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Software para el sector agropecuario. 
 
 
Ignacio Albornoz1 
 
 
DT 05/2006 
 
 
Año 2006 
 
 
1 Lic. en Sociología. 
 2
Software para el sector agropecuario 
 
 
Ignacio Albornoz* 
 
1. Introducción 
 
El trabajo que aquí se presenta es el resultado de un relevamiento realizado durante 2006 
con el objeto de elaborar un diagnóstico aproximativo de la situación actual en la relación entre 
el sector informático y el sector agropecuario en la región pampeana, tanto a nivel del uso como 
del desarrollo del software aplicado a las diferentes actividades incluidas en la cadena 
agroalimentaria, colocando el foco en el sector primario, y utilizando para ello la perspectiva 
teórica de las tramas productivas.2 
El objetivo del presente artículo es establecer la existencia e intensidad y la intensidad de 
vinculaciones intersectoriales a nivel de la oferta tecnológica informática y la demanda o el uso 
por parte de la cadena agroalimentaria, haciendo énfasis en el sector primario, de tal forma que 
se pueda establecer un diagnóstico de la situación actual para la región pampeana, considerando 
las relaciones entre actores privados, marcos regulatorias y de promoción, e instituciones 
educativas y de I+D, para evaluar de esta manera el grado de inserción de dichas tecnologías en 
las actividades concretas del sector productivo, el que comúnmente se ha supuesto como el de 
mayor dinamismo en la economía argentina. En este contexto, la pregunta que guía este trabajo 
es sí existe eventualmente una trama productiva derivada de esta vinculación intersectorial. Si 
bien en principio se trató de un trabajo de tipo exploratorio, la hipótesis que se hallaba por 
detrás era que la respuesta a este interrogante sería negativa, de acuerdo a una situación 
incipiente del desarrollo del sector informático local, el que había dado algunas evidencias de no 
haber avanzado en una oferta especializada sobre otros sectores productivos (Novick et al, 
2006). La contrapartida podría haber sido el que el sector agropecuario se muestra en Argentina 
como uno de los segmentos productivos más dinámicos; no obstante lo cual muestra 
características de fuerte heterogeneidad en su composición, y potencialidades no explotadas 
(Gutman, 2003; Bisang, 2003; Díaz, 2003). 
En este marco, un segundo objetivo consiste en analizar el grado de potencialidad y 
factibilidad que posee la conformación o consolidación de una oferta de software especializado 
en aplicaciones para el sector agroalimentario con perfil exportador, que tenga o no su base en 
la demanda del mercado doméstico, y asimismo, en la explotación asociada que múltiples 
entidades públicas y privadas pueden hacer con la información que la actividad agropecuaria 
genera. 
Un tercer objetivo, derivado de ello, es el de poder realizar ciertas recomendaciones 
básicas a la hora de considerar una política de promoción de esta vinculación intersectorial, 
tanto pensando en la sofisticación de la actividad agropecuaria –proveyéndola de herramientas 
que pudiesen dotarla de mayor dinamismo y valor agregado-, como en el desarrollo de una sub-
rama informática especializada con orientación exportadora. 
El trabajo se organiza de la siguiente manera: en primer término se expone la metodología 
utilizada, junto con el marco teórico y los antecedentes en relación con el tema. En segundo 
lugar se desarrolla un análisis de la posible vinculación entre ambos sectores, y su relación con 
otras tecnologías agropecuarias que están tomando lugar en el desarrollo de la actividad. Por 
último, se muestran los resultados de ese relevamiento cualitativo, realizado en julio, agosto y 
septiembre de 2006 a partir de una serie de entrevistas a diferentes actores tanto del sector 
informático como del sector agropecuario, de los sectores público y privado, en diferentes 
 
*Lic. En Sociología. Instituto de Industria (IdeI). Universidad Nacional General Sarmiento 
2Qusiera agradecer la colaboración de diversos profesionales del IdeI, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, y 
diversos expertos que contribuyeron con su conocimiento y sus opiniones. Entre ellos quisiera destacar al Dr. Roberto 
Perazzo, al Dr. Gabriel Baum, y al Prof. Roberto Bisang. 
 
 3
localizaciones de la región pampeana, así como también a especialistas, investigadores e 
informantes clave. Por último se presentan las conclusiones, con una reflexión final y ciertas 
recomendaciones orientadas a considerar una política pública orientada a la promoción local de 
este segmento. 
 
2. Metodología utilizada y perspectiva teórica 
 
El relevamiento llevado adelante para el presente trabajo tomó la forma de una 
investigación exploratoria de corte cualitativo, bajo la premisa de identificar la densidad de 
organizaciones, instituciones, relaciones y productos que pudieran existir en torno a esta 
vinculación intersectorial. Por tal razón, la indagación fue realizada a través de un conjunto de 
entrevistas en profundidad y semi-estructuradas a algunos actores ubicados en diferentes 
posiciones de la estructura socio-productiva o institucional y en diversas localidades dentro del 
marco de la región pampeana. Para ello se fueron indagando y seleccionando diferentes 
informantes clave, referentes institucionales y actores representativos con el objeto de recrear y 
verificar el mapa o cuadro de situación actual en este aspecto. 
Se considera aquí que, tratándose de un tipo de investigación exploratoria, cuyo objetivo 
es más bien el de reconocer la variedad de situaciones que se presentan en una realidad poco 
estudiada –como es la de esta vinculación intersectorial-, la cual se nutre de una gran cantidad 
de información tácita que tiene que ser decodificada a posteriori, la metodología indagatoria 
debía ser asimismo y por entonces en forma de entrevistas personales, pudiendo extraerse de 
este tipo de intercambio mucha más riqueza informativa para un momento incipiente del 
conocimiento sobre la materia. Dichas entrevistas se complementaron con formularios de 
preguntas abiertas que relevaban algunos datos elementales y más objetivos. 
Por cuestiones prácticas, y a modo de recorte de un espacio en el cual predominan ciertos 
tipos de producción agropecuaria, se seleccionaron entidades y personas referenciales 
vinculados con la agricultura extensiva, con la ganadería de la carne y lechera, incluidos los 
servicios a la producción y las empresas agroindustriales asociadas, por lo que el recorte 
geográfico quedó determinado a la región pampeana, haciendo foco en algunas zonas centrales, 
principalmente tomando como referencia a las ciudades de Río Cuarto, Villa María, Córdoba, 
Rosario, Santa Fe, Rafaela, Sunchales, Tandil y Buenos Aires. 
Cabe destacar que existe una relación entre el método de búsqueda de entrevistados 
(consultando por referencias, revisando páginas de Internet y registros públicos), las propias 
dificultades para encontrarlos, y la realidad de fondo que se buscaba analizar, la cual incide 
definitivamente sobre el método a trabajar y se cristaliza a través del propio proceso de gestión 
de entrevistas. 
En términos teóricos, y como se comentó anteriormente, el trasfondo desde el cual se 
trabajó esta investigación, es el enfoque de la trama productiva, definida como “un espacio 
económico de creación de competencias e intercambio de bienes y/o servicios que incluye una o 
varias empresa(s) núcleo(s), sus proveedores y clientes, o bien un conjunto de empresas 
asociadas.3 Según este criterio, surgido en el ámbito de la teoría económica de la innovación, la 
trama se eleva como una perspectiva sistémica de análisis que puede contribuir a la 
comprensión de los factores determinantes de la demanda de trabajo, cuali y cuantitativamente, 
y de esta manera, a diseñar acciones de política que promuevan la interacción sinérgica entre 
innovación y empleo.Para el caso de este relevamiento, que no supone de antemano la existencia de una trama, 
sino en todo caso, a modo de hipótesis de trabajo, más bien lo contrario, la trama aparece como 
un tipo ideal desde el cual cotejar la realidad de manera que puedan colegirse las diferencias y 
matices que de allí surjan, con el adicional de que no se trataría eventualmente de una trama 
 
