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Modelación de los patrones de circulación oceánica a niveles de submesoescala en el Mar Caribe Colombiano Juan José Guerrero Gallego, I.C. Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín Facultad de Minas, Departamento de Geociencias y Medio Ambiente Medellín, Colombia 2016 Modelación de los patrones de circulación oceánica a niveles de submesoescala en el Mar Caribe Colombiano Juan José Guerrero Gallego, I.C. Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de: Magister en Ingeniería – Recursos Hidráulicos Director: Ph.D. Francisco Mauricio Toro Botero Línea de Investigación: Oceanografía Grupo de Investigación: OCEANICOS Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín Facultad de Minas, Departamento de Geociencias y Medio Ambiente Medellín, Colombia 2016 “Investigación es lo que hago cuando no sé qué es que es lo que hago” Werner von Braun “El poder de un hombre son sus medios presentes para obtener algún aparente bien futuro” Thomas Hobbes "¡Oh!, qué muchacho gracioso, gozoso, mimoso, cariñoso y endemoniado es el océano, ¡oh! el viento rompe las velas, pero él sus labios cierra, para catar la cerveza. ¡Oh!, qué muchacho gracioso, gozoso, mimoso, cariñoso y endemoniado es el océano, ¡oh!” Cap. CXIX. Moby Dick. Herman Melville Agradecimientos “No todo lo que puede ser contado cuenta, ni todo lo que cuenta puede ser contado.” Albert Einstein Agradecer siempre es necesario, aunque no sencillo, y más en situaciones en las que la contribución tanto directa como indirecta al resultado de un trabajo de un largo, larguísimo tiempo es de gran significado. Quiero empezar por agradecer a mi madre, porque realmente es la única persona que siempre ha estado de lleno en medio de las noches más oscuras y los días más lúgubres al igual que en los días de efímeras y fugaces felicidades. Siempre ha sido una guía incondicional y espero sepa entender y perdonar los momentos de humores agrios y distantes derivados de este ciclo. Agradezco a las instituciones que aportaron para mi educación y el financiamiento en todos los proyectos de los que fui parte en este periplo. A la Facultad de Minas y la Universidad Nacional de Colombia, por ser mi Alma Mater. A COLCIENCIAS por la Convocatoria Nacional 566 de 2012 – “Jóvenes Investigadores e Innovadores”. A ECOPETROL y el Instituto Colombiano del Petróleo por varios proyectos desarrollados con ellos. Al Profesor Mauricio Toro, por permitirme trabajar con él y abrirme camino en las ramas asociadas con la Mecánica de Fluidos y así poder encontrar cosas sublimes en esta rama del conocimiento. Al profesor Andrés Osorio y al grupo OCEANICOS, por haberme dado un espacio de trabajo y de enriquecimiento en muchas capas de la vida. Muchas experiencias vividas en este tiempo no tendrían sentido sin ese espacio. A la Universidad de Medellín, por poner a mi disposición su Clúster computacional para la ejecución de gran cantidad de pruebas de modelación y los proyectos que allí se desarrollaron. Al profesor Rubén Montoya, sin su apoyo en los momentos más áridos de inspiración, hubiese tirado la toalla mucho tiempo atrás. Igualmente, a Juan Camilo Hernández por el apoyo en el trabajo desde el aspecto de cómputo. A mis jurados, el profesor José Fernando Jiménez Mejía, de la Universidad Nacional de Colombia y al profesor Luis Javier Montoya Jaramillo, por su aporte desde la evaluación. A esos amigos que siempre estuvieron dispuestos aguantarme mis escapes retóricos debidos a la gran carga existencial que parece pender cual nube negra sobre mi cabeza. A Mauricio Molano y a D. Alejandro Castañeda. Gracias por estar ahí parceros, así fuera en la distancia. Por la compañía, la bohemia, los tragos y sobre todo por las anécdotas, que quedarán hasta el final. A todos mis compañeros del PARH y a los compañeros de la carrera de ingeniería civil, muy especialmente a aquellos con los que compartí oficina en estos largos años. Alejo “Chelo” C, Ricardo R, Alejo H, Gabriel B, Alejandro J., Oscar Á., Arlex M, Julián U., María Ligia B, Natalia B y a los demás. Se les agradece por las tertulias extendidas, las “polas”, los rones y los momentos de relajación breve e intensa procrastinación en medio de la turbulencia que ha acompañado toda esta experiencia de vida universitaria. A los asociados en el “arte de botar escape”, German, Dayerson, J. C. y P. Laverde y los demás, se les agradecen los ratos de “tiempo no productivo” y salvavidas de cordura. Se me hace necesario agradecer incluso a los escollos que aparecieron en el camino. A la Ker, la negra Fatalidad, como diría Homero en sus obras. Sin la motivación y la “malparidez existencial” que generaron, no sería la persona que soy hoy. Finalmente, y no puede faltar… agradezco a la cerveza las felicidades burbujeantes y efímeras. “And we are grateful for our iron lung…” “My Iron Lung” - Radiohead Resumen La comprensión de los procesos asociados a la circulación oceánica en cualquier zona marina es de gran relevancia debido a que diversos procesos físicos que se dan en el océano, como procesos de transporte (nutrientes, sedimentos o contaminantes) y la morfodinámica de ambientes costeros, dependen en gran medida de los patrones de circulación oceánica, tanto de su configuración espacial, como de su variabilidad temporal. Para el mar Caribe Colombiano está afirmación tiene gran pertinencia, dado que en los últimos años se han hecho esfuerzos significativos con miras al aprovechamiento de ambientes costeros y oceánicos, por lo que su estudio es de gran utilidad. En este aspecto la modelación numérica es una herramienta de gran versatilidad y aplicabilidad para estudiar estas dinámicas, ya que permite plantear una gran variedad de escenarios, en múltiples escalas espaciales y temporales, que difícilmente podrían estudiarse de otras formas. En este estudio se trabaja con el modelo ROMS- AGRIF, el cual es un modelo hidrodinámico ampliamente utilizado para este tipo de estudios, particularmente para aplicaciones de alta resolución. En este trabajo se apunta a calificar el desempeño del modelo y su capacidad para representar la circulación en el Caribe Colombiano, a niveles espaciales de submesoescala, es decir, a resoluciones espaciales de O(1km). Se propone además la generación de una base metodológica para el estudio de la circulación a estos niveles espaciales, la cual consiste en la aplicación de técnicas de separación de escalas y análisis espectral para una evaluación objetiva de los resultados de modelación desde la perspectiva de las dinámicas asociadas a los procesos que se generan en estas escalas. Las pruebas realizadas con ROMS de las variables oceánicas como temperatura, salinidad y velocidad de las corrientes, sugieren que éste es capaz de representar adecuadamente la variabilidad temporal y espacial de las mismas. Palabras clave: Circulación oceánica, procesos de submesoescala, modelación numérica, ROMS- AGRIF, Mar Caribe Abstract The understanding of dynamical processes associated with the oceanic circulation in any marine locality is a topic of great relevance due to several physical processes that occur in the coastal and oceanic zones such as transport processes (e.g. sediments, pollutants, nutrients) and coastal morphodynamics, which depend largely on the oceanic circulation patterns, on its spatial configuration and temporal variability. On the Colombian Caribbean Sea this statement is of great importance because in recent years significant effort have been made towards the harnessing of the resources in coastal and marine environment and, because of this, the study related to the ocean is of great usefulness. On this regard, numericalmodelling is an effective tool, with great versatility and applicability to study these dynamics, which allows posing a wide variety of settings, with multiple spatial and temporal scales, that could be more difficult to study by other approaches. In this study, we use ROMS-AGRIF model, which is extensively applied for this type of studies, especially for high resolution. In this research the aim is to qualify the model performance and its capability to represent the circulation in the Colombian Caribbean Sea in scales in ranges of O(1km), which is defined as submesoscale. We propose a methodological base to study the oceanic circulation in these spatial scales, based on the scale separation techniques and spectral analysis to pose an objective evaluation of the modelling results from the dynamical perspective of the processes that arise in these spatial scales. The tests performed with ROMS-AGRIF regarding oceanic variables such as temperature, salinity and current velocity suggest that the model is able to represent suitably the spatio-temporal variability. Keywords: Oceanic circulation, submesoscale, numerical modeling, ROMS-AGRIF, Caribbean Sea Contenido 1. Introducción .............................................................................................................................. 16 1.1. Generalidades .................................................................................................................... 16 1.2. Justificación ....................................................................................................................... 18 1.3. Objetivos ........................................................................................................................... 19 1.4. Antecedentes: Estudio de patrones de circulación ............................................................ 19 1.5. Marco Teórico ................................................................................................................... 23 1.5.1. Modelación oceánica: Ámbito................................................................................... 