Logo Studenta

Guía n4 Lenguaje III Medio

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT 
UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA 
GUÍA DE APRENDIZAJE Nº4 
 
ASIGNATURA: 
 
Lengua y literatura 
DOCENTE: 
 
Andrés Velásquez 
NIVEL: 
 
Tercero medio 
 
UNIDAD TEMA 
Dialogo: Literatura y efecto estético Crear efecto estético 
 
ESTRATEGIA DE APRENDIZAJE: 
 
- Reflexionar sobre el efecto estético de las obras leída mediante guía de proceso, 
con respeto. 
- Producir textos (orales, escritos o audiovisuales) coherentes y cohesionados, para 
comunicar sus análisis e interpretaciones de textos, desarrollar posturas sobre temas, 
explorar creativamente con el lenguaje, con respeto y creatividad. 
 
 
 
INSTRUCCIONES: 
 
A) Leer la revisión literaria sobre la materia comprendida en la actividad y revisar el 
contenido de la guía. 
B) Redactar un breve cuento, eligiendo uno de los estilos sugeridos. 
C) Leer los requerimientos para la elaboración del texto. 
D) Revisar tabla de evaluación. 
 
No olvidar consultar las dudas vía correo: andresavn.colsanjose@gmail.com 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
mailto:andresavn.colsanjose@gmail.com
COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT 
UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA 
 
 
I. Revisión literaria. 
EJERCICIOS DE ESTILO 
 Raymond Queneau 
Notaciones 
En el S, a una hora de tráfico. Un tipo de unos veintiséis años, sombrero de fieltro con 
cordón en lugar de cinta, cuello muy largo como si se lo hubiesen estirado. La gente baja. 
El tipo en cuestión se enfada con un vecino. Le reprocha que lo empuje cada vez que pasa 
alguien. Tono llorón que se las da de duro. Al ver un sitio libre, se precipita sobre él. Dos 
horas más tarde, lo encuentro en la plaza de Roma, delante de la estación de Saint-Lazare. 
Está con un compañero que le dice: «Deberías hacerte poner un botón más en el abrigo». 
Le indica dónde (en el escote) y por qué. 
Luego, en pequeños grupos, los estudiantes analizan otro fragmento de la misma obra; 
pueden distribuirse distintas selecciones y guiarse por preguntas como las ya presentadas. 
El propósito es que ejerciten el análisis de textos breves, focalizándose en la relación entre 
efecto generado en el lector y los recursos lingüísticos utilizados para ello. 
Metafóricamente 
En el centro del día, tirado en el montón de sardinas viajeras de un coleóptero de 
abdomen blancuzco, un pollo de largo cuello desplumado arengó de pronto a una, 
tranquila, de entre ellas, y su lenguaje se desplegó por los aires, húmedo de protesta. 
Después, atraído por un vado, el pajarito se precipitó sobre él. En un triste desierto 
urbano, volví a verlo el mismo día, mientras se dejaba poner las peras a cuarto a causa de 
un botón cualquiera. 
Retrógrado 
Te deberías añadir un botón en el abrigo, le dice su amigo. Me lo encontré en medio de la 
plaza de Roma, después de haberlo dejado cuando se precipitaba con avidez sobre un 
asiento. Acababa de protestar por el empujón de otro viajero que, según él, le atropellaba 
cada vez que bajaba alguien. Este descarnado joven era portador de un sombrero ridículo. 
Eso ocurrió en la plataforma de un S completo aquel mediodía. SORPRESAS ¡Lo apretados 
que íbamos en aquella plataforma de autobús! ¡Y lo tonta y ridícula que tenía la pinta 
aquel chico! ¿Y qué se le ocurre hacer? ¡Hete aquí que le da por querer reñir con un 
hombre que –¡pretendía el tal galancete!– lo empujaba! ¡Y luego no encuentra nada 
mejor que hacer que ir rápido a ocupar un sitio libre! ¡En vez de cedérselo a una señora! 
Dos horas después, ¿adivinan a quién me encuentro delante de la estación de Saint-
COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT 
UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA 
Lazare? ¡El mismo pisaverde! ¡Mientras recibía consejos sobre indumentaria! ¡De un 
compañero! ¡Como para no creérselo! 
 
