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caPíTulo 3 | Ingesta: los nutrientes y su metabolismo 121 © E ls ev ie r. F ot oc op ia r si n au to ri za ci ón e s u n de lit o. poblaciones de todo el mundo. La deficiencia de selenio tarda años en aparecer cuando la ingesta de alimentos es adecuada. Solo se ha descrito una deficiencia grave de selenio en una po- blación de China. La enfermedad de Keshan es una forma de miocardiopatía que afecta principalmente a niños y mujeres y se observó por primera vez en la provincia de Keshan, en China. Desde su descubrimiento, los programas de suplemento en Keshan han erradicado totalmente la enfermedad. Sin embargo, en personas con la enfermedad establecida la respuesta al su- plemento es escasa, probablemente debido a otros factores que contribuyen a la miopatía. Se ha propuesto una infección vírica combinada con una deficiencia de selenio como etiología de la enfermedad de Kesham (Beck et al., 1995). La segunda enfermedad por deficiencia de selenio, des- cubierta en Mongolia, se conoce como enfermedad de Kashan- Beck y es frecuente en niños preadolescentes y adolescentes. Estas enfermedades humanas aparecen en zonas en las que el contenido en selenio del terreno es muy bajo. Esta enfermedad también puede tener un componente vírico combinado con la deficiencia del selenio. La enfermedad provoca inicialmente rigidez simétrica, tumefacción y con frecuencia dolor en las articulaciones interfalángicas de los dedos de las manos, seguido por artritis generalizada. Se ha mostrado que pacientes con algunos cánceres tienen concentraciones bajas de selenio, aunque no se han establecido los mecanismos subyacentes a esta correlación. Otra posible explicación radica en la posible imposibilidad de la GSH-Px de inactivar radicales libres con eficiencia en células en división. Además, los pacientes con cirrosis tienen concentraciones plas- máticas bajas de selenio, que les predisponen al cáncer (Latava- yova et al., 2006). Se ha descrito previamente deficiencia de selenio en pacientes malnutridos que reciben NPT a largo plazo. El suplemento da lugar a una mejoría de la concentración sérica de selenio y de la actividad de la GSH-Px plaquetaria y a una reducción de los síntomas clínicos. La deficiencia de selenio ya no debería ser un problema en pacientes que reciban NPT o nutrición enteral a largo plazo porque la preparación de estas soluciones actualmente incluye un aporte de oligoelementos. Toxicidad Se han descrito indicadores de toxicidad por selenio en China y Australia. Los signos de toxicidad (selenosis) incluyen cambios cutáneos y ungueales, pérdida de piezas dentales y alteraciones digestivas y neurológicas inespecíficas. De igual modo, se ha ob- servado que la ingesta excesiva puede tener efectos mutagénicos o genotóxicos, un aspecto a tener en cuenta en las gestantes. Por otra parte, no se conocen bien los efectos a largo plazo de los suplementos de selenio en las hormonas tiroideas (Combs et al., 2009). En algunos países, como Nueva Zelanda, en los que las concentraciones de selenio y yodo tienden a ser bajas, la utilización de suplementos de selenio, por sí sola, no produce una mejora de la función tiroidea, ya que el yodo también es necesario (Thomson et al., 2009). Manganeso La deficiencia de manganeso se describió por primera vez en el ser humano en 1972 y se ha determinado su carácter esencial en humanos. La exposición crónica a concentraciones excesivas de este mineral puede originar diversas alteraciones psiquiátricas y motoras, conocidas como manganismo (Yin et al., 2010). Es preciso mantener un equilibro saludable. absorción, transporte, almacenamiento y excreción El manganeso se absorbe en el intestino delgado. El hierro y el cobalto compiten por los sitios de unión más frecuentes para la absorción. Los hombres absorben una cantidad menor de manganeso que las mujeres, una diferencia que se refleja en el estado de hierro y las concentraciones de la ferritina plasmática. El hierro del grupo hemo no influye en el estado del manganeso, si bien las dietas con abundante hierro no hemo se asocian a unas concentraciones séricas más bajas de manganeso, una excreción urinaria más intensa de este elemento y una actividad inferior de las enzimas que contienen manganeso. El manganeso se transporta unido a una macroglobina, trans- ferrina o transmanganina. La excreción se produce, esencial- mente, en las heces tras su secreción al intestino en la bilis. El exportador de hierro citoplasmático ferroportina (Fpn) funciona como molécula exportadora de manganeso; la exposición al manganeso induce la expresión de la proteína Fpn, lo que reduce la acumulación de manganeso y la citotoxicidad asociada a ella (Yin et al., 2010). De igual modo, los antioxidantes podrían desempeñar una función en la excreción de concentraciones tóxicas de manganeso. Funciones El manganeso interviene en la formación de los tejidos conjunti- vos y esqueléticos, así como en el crecimiento y la reproducción. El cuerpo humano contiene entre 10 y 20 mg de manganeso, los cuales tienden a concentrarse en las mitocondrias. El manganeso activa numerosas enzimas, en particular, aquellas relacionadas con el magnesio. El manganeso es una molécula clave para el metabolismo correcto de los aminoácidos, las proteínas y los lípidos. El manganeso forma parte de muchas enzimas, como la glu- tamina sintetasa, la piruvato carboxilasa y la SOD mitocondrial (MnSOD). Cataliza la desintoxicación de los radicales libres y puede conferir protección frente a algunos tipos de tumores. La MnSOD convierte el anión superóxido en peróxido de hidróge- no, si bien la GSH-Px ha de ocuparse de la desintoxicación de este último. En caso contrario, el peróxido de hidrógeno forma un radical hidroxilo con el hierro que tiene efectos nocivos en pacientes cirróticos portadores de una mutación en el gen que codifica la SOD (Nahon et al., 2009). Ingesta dietética de referencia Las IA del manganeso son de 2,3 mg/día para los varones y 1,8 mg/día para las mujeres. Para los niños de 9 años de edad y mayores las IA son de 1,9 a 2,2 mg/día para los varones y de 1,6 mg/día para las mujeres. En los niños menores de 9 años, las IA son de 1,2 a 1,5 mg/día, dependiendo de la edad. Fuentes alimenticias e ingesta El contenido en manganeso de los alimentos es muy variable. Las fuentes más ricas son granos enteros, legumbres, frutos secos y té. Las frutas y las verduras son fuentes moderadamente buenas. Hay cantidades relativamente elevadas en el café y el té instantáneos. Los tejidos animales, el marisco y los productos lácteos son fuentes escasas. La leche humana contiene niveles relativamente bajos en manganeso. Las ingestas de las adoles- centes suelen ser bajas. deficiencia La deficiencia de manganeso, a pesar de ser infrecuente, repercute en la capacidad reproductiva, la función pancreática y Parte 1 - Valoración de la nutrición Capítulo 3 - Ingesta: los nutrientes y su metabolismo Ultraoligominerales Selenio Toxicidad Manganeso Absorción, transporte, almacenamiento y excreción Funciones Ingesta dietética de referencia Fuentes alimenticias e ingesta Deficiencia
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