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LA MONOGRAFÍA EN LAS CARRERAS DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN: REPRESENTACIONES DE ESTUDIANTES Y DOCENTES UNIVERSIDAD NACIONAL DE LUJÁN – CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN AUTORA: LUISINA SENESE TUTORA: MARÍA IGNACIA DORRONZORO CO-TUTORA: AYELÉN VICTORIA CAVALLINI AÑO 2019 ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 1 2. MARCO CONCEPTUAL ........................................................................................... 3 2.1 PERSPECTIVA DEL LENGUAJE ADOPTADA............................................................................ 3 2.2 CONCEPCIÓN DE LA MONOGRAFÍA ...................................................................................... 5 2.3 CONCEPTO DE REPRESENTACIÓN SOCIAL ............................................................................ 7 3. PERSPECTIVA METODOLÓGICA ADOPTADA .................................................... 9 3.1 TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE DATOS ............................................................................. 10 3.2 TÉCNICAS DE ANÁLISIS DE DATOS ..................................................................................... 11 4. ANÁLISIS DEL CORPUS ........................................................................................ 11 4.1 ACERCAMIENTO A LAS REPRESENTACIONES SOCIALES DE LOS ESTUDIANTES SOBRE LA MONOGRAFÍA ........................................................................................................................... 13 4.1.1 Definición del género monografía .............................................................................. 14 4.1.2 Conocimientos necesarios para iniciar el proceso de elaboración de una Monografía ............................................................................................................................................. 15 4.1.3 El papel de la lectura y la escritura en el proceso de elaboración de la monografía .. 17 4.1.4. Utilidad de la escritura de una monografía para los futuros licenciados/profesores . 20 4.1.5 Papel del tutor/a en el proceso de elaboración de una monografía ............................ 21 4.1.6 La escritura de la monografía como instancia de aprendizaje .................................... 23 4.1.7 Problemáticas en la realización del trabajo monográfico ........................................... 24 4.1.8 Conocimientos a enseñar en un posible espacio curricular ........................................ 26 4.1.9 Actualización del reglamento ..................................................................................... 27 4.2 ACERCAMIENTO A LAS REPRESENTACIONES SOCIALES DE LOS DOCENTES SOBRE LA MONOGRAFÍA ........................................................................................................................... 28 4.2.1 Características del proceso de acompañamiento de un/a estudiante en la elaboración de su monografía ................................................................................................................. 29 4.2.2 Conocimientos necesarios para acompañar a los estudiantes en sus trabajos monográficos ....................................................................................................................... 30 4.2.3 Papel de la escritura y la lectura en el proceso de elaboración de una monografía .... 31 4.2.4 La escritura de la monografía como una instancia de aprendizaje ............................. 33 4.2.5 La utilidad de la escritura una monografía para los futuros licenciados/profesores... 35 4.2.6 Conocimientos a enseñar en un posible espacio curricular ........................................ 36 4.2.7 Actualización del reglamento ..................................................................................... 37 4.3 DIÁLOGO ENTRE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES DE ESTUDIANTES Y DOCENTES SOBRE LA MONOGRAFÍA ..................................................................................................................... 38 5. A MODO DE CIERRE ............................................................................................. 41 6. BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................... 42 7. ANEXO ..................................................................................................................... 45 7.1 ENTREVISTA ESTUDIANTE N° 1 .......................................................................................... 45 7.2 ENTREVISTA ESTUDIANTE N° 2 .......................................................................................... 47 7.3 ENTREVISTA ESTUDIANTE N° 3 .......................................................................................... 52 7.4 ENTREVISTA DOCENTE N° 1 ............................................................................................... 56 7.5 ENTREVISTA DOCENTE N° 2 ............................................................................................... 60 7.6 ENTREVISTA DOCENTE N° 3 ............................................................................................... 63 1 1. Introducción El propósito de este trabajo es describir las representaciones sociales de estudiantes y docentes sobre la monografía en las carreras de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Luján. Este objetivo surge a partir de la identificación de diferentes dificultades y problemáticas que han sido señaladas por estudiantes, docentes, tutores de la monografía y coordinadores de las carreras con respecto al proceso de elaboración de esta producción escrita. Con respecto a esta situación, es necesario señalar dos constataciones. Por un lado, a lo largo del tiempo la Universidad de Luján se ha encontrado con un número creciente de alumnos de la aludida carrera que, por distintos motivos, han cursado y aprobado las 34 materias requeridas y obligatorias, pero que aún tienen pendiente la escritura de su monografía. En este contexto, si bien el reglamento que actualmente rige para la elaboración de este trabajo presenta a la monografía como una producción que se realiza a partir de las doce materias, hoy dista mucha de ser eso. En la mayoría de los casos, se ha convertido en una actividad que se realiza al final y que muchas veces termina percibiéndose como un obstáculo para la obtención del título de licenciados/as y/o profesores/as. Por otro lado, con respecto a las características del trabajo solicitado, hay un escaso abordaje del género monografía en el marco de las carreras mencionadas. Así entonces, en su recorrido por la universidad, los estudiantes de Ciencias de la Educación se encuentran expuestos a una variedad de textos académicos, pese a que luego, entre las prácticas más frecuentes de evaluación, no se les solicita la elaboración de los mismos. En este sentido, la monografía es un género textual poco abordado en el marco de las asignaturas, pero que es requerido para la obtención del título de grado. Frente a esta situación y en relación con el aspecto anterior, resulta necesario señalar que no existe un espacio curricular específico destinado al acompañamiento de los estudiantes en el proceso de elaboración de sus trabajos monográficos. Al respecto, si bien recientemente se han construido propuestas para trabajar con los estudiantes sobre el género, estas iniciativas aún se proponen como optativas y resultan insuficientes para un abordaje integral del problema. A partir de la situación descripta precedentemente, se ha priorizado la realización de un estudio descriptivo y exploratorio que nos permita conocer cuáles son las concepciones o miradas que profesores y alumnos poseen sobre la monografía. Creemos que conocer dichas miradas nos permitirá entender, contextualizar y complejizar las dificultades que los diferentes actores (estudiantes, docentes tutores de monografías) encuentran a lahora de realizar o andamiar los procesos de producción de este género. Asimismo, este conocimiento puede convertirse en un insumo para pensar nuevas formas de acompañamiento a estudiantes y docentes, en sus instancias de escritura y tutoría de trabajos, nuevas formas o prácticas que acerquen a los alumnos a aquello que se les requiere desde el ámbito académico. 2 Para el estudio de las concepciones aludidas se ha tomado el concepto de "representaciones sociales" proveniente de la psicología social (Jodelet, 2011; Abric, 2001) a partir de la que se las concibe como modalidades de pensamiento, arraigadas al sentido común, construidas y compartidas socialmente. Desde esta definición, el acto de representar pone en relación a un determinado sujeto que, en compañía de otros, producen un contenido respecto de un objeto en particular. Ese contenido -expectativas, ideas, creencias- se construye a través de la experiencia, en un contexto compartido por las personas, y sirve de guía a los individuos para desenvolverse en su realidad. En este sentido, resulta importante concebir el concepto de grupo social como a todos esos sujetos que se encuentran en relación directa respecto al objeto a representar pero que, desde sus experiencias particulares, lo construyen y le dan sentido (Moliner, Rateau y Cohen- Scali, 2002). De esta manera, con el propósito de conocer los sentidos que los participantes - pertenecientes al mismo contexto universitario - otorgan al género monografía, se han diseñado y tomado entrevistas semidirigidas a estudiantes y docentes que se encontraban, al momento de su realización, en diferente situación respecto a la producción monográfica. Por un lado, en cuanto a los estudiantes seleccionados, se entrevistó a una estudiante que no ha comenzado con su proceso de escritura de la monografía, un alumno que sí lo ha hecho