de las seña- les recibidas. Las pequeñas son- das del tamaño de un bolígrafo envían ondas ultrasónicas al te- jido, las cuales, al chocar con las células sanguíneas, provocan un reflejo o eco que puede ser escu- chado por el médico que realiza la prueba. Durante el tiempo que tarda la sonda en enviar y recibir la señal, a través de la misma sonda se es- tablece un control de la velocidad a la que se mueven las células san- guíneas. Para facilitar la penetra- ción y salida de las ondas a través de la piel, se pone un gel de con- tacto entre la piel y la sonda. Utilizando técnicas de explora- ción especiales se puede compro- bar en qué dirección fluye la sangre a través de las venas; por ejemplo, si la sangre de las venas Ecografía M Doppler en la pierna 1 W»... profundas fluye en la dirección contraria a la natural, en dirección a las venas superficiales. El sistema de ecografía Dop- pler ocupa un lugar muy desta- cado en el diagnóstico de los trastornos venosos y es uno de los sistemas básicos de explora- ción más utilizados. La medición fotóptica Con los complicados nombres de reografía por reflexión de la luz y fotopletismografía digital, cuyas si- glas son RRL y FPD respectiva- mente, se describen dos aparatos similares que, tanto uno como otro, proporcionan un buen diag- nóstico. Se basan en la medición indirecta con ondas luminosas, que nos informan de hasta qué punto el sistema venoso es capaz de transportar sangre venosa 32 cuando se somete a una carga o dificultad estandarizada. Para realizar la prueba se sitúa un aparato medidor sujeto a la pierna mediante un aro adhesivo, a continuación se proyecta una luz sobre la piel, a una determinada longitud de onda, y se mide el nivel de llenado del tejido con sangre venosa. Al levantar o bajar el pie, la sangre venosa es bombeada por el movimiento del músculo de la pantorrilla, y entonces el aparato mide la cantidad de sangre des- plazada. Por otro lado, en un apa- rato registrador se transcribe el resultado, que más tarde podrá ser estudiado detenidamente. La cantidad de sangre desplazada, al igual que el tiempo que empleó el sistema venoso en el llenado, dan una buena información de si existe una dificultad en la función de sa- lida venosa o en la función de las válvulas. La combinación de este sis- tema con la colocación de mangui- tos puede utilizarse también para comprobar el funcionamiento del sistema venoso profundo antes de decidir la conveniencia de una operación para eliminar varices superficiales. El flujo de salida su- perficial se hace disminuir me- diante un manguito estrecho, y si con ello mejora el flujo de salida de la sangre venosa, se puede concluir que el paciente se benefi- ciará con una operación de sanea- miento del sistema venoso superficial. Si, en cambio, mediante esta prueba se dificulta aún más el flujo de salida de la sangre de la pierna, sedebe contar con que el pro- blema no se encuentra en el sis- tema venoso superficial sino en el profundo, lo que por regla general desaconsejaría eliminar las venas superficiales. En este caso se de- berán realizar otras exploraciones mediante ecografía Doppler o fle- bografía. La medición en sangre de la presión venosa Para llevar a cabo una medición en sangre de la presión sanguínea venosa, también llamada flebodi- namometría, se realiza una prueba de movimiento similar a la que se utiliza con la RRL y la FPD; aunque aquí se practica una punción a una pequeña vena del empeine del pie y se mide la va- riación de la presión sanguínea, por ello se habla de un procedi- miento «en sangre». La prueba también transmite importante información del estado funcional del sistema venoso y se realiza antes de una operación, de Sonda y unidad de in- terpretación en el método de la fotopletismografía digital forma similar al RRL y FPD. Aun- que la incomodidad que representa esta pequeña punción con la aguja es insignificante si la comparamos con la exactitud que ofrece esta medición, que se recomienda es- pecialmente antes y después de una operación quirúrgica. La oclusión venosa o pletismografía La pletismografía tiene especial im- portancia clínica en el reconoci- miento de la función de las venas, especiaimente con vistas a una po- sible trombosis incipiente. Este proceso se