23 1.5.2. Modelación Oceánica: Análisis de Corrientes Oceánicas a diferentes escalas ......... 24 1.5.3. Modelación Oceánica: Submesoescala ..................................................................... 25 1.5.4. Modelo ROMS .......................................................................................................... 27 1.5.5. Comentarios sobre la Aproximación Hidrostática .................................................... 29 2. Datos y Métodos........................................................................................................................ 30 2.1. Área de Estudio ................................................................................................................. 30 2.2. Información Usada ............................................................................................................ 31 2.3. Métodos ............................................................................................................................. 33 2.3.1. Análisis Comparativo ................................................................................................ 33 2.3.2. Análisis de Escalas .................................................................................................... 34 2.4. Herramientas Computacionales Usadas ............................................................................ 39 3. Configuración del Modelo ROMS - AGRIF ............................................................................. 41 3.1. Introducción ...................................................................................................................... 41 3.2. Configuración Geométrica: Resolución en la horizontal .................................................. 42 3.2.1. Introducción .............................................................................................................. 42 3.2.2. Diseño de mallas ....................................................................................................... 42 3.2.3. Configuración de Coordenadas Verticales ................................................................ 44 3.3. Condiciones de Entrada ..................................................................................................... 45 3.3.1. Forzamiento Superficial y Condiciones de Frontera ................................................. 45 3.3.2. Inicialización del modelo .......................................................................................... 46 3.3.3. Ríos ........................................................................................................................... 47 4. Resultados de Modelación: Comparación ................................................................................. 50 4.1. Introducción ...................................................................................................................... 50 4.2. Análisis Comparativo: Resultados de Modelación sin Ríos.............................................. 50 4.2.1. Superficial ................................................................................................................. 50 4.2.2. Vertical ...................................................................................................................... 53 4.3. Análisis Comparativo: Resultados de Modelación con Ríos ............................................ 55 4.3.1. Superficial ................................................................................................................. 55 4.3.2. Vertical ...................................................................................................................... 57 4.4. Resumen y Discusión ........................................................................................................ 58 5. Análisis de Escalas .................................................................................................................... 61 5.1. Análisis Espectral .............................................................................................................. 61 5.1.1. Introducción .............................................................................................................. 61 5.1.2. Espectros de energía cinética .................................................................................... 62 5.2. Separación de escalas ........................................................................................................ 65 5.3. Resumen y Discusión ........................................................................................................ 69 6. Conclusiones Generales, Recomendaciones y Trabajo Futuro ................................................. 71 6.1. Conclusiones Generales .................................................................................................... 71 6.2. Recomendaciones y Trabajo Futuro .................................................................................. 73 7. Referencias ................................................................................................................................ 76 Lista de Figuras Figura 1-1. Corrientes superficiales en el Mar Caribe. Las flechas solidas corresponden a las corrientes en abril y las huecas al caso de octubre. Valores de velocidad en nudos. Tomado de Gordon, (1967). ............................................................................................................................................... 20 Figura 1-2. Comparación de los transportes de masa en, hacia y desde el Mar Caribe obtenidos por medio de simulaciones (primer panel) y por mediciones (segundo panel). Transportes dados en Sv. Tomado de Johns et al (2002). ..........................................................................................................21 Figura 1-3. Trayectorias de los derivadores en la zona del giro Panamá-Colombia. Puntas de los vectores espaciadas en intervalos de 1día. Tomado de Richardson (2005) ...................................... 22 Figura 1-4. – Diagrama de los regímenes dinámicos importantes característicos por escala y de los procesos de conversión de energía total que conectan las diversas escalas para una circulación oceánica en equilibrio. Tomado de Capet et al (2008c). ................................................................... 25 Figura 1-5. Vista general de los procesos dinámicos existentes según la escala espacial de análisis. Se hace hincapié en la definición de los rangos espaciales definidos dentro de la submesoescala como una “zona gris” desde el punto de vista de la aproximación hidrostática. Tomado de Marshall et al, (1998). ............................................................................................................................................... 27 Figura 2-1. Mar Caribe, con énfasis en la zona de la Cuenca Colombia. Se resaltan las isobatas de 200m, 500m, 1000m y 2000m. La escala de colores indica los valores de la batimetría (Datos de ETOPO2)........................................................................................................................................... 30 Figura 2-2. Espectro 2D de varianza para la energía cinética a 10m de profundidad para la zona del Mar Caribe para los resultados de simulación con ROMS-AGRIF para el mes de enero (climatológico), obtenido aplicando la transformada del coseno discreto (DCT). Los contornos representan anillos elípticos para el número de onda normalizado, α. .............................................. 36 Figura 3-1. Casos evaluados de dominios padre para la simulación de corrientes en el Mar Caribe. Paneles A y C incluyen los subdominios propuestos para el anidamiento. ....................................... 44 Figura 3-2. Resultados de modelación anidada con datos climatológicos del mar Caribe para la componente zonal de la velocidad en el mes de febrero del período final de simulación. Panel Superior: Salinidad. Panel Inferior: Componente zonal (u) de la velocidad. En el recuadro negro se resalta la ubicación del dominio anidado. ......................................................................................... 47 Figura 3-3. Ciclo anual de los ríos con caudales más notables con descarga al Mar Caribe según Dai et. al (2009) ....................................................................................................................................... 48 Figura 3-4. Esquema de la malla del dominio externo, con énfasis en la zona de la desembocadura del Río Orinoco. En el panel derecho se resaltan las celdas consideradas para la especificación de caudal. ........................................................................................................................................................... 49 Figura 4-1. Comparación de los resultados de corrientes y superficie libre para los trimestres diciembre-febrero (DEF) y junio-agosto (JJA). Derecha: datos de altimetría satelital (AVISO). Izquierda: resultados de ROMS-AGRIF. Las escalas de colores representan la variación de la superficie libre, mientras los vectores indican los patrones de corrientes. ........................................ 51 Figura 4-2. Diferencias relativas en la TSM para todos los trimestres del año (diciembre-febrero, marzo-mayo, junio-agosto y septiembre-noviembre) de los resultados de modelación con ROMS- AGRIF con respecto a los datos de AVHRR-Pathfinder. La escala de colores representa el error relativo y se presenta en porcentaje. .................................................................................................. 53 Figura 4-3. Mapa de perfiles elegidos para la comparación entre GLORYS y los resultados obtenidos de ROMS-AGRIF. ............................................................................................................................ 