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Nikola-Tesla_Nikola-Tesla_Mi-Vida-Mi-Investigacion

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NIKOLA TESLA
MI VIDA, MI INVESTIGACIÓN
Discovery Publisher
Título original : Nikola Tesla: Ma Vie, Ma Recherche
@2014, Discovery Publisher
Todos los derechos están reservados.
Para la edición española :
©2015, Discovery Publisher
Todos los derechos están reservados.
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida en forma 
alguna, ni en ningún medio electrónico o mecánico incluidos 
medios de almacenamiento de información o sistemas de recu-
peración de datos, sin el permiso escrito de la editorial.
Autor : Nikola Tesla
Traductores : Pedro José Barrios Rodríguez,
Ramón Felipe Rodríguez López
616 Corporate Way
Valley Cottage, New York
www.discoverypublisher.com
editors@discoverypublisher.com
Orgulloso de no estar en Facebook o Twitter
New York • Paris • Dublin • Tokyo • Hong Kong
I NIKOLA TESLA • MI VIDA, MI INVESTIGACIÓN
I • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
TABLA DE CONTENIDOS
Mi Vida, Mi Investigación 1
Introducción 3
Mis Inventos 21
Capítulo I Mi Infancia 23
Capítulo II Mis primeros descubrimientos 35
Capítulo III Mis posteriores trabajos 47
Capítulo IV El descubrimiento de la bobina y del 
 transformador de Tesla 59
Capítulo V El transmisor-amplificador 69
Tesla y Ciencia 83
La ciencia de los teleautómatas 85
Edison y Tesla 102
La ciencia védica 103
El fin de un genio 105
El coche eléctrico de Nikola Tesla 108
Los coches eléctricos caen en el olvido 110
Y llegó Nikola Tesla 111
La historia del « arrow-ether » 113
El misterioso enigma 115
Discovery Publisher Biografías • II
El problema de aumenta la energía humana 117
El motor de la humanidad — La energía del movimiento 
— Las tres formas de aumentar la energía humana 117
Primera pregunta : ¿Cómo aumentar la masa humana? 
— La combustión del nitrógeno atmosférico 122
Segunda pregunta : ¿Cómo reducir las fuerzas que frenan la 
prosperidad de la de la humanidad? — El arte de los teleautómatas 131
Tercera pregunta : ¿Cómo aumentar la fuerza de aceleración de la 
masa humana? — La explotación de la energía solar 144
La fuente de la energía humana — Los tres métodos de explotación 
de la energía solar 147
Las grandes posibilidades que el hierro ofrece para aumentar la 
productividad de la humanidad — El terrible despilfarro en la 
fabricación de hierro 149
Nuevo procedimiento para la producción económica de hierro 151
La era inminente del aluminio — El decaimiento de la industria del 
cobre — El gran potencial económico de este nuevo metal 154
Trabajos para obtener más energía del carbón — La transmisión de la 
electricidad — El motor de gas — La batería de carbón frío 158
La energía del entrono — El molino de viento y el motor solar 
— La energía motriz obtenida del calor terrestre 
— La electricidad procedente de fuentes naturales 162
El abandono de los métodos tradicionales — Las posibilidades 
que ofrece un motor o una máquina “automática”, inanimada y, sin 
embargo, capaz de extraer energía del medio como si de una criatura 
viva se tratase — El método ideal de producir una fuerza motriz 166
Primeros esfuerzos para construir un motor automático — El oscilador 
mecánico — Los trabajos de dewar y linde — El aire líquido 171
El descubrimiento de las propiedades desconocidas de la atmósfera 
— Extraños experimentos — Transmisión de electricidad por medio de 
un cable sin retorno — Transmisión sin cables a través de la tierra 175
Telegrafía sin cables — El secreto del acompasamiento — Errores en los 
estudios hertzianos — Un receptor con una sensibilidad extraordinaria 179
III NIKOLA TESLA • MI VIDA, MI INVESTIGACIÓN
III • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
Desarrollo de un nuevo principio — El oscilador eléctrico — producción 
de inmensos “movimientos” eléctricos — La tierra responde al ser humano 
— La comunicación interplanetaria entra en campo de la probabilidad 186
La transmisión inalámbrica de electricidad a cualquier distancia es 
factible — Los mejores métodos para aumentar la fuerza de aceleración 
de la masa humana 193
Galería de fotos 199 — 301
NIKOLA TESLA
MI VIDA, MI INVESTIGACIÓN
INTRODUCCIÓN 3
Discovery Publisher Biografías • 3
INTRODUCCIÓN
« Mis inventos », los artículos de revista que constituyen el siguiente 
capítulo de este libro, fueron escritos por Tesla en 1919. Por entonces 
tenía sesenta y tres años y el apogeo de su carrera ya había pasado. No 
obstante, todavía gozaba de una gran notoriedad pública cuyas raíces 
eran profundas : a los treinta y un años — cuatro años después de haber 
emigrado de Europa a Estados Unidos en 1884 — había presentado 
pomposamente ante el mundo su sistema polifásico de corriente alter-
na, el sistema eléctrico utilizado universalmente* en nuestros días. El 
sistema de corriente continua de Edison, que acababa de ser presenta-
do a comienzos de la década de 1880, fue destronado por el sistema de 
Tesla con el cambio de siglo.
El periodo más fecundo para Tesla fueron los últimos años del si-
glo XIX. La sonora inauguración, en 1895, de la enorme central hi-
droeléctrica polifásica en las cataratas del Niágara fue de por sí una 
garantía de celebridad, aunque por aquella época ya había comenzado 
sus investigaciones en el increíble campo de las vibraciones eléctricas 
y mecánicas de « alta frecuencia ». Tesla sorprendió a sus compañeros 
de profesión con sus osciladores mecánicos, que vibraban varios miles 
de veces por segundo y eran capaces de desintegrar el acero. Sus oscila-
dores eléctricos, liberados de la inercia mecánica, producían corrientes 
que vibraban incluso a mayor velocidad (denominadas « alternas »), y 
que parecían provistos de propiedades mágicas. Durante la década de 
1890, estas corrientes eléctricas de alta frecuencia fueron muy conocidas 
con el nombre de « corrientes de Tesla ». Cuando Tesla dio a conocer 
este sistema eléctrico polifásico en 1888, revolucionó la manera en que 
la humanidad utilizaba la electricidad. Sin embargo, el asombroso des-
* Tesla, Nikola. « Un nuevo sistema de motores y transformadores de corriente 
alterna ». Memorias del Instituto Americano de Ingenieros Electrotécnicos, vol. 
5 : 308-324.
4 INTRODUCCIÓN
4 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
cubrimiento de las ondas de radio, anunciado por Heinrich Hertz ese 
mismo año, fue más impactante que la famosa « batalla » entre Tesla y 
Edison a propósito de sus sistemas de corriente alterna o continua. Con 
Hertz, se hizo posible la comunicación inalámbrica. Ahora bien, antes 
de que la radio se convirtiera en una realidad, se llevaron a cabo otros 
descubrimientos igual de impactantes : electrones, rayos X y radiacti-
vidad se incorporaron rápidamente al vocabulario. Había comenzado 
una era moderna de extraordinarios cambios, como resultado del rápido 
crecimiento de la población mundial, así como de su dominio — cada 
vez más perfecto — de la electricidad como fuente de luz artificial. Su 
conocimiento de las corrientes de alta frecuencia, colocó a Tesla a la 
cabeza de la investigación sobre los rayos X, la diatermia, las descargas 
luminosas, la robótica y la radio. Sus conferencias sobre estas y demás 
cuestiones tuvieron un éxito rotundo. Sus trabajos alcanzaron su punto 
álgido en 1899, al realizar la demostración de un barco teledirigido, y 
muy perfeccionado, en la ciudad de Chicago. Ese mismo año, constru-
yó un gigantesco transmisor inalámbrico experimental en Colorado.