basa en la capacidad de dilatación del sistema venoso, en el cual cuando se obstruye el flujo venoso de salida, el de lle- nado se reparte por toda su ex- tensa red. Para llevar a cabo la prueba, se coloca al paciente tendido con las piernas ligeramente más altas que el cuerpo y se le colocan cintas de medición alrededor de la pantorri- lla, que permitan medir exacta- mente la más mínima alteración del diámetro de la pierna. En el muslo se colocan unos manguitos muy parecidos a los que se usan habitualmente para tomar la pre- sión sanguínea. Mediante la colo- cación de estos manguitos no se origina ninguna dificultad del flujo de sangre arterial ni del flujo de re- torno venoso. En el curso de la exploración se infla el manguito hasta alcanzar 34 una presión de 80 mm de mercu- rio, y así el flujo de sangre venosa queda detenido, mientras que la sangre arterial fluye de nuevo a alta presión hacia la pierna hasta que consigue un máximo grado de llenado del sistema vascular de las piernas. En el caso de existir alguna dificultad en el flujo del sis- tema venoso, la sangre penetra más lentamente en la pierna y esta experimenta un aumento de volumen más lento que en la pierna sana. Al descomprimir los manguitos de presión después de un tiempo determinado, en la pierna sana se produce un vaciado brusco del sis- tema venoso y una disminución del diámetro de la pierna, que se puede medir con exactitud. Si existiera una trombosis del sis- tema venoso profundo, localizada en la región del muslo, se produci- ría una típica disminución del flujo, lo que se evidenciaría en un re- traso en el descenso del volumen de la pierna. Por su corto tiempo de realización (15 minutos) y el alto nivel de sus resultados, la ple- tismografía por oclusión venosa se confirma como uno de los más im- portantes métodos no invasivos (incruentos) en la diagnosis de la trombosis. Flebografía La flebografía consiste en un exa- men radiológico para el cual se emplea un elemento de contraste que contiene un isó- topo de yodo. Para realizarla, se inyecta el contraste me- diante una pequeña aguja en el empeine, de forma que pene- tre lentamente en la vena. El sistema ve- noso incorpora en seguida el contraste; entonces, mediante una gammagrafía se visualiza el resul- tado, que tiene el as- pecto de un tejido de hilos entrecruzados. Este examen se utiliza con fre- cuencia en el diagnóstico de una trombosis venosa profunda, y es imprescindible para examinar las secuelas que deja dicha enferme- dad. Si existe la sospecha de una incipiente trombosis, debería ha- cerse un examen mediante flebo- grafía o sonografía dúplex coloreada, antes de someterse a una operación de varices. Al mismo tiempo, estas pruebas también ofrecen una valiosa infor- mación sobre el estado funcional de las válvulas de las venas y la relación de los finales donde de- sembocan entre ellas, lo cual da al cirujano una valiosa información. Hoy en día, la flebografía va siendo sustituida cada vez más por la sonografía dúplex colore- ada. Como en el método Doppler, aquí también se utilizan las ondas ultrasónicas. Los vasos venosos analizados se representan en una pantalla, y las informaciones sobre Sonografía dúplex coloreada de una vena poplítea. En el corte longitudinal de la izquierda, la sangre (de co- lor azul) rodea a un trombo en el vaso sanguíneo. En el corte transversal de la derecha, la vena aparece en- samchada con un trombo (color azul). el flujo en los vasos se codifican en color mediante un ordenador. Al interpretar los impulsos de la corriente, un operador experimen- tado sabe reconocer con exactitud incluso la dirección del flujo san- guíneo. La ventaja de este procedi- miento es que se obtiene sin ne- cesidad de sustancias de contraste ni contaminaciones ra- diológicas, como ocurre con la fle- bografía. De todas formas, el tiempo necesario de exploración es comparativamente más largo y el proceso requiere un operador muy experimentado. Ambos pro- cesos, no obstante, tienen un lu- gar destacado en la exploración de los trastornos venosos y pue- den ser empleados juntos en el diagnóstico. 