54 Figura 4-4. Perfiles en profundidad para salinidad y temperatura para el punto (81,75°W, 10,25°N). Se muestra la comparación para trimestres DEF y JJA de los perfiles modelados con ROMS (P1 a P10) contra los perfiles de referencia (línea negra punteada; GLORYS 2v3) .................................. 54 Figura 4-5. Comparación visual de los resultados de corrientes y superficie libre para el caso de modelación RIV2, para los trimestres DEF y JJA. Derecha: datos de altimetría satelital. Izquierda: resultados de ROMS-AGRIF. Las escalas de colores representan la variación de la superficie libre, mientras los vectores indican los patrones de corrientes. .................................................................. 55 Figura 4-6. Diferencias relativas en la TSM para todos los trimestres del año (diciembre-febrero, marzo-mayo, junio-agosto y septiembre-noviembre) de los resultados de modelación con ROMS- AGRIF con respecto a los datos de AVHRR-Pathfinder. La escala de colores representa el error relativo y se presenta en porcentaje. .................................................................................................. 57 Figura 4-7. Perfiles en profundidad para salinidad y temperatura para el punto (81,75°W, 10,25°N) para el caso de simulación RIV2. Se muestra la comparación para trimestres DEF y JJA de los perfiles modelados con ROMS (P1 a P10) contra los perfiles de referencia (línea negra punteada; GLORYS 2v3 ..................................................................................................................................................... 58 Figura 5-1. Zonas definidas para el análisis espectral de la energía cinética en la región del Mar Caribe. El campo graficado es de la batimetría del Mar Caribe de ETOPO2 (profundidad en m). .. 62 Figura 5-2. Espectros de energía cinética 1D obtenidos aplicando la DCT-II (C2O). Panel A: Espectro promedio anual para dominio completo (Figura 5-1) . Panel B: Espectro promedio anual para la ZGPC. Panel C: Espectros para cada trimestre del año en la ZGPC para todas las pruebas efectuadas (riv2, riv1 y nriv), para el dominio padre (prt_*) y para los datos de altimetría satelital (aviso). .... 63 Figura 5-3. Espectros de energía cinética para los resultados de simulación RIV1 a una profundad de 10m para las zonas de análisis para el trimestre diciembre-febrero. Se muestra un zoom para los rangos espaciales entre 6 y 20km aproximadamente. ....................................................................... 64 Figura 5-5. Comparación de la fracción de tierra para varias capas de profundidad. Los colores representan las capas en profundidad que se podrían escoger como capa profunda (profundidades de 200, 300 y 500m) para comparar contra una capa superficial (20m). ............................................... 66 Figura 5-6. MAE normalizado entre las capas a 20m y 500m para los cuatro trimestres del año para las componentes horizontales de la velocidad y la vorticidad vertical. Se resaltan como longitudes de onda de referencia los valores de 40, 50, 60, 70 y 100km. ............................................................... 67 Figura 5-7. Valores de las métricas MAE y RMSE para la comparación entre una capa a 20m y una a 500m de la componente u de la velocidad para filtros basados en la función sinc con las ventanas de Blackman (en la leyenda b), de Kaiser con β = 14 (k14) y Kaiser con β = 6 (k6) ....................... 68 Figura 5-8. Campo de velocidades horizontales en la capa más superficial para el modelo ROMS (5m de profundidad) filtrada para km35 (izquierda) y para km70 (derecha) para el trimestre diciembre-febrero. Las barras de color representan la magnitud de la velocidad en cada caso en m/s. ...........................................................................................................................................................69 Lista de Tablas Tabla 2-1. Bases de datos revisadas para la información de interacción atmósfera - océano ........... 32 Tabla 2-2. Bases de datos revisadas para la información de información oceánica .......................... 33 Tabla 2-3. Módulos del lenguaje Python usados para el desarrollo de las técnicas mostradas en las secciones 2.3.1 y 2.3.2....................................................................................................................... 40 Tabla 3-1. Parámetros para la configuración de las coordenadas S para la vertical.......................... 45 Tabla 3-2. Variables de entrada para el modelo ROMS-AGRIF de condiciones de forzamiento superficial y de frontera..................................................................................................................... 45 Tabla 4-1. Métricas globales para TSM y OSPD para el caso de modelación con ROMS-AGRIF sin ríos (NRIV) ....................................................................................................................................... 52 Tabla 4-2. Métricas globales para TSM y OSPD para el caso de modelación con ROMS-AGRIF con ríos ..................................................................................................................................................... 56 1. Introducción "El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza.” ― Leonardo da Vinci 1.1. Generalidades El océano es un fluido estratificado en un planeta que está rotando, movido desde su superficie superior por patrones de momentum y densidad, cuyas dinámicas son descritas de forma precisa por las ecuaciones de Navier-Stokes. Según lo reflejado por estas ecuaciones, el océano contiene una gran variedad de fenómenos en un amplio rango de escalas espaciales y temporales (Marshall et al, 1998). El entendimiento de la forma que exhiben los patrones de la circulación oceánica y cómo éstos cambian en función de los procesos que la ponen en marcha ha sido estudiado para diversas escalas espaciales, debido a las diversas configuraciones que se pueden encontrar al variar el rango espacial de estudio. Para escalas globales se han hecho un sinnúmero de estudios, los cuales van desde aproximaciones numéricas basadas en simplificaciones de las ecuaciones primitivas del movimiento, hasta modelos numéricos complejos de circulación general global (OGCM, por sus siglas en inglés; McWilliams, 1996). Para el caso de escalas regionales o de mesoescala los estudios han sido enfocados principalmente desde la modelación hidrodinámica, con discusiones aún abiertas sobre algunos tópicos como la representación de vórtices de mesoescala (mesoscale eddies) e inestabilidades de escalas muy finas para las capacidades actuales de cómputo, (subgrid scale; Griffies et al, 2009). En el caso de las dinámicas de corrientes a niveles submesoescala, definida como una escala justo más pequeña que la mesoescala, es decir una escala de O(1km), en la actualidad se tiene un conocimiento limitado debido especialmente a limitaciones de carácter instrumental y a las capacidades de cómputo (Capet et al, 2008a). Si bien en los últimos años se han hecho avances en el frente instrumental, implementando técnicas de medición basadas tanto en medición in situ (e.g. Scherbina et al, 2013) como en sensores remotos (e.g. Gurova & Chubarenko, 2012, Corgnati et al, 2015), la implementación de estas mediciones no está completamente extendida, por lo que el uso de modelación hidrodinámica sigue siendo la alternativa usual para este tipo de estudios. Y esto es porque ésta permite plantear gran cantidad de escenarios, que pueden servir para la prueba de hipotesis y para el entendimiento de las relaciones causa-efecto en los sistemas dinámicos de interés. Adicionalmente, también permite la “extrapolación” espacial y temporal de la información obtenida a partir de mediciones de campo, pudiendo obtener una perspectiva más amplia de los fenómenos de estudio (Griffies et al 2009; Hodges, 2009). Sin embargo, la implementación de modelos numéricos, tanto hidrodinámicos como de dispersión puede suponer una tarea compleja, debido al número de procesos que interactúan en el océano. Por esta razón y para hacer un uso apropiado de los modelos es necesario comprender cuales son las dinámicas que éstos pretenden representar (STOWA/RIZA, 1999). La importancia de comprender las dinámicas asociadas con la circulación oceánica a niveles espaciales de submesoescala radica en poder cuantificar el efecto que tienen los procesos de escalas de O(1km) en los procesos que se dan en escalas menores (resoluciones espaciales más altas, en adelante microescalas), comparado con la influencia de fenómenos de escalas mayores como las globales y las mesoescalas (Capet et al, 2008a, Griffies et al, 2009). Esto es debido a que estas dinámicas pueden tener impactos en la configuración de la estructura vertical de muchas características del agua del océano como la temperatura y la salinidad (Klein & Lapeyre, 2009), las cuales condicionan los patrones de circulación. Este efecto se debe principalmente a la transición que se da los regímenes de flujo de las grandes escalas hacia las escalas de más alta resolución. En las grandes escalas, el flujo es primordialmente bidimensional, al ser las longitudes características en la dirección vertical considerablemente menores que en las direcciones horizontales, mientras que en las pequeñas escalas1, los flujos son completamente tridimensionales, dado que las escalas verticales son comparables a las horizontales (Mahadevan, 2006, Mahadevan & Tandon, 2006, Thomas et al, 2008, Capet et al, 2008a). De esta forma, se puede tener una definición adicional para la submesoescala como un rango espacial de transformación de los