Desgraciadamente, las teorías no muy ortodoxas de Tesla sobre la 
transmisión inalámbrica (que él consideraba más como un fenómeno 
de conducción de la corriente a través del aire o de la tierra que como 
la libre propagación de las ondas por el espacio) y su obstinación en 
querer transmitir electricidad y mensajes de modo inalámbrico, im-
pidieron que sus trabajos pioneros en este campo fuesen reconocidos 
oficialmente en Estados Unidos durante varios años. En 1943, algunos 
meses después de su muerte, la Corte Suprema decretó la nulidad de 
la patente americana de la radio de Marconi,fallando a favor de los 
trabajos anteriores de Tesla, Oliver Lodge y John Stone*. Esta tardía 
anulación de la decisión judicial, tomada un cuarto de siglo antes y que 
había beneficiado a la patente de Marconi, es ejemplar. Según el dicho 
americano, es una manera de cerrar la puerta del establo después de que 
los caballos, no solo se hayan escapado desde hace largo tiempo, sino 
también de que hayan muerto de vejez. En otras palabras, puso punto 
* Sociedad Americana Marconi de Telegrafía Inalámbrica contra Estados Unidos 
[Sesión de octubre de 1942] 320 (Corte Suprema de Estados Unidos), 1-80.
INTRODUCCIÓN 5
Discovery Publisher Biografías • 5
y final a una cuestión pasada y caduca, pues todas las patentes en cues-
tión habían caducado y sus poseedores, fallecido. Respecto al deman-
dante — Marconi Wireless Telegraph Company of America — había 
sido absorbido desde hacía tiempo por Radio Corporation of America, 
perteneciente al Estado. El demandado en el proceso era el Gobierno de 
Estados Unidos, que se había apropiado de toda la tecnología de radio 
durante la Primera Guerra Mundial, sin pagar los derechos de autor a 
la sociedad Marconi. Debido a que se falló la nulidad en mitad de la 
Segunda Guerra Mundial, no se le prestó demasiada atención, y ni si-
quiera la Corte Suprema consiguió acabar con el prestigio de Marconi, 
que duraba ya treinta años.
La hermosa carrera de Tesla en el campo de la radio fue eclipsada, ya 
desde comienzos del siglo XX, por los numerosos éxitos de la sociedad 
Marconi : en 1901 y 1902 las transmisiones transoceánicas de Marconi 
revolucionaron las relaciones públicas. No hay ninguna duda de que 
Marconi se inspiró en gran parte de los trabajos de Tesla, entre otros. 
Sin embargo, su sistema era menos ambicioso y menos caro que el de 
Tesla. Después de 1902, Tesla ya no supo reunir el capital necesario para 
terminar la construcción de su transmisor gigante de Long Island, que 
había comenzado en 1901, y cuyo arquetipo era la instalación experi-
mental de Colorado. Su posición en el campo de la radio era precaria, 
aunque pudo obtener patentes potencialmente lucrativas de su técnica 
inalámbrica. A pesar de ello, no disponía de socios ni de inversores, de 
manera que no pudo defender estas patentes de forma eficaz.
Antes de la guerra, Tesla se dedicó principalmente al desarrollo de una 
turbina sin aspas, simple pero potente, cuyo éxito le permitiría rescatar 
del olvido su sistema inalámbrico. A las puertas de la guerra, el empe-
rador Guillermo, entre otros, se había dejado seducir por la turbina de 
Tesla, pero su desarrollo suponía un coste exorbitado, y los intereses 
de la posguerra no eran equiparables a las expectativas de la preguerra. 
La contienda acabó con la última esperanza de Tesla en su lucha con 
Marconi. Había presentado apelaciones ante los tribunales franceses, 
puesto que algunos expertos galos pensaban poder terminar con el mo-
6 INTRODUCCIÓN
6 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
nopolio de la sociedad Marconi*.
« Mis inventos » se publicaron durante el Tratado de Versalles. Tesla 
tenía muy presente la Sociedad de Naciones cuando redactó el capítu-
lo sexto. Sin embargo, no cayó en la cuenta de lo oportuno que era el 
momento elegido para publicar un balance de su carrera de inventor, 
dado que su gloria creativa ya no era la de antes, aunque continuase 
trabajando inspirándose en multitud de ideas que aún rondaban en su 
memoria. Sin duda alguna, su autobiografía habría sido mejor recibida 
dos décadas antes de la guerra, cuando se encontraba en el apogeo de 
su creatividad. Además, su editor, P.F. Collier, hombre rico y amigo de 
Tesla, le había animado a hacerlo diciéndole que de esa forma ambos 
ganarían mucho dinero, pero en aquella época Tesla estaba demasiado 
ocupado y convencido de que tendría una larga vida. Por lo tanto, siem-
pre se había negado a encargar a alguien la redacción de su biografía, 
afirmando que él mismo se ocuparía de ello cuando tuviese ciento vein-
ticinco años y hubiera terminado sus investigaciones. Es una lástima 
que el destino pusiera un término « precoz » a sus trabajos, y el hecho 
de que dedicase algo de tiempo a escribir sobre sí mismo resulta ser de 
poca consolación.
Hugo Gernsback, editor de la revista Electrical Experimenter en la que 
fueron publicados « Mis inventos », le había estado suplicando duran-
te más de diez años que escribiese artículos sobre sus trabajos. Incluso 
ofreció a Tesla que fueran socios, con la esperanza de hacer que aquel 
nombre tan célebre figurase en la lista de los colaboradores de la revis-
ta†. El entusiasmo de Gernsback no se debía solo al hecho de que él 
mismo fuese admirador de Tesla desde hacía mucho tiempo, sino tam-
bién porque sabía que su nombre formaba parte de aquellos capaces 
de provocar un efecto mágico : su tan controvertida reputación podría 
contribuir a las ventas de la revista. Los artículos de Tesla publicados en 
Electrical Experimenter se hicieron muy populares y dejaron huellas tan 
* Girardeau, Émile. « Pourquoi, Nikola Tesla, Créateur de la Radio-Électricité, a-
t-il été longtemps méconnu? » (originalmente en Belgrado, 1938). Reimpreso en 
Hommage á Nikola Tesla. Belgrado, 1961.
† Carta de Hugo Gernsback a Tesla, 25 de mayo de 1929. Museo Tesla, Belgrado. 
Extracto de la colección de Kenneth Swezey. Instituto Smithsonian.
INTRODUCCIÓN 7
Discovery Publisher Biografías • 7
profundas que, incluso actualmente, un número considerable de perso-
nas piensan en Gernsback al oír o leer el nombre de Tesla. Sin embargo, 
la imagen dejada por Gernsback es más bien la de un editor y autor de 
ciencia-ficción, y la asociación con Tesla, aunque breve e intensa, hizo 
un flaco favor a la reputación del inventor en los círculos científicos. 
Durante las dos décadas que siguieron a la publicación de « Mis inven-
tos », Tesla pasó cada vez más por un « inventor visionario sin cartera », 
inclinado a hacer declaraciones extravagantes a la prensa. Esa imagen 
pública en el crepúsculo de su vida condujo a deformar profundamente 
la percepción que los demás tenían de él, razón por la cual es necesario 
considerar los orígenes de la controvertida reputación de Tesla y los de 
su particular relación con la prensa. Tesla siempre fue un visionario y 
« Mis inventos » dan muestra de ello. A partir del momento en que con-
siguió la atención del público, no dudó en expresar sus astutas profecías 
y sus ambiciosas afirmaciones. No obstante, ya que sus patentes fueron 
rápidamente consideradas como las más valiosas de la historia y creaba 
nuevos inventos a una velocidad de vértigo, sus declaraciones, aunque 
sorprendentes, eran consideradas perfectamente creíbles.
