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Universidad de Buenos Aires – Ciclo Básico Común
Introducción a las Ciencias Políticas
Cátedra Aznar
Profesora: Leticia Vita
Sobre la escritura en el ámbito universitario. Consejos prácticos. 
Por Leticia Vita
 
La correcta expresión escrita es una de las tantas habilidades que se exige a todo estudiante 
universitario a la hora de evaluarlo. Sin embargo, se trata de una destreza que no se enseña en el ámbito de la 
universidad fuera de las áreas vinculadas al estudio del idioma. Se da por sentado que fue adquirida en etapas 
educativas anteriores y, que por lo tanto, debe ser dejada de lado. Esta presunción no sólo es errónea en 
cuanto a que estas habilidades ya están adquiridas, sino con relación a que la escritura en el ámbito de la 
universidad es la misma que en otros niveles. La redacción universitaria requiere capacidades y aptitudes 
especiales, que se diferencian de las de la escuela secundaria. 
Podríamos decir que el punto de partida para escribir bien es leer bien. Un lector atento de textos 
académicos probablemente sea un buen escritor de los mismos (Klein; 2007). Pero ¿qué es ser un buen 
lector? Los textos académicos no son neutros sino que implican una toma de posición concreta con relación a 
un tema. Es por eso que es importante identificar las posiciones de los autores y comprender por qué un autor 
dice lo que dice y cómo lo justifica. Algunas de las estrategias para lograr esto podrían ser: 
1. Anticipar el sentido del texto con aquellos conocimientos que se tengan del autor, del tema o de la 
disciplina que estás estudiando. 
2. Leer el texto en su totalidad y volver a leerlo para corroborar esas ideas que elaboraste previamente 
acerca del texto. 
3. Identificar la posición del autor. 
4. Determinar las razones que brinda para sostenerla. 
5. Reconocer las posturas y argumentos de los otros autores citados. 
6. Tomar conciencia de la polémica establecida entre unas posiciones y otras. 
7. Relacionar estas posturas con las planteadas en otros textos leídos. 
8. Determinar las implicancias de lo que leíste en otros contextos. 
Fuente: Dib, J., “¿Cómo leer la dimensión argumentativa de los textos 
académicos?” En Klein, El taller del escritor universitario. Prometeo, 
Buenos Aires, 2007. 
El segundo paso para lograr un parcial exitoso es el de registrar correctamente la información. Es 
muy común que los alumnos estudien solamente de los apuntes de la clase o que utilicen resúmenes 
elaborados por otros compañeros o incluso comprados. Es importante no menospreciar la tarea de la 
elaboración propia de resúmenes y fichas para estudiar. 
Resumir un texto es también un acto de escritura: el escritor del resumen debe reconocer las ideas 
más importantes del texto y poder organizarlas en un texto coherente. Un resumen bien redactado es el 
anticipo de un parcial bien escrito. Practicar la redacción, en el proceso de resumir la información que se 
debe estudiar, es una actividad que ayuda para el momento de ser evaluado. 
Y llegamos entonces a la fase del examen. Esta instancia se da en el marco de una situación 
comunicativa muy especial: el destinatario del parcial es el profesor, quien ya posee un conocimiento 
elaborado sobre el tema que se evalúa y que por eso dispone de la información necesaria como para poder 
comprenderlo y deducir qué aspecto esta desarrollando el estudiante al escribir. Por este motivo, es muy 
común que los estudiantes omitan exponer determinados contenidos y que dejen de ocuparse de relacionar o 
darle jerarquía a la información de manera adecuada. Suelen abundar los saltos de tema, la ambigüedad y la 
imprecisión. Además, está presente la suposición errónea de que el docente, por conocer el tema, reconocerá 
tarde o temprano la intención del estudiante y lo evaluará, no en función de lo que efectivamente está escrito 
en el parcial, sino sobre la base de las intenciones del estudiante, es decir, teniendo en cuenta lo que quiso 
decir. (Klein; 2007).
Lo que en efecto sucede es que el docente interpreta esas respuestas vagas e imprecisas como un 
signo de falta de conocimiento y una dificultad para desarrollar correctamente el tema. Es por eso que el 
estudiante debe tener muy en cuenta que el profesor no va a auxiliarlo en la instancia de la corrección 
restableciendo la información que no figura en el texto. Tampoco puede suplantar los problemas de cohesión 
y unidad que presente. Es por eso que es importante que tengas en cuenta una serie de cuestiones a la hora 
escribir un examen:
1. El docente no sólo evalúa si comprendiste correctamente la información presente en una serie de 
textos sino también el modo en el que desarrollás y exponés el contenido de cada uno. Tendrá en 
cuenta si omitiste información relevante o si, por el contrario, la presentaste en exceso. También 
evaluará si pudiste jerarquizar correctamente los contenidos, así como si utilizaste un vocabulario 
adecuado a lo que piden los enunciados. 
2. Hay que tener en cuenta que cuando escribís un parcial no te estás dirigiendo al docente, aunque sea 
éste quien lo corrige. Tu escritura está destinada a un lector virtual. El profesor es el receptor real del 
texto, pero cuando desarrolles una respuesta, deberá suponer un destinatario virtual que no sabe 
nada del tema desarrollado. ¿Qué significa esto? Implica que cuando escribas, deberás incorporar 
toda la información necesaria para que la respuesta pueda ser entendida por alguien que no conoce 
nada del tema. 
3. Otra cuestión central es que tu respuesta esté escrita de manera coherente. ¿Cuándo un texto tiene 
coherencia? Cuando existen vínculos temáticos coherentes entre los enunciados que forman los 
distintos párrafos del texto, en otras palabras, cuando los distintos párrafos se conectan en cuanto al 
significado de lo que estás explicando. El texto debe tener también cohesión. La cohesión se la das 
cuando incorporás, por ejemplo, conectores lógicos o pronombres. Estas cuestiones son las que 
diferencian a un parcial de un apunte o de las notas que puedas haber tomado en clase. El texto 
necesita conectores y otros recursos cohesivos que no pueden ser reemplazados por un cuadro 
sinóptico o por un gráfico con flechas. 
Fuente: Roich, P., “Evaluar la lectura”. En Klein, El taller del escritor universitario. 
Prometeo, Buenos Aires, 2007). 
Finalmente, es importante hacer referencia a las consignas del parcial. Generalmente, sobre todo en 
materias del área humanística o social, te vas a encontrar con una serie de verbos que constituyen 
operaciones discursivas. Es decir, modos en los que puede ser organizado o estructurado el contenido 
informativo en cada producción escrita. Estas operaciones discursivas pueden ser: definir, ejemplificar, 
caracterizar, comparar, fundamentar o clasificar, entre otras. Es muy importante que tengas en cuenta que 
cada una de ellas implica una tarea diferente y que al confundirlas, podés responder mal a una consigna. 
Aquí, una pequeña guía de las principales operaciones discursivas. Es interesante que las tengas presentes a 
la hora de estudiar los temas para el parcial. 
Operación discursiva Características
Definir Significa brindar el significado de una palabra o expresión. Desde el punto 
de vista de su estructura las definiciones deben tener cuatro cosas: 1. debe 
explicitarse el nombre del término que se definirá. 2. se debe introducir un 
verbo de denominación como “se denomina”, “recibe el nombre de” o 
“es” o “son”. 3. el nombre del término a definir debe estar incluido dentro 
de una clase o categoría general o bien dentro de un conjunto más amplio. 
Por ejemplo, el término “democracia” se encuentra incluido dentro de una 
categoría más amplia que es “régimen político”. 4. deben figurar los 
rasgos de contenido que especifican las propiedades o características 
propias de la expresión, esdecir, lo que lo hace distinto. En el ejemplo 
anterior, las características de la democracia que le son propias, y la 
diferencian de cualquier otro régimen político. 