Vacilaciones 
No sé muy bien dónde ocurría aquello… ¿en una iglesia, en un cubo de la basura, en un 
osario? ¿Quizás en un autobús? Había allí… pero ¿qué había allí? ¿Huevos, alfombras, 
rábanos? ¿Esqueletos? Sí, pero con su carne aún alrededor, y vivos. Sí, me parece que era 
eso. Gente en un autobús. Pero había uno (¿o dos?) que se hacía notar, no sé muy bien 
por qué. ¿Por su megalomanía? ¿Por su adiposidad? ¿Por su melancolía? No, mejor… más 
exactamente… por su juventud, adornada con un largo… ¿narigón? ¿mentón? ¿pulgar? 
No: cuello; y por un sombrero extraño, extraño, extraño. Se puso a pelear –sí, eso es– , sin 
duda con otro viajero (¿hombre o mujer?, ¿niño o viejo?). Luego eso se acabó, concluyó 
acabándose de alguna forma, probablemente con la huida de uno de los dos adversarios. 
Estoy casi seguro de que es ese mismo personaje el que me volví a encontrar, pero 
¿dónde? ¿delante de una iglesia? ¿delante de un osario? ¿delante de un cubo de la 
basura? Con un compañero que debía de estar hablándole de alguna cosa, pero ¿de qué? 
¿de qué? ¿de qué? 
SORPRESAS 
¡Lo apretados que íbamos en aquella plataforma de autobús! ¡Y lo tonta y ridícula que 
tenía la pinta aquel chico! ¿Y qué se le ocurre hacer? ¡Hete aquí que le da por querer reñir 
con un hombre que -¡pretendía el tal galancete!- lo empujaba! ¡Y luego no encuentra 
nada mejor que hacer que ir rápido a ocupar un sitio libre! ¡En vez de cedérselo a una 
señora! Dos horas después, ¿adivinan a quién me encuentro delante de la estación de 
Saint-Lazare? ¡El mismo pisaverde! ¡Mientras recibía consejos sobre indumentaria! ¡De un 
compañero! ¡Como para no creérselo! 
PRECISIONES 
A las 12 h. 17 m. en un autobús de la línea S, de 10 metros de largo, 2,10 de ancho y 3,50 
de altura, a 3 km. 600 m. de su punto de partida, cargado con 48 personas, un individuo 
de sexo masculino, de 27 años, 3 meses y 8 días de edad, 1 m. 72 cm. de talla y 65 kg. de 
peso, que llevaba en la cabeza un sombrero de 17 cm. de alto cuya copa estaba rodeada 
por un cordón de 35 cm. de largo, interpela a un hombre de 48 años, 4 meses y 3 días de 
edad, 1 m. 68 cm. de talla y 77 kg. de peso, por medio de 14 palabras, cuya enunciación 
duró 5 segundos, alusivas a desplazamientos involuntarios de 15 a 20mm. Va enseguida a 
sentarse a unos 2 m. 10 cm. de allí. 118 minutos más tarde, se encontraba a 10 metros de 
la estación de Saint-Lazare, en la entrada de cercanías, y se paseaba de arriba abajo sobre 
un trayecto de 30 metros, con un compañero de 28 años de edad, 1 m. 70 cm. de talla y 
COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT 
UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA 
71 kg. de peso, quien le aconsejó con 15 palabras desplazar 5 cm., en dirección al cenit, un 
botón de 3 cm. de diámetro. 
PALABRAS COMPUESTAS 
Yo me platautobusformaba comultitudinariamente en un espaciotiempo luteciomeridiano 
vecinando con un longuícolo mocoso fieltrosombrereado y cordonotrenzón. El cual 
altavoceó a un tipofulano: «Usted me empujaparece.» Tras eyacular estó, se sitiolibró 
vorazmente. En una espaciotemporalidad posterior, volví a vedo mientras se 
sanlazaroestacionaba con un X que le decía: «Deberías botonsuplementarte el abrigo.» Y 
le porquexplicaba el asunto. 
ALEJANDRINOS 
Mediaba el mes de julio. Era un hermoso día. 
Yo, solo, en la mañana, resignado subía 
Al ómnibus completo de viajeros banales, 
Muchedumbre aburrida de rostros casi iguales. 
Había un vulgo errante municipal y espeso 
Que al pasar empujaba anárquico y avieso. 
Un joven petimetre de luengo y seco cuello 
y sombrero sin cinta —que bien me acuerdo de ello— 
Se enojó con un viejo al que gritó, nervioso, 
Que cesara al momento de empujar tan ansioso; 
y al punto raudo y serio viendo un asiento huero 
Se lanzó de éste en pos, raudo como un velero. 
Al cabo de dos horas y en la misma jornada 
Me lo vuelvo a encontrar, del azar por jugada, 
Hablando y departiendo con un supuesto amigo 
Acerca de un botón que faltaba en su abrigo. 
II. Evaluación de proceso 
- Crear un breve cuento, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones para el 
efecto estético a generar: 
a) Mínima 350 palabras. 
b) Personajes libres. 
c) Figuras retóricas (3 mínimo). 
d) Utilizar a lo menos 4 correferencias referenciales. 
e) Desarrollar una línea argumental con un inicio, desarrollo,nudo y desenlace 
(claramente definible). 
f) Uso de técnicas narrativas (voces del relato, tipos de narradores variados, tiempo del 
relato, anacronías, etc). 
g) Cohesión y coherencia. 
 
COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT 
UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA 
Tabla de evaluación 
Criterios 0 1 2 3 
Cantidad de palabras 
Coherencia 
Cohesión 
Evolución del personaje 
Evolución de la historia 
Efecto estético 
Uso adecuado de figuras retóricas 
Uso adecuado de las correferencias 
Tiempos narrativos 
Voces narrativas 
Orden 
Puntualidad 
Total 
 
 
III- COMPRENSIÓN LECTORA 
 
INSTRUCCIONES 
Lee atentamente el siguiente texto, determina el desglose textual y responde las preguntas que te 
presentamos a continuación. 
 
LA TIA CHILA 
Ángeles Maestretta 
 
La tía Chila estuvo casada con un señor al que abandonó, para escándalo de toda la ciudad, tras siete años 
de vida en común. Sin darle explicaciones a nadie. Un día como cualquier otro, la tía Chila levantó a sus 
cuatro hijos y se los llevó a vivir en la casa que con tan buen tino le había heredado la abuela. 
Era una mujer trabajadora que llevaba suficientes años zurciendo calcetines y guisando fabada, de modo 
que poner una fábrica de ropa y venderla en grandes cantidades, no le costó más esfuerzo que el que había 
hecho siempre. Llegó a ser proveedora de las dos tiendas más importantes del país. No se dejaba regatear, y 
viajaba una vez al año a Roma y París para buscar ideas y librarse de la rutina. 
La gente no estaba muy de acuerdo con su comportamiento. Nadie entendía como había sido capaz de 
abandonar a un hombre que en los puros ojos tenía la bondad reflejada. ¿En qué pudo haberla molestado 
aquel señor tan amable que besaba la mano de las mujeres y se inclinaba afectuoso ante cualquier hombre 
de bien? 
– Lo que pasa es que es una cuzca – decían algunos. 
 – Irresponsable – decían otros. 
 – Lagartija – cerraban un ojo. 
 – Mira que dejar a un hombre que no te ha dado un solo motivo de queja. 
Pero la tía Chila vivía de prisa y sin alegar, como si no supiera, como si no se diera cuenta de que hasta en la 
intimidad del salón de belleza había quienes no se ponían de acuerdo con su extraño comportamiento. 
Justo estaba en el salón de belleza, rodeada de mujeres que extendían las manos para que les pintaran las 
uñas, las cabezas para que les enredaran los chinos, los ojos para que les cepillaran las pestañas, cuando 
entró con una pistola en la mano el marido de Consuelito Salazar. Dando de gritos se fue sobre su mujer y la 
pescó de la melena para zagolotearla como al badajo de una campana, echando insultos y contando sus 
celos, reprochando la fodonguez y maldiciendo a su familia política, todo con tal ferocidad, que las 
COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT 
UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA 
tranquilas mujeres corrieron a esconderse tras los secadores y dejaron sola a Consuelito, que lloraba suave y 
aterradoramente, presa de la tormenta de su marido. 
Fue entonces cuando, agitando sus uñas recién pintadas, salió de un rincón la tía Chila. 