La realidad superaba la ficción en la década de 1890, y Tesla no era el 
único en tener aquellos sueños revolucionarios. Quizás no sea casuali-
dad que dicha década fuese también la de los años de gloria de la prensa 
sensacionalista, encantada con los inventores en general y con Tesla en 
particular. Sus sorprendentes investigaciones sobre la alta frecuencia y 
sus demostraciones de magia científica ante los millonarios entre los que 
se codeaba ; sus numerosas excentricidades, su carácter exuberante, su 
dominio de varias lenguas y sus conocimientos literarios ; su inclinación 
a fantasear acerca de las condiciones futuras con más o menos compla-
cencia... ; todo ello le permitió convertirse en el favorito de los editores 
como, por ejemplo, sus amigos Hearst y Collier. Esta preferencia estaba 
lejos de ser unánime entre sus compañeros : por una parte, era un soli-
tario, algo que algunos de ellos aprendieron leyendo las historias extra-
vagantes en la prensa ; por otra parte, su carrera fue asociada a la de las 
« patentes Tesla » después de que la compañía Westinghouse adquiriera 
su propiedad exclusiva. La amargura de numerosos inventores rivales fue 
8 INTRODUCCIÓN
8 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
manifiesta cuando descubrieron que losprogresos en sus trabajos sobre 
la corriente alterna eran frenados constantemente por los abogados de 
la compañía Westinghouse, determinados a denunciar — algunos dicen 
que perseguir — a cualquiera que intentase inmiscuirse en los derechos de 
las patentes. La compañía se debilitó en la década de 1890 debido a los 
elevados costes del desarrollo del sistema polifásico y a los altibajos que 
la economía sufría en aquella febril época de la industrialización ameri-
cana. Jugando su carta de las « patentes Tesla » para obtener el máximo 
resultado, la compañía pudo acabar con las ambiciones monopolizado-
ras de General Electric. La estrategia de Westinghouse fue coronada 
de éxito : la aparente solidez de las patentes — anteriores a su examen 
judicial — llevó a General Electric a aceptar una « licencia compartida » 
de las patentes con Westinghouse. General Electric se convirtió en el 
miembro principal de esta asociación. No obstante, ambas empresas 
eran libres de fabricar una gama completa de productos, mientras que 
otros competidores más modestos fueron neutralizados. Este acuerdo 
era contrario a la ley Sherman (ley antitrust) de 1911, pero en aquella 
época, el duopolio que aún dominaba el mercado estadounidense supo 
protegerse bien. Es difícil no sentir la frustración de magníficos inven-
tores como William Stanley, quien al salir mal parado de un enfren-
tamiento entre sociedades, la tomó con el cártel de patentes e injurió 
el nombre de Tesla. En realidad, Tesla no había tenido mucho que ver 
con la compañía Westinghouse desde el momento en que le vendió 
sus patentes. Trabajó como consejero en Pittsburgh durante un año, y 
más tarde testificó ante el tribunal, como le habían solicitado, pero él 
no disponía ni de olfato para los negocios ni de verdadero interés en 
la comercialización de sus inventos. Lo único que buscaba era subven-
ciones ilimitadas para poder llevar a cabo nuevas experiencias, como 
cualquier inventor. En aquella época, había que ser bastante ingenuo 
para creer que el acuerdo económico que le atribuía unos derechos de 
patente de 2,5 dólares por CV (caballo de vapor) haría de él « el nuevo 
Rockefeller », pues en 1896 Tesla se convirtió, tal y como los demás, 
en una marioneta más del cártel de las patentes. En lo último en que 
pensaba la compañía General Electric era en enriquecer a inventores 
INTRODUCCIÓN 9
Discovery Publisher Biografías • 9
independientes, de manera que puso como condición previa al reparto 
de las patentes su compra a precio cerrado, lo que hizo que los derechos 
de patente del sistema polifásico, que valían millones sobre el papel, 
fueran pagados 216 000 dólares al contado en el momento de la firma. 
Cuando, algunos años más tarde, el tribunal pidió explicaciones a Tesla 
acerca de esa transacción, este respondió que desconocía los detalles de 
la venta, pues para este tipo de asuntos siempre recurría a sus socios*.
Las patentes de peso de Tesla fueron fuente de gran animadversión. 
Sin embargo, era un hombre que vivía siempre en las nubes y que no 
sabía gestionar su dinero : Tesla era todo salvo el rey de la estafa. A 
pesar de ello, el público rara vez percibió al hombre tal y como era. 
Según un amigo de Tesla, el escritor científico Kenneth Swezey, Tesla 
« prácticamente nunca salía de su mundo, de los pensamientos y de los 
trabajos que le ocupaban ». Con frecuencia dibujaba bocetos sobre el 
mantel mientras esperaba ser atendido, o bien ponía fin súbitamente a 
una conversación para poder volver a las experiencias mentales que le 
acuciaban†. El público sabía que a Tesla le gustaba cenar en restauran-
tes de lujo, pero no se daba cuenta de que su obsesión por la comida y 
por guardar las apariencias le hacían adoptar costumbres de las que no 
conseguía deshacerse. Cualquiera que fuese su situación económica, era 
frecuente que pidiera dinero a un santo para pagar a otro, con lo que 
siempre estaba endeudado. Al mismo tiempo, era del dominio público 
que Tesla llevaba una prestigiosa vida social. Efectivamente, que los ri-
cos le tuvieran estima contribuyó en un principio a hacer creer a Tesla 
que había alcanzado esa esfera ; pero pocas personas sabían que Tesla 
era un hombre completamente dependiente, ya que necesitaba mece-
nas para sus ambiciosos proyectos. A fin de cuentas, el público había 
leído tal cantidad de cumplidos hiperbólicos sobre su persona desde el 
comienzo de su carrera, que su percepción, o incluso percepciones, de 
Nikola Tesla resultaba constantemente deformada : Tesla fue víctima 
de su imagen pública, al igual que el buen actor transformado en estre-
* Carta de Kenneth Swezey a Royal Lee, 15 de abril de 1956. Instituto Smithsonian.
† Nenadovic, Alexander. «Le centenaire de la naissance de Tesla». Politika (8 julio 
1956): 680 (traducción del serbio-croata).
10 INTRODUCCIÓN
10 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
lla de Hollywood. Las metas imposibles del inventor, así como las del 
público, condujeron a una falta de credibilidad. Cuando Tesla fue inca-
paz de acallar las críticas con ayuda de su habitual repertorio de nuevos 
inventos, sus rivales — antaño indignados por sus primeros éxitos — no 
tardaron en promulgar la decadencia del poderoso personaje.
Reginald Kapp — cuyo padre, Gisbert, fue amigo y compañero de 
Tesla — dijo un día que « Tesla representa un caso interesante de un 
hombre con una personalidad capaz de hacerle cumplir proezas inte-
lectuales y, a la vez, de imponerles límites* », una paradoja común en los 
inventores. Sus apasionadas convicciones, que fascinaban a los millona-
rios ; su obstinación más allá de la sabiduría convencional, que hizo de 
Tesla un buen y gran inventor, el implacable optimismo que le permitía 
recuperarse de las situaciones más desesperadas, le impidieron, sin em-
bargo, reconocer sus propios errores, y le condujeron finalmente a em-
barcarse en arriesgadas empresas en las que estaba condenado a fracasar.
Tesla mostraba siempre una confianza excesiva en sí mismo, hasta 
el punto de exasperar a los inventores menos seguros, quienes proba-
blemente no imaginaban que esa actitud le obligaba siempre a exigir 
más de sí mismo a medida que la suerte dejaba de sonreírle. Tesla te-
nía la necesidad imperativa del reconocimiento y « Mis inventos » nos 
enseñan que las raíces de esa necesidad remontan hasta su infancia. 
Paradójicamente, era capaz de lamentar la exagerada atención mediática 
un día, y al día siguiente alimentar a los periodistas con promesas y pre-
dicciones impactantes. La prensa científica, aunque dudaba en rechazar 
de plano las afirmaciones de Tesla a causa de su extraordinaria reputa-
ción, le reclamaba más concreción en sus declaraciones. Sin embargo, 
la prensa popular era más indulgente : Tesla, el controvertido visionario 
contribuía a la venta de periódicos y revistas al mismo ritmo que Tesla, 
el genio científico. Sin embargo, en junio de 1900, cuando publicó « El 
problema de incrementar la energía humana† », el rumbo de sus rela-
* Carta de Reginald Kapp a Kenneth Swezey, 2 de septiembre de 1958. Instituto 
Smithsonian.
† Tesla, Nikola. «El problema de incrementar la energía humana». Century (junio 
1900): 175-211.
INTRODUCCIÓN 11
Discovery Publisher Biografías • 11
ciones con la prensa cambió. Tras haber agotado todos sus fondos en las 
investigaciones sobre la radio en Colorado, regresó a Nueva York. Con 
la esperanza de atraer nuevos acreedores para su « sistema mundial » 
de transmisión eléctrica y comunicaciones inalámbricas, se las arregló 
para que Robert Johnson, editor de la revista Century, publicase un lar-
go artículo sobre sus últimos trabajos. Johnson, al cabo de la década de 
1890, había contribuido para que Tesla fuera conocido por inversores 
riquísimos, la mayor parte de ellos predispuestos a admirar al inventor 
porque las patentes Tesla tenían mucho peso en materia de corriente 
alterna. Con su artículo publicado en la revista Century, Tesla decidió 
aprovechar el poder de la prensavoluntariamente para obtener dinero. 
