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Rol de la enfermería en la administración 
de la quimioterapia
J. Güell
Hospital de Día de Oncología, Hematología y Unidad de Hospitalización a Domicilio, 
Hospital Clínico de Barcelona, Barcelona
El paciente oncohematológico
El diagnóstico de cáncer supone, para los pa-
cientes afectados y sus familiares, una rup-
tura brusca con la vida cotidiana hasta ese 
momento. Esta ruptura presenta aspectos co-
munes a todos los pacientes, y diferencias o 
matices en función del tipo del tumor, la edad 
y la gravedad de la enfermedad. El cáncer se 
vive como una amenaza, y con ello aparece 
la especulación constante con la idea de la 
muerte cercana. 
Resumen: El diagnóstico de cáncer supone, para los pacientes afectados y sus familiares, una 
ruptura brusca con la vida cotidiana hasta ese momento. Esta ruptura presenta aspectos comunes 
en todos los pacientes, y diferencias o matices en función del tipo de tumor, la edad y la gravedad 
de la enfermedad. La visión o percepción del cáncer es diferente según la óptica desde donde se 
mire. El paciente mantiene una visión parcial, a veces reforzada por conductas de negación de la 
realidad, esperanzada y de lucha. Los familiares, en cambio, suelen adoptar una visión más global, 
de desesperanza y sufrimiento. La opción del tratamiento adquiere un significado de “limpieza de 
la enfermedad” y varía según el tipo de cáncer y de tratamiento, asumiendo los efectos secundarios 
como “un mal menor”, que en muchas ocasiones no es tan menor dado que hay muchos pacientes 
a quienes se realizan resecciones o amputaciones muy importantes: laringectomía, colostomía, mas­
tectomía, hemiglosectomía, etc. A partir de aquí, la figura del equipo asistencial adquiere una im­
portancia primordial para el paciente y su familia, dado que se sienten más seguros y tranquilos que 
en la fase previa al diagnóstico. El hospital de día es una modalidad asistencial complementaria a 
la hospitalización convencional que se está implementando cada vez más en los sistemas sanitarios 
por las ventajas que tiene respecto a la hospitalización convencional, ya que beneficia a pacientes, 
familiares, clínicos y gestores sanitarios. Los efectos secundarios derivados de la quimioterapia son 
muchos y muy variados, y es aquí donde el rol de enfermería adquiere un papel relevante en la pre­
vención de problemas, la recuperación del estado de salud o la adaptación a las nuevas situaciones 
a que se han de enfrentar los pacientes y la familia. La aplicación holística de los cuidados de en­
fermería en el hospital de día requiere una elevada competencia clínica y conocimientos acerca de 
las enfermedades que se atienden, de los tratamientos que se utilizan y de sus efectos secundarios. 
Para conseguir estos objetivos es preciso orientar la actividad en el hospital de día hacia tres facetas 
fundamentales: informar/formar al paciente y la familia, administrar los cuidados idóneos que preci­
sa el paciente y gestionar los recursos existentes.
Palabras clave: Hospital de día – Curas de enfermería – Rol de la enfermera en la quimioterapia – 
Gestión de recursos en el hospital de día.
ATENCIóN AL PACIENTE ONCOLóGICO DESDE LA PERSPECTIVA DE ENFERMERíA
30
En el ciclo evolutivo de la enfermedad, ad-
quiere un significado importante el proceso 
previo a la comunicación del diagnóstico. En 
general se vive como un proceso largo, dificul-
toso, con muchas esperas, lleno de incertidum-
bre y en el cual los médicos no se acaban de 
definir. La vivencia posterior a la comunicación 
del diagnóstico es el inicio de otra fase en la 
que se produce un derrumbe emocional segui-
do de un proceso de lucha, desesperanza y re-
signación. La opción del tratamiento adquiere 
un significado de “limpieza de la enfermedad” 
y varía según el tipo de cáncer y de tratamien-
to, asumiendo los efectos secundarios como 
“un mal menor”, que en muchas ocasiones no 
es tan “menor” dado que en muchos pacientes 
se realizan resecciones o amputaciones muy 
importantes (laringectomía, colostomía, mas-
tectomía, hemiglosectomía, etc.).
