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Voz de Dios_ Plataforma de Cambio (Spanish Edition) (1)

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Voz de Dios
Plataforma de Cambio
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Voz de Dios
Plataforma de Cambio
 
Gerardo Ortega
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Copyright © 2018 by Gerardo Ortega
All rights reserved. No part of this book may be reproduced, scanned, or
distributed in any printed or electronic form without permission.
First Edition: [02 2018]
Printed in the United States of America
ISBN-13:978-1985059511
ISBN-10:1985059517
CONTENIDO
 
 
Recomendaciones
Prefacio
La Voz: Una FUERZA DE Constante Cambio
Voz de Dios
La Visión
La Visión Fuente de Confrontación
Sendas Eternas
Resistencia al Cambio
Transición
Creando un Odre Nuevo
RECOMENDACIONES  
El Apóstol Gerardo Ortega es parte de la nueva generación
apostólica de hombres y mujeres que están provocando un
cambio estructural en el Cuerpo de Cristo, trayendo el
diseño de Dios a través de la activación de los santos para
que escuchen la voz de Dios. El Apóstol es un ministro con
una gracia y favor de Dios excepcionales, que lo capacitan
para poder ser el enlace entre las generaciones de líderes
cristianos de nuestro tiempo. Con su estilo directo de
abordar temas espirituales que el Cuerpo de Cristo necesita
urgentemente poner por obra, el Apóstol Gerardo nos
entrega este trabajo que podemos usar como herramienta
para entrenar y activar aquellos que buscan salir de la
pasividad a la madurez como Hijos de Dios.
 
Voz de Dios Plataforma de Cambio nos reta y nos confronta
a tomar nuestra responsabilidad en caminar en la
sobrenaturalidad de una relación personal con Dios,
permanente y constante, escuchando Su Voz. Esto resultará
en una transformación para recibir una nueva identidad,
que nos permita un cambio de posición, que traerá sanidad
al alma y formara nuestro carácter para que podamos dar a
luz nuestro propósito y poseer nuestra herencia.
 
En el proceso de poseer la herencia tendremos que
aprender a caminar escuchando Su Voz, por sobre toda
condición emocional, circunstancia, peligros u oposición. La
Voz de Dios genera la visión que mantiene la fe que produce
los resultados a nivel corporativo primero y luego personal,
y nos mantiene enfocados en lo que Dios ha dicho que hará.
Necesitamos una revelación fresca que proviene de
escuchar Su Voz para poder caminar en las sendas que Dios
nos ha trazado, y no en nuestras propias ideas, o aferrados
a paradigmas mentales que resisten el cambio.
 
Recomiendo este libro a todo cristiano que necesita un
panorama claro del efecto que produce la Voz de Dios es su
vida, no solo como una opción de su carrera de fe, sino
como el elemento indispensable que definirá su nivel de
alcance y conquista en Dios; y también a todo líder, como
dije anteriormente, como herramienta para llevar a aquellos
quienes tiene asignados al siguiente nivel.
 
Dra. Patricia Tercero Morales
Linaje Real Internacional
Linajerealcentral.org
PREFACIO
 
Todos los libros escritos hasta hoy por el Apóstol Gerardo
Ortega son instrumentos de guerra contra la ignorancia
espiritual y la religión; La Voz de Dios, plataforma del
cambio, está singularmente ungido para abrir los ojos de los
ciegos.
 
Recomiendo este libro a todo aquel creyente que tiene
hambre de la Verdad de Dios y sed de Su revelación.  Pido al
lector no dejarlo a medias, sino perseverar hasta el fin para
obtener el mayor beneficio del mismo, aunque seguramente
le será difícil no terminar de leerlo.
 
Conozco personalmente al Apóstol Gerardo desde hace más
de treinta años, he observado su desarrollo espiritual y
ministerial, lo cual me da más fuerza para recomendar este
libro.
 
Apóstol Emma Pinel de Sosa
Ministerio un Nuevo Amanecer
La Lima, Hondura s
LA VOZ: UNA FUERZA DE
CONSTANTE CAMBIO
Por tanto, nosotros todos, mirando con cara           descubierta como en
un espejo la gloria del Señor,      somos transformados en la misma
imagen,                                           de gloria en gloria como por el
Espíritu del Señor. 2 Corintios 3:18 SRV2004
 
Tampoco echan vino nuevo en odres viejos; de otra
manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y
los odres se pierden; mas echan el vino nuevo en
odres nuevos, y ambos se conservan. Mateo  9: 17 
LBLA
Más delante hablaré acerca del proceso de envejecimiento
espiritual, pero deseo establecer un fundamento de lo que
será este libro, así que permítame hablar brevemente
acerca de este proceso. 
En el pasaje de Mateo 9:17, la escritura nos habla de cómo
los odres nuevos y el vino nuevo se conservan juntamente;
es decir, si uno deja de ser nuevo, el otro se verá afectado.
Siempre, el odre es el que cambia su naturaleza, de nuevo a
viejo, por lo tanto, si pierde la capacidad de cambio, perderá
la capacidad de recibir lo nuevo. 
El ser humano es un ser de costumbres, pero la realidad
espiritual es una de cambio constante y permanente, donde
somos renovados o  actualizados, de acuerdo a la verdad
presente.
Si dejo de renovarme, comienzo a envejecer, y poco a poco
voy perdiendo el contacto con la realidad espiritual. Esta
realidad dice que Dios siempre está en movimiento, y
siempre está creando algo nuevo.  Al envejecer, pierdo la
capacidad de moverme con Dios y de recibir lo nuevo que
Dios está creando.
No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a
memoria las cosas antiguas.  He aquí que yo hago
una cosa nueva; pronto saldrá a luz: ¿no la sabréis?
Otra vez haré camino en el desierto, y ríos en la
soledad. Isaías 43:18-19 SRV2004 
Al envejecer se pierde la capacidad de recibir y retener el
vino nuevo y curiosamente, Dios siempre se reserva el
mejor vino para el final. Vamos de un mejor vino a otro
mucho mejor, es una progresión.  Al perder ese vino nuevo,
perdemos la capacidad de la revelación y su proceso
aplicativo. Perdemos la vigencia para aplicar y entender las
verdades nuevas que Dios está manifestando, esto nos
posiciona como enemigos de lo nuevo.  Por lo general,
criticamos y peleamos en contra de aquellas cosas que no
entendemos.
Este estancamiento en la recepción y retención del vino
nuevo, provoca un reciclaje del vino viejo. Estamos
moviendo el vino viejo, reforzándolo con nuevas ideas y
pensamientos humanos, quizás modernos, pero en esencia
siguen siendo lo mismo y quedamos estancados en una
verdad pasada.  Como resultado, hay una reprocesamiento
constante de la revelación, lo cual va creando estructuras
rígidas y permanentes.
A causa de este proceso de envejecimiento, estancamiento
y falta de retención, se va perdiendo la función intuitiva del
espíritu, el discernimiento y la capacidad de ver y oír, por lo
tanto, la capacidad de hablar lo nuevo de Dios.    En este
reciclaje hablamos lo mismo de diferente manera.  La
capacidad de proyección es reducida a la revelación
reciclada, por lo tanto, la capacidad de poseer es
disminuida.
Como dije anteriormente, envejecemos y nos estancamos a
causa de la resistencia al cambio.  En la ausencia de
renovación perpetuamos la orfandad y sus secuelas, tales
como: 
•         El orgullo.
•         El temor.
•         La independencia.
Estos abren la puerta a la religiosidad, la ignorancia y
eventualmente somos establecidos en un sistema tipo
Belial, donde se perpetúan la iniquidad, la rebelión y el
pecado.
La dinámica del Reino de Dios, es una dinámica de
crecimiento constante. A través de la Voz de Dios, vamos
creciendo, dejando las cosas viejas y siendo establecidos en
lo nuevo de Dios.
Por tanto, nosotros todos, mirando con cara
descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados en la misma imagen, de gloria
en gloria como por el Espíritu del Señor. 2Corintios
3:18 SRV2004 
Este pasaje nos habla de un proceso constante de cambio,
donde con el rostro descubierto, es decir, a través de la
revelación de la Voz de Dios, somos introducidos en un
proceso de cambio. Podemos ver a Dios desde una nueva
realidad,y en esa realidad, somos cambiados a la realidad
que estamos viendo.  Ahora, si no podemos ver, es decir, si
estamos vendados a la revelación, no podremos ser
transformados.
La frase donde dice que somos transformados, habla de una
metamorfosis, lo que indica un cambio en el estado o la
naturaleza. Dejamos de ser lo que éramos para ser aquello
que estamos viendo.  “ Estamos siendo transformados
en la misma imagen de gloria en gloria, como por el
Señor, el Espíritu”.   Ir de gloria en gloria, es un proceso
durante el cual vamos:
•         De la revelación a la confrontación.
•               De la confrontación hacia la transformación y
cambio.
•         Hasta poseer una gloria mayor.
Este, es un proceso constante en cada estación de nuestra
vida.
En esto es perfeccionado el amor en nosotros, para
que tengamos confianza en el día del juicio; pues
como él es, así somos nosotros en este mundo. 1Juan
4:17 SRV2004 
Ahora bien, este proceso es por el Espíritu de Dios, donde:
1. La revelación de la adopción confronta la orfandad.
Comienza el proceso de la regeneración, de huérfano
a hijo. 
2. La regeneración nos da una nueva naturaleza.
Adquirimos su imagen y semejanza, es decir, de la
naturaleza caída al hombre redimido.
3. Somos restaurados al diseño original.
La dinámica del crecimiento constante nos llevará a un
movimiento de cambio permanente, por el Espíritu de Dios,
a través de Su Voz.  De esta manera, iremos de una
revelación a otra mayor, de una identidad a una revelación
mayor de identidad. Estos movimientos están relacionados
a los cambios de la identidad, ya que provocan una
confrontación de todo lo que somos y todo lo que creemos,
llevándonos a una renovación plena.  Veamos algunas
cosas:
•         Revelación de la identidad.
•         Cambios en la posición.
•         Renovación de la visión.
•         Ampliación de la herencia.
 