3 Según el enunciado del propio proyecto, y en este contexto el desarrollo de competencias técnicas al interior de las 
empresas y los canales generados por ellas para intercambiar diversos activos tangibles e intangibles adquieren una 
importancia especial, pues ellos afectan la capacidad innovativa, el desarrollo de competencias en la red y la demanda 
de trabajo. Véase introducción 
 4
uni-sectorial sino inter-sectorial. Por otra parte, los factores del contexto condicionan 
fuertemente la configuración de las relaciones inter-sectoriales y de las propias tramas, en 
cuanto a que esta perspectiva toma como eje la difusión del conocimiento y la creación de 
capacidades como fuentes endógenas de competitividad, y en el caso de las tramas 
agropecuaria, la competitividad ha estado dada en gran parte, en términos de Fajnzylber, en 
forma “espuria”, gracias a la existencia de ventajas comparativas estáticas vinculadas con la 
matriz geográfica de la Argentina (el autor se refería a los países de toda América Latina), de tal 
manera que esto ha llevado a crear esquemas de competitividad basados en criterios de corto 
plazo (particularmente en agricultura extensiva) y estructuras institucionales y de mercado 
agropecuarios donde la creación de capacidades es fuertemente asimétrica y se da en forma 
aislada, por lo que no se convierte necesariamente en una fuente global de competitividad 
sectorial. 
No obstante, esta mirada debería ser matizada en especial a la luz de las transformaciones 
del sector agropecuario en la década del ’90, donde se crearon fuertes ventajas competitivas 
dinámicas a partir de la inserción y la difusión –aunque asimétrica- de tecnologías de avanzada 
en el sector, como los cambios en la definitiva mecanización agrícola y la utilización de 
biotecnología moderna, lo que se reflejó en el salto pegado por el sector posteriormente a la 
devaluación. 
En otro plano, si nos referimos a la problemática de la potencialidad de la vinculación 
entre dos sectores, o mejor dicho, a la inserción de uno en el otro, como es en este caso, nos 
parece útil traer a colación la diferenciación preventiva realizada por Reinert en torno a la 
discusión sobre los efectos de las innovación en diversos sectores productivos e industriales 
(Reinert, 2006). En contra de la opinión de que inequívocamente la innovación en otros sectores 
trae “per sé” beneficios globales a la industria, el autor sostiene que esto depende de qué tipo de 
innovaciones se trate, y sobre qué tipo de negocios sean aplicadas. Por una parte, es importante 
diferenciar si se trata de innovaciones de productos (presentes usualmente en las industrias más 
avanzadas en términos del paradigma tecno-productivo) o de innovaciones de procesos. Por otra 
parte, es clave diferenciar cuál es el tipo de industria o de área donde se aplican las 
innovaciones, dependiendo de diversos rasgos como el tipo de competencia, el grado de valor 
agregado que genera, la intensidad de uso de mano de obra, etc. 
Siguiendo a Reinert, se puede sostener que aquellas innovaciones que son de procesos, 
cuando se aplican en industrias menos intensivas en tecnología y que se encuentran en el 
eslabón primario o que generan menor valor agregado (como es el caso de la agricultura o el 
turismo respecto a la robótica, por ejemplo), suelen producir un efecto inverso al esperado en 
materia de empleo y crecimiento global del sector, con precios que se trasladan a un ahorro de 
costos y muchas veces concentran más la estructura de la oferta, pudiendo provocar 
externalidades negativas. Por otra parte, aquellas innovaciones que son de producto generan 
mayores ingresos a la industria a la cual se aplican y externalidades positivas, vía la agregación 
de valor y el crecimiento global del sector. Por eso Reinert afirma que las innovaciones de 
proceso suelen aplicarse en industrias o regiones menos desarrolladas, y las innovaciones de 
producto en las más desarrolladas, convirtiéndose muchas veces en un potenciador de las 
divergencias entre industrias o espacios económicos (Reinert, 2006). 
En el caso de la aplicación de las TICs al sector agropecuario, por tanto, es conveniente 
tener en cuenta que en este caso estaríamos hablando mayoritariamente de tecnologías de 
proceso, por lo que un estudio económico más detallado de los posibles efectos de la utilización 
masiva de las TICs debiera tener este factor muy en cuenta a la hora de medir las expectativas 
de resultados de la innovación, los cuales deben medirse a partir del impacto en cada sector en 
particular, y también a partir de la interacción conjunta. 
 
