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Esquema de la regulación de la TA y la FC (véase texto) 1 y 3) X° par, 2) IX par. Control nervioso de la tensión arterial (TA) de la frecuencia cardiaca (FC) y de la concentración de O2 de la sangre. La TA depende entre otras variables del estado de constricción del árbol vascular (tono vascular), de la cantidad de sangre que eyecta el ventrículo por unidad de tiempo (volumen minuto) y las veces que se contraiga por minuto (FC) (fig 3). Toda esa información sensorial ingresa al tronco del encéfalo, sea por el vago, sea por el glosofaríngeo o por los fascículos ascendentes de la médula. Los centros autónomos del SNC son: - la sustancia reticular bulbar; - la sustancia gris periventricular; - los núcleos bulbares lateroventriculares, parvocelular y gigantocelular (estos núcleos son activadores); - los núcleos paramedianos, ventromedianos y del rafe, estos últimos inhibidores. A todos ellos se los agrupa bajo el nombre de centro vasomotor del bulbo. A ellos se suman los núcleos parasimpáticos tradicionales, a saber: - el núcleo dorsal del vago; - el núcleo del fascículo solitario y - el núcleo ambiguo. A su vez existe un control hipotalámico de la TA y la FC ejercido por los núcleos anteriores y posteriores. Los primeros son responsables de aumentar la TA y los últimos de disminuirla. Los QR Y BR envían constantemente impulsos inhibidores al centro vasomotor. Lo que varía es el número de descargas por minuto según la TA y la concentración de O2. Entonces cuando más bajas son las lecturas menos inhibición del centro vasomotor y viceversa. 92
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