regímenes de flujo, por lo cual es necesario entender los procesos dinámicos que se desarrollan en estas escalas con el objeto primordial de comprender las transformaciones de energía entre macro y microescala y como es la retroalimentación entre los diversos rangos espaciales. Por esta razón es necesario llevar a cabo estudios de la circulación oceánica a estos niveles espaciales, para comprender mejor las dinámicas y así tener nociones más completas del comportamiento del océano, dando así una base más sólida a las aplicaciones. Con el objetivo de tener una correcta representación de las dinámicas de circulación oceánica en el sector del Mar Caribe, se realizó modelación anidada empleando el modelo ROMS (Regional Ocean Modeling System) el cual es un modelo tridimensional, con coordenadas que se adaptan al fondo marino (terrain-following coordinates) que resuelve las ecuaciones de Navier-Stokes con promediado de Reynolds (RANS, Reynolds-averaged Navier-Stokes equations), usando las aproximaciones hidrostática y de Boussinesq y en un marco de referencia con un sistema de Tierra en rotación (Shchepetkin y McWilliams 2005). Se utilizó la variante ROMS-AGRIF (Penven et al, 2006, Debreu et al, 2011), la cual implementa el algoritmo AGRIF (Adaptative grid refinement in Fortran; Debreu y Blayo 2008), el cual es apropiado por ser aplicado en casos donde se requiere el uso de modelación anidada. Con este interés, en Colombia se han hecho esfuerzos para estudiar ambos mares territoriales. En el Pacífico Colombiano los estudios oceanográficos se han realizado principalmente a partir de análisis estadístico de datos y cálculos matemáticos (Devis-Morales et al, 2008; Rodríguez-Rubio et al, 2003) y con modelos bidimensionales en el caso de los estudios de circulación (Otero, 2005). En el Mar Caribe Colombiano los estudios se han enfocado principalmente en variables como la temperatura superficial del mar (Ruiz-Ochoa et al, 2012; Bernal et al, 2006), y las variaciones del patrón de vientos (Poveda y Mesa, 1999; Amador, 1998). Para el caso de la modelación tridimensionalde corrientes marinas, efecto de la marea y los forzadores climatológicos que se desarrollan en el Caribe Colombiano, los estudios se han enfocado principalmente en procesos que ocurren en 1 La definición de pequeñas escalas puede variar según la aplicación. Para casos oceánicos se pueden considerar pequeñas escalas aplicaciones a escala de costa, playas, estuarios, desembocaduras, etc. desembocaduras de ríos al mar y en procesos costeros (Álvarez-Silva et al., 2010; Montoya y Toro, 2006) 1.2. Justificación El desarrollo de un marco de trabajo para un mejor entendimiento de los procesos oceánicos es esencial para la atención de las necesidades humanas que comprenden temas relacionados con el océano tales como el clima, comportamiento del océano, funcionamiento de ecosistemas, procesos biogeoquímicos, entre otros, con el desarrollo de herramientas eficaces y confiables para lograr estos objetivos (Holland & Capotondi, 1996; Griffies et al, 2009). Se ha demostrado la necesidad que tienen las sociedades humanas de contemplar en sus planes de contingencia y de gestión el uso de técnicas y de herramientas adecuadas para un mejor aprovechamiento de los recursos que se tienen a mano y para proporcionar una mejor calidad de vida a la población y controlar los impactos que las actividades humanas tienen en los diversos componentes del sistema Tierra. Parte del conocimiento que debería ser tenido en cuenta es el de los procesos dinámicos asociados con el movimiento del agua en el océano, los cuales tienen un amplio rango de variabilidad, tanto espacial como temporal. Para el muestreo de los ambientes marinos con énfasis en la exploración y explotación de recursos, los niveles espaciales están situados por debajo de las escalas de carácter regional. La importancia de comprender las dinámicas espaciales de meso y submesoescala radica en cuantificar el efecto que tienen los procesos de escalas intermedias para aplicaciones de escalas más reducidas en comparación con los procesos de escalas mayores (Capet et al, 2008a; Griffies et al, 2009), debido a que estas dinámicas pueden tener impactos en la configuración de la estructura vertical de muchas características del agua del océano como la temperatura y la salinidad (Klein & Lapeyre, 2009), lo cual puede ser de suma importancia para múltiples aplicaciones de ingeniería, como la exploración y explotación de recursos y la generación de energía. Para el caso de aplicaciones que se conciben para escalas espaciales de O(1km) - e.g. el estudio del transporte y destino de sustancias (contaminantes, nutrientes, etc)- las cuales se definen como niveles espaciales de submesoescala, definida a grosso modo, como una escala justo más pequeña que la mesoescala, en la actualidad se tiene un conocimiento reducido debido fundamentalmente a limitaciones de carácter instrumental y de capacidades de cómputo. (Capet et al, 2008a). Si bien en los últimos años se han hecho avances en el frente instrumental, implementando técnicas de medición apoyadas en radar, la implementación de estas mediciones no está completamente extendida en todas las zonas del mundo, por lo que es necesario recurrir a métodos como la modelación numérica En este contexto es claro que la hidrodinámica marítima se presenta como un tema fundamental, debido a que diversos procesos físicos que se dan en el océano, como el transporte de sustancias como nutrientes, sedimentos o contaminantes, dependen en gran medida de ésta. Se puede observar que el conocimiento que la modelación tridimensional puede aportar sobre la circulación oceánica puede ser de gran utilidad como complemento a la información de campo la cual, en general, para niveles de submesoescala puede ser escasa tanto espacial como temporalmente, debido fundamentalmente a limitaciones en cuanto a capacidades instrumentales y logísticas. Es por eso que es necesario emprender el uso de la modelación hidrodinámica, como ventana a la obtención de nociones del funcionamiento de las dinámicas del océano, tales como las corrientes superficiales, finalmente llevando vía este entendimiento a mejores resultados a la hora de ejecutar aplicaciones tales como el montaje de sistemas oceanográficos operacionales o la explotación de recursos que están en el océano. 1.3. Objetivos Objetivo General Evaluar las dinámicas asociadas con la circulación oceánica superficial para niveles de submesoescala en el Mar Caribe Colombiano. Objetivos Específicos Caracterizar la variabilidad temporal y espacial de los forzadores físicos que influencian la circulación oceánica en el Mar Caribe Colombiano. Determinar la configuración de los patrones de circulación a niveles de submesoescala, usando el modelo hidrodinámico ROMS-AGRIF para el Mar Caribe Colombiano. Identificar la influencia de los forzadores físicos presentes en el Mar Caribe sobre la variabilidad de las corrientes oceánicas a nivel de submesoescala. 1.4. Antecedentes: Estudio de patrones de circulación El estudio de los procesos físicos que influencian la circulación oceánica se ha centrado fundamentalmente en comprender la forma que exhiben los patrones de circulación, los forzadores que los influencian, (particularmente la interacción del océano con la atmósfera y con la tierra) y la forma en cómo se da la interacción entre los diversos sistemas de circulación que se pueden encontrar en los océanos. Gordon (1967) comenta que los estudios oceanográficos del Mar Caribe hasta principios de la década de 1960 han sido netamente descriptivos, citando trabajos de importancia para la oceanografía descriptiva de esta zona, particularmente el libro escrito por Wüst en 1964, el cual da una descripción muy detallada de las condiciones generales de la circulación y la configuración de la estratificación de la columna de agua en el mar Caribe. En este trabajo, Gordon (1967), aborda la física de los procesos que hasta ahora solamente habían sido descritos, realizando cálculos de magnitud de las corrientes con base en balance geostrófico, cálculos de surgencia, topografía de la superficie del mar e influencia del viento en las corrientes, generando un precedente para el estudio de las corrientes en el Caribe con base en datos de mediciones realizadas en cruceros oceanográficos. En la Figura 1-1 se muestra uno de los resultados que obtuvo Gordon (1967), donde se muestran las direcciones y las magnitudes de las velocidades de las corrientes superficiales en el mar Caribe utilizando balances geostróficos como aproximación para el cálculo de dichas velocidades. Estos resultados dieron noción del comportamiento de las corrientes dentro del mar Caribe, que han sido validados en estudios posteriores. Figura 1-1. Corrientes superficiales en el Mar Caribe. Las flechas solidas corresponden a las corrientes en abril y las huecas al caso de octubre. Valores de velocidad en nudos. Tomado de Gordon, (1967). Con un enfoque alternativo y usando datos de estaciones hidrográficas como Gordon, Roemmich (1981), plantea el uso del método del problema inverso como alternativa a los cálculos hechos con balances geostróficos. En su trabajo, Roemmich ilustra cómo el método inverso permite, partiendo de información in situ, obtener una descripción de los procesos físicos acertada, en comparación con trabajos anteriores como el de Gordon (1967), obteniendo resultados similares en cuanto a los valores de los flujos de agua en el Mar Caribe permitiendo, además, determinar tendencias en el comportamiento de los patrones de velocidad y los transportes de masa. Estudios posteriores al de Gordon (1967) como Mazeika (1973), Morrison & Nowlin (1982), Wilson & Johns (1997), Johns et al (2002) examinan de forma más directa y con