3. Relevancia y antecedentes sobre el tema 
 
La difusión del uso y aplicación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación 
(TICs) en las principales esferas de la vida humana y el impacto positivo que ha traído consigo 
son hechos ya ampliamente reconocidos a nivel mundial, aún evitando caer en análisis 
 5
simplistas o apologéticos. En términos económicos, este conjunto de innovaciones tecnológicas 
que amalgaman a la informática y a las telecomunicaciones forma parte de un nuevo paradigma 
tecno-productivo basado en actividades intensivas en conocimiento, en el que comparten 
vanguardia con otros sectores de punta como biotecnología, nanotecnología, nuevos materiales, 
etc., y que está incidiendo en la actividad económica de forma tal que ya ha generado cambios 
en la concepción sobre las formas de organización del trabajo y en los mismos parámetros de la 
eficiencia productiva. 
Diversos académicos y especialistas han debatido y analizado el rol estratégico que 
cumple en la actualidad y la potencialidad que supone para los países de América Latina el 
desarrollo de un sector de software y servicios informáticos (SSI) que contribuya a sofisticar el 
funcionamiento de los sectores productivos, y de esta manera generar condiciones de 
competitividad internacional en dichos sectores vía la innovación y la incorporación de valor 
agregado a los procesos (Fajnzylber, 1984; Perazzo, 1999; Anlló et al, 2003; Moguillansky, 
2005; López, 2003 y 2006; Kargierman, 2006). Esto sería el resultado de externalidades 
positivas, spillovers de conocimiento provocados por la utilización de herramientas intensivas 
en conocimiento en la operatoria y el manejo económico de tales actividades, la gestión misma 
de la información que se genera en la producción, y la enorme cantidad de nueva información 
que permite disponer, creando mayores posibilidades de aprovechamiento y explotación para 
mejorar los resultados y procesos de la actividad que se desarrolla en los diversos sectores. 
Esto parece particularmente importante para un país como la Argentina, que muestra a un 
sector SSI que si bien de manera accidentada y fragmentaria –devaluación mediante, además- 
logró forjar una estructura exportadora de potencial interesante y cierta masa de recursos 
humanos que se presenta como un buen camino a seguir. El Estado argentino, si bien ya lo ha 
reconocido como un sector estratégico y lo ha dotado de una legislación que le da un marco 
general de actuación, no avanzó sobre aplicaciones y servicios específicos para el sector 
productivo, de manera de producir encadenamientos y sinergias tecnológicas en este aspecto, y 
no ha definido una clara política de financiamiento a través de otros medios como el capital de 
riesgo, o la propia compra de parte de la oferta tecnológica. 
En un estudio de CEPAL se ha afirmado que el sector SSI comparte con otros también 
intensivos en conocimiento algunas características adecuadas paraapostar por su desarrollo: por 
una parte, se trata del sector con mayor ritmo de crecimiento de las exportaciones; por otra 
parte, tiende a pagar mayores salarios y a generar más empleo -de alto nivel de calificación- que 
el promedio de la economía; en tercer lugar, genera los derrames positivos relacionados con el 
aumento de la capacidad de innovación (que a veces en estos casos se traduce en la creación de 
nuevas empresas) y con la conformación de una masa crítica robusta de recursos humanos 
altamente capacitados; por último, al tratarse de un sector aún inmaduro en términos de la oferta 
internacional, existen posibilidades de realizar un catch up tardío hacia el desarrollo, como lo 
atestiguan las experiencias de países como Irlanda, la India e Israel (Anlló et al, 2003). 
Más discutido que el aporte indirecto ha sido en cambio el aporte directo que podría 
realizar el sector informático a través de sus exportaciones al crecimiento del PBI y su 
capacidad para generar de divisas, en particular para el caso de Argentina y otros países que 
poseen mercados internos muy pequeños y con demandas poco sofisticadas –señala López-, al 
menos en el corto plazo. El autor muestra que los países de “ingreso tardío” que iniciaron sus 
estrategias de desarrollo de su sector SSI basados en una estrategia mercado-internista fueron 
aquellos que poseían altos niveles de población, y por tanto, de mercados (Brasil, la India, 
China, etc.). Por otra parte, a excepción de algunos casos “modelo” (como Irlanda, Israel y la 
India), donde los ingresos por exportaciones llegaron a representar un significativo porcentaje 
del PBI, pero que son fruto de diferentes políticas forjadas sostenidamente durante más de una 
década y en base a distintos factores de competitividad, en el resto de los países el peso sectorial 
de la industria del software y los servicios informáticos no supera el 5% del PBI (López, 2006). 
Por lo que, según el autor, la potencial utilidad del desarrollo del sector de software reside 
en el impacto horizontal sobre múltiples áreas de la economía, como decíamos, a través de las 
externalidades positivas relacionadas con la generación de capacidades innovativas, los 
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derrames de conocimiento y la modernización funcional del sector productivo local, lo que no 
es en absoluto menor dada la importancia de las ventajas competitivas dinámicas allí presentes. 
Con el mismo criterio, autores como Perazzo opinan que la industria de software 
argentina tiene posibilidades de desarrollar un sector SSI de perfil exportador en lo que define 
como “áreas promisorias” de especialización, entre las cuales cuenta al sector agropecuario y 
agroindustrial (Perazzo, 1999 y 2006), en una perspectiva coincidente con la anterior en el 
sentido de modelo export-led growth. Vale la pena destacar el esfuerzo propositivo del autor al 
proponer e ilustrar una serie de campos de aplicación posibles, suponiendo una interacción 
conjunta entre el Estado y el sector privado, en la que el primero debería tomar el rol de 
formulador y articulador de las políticas intra-sectoriales; por otra parte, se además un cliente 
principal de la oferta tecnológica con el objeto de estimular la demanda, y por las propias 
implicancias funcionales de la incorporación de la informática al sistema de gestión regulatoria 
de las actividades económicas. 
Por su parte, respecto a la problemática de la definición de un perfil para el sector, Erbes 
et al consideran que la potencialidad de la industria del software en la Argentina reside en 
definir un patrón de especialización que vincule a esta industria con determinados nichos entre 
los que se encuentra el sector productivo, con preferencia hacia aquellos segmentos que ya 
demuestran tener una historia previa de resultados virtuosos, o que poseen ventajas 
comparativas dinámicas ya consolidadas, y que pueden estar dadas tanto por el desarrollo de 
una especialización derivada del campo de aplicación como también por la disponibilidad de 
una oferta consistente de recursos humanos calificados y adecuados a dichas necesidades. Esto 
obliga a pensar en cuales son las capacidades cognoscitivas necesarias para poder responder a 
una demanda eventual, y de dónde surge este proceso. En este punto, varios autores (Novick et 
al, 2002; Borello et al, 2006; Erbes, Robert y Yoguel, 2006), afirman que, más allá del 
desacople cuantitativo entre oferta y demanda de recursos humanos, en Argentina existe una 
brecha cualitativa entre el perfil de recursos humanos que provee el sistema educativo formal –
menos calificado y menos específico- y los requerimientos actuales y futuros de la demanda 
para un desarrollo sofisticado del sector (Anlló et al, 2003). Esto es en parte producto de la 
discontinuidad de las políticas de desarrollo del sector y de la estructura comercial instaurada en 
los ’90, que afecta negativamente sobre la conformación de los perfiles específicos de la oferta 
laboral de informáticos (Nemirovsky y Yoguel, 2003). 
Por otra parte, la definición de ciertos campos de aplicación de las TICs también hace 
necesario plantearse cuál es la política industrial que va a complementar el crecimiento de los 
sectores que se buscan modernizar a través de la incorporación de la tecnología informática, y 
asimismo, cuál es la política de promoción del propio sector SSI: se sostiene comúnmente, 
según un criterio relacionado con la agregación de valor a nivel sectorial, y con la necesidad de 
especialización, que países como Argentina deben salir del modelo de las software factories, 
call centers y help desks, surgidos de las estrategias de outsourcing de empresas radicadas en 
países centrales y de multinacionales que trabajan en red, para avanzar sobre campos 
especializados, agregando más complejidad tecnológica a los productos y servicios 
(Kargierman, 2006). 
Esto se justifica por un lado debido al hecho de que no es factible en términos económicos 
competir internacionalmente por precio a través de ventajas comparativas estáticas (por 
ejemplo, contra la India que ha desarrollado su modelo de crecimiento sectorial con mayor 
antelación y con una estructura salarial mucho más competitiva, casi al nivel de dumping 
social). Por otro lado, apunta al mismo tiempo a que, como ya se dijo, la ventana de 
oportunidades que se vislumbra en el desarrollo del sector SSI en Argentina, al menos hasta que 
se consolide como tal, se vincula con ciertos nichos de software específico que generarían 
derrames positivos (Kosacoff, 2000) y una presión sobre la “economía real” que la obligue a 
alcanzar, como usuario, la frontera tecnológica en materia de procesos. 
En este sentido, también habría que dar una definición sobre qué tipo de especialización 
debiera llevarse adelante en cuanto al tipo de productos a desarrollar: si sobre productos y 
servicios globales y más estandarizados, o sobre productos más específicos y servicios a 
medida, relacionados con factores idiosincrásicos de cada espacio geográfico (López, 2003; 
 7
Heinz, 2006). Hay quienes sostienen que existe una mayor rentabilidad y flexibilidad en la 
concepción del sector SSI como un generador de servicios más que de productos globales, y en 
este sentido, hay alguna evidencia de que los servicios permiten una relación más flexible y 
prolongada con los países clientes. No obstante, también hay evidencias sobre países que se 
colocan en un principio como grandes importadores de productos globales y que en términos 
relativos esto genera un flujo de ingresos mayor que el de servicios. Sin embargo, otros opinan 
que debiera mantenerse abierta la posibilidad de trabajar sobre ambos perfiles, el primero de los 
cuales permite generar mayor valor agregado a los productos finales, y el segundo aprovechar 
los rendimientos crecientes a escala de la producción estandarizada (López, 2003). 
El sector agropecuario es uno de esos campos en los cuales las TICs como tecnologías de 
impacto horizontal están abriéndose paso, aunque noa la velocidad y la intensidad con que han 
avanzado en otros espacios. El desafío de insertar tecnología en el agro y la ganadería parece ser 
un problema complejo, pero tanto más prometedor para un país como Argentina al contar con 
un sector SSI que, aunque de modo accidentado, ha generado cierto potencial en un marco 
donde la competencia internacional, si bien ya no es menor, no impediría aún realizar el catch 
up tecnológico en sus sectores productivos. 
Desde el punto de vista de la demanda, la relevancia estratégica que supone la 
incorporación de las TICs al sector agropecuario y agroindustrial ya ha sido advertida por varios 
países. En el último lustro se han creado entidades internacionales abocadas específicamente a 
la temática. En 2002 fue creada la Asian Federation of Information Technology for Agriculture 
(AFITA), conformada por más de diez países asiáticos –en particular los del sudeste-, y su par 
europea, la European Federation of Information Technology for Agriculture (EFITA). Un año 
después, a partir de la iniciativa de Estados Unidos y Brasil surgida en la conferencia mundial 
organizada por ambos países sobre el tema (la World Conference of Computers in Agriculture 
and Natural Resources –WCCA-), se fundó la Panamerican Federation of Technology for 
Agriculture (PANFITA), a la que, además de Estados Unidos y Brasil, se asociaron México, 
Chile y Costa Rica. Estas tres organizaciones se nuclean a su vez en la Internacional Federation 
of Information Technology for Agriculture (INFITA), de carácter mundial, que posee un journal 
de publicaciones científico-técnicas en el tema, y realiza desde su inicio congresos mundiales, el 
próximo de los cuales se celebra en noviembre de 2006 en Bangalore, India. 
La AFITA posee diversos centros de investigación desde los cuales estudia la situación 
del mercado de las TICs para el agro en los diversos países europeos y en Estados Unidos. De 
igual modo, éste último estudia la situación de Brasil y la de su propio mercado. Por su parte, 
Brasil ingresó a la PANFITA a través de una entidad creada y abocada a este tema en particular, 
la Associação Brasileira de Agroinformática (SBI-Agro), que se dedica a difundir el uso de la 
tecnología informática en su sector agropecuario y agroindustrial, y a hacer investigación y 
desarrollo en innovación tecnológica para el sector. Del mismo modo, la Escuela Politécnica de 
la Universidad de San Pablo (USP) lleva adelante un programa de modernización de la 
maquinaria agrícola, y organiza anualmente el Congreso Brasileño de Agricultura de Precisión, 
así como diversos talleres y seminarios relacionados con el tema. Por último, la Empresa 
Brasileira de Agropecuária (EMBRAPA) posee también una unidad de investigación dedicada a 
estudiar la situación de la informática en el sector agropecuario, la EMBRAPA Informática 
Agropecuária. En otro plano, la FAO, junto con otras organizaciones nacionales de I+D de todo 
el mundo, han tomado la iniciativa de impulsar la creación de estándares internacionales de 
compatibilidad y coherencia entre los sistemas de información desarrollados para el trabajo con 
el sector agroalimentario (los agriculture information management standards –AIMS) con el 
objetivo de crear lenguajes y metodologías convencionales para compartir y sistematizar este 
tipo de información a nivel mundial. 
Estas evidencias parecen más que elocuentes respecto al camino ya emprendido en este 
sentido por diversos países. En este sentido, la Argentina no posee una institución específica 
dedicada a este tema, y tampoco se registran otros indicios de una política pública. Las acciones 
emprendidas en este aspecto han sido llevadas adelante, o bien por el sector privado (entidades 
como AACREA y AAPRESID) o bien por unidades específicas de distintos organismos (INTA, 
INTI, SENASA) en forma fragmentaria, pero no parece existir una visión global de 
intervención, ni estudios específicos sobre esta temática en particular. 
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En cuanto al presente estudio, el interés particular por el tema surgió en el marco de los 
debates precedentes por parte de algunos grupos de investigadores del Instituto de Industria de 
la UNGS, junto con investigadores de otros centros, en torno a las potencialidades de desarrollo 
del sector SSI en Argentina, y fue precipitado puntualmente a partir de la detección por parte de 
los profesionales responsables del Área de Computación de la Universidad Nacional de Río 
Cuarto, el Dr. Jorge Aguirre y el Lic. Marcelo Arroyo, junto con el Dr. Gabriel Baum, 
especialista en temas de software, de una importante cantidad de tesis de estudiantes de la 
Licenciatura en Computación de la misma institución -en las cuales los alumnos deben generar 
propuestas de soluciones informáticas a partir de problemáticas reales- que proponían 
aplicaciones vinculadas a problemas de la gestión agropecuaria, y que se encontraban en 
relación con su vinculación familiar a productores agropecuarios del área circundante. 
Esto llevó a generar un interrogante sobre en qué medida había crecido en la zona una 
demanda de aplicaciones de ese tipo, y a evaluar la posibilidad de crear un espacio de desarrollo 
en torno al área de Río Cuarto que respondiera a dicha demanda, verificando primero el estado 
de la oferta informática y los usos actuales de software por parte del sector agropecuario y 
agroindustrial. Por ello es que la presente investigación tomó en principio como referencia el 
relevamiento inicial llevado a cabo por los responsables del Área de Computación de la UNRC, 
y colocó en su momento el foco de interés en el área de Río Cuarto y alrededores. Luego, como 
el tema lo ameritaba, se decidió luego ampliar la mirada a toda la región pampeana, como ya se 
refirió en el apartado metodológico, realizando entrevistas también allí, y en lo referente al 
sector, a toda la cadena agroindustrial, para detectar cuál era la situación en los eslabones 
cercanos, ya que en el territorio, los límites de la demanda y la oferta no aparecían tan claros. 
 