35 Métodos de tratamiento 36 En el tratamiento de las enfermeda- des venosas es especialmente im- portante la colaboración del paciente para lo- grar resultados positivos. El tratamiento de las enfermeda- des venosas requiere un trabajo in- tensivo y de colaboración entre el paciente, el médico y el personal sanitario. Las enfermedades de las venas deben ser tratadas conse- cuentemente para evitar estados crónicos y empeoramientos críti- cos. Es importante que exista una confianza absoluta y una buena colaboración con los especialistas vasculares, y que se sigan de forma consecuente las órdenes y recomendaciones recibidas por ellos. El tratamiento se adapta a la gravedad de la enfermedad en casa caso, a las alteraciones que presente el trastorno y a la presión psicológica que ocasione al afec- tado. También la edad y las enfer- medades que este padece juegan un papel importante en las decisio- nes; por ejemplo, cuando el mé- dico tiene que decidir entre practicar una operación o someter al paciente a otros tratamientos. La terapia de compresión Según descubrimientos que se han realizado de épocas antiguas, se sabe que desde hace muchos años, miles de años, se practicaba el vendaje de las piernas aqueja- das de enfermedades venosas, para disminuir la hinchazón y las alteraciones de la piel. Existen unos dibujos sobre piedra hallados en el Sáhara, que tienen una anti- gúedad de aproximadamente 4.000 37 años, que representan a unos bai- larines que sufrían edemas, con las piernas hinchadas, y que lleva- ban vendas aplicadas en las pier- nas. Estas son las primeras muestras conocidas que nos hacen suponer la existencia de una tera- pia de compresión, aunque en sus principios más rudimentarios. En el pasado siglo los médicos alemanes Paul Unna (en el año 1885) y Heinrich Fischer (en 1910) desarrollaron, por primera vez en la historia moderna, técnicas de te- rapia de compresión. Aquí debe- mos aclarar que estas terapias de compresión deben entenderse como una nueva forma de trata- miento en la que en lugar de las envolturasusadas hasta entonces, se utilizaban vendajes que ejercían presión (vendas compresivas) para producir la descongestión de las piernas. Hasta hoy día, la terapia de compresión constituye uno de los métodos más efectivos en el trata- miento de las enfermedades veno- sas, ya que el medio compresivo ejerce una acción que impide el estancamiento de la sangre y me- jora el mecanismo de transporte sanguíneo en la pierna. Para comprender la terapia de compresión es importante recordar de nuevo los mecanismos de transporte de la sangre venosa a la pierna: las válvulas de las ve- nas procuran que se efectúe el transporte de la sangre venosa de retorno desde la pierna sana al corazón, evitando a la vez el re- flujo. Reducción del diámetro de las venas y acerca- miento de las vál- vulas mediante la aplicación de un vendaje de com- presión. En los casos de enfermedad venosa que existan alteraciones en las paredes o en la función de las válvulas, estas se vuelven incapa- ces de cerrar convenientemente el paso de las venas, o bien han su- frido tantas alteraciones que ya han perdido por completo su fun- ción. Además, con cada inflama- ción venosa y con cada trombosis que sufre la pierna, aumenta pro- gresivamente la degeneración de esas válvulas venosas. Como consecuencia de las alte- raciones del riego sanguíneo en los vasos venosos, a causa del es- tancamiento sanguíneo y la dilata- ción de los recorridos venosos, se produce en estos una pérdida de su capacidad funcional, para final- mente cerrarse el círculo vicioso: debido a la dilatación y al estanca- miento sanguíneo en las venas, el incremento de líquido se desborda fuera de las venas filtrándose a tra- vés de las paredes venosas, lo que 38 produce la inflamación de los teji- dos circundantes. Cuanto mayor es la retención de líquido en los teji- dos, tanto peor es el intercambio de oxígeno que se establece entre los glóbulos rojos y las células, y entonces se produce un estanca- miento que provoca lesiones en los tejidos y deterioro de las células. Una señal visible de la alteración de las células afectadas es la for- mación de una úlcera en la pierna (llaga viva o ulcus cruris). Eficacia de la terapia de compresión La terapia compresiva que utiliza vendajes o medias se basa en el principio de que la fuerza de com- presión que se realiza desde el ex- terior ayuda a las venas