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Los órganos linfoides primarios • En la médula ósea, se originan los linfocitos, B, que se especializan en la producción de anticuerpos y son responsables de las respuestas de anticuerpos frente a los estímulos antigénicos. Además, la médu- la ósea actúa como órgano linfoide secundario (dife- renciación final de células B a células plasmáticas). • El timo es un órgano bilobulado, situado en el me- diastino anterior, sobre el pericardio. El parénquima tímico está formado por una malla de células epitelia- les, rellenas de células linfoides en desarrollo (timoci- tos) y se organiza en lobulillos, en cada uno de los cuales hay una zona externa o corteza, donde está la mayoría de los timocitos, y una zona inter- na o médula, con escasos timocitos. El tamaño del timo aumenta durante la vida fetal y posnatal hasta la pubertad, momento en el cual empieza a involu- cionar. En el timo se originan los linfocitos T, los cuales se especializan en la expresión del receptor antigéni- co de las células T y son responsables de las respues- tas inmunes mediadas por células. 184 - cuerpo humano Ver médula ósea en pág. 44 Ver timo en pág. 154 Las defensas del organismo UBICACIÓN DEL TIMO EN RELACIÓN CON EL CORAZÓN Los órganos linfoides secundarios • Los ganglios tienen forma reniforme, y su longitud y grosor son siempre inferiores a 1 y 0,5 cm respectivamente, excepto si se hallan estimu- lados. Están distribuidos por todo el organismo en las ramificaciones de los vasos linfáticos, for- mando una red que drena y filtra la linfa proce- dente de los vasos tisulares. Se agrupan constitu- yendo cadenas estratégicamente situadas (en zo- nas como el cuello, las axilas, las ingles, el me- diastino y la cavidad peritoneal) para drenar tan- to los territorios superficiales como las vísceras profundas. Los vasos sanguíneos ganglionares entran y salen por el hilio. La linfa entra en el ganglio por varios vasos linfáticos aferentes y sa- le purificada por un solo vaso linfático eferente, situado en el hilio. A medida que la linfa pasa por los ganglios, se remueven los microbios muertos. Histológicamente, presenta la corteza o zona de las células B, la paracorteza o zona de las células T (en su mayoría CD 4+) y una médula central con cordones medulares, don- de se encuentran linfocitos B y T, células plas- máticas y abundantes macrófagos. La mayoría de los linfocitos se hallan en la corteza y la para- corteza. Las células B de la corteza se agrupan formando folículos linfoides. • El tejido linfoide, aso- ciado con las mucosas, se localiza en los tractos gastrointestinal, respirato- rio y genitourinario, en forma de acumulaciones nodulares no encapsuladas, como las amígdalas y las adenoides en la nasofarin- ge, o placas de Peyer, en el intestino; se organizan en áreas T y B, en forma seme- jante a la de los ganglios, con predominio de los lin- focitos B sobre los T. En las mucosas Nervio vago Vena cava superior Timo Arteria carótida izquierda Pericardio del corazón
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