4. TICs/Software para el sector agropecuario 
 
Lo primero que es necesario definir para referirnos al objeto de estudio, es si lo más 
adecuado es hablar de software o de TICs, dejando en claro que el segundo término es más 
amplio ya que incluye también a las tecnologías de la telecomunicación. Como en muchas 
ocasiones estos dos términos aparecen de manera intercambiada en ciertos estudios e instancias 
diversas, o en forma de sinónimos, es necesario realizar esta distinción fundamental. 
En principio es posible afirmar que las Tecnologías de la Información y la Comunicación 
conforman un conjunto ya indisoluble, con independencia del ámbito de aplicación, pero 
además si nos referimos a la actividad agropecuaria, en donde el acortamiento de las distancias, 
la apertura y transmisibilidad de la información en un medio disperso, así como la velocidad de 
comunicación, juegan un rol esencial, por lo que es imposible considerar las tecnologías de la 
información sin las telecomunicaciones para pensar el desarrollo y el uso de software. 
No obstante, desde el punto de vista económico, el término software es útil para diferenciar a 
este tipo de tecnologías blandas respecto de todo el costado hard que está también incluido 
dentro del conjunto de las TICs. El relevamiento buscó detectar y discernir todos aquellos 
espacios donde aparecía incluido el software como tal, aunque lo cierto es que, en términos del 
desarrollo tecnológico, pero a veces también económicamente, está indisolublemente asociado a 
un soporte electrónico, ya sea de informática o telecomunicaciones. En este sentido, a nivel 
económico, igualmente, es muy útil considerar la denotación sectorial que se asume como 
Software y Servicios Informáticos (SSI), aunque para pensar la problemática sea necesario 
incorporar al debate al sector de Electrónica y Telecomunicaciones. 
 
 
 Tecnol. de información 
 
Tecnol. de comunicación 
 
Software Hardware 
Esquemade diferenciación 
 
 9
4.1. La oferta tecnológica informática 
 
Como el estudio de la vinculación intersectorial implica una realidad de doble entrada, 
con anterioridad al relevamiento se estudió la organización de cada sector desde el punto de 
vista, por un lado, de la oferta tecnológica informática genérica disponible –intentando para ello 
englobarla en determinados módulos a fin de poder efectuar una clasificación- y por el otro, la 
demanda (actual o potencial) desde la perspectiva del sector agropecuario como usuario, en 
relación con las funciones que pueden cumplir las aplicaciones informáticas a nivel de las 
necesidades de gestión de los distintos eslabones de la cadena agroindustrial. A partir de ello, se 
elaboraron dos esquemas teóricos de vinculación que tienen la referencia en el sector al cual 
pertenece cada uno. 
En referencia al sector informático, se agrupó la oferta tecnológica en torno a cinco 
módulos que intentaban sintetizar todos los sistemas disponibles en la actualidad, según el tipo 
de utilidad que ofrecen, y con independencia de su grado de complejidad y valor agregado. 
Aunque esta clasificación tiene cierto grado de arbitrariedad, resulta práctica, creemos, para 
conceptualizar la vinculación que se estaba buscando, tomando un criterio que se acerque, por 
un lado, a la lógica funcional que está detrás desde el punto de vista informático, y por otro, 
como decíamos, a los diferentes tipos de utilidades que generan para el usuario, sin considerar 
que existen en la actualidad sistemas que incluyen más de una de estas funciones, en particular 
ciertos paquetes informáticos que se ofrecen en algunos mercados. 
En este contexto, se encontraron primero una serie de sistemas relacionados con la gestión 
operativa y el monitoreo de diferentes procesos, como ser el control de la producción, la 
logística y el almacenamiento, y en la misma línea, sistemas administrativos, contables y de 
planificación empresarial, relacionados con la gestión económica de unidades de negocios. 
Todos estos desarrollos comparten un cierto tipo de lógica funcional interna asociada a la 
manipulación de determinado tipo de información, ciertos tipos de lenguajes de programación, 
de no muy alto valor agregado en términos de tecnología, pero que reducen la complejidad de 
las múltiples variables y dimensiones que se derivan de la gestión de las empresas, y permiten 
ciertas utilidades de aplicabilidad directa que resultan esenciales para el manejo inteligente de 
dicha gestión a la hora de la planificación de recursos y el control de los procedimientos. Razón 
por la cual se los englobó dentro de los llamados sistemas de gestión de información, que en 
algunos casos son sistemas cerrados, con aplicaciones específicas y una interacción básica con 
el usuario, y en algunos casos son sistemas abiertos, que comparten información con distintas 
unidades e interactúan con Internet y con otras formas de telecomunicación. 
En segundo lugar se detectaron una serie de programas de software de diversa índole que 
comparten la utilidad de manejar grandes bases de datos para su funcionamiento, con 
requerimientos especiales a nivel del hardware de almacenamiento y procesamiento de datos. 
Por ello es que se los ha englobado por lo general bajo el rótulo de sistemas de gestión de bases 
de datos (SGBD). Entre estos encontramos a todos aquellos sistemas que manipulan imágenes 
de alta densidad (fotografías satelitales, imágenes microscópicas, animaciones computadas en 
tres dimensiones, etc.), a los conocidos Sistemas de Información Geográfica (SIG), que son 
aplicaciones que permiten recolectar, clasificar, mapear, graficar, cruzar y mostrar datos de 
diversa índole, formato y densidad bajo una referencia espacial -con coordenadas de latitud y 
longitud-, posibilitando de esa manera la organización de la información para que sea posible 
analizarla, evaluarla y tomar decisiones. Esto supone sistemas de teledetección satelital que se 
incluyen en el quinto punto. 
También aquí ubicamos a los sistemas de manejo de información genética para el uso en 
investigación y desarrollo biotecnológico, que tiene aplicaciones tanto agronómicas como 
veterinarias y en medicina. En particular, el auge de esta rama de la tecnología biológica, que 
implica un uso intensivo del conocimiento informático, ha cobrado tanto crecimiento que ha 
generado incluso, en este caso, una disciplina particular, la bioinformática, que combina 
conocimientos biológicos y químicos con conocimientos de informática. Respecto a la 
arquitectura de programación, si bien los SGBD (también llamados DBMS, DataBase 
Management Systems) son estructuras complejas con diferentes niveles lógicos y posibilidades 
 10
de relación con y entre los datos, en términos generales podemos decir que, según la utilidad 
específica (si se realizan grandes incorporaciones periódicas de información, o si se trabaja 
básicamente con sistemas de consulta, o si las bases de datos están abiertas a distintos canales 
de interacción) usualmente se utilizan aplicaciones específicas de consulta a bases de datos, de 
manejo de bancos de imágenes y sistemas de alta interacción, de forma tal que existen algunas 
plataformas que dominan ampliamente la oferta más avanzada, como las aplicaciones basadas 
en el Standard Query Language (SQL), o aquellas basadas en Visual Basic para el manejo de 
imágenes y animaciones. 
 
Cuadro 1: Esquema teórico de la oferta tecnológica informática 
 
 
Fuente: elaboración propia. 
 
En tercer lugar se identificó a un conjunto de sistemas que poseen también una lógica 
propia de procesamiento y programación, y que son los llamados sistemas de simulación de 
procesos (SSP) o sistemas expertos (SE), derivados de una rama de la Inteligencia Artificial. 
Estas aplicaciones consisten en modelos matemáticos (basados en cálculos de números finitos) 
que imitan y representan en forma simplificada diferentes procesos humanos, físicos y naturales 
con una lógica sistémica, cerrada, de interacción entre diferentes variables con comportamientos 
prefijados, y que a través de esa capacidad de reproducción aparente, tienen el objeto de 
colaborar en la resolución de ciertos problemas de análisis. 
Existe una diversidad de programas de simulación en enormes áreas de aplicación, como 
en el diseño industrial y constructivo, en la economía y management, en la agrometeorología y 
climatología, en la física, ciencias naturales y geográficas, incluso considerando el área de 
entretenimientos (videojuegos). Consisten básicamente en modelos de predicción, proyecciones, 
cálculo de impactos futuros y efectos de todo tipo de fenómenos, entre los cuales existe un 
sector de aplicaciones que pueden utilizarse para la toma de decisiones en el sector productivo 
agropecuario. Ejemplos de estos son los simuladores de efectos de determinados tipos de 
siembra y fertilización en suelos, predictores de impacto agroclimático, modelos de proyección 
económica de inversiones agropecuarias, sistemas de simulación mecánica y de fluidos para 
diseñar determinados objetos o tomar decisiones operativas, etc. El insumo del que se alimentan 
estos sistemas, además de la potencia de cálculo y el tipo de operaciones matemáticas que 
realiza, es la información modelizada de los fenómenos que se quieren simular. En agricultura 
existe un uso convenido a nivel mundial de uno de los modelos de estos sistemas, que es 
conocido como DSSAT (Decision Support System for Agrotechnology Transfer), aunque 
Software de adquisición y 
administración de datos 
(embebido – incorporado) 
Sistemas de gestión de 
grandes bases de datos 
Sistemas – modelos de 
simulación de procesos 
Redes y sistemas de soporte 
a la telecomunicación 
Planificación y control de procesos 
Gestión administrativa/económica 
Procesamiento imágenes de alta calidad 
Sists. Información Geográfica/Teledetección 
Manejo de bases de datos genéticas 
Modelos de predicción y proyecciónde resultados e impactos futuros 
Control automático de maquinaria; adqui-
sición, manipulación y almacenamiento de 
datos en dispositivos (Mecatrónica) 
Servicios de conexión a internet (fibra 
óptica o inalámbrica). 
Sistemas de procesamiento digital 
(DSP) y teledetección satelital. 
Sistemas de gestión de 
la información 
 11
existen muchas otras plataformas y modelos disponibles y factibles de crear, con mayor 
complejidad y capacidad de manejo de variables. 
En cuarto lugar se ubicó puntualmente a los sistemas de adquisición y administración de datos 
que se obtienen de dispositivos electrónicos de todo tipo, y que son conocidos comúnmente 
como software embebido o incorporado (embedded software). Este tipo de sistemas permite 
recibir, interpretar, manipular y retransmitir datos obtenidos por diversos instrumentos de 
precisión y almacenados en dispositivos electrónicos como sensores (de índice verde, de 
temperatura, de humedad, remotos, etc.), controladores y medidores de distintas muestras, 
PDAs, monitores de siembra y cosecha, receptores GPS y todos los dispositivos relacionados 
con la robótica. Este tipo de sistemas, en conjunto con la parte mecánica y la parte electrónica 
conforma un sistema que se conoce como mecatrónica. Desde el punto de vista tecnológico 
tienen una complejidad variable, aunque los de mayor utilización y presencia en el mercado 
poseen menor valor agregado en términos de complejidad que los sistemas de simulación y que 
los sistemas de bases de datos, no obstante permiten manejar procesos críticos de comunicación 
entre hard y soft, y manejar las interfases de vinculación entre distintos tipos de sistemas. 
En quinto lugar se agruparon a todos aquellos sistemas de soporte de telecomunicaciones, 
sin especificación de una lógica informática específica, pero que tienen la particularidad de 
permitir la conectividad y la comunicación entre computadoras, servidores y todo tipo de 
procesadores digitales de información. Ejemplos de estos son todos los sistemas de conexión a 
internet (con particular énfasis en la conexión inalámbrica como ejemplo de la tecnología de 
frontera en conectividad), los sistemas DSP (Digital System Processing), todo un adelanto en 
materia tecnológica, que implican la digitalización de una gran cantidad de operaciones que 
comúnmente se realizan a través de tecnologías menos avanzadas que la informática, y como 
consecuencia, la transmisión de mucho mayores volúmenes de datos por unidad de tiempo, lo 
que se logra a través de la inclusión de microprocesadores en una gran cantidad de dispositivos 
intermedios de comunicación que analizan y digitalizan la información. Además se deben 
incluir a los sistemas de recepción de información satelital y aérea que se utilizan para la 
teledetección de características de la tierra mediante imágenes a distancia, que utilizan diferenes 
sensores y receptores que deben ser procesados con sistemas informáticos específicos. 
La clasificación desarrollada hasta aquí, y sintetizada en el Cuadro 1, no es 
necesariamente exhaustiva: como se dijo al principio, existen aplicaciones que utilizan más de 
uno de estos paquetes informáticos combinados (como por ejemplo, algunos sistemas integrales 
de gestión agropecuaria que combinan GIS con consultas a bases de datos on-line). Pero tiene el 
sentido de categorizar en términos funcionales la oferta tecnológica informática disponible para 
elaborar una vinculación conceptual con el ámbito de aplicación. 
 
