Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Las vacunas Son preparados que se elaboran con gérmenes, generalmente muertos, o con las toxinas de éstos, de virulencia atenuada. Al aplicarlas, los linfocitos producen anticuerpos. Cuando la persona se pone en contacto con el agente patógeno de la enfermedad para la que fue vacunada, gracias a la memoria inmunológica de los linfocitos, la enfermedad no se desarrolla. Esta respuesta inmune demora de dos a cuatro semanas en establecerse, pero su duración es prolongada. Las vacunas se emplean como medida preventiva para proteger a la persona contra futuros ata- ques de agentes patógenos. 190 - cuerpo humano Las defensas del organismo El término inmunidad se refiere a la capacidad de resistencia de los organismos vivos frente a la vi- rulencia de los diferentes tipos de microorganis- mos que alteran el estado general de la salud. La inmunidad puede ser activa o pasiva. • Inmunidad activa: cuando se adquiere por contacto con un antígeno; por ejemplo, al padecer una enfermedad (inmunidad natural), o cuando se aplica una vacuna (inmunidad artificial). Clases de inmunidad • Inmunidad pasiva: es la que se adquiere a través de los anticuerpos maternos durante el proceso de gestación o de lactancia (natural), o por la administración de sueros o de inmunoglo- bulinas (artificial). Respecto de la inmunidad pasiva artificial, el material utilizado para inducir- la es el suero que contiene antígenos, es decir, el antisuero o antitoxina. LA TÉCNICA DEL HIBRIDOMA La técnica del hibridoma permite la fabricación de anticuerpos específicos. Antígeno Células plasmáticas productoras de anticuerpos Las células del hibridoma crecen en cultivo Los clones se prueban para obtener el anticuerpo deseado Los tumores del hibridoma se mantienen vivos en ratones Los clones deseados se cultivan y se congelan Los anticuerpos monoclonales se purifican Las células se funden para formar hibridomas o células híbridas Las células individuales del hibridoma se clonan Células plasmáticas cancerosas Fuente: Instituto Nacional del Cán- cer, España.
Compartir