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La formación reticular es importante para controlar los músculos de la expresión facial cuando se relacionan con la emoción. Por ejemplo, cuando una persona sonríe o ríe como respuesta a un chiste, el control motor depende de la formación reticular a ambos lados del encéfalo. Los tractos descendentes están separados de las fibras corticomedulares, lo que significa que una persona que ha sufrido una apoplejía que afecta las fibras corticomedulares y que tiene una parálisis facial en la parte inferior de la cara aún puede sonreír simétricamente (v. pág. 361). 2. Control de las sensaciones somáticas y viscerales. Debido a su localización central en el eje cerebroespinal, la formación reticular puede influir en todas las vías ascendentes que pasan hacia los niveles supraespinales. La influencia puede ser facilitadora o inhibidora. En particular, la formación reticular participa en el «mecanismo de la compuerta» para el control de la percepción del dolor (v. pág. 147). 3. Control del sistema nervioso autónomo. Los fascículos reticulomedulares y reticuloespinales pueden ejercer un control mayor del sistema nervioso autónomo, desde la corteza cerebral, el hipotálamo y otros núcleos subcorticales, que descienden hacia la eferencia simpática y la eferencia craneosacra parasimpática. 4. Control del sistema nervioso endocrino. La formación reticular influye, tanto directa como indirectamente a través de los núcleos hipotalámicos, en la síntesis o liberación de factores liberadores o inhibidores y, por tanto, controla la actividad de la hipófisis. 5. Influencia en los relojes biológicos. La formación reticular probablemente influye en los ritmos biológicos a través de sus múltiples vías aferentes y eferentes hacia el hipotálamo. 6. El sistema activador reticular. La vigilia y el nivel de consciencia están controlados por la formación reticular. Múltiples vías ascendentes que transportan la información sensitiva hacia los centros superiores están canalizadas a través de la formación reticular la cual, a su vez, proyecta esta información hacia otras partes diferentes de la corteza cerebral, haciendo que una persona que duerme se despierte. De hecho, ahora parece que el estado de consciencia depende de la proyección continua de la información sensitiva hacia la corteza. Los diferentes grados de vigilia parecen depender del grado de actividad de la formación reticular. Las sensaciones dolorosas aferentes incrementan de modo considerable la actividad de la formación reticular que, a su vez, excitan mucho la corteza cerebral. La acetilcolina participa como neurotransmisor excitador en este proceso. A partir de la descripción anterior, actualmente es evidente que la formación reticular, ignorada casi por completo en el pasado, parece influir en prácticamente todas las actividades del organismo. SISTEMA LÍMBICO 520 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org Capítulo 9 La formación reticular y el sistema límbico Sistema límbico booksmedicos.org Botón1:
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