Cuando una consigna te pida definir, tu respuesta debería ser 
relativamente corta. Tendrías que brindar simplemente la definición, con 
los cuatro elementos explicados arriba. Si se trata de la definición de un 
autor, tenés que mencionarlo. Además, una definición exige cierta 
rigurosidad en el vocabulario, por eso tratá de no usar tus palabras sino las 
propias de la definición. 
Ejemplificar
Permite ilustrar un concepto abstracto o general. Cuando ejemplificás, 
presentás uno o más casos particulares. Se incorporan con conectores 
como: “por ejemplo”, “a saber”, “es el caso de”, “como”, “así”. El 
ejemplo siempre está subordinado al concepto que estás ejemplificando, 
pero nunca lo reemplaza. Es muy común que los alumnos ejemplifiquen 
en vez de definir y esto es incorrecto. 
Caracterizar Significa señalar y explicar las características propias de un objeto. 
Supone ir más allá de la definición. La definición responde a la pregunta 
“¿qué?”, la caracterización a la pregunta “¿cómo es?”. La caracterización 
puede incluir propiedades del concepto que son compartidas con otros 
objetos, a diferencia de la definición. 
Cuando en un examen te pidan caracterizar, deberías empezar por una 
definición previa del concepto para luego pasar a enumerar y desarrollar 
sus características. 
Comparar Consiste en establecer una relación entre dos o más conceptos, objetos, 
hechos, individuos o relaciones, mostrando sus semejanzas y diferencias. 
Siempre vas a necesitar primero partir de una definición para, recién 
entonces, identificar semejanzas y diferencias. ¿Qué se compara? Deberías 
comparar tanto las definiciones como las caracterizaciones de cada 
concepto. También se te puede pedir que compares posturas teóricas y, en 
esos casos, tendrás que indicar las semejanzas y diferencias entre el 
pensamiento de dos o más autores. 
Justificar Con ella se fundamenta una determinada aseveración mediante una serie 
ordenada de razones o fundamentos. En general se utiliza esta operación 
en los ejercicios de “Verdadero o Falso”, o también para fundamentar los 
dichos de determinado autor. En ambos casos, lo importante es que des 
razones pero siempre desde el saber académico y nunca desde tu punto de 
vista personal. Hay que presentar las razones que otros han dado para 
sustentar o no determinada afirmación. Estas consignas buscan que 
demuestres si realmente entendiste las razones, los porqués de 
determinadas cuestiones. 
Clasificar Se trata de dividir un determinado universo en diferentes clases o 
categorías más generales. Una clase es un conjunto de entidades que 
tienen una o varias propiedades en común. Por ejemplo la clase “régimen 
político” tiene como propiedades en común la de incluir instituciones que 
regulan el acceso al poder y su ejercicio. A su vez, las clases se pueden 
dividir en subclases. Por ejemplo, los regímenes políticos se pueden 
dividir según el acceso al poder sea por votación o por la fuerza. 
Cuando te pidan clasificar, siempre será necesario definir primero el 
término más amplio, aquél que conforma la clase. 
Fuente: Roich, P., “Evaluar la lectura”. En Klein, El taller del escritor universitario. 
Prometeo, Buenos Aires, 2007. 
Para terminar, una cuestión que es fundamental una vez que terminaste el parcial: revisarlo. Como 
todo texto, debe ser releído, corregido y reescrito donde sea necesario. ¿A qué cosas se les debe prestar 
atención?
En primer lugar: revisar si lo escrito responde a las consignas pedidas. Es decir, si corresponde con 
las operaciones discursivas anteriormente explicadas. Si te pidieron describir, sólo debe haber una 
descripción. 