A partir de aquí, la figura del equipo asis-
tencial adquiere una importancia primordial 
para el paciente y su familia, pues se sienten 
más seguros y tranquilos que en la fase previa 
al diagnóstico. 
La enfermedad no sólo afecta al paciente 
sino también a su entorno más cercano, fami-
liar, social y laboral; se producen cambios que 
afectan al rol del paciente y que forman par-
te de un proceso de despersonalización en el 
cual la mayoría de las veces la familia adopta 
un papel protector sobre el paciente.
Es un paciente con una enfermedad cróni-
ca cargada de connotaciones negativas y ca-
tastrofistas, a menudo pluripatológico, contro-
lado por diferentes especialistas y servicios, 
con una agenda hospitalaria muy densa y 
compleja, con carencias afectivas, de autoes-
tima y sociales, y a menudo con problemas 
personales, familiares y laborales ocasionados 
o derivados de la propia enfermedad.
El hospital de día
El hospital de día es una modalidad asisten-
cial complementaria a la hospitalización con-
vencional que se ha implementando cada vez 
más en los sistemas sanitarios por las ventajas 
que tiene respecto a la hospitalización con-
vencional, ya que beneficia a pacientes, fami-
liares, clínicos y gestores sanitarios:
 – A los pacientes y su familia porque:
 • Habitualmente las citaciones se pueden 
programar para que se pueda compagi-
nar el tratamiento con las actividades 
laborales del paciente y su familia o cui-
dador.
 • Se programa de forma independiente del 
resto de los servicios hospitalarios, evi-
tando así retrasos y cancelaciones.
 • El paciente percibe este tipo de asis-
tencia de una forma menos agresiva 
(pernocta en su domicilio, está con su 
familia, interrumpe menos sus activida-
des, etc.).
 • Se reducen los posibles efectos adversos 
asociados a la hospitalización convencio-
nal, como las infecciones nosocomiales 
y las alteraciones psicosomáticas.
 – A los clínicos porque permite programar los 
tratamientos de manera más directa, flexi-
ble y rápida.
 – A los gestores porque:
 • Permite un uso más eficiente de los re-
cursos, dado que con los mismos recur-
sos humanos y materiales se trata a más 
pacientes. 
 • Se reducen las listas de espera y los 
tiempos de demora en los inicios de los 
tratamientos, se dan altas anticipadas 
que son atendidas y controladas en el 
hospital de día, etc.
Para dar respuesta a todas las deficiencias 
y necesidades de los pacientes oncohematoló-
gicos, el hospital de día dispone de una carte-
ra de servicios amplia y variada, en la cual se 
coordina con otros servicios y departamentos 
del hospital para poder llevarla a cabo (servi-
cio de urgencias, diagnóstico por la imagen, 
laboratorios, farmacia, etc.).
La quimioterapia
Actualmente la quimioterapia constituye la 
principal arma terapéutica en la enfermedad 
31
ROL DE LA ENFERMERíA EN LA ADMINISTRACIóN DE LA QUIMIOTERAPIA
diseminada y una de las más importantes en 
determinados tumores clínicamente localiza-
dos.
Por desgracia, los citostáticos no actúan 
exclusivamente sobre las células neoplásicas 
sino también sobre las células del organis-
mo que tienen la capacidad de dividirse. Sin 
embargo, la mayoría de ellos no actúan sobre 
las células madre, lo que permite al paciente 
recuperarse tras finalizar el tratamiento. Tam-
bién es verdad que producen mayor toxicidad 
sobre las células neoplásicas que sobre las 
normales, debido a las diferencias citogené-
ticas que hay entre los tejidos normales y los 
neoplásicos.