Con este objetivo, amenizó el artículo con fotos de descargas eléctri-
cas espectaculares que todavía hoy en día suscitan admiración, aunque 
sepamos que son fotos instantáneas que representan varias descargas 
diferentes. El artículo tuvo para Tesla el efecto esperado : J. P. Morgan 
quedó impresionado hasta el punto de invertir 150 000 dólares en su 
sistema inalámbrico.
Ahora bien, su artículo « El problema de incrementar la energía hu-
mana » causó también una gran controversia. Aunque Robert Johnson 
anunció que se trataba de un artículo « documental » y no « metafísico* », 
Tesla dio descripciones muy poco concretas sobre su sistema de radio. 
Por otro lado, dedicó mucho espacio a su vasto proyecto de reformar 
el mundo mediante sistemas tecnológicos de bajo consumo. Tesla dis-
frutaba llevando sus teorías mecanicistas sobre la vida al extremo de la 
lógica : no solo cada ser humano es un autómata, sino que la humanidad, 
en su globalidad, obedece a las leyes de la física de la misma forma que 
las moléculas de gas obedecen a las leyes de los gases. De esta manera, 
basándose en sus teorías, a comienzos de la Primera Guerra Mundial, 
Tesla predijo con asombrosa precisión la duración del conflicto mediante 
la extrapolación de guerras anteriores†.
* Carta, en micro lm, de Robert Johnson a Nikola Tesla, 6 de marzo de 1900. 
Biblioteca del Congreso (la original se encuentra en el Museo Tesla).
† Tesla, Nikola. «La science et les découvertes sont les deux puis- sances qui vont 
conduire a l’extinction des guerres». New York Sun (20 diciembre 1914).
12 INTRODUCCIÓN
12 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
Los esfuerzos de Tesla por adivinar el futuro a partir de una síntesis 
astuta y poética de la historia, de la filosofía y de la ciencia, tuvieron la 
misma suerte que los de su casi coetáneo, el historiador librepensador 
Henry Adams (nieto de John Quincy Adams*). Quienes tenían los pies 
en la tierra, etiquetaron a ambos hombres de excéntricos, en el mejor 
de los casos, y de infieles a las reglas de su profesión, en el peor de ellos. 
Sin embargo, hoy en día el mundo vive al ritmo de las pulsaciones de 
una fuerza e inteligencia eléctricas, como un « ser vivo », más o menos 
de la misma manera en que Tesla lo predijo con su « sistema mundial ». 
Según Adams, la tecnología conducirá a la destrucción, mientras que 
para Tesla, permitirá salvar a la humanidad. La opinión, aún dividida, 
se pregunta cuál de las dos visiones es la más plausible. Sin embargo, 
los intentos ambiciosos e interdisciplinares por leer el futuro ya no se 
consideran comportamientos de aficionados : el ritmo de desarrollo tec-
nológico y social se ha vuelto tan veloz, que el pensamiento futurista 
podría ser nuestra única esperanza de poder seguirlo.
Tesla entró conscientemente en la controversia en torno a la « energía 
humana ». Su correspondencia muestra la intención de que sus ideas 
futuristas y su « sistema mundial » fuesen criticados. La apuesta era 
arriesgada. Como hizo notar el biógrafo de Marconi, Orrin Dunlap, 
Tesla podría haber sido, a ojos del público, « el padre de la radio » en 
lugar de Marconi†. Tesla jugaba con su reputación, tal y como hizo un 
día Edison cuando anunció alto y claro el éxito de su sistema de alum-
brado, antes incluso de que lo hubiese probado en su laboratorio. Las 
afirmaciones exageradas suelen ser necesarias para el espíritu empren-
dedor : atraen tanto las críticas como las inversiones. Como Edison y 
Marconi, Tesla tenía confianza absoluta en su nuevo sistema, aunque 
aún no pudiese probarlo. Ahora bien, contrariamente a ellos, él no te-
nía madera de emprendedor. Marconi sabía que se había lanzado en la 
carrera por el perfeccionamiento de la radio, y basaba cada una de sus 
* Adams, Henry. «Una teoría dinámica de la historia». En La edu- cación de Henry 
Adams. Nueva York, 1918, y Adams, Henry. «La regla de fase aplicada a la histo-
ria». En La degradación del dogma democrático. Nueva York, 1919.
† Dunlap, Orrin E. Marconi: el hombre y su invención. Nueva York, 1937: 33.
INTRODUCCIÓN 13
Discovery Publisher Biografías • 13
acciones en función de su valor publicitario. Tesla, por su parte, pensaba 
que un buen día desvelaría su « sistema mundial » completo, venciendo 
así a todos sus adversarios, que no tendrían más remedio que batirse 
en retirada. El éxito de su sistema polifásico fue rápido y absoluto. Sus 
afortunadas relaciones le permitieron obtener con facilidad capital-ries-
go, y sabía cómo superar a Marconi. Este, por supuesto, fue lo bastante 
inteligente como para rodearse de gente de talento. Sin embargo, fue 
su ambición sin límites la que finalmente condujo a Tesla a la perdi-
ción. El único objetivo de Marconi era la comunicación inalámbrica, 
mientras que el de Tesla (desconocido para J.P. Morgan, quien debió 
mirar las fotos del artículo en la revista Century sin leer el texto) era el 
de transmitir globalmente electricidad sin cables, permitiendo así que 
la aldea más aislada del planeta se beneficiase de las ventajas de la era 
de la electricidad, y de manera gratuita. Tesla estaba tan absorbido por 
este utópico objetivo que no hizo gran cosa por dar a conocer su barco 
teledirigido, que ya en 1898 se encontraba muy por delante de todos 
los aparatos de sus competidores en radio y en robótica.
Pensemos lo que pensemos sobre la factibilidad del proyecto de Tesla 
de « perturbar rítmicamente el estado eléctrico » de la Tierra para que 
se dispusiera de electricidad en cualquier parte del globo, es una lástima 
que no pudiera comprobarlo íntegramente, cuando a la construcción de 
su enorme transmisor de Long Island tan solo le faltaban los últimos 
retoques. Tesla jamás superó por completo el haber visto a « su peque-
ño » sufrir la larga falta de financiación. Muy deprimido en un primer 
momento, se recuperó gracias a su positivismo de antaño y retomó sus 
inventos. No obstante, jamás dio la espalda a la esperanza de rescatar su 
mayor proyecto. Dado que las raíces de Tesla remontan al siglo XIX, no 
resulta tan sorprendente su obstinación por las oportunidades desper-
diciadas en el pasado — que tanto le impidieron ser aceptado y recono-
cido por la ciencia del siglo XX. Pocos pasan a ser vanguardistas de un 
siglo a otro. « Mis inventos » demuestran que Tesla, a la edad de sesenta 
y tres años, aún estaba dispuesto a reírse de sus pomposas ambiciones. 
Sin embargo, al final de su vida, su predilección por la fantasía, su de-
bilidad por la prensa y su ardiente deseo de revivir los triunfos pasados 
14 INTRODUCCIÓN
14 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
habían arruinado esa perspectiva. Durante los últimos años de su vida, 
Tesla realizó sorprendentes declaraciones sobre motores de movimien-
to perpetuo, sobre armas ideales que, en principio, solo existían en su 
imaginación, de manera que era difícil juzgar su manejabilidad. Quizás 
pensaba poder utilizar la prensa para entusiasmar al público como ya lo 
había hecho en la revista Century. No obstante, al no haber comprendido 
nunca que los publicistas amateurs corren peligro si intentan jugar con 
la prensa, solo consiguió que esta lo viese como un personaje peculiar, 
un vestigio propio del ya pasado siglo XIX. Finalmente, entre la prensa 
y Tesla se estableció una especie de ritual familiar anual, en el que el in-
ventor invitaba a los periodistas a una copiosa cena de aniversario — que 
apenas podía permitirse — antes de colmarlos de proyectos todavía más 
futuristas que los del año anterior. Tesla sobrevivió a la mayoría de sus 
contemporáneos, y al igual que ocurrió con otros grandes inventores, 
la vejez aumentó la obstinación que, en su juventud, le había permitido 
resistir al escepticismo universal y rechazar la sabiduría convencional.