y los tejidos a mantener la presión inte- rior adecuada, actuando desde fuera hacia dentro. Al andar o ha- cer movimiento, y debido a la re- sistencia que ejerce el vendaje de compresión, se bombea más san- gre desde las venas hacia el cora- zón. Otro efecto de la compresión es que el diámetro de las venas se reduce, por lo que queda menos sangre «encharcada» en la pierna, y puede fluir más rápidamente. Además, como puede verse en el dibujo, al reducir mediante com- presión el diámetro de las venas, se mejora la función de las válvu- las y estas pueden cerrar bien. Actualmente existen dos formas de terapia de compresión: el ven- daje y la media. El vendaje compresivo debería aplicarse, en la medida de lo posi- ble, al inicio de la terapia, a modo de profilaxis antitrombótica des- pués de una operación, y también debería recetarse a pacientes que presenten dificultades en la cura- ción de una úlcera en la pierna. También existe otra forma espe- cial de vendaje, llamado de com- presión intermitente. Este método utiliza un manguito que se pone al- rededor de la pierna y que posee en su interior unas cámaras de presión integradas que son bombeadas y vaciadas de forma intermitente para que se produzca un aumento y una disminución de la presión alternativos. Al andar el paciente, se recuperan los meca- nismos de transporte sanguíneo de la extremidad. Este método se aplica, por ejemplo, a pacientes que deben guardar cama o a los que están gravemente discapacitados, y tam- bién como apoyo para otras tera- pias. Técnica del vendaje Al poner un vendaje de compresión hay que tener en cuenta algunos principios importantes: » La presión del vendaje debe disminuir progresivamente desde el pie hacia el corazón, para que la sangre no se pare y pueda seguir circulando sin dificultad. La má- xima compresión en la pierna se localiza, por regla general, en la zona del talón y va disminuyendo hacia el muslo. Para lograr una El vendaje siempre se empieza en el pie y se sigue ven- dando en dirección al corazón. 39 presión regular en el tobillo, se co- locan trozos de tejido espumoso en la depresión que forma el hueso. e El vendaje se comienza siem- pre en el pie, y se continúa en di- rección al muslo. En las personas que tengan ulceraciones en la zona que debe vendarse, habrá que hacer previamente una cura local con los medicamentos ade- cuados. La nueva generación de productos hidroactivos protegen, limpian y proporcionan la ade- cuada asepsia fisiológica de la úl- cera. Una vez hecha la cura, ya se podrá colocar el vendaje de com- presión sobre el apósito que cubre la herida. + Al vendar hay que vigilar que - toda la piel quede cubierta desde el principio hasta el final y que el vendaje quede colocado de forma regular. Es muy importante que no quede ningún espacio de piel sin cubrir, ya que ahí es donde podría producirse una acumulación de agua. » Para este fin se recomiendan las llamadas vendas elásticas, que tienen la propiedad de proporcio- nar un alto grado de presión, tanto si los músculos trabajan como si están en reposo. Sin embargo, el máximo nivel de efectividad se consigue con el movimiento. Las vendas elásticas tienen como ven- taja adicional que, en la fase de re- poso o de relajación, los tejidos no se notan comprimidos ni tampoco se altera el aporte sanguíneo. 40 1. Se utilizan dos vendas. Con la primera venda se hace una envol- tura que tiene que empezar encima del pie, en la zona del tobillo. La primera parte de la venda hay que enrollarla en el tobillo en el sentido de la flecha. 2. La venda se dirige por el empeine en dirección al lado externo del pie y pasa por debajo de la planta del pie. 3. Se continúa vendando en diago- nal hacia la articulación del dedo gordo del pie, cubriendo el hueso del nacimiento del dedo. 4. Por encima del empeine, conti- nuar hacia la articulación del dedo pequeño del pie y pasar por debajo de la planta del pie. 5. La venda debe cubrir el empeine y dirigirse hacia el maléolo externo (protuberancia externa del hueso del tobillo), en dirección al talón. 6. Hay que envolver el talón, tal como se muestra en el esquema, tensar ligeramente la venda y pa- sarla por encima del empeine. 41 42 7. Vendar la parte posterior del ta- lón con 1/3 de la anchura de la venda, mientras los 2/3 restantes cubren la planta del pie. Volver al empeine. 8. Por encima del maléolo interno, seguir hacia el exterior cubriendo con la venda la parte externa del tobillo. 9. A continuación, hay que llevar la venda hacia la pantorrilla, reali- zando varias vueltas para llegar hasta el hueco poplíteo (parte pos- terior de la rodilla). 10. Con una sola vuelta abarcar la musculatura de la pantorrilla por debajo del hueco poplíteo. 11. La primera venda debe dejarse sin tensar, simplemente enrollada hacia la parte externa de la pierna. 12. Empezar con la segunda venda en el tobillo aplicándola en el sen- tido contrario a la primera. 13. Conducir la venda en diagonal por encima del empeine, la parte in- terior del pie hacia la mitad del pie, y luego por debajo de la planta. 14. En el lado externo del pie, ten- sar ligeramente la venda y seguir en diagonal por encima del em- peine hacia el interiordel tobillo. 15. Continuar envolviendo oblicua- mente por encima del tobillo. 44 16. Seguir aplicando el vendaje en espiral hacia la rodilla. 17. Terminar haciendo una vuelta para que la venda quede en forma de ocho alrededor de la pantorrilla. 18. Al terminar el vendaje hay que asegurarse de que la cantidad de capas dispuestas va disminuyendo de manera regular desde el tobillo hasta la rodilla. Por ejemplo, si en el tobillo hay cuatro capas, debajo de la rodilla sólo habrá una. El ven- daje se fija al final con un espara- drapo o con un clip elástico. 45 Medias de compresión Las medias de compresión deben ser prescritas por el médico. Cada enfermo puede recibir de la Segu- ridad Social como máximo tres pa- res de medias gratuitas cada año, uno cada cuatro meses. Para ob- tener unas medias de compresión es necesario que el médico de ca- becera o el especialista vascular extiendan una receta médica. De- pendiendo del cuadro médico y de su nivel de gravedad, se pueden recomendar medias de compre- sión para la pierna, para el muslo, medias de pierna entera o medias especiales para embarazadas. También existe otro tipo de me- dias, llamadas medias de sujeción, que se venden en farmacias y son siempre a cargo del paciente. Las medias de sujeción no tienen una + »..o.” Las medias de compre- sión deberían la- varse cada día, y alter- nar el uso de dos pares de medias para alargar la vida de las mismas. La elección del tipo de media de compresión ne- - Cesaria para cada caso sólo puede hacerse una - vez que se haya eliminado la congestión de la pierna. Además, es mejor tomar la talla (medida q de la pierna) por la mañana, porque durante el día - aumenta el diámetro de la pierna y podría obte- - nerse una medida errónea. LE > E 46 finalidad curativa como las medias elásticas de compresión, y hay que advertir que su uso inadecuado puede ser perjudicial. Medicación para las enfermedades venosas Para el tratamiento de las enfer- medades crónicas de las venas existen en la farmacia muchos preparados, cuyos componentes son tan diversos y su efectividad de grado tan variable y de tan dis- tinta naturaleza, que es difícil dar aquí una recomendación de forma generalizada. Las formas de apli- cación son igualmente muy diver- sas, y van desde la aplicación de una pomada nasta la ingestión de medicamentos en las más varia- das combinaciones. Según la composición y manera de aplicar los preparados, se pue- den lograr los siguientes objetivos: * Disminución de la permeabili- dad de las paredes venosas, para evitar la retención de agua en los tejidos. e Eliminación de agua de los te- jidos a través de un estímulo para la reabsorción del edema, basado en el paso del líquido del tejido a la sangre. * Aumento considerable de la fuerza de contracción de las pare- des de las venas a través de la estimulación de la velocidad del flujo sanguíneo para obtener un mejor tono vascular. LOS VIAJES LARGOS EN AVIÓN O EN AUTOCAR - Antes de emprender un largo viaje, debemos consultar con el médico. Eventualmente, para unos días an- tes del viaje, puede recetarnos pre- parados especiales —por ejemplo, preparados a base de castaño de Indias— para prevenir la formación de edemas. Sobre todo, hay que prestar mucha atención a los consejos del médico sobre la terapia de compresión. Escoja en lo posible un asiento de