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Teología y Vida, Vol. XXXIU (1992), pp. 237-254 Jaime Moreno G. Profesor de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Universidad de Chile Socio del Centro de ESiUdios CuliUrales Oriente-Occidente La literatura mesopotámica antigua (*) INTRODUCCION: ESCRITURA Y ESCRIBAS (**) Escritura Comencemos destacando dos características de la cultura mesopotámica. Ella fue mixta y urbana desde los inicios de su historia: Mixta, porque fue fruto de la simbiosis desarrollada entre los primitivos habitan- tes de Mesopotamia, los sumerios y los semitas acádicos. Es sabido que los sumerios fueron los gatilladores de la aceleraci6n cultural de la zona y que la cosmovisi6n mesoriental sobreviviente hasta la época seléucida recibi6 sus formas fundacionales de Súmer. Urbana, porque la Ciudad, habiendo recibido allí una forma definida y estable, permaneci6 como modelo ideal de vida humana: Vivir humanamente es vivir urbanamente. Con la Ciudad naci6 la escritura como funci6n indispensable para satisfacer las necesidades surgidas de la creciente complicaci6n del organismo urbano. Fue conside- rada, al mismo tiempo, como don divino y como ciencia que debía ser aprendida, cultivada y desarrollada bajo la guía de los dioses escribas y sabios, Ea, Nabu y Nisaba, principalmente. Escribas Desde una perspectiva puramente técnica, el escriba es quien domina el arte de escribir. El escriba se convirti6 en 6rgano urbano indispensable, consciente de su rol y de su importancia. Fue una especie de espina dorsal del conjunto cultural que, gracias a él, creci6 sin perder identidad. (*) Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo y patrocinio de FONDECYT para el Proyecto de Investigación "El dios y héroe Gilgames en la tradición del Medio Oriente Antiguo". (**) Ver, sobre esto, con mayor detalle, Ana/es Fac. Teo/. PUCCH. 38 (1988), 37-43. 238 JAIME MORENO G. Tensos entre la tradición que se les imponía y los problemas de las nuevas situa- ciones, los escribas fueron elaboradores de visiones de mundo cambiantes y estables al mismo tiempo. Ellos legaron el "corpus" escrito donde consignaron el producto de su reflexión acerca de "temas filosóficos" y de "la vida cotidiana". Transmitieron las ciencias e impulsaron su crecimiento desde la lingüística hasta las matemáticas, desde la medicina hasta la astrosofía. La literatura y la música estuvieron en su mano, lo mismo que el derecho y las relaciones internacionales, vía la burocracia de cancillería y la asesoría a los gobernantes. Finalmente, hay que decir que los escribas contribuyeron a la unificación cultural de la zona y a la internacionalización de la sabiduría por ellos cultivada. Ello se debió a su sentido de grupo con intereses comunes, a la formación básica "standard" recibida, en una palabra, al ser ellos una especie de corporación sólida y de prestigio, robustecida por "la larga duración del aprendizaje (que) no podía sino impregnar a los aprendices de este arte con el espíritu de sus maestros" (BWL., p. 7s.). 1. ESCRIBAS Y LITERATURA EN LA MESOPOTAMIA NEOSUMERIA 1.1. La é.dubba (= IIcasa de las tablillas" ) y la institución escribal La é.dubba fue la institución que agrupó a los escribas, tanto para el desarrollo de su trabajo científico-humanista como para la formación de los jóvenes aprendices que mantendrían la continuidad del sistema. Samuel N. Kramer cree posible rastrear hasta más o menos el 3000 a. C. las huellas de los escribas que pensaban ya en términos de maestro-discípulo, profesor- alumno. Hacia el 2500 a. C. debió haber una cantidad apreciable de escuelas a 10 largo y ancho de Súmer, pero el sistema floreció y llegó a su madurez en la segunda mitad del tercer milenio. Bajo la Tercera Dinastía de Ur, la é.dubba llegó a su momento de mayor lustre. El aparato administrativo regio, las necesidades de cancillería, comercio, tribunales, el impulso dado a la creación cultural exigieron cada vez más de los escribas. Su adecua- da respuesta prestigió tanto al gremio como a la institución que los cobijaba. Particular- mente sobresaliente fue la é.dubba de Nippur. 1.2. La producción literaria El movimiento cultural de la época tiene, entre otras, dos características que quisiéramos resaltar: es un movimiento estatal, en que los reyes-mecenas son el motor de todo el sistema. La é.dubba es una institución más, funcional al diseño global de la monarquía neosumeria. Sus creaciones tendrán el sello estatal y de escuela. Desde otro punto de vista, Ur III es una época en que se cosechan los frutos del pasado. LA UTERATURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 239 Restitución, reorganización, renacimiento son términos que recurren cuando se intenta caracterizar la labor de la Dinastía. Sea lo que fuere de la precisión del término, hay que decir que efectivamente hay un trabajo de "renacimiento", un cultivo y desa- rrollo del pasado cultural que