Actualmente, el enfoque terapéutico de las 
neoplasias se caracteriza por el empleo de la 
cirugía, la radioterapia y la poliquimioterapia, 
junto a la utilización de la inmunoterapia y los 
productos moduladores de la respuesta bio-
lógica.
La quimioterapia puede lograr la curación 
de una serie de tumores, prolongar la super-
vivencia en otros casos o paliar los síntomas 
cuando la enfermedad se encuentra exten-
dida. Por ello, la intención
terapéutica hace 
que se contemplen diferentes estrategias en 
la aplicación de la quimioterapia: adyuvante, 
neoadyuvante, de inducción, alternante, regio-
nal y concomitante.
La aparición de los efectos secundarios de-
pende de los fármacos administrados (caracte-
rísticas, dosis, vía de administración y sinergia 
con otros fármacos) y del propio paciente (es-
tado funcional de órganos, reserva medular y 
estado general). La toxicidad inherente al tra-
tamiento puede aparecer de forma inmediata 
(horas o días), precoz (días o semanas), retarda-
da (semanas o meses) o tardía (meses o años).
Los efectos secundarios derivados de la 
quimioterapia son muchos y muy variados, 
así como las necesidades asistenciales que 
generan, y es aquí donde el rol de enfermería 
adquiere un papel relevante en la prevención 
de problemas, la recuperación del estado de 
salud y su adaptación. 
Actualmente se pone énfasis en lograr la 
continuidad de los cuidados en los procesos 
oncológicos, y el hospital de día se convierte 
en un marco ideal para la colaboración inter-
disciplinaria con otros profesionales y servicios.
Rol de la enfermería 
en la administración de la quimioterapia
La aplicación holística de los cuidados de 
enfermería en el hospital de día requiere una 
elevada competencia clínica y conocimientos 
acerca de las enfermedades que atienden, 
de los tratamientos que se utilizan y de sus 
efectos secundarios, así como habilidades en 
el uso de la tecnología propia y actitudes que 
proporcionen apoyo y favorezcan la adapta-
ción del paciente a su situación. Para conse-
guir estos objetivos es preciso orientar la ac-
tividad del hospital de día hacia tres aspectos 
fundamentales: informar/formar al paciente y 
su familia, administrar los cuidados idóneos 
que precisa el paciente y gestionar los recur-
sos existentes.
Informar/formar al paciente y su familia
El objetivo de una información/formación ade-
cuada es proporcionar atención integral adap-
tada al paciente y a su familia. Situaciones 
como la ignorancia de los circuitos estableci-
dos, el desconocimiento de la aportación que 
puede hacer el propio paciente para minimizar 
o reducir los efectos secundarios, la falta de 
colaboración o implicación del paciente o su 
familia, etc., llevan a suspender tratamientos 
programados, a la consecuente pérdida de es-
pacios de tratamiento y al incumplimiento de 
la cadencia de los ciclos de administración. 
Por otro lado, el hecho de disponer de infor-
mación fidedigna, objetiva y estructurada, 
hace que el paciente participe más y mejor 
en su propio proceso, adquiriendo más prota-
gonismo y favoreciendo una percepción de la 
enfermedad distinta, mejorando así su calidad 
de vida y la adherencia al tratamiento. Este 
objetivo se alcanza facilitando información 
completa y elaborada sobre:
 – El tratamiento que se va a administrar, las 
posibles reacciones adversas durante la ad-
ATENCIóN AL PACIENTE ONCOLóGICO DESDE LA PERSPECTIVA DE ENFERMERíA
32
ministración, los efectos secundarios que 
pueden aparecer y cómo minimizarlos, las 
posibles urgencias que pueden presentarse 
y cómo afrontarlas, etc.
 – El grado de comprensión de la información 
dada con anterioridad, reforzando los pun-
tos débiles detectados. 
 – Las medidas generales de autocuidado re-
lacionadas con la quimioterapia y las es-
pecíficas dirigidas a prevenir y reducir los 
efectos secundarios. 