– Usted se larga de aquí – le dijo al hombre, acercándose a él como si toda su vida se la hubiera pasado 
desarmando vaqueros en las cantinas –. Usted no asusta a nadie con sus gritos. Cobarde, hijo de la chingada. 
Ya estamos hartas. Ya no tenemos miedo. Déme la pistola si es tan hombre. Valiente hombre valiente. Si 
tiene algo que arreglar con su señora diríjase a mí, que soy su representante. ¿Está usted celoso? ¿De quién 
está celoso? ¿De los tres niños que Consuelo se pasa contemplando? ¿De las veinte cazuelas entre las que 
vive? ¿De sus agujas de tejer, de su bata de casa? Esta pobre Consuelito que no ve más allá de sus narices, 
que se dedica a consecuentar sus necesidades, a ésta le viene usted a hacer un escándalo aquí, donde todas 
vamos a chillar como ratones asustados. Ni lo sueñe, berrinches a otra parte. Hilo de aquí: hilo, hilo, hilo – 
dijo la tía Chila tronando los dedos y arrimándose al hombre aquel, que se había puesto morado de rabia y 
que ya sin pistola estuvo a punto de provocar en el salón un ataque de risa –. Hasta nunca, señor – remató la 
tía Chila –. Y si necesita comprensión vaya a buscar a mi marido. Con suerte y hasta logra que también de 
usted se compadezca toda la ciudad. 
Lo llevó hacia la puerta dándole empujones y cuando lo puso en la banqueta cerró con triple llave. 
– Cabrones éstos – oyeron decir, casi para sí, a la tía Chila. Un aplauso la recibió de regreso y ella hizo una 
larga caravana. 
– Por fin lo dije – murmuró después. 
– Así que a ti también – dijo Consuelito. 
– Una vez – contestó Chila, con un gesto de vergüenza. Del salón de Inesita salió la noticia rápida y generosa 
como el olor a pan. Y nadie volvió a hablar mal de la tía Chila Huerta porque hubo siempre alguien, o una 
amiga de la amiga de alguien que estuvo en el salón de belleza aquella mañana, dispuesta a impedirlo. 
 
DESGLOSE TEXTUAL 
 
Tipo de texto 
Género 
Subgénero 
Propósito comunicativo 
Función del lenguaje 
 
 
COMPRENSIÓN DE LECTURA 
 
1. Identifique: 
a) Personajes principales 
b) Problema o dificultad que motiva las acciones del cuento. 
 
2. Complete un esquema narrativo con las acciones principales del cuento: inicio, situación problemática, 
desarrollo de las acciones, resolución y desenlace. 
 
Inicio Problemática Desarrollo Resolución Desenlace 
 
 
 
 
 
 
COLEGIO SAN JOSÉ PUERTO MONTT 
UNIDAD TÉCNICO PEDAGÓGICA 
3. Caracterice (física y psicológicamente) los siguientes personajes del cuento: 
a) Tía Chila, Consuelo Salazar 
b) Marido de la tía Chila 
c) Marido de Consuelo Salazar 
4. ¿Qué motiva el actuar de la tía Chila? 
 
5. ¿Qué visión de las relaciones entre hombres y mujeres se presenta en el cuento? 
6. ¿Cómo se relaciona el cuento con el tema de la libertad en la literatura? 
7. ¿Cuál es su opinión sobre el machismo y la imagen de mujer que presenta el cuento?

Continuar navegando