y otra alumna que lo ha finalizado. Todos ellos son estudiantes de la carrera y se encuentran cursando materias. Por otro lado, respecto a los profesores, se entrevistó a una docente que no ha sido tutora de monografía, otra profesora que desempeña su rol de tutora en la actualidad y, por último, una docente que tiene experiencia en la tutoría de estos trabajos (ha coordinado varios trabajos monográficos en su experiencia docente). Ahora bien, dado que para que para Abric (2001) en el seno de una representación social existen elementos centrales y estables, al igual que también hay componentes periféricos que varían con la experiencia, y en vinculación nuestro propósito, en las entrevistas construidas se procuró indagar sobre diferentes aspectos que se ponen en juego en la representación social que construyen los participantes. Las dimensiones sobre las que se procuró recabar información en las entrevistas fueron: la definición del género monografía, el papel de la escritura y la lectura en el proceso de producción, la necesidad o no de un espacio curricular para el trabajo sobre el género monografía, el papel de los tutores/as en los procesos de producción de los estudiantes, las problemáticas u obstáculos presentes en dichos procesos, el objetivo de la monografía, los conocimientos necesarios para el proceso de producción y elaboración de este género, la potencialidad de la monografía como instancia de aprendizaje y las consecuencias de la 3 actualización del reglamento que rige para la elaboración de la monografía en las carreras de Ciencias de la Educación. A partir de lo expuesto hasta aquí, y con el objetivo de ilustrar el proceso de análisis realizado, haremos un breve recorrido por la organización del presente trabajo. En primer lugar, se presentará el marco conceptual que fundamenta este estudio, que se apoya en la perspectiva sociocultural de la lectura y escritura, a partir de la que se las concibe como prácticas sociales ubicadas y determinadas por el contexto en el que se realizan. Allí también se definirá qué entendemos por monografía y por representación social, tomando de referencia los autores ya mencionados. En segundo lugar, se desplegará la perspectiva metodológica empleada para este estudio, así como las técnicas de obtención y análisis de datos. En tercer lugar, se darán a conocer los resultados del análisis de las entrevistas realizadas, junto con las categorías construidas, y se realizará un recorrido por los elementos centrales y periféricos de las representaciones analizadas. Por último, las reflexiones finales darán un cierre a este estudio y delinearán posibles lineamientos para pensar nuevas formas de acompañar a docentes y estudiantes en la elaboración de sus trabajos monográficos. 2. Marco conceptual 2.1 Perspectiva del lenguaje adoptada La perspectiva teórica que adopta este trabajo es la Perspectiva Sociocultural de la lectura y la escritura (Vigotsky, 1997; Bajtin, 1982), a partir de la cual se las concibe como prácticas sociales, ubicadas y determinadas por el contexto en el que se realizan. En nuestro caso, el contexto universitario determina la construcción y transmisión de conocimientos a través de determinadas formas específicas del lenguaje – entre ellas, la monografía - que adquieren valor sólo si son tomadas en relación a su entorno de producción. Esta relación entre contexto y lenguaje será explicitada en las siguientes líneas, a partir de la realización de un recorrido conceptual por los aportes más significativos de la perspectiva teórica aquí adoptada. Así entonces, entender al lenguaje como una práctica social implica concebirlo como una actividad que se realiza en un contexto determinado, es decir, en un momento social, histórico y cultural específico. De esta manera, desde la Perspectiva Sociocultural, lenguaje y contexto son dos conceptos que no pueden disociarse uno de otro. Por una parte, el contexto remite a una realidad mucho más compleja que la simple situación comunicativa -locutor, interlocutor, lugar y tiempo-. Por el contrario, este concepto puede entenderse como “la esfera de la actividad humana en la cual el lenguaje surge y que simultáneamente es construida, conformada por el 4 lenguaje” (Dorronzoro, 2013, p. 89). Por lo tanto, todas las prácticas del lenguaje están siempre condicionadas por factores históricos y culturales, además de individuales. Por otra parte, el lenguaje no es una herramienta transparente que refleja la realidad, por el contrario, es un mediador entre los escenarios históricos-culturales, por un lado, y los procesos mentales del individuo, por otro. Como lo plantean Dorronzoro y Luchetti (2017), leer y escribir no son actividades que permiten la transmisión de contenido, sino que es a través de ellas que se construye significado. En otras palabras, “el lenguaje no es concebido como una simple representación de pensamiento, sino como un factor que fundamentalmente lo configura y lo define” (Dorronzoro y Luchetti, 2017, p. 108). Por ello mismo, no es posible entender a la lectura y la escritura como destrezas únicas, acotadas, estáticas y descontextualizadas (Cassany, 2008) que hacen posible el aprendizaje de ciertos contenidos que existen de manera autónoma, ni tampoco son prácticas que se aprenden de una vez y para siempre. Por el contrario, necesitan ser enseñadas en el contexto en el que están insertas. Teniendo en cuenta lo expuesto hasta aquí, podemos pensar detenidamente en la relación que existe entre las prácticas del lenguaje y el ámbito académico. El contexto universitario es uno de los ámbitos en donde las prácticas de lectura y escritura se llevan a cabo. Como una esfera de la actividad particular, la universidad demanda una especificidad y una finalidad que la diferencia de otros espacios (Silgado Ramos y Guerrero Rivera, 2013). Retomando a Cassany (2008), en el contexto académico nos encontramos con diferentes comunidades discursivo-disciplinares en las que se llevana cabo una serie de actividades destinadas a la construcción de conocimientos, mediadas por diferentes modalidades del lenguaje: Cada disciplina constituye una comunidad discursiva, que se conforma a partir del uso de unas prácticas lectoras y escritoras particulares, con unos géneros discursivos propios, desarrollados a lo largo de la historia de la disciplina por el conjunto de sus miembros, de modo interrelacionado con el entorno físico, la cultura y la lengua (Cassany, 2008, p. 7) Los modos de razonamiento de cada campo disciplinar que están presentes en el contexto académico se llevan a cabo y se comunican mediante formas específicas del discurso, es decir, a través de diferentes géneros. Entre las prácticas de lectura y escritura llevadas adelante en Universidad Nacional de Luján, se les solicita a los estudiantes de Ciencias de la Educación la producción de diferentes géneros textuales, entre los que podemos destacar la monografía. Este tipo de texto a producir demanda, desde la perspectiva aquí adoptada, ciertas prácticas de escritura y de lectura que necesitan ser enseñadas y aprendidas. A partir de lo expuesto, la universidad debe asumir la enseñanza de las especificidades de los procesos de producción e interpretación de los textos que circulan en sus diferentes ámbitos. Sin 5 embargo, muchas veces los docentes universitarios atribuyen a los niveles anteriores el fracaso que encuentran hoy sus alumnos a la hora de desenvolverse en el ámbito académico, sin tener en cuenta la necesidad de enseñar a los nuevos ingresantes cómo, para qué y por qué se lee y se escribe; que postura deben asumir como lectores/escritores y qué herramientas pueden utilizar para ello. (Casco, 2008). Al respecto, Casco (2008) propone un concepto interesante para pensar las problemáticas que muchas veces presentan los estudiantes para relacionarse con la lectura y la escritura académicas: el término de afiliación intelectual. Desde la mirada de esta autora, en reiteradas oportunidades los estudiantes ingresan a la universidad con un gran desconocimiento acerca de los géneros académicos allí transmitidos y elaborados, situación en la que se pone de manifiesto una brecha entre esas prácticas y los modos de saber legitimados por la academia. En su ingreso a la universidad los estudiantes no sólo deben cumplir con ciertos requerimientos administrativos e institucionales, sino también necesitan adaptarse a los nuevos modos de conocer y de transmitir el saber en este ámbito. Deben, específicamente, abrirse paso a un nuevo sistema comunicativo: el universitario. De esta manera, podemos pensar a la monografía como un género específico que los estudiantes de Ciencias de la Educación deben abordar en su paso por la universidad y que, como tal, constituye una práctica que los estudiantes deben aprender. 2.2 Concepción de la monografía Como ya fue mencionado anteriormente, desde la perspectiva de lenguaje aquí adoptada, entendemos que los modos de razonamiento propios de cada campo disciplinar se llevan a cabo y se comunican mediante formas específicas del discurso, es decir, se desarrollan por medio de determinados géneros (Dorronzoro y Luchetti, 2017). En el ámbito académico, circulan una gran variedad de géneros textuales, algunos para su producción y otros para su estudio. En lo que aquí respecta, nos adentraremos en el género monografía porque es aquel requerido en el marco de la formación de los futuros licenciados y profesores en Ciencias de la Educación. Partiremos, primero, de la presentación de algunos planteamientos centrales respecto a la definición del género y las diferentes categorizaciones posibles. En segundo lugar, analizaremos las tareas involucradas en la producción de un trabajo monográfico y el sentido que adquiere su escritura en el contexto académico. Una primera definición general asumida en el campo consiste en concebir a la monografía como un trabajo de investigación bibliográfica acerca de un determinado tema, que será posteriormente divulgado (Temporetti, 2005). Como escrito académico, dicho género se caracteriza, por un lado, por el empleo de un discurso centrado en el saber disciplinario y, por otro, por poseer una 6 intención fundamentalmente expositiva- interpretativa (Sosa, Massi, Bosani & Cervini de Boggio, 2005). A partir de esta definición general, es posible encontrar una variedad de clasificaciones respecto del género en cuestión. En esta oportunidad nos centraremos en dos de ellas. Por una parte, Temporetti (2005) realiza una distinción entre dos tipos básicos de monografías: aquellas en las que predomina la recopilación bibliográfica y otras en las que predomina la tarea de indagación. Las primeras “se construyen sobre la base de las ideas y argumentos de los autores consultados, haciendo referencia directa de los mismos y concluyendo en una síntesis” (Temporetti, 2005, p. 70). La calidad del trabajo dependerá de las fuentes que han sido seleccionadas y las formas de sistematización y jerarquización de ideas. En cambio, las monografías en las que prevalece la tarea de investigación, surgen a partir de la construcción de un problema y de la búsqueda de datos o informaciones que puedan dar una respuesta a los interrogantes planteados. En este tipo de trabajo se articulan la lectura, la reflexión y la redacción. A diferencia de la anterior, la producción escrita es mucho más que la exposición de lo leído, sino que demanda un trabajo cognitivo más complejo, relacionado con la construcción de nuevos conocimientos. Por otra parte, el Grupo de Estudios del Discurso del Comahue - GEDIC – (2005) propone una división entre diferentes tipos de monografías: la monografía compilativa, la monografía informe y la monografía investigativa. La intención comunicativa predominante en estas clasificaciones impone restricciones en el discurso, en la organización del contenido y en el estilo. Así entonces, en primer lugar, la monografía compilativa se distingue por ser una investigación bibliográfica. Como tarea principal requiere el relevamiento de fuentes bibliográficas acerca del tema a indagar. El contenido se presenta como un saber construido y elaborado en otro lado (saber legitimado). En este tipo de trabajos se tienden a borrar las voces del enunciador en busca de generar objetividad. En segundo lugar, la monografía informe se realiza luego de un proceso de observación. Supone competencias que incluyan el relevamiento de datos y la lectura e interpretación de los mismos. Al igual que en el tipo anterior, el sujeto enunciador no aparece en busca de mantener la objetividad y veracidad de los datos. Por último, la monografía investigativa es el texto académico en el que “se aborda un tema nuevo o poco explorado y se transmiten los resultados de una investigación original” (Sosa et al., 2005). 7 Como instancia previa, requiere la elaboración de un proyecto o protocolo de investigación en el que se explicite qué, dónde, cómo y cuándo se va a investigar. A partir de las categorizaciones aquí planteadas, podemos afirmar que las tareas implicadas en la realización de una monografía dependerán del propósito del docente que la solicita (bibliográficas/compilativas, informes o investigativas). Ahora bien, la elaboración de cualquier escrito académico requiere el desarrollo y enseñanza de ciertas prácticas de escritura y lectura que están enteramente mediadas por el contexto de producción y recepción del discurso. En líneas generales, el GEDIC (2005) entiende que para la escritura de cualquier tipo de monografía se necesita saber delimitar un problema, reunir la información adecuada, clasificar los materiales, elaborar informes parciales o borradores, leer y escribir críticamente y, por último, comunicar los resultados. En una mirada semejante, Temporetti (2005) propone una serie de tareasque deben ser llevadas a cabo a la hora de construir este tipo de género académico. Estas tareas van desde la elección de un tema y el planteo de un problema hasta la recopilación y documentación de la información. La instancia de redacción es vista, según este autor, como un momento complejo y sujeto a la reflexión, metacognición y re-elaboración. La elaboración de una monografía implica un ejercicio intelectual de observación, lectura, interpretación, escritura y reescritura permanentes. Ahora bien, con respecto a las implicancias que tiene la elaboración de una monografía en el ámbito académico, Casco (2008) señala que los géneros de estudio muchas veces difieren de los géneros de producción y esto pone en evidencia las dificultades que encuentran los alumnos a la hora de apropiarse del discurso académico y comprender la lógica de los textos leídos y producidos. En efecto, la autora señala que los docentes suelen exigir la elaboración de ciertos textos, sin considerar que los estudiantes desconocen cómo construirlos y sin proporcionar los elementos que posibiliten dicha tarea. Por el contrario, desde la perspectiva teórica aquí fundamentada, sostenemos que cada género adquiere sus particularidades según las comunidades discursivo-disciplinares en las que se inserten. Esas particularidades y especificidades deben ser enseñadas por los docentes. En este sentido, entonces, la monografía, como género textual de circulación académica, implica prácticas de lectura y escritura que deben ser apropiadas y aprendidas por los estudiantes. 2.3 Concepto de representación social Tal como se mencionó en la introducción, el objetivo de este trabajo es describir las concepciones que estudiantes y docentes tienen sobre la monografía en las carreras de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Luján. Para el estudio de tales concepciones, nos remitimos al 8 concepto de “representación social” proveniente de la Psicología Social (Jodelet, 2011; Abric, 2001). Este concepto nos permitirá reflexionar sobre la manera en que los estudiantes y docentes han construido sus creencias, ideas y expectativas acerca del género monografía y cómo estas concepciones condicionan sus prácticas A continuación, partiremos de un recorrido teórico sobre el concepto de representación, tomando los aportes de autores como Jodelet (2014), Abric (2001) y Moliner (2002), que nos permitan abordar nuestro objeto de estudio. Según Jodelet (2014) una representación social es una modalidad de pensamiento, arraigada al sentido común, que tiene la característica de ser construido y compartido socialmente. Tiene una raíz y un objetivo práctico: es construida desde la experiencia de las personas y sirve de guía de acción para desenvolverse en la realidad. De esta manera, existe según Jodelet (2014) determinados componentes que conforman una representación social: un contenido (informaciones, creencias, expectativas), un objeto (aquello sobre lo que se piensa, en relación directa con el contenido) y un sujeto en relación con otros. Por un lado, en cuanto al contenido de una representación, Moliner, Rateau y Cohen-Scali (2002) proponen hablar de un conjunto de elementos cognitivos con características específicas. En primer lugar, se trata de una colección de elementos organizados, en la que cada componente se relaciona con otro, formando una estructura. En segundo lugar, en dicho conjunto deben existir elementos consensuados socialmente, aunque ese consenso sea solo de manera parcial. En tercer lugar, el contenido de una representación es producido colectivamente, gracias a los intercambios individuales y las comunicaciones en masa que permiten poner ciertos elementos en común. Por último, este conjunto que conforma una representación permite a los individuos aprehender su realidad y desenvolverse en ella. Asimismo, Abric (2001) se refiere al contenido de una representación y a la forma de organización de esta. Este autor plantea la hipótesis del núcleo central, según la que los elementos de una organización no sólo están jerarquizados – como también lo proponen Moliner, Rateau y Cohen Scali (2002) – sino que están organizados alrededor de un núcleo central. En este núcleo Abric sitúa al fundamento estable de la representación, que determina su significación, organización y regula la coherencia y estabilidad de los elementos. Cualquier modificación en él determinará una modificación completa de la representación. En paralelo, además de un núcleo central, existe según este autor un núcleo periférico, en el que los elementos están organizados en torno al primero y resultan del anclaje de la representación a la realidad. En este caso, los componentes varían de un individuo a otro y resultan de las experiencias concretas. De esta manera, es posible afirmar que las representaciones funcionan como una entidad en la que cada parte tiene un papel específico. 