 – Los grupos de soporte o ayuda, y las accio-
nes y los recursos que puedan ayudarle a 
mejorar su autoestima.
 – El manejo de las bombas de perfusión con-
tinua domiciliaria, el cuidado del acceso ve-
noso que pueda tener insertado el paciente, 
la autoadministración de fármacos, etc.
 – Los cuidados específicos que pueda preci-
sar el paciente y pueda realizar él mismo 
sin necesidad de acudir al hospital.
 – La conveniencia de que el paciente y su fa-
milia hagan cuantas preguntas crean nece-
sarias para despejar sus dudas. 
Para llevar a cabo todas estas funciones, 
el personal de enfermería, aparte de utilizar 
una buena comunicación verbal estructurada 
y organizada, ha de disponer de información 
escrita en forma de folletos, trípticos o ma-
nuales para entregar al paciente y su familia, 
a modo de consulta o recordatorio, que se irán 
entregando en la fase correspondiente. 
Administración del tratamiento
Entendemos por quimioterapia la administra-
ción de los fármacos citotóxicos que se uti-
lizan en el tratamiento del cáncer. Debido a 
la complejidad y los riesgos inherentes a su 
utilización, es muy importante poner todas 
las medidas de control y seguridad a nuestro 
alcance para evitar cualquier incidencia en la 
administración del tratamiento de consecuen-
cias impredecibles. Una manera eficaz de evi-
tarlas es utilizar procedimientos normalizados 
de trabajo, guías clínicas o los protocolos de 
administración elaborados en cada servicio. 
Con ello se consigue garantizar la administra-
ción de la quimioterapia en cuanto a la vía, 
la dosis, el tiempo y el orden del protocolo 
médico, minimizar los efectos indeseables 
de los fármacos, conseguir la colaboración 
de los pacientes y sus familiares, manipular 
y eliminar correctamente los residuos citos-
táticos, evitar accidentes de contaminación y 
dar a conocer las medidas de protección que 
deben utilizar los profesionales que realizan 
tales cometidos.
Estos procedimientos consensuados y basa-
dos en la mejor evidencia científica posible des-
criben al detalle todos los pasos a seguir para 
una correcta administración del tratamiento.
Gestión de los recursos existentes 
El tratamiento del cáncer es complejo debido 
a su evolución clínica, a la multitud de facto-
res etiológicos y a la diversidad de las com-
plicaciones físicas, psíquicas y sociales que 
inciden en el proceso de la enfermedad. Los 
problemas o las complicaciones que tienen 
los pacientes oncohematológicos derivados 
de la enfermedad o del tratamiento realiza-
do se han de tratar como alteraciones en su 
calidad de vida, y todas las acciones han de 
ir encaminadas a mantener el mayor tiempo 
posible una calidad de vida aceptable para 
el paciente en todos los aspectos, proporcio-
nando el apoyo que necesita para recuperar 
la máxima autonomía o realizar las acciones 
compensatorias que favorezcan su adapta-
ción a la situación, sea cual sea el estadio de 
la enfermedad. 
Las intervenciones que enfermería ha de 
realizar en el hospital de día para garantizar 
todo lo anterior son: 
 – Gestionar y coordinar las acciones que se 
deben emprender ante cambios clínicos del 
paciente:
 • Contactar con el médico responsable o 
el de guardia ante la aparición de signos 
o síntomas graves o complicaciones del 
tratamiento.
 • Coordinar la visita con el especialista 
correspondiente ante un problema de 
salud concreto.
33
ROL DE LA ENFERMERíA EN LA ADMINISTRACIóN DE LA QUIMIOTERAPIA
 – Coordinar otros tratamientos concomitan-
tes o secuenciales:
 • Ajustar el inicio de la quimioterapia con 
la radioterapia teniendo en cuenta los 
distintos esquemas terapéuticos. 
 • Coordinar los tratamientos de quimiote-
rapia con la fecha de ingreso del pa-
ciente para ser operado con posterio-
ridad.