más detalle los flujos que circulan hacia y desde el Mar Caribe, por donde ingresan y salen, en que cantidadesy cuáles son las condiciones dinámicas que los afectan. Estos estudios a pesar de ser de carácter descriptivo, parten de un mejor entendimiento de los procesos físicos, una mejora notable en las técnicas de medición y una mayor disponibilidad de datos comparados con los realizados antes de la década de 1960, citados por Gordon (1967). Los trabajos de Gordon (1967) y Mazeika (1973) son estudios de circulación oceánica y masas de agua enfocados en la zona hacia el Este de las Antillas Menores, las cuales forman una frontera natural entre el Atlántico y el Mar Caribe, y en el Caribe Oriental respectivamente. En el primer trabajo se analizan los flujos en la zona de entrada hacia el Caribe con base en mediciones realizadas en los años 1967 y 1969 para tres épocas climáticas, obteniéndose valores de los flujos, direcciones y las características del agua de mar en la vertical (salinidad, temperatura y contenido de oxígeno disuelto (OD)). En el segundo se hace un trabajo análogo con datos obtenidos en el invierno boreal del 1972 y en el otoño de 1973, con un enfoque hacia los pasos que comunican el Océano Atlántico con el Mar Caribe. El trabajo realizado por Morrison & Nowlin (1982) es una versión mejorada de los anteriormente mencionados, debido a que se cuenta con datos en mayor cantidad y de mejor calidad en cuanto a la medición, lo cual permitió hacer una mejor descripción de la estructura de la velocidad en la zona de los pasos de las islas de Barlovento (Antillas Menores más septentrionales; en inglés Windward Islands Passages). El trabajo de Johns et al (2002) lleva la descripción de los flujos de entrada a un estado más avanzado al hacer una comparación con una versión del modelo oceánico de capas del NRL (Naval Research Laboratory Layered Ocean Model) para la cuenca Atlántica. En la Figura 1-2 se muestran algunos resultados obtenidos en este trabajo, los cuales muestran que con el estado de conocimiento a la fecha de este trabajo era posible tener un modelo conceptual que podría explicar de forma aproximada las dinámicas de flujo desde y hacia el mar Caribe, dado que las capacidades instrumentales y de cálculo habían avanzado notablemente hacia fines del siglo XX. Estos resultados son tomados como punto de partida para los trabajos que se han hecho en los últimos años, como es el caso de Mertens et al (2009), en el cual se estudia la variabilidad interanual de los flujos de entrada al mar Caribe, relacionada con la variabilidad regional de variables como la salinidad y la temperatura y con procesos de gran escala como son las corrientes que integran los giros oceánicos que se dan en el Océano Atlántico, particularmente la corriente del Norte de Brasil (NBC; North Brazil Current). El transporte de agua cálida por efecto de los anillos de aguas cálidas de la NBC ha sido ampliamente estudiado desde su comportamiento y estructura (e.g. Fratantoni et al, (1995); Nof (1996)), su variabilidad, (e.g. Garzoli et al (2003)) hasta su efecto en los eventos de huracanes (e.g. Ffield, 2007). Figura 1-2. Comparación de los transportes de masa en, hacia y desde el Mar Caribe obtenidos por medio de simulaciones (primer panel) y por mediciones (segundo panel). Transportes dados en Sv2. Tomado de Johns et al (2002). Estudios recientes también se han concentrado en estudiar los efectos que tienen procesos externos, tales como la descarga de ríos de caudales considerables como son, para el caso de la zona de estudio, el río Amazonas y el río Orinoco. Estudios como el de Hellweger & Gordon (2002) han permitido encontrar indicios de que las aguas del Río Amazonas pueden llegar hasta zonas hacia al norte tales como Barbados, al estudiar las correlaciones cruzadas de los campos de salinidad, con varios meses de desfase. Este estudio en particular estableció que hay correlaciones significativas (R2 = 0,92) para 2 6 3 1 1 10Sv m s el caso en que hay dos meses de desfase, el cual es el tiempo promedio de viaje entre la desembocadura del río Amazonas y Barbados. En los últimos años ha estado en boga el uso de nuevos métodos de recolección de datos, particularmente el uso de sensores remotos como es el caso de altímetros satelitales y radiómetros de alta resolución, con el fin de tener mejor resolución espacial y temporal, obteniendo así mejores resultados y nociones del comportamiento de los procesos físicos del océano. Trabajos como los realizados por Carton & Chao (1999), Andrade & Barton (2000) y Richardson (2005), tratan de describir las dinámicas de formación de vórtices, las direcciones y magnitudes de las corrientes por medio de información de altimetría satelital (los dos primeros trabajos) y usando derivadores rastreados satelitalmente (el último). En la Figura 1-3 se muestra un esquema del estudio de Richardson, en el cual se presentan las trayectorias que siguen los derivadores en el mar Caribe, dando la idea de cuáles son las direcciones de las corrientes en dicho mar, particularmente en la cuenca Colombiana. Una alternativa a los estudios basados a mediciones in situ también es la modelación hidrodinámica, la cual se presenta como una herramienta de gran utilidad para conocer estas dinámicas y comprender las causas y efectos de los procesos naturales y antropogénicos. Esta técnica permite plantear multitud de escenarios y extrapolar espacial y temporalmente la información obtenida a partir de mediciones de campo, pudiendo obtener una perspectiva más amplia de los fenómenos de estudio. Figura 1-3. Trayectorias de los derivadores en la zona del giro Panamá-Colombia. Puntas de los vectores espaciadas en intervalos de 1día. Tomado de Richardson (2005) En el mundo en general el uso de los modelos se ha venido implementando con desarrollos importantes desde la década de 1970. Tal y como se comenta en Killworth et al (1991), numerosos esquemas de modelos de circulación oceánica general han sido desarrollados, como los trabajos de Sarkisyan (1962) y de Crowley (1968), teniendo, entre todos, más relevancia el planteado por Bryan (1969), siendo éste el modelo estándar de facto para numerosas aplicaciones, el cual fue modificado para ampliar su aplicabilidad, tal y como se hace en Killworth et al, (1991). Los estudios de modelación en el mar Caribe se han hecho precisamente con el fin de aprovechar sus bondades a la hora de permitir el entendimiento de los procesos más allá de las limitaciones que pueda ofrecer un enfoque netamente instrumental. Trabajos como los realizados por Sheng & Tang (2003), Chérubin & Richardson (2007) y Lin et al (2012) examinan cómo es la variabilidad de las condiciones de circulación en el Mar Caribe. El primer y último trabajo se enfocan en la variabilidad temporal de la circulación, con un mayor énfasis en el caso del primer trabajo en el sector occidental del mar Caribe y del último en observar la influencia que tienen los remolinos de mesoescala existentes en el Mar Caribe sobre la circulación. El segundo trabajo se centra más en el estudio de la corriente del Caribe y en la influencia que tiene sobre ésta los ríos con importancia dinámica en la región, el Amazonas y el Orinoco. Sheng & Tang (2003) también resaltan la importancia dinámica del río Magdalena, sobre todo para la circulación del sector suroccidental del Mar Caribe, llegando a interactuar con el giro Panamá – Colombia, el cual es una fuente importante de variabilidad para la circulación del mar Caribe. A tono con los estudios de variabilidad regional de la circulación, el trabajo de Jouanno et al (2008- 2009), hace una revisión con más detalle de los procesos que dan forma a los patrones observados. Estos estudios numéricos destacan las diferencias dinámicas de importancia entre las cuencas oceánicas que conforman al mar Caribe, el cual siempre había sido concebido como una entidadhomogénea. Los resultados diagnósticos de las modelaciones permiten comprender que las corrientes en el Caribe son intrínsecamente inestables. La naturaleza de esta inestabilidad varía espacialmente debido a las diferencias entre cuencas. También se permite establecer que los procesos locales tienen importancia dinámica, al ser capaces de generar inestabilidades considerables, aunque no tan energéticas como las de mesoescala. En Colombia se han hecho esfuerzos para estudiar ambos mares territoriales. En el Pacífico Colombiano los estudios oceanográficos se han realizado principalmente a partir de análisis estadístico de datos y cálculos matemáticos (Rodríguez-Rubio et al, 2003; Devis-Morales et al, 2008) y con modelos bidimensionales (Otero, 2005) y tridimensionales (Guerrero-Gallego et al, 2012) en el caso de los estudios de circulación. En el Mar Caribe Colombiano los estudios se han enfocado principalmente en variables como la temperatura superficial del mar (Bernal et al, 2006); Ruiz-Ochoa, 2008; Ruiz-Ochoa et al, 2012 y la surgencia costera (Andrade & Barton, 2005). Para el caso de la modelación tridimensional de corrientes marinas, efecto de la marea y los forzadores climatológicos que se desarrollan en el Caribe Colombiano, los estudios se han enfocado principalmente en procesos que ocurren en desembocaduras de ríos al mar y en procesos costeros (Montoya y Toro, 2006; Álvarez-Silva et al., 2010). 