En segundo lugar: controlar si es un texto coherente. ¿Cómo? Deberías prestar atención a si se 
reiteran palabras y, en ese caso, sustituirlas por pronombres o sinónimos o realizar una elipsis. Se 
deben utilizar correctamente conectores (pero, sin embargo, además, por eso…*) y mantener la 
concordancia de género y número entre adjetivos y sustantivos. 
En tercer lugar: revisar la sintaxis del texto. Es decir, si las oraciones están completas en su 
estructura de sujeto y predicado y, con relación a los verbos, mantener la correlación verbal. Si se 
empieza a escribir en pasado, debe seguirse hablando en ese tiempo. También, un error muy común 
es el de escribir en pasado cuando se está describiendo un fenómeno presente o, por el contrario, 
escribir en presente cuando se describe un fenómeno que ya no existe. 
Por último: ¡Revisar la ortografía! Se la duele dejar de lado pensando que el docente “no bajará la 
nota por cometer faltas de ortografía”. Esto puede ser cierto sólo en parte. Un parcial mal escrito y 
con faltas ortográficas predispone mal al lector que debe evaluarlo. Si bien, concientemente no 
quiera bajar el puntaje, inconscientemente se sentirá proclive a hacerlo. 
*  Ver anexo con conectores y marcadores. 
ANEXO: CONECTORES Y MARCADORES
Marcadores:
a. Que contribuyen a la organización del discurso: 
­ Iniciadores: para empezar, primero de todo, antes que nada…
­ Distribuidores: por un lado, por otro, por una parte, por otra, éstos, aquellos…
­ Ordenadores: primero, en primer lugar, en segundo lugar….
­ Aditivos: además, igualmente, asimismo…
­ Espacio – temporales: antes, hasta el momento, más arriba, hasta aquí, aquí, ahora, al mismo tiempo, 
mientras, a la vez, después, luego, más abajo, seguidamente, más adelante…
­ Conclusivos: en conclusión, en resumen, en suma, en resumidas cuentas…
­ Finalizadores: en fin, por fin, por último, para terminar, en definitiva…
b. Que introducen operaciones discursivas:
­ De expresión de punto de vista: en mi opinión, a mi juicio, a nuestro entender, desde mi punto de vista, 
a mi parecer…
­ De manifestación de certeza: es evidente que, es indudable, es incuestionable, de hecho, en realidad, 
está claro que…
­ De confirmación: en efecto, por supuesto, desde luego, efectivamente…
­ De tematización: respecto a, a propósito de, por lo que respecta a, en cuanto a, con referencia a, en lo 
que concierne a, en/por lo que se refiere a…
­ De reformulación, explicación o aclaración: esto es, es decir, en otras palabras, o sea, a saber…
­ De ejemplificación: por ejemplo, a saber, así…
 Conectores:
1. Aditivos: y, además, incluso, igualmente, asimismo, también, tal como, del mismo modo, no, 
tampoco…
2. Contrastivos: pero, en cambio, sin embargo, ahora bien, sino, en lugar/vez de, por el contrario, antes 
bien, contrariamente…
3. Causativos: a causa de ello, por eso, porque, pues, puesto que, ya que, dado que, por el hecho de que, 
en virtud de, gracias a…
4. Consecutivos: de ahí que, pues, luego, de modo que, de ello resulta que, así que, de donde se sigue, 
así pues, por lo tanto, por consiguiente, en consecuencia, en efecto, entonces…
5. Condicionales: si, con tal de que, cuando, en el caso de que, según, a menos que, siempre que, 
mientras que, mientas, a no ser que, siempre y cuando, sólo que con que…
6. Finales: para que, a fin de que, con el propósito/objeto de, de tal modo que…
7. Temporales: cuando, de pronto, en ese momento, entonces, luego, más tarde, mientras tanto, una 
vez, enseguida…
8. Espaciales: enfrente, delante, detrás, arriba, abajo, encima…
Fuente: Klein, I. (coord.), El taller del escritor universitario. 
Prometeo, Buenos Aires, 2007.

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