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446 La alfafetoproteína tiene un rol discutido como parte en el tamizaje, ya que está poco elevada en tumores pequeños, sin embargo, esta puede ser incluída de acuerdo a la experiencia local de cada centro. En Chile la cirrosis hepática representa la novena causa de muerte, pero dentro de la mortalidad por cáncer, el cáncer hepático se ubica en el quinto lugar (2010). En series de casos se muestra que entre 4 y 5% de los pacientes hospitalizados con cirrosis en Chile tienen un HCC, y que su sobrevida es muy pobre, ya que en la mayoría de estos pacientes el diagnóstico es tardío, fuera de la posibilidad tratamiento curativo como es el trasplante hepático. Dentro de las causas de trasplante hepático en Chile el HCC representaba el 12% entre los años 1993 y 2009. Sin embargo, luego del acuerdo nacional de modificación de criterios para trasplante hepático por MELD y sus excepciones en el año 2011, se describe actualmente que en la lista de espera para trasplante hepático, los pacientes con HCC representan el 20 a 25% (2017). Diagnóstico El objetivo del diagnóstico del HCC es que este se realice en forma precoz, con tumores pequeños idealmente hasta de 2-3 cm para que estos pacientes puedan ser candidatos a tratamientos curativos como la resección quirúrgica, la ablación por radiofrecuencia y el trasplante hepático. Lamentablemente menos de 60% de los pacientes se diagnostica en esta fase en los países desarrollados que disponen de tecnología y recursos adecuados. El diagnóstico actual del HCC basado en las guías de recomendaciones americana (AASLD guidelines for Hepatocellular carcinoma, 2010-2011) y europea (EASL- EORTC Clinical practice guidelines. Management of hepatocellular carcinoma 2012) señalan que este puede realizarse de forma no invasiva con la demostración de al menos una imagen contrastada a la Resonancia Magnética (RM) con gadolinio o Tomografía Computada (TAC) trifásico con contraste, y buscando la presencia de lo que se ha llamado el sello o marca radiológica de hepatocarcinoma, con la demostración de una hipervascularidad en fase arterial seguido de un barrido en fase venosa tardía, para los tumores sobre 2 cm. Para los tumores entre 1 a 2 cm se ha planteado el mismo criterio con al menos una imagen contrastada TAC o RM en centros altamente especializados con radiólogos entrenados. Sin embargo, para centros menos especializados se promueve la demostración de la imagen típica radiológica con 2 de estas imágenes contrastadas (TAC y RM). Para los tumores pequeños de menos de 1 cm, donde las imágenes para diferenciar entre un nódulo regenerativo o displástico de un HCC in situ es muy difícil, se ha propuesto hacer un seguimiento con ultrasonido en 3 a 4 meses para decidir, y si hay duda, se promueve la punción biópsica de los nódulos (Algoritmo 1). Actualmente se promueve la utilización del criterio diagnóstico radiológico LIRADS (Liver Reporting Imaging and Data System) que es un sistema de interpre- tación y reporte de imágenes radiológicas basado en TAC y RM, en lesiones focales hepáticas en pacientes cirróticos, sugerida para evitar las variaciones y errores de JORGE CONTRERAS B. y EDGAR SANHUEZA B.
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