La Voz de Dios es determinante en este proceso de cambio. 
A lo largo de las escrituras vemos que Dios crea y hace todo
a través de Su palabra (Hebreos 11:3). 
 
Sin Su Voz nos estancamos y morimos. Dios desea que
aprendamos a vivir por Su palabra (Mateo 4:4), y Su Voz nos
desafía a establecer cambios.  La revelación está abierta
para nosotros.
 
Efesios 1:17 SRV2004  para que el Dios de nuestro
Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él.
Por lo tanto, podemos decir que la palabra de Dios contiene
una fuerza profética, con un elemento de cambio intrínseco
en Su Voz.  Cuando Dios habla, nos indica la posibilidad de
un cambio en la identidad, el llevarnos a un nuevo lugar, un
cambio en el tiempo y la ocasión, el remover situaciones y
circunstancias y la confrontación para llevarnos al
arrepentimiento.
Jeremías 23:29 SRV2004  ¿No es mi palabra como el
fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la
piedra?
Cuando Dios habla, tiene la intención de cumplir lo que
dice.  Su Voz es una fuerza de movimiento constante, que
abre ciclos nuevos que confrontan los anteriores.  Su Voz
nos da la ocasión de construir una plataforma para el futuro,
pero primero es una plataforma de cambio y de
transformación.
Isaías 55:11 SRV2004  Así será mi palabra que sale
de mi boca; no volverá a mí vacía, antes hará lo que
yo quiero, y será prosperada en aquello para que la
envié.
VOZ DE DIOS
Deuteronomio  29:29 SRV2004  Las cosas secretas pertenecen a Jehová
nuestro Dios: mas las reveladas son para nosotros y para nuestros
hijos por siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley.
 
La Voz de Dios es fuente de creación, y es la única fuente
capaz de desatar y activar la identidad, el propósito y el
destino en el ser humano.  El enemigo imita esta capacidad,
pero lo hace desde la esfera de la mentira, del robo y de la
destrucción, generando muerte.  La fuerza de esta
operación, está fundamentada en torcer la verdad (que es
mentira) en todo aquello que es opuesto a la verdad del
Dios Eterno.  Esto genera un estado de confusión y caos,
que nos aleja del modelo de Dios.
Considerando estos principios, podemos afirmar que la
guerra principal que debemos enfrentar, es la guerra por
escuchar Su Voz y aprender a vivir por ella.  Esto implica un
proceso de revelación y cambio constante.
Su Voz es el derecho inherente de los hijos.  A través de ella
se tiene acceso a las promesas y a la herencia del Padre. 
Sus promesas y Su herencia están escondidas en Su Voz.  A
través de escuchar, se abre la capacidad para poseer la
promesa que genera Su misma Voz, ya que Su Voz siempre
contiene una promesa.
1Co 2:9-10 SRV2004  Antes, como está escrito: Ojo no
ha visto, ni oído ha escuchado, Ni han subido en
corazón de hombre, Las cosas que Dios ha preparado
para los que le aman.  Pero Dios nos las reveló a
nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios.
Si escuchamos a Dios, tendremos acceso a la vida y a la
bendición.  Sin embargo, si escuchamos y prestamos
atención a las mentiras del enemigo veremos muerte y
destrucción.  De ahí la advertencia de Jesús en el siguiente
pasaje:  
Marcos  4:23-24 SRV2004  Si alguno tiene oídos para
oír, oiga. Y les dijo: Mirad lo que oís; porque con la
medida que medís, se os medirá, y a vosotros los que
oís, más os será añadido.
La declaración “Si alguno tiene oídos para oír que oiga”, nos
muestra que hay algunos que tienen oídos, pero no pueden
oír.
Necesitamos activar nuestros oídos espirituales y discernir
lo que estamos escuchando, cuál es la información que
estamos recibiendo y la fuente de origen.   El hombre es la
suma de las cosas que escucha y que recibe como verdad. 
Estas cosas definen su persona, identidad y propósito, sean
verdad o sean mentira.
En el pasaje, Jesús nos dice: “Si tienes oídos para oír”,
esto nos habla de una capacidad espiritual para escuchar. 
Luego dice: “mirad como oís”, como una advertencia de
cuidar lo que escuchamos.   Después de la advertencia del
qué y cómo escuchar, nos habla de la consecuencia de la
respuesta del hombre como resultado de lo que se escucha. 
Es decir, el hombre actúa de acuerdo a lo que escucha, y el
hombre será juzgado de acuerdo a como actúa.  Ésta es
nuestra medida; actuamos de acuerdo a lo que escuchamos
y aceptamos, sea verdad o sea mentira.  Aquello que
escuchamos y aceptamos, se convierte en un patrón de
conducta.  Entonces seremos juzgados según la forma en la
que actuamos, sea lo correcto, procedente de la verdad, o lo
incorrecto procedente de la mentira. 
Romanos 2:6-8 SRV2004  El cual pagará a cada uno
conforme a sus obras: Vida eterna a los que,
perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e
inmortalidad. Pero indignación e ira, a los que son
contenciosos y no obedecen a la verdad, antes
obedecen a la injusticia.
Nuestras acciones son la respuesta de la información
escuchada; si escuchamos desde la esfera del alma,
tendremos una respuesta del alma.  Si escuchamos desde la
esfera del espíritu, la respuesta será del espíritu.  
Todo lo que escuchamos, debe ser procesado e interpretado
para generar una respuesta o una acción. 
Veamos algunas formas en las que se procesa lo escuchado.
A través del Espíritu
Cuando escuchamos en esta dimensión, la respuesta será
de acuerdo a la dirección, al discernimiento y a la revelación
de Su Voz. Nuestra respuesta es la obediencia. 
1Co 2:13-16 (SRV2004)  lo cual también hablamos, no
con palabras que enseña la humana sabiduría, sino
con las que enseña el Espíritu Santo, acomodando lo
espiritual a lo espiritual.  Pero el hombre natural no
percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura; y no las puede entender,
porque se han de examinar espiritualmente. Mas el
espiritual juzga todas las cosas; y él de nadie es
juzgado. Porque ¿quién conoció la mente del Señor,
para que le instruyese? Más nosotros tenemos la
mente de Cristo.
A través de la menteProcesamos lo escuchado mediante el razonamiento de las
cosas que conocemos, a través de las estructuras mentales
establecidas (humanismo, religión etc.), e incluso los
recuerdos, generando una respuesta meramente
intelectual. 
1Corintios 2:1-4 SRV2004 Así que, hermanos, cuando
fui a vosotros para predicaros el testimonio de Dios,
no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. 
Pues me propuse no saber otra cosa entre vosotros,
sino a Jesucristo, y a éste crucificado.  Y estuve con
vosotros en flaqueza, y mucho temor y temblor; y mi
palabra y mi predicación no fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder.        1Corintios
2:14 SRV2004  Pero el hombre natural no percibe las
cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él
son locura; y no las puede entender, porque se han
de examinar espiritualmente.
Precisamente, por esta razón, que es tan necesaria la
restauración y la renovación de nuestra mente, para que
pueda ser alineada a la verdad del Espíritu.  Debido a que
podemos estar escuchando correctamente, pero estar
procesando de forma incorrecta. Dios nos ha concedido la
capacidad de poseer una mente espiritual, y es a través de
ésta, que podremos ajustar y aplicar la Voz de Dios a la
verdad pertinente, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 
Efesios 4:17-18 SRV2004  Esto, pues, digo y requiero
en el Señor; que ya no andéis como los otros
gentiles, que andan en la vanidad de su mente,
teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos a la
vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la
dureza de su corazón.
A través de las emociones
Cuando nuestras emociones no han sanado, todo lo que
escuchamos es procesado de forma emocional.  Las
emociones fueron creadas por Dios para disfrutar de Su
plenitud de amor y gozo. Cuando no hay sanidad emocional,
el temor, el rechazo, la soledad y la amargura, etc.,
contaminan lo que escuchamos. A causa de lo anterior, todo
lo procesamos e interpretamos a través de la falta de
sanidad.  Esto da como resultado una respuesta incorrecta,
aunque nuestro hombre interior haya escuchado la verdad. 
Las emociones se convierten en un filtro de procesamiento.
A lo largo de la escritura vemos reacciones de temor,
inseguridad y rechazo ante una voz determinada, sea la de
Dios u otra voz.
Isaías 5:18-21 SRV2004  ¡Ay de los que traen la
iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como
con coyundas de carreta,  los cuales dicen: Venga ya,
apresúrese su obra, y veamos; acérquese, y venga el
consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos! ¡Ay
de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo;
que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz;
que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por
amargo!  ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de
los que son prudentes delante de sí mismos!
A través de la influencia demoniaca
La influencia demoniaca está basada en la mentira, ya que
ésta nos roba la verdad de Dios y nos lleva a escuchar y a
procesar todo de acuerdo a falsos argumentos. Su fin es
llevarnos al error.
En algunos casos, no existe una definición clara de la
fuente, y esto crea un estado de confusión generando
respuestas y actitudes mezcladas.  El ser humano es un
ente complejo, formado por tres diferentes partes
complementarias y muchas veces, en conflicto, en una
guerra entre ellas mismas, por el control de la voluntad del
ser humano.
Mat 26:41 SRV2004  Velad y orad, para que no
entréis en tentación; el espíritu a la verdad está
presto, más la carne es débil.
El alma es la expresión de nuestras emociones,
pensamientos y la voluntad. El espíritu del hombre es el
reflejo de la presencia y la voluntad de Dios, donde la
identidad (imagen y semejanza) es formada. 
A través de la adopción y de la regeneración, la identidad
de Dios es formada en el espíritu del hombre.  Si
fracasamos en este proceso, el alma, basada en la
información que ha recibido a través de lo escuchado,
tomará el control sobre las decisiones de la vida.  Es de esta
manera, que se forma la identidad en el alma.  
Bajo el control del alma, los oídos espirituales no podrán ser
abiertos para escuchar Su Voz. Esta es nuestra más grande
batalla. A través de esta lucha, el enemigo desea perpetuar
la ignorancia, con el propósito de que los hijos del Padre
continúen sumergidos en la mentira, sin la capacidad de ser
redimidos y regenerados. 
Nuestro espíritu debe ser salvo y nuestra alma redimida.  De
este proceso, depende que nuestros oídos sean abiertos
para escuchar con mayor claridad la Su Voz.
Dios está hablando de forma constante.  Muchas veces, Su
Voz es escuchada y otras veces es ignorada, pero
ciertamente, Dios no cesa de hablar.  En este último tiempo,
Dios nos está hablado desde una expresión distinta, a
través del Hijo.  Esto nos da la idea de un Padre que desea
comunicarse con Sus hijos, donde Su Voz es fuente de
adopción.  Su Palabra es el origen de todo. Su Palabra es
una fuente constante de vida, Su Palabra es Abba.
Hebreos 1:1-2 SRV2004  DIOS, habiendo hablado
muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a
los padres por los profetas,  en estos postreros días
nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó
heredero de todo, por quien asimismo hizo el
universo.
Entonces, si no se escucha, ¿cómo se podrá ser salvo?
¿Cómo se podrá recibir la verdad revelada?  Sin la
capacidad de oír no se puede recibir la promesa que es por
la fe en la palabra (Voz de Dios) y no por la ley (religión). 
Romanos 10:14 SRV2004  ¿Cómo, pues, invocarán a
aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber
quien les predique?
Veamos algunas conclusiones de este pasaje:
Como invocar Su nombre si no se ha creído.
Como creer si no se ha escuchado.
Como oír sin que nadie predique.
Como predicar si no se ha escuchado.
La fe vine por escuchar la palabra (Voz) de Dios.  La palabra
provoca la fe en el corazón del hombre, después se puede
confesar lo que está en el corazón y esto provoca la
salvación.
 
Romanos 10:10 SRV2004  Porque con el corazón se
cree para justicia, mas con la boca se hace confesión
para salvación.
Dios tiene muchas formas de comunicación, pero hablemos
específicamente de la Biblia.   La Voz de Dios en la Biblia es
mucho más que leer, memorizar e incluso repetir porciones
de forma mental.  Más bien, es el acto de recibir (escuchar)
lo que el Espíritu de la Palabra dice.  Es la acción reveladora
de Dios en una porción escritural, que tiene una vigencia
eterna y una aplicación personal y particular.  La revelación
de la escritura provoca libertad y renovación, ya que donde
está el Espíritu de Dios allí hay libertad.  
Juan 8:31-32 SRV2004  Y dijo Jesús a los judíos que
habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;    y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres .
Aquellos que habían creído, lo hicieron primeramente
porque escucharon Su Voz y en respuesta obedecieron.
Escuchar Su Voz nos permite permanecer en Él.  El
permanecer, nos da la oportunidad de conocerlo mediante
una experiencia personal que nos libera; y en esa libertad
damos fruto.  Sus palabras son semillas, buscando dar fruto
en nuestro corazón.
Juan 15:4-5 SRV2004  Permaneced en mí, y yo en
vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de
sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco
vosotros, si no permanecéis en mí.  Yo soy la vid,
vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo
en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada
podéis hacer.
Si nos acercamos a la Biblia con oídos naturales, la
respuesta será natural, pero si nos acercamos a la palabra
con oídos espirituales, Su Voz se convierte en una realidad
en nuestro espíritu.
2Corintios 3:6 SRV2004  el cual también nos ha hecho
ministros suficientes del nuevo pacto; no de la letra,
sino del espíritu; porque la letra mata,más el
espíritu vivifica.
El escuchar Su Voz, nos permite operar en la promesa a
través de la confesión. El no escuchar imposibilita el acto de
la confesión, por lo tanto, no podremos acceder a la
promesa de lo hablado.  Es decir, que sólo podemos
confesar aquello que Dios habló, lo demás será mera
repetición. 
Proverbios 18:20-21 SRV2004  Del fruto de la boca
del hombre se saciará su vientre; del producto de sus
labios será saciado. La muerte y la vida están en
poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus
frutos.
El fruto de la boca del hombre nace del corazón del hombre
mismo, y es el producto de aquello que se escucha.  Lo que
se escucha, forma y define el corazón (somos lo que
escuchamos) y luego se manifiesta y trae una repercusión
en el ámbito natural.  Es decir, aquello que se confiesa
provoca una reacción a causa de lo que está en el corazón. 
Marcos  4:23-24 SRV2004  Si alguno tiene oídos para
oír, oiga. Y les dijo: Mirad lo que oís; porque con la
medida que medís, se os medirá, y a vosotros los que
oís, más os será añadido.
Lucas 6:45 SRV2004  El hombre bueno del buen
tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo
del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de
la abundancia del corazón habla su boca.
Dios es Espíritu, por lo tanto, Su Voz está en la dimensión
espiritual.  Esto quiere decir, que para poder acceder y
poseer Su Voz, debo ser trasladado de la dimensión natural
(carnal), a la dimensión del Espíritu.  Esto implica un cambio
de naturaleza, ya que carne y sangre no pueden acceder a
la dimensión del Espíritu.
Es en este proceso, que se va transformando nuestra
identidad (madurez) y cambiando nuestra posición.
1Corintios 13:10-12 SRV2004  Más cuando venga lo
perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba
como niño, juzgaba como niño, más cuando ya fui
hombre hecho, dejé lo que era de niño. Y ahora
vemos por espejo, oscuramente; más entonces
veremos cara a cara; ahora conozco en parte; más
entonces conoceré como soy conocido.
El proceso de transformación y cambio, está fundamentado
en el acto de escuchar y obedecer Su Voz. Si no
escuchamos Su Voz nos conformamos a una realidad
presente, que generalmente está fundamentada en el
pasado, limitando nuestra expresión y manifestación.
Si escuchamos Su Voz y hacemos de cada revelación un
proceso continuo, viviremos en una transformación
permanente hasta alcanzar la estatura y la madurez del Hijo
perfecto.
Su Voz nos introduce en un proceso de cambio y
transformación integral que nos lleva:
De lo que es en parte (parcial) a lo perfecto.
A un proceso de madurez (de niños a hombres).
De ver un reflejo (espejo, oscuramente) a ver cara a
cara (la realidad).
A conocer la verdad de quienes somos en Él.
Definitivamente, la Voz de Dios es una puerta dimensional
que nos propone y proporciona cambio y transformación. 
Esa Voz nos habla de una posibilidad, de un ideal, de un
prototipo.  Nos habla de la verdad de Dios confrontando
nuestra realidad, así como de la oportunidad de llevarnos al
lugar de la promesa. 
Pero será nuestra respuesta de obediencia y la paciencia de
esperar el tiempo del cumplimiento, lo que determine que lo
propuesto sea realizado, la posibilidad sea una realidad, lo
confrontado sea desechado y la promesa sea una verdad
presente. 
La Voz de Dios es una fuente interminable de revelación,
mediante la cual, Sus secretos son puestos a nuestra
disposición.  Dicha revelación, se convierte en nuestra
forma de vida y nuestra única garantía de victoria, así como
la fuente de destino y visión. 
Pro 1:33 SRV2004  Más el que me oyere, habitará
confiadamente, Y vivirá reposado, sin temor de mal.
Solo mediante la revelación de Su Voz podremos tener
acceso a Su secreto; en el secreto de Dios están escondidos
Sus planes, propósitos, promesas y Su herencia para
nosotros.  Al no tener la revelación de Su Voz, perderemos la
posibilidad de poseer Sus promesas y Su herencia, ya que
solo podremos poseer aquellas cosas que nos son reveladas
mediante Su Voz.  Entendiendo esto, es urgente que como
hijos aprendamos a pelear por escuchar Su Voz. 
Su Voz nos da la oportunidad de vivir de acuerdo a Su
plenitud y propósito; proporcionando una vida abundante. 
Nos permite tener acceso al misterio de la verdad de
quienes somos en Él, desatando la verdadera posición de
acuerdo a nuestra identidad. Es imprescindible aprender a
vivir por Su Voz, sin ella morimos aun estando vivos.
 
Apocalipsis 3:1-3 SRV2004)   Y escribe al ángel de la
iglesia en SARDIS: El que tiene los siete Espíritus de
Dios, y las siete estrellas, dice estas cosas: Yo
conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y
estás muerto.  Sé vigilante, y afirma las otras cosas
que están para morir; porque no he hallado tus obras
perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues, de lo que
has recibido y oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Pues
si no velares, vendré sobre ti como ladrón, y no
sabrás a qué hora vendré sobre ti.
Es por Su Voz que:
Descubrimos la verdadera identidad: La Voz de Dios
establece una plataforma de cambio y
transformación.
La visión es extendida: La Voz de Dios establece una
plataforma de remoción, los límites humanos son
removidos.
Que podemos poseer la promesa: Su Voz se
establece como una plataforma para el futuro.
 
Plataforma de cambio y transformación
El proceso de cambio y de transformación se establece al
escuchar y obedecer Su Voz.  Es a través de este proceso
que renacemos, somos transformados, renovados y
regenerados hasta alcanzar Su imagen y semejanza.   
1Pedro 1:23 SRV2004  Siendo renacidos, no de
simiente corruptible, sino de incorruptible, por la
palabra de Dios, que vive y permanece para siempre.
Su Voz es una espada que corta y penetra.  Cada revelación
que Dios trae, provoca una confrontación y un conflicto en
nuestro interior, hasta llevarnos a la realidad de verle en la
plenitud de quien es Él y, por lo tanto, ser cambiados a Su
imagen. 
Podemos decir que, a mayor revelación, mayor
transformación.    1 Juan 4:17 SRV2004 En esto es
perfeccionado el amor en nosotros, para que
tengamos confianza en el día del juicio; pues como él
es, así somos nosotros en este mundo.
Plataforma de remoción: Los límites humanos son
removidos
Como vimos anteriormente, Su Voz es una espada que trae
confrontación, conflicto y crisis desde nuestro interior hasta
el mundo exterior.
Este conflicto, provoca una remoción de las limitaciones
humanas establecidas por las normas, la religión, la
economía, los sistemas del mundo e incluso la opresión
demoniaca.
Hebreos 12:27-28 SRV2004  Y esta expresión: Aun
una vez, significa la remoción de las cosas movibles,
como de cosas hechas, para que permanezcan las
que no pueden ser removidas.  Así que, recibiendo
nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud,
por la cual sirvamos a Dios agradándole con temor y
reverencia.
Plataforma de futuro
Su Voz establece una avenida; un camino para nuestro
futuro, para que podamos poseer la promesa.  Dios es un
Dios de futuro. Tiene planes y pensamientos para que
poseamos un futuro.  Dios es un Dios de familia y
generaciones que poseerán un futuro en Su nombre.
Jeremías 29:10-11 LBLA  Pues así dice el SEÑOR:
"Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta
años, yo os visitaré y cumpliré mi buena palabra de
haceros volver a este lugar.  "Porque yo sé los planes
que tengo para vosotros"--declara el SEÑOR-- "planes
de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro
y una esperanza.
Salmos 105:8 SRV2004  Se acordó para siempre de su
pacto; De la palabra que mandó para mil
generaciones.
Como vemos en el pasaje de Jeremías, Sus planes, propósito
e intención están ligados a Su buena Palabra.  Nuestro
alineamiento y obediencia con Su Voz nos conecta con Su
intención.  La intención de Dios es darnos siempre un futuro
y una esperanza.
 
LA VISIÓN
Proverbios29:18 SRV2004  Donde no hay visión el pueblo perece; más
el que guarda la ley, es bienaventurado .
 
En esencia, la Voz de Dios es profética, y tiene la capacidad
de crear y activar el destino de las personas de forma
individual, así como el destino colectivo en pueblos y
naciones. 
Una de las maneras en las que Dios crea este destino, es
mediante la generación de visión; Su Voz es fuente
generadora de visión.  La formación de la visión surge de
una palabra o de un conjunto de palabras (Voz de Dios), que
como un rompecabezas se va armando hasta formar una
figura: La figura del destino y de la promesa.
Podemos decir que visión es:
La capacidad de ver hacia el futuro, desde la
plataforma del presente de acuerdo a lo hablado por
Dios.
Ver desde la perspectiva de Dios, sin que las
circunstancias presentes nos impongan límites.
Ver el destino y el final sin haber llegado a ellos. 
Poseer la promesa de Su Palabra, sólo por el hecho
de que Dios ya lo habló.
La visión traspasa los límites naturales del:
1. Tiempo.
2. Lugar.
3. Circunstancias.
Tiempo: En el cumplimiento de Su propósito y destino, la
visión no está limitada al tiempo humano.  Esto podemos
verlo como ejemplo en Abraham, donde la plenitud de la
promesa se cumplió en su simiente, la cual es Cristo.
Gal 3:17 SRV2004  Y esto digo: El pacto antes
confirmado por Dios en Cristo, la ley que vino
cuatrocientos treinta años después, no le anula, para
invalidar la promesa.
Lugar: Cuando Dios ha determinado establecer algo en un
lugar señalado y ha dado Su palabra al respecto, las
condiciones del lugar no determinan el cumplimiento, sino
más bien el compromiso obediente a la visión.
Gen 26:1-4 SRV2004  Y Hubo hambre en la tierra,
además de la primera hambre que hubo en los días
de Abraham: y se fue Isaac a Abimelec rey de los
filisteos, en Gerar.  Y se le apareció Jehová, y le dijo:
No desciendas a Egipto: habita en la tierra que yo te
diré;    Habita en esta tierra, y seré contigo, y te
bendeciré; porque a ti y a tu simiente daré todas
estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a
Abraham tu padre.  Y multiplicaré tu simiente como
las estrellas del cielo, y daré a tu simiente todas
estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán
benditas en tu simiente .
Circunstancias: Muchas veces, las circunstancias a
nuestro alrededor son contrarias a la verdad de lo que Dios
habló, y en oposición a la ejecución de la visión de Dios.  Si
vemos con nuestros ojos naturales seremos víctimas de
ellos, pero la visión de Dios traspasa los límites de las
circunstancias y nos lleva al establecimiento de la promesa. 
Esto será, siempre y cuando veamos la promesa del Padre
con los ojos del espíritu. 
1 Corintios 2:14 SRV2004  Pero el hombre natural no
percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura; y no las puede entender,
porque se han de examinar espiritualmente.
Romanos 4:18-19 SRV2004  El cual creyó en
esperanza contra esperanza, para venir a ser padre
de muchas naciones, conforme a lo que le había sido
dicho: Así será tu simiente.  Y no se debilitó en la fe,
ni consideró su cuerpo ya muerto (siendo ya como de
cien años), ni la matriz muerta de Sara.
2 Corintios 4:18 SRV2004  no mirando nosotros a las
cosas que se ven, sino a las que no se ven; porque
las cosas que se ven son temporales, más las que no
se ven son eternas.
Si la visión que perseguimos no es generada por Su Voz,
trabajaremos bajo un concepto de proyección humana,
mental, emocional y/o religioso, o simplemente viviendo
una vida basada en los instintos y reacciones humanas.  Es
decir, viviendo por vivir.  
La visión es progresiva, siempre va en aumento, se va
renovando de acuerdo al crecimiento, la obediencia y la
madurez que vayamos obteniendo. La revelación de Su Voz
siempre genera visión, nos da un propósito y una dirección
a seguir. Sin ella estamos perdidos, sin dirección, destino, ni
visión del futuro. 
Existen diversas expresiones de la visión de Dios en el
cuerpo, manifestando diferentes funciones y expresiones. 
Cada una tiene el fin de establecer Su voluntad y deseo de
llevarnos al cumplimiento de Su promesa.  
Se puede decir que existen dos tipos de visiones: 
Corporativas.
Individuales. 
La visión corporativa, busca que los miembros de un cuerpo
lleguen a un destino colectivo.  Por ejemplo, el pueblo de
Israel, quienes contaban con una visión y promesa
colectiva; la tierra prometida.  Dentro de la visión
corporativa podemos incluir la visión de:
Países y ciudades.
Territorio específico.
Ministerios e iglesias.
Dentro de la visión corporativa, también tenemos visiones
individuales que nos llevan a una realización individual y
familiar.  La visión individual se establece dentro de los
límites de la visión corporativa.  Es decir, que la suma de las
visiones individuales añade a la realización de la visión
corporativa o en grupo, por ejemplo, las tribus de Israel.   
Dentro de la visión individual incluimos:
Visión de familia.
Visión individual.
Visión de negocios.
 
La visión individual se ajusta a una visión colectiva, de
acuerdo a la naturaleza, propósito y destino.  Será la fuerza
de la visión colectiva la que aporte los elementos para el
desarrollo y la capacitación de la realización individual. 
Entre mayor desarrollo individual, mayor fuerza colectiva. 
 
Es importante estar plantado en un lugar que sea afín y de
acuerdo a nuestra naturaleza. De otra manera, estaremos
siendo formados bajo un enfoque y perspectivas contrarias
a la verdad de Dios para nuestro llamado, visión y
propósito.  
 
La intención de Dios mediante Su Voz, es la de plantarnos
en el lugar correcto para dar el fruto correcto.  La visión
colectiva debe ser impartida y comunicada para ir
reajustando y alineando las visiones individuales a una
obediencia perfecta dentro de los límites de la visión. 
Pretender ir más allá de los límites de la visión que Dios ha
establecido para un tiempo específico, sin revelación y
dirección de Dios, actuando bajo conceptos religiosos
humanos de “una fe ciega obediente”, es un acto de
rebelión. Esta forma de actuar provoca división, y por lo
tanto derrota. 
Números 14:40-45 SRV2004  Y se levantaron por la
mañana, y subieron a la cumbre del monte, diciendo:
Henos aquí para subir al lugar del cual ha hablado
Jehová; porque hemos pecado.  Y dijo Moisés: ¿Por
qué quebrantáis el mandamiento de Jehová? Esto
tampoco os sucederá bien. No subáis, porque Jehová
no está en medio de vosotros, no seáis heridos
delante de vuestros enemigos. Porque el amalecita y
el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a
espada; porque habéis dejado de seguir a Jehová, por
eso Jehová no será con vosotros. Sin embargo, se
obstinaron en subir a la cima del monte: mas el arca
de la alianza de Jehová, y Moisés, no se apartaron de
en medio del campo. Y descendieron el Amalecita y el
cananeo, que habitaban en aquel monte, y los
hirieron y los derrotaron, persiguiéndolos hasta
Horma.
La división es el acto de no compartir la visión colectiva,
provocando un rompimiento en la unidad. Podemos decir,
que es un asunto ideológico, de pensamiento y muchas
veces, de falta de sanidad y revelación de la identidad
individual. Lo anterior, genera una confrontación entre la
visión individual y la colectiva, reclamando una autoridad
mayor que la real, provocando un movimiento de rebelión,
como lo vemos en el libro de Números capítulo 16.  
La visión nos proveerá dirección, nos mostrará el camino
que debemos seguir hasta alcanzar el destino señalado por
Dios.  La visión nos dirige por caminos que no conocíamos,
llevándonos mediante nuestra obediencia al cumplimiento
de la visión. 
Josué 3:3-4 SRV2004  y mandaron al pueblo,
diciendo: Cuando viereis el arca del pacto de Jehová
vuestro Dios, y los sacerdotes y levitas que la llevan,
vosotros partiréis de vuestro lugar, y marcharéis en
pos de ella,   a fin deque sepáis el camino por donde
habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado
antes de ahora por este camino. Pero entre vosotros
y ella habrá una distancia como de la medida de dos
mil codos; y no os acercaréis a ella.
A su vez, la visión provee los elementos correctivos para
nuestro caminar, enderezando lo torcido y alineando lo
desalineado.  Esta corrección nos garantiza protección, ya
que mientras estamos en la visión y caminamos en ella
(obediencia), la misma palabra (visión) se convierte en un
muro de protección.
Proverbios 30:5 SRV2004  Toda palabra de Dios es
pura: Es escudo a los que en Él esperan.
Hechos 26:13-19 SRV2004  al medio día, oh rey,
yendo en el camino vi una luz del cielo, que
sobrepasaba el resplandor del sol, iluminando en
derredor de mí y de los que iban conmigo.    Y
habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz
que me hablaba, y decía en lengua hebraica: Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar
coces contra el aguijón.  Yo entonces dije: ¿Quién
eres, Señor? Y él dijo: Yo soy Jesús, a quien tú
persigues.  Mas levántate, y ponte sobre tus pies;
porque para esto te he aparecido, para ponerte por
ministro y testigo de las cosas que has visto, y de
aquellas en que apareceré a ti:  librándote de este
pueblo y de los gentiles, a los cuales ahora te envío, 
para que abras sus ojos, para que se conviertan de
las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a
Dios; para que reciban, por la fe que es en mí,
remisión de pecados y herencia entre los
santificados. Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde
a la visión celestial.
La visión proveerá los recursos necesarios para el
establecimiento de la misma.  Estar alineados a ella,
garantiza la victoria y el éxito en todo aquello que
emprendamos, generando una dependencia total y absoluta
a la dirección que recibimos a través de Su Voz.
Deuteronomio 8:1-4 SRV2004  Cuidareis de poner por
obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para
que viváis, y seáis multiplicados, y entréis, y poseáis
la tierra, de la cual juró Jehová a vuestros padres.  Y
acordarte has de todo el camino por donde te ha
traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el
desierto, para afligirte, por probarte, para saber lo
que estaba en tu corazón, si habías de guardar o no
sus mandamientos.  Y te afligió, y te hizo tener
hambre, y te sustentó con maná, comida que no
conocías tú, ni tus padres la habían conocido; para
hacerte saber que el hombre no vivirá de solo pan,
más de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el
hombre.  Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el
pie se te ha hinchado por estos cuarenta años.
La palabra nos enseña que la Voz de Dios también tiene
elementos de confrontación; se convierte en un arma de
destrucción, para luego construir un nuevo fundamento.
Jeremías 18:7-9 SRV2004  En un instante hablaré
acerca de una nación, o de un reino, para arrancar, y
derribar, y destruir.  Y si esta nación de la cual he
hablado se vuelve de su maldad, yo me arrepentiré
del mal que había pensado hacerle.  Y en un instante
hablaré acerca de una nación y de un reino, para
edificar y para plantar.
La palabra puede ser entre otras cosas:
Fuego: Que purifica las intenciones del corazón.  
Martillo: Que quiebra la dureza del corazón.
Espada: Que penetra, parte y divide provocando una
separación.
 
LA VISIÓN FUENTE DE
CONFRONTACIÓN
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda
espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el espíritu, y las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las
intenciones del corazón. Hebreos  4:12 SRV2004
 
 
La visión, al ser creada por la Voz misma de Dios, contiene
elementos de confrontación, corrección, ajustes, purificación
y restauración, los cuales nos establecen en la perspectiva
correcta de “quienes somos y hacia dónde vamos”.  Si no
podemos descubrir quiénes somos, nunca sabremos hacia
dónde vamos.
La visión, no puede ser mayor que la revelación de:
1. Quienes somos en Él.
2. Quien es Él en nosotros.
Romanos 12:3 SRV2004  Digo, pues, por la gracia que
me ha sido dada, a cada cual que está entre
vosotros; que no tenga más alto concepto de sí, que
el que debe tener, sino que piense de sí con mesura,
conforme a la medida de la fe que Dios repartió a
cada uno.
La verdad revelada de quien es Jesús el Hijo, provoca un
reflejo sobre el corazón del hombre, que trae una verdad
profunda de quienes somos.   
Juan 14:6 SRV2004  Jesús le dijo: Yo soy el camino, y
la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
La visión confrontará quienes somos para poder llevarnos al
lugar del diseño de Dios, es decir, a la promesa. Si
fracasamos en el proceso de actualización de la identidad a
través de la regeneración y la restauración, fracasaremos en
alcanzar la promesa.  La Voz de Dios a través de la promesa,
nos lleva a un proceso de ajuste, cambio y transformación,
hasta alcanzar la madurez y la estatura para alcanzar lo
prometido.  Si Dios lo habló, Él lo hará.
Los enemigos en la tierra prometida serán más grandes y
más poderosos que nuestra realidad e identidad presente, si
la identidad está basada en el pasado. 
Debe existir un cambio en nuestra persona, una
restauración de acuerdo a Su imagen y semejanza, la cual
nos da la oportunidad de ejercer una nueva autoridad.  Si
enfrentamos la tarea de la conquista de la visión, con una
identidad que no ha sido restaurada ni regenerada, los
enemigos serán invencibles y fracasaremos en el intento.
Números 13:28-29 SRV2004  Mas el pueblo que
habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy
grandes y fuertes; y también vimos allí los hijos de
Anac.  Amalec habita en la tierra del sur; y el heteo, y
el jebuseo, y el amorreo, habitan en las montañas; y
el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del
Jordán.
Estos hombres eran de los principales del pueblo.  Pudieron
ver la promesa y sus beneficios, pero, de acuerdo a la
verdad en su corazón, ellos eran incapaces de conquistar. 
Existía un problema de visión; la realidad de quienes eran
(identidad) estaba en conflicto con la visión de Dios y la
promesa.  Ellos vieron de acuerdo a su propia perspectiva,
interpretando lo que vieron de acuerdo a la visión de ellos
mismos.
El pueblo es fuerte; somos débiles. Números 13:28.
Ciudades grandes y fortificadas; también están allí
los hijos de los gigantes; somos pequeños e
incapaces. Números 13:28.
Es una tierra que devora a sus habitantes;
fracasaremos. Números 13:32.
Tierra de gigantes; somos langostas. Números 13:33.
Estos hombres fracasaron en reajustar la visión de su
identidad. Vieron la tierra prometida desde su identidad
pasada, la identidad que fue definida en Egipto y durante el
recorrido por el desierto. Por ello, fueron incapaces de
poseer la visión de Dios, la cual requería una identidad
nueva.   Juan 8:35 SRV2004  Y el esclavo no queda en
casa para siempre; el hijo queda para siempre.
Por otro lado, vemos el cambio de naturaleza en Josué y
Caleb, quienes se ajustaron a la palabra; caminaron
creyendo lo que la Voz de Dios estableció como visión del
futuro. La palabra los estableció sobre una nueva
plataforma, la plataforma del hombre nuevo.  Veamos
algunas características de Josué y Caleb, las que debemos
asimilar para nuestras propias vidas:
Una naturaleza de servicio. Éxodo 24:13,
Deuteronomio 1:38
Un corazón adorador.  (Nunca se apartaba del
tabernáculo).  Éxodo 33:11
Hombres de valentía y determinación. (No viven por
las circunstancias, se levantan para creer las
promesas). Números 13:30
Otro espíritu. (El pueblo lleno de rebelión e
incredulidad). Números 14:24, Números 27:18
Naturaleza dócil / Enseñable
Sujeto / Corregible
Perfectos (Obediencia). Números 32:12
Eran persona fieles. Deuteronomio 1:36
La visión confronta mi identidad
Éxodo 3:10-11 SRV2004  Ven por tanto ahora, y te
enviaré a Faraón, para que saques deEgipto a mi
pueblo, los hijos de Israel.  Entonces Moisés
respondió a Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya a
Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
En el pasaje anterior, vemos a un Moisés siendo impartido,
delegado a una tarea, comisionado, y llamado a convertirse
en el portador y ejecutor de la visión de libertad del pueblo
de Israel, quienes llevaban en cautiverio más de 400 años.  
En la respuesta de Moisés, “¿ Quién soy yo, para que
vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de
Israel?” , vemos dos cosas interesantes.
La primera, es un conflicto en su identidad e inseguridad
ante la figura y la presencia de faraón.  Citando información
contenida en el portal Wikipedia: “ Los faraones fueron
considerados seres casi  divinos   durante las primeras 
dinastías  y eran identificados con el dios  Horus .  A partir
de la  dinastía V   también eran « hijos del dios Ra ».
Normalmente no fueron deificados en  vida .  Era tras su 
muerte  cuando el faraón se fusionaba con la deidad  Osiris
 y adquiría la  inmortalidad  y una categoría divina, siendo
entonces venerados como un dios más en los templos”.
Este conflicto de identidad en la vida de Moisés pudo
revelar:
Temor.
Inseguridad.
Sentimiento de incapacidad e inferioridad.
Orfandad.
S egundo, en su visión de incapacidad para la realización de
la tarea comisionada, en su visión de sí mismo, Moisés
determina que dicha comisión es demasiado grande. O sea,
fracasa en ver que la misma proviene del Dios que lo llama. 
Aquí vemos como los enemigos internos en la vida de
Moisés, tratan de determinar los límites de su destino.
Cuando tenemos inseguridad en nuestra identidad,
cualquier tarea más allá de nuestros límites de costumbre y
seguridad nos parecerá una imposibilidad.  La identidad es
clave para determinar nuestra posición, función, visión y
esfera de autoridad, sin la identidad correcta nunca
llegaremos al lugar correcto.
Éxodo 3:12 SRV2004  Y él le respondió: Ve, porque yo
seré contigo; y esto te será por señal de que yo te he
enviado: luego que hubieres sacado este pueblo de
Egipto, serviréis a Dios sobre este monte.
https://es.wikipedia.org/wiki/Divinidad
https://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa
https://es.wikipedia.org/wiki/Horus
https://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa_V
https://es.wikipedia.org/wiki/Nombre_de_Sa-Ra
https://es.wikipedia.org/wiki/Vida
https://es.wikipedia.org/wiki/Muerte
https://es.wikipedia.org/wiki/Osiris
https://es.wikipedia.org/wiki/Inmortalidad
En los versículos subsiguientes, podremos ver que las
respuestas de Dios afirman la identidad de Moisés,
llevándolo a una revelación de quien es Dios, y la realidad
que estará con él durante la ejecución y el cumplimiento de
la visión.  
La revelación de Su Voz nos lleva a una nueva revelación de
quién es Él.  Como resultado, esto provocará una
transformación en quienes somos, para ser reposicionados
en una nueva verdad. Desde esta nueva verdad, podemos
operar en una nueva autoridad; somos habilitados a poseer
de acuerdo a la visión de Dios.
Veamos el proceso de Moisés, como es confrontado hasta el
punto de transformación y aceptación:
Crisis en su identidad y su capacidad. Éxodo 3:11
La respuesta de Dios trae una respuesta de unidad,
(Estaré contigo, seré contigo).  Éxodo 3:12
Una nueva revelación del nombre de Dios. Éxodo 3:
13-16 
Confirmación de la visión. Éxodo 3:16-22
Una nueva autoridad es conferida a Moisés. Éxodo
4:1-9
Moisés es confrontado con su duda e incredulidad.
Éxodo 4:10-17
Moisés es llevado a un lugar de pacto. Éxodo 4: 21-
26
En este proceso de cambio y transformación a través de la
visión, Dios nos empuja a realinear y reconfigurar todas
aquellas cosas que definen nuestra identidad, tales como la
herencia y la cultura.  Dios le dijo a Abraham, deja tu tierra,
tu casa y tu parentela, es decir, haz un rompimiento con
todo lo que sabes, conoces y has vivido. Rompe con tu
herencia (natural y espiritual) ya que te mostraré un lugar
mejor.
A través de la visión, nuestra forma y estructura de
pensamiento es redefinida, llevándonos a una nueva forma
de pensar, a una mente renovada, como dice la escritura:
Romanos 12:2 SRV2004 Y no os conforméis a este
siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro
entendimiento, para que experimentéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.   
Los límites y las limitaciones del pasado, establecidos de
acuerdo a la identidad que poseamos, son confrontados al
establecerse una nueva visión, la cual nos empuja a una
renovación del pensamiento.  La Palabra (Su Voz), nos lleva
a una confrontación de nuestras estructuras de
pensamiento y acciones tales como la injusticia, la iniquidad
y la herencia (natural y espiritual) para llevarnos a un lugar
de justicia y de pacto.    
La visión confronta la realidad en la que vivimos y la
posición a la que nos conformamos. Nos desafía a
reposicionarnos a través del cambio de identidad,
removiendo los límites y las limitaciones establecidas en la
identidad pasada.  Su Voz provoca una confrontación con las
cosas removibles, desatando un conflicto, una guerra para
establecernos en una verdad revelada.   
1 Corintios 2:9-10 SRV2004  Antes, como está escrito:
Ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, Ni han subido
en corazón de hombre, Las cosas que Dios ha
preparado para los que le aman.  Pero Dios nos las
reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
La visión confronta mi permanencia                    y
fructificación 
La visión, confronta la urgente necesidad de permanecer
(oír y obedecer) para poder fructificar, ya que sin
permanencia no habrá fructificación.  La visión requiere una
constante revisión, lo que nos permite determinar si
estamos conectados a la fuente correcta, es decir, Su
Palabra (dirección profética), o si nos hemos salido del curso
y dirección que Su Voz establece. 
Juan 15:2-5 SRV2004  Todo pámpano que en mí no
lleva fruto, lo quita; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpia, para que lleve más fruto.  Ya vosotros estáis
limpios por la palabra que os he hablado. 
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el
pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no
permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los
pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste
lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
La palabra permanecer , hace referencia al hecho de
mantenerse sin cambios en un determinado estado,
condición o situación.  Entonces, la permanencia en Él, nos
garantiza vivir en un proceso de transformación y cambio
permanente, siendo renovados por Su Voz de forma
constante hasta llegar a Su imagen.  Es de esta forma que
podremos dar mucho fruto.
La fructificación implica un cambio de naturaleza; somos
transformados a la naturaleza (imagen y semejanza) del
lugar donde nos injertamos (Jesús) mediante la
permanencia.  De esta forma, damos el fruto correcto en la
cantidad correcta (mucho fruto). 
Juan 15: 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el
que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho
fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
El que no permanece, es decir, no escucha y no obedece, no
da fruto, por lo tanto, es cortado (es decir no alcanza la
visión).  Pero el que permanece (escucha y obedece) da
fruto, entra a un proceso constante de limpieza (cambio de
naturaleza). El que es limpiado dará más y mejor fruto.
La visión enfrenta retos, desafíos y enemigos constantes
que buscan romper el orden, el alineamiento y la
permanencia.  Estos enemigos serán superados a través de
nuestra capacidad de escuchar Su Voz, ya que esto genera
fe. Si a esto le agregamos la obediencia, que es obra de la
fe, tenemos garantizada la conquista y la victoria
permanente. Santiago 2:17 SRV2004  Así también la
fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
1 Juan 5:4 SRV2004  Porque todo lo que es nacido deDios vence al mundo: y esta es la victoria que ha
vencido al mundo, nuestra fe.
2Co 7:5 SRV2004  Porque cuando vinimos a
Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne; antes
en todo fuimos atribulados; de fuera, contiendas; de
dentro, temores.
 
Existe una batalla espiritual, esto es una realidad, donde
peleamos con enemigos externos, así como enemigos
internos. 
Debemos prepararnos para la contienda; estamos en una
guerra, en una batalla por nuestro destino, en la que
estamos peleando para establecer la visión de Dios en
nuestras vidas, familias, territorios y nación. 
Hebreos 10:39 SRV2004  Pero nosotros no somos de
los que retroceden para perdición, sino de los que
creen para salvación del alma.
Hebreos 6:12 SRV2004  Que no os hagáis perezosos,
sino que sigáis el ejemplo de aquellos que por la fe y
la paciencia heredan las promesas.
Hebreos 10:36 SRV2004  porque la paciencia os es
necesaria; para que habiendo hecho la voluntad de
Dios, obtengáis la promesa.
La permanencia para fructificar es un proceso de:
1. Escuchar la Voz de Dios.
2. Recibir la revelación nos lleva a una confrontación
con la verdad. (La verdad confronta la mentira,
somos confrontados y limpiados).
3. Aceptar la verdad va a generar fe en nuestros
corazones.
4. Obediencia y fructificación.
5. Es un proceso de crecimiento constante (mayor
fruto).
Este es un proceso continuo, donde vamos siendo
trasladados de un nivel menor a uno mayor, para ir
creciendo a una nueva revelación y manifestación.   
2Corintios 3:18 SRV2004  Por tanto, nosotros todos,
mirando con cara descubierta como en un espejo la
gloria del Señor, somos transformados en la misma
imagen, de gloria en gloria como por el Espíritu del
Señor.
Confrontando la esterilidad
Isa 54:1-2 SRV2004  Alégrate, oh estéril, la que no
daba a luz; levanta canción, y da voces de júbilo, la
que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos
de la dejada que los de la casada, ha dicho Jehová.  
Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus
habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga
tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
Cuando nos conformamos y nos acomodamos a las
circunstancias presentes, aceptando las mismas como una
verdad absoluta, la visión de Dios nos confronta con la
realidad en la que vivimos y nos desafía a caminar más allá
de las condiciones presentes, llevándonos a establecer una
verdad mayor a la conocida.
La visión traspasa el tiempo, el lugar y las circunstancias,
por lo tanto, si la visión procede de Dios se cumplirá más
allá de lo antes mencionado, entendiendo que nuestras
acciones de obediencia determinarán su cumplimiento.
Habacuc 2:3 SRV2004  Aunque la visión tardará aún
por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá; aunque
se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no
tardará.
De alguna forma u otra, todos hemos sido confrontados con
la realidad de la esterilidad o la poca productividad. Dicha
confrontación nos lleva a tomar una decisión de obediencia
para alcanzar el cumplimiento de aquello que Dios nos
habló.
Algunas cosas que debemos poner bajo la perspectiva
correcta en este proceso son:  
Las expectativas de tiempo que son incorrectas
genera frustración y sentido de fracaso. 
La actitud incorrecta y las respuestas equivocadas
(rebelión y desobediencia).
No conocer la realidad de la visión genera una falsa
expectativa de productividad.
Resistencia al cambio.
La esterilidad es algo con lo que tratamos durante el
proceso de la visión y de nuestro caminar.  Vamos a definir
la esterilidad como:
•         La falta de capacidad de producir fruto.
•         Estancamiento (permanecer en el mismo lugar,
movimiento sin destino).
•         Ausencia de crecimiento.
La verdad confronta la mentira. La visión (revelación de la
verdad del destino) confronta la realidad de donde estamos,
y nos lleva al establecimiento de la verdad, al lugar donde
Dios quiere llevarnos, lo que incluye:  
•         Ensanchamiento.
•         Multiplicación.
•         Crecimiento.
Dios habla lo contrario a la realidad, queriendo, a través de
Su Voz, establecer un modelo nuevo bajo un nuevo diseño,
el cual nos habilite en la dimensión del Reino.
Entonces, la visión provoca una confrontación con los
límites de la realidad presente.  Cuando la realidad nos
establece bajo parámetros de limitación de posibilidades, la
visión provee las herramientas necesarias que garantizarán
el éxito durante el proceso de la confrontación.  Entre esas
herramientas, podemos resaltar la adoración y la
intercesión. 
La visión nos habilita a actuar contra las circunstancias de la
realidad presente, con el fin de establecer la verdad de Su
Voz (visión).  
Entendiendo lo anterior, podemos decir que esta es una
ocasión y oportunidad para:
1. Reevaluar la visión
•               Conocer los límites establecidos de la realidad
presente que es conformada por los patrones del
pasado.
•         La Voz de Dios habla desde su eternidad de
acuerdo a Su diseño.  (Generalmente contrario a la
realidad).
•         Evaluar hacia donde nos quiere llevar Dios
(rompiendo la esterilidad.)
2. Declarar la guerra mediante la adoración. Isaías 54:1 
Alégrate, oh estéril, la que no paría.
•         Levanta canción.
•         Da voces de júbilo.
La adoración nos permite entrar a una dimensión espiritual,
donde por la fe adoramos desde la perspectiva de Dios, lo
que nos permite confrontar la realidad presente hasta
removerla, con el fin de establecer la verdad de Dios. 
Porque más son los hijos de la dejada que los de la
casada, ha dicho Jehová. (Visión)
Romanos 4:20 SRV2004  Tampoco dudó, por
incredulidad, de la promesa de Dios, sino que fue
fortalecido en fe, dando gloria a Dios.
3. Ser catapultados por Su Voz al proceso de crecimiento
para llevarnos a:
•         Ensanchar: Hacer espacio, la promesa viene de
camino (tiempo de dar fruto).
•               Extender: Hacer que una cosa ocupe más
espacio del que ya ocupa (crecimiento).
•               Alargar: Hacer que una cosa sea más larga en
espacio o en tiempo, una mayor proyección en
tiempo (generacional) y espacio (territorial).
•         Fortificar: Hacer fuerte, seguro, firme.
Las acciones descritas en los puntos anteriores, son
acciones de obediencia, contrarias a la realidad presente,
las cuales nos conectan al futuro, generando esperanza.
4. Romper la visión de esterilidad y escasez (limitaciones.)
•               Romper la alianza con las circunstancias
(internas y externas) que limitan la visión.
5. Abrazar la nueva proyección que trae una visión y que
provoca:
•         Un crecimiento y expansión (multi-generacional
y territorial).
•         Romper con el pasado, sus formas y maneras. 
Isa 54:3-6 SRV2004 Porque a la mano derecha y a
la mano izquierda has de crecer; y tu simiente
heredará a los gentiles, y habitarán las ciudades
asoladas .  No temas, que no serás avergonzada; y
no te avergüences, que no serás afrentada;
porque te olvidarás de la vergüenza de tu
juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás
más memoria. Porque tu marido es tu Hacedor;
Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu
redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra
será llamado. Porque como a mujer dejada y triste
de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de
la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo .
Generando Visión
Habacuc 2:1-2 SSE  Sobre mi guarda estaré, y sobre
la fortaleza afirmaré el pie, y atalayaré para ver qué
hablará en mí, y qué he de responder a mi pregunta. 
Y el SEÑOR me respondió, y dijo: Escribe la visión, y
declárala en tablas, para que corra el que leyere en
ella.
Nuestra actitud frente a lo desconocido, las preguntas en
relación a nuestra asignación y propósito, y en lo porvenir,
fue detallada en el pasaje anterior.  Aquí, el profeta nos
explica cómo generar visión (la visión es la proyección al
futuro diseño de Dios). 
La expresión “sobre mi guarda” , es una expresiónen
hebreo que indica el cumplimiento de la función del
atalaya.  Es decir, una acción de vigilancia y de expectativa.
“Afirmaré el pie” , nos da la idea de alguien que está
reforzando la posición en su acción de vigilancia.  Con una
actitud correcta en la espera, es decir, con alabanza y
adoración permanecemos vigilantes esperando Su
respuesta, entendiendo que nuestra obediencia a Su Voz es
lo más importante.  Entonces podemos decir, que la acción
o movimiento sin Su Voz no es considerada como
obediencia.
“Velaré” : en el original hebreo es la palabra Tsafa que
significa, atisbar, a la distancia; por implicación, observar,
acechar, aguardar, atalaya, atalayar, centinela, considerar,
descubierto, esperar, extender, mirar, vigilar, guardar la
vigilia.  Como resultado, vemos la respuesta de Dios, una
visión nace; la Visión de Dios.
Habacuc 2:2-3 SRV2004  Y Jehová me respondió, y
dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que
corra el que leyere en ella.  Aunque la visión tardará
aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá;
aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no
tardará.
SENDAS ETERNAS
Esto dice el Señor: «Poneos sobre los caminos, y ved y preguntad las
sendas del Señor eternas; y ved cuál es el camino, el bueno, y andad
en él, y hallaréis purificación para vuestras almas»; y dijeron: «No
iremos».         (Jeremías 6:16 Jünemann*)
 