Es necesario buscar los orígenes de la creatividad de Tesla en su juven-
tud, aunque tanto sus más ardientes admiradores como sus más feroces 
detractores tuvieran predilecciónpor los excesos de imaginación durante 
su vejez : sus detractores los consideran las fantasías de un visionario 
desesperado, mientras que sus admiradores los ven como otras inspi-
raciones más de un profeta infalible. Afortunadamente, Tesla, en « Mis 
inventos », hace hincapié en sus experiencias de juventud, y subraya que 
fueron decisivas para todas las que siguieron. Este testimonio único y 
fascinante ha sido una fuente importante para todos los biógrafos de 
Tesla. Sin embargo, en « Mis inventos », Tesla centra su atención sobre 
todo en su vida interior, y los lectores deben conocer mínimamente el 
contexto histórico y geográfico en el que creció.
Hijo de padres serbios, nació en Croacia, estudió en escuelas croa-
tas, austríacas y checas, y encontró su primer empleo de ingeniero en 
Hungría. Son varios los países que han reivindicado sus orígenes. Licko, 
su provincia natal en Croacia, fue durante mucho tiempo parte de la 
frontera militar del Imperio austrohúngaro, una zona militarizada que 
se extendía varios miles de kilómetros a lo largo de la frontera con el 
INTRODUCCIÓN 15
Discovery Publisher Biografías • 15
Imperio otomano hacia el Sur y el Este. La mayoría de los habitantes 
de la zona eran eslavos del sur (serbios, croatas, eslovenos) y práctica-
mente todos los hombres eran soldados profesionales, susceptibles de 
ser enviados a combatir en guerras lejanas. Aunque se supone que esta 
frontera era autónoma, la agricultura y la ganadería eran competencia 
de las mujeres y los niños, ya que los hombres tenían numerosas obliga-
ciones militares incluso en tiempos de paz. Licko, una zona montañosa 
y estéril donde la hambruna acechaba a diario (hoy en día es una de las 
zonas más pobres de Croacia), contaba con algunos de los hombres y 
algunas de las mujeres más resistentes e inteligentes de toda la frontera.
Cuando Tesla era joven, el Imperio Austrohúngaro controlaba Croacia 
y las zonas que se encuentran al Norte del río Sava, mientras Bosnia 
y las zonas al Sur estaban dominadas por los turcos. Una gran franja 
de Croacia se encontraba en la frontera militar austrohúngara, la cual 
comenzaba en la costa montañosa del Adriático, al Sur de la localidad 
de Gospic, ascendía hacia el Norte y luego se desplazaba hacia el Este, 
a lo largo de la frontera entre Croacia y Bosnia.
Cuando Tesla nació, esta frontera existía desde hacía algunos siglos, 
pero el desarrollo del arte de la guerra, así como la decadencia de la po-
tencia turca, hicieron que quedase anticuada. La zona fue entregada a 
la administración civil cuando Tesla alcanzó la edad para cumplir con 
el servicio militar. Las obligaciones militares de Tesla (que jamás men-
cionó en Mis inventos) se vieron reducidas de seis a solo tres años. No 
obstante, escapó de todo servicio militar al inscribirse en una escuela 
técnica. La suerte sonreía a Tesla también por otros lados : su padre era 
pastor ortodoxo serbio y hombre erudito (ambas cosas no tenían por 
qué ir de la mano en aquella época), su madre provenía de una familia 
noble del clero (serbios ortodoxos), y varios miembros de su familia 
eran sacerdotes u oficiales militares influyentes.
En adición, la frontera, que durante largo tiempo había sido una zona 
austríaca militarizada, vio su horizonte ensancharse considerablemente 
durante la breve ocupación napoleónica, en los tiempos del abuelo de 
Tesla. Europa se había extendido al cabo de los siglos tras el fin de las 
invasiones turcas. Sin embargo, la frontera, atrapada entre el Este y el 
16 INTRODUCCIÓN
16 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
Oeste, permaneció esclava de su pasado hasta la llegada del ejército y de 
las ideas modernas de la Francia napoleónica. Aunque el propio Tesla 
nació en el periodo de represión que siguió a las grandes revoluciones 
europeas de mediados de siglo XIX, la ola de cambio era imparable, y 
Tesla aprovechó la situación para huir hacia un mundo más moderno.
En Mis inventos Tesla apenas hizo alusión a las antiguas tradiciones 
que había dejado atrás, lejos de sí. Se empapó de la literatura oral de tipo 
heroico, utilizada por los eslavos del sur para conmemorar sus eternas 
batallas contra los invasores islámicos. Creció en una de las atmósferas 
geopolíticas más complejas del mundo, moldeada por miles de años de 
guerra, de migraciones y de edictos imperiales, que afectaron a una mul-
titud de culturas, razas y religiones diferentes. Muchas de estas tensiones 
aún existen hoy en día, ya sean de tipo religioso (conflictos entre cató-
licos, ortodoxos y musulmanes) o de tipo nacionalista (conflictos entre 
alemanes, húngaros, eslavos, serbios, croatas y albanos) : cada grupo debe 
coexistir con los otros, pero esta coexistencia es frenada por el recuerdo 
de los conflictos del pasado y por la necesidad que tiene cada comu-
nidad de conservar su identidad cultural. Como siempre, los Balcanes 
se encuentran en un fuego cruzado entre imperios rivales (aunque sus 
nombres hayan cambiado), y una vez más, la alargada sombra del islam 
se proyecta sobre Europa. Estas influencias de las que Tesla no escapó 
(si bien las ignoró en Mis inventos) son por desgracia demasiado com-
plejas como para poder desarrollarlas aquí. No obstante, merecen ser 
analizadas por aquellos que deseen comprender mejor el mundo de 
Tesla. Por último, ya que Tesla dedicó más atención a su vida interior, 
es preciso que el lector sepa que obtendrá una imagen incompleta, no 
solo del entorno de Tesla sino también de sus experiencias de juventud, 
cuya importancia fue reconocida por él mismo.
En sus autobiografías, los autores omiten hablar sobre algunos de los 
momentos más importantes de sus vidas (parece que se hayan puesto de 
acuerdo en este sentido), sobre experiencias de las que no se acuerdan o 
que simplemente prefieren olvidar. Para aquellos que quieran estudiar 
seriamente la vida de Tesla será imprescindible que lean Mis inventos 
con gran atención, y si piensan que existen incoherencias o partes olvi-
INTRODUCCIÓN 17
Discovery Publisher Biografías • 17
dadas deberán buscar otras fuentes de información. Los autores euro-
peos han realizado un trabajo de detective privado en lo que respecta 
a la juventud de Tesla, contrariamente a los biógrafos americanos, que 
han estado más fascinados por su periodo de prestigio en tal país que 
por sus difíciles años de formación, y que se han limitado a resumir Mis 
inventos de una forma en la que la imaginación brilla por su ausencia. 
No vamos a analizar aquí el punto de vista personal que da sobre la ju-
ventud de Tesla el autor de su biografía And in creating Uve. Tesla me-
rece contar su propia historia y corresponde a los lectores el derecho de 
forjarse una opinión antes de sacar cualquier conclusión.
Por desgracia, para los lectores que ya conocen la biografía de Tesla es-
crita en 1944 por John O’Neill, Prodigal genius, u otros relatos biográficos 
posteriores inspirados en el anterior, es difícil, incluso imposible, abordar 
la autobiografía de Tesla sin poseer ideas preconcebidas. O’Neill era un 
admirador de Tesla y disponía de la ventaja de poseer buenas fuentes 
documentales (entre ellas, el sobrino de Tesla, Sava Kosanovith). No 
obstante, su libro es en gran parte responsable del mito que hoy en día 
engloba el nombre de Tesla. Prodigal genius es una mezcla de verdad 
y ficción, con pocas notas a pie de página, y sin bibliografía que ayude 
al lector a distinguir aquello que es verdadero o falso. Cualquier libro 
o artículo de referencia citado por O’Neill debe ser abordado con la 
mayor de las discriminaciones. Por lo demás, el lector de Mis inventos 
deberá prestar una especial atención a los pasajes que puedan parecer 
confusos o sorprendentes con respecto a lo que ya conocía. La versión de 
los hechos de CNeill está tan impregnada de lo que los demás piensan 
saber sobre Tesla que podría ser calificada de intromisión espontánea.