9 Por otro lado, respecto al objeto y sujetos de una representación social, Abric (2001) realiza un aporte interesante. Para este autor, no existe una distinción entre sujeto-objeto, por el contrario, este último está inscrito en un contexto activo en el que es concebido por una persona o un grupo. Es decir que el “por si mismo el objeto no existe, es y existe para un individuo o un grupo y en relación con ellos” (Abric, 2001, p. 12). Abric nos propone pensar, a través del concepto de representación, que no existe una realidad objetiva, sino que toda realidad es representada por el individuo, apropiada por él y reconstruida en su sistema cognitivo. Esa apropiación y reestructuración es para el sujeto la realidad misma. A partir de lo dicho hasta aquí, podemos plantear la relación objeto-contenido-sujeto como un eje estructurante para abordar el objetivo de este trabajo. Si nuestro propósito es conocer las concepciones de estudiantes y docentes sobre el género monografía, es necesario primero entender que esas concepciones han sido construidas gracias a los sentidos que los diferentes actores (docentes, estudiantes, tutores) han elaborado y atribuido al objeto monografía, en el seno de un determinado grupo y contexto. Al respecto, cobra importancia el concepto de grupo social. Moliner, Rateau y Cohen-Scali (2002) lo definen como: Un conjunto de individuos que interactúan los unos con los otros y que están ubicados en una situación común frente al objeto social. Esto supone que estos individuos persiguen un objetivo común en relación con este objeto y que ellos son relativamente interdependientes en la consecución del objetivo (Moliner, Rateau y Cohen-Scali, 2002, p. 6) En este sentido, es posible concebir a los estudiantes, docentes, coordinadores y demás actores involucrados, como participantes de un grupo específico, en el que se encuentran en una situación común frente al género monografía y su proceso de elaboración. En el seno de este grupo y de las relaciones sociales que allí se construyeron, se han elaborado presupuestos en torno al género, algunos más estables y otros dependientes de las trayectorias personales. En términos de Abric (2001) se ha constituido un doble sistema, compuesto por un núcleo central y un núcleo periférico. La identificación de estos elementos podrá realizarse a partir del análisis de los discursos y de la construcción de categorías comunes y recurrentes (o no). Esta tarea será elaborada en los apartados siguientes. 3. Perspectiva metodológica adoptada Como ya fue mencionado anteriormente, el propósito de este trabajo es describir las representaciones sociales de estudiantes y docentes sobre la monografía en las carreras de 10 Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Luján. Para llevar adelante este objetivo, se ha priorizado la realización de un estudio descriptivo y exploratorio que permita conocer y comprender las particularidadesde cada caso abordado y reconstruir, a partir de allí, las perspectivas y miradas de los sujetos implicados. De esta manera, la adopción de una perspectiva metodológica cualitativa se ha vuelto necesaria ya que permite abordar el objeto de estudio de una manera holística y comprensiva. El abordaje cualitativo, según Maxwell (1996), brinda la posibilidad de conocer los significados y los modos en que los sujetos otorgan sentido a su realidad. Como lo plantea dicho autor, las interpretaciones que los sujetos realizan de su entorno no son analizadas en términos de “verdades o falsedades”. Por el contrario, lo que nos permite este tipo de diseño de investigación es entender que las formas de comprensión de los sujetos son fruto de una construcción realizada en un contexto particular, que funcionan como insumo para desenvolverse en su cotidianeidad. En términos de Maxwell (1996): Las perspectivas sostenidas por los propios participantes no son simplemente sus propias explicaciones de esos eventos y acciones y no deben ser entendidas en términos de verdad o falsedad; ellas son parte de la realidad que Ud. está tratando de entender (p.3) A partir de esta perspectiva, en este trabajo se ha optado por la indagación de las representaciones sociales de un número acotado de estudiantes y docentes, en busca de conocer y comprender cuáles son los sentidos que construyen sobre el trabajo monográfico y las diferentes dimensiones que se ponen en juego en sus explicaciones. 3.1 Técnicas de recolección de datos En el tipo de investigación cualitativa, para conocer los sentidos e interpretaciones de los actores participantes, el investigador debe valerse de métodos de indagación que le permitan recabar información de los contextos naturales en los que los sujetos participan. En esta oportunidad, la técnica de recolección de datos fue la realización de entrevistas semidirigidas. Este tipo de entrevista está caracterizada “por la existencia previa de un esquema o guía de entrevista que define los temas principales a explorar, y prevé puntualmente algunas revisiones” (Moliner, Rateau y Cohen-Scali, 2002, p. 9). El entrevistador debe posibilitar que los sujetos se expresen libremente pero debe procurar abordar ciertos aspectos importantes para el objetivo de la investigación. En el caso de este trabajo, se buscó indagar sobre ciertos elementos centrales del objeto de estudio a investigar– la monografía -, y a la vez considerar las particularidades plantee con respecto al mismo. En este sentido, los actores entrevistados constituyeron dos corpus diferentes: docentes de la carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad de Luján y estudiantes de esa misma 11 carrera. Por un lado, en cuanto a los alumnos seleccionados, se entrevistó a una estudiante que no ha comenzado con su proceso de escritura de la monografía, un alumno que sí lo ha hecho y otra alumna que lo ha finalizado. Todos ellos son estudiantes de la carrera y se encuentran cursando materias. Por otro lado, respecto a los profesores, se entrevistó a una docente que no ha sido tutora de monografía, otra profesora que desempeña su rol de tutora en la actualidad y, por último, una docente que tiene experiencia en la tutoría de estos trabajos (ha coordinado diferentes monografías). El recorte de actores realizado tuvo como objetivo relevar ciertos elementos comunes de las representaciones sociales de los diferentes participantes sobre la monografía, al igual que otros aspectos periféricos, dependientes de las situaciones particulares. 3.2 Técnicas de análisis de datos Para el análisis de la información obtenida en las entrevistas se implementó el método de comparación constante (Strauss y Corbin, 2002). La elección de este método implica que la elaboración de la teoría no deriva de la confirmación de conceptos teóricos producidos en otros contextos, sino que surge a partir del tratamiento de la empiria. En este sentido entonces, en este trabajo, el análisis y construcción teórica realizados se han desprendido del material empírico obtenido, para preservar e ilustrar la particularidad de los contextos y los actores entrevistados. Como es sabido, a través del método de comparación constante, se codifica y analiza la información de forma simultánea. (Vasilachis, 2006). En este sentido, y como se mencionó, el análisis y las categorías que aquí han sido construidas surgieron de los datos obtenidos de los testimonios y a partir de la identificación de diferentes núcleos temáticos que, entendemos, se ponen en juego en la representación social que construyen los participantes sobre la monografía. En efecto, se llevó a cabo un proceso de abstracción creciente, que partió de la observación de los datos empíricos para llegar a la construcción de las categorías de análisis que propondremos. En este proceso se analizaron y compararon los datos entre sí, se construyeron categorías y se retomaron los datos para continuar el análisis. 4. Análisis del corpus A continuación, en las figuras 1.1 y 1.2, se presentan los ejes temáticos indagados en las entrevistas y las categorías construidas para cada uno de ellos, a partir de las cuales se realizó el análisis del corpus. 12 ANÁLISIS DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES DE LOS ESTUDIANTES SOBRE LA MONOGRAFÍA NÚCLEOS/EJES TEMÁTICOS INDAGADOS CATEGORÍAS CONSTRUIDAS A PARTIR DEL RELEVAMIENTO DE LAS ENTREVISTAS TOMADAS Definición sobre el género monografía 1. Trabajo testimonial 2. Trabajo de articulación teoría- empiria Conocimientos necesarios para iniciar la producción de un trabajo monográfico 1. Conocimientos metodológicos 2. Conocimientos teóricos El papel de la escritura y la lectura en la monografía 1. Herramienta para comunicar 2. Herramienta para pensar La utilidad de la realización de una monografía para los futuros Licenciados o Profesores en Ciencias de la Educación 1. Reforzamiento de lo ya trabajado en la carrera 2. Novedad en la forma de abordar un trabajo de indagación El papel del tutor/a en el proceso de elaboración de la monografía 1. Tutor orientador 2. Tutor mediador en los procesos de escritura El alcance de la monografía en tanto instancia de aprendizaje 1. Instancia para demostrar el saber adquirido 2. Instancia de producción propia del alumno Problemáticas posibles en la realización del trabajo monográfico 1. Problemáticas relacionadas con la escritura 2. Problemáticas relacionadas con el tiempo que conlleva su producción Los conocimientos a enseñar en un posible espacio curricular destinado al género monografía 1. El espacio curricular como una instancia de orientación. 2. Las consecuencias de un espacio curricular para el Plan de Estudios. 13 La actualización del reglamento que rige en la Universidad Nacional de Luján para la elaboración de las monografías 1. Aspecto formal del nuevo reglamento 2. Aspecto pedagógico del nuevo reglamento. Figura 1.1 ANÁLISIS DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES DE LOS DOCENTES SOBRE LA MONOGRAFÍA NÚCLEOS/EJES TEMÁTICOS INDAGADOS CATEGORÍAS CONSTRUIDAS A PARTIR DEL RELEVAMIENTO DE LAS ENTREVISTAS TOMADAS Características del proceso de acompañamiento de un estudiante 1. Acompañamiento como orientación Conocimientos de los docentes necesarios para guiar la producción de un trabajo monográfico 1. Conocimientos metodológicos 2. Conocimientos teóricos disciplinares El papel de la escritura y la lectura en la monografía 1. Función comunicativa 2. Función lingüística La escritura de la monografía como una instancia de aprendizaje 1. Instancia de acompañamiento y orientación La utilidad de la escritura una monografía para los futuros licenciados/profesores en Ciencias de la Educación 1. Instancia de integración de conocimientos Los conocimientos a enseñar en un posible espaciocurricular destinado al género monografía 1. Saberes de escritura y lectura La actualización del reglamento que rige en la Universidad Nacional de Luján para la elaboración de las monografías 1. Dimensión pedagógica del nuevo reglamento. Figura 1.2 4.1 Acercamiento a las representaciones sociales de los estudiantes sobre la monografía En este apartado presentaremos el análisis de las representaciones sociales de los estudiantes sobre la monografía, construidas a partir de las categorías presentadas en la figura 1.1. 