1.5. Marco Teórico 1.5.1. Modelación oceánica: Ámbito La modelación numérica oceánica se ha constituido en la actualidad en un soporte para la oceanografía y las ciencias climáticas, debido a que provee herramientas para interpretar el comportamiento del océano, investigar hipótesis experimentales sobre diferentes procesos, generar escenarios posibles, tales como los de cambios antrópicos globales e incluso hacer predicciones de condiciones oceánicas desde escalas semanales hasta decadales (Griffies et al, 2009). Una razón alternativa para que las metodologías que incluyen la modelación numérica tengan tanta relevancia es la comprensión de las limitaciones que tienen las metodologías de realizar mediciones in situ y desarrollar teorías analíticas para comprender el comportamiento altamente no lineal que tiene el océano (McWilliams, 1996). Willebrand & Haidvogel (2001) comentan que hacia la década de 1980 el desarrollo de los modelos oceánicos tenía dos corrientes de desarrollo casi que, en direcciones mutuamente exclusivas, que eventualmente se unirían hacia principios de la década de 1990. Por un lado, estaban los modelos basados en la aproximación cuasi-geostrófica, con un pequeño número de capas adiabáticas y configuración geométrica idealizada, los cuales eran usados básicamente para el estudio de aspectos dinámicos del océano a una escala de cuenca oceánica, enfocados principalmente en la resolución analítica de los procesos de inestabilidad y vórtices de mesoescala, pero excluyendo procesos diabáticos, como la circulación termohalina. La otra corriente fue desarrollada partiendo del Sistema completo de Ecuaciones Termodinámicas Primitivas (ETP), los cuales eran utilizados fundamentalmente para la simulación de circulación de escala con geometrías más realistas, y para estudiar la importancia del océano en los procesos climáticos globales. Las resoluciones gruesas de los modelos ETP hacían que su uso para resolver problemas a escalas menores a la de las cuencas oceánicas, estuviese restringido. Como anteriormente se dijo eventualmente estas dos corrientes de desarrollo convergieron en un solo enfoque, al completarse el WOCE Community Modelling Experiment (Bryan & Holland, 1989). En la década de 1990 de nuevo se distinguen dos corrientes de desarrollo de modelos oceánicos, esta vez ambas basadas en los modelos ETP, Modelos de alta resolución y modelos de clima oceánico. Los primeros se pueden hacer en resoluciones del orden O(10km) o menos, los cuales se usan para el estudio de la resolución de los problemas de corrientes de energía de frontera, con los procesos de instabilidad asociados para escalas desde la escala de cuenca oceánica hasta la escala global, lo cual describe bastantes aspectos de los procesos de circulación oceánica. Sin embargo, su mayor restricción es la capacidad de computo necesaria para resolución las dinámicas modeladas, por lo que están limitados a tiempos cortos de integración y cuencas unitarias, lo que hace que su uso para problemas de largo plazo y escenarios climáticos no tengan tanta aplicabilidad como la segunda familia de modelos. Esta última en la actualidad conserva esquemas muy similares a los desarrollados anteriormente, pero con mejoras en la resolución (100 – 400km), con parametrizaciones de los procesos de mezcla a un nivel de resolución menor al de la malla usada (subgrid-scale) y de los vórtices de mesoescala moderadamente mejoradas. Son usados primordialmente para simulaciones climatológicas, es decir, de largo tiempo para propósitos descriptivos del clima marítimo, así como en conjunto con modelos atmosféricos o biogeoquímicos, dando lugar a los modelos acoplados. Estos modelos son capaces de reproducir las condiciones generales de gran escala, sin embargo, carecen de la posibilidad de representar de forma convincente los procesos de escalas pequeñas (microescala) y medianas (submesoescala y mesoescala), por lo que no son los más indicados para comparaciones directas con mediciones de campo. 1.5.2. Modelación Oceánica: Análisis de Corrientes Oceánicas a diferentes escalas Las escalas temporales y espaciales en las que se pueden ubicar los movimientos en el océano son variadas y con particularidades asociadas a cada una de ellas. Dichas particularidades están enfocadas hacia los efectos que tienen mayor importancia y a los regímenes dinámicos que caracterizan los movimientos para cada escala. El entendimiento de cuáles son las transformaciones que sufre la energía total a medida que los procesos cambian de escala es esencial para poder comprender cómo funciona la circulación oceánica. En la Figura 1-4 se muestran las diversas escalas que se consideran en el estudio de los movimientos oceánicos y las dinámicas que caracterizan dichos movimientos, observándose que a medida que la escala disminuye los procesos más generales, como los forzadores climáticos, pierden importancia con respecto a la importancia que van ganando los procesos generados localmente, como la turbulencia. (Capet et al, 2008c). Figura 1-4. – Diagrama de los regímenes dinámicos importantes característicos por escala y de los procesos de conversión de energía total que conectan las diversas escalas para una circulación oceánica en equilibrio. Tomado de Capet et al (2008c). Willebrand & Haidvogel (2001) comentan que para que los modelos hidrodinámicos puedan resolver las ecuaciones que gobiernan el movimiento de los fluidos, es necesario integrarlas en intervalos discretos de espacio y tiempo (tamaño de celda y paso de tiempo). De esta manera, se tienen tres aspectos a considerar: la escogencia del sistema de ecuaciones que representan apropiadamente los movimientos a describir para las escalas de trabajo, las parametrizaciones que es necesario incorporar para los procesos que no se resuelvan explícitamente con el modelo (procesos de escalas menores a la de trabajo o de subgrid-scale) y la selección de esquemas numéricos y algoritmos apropiados. 1.5.3. Modelación Oceánica: Submesoescala Las corrientes costeras responden a procesos locales tales como forzamiento por el viento y las mareas e influencias remotas transmitidas desde aguas profundas o desde la línea de costa. Las corrientes alejadas de la costa tienen una variabilidad intrínseca de mesoescala, inducida por las inestabilidades debidas a las corrientes persistentes que se dan a lo largo de las costas. Estas corrientes son generadas como parte dela circulación existente a gran escala o surgen desde zonas cercanas a la costa (Marchesiello et al, 2001). Un paradigma común es que los procesos turbulentos en el océano superior están regidos fundamentalmente por tres clases de movimiento, vórtices geostróficos de mesoescala (eddies), ondas internas y turbulencia tridimensional de microescalas (Lévy et al, 2012). Las corrientes inducidas por el viento muestran inestabilidades de mesoescala y los vórtices resultantes son del tipo de flujo con mayor energía cinética en el océano junto con las mareas. (Capet et al, 2008a). Los vórtices de mesoescala son omnipresentes y normalmente están caracterizados por escalas espaciales horizontales de 1 – 10km. Estos vórtices han sido ampliamente estudiados por sus contribuciones dinámicas al transporte lateral de calor, momentum y trazadores. De manera similar, los procesos hidrodinámicos que se desarrollan en escalas de 0,1 – 100m, la llamada microescala, también han sido estudiados por su contribución a la disipación de energía y a la mezcla, por ejemplo, en procesos de rotura de ondas internas o la capa límite turbulenta. Sin embargo, en las escalas que yacen justo entre las pequeñas escalas y la mesoescala, i.e. escalas espaciales de O(1km), llamada submesoescala, en la zona cercana a la superficie tienen una gran relevancia por lo que el paradigma común se modifica para admitir una cuarta clase de movimiento que rige los procesos asociados con las transformaciones de energía: los mecanismos frontales de submesoescala (Lévy et al, 2012). Estos niveles espaciales han sido menos estudiados alrededor del mundo, contándose unos pocos casos en la actualidad. Esto es principalmente debido a restricciones de tipo instrumental y computacional, particularmente en este último ítem debido a que son resoluciones numéricas que exigen gran costo computacional. (Capet et al, 2008a, 2008c; Guoquiang et al, 2010). Los estudios de la física detrás de los procesos y estructuras espaciales asociados con los niveles de submesoescala revelan que éstos se distinguen por números de Rossby (relación entre la vorticidad planetaria y la vorticidad relativa) y de Richardson (cuantificación de efectos de densidad vs. los efectos del movimiento) del orden de O(1). Los mecanismos son distintos, tanto de los flujos mayormente cuasi-geostróficos de mesoescala, como de los flujos totalmente tridimensionales generados por procesos de pequeña escala los cuales son responsables, en gran parte, de la variabilidad de la parte superficial del océano, a la cual están asociados flujos verticales de masa, densidad y trazadores (Thomas et al, 2008). Dada la intensificación de los procesos en la vertical, la cual está ligada a un aumento considerable de la componente vertical de la velocidad, hay una correlación directa con altas tasas de deformación lateral, vorticidad relativa y pérdida del balance geostrófico (Mahadevan & Tandon, 2006). Para este último efecto un resultado importante es la generación de una “ruptura” en la aproximación hidrostática, dado que el balance existente en escalas mayores entre los efectos de rotación de la tierra y los gradientes de presión se pierde, debido fundamentalmente a que en los niveles a partir de la submesoescala, la escala vertical es comparable con la horizontal. Por esta razón la submesoescala, se consideran de transición de procesos prácticamente bidimensionales a procesos tridimensionales (ver Figura 1-4). Por su característica de zona transicional, la submesoescala se configura, como se muestra en la Figura 1-5, como una “zona gris”, dado que hay una confluencia de procesos cuasi-hidrostáticos y no hidrostáticos en estos rangos espaciales (Marshall et al, 1998). Si bien desde el punto de vista de la modelación numérica, hay diferencias notables en costo computacional y de procedimiento en el uso de modelos basados en las ecuaciones primitivas hidrostáticas y modelos con componentes no hidrostáticos, los resultados han demostrado, que aunque hay diferencias notables en las estructuras verticales instantáneas, los flujos medios en dirección vertical no se ven afectados significativamente por la elección de modelos, lo cual no permite hasta ahora identificar diferencias categóricas entre estos tipos de modelos (Mahadevan, 2006). Se han identificado, además, algunos mecanismos que generan estructuras de submesoescala, entre los cuales se pueden contar procesos ligados a la generación de frentes oceánicos (frontogénesis) y los efectos friccionales en los mismos, inestabilidades en la capa de mezcla, efectos no lineales de Ekman (Mahadevan & Tandon, 2006), procesos de filamentogénesis asociados con la mezcla y deformación de los vórtices de mesoescala (Gula et al, 2014). Figura 1-5. Vista general de los procesos dinámicos existentes según la escala espacial de análisis. Se hace hincapié en la definición de los rangos espaciales definidos dentro de la submesoescala como una “zona gris” desde el punto de vista de la aproximación hidrostática. Tomado de Marshall et al, (1998). 1.5.4. Modelo ROMS ROMS (Regional Ocean Modeling System) es un modelo de circulación oceánica de nueva generación diseñado especialmente para realizar simulaciones en una gran variedad de regiones. Es un modelo tridimensional, con coordenadas que se adaptan al fondo marino (terrain-following coordinates), llamadas coordenadas S, las cuales son una forma modificada de las coordenadas sigma (Shcheptkin & McWlliams, 2005), que pueden ser expresadas de la siguiente forma: ChyxhhyxS cc ,,, Donde S es el valor de la coordenada, que es función de la ubicación en la horizontal (x, y) en el dominio de cálculo y de que es una coordenada fraccional de “estrechamiento” en la vertical, cuyos valores están entre -1 y 0; hc es llamada “profundidad crítica”, la cual es un espesor para controlar la estrechez de las coordenadas S en aguas someras, h(x, y) es la columna de agua no perturbada en cada punto del dominio de cálculo y C es una función monótona adimensional para el estrechamiento de las coordenadas S, cuyos valores están entre -1 (fondo oceánico) y 0 (superficie libre) y se puede definir, en las configuraciones aplicadas en este trabajo como: 5,0 5,0tanh2 5,0tanh sinh sinh 1 s s b s s bC Donde b y s son parámetros de control para el fondo y la superficie libre respectivamente, controlando la cantidad de niveles sigma que se asignan en cada caso. Dado que ROMS trabaja con un esquema de mallas escalonadas (en inglés staggered grids) tipo Arakawa C, se puede definir, en función del nivel sigma k y el número total de niveles sigma N, según la malla en la que se requiera información, es decir información de variables definidas en dirección vertical (w) o para variables en las direcciones horizontales (malla ), como: mallaen puntos para 5,0 mallaen puntos para N Nk w N Nk k k El modelo ROMS resuelve las ecuaciones de Navier-Stokes con promediado de Reynolds (RANS, Reynolds-averaged Navier-Stokes equations), usando la aproximación hidrostática y de Boussinesq y en un marco de referencia con un sistema de Tierra en rotación (Shchepetkin y McWilliams 2005). ROMS usa un esquema explícito de división de pasos de tiempo, que permite la separación de los componentes baroclínicos y barotrópicos de las ecuaciones de momentum con pasos de tiempo externos e internos. Los pasos de tiempo cortos se usan para avanzar en el cálculo de la elevación de la superficie y del momentum barotrópico; los pasos de tiempo más largos se usan para el cálculo de la temperatura, la salinidad y momentum baroclínico (Penven et al, 2010). ROMS emplea, además, un procedimiento especial en dos direcciones para el promediado del tiempopara el modo barotrópico, el cual satisface la ecuación de conservación de masa y un algoritmo de paso de tiempo especialmente diseñado, del tipo predictor-corrector, que permite un incremento sustancial del tamaño del paso de tiempo permisible (Shchepetkin y McWilliams 2005). Para la parametrización de los procesos físicos no resueltos (subgrid-scale) se utiliza el esquema de capa límite no local, perfil planetario K propuesto por Large (1994). Si una frontera limita con el océano abierto, una condición de radiación activa, implícita y sesgada corriente arriba conecta al modelo al entorno (Marchesiello et al, 2001). ROMS ha sido diseñado, además, para ser optimizado en arquitecturas de cómputo paralelas con memoria compartida. La paralelización se hace con la división bidimensional de los dominios de cálculo en subdominios, los cuales son asignados a cada procesador disponible, para optimizar el uso de la memoria caché del procesador. (Penven et al, 2010). El uso de modelación anidada es necesario debido a que, como sugiere Penven et al (2006), este enfoque permite abordar el problema de cerrar la brecha entre las dinámicas de zonas near-shore y offshore, las cuales están ampliamente relacionadas cuando se plantean actividades de exploración y explotación de recursos en zonas marítimas. En principio, se analizan las escalas espaciales de carácter regional (mesoescala), dado que las corrientes alejadas de la costa tienen una variabilidad intrínseca asociada con estas escalas. Estas corrientes son generadas como parte de la circulación existente a gran escala o surgen desde zonas cercanas a la costa (Marchesiello et al, 2001). Teniendo en cuenta que las corrientes en zonas costeras responden a procesos locales tales como forzamiento por el viento y mareas e influencias remotas transmitidas desde aguas profundas o desde la línea de costa, la reducción de escala (en inglés downscaling) generado vía el anidado, permite, con base en las dinámicas de escalas mayores, inferir el comportamiento a medida que se entra en las dinámicas de zonas costeras. Las configuraciones de anidado se pueden hacer de forma independiente (en inglés offline nesting) o acopladamente (en inglés online nesting). Si bien con ambos enfoques se pueden obtener resultados de alta resolución de forma apropiada, que permiten estudiar problemas a escalas más altas, la diferencia radica en la frecuencia con que se pueden actualizar las condiciones de frontera que se le suministran al modelo, siendo éstas más altas para el caso acoplado. De acuerdo a las condiciones que se tengan y a los recursos computacionales disponibles, puede ser más eficiente el uso de una u otra forma (Mason et al, 2010). Para este trabajo se hizo uso del método de anidado acoplado. Este método tiene a su vez dos formas de hacer el acople, en una vía (en inglés one-way nesting) y en dos vías (2-way nesting). Para el caso del anidado en dos vías se involucra, además, el efecto de las soluciones de escalas más finas en las escalas más gruesas (Penven et al, 2006). Dado que esta forma de anidado está un paso más cercano a la realidad, dado que la influencia entre escalas espaciales es en doble vía, es el que se implementa en este caso. 1.5.5. Comentarios sobre la Aproximación Hidrostática Como se mencionó en la sección 1.5.3, los niveles de submesoescala pueden ser vistos como niveles espaciales de transición o de transformación del régimen de flujo, pasando de flujos de grandes escalas y mesoescala, los cuales son fundamentalmente bidimensionales, a flujos que se desarrollan de forma totalmente tridimensional en las escalas micro. En esta transición, desde el punto de vista de las aproximaciones que se tienen para explicar los procesos dinámicos sobresale el caso de la aproximación hidrostática. Del trabajo de Mahadevan (2006) se pudo establecer, que si bien existen diferencias en los resultados de modelación aplicando modelos con aproximación hidrostática vs modelos no hidrostáticos, las diferencias no son totalmente concluyentes. Por esta razón los trabajos de modelación que se realizan en la actualidad (e.g. Marchesiello et al (2011), Gula et al (2014), ) continúan usando modelos con aproximación hidrostática aprovechando el concepto expuesto por Marshall et al (1998), en el que se afirma que los niveles de submesoescala son una zona “gris” donde, hasta donde llega nuestro conocimiento actualmente, realmente no se ha podido comprender completamente el rol de los efectos no hidrostáticos en los procesos que aparecen en estas escalas. Por estas razones, se considera que para el caso de este trabajo, la falta potencial en que se está incurriendo al utilizar el modelo ROMS-AGRIF, el cual bajo las versiones usadas en el desarrollo de este trabajo (de la v2.x hasta la v3.1.1 que es la distribuida actualmente), no tiene el módulo no hidrostático), no afectará significativamente los resultados potencialmente obtenidos de cara a la determinación en primera instancia de rasgos asociados con la submesoescala. 