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CAPÍTULO 38 Enfermedades virales transmitidas por artrópodos y roedores 561 2001, 2002, 2003), Gabón (1994, 1996, 1997, 2002), Sudáfrica (1996) y Sudán (2004). Las epidemias a menudo se detienen por la instauración de los métodos de enfermería para impedir la transmisión y la capacitación del personal hospitalario, junto con las medidas de cuarentena estricta. El brote de Ébola más conocido hasta ahora tuvo lugar en África Occidental (2014), con más de 10 000 muertes a la fecha en Guinea, Liberia y Sierra Leona. A pesar de la respuesta internacional y las medidas de cuarentena, el brote no ha sido controlado y persiste el riesgo de diseminación a otras regio- nes. Se han identifi cado casos importados en otros seis países, con transmisión secundaria que parece haber sido controlada. El 30 de septiembre de 2014, los CDC confi rmaron el primer caso de Ébola en Estados Unidos relacionado con un viaje. Las infecciones por fi lovirus al parecer son inmunosu- presoras. Los casos mortales a menudo muestran alteraciones de la respuesta inmunitaria humoral. Sin embargo, los anti- cuerpos de fi lovirus se producen a medida que los pacientes se restablecen y son detectables mediante ELISA. Los antígenos virales en el suero pueden detectarse mediante dicho método, lo que proporciona una prueba de detección rápida de mues- tras humanas. La RT-PCR también se puede utilizar en espe- címenes clínicos. Un riesgo para llevar a cabo las pruebas para fi lovirus es que las pruebas del paciente y otros especímenes pueden contener virus virulentos. Las pruebas pueden llevarse a cabo sólo bajo condiciones de aislamiento biológico ade- cuadas. Se pueden cultivar cepas de virus recientes en linajes celulares como los linajes Vero y los linajes celulares de monos MA-104. Es posible que los virus de Marburg y de Ébola tengan un hospedador (reservorio) pasivo, muy probablemente el mur- ciélago de la fruta; el virus se transmite a las personas sólo de manera accidental. Los monos no se consideran portadores, ya que la mayor parte de los animales infectados mueren con demasiada rapidez para mantener la supervivencia del virus. Las infecciones humanas son muy contagiosas para los contac- tos humanos, por lo general por el contacto directo con la san- gre o los líquidos corporales. Es característico que los brotes epidémicos de la infección por el virus de Ébola se relacionen con introducción del virus en la comunidad por una persona infectada, seguida de la diseminación de persona a persona, a menudo en las instalaciones médicas. Puesto que todavía se desconocen los portadores naturales de los virus de Marburg y Ébola, no se pueden organizar activi- dades de control. El empleo de las instalaciones de aislamiento en centros hospitalarios sigue siendo el medio más efi caz de controlar los brotes de enfermedad de Ébola. Deben ponerse en práctica las técnicas estrictas de enfermería para impedir la transmisión, y tomarse cuidados extremos en el manejo de la sangre, las secreciones, los tejidos y los desechos infectados. Al personal que interviene en la transportación y el cuidado de primates no humanos se le debe dar instrucciones sobre los riesgos potenciales de la manipulación de estos animales. No se dispone de tratamiento antiviral específi co, si bien los tratamientos experimentales basados en anticuerpos están bajo investigación. El tratamiento tiene como objetivo man- tener la función renal y el equilibrio electrolítico, así como contrarrestar la hemorragia y el choque. No hay vacuna, pero están en desarrollo algunas. RESUMEN DEL CAPÍTULO • Los arbovirus y los virus transmitidos por roedores muestran ciclos complejos de transmisión en que parti- cipan artrópodos o dichos animales. Los virus se clasifi - can en diferentes familias (Arena-, Bunya-, Flavi-, Reo- y Togaviridae). • Las enfermedades por arbovirus pertenecen a tres catego- rías generales: febriles (por lo común benignas), encefalitis y fi ebres hemorrágicas; estas dos últimas categorías son letales. • Las principales enfermedades transmitidas por mosquitos son la fi ebre amarilla, el dengue, la encefalitis japonesa B, la fi ebre del Nilo Occidental y la encefalitis equina oriental. • Todos los alphavirus en la familia togaviridae, guardan relación antigénica y todos los fl avivirus tienen la misma característica. • Las infecciones no declaradas son frecuentes en caso de virus de encefalitis y rara vez hay invasión del sistema nervioso. • Los humanos son hospedadores accidentales de los arbo- virus y no son esenciales para los ciclos de vida de tales partículas. • El virus del Nilo Occidental es la causa principal de ence- falitis por Arbovirus en Estados Unidos. • En el decenio de 1930 se obtuvo la vacuna hecha de virus vivos atenuados de la fi ebre amarilla; es muy segura. • El dengue está distribuido a nivel mundial en regiones tropicales y probablemente constituya la enfermedad viral de seres humanos más importante transmitida por mosquitos. • El dengue es una enfermedad autorremitente pero la varie- dad hemorrágica y el síndrome de choque por dengue son cuadros graves que pueden ser mortales. • El dengue hemorrágico se desarrolla con infecciones secundarias incluso en presencia de anticuerpos ya for- mados después de una infección primaria con un serotipo viral diferente. • La encefalitis japonesa B suele dejar secuelas graves, pero no tienen tal característica las infecciones por fi ebre amarilla. • Las principales enfermedades por virus transmitidas por roedores son las infecciones por hantavirus, la fi ebre de Lassa y las fi ebres hemorrágicas sudamericanas. Se sos- pecha que los murciélagos o tal vez los roedores sean los hospedadores reservorios de los virus Marburg y Ébola, que causan las fi ebres hemorrágicas africanas. • Las fi ebres hemorrágicas transmitidas por roedores son causadas por bunyavirus (hantavirus) y arenavirus (fi ebre de Lassa). • El virus de Lassa está distribuido en África Occidental. En promedio, 1% de las infecciones por tal partícula son mor- tales y el cuadro en cuestión suele culminar en la muerte del feto. • Los virus Marburg y Ébola (clasifi cados como fi lovirus) aparecen en África Oriental y son fuertemente virulen- tos para humanos, y sus infecciones suelen culminar en la muerte. 38 Chapter 38_Carroll_4R.indd 56138 Chapter 38_Carroll_4R.indd 561 15/04/16 12:1815/04/16 12:18 MICROBIOLOGÍA MÉDICA SECCIÓN IV VIROLOGÍA CAPÍTULO 38. ENFERMEDADES VIRALES TRANSMITIDAS (...) RESUMEN DEL CAPÍTULO
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