14 4.1.1 Definición del género monografía El primer aspecto que se indagó en las entrevistas fue la definición que los estudiantes podían formular acerca de la monografía. La pregunta por la definición estuvo orientada a que los alumnos expresarán sus conocimientos acerca del género, explicitando sus características y usos. A partir de lo obtenido en las entrevistas, pueden construirse dos concepciones diferentes del género. En primer lugar, la monografía fue concebida como un trabajo testimonial, en el que se realiza una recopilación bibliográfica con el fin de llevar adelante una exposición teórica. Es decir que, para los estudiantes entrevistados, la producción de una monografía sería una suerte de instancia para exponer o dar cuenta de la apropiación de conceptos teóricos abordados a lo largo de la carrera. Desde este lugar, entonces, la monografía sería una oportunidad para poner de manifiesto o dar testimonio de aquellos contenidos aprendidos en la cursada de las diferentes asignaturas. En este sentido, la estudiante n°1 comentó: “Es una exposición sobre un tema, de conocimientos que adquirimos a lo largo de la carrera o en una materia que elijamos para hacer la monografía. Es más una exposición teórica y análisis propio” (Entrevista estudiante nº 1, p. 45). Para esta estudiante, los conocimientos son adquiridos durante la cursada de las diferentes asignaturas y, luego, son transmitidos a través de la escritura del trabajo monográfico. Como ya se mencionó, desde esta mirada la monografía es producida con el objetivo de demostrar el saber adquirido. Este tipo de concepción encuentra rasgos similares con la conceptualización de “monografía bibliográfica” que realiza Temporetti (2005). Para este autor, este tipo de monografía es aquella que consiste en una recopilación bibliográfica y que requiere, previamente, el relevamiento de las fuentes disponibles acerca del objeto de estudio. De la misma manera, entender a la monografía como un trabajo testimonial implica concebir el recorrido por las diversas fuentes y conceptos teóricos como una tarea valiosa, ya que son esos saberes los que se luego serán transmitidos en la escritura. En segundo lugar, otra dimensión que pudo construirse a partir del análisis de las entrevistas fue la concepción de la monografía como un trabajo de articulación teoría-empiria. En esta oportunidad, dicho género es pensado como una instancia que permite poner en común los conceptos teóricos y la práctica. A diferencia de la concepción anterior, el sujeto adquiere un papel activo. Por un lado, la teoría ya no es algo a ser demostrado sino que, quien escribe, debe realizar un trabajo de indagación, de relación y comparación de conceptos y de análisis en busca 15 de elaborar un marco conceptual propio. Por otro lado, el estudiante también puede emplear ese marco conceptual construido para el análisis de los fenómenos que provee la empiria. De esta manera, los estudiantes expresaron: “Yo pienso que una monografía es un trabajo de investigación […] La monografía para mí es el primer trabajo que vos haces en un ámbito que te interesa, un primer acercamiento al marco teórico […] Lo que te permite es abrir un abanico de marco teórico y vos sabiendo que marco teórico elegís [...] Vos en tu marco teórico elegís que vas a dar, podes explicar la diferentes posiciones que hay pero vos te tenés que posicionar en una. Para mí eso es una monografía. La profesora me dio a elegir dos tipos de monografía: totalmente de lectura o lectura y trabajo de campo. Yo elegí esta última yo, porque quería algo real, no me gusta quedarme con el libro nada más”. (Entrevista estudiante nº 3, p. 53) “Es un trabajo de recopilación bibliográfica que puede ser con un trabajo de campo o se puede apuntar a estudiar bibliográficamente un tema. No necesariamente tiene que haber un trabajo de campo para mí en una monografía.” (Entrevista estudiante nº 2, p. 47) En los discursos de los estudiantes entrevistados se pueden encontrar diferentes aspectos que hacen a esta concepción de la monografía. Por una parte, se perciben dos posibilidades a la hora de producir dicho género: puede tratarse de una indagación bibliográfica o el estudio teórico puede ser acompañado de la realización de un trabajo de campo. Por otra parte, y en relación con lo anterior, la elaboración de una monografía implicaría la realización de diferentes tareas: la elección de un tema de interés, la construcción de un marco conceptual a partir del cual posicionarse y analizar el objeto de estudio elegido y, por último, el análisis de la empiria a partir de ese marco (en los casos que se acompañe con un trabajo de campo). Esta última concepción de la monografía presenta similitudes con otro tipo de conceptualización realizada por Temporetti (2005): la “monografía investigativa”. Para este autor, este tipo textual está caracterizado por la construcción de nuevo conocimiento a partir de la realización de una investigación. En este sentido, se requiere de la definición de un problema de investigación y la elaboración de un protocolo a seguir. De forma similar, en la mirada de los estudiantes n° 2 y 3 la monografía requeriría un proceso de indagación, tanto en la construcción del marco conceptual como en la articulación de teoría y empiria. Sin embargo, no está presente en sus discursos la dimensión de construcción de conocimiento, que sí es posible encontrar en la definición provista por el autor. 4.1.2 Conocimientos necesarios para iniciar el proceso de elaboración de una monografía En segundo lugar, se pretendió indagar acerca de los conocimientos que los estudiantes creían necesarios para iniciar el proceso de elaboración de una monografía. Preguntar acerca de los 16 conocimientos tuvo como objetivo conocer qué saberes conciben los estudiantes que deberían o debieron poner en juego a la hora de realizar un trabajo monográfico. En esta oportunidad, y dada las respuestas obtenidas, es posible construir dos tipos de conocimientos necesarios en el proceso de producción monográfica: conocimientos metodológicos y conocimientos teóricos. Por un lado, los conocimientos metodológicos son aquellos vinculados al proceso de indagación que conllevaría la elaboración de una monografía. En dicho proceso de investigación se requiere, desde la mirada de los estudiantes, saber definir un tema, elaborar un marco conceptual, realizar entrevistas, establecer preguntas de investigación y los objetivos que la guiaran. Es decir, conocimientos relacionados a la metodología de un proceso de indagación o investigación. En este sentido, los estudiantes n° 1 y n° 2 plantearon: “Más que nada tener bien definido el tema y a partir de ahí un recorte de lo que se va a investigar -no investigar no, estudiar. y desarrollarlo. También tener una buena profesora que te acompañe, que te brinde cierta bibliografía para informarte. En el caso de hacer entrevistas, que te guíe cómo van a ser esas entrevistas y pautas a seguir que sean útiles” (Entrevista estudiante n° 1, p. 45) “A mí me costó mucho lo que es el aspecto metodológico. Me parece que precise más conocimiento de Metodología […] la elaboración de objetivos generales, específicos, las preguntas de investigación, todo lo que sería más técnico digamos” (Entrevista estudiante nº 3, p .53). Las estudiantesno sólo reconocen la necesidad de contar con determinados saberes metodológicos (definir un tema, establecer una pregunta de investigación, etc.) a la hora de elaborar una monografía, sino que también entienden que estos conocimientos deben ser enseñados por el docente. Es decir, no sólo se ponen en funcionamiento saberes vinculados a la práctica investigativa, sino que también es indispensable que haya un profesor que acompañe ese proceso. De esta manera, este tipo de saberes metodológicos podrían relacionarse con la concepción de la monografía como un trabajo de articulación teoría-empiria. Desde esta mirada, la producción monográfica está asociada a la realización de un proceso de indagación en el que se ponen en juego una serie de conocimientos metodológicos, que son precisamente los que las estudiantes mencionan. Por otro lado, los conocimientos teóricos son los saberes disciplinares que conforman el contenido a transmitir en las monografías. El contacto con las diferentes asignaturas y áreas de conocimiento serviría a los estudiantes de insumo para producir sus trabajos monográficos. En esta oportunidad, 17 se hace hincapié en qué se va a comunicar, y es precisamente ello lo que debe conocer el estudiante. En relación con esto, el estudiante n° 2 expresó: “No sé si requiere algún conocimiento en sí, en específico [...] No sé si requiere conocimientos, si requiere haber pasado por alguna cantidad de asignaturas que te permita cierta vinculación con algunos contenidos disciplinares” (Entrevista estudiante n° 2, p. 48) A pesar de que estudiante afirma que no se requiere ningún conocimiento, plantea como necesario que -previo a la escritura de una monografía- el alumno debe haber cursado una serie de asignaturas. Es en este recorrido por las diferentes materias que los alumnos serían provistos de determinados contenidos disciplinares, que luego pondrán en juego a la hora de producir sus trabajos monográficos. De esta manera, este reconocimiento de los saberes disciplinares como esenciales y necesarios al momento de producir una monografía podría vincularse con la concepción del género como un trabajo testimonial. Es a través de ella que se dará testimonio de los saberes adquiridos, por lo que se vuelve indispensable conocer qué se va a transmitir. 4.1.3 El papel de la lectura y la escritura en el proceso de elaboración de la monografía En tercer lugar, se trabajaron las concepciones de los sujetos acerca del papel de la escritura y la lectura en el proceso de elaboración de una monografía. En esta pregunta se pretendió conocer qué funciones atribuyen los estudiantes a la lectura y escritura como prácticas implicadas en la realización de un trabajo académico. Al respecto cabe señalar que, en las respuestas obtenidas, los estudiantes se concentraron más en las prácticas de escritura que de lectura. Así entonces, a partir de las entrevistas realizadas, estas prácticas fueron concebidas desde distintas funciones: como una herramienta para comunicar y como una herramienta para pensar. Por un lado, en la primera de estas concepciones prevaleció la función comunicativa del lenguaje. El objetivo de leer y escribir es transmitir o comunicar un determinado contenido. La lectura y la escritura están unidas a partir de ese objetivo: se debe leer para localizar los conceptos a transmitir; se debe escribir – a partir de la revisión y la reescritura – para transmitir ese contenido de la mejor manera posible. De esta forma, la estudiante n° 1 expresó: “La escritura más que nada es lo que ya te digo porque, si bien uno escribe de cierta manera que se entiende, la idea es escribir para que otro también lo comprenda entonces es una tarea muy importante que lleva re-escritura, borradores. Y la lectura servirá para ver qué datos vamos a poner, qué información, que sea una fuente fiable” (Entrevista estudiante nº 1, p. 46) 18 En el testimonio presentado, la estudiante sostuvo que el objetivo de escribir una monografía es comunicar un determinado saber. En este sentido, la escritura se vuelve una práctica importante, ya que a partir de ella ese saber será correctamente transmitido o no. La lectura, como ya se mencionó anteriormente, es una actividad previa a la escritura, que se realiza en función de buscar y localizar aquello que se va a transmitir. Esta concepción del lenguaje como una herramienta para comunicar encuentra rasgos en común con la definición que plantea Marín (2007) respecto a la lectura y escritura contenidistas. Para dicha autora, las prácticas de lectura contenidistas son aquellas que “representan a la lectura como una actividad extractiva de información, pero además, implican una focalización en los contenidos de lo que se lee” (Marin, 2007, p. 67). Esos contenidos, que son focalizados y extraídos a través de la lectura, son precisamente los que servirán de insumo para las prácticas de escritura. Si bien las concepciones brindadas por los estudiantes se han centrado en el papel comunicativo del lenguaje, también el contenido ocupa un lugar importante: aquello que se busca transmitir es un determinado saber. De esta manera, desde esta mirada del lenguaje cobra sentido la concepción de la monografía como un trabajo testimonial: si el papel de la producción de una monografía es dar testimonio de lo aprendido, la escritura y la lectura son concebidas como medios para comunicar ese saber adquirido. Asimismo, dicha perspectiva comunicacional de lenguaje – que es mencionada por los estudiantes – también es retomada por Beatriz Hall (2007) en su análisis acerca del discurso académico. Según esta autora, existe una creencia según la cual al conocimiento científico es un saber claro, evidente, verdadero y perfectamente comunicable. A partir de ello, “la lengua es un instrumento transparente que permitiría el pasaje directo del pensamiento de un individuo a otro” (Hall, 2007, p. 85). La escritura y la lectura permitirían la comunicación del conocimiento. En la concepción que proponen los estudiantes, estaría presente dicha representación del conocimiento: ahistórico, objetivo y comunicable por medio de la escritura. Por otro lado, en la segunda de las concepciones se percibió a la escritura y a la lectura como herramientas para pensar. Leer y escribir, desde la mirada de los estudiantes, permitirían la revisión del propio pensamiento. Es a través de ellas, especialmente de la escritura, que el sujeto puede organizar sus ideas y volverlas a pensar. Asimismo, son actividades que deben ser realizadas en la compañía de otros. Se necesita de un mediador (docente) que guía el devenir de dichas prácticas. De esta manera, los estudiantes n° 2 y 3 expresaron: “La escritura es en sí compleja para lo que representa un trabajo monográfico pero yo creo que es la necesidad de que haya una directora o una tutora que te pueda acompañar en esa escritura. En tomar estos borradores como un elemento y que es un trabajo que para mí es 19 necesariamente presencial […] En algún momento uno se tiene que juntar y dialogar cómo está esquematizando la idea, como piensa programarla” (Entrevista estudiante n° 2, p. 49) “La escritura va a ser fundamental en términos de que uno pueda contrastar lo que está pensando. Uno muchas veces piensa algunas cosas de un modo y cuando las escribe surgen de otro modo. Yo creo que es interesante poder hacerlo con tu directora. También muchos de los procesos que uno hace uno no los termina de solidificar hasta que lo escribe […] Es en el único momento que me dediqué a darle tiempo a la idea de borrador y eso es un proceso de escritura que te permite tener un proceso de revisión de tu propio proceso de escritura que antes uno tenía. Escupo y queda, lo acomodo, lo releo y ya está” (Entrevista estudiante n° 2, p. 49) “Lo que yo hacía mucho eran cuadros, buscar las ideas principales e ir mechando, irescribiendo porque si te quedas con la hoja en blanco. Vos tenés que empezar a escribir, lo que te salga, ver que te puede servir [...] A mí lo que me sirvió fue leer mucho, tanto lo que estás a favor y lo que estás en contra [...] Siempre en base autores, entonces hay que leer mucho para saber cómo te posicionas. [...] Lo primero y principal es conseguirte vos bibliografía, interiorizarte vos y poder analizar todo lo que vos recopiles” (Entrevista estudiante nº 3, p. 54). En los discursos de estos estudiantes se resaltaron varios de los aspectos ya mencionados previamente. Por un parte, se percibe a la escritura como la actividad a partir de la que el pensamiento se organiza. Por otra, aparece la necesidad de que la escritura debe ser guiada por un docente. Por último, que lectura y escritura se reconocen como procesos complejos que se realizan en paralelo y demandan tiempo. A partir de esta concepción, se pueden reconocer algunos elementos de la Perspectiva Sociocultural de la lectura y la escritura (Vigotsky, 1997; Bajtin, 1982). Por un lado, los estudiantes reconocen que leer y escribir no son actividades que se aprenden de una vez y para siempre ni son realizadas en soledad, sino que necesitan ser enseñadas por alguien. Por otro lado, así como lo propone la perspectiva mencionada, los estudiantes conciben que es a través de la escritura que el pensamiento se configura y organiza. Asimismo, en el contexto de dicha configuración del pensamiento, la escritura académica es contemplada como una actividad recursiva que implica un ir y venir constante. La lectura también cobra un papel importante ya que no se encuentra asociada a la recopilación de información sino al análisis crítico y reflexivo de la misma. Respecto a este diálogo que pudo establecerse con los aportes teóricos mencionados, es importante aclarar que para la Perspectiva Sociocultural de la lectura y la escritura, el pensamiento no sólo se configura a partir de dichas prácticas– como fue planteado por los estudiantes -, sino 20 también que es a través de esa configuración que el conocimiento se construye. Cabe destacar que si bien la construcción de saber no ha sido un aspecto mencionado por los estudiantes, sí se ha valorado el papel del lenguaje como herramienta al servicio del pensamiento. 4.1.4. Utilidad de la escritura de una monografía para los futuros licenciados/profesores El cuarto aspecto del proceso que pudo ser analizado fue la utilidad de la escritura de una monografía para los futuros licenciados/profesores. En esta oportunidad, la palabra “utilidad” fue empleada para designar qué beneficios podrían encontrar los estudiantes al elaborar una monografía. Luego de recorrer las entrevistas, pueden construirse dos aspectos respecto a la utilidad atribuida al proceso de elaboración de una monografía. Por un lado, la realización de una monografía sería útil en tanto funcionaría como un reforzamiento de lo ya trabajado en la carrera, y por otro, su utilidad estaría dada por ser una novedad en la forma de abordar un trabajo de indagación. En cuanto al primer aspecto, encontramos que la elaboración de un trabajo monográfico es una actividad que presenta los mismos requisitos que aquellos trabajos realizados en las diferentes asignaturas. No presenta ninguna especificidad y, además, es la oportunidad para demostrar los saberes que el estudiante posee respecto a un ámbito de estudio particular. En este sentido, la estudiante n° 1 afirmó: “Como te decía en la pregunta anterior, si es algo muy similar a lo que venimos haciendo en otras materias que nos piden trabajos, creo que es más como un… No como un examen, sino algo personal, para demostrar que estamos capacitados para…” (Entrevista nº 1, p. 46). Este aspecto identificado en el testimonio de la entrevistada podría vincularse con la concepción de la monografía como un trabajo testimonial. Así como el resto de las instancias de producción de la carrera, la monografía es una actividad que permite dar testimonio de lo aprendido, a partir de las asignaturas cursadas. Respecto al segundo aspecto, la monografía aparece como una forma de trabajo novedosa, que permite la realización de un trabajo de indagación que no es usual en el cursado de las asignaturas. Esto sucede debido a que, a diferencia de las producciones solicitados en la carrera - que se caracterizan por ser grupales y testimoniales -, la monografía demandaría la realización de una actividad individual y de indagación, que supone modos de leer y escribir particulares. De esta manera, los estudiantes n° 2 y 3 comentaron: “Yo creo que como un trabajo de investigación es una mini experiencia de trabajo de investigación. No podemos decir una investigación en sí, no. Pero que se acerca a modos 21 de escritura que son distintos a los de los trabajos prácticos y creo que eso hace un poco a la idea de licenciatura/profesorado de nuestra carrera […] Yo creo que estamos acostumbrados a hablar por, hablar de, y creo que pocas veces hay un momento de escritura individual que sea pensado. Que uno lo pueda publicar o no, pero que haya una producción individual es importante” (Entrevista estudiantes nº 2, p. 50). “Te sirve para vos, para poder hacer un trabajo de investigación. No lo haces en otras asignaturas, lleva mucho tiempo y las materias son cuatrimestrales” (Entrevista estudiantes n° 3, p. 55) Los estudiantes entrevistados reconocen esta especificidad que presenta la monografía como un trabajo de indagación. Asimismo, plantean que el sujeto debe adquirir nuevas prácticas de escritura, que no se asemejan a los modos de escribir desarrollados en la cursada. A partir de lo dicho, este último aspecto desarrollado se alejaría de la concepción de la monografía como un trabajo testimonial y encontraría coincidencias con la definición del género como un trabajo de articulación teoría-empiria. Según esta concepción, la monografía requeriría un proceso de indagación, tanto en la construcción del marco conceptual como en la articulación de teoría y empiria. Precisamente dicho proceso de indagación es lo que los estudiantes perciben como novedoso y que, además, tiene la posibilidad de enriquecer la formación de los alumnos. 4.1.5 Papel del tutor/a en el proceso de elaboración de una monografía En quinto lugar, se abordó el papel del tutor/a en el proceso de elaboración de la monografía. Respecto a esto, se pretendió que los estudiantes describieran cuál sería, es o fue el rol del tutor/a en el proceso de escritura de dicho género, haciendo alusión a las tareas a realizar (o realizadas) por los docentes y el tipo de acompañamiento esperado. En las expresiones de los estudiantes entrevistados, es posible identificar dos dimensiones respecto al rol del docente en la elaboración de las monografías: por un lado, el tutor es un orientador y, por otro, el tutor es un mediador en el proceso de escritura. En la primera de estas dimensiones, el tutor es un orientador que guía a los estudiantes en la realización de las diferentes tareas generales implicadas en la producción monográfica. Según los estudiantes, el docente debe orientarlos para definir su tema de estudio, para buscar la bibliografía apropiada para estudiar dicho objeto y guiar en cuanto a las modificaciones y correcciones necesarias. De esta manera, todos los estudiantes expresaron: “Creo que me guiará en informarme sobre el tema. Si bien uno va a definir el tema con su ayuda, creo que la persona que uno elija lo va a saber orientar en la bibliografía, herramientas y cosas por el estilo” (Entrevista estudiante nº 1, p. 46) 22 “- ¿En qué tareas consideras que fue necesario que el tutor esté presente? - Mucho en las orientaciones, marcar bien puntual qué es lo que quiere. Porque hay muchos que tardan un mes y vos estás pensando en si avanzar o no. Yo dejaba ahí y cuando me respondíarecién ahí avanzaba. A mí me sirvió mucho eso, que me marqué bien puntual” (Entrevista estudiante n° 3, p. 55) “Yo creo que es vital para el proceso de elaboración de una monografía la idea de tutor y co-tutor. Yo creo que hasta la selección del tema puede terminar de cerrarse con el tutor, creo que se tiene que hacer con el tutor. Te va a ayudar a sentarte y a pensar en qué querés” (Entrevista estudiante n° 2, p. 48) En las entrevistas realizadas estuvo muy marcada la necesidad de que el tutor sea una guía para la elección del tema de las monografías. Al respecto, cabe señalar una explicación posible a esta concepción del tutor como guía: en la cursada de las asignaturas, los estudiantes no suelen elegir sus objetos de estudio, sino que éstos son designados por los docentes. La producción de una monografía, en cambio, es una instancia donde los alumnos deben optar por un tema de estudio que sea de interés propio. Esta diferencia entre las instancias de cursada, por un lado, y de escritura de monografías, por otro, podría justificar la necesidad que encuentran los estudiantes de ser orientados y guiados a la hora de seleccionar sus objetos de estudio. Otra dimensión del papel del tutor identificada en los discursos de los entrevistados fue la concepción del docente como un mediador en el proceso de escritura. En esta oportunidad, la escritura de la monografía se reconoce como un proceso complejo en el que el estudiante necesita ser acompañado y el docente cumpliría un rol de mediador. Así entonces, desde esta concepción, la escritura sería una herramienta para pensar las ideas, y el tutor acompañaría ese proceso de reflexión que se produciría en la elaboración de la monografía. En este sentido, el estudiante n° 2 afirmó: “La escritura en sí es compleja para lo que representa un trabajo monográfico pero yo creo que es la necesidad de que haya una directora o una tutora que te pueda acompañar en esa escritura. En tomar estos borradores como un elemento y que es un trabajo que para mí es necesariamente presencial. En ciertas instancias si puede haber un encuentro virtual en la que vos envías algo y te devuelven una corrección pero en algún momento uno se tiene que juntar y dialogar cómo está esquematizando la idea, como piensa programarla” (Entrevista estudiante n° 2, p. 49) Dicho estudiante no sólo reconoció previamente que la elección del tema es una instancia que debe ser orientada por los docentes, sino que agregó que el tutor también debe intervenir en los 23 procesos de escritura. Según este entrevistado, escribir es una actividad que necesita ser acompañada y mediada. Esta última dimensión encuentra similitudes con la Perspectiva Sociocultural de la lectura y la escritura (Vigotsky, 1997; Bajtin, 1982). A partir de ella, leer y escribir son prácticas que, situadas y mediadas por el contexto en donde se llevan a cabo, deben ser enseñadas. En el discurso del estudiante, se reconoce dicha necesidad, aunque no se menciona a la lectura. La escritura de una monografía posee especificidades y particularidades, propias de la escritura académica, que deben ser aprendidas por los estudiantes. Los tutores son los encargados de cumplir ese rol. 4.1.6 La escritura de la monografía como instancia de aprendizaje En sexto lugar, se indagó acerca del valor de la escritura de la monografía en tanto instancia de aprendizaje. En esta oportunidad, los entrevistados tuvieron que dar sus opiniones respecto a si la producción de una monografía podría ser un momento para aprender o no. En las entrevistas realizadas la monografía se concibió como una oportunidad para aprender por dos motivos: porque es una instancia para demostrar el saber adquirido, por un lado, y porque es una instancia de producción propia del alumno, por el otro. En primer lugar, la monografía es considerada una oportunidad para que el estudiante pueda dar conocimiento de los saberes aprendidos a lo largo de la carrera, por lo que la producción de la monografía sería el momento en el que el alumno, al escribir, da testimonio de lo aprendido. De esta forma, la estudiante n° 1 expresó: “[Es una instancia de aprendizaje] porque es un proceso de re-elaboración y de escritura y lectura, al mismo tiempo que uno pone todos los conocimientos adquiridos en otras materias y a lo largo de la carrera. Creo que sí, es una instancia de aprendizaje aunque no sabría bien fundamentarlo. Creo que es enriquecedor, si bien uno más que nada lo hace como una obligación para recibirse o te queda para último momento, creo que es una etapa enriquecedora que nos va a ser útil” (Entrevista estudiante n° 1, p. 46). En el discurso de esta estudiante se relaciona la monografía con la puesta en común de los conocimientos adquiridos. En este sentido, dicha concepción podría relacionarse con la definición de la monografía como un trabajo testimonial1. Así entonces, la producción de este género implicaría para la entrevistada un proceso de aprendizaje, ya que se asocia a este con la exposición de conocimiento. 1 Analizada en la categoría 4.1.1 24 En segundo lugar, la monografía es una instancia de aprendizaje porque es un espacio de producción propia del alumno. A diferencia de lo sucedido en el resto de las asignaturas, la producción de este género implicaría un nuevo posicionamiento del estudiante: éste ya no debe demostrar lo que otros han establecido, sino que tiene que construir un marco conceptual propio. Esa construcción demanda un trabajo de indagación previo. En este sentido, los estudiantes comentaron: “Yo creo que estamos acostumbrados a hablar por, hablar de, y creo que pocas veces hay un momento de escritura individual que sea pensado [...] Que haya una producción individual es importante [...] Está bueno como una instancia individual de producción científica, uno tiene un marco teórico y le da contenido […] Lo que tiene es que es anarca, depende en cada quién y con quién estés tutoriado puede ser más o menos provechosa. Son pocas las compañeras que he escuchado han realizado su trabajo monográfico y hayan resaltado el valor del aprendizaje” (Entrevista n° 2, p. 51) “[Es una instancia de aprendizaje] porque te sirve para vos, para poder hacer un trabajo de investigación. No lo haces en otras asignaturas, lleva mucho tiempo y las materias son cuatrimestrales” (Entrevista nº 3, p. 57). El aprendizaje, desde la mirada de los estudiantes, estaría dado en la realización de un proceso de indagación y construcción de un marco teórico. Asimismo, los estudiantes reconocen en sus testimonios la necesidad de la presencia de un docente que acompañe y enseñe. Al contrario de lo sucedido en el resto de las asignaturas, en el trabajo monográfico el alumno debe realizar una producción individual, y es precisamente en esta producción en la que el sujeto aprende. 4.1.7 Problemáticas en la realización del trabajo monográfico En séptimo lugar, otro aspecto del proceso que fue considerado en el análisis se refiere a las problemáticas que los estudiantes creen se presentarían o se presentaron a la hora de elaborar su monografía. El término “problemáticas” estuvo pensado en referencia a las dificultades u obstáculos que lo estudiantes podrían llegar a encontrar (o encontraron) en todo el proceso de elaboración y producción monográfica. En este sentido, se identificaron dos dimensiones respecto a los obstáculos presentes en la elaboración de las monografías: problemáticas relacionadas con la escritura y dificultades relacionadas al tiempo que conlleva su producción. La primera de estas dimensiones incluye diferentes aspectos. En primer lugar, las dificultades que presenta la escritura de una monografía se relacionaron con la redacción y la comunicación de los conceptos. En esta oportunidad, los estudiantes pusieron la atención en la coherencia que debe presentar la escritura, de maneraque a través de ella se puedan comunicar las ideas o conceptos previamente 25 aprendidos. Según los entrevistados, esta necesidad de preservar la claridad en la exposición teórica es una tarea difícil. Esto fue reconocido por la estudiante n° 1: “Como dije antes, esto de la redacción, la elaboración de las ideas y plasmarlas de una manera que quién las lea puedan entenderlas claramente. Siento que va a ser eso. Creo que la búsqueda de información y eso, según el tema que uno elija, no me va a ser un problema” (Entrevista estudiante nº 1, p. 46). A partir del discurso de esta estudiante, la escritura de una monografía está relacionada con la exposición de ideas o conceptos, elaborados previamente a la escritura. De esta manera, como fue expuesto en la categoría 4.1.32, el lenguaje cumpliría una función comunicativa: a partir de la lectura y escritura se busca comunicar un determinado contenido. Es en esa transmisión podrían presentarse dificultades (como mencionó la entrevistada). En esta dimensión parecería existir una separación entre pensamiento y lenguaje: los sujetos aprenden el contenido, por un lado, y lo transmiten en la escritura, por otro (Casco, 2014). En segundo lugar, se mencionó otro aspecto relacionado a la escritura: su complejidad. Esta complejidad estaría dada, según los estudiantes, por la modificación de estructuras que implica la escritura. Escribir no se corresponde con trasmitir ideas que ya han sido elaboradas, sino que esas ideas son pensadas y repensadas en el mismo proceso de composición escrita. En este sentido, el estudiante n° 2 afirmó: “El proceso de escritura puede ser muy complejo, el tema que complejo en qué términos. Si es un desafío y te implica modificar ciertas estructuras no sé si es complejo, es parte del aprendizaje. Lo que pasa es que uno lo quiere ya” (Entrevista estudiante nº 2, p.. 52) En esta oportunidad, las dificultades de la escritura no estuvieron relacionadas a la redacción sino a la complejidad que ésta implica en tanto proceso de aprendizaje. Sin embargo, esta complejidad fue considerada como un aspecto positivo, ya que es a partir de ella que el estudiante aprende. De forma incipiente, en este fragmento podría vislumbrarse algún aspecto de la función epistémica del lenguaje. Como segunda dimensión, los obstáculos presentes en la producción monográfica estuvieron vinculados al tiempo. Escribir una monografía lleva tiempo y muchas veces los alumnos no cuentan con el necesario para elaborarla. La vida de los estudiantes, en la actualidad, no está solo 2 Referida a las concepciones del papel de la escritura y lectura en la monografía 26 dedicada a los estudios universitarios, sino que existen otros espacios en donde estos se desempeñan, como el trabajo. En esta línea, la estudiante n° 3 planteó: “[Respecto a las problemáticas presentadas] El tiempo, a mí me llevó mucho tiempo hacerla [...] Yo también trabajo. Me iba de mi casa a las 6 de la mañana y volvía a las 11 de la noche y tenía tres trabajos [...] Creo que el factor tiempo y plata fueron fundamentales” (Entrevista estudiante n° 3, p. 57 ) Esta estudiante reconoce que, en su experiencia, el tiempo ha sido un factor necesario y también escaso a la hora de elaborar su monografía. La necesidad de dinero implicó restar momentos al estudio para trabajar. Esta idea encuentra algunos puntos de encuentro con lo propuesto por Casco (2014). Según esta autora, la universidad requiere del estudiante “un indispensable ascetismo estudioso” (p. 250) y esto no es posible hoy. Los sujetos ya no son sólo estudiantes, sino que también son trabajadores. La concepción de alumno a “tiempo completo” no tendría validez para la totalidad de los casos (sectores medios y bajos) y esto no sería reconocido desde los requerimientos académicos. 4.1.8 Conocimientos a enseñar en un posible espacio curricular En octavo lugar, se indagó acerca de los conocimientos que deberían enseñarse en un posible espacio curricular destinado a la monografía. La pregunta por los conocimientos estuvo orientada a que los estudiantes pudieran explicitar qué saberes creían necesarios aprender en una instancia destinada a la producción de monografías. Al respecto cabe señalar que en ninguna de las respuestas brindadas por los estudiantes se hizo mención a conocimientos propiamente dichos. Sin embargo, en los testimonios se hizo alusión a diferentes aspectos vinculados con la existencia o no de dicho espacio, y sus propósitos. Por un lado, los estudiantes hicieron mención a que la existencia de un espacio curricular podría convertirse en una guía para la producción de monografías. Las orientaciones brindadas en él deberían estar vinculadas, según los testimonios, a los aspectos formales del trabajo monográfico: cantidad de hojas, la elección de un tutor o co-tutor, las modificaciones del nuevo reglamento, etc. De esta manera, las estudiantes expresaron: “Abordar tu monografía, debería ser una guía para vos para hacer tu monografía. Por ejemplo, lo que hay en trabajo social es un seminario de trabajo final, es todo un cuatrimestre que tenés un profesor que te va guiando con tu tesis. Estaría bueno que así sea en educación, con un seminario para la monografía” (Entrevista estudiante n° 3, p. 56) 27 “Que se explicite bien qué nos piden. Seguramente debe estar explicitado en reglamento pero como aún no lo leí. También bueno los criterios para hacer la monografía, cuántas páginas, que eso sé que en reglamento está pautado pero… Más que nada eso y que nos guíe en esta forma de elegir un tutor, qué es un tutor y todas esas cosas que capaz uno no lo tiene muy en claro” (Entrevista estudiante nº 1, p. 47). Por otro lado, en las entrevistas también se mencionaron las consecuencias de la existencia de un espacio curricular para el Plan de Estudios de la carrera. En esta oportunidad, no se abordaron los conocimientos que deberían enseñarse, sino que se reflexionó acerca de la posibilidad de abrir un espacio curricular en sí mismo. En este sentido, se expresó que la apertura de un espacio destinado a la monografía exigiría también la modificación no deseada del Plan de Estudios de la carrera. En esta línea, el estudiante n° 2 comentó: “Si yo agrego un espacio curricular se hace una modificación en el plan de estudio, y si yo hago una modificación en el plan de estudios todo lo que yo quiera que se modifique seguramente no se va a modificar, se van a modificar otras cosas que manda el Ministerio de Educación. Entonces lo pienso en términos de qué ganas o que perdes si realmente se modifica” (Entrevista estudiante nº 2, p. 50) Como bien se mencionó anteriormente, todo aquello que fue mencionado en las entrevistas no se vinculó estrictamente con la enseñanza ni con los conocimientos que deberían mediar en un espacio curricular destinado a la monografía. En esta oportunidad, ni la escritura ni la lectura fueron pensadas como prácticas necesarias de ser acompañadas y guiadas. 4.1.9 Actualización del reglamento Por último, el noveno aspecto que se consideró en las entrevistas fue la actualización del reglamento. Esta pregunta fue dirigida para que los estudiantes pudieran expresar qué conocimientos poseen acerca del nuevo reglamento y qué aspectos consideran relevantes de él. A partir de las entrevistas, pueden construirse dos aspectos sobre al nuevo reglamento: uno formal y uno pedagógico. En cuanto al primero, sólo se resaltaron en los discursos de los estudiantes aquellas informaciones referidas a la formalidad que debe poseer la monografía: cantidad de hojas, elección de un co-tutor y tutor, tiempos de entrega. En este sentido, la estudiante n° 1 afirmó: “Sé que hay modificaciones, por ejemplo el número de hojas y que ahora se puede elegir un co-tutor, que no sea de la misma carrera, pero no estoy bien informada” (Entrevista n° 1, p. 47) 28
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