 – Coordinar la continuidad de los cuidados de 
enfermería con otros niveles asistenciales, 
como: 
 • PADES (Programa de Atención Domici-
liaria y Equipos de Soporte): cuando el 
paciente entra en la fase final del pro-
ceso puede resultar extremadamente 
difícil para el propio paciente y la fami-
lia, y precisar una atención domiciliaria 
enfocada al control de los síntomas y 
el soporte emocional para garantizar el 
máximo confort en esa etapa.
 • CAP (Centros de Atención Primaria): 
cuando el paciente ha finalizado el tra-
tamiento y los controles con su oncólogo 
se espacian en el tiempo, o cuando los 
síntomas que presenta el paciente son 
banales y pueden ser controlados sin 
problemas por su médico de familia o 
enfermera de referencia.
 • Atención domiciliaria: cuando el pacien-
te presenta problemas
de deambulación, 
evitándole desplazamientos molestos e 
innecesarios.
 – Gestionar la solución más adecuada ante 
cualquier carencia o problema de salud, de-
rivando o contactando con: 
 • El dietista: si se percibe una pérdida 
importante de peso, en todos aquellos 
tratamientos que ocasionan problemas 
de deglución o digestión, y antes de que 
aparezcan los primeros síntomas.
 • El logopeda: en los pacientes laringec-
tomizados que no pueden expresarse y 
son totalmente dependientes.
 • El personal de enfermería especialista 
en ostomías: cuando se detecte que el 
paciente o la familia tienen dificultades 
para manejar las colostomías, traqueos-
tomías, sondas percutáneas, etc.
 • El psicooncólogo: en caso de que el pa-
ciente o su familia lo soliciten, o si el 
personal de enfermería observa algún 
tipo de alteración que precise la colabo-
ración de un especialista. 
 • El mediador cultural: en todos aquellos 
casos en que no sea posible comunicar-
se por cuestiones de idioma.
 – Gestionar la atención telefónica: esta es 
una actividad muy valiosa con el objetivo 
de lograr la detección de signos de forma 
temprana, proporcionar mayor seguridad al 
paciente y su familia, disminuir las recu-
rrencias y evitar viajes y esperas en los ser-
vicios de urgencias innecesarios, o evitar 
que el paciente permanezca en su domi-
cilio cuando en realidad tendría que acudir 
al hospital.
Conclusiones
El dispositivo asistencial del hospital de día 
es el núcleo principal del tratamiento del pa-
ciente oncohematológico. El hospital de día 
requiere una organización “casi perfecta” en 
términos de gestión interna, de interrelación 
con otros dispositivos y del trabajo basado en 
la mejor evidencia posible para poder atender 
un gran volumen de pacientes con la calidad 
asistencial que se merecen. 
La visión de enfermería es la de un pro-
fesional experto en administrar tratamientos 
quimioterápicos, con habilidades empáticas 
de comunicación y soporte, con carácter in-
vestigador y buen conocedor del medio hos-
pitalario.
Las nuevas líneas de organización apun-
tan a la incorporación de nuevos roles, como 
los de gestor de casos o personal de enfer-
mería de procesos en los cuales a lo ante-
riormente descrito se añaden funciones ges-
toras.
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C. Puiggròs: ¿Dais información básica a los 
pacientes sobre lo que es una alimentación 
equilibrada? ¿Pasáis tests de cribado para 
detectar si el paciente tiene riesgo de desnu-
trición al inicio del tratamiento?
J. güell: Tenemos una dietista en consultas 
externas, por lo que todos los pacientes que 
vayan a presentar cualquier deficiencia nutri-
cional son derivados a esta profesional. Ella 
les elabora un programa, les hace un test de 
cribado para detectar si hay riesgo de des-
nutrición, les indica unas pautas y les rea-
liza todo el seguimiento posterior. Por otro 
lado, los pacientes que reciben radioterapia 
y quimioterapia y que presentan mucositis, y 
que sabemos que con el tