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Publicado por: Spirit of Elijah Ministries P.O. Box 377 Bulverde, TX 78163 Capacitados para amar © 2008 por Norm Wakefield. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción, copia o el utilizarlo de cualquier manera en sistemas de computación o transmisión o cualquier otra forma, ya sea electrónica, fotocopia, grabación o de ninguna otra manera sin el permiso escrito de Norm Wakefield, Spirit of Elijah Ministries, como provisto conforme las leyes de producción los de Estados Unidos, Norteamérica. A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas se tomaron de la Santa Biblia Versión Reina Valera 1960 © Sociedades Bíblicas Unidas Originalmente publicado en inglés con el título: Equipped to Love y es propiedad literaria: Copyright © 1999 por Norm Wakefield, producción por Spirit of Elijah Ministries. ISBN: 1-892754-21-5 Fecha de Publicación de la Versión Digital: Abril 2014 ISBN: 1-892754-48-7 (Apple y Nook | ePub) ISBN: 1-892754-49-5 (Kindle | mobi) Traducción por: David Araya—costarica_46@yahoo.com Ronald Araya: http://www.global- linguistics.com; glc-info@global-linguistics.com Editado por: Dulce Sancho—dmsancho@hotmail.com Edición y revisión de la Versión Digital: Américo López — jesusamerico@gmail.com Diseño de Portada: Josh Goforth, Goforth Graphics Contenido Portada Dedicatoria Prefacio Introducción Parte Uno - Lecciones Sobre el Amor Capítulo 1 - ¿Qué Tipo de Amor? Capítulo 2 - Relaciones Libres de Idolatría Parte Dos - Las Siete Características de la Idolatría Capítulo 3 - Más Que Un Dios Capítulo 4 - Controla y Esculpe Capítulo 5 - Más Sobre el Esculpir Capítulo 6 - Egoísmo Capítulo 7 - Se Fija en La Creación Capítulo 8 - Adora a Muchos Ídolos Capítulo 9 - Se Reproduce a Sí Mismo Capítulo 10 - El Odio/El Amor Parte Tres - Capacitados Para Amar Capítulo 11 - Arrepentimiento y Fe Capítulo 12 - Vístanse de Cristo Jesús Capítulo 13 - El Amor Emana de Dios Capítulo 14 - Generaciones Capacitadas Para Amar Notas Otros Recursos CAPACITADOS PARA AMAR Relaciones Libres de Idolatría Norm Wakefield Una organización sin fines de lucro Bulverde, Texas A mi fiel y amada esposa, Alma—mi amiga, y mi alma gemela. Prefacio Indiscutiblemente se puede asegurar que el amor es una cualidad del carácter que más se debe manifestar en la iglesia. El pastor muchas veces se relaciona con personas que desean amar pero no saben cómo o no entienden el por qué son incapaces de amar. Esa necesidad me inspiró a escribir este libro. Sé que hay una gran cantidad de libros disponibles para el cristiano diciéndole que debe amar, pero he encontrado que pocos escudriñan las razones por las cuales no somos capaces de amar o los que nos digan cómo podemos amar. No obstante, el amor no se puede reducir a la simple aplicación de conocimientos o a la práctica de un conjunto de reglamentos, me he sentido fortalecido por las respuestas al mensaje de este libro. Sé que Dios usará el entendimiento de Su Escritura para capacitarle para amar. Indudablemente existen muchos recursos que hubiera recomendado en esta tentativa, pero a propósito los he limitado a unos pocos (me disculpo por la brevedad de las notas ubicadas al final de este libro). Concretamente, he confiado en la sabiduría de Las Sagradas Escrituras, en su discernimiento y en su confiabilidad de ésta como el recurso de estudio para capacitarle para amar. Otra razón para escribir el libro, Capacitados Para Amar es ¡porque lo necesitaba! Me han dicho que los pastores predican conforme lo que necesitan aplicar en sus propias vidas. ¡Este es mi caso! Estimo mucho a mi esposa, Alma, y a mis hijos: Abby, Alyssa, Micah y Amanda, quienes me han apoyado durante mi tiempo de aprendizaje. Hubiera deseado estar mejor capacitado para amar, antes de llegar a ser esposo y padre pero, la realidad es que no lo estuve, y tal vez, con usted sucedió lo mismo. Escribí este libro para esposos que quieren saber cómo amar a sus esposas; para esposas que desean amar a sus esposos; para padres que anhelan amar a sus hijos con el amor de Cristo; para hijos y adolescentes que se esfuerzan para amar a sus hermanos, a sus hermanas y a sus padres y para las personas de Dios que desean amarle cada vez, más. Las amenazas contra el matrimonio y contra las familias de nuestra sociedad humanista y hedonista (concupiscente) también me han inspirado a escribir. Los matrimonios sufren tremendamente porque muchas de las relaciones, antes del matrimonio y durante el matrimonio, se fundamentan en la idolatría. Consecuentemente, hoy en día esos matrimonios están en desequilibrio. El porcentaje de divorcio en la iglesia es tan predominante como en la sociedad secular. Si usted es uno cuyo matrimonio está en peligro, y siente que el amor ha desaparecido en su relación, entonces le doy gracias a Dios por haber llevado este libro a sus manos. ¡Usted es una de las razones por la cual este libro fue escrito! Nunca es demasiado tarde para ser capacitados para amar. En los últimos dos años, dos de mis hijas se han casado. Que gran bendición es ver el comienzo de sus matrimonios cimentados en el amor de Jesucristo. Estoy seguro que usted valora el preparar a sus hijos para que establezcan un matrimonio capacitado para amar. Espero que uno de los fines más importantes de este libro sea para concretar firmemente la fundación de matrimonios nuevos. Sin tomar en cuenta su edad, sexo o estado civil, no creo que se desilusione sobre la lectura de este libro, Capacitados Para Amar. Estas verdades y conocimientos han sido utilizados por Dios para salvar matrimonios, transformar relaciones e inspirar un amor más abundante hacia Dios. Doy gracias a Dios por lo que Él nos ha dado a través de Su Palabra, de su Hijo, Cristo Jesús y por su Espíritu Santo. También, quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerles a varias personas quienes han contribuido directa o indirectamente en la escritura de este libro. Primero, quiero expresar mi profundo agradecimiento a los miembros de la iglesia Coast Community en Fountain Valley, California, por su formidable sacrificio, apoyo y estímulo. Por su buena voluntad en proveerme del tiempo, del apoyo económico para mi familia y la inspiración para escribir este libro sólo puede ser atribuido al trabajo misericordioso de Dios en sus corazones lo cual es una demostración de Su amor para mí. En segundo lugar, aprecio la labor de Jerry White Jr., por su crítica y valiosa claridad centrada en Cristo. Él no sólo ha influido en el contenido de este libro con sus comentarios, pero su ejemplo de amor a través de los años ha causado una impresión imborrable en mi vida. Finalmente, Dios ha constituido a mi familia en una gran inspiración para mí. Junto a Cristo, ha sido esencialmente a través de ellos y con ellos que Dios me está enseñando y me está capacitando para amar. Introducción AMOR—una palabra a la que, frecuentemente, se le despoja de su poder. Nosotros amamos nuestros carros, nuestras casas, trabajos, deportes, pasatiempos y un montón de cosas más. Pero, ¿Qué es lo que la mayoría de la gente da a entender cuando dicen que aman sus carros? ¿Aman de la misma manera como aman a las personas? Por lo general, la respuesta es «Sí.» Cuando confundimos la forma en como amamos a las cosas con la forma en que amamos a Dios y a las personas, nos hayamos frustrados y derrotados. ¿Te esfuerzas por amar a Dios? Si has crecido asistiendo a la iglesia, bien sabes que debes amar a Dios. El Apóstol Pablo escribió: «Si alguno no ama al Señor, quede bajo maldición» (1 Corintios 16:22). Este versículo ha tenido un impacto muy fuerte en mi vida. El temor de no amar a Dios lo suficiente me ha atormentado más veces de las que recuerdo. Sé que no amo a Dios como debería. Sus misericordias,Su Palabra, Su perdón, Su atención cuidadosa sobre mí, Sus dones, Su intercesión a mi favor, Su muerte y resurrección deben avivar un amor consistente y profundo pero algunas veces, mi amor para Él, es frío. Frecuentemente en mí, siento que mis actitudes hacia Dios no son las correctas. Por ejemplo, poco después de mi nuevo nacimiento espiritual a la edad de 29 años, descubrí un resentimiento hacia Dios que estaba perturbando mi relación con Él. Era un resentimiento proveniente de mi frustración por no recibir prontamente la revelación, de su Persona, hacia mí. No me gustó que Dios me dejara batallar, fatigosa e infructuosamente por 17 años; de hacerme aceptable para Dios y a mi propia conciencia. Yo no entendía el amor de Dios ni tenía el conocimiento de cómo amar. Sin embargo, ahora estoy en paz con el hecho de que todo se da en el tiempo de Dios, ¡cómo hubiera deseado que, un libro como éste, hubiera llegado a mis manos en aquel entonces! ¿Hay personas, que agotan el límite de su capacidad de amar? Con frecuencia, las personas quienes deseamos amar más, son aquellas con las que tenemos las mayores dificultades. Quizás puedas identificarte con la pareja a la que aconsejé, que oponía resistencia para perseverar en un matrimonio caracterizado por una relación de amor y odio. Decían que se amaban, sin embargo, no se toleraban el uno al otro. Se manipulaban y se molestaba el uno al otro por la menor cosa. ¿No te interesaría saber por qué tienes dificultad en amar a tu esposa, esposo, hijo, hermano, hermana, o colega? Aún más, ¿No es tu deseo honrar a Dios, amándoles con Su amor? Si piensas que no puedes amar, y sufres severamente de un caso incurable de egocentrismo, de tal forma que debes recibir suficiente motivación para que intentes amar más, descubrirás el placer de que la respuesta no consiste en más esfuerzo de tu parte. Si deseas aumentar tu amor por Dios y los demás, te alentará aprender cual es el propósito de Dios para las relaciones interpersonales. Adquiriendo una nueva perspectiva con respecto a lo que Dios está haciendo en tu vida, cuando Él trae a tu vida personas y circunstancias difíciles, te permitirá adquirir sabiduría y esperanza. De igual manera, descubrirás como Dios trabaja a través de las personas y circunstancias para conducirte hacia Él mismo y a un conocimiento más profundo de Su amor manifestado a través tuyo. El propósito de este libro es capacitarte para que puedas reconocer actitudes y acciones engañosas de la falta de amor, entonces guiarte al Manantial de amor. Aprenderás a: • Diferenciar entre el amor conforme a Dios y el amor conforme al mundo. • Suprimir la postura y la actitud de idolatría conforme a Dios, a otros, y a circunstancias. • Reconocer las características del espíritu de idolatría. • Amar como Dios ama. Escribiré sobre el tipo de amor representado por la palabra griega, ágape. Este amor sobrepasa todo tipo de amor y provee el fundamento, tanto para el amor fraternal (fileo) como para el amor físico (eros). Deseamos llegar al grado de madurez en el cual, el amor sea la motivación de todas nuestras relaciones. Leemos en las Escrituras que la Palabra de Dios escudriña y expone los motivos destructivos y ocultos, de nuestros corazones. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta (Hebreos 4:12-13). Esto es indispensable si nuestro amor ha de ser refinado y maduro. Creo que el discernimiento de la Palabra de Dios será poderoso y cambiará vidas. El deseo y anhelo de mi corazón es ver que Dios forme, a través de familias cristianas, niños que no sólo sean educados, habilidosos, y equipados, sino que también sean niños que sepan amar. También deseo implantar una visión clara y amplia en la mente de los padres. Reflexiona en el impacto que tendría una generación de adultos jóvenes inspirada por el poder del amor, en sus hogares, hasta un punto que llega a influir a la siguiente generación. Criar niños instruyéndolos satisfactoriamente a amar a Dios, a ser responsables y hábiles y que contribuyan al reino de Dios, depende de muchos elementos. Nos preocupamos por el elemento educativo, el elemento de salud, el elemento de habilidades prácticas, el elemento espiritual, el elemento social, y el elemento de carácter. De todos estos elementos en la fórmula de ser padre, el más importante, conforme a la Palabra de Dios, es el amor. El Apóstol Pablo lo resume cuando él determina un bajo valor a la educación sin amor. Él escribió a los Corintios, «Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy» (1 Corintios 13:2). ¿Cuál es el elemento de amor en tu vida? ¿En tu hogar? ¿No te gustaría aumentar este aspecto de tu vida en tu hogar y relaciones? Espero que sí. Que maravillosa libertad te espera. Que Dios te capacite para amar. «Padre celestial, Manantial de Amor, capacítame para simple y claramente compartir aquellos obstáculos para poder amar que haz manifestado en Tu Palabra. Que Tu Espíritu repose en mí mientras escribo y en mis lectores cuando lean. Úngenos con el poder para amar. Concédenos Tu gracia divina para entender las verdades otorgadas y aplícalas en nuestras relaciones. Te agradecemos y te damos toda la gloria. Amén Parte Uno Lecciones Sobre el Amor Capítulo 1 ¿Qué Tipo de Amor? Diferencia entre el Amor conforme a Dios Y el Amor Mundano. Ya que la palabra—amor—se utiliza con mucha frecuencia, encuentro útil establecer la diferencia entre el amor mundano y el amor conforme a Dios. Son polos opuestos. El Amor Mundano El amor conforme al mundo se orienta en el obtener y en el usar. El Apóstol Juan lo describe en su primera carta: No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo (I Juan 2:15-16). Cuando el Apóstol Juan habló del mundo, se refería a aquellos que no pertenecen a Jesús. Cuando Él les hablaba a sus discípulos sobre el don del Espíritu Santo, Jesús diferenciaba los Suyos con los del mundo. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros (Juan 14:16-17). Ya que el mundo no puede recibir al Espíritu Santo, no hay manera en que el amor mundano pueda estar de acuerdo con el amor de Dios. Por consiguiente, en la misma epístola, Jesús se refiere a una diferencia entre el pensamiento del mundo y la manera de pensar de aquellos que son de Él. Contemplamos que el mundo se ama a sí mismo y aborrece a Jesús y a los Suyos. Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece (Juan 15:18-19). Probablemente, el amor mundano puede ser definido por la escritura del Apóstol Juan en su primera epístola. Él escribió que el amor mundano puede ser simplificado con las siguientes palabras: «Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseosde los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo» (I Juan 2:16). El mundo valora las cosas y las personas de acuerdo con el beneficio que den. Probablemente, has observado que cuando utilizan la palabra «amor», como verbo, se refieren a que el objeto de su amor les da algo que desean. Por ejemplo, cuando alguien del mundo declara, «yo amo mi carro», posiblemente tiene en mente los beneficios que el carro produce en su vida, ya sea porque satisface su propia vanagloria o porque le da un servicio sin presentar problemas mecánicos. Si alguien en el mundo, tuviera un carro destartalado como el mío, probablemente no se referiría a su auto, en forma tan afectiva. ¡Simplemente nos da una oportunidad para confiar en Dios! Cuando una persona mundana declara que ama a su esposa, probablemente se refiere la mayor parte del tiempo a que su esposa realiza lo que él desea que ella haga y cuando él desea que lo haga. Con tal que le complazca con felicidad y lo satisfaga, ella tiene el valor que él le expresa, con la palabra «Amor.» En la otra cara de la moneda, a lo mejor alguien podría usar el término opuesto, correspondiente al odio para aplicarlo a aquellas cosas que no logran hacer que su vida sea más fácil. Es posible que una esposa diga que odia su esposo o a sus hijos porque no cumplen con sus deberes a la hora determinada y como ella lo desea. Usualmente este odio se desarrolla a través de un período de tiempo, pero el concepto es claro: El amor mundano se concentra en el obtener y en el uso que se le pueda dar. El Amor Conforme a Dios En evidente contraste, El amor conforme a Dios se enfoca en los conceptos de dar y servir. Dios está enseñándonos esta lección, a mi esposa y a mí, a través de nuestra hija Amanda quien tiene Síndrome de down. Estuvimos totalmente sorprendidos por su condición cuando ella nació. Esto fue un cambio de vida inmediato por muchas razones, pero la primera fue el descubrir lo que significa el amor mundano con respecto a nuestro pensamiento para con ella y a nuestros otros hijos. ¡Teníamos peticiones específicas anotadas en nuestro libro de oraciones y Amanda no era la respuesta a ninguna de esas oraciones! A su llegada, los motivos egoístas detrás de nuestras oraciones fueron exhibidos libremente en la cruz. Enfrentados con nuestro desencanto e incapacidad de encontrar algún uso o beneficio egoísta de su existencia, fuimos sacudidos hasta lo más profundo de nuestro corazón. Deseábamos un niño que nos proporcionara algo—una niñita que pudiéramos utilizar para nuestra vanagloria y que no fuera una molestia. Por supuesto, deseábamos que ella fuera el tipo de persona que otros «amaran», también—alguien quien pudiera llamar la atención de los demás por lo que pudiera ofrecerles. Me avergüenzo en admitirlo, pero antes que naciera Amanda, esperábamos que su valor consistiera en su capacidad de contribuir en beneficio a nuestras vidas. Ahora puedo entender cuanto nos amó Dios, demostrándonos con ello, cuan equivocados estábamos en cuanto a nuestro concepto de Su amor, y ¡estoy alegre que lo hizo! Descubrimos un nuevo aprecio y entendimiento del amor de Dios. De esta manera, Dios me reveló como yo estaba en una condición similar con respecto a Amanda, en mi relación con Él—siendo yo inútil, pero con necesidad de amor. Lo Que Valemos Para Dios Como pecador, Cristo Jesús no tenía ningún uso para mí, excepto como objeto, en el cual, el amor de Su Padre es manifestado por medio de Él. Los versículos en Romanos 3:10-12 tomaron un nuevo significado: «No hay un solo justo, ni siquiera uno; no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. Todos se han extraviado; por igual se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.» Esos somos nosotros los seres humanos. ¡Estamos deformados drásticamente y peor que retardados espiritualmente! Mi pecaminosidad facilita la oportunidad a Dios, el Padre, de manifestar Su muestra de amor—un amor dadivoso. Cuando Jesús dice, «te amo», Él expresa que soy valioso por lo que adquiero de Él—el amor de Su Padre. Igualmente, observé que el amar a Amanda, tenía que establecer una diferencia entre el amor mundano y el amor conforme a Dios. Del punto de vista del mundo, no tenía razón de amar a Amanda. Pero por la gracia divina manifestada en la Palabra, el amor tomó un nuevo significado. ¿Alguna vez has considerado que el gran valor de aquellos a los cuales tienes dificultad en amar es porque te hacen ir al Padre celestial? El valor de todos y de Amanda proviene de su capacidad en percibir —ese tipo de amor que el Padre concede—y así glorificando a Dios. Dios da gran libertad cuando nos damos cuenta que las personas y circunstancias presentan oportunidades para que Dios demuestre la realidad de nuestra relación con Él. Él las concede con el propósito de probar y de demostrar quienes son sus hijos. Conforme Él ama a través de nosotros, sentimos que somos amados por Dios. Las personas y circunstancias son concedidas por Dios—con el propósito de probar y demostrar a los hijos de Dios, el objeto del amor de Dios. Consecuentemente, las personas de la vida como «Amanda» nos hacen darnos cuenta del poder del pecado y el poder del amor. Si sólo tenemos en nosotros el amor mundano, la opresión egoísta poderosa del pecado en nuestro corazón será evidente en nuestra incapacidad de amar. Pero si Jesús mora en nosotros, descubriremos la fortaleza de Su amor fluyendo fácilmente a través de nosotros. En ambos casos ellos son instrumentos de Dios enseñando de lo que está lleno nuestro corazón. Nunca me olvido lo que mi buen amigo y consejero, Jerry White, dijo: «Cada relación es una oportunidad para amar, y cada situación es una oportunidad para demostrar confianza.» Oswald Chambers escribió, «El temperamento de un hombre por dentro, i.e., lo que posee en su personalidad, determina lo que le provoca en lo externo. La tentación se ajusta a la naturaleza del que es tentado, y revela las facultades de la naturaleza. Cada hombre tiene la naturaleza de su propia tentación, y la tentación provendrá de esa propensión dominante»1... Dios conoce, justo lo que necesitamos para revelar la propensión del amor mundano y nos guía al arrepentimiento, rebosamiento y derramamiento de Su amor. La gráfica siguiente compara los dos tipos de amor. Si únicamente conocemos el amor mundano, sólo estaremos felices con lo «más agradable» en nuestras vidas. Nuestras relaciones lo demostrarán. Nos encontramos tratando celosamente de controlar todo y a todos aquellos que consideremos de provecho. Frecuentemente lidiamos con el enojo y la envidia y posiblemente nos ofendemos fácilmente. Pero si conocemos el amor de Cristo, un amor dadivoso fluye de nosotros conforme vivimos nuestra vida en la plenitud de Cristo. Es el tipo de amor que provee la base para la unidad. Deseando lo mejor para todos y difiriendo el yo por otros, estamos dispuestos a servir a otros sin envidia ni ofensa. Puesto que fluye de una unión vital con Cristo Jesús, toda la gloria es de Dios. Como escribió Juan, Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor (I Juan 4:7-8). Considere estas características: El Amor Mundano Versus El Amor Conforme a Dios Origen: Amor-propio Origen: Dios en Cristo Jesús Motivación: Obtener Motivación: Dar Objetivo: Sacar provecho Objetivo: Ser de provecho Exalta al hombre Exalta a Dios No requiere fe; natural Requiere fe; espiritual El valor es determinado por el aprovechamiento de la persona uobjeto El valor es determinado por la oportunidad provista para demostrar el amor de Jesús Egoísta por naturaleza Se concentra en otros Dominio; manipulador Someterse; servir Envidioso Sin envidia Fracasa Sin fracaso Odia el sufrimiento Soporta el sufrimiento Se funda en valores temporales Se fundamenta en valores eternos Sin poder de unificar Vínculo perfecto de unidad Se funda en sentimientos Se fundamenta en la verdad Puede enojarse u ofenderse No puede enfurecerse u ofenderse Impulsado por lo vano/presuntuoso Impulsado por plenitud/perfecto Sensación de vacío interior Sensación de reboso Tal vez esto sea un nuevo pensamiento. Entre mayor sea nuestra inutilidad, incapacidad u obstinación, existe mayor potencial para que experimentes el amor de Dios. ¿Hay alguien a quien conoces que debes amar, pero te es difícil hacerlo? ¿Tal vez la filosofía del amor mundano ha encontrado nido en tu pensamiento? Si lo has percibido, a lo mejor estás en el umbral de experimentar el amor de Dios de una manera poderosa. Cuando Dios me reveló este pensamiento, le pedí al Señor que me indicara las relaciones que esa manera de pensar habían destruido o dañado para pedirle un arrepentimiento minucioso y demostrar Su amor para Su gloria. Gocé más libertad que nunca antes y percibí que mi capacidad de amar aumentaba conforme, tuve un cambio de idea y pensamiento sobre esas relaciones. Muchos otros han expresado el mismo testimonio. Una mujer me indicó que al entender su amor mundano por su esposo rescató su matrimonio. Las madres, fastidiadas con sus niños porque no son «de su agrado», han expresado la alegría de relaciones sanadas y renovadas. Los esposos han logrado una nueva visión para amar a sus esposas mientras ven la diferencia entre el amor mundano y el amor conforme a Dios. ¿Puedes pensar en una relación con la cuál estás batallando en este momento? ¿Estás frustrado con algo que no estás recibiendo de esa persona y que sientes que lo mereces? ¿Te incomodan? Si hicieran las cosas a tu manera y a tu tiempo, ¿sentirías que los amas más? ¡Por favor! Toma un momento y deja que Dios examine tu corazón a través de esta primera percepción sobre el amor. Él podría hacerte recordar diferentes relaciones las cuales se basaban completamente en tu aprovechamiento... Si es así, no es necesario sentirse abrumado o desalentado con lo que observas en ti mismo. Al contrario, aliéntate: ¡Dios trabaja en formas misteriosas, y en potentes maravillas! Tu manera pecaminosa y tu falta de amor le provee la oportunidad a Jesucristo para demostrar el amor de Su Padre hacia ti. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros (Romanos 5:8). Le animo a que reciba Su amor y perdón mientras confiesa a Dios cada relación que fue estropeada por el amor mundano. Estás sintiendo los beneficios al entender el camino de Dios en relaciones amorosas. Pídele que te revele más, mientras continuamos escudriñando el amor de Dios. Capítulo 2 Relaciones Libres de Idolatría Aprenda el Fundamento del Amor: No puedes amar a alguien a quien idolatras. De acuerdo con las Escrituras, el espíritu de idolatría yace en el fondo de todo pecado. El primer mandamiento de Dios en los Diez Mandamientos menciona la iniquidad de la idolatría. Él profeta Samuel informó al Rey Saúl que la insubordinación y la rebeldía son como idolatría (I Samuel 15:23). El Apóstol Pablo animó a los Colosenses a que se consideraran muertos a la inmoralidad, la impureza, la pasión, los deseos malévolos, y la avaricia, los cuales vienen a ser lo mismo que la idolatría (Colosenses 3:5). Podemos decir que la idolatría encarna todo lo que es contra Cristo. Cuando alguien se fija en cualquier cosa o en otra persona, fuera de Dios como la fuente de todas las cosas, comete el pecado de la idolatría. Esto parece medio extraño, pero es la verdad. Esta es una buena definición de la idolatría: fijándose en cualquier persona, objeto, o idea para suplir lo que sólo Dios puede proveer. Por ejemplo, cuando un esposo busca su felicidad fijándose en su esposa, él la idolatra. Si un niño se fija en sí mismo para tener la capacidad de complacer a sus padres, él se idolatra. Es posible que una esposa idolatre a sus hijos esperando que ellos le den importancia. Esto puede compararse con la idea de «poner los ojos en» Dios como el proveedor de nuestras necesidades. Quizás te ayude a darte cuenta que cuando ponemos los ojos en Dios para todas las cosas, estamos adorando a Dios. Fácilmente podemos observar como los pecados mencionados en Colosenses 3 constituyen la idolatría, pero cuando el espíritu de la idolatría se disfraza como luz o como gentileza, exhibe sus características sumamente diabólicas. Precisamente como Satanás suele representarse como ángel o mensajero de luz, este espíritu diabólico con frecuencia se trueca como el amor, en una manera mundana. De esta manera, si alguien no diferencia entre el amor mundano y el amor conforme a Dios, puede ser inducido en el sentido de que es amoroso cuando de hecho se está aprovechando de alguien para su propio interés egoísta. Por eso es tan importante aprender a reconocer el espíritu de idolatría. Se desplaza abriendo camino dentro de relaciones, desde la simiente de nuestra naturaleza humana. En el centro de la tentación de Satanás de Adán y Eva yace la idolatría y el egoísmo. Él nos tienta a ignorar la Palabra de Dios y Su voluntad, a escucharle y entronizar nuestra propia voluntad. Con tal señuelo, sedujo a los padres de la humanidad a alejar su mirada de Dios como la única fuente de autoridad, sabiduría y felicidad. Desde que la semilla de Satanás fue sembrada y dio fruto en Adán y Eva, la idolatría ha obstruido las relaciones. Generalmente, cuando oímos la palabra «idolatría», nuestra mente infiere a un hombre prehistórico tallando un bloque de piedra. Muchos piensan que es un pecado del Antiguo Testamento el cual el hombre moderno ha superado. Pero, ¿de verdad lo hemos superado con el tiempo, o simplemente lo hemos sofisticado? Mientras meditaba en Gálatas 5:14, me sorprendió el hecho de que toda la Ley se cumple en una palabra: Amor. Dice, «Porque toda la Ley en esta sola palabra se cumple: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.» Esto me indujo a meditar en los Diez Mandamientos y ver como cada uno se relaciona con el amor. Lo que descubrí en el primer mandamiento es indispensable para ser capacitado para amar—viéndolo dentro de una nueva percepción de las características del espíritu de idolatría. El amor sólo puede manifestarse donde una relación está libre de idolatría y la persona reconoce a Dios como la fuente de todo. Al momento que nos fijamos en alguien como el proveedor que proporciona nuestra felicidad o tranquilidad, lo sustituimos en lugar de Dios. En aquel momento, el amar a esa persona con el amor de Dios llega a ser una imposibilidad. Tu fundamento teológico es crítico para tu crecimiento en amor. Tu convicción de Dios impone su perspectiva y actitud a personas y a circunstancias en la vida. Si tienes mala información sobre Dios, tu perspectiva de las personas y situaciones en la vida estarán sesgadas. Por ejemplo, si te han enseñado que Dios es misericordioso, y su definición de bondad es aquello que te hace sentir feliz y cómodo, entonces tu percepción de las personas fastidiosas y de eventos trágicos serán erróneos. Por lo tanto, reaccionarás negativamente. Por muchos años de mi vida luché en mi relación con Dios así como con otras, debido al punto de vista egocéntrico humano que tenía de Dios y que formó mi marco de referencia de la vida. Había aceptado un punto de vista deun dios que tenía cualidades humanas, que tenía pensamientos y maneras semejantes, y tenía el mismo sistema de valores como la mayoría de los estadounidenses de clase media del siglo veinte. Tenía un concepto erróneo de la misericordia de Dios: aquello que me hace sentir feliz y cómodo. Si ocurrían cosas buenas, entonces sentía que Dios era bueno. Pero hay problemas graves con ese concepto de la bondad de Dios. ¿Quién es Dios cuando ocurren tragedias? Cuando personas malas hacen cosas malas, ¿Qué vamos a pensar de Dios? Analizaremos esto en capítulos más adelante, por ahora consideremos en tus doctrinas fundamentales de Dios. Doctrina Fundamental Tu fundamento teológico, por consiguiente, es crucial para que seas capacitado para amar. ¿Cómo contestas las siguientes preguntas? ¿Cuántos dioses crees que existen? ¿Quién es Dios? ¿Qué significa ser Dios? ¿Cuál es la importancia de nosotros al ser criaturas de Dios en Su creación? En respuesta a lo mencionado, posiblemente crees que hay un Dios. La mayoría de los individuos que asisten a la iglesia conocen las manifestaciones de la Escritura, «Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es», (Deuteronomio 6:4) y «Yo soy Jehová tu Dios... No tendrás dioses ajenos delante de mí» y «porque yo soy Dios, y no hay otro Dios...» (Isaías 46:9). Cuando te preguntan respecto a quién es Dios, es posible que respondas manifestando que Cristo Jesús era Dios encarnado y Dios entronizado. La mayoría creen que Jesucristo es Dios y tal vez reciten estos versos conocidos: «En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios... y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad» (Juan 1:1, 14). «Yo y el Padre uno somos» (Juan 10:30), el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas...» (Hebreos 1:3). Puedes afirmar junto con la mayoría de cristianos ortodoxos que la cualidad primordial o característica de ser Dios yace en el hecho de que todas las cosas proceden de Él y están completamente dentro su jurisdicción y control. Leemos en I Corintios 8:4-6, «...sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios...pues para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de Él.» Y en Colosenses 1:16-17, «Porque en Él [Jesús] fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten.» El propósito de Dios es glorificarse a Sí mismo y darse a conocer a través de la revelación de Su Hijo, Jesucristo. Por lo tanto, como Sus criaturas, estamos en la humilde situación de existir completamente para Su beneficio y Su gloria. Todas las criaturas esperan en Dios para recibir sus vidas físicas y espirituales. No hay otras fuentes de existencia. Esto está claro en los versos mencionados, pero también Salmos 104:24, 27-30 afirma nuestra dependencia en Dios para todas las cosas. «Cuán innumerables son tus obras... Todos ellos esperan en ti, Para que les de su comida a su tiempo. Les das, recogen; Abres tu mano, se sacian de bien. Escondes tu rostro, se turban; Les quitas el hálito, dejan de ser, Y vuelven al polvo. Envías tu Espíritu, son creados, Y renuevas la faz de la tierra.» Sin embargo, la siguiente lista no es una descripción completa de todas nuestras creencias de Dios, expresa algunas que son primordiales y pertinentes a nuestra vida diaria. Doctrina Fundamental Respecto a Dios Dios es soberano: Él es la primera razón de todas las acciones y nunca reprocha su creación. • Dios es santo, misericordioso, luz, y amor. • Dios cumple todo conforme Su voluntad... » Para Su gloria. » Para Su bienestar. » Para manifestar a Cristo, Su Hijo. » Para formar a Sus hijos más como Cristo: humildes y obedientes. • Dios les provee de todo lo necesario a sus hijos para que cumplan Su voluntad. • Dios no desaprovecha nada. • Todas las acciones de Dios son llevadas a cabo con perfecta sabiduría. Dado que éstas son tan esenciales para nuestras vidas podemos esperar que Satanás continuamente nos pruebe en estos puntos tan fundamentales. En ocasiones un abismo se encuentra entre lo que profesan los creyentes y lo que sus vidas demuestran de acuerdo a lo que verdaderamente creen. Recuerdo una expresión que se escuchaba en una iglesia que asistía que lo expresa muy claramente. «Practica lo que crees; lo demás es pura palabrería religiosa.» No estoy seguro quien lo acuño, pero lleva a una observación muy importante. Cuando de amar se trata, las acciones de las personas o las reacciones a las respuestas a las acciones de otros, declaran su verdadero fundamento y motivación doctrinal... Me he dado cuenta con mucha frecuencia, que cuando las personas tienen dificultad en amar, es porque un espíritu idólatra los obstaculiza. Aunque dirían que creen en Dios, están esperando que otros les proporcionen algo a su propia manera o en su tiempo. No creen que lo que reciben de otras personas o circunstancias proviene de la mano de Dios para un buen propósito. Por consiguiente, comienzan a tratar de usar a la otra persona o persuadir a la otra persona para que cambie o proporcione cosas a su propia manera y tiempo. Al final, la desilusión y el resentimiento son el resultado de tales relaciones. Esto afirma que la idolatría y el amor son hostiles entre si y mutuamente exclusivos. En Salmos 33:13-15, leemos estas palabras asombrosas y que humillan al hombre: «Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres; desde el lugar de su morada miró sobre todos los habitantes de la tierra. Él formó el corazón de todos ellos; atento está a todas sus obras.» Es tan tentador criticar y quejarnos de las personas como si ellas fueran el final determinante de sus condiciones y de nuestra felicidad. Recordemos: Si Dios decidiera quitar su abundante mano misericordiosa de nosotros y de tal manera desencadenar lo malévolo en nosotros, que tanto aborrecemos en los demás, podríamos ser peores que ellos. Estos versos nos aseguran que Dios ha formado los corazones de todos aquellos con que nos relacionamos. Sabemos que en un momento dado Él puede cambiarles—si le complaciera y sirviera Sus propósitos. A pesar de que no comprendamos todos Sus propósitos, podemos con confianza agradecerle a Dios por las actitudes y acciones de todos aquellos alrededor de nosotros, porque creemos que Dios está en control y todas las cosas están de acuerdo con Su grande y maravilloso propósito—para glorificarse a través de Su Hijo. Si somos cristianos en Cristo, sabemos que Dios está trabajando para glorificar a Su Hijo en nosotros. En la Confesión de Fe de Filadelfia, que es un libro de los fundamentos básicos de las creencias Cristianas adoptado por la Asociación Bautista de Filadelfia en 1742, se define el orden de asuntos de Su Creación. Dios ha decretado en sí mismo, desde la eternidad, por medio del más sabio y santo concilio de Su propio dominio, libremente e inmutablemente, todas las cosas pasarán; y aun así Dios no es ni el autor del pecado, ni tiene complicidad con nadie en tal asunto, ni la violencia es ofrecida a la voluntad de la criatura,ni es la libertad, o motivos ulteriores eliminados, mejor dicho establecidos....1 Para los suyos, todas las cosa ayudan a bien (circunstancias y relaciones) para el propósito de hacer a los suyos más como Su Hijo, Cristo Jesús. En Romanos 8:28-29, el Apóstol San Pablo escribió, «Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.» Los creyentes en el Señor Jesucristo tienen la confianza de que su Dios, el único Dios, hace Su voluntad en todas las cosas de la vida de ellos, y no necesitan idolatrar o fijarse en alguien más en sus vidas para suplir sus necesidades. ¡Cualquier cosa que tenga en cualquier momento en particular, eso es exactamente lo que necesitan! Es posible que no sea lo que desean, pero es exactamente lo que necesitan para estar formados a la imagen de Cristo Jesús. Seamos prácticos por el momento con una situación hipotética. Juanito tiene gran dificultad entendiendo su lección de matemáticas. Su mamá intenta de varias maneras de que «la entienda» y en cada intento no logra su meta. ¿Cuánto debe amar mamá a Juanito? Si esta mamá por la intervención del Espíritu Santo aplica las doctrinas fundamentales de Dios mencionadas, a lo mejor piensa lo siguiente: «La incapacidad de Juanito de entender ha provenido a nosotros de Dios y es lo que necesitamos como una demostración del amor de Cristo. La necesidad de Juanito nos ha establecido nuestra necesidad de Cristo. Gracias Padre por la ceguera de Juanito en este momento. Señor Cristo, lléname de Tu paciencia y amor para que de tal manera pueda glorificarte en esta circunstancia. ¿Qué sabiduría puedes darme para poder disciplinar o estimular a Juanito hacia Ti?» Esta misma respuesta puede ser aplicada a cada relación o circunstancia. Ya sea una esposa agotada (o energética), un esposo impertinente (o comprensivo), un adolescente rebelde (u obediente), un empresario egoísta (o generoso): todas las cosas manan de Dios para conducirnos a la semejanza de Cristo. En el momento que nos fijemos en una persona para nuestra felicidad o comodidad, en ese instante le entregamos el poder para que nos hagan sentir desventurados. La única manera que alguien puede causarnos desventura, frustración, o disgusto es si nos fijamos en él/ella para que proporcionen algo que queremos (esto es idolatría). Por consiguiente, no podemos amarle. Precaución con la Incredulidad ¡Qué tan fácilmente caemos en las garras de la idolatría a través de la incredulidad! El escritor de los Hebreos mencionó la incredulidad en el manejo soberano de Dios sobre todas las cosas a través de Cristo Jesús como el pecado que tan fácilmente nos enmaraña (Hebreos 1:3; 3:12; 8:1; 12:1). Nos tropieza mientras corremos nuestra carrera trazada ante nosotros. Solamente cuando uno fija sus ojos en Cristo es cuando uno dispone de la misericordia para «Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.» ¿Has estado enredado en la telaraña de la incredulidad del manejo amoroso, sabio de Dios de tu vida—desde lo más insignificante en tu día, las personas con quienes entras en contacto, hasta al gobierno nacional y políticas que afectan al mundo entero? Nadie más que Dios sabe cuáles circunstancias y personas exponen mejor tu egoísmo, lascivia, y orgullo. Ha habido numerosas veces cuando esposos han esperado su turno para relatarme de la condición de su relación. Pocas veces están de acuerdo a quien culpar por los problemas. Después de expresar sus quejas, esperan para ver a quien le doy la razón. Normalmente, para su sorpresa, insinúo que es perfecto el uno para el otro y que cumplen la voluntad de Dios en sus vidas. El egoísmo de ella sé manifestó perfectamente para poner al descubierto el egoísmo de él y los efectos del espíritu de idolatría, y el egoísmo de él sé manifestó perfectamente de la misma manera en la vida de ella. ¡Dios supo que eran lo mejor el uno para el otro! Aunque no estamos acostumbrados a pensar de esta manera, ellos se necesitaban y se merecían el uno al otro. Cuando dos personas se dan cuenta de su idolatría, confrontan su manera manipuladora y crucifican su vieja relación, Dios hace renacer una nueva relación. Consideran a Dios como el sabio proveedor de todas las cosas y Le agradecen, descubren un amor nuevo y saludable fluyendo entre ellos. El caso es el mismo con la relación entre padre e hijo. ¡Qué día glorioso fue cuando Alma y yo confesamos nuestra idolatría a nuestros hijos! Ellos pudieron discernir que la vara de disciplina y amonestación fueron sólo las herramientas usadas para esculpir y obligarlos a complacernos. (La vara no se debe de utilizar para esculpir, pero para obedecer la palabra de Dios. Los padres deben de disciplinar a sus hijos con la vara, no para que obedezcan o para quebrantarles su obstinada voluntad, sino porque Dios dice que lo hagan. Debemos confiar en Dios para que cambie sus corazones. Tal vez, Dios nos da un niño caprichoso para ver si obedecemos Su Palabra y confiamos en Él. ¿Amaremos al niño y obedeceremos Su Palabra, o impondremos nuestra voluntad? Conforme los liberamos de nuestras exigencias egocéntricas y soberbia, podíamos ver las barreras entre nosotros desaparecer. La dureza dio paso a la suavidad. La distancia entre nosotros desapareció. Por primera vez, distinguieron que los aceptábamos como un obsequio de Dios—sin cometidos. ¡Qué pronto son los niños para perdonar! He escuchado muchos testimonios de padres quienes se arrepintieron de la idolatría y aceptaron sus hijos como obsequios perfectos de Dios para guiarles a ser como Cristo. Así como Dios vuelve los corazones de los padres hacia los niños en amor, de tal manera vuelve los corazones de los niños hacia los padres justo como Su promesa en Malaquías 4: 6 «Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.» ¿Estás Idolatrando a Alguien? No puedes amar a alguien a quien idolatras. El conocimiento y la aplicación de este principio a las relaciones nos dan gran libertad de amar. Espero puedas determinar él por qué muchas relaciones sufren. ¿Cómo recordaremos de tomar esto en cuenta? Me doy cuenta que necesito el Espíritu Santo proponiendo y llenando. Si pudiéramos amar sin el Espíritu de Dios, que personas tan soberbias seríamos, y Jesucristo no recibiría la gloria. Dios perfecciona su amor en nosotros mientras Su Espíritu prueba los motivos de nuestros corazones, nos guía a diferenciar entre el amor conforme a Él y el amor mundano, y expone el engañoso espíritu de idolatría frecuentemente oculto influenciando nuestras palabras y acciones. ¿Te ha revelado Dios los motivos de tu corazón mientras leías este capítulo? Dios con gentileza a provisto el perdón por el pecado de idolatría a través del sufrimiento y muerte de Cristo Jesús. A través de Su muerte, puedes recibir perdón por tus pecados. Por consiguiente, en la resurrección de vida en Cristo, diariamente puedes tener comunión con Él. Además, Dios promete dar Su Espíritu Santo a aquellos que lo pidan. Si Dios se te está revelando y aceptas tu necesidad de Él, entonces, ¡es posible que Dios te esté llamando a Él! Dios puede utilizar este libro para guiarte a una relación más profunda con Él. Conforme las verdades e ideas llegan a tu alma e iluminen tu espíritu sobre tu relación con Dios, te animo a que abras tu corazón a Él. En cualquier punto de este libro el Señor Jesucristopuede llamarte, «Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana» (Mateo 11:28-30). Cuándo y si Él te llama— ve a Él. Tu relación con Dios es fundamental para que estés capacitado para amar. Porque Cristo vive, Él da Su Espíritu a Sus Hijos para que su amor sea perfeccionado en ellos. El Espíritu Santo reconoce que todas las cosas emanan de Dios. El Espíritu Santo manifiesta el propósito de Dios detrás de las relaciones y circunstancias. Jesús, quien fue y es la antítesis a la idolatría, nos capacita a amar. Él te hará recordar que: No puedes amar a alguien a quien idolatras. El conocimiento de estas primeras dos lecciones pertenecientes a relaciones amorosas te pondrán en libertad de crecer en tu amor por Dios. Constantemente pide en oración por la misericordia de aceptar todas las cosas y personas como expresiones del amor de Dios para contigo porque Dios expresamente te las concede, facilitándote las oportunidades para que rechaces el espíritu de la idolatría y mires hacia Él para obtener el poder de amar. Cuando dudamos del amor de Dios hacia nosotros conforme Él ordena los asuntos de nuestras vidas, nos separamos de la gracia de Dios para poder amar y de la capacidad para responder a la vida de una manera en que honremos a Dios. Lamentarse sobre las circunstancias o rehusar dar gracias a Dios por las personas y sus debilidades, a pesar de lo inoportuno o doloroso, manifiestan nuestra incredulidad en la señoría de Jesús y nos coloca en oposición a Su soberana Palabra. Si vamos a conservar nuestras relaciones libres del espíritu de idolatría, sin duda sería positivo conocer más sobre como diferenciar ese espíritu falso y destructivo. ¿Qué son las características del espíritu de idolatría? Conforme el Espíritu Santo inspiraba la palabra en la Escritura, un pasaje en particular propone una perspectiva de las características diabólicas de la idolatría—los Diez Mandamientos. Si escudriñamos Deuteronomio 5:6-9 y tomamos en cuenta cuales características son diametralmente opuestas a lo que es un mandamiento, tendremos una descripción del espíritu de idolatría. En la segunda parte, examinaremos estos versículos y aprenderemos a reconocer las siete características de este espíritu en nuestra relación con otros y hacia Dios. Parte Dos Las Siete Características de la Idolatría Capítulo 3 Más de Un Dios Característica # 1 El espíritu de la idolatría propone que hay más de un Dios o fuente de existencia para nuestras necesidades. Deuteronomio 5:6 Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, país donde eras esclavo. No tengas otros dioses además de mí. La Mentira Si sólo hay un Dios, una Fuente de existencia para todas las cosas, entonces la mentira principal de Satanás persuade a los hombres a que busquen en cualquier otra fuente de existencia fuera de Dios, como una deshonra a Dios y a Su Verdad. El padre de las mentiras ha utilizado la misma estrategia desde el principio del mundo. En el jardín de Edén había dos árboles los cuales representaban la vida y la muerte. El árbol de la vida, representaba a Jesucristo, produjo fruto el cual hubiera dado vida eterna. Luego dijo Jehová Dios: «El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre...» (Génesis 3:22). El segundo árbol, el árbol de la ciencia del bien y del mal, ofrecía un fruto que producía la muerte. Dios misericordioso advirtió a Adán, «De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás» (Génesis 2:17). Dios no dijo que mataría a Adán si comiera de él, pero que comer del árbol lo mataría a él. ¿Por qué? Una de las razones que yo creo es porque lo alienaría del árbol de vida. ¿Quién mejor que Lucifer sabe que fijarse en algo aparte de Dios, indiferente de lo bueno que esto sea, conduce a la muerte? Con éxito, Él ha comercializado la mercancía mundana con el mismo engaño de la publicidad de hoy en día. Entonces la serpiente dijo a la mujer: «No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal» (Génesis 3: 4-5). El espíritu de idolatría es una influencia engañosa. Promueve aquello que es falso. Promete satisfacción y facilidad de aquello que no es de Dios (sin considerar de que tan bueno aparece o que tan maravillosa la experiencia). Leemos en 2ª Tesalonicenses que Dios manda tal influencia engañosa para revelar quienes son de Él y aquellos que no lo son. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida, inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia (2ª Tesalonicenses 2:8-12). El espíritu de idolatría no reconoce que todas las cosas emanan de un Dios. Pero en vez sugiere que hay más de una fuente de existencia. Nuestro problema se empeora por nuestra incapacidad de divisar motivos egoístas. Proverbios 16:2 dice, «Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero Jehová es quien pesa (juzga) los espíritus.» Nosotros los hombres nos preocupamos por el asunto de realizar una vida de felicidad personal, prosperidad y riqueza. Por consiguiente, no sabemos cómo orar, o peor aún, no nos importa aprender. Santiago, el apóstol, escribió que muchos no reciben porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones (Santiago 4:2-3). Algunos casi no oran, lo cual revela el problema subyacente que no se necesita mucho a Dios. Otros oran bastante, pero con frecuencia no para que Dios sea revelado, exaltado, y glorificado en una situación, o que ellos sean el vaso de Su amor y misericordia. El espíritu de idolatría atrae los motivos egoístas del corazón. Nuestros deseos de ser felices, estar en buena apariencia, y tener experiencias maravillosas son reforzados por la idea errónea sobre Dios y Su voluntad. Una perspectiva sobre el engaño de Satanás involucra pensamientos falsos sobre Dios. Si afectó a Eva en su estado sin caída, imagínense que susceptibles somos nosotros a la idea de un dios que tiene la misma visión de la vida que tenemos para nosotros mismos—de hacernos felices y prósperos. El espíritu de idolatría inherente desvía nuestro pensamiento referente al propósito de nuestra vida y el propósito de Dios en la creación. Esto nos ha causado fijarnos en otras cosas aparte de lo que Dios ha revelado en la Biblia cuando estamos en necesidad o en sufrimiento. Nuestras intenciones surgen cuando los propósitos de Dios proponen angustia, sufrimiento, y necesidad. La Verdad Con estas cosas en mente, comparemos como Dios es glorificado en Cristo Jesús diariamente, cuando su pueblo se fije en Él como la Fuente de vida, evento por evento y relación por relación. Solamente Él tiene la sabiduría de saber lo que necesitamos para ser como Cristo y paraque sus propósitos sean realizados en nuestras vidas. Claramente Él ve nuestros motivos pecaminosos y por lo tanto puede revelarlos a través de pruebas y de personas adversas, que efectivamente saca a la luz nuestro egoísmo oculto. Podemos emplear lo que Jesucristo nos dice en el Sermón de la Montaña, porque tu Padre sabe lo que necesitas antes de que Se lo pidas (Mateo 6:8). Pero lo que necesitamos no es lo que creemos que necesitamos. El Apóstol Pablo comentó en la respuesta del creyente al sufrimiento, cuando escribió, «De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos...» (Romanos 8:26). ¿Qué es nuestra debilidad? Nuestro propio egocentrismo e inherente espíritu idolatra que conduce a suplicar a Dios que nos saque del sufrimiento o cambie a esos que nos causan molestia o inconveniencia. A menos que sepamos la voluntad de Dios para nosotros y podamos reconocer el espíritu de idolatría, no comprenderemos que esas personas o circunstancias son las provisiones de Dios para nosotros. Es un consuelo reconocer que Dios no nos condena por nuestras debilidades pero en lugar nos manda a Su Colaborador. Pablo continúa en Romanos 8:26, «pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles...» ¡Alabanza a Dios por el ministerio de Su Espíritu! Él ora por nosotros cuando oramos ignorantemente o bajo la influencia del espíritu de idolatría. Si bien no sabemos cómo orar, el Espíritu Santo sabe exactamente que orar para que podamos llegar a ser como Cristo. Pero el Espíritu Santo no está solo en su intercesión. Versículo 27 continúa, «...Pero el que escudriña los corazones (Cristo Jesús) sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.» El ministerio de intercesión de Cristo Jesús, también marcha efectivamente aun cuando oramos incorrectamente. Cuando oramos, el Espíritu Santo ora, y Jesús entiende Su petición y entra en intercesión ante el Padre. Él siempre ora de acuerdo con la voluntad de Dios, la cual es que podamos ser sometidos a Su imagen a través de la situación o relación que nos causa molestia y sufrimiento. Todo Emana de Dios ¿Alguna vez has considerado que todo lo que te ocurre, como hijo de Dios procede de Dios? Seamos meticulosos en nuestra teología y apliquémosla a nuestras vidas. Sólo hay un Dios de quien emanan todas las cosas. De Acuerdo a Hebreos 7:25, Jesús, «viviendo siempre para interceder por nosotros.» Ese es Su trabajo, veinticuatro horas al día, siete días a la semana, cincuenta y dos semanas del año por toda su vida. ¡Nunca descansa! También sabemos que cuando Él ora, todas Sus oraciones son contestadas un cien por ciento del tiempo porque siempre «intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios» (Romanos 8:27). De tal manera, podemos con regocijo y certeza saber que transcurra lo que transcurra en nuestras vidas es respuesta directa de Jesús intercediendo, porque Pablo dijo, «Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados» (Romanos 8:28). ¿Qué expresó Pablo en Romanos 8:26-29? En resumen, él dijo que no sabemos cómo orar, pero que el Espíritu Santo ora cuando nosotros oramos. Y Jesús ora conforme a la intercesión del Espíritu Santo y conforme a la voluntad de Dios. Entonces, Dios ayuda a que todas las cosas sean conforme a la intercesión de ellos con el pensamiento de que lleguen a ser como Su Hijo. El espíritu de idolatría no cree esa verdad y sugiere que existe más de un dios. Simplemente el saber y el reconocer esta primera característica de idolatría nos ayuda a ver como sólo Jesucristo puede capacitarnos para amar. Él nunca fue engañado por las estrategias lanzadas por Satanás. Con certeza y paz caminó diariamente en la verdad que Su Padre era Dios y la Fuente de todas las cosas. Ya sea una sanación milagrosa o el dolor insoportable de la crucifixión, el Señor Jesucristo mantuvo Su mirada hacia arriba. El Apóstol Pablo anhelaba que los Colosenses llegaran al verdadero conocimiento de los misterios de Dios, y que el amor y el entendimiento emanan de Cristo, de Sí mismo, «Lucho para que sean consolados sus corazones y para que, unidos en amor, alcancen todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento» (Colosenses 2:2-3). Si eres de amar, emanará de la vida de Cristo en ti, como fruto del árbol de vida de Quien tú tomas. En el último mensaje de Jesucristo a sus discípulos, escrito en el evangelio de Juan, capítulos 14-16, Jesús dijo palabras de esperanza para sus corazones estremecidos. En corto, dijo: • Cree en Dios. • Cree en Mí. • Permanece en Mí meditando Mi palabra. • Permanece en Mí orando sobre todas las cosas. • Permanece en Mí obedeciéndome—amando al prójimo. • No te abandonaré para que lo hagas solo; Yo amaré a través del Espíritu Santo en ti. En contraste, el espíritu de idolatría no te conducirá a creer en Dios o que Jesucristo es Dios. No te motiva a meditar en la Palabra de Dios, orar sobre todas las cosas, o a amar. Pero clasificará el conocimiento de esta primera característica en tu memoria y te guiará a creer que teniendo el conocimiento, has comido la mejor fruta. Hay una gran diferencia entre tener el conocimiento de Dios que en vivir en Él. El espíritu de idolatría te llevará a creer que el adquirir conocimiento, estarás comiendo del árbol de vida. Sin embargo, en realidad, habrás comido solamente del lado bueno del árbol de la ciencia del bien y del mal. El árbol de vida o el árbol de la ciencia del bien y del mal—¿de cuál comes? ¿Qué tan susceptible eres a los esquemas de estrategia de Satanás? ¿Reconoces la influencia de este espíritu en tu vida? De ser así, ¿por qué no te inclinas en reverencia en la presencia de Dios y confiesas esta característica de idolatría? El creer que solamente hay un Dios quien maniobra todas las cosas juntas para bien es la base para una vida de acción de gracias. Agradece a Dios por todos los acontecimientos y las personas en tu vida expresa tu fe en Él y equivale a comer del árbol de vida. También, pídele al Señor Jesucristo que ame a Tu Padre a través de Ti. y que te convenza cuando hay evidencia de la influencia del espíritu de idolatría, el cual se enfoca en todo menos Dios como la Fuente de Vida. Recuerda: • Solamente Él es la Fuente de provisiones para todo lo que necesitas en toda situación y relación. • Fíjate en Él como la Fuente que suple cuando estés en necesidad. • Comprende que lo que Dios te provee es exactamente lo que necesitas para cumplir Sus planes y glorificarle a Él. Capítulo 4 Controla y Esculpe Característica # 2 El espíritu de idolatría intenta manipular o controlar las personas y situaciones. Deuteronomio 5:8a No hagas ningún ídolo.... Ted y Cindy asistían su primera sesión de orientación prematrimonial. El consejero le preguntó a Cindy, «¿Qué haces cuando deseas que Ted haga algo para ti?» Sin vacilar siguiera, respondió, «Sólo sonrío y pongo un aspecto de guapa.» Ted quedó boca-abierto. Le vino una mirada a su cara de «he sido usado y manipulado.» ¡Y sí lo había sido! Pero Ted, de cualquier manera no estaba sin sus propios medios. Cuando lo interrogaron, también tenía planes manipuladores en reserva. Así es como los idolatras hacen ídolos. El consejero procuró conducirles a descubrir el fundamento de su relación, para que de esta manera ellos pudieran aprender a amar. La relaciónde Ted y Cindy comenzó bajo la influencia del espíritu de idolatría. Si hubieran continuado al matrimonio sin el conocimiento de las semillas destructivas dentro sí mismos, es muy posible que su matrimonio hubiera terminado en divorcio. Estaban haciéndose ídolos el uno del otro. Dios le advirtió a Israel a no «hacer» ídolos para sí mismos. Los ídolos tienen que ser «hechos» por el idólatra porque el objeto de sus adoraciones no es Dios. El adorar a alguien es el fijarse en ellos para que suplan lo que solamente Dios puede suplir. Por ejemplo, cuando Satanás tentó a Jesús ofreciéndole los reinos del mundo y su esplendor, Jesús respondió, «Porque escrito está: `Adorarás al Señor tu Dios, y a Él sólo servirás.» Para que Jesús se fijara en el demonio para suplir todo hubiera sido equivalente a la adoración, y la Palabra de Dios explícitamente prohíbe tal pecado. Cuando nos fijamos en una criatura, un objeto, o una idea que sea la fuente de provisión, consuelo, o poder, estamos adorando a un ídolo. Alguien bajo la influencia del espíritu de idolatría busca moldear a la persona o la situación para suplir los deseos y el consuelo egocéntrico. Posteriormente, el esto, él, o ella llegan a ser el objeto de manejo y control. Así como en los tiempos del Antiguo Testamento, cuando un idólatra tomaba un cuchillo en mano para hacer un ídolo de adoración, de esta manera tenemos instrumentos sofisticados para esculpir y hacer nuestros ídolos. Estos instrumentos «Sofisticados» no son nuevos inventos del hombre moderno, han existido desde la Caída en el Jardín de Edén. Una vez que aprendas a reconocerlos, los encontrarás en muchas de las historias Bíblicas. El hombre tiene una vasta serie de instrumentos de donde escoger. Los instrumentos para esculpir son palabras o acciones con el propósito de hacer que alguien haga lo que deseamos, y que lo haga cuando lo deseamos. He identificado dos categorías de instrumentos para esculpir: positivo y negativo. Instrumentos Positivos Para Esculpir Cuando utilizamos algo que sabemos que otros desearían, utilizamos instrumentos positivos para esculpir. El instrumento, «Sonreír y poner un aspecto de guapa» de Cindy tuvo un impacto fenomenal en Ted. Cuando lo utilizó, Ted pensó que Cindy lo amaba. En la superficie de la relación, todo parecía positivo, pero en realidad, lo único que Cindy quería era que Ted supliera algo que ella deseaba cuando pensaba que Dios no estaba supliéndole. Eso es lo que constituye el pecado de idolatría tan diabólico y traicionero. Hace que la oscuridad se mire como luz y engaña a la persona sin criterio. Cuando toma en mano un instrumento positivo de esculpir, el espíritu de idolatría, también engaña al idólatra con respecto a su propio pecado. Por lo general, la persona se enfoca en las faltas de otros como la causa para no ser feliz. Además, utilizando un instrumento positivo para esculpir no se «Siente» como otros pecados. Cuando el espíritu de idolatría nos influye de tal manera «positiva», la culpabilidad rara vez se registra en la conciencia. (Incluso, la victima tal vez no la reconoce.) Aunque me avergüenzo en admitirlo, mi esposa, Alma y yo comenzamos nuestra relación bajo la influencia del espíritu de idolatría. No creo que nuestra historia sea fuera de lo común. Tal vez puedas identificarte mientras comparto nuestra experiencia. Alma y yo nos conocimos cuando teníamos dieciséis años, el tercer año de colegio. Cuando miré a las mujeres jóvenes del grupo de nuestra iglesia y del colegio, me convencí (¡sin mucho esfuerzo!) que Alma podía hacerme muy feliz. Desde que la conocí, comencé a esculpir-positivamente. Si ella estaba presente, recibía toda mi atención. Halagaba su cabello, su vestido y sus habilidades. Si alguna vez me miraba, siempre recibía una sonrisa. A medidas que llegamos a conocernos, la llevé a hacer varias cosas que yo sabía iba a disfrutar. Quería que supiera que verdaderamente estaba interesado en ella. Estaba interesado en ella, de acuerdo. ¡Interesado en que ella fuera la que me hiciera feliz! Me interesaba que me vieran con ella. Pensé que confirmaba mi trasformación varonil, ya que era una porrista y la chica más bella que había visto. En mi opinión era una de las mejores del grupo en la escuela y la iglesia, y pensé que sería una gran compañera. Además, su padre era el pastor de nuestra iglesia. Si me veían con ella, tal vez insinuaría que yo espiritualmente estaba bien. Había muchas razones porque pensaba que Alma Hall podría satisfacer mis necesidades y hacerme ver digno. Pero todas estaban arraigadas en idolatría. Yo la quería por lo que me podía dar, no por como ella pudiera acercarme a una relación más profunda con Cristo Jesús. Alma no sabía (ni yo tampoco) qué estaba motivando todas esas palabras y acciones positivas. Ella pensó que le amaba. Yo estaba seguro que le amaba. Mientras ella echaba un vistazo en la iglesia, en la secundaria, y en el panorama colegial de hombres buscando a su príncipe azul, ascendí al punto más alto de su pensamiento. Después de mucho esculpir de mi parte, comenzó a creer que era posible que yo era capaz de hacerla feliz. Mi esculpir fue recompensado con el esculpir positivo de ella. Usaba su cabello como me gustaba. Vestía más frecuente con la ropa cual yo le elogiaba. Sonreía y se miraba hermosa. Le lanzaba gomas elásticas con notitas durante el coro mientras ella tocaba el piano. Luego las extendía en la banca del piano para leerlas y compensarme con una mirada de aprobación. ¡Algunas veces me las regresaba lanzándome sus miradas! Después de cuatro años de mutuo esculpir, estábamos convencidos de que éramos perfectos el uno para el otro. Estaba absolutamente seguro que Alma tenía la misma visión de vida que yo: ¡haciéndome feliz! Ella estaba segura que yo tenía la misma visión de vida que ella: ¡haciéndola feliz! Nos esperaba una sorpresa muy desagradable. Me he preguntado si Dios piensa que un idólatra se merece a otro. En poco tiempo, fue evidente que nos habíamos engañado el uno al otro. Yo Estaba esperando a que ella supliera mi felicidad y consuelo, y ella estaba esperando que yo cumpliera lo mismo. El espíritu de idolatría con su esculpir positivo había creado el marco para una escala de completa destrucción de nuestro matrimonio. Habíamos malinterpretado el esculpido positivo de idolatría como amor. Instrumentos Negativos Para Esculpir A como continuaba nuestra relación en el matrimonio, no tomó tiempo para que cada uno de nosotros comenzara a ejercer nuestro instrumento negativo para esculpir. Los instrumentos negativos para esculpir son palabras y acciones también diseñadas para que otros hagan lo que queremos, cuando lo queremos. Son percibidas como destructivas y dolorosas, a diferencia de los instrumentos positivos. El Apóstol Pablo enumeró seis de esos instrumentos en el tercer capítulo del libro de Colosenses. A propósito, este capítulo se destaca como uno de los más penetrantes con respecto al pecado de la idolatría. Suponiendo que sus lectores se hayan arrepentido de idolatría (Colosenses 3:5-7), Pablo los insta que hagan a un lado los instrumentos negativos de esculpir. Colosenses 3:1 Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.[Dios es el que suple todas las cosas.] Colosenses 3:2 Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra, [Los ídolos son cosas terrenales. No son la fuente que suple vida. ¿Por qué?] Colosenses 3:3 Pues ustedes han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios.[Jesús suple todo lo que necesita para su vida y devoción con Dios] Colosenses 3:4 Cuando Cristo, que es la vida de ustedes, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria. [El propósito de Dios para con nosotros no es nuestro consuelo o bienestar, pero compartir Su gloria.] Colosenses 3:5 Por lo tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría. Colosenses 3:6 Por estas cosas viene el castigo de Dios. [La idolatría es un pecado serio] Colosenses 3:7 Ustedes las practicaron en otro tiempo, cuando vivían en ellas. [Antes de ser cristianos, el espíritu de idolatría dominaba nuestras vidas.] Colosenses 3:8 Pero ahora [ahora que se han arrepentido de idolatría y buscan a Dios solamente como su proveedor]abandonen también todo esto: enojo, ira, malicia, calumnia y lenguaje obsceno. Colosenses 3:9 Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios... Seis Instrumentos Negativos para Esculpir El Enojo La Malicia El Lenguaje Obsceno El Rencor La Calumnia La Mentira La Idolatría es la Causa (raíz) ¿Por qué es que las personas se enojan, muestran su temperamento, hacen maldades a otros, arruinan la reputación de otros, maldicen y humillan con palabras destructivas, y mienten? ¡Hacen estas cosas para adquirir! Estos instrumentos son utilizados cuando los instrumentos positivos no resultan. Ellos piensan que pueden manipular a las personas para que hagan lo que desean cuando lo desean. En realidad, usan los negativos porque funcionan—por un rato. Muchas personas batallan contra el enojo en sus relaciones. Se arrepienten del enojo una y otra vez. La razón de su continua esclavitud radica en que ellos no van a la raíz del problema. La causa del problema no es el enojo, es la idolatría del individuo o situación. Phil buscó consejo con relación a su enojo. En busca de quién o en qué se había enfocado el espíritu de idolatría, el consejero le preguntó a Phil acerca de su niñez. Phil compartió de su adopción y como su familia adoptiva se reunía y no lo incluían. De niño, se iba a su recámara durante esos momentos y organizaba su closet, ponía en fila sus modelos y después se sentaba y adoraba lo que había hecho. Su ídolo era el «orden» porque su vida estaba fuera de orden. Después de años de practicar su idolatría, se casó y se encontró con cuatro niños menores de ocho años. Puede imaginarse el desorden que procedía de los pequeños. Cuando Phil se fijaba en las cosas desordenadas en su casa o su familia, se enojaba y salía como un huracán a su garaje donde trabajaba. Allí él había creado otro ídolo de orden. Todo estaba en su lugar. Él podía controlarlo. La causa del enojo de Phil consistía en la idea de idolatría y el sentimiento de orden. Su enojo era un instrumento negativo para esculpir utilizado para manipular a su esposa e hijos para que se condujeran como él deseaba. Cuando se sometían a sus expectativas, su enojo disminuía, pero el remordimiento permanecía. Su problema principal no era el enojo, sino la idolatría. Para sentir libertad de amar a su esposa e hijos, él tenía que buscar el orden para experimentar paz y consuelo. También tenía que reconocer que su esposa e hijos, junto con sus actitudes y desorden, a veces era justo lo que él necesitaba para demostrar el carácter y el amor de Cristo Jesús. Su esposa lo necesitaba en esos momentos cuando los niños causaban desorden. Si él iba a amarla, Phil tenía que aprender a fijarse en Dios para que Él supliera el amor y le proporcionara a su esposa conforme sus necesidades. ¿Por qué el enojo de Phil se desbordaba cuando las cosas estaban fuera de control? La Idolatría Involucra Control El asunto de la idolatría involucra control. El hombre en pecado, sin confiar en Dios, busca controlar su ambiente y sus relaciones para asegurar su felicidad y su comodidad. Pero lo que él mismo desea controlar lo pierde. Jesús enseñó, «Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará» (Lucas 9:24). El momento en que nos fijamos en otra cosa que no sea Cristo para suplir nuestras necesidades, le damos a esa persona, objeto, o circunstancia el poder para hacernos desdichados. ¿Por qué? Porque sólo hay un Dios, y nada más tiene el poder o los recursos para satisfacer nuestras necesidades. Si necesitamos tener algo, entonces eso nos controla. El temor de no adquirir lo que queremos cuando lo deseamos llega a ser el factor que otorga el poder, da autorización en la relación. En este punto en las relaciones, otro factor emerge: el esculpir a otras personas las aleja de nosotros. Con frecuencia, alejamos a las personas que más necesitamos amar—los miembros más cercanos de la familia. ¿Has notado lo susceptible que eres a las intenciones manipuladoras de otros? Sabes cuando tu esposo o esposa intenta obtener algo de ti, o cuando los niños se comportan lo mejor posible y respetuosamente. Detectas (percibes) los instrumentos de esculpir como si estuvieras equipado con censores especiales de radar. Reconocer esto es útil en el entendimiento del por qué unas relaciones han sufrido separación y alejamiento. ¿Podrían aquellos que estaban siendo «labrados» haber discernido la destrucción del espíritu de idolatría y haberse retirado en autoprotección? ¿Qué haces cuando sientes que te están esculpiendo? Por lo general, vemos los instrumentos de esculpir en las manos de otros pero habitualmente estamos ciegos a los que están en las nuestras; a menos que aprendamos a reconocer esta característica del espíritu de idolatría en nuestras vidas y nos arrepintamos. Mi oración es que de ahora en adelante, nunca serás la misma persona. Si has entendido esta característica del espíritu de idolatría, estarás asombrado que tan rápido el Espíritu Santo dirigirá tus motivos. He notado que yo puedo estar a medio-golpe con uno de los instrumentos positivos de esculpir hacia Alma o con uno de mis niños y el Espíritu Santo me pregunta, ¿Norm, qué es eso en tu mano? Estoy tan agradecido por Su ayuda. ¡Sin el Espíritu Santo, yo hubiera esculpido a mi familia a pedazos porque el espíritu idólatra es tan engañoso! Jesús Nunca Esculpe ¿Cómo te ha amado Jesús? El amor de Cristo no implica la manipulación de recursos dirigidos a motivarte a que hagas algo para Él. El no usa instrumentos positivos o negativos de esculpir para que Lo complazcas. Si eres cristiano, ¿no te sorprendes como Él te ha cambiado sin que te sientas manipulado y controlado? Si quieres libertad para amar a Jesús, debes despojarte de los instrumentos de esculpir. El Jesús en ti, nunca acudiría a tales tácticas en las relaciones. Cuando confías en que Cristo está en control y lo que tiene es lo que necesitas, no hay necesidad de esculpir, manipular o controlar. Conforme renuncias a tus derechos de tener las cosas a tu manera y en tu lugar, confiar en el poder de Jesús para amar a través tuyo, crecerás en tu amor a Dios y serás animado por Su presencia. ¿Cuáles Son tus Instrumentos de Esculpir? ¿Con cuáles instrumentos positivos has llegado a ser un experto: el halago, el elogio insincero, el servicio, o el don de regalar? ¿Cuáles instrumentos negativos de esculpir se encuentran en tus manos: el enojo, la frialdad, la abstinencia, las palabras severas, la maldad, o la mentira? Entendiendo esta segunda característica del espíritu de idolatría me ha ayudado a detectar su presencia. ¡He utilizado muchos instrumentos! Reconociendo esto he descubierto mucho mi culpabilidad, confirmando
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