Un excelente ejemplo de mito que una vez creado se perpetúa hasta 
el infinitoes la historia de la « predicción » de Tesla de la muerte de su 
madre, contada en Prodigal genius y retomada por todas las biografías 
americanas que siguieron*. O’Neill era un ferviente espiritualista con-
vencido de que Tesla tenía poderes psíquicos, aunque el propio Tesla 
escribió en Mis inventos que tan solo tuvo una única experiencia que 
durante cierto tiempo considerase « sobrenatural ». Tuvo, en la época en 
* O’Neill, John. Genio prohibido. Nueva York, 1944: 264-265.
18 INTRODUCCIÓN
18 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
que esta falleció, la visión de su madre sobre una nube rodeada de va-
rias formas angélicas. Por entonces, Tesla no salía de la cama (no lejos 
de su madre), destrozado por la presión de sus conferencias en Europa 
y de su precipitado retorno « sin una hora de descanso ». Finalmente, 
permaneció junto a su madre durante las últimas semanas de su vida. 
Algún tiempo después de su muerte, tras haber reencontrado el equi-
librio, Tesla explicó esta visión desde un punto de vista racional, pero 
por lo que parece O’Neill jamás aceptó tal explicación. Tras la muer-
te de Tesla, cuando ya no podía defenderse, O’Neill inventó un nuevo 
episodio sobrenatural -la historia de la « predicción »- e hizo de él el 
elemento central para explicar los dones psíquicos de Tesla.
Los numerosos errores en Prodigal genius se imputan a la prisa de 
O’Neill por imprimir su libro (su salud flaqueaba y sin embargo esta-
ba determinado a publicar la primera biografía americana sobre Tesla). 
No obstante, para la historia de la « predicción », reescribió un pasaje de 
Mis inventos para hacer creer que Tesla había predicho la muerte de 
su madre y los acontecimientos relacionados con ella. Tesla, de hecho, 
describió únicamente una « visión posterior » que había tenido en el cli-
max de una amnesia, algún tiempo después de la muerte de su madre, 
en el año 1892 (él dijo, en un primer momento, que este incidente se 
había producido debido a los problemas relacionados con su transmi-
sor terrestre, mientras que más tarde afirmó no haber comenzado sus 
investigaciones en radio hasta 1893).
El relato de Tesla es muy claro para aquel que no haya leído la ver-
sión de O’Neill : Tesla explicó que había olvidado todo sobre su exis-
tencia, salvo su primera juventud, y que poco a poco había recuperado 
la memoria. El climax de la singular depresión nerviosa de Tesla fue el 
mismo que el primero : sintió « un dolor y un desasosiego enormes » al 
revivir la muerte de su madre por segunda vez. O’Neill retomó palabra 
por palabra la descripción de este traumatismo, pero disimuló sus refe-
rencias y suprimió la única frase que situaba la muerte de la madre de 
Tesla en el pasado, y no en el futuro : « Recuerdo mi largo viaje de re-
greso, sin poder descansar ni una sola hora, y de su muerte tras semanas 
de agonía » (O’Neill resumió poéticamente, en una sola tarde, las seis 
INTRODUCCIÓN 19
Discovery Publisher Biografías • 19
semanas transcurridas entre el regreso de Tesla en febrero y la muerte 
de su madre en abril*).
Son tantos los escritores que hoy en día han retomado la versión de 
O’Neill y otras versiones sobre esta historia de « predicción », que el 
fascinante y revelador relato de la amnesia de Tesla se ha ahogado por 
completo en un océano de especulación mística.
En Mis inventos, Tesla reflejó su exasperación por haber sido relaciona-
do con la causa de los apasionados por lo sobrenatural. Él se mostraba 
en general muy escéptico en lo que respecta a los fenómenos psíquicos, 
aunque en su infancia estuvo expuesto a la superstición endémica de 
Liéko y a pesar de que admiraba, ya de adulto, al químico y físico in-
glés William Crookes, el cual investigaba paralelamente en el campo 
de la metapsicología.
Todos los tropiezos de Tesla con los periodistas (y con sus biógrafos 
después de que muriese) y el triste hecho de haberlo asociado con lo 
sobrenatural habían empañado su reputación hacia mediados del siglo 
XX. Menos mal que, por otro lado, los esfuerzos incansables del fallecido 
Kenneth Swezey y de otros admiradores de Tesla consiguieron atribuir a 
su nombre el respeto que había inspirado antaño†. En 1956, el año del 
centenario del nacimiento de Tesla, la unidad de la « densidad de flujo 
magnético » en el Sistema Internacional de Unidades fue nombrada en 
su honor. El Instituto Americano de Ingenieros le cuenta actualmente 
entre sus más brillantes antiguos alumnos, un considerable honor para 
un hombre que no nació en suelo americano.
Esperemos que esta reedición de la autobiografía de Tesla pueda, en 
estos tiempos de renovado interés por su carrera, ayudar a disipar cier-
tas ideas falsas que aún existen y hacen que todavía hoy en día Tesla sea 
tema de la prensa sensacionalista y un objeto de adoración.
Tanto Tesla como su público merecen algo mucho mejor.
* íd. p. 101.
† Swezey, Kenneth. «NikolaTesla». Science (16 mayo 1958):
1147-1158.
MIS INVENTOS
CapíTUlO I : MI INfaNCIa 23
Discovery Publisher Biografías • 23
CAPÍTULO I 
MI INFANCIA
El desarrollo progresivo de la humanidad depende en gran medida de las invenciones que produce, los productos por excelencia del espíritu creador. El objetivo de estos productos es el dominio 
total del mundo material, la explotación de las fuerzas de la naturaleza 
en función de las necesidades del ser humano. Es ahí donde reside la 
difícil tarea del inventor, con frecuencia incomprendido y mal recom-
pensado. No obstante, encuentra la recompensa en el placer de ejercer 
sus poderes y en el hecho de saber que pertenece a una clase excepcio-
nalmente privilegiada sin la cual la raza humana habría perecido desde 
hace largo tiempo en la difícil lucha contra los despiadados elementos.
Por mi parte, ya he podido disfrutar de ese exquisito placer más de lo 
que habría esperado, hasta tal punto que durante varios años viví casi 
permanentemente en éxtasis. Tengo reputación de ser un trabajador 
concienzudo : podría ser cierto con la condición de que la reflexión sea 
sinónimo de trabajo, pues a ella he dedicado casi todas mis horas de vi-
gilia. Sin embargo, si definimos el trabajo como una prestación concreta 
que realizar en un tiempo dado y en función de reglas estrictas, en ese 
caso, debo ser el mayor de los perezosos. Cada esfuerzo realizado bajo 
obligación exige sacrificar un poco de energía vital. Jamás he pagado 
tal precio, al contrario, siempre me he sentido realizado en mis pensa-
mientos. Con el fin de dar buena cuenta de mis actividades de manera 
honesta y coherente, en este conjunto de artículos publicados en cola-
boración con los editores de la revista Electrical Experimenter, artículos 
destinados sobre todo a nuestros jóvenes lectores, debo rescatar mis ex-
periencias de juventud, aunque sea de mala gana, así como recordar las 
circunstancias y los acontecimientos que han jugado un papel decisivo 
y determinante en mi carrera.
24 MIS INVENTOS
24 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
Hogar natal de Nikola Tesla, en Smiljan, Licko, un condado de Croacia. A 
la derecha vemos las ruinas de la iglesia de su padre. A su nacimiento, esta 
región era un distrito militar austrohúngaro. Fuente : Instituto Smithsonian.
Nuestros primeros pasos son puramente instintivos : es la imaginación 
viva e indisciplinada quien nos hacer darlos. A medida que crecemos, 
la razón comienza a imponerse y nos volvemos cada vez más ordena-
dos y metódicos. Pero aunque estos impulsos de la infancia más tierna 
no suponen ninguna productividad inmediata, tienen una importancia 
absoluta y pueden moldear nuestro destino. Es cierto : hoy en día pien-
so que si los hubiese comprendido y desarrollado en lugar de intentar 
desprenderme de ellos, mi legado a la humanidad habría sido bastante 
más rico. Solo cuando alcancé la edad adulta comprendí que me había 
convertido en inventor. Sus causas fueron numerosas. En primer lugar, 
tenía un hermano de una inteligencia extraordinaria. Tenía una de esaspocas mentes, uno de esos ingenios intelectuales que ninguna investi-
gación biológica ha sabido explicar. Su muerte prematura desconsoló 
a mis padres.
Teníamos un caballo que un amigo de la familia nos había regalado. 
Era un magnífico animal, de raza árabe, con una inteligencia casi hu-
mana. Toda la familia lo cuidaba y mimaba porque un día había salva-
do la vida a mi padre en unas extrañas circunstancias. Era invierno, y 
una noche llamaron a mi padre para una urgencia. Mientras atravesaba 
CapíTUlO I : MI INfaNCIa 25
Discovery Publisher Biografías • 25
una montaña plagada de lobos, el caballo se asustó y huyó tras haber 
tirado violentamente a mi padre al suelo. El animal volvió a casa débil 
y ensangrentado, pero cuando la campana se puso a tocar la alarma, 
volvió como una flecha al lugar del accidente. El equipo de rescate ni 
siquiera tuvo tiempo de llegar allí, pues a mitad de camino se toparon 
con mi padre, montando el caballo y recuperado de la inconsciencia, y 
ni siquiera recordaba haber pasado varias horas tumbado sobre la nieve. 
Este mismo caballo fue también responsable de las heridas que causa-
ron la muerte a mi hermano. Yo fui testigo de la escena, y aunque han 
pasado cincuenta y seis años desde entonces, la imagen sigue grabada 
en mi retina.
Todos los esfuerzos que yo realizaba parecían inútiles al compararlos 
con los resultados que mi hermano había cosechado. Cualquier cosa de 
provecho que hacía solo intensificaba el sentimiento de pérdida de mis 
padres. Es la razón por la cual crecí con poca confianza en mí mismo. 
No obstante, estaba lejos de ser considerado un chico estúpido en vir-
tud de un incidente del cual me acuerdo perfectamente. Un día, unos 
concejales pasaron por una calle en la que yo estaba jugando con otros 
muchachos. El más anciano de aquellos venerables hombres, un ciu-
dadano afortunado, se detuvo para darnos una moneda de plata a cada 
chico. Cuando se acercó a mí, se detuvo en seco y me dijo : « Mírame a 
los ojos ». Mi mirada se cruzó con la suya y extendí la mano para poder 
recibir el preciado objeto, pero para mi gran consternación me dijo : 
« No, a ti no te daré nada. Eres demasiado inteligente ».
Corría una divertida historia mía. Dos de mis tías mayores tenían el 
rostro lleno de arrugas, y una de ellas tenía dos dientes que sobresalían 
de su boca, como los colmillos de los elefantes, de manera que cada 
vez que me daba un beso me los clavaba en las mejillas. Nada me daba 
más miedo que la idea de que aquellas parientes tan afectuosas como 
repulsivas me dieran un beso. Un buen día, mientras mi madre me lle-
vaba en brazos, me preguntaron a cuál de las dos prefería. Tras haber 
examinado sus rostros con atención, señalé a una con el dedo y dije con 
un aire resuelto : « Esta es menos fea que la otra ».
Por lo demás, desde mi nacimiento estaba destinado a ser un eclesiás-
26 MIS INVENTOS
26 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
tico, idea que no dejaba de atormentarme. Tenía ganas de ser ingeniero, 
pero mi padre era inflexible. Él era hijo de un oficial que había servi-
do en el ejército del Gran Napoleón, y había recibido una educación 
militar, como su hermano, profesor de matemáticas en una importan-
te institución. Curiosamente, más tarde pasó a formar parte del clero, 
donde ocupó una eminente posición. Era un hombre muy instruido, 
un verdadero filósofo naturalista, un poeta y escritor, y se decía que sus 
sermones eran tan elocuentes como los de Abraham en Santa Clara. 
Poseía una memoria excepcional, y con frecuencia recitaba largos pasajes 
de obras en varias lenguas. Con la misma frecuencia bromeaba diciendo 
que si los textos clásicos desapareciesen, él sería capaz de rescribirlos. 
Su estilo era muy apreciado, manejaba la sátira mejor que nadie y sus 
oraciones eran cortas pero concisas. Sus toques de humor eran siem-
pre originales y característicos. Puedo dar uno o dos ejemplos a modo 
ilustrativo : había, entre los obreros que ayudaban en las labores de la 
granja, un hombre que sufría de estrabismo, llamado Mane ; un día, casi 
que se le escapó el hacha mientras partía madera, y mi padre, que no se 
encontraba muy lejos de él, se preocupó bastante ; le llamó la atención 
con estas palabras : « ¡Por amor de Dios, Mane, no confunda lo que está 
viendo con lo que quiere partir! ». Otro día, paseaba con un amigo que, 
por descuido, dejaba caer el faldón de su abrigo de piel sobre una rue-
da del coche ; mi padre se lo hizo notar diciéndole : « Súbete el abrigo 
o me romperás la rueda ». Tenía además la curiosa manía de hablarse 
a sí mismo, y eran frecuentes sus conversaciones animadas en las que 
daba rienda suelta a un razonamiento impetuoso, cambiando el tono 
de la voz. Un auditorio que no supiera nada habría podido jurar que en 
aquella habitación había varias personas.
Aunque debo toda mi creatividad a la influencia de mi madre, la educa-
ción que mi padre me brindó me ha resultado beneficiosa. Se componía 
de toda clase de ejercicios, como el de adivinar el pensamiento del otro, 
el de descubrir imperfecciones en las locuciones, el de repetir larguísimas 
oraciones y el de cálculo mental. Estas largas lecciones diarias fortifica-
ron mi memoria y mi razonamiento, pero sobre todo desarrollaron mi 
sentido crítico. Sin duda he sacado muy buen provecho de ellas.
CapíTUlO I : MI INfaNCIa 27
Discovery Publisher Biografías • 27
Mi madre descendía de una de las familias más antiguas del país y de 
un linaje de inventores. Su padre y su abuelo inventaron varios apara-
tos domésticos, agrícolas o de otro tipo. Era una mujer formidable, de 
dones, coraje y fuerza moral excepcionales, que había luchado contra 
los avatares de la vida y se había enfrentado a más de experiencia di-
fícil. Una peste virulenta azotó el país cuando ella tenía dieciséis años. 
Mi padre *había salido para dar la extremaunción a los moribundos, y 
mientras este estaba ausente, ella fue a visitar a una familia vecina que 
había sido alcanzada por la mortal enfermedad. Los cinco miembros 
de la familia murieron uno detrás de otro. Bañó los cuerpos, los vistió 
y los recostó, rodeados de flores, según la costumbre del país. Cuando 
mi padre regresó, todo estaba preparado para la celebración de un en-
tierro cristiano.
Mi madre era una inventora de primer orden, y pienso que habría po-
dido llevar a cabo grandes cosas si no hubiera estado tan alejada de la 
vida moderna y de las numerosas oportunidades que ofrecía. Inventó 
y construyó toda clase de instrumentos y aparatos, tejía los más bellos 
dibujos con hilos que ella misma había preparado. Incluso sembraba las 
semillas, cultivaba las plantas y separaba ella misma las fibras. Trabajaba 
sin descaso de sol a sol, y la mayoría de nuestra ropa y del tapizado de 
nuestro mobiliario eran producto de sus manos. Con más de sesenta 
años, sus dedos aún eran suficientemente ligeros como para poder hacer 
tres nudos en un abrir y cerrar de ojos.
Sin embargo, hubo otra razón muy importante por la cual mi genio 
creativo tardó en desarrollarse. Cuando no era más que un niño, sufría 
una minusvalía muy particular debida a la aparición de imágenes, con 
frecuencia acompañadas de fuertes flashes de luz, que afectaban mi 
percepción de los objetos reales e interferían en mis pensamientos y 
mis acciones. Eran imágenes de cosas y de escenas que yo había obser-
vado en realidad, pero jamás de cosas que hubiera imaginado. Cuando 
escuchaba una palabra, visualizaba con rapidez la imagen del objeto 
* Posible errata en el texto original : *son pére (¿El padre de la madre de Tesla o 
el padre de Tesla?). Teniendo en cuenta el contexto, nos hemos decantado por la 
segunda opción.