pasillo, para poder levantarse cada media hora y realizar unos cuantos ejercicios durante 5 minutos. EVITAR LOS EDEMAS Sustancias activas * Aescina (castaño de Indias) Glucósidos del rusco (Ruscus aculeatus) e Flavonoides (rutósidos, derivados de la hesperidina, diosmina) e Diuréticos Efectos *Los venas quedan impermeabilizadas para impedir una posible absorción de lí- quidos por los tejidos. e Estimulan la eliminación del líquido in- tersticial de los tejidos. Todos los medicamentos de que hablábamos anteriormente suelen ser recetados en forma de pasti- llas, para obtener un resultado mu- cho más efectivo en la terapia para el sistema venoso. El principal ob- jetivo del tratamiento es evitar la acumulación de líquidos en las piernas, que son los causantes de la sensación de pesadez y tirantez en la pierna y dificultan el aporte de los nutrientes que necesitan las células de la piel. En su mayoría, los compuestos farmacológicos para las venas son de origen natural. Entre los más importantes se cuenta la aescina, un principio activo que se extrae del castaño de Indias. La aescina forma una densa capa protectora en el interior de los | MEDICAMENTOS PARA DISMINUIR Y MEDICAMENTOS QUE TONIFICAN LA MUSCULATURA VENOSA Sustancias activas e Alcaloide del cornezuelo del centeno (dihidroergotamina) Efectos * Aumenta la tensión de la musculatura, con lo que se disminuye el diámetro de las ve- nas (efecto tonificante de las venas). 47 vasos que evita la formación de agua. para ver los resultados de una dosis de tratamiento se debe esperar hasta al cabo de unas 16- 20 horas. Para evitar la aparición de edemas cuando tenga que em- prenderse un viaje largo en avión o autocar, el tratamiento debería em- pezarse por lo menos cuatro días antes de la partida. Otro preparado en esta misma línea contiene extracto de Ruscus aculeatus, cuyo fin es igualmente evitar la retención de agua, y que posee, además, algunos compo- nentes antiinflamatorios. Entre otros productos de efecto similar se pueden mencionar también los flavonoides. En la farmacología de los taninos destinada a aumentar la tonicidad de las venas, predo- mina la dihidroergotamina, alca- loide extraído del hongo del cornezuelo del centeno y que in- crementa la tensión muscular de las paredes de las venas. A partir de los anteriores productos se han desarrollado infinidad de combina- ciones, en las que generalmente se mezcla la cumarina (por ejem- plo, la extraída de la aspérula olo- rosa) para reducir el riesgo de formación de edemas. Debido al elevado número de medicamentos y composiciones po- sibles que existen en este mo- mento, resulta muy difícil e incluso peligroso practicar una automedica- ción. Siempre debe buscarse el consejo del médico o de un espe- cialista vascular, ya que ninguno de los medicamentos mencionados está exento de efectos secundarios. 48 El tratamiento esclerosante En muchos personas sólo se ob- servan pequeñas alteraciones en el sistema venoso superficial, como pequeñas venas de color azul rojizo y varículas (varices pe- queñas) ramificadas. Las varículas ramificadas —lla- madas también arañas vascula- res—, según los conocimientos que se tienen actualmente, eviden- cian una predisposición del sis- tema venoso en el sentido de una debilidad de las venas, y por tanto no deberían ser ignoradas. Sin em- bargo, no implican la necesidad de aplicar un tratamiento inmediato. Ya que las varículas ramificadas, en algunas ocasiones, causan pe- queños hematomas antiestéticos y cambios en la piel, por lo general el facultativo ofrece al paciente la posibilidad de someterse a un tra- tamiento esclerosante. Aunque cabe decir que el resultado estético de este tratamiento no siempre es el esperado por la persona afec- tada, de manera que la determina- ción de practicar la escleroterapia a varículas ramificadas debería ser reflexionada con detenimiento. En el caso de pequeñas varices que todavía no requieren una ope- ración, el tratamiento que elimina el edema mediante la esclerotera- pia por inyección es un método muy efectivo a tener en cuenta. La finalidad de este tratamiento con- siste no en desconectar las venas intactas, sino, por así decirlo, en que permanezcan por más tiempo
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