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Conversaciones con Valdemar Cruz Álvaro Siza GGCruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:28:09. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Álvaro Siza Conversaciones con Valdemar Cruz Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Editorial Gustavo Gili, SL Rosselló 87-89, 08029 Barcelona, España. Tel. 93 322 81 61 Valle de Bravo 21, 53050 Naucalpan, México. Tel. 55 60 60 11 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . www.ggili.com Álvaro Siza Conversaciones con Valdemar Cruz GG® Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Título original: Retratos de Siza, publicado por Campo das letras, Editores, (Oporto) en 2005. Versión castellana: Emilia Pérez Mata Fotografía de la cubierta: Hisao Suzuki Diseño gráfico: Toni Cabré/Editorial Gustavo Gili, SL Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, la reproducción (electrónica, química, mecánica, óptica, de grabación o de fotocopia), distribución, comunicación pública y transformación de cualquier parte de esta publicación —incluido el diseño de la cubierta— sin la previa autorización escrita de los titulares de la propiedad intelectual y de la Editorial. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y siguientes del Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) vela por el respeto de los citados derechos. La Editorial no se pronuncia, ni expresa ni implícitamente, respecto a la exactitud de la información contenida en este libro, razón por la cual no puede asumir ningún tipo de responsabilidad en caso de error u omisión. © Campo das letras, Editores, SA, 2005 y para la edición castellana: © Editorial Gustavo Gili, SL, Barcelona, 2007 ISBN: 978-84-252-2 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Índice Retratos con historias dentro 7 El mundo de Álvaro Siza 11 Confesionario 20 Bonjour tristesse 51 Prohibido prohibir 61 Homenaje al maestro 80 Cuando los edificios están de fiesta 85 Del museo en construcción a la iglesia construida 94 El museo en construcción El museo construido La iglesia La experiencia de los espacios 105 Los hechos de la vida 117 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Retratos con historias dentro Los retratos fijan instantes, fragmentos de vida quizá únicos e irrepetibles. A veces nos apetece volver a mirarlos, recuperarlos en nuestra vida coti- diana. Aunque se hayan vuelto amarillentos por el paso del tiempo, no es extraño que una segunda mirada nos proporcione una agradable combina- ción de sentimientos. Volver a un retrato es como intentar viajar en el tiempo y reconstruir recuerdos que no siempre se han perdido aunque estuviesen algo adormecidos. En ese viaje de regreso podemos emocionarnos, reírnos de nosotros mismos, sentir la implacable vorágine de los días; aunque, al final, siempre nos consuela darnos cuenta de que, a pesar de que tal vez seamos otros, esencialmente seguimos siendo los mismos. Durante la última década y media he podido construir diversos retratos de un personaje tan singular como Álvaro Siza. Las armas más importantes de un periodista son la curiosidad y la disponibilidad permanente para buscar respuestas que le puedan ayudar a comprender el mundo que le rodea. Fue así, armado únicamente con esa capacidad, con esos recursos y sin ningún tipo de preparación específica en el ámbito de la arquitectura, cómo hace unos 15 años me atreví a enfrentarme por primera vez al desa- fío de conversar con el arquitecto portugués más conocido y prestigioso. Por entonces pretendía hablar de la obra y del hombre que ya sorprendía a todos en el ámbito internacional, aunque siguiese siendo un profeta con escasa audiencia en su propia tierra. Cuando entré por primera vez en el mundo de Álvaro Siza, el arquitecto todavía trabajaba en un pequeño estudio de un edificio de la Rua da Alegria en Oporto. Yo estaba nervioso, pues mis conocimientos sobre arquitectura se limitaban a los resultados exteriores del intenso trabajo desarrollado en el interior de los estudios de algunos arquitectos. Era algo que me fascinaba, no porque pretendiese comprender el lenguaje inherente a cada uno de ellos, sino por el deseo puro y simple de disfrutar del placer estético que proporciona cada obra, como usuario de los espacios públicos. 7 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . De aquel primer encuentro no olvidaré jamás un detalle que me encontré al llegar. En la entrada, un papel escrito que no se preocupaba mucho de la composición, pedía que se cerrase la puerta, pero lo hacía en lenguas de distintos continentes. Ya por entonces el despacho de Siza recibía visitas de arquitectos jóvenes de todo el mundo que admiraban su forma de hacer arquitectura y que querían realizar prácticas con alguien a quien consideraban ya un maestro. Algunos de ellos acabaron quedándose a trabajar en Portugal. Recuerdo otro hecho que me impresionó mucho y que ha sido una constante en todos los encuentros posteriores, la voracidad con la que Álvaro Siza fuma. Aunque se defienda con el argumento de que no traga el humo, por lo que en realidad no es un verdadero fumador, la verdad es que quema cigarrillos a una velocidad asombrosa. Llega a encender el siguiente con el último, del que todavía no ha consumido ni la mitad. Como es fácil imaginar, el ambiente de la sala se carga, se hace brumoso, pero tengo la sensación de que este ritual del tabaco debe de ser un elemento crucial en el proceso de concen- tración de Álvaro Siza. No es fácil concertaruna entrevista con un arquitecto tan solicitado y que se ausenta tantas veces del país. También porque, como le he oído decir en más de una ocasión, su profesión no es conceder entrevistas, sino hacer arquitectura. Eso es lo que lo mueve, lo que le interesa de verdad. Cuando después de innumerables intentos, Siza acepta por fin el encuentro y conseguimos llegar a un acuerdo sobre la fecha, lo más frecuente es que la entrevista tenga que ser aplazada para una hora intempestiva de un sábado o un domingo. Son los días en los que el despacho está más vacío —siempre hay alguien trabajando— y cuando es posible una mayor tranquilidad. Aunque no sería la primera vez que he concertado una entrevista para un sábado al mediodía y, al llegar al despacho de la Rua do Alexio, me he encontrado con una auténtica aglomeración de periodistas extranjeros, todos a la espera de una opor- tunidad, de un poco de tiempo para entrevistar a Siza, sorprendido por un recibimiento tan inesperado. La idea de la entrevista, en abstracto, le molesta. Sin embargo, y esa es la mejor parte, una vez iniciaba la conversación se impone el entusiasmo con el que habla y reflexiona sobre los temas que se plantean. 8 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Como se verá, aunque surjan continuamente cuestiones relacionadas con la arquitectura, en esencia estos textos tienen la finalidad de contri- buir a un mejor conocimiento del hombre que está detrás del arquitecto. Incluso cuando aparentemente se habla estrictamente de arquitectura, subyacen siempre las premisas personales y la personalidad que han determinado las elecciones que ha tomado. De lo que se trata es, ante todo, de revelar el universo personal de Siza y no tanto su obra, sobre la que existen notables trabajos teóricos publicados en varios idiomas y firmados por reputados especialistas de la disciplina. Pero no hay que hacerse ilusiones. Álvaro Siza es muy celoso de su intimidad. Como periodista es un valor que he aprendido a apreciar y a respetar. Durante las distintas conversaciones que mantuvimos fueron innumerables las ocasiones en las que una simple mirada, una palabra interrumpida, me hicieron entender que a partir de ahí nos encontrábamos en una frontera que no era admisible traspasar. Nunca intenté forzar ese paso, incluso aunque en alguna que otra ocasión llegara a pensar que podría ser útil ir un poco más lejos. Desde ese punto de vista, como periodista me siento agradecido por no haber crecido en una época en la que llega a considerarse una virtud la falta de respeto por esos valores, el desprecio por el espacio íntimo de cada persona. A excepción de una entrevista realizada expresamente para su inclusión en este libro, el resto de los trabajos se publicaron a lo largo de los años en la “Revista” y el suplemento “Actual” del semanario Expresso, en Arquitectura & construção, y en la revista de viajes alemana Merian. Al recuperar y releer estos artículos y entrevistas, me enfrenté a lo que podría denominarse “el síndrome del retrato retocado”. La historia