El camino del Señor, es determinado por Su Voz mediante la
revelación.  La revelación es el acto de conocer algo que no
conocíamos.  Este acto de conocer algo nuevo no es
determinado por nuestras capacidades o habilidades
mentales, intelectuales o religiosos, sino mediante el
Espíritu de Dios.  Es mediante la revelación que el Eterno
nos muestra Sus caminos.
  Salmos 103:7 SRV2004  Sus caminos notificó a
Moisés, Y a los hijos de Israel sus obras.
Alejados de la revelación, estaríamos caminando de formas
y principios previamente establecidos y concebidos por
movimientos pasados.  Hablando de las normas religiosas
de hoy, que quizás dieron inicio bajo una revelación, pero se
estancaron.  No obstante, el hecho de perpetuar una
revelación más allá de sus límites de tiempo, función,
operación y cumplimiento, y establecerla como norma
permanente de vida, abre la puerta a la religiosidad.   
El espíritu religioso, pretende alejarnos de la revelación y
encerrarnos en un movimiento viejo. Un movimiento
antiguo, lleno de formas y conceptos sin vida y sin
proyección del Reino, es sólo una repetición constante de
fórmulas cultuales.
Juan 14:6 SRV2004  Jesús le dijo: Yo soy el camino, y
la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Jesús es el camino, y la única forma de entrar al camino es
bajo la revelación.  Es decir, Jesús es la fuente de la
revelación, quien nos imparte de Su Espíritu y nos abre la
puerta hacia una dimensión sobrenatural, donde vemos lo
que no habíamos visto, escuchamos lo que no habíamos
escuchado y poseemos lo que no habíamos poseído.  
1 Corintios 2:9-10 SRV2004  Antes, como está escrito:
Ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, Ni han subido
en corazón de hombre, Las cosas que Dios ha
preparado para los que le aman.  Pero Dios nos las
reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Jesús es la revelación, Él es el Verbo Eterno, la Palabra
hecha carne.  El Verbo es fuente de luz, luz que disipa las
tinieblas (Gen 1:1-3). Esta Palabra es la verdad, y esta
verdad confronta la mentira (Juan 14:6), y al mismo tiempo
es la puerta (Juan 10:7-9).    Entrar por la puerta, quiere
decir que la revelación nos habilita para poseer la promesa
de la Palabra y cada palabra tiene una promesa ligada a
ella.  La puerta nos lleva a una nueva dimensión. Una
dimensión de cambio y transformación, porque nos lleva al
proceso de alcanzar Su imagen. 
La revelación nos lleva a un proceso de crecimiento que va
en aumento, de gloria en gloria; de revelación en
revelación, donde conocemos:
La revelación del Verbo, es decir, la Palabra
Revelada. (2 Corintios 3:6)
Que la palabra revelada trae luz (verdad y vida) que
confronta las tinieblas (mentira y muerte) (Salmos
43:3, Génesis 1:1-3) S almos 119:130 LBLA La
exposición de tus palabras imparte luz; da
entendimiento a los sencillos.
Que la luz es la vida de los hombres, sin revelación
no hay vida. (Juan 1:4)
Una puerta dimensional, donde entramos mediante
el alineamiento con Su Voz, hasta alcanzar la
transformación. (Apocalipsis 4)  
Juan 10:7 SRV2004  Volvió, pues, Jesús a decirles: De
cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las
ovejas.
Juan 1:1-5 SRV2004  En el principio era el Verbo, y el
Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.  Este era en
el principio con Dios.  Todas las cosas por él fueron
hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho.  
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los
hombres. Y la luz en las tinieblas resplandece; mas
las tinieblas no la comprendieron.
Jesús es la verdad y la revelación siempre nos lleva a una
verdad (luz).  Aquí podemos ver el contraste con la
operación y la fuerza del enemigo, quien siempre opera
torciendo una verdad para llevarnos a la mentira, al error y
a la religiosidad (tinieblas).  La verdad nos introduce en un
conflicto, una confrontación con las tinieblas, para
establecernos en una plataforma de vida abundante. 
Si la confrontación no nace de la revelación, no tendrá la
fuerza de la gracia para establecer dicha verdad en el
corazón. Sólo será una verdad arraigada en el alma y no en
el espíritu del hombre, lo que nos obliga a caminar bajo el
principio de hacer para poseer. Este es un principio de la
religión, que provoca obligación en lugar de una
trasformación (gracia).  Su verdad revelada otorga la gracia
para vencer en la confrontación.    La gracia es el reflejo de
la luz de Dios, (Su palabra es vida, Su palabra es verdad),
sobre el corazón del hombre. 
Jesús es la vida, la consecuencia del proceso de tener
revelación y de conocer la verdad, es que nos llevará a una
expresión de una vida nueva. No se trata de una mera
expresión de hacer cosas, por el contrario, es la
manifestación de la naturaleza del Hijo revelada en nuestra
propia vida.
En este proceso de revelación y verdad, vamos siendo
transformados de una palabra revelada a una confrontación,
de una confrontación a una verdad, y esta verdad abre la
puerta de la transformación y del cambio.  De esta forma,
podremos expresar una vida nueva, una naturaleza nueva
para luego seguir avanzando en este proceso interminable
de cambio, hasta alcanzar Su imagen; la estatura del Varón
Perfecto.
Juan 10:10 SRV2004  El ladrón no viene sino para
hurtar, y matar, y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y la tengan en abundancia.
2 Corintios 5:17 SRV2004  De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2Corintios 3:17-18 SRV2004  Porque el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad.  Por tanto, nosotros todos, mirando con cara
descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados en la misma imagen, de gloria
en gloria como por el Espíritu del Señor.
Ahora, retomaré el pasaje de Jeremías 6:16, que nos habla
de las sendas antiguas.  Esta expresión no se refiere a algo
ya caminado, antigua o vieja, sino más bien a algo que tiene
una naturaleza eterna. Es decir, sin principio o fin, o que es
renovado constantemente.
La palabra antiguas en español, se traduce de la palabra
hebrea ‛ ô l â m , cuya traducción puede interpretarse de
las siguientes formas:
Escondido.
Punto de desaparición; generalmente tiempo fuera
de la mente (pasado o futuro).
Eternidad; antigüedad, antiguo, continuo,
eternamente, eternidad, eterno, largo.
Permanecer, perpetuamente, perpetuar, perpetuo,
perseverar, sempiterno, para siempre, siglo.
Ahora bien, viendo la definiciónanterior y considerando el
pasaje de Hebreos 8:13 que en una de sus partes dice : “y
lo que es dado por viejo y se envejece, cerca está a
desvanecerse ”, podemos decir categóricamente que Dios
no está hablando de un camino antiguo o viejo, sino más
bien en un camino que:
Debe ser descubierto.
Traspasa nuestra capacidad mental de lo conocido.
Es eterno.
Es permanente.
Jeremías 6:16, nos da una serie de instrucciones para que
podamos descubrir las sendas eternas; aquellas que están
escondidas más allá de nuestros límites humanos,
pensamientos y conocimientos, pero que es revelado por el
Espíritu de Dios.
1 Corintios 2:10-12 SRV2004  Pero Dios nos las reveló
a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios.  Porque ¿quién
de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el
espíritu del hombre que está en él? Así tampoco
nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de
Dios.  Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del
mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que
conozcamos lo que Dios nos ha dado.
La primera instrucción es: “Paraos en los caminos . ”  
Esta expresión significa:
Adoptar una posición : asumir una actitud o postura frente a
un asunto, es un tiempo de reflexión, en este caso los
caminos que estamos caminando.
Ubicarse : Determinar un lugar específico de ubicación,
¿Dónde estamos? ¿Para dónde vamos? Determinar si la
dirección que tenemos es la correcta.
Estar quieto : dejar de caminar, detenerse para poder ver
más allá de lo visto, para ubicarse y asumir una nueva
posición.  Entrar en una actitud de reposo y/o descanso.  
La segunda instrucción que nos da es: “y mirad” . Esta
traducción viene de la palabra hebrea Raá, que significa en
su raíz primaria ver, ver con los propios ojos.  Esta
definición, nos da una connotación de una observación y
comprensión espiritual, mediante la experiencia de visiones
y sueños. También, significa adquirir conocimientos,
examinar, cuidar, escoger, descubrir, observar, percibir, o
sea, estar consciente.  Además, puede tener los significados
de darse cuenta o de conocer. Así mismo, puede traducirse
como, examinar .
Esta segunda instrucción, es dependiente de la primera
instrucción, donde, si no nos paramos en los caminos no
podremos ver.  Esto, es mucho más que ver con los ojos
naturales, tiene que ver con percibir a través del sentido de
la visión espiritual, percibir y discernir de forma espiritual
hasta averiguar el camino correcto, buscando la verdad
hasta descubrirla, examinando con diligencia el
conocimiento presente, los hechos del pasado y el destino
hacia el que caminamos hasta descubrir la verdad.   
Proverbios 14:12 LBLA  Hay camino que al hombre le
parece derecho, pero al final, es camino de muerte. 
Es mejor estar seguros de que el camino por el cual
andamos es el correcto, y no permitir que nuestro parecer,
conocimiento o vivencia dicten nuestro caminar.  Es
importante recordar que Dios nos da una vida nueva de
forma constante, por lo tanto, un camino nuevo se abre de
acuerdo a la revelación del tiempo presente (vida nueva,
camino nuevo).  Sin revelación no podremos ser
transformados en nuestra identidad, por lo tanto,
perpetuaremos nuestras acciones y nuestro caminar de
acuerdo a lo conocido, lo conquistado y lo establecido. 
Hebreos 3:10 SRV2004  A causa de lo cual me indigné
con aquella generación, Y dije: Siempre divagan ellos
de corazón, Y no han conocido mis caminos.
La tercera instrucción es “preguntar.” Primero nos
detenemos, luego vemos y examinamos y después
preguntamos.  Preguntar es la traducción de la palabra
hebrea shaal , que significa:
Preguntar: Averiguar cierta información.
Inquirir: Tratar de llegar al conocimiento a través del
acto de preguntar.
Consultar: Pedir información, opinión y/o consejo
sobre algo determinado.
Demandar: Solicitar algo que se considera como
derecho propio.
Preguntar es una acción que demanda una respuesta; si
Dios nos pide que preguntemos, es porque Él está dispuesto
a respondernos. ¡Maravilloso es nuestro Dios! 
La clave en esta acción de preguntar, es preguntar por las
sendas eternas.  Es algo que ya Dios nos lo dio, sólo que
debe ser manifestado en la esfera del Espíritu.
Como podemos ver en las siguientes escrituras, Cuando
preguntamos por el camino, éste nos es revelado por Dios:
Éxodo 33:13  Ahora, pues, si he hallado gracia en tus
ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino,
para que te conozca, y que halle gracia en tus ojos; y
considera que este pueblo es tu gente.
Salmos 119:33 Enséñame, oh Jehová, el camino de
tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin.
Deuteronomio 8:2  Y acordarte has de todo el camino
por donde te ha traído Jehová tu Dios.
Josué 3:4  a fin de que sepáis el camino por donde
habéis de ir; por cuanto vosotros no habéis pasado
antes de ahora por este camino.
Salmos 107:7  Y los dirigió por camino derecho, Para
que viniesen a una ciudad en la cual morar.
El camino siempre nos lleva a una revelación del Padre, la
cual está basada en una relación de obediencia a través de
Jesús .
Juan 14:4-6  Y sabéis a dónde voy, y sabéis el
camino.  Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde
vas, ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le
dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie
viene al Padre, sino por mí.
Ahora, después de preguntar, nos encontraremos ante una
nueva acción; la de escuchar.  Como hemos visto, la Voz de
Dios siempre viene con varios propósitos, entre los que
podemos mencionar:
Crear.
Dar vida.
Protección y victoria.
Corrección.
Dirección (revelación profética).
Establecernos (en una nueva dimensión bajo una
plataforma de cambio constante ).   
 
Escuchando la Voz de Dios
Dios desea y está comprometido con que podamos
escuchar Su Voz. Es a través de Su Voz que todo se hace
posible.  Si Dios lo habla y puedo escuchar, los límites de la
realidad son removidos.
Entonces, las sendas eternas tienen que ver con nuestra
capacidad de escuchar a Dios y la respuesta a lo que hemos
escuchado. En el pasaje de Jeremías 6:16 la respuesta fue:
“No andaremos” . 
El siguiente verso nos muestra la actitud ante una voz
nueva, una voz que confronta y trae un anuncio, algo
inesperado, que desafía a un cambio y a un nuevo camino.  
Jeremías 6:17 SRV2004  Desperté también sobre
vosotros atalayas, que dijesen: Escuchad a la voz de
la trompeta. Y dijeron ellos: No escucharemos .
La respuesta es: “ no escucharemos” por lo tal, no
obedeceremos.    La incapacidad de escuchar Su Voz, nos
lleva al acto de la desobediencia, aunque creamos que
estamos caminando en el camino correcto.
La consecuencia del no escuchar la vemos en el pasaje
siguiente:
Jeremías 6:18-19 LBLA  Por tanto, oíd, naciones, y
entiende, congregación, lo que se hará entre ellos. 
Oye, tierra: he aquí, yo traigo una calamidad sobre
este pueblo, el fruto de sus planes, porque no han
escuchado mis palabras, y han desechado mi ley.
Ante todo lo anterior, podemos ver que el camino correcto
es aquel que viene por escuchar Su Voz y nuestra respuesta
de obediencia, nunca por las costumbres, mandamientos,
cultos o posiciones doctrinales de una iglesia. 
Jeremías 7:23 SRV2004  Mas esto les mandé,
diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por
Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en
todo camino que os mandare, para que os vaya bien.
Éste es un asunto de escuchar Su Voz, y es tan
determinante que Dios mismo dice: Escuchad mi voz, y
seré a vosotros por Dios y andad en todo camino que
os mandare, para que os vaya bien.
Entonces, tendremos vida abundante en el camino del
Señor, como resultado de:
•         Escuchar Su Voz. 
•         Obediencia a Su Voz (caminar en Su camino).
Jeremías 18:15 SRV2004  Pero mi pueblo me ha
olvidado, incensando a la vanidad, y les hacen
tropezar en sus caminos, en las sendas antiguas,
para que caminen por sendas, por camino no
aparejado;
Las sendas eternas,

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