28 MIS INVENTOS
28 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
que designaba, y a veces era incapaz de afirmar si lo que veía era real 
o no. Aquello me molestaba y me angustiaba mucho. Ninguno de los 
estudiantes de psicología o de fisiología que consulté podía darme una 
explicación convincentedel fenómeno. Parecía que mi caso era único, 
aunque debía estar predispuesto a este tipo de experiencias, pues sabía 
que mi hermano había pasado por lo mismo. Según mi propia teoría, las 
imágenes eran resultado de un acto reflejo del cerebro sobre la retina en 
situaciones de gran excitación. No eran ni mucho menos alucinaciones 
como las que aparecen en los cerebros enfermos y angustiados, porque 
en lo que respecta a todo lo demás era completamente normal y tran-
quilo. Por daros una idea de mi « enfermedad », imaginad, por ejemplo, 
que hubiese asistido en el día a un entierro o a otro acontecimiento 
duro. En el silencio de la noche de después, una imagen muy real de la 
escena aparecía sin falta ante mis ojos sin que pudiera hacer nada por 
borrarla. A veces, la imagen permanecía en el mismo lugar aunque pu-
diese atravesarla con la mano. Si mi explicación es correcta, se podría 
proyectar sobre una pantalla cualquier imagen y hacer que sea percep-
tible. Tal avance supondría una verdadera revolución en las relaciones 
humanas. Estoy convencido de que este prodigio puede y va a realizarse 
en un futuro no muy lejano. Puedo también añadir que he reflexionado 
mucho sobre la cuestión para intentar encontrarle una solución.
Para deshacerme del trauma de estas imágenes, intentaba concentrar 
mi mente en la imagen de una visión anterior. Con ello obtenía un ali-
vio pasajero, pero era necesario que fabricase continuamente nuevas 
imágenes. Sin embargo, pronto fui consciente de que había agotado mi 
reserva de imágenes, el final de mi « película », porque aún no sabía gran 
cosa sobre este mundo : únicamente los elementos familiares y mi en-
torno más inmediato. Mientras practicaba este tipo de ejercicio mental 
por segunda o tercera vez con el fin de expulsar aquellas imágenes de 
mi mente, me di cuenta de que cada vez me aliviaba menos. De manera 
instintiva, decidí explorar más allá de los límites de mi mundo familiar, 
pero, restringido, vi nuevas imágenes. Al principio eran difusas y vagas, 
y se esfumaban cuando intentaba concentrarme en ellas. No obstante, 
con el tiempo se hicieron cada vez más nítidas y claras, hasta tomar la 
CapíTUlO I : MI INfaNCIa 29
Discovery Publisher Biografías • 29
forma de cosas concretas. Pronto me di cuenta de que mi estado mejo-
raba al forzar mi imaginación a ir cada vez más lejos para obtener con-
tinuamente nuevas impresiones. Y así comencé a viajar, mentalmente, 
por supuesto. Todas las noches, y a veces incluso durante el día, cuando 
me encontraba solo, partía de viaje y descubría lugares, ciudades y países 
nuevos. Vivía allí, conocía gente, entablaba amistad con algunas perso-
nas, quienes, por muy increíble que pueda parecer, eran tan amables y 
tan expresivas como las de mi vida real.
Seguí practicando tales ejercicios hasta mis diecisiete años, cuando mi 
mente se concentró de forma seria en los inventos. Me di cuenta, para 
mi gran alegría, que disponía de un inmenso poder de visualización : ni 
los modelos, ni los dibujos, ni el hacer experimentos me eran necesarios. 
Los imaginaba y existían de verdad en mi mente. Sin tener conciencia 
de ello, siguiendo este camino llegué a crear lo que yo llamo un nuevo 
método de materialización de ideas y conceptos creadores, que se opone 
radicalmente al método puramente experimental y que es, en mi opinión, 
mucho más rápido y eficaz. Cuando alguien comienza a construir un 
aparato para concretizar una idea vaga se encuentra absorbido por todos 
los detalles e imperfecciones del dispositivo en cuestión. A medida que 
el aparato es perfeccionado y reconstruido, la fuerza de concentración 
de su creador disminuye, y el principio de base se pierde de vista. Por 
supuesto que el inventor puede lograr resultados de esta manera, pero 
siempre es en detrimento de la calidad.
Mi método es diferente : no me abalanzo sobre trabajos prácticos, 
sino que, cuando tengo una idea, comienzo inmediatamente a desarro-
llarla en mi imaginación. Modifico su diseño, la mejoro e imagino el 
funcionamiento del aparato. Poca importancia tiene si hago funcionar 
mi turbina en mi mente o si la pruebo en mi laboratorio. Incluso así 
puedo saber si no funciona correctamente. Para mí no existe ninguna 
diferencia, pues los resultados son los mismos. De esta manera puedo 
desarrollar y perfeccionar de manera rápida un diseño sin necesidad de 
que exista en el mundo físico.
Cuando llego al momento en que integro en el invento todas las me-
joras que pueda imaginar y que ya no veo rastro de imperfecciones, paso 
30 MIS INVENTOS
30 • Nikola Tesla • Mi Vida, Mi Investigación Nikola Tesla
a la fase de concretización del producto final elaborado en mi cerebro. 
Como no podía ser de otra forma, el aparato funciona tal y como lo 
había imaginado, y los experimentos se desarrollan exactamente tal y 
como los había previsto. Hace dos décadas que trabajo de esta manera 
sin que jamás se haya producido un error cualquiera. ¿Por qué no de-
bería ser así? La construcción mecánica y la electrotécnica conducen 
sistemáticamente a los resultados deseados. No existe prácticamente 
nada que no pueda ser calculado o estudiado de antemano a partir de 
teorías existentes y de datos prácticos. Construir algo directamente a 
partir de una vaga idea original, tal y como se hace habitualmente, no 
es para mí sino una pérdida de energía, de tiempo y de dinero.
Sin embargo, los reveses de mi infancia me aportaron otra compensa-
ción. Mis ejercicios mentales ininterrumpidos desarrollaron mi capaci-
dad de observación y me permitieron descubrir una verdad de primera 
importancia : me había dado cuenta de que la aparición de las imágenes 
estaba siempre precedida por auténticas visiones de escenas, en con-
diciones particulares y en general excepcionales, así que estaba obliga-
do, cada vez, a determinar el detonante original. Al tiempo, aquello se 
hizo más automático, y cada vez me resultaba más fácil establecer la 
conexión entre los efectos y sus causas. Para mi gran sorpresa, pronto 
fui consciente de que cada uno de mis pensamientos había sido condi-
cionado por una impresión exterior, y, además, de que todas mis accio-
nes estaban determinadas de la misma forma. Al cabo del tiempo, me 
pareció evidente que me comportaba como un simple autómata cuyos 
movimientos se efectuaban en reacción a los estímulos de mis órganos 
sensoriales, pensando y actuando en consecuencia. En la práctica, esto 
forma parte de la tecnología de los teleautómatas (hoy en día diría-
mos robótica) que, por el momento, aún se encuentra balbuciente. Pero 
sus posibilidades latentes terminarán por manifestarse ante el mundo. 
Hace años que tengo el proyecto de construir autómatas autónomos, y 
estoy convencido de que se pueden diseñar mecanismos que funcionen 
como si poseyeran un cierto nivel de inteligencia, lo que revolucionaría 
el comercio y la industria.
A la edad de doce años conseguí, por primera vez y tras grandes es-
Gracias por leer este avance del
libro. Esperamos sinceramente que
lo hayan disfrutado: 
https://www.discoverypublisher.com/es/
Ediciones Discovery es una editorial multimedia 
cuya misión es inspirar y apoyar la transformación 
personal, el crecimiento espiritual y el despertar. 
Con cada título, nos esforzamos en preservar la 
sabiduría esencial del autor, del instructor espiritual, 
del pensador, del sanador y del artista visionario.
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