está llena de fotografías modificadas por motivaciones políticas, estéticas o sociales de momentos determinados; siempre he preferido los originales. Por eso, la opción en este caso ha sido no interferir en los textos, excepto las obvias correcciones ortográficas. Hay algún caso en el que se ha considerado conveniente colocar notas a pie de página, sencillamente para contextualizar mejor las cosas o, sobre todo, para explicar cómo evolucionaron proyectos en los que Siza decía estar trabajando en el momento de nuestro encuentro. Porque si, por ejemplo, en un texto se habla de la admiración que “hace unos días” expresaba Eugénio de Andrade delante de la iglesia de Marco de Canaveses, no me ha parecido 9 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . relevante corregir o retirar esa afirmación que nos sitúa en un tiempo indefinido, y mucho menos concretar su fecha exacta. Creo que lo importante es el sentimiento expresado por el poeta, y no tanto cuándo manifestó esa admiración. En el libro se incluyen varios dibujos amablemente cedidos por Álvaro Siza, por lo que no puedo dejar de expresar mi agradecimiento público. Sin embargo, ello no implica ningún otro tipo de colaboración del arqui- tecto en esta edición, cuya responsabilidad debe atribuirse únicamente al editor y al autor. 10 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . El mundo de Álvaro Siza Donde se habla de un joven que se matriculó en arquitectura con reservas porque en realidad quería ser escultor, y donde se narra un viaje a Barcelona en el que Álvaro quedó fascinado por la obra de Antoni Gaudí. Álvaro Siza ha obtenido ya todos los premios importantes que puede ofrecer la arquitectura. Su obra, conocida en todo el mundo, actualmente es un punto de referencia internacional. Pero se sabe poco de su vida. Huye de los actos sociales y de las querellas mundanas para aislarse en una casa (que ni siquiera ha proyectado) y dibujar. “Algunos juegan al golf, yo dibujo. Libera mi espíritu”. Barcelona, en la frontera entre dos décadas. La década de 1940 se desvanece. Nace la de 1950. El joven Álvaro, delgado, con gruesas gafas redondas y unos ojos que desbordan curiosidad, acompaña a sus padres en un viaje por España. El ingeniero Júlio Siza Vieira, que nació en Brasil y llegó a Portugal con apenas doce años junto a su madre y sus cinco hermanos, era considerado un hombre de cultura y vasta formación humanista. El trabajo en la refinería Angola de Matosinhos no interfería en los firmes intereses literarios que tenía desde la adolescencia. Leía mucho y le encantaba viajar. Cuando llegaban las vacaciones, alquilaba un coche con chófer y salía de viaje con Cassilda y sus hijos. Casi siempre 11 Entrevista realizada junto al periodista Jorge Fiel para su publicación en la “Revista” del semanario Expresso (5 de enero de 2002), publicada aquí por primera vez en su versión íntegra. Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . a España. Recorría Cataluña, Andalucía, Extremadura, Cantabria, Asturias. Salía en busca de los museos, de la belleza singular de las plazas espa- ñolas, del ambiente peculiar de los mercados. La peseta estaba por los suelos, por lo que Júlio podía proporcionar a Cassilda y a los jóvenes Álvaro, Teresa y António unas vacaciones excelentes, en buenos hoteles y pasando por restaurantes inolvidables. Un día llegaron a Barcelona. Álvaro andaba algo triste y pensativo. Tenía muchas ganas de dedicarse a la escultura. Le encantaba la posibilidad de trabajar las formas, le fascinaba el trabajo creador que nace de la manipulación de distintos materiales. Su padre tiene una opinión diferente y, al igual que Cassilda, no puede dejar de asociar al escultor con la idea delartista bohemio, incapaz de ganar lo suficiente para vivir. Álvaro tomó una decisión. Por aquel entonces la Escola de Belas-Artes de Oporto era un espacio lo suficientemente amplio como para albergar disciplinas tan distintas como la escultura, la pintura o la arquitectura. Opta por la arqui- tectura, que su padre ingeniero considera un mal menor sin saber que el joven Álvaro ha pensado: “Empiezo arquitectura y después me cambio”. No se cambió. Su llegada a Barcelona y el contacto con la fuerza plástica de las formas onduladas de la casa Milà o con la poderosa Sagrada Familia, dos obras de Antoni Gaudí, constituye una especie de revelación. Hasta entonces no había prestado atención a la arquitectura, pero allí se quedó impresionado, porque aquellos edificios, que formaban parte de una arquitectura llena de fuerza y originalidad, no tenían nada que ver con la escultura, al contrario de lo que había pensado. Aquellas formas y aquellos volúmenes estaban hechos de elementos banales como puertas, rodapiés, tiradores, etc. Sin embargo, asumían una singulari- dad inesperada. El joven Álvaro lo contemplaba intrigado y se preguntaba cómo era posible que algo en principio tan aburrido como una puerta pudiese proyectar toda esa fuerza creativa. Hoy, mientras fuma uno de los interminables cigarrillos que acompañarán toda la conversación, reconoce que Gaudí le marcó hasta el punto de irse de Barcelona con un interés hasta entonces insospechado por la actividad que le transfor- maría en uno de los arquitectos más respetados y famosos del mundo. Álvaro Siza nació en 1933, un año terrible. El año comenzó con el nombramiento de Adolf Hitler como canciller alemán, mientras René Clair 12 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . estrena la película 14 de julio en París. En febrero arde el Reichstag y en marzo Norteamérica se queda boquiabierta con las aventuras de un nuevo héroe, un gorila llamado King Kong. Federico García Lorca presenta Bodas de sangre en Madrid, y el mes termina en Portugal con la constitu- ción promulgada por António de Oliveira Salazar que suspende todas las libertades públicas. En mayo estalla un escándalo cinematográfico: Marlene Dietrich aparece vestida de hombre en una película. El 25 de junio, Cassilda Siza Vieira (que actualmente tiene 99 años)1 da a luz en Matosinhos a un niño que se llamará Álvaro; 65 años después, sigue viviendo en Matosinhos, en la misma casa a la que fue a vivir cuando llegó. Conoce los premios de Álvaro; se alegró con el Pritzker, una especie de Premio Nobel de la arquitectura que concede la Hyatt Foundation de Chicago.2 Ha oído hablar del Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea.3 No ignora las constantes solicitudes, llegadas de todos los rincones del mundo, a las que su hijo debe atender. Es algo que la entristece, porque raramente lo ve. Desearía regañarle, porque “trabaja demasiado”. Cassilda llega a echar de menos al Álvaro tímido que durante la adoles- cencia reveló una pasión enorme por el hockey sobre patines. Jugó en el equipo Infante de Sagres, pero tuvo que dejarlo a los 16 años por proble- mas de vista. Esto puso fin a uno de los motivos que le hacían salir de casa. “La vida era muy rutinaria”, recuerda Álvaro Siza. El lunes se comía un plato que se repetiría al lunes siguiente, al igual que el resto de los platos de los otros días de la semana. El día pasaba sin grandes sobresaltos, estu- diando, leyendo, dibujando. “Álvaro nunca fue muy enamoradizo”, recuerda Cassilda. Los parientes cercanos solían regalarle libros por su cumpleaños. Así fue cómo devoró las colecciones de Julio Verne, Júlio Dinis y, sobre todo, de Emilio Salgari, “además de otros libros menos recomendables, leídos a escondidas”. Más tarde aparecen algunas traducciones de escritores 13 1 Cassilda Vieria tenía en ese momento 99 años. Cumpliría 100 el 26 de noviembre de 2005. 2 Álvaro Siza recibió el Premio Pritzker en 1992 en Chicago [N. del Ed.]. 3 Álvaro Siza fue el ganador de la primera edición del Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Contemporánea por el Banco Borges e Irmão, Vila do Conde (Portugal) en 1988 [N. del Ed.]. Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . estadounidenses, Ernest Hemingway y William Faulkner entre otros, con historias muy directas, muy secas, que le impresionan. Entre todo, o por encima de todo, estaba y está el dibujo, “una necesidad” que le libera. Comenzó a dibujar muy pronto. Se cuentan ciertos episodios, que perte- necen más bien al ámbito de la leyenda, como el de que no es extraño verlo solo, de noche, dibujando en los cafés de Oporto. Laura Soutinho, mujer del arquitecto Alcino Soutinho, una de las amistades más antiguas y sólidas de Álvaro Siza, conoce bien los rincones de su casa y sabe que son innumerables los cuadernos de dibujo esparcidos por ella. Porque Álvaro dibuja mucho. Dibuja siempre. Dibuja casi compulsivamente. A veces para durante unos instantes. Libera su lado melómano. Se sumerge en los dramas operísticos que tanto le fascinan. Otras, rellena los espacios de silencio con el dibujo de palabras. Palabras encadenadas con sentido poético. Poesía, si se quiere, a pesar de que él raramente comparte con alguien esos fragmentos de distintos días. No es difícil ima- ginar esa propensión suya a la escritura sentida, poética. Basta leer los innumerables textos que se han ido publicando en las revistas de arqui- tectura a lo largo de los años. Son verdaderos hallazgos de contención verbal. El dibujo es una compañía continua. En todas las circunstancias. El que más placer le proporciona es el dibujo de viajes. Le encanta pasear al azar, sin plano “y con una absurda sensación de descubridor”. Duda de que haya algo mejor que estar sentado en “una terraza de Roma al final de la tarde, disfrutando del anonimato y de una bebida de color exquisito”, con “monumentos y monumentos por ver y la pereza que avanza dulce- mente”. Es cuando entra el lápiz en escena. Trazos fugaces, rápidos, que fijan imágenes, rostros en la multitud, perfiles difuminados con detalles luminosos. El lápiz dibuja, dibuja. Las manos firmes, intensas, creadoras, desbordan la hoja en blanco. Siza era todavía estudiante cuando realizó la primera exposición de pintura y dibujo en Coimbra. La arquitectura vino después y “se convirtió en algo suficientemente duro como para que fuese necesaria una distracción. Algunos juegan al golf, yo dibujo. Dibujo en casa, en un cuaderno. Aunque sea una liberación, el dibujo es además un instrumento de estudio, de investigación y comunicación muy importante para el arquitecto. Pero también es una actividad que libera mi espíritu”. Sin embargo, puede ser una pesadilla para quien le acompaña a las obras. Para Siza el proyecto 14 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . nunca está terminado de forma definitiva. El dibujo en la obra es un com- ponente esencial de su forma de estar en la arquitectura. Así sucedió con el Centro Galego de Arte Contemporanea (Santiago de Compostela, España, 1986-1995) o con la iglesia de Marco de Canaveses (Portugal, 1990-1996),considerada una obra maestra de la arquitectura contempo- ránea. Al contemplarla hace unos días, al poeta Eugénio de Andrade casi le ahoga la admiración. En una especie de desahogo pronunció una cita de san Agustín: “La belleza es el esplendor de la verdad”. El joven sacerdote Nuno Higinio, responsable del encargo del proyecto, nunca imaginó ver el templo convertido en un espacio de peregrinación mundial lleno de gente fascinada por el trabajo arquitectónico desarrollado en él. Sabe que su iglesia es impúdicamente bella. A pesar de haber acompañado la obra desde el primer momento, continúa sorprendiéndose cuando vuelve a contemplarla. La obra excedió todo lo que pudiese imagi- nar, hasta el punto de pensar que está ante “la primera iglesia construida según el espíritu del Concilio Vaticano II y, por ello, clave para la arquitec- tura sacra mundial”. Sin embargo, fue una construcción difícil, “tal vez poco agradable para el contratista”, cuenta el párroco. Siza “es muy rigu- roso, exigente y, al mismo tiempo, desconcertante. Considera el proyecto como el discurrir de la obra, haciendo grandes alteraciones”. Dibujar es un acto solitario, surge casi como una metáfora de la vida del arquitecto, marcada también por una profunda soledad. Algunos de sus amigos establecen una relación inevitable entre la forma de vida casi monástica por la que ha optado Siza y la muerte, en 1973, a los 33 años, de su mujer Maria Antónia. Laura Soutinho la recuerda con emoción. Ambas vivieron momentos mágicos de una adolescencia intensa en el seno de la burguesía de Oporto. “Era una mujer bellísima y una gran artista. Dibujaba muy bien”. Murió en silencio, mientras dormía, sin que nadie se diese cuenta. Dejó dos hijos, un chico y una chica, y un hombre destrozado por la violencia del dolor contenido en esa partida. Siza sigue viviendo completamente solo. Una asistenta se ocupa de la casa. Un espacio que no le dice mucho, pero donde construye grandes momentos de retiro cuando quiere encontrar un sosiego absoluto, estudiar o resolver cualquier asunto delicado. Puede parecer paradójico, pero nadie le ha oído jamás hablar de construir su propia casa. Tiene un apartamento en Foz, en el mismo edificio que Eduardo Souto de Moura, y una casa en Malagueira, 15 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . donde empezó a colocar algunos muebles diseñados por él. Sin embargo, fundamentalmente vive entre aeropuertos, hoteles y el refugio amigo que le proporciona la casa de Alcino Soutinho, donde come con mucha frecuencia. Incapaz de aparecer por iniciativa propia en una fiesta o un acto social, la vida de Álvaro Siza transcurre entre un grupo muy restringido de compañe- ros y amigos de siempre al que, entre otros, pertenece Fernando Távora. Se trata de una relación antigua que se remonta a los tiempos de su ingreso en la Escuela de Arquitectura. Siza llegó a la escuela en un momento de renovación. Carlos Ramos, natural de Lisboa, era el nuevo director y llamó a una serie de arquitectos muy jóvenes para renovar el cuerpo docente. Portugal comenzaba la década de 1950 amordazado por un fascismo lleno de saña y cada vez más incompatible con los nuevos aires políticos y culturales que estaban surgiendo en Europa. Uno de los nuevos profesores asistentes era Fernando Távora, miembro, como Alfredo Evangelista Viana de Lima, de los CIAM, una organización por la que en aquel momento pasaba la esencia de los nuevos conceptos arquitectónicos de un mundo en ebullición. Siza recuerda que Távora “traía siempre muchas noticias, contaba la visita a la casa de Le Corbusier, hacía descripciones fantásticas, y también eso acabó interesándome e hizo que dejase de pensar en la arquitectura como un castigo”. En ese momento abandona por completo “los moldes de escultura que seguía haciendo, así como las acuarelas, porque la arquitectura se convirtió en algo absorbente”. La llegada de Carlos Ramos —sin posibilidades de hacer carrera en Lisboa— generó la incorporación de estudiantes. Nuno Portas, Pedro Vieira de Almeida, Vítor Figueiredo y otros se trasladan a Oporto, donde terminan la carrera. Siza recuerda el espíritu de equipo y el trabajo común que desarro- llaron entonces. “Esas personas se hicieron cargo de la revista de arquitec- tura y empezaron a incluir otras informaciones a través de traducciones de libros ingleses e italianos”. Después se realiza el Inquérito à arquitectura popular portuguesa 4 y tiene lugar el Congresso dos Arquitectos, “donde 16 4 El Inquérito à arquitectura popular portuguesa fue un mítico estudio de la arqui- tectura popular portuguesa llevada a cabo por el Sindicato Nacional de Arquitectos entre 1955 y 1960, y publicado en 1961 como Arquitectura popular em Portugal [N. del Ed.]. Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . se hace una crítica más clara al régimen”. Son señales que permanecen y trazan un camino situado a la izquierda. A pesar de que nunca ha tenido una participación activa, Álvaro Siza asume la necesidad de conquistar, también dentro de la profesión de arquitecto, “la libertad creativa, no mediante la ruptura o de una forma voluntarista, sino teniendo en cuenta que nos movemos entre restricciones y exigencias”. Ha sido candidato por las listas de la CDU (Coligação Democrática Unitária) en las munici- pales, pero no acepta la militancia en ningún partido. Lo único que sucede es que ha encontrado muchas cosas con las que está de acuerdo “que vienen en mayor medida de la CDU que de otros partidos”. La conversación se prolonga durante horas. Las colillas se amontonan en un cenicero repleto. El eco devuelve su voz grave en un estudio vacío, un sábado por la mañana. A la entrada, un cartel escrito en diez idiomas pide que por favor se cierre la puerta. No es petulancia, es una necesi- dad absoluta. Por él pululan durante la semana arquitectos jóvenes de distintas nacionalidades. Actualmente trabajan en él seis italianos, una estadounidense, una rusa, un brasileño, un argentino, etc., y hace quince días que se marchó un japonés. Todos los días llegan propuestas de prácticas provenientes de los lugares más insospechados. El arquitecto raramente está para responder. Los compromisos en distintos puntos de Europa le obligan a ser un habitual de los aeropuertos. Hace tiempo, cuando el ministro portugués de Cultura quiso hacer una presentación del estado de las obras del Museu de Arte Contemporânea que se estaba construyendo en Serralves, la visita tuvo que hacerse a partir de determi- nado momento a toda velocidad, porque aquella tarde Siza tenía una reunión en Roma y a la mañana siguiente un compromiso ineludible en Oporto. Es un ritmo alucinante. Un pie en Lisboa, otro en Ámsterdam. Un salto a Berlín, un paso por Évora. Una visita a Macao, una conferencia en Chicago. Tal vez por eso, José Manuel Fonseca, actual delegado del ICEP (Instituto do Comércio Externo de Portugal) en Oporto, ex concejal de Cultura del Ayuntamiento de Matosinhos y uno de los grandes dinami- zadores del Centro de Documentação Álvaro Siza, subraya que Siza debede ser “el único gran hombre de la cultura portuguesa reconocido actualmente en el ámbito internacional y global, además del único que ha conseguido traspasar las fronteras de Europa y ha sido premiado en Estados Unidos”. 18 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Siza casi pide disculpas porque sea así. En un gesto de irritado desahogo con el periodista, hace unos días me decía que tenía la impresión de que la olvidaba su profesión de arquitecto: “Me solicitan para todo, para las conferencias más insospechadas y para un sinfín de entrevistas y decla- raciones”. Le falta tiempo, a él que tanto le gusta perder el tiempo viendo la televisión mientras dibuja. Le falta tiempo para desmontar esa falsa marca de tristeza que moldea su rostro. “Álvaro es divertidísimo y bromea mucho, sobre todo si está en un ambiente familiar”, revela una amiga. En Oporto nunca tiene una mañana o un día disponibles. Aprovecha el tiempo de espera en los aeropuertos, o antes de una nueva reunión en una ciudad extranjera, para comprar ropa. El único problema es que todo ese trabajo puede verse destruido por la distracción que siempre le ha caracterizado. Puede que en este momento algunos empleados atentos de varios hoteles del mundo posean huellas de la intimidad de uno de los arquitectos más famosos del mundo. Al hacer la maleta puede dejar en la habitación un calcetín, unos pantalones, una camisa, pero nunca el cuaderno mágico que siempre le acompaña. El mundo de Siza está guardado en una hoja en blanco. La hoja del dibujo. 19 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Confesionario Donde se habla del hombre y del arquitecto que, antes de serlo y de su consagración mundial, empezó de forma desafortunada, porque un periódico de Matosinhos dijo de su primera casa que era una vergüenza para la ciudad, la segunda fue apodada “la vaquería”, y en la tercera —un centro parroquial— fue despedido a mitad de la obra. Dicen que es una persona triste... ¿Triste? Irritado quizás. ¿Por qué irritado? Porque la actividad de la arquitectura es como una carrera de obstáculos. Hay infinidad de problemas, retrasos, cancelaciones… Eso pone de mal humor. Cuando cierro el despacho me pongo de buen humor. ¿Pasa poco tiempo en Oporto? Estoy aquí siempre. Hago algunas salidas, que he reducido al mínimo inevitable, para impartir seminarios o conferencias. Ahora bien, tengo obras fuera que también exigen salidas, aunque han disminuido mucho. Esta frase es suya: “Todas las ciudades son mi ciudad, a la que siempre regreso”. ¿Se siente cada vez más unido a la idea de ciudad? Sí. Me gusta vivir en la ciudad. No me imagino viviendo en un pueblo, en el campo. En la ciudad es donde pasan más cosas, no sólo en el ámbito cultural. 20 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . ¿También pasan más cosas en la ciudad desde el punto de vista arquitectónico? La arquitectura está muy unida a la ciudad, porque es en ella donde se construye más y donde surgen los equipamientos de mayor dimensión y protagonismo. Para bien o para mal, es donde se concentran más recursos financieros. Sin embargo, en cierta ocasión dijo que las experiencias de la nueva arquitectura deberían ubicarse en los límites de la ciudad y no tanto en su interior... Dije eso en determinado contexto. Cuando nos enfrentamos al centro histórico de una ciudad europea, con un conglomerado de estilos y tipos de intervención sucesivos, nos damos cuenta de que la ciudad posee esa complejidad y de que tiene historia. Cuando se trata de recuperar ambientes arquitectónicos, ya no existe la idea de que puede tirarse todo menos los monumentos. A través de la experiencia y de los resultados de otro tipo de intervenciones, se ha comprendido que los monumentos viven como complemento del tejido urbano. Actualmente la recuperación se entiende como recuperación del ambiente. Realmente no me reconozco en el tipo de intervención destinada a dejar una firma introduciendo alteraciones significativas en nombre de nuestra época. ¿Dónde sería imposible una actuación de ese tipo? Tenemos el caso de la catedral de Oporto. Presenta intervenciones de varias épocas como el barroco, el gótico, el románico. Para mí —y esto no significa que sea una regla— es impensable hacer ahora una escalera de acceso moderna. Ya se ha destruido mucho. Pasamos un período durante el que la tendencia era eliminar, hasta el punto de que existía una ideología que proponía eliminar el pasado y construir con un plazo de caducidad objetos que desaparecieron rápidamente. No forma parte de mi manera de pensar la idea futurista de la destrucción, la construcción, la destrucción, la ciudad como retrato contemporáneo; por tanto, no haría una escalinata con una sala moderna, tal como lo entendemos ahora. Se ha destruido tanto que es importante mantener ese registro de la historia. Tiene que haber contención a la hora de introducir la nueva arquitectura. Me acuerdo bien del contexto en el que hice aquella 21 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . afirmación. Fue en un momento en el que se criticaba la intervención en el Chiado, en Lisboa; se la tildaba de conservadora y se la acusaba de no registrar con claridad una intervención de época dentro de un barrio que es una gran masa de construcción prefabricada sistemática. También se decía que se había perdido la oportunidad de realizar una intervención contemporánea, y que eso era perjudicial para la vitalidad de la ciudad y para la expresión de la arquitectura contemporánea. Lo que dije entonces es que para eso ya está la periferia, y lo decía con un tono crítico, porque generalmente en la periferia vale todo. En la periferia hay muchas oportunidades para materializar el deseo de expresar la época de una forma ligada al diseño, y no creo que estén muy bien aprovechadas. Por ello, en general, cuando la gente visita las ciudades tienen más interés por estar en el centro histórico que en la periferia, donde la calidad es generalmente bajísima; calidad de vida y de arquitectura, ambas cosas van unidas. Pero la gente se ve cada vez más impelida hacia las afueras, ya sea por falta de viviendas en la ciudad o bien porque los precios son altísimos. Usted se enfrentó a ese problema en el Chiado, donde desde el principio tuvo grandes presiones para que todo aquello se convirtiese en oficinas... Sí, al principio. Había enormes presiones, pero fue el propio Ayuntamiento de Lisboa el que decidió que tenía que haber un porcentaje significa- tivo de viviendas. Hacia la mitad del proceso desapareció la presión, porque mientras tanto se había producido un exceso de oficinas en Lisboa, como ya había sucedido en Oporto. Más tarde, incluso algunos edificios destinados a oficinas se transformaron en viviendas. ¿Por qué fracasóla idea de un hotel en el Chiado? Nadie se hizo cargo. El edificio del Chiado tuvo un proceso complicadísimo, porque estuvo en los tribunales, llegó incluso al Tribunal Supremo. Se litigó durante años por la propiedad del edificio, y durante todo ese proceso se negoció con varios promotores con la idea de construir el hotel, una idea del entonces alcalde Nuno Abecassis, que yo asumí encantado. Sin duda, era posible construir allí el gran hotel de prestigio que Lisboa se merece. Fue muy difícil defender aquellos últimos pasos, pero en ese aspecto el Ayuntamiento de Lisboa me apoyó mucho a 22 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . través de los alcaldes Nuno Abecassis, Jorge Sampaio y João Soares; cada uno a su manera, todos me dieron su total apoyo. Sus obras lisboetas dejan un rastro de polémica. A pesar del aplauso generalizado, hubo quien consideró que la arquitectura del Pabellón de Portugal de la Exposición Internacional de 1998 poseía reminiscencias del período fascista... No conozco arquitectura fascista. Si la arquitectura fuese fascista, sería humana. Son los hombres quienes son fascistas, no la arquitectura. Pero, ¿de la época fascista? Es absolutamente natural. Al trabajar en una ciudad, uno intenta impregnar la obra con la vocación formal de la ciudad, porque ésta tiene una historia. Las variantes que la historia registra en la ciudad crean una atmósfera general. Por eso, cuando llegamos a Lisboa reconocemos que estamos en Lisboa. No es sólo la presencia humana, sino también la propia arquitectura; hay un no sé qué en la arquitectura que identifica a la ciudad. Toma un carácter que se va comunicando de generación en generación. El barroco de Oporto no es como el barroco romano. Se trata de algo que tiene que ver con los hombres, con quién lo ha construido y con quién lo utiliza, y también con las propias formas. Lisboa tiene una impronta muy importante de un período que se desarrolló en varias fases. El período inicial del fascismo portugués fue una fase muy interesante, cuando en Portugal se seguía en cierta forma el modelo italiano, mucho más que el alemán, bastante más pesado y muy caro. En este primer período se construyeron equipa- mientos. El régimen de Benito Mussolini hizo lo mismo contratando a grandes arquitectos, como más tarde haría también el régimen portugués bajo la orientación de Duarte Pacheco. Este hecho fue determinante entonces para la propia afirmación de los arquitectos, porque antes casi no los había y, sobre todo, nunca ocupaban cargos de dirección. Pacheco era un ingeniero muy inteligente y con una gran formación. En esa época grandes arquitectos portugueses tuvieron encargos del régimen; o se emigraba o se trabajaba para el régimen. Por lo que he observado y leído, durante el arranque del régimen, una época que yo no viví, había un clima de gran entusiasmo. El ascenso del fascismo en Portugal tuvo un gran apoyo popular, con alguna resistencia. Pero a partir de determinado momento, el propio régimen se convirtió en un obstáculo 23 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . para la arquitectura, estableciendo unos condicionantes bastante rígidos que alejaron a muchos arquitectos, bien porque no se les contrataba o bien porque no aceptaban las condiciones. ¿Las obras que se hicieron entonces marcaron mucho la ciudad? Marcaron el tejido. Algunas de esas zonas están hoy en un estado de decadencia, pero hay un gran interés por vivir en ellas, pues los planes y la arquitectura son buenos. Hay una impronta muy grande de ese tipo de arquitectura en la ciudad, que tiene sus migraciones, también desde el punto de vista ideológico, a la ciudad antigua de Lisboa. Es imposible imaginar Lisboa sin la imagen de esa arquitectura de inicios del fascismo en Portugal, pero que no es fascista. Algunas son obras públicas de mucha calidad. Hace poco estuve en la Biblioteca Nacional, un edificio sobresaliente, como también el Instituto de Oncología (1927-1933) de Carlos Ramos y muchos otros. Hay zonas de la ciudad y edificios públicos de gran calidad, y forman parte de la imagen de Lisboa. No tiene que ver con la geografía, tiene que ver con la imagen general. Y Oporto, ¿cómo es la atmósfera general? Oporto tuvo un período de bloqueo; durante muchos años estuvo parado. Por ello el centro histórico posee una gran calidad, porque no se hizo nada durante mucho tiempo. No interesaba. El Oporto glorioso de los siglos XVIII, XIX y principios del siglo XX estuvo bloqueado. Es algo que recorre todos los años del régimen en Portugal. La única gran actuación en la ciudad, de energía puesta en la ciudad, corresponde a la época en que estuvo aquí Robert Auzelle, cuando Machado Vaz era alcalde. Vaz llamó a Auzelle, un prestigioso urbanista francés, para lanzar un programa de erradicación de las zonas marginales. Fue él quien me encargó el primer proyecto de la Avenida da Ponte. Cuando Auzelle llegó aquí dijo que no había que construir viviendas sociales de ese modo. Oporto necesitaba un plan y se creó el Plan Director. Contrató a arquitectos jóvenes, creo que los mejores que había por entonces, y se creó un buen equipo a su alrededor. Además se pusieron en marcha programas de vivienda social. No significa que antes no hubiese viviendas sociales, sino que él confirió a esa zona un sentido de ciudad al integrarla en un Plan Director. 24 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Se contrató a Auzelle porque en la ciudad ya existía un deseo de innovación y una actitud diferente, como se ve en el barrio de Ramalde (1951-1960), una bellísima obra de Fernando Távora anterior a la llegada de Auzelle. Por entonces se construyeron varios barrios, como la Pasteleira, según un determinado tipo de arquitectura entonces en boga. ¿Ese hecho se corresponde con un período de gran expansión? Con ese alcalde se dio un gran impulso a la vivienda social. El objetivo no era únicamente construir casas, sino también crear un ambiente. Normalmente se trataba de bloques de cuatro plantas colocados en un parque con un tratamiento de los espacios públicos y todo un programa relativo al sistema viario, que fue paralizado. Ha quedado una obra simbólica de este período: el viaducto de Gonçalo Cristóvão, del que sólo se construyó la mitad de lo previsto. El Plan Director de Auzelle no se llevó a cabo, pero se corresponde a una fase de euforia en torno a la nueva ciudad —con viaductos, túneles, etc.— que se dio por toda Europa. Se puede criticar el Plan Director de Auzelle, pero está muy marcado por la época. Logró que se realizasen muchas cosas, sobre todo en lo que se refiere a la vivienda social. En ese contexto surge el proyecto siempre aplazado de la Avenida da Ponte... El Plan Director incluía un proyecto para la Avenida da Ponte, uno de los puntos clave del programa. También preveía aparcamientos, pero sólo se construyó el Silo-Auto de Sá da Bandeira, obra de Alberto Pessoa y João Abel Bessa (1964). Puede que hoy en día se diga que aquel plan hubiese sido un desastre para Oporto, que se habrían destruido muchas cosas, pero el plan no puedevalorarse fuera de contexto. Creo que Auzelle tuvo una actuación determinante en la ciudad y su futuro, aunque lo esen- cial de la idea del plan, que estaba basado principalmente en los problemas de tráfico, no se llevase a cabo. Para la Avenida da Ponte fueron precisos más de 40 proyectos, algunos muy interesantes, como el de Távora, que no se llevó a cabo porque no había fondos para realizar los viaductos, y también porque no proponía un volumen construido que financiase el resto de la obra. Todos se rechazaron por una razón de fondo: tapaban la catedral. En aquel momento, sobre todo al final, la idea consistía en que 25 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . los monumentos debían quedar aislados en toda su grandeza y que había que tirar lo que estaba a su alrededor, cosa que se hizo. Lo curioso es que el Plan Director de Auzelle (a quien recuerdo haber conocido en una visita que él hizo al restaurante Boa Nova) también tapaba la catedral. Ya por entonces intentaba rehacer el tejido de la ciudad, que era un bosque de viaductos que también tapaba la catedral. Mi proyecto fue aprobado, tal vez porque era bastante calculador, aunque también tenía convicciones. Una de las propuestas era no construir los viaductos. Para evitar el viaducto tuve que estudiar un sistema de sentido único que todavía sigue funcionando en lo esencial. Como tal, ya no tapaba la catedral. El proyecto actual no tiene nada que ver con el de la década de 1960... El concepto es totalmente diferente, asumiendo que entonces no sé si lo hice de manera calculada, para que se aprobase el proyecto, porque todavía no estaba en condiciones de darme cuenta de que ese equilibrio entre el tejido urbano y los monumentos era esencial para el ambiente de la ciudad. Ahora ya no es así. Los edificios que propone han suscitado polémica, pero no demasiada. La gran polémica se produjo cuando se construyó el bellísimo proyecto de la Casa dos Vinte e Quatro (1995-2003), obra de Fernando Távora. Pero está paralizado... Hubo una reprobación, pero no tiene que ver con la polémica gene- rada por el caso de la Casa dos Vinte e Quatro, un proyecto evidente- mente polémico por su calidad, coraje y visión. Fernando Távora me enseñó el proyecto cuando yo estaba con el de la Avenida da Ponte: lo encontré brillante. Era el inicio indispensable para la idea de un cambio de dirección en la intervención en aquella zona. Seguí ese principio; es decir, rodear la catedral y otorgar de nuevo monumentalidad a un monumento que estaba expuesto, desamparado, que carecía de monumentalidad. ¿Ha mejorado Oporto