2. Datos y Métodos 2.1. Área de Estudio La zona de estudio para este trabajo es la zona del Mar Caribe, con énfasis en la cuenca Colombia (sector occidental del Mar Caribe; ). El mar Caribe limita al sur con Suramérica, al oeste con Centro América y al norte con las Antillas Mayores. Está conectado con el Golfo de México por medio del canal de Yucatán en su lado noroeste y está ligado con el Atlántico Norte tropical en el Este. Figura 2-1. Mar Caribe, con énfasis en la zona de la Cuenca Colombia. Se resaltan las isobatas de 200m, 500m, 1000m y 2000m. La escala de colores indica los valores de la batimetría (Datos de ETOPO2). Los factores principales que controlan las dinámicas hidroclimáticas de las zonas del norte de Suramérica, Centro América y el Caribe son la migración meridional de la Zona de Convergencia intertropical (ZCIT), los vientos alisios, la celda de circulación de Hadley y las interacciones tierra- atmosfera en escalas variadas de tiempo. Recientemente se ha estudiado también la interacción océano-atmosfera, dado que los gradientes de las temperaturas superficiales del mar (TSM) representan un importante forzador para los chorros de viento superficiales (Lindzen & Nigam, 1987 en Whyte et al, 2007). Estudios recientes han demostrado que el gradiente zonal en TSM entre el Océano Pacifico tropical y el océano Atlántico es un importante generador de anomalías climáticas de verano en la zona denominada los mares de Intra-Américas o IAS (Intra-Americas Seas; Amador, 2008). Además, la zona se ve afectada es afectada en escalas interanuales por forzadores más remotos. En el Atlántico Tropical un evento similar al ENSO ocurre, pero es mucho más débil que el sistema ENSO que se desarrolla en el Océano Pacífico (Ruiz-Ochoa et al, 2012). Es necesario entonces estudiar las corrientes superficiales dado que tienen un efecto notable sobre los patrones climáticos en las zonas adyacentes a los mismos. El interés que se tiene para estudiar el chorro superficial del Caribe, llamado también Chorro Superficial de San Andrés en Poveda y Mesa (1999) y en Poveda et al (2006), es precisamente por su carácter modulador de los procesos climáticos, sobretodo en Centro América y, particularmente, los procesos relacionados con el transporte de humedad (la sequía de verano, mid-summer drought, MSD) que desarrollan en esta región y el comportamiento bimodal de la precipitación en la zona. Como se resalta en la sección 1.4, desde el punto de vista oceánico el Mar Caribe está afectado por la entrada en la zona de vórtices producidos por la retroflexión de la Corriente del Norte de Brasil (NBC; Fratantoni et al, 1995, Garrafo et al, 2003, Garzoli et al, 2003), los cuales tienen influencia en el comportamiento medio de la circulación oceánica del Mar Caribe y en la formación de vórtices en el mismo (Mertenset al, 2009, Jouanno et al, 2009, Jouanno et al, 2012). Además de las dinámicas propias de la corriente del Norte de Brasil, también se tiene que las descargas de los grandes ríos del norte de Suramérica como el Amazonas, el Orinoco y el Magdalena tiene influencia en las procesos físicos en el mar Caribe, como la circulación oceánica (Sheng & Tang, 2003, Cherubin & Richardson, 2007, Grodsky et al, 2015), la configuración de los patrones de salinidad, temperatura y otras variables (Hellweger & Gordon, 2002, Hu et al, 2004), así como en la formación de tormentas tropicales y huracanes (Ffield, 2007). 2.2. Información Usada Se tiene que las corrientes costeras responden a procesos locales tales como forzamiento por el viento y mareas e influencias remotas transmitidas desde aguas profundas o desde la línea de costa. Las corrientes alejadas de la costa tienen una variabilidad intrínseca de mesoescala, inducida por las inestabilidades debidas a las corrientes persistentes que se dan a lo largo de las costas. Estas corrientes son generadas como parte de la circulación existente a gran escala o surgen desde zonas cercanas a la costa (Marchesiello et al, 2001). Las corrientes inducidas por el viendo muestran inestabilidades de mesoescala y los remolinos resultantes son del tipo de flujo con mayor energía cinética en el océano junto con las mareas (Capet et al, 2008a). Debido a las condiciones anteriormente expuestas, para la modelación numérica de dinámicas asociadas con la circulación oceánica es necesario tener datos de entrada que den una visión de cuáles son las condiciones generales desde el punto de vista dinámico que se tienen en la región de estudio y que de acuerdo a la configuración que se haga para el modelo, se obtengan los resultados más cercanos a lo que se puede observar en la realidad. Se pueden identificar entonces tres frentes de información requerida. En primer lugar, información para la interacción océano –atmósfera, dado que el “límite” entre la atmósfera y la superficie libre del océano se comporta como una interfaz para múltiples procesos de intercambio de energía y momentum, e.g. la variabilidad de la superficie libre asociada con los vientos (oleaje, corrientes, storm surges) o los procesos de flujos de calor que se dan desde y hacia el océano. En segundo lugar, se requiere la información del comportamiento interno del océano, cuya realidad se puede ver tanto en superficie como en profundidad, e.g. los vórtices de mesoescala o los frentes oceánicos. Finalmente se requiere información que permita establecer la relación tierra-océano. Esta relación se puede ver desde la formación de “límites duros” para las cuencas oceánicas, hasta la contribución por parte de los cursos de agua dulce que descargan en la costa. En la Tabla 2-1 se muestran las bases de datos consideradas en este trabajo para la alimentación de datos de forzamiento superficial para el modelo ROMS-AGRIF. Estas bases de datos se tuvieron en cuenta debido a su uso extendido en la comunidad científica para temas que van desde la modelación hasta los estudios de variabilidad climática en todo el planeta. Para el modelamiento de condiciones medias, usando datos climatológicos (i.e. promedios de largo plazo), se emplea la base de datos COADS05 (da Silva et al, 1994), debido a que el enfoque final de estas pruebas es verificar el funcionamiento del modelo para condiciones medias. El resto de bases de datos se usa para la verificación y estudio del comportamiento de los forzadores del movimiento en el océano. Tabla 2-1. Bases de datos revisadas para la información de interacción atmósfera - océano En la Tabla 2-2 se resumen las bases de datos consideradas en este estudio para la definición de condiciones iniciales y de frontera del modelo, las cuales forman parte de información del comportamiento interno del océano. Para el modelamiento de condiciones medias, se usan las climatologías del World Ocean Atlas (WOA), en sus versiones de 2005 y 2009 (Locarnini et. al, 2009, Antonov et. al, 2009). Para la verificación de resultados se utiliza la base de datos AVISO, cuyos datos son generados y distribuidos con el apoyo del Centre National d’Etudes Spatiales (Cnes; http://www.aviso.oceanobs.com/duacs/). Al igual que en el caso de las variables atmosféricas, las otras bases de datos se destinan para la construcción de casos de modelación en tiempo variable. Por último, se tiene que para el caso de la definición de los “límites duros” de los dominios con los que se realizan las pruebas, se utiliza la información de la configuración de fondo oceánico de la base de datos ETOPO1 (Amante. & Eakins, 2009), la cual tiene datos tanto de topografía como de batimetría a una resolución de 1’ de arco (~1,9km), de la cual se elige la batimetría para ser interpolada a la resolución de las mallas de los dominios computacionales definidos. http://www.aviso.oceanobs.com/duacs/ Tabla 2-2. Bases de datos revisadas para la información de información oceánica 2.3. Métodos 2.3.1. Análisis Comparativo El análisis comparativo tiene como objeto establecer si el modelo está representando adecuadamente los procesos dinámicos que se quieren estudiar. Este análisis se puede hacer tanto de forma cualitativa, lo cual usualmente se hace de forma gráfica para aplicaciones de modelación hidrodinámica, como de forma cuantitativa, lo cual se hace definiendo criterios numéricos objetivos, haciendo uso de métricas para cuantificar la desviación del modelo frente a los datos de referencia (e.g. Willmott, 1982, Willmott & Matsuura, 2005) o usando parámetros y modelos estadísticos para hacer la calificación de esta desviación. En este trabajo se hace uso principalmente de forma cualitativa, aunque se definen algunas métricas de calificación del modelo, con base en la comparación de los resultados del modelo contra bases de datos de información secundaria, la cual en éste caso es información proveniente de sensores remotos y resultados de modelos de reanálisis global. El análisis se divide en dos frentes, comparaciones en la superficie libre y comparaciones en la vertical. Esta división se debe principalmente a la disponibilidad de datos con que realizar la comparación para escenarios de climatologías (promedios de largo plazo). En el primer caso se tiene que hay mayor disponibilidad de información, Para el caso superficial se puede contar con información medida por sensores remotos, en el caso del Mar Caribe es principalmente información obtenida con satélites. Para el dominio de la profundidad, la información medida es particularmente escasa en el Mar Caribe, dado que los esfuerzos de medición puntual son escasos, existiendo datos de campañas oceanográficas y experimentos oceanográficos (ver por ejemplo Richardson, 2005), los cuales desde el punto de vista de estudios de patrones de circulación para niveles espaciales de submesoescala, en el marco de las climatologías, no son suficientes. Por esta razón se recurre a información proveniente de modelos de reanálisis que, si bien están pensados para dinámicas globales y regionales, pueden dar una buena aproximación a los patrones que se esperarían encontrar en general. Para las comparaciones en superficie libre consideran dos tipos de análisis: Métricas globales: Esta comparación se hizo empleando algunos parámetros de comparación siguiendo los trabajos de Willmott (1982) y Willmott & Matsuura (2005), como son el índice de concordancia (index of agreement, d), el error medio cuadrático (Root mean square error, RMSE) y el error medio absoluto (Mean Absolute Error, MAE). Estas métricas se definen de la siguiente manera: OP N MAE OP N RMSE 1 1 2 10 1 2 2 d OOOP OP d Donde P corresponde a los resultados de la modelación, O a los datos de referencia,
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