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CAPÍTULO 38 Enfermedades virales transmitidas por artrópodos y roedores 559 tándose muchos casos. La enfermedad tiene una notable varia- ción estacional y la infección ocurre casi exclusivamente en agricultores que trabajan en campos de maíz y trigo, y que están expuestos al roedor que la porta, Calomys musculinus. El virus de Junin produce inmunodepresión mediada por factores humorales y células; las muertes debidas a la fi ebre hemorrágica de Junin pueden estar relacionadas con una inca- pacidad para iniciar una respuesta inmunitaria mediada por células. La administración de plasma humano de etapa conva- leciente a los pacientes durante la primera semana de la enfer- medad redujo la tasa de mortalidad desde 15 a 30% hasta 1%. Algunos de estos pacientes presentan un síndrome neurológico autolimitado tres a seis semanas después. Se utiliza una vacuna efi caz de virus de Junin vivos atenuados para vacunar a las per- sonas con alto riesgo en Sudamérica. El primer brote de la fi ebre hemorrágica de Machupo (fi e- bre hemorrágica boliviana) se identifi có en Bolivia en 1962. Se calculó que 2 000 a 3 000 personas eran afectadas por la enfer- medad con una tasa de mortalidad de casos de 20%. En Bolivia se llevó a cabo un programa de control efi caz de los roedores dirigido contra Calomys callosus infectados, el hospedador del virus de Machupo; esto ha reducido de manera considerable el número de casos de la fi ebre mencionada. En 1990 se identifi có el virus de Guanarito (el microor- ganismo causante de la fi ebre hemorrágica venezolana); tiene una tasa de mortalidad de casi 33%. Surgió probablemente al talar la selva para establecer granjas pequeñas. El virus de Sabia se aisló en 1990 en un caso mortal de fi ebre hemorrágica en Brasil. Ambos virus, el de Guanarito y de Sabia, producen una enfermedad que se parece a la fi ebre hemorrágica de Argentina y probablemente tiene tasas de mortalidad similares. Coriomeningitis linfocítica El virus de la coriomeningitis linfocítica (LCM, lymphocytic choriomeningitis) se descubrió en 1933 y está disperso en Europa y en América. Su vector natural es el ratón doméstico silvestre, Mus musculus. Es endémico en los ratones pero tam- bién puede infectar a otros roedores. Casi 5% de los ratones en todo Estados Unidos portan el virus. Puede infectar de manera crónica a colonias de ratones o cricetos e infectar a roedores mascotas. El virus de LCM a veces se transmite al ser humano, al parecer a través de los excrementos de ratones. No hay prue- bas de la diseminación interpersonal horizontal. La LCM en el ser humano es una enfermedad aguda que se manifi esta por meningitis aséptica o un padecimiento seudogripal sistémico leve. Pocas veces se presenta una encefalomielitis grave o una enfermedad sistémica mortal en personas sanas. La mortali- dad es inferior a 1%. Muchas infecciones son asintomáticas. El periodo de incubación suele ser de una a dos semanas si la enfermedad persiste durante una a tres semanas. Las infecciones por el virus de la LCM pueden ser graves en las personas con alteración del sistema inmunitario. En 2005, cuatro receptores de trasplante de órganos sólidos en Estados Unidos se infectaron de un donador de órgano común. Tres de los cuatro receptores fallecieron 23 a 27 días después del trasplante. Se determinó que la fuente del virus era un criceto recién adquirido como mascota por el donador de órganos. El virus de la LCM también puede transmitirse verticalmente de la madre al feto y la infección del feto en las primeras etapas del embarazo puede desencadenar anomalías graves, como hidro- cefalia, ceguera y muerte fetal. Las infecciones suelen diagnosticarse en forma retros- pectiva mediante el estudio serológico utilizando ELISA para anticuerpos de IgM e IgG. Otros métodos diagnósticos son la tinción inmunohistoquímica de los tejidos por antígenos virales, la RT-PCR para ácido nucleico viral y el cultivo viral utilizando células de Vero. Los estudios serológicos en zonas urbanas han demostrado tasas de infección en el ser humano que fl uctúan de 2 a 5 por ciento. Los estudios experimentales han demostrado que la res- puesta inmunitaria puede ser protectora o nociva en los ratones infectados por el virus de la LCM. Los linfocitos T son nece- sarios para controlar la infección pero también desencadenan enfermedad mediada por factores inmunitarios. El resultado depende de la edad, el estado inmunitario de los antecedentes genéticos del ratón, así como la vía de inoculación del virus. Los ratones infectados en la edad adulta pueden presentar una enfermedad rápidamente mortal a consecuencia de una res- puesta infl amatoria mediada por linfocitos T en el cerebro. Los ratones con infección congénita o neonatal no se enferman de manera aguda, pero tienen una infección persistente de por vida. No logran despejar la infección porque se infectaron antes que madurara el sistema inmunitario celular. Presentan una respuesta de anticuerpo potente que puede desencadenar complejos de antígeno-anticuerpo virales en la circulación sanguínea y una enfermedad por complejos inmunitarios. ENFERMEDADES POR FILOVIRUS Clasifi cación y propiedades de los fi lovirus Los fi lovirus son partículas pleomorfas que se presentan como largas hebras fi lamentosas o con formas singulares de 80 nm de diámetro (fi gura 38-1). Las partículas por unidad de longitud son desde 665 nm (Marburg) hasta 805 nm (Ébola). Los dos fi lovirus conocidos (virus de Marburg y virus de Ébola) son antigénicamente diferentes y se clasifi can en géneros distintos (cuadro 38-1). Los cuatro subtipos del virus de Ébola (Zaire, Sudán, Reston, Costa de Marfi l) difi eren entre sí hasta en 40% a nivel del nucleótido pero comparten algunos epítopos frecuen- tes. Los subtipos al parecer son estables en el tiempo. El genoma grande del fi lovirus es un RNA monocatenario, no segmentado de polaridad negativa de 19 kb de tamaño y contiene siete genes (fi gura 38-10). Una estrategia de codifi ca- ción inusual en los virus de Ébola consiste en que la glucopro- teína de la envoltura (EP, envelope glycoprotein) es codifi cada en dos marcos de lectura y para expresarse es necesaria la edi- ción transcripcional o el cambio de marco de lectura traduc- cional. La glucoproteína constituye las espigas de la superfi cie viral en forma de recortes de 10 nm de longitud. Los viriones son liberados a través de brotes de la membrana plasmática. Los fi lovirus son muy virulentos y exigen instalaciones para una recolección máxima (nivel de bioseguridad 4) para trabajos de laboratorio. La infecciosidad de fi lovirus es des- truida por el calentamiento durante 30 min a una temperatura 38 Chapter 38_Carroll_4R.indd 55938 Chapter 38_Carroll_4R.indd 559 15/04/16 12:1815/04/16 12:18 MICROBIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN IV VIROLOGÍA CAPÍTULO 38. ENFERMEDADES VIRALES TRANSMITIDAS (...) ENFERMEDADES POR FILOVIRUS
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