4.2. La demanda agropecuaria 
 
En simultáneo con la clasificación anterior, se realizó en primer lugar una 
esquematización desde el lado del sector agropecuario en relación con las necesidades existentes 
como usuarios, de acuerdo a los distintos aspectos que implica tanto la actividad productiva 
como la de investigación y desarrollo. Esto suponía poner el foco no solamente en el sector 
primario, sino también en el de los servicios a la producción y en el sector industrial relacionado 
con la fabricación de maquinaria y herramientas. Respecto al sector agroindustrial y de 
manufacturas, si bien en este esquema fue excluido, en cambio sí fue considerado en otros 
aspectos del estudio, y algunos de sus referentes fueron consultados a través de entrevistas, ya 
que no en todos los casos existe una división clara entre la gestión de la producción primaria y 
el procesamiento de sus productos, y del mismo modo que existen tecnologías transversales a la 
cadena agroalimentaria -que exigen coordinación y compartir información entre los eslabones-, 
existen espacios factibles de aplicación de la tecnología informática que no deberían quedar 
excluidos de nuestra consideración. 
En este marco, el esquema presentado en el Cuadro 2 intentó resumir el conjunto de 
funciones y necesidades que se presentan en la actividad productiva agrícola y ganadera y en la 
I+D ligada al sector, teniendo en cuenta una serie de objetivos genéricos relacionados con la 
 12
gestión propia de la actividad y con todos aquellas dimensiones que afectan al desarrollo 
cotidiano: por un lado, los aspectos ligados a la gestión general, tanto operativa como 
económica, de la empresa agropecuaria, con el día a día y el manejo de todas las variables que 
deben ser controladas en forma permanente para el desarrollo óptimo de la actividad cotidiana; 
por otro lado, aquellos aspectos derivados de la importancia de la planificación estratégica de 
los procesos productivos, y de la búsqueda de eficiencia en la gestión de dichos procesos, que 
abren un gran conjunto de problemas a considerar. También se remarcó, desde el aspecto más 
comercial, todo lo relacionado con la diferenciación de los productos y la agregación de valor a 
esos bienes, que implican eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante en términos funcionales, 
y relacionan al sector primario agropecuario con la gestión de insumos y herramientas, a través 
de la I+D que se encuentra en la base de la producción de insumos mejorados (semillas 
genéticamente modificadas, agroquímicos, productos veterinarios, alimento animal) y a través 
del apoyo al perfeccionamiento en la fabricación de bienes de capital (principalmente 
maquinaria agrícola y herramientas). 
 
 
Fuente: elaboración propia. 
 
A partir de la mención de estos cuatro tipos de objetivos principales de gestión se deriva 
una serie de necesidades asociadas, tales como la administración económica de la empresa 
agropecuaria y la toma de ciertas decisiones estratégicas en el aspecto económico para el caso 
de la gestión general. La toma de decisiones estratégicas también se halla presente en el aspecto 
de la planificación productiva y la búsqueda de eficiencia, así como la necesidad de tener 
control operativo sobre toda la gestión de producción, y la búsqueda permanente de 
maximización de los rendimientos de inversión en ganadería tanto como en agricultura. Estas 
necesidades implican generar determinado tipo de utilidades que pueden encontrar respuesta a 
través de diferentes soluciones tecnológicas informáticas. 
De esta misma manera puede razonarse todo el cuadro, el cual intenta expresar que, al 
existir una interacción entre diversas áreas de actividad, objetivos, necesidades y utilidades, 
estas categorías aparecen intercaladas; lo cual supone que hay utilidades que responden a más 
Producción 
I+D 
Agricultura 
Ganadería 
Agricultura, 
ganadería y 
gestión de 
insumos y 
herramientas 
Seguridad 
alimentaria y 
regulaciones 
económicas y 
de calidad 
ObjetivosÁrea de 
intervención 
Actividad 
Planificación 
productiva y 
eficiencia 
productiva. 
Gestión general 
operativa y eco- 
nómica de la 
empresa 
Diferenciación 
de productos 
Necesidades
Trazabilidad / 
Rastreabilidad 
Control sanitario y 
de calidad 
Administración 
económica 
Control operativo de 
la producción 
Toma de decisiones 
productivas-econó-
micas estratégicas. 
Maximización de 
rendimientos 
Utilidades 
Gestión de insumos, cash flow,pagos, reportes, tablero control
Análisis de inversiones, predic-
ción agroclimática, evaluación de 
rendimientos, dosis variables, etc
Predicción y control de enferme- 
dades, malezas, control calidad 
de insumos y de productos. 
Monitoreo logístico, control de 
procedimientos de rutina, regis-
tro de información productiva. 
Mejoras en los procesos críticos 
Identificación animal y vegetal, 
registro y manejo de información 
Cuadro 2: Necesidades y funciones del sector agropecuario 
Mejoramiento de 
insumos y procesos 
Mejoramiento de 
maquinaria y 
herramientas 
Diferenciación 
de productos y 
agregación de 
valor Incorporación de tecnología y 
diseño industrial avanzado 
Manejo de información genética 
para manipular organismos 
Almacenamiento y manejo de 
info agronómica, climática, etc. 
 13
de una necesidad y viceversa, así como también ocurre entre las diversas necesidades y los 
objetivos de gestión, y de la misma manera (esto está marcado con las flechas intercambiadas), 
las categorías incluidas en agricultura también valen para ganadería, ya que, por ejemplo, existe 
tanto la posibilidad de realizar trazabilidad agrícola como ganadera, así como también las 
regulaciones sanitarias, económicas y de calidad valen para ambas áreas de aplicación. En la 
columna derecha aparecen entonces las utilidades que vinculan en términos teóricos las 
necesidades del sector agropecuario con las aplicaciones informáticas y otros tipos de 
tecnologías que pueden darle respuesta. 
Al retomar la pregunta acerca de cuál sería el recorte elegido para considerar esta 
vinculación intersectorial, y a modo de comprensión de sus posibles canales de comunicación, 
podemos también esquematizar los distintos eslabones de la cadena agroalimentaria según los 
tipos de gestión que implica en relación con la función que cumple el sector al que pertenece, a 
saber: la gestión de insumos, servicios y herramientas (eslabón multisectorial), la propia gestión 
productiva (sector primario-agropecuario), el procesamiento agroindustrial (sector secundario) y 
la distribución y comercialización (sector terciario). 
 