abarca desde lo arquitectónico hasta lo literario. Dos tipos de producciones literarias nos van a interesar: la producción épica la producción hímnica 1.2.1. La épica No es de extrai'larque en este escrutinio y recuperación del pasado hayan emergido renovados los viejos monumentos, las venerables tradiciones y los prestigiosos héroes de la antigüedad sumeria, tres en especial: Enmerkar, Lugalbanda y Gilgames, todos ellos de la ciudad de Uruk. Se han recuperado nueve cantos épicos sobre dichos héroes. Ellos pueden ser ordenados en dos ciclos: el Ciclo de Enmerkar y el Ciclo de Gilgames. El Ciclo de Enmerkar abarca cuatro cantos: a) Enmerkar de Uruk y el sei'lorde Aratta. b) Enmerkar de Uruk y Ensuhkesdanna de Aratta. c) Lugalbanda y Enmerkar. d) Lugalbanda en el monte t!urrum. El Ciclo de Gilgames abarca cinco cantos: a) Gilgames de Uruk y Agga de Kis. b) Gilgames y la Tierra del Viviente. c) Gilgames y el Toro de An. d) Gilgamd, el árbol "guluppu" y el Mundo Inferior. e) La Muerte de Gilgamd (Textos A y B). Los cuatro cantos de Enmerkar y el Primero de Gilgames (o más propiamente, Bilgames) reproducen una serie de tópicos que no haremos sino enunciar: Se explota el tema de los conflictos entre ciudades y sei'lores. Las motivaciones económicas de los conflictos son transparentes y su resolución se realiza muchas veces "per interpositam personam", El sei'lor, majestuoso y aterrador, se halla en tensión con las Asambleas de la Ciudad. Por lo general, éstas aconsejan el sometimiento mientras que el sei'lor se inclina por soluciones de fuerza. En casi todos estos cantos ocurre el "topos" del largo y peligroso camino, gene- ralmente por (siete) montes y algún río. 240 JAIME MORENO G. Los temas astrológicos (el Sol, la Luna, Venus) ocupan un lugar que vale la pena destacar junto a hechizos, conjuros y sueños. Aparece el tema de los dioses que deciden los destinos de las ciudades, de los señores y héroes. Los restantes cuatro cantos del Ciclo de GilgameS se abren hacia temas más tras- cendentes y polisémicos que les asegurarán la sobrevivencia en la tradición posterior: En el Segundo Canto, GilgameS es el mortal acosado por el peligro y la certeza de la muerte. Quiere evadirla adquiriendo fama, "haciéndose un nombre" y al inten- tarlo cae en la polaridad de la benevolencia del dios-Sol Utu y la animosidad de Enlil. En el Tercero, el sei'iorparece rechazar la oportunidad de convertirse en un dios (Dumuzi) encamado al rechazar convertirse en el esposo de la diosa Inanna. Aparentemente rechaza un tipo de "hybris", pero no lo hace sino para caer en otra: oponerse al deseo de su diosa y entrar en lucha contra ella. En el Cuarto Canto el protagonista reúne distintos rostros: comienza como rey- caballero, socorredor de su diosa-dama; continúa como brujo maligno que abusa de sus poderes en perjuicio de su ciudad y concluye como amigo desconsolado por el destino de su siervo. En el último, Gilgames aparece en la majestad divina de rey en el Mundo Inferior. Toda esta literatura está saturada de cerebralidad, tanto en sus recursos (las figu- ras gramaticales priman sobre las figuras literarias) como en su temática en que es perceptibletanto el compromiso político de la é.dubba como su confianza en la razón. La confianza en la organización y administración racional de un imperio exitoso no pudo sino revertir en la percepción del Universo como un Cosmos bien ordenado y administrado por dioses reyes-administradores reflejados en los reyes-dioses de la di- nastía. Lo que hemos llamado cerebralidad o frialdad literaria posiblemente no es sino un índice más de la confianza en la razón. No se excluye la emoción ni el sentimiento, pero prima la racionalidad. 1.2.2. Himnos y cantos Los himnos al rey y los cantos de hierogamia fueron un género que adquirió mucha robustez en la época. Quizás retomando intentos de la época sargónida, los reyes de Ur III aspiraron a los honores divinos y los lograron. Al interior del sistema religioso sumerio existían algunos elementos que abrían la posibilidad de desarrollo de este "dogma" que constituyó un atractivo bastante perma- nente para los dinastas mesopotámicos y que la cultura de la zona, en general, rechazó. Uno de estos elementos fue el rito de la hierogamia. La hierogamia o unión sexual sacra, atestiguada con seguridad desde esta época de Ur I1I, es un momento ritual muy fuerte y clave en el sistema religioso. En dicho rito, una sacerdotisa encama y representa a la diosa de la fertilidad Inanna; el rey, por LA UTERATURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 241 su parte, representa y encarna a Dumuzi, "partner" masculino de la diosa. Ambos dioses de la fertilidad, simbolizados por sus representaciones humanas, se unen y, al hacerlo, derraman la fuerza de la vida y de la fertilidad sobre la tierra. Lograda su divinización, al rey-dios se le construyen santuarios y se le hacen ofrendas. Sus estatuas son objeto del