como ciudad, o está peor? Resulta muy complicado plantear la cuestión en esos términos. Es evidente que en muchos aspectos está mejor, como, por ejemplo, en los equipamientos: actualmente hay teatros, cines —aunque muchos 26 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . estén en centros comerciales—, equipamientos deportivos, gimnasios, piscinas y mejores comunicaciones. Oporto ha experimentado las mismas mejoras que todas las ciudades portuguesas, sobre todo después del 25 de abril. Es una mejora evidente. En otros aspectos, ha perdido bastante su carácter debido a intervenciones que eliminaron la belleza de ciertas zonas de la ciudad. Hay cierta periferia que no ha crecido con calidad. Son fenómenos que se dan en casi todas las ciudades, también fuera de Portugal, pero que aquí alcanzan un nivel lamentable. Basta llegar en avión, atravesar toda España y entrar por el norte del país. Enseguida se aprecia en el territorio algo que es más evidente que en tierra: la dispersión desordenada de construcciones. En España, sin embargo, las ciudades y los pueblos son concentraciones que dejan territorio libre para la agricultura o el ocio. ¿Tiene alguna explicación para ello? Falta de planificación y de control del uso del territorio. Se ha hablado mucho de la ciudad densa. ¿Tiene sentido plantear la cuestión de esta forma? Uno de los problemas es la disminución de la población en la ciudad, y a veces de su densidad, que se corresponde con una mejora de las condiciones de vida. El barrio de Barredo en Oporto tuvo la densidad más alta de toda Europa. Cuando Auzelle llegó para trabajar en el Plan de Oporto decía que no había ningún lugar en Europa con tanta densidad como en Barredo. Esa densidad ha disminuido mucho, y es algo bueno, porque ya no vive toda una familia en una habitación. Hay una disminución de la población que tiene que ver con las alternativas que, supuestamente, ofrecen más confort y calidad de vida. Existen otros aspectos de desequi- librio del territorio que pueden provocar un vaciamiento dramático de las ciudades. Vemos lo que ocurre con el comercio local ante la existencia, proximidad y presencia de grandes espacios comerciales en la ciudad que lo absorben todo. ¿La solución pasa por prohibirlos? Hice un proyecto en Montreuil, Francia, cerca de París (1993). Una parte era una superficie comercial. Era un proyecto grande, provocado por el 27 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . fracaso de un enorme centro comercial que había destruido el centro de la ciudad y que se encontraba abandonado. El proyecto no se llevó a cabo por motivos financieros, y el problema subsiste en una ciudad que tiene un enorme centro comercial subterráneo conectado a los medios de transporte, pero que sencillamente fue un fracaso. Cuando desarrollaba mi proyecto, que incluía una superficie comercial (no subterránea en este caso) aunque de dimensiones mucho menores, pude comprobar que en Francia se ejerce un gran control sobre la construcción de centros comerciales. Ya no se construyen dentro de la ciudad como sigue suce- diendo en Portugal. Es algo que desequilibra mucho y tiene un coste muy alto para la gente y para la ciudad porque multiplica problemas cuya solución es difícil y cara. En este momento ya tenemos la experiencia de otros lugares que han pasado por ese proceso, lo cual permite rechazar esas soluciones, pero esto no ocurre nunca. Parece que existe una especie de fatalidad que obliga a pasar por las mismas fases. Cuando se habla tanto de globalización, por lo menos deberían globalizarse las experiencias. Se da una dinámica que hace difícil traspasar y evitar ciertas etapas de evolución. A pesar de esas restricciones, después del 25 de abril y durante los últimos diez años ha existido cierto tipo de energía en Oporto... Después del 25 de abril se produjo una explosión, porque existió organización. El gobierno lanzó el programa SAAL (Serviço Ambulatório de Apoio Local), cuando el arquitecto Nuno Portas era secretario de Estado, en el que trabajé en una de sus brigadas. Estuve allí a través de un grupo de estudiantes. Es una historia curiosa, porque en la carrera de Arquitectura, que entonces formaba parte de la Escola de Belas-Artes, se hacían muchos trabajos centrados en los barrios, en las zonas marginales. Se realizaban estudios sobre las condiciones de las viviendas. Hay un trabajo precursor, un trabajo extraordinario, el que desarrolló en el barrio de Barredo, en Oporto,Fernando Távora, que partió de un estudio exhaustivo y que acabó dando lugar a un análisis completo de la situación, además de proponer un proyecto de recuperación. 28 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . ¿El CRUARB1 nace a partir de él? En gran medida sí. Távora fue propuesto para dirigir la operación, que no formaba propiamente parte del SAAL. Él no quiso aceptar, pero llevó a cabo una intervención muy importante en el corazón de Barredo. Después fue apartado. En la misma época en que se suspendió el SAAL, también cambió de dirección el Comisariado de Barredo. Yo mismo hice una obra allí, una obra que me gusta mucho porque nadie ve la mano de un arquitecto. Muestra lo que creo que hay que hacer en un caso así: no debe notarse la mano del arquitecto; se trata de otra cosa, del espíritu. ¿Puede ser esa una buena definición de arquitectura? No. Es una definición de una intervención en un determinado centro histórico. En el caso de Barredo existía un tejido bellísimo con acumulaciones sucesivas. Trabajé en dos casas en la Rua da Fonte Taurina (1976). Si pasa por allí no las descubrirá. Existe la idea de que la calidad es secundaria en la vivienda social. Independientemente de los condicionantes económicos existentes, parece considerarse una especie de elitismo arrogante el hecho de proyectar vivienda social de calidad. Reduciéndolo a la expresión más simple, es como decir “no está hecha la miel para la boca del asno”. Es lo que pienso. Ahora bien, es exactamente allí donde se debe concentrar un gran esfuerzo de calidad, lo que no significa ni mucho dinero ni costes elevados. El 25 de abril abrió un nuevo período de muchas intervenciones, pero después se produjo nuevamente un bloqueo... Fue un período intenso pero breve, un camino que volvió a bloquearse. Fue la señal de un conocido cambio político, el del 25 de noviembre de 1975.2 Se desacreditó el programa con investigaciones policiales sobre el desvío de dinero a partidos de extrema izquierda. Yo no llegué a ser investigado, no sé por qué, pero se investigó a casi todos los arquitectos. 29 1 Comissariado para a Renovação da Área Ribeira-Barredo (Comisariado para la renovación de la zona Ribeira-Barredo), creado en 1975, Oporto. 2 Fecha de la tentativa derechista de golpe de Estado (N. del Ed.). Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . El resultado de las investigaciones nunca se hizo público. Es una pena. Ese trabajo dejó unas raíces profundas, dio un impulso a la solución de graves problemas de vivienda. En un determinado momento, empezó a evolucionar hacia un debate sobre la ciudad que partía de una respuesta inmediata a los problemas de vivienda. En ese momento era ir demasiado lejos. Recientemente, hemos tenido la capitalidad europea de la cultura con Oporto 2001. ¿Se corresponde con el período de la historia de la ciudad durante el que, en menos tiempo, se ha dispuesto de más dinero y se ha realizado un mayor esfuerzo para mejorarla? Sí, pero uno de sus puntos débiles es justamente la brevedad de tiempo. En cuanto al resto, no tengo nada que decir. Para mí es muy delicado hablar de los logros de Oporto 2001. Puede dar lugar a un malentendido. Como no se construyó nada de lo que proyecté, puede entenderse como amargura. No hay amargura. ¡Hay tantas cosas por las que sentir amargura! Puede confundirse con despecho. Es muy delicado hablar de Oporto 2001. Si le hubieran invitado, ¿habría participado en aquella campaña con personalidades públicas para anunciar la llegada de una nueva ciudad? Era una exageración. Por muy rápido que se vaya, en un año no se consigue una ciudad nueva. Me invitaron a participar en ese anuncio, pero no acepté. Si el texto del cartel hubiese sido “Vean las ventajas para Oporto”, me hubiera unido. ¿Cree que la intervención debería haber ido más allá de los espacios urbanos y abarcar las zonas verdes de la ciudad? Nunca creí que pudiera suceder eso. ¿Tiene sentido la intervención realizada en el exterior? En unos lugares sí, en otros creo que no. Esa precipitación hace que el programa se transforme, de forma paradójica, en algo improvisado. Han cambiado cosas importantes. Existen mejoras evidentes en los equipamientos, como la biblioteca Almeida Garrett (1995-2001), obra de José Manuel Soares, o el impulso que se ha dado a los archivos 30 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . fotográficos de la Cadeia da Relação, el Centro Portugués de Fotografía, una rehabilitación de Eduardo Souto de Moura (1997-2001). Aunque en ese caso, inexplicablemente no ha sido Souto de Moura quien llevase a cabo los espacios exteriores, y los resultados están a la vista, son un desastre. ¿No le gusta esa plaza? No, no me gusta. En primer lugar, no es una plaza y, además, ha perjudicado gravemente al edificio. El cambio de la relación entre el espacio exterior y el propio edificio fue una agresión para este último. El conjunto estaba asentado sobre un terreno en pendiente, que es una de las características de Oporto. Se allanó. En realidad, quedó en pendiente. Se está recupe- rando el teatro Carlos Alberto. Se pasa a disponer de otro equipamiento teatral. Bueno, he hecho una excepción, porque no me gusta hablar de este tema. ¿Y la Cordoaria, que generó tanta polémica? No me gusta nada. En general, las intervenciones en los jardines supusieron un perjuicio para la ciudad. El jardín de la Cordoaria era un jardín bellísimo, medio abandonado, que debía conservarse. Y lo que se ha hecho es dejar la firma modificando. Creo que se perdió mucho. El pavimento estaba dejado de la mano de dios. La iluminación necesitaba mejoras, pero cambiarlo todo, no. Hubo muchos lugares donde la pendiente de Oporto fue golpeada, algo relacionado con la accesibilidad. Por ejemplo, en la Praça do Infante, antes se cruzaba por el jardín y ahora ya no. Hay un muro que lo impide. No se reflexionó sobre lo que se hacía. ¿Tiene alguna reserva acerca de los nuevos aparcamientos? Van a empeorar el tráfico en el centro; además, han reducido sistemática- mente la anchura de las calzadas. No se entiende la contradicción: reducir la anchura de las calzadas para disminuir el tráfico y colocar grandes aparcamientos en el centro de la ciudad, que además de no constituir ningún beneficio para la población, son caros. Está bien construir aparca- mientos en el centro, siempre que sean gratuitos para los residentes, como sucede en muchos lugares, aunque no aquí. 31 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . ¿No está de acuerdo con el ensanchamiento de las aceras? En algunos lugares es ridículo. En Campo Alegre, en la zona de Pasteleira, en la unión con el paseo del río, un autobús tiene muy poco espacio para entrar y no se ve a demasiada gente en la acera. Lo que hay allí es un parque,no de uso público, sino un mero paisaje, por lo que no hay un gran movimiento de peatones. Diga lo que se diga, una vez más el tráfico manda. Veo que lo único que une las distintas realizaciones es el tráfico. Es algo interesante, porque en una fase anterior, que empieza con Auzelle, lo que dominaba era el tráfico, pero en aquella ocasión mediante viaductos y túneles. Ahora, por el contrario, se hace mediante un estrechamiento. En todo el paseo de río, si se para un autobús, se para todo. Una vez más ha habido precipitación y se ha dado una orden en cuanto al ritmo de las realizaciones que debería haberse reflexionado cuidadosamente. Por otro lado, está la apuesta por el tranvía, o quizá tampoco tenga sentido... Todo tiene sentido, pero en este momento, en muchos lugares no se sabe qué va a pasar. Por ejemplo, en la Avenida da Ponte. Estas cosas necesitan mucho tiempo de preparación para que la construcción sea rápida. Se trata de un problema general en Portugal. No es una crítica exclusiva a Oporto 2001. He trabajado en Holanda. El primer proyecto que construí fue un grupo de150 viviendas en régimen de cooperativa, las viviendas sociales “De punkt en de komma” en La Haya (1983-1988). Dispuse de dos años para redactar el proyecto, que se analizó profundamente, y tuvo un segui- miento continuado. En determinado momento me dijeron que tal día, creo que de entonces en ocho o nueve meses, y a una hora determinada tenía que ir a la inauguración. Me reí, pero hice mal, porque realmente aquel día, a aquella hora, fui a Holanda a la inauguración. Aquí sucede lo contrario. No se dan ni nueve meses para hacer el proyecto, y la construcción no se termina ni en dos años. Es algo que tiene costes enormes, y un coste definitivo: la mala calidad. Los proyectos no se hacen corriendo. Existe la idea de que los nuevos medios de que disponen los proyectistas permiten una gran eficacia, y se confunde la eficacia con la rapidez. Los resultados están a la vista. Se cierran los ojos, se miente o se muestra 32 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . ignorancia, diciendo que el progreso es la gran eficacia de la rapidez del proyecto. No lo es. He trabajado en Holanda y en Alemania y sucede exactamente lo contrario. El proyecto lleva mucho tiempo. ¿Se construye mal y caro en Portugal? Por supuesto. Es algo que está relacionado con lo anterior. En Holanda el proyecto se construye en nueve meses porque no se inicia la obra sin tener un calendario. Aquí, en Portugal, en teoría también hay calendarios, que se cambian tan rápidamente como los proyectos. En Holanda, en el plan de obra figura que tal día llega el ladrillo y que tal otro llegan las tejas. Todo esta especificado. El día tal se inaugura el barrio, y se inaugura de verdad. ¿Será por esa improvisación por lo que en Portugal se dan tantos accidentes laborales en la construcción? Accidentes hay en todas las partes, sólo que en Portugal son tan frecuentes que llegas a la conclusión de que algo tiene que ver con eso. Además, existen problemas atávicos. Hay muchos obreros que no se ponen el casco; yo mismo no me lo pongo. En otros lugares es impensable no ponérselo; está prohibido no llevar casco. Hablemos de una gran obra: la Casa da Música de Rem Koolhaas en Oporto, un edificio emblemático, pero también muy caro. Puesto que formó parte del jurado, ¿qué piensa cuando oye decir que va a ser un cáncer? No estuve estrictamente en el jurado final, pero me pronuncié a favor de ese proyecto. Era el mejor proyecto de los tres o cuatro proyectos que se presentaron. Lo que también dije —y fui objeto de duras críticas por haberlo dicho, y lo dije porque me preguntaron— es que no era posible hacerlo con los 15 millones de euros de los que se hablaba al principio. No fui el único que lo dijo. También dije que no era posible que estuviera acabado en 2001. En aquel momento escuché comentarios sobre que no había que hacerme caso cuando hablaba del aspecto económico y de tiempos, pero está a la vista. No dudaba de que iba a suceder lo que ha sucedido. 33 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Y en cuanto a la integración del proyecto en el emplazamiento, ¿provoca demasiadas rupturas? No lo sé. Espero a ver el edificio. Hay muchas maneras de encarar un proyecto, y éste es un proyecto protagonista dentro de la ciudad por su dimensión y por su uso. Por lo tanto, una de las maneras de abordar un proyecto así es construir un objeto que destaque. Con ese proyecto se consigue plenamente. Que me guste a mí o no es algo absolutamente secundario. Es un proyecto lleno de fuerza, y se justifica por esa fuerza, por su futura función dentro de la ciudad; esa fuerza intrínseca e interior de un proyecto, que no depende sólo de la arquitectura, pero que en este caso se ha materializado en ella. Ello no quiere decir que no exista relación en este caso; sí la hay, aunque todavía no sé cuál es su relación con esa situación urbana, sobre eso no puedo pronunciarme. No he visto un estudio donde quede patente la relación de ese objeto arquitectónico con lo que lo rodea, ni cuáles van a ser las intervenciones en el entorno. No lo conozco, puede que por ignorancia propia, aunque creo que no hay ningún estudio global; lo que resulta preocupante. Se trata de otro aspecto más de improvisar y verificar al construir, con resultados que están a la vista. He oído decir que yo estaba en contra del proyecto de Koolhaas: no es verdad, nunca me he pronunciado en contra de su proyecto. Cuando me preguntaron qué pensaba de los cuatro proyectos presentados a concurso, dije que el de Koolhaas era el mejor. Ahora bien, eso se apoyaba en un hecho real, y es que sólo se presentaron esos cuatro proyectos. En algunos casos ni siquiera eran un estudio previo; apenas se trataba de una idea. Muchos arquitectos de gran calidad que fueron invitados dijeron que no se presentaban con esos plazos de tiempo. La Casa da Música no sigue la atmósfera general de Oporto; podría estar en Lisboa, en Madrid, en Tokio... Es uno de los aspectos de la forma de proyectar que se está debatiendo. Actualmente hay un gran debate en torno a la arquitectura urbana. Esta opción es una de las maneras de abordar la arquitectura. No estoy en contra, pues a veces también yo lo practico. Algunas de las polémi- cas en las que me he visto envuelto han sido por este motivo. Ese edificio necesita un gran protagonismo, por su significado, por el deseo y el 34 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . anhelo de la ciudad y la función que va a desempeñar. La respuesta debe ser necesariamente algo excepcional. Del mismo modo, nadie va a criticar el Palacio Episcopal de Oporto, en el casco antiguo, porque sea una mole inmensa que no tiene nada que ver con las casas del entorno. No tiene escala, la rompe y muy bien. En este caso también hay una ruptura de escala en términos de respuesta arquitectónica, y cuenta con mi apoyo. Todavía no he visto las casas o lo que hay a su alrededor. No digo que no haya, digo que no lo he visto, que no lo conozco. En el estudio presentado no aparecía todo,aparecía una plataforma sobre la que se colocaba el objeto. Falta un elemento que relacione ese monumento con la ciudad. ¿Ha merecido la pena este esfuerzo general? La ciudad consiguió una concentración de dinero que de otra forma no hubiera conseguido. Era una oportunidad que no podía perderse y que tenía un componente positivo de ambición. En la otra cara de la moneda están la falta de reflexión y la precipitación. Hay ciertas cosas que se deberían haber hecho de otra manera; por ejemplo, aceptando algo inevi- table que podría haberse afirmado desde el principio y que mucha gente ya anunciaba: que no iba a estar acabada para el 2001. Hubiese sido importante adoptar un ritmo y unos medios de aceptación política que permitiesen que esa concentración de dinero pudiese disponer de más tiempo para los proyectos. Fue un error. En los debates previos se expresó la idea de que se debería dedicar tiempo a la elaboración de los proyectos. Admito que eso puede llevar consigo la pérdida de la financiación. No puedo pronunciarme de una forma dogmática. Lo que puedo decir es que era un hecho y que había condiciones para hacer una lectura de los hechos. Después, cuál pueda ser la decisión política ante ese hecho es otra cuestión. ¿Cree que lo que se ha hecho y cómo se ha hecho obliga a pensar de nuevo en una intervención en la ciudad? Sin duda. Hay algo muy positivo, que es afrontar los errores cometidos y utilizarlos como proyecto. 35 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Otra obra polémica es la del Parque da Cidade. ¿Le gusta lo que se está haciendo allí? Tengo dudas de que vaya a quedar bien. Hay mucho voluntarismo en el proyecto. Es una transformación enorme, y no sé si era preciso realizar algo tan grande. Lo dudo. Una vez más creo que es una decisión de mucho peso y muy apresurada. Marcar tanto el paisaje en sólo dos años... Se trata de una transformación muy profunda que anuncia una alteración enorme de toda la margen del río Duero. La transformación está comenzando. Ya hay edificios con un volumen enorme. Nadie duda de que se trata de una alteración muy profunda. Las márgenes del Duero están marcadas sobre todo por las plataformas y los jardines; las plataformas discurren sobre el río en forma de bancales. Lo que se está haciendo es transformar el perfil de Oporto, transformarlo totalmente. ¿Con influencia en la otra orilla? Ya cuando se debatía este problema de la margen del río, un problema que tiene mucho que ver con los centros universitarios, y se hablaba de perspectivas futuras, dije que comprendía que se buscase la unidad entre ambas márgenes (algo que en sí es correcto) pero que, por una cuestión de coherencia, lo que se estaba haciendo era trasladar el desastre de las márgenes de enfrente, en Gaia, a las orillas de Oporto. Todavía va a tener la oportunidad de intervenir, porque está proyectando un nuevo puente, ¿no es cierto? Todavía no tengo contrato, pero he sido invitado por el ingeniero que construye el puente. Participan los Ayuntamientos de Gaia y de Oporto y la Universidade do Porto. Me han invitado a participar en el proyecto. Es un puente destinado fundamentalmente al transporte público: autobuses y metro, y también se está planteando la posibilidad del tren de alta velocidad. El cruce del lado de Oporto estará entre la Facultad de Letras y la Escuela de Arquitectura. Ya ha habido reuniones de trabajo con el ingeniero, un trabajo muy interesante. La idea del puente está avanzada, aunque la salida y la llegada sean un problema y todavía hay dificultades de tráfico y de urbanización del territorio. Además, la universidad pretende que incluya soluciones para el campus universitario. 36 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . ¿Cree que hay un gran desequilibrio entre Oporto y Lisboa? Objetivamente hay un desequilibrio en la inversión pública. Además, también existen desequilibrios entre Oporto y otras ciudades, pero no creo que Oporto haya perdido terreno, y Oporto 2001 es una buena prueba de ello. Hay desequilibrios evidentes en la concentración y en la mala distribución de esfuerzos e inversiones, dos aspectos latentes en el debate sobre la regionalización. Se ha utilizado mucho dinero con malos resultados. Quien visita las ciudades del interior del país ve que han experimentado un progreso enorme, y también que se han adoptado decisiones urbanísticas desastrosas. Se trata de centralizar para controlar mejor. Por otro lado, se descentraliza para que las instancias locales ejerzan su propio control. Siempre subyace este debate. En cuanto a Oporto, hablar de Oporto es ya limitado: hay una enorme área que no puede vivir de forma autónoma, el área metropolitana donde se han producido muchos desencuentros. El problema es grave y es más importante concentrar los esfuerzos en la articulación del área metropolitana. ¿Se aplica en la práctica el concepto de área metropolitana? Lo que existe es un conflicto de intereses. Ha sido difícil llegar a los consensos necesarios. Pero no creo que sea posible un proceso de este tipo sin dichos conflictos. Los conflictos son parte del esfuerzo creativo. ¿Tiene alguna obra con un valor sentimental especial? ¿El hecho de haber escogido la capilla situada al lado del restaurante Boa Nova para su boda tuvo un valor simbólico? ¿Le produce algún sentimiento especial? Cuando me casé el restaurante todavía no estaba abierto. No escogí la capilla porque estuviese junto a mi obra, que por entonces estaba todavía en construcción. Hubo un parón entre la construcción, los interiores y la aparición de un concesionario. En primer lugar se trataba de Matosinhos, un lugar que me gustaba y que sigue gustándome. Pero ni mi mujer ni yo dedicamos mucho esfuerzo a pensar dónde nos casaríamos. No había nada simbólico. Fue allí, pero podía haber sido en cualquier otra parte. 37 Cruz, Valdemar. Álvaro Siza: conversaciones con Valdemar Cruz, Editorial Gustavo Gili, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/biblioseksp/detail.action?docID=3209534. Created from biblioseksp on 2019-04-08 12:27:55. C op yr ig ht © 2 00 5. E di to ria l G us ta vo G ili . A ll rig ht s re se rv ed . Hay directores de cine que detestan volver a ver sus películas. ¿Le gusta volver a ver sus obras? Me gusta. A veces me impresionan. Una obra que construí hace treinta años sigue presente en las obras que estoy haciendo, por eso me gusta volver a verlas. ¿Cuáles son sus lugares preferidos? En Oporto, toda la margen del Duero. Lo que se está haciendo allí no es lo que yo preferiría. No es casualidad que Manoel de Oliveira comenzase su carrera con el bellísimo documental Douro, faina fluvial. Entiendo que al hacer una película sobre la ciudad, vio con mucha intensidad que tal vez la razón fundamental de la existencia de esta ciudad sea este río que viene del otro lado de la frontera y se encuentra aquí con el mar. La ciudad siempre se ha desarrollado en función de los movimientos del río, de su relación con él. ¿Ha seguido el debate posterior al derrumbe de las Torres Gemelas de Nueva York?, ¿qué haría usted allí? Aquel día estaba con Nuno Cardoso en una reunión para debatir la situación en la Avenida da Ponte. Apareció y me contó lo que estaba pasando. Nos fuimos los dos al estudio, donde tenía un televisor. Nos quedamos allí durante unas horas. No sé qué haría allí. Para pensar
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