 
 
Fuente: elaboración propia 
 
Esto permite comprender, en una mirada global, cual es el recorte que estamos realizando 
(y cuánto dejábamos afuera) en términos de los eslabones que componen la cadena 
agroalimentaria, y al mismo tiempo, cuáles son los encadenamientos que se generan a partir de 
dicho recorte. Nos referimos en este caso al sector metalmecánico que fabrica maquinarias e 
implementos agrícolas, a los proveedores de agroquímicos y semillas, a los proveedores de 
alimentos y productos veterinarios, y a los proveedores de todos aquellos servicios a la 
producción, operativos y profesionales, que son necesarios para desarrollar la actividad y que se 
ubican en torno al eslabón primario compuesto por los productores y empresas agropecuarias 
(Reca y Parellada, 2001; Bisang y Gutman, 2003; Díaz, 2003; Bisang, 2003). 
En otro plano, y más allá de esta mirada estática sobre la demanda potencial o real del 
sector, se observó que existen en la actualidad una serie de desarrollos y avances vinculados con 
la tecnología agropecuaria en términos genéricos, que han marcado el camino de la introducción 
de los sistemas informáticos más avanzados, además del uso de sistemas de gestión 
perfeccionados e integrales. Estos desarrollos –que son básicamente tres: la Agricultura de 
 GGeessttiióónn ddee iinnssuummooss,, 
sseerrvviicciiooss yy hheerrrraammiieennttaass 
 GGeessttiióónn pprroodduuccttiivvaa 
 GGeessttiióónn ddee pprroocceessaammiieennttoo 
aaggrrooiinndduussttrriiaall 
 GGeessttiióónn ddee ddiissttrriibbuucciióónn yy 
ccoommeerrcciiaalliizzaacciióónn 
CCuuaaddrroo 33:: EEll sseeccttoorr aaggrrooppeeccuuaarriioo eenn llaa ccaaddeennaa ddee aaggrrooaalliimmeennttooss 
TTiippoo ddee sseeccttoorr aall qquuee ppeerrtteenneeccee FFuunncciioonneess ddee llaa ccaaddeennaa 
aaggrrooaalliimmeennttaarriiaa 
PPrriimmaarriioo // SSeeccuunnddaarriioo // TTeerrcciiaarriioo 
PPrriimmaarriioo 
SSeeccuunnddaarriioo 
TTeerrcciiaarriioo 
 14
Precisión (AP), la agrobiotecnología moderna, y la trazabilidad, tanto animal como vegetal- , los 
cuales se detallarán a continuación. 
 
• Agricultura de precisión 
 
La Agricultura de Precisión (AP), además de una tecnología de producción agrícola, es 
todo un concepto nuevo e integral acerca de la gestión productiva, que implica la utilización de 
las nuevas tecnologías de información para la toma de decisiones de manejo, técnica, económica 
y ambientalmente adecuadas para la producción agrícola, combinadas con una serie de 
dispositivos electrónicos y con maquinarias y herramientas agrícolas de avanzada. La utilidad 
de la AP se afirma sobre tres pilares: por un lado, la intensificación del rendimiento de los 
campos; por otro lado, la búsqueda de sustentabilidad ambiental; en tercer lugar, el 
reconocimiento y manejo inteligente de la heterogeneidad ecológica de los suelos. 
Argentina comenzó con el desarrollo de esta técnica a mediados de 1996, a través de 
trabajos de exploración en algunas universidades de Estados Unidos, como Purdue, Iowa y 
Nebraska, lo que se sumó al desarrollo de las algunas empresas proveedoras de insumos 
tecnológicos, y de la mano de algunas unidades experimentales del INTA, que se asoció con 
determinadas instituciones como AACREA, AAPRESID, INFOPOS, etc. (Bragachini et al, 
2005; Bongiovanni, 2005). 
Según la opinión de especialistas, junto con la biotecnología moderna, la AP es uno de los 
saltos tecnológicos más importantes que ha vivido la agricultura en las últimas décadas. Sus 
técnicas permiten satisfacer una de las exigencias clave, que es el el manejo óptimo de grandes 
extensiones, pudiendo así contribuir sustancialmente a aumentar la rentabilidad a través de un 
incremento del valor del rendimiento de los suelos (cantidad y calidad), del ahorro en la 
cantidad de insumos, o de ambos simultáneamente, y permitiendo perfeccionar el trabajo a 
campo. En este sentido, cabe destacar que la Agricultura de Precisión, si es aprovechada en 
todas sus posibilidades, puede generar importantes ahorros de costos vía insumos, vía el mejor 
aprovechamiento de las posibilidades del suelo, y puede generar una mayor sustentabilidad de 
sus características ecológicas (Satorre, 2006). 
Desde el punto de vista de la informática, la AP involucra para su funcionamiento el uso 
de sistemas de posicionamiento global (GPS) y de otros dispositivos electrónicos como sensores 
de índice verde, de temperatura y humedad, sensores remotos de teledetección, monitores de 
rendimiento, medidores de muestreo y otros tantos que van apareciendo en el mercado, para 
obtener datos del cultivo y adecuar de esa manera el manejo de suelos e insumos a la 
variabilidad presente dentro de un lote. Estos dispositivos se utilizan usualmente montados 
sobre diferentes maquinarias y herramientas como cosechadoras, sembradoras, tolvas, 
fertilizadoras, pulverizadoras, etc., que funcionan con diversos softwares embebidos en cada 
aparato, los cuales toman y almacenan los datos que surgen de las diferentes operaciones 
realizadas (siembra, fertilización, cosecha, poscosecha) y se transmiten la información mediante 
tecnología portátil de informática y telecomunicaciones. 
 
Ciclo de la información en Agricultura de Precisión 
 
Clima 
 
Agronómico Datos Información Diagnóstico 
(Suelos) 
 
Cultural 
 Seguimiento Soluciones Toma de 
 decisión 
Fuente: Best, Stanley, S. (2006). 
 15
Toda esta información se aprovecha más tarde a partir de la utilización de ciertos sistemas 
de gestión y de aplicaciones GIS que la procesan y permiten elaborar mapas de rendimiento y 
muestreos intensivos de suelo, con loscuales evaluar sus características geofísicas y 
agronómicas y medir los diferentes rindes que se han obtenido en el lote, para entonces poder 
tomar decisiones de siembra y dosificar la utilización de semillas, fertilizantes y biocidas según 
la heterogeneidad que presente dicho lote, y según los resultados que se quieran obtener. Por 
otra parte, también se utilizan modelos de simulación para distintos tipos de cultivos, 
relacionados con la información sobre las características del suelo y del clima, que permiten 
realizar ensayos de dosis variable (DV) y hacer proyecciones hipotéticas sobre los resultados de 
diferentes pruebas, de tal manera que generen información clave para el trabajo operativo 
posterior. 
 
• Agrobiotecnología moderna 
 
La biotecnología es cualquier tipo de técnica que utilice organismos vivos o sustancias de 
esos organismos para crear o transformar un determinado producto, mejorar las plantas o 
animales o crear microorganismos para usos específicos. En particular, la biotecnología 
moderna consiste en un nuevo conjunto de técnicas que implican la intervención y el 
mejoramiento genético de especies animales y vegetales, con diferentes aplicaciones posibles, a 
través de la introducción de genes que confieren características potencialmente útiles a dichos 
organismos. Los principales elementos que componen la biotecnología moderna son: la 
genómica –la clasificación molecular de las especies-; la bioinformática, que supone la 
recopilación de datos de análisis genómicos en forma accesible; el mejoramiento genético 
molecular, que es la identificación y evaluación de características deseables para determinados 
organismos; y el diagnóstico de agentes patógenos, lo que implica mejorar las tecnologías de 
vacunación, a través del uso de métodos modernos de inmunización que se utilizan para 
preparar vacunas de ADN recombinante que ayudan a optimizar el control de enfermedades. 
Además, en términos generales, la biotecnología moderna hace posible introducir los genes que 
controlan las características deseables con mayor precisión y control que los métodos 
convencionales 
Según Bisang, todo pareciera indicar que la aplicación de la biotecnología a la producción 
primaria, junto con otras innovaciones mecatrónicas, está llamada a constituir un nuevo modelo 
de organización de la producción. Es posible afirmar que en agricultura los avances van en dos 
direcciones: por un lado, unos pocos pero de amplia difusión apuntan a las tecnologías de 
proceso agrícola (modificaciones genéticas que afectan el proceso de producción, como por 
ejemplo, semillas con resistencia a determinados biocidas e insectos) que tienen un impacto 
directo sobre los costos de producción; otros, en cambio, implican mejoras en la tecnología de 
producto, agregando valor a las características de los bienes finales, con un impacto directo 
sobre los consumidores. Este es el caso, por ejemplo, de los alimentos de origen transgénico. En 
cuanto a la aplicación de la biotecnología a la actividad ganadera, encuentra su mayor fuente en 
las aplicaciones veterinarias para garantizar la sanidad animal y evitar patologías que pudiesen 
afectar los productos. Otra utilidad, más polémica en este caso, son las modificaciones genéticas 
para mejorar el rendimiento animal (Bisang, 2002). 
No obstante, las aplicaciones de la biotecnología en la actividad agropecuaria apenas han 
comenzado. La primera generación de variedades de plantas OGM se ha desarrollado sólo para 
modificar una sola característica, como por ejemplo, la tolerancia a determinados biocidas o a 
las plagas. Pero los avances conquistados en la genómica abren muchas puertas al mejoramiento 
genético de las plantas, los árboles y el ganado, conforme se incremente el conocimiento 
generado mediante la I+D. Según aseguran algunas voces autorizadas, el uso de la metodología 
de mejoramiento genético para lograr características complejas tendería a difundirse en los 
próximos años (Pomareda y Hartwich, 1999). 
En particular al hablar del uso específico de la informática, lo que implica la investigación 
y el desarrollo basado en la agrobiotecnología moderna es el almacenamiento, la recuperación y 
el procesamiento masivo de información genética y bioquímica. Esto ha dado lugar al desarrollo 
 16
de uno de los elementos ya mencionados: la bioinformática, rama principalmente dedicada a la 
gestión y uso de grandes bases de datos e información biológica (genética y bioquímica). 
Además, la bioinformática ha incorporado de manera generalizada técnicas de robótica para 
automatizar análisis y clasificación de material biológico. 
Según algunos especialistas, las funciones primordiales de la informática en la 
biotecnología en su aplicación agroecológica y para la ganadería son el manejo de bases de 
datos (no solamente la manipulación conocida a nivel de organización y búsquedas, sino 
también el procesamiento de imágenes microscópicas), la inteligencia artificial -el conjunto de 
técnicas que implementan sistemas capaces de buscar patrones ocultos en las cadenas, encontrar 
relaciones entre medidas, hacer predicciones a partir de los datos conocidos, y clasificar 
patrones de manera automática- y la modelización: simulaciones sobre las condiciones de 
diversos microclimas y sobre el comportamiento de organismos en diversas condiciones 
(Mercau, 2006; Satorre, 2006; Martínez, 2006). 
 
• Trazabilidad 
 
La trazabilidad es un sistema de gestión productiva que permite realizar el seguimiento de 
un bien final desde su origen hasta el destinatario final. Consiste en la integración sistémica y 
longitudinal de la información surgida de la evolución los productos a lo largo de los distintos 
eslabones de la cadena de valor, para poder construir la evolución individual de cada uno de los 
bienes. Por ejemplo, la trazabilidad de la ganadería bovina supone el seguimiento de los 
animales vacunos desde el campo hasta el frigorífico (ciclo cero), luego, desde los cortes de la 
faena y el desposte (ciclo uno), hasta el supermercado y el consumidor final (ciclo dos), 
identificándose a los mismos por el establecimiento del cual provino. 
En la actualidad, sin embargo, la trazabilidad tiene dos significados paralelos: por un lado, 
se trata de una tecnología de proceso que introduce una concepción integral de la gestión de la 
cadena de valor agroalimentaria, y que puede aplicarse a muchos tipos de producción 
agroalimentaria, tanto de origen agrícola como ganadera. No obstante, al mismo tiempo aparece 
en cada vez más países como un requisito legal obligatorio para poder introducir productos en 
los mercados alimenticios. Además, en la medida en que su funcionamiento requiere una alta 
coordinación entre los diferentes agentes de la cadena, depende también de las propias 
regulaciones que la imponen como requisito para comercializar, y de la capacidad y voluntad 
del Estado de hacer cumplir esas regulaciones. Ahora bien, aún en los mercados y sectores en 
los que no es obligatoria, la trazabilidad incide sobre la diferenciación comercial del bien final 
en tanto genera sobre éste un valor agregado como producto trazado. 
Sin embargo, la trazabilidad como concepto y como práctica se ha difundido 
principalmente alrededor de la actividad ganadera bovina, precipitada por el brote del síndrome 
de la vaca loca en 1996, el que determinó, especialmente en Europa, una crisis de confianza en 
el sector de la industria de la carne. Aún cuando su consumo mostraba una tendencia a la baja, 
en algunos mercados europeos el mencionado brote provocó una súbita caída, lo que generó 
incentivos muy claros al desarrollo y el uso de sistemas que satisficieran la necesidad de 
imponer nuevos controles para garantizar la calidad y sanidad a lo largo de toda la cadena de 
producción y comercialización de cada producto (Meré et al, 2000; Zvedeñiuk, 2002). 
Cualquier sistema de trazabilidad incluye por tanto, como elementos vitales de su 
funcionamiento, la identificación individualde los animales o vegetales, la recolección y 
almacenamiento de la información acerca de ellos, y el acceso a la información por parte de los 
distintos agentes involucrados. En cuanto al consumidor final, sujeto y destinatario principal de 
la aplicación de la trazabilidad, la posibilidad de acceso a la información le permite estar 
informado acerca del establecimiento y las características de origen del producto, sobre el 
método practicado en los procesos de producción y procesamiento, y sobre la identificación de 
los actores que participaron de la cadena, entre otros tipos de información. 
Dentro de los beneficios que supone la identificación individual de los productos, se 
puede mencionar las ventajas de gestión derivadas del manejo comercial optimizado que exige 
el mercado; las facilidades sanitarias, y las jurídicas, ya que se simplifican las normas legales y 
 17
estadísticas, entre otras. Las utilidades del sistema de trazabilidad se vinculan además con otras 
funciones adicionales: el control y la erradicación de enfermedades y plagas, información para 
el productor y la industria frigorífica, información para el fisco, y una mejor y más intensa 
posibilidad de aplicación de créditos bancarios (Zvedeñiuk, 2002). 
Con respecto a sus necesidades y posibilidades informáticas, podemos encontrar dos tipos 
de aplicaciones factibles de demanda: 
 
- Sistemas informáticos de gestión integral de la trazabilidad: si bien existen por una 
parte aplicaciones de gestión de la trazabilidad independientes (de una unidad productiva 
aislada, o vinculada individualmente con otros eslabones de la cadena), lo más avanzado en 
estos esquemas de funcionamiento consiste en paquetes informáticos que reúnen características 
de los sistemas de gestión de la información, de los sistemas de gestión de bases de datos 
(SGBD), y en algunos casos, de almacenamiento compartido a través de telecomunicaciones. 
Incluso algunos paquetes informáticos agregan módulos de simulación para realizar 
proyecciones de tendencias basadas en series históricas, o ante la presencia de ciertos baches de 
información. Aquí es vital el manejo interactivo de las bases de datos con diversos agentes, por 
lo que la ingeniería relacionada con las telecomunicaciones y con la gestión de las bases de 
datos cumple una función esencial, aunque se trata de un sistema que ante todo debe estar 
sustentado por un conjunto de prácticas sostenidas de incorporación de la información, sin el 
cual todo el sistema pierde sentido. También es vital que exista una entidad consolidada en la 
administración y el mantenimiento sistemático de la base de datos. 
 
- Sistemas asociados a la identificación electrónica: uno de los métodos más modernos 
de identificación individual de los productos durante su trayecto es la identificación electrónica, 
aplicable tanto a especies animales como vegetales. Esto supone el desarrollo de una serie de 
dispositivos microelectrónicos o códigos de lectura láser que se adosan de diferentes maneras a 
cada producto, y que tienen incorporada toda la información sobre el mismo. 
 
Como se dijo antes, en ambos casos los sistemas más desarrollados hasta ahora se 
vinculan con la ganadería de la carne bovina, y por eso este mercado de servicios está recién en 
sus comienzos, ya que, desde el punto de vista del sector primario, tiene aplicaciones en las 
diferentes ramas de producción: agricultura extensiva e intensiva, ganadería bovina, ovina, 
porcina, avicultura, etc. 
De esta manera, estos tres tipos de avance tecnológico (agricultura de precisión, 
biotecnología moderna aplicada y trazabilidad agropecuaria), que se encuentran en un estado de 
desarrollo relativamente incipiente, bien en oferta o en demanda, deben ser muy tenidos en 
cuenta en el análisis, ya que forman parte del horizonte de mejores prácticas y técnicas ubicadas 
en la frontera tecnológica del desarrollo agropecuario, además de que generan un alto nivel de 
valor agregado tanto a la actividad como a los productos, y son motores de innovación y 
eslabones de vinculación entre el sector agropecuario e informático. 
 
4.3. Vinculación oferta-demanda 
 
Si nos preguntamos acerca de cómo se insertan estas tecnologías recién desarrolladas en 
el esquema planteado en el Cuadro 3 -sobre los distintos tipos de gestión dentro de la cadena-, 
podríamos sostener que, mientras que la Agricultura de Precisión se puede asociar tanto con el 
primer eslabón (gestión de insumos, servicios y herramientas) en tanto que produce un 
encadenamiento hacia el sector industrial y de servicios a la producción, como con el segundo 
(gestión productiva-sector agropecuario) en cuanto esta tecnología se aplica directamente en la 
actividad del sector primario, al mismo tiempo la biotecnología moderna aplicada estaría 
asociada principalmente con el primer eslabón (como servicio a la producción mediante la 
generación de conocimiento), y la trazabilidad, en cambio, por sus características intrínsecas, 
estaría asociada necesariamente a todos los eslabones de la cadena a través de esta 
 18
sistematización de la información que implica. 
Todas estas vinculaciones presentan una complejidad muy significativa en términos de las 
posibilidades de sinergias y de relaciones de todo tipo entre diversos actores asociados tanto con 
la gestión de la cadena agroalimentaria como con la gestión de las mencionadas tecnologías, las 
que además encuentran también relaciones directas entre sí y con la dinámica de la oferta IT, 
suponiendo una trama de correspondencias que hacen que cualquier tipo de iniciativa pública o 
privada deba poder visualizar el conjunto. 
Tomando entonces en cuenta el recorte realizado en torno a dos de los cuatro grandes 
tipos de gestión de la cadena agroalimentaria así definidos (gestión de insumos, servicios y 
herramientas, y gestión productiva), y considerando las diferentes utilidades distinguidas en el 
Cuadro 2, relativas a los diferentes aspectos que es necesario cubrir tanto en producción como 
en investigación y desarrollo, podemos sugerir, desde el punto de vista informático y de acuerdo 
a la información recavada, que el software se presenta bajo cuatro grandes modos funcionales 
que están en relación tanto con el criterio planteado al principio, como con el criterio de 
utilidades: 
 
a. Sistemas de apoyo a la gestión operativa y económica agropecuaria: consisten 
básicamente en sistemas de gestión de información, en la mayoría de los casos con medio-
bajo valor agregado tecnológico, pero con alta utilidad práctica para la actividad cotidiana, 
cuando el uso es correcto y la aplicación adecuada. En su mayoría se trata de enlatados 
comerciales que trabajan modularmente para atender a distintas necesidades de la gestión, o 
de aplicaciones que buscan controlar y administrar procesos específicos en una rama 
productiva (por ejemplo, control lechero con sistemas de alarma, control en tiempo real de la 
alimentación del ganado, sistemas de administración logística, sistemas de entrada y salida de 
mercadería), o el manejo integral de distintas ramas productivas específicas. A estas 
aplicaciones se les podría agregar como un ítem adicional a los sistemas ERP (Enterprise 
Resource Planning) que utilizan las grandes empresas agroindustriales para el manejo y la 
administración de sus recursos y procesos, y que suponen una gran cantidad de aplicaciones 
basadas en importantes bases de datos interactivas (datawarehouse) desde la cual se controla 
la gestión general de la actividad de la empresa, y a los que suelen vincularse a otros sistemas 
accesorios mediante interfases desarrolladas ad-hoc. 
 