rito de animación y son veneradas; sus nombres entran en la onomástica como elementos teóforos ... , y se les cantan himnos tanto para alabar su grandeza como para acompallar la picardía, la seducción y el goce de la hierogamia. Conservamos algunos himnos y cantos. De ellos, quisiera presentar sólo dos, del rito de hierogamia. He llegado a la casa de nuestra madre: Vengo llena de alegría. He llegado a la puerta de Ningal: Vengo llena de alegría. A mi madre él vendrá a decir la palabra, va a rociar aceite de ciprés en el piso. A mi madre Ningal, él vendrá a decir la palabra, CANTO DE AMOR Anoche cuando yo, la reina brillaba; anoche cuando yo, la Reina del Cielo, brillaba; mientras brillaba, mientras bailaba, mientras cantaba al destello de la noche inminente ¡vino a mí, vino a mí! ¡El señor Kuli-Anna vino a mí! El señor tomó mi mano en su mano; Umsu-gal-anna me abrazó Ahora, toro salvaje, suéltame: ¡tengo que ir a mi casa! Kuli-Enlil, suéltame: ¡tengo que ir a mi casa! ¿Qué voy a decir para engallar a mi madre? ¿Qué voy a decir para engallar a mi madre Ningal? Yo te enseñaré, yo te enseñaré: -"Una amiga me llevó a la plaza, me detuvo cantando y bailando. Su canto dulce lo cantó para mí; en dulce deleite pasé el tiempo allf'- Así engañarás a tu madre. Mientras, a la luz de la luna, entrégate al ardor: Te prepararé un lecho puro, dulce, noble. El tiempo pasará dulce contigo en dulce plenitud. Es un SAGIDDA. 242 JAIME MORENO G. va a rociar aceite de ciprés en el piso aquel cuya morada es fragante, cuya palabra trae alegría profunda. Mi señor es digno del sacro seno. Ama-umsu-gal-anna, el yerno de Sin, el señor Dumuzi, es digno del sacro seno, Ama-umsu-gal-anna, el yerno de Sin. Mi señor: suave es tu crecer, sabrosas tus plantas, hierbas en la llanura. Ama-umsu-gal-anna: suave es tu crecer, sabrosas tus plantas, hierbas en la llanura Es una SAGARRA. Un canto TIGI de Inanna. (ANET, Suppl. pp. 639s.) 2. ESCRIBAS Y LITERATURA EN LA MESOPOTAMIA PALEOBABILONICA 2.1. El medio ambiente cultural El desplome de la Tercera Dinastía de Ur cierra una etapa también de la historia literaria de Mesopotamia. Bajo la conducción de nueva sangre semita, los amorreos, se inicia la marcha ascendente de Babilonia. Los advenedizos, en cuanto se han instalado, adoptan rápidamente el "way of life" y la "Weltanschauung" de sus predecesores. Los jefes "bárbaros" se hacen reyes y sus súbditos se hacen ciudadanos. Matrimonios, por un lado, e influjo de los escribas, por otro, acaban por urbanizar rápidamente a los beduinos que comienzan a comportar- se como los antiguos soberanos, incluso en la lucha contra sus ex camaradas que siguen merodeando por el desierto. El genio amorreo "alimentado por las antiguas tradiciones de Súmer y A.kkadvivificado por nueva levadura, ese genio manifiesta en todos los terrenos una potencia creadora y una espontaneidad de expresión que rara vez volverá a encontrarse en tiempos poste- riores". (R. Labat, Las antiguas ciencias del Oriente, p.89) Los escribas e intelectuales de la época no se entregan a una mera operación de salvataje de la herencia del pasado, sino que -como en la economía y el derecho- se manifiestan creadores remoldeando lo recibido de acuerdo al genio de la nueva época. Se supone que la é.dubba ha seguido en funciones, aunque ya sin el brillo an- terior. LA UTERATURA MESOI'()TAMICA ANTIGUA 243 2.2. La épica amorrea El inventario de los productos literarios de la época permite agruparlos en cuatro ítemes: a) Inscripciones regias de distinta índole y extensión. b) Himnos y oraciones a los dioses (a Istar, Samas, Sin, Marduk, etc.) ya los reyes, tanto contemporáneos como del pasado reciente. c) Literatura científica. El genio amorreo produjo dos tipos principales de literatura científica: textos matemáticos que expresan la racionalidad y libros de adivinación, exponentes de la vertiente esotérica de la época. d) Mitos y épicas (de Anzu, de Nergal, de Adapa, de Etana, de Atrahasis, de Gilgames, etc.). De todo este material nos referiremos tan sólo (y brevemente) a la épica de Gilgames, que ha llegado a nosotros en diversos fragmentos. Los fragmentos a nuestra disposición nos ponen delante un todo organizado, armado a partir de los datos de la tradición. Hemos visto ya que en el Ciclo sumerio encontrábamos un héroe multiforme; nada se hizo por reducirlo a una unidad secuencial y sistemática. Existieron como "módulos narrativos" aislados, a veces vivaces y cautivantes, pero simplemente acumu- lados, que se iluminan unos a otros como elementos autosuficientes de un retablo de escenas yuxtapuestas. El genio semita amorreo, un genial compositor que aún no conocemos sino por su obra, fue el responsable de la organización de la épica. Tomó los "módulos narrativos" disponibles en la tradición y los ordenó en torno a un tema central. Nació la épica con el nombre de tlsutur e/i" (= "Exaltado es él). Los fragmentos babilónico-antiguos de que disponemos están atravesados por la tensión entre los polos soledad-amor. Y en el polo del amor se tensan, a su vez, "el amor de la mujer" y "el amor del amigo": ¿son amores complementarios, subordinados u opuestos?, ¿sucesivos o contemporáneos? Podemos recoger, entonces, una meditación sobre la condición humana y la centralidad del amor en sus distintas y tensas facetas. y estas tensiones llegan a su paroxismo por estar situadas dentro de la perspectiva de la muerte. Algunos dichos de la épica se encuentran citados frecuentemente. Sobre la condición humana, Gilgames arenga a su compai'iero: "¿Quién, amigo mío, puede escalar el cielo? Sólo los dioses viven eternamente junto a SamaS; para la humanidad, contados son sus días ¡cuanto ejecutan no es sino viento! Incluso tú temes a la muerte: ¿Qué hay de tu poder heroico? Deja que vaya, entonces, ante ti; 244 JAIME MORENO G. que tu boca me grite: "¡Avanza; no temas! Si yo cayere, me habré hecho un nombre". (Yale, 1, 140-148) Una (diosa) cervecera anónima tienta a Gilgames con el "carpe diem" para que cese en su búsqueda de la vida. "Gilgames, ¿a dónde vagas tú? La vida que persigues no hallarás. Cuando los dioses crearon la humanidad, la muerte para la humanidad destinaron; la vida en sus propias manos retuvieron. Tú, Gilgames, llena tu vientre, gózate dedía y de noche. Cada día hay una fiesta de regocijo, día y noche danza tú y juega. Procura que tus vestidos sean centellan tes, frescos; tu cabeza lava, báñate en agua. Atiende al pequeño que toma tu mano, ¡que tu esposa se deleite en tu seno! Pues esa es la tarea de la humanidad" (Meissner-Millard iii, 1-14) 3. ESCRIBAS Y LITERATURA EN EL PERIODO BABILONICO MEDIO (KAS SITA) 3.1. Las "familias" escribales Ya hemos dicho que con el fin de la Tercera Dinastía de UR la é.dubba había co- menzado a decaer. La organización de los escribas comienza a tomar nuevos cauces. Se organizan en "familias" (no necesariamente de parientes) de maestros y discípulos que remontan a un ancestro, sabio célebre, cuya descendencia intelectual se prolonga en algunos casos hasta la época seléucida: Sin-leqe-unninni, Ekur-zakir, l}unzu, Ah'utu, Nanna-Utu, Arad-Ea son algunos de los nombres ancestrales que han llegado hasta nosotros. A modo de ejemplo, véase la "familia" de Sin-leqe-unninni, sabio maestro de especial interés por haber sido aparentemente un momento decisorio en la tradición de la épica de GilgameS: LA UTERA TURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 245 Sin-leqe-unninni------- -------- Itti-Ani-nuhsu Lusi-ana-nur-Erra IVI Anu-belSunu Rimut-Nabu I I Itti-Ani-nuhsu Marduk-sarraniI u Anu-uballit Itti-Ani-nuhSuI v Nidinti-Ani Nidinti-Ani I Anu-belSunu------------- Nidinti-Ani Anu-aba-uter I Anu-iqisani I Mannu-iqap I Ilut-Ani I Nidinti-Ani I Anu-aooe- idin I Anu-belsunu I Anu-balat-su-iqbi (BAK, p. 17) La reconstitución de esta genealogía permite seguir la continuidad de la familia desde ca. 1240 a. C. hasta el 139 a. C. El sistema de "familia escribal" fue exportado y en Asia Menor encontramos, en la capital hitita de Hattusa, una familia escribal que remonta a un ancestro babilonio: (S. XV a. C.) Anu-Sar-ilani I Hanikuili I (S. XIV a. C.) Kurunu(wa) I (S. XIII a. C.) Ziti I NU .GIS .KIRI6 I Hanikuili (ver Georg Beckman, "Mesopotamians and Mesopotamian Learnig at Hattusa" leS 35 (1983),97-114) 246 JAIME MORENO G. De lo expuesto resulta claro el crecimiento de la individuación de los escribas de la época. Según dejáramos dicho, los maestros y letrados anteriores habían permaneci- do en el anonimato, ocultos tras la tradición a la que servían y nada sabíamos de sus personas. Ahora comienzan a perfilarse las siluetas de estas grandes figuras que firman sus obras y cuya memoria es honrada por sus hijos intelectuales, herederos de su quehacer: "Yo, Saggil-kinam-ubbib, (sacerdote) masmasu, soy devoto tanto del dios como del rey". Así rezaba el acróstico de la Teodicea Babilónica. La Epica de Erra tiene hacia el final un discurso del dios Isum que, en la parte que nos interesa, declara: "Que se proclame durante años innumerables la alabanza del Gran Señor Nergal y del héroe ISum: que Erra en su furor se preparaba para aplastar a los países y destruir sus habitantes; pero que ISum, su consejero, lo calmó y perdonó al resto. Que al compositor de sus tablillas, Kabti-ilani-Marduk, hijo de Dabibu yo, una noche, en sueños se lo revelé, y que, cuando en la mañana lo narró, nada omitió y no añadió ni una línea". (texto en Labat, p. 137) Por lo demás, las tablillas de Kabti-ilani-Marduk fueron usadas como "detente". 3.2. La producción literaria Los escribas kas sitas llevaron a cabo la ordenación de la literatura, la versión de los contenidos, la numeración de las tablillas, la traducción sistemática del sumerio al acádico. Elaboraron glosas y comentarios destinados a explicar el significado de los originales sumerios a un cuerpo de lectores que ahora hablan y entienden casi exclusi- vamente el acádico. No se crea, sin embargo, que el trabajo escribal de la época se haya limitado a esta especie de bibliotecología y archivística. Vamos a detenemos en dos tipos de creación literaria kassita. El primero de ellos es de características muy cerebrales: el diálogo y el monólogo; el segundo es del medio religioso-devocional: himnos y oraciones. LA UTERATURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 247 3.2.1. El diálogo Con antecedentes en las antiguas disputas por la excelencia entre dos oponentes (animales, árboles, estaciones climáticas ...), el género llega a su madurez en esta época. Ahora la forma dialogal se emplea para tratar temas más comprometedores. La ventaja del diálogo es que permite tratar un problema desde distintos puntos de vista, discerniendo matices y subrayando aspectos que una sola visión podría descuidar o aplanar. Hay dos posibilidades de cerrar el debate. O bien el autor deja abierto el problema para que el lector saque sus propias conclusiones o bien toma partido y hace que una de las partes venza y así el mensaje se hace unívoco. Ambos tipos de conclusión se hallan en los diálogos kassita. En la ya mencionada Teodicea Babilónica la discusión queda abierta. Dos sabios se enfrentan. Uno de ellos presenta las miserias, desdichas e injusticias de la vida. "¿Puede asegurarse una vida agradable? ¡Quisiera saber cómo hacerlo!" (1. 33) "Van por la vía de la prosperidad los que no se preocupan de su dios; se empobrecen, son despojados los que oran a la diosa". (11.70-71) "El dios a un (demonio) sarraba no le cierra el paso". (1. 244) "Alaban la palabra de un poderoso hábil en el crimen y humillan al débil que a nadie hizo dafio". (11.267-268) El oponente trata de defender la doctrina común: Hay racionalidad en el mundo, hay una providencia en él. Si no la captamos es porque la sabiduría divina es inescrutable: ¡Si hasta el mal entra y está considerado en los planes divinos! "El corazón divino como el centro de los cielos es remoto; su conocimiento es difícil, las multitudes no lo conocen". (11.255-257) "(los dioses) dieron a la humanidad su habla perversa, con mentira y no con verdad la dotaron para siempre". (11.279-280) ¿Conclusión? El sufriente no se deja convencer y deja la cuestión abierta expresando tan sólo un deseo: "Ojalá el dios que me arrojó me otorgue ayuda, la diosa que me abandonó me muestre piedad. Que el pastor Samas guíe divinamente a los pueblos". (11.295-297) El Diálogo del Pesimismo trata de un sefior y su esclavo. El sefior manifiesta la intención de hacer algo y el esclavo lo apoya con alguna máxima de sabiduría sacada del repertorio tradicional o inventada "ad hoc". Sin transición, el sefior se desdice y renuncia a hacer lo propuesto: el esclavo encuentra una máxima conveniente que justi- fique la decisión de su amo. Con este modelo, el Diálogo recorre diversas situaciones, bordeando a veces la blasfemia y casi siempre con un toque de ironía rayana en el humor negro. 248 JAIME MORENO G. Veamos el trato dado a "hacer una revolución": "¡Esclavo, escúchame!" "Aquí estoy, señor, aquí estoy". "¡Quiero hacer una revolución!" "Hazla, señor, hazla. Si no haces una revolución ¿de dónde sacarás vestidos? ¿Quién te dará para que llenes la panza?" "¡No, esclavo! ¡No vaya hacer una revolución!" "El hombre que hace una revolución o es muerto o es desollado, o es cegado, o es arrestado, o es arrojado a prisión". (11.39-51) y sobre "hacer sacrificios": "¡Esclavo, escúchame!" "Aquí estoy, señor, aquí estoy". "Rápido: Búscame agua y dámela para mis manos. ¡Un sacrificio para mi dios quiero hacer!" "Hazlo, señor, hazlo. El hombre que hace sacrificios a su dios alegra su corazón; ganancia sobre ganancia hará". "No, esclavo: ¡Un sacrificio para mi dios no vaya hacer!" "No lo hagas, señor, no lo hagas: Al dios lo acostumbrarás a andar como un perro detrás de ti. Te pedirá: "¡Mis ritos!". O te pedirá: "¡A tu dios consulta!" o cualquier otra cosa". El final (no tan claro) es desconcertante. Al fin de cuentas, lo único bueno es suicidarse, pues no hay valores estables que apoyen el existir. Estos Diálogos son importantes porque delatan el medio espiritual de la época. Ciertos ambientes han caído en un proceso de crisis y escepticismo, producto de la confusión y desconcierto de los tiempos. Otros en cambio rompen alguna lanza por la ortodoxia tradicional. Tal es el caso de Subsi-mesre-Sakkan;protagonista (¿y autor?) del famoso monólogo "Ludlul bel nemeqi". El sufrimiento del justo, dice, es insondable. Estamos ante un "rationale" del proceder divino que no podemos alcanzar. ¿Por qué? "Lo que uno considera apropiado es una ofensa para su dios; lo que al propio corazón parece despreciable es apropiado para su dios. ¿Quién conoce la voluntad de los dioses en el cielo? ¿Quién entiende el parecer de los dioses en el averno? ¿De dónde pueden los humanos aprender la conducta del dios? Quien ayer estaba vivo, hoy está muerto; en un momento está perdido, en un momento está cantando. En un instante la gente canta con exaltación; en otro instante gimen como lloronas. Su condición cambia como cambian los pasos. LA UTERATURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 249 Tienen hambre y llegan a ser como cadáveres; se sacian y rivalizan con sus dioses. En prosperidad se jactan de subir al cielo; en adversidad se quejan de bajar al averno. Estas cosas me desconciertan; su secreto no lo entiendo". (11.34-48) La "intelligentsia" de fines de la época kassita parece haber resentido el impacto de las convulsiones políticas, sociales, militares y económicas de la época. Los testimonios citados nos muestran las impresiones de una burguesía errabunda, sin claridad ni horizontes definidos. En este ambiente ha sido posible, y quizás inevitable, que ciertos escribas desa- rrollaran un tratamiento casi volteriano de las viejas y venerables tradiciones, mientras otros defendían las verdades establecidas, fundamento de una posibilidad de existencia. 3.2.2. Las oraciones Por su lado, y con sus características propias, la devoción de la época se hace eco también de la situación ambiental. En la época kassita se desarrollan cuatro tipos de oraciones muy característicos: "lamentaciones para calmar una divinidad irritada" "palabras para hacer volver al dios (personal) irritado" "palabras (de conjuro) del lugar donde está SamaS" "palabras a mano alzada al dios N". Todas son oraciones conjuratorias normalmente compuestas en acádico, que for- man parte de ritos mágicos destinados a alejar males. En general están destinadas al uso personal, a la defensa individual. Estas oraciones, típicas de la época kassita, reflejan el espíritu de la época. El hombre babilonio no se siente ni muy cómodo ni muy seguro en el mundo. Lo amenazan toda clase de malos presagios, lo acosan brujos y brujas con sus sortilegios. Los muertos, enemigos del más allá, pueden apoderarse de él y los dioses se irritan contra él con razón o sin ella. Las oraciones "para calmar a una divinidad irritada" y "para hacer volver al dios (personal) irritado" reflejan el "tenet" de la teología ortodoxa de la época, ya discutido y criticado en los Diálogos: todo sufrimiento, todo malestar, toda situación negativa revela una falta cometida por el sufriente y por ella los dioses se han vuelto contra él. Dominado por el sentido de falla, el mesopotámico kassita recurre a la confesión, a la lamentación y a la súplica por un lado y, por otro, al mecanismo automático-causal de la magia y el conjuro. En medio de esta fisiognomía cósmica amenazante, la figura del dios Sol (Samas/ Utu) aparece como tranquilizadora, estabilizadora. Es probable que haya sido en esta época kassita cuando uno de los más famosos himnos al Sol recibió su forma definitiva y se transmitió en abundantes copias a las generaciones siguientes. 250 JAIME MORENO G. 4. INSTITUCIONES DE SABIOS EN EL PERIODO NEOASIRIO En este apartado vamos a preocuparnos tan sólo de una institución en que los sabios mesopotámicos desarrollaron su labor: La Biblioteca de Assurbanipal. No es este el lugar para intentar ni siquiera el esbozo de una historia de las Bibliotecas en el Medio Oriente Antiguo, lo que sería un bello capítulo de la vida cultural de la zona. Contentémonos con algunas notas acerca de esta famosa institución de la época neoasiria. Tenemos noticias de Bibliotecas en varias localidades, en Buzunum, Assur, Kalou, Nínive, Uruk, tanto estatales (del Rey) como particulares: el médico Adad-sumu-usur, educador de Assurbanipal y de su hermano, poseyó una; el astrólogo Nabu-zuqup-kena tuvo también la suya. Pero ciertamente la más famosa y conocida de todas es la que organizó el Rey Assurbanipal. La Biblioteca fue formada por distintos medios: hubo un trabajo de escribas y sabios en ella radicados (***), se enriqueció con las obras que a ella llegaron como botín de guerra. El Rey ordenó confiscaciones y recibió donaciones más o menos forzosas. (Las Bibliotecas de los mencionados Adad-sumu-usur y Nabu-zuqup-kena fueron alguna vez incorporadas a la Biblioteca Real). Vamos a trascribir "in extenso" una carta real a un tal Sadunu, carta de la cual se suelen encontrar sólo extractos: "Palabra del rey a Sadunu: Yo estoy bien; ¡que estés contento! El día en que veas esta carta mía, toma contigo a Sumu, el hijo de Sumaukina, a Bel-etir, su hermano, a Apla, hijo de Arkat-ilani y a la gente de Borsipa a quien tú conozcas y busca todas las tablillas depositadas en el templo de Ezida y reúne las tablillas del... del Rey, de las tablillas para los días del mes de Nisan, la piedra ... del mes Tirsri, de la serie "Bit-Sala", la piedra ... para calcular el día, las cuatro piedras ... para la cabecera del lecho real y el real... los leños "akarinnu" y cedro para la cabecera del lecho real, la serie "Conjuros: Que Ea y Marduk perfeccionen la sabiduría", todas las series que allí tienen que ver con la guerra, además de todos los documentos que hay, la serie "En la batalla un cetro (?) no se acercará al hombre", la serie "Edin-na dib-bi-da e-gal-tur-ra", conjuros, oraciones, inscrip- ciones en piedra y las que sean excelentes para la soberanía, la serie (?) "Takpirti ali IGI-NIGIN-NA" y todo lo que pueda ser necesario para el palacio. Busca las tablillas raras que puedas hallar en tu camino y que no estén en Asiria y envíame- las. Mando las autorizaciones para el "Satam" y el "Saku". Ponlas en tu caja. Que nadie retire las tablillas de ti. Y si hay alguna tablilla o conjuro que yo no te he mencionado y es útil para mi palacio, búscala, consígnala y envíamela". (Ver R. Campbell Thompson, Semitic Magic, Ktav Publ., New York, 1971, pp. xxxvii, s.) (*U) Sabemos de la existencia de dos organizaciones de sabios. Hubo una "abbat sarri" (="Asamblea del Rey") o "tapburti ummani" (= "Consejo de sabios"), especie de Real Academia de Ciencias y Humanidades, ciertamente vinculada a la Biblioteca del Palacio. Hubo, además, una "bit mumme" (= "Casa de la Sabiduría") que probablemente funcionó vinculada al Templo de Nabu de Nínive, que también poseía su propia Biblioteca. Ver y completar el citado arto de Anales Foc. Teol. PUCCH 38 (1988), 42-44. LA UTERATURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 251 La situación de los sabios neoasirios era envidiable bajo muchos aspectos. Desde todos los rincones del imperio confluían a la capital distintas obras en variadas edicio- nes. El bien intelectual acumulado por siglos se iba concentrando en Nínive. Una de las primeras tareas que se sintieron como urgentes fue la realización de ediciones críticas de las grandes obras que se acumulaban. Los colofones dan testimo- nio de esta actividad. En forma casi monótona se repiten fórmulas acerca del trabajo realizado: "Según tablillas de arcilla y de madera, ejemplares del país de Assur, del país de Súmer y de Akkad. Yo lo he hecho escribir, revisar y colacionar por la 'taphurti ummani' n. Por otra parte, la acumulación de obras grandes, importantes, hicieron necesarios los resúmenes o extractos de las mismas. Abundan los extractos de obras de botánica, por ejemplo, o de las copias de rituales. Ocasionalmente se nota que el extracto ha sido hecho con premura. Los escribas están abocados, pues, a la tarea erudita de catalogar, ordenar, editar y comentar. La creatividad no se ha estancado del todo. Se escriben himnos no carentes de inspiración y se cultiva el género epistolar que con Adad-sumu-usur alcanza una cum- bre. Veamos un ejemplo. El médico Adad-sumu-usurfue hombre de confianza del rey Esarhaddón, quien le confió la educación de sus hijos Sama5-sum-ukin y Assurbanipal. Hacia el 665, el rey asocia a sus hijos al gobierno y el viejo médico y preceptor le dirige la siguiente carta: "A mi sel'lor,el Rey, tu siervo Adad-sumu-usur: ¡Que haya bienestar para mi sel'lor, el Rey! ¡Que Nabu y Marduk a mi sel'lor, el Rey, bendigan! Lo que en el cielo no ha sucedido, mi sel'lor. el Rey, sobre la tierra lo ha realizado y mostrado: sobre la frente de tu hijo la tiara has cel'lido; la soberanía del país de Assur a él has transferido. Tu hijo primogénito para la soberanía de Babilonia has establecido. Uno a tu derecha, otro a tu izquierda has hecho tomar lugar. ¡Nosotros lo hemos visto! Al rey, nuestro sel'lor, hemos felicitado, nuestro corazón ha revivido, que Assur, SamaS, Nabu y Marduk, los grandes dioses del cielo y de la tierra, permitan a mi sel'lor,el Rey, estar en su triunfo. Que un buen destino Assur, Adad y Samas para mi sel'lor. el Rey. y para sus hijos destinen. Que en el cielo y en la tierra tu nombre y tu descendencia Assur la haga estable. Ya que ante tus hijos has abierto un buen camino. ante tus muchos hijos abre también un buen camino. Ponlos bajo protección y defensa. Que como la semilla de las plantas a los países extranjeros dominen. Que vosotros con el país de Assur y el país de Assur con vosotros estén en buenos términos. El elamita ...• (demasia- do fragmentario) ... Por medio de los reyes, tus hijos. haz lo bueno para el país de Assur. Ahora. mi sel'lor,el Rey. desde la salida del sol hasta la puesta del sol, Asur te ha entregado. Mira estos buenos hijos tuyos: que tu corazón se alegre. Una mala palabra. mi sel'lor,el Rey. de su corazón no debe subir. En el interior del palacio, 252 JAIME MORENO G. mi señor, el Rey, alcance una gran vejez. Alegría ... (demasiado fragmentario) ... El anciano de mi señor, el Rey, yo soy ... Que del bienestar de mi señor, el Rey, yo oiga para que mi corazón reviva". (Texto en Kar1heinz DELLER, "Die Briefe des Adad-sumu-usur", AOAT, Butzon & Bercker Kevelaer, 1989, pp. 45-64. pp. 56-57. Se han editado 63 cartas de Adad-sumu-usur, las compuestas por Nabu-agge- eriba y por Mar-IStar, Sumo Sacerdote de Babilonia. Hay un "corpus", pues, suficiente para destacar el epistolario como un género maduro. Vamos a concluir esta exposición citando un texto de Assurbanipal que resulta históricamente emocionante. El Gran Rey se dirige a Nabu, el dios de la escritura y de la sabiduría y, entre otras cosas, le da cuenta de las intenciones que tuvo al organizar la Biblioteca del Templo: "Para Nabu, el hijo perfecto que inspecciona la totalidad del cielo y la tierra el que toma la tablilla de madera, el que empuña el cálamo de las tablillas del destino, el que prolonga los días, el que hace vivir a los muertos, el que otorga luz a los hombres confusos, para el gran señor, su señor: Assurbanipal objeto de la benevolencia de Assur, Bel, Nabu, el pastor que cuida los santuarios de los grandes dioses y fija sus sacrificios perpetuos, el hijo de Esargaddón, rey de la totalidad, rey del país de Assur, descendiente de Senaquerib, rey de la totalidad, rey del país de Assur, para la vida de su alma, prolongación de sus días y bienestar de su descendencia, para firmeza del fundamento del trono de su realeza, para audición de sus oraciones y aceptación de sus súplicas, para que los rebeldes contra él sean puestos en su mano. la sabiduría de Ea, el arte lamentatorio, el secreto de los sabios, lo que es apto para calmar el corazón de los grandes dioses, según tablillas originales del país de Assur y del país de Akkad escribí en tablillas, controlé y colacioné y en la Biblioteca (girginakku) de Ezida, templo de Nabu, mi señor, en el interior de Nínive coloqué. Por esto, Nabu, señor de la totalidad del cielo y la tierra, mira a esta Biblioteca con alegría. LA liTERATURA MESOPOTAMICA ANTIGUA 253 y a Assurbanipal el siervo que teme tu divinidad, diariamente concédele una intercesión ... Quiero alabar siempre tu gran divinidad" (BAK 328) 5. CONCLUSION: ALGUNAS CARACTERISTICAS GENERALES DEL TRABAJO ESCRIBAL La formación recibida debió necesariamente generar un "estilo escribal", un modo de ser y actitudes espirituales que se espejean en las creaciones literarias. 5.1. Respeto por la tradición La cultura mesopotámica en general puede ser adjetivada de tradicional. Quien dice tradición dice autoridad y estabilidad. La autoridad remonta por los tiempos pasados hasta el tiempo fundacional, "aquel tiempo" en que -según la tradición mesopotámica- la sabiduría subió del mar y la realeza bajó del cielo. Del pasado, entonces, se sacan enseñanzas y claves para manejarse en el presente o, por lo menos, consolarse si la situación desborda las posibilidades de solución. Para ello es necesaria la memoria. Por eso el escriba es órgano necesario y soporte indispensable del sistema cultural. 5.2. Fidelidad al texto que va aparejada con el amor y veneración por el pasado. Sorprende el hecho de que se hayan trasmitido por siglos textos con una fidelidad extraordinaria. El amor al texto lleva a deslindar responsabilidades en su trasmisión. Es indicati- va de la finura crítica y del respeto por la obra la observación conservada en un colofón: "Según dictado de un sabio; escrito original no he visto" (BAK N2 486) 5.3. Primacía de lafunción por sobre la individuación Bajo esta formulación quiero decir lo siguiente: El escriba como ser individual queda supeditado a su función tradicional. De otra manera: la tradición se impone de tal manera que la individualidad del escriba-trasmisor queda supeditada y como desplazada del centro de la escena. No se siente autor, sino depositario de un bien precioso recibido y heredado. Esta puede haber sido una característica que explique el anonimato de tantas obras que hemos heredado de Mesopotamia. Probablemente la cuestión de la autoría de una obra era irrelevante para los brillantes letrados mesopotámicos que, salvo excepciones, no sintieron la necesidad de firmar sus obras. 254 JAIME MORENO G. 5.4. Finalmente hay que subrayar que fidelidad a la tradición no significa repetición. No es más fiel quien mejor repite. Se trata de crear dentro de y con el material recibido. El "fiel" es hijo: recibe una herencia genética de sus padres, pero no los repite. Invierte la herencia recibida y produce nuevos talentos. Y en eso estamos. 5.5. Estas características del "estilo escribal" deben ser tenidas en cuenta a la hora de valorar el trabajo de redacción y de trasmisión del texto bíblico. Quienes tuvieron la responsabilidad creativa y conservadora del texto sacro no llegaron a un suelo virgen. Había antecedentes importantes que propusieron mo- delos y métodos para la tarea que tomaron en sus manos. REVISTA UNIVERSITARIA Publicación trimestral editada por la Universidad Católica de Chile Suscripción Anual (3 números) $ 1.900 . Estudiantes $ 1.500 Envíe un cheque cruzado a nombre de la Pontificia Universidad Católica de Chile con todos sus datos o llame a los teléfonos 2221075 Ó 2224516 anexo 2417 solicitando un representante. Revista Universitaria Alameda 340· Oficina 212 Casilla 114-0 . Stgo. Chile
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