b. Sistemas de apoyo a la toma de decisiones (DSS) estratégicas: aquí se encuentran todos 
aquellos sistemas independientes de alto valor agregado informático, que proveen 
herramientas analíticas y una importante densidad de información, con utilidad 
principalmente para el desarrollo del sector privado, así también como para la investigación y 
desarrollo,y para la gestión regulatoria, legal y económica, de la actividad agropecuaria. 
Podemos mencionar entre estos a los Sistemas de Información Geográfica y Teledetección, a 
los Sistemas de Gestión de Información con mayor valor agregado (que permiten operaciones 
de alta complejidad, evaluación de problemáticas y alternativas, mayor elaboración y 
facilidades para el usuario), a una parte de los Sistemas de Simulación, que permiten realizar 
proyecciones, predicciones, simulaciones, etc., y a una parte de los Sistemas de Gestión de 
Bases de Datos, en especial combinados con los otros sistemas. El criterio básico de estos 
sistemas es proveer de herramientas de inteligencia tanto a los productores como a 
investigadores y organismos públicos. 
 
c. Sistemas de apoyo a los eslabonamientos industriales: se trata de una multiplicidad de 
sistemas heterogéneos que asisten a procesos y actores que, en términos económicos, se 
desprenden como eslabonamientos directos y casi exclusivos de la propia actividad productiva 
en tanto, por ejemplo, laboratorios proveedores de insumos (semillas, fertilizantes, biocidas), 
fabricantes de herramientas industriales (maquinaria agrícola e implementos, otros productos 
metalúrgicos), o en tanto servicios a la producción (asesores profesionales veterinarios y 
agrónomos, acopiadores de granos, centros de I+D para el diseño industrial, etc.). En esta 
categoría hemos incluido a los programas de diseño industrial por computadora, que utilizan 
 19
sistemas de procesamiento de imágenes y de simulación, al software incorporado a las 
maquinarias y herramientas agrícolas, y los sistemas de gestión de bases de datos (SGBD) de 
apoyo a la investigación y desarrollo bioinformática destinada a la producción de OGMs 
(organismos genéticamente modificados), y al monitoreo y control de su aplicación sobre los 
organismos vivos en laboratorio. 
 
d. Sistemas de gestión compartida y de telecomunicaciones, utilizados principalmente por 
los centros de I+D o por grandes empresas agropecuarias/agroindustriales, y por otra parte, 
por los organismos públicos estatales y civiles a los fines de regular, fiscalizar, fomentar y 
asistir en la gestión de la actividad agropecuaria. Hablamos aquí de importantes Sistemas de 
Gestión de Bases de Datos, con estructuras múltiples de interacción privada y consulta pública 
online con importantes bases de datos abiertas o semiabiertas. También nos referimos a 
aplicaciones genéricas y específicas con soporte para el trabajo con intercambio de grandes 
flujos de datos de conexión a Internet, sistemas RID (Redes Integradas de Datos), y los 
sistemas de procesamiento digital (DSP) utilizados genéricamente en telecomunicaciones, que 
incluyen softwares embebidos en los microchips DSP. 
 
A partir de esa clasificación, y en términos de la vinculación teórica ya desarrollada entre 
oferta y demanda, se elaboró otro esquema que intenta sistematizar las necesidades que esa 
oferta tecnológica informática (IT) demandaría en términos de los insumos de información y los 
dispositivos hard que están asociados a la utilización de esos sistemas. En términos globales, el 
esquema parte de la idea de que existen, en relación con las utilidades que puede ofrecer para el 
sector agropecuario y sus eslabonamientos, cuatro tipos de sistemas o aplicaciones que 
complementan y mejoran la gestión de las diversas necesidades de funcionamiento de la cadena 
En ese marco aparecen los sistemas de apoyo a la gestión general de las empresas 
agropecuarias, diseñados para cubrir las necesidades administrativas, operativas y económicas 
de la actividad primaria en sus distintas ramas, a partir de la utilización de diversas herramientas 
informáticas (principalmente sistemas de gestión de la información, muchas veces combinados 
con otros). Estos sistemas tienen una importancia particular respecto de los otros, ya que 
señalan un piso básico de utilización de la tecnología muy correlacionado con el manejo del 
negocio como tal. Es decir que si bien su nivel de complejidad tecnológica es variable -y 
muchas veces medio-bajo-, su rol estratégico es claro en cuanto a que parece ser un 
requerimiento y un vehículo hacia sistemas más complejos, que presuponen para su 
aprovechamiento una fuerte búsqueda de eficiencia de la gestión productiva y económica, 
relacionada con una mirada empresarial de la actividad 
.A partir de allí cobran mayor sentido los sistemas de apoyo a la toma de decisiones 
(DSS) y los sistemas de apoyo a los eslabonamientos industriales, que si bien no afectan 
directamente a la actividad primaria, sí están correlacionados con el uso agropecuario de las 
tecnologías a las que se incorporan como insumos o herramientas (por ejemplo, la maquinaria 
agrícola moderna). 
En cuanto a los sistemas de apoyo al uso y almacenamiento compartido de la información, 
su especificidad reside, por un lado, en la complejidad de actores que ponen en relación, y por 
otra, en el alto valor agregado tecnológico que implican tanto, ya que conectan al software con 
todo el hardware de telecomunicaciones. Respecto a la demanda, su utilidad alcanza formas 
diversas (más directas o indirectas), pero en cualquier caso, lo destacable es que implica una 
coordinación sistémica de tecnologías y se plantea a la vez como un sistema de infraestructura 
indispensable para la difusión del uso de las TICs en el sector agroalimentario. 
 
 20
 
 
 
 
Fuente: elaboración propia. 
 
5. La realidad actual de la vinculación inter-sectorial en la región pampeana 
 
El estudio empírico se desarrolló en principio elaborando un “mapa” de las 
organizaciones específicas de cada uno de los dos sectores en el área de la región pampeana, 
para lo cual se realizaron consultas a referentes y algunas entrevistas cualitativas que 
permitieron comprender la situación formal y real de cada una en relación con su relación con el 
otro sector. A continuación se examinan entonces por separado las características 
Cuadro Nº4: Oferta IT para el sector agropecuario 
Sistemas de 
apoyo a los 
eslabonamientos 
industriales 
Sistemas de 
apoyo al uso y 
almacenamiento 
compartido de la 
información Aplicaciones de soporte a 
las telecomunicaciones, 
sistemas DSP, y de 
gestión compartida (RID) 
Bases de datos genómicas y 
bioquímicas sobre organismos 
vivos 
Información múltiple, 
heterogénea e instantánea 
Bases de datos múltiples 
actualizables 
Software incorporado 
(embebido) en dispositi-
vos electrónicos de ma- 
quinarias, herramientas y 
microchips varios. 
Sistemas de simulación 
para diseño industrial de 
maquinaria/ herramientas
Información surgida de la 
recepción y procesamiento de 
datos en la interacción con el 
medio físico en el campo. 
Información modelizada 
sobre el comportamiento de 
fenómenos físicos, químicos 
y naturales (mecánica, 
fluidos, materiales, etc.) 
Computadoras con 
acceso a Internet 
Clusters de computadoras 
en paralelo (proveen una 
mayor potencia de cálculo 
de números finitos). 
Microchips DSP, disposi-
tivos de audio y video, 
servidores y nodos de 
conexión inalámbrica a 
internet, servidores y 
discos de almacena-
miento físico de datos. 
Computadoras con 
acceso a Internet 
Sistemas de Gestión de 
Bases de Datos (SGBD) 
bioinformáticas para la 
I+D en biotecnología 
Sistemas de 
apoyo a la 
gestión general 
Sistemas de 
apoyo a la toma 
de decisiones 
(DSS) 
Utilidad 
genérica 
Sistemas de gestión 
económica y contable de 
la empresa agropecuaria 
Sistemas de gestión 
operativa agropecuaria y 
de control de producción 
Sistemas de simulación 
productiva, agroclimática, 
agroeconómica (DSSAT) 
Aplicaciones derivadas 
de Sistemas de Informa-
ción Geográfica (GIS) y 
Teledetección. 
Aplicación Insumos
Información agronómica, agro-
climatológica y agro-económi- 
ca modelizada 
Imágenes satelitales, informa-
ción de dispositivos GPS, 
información de sensores 
Bases de datos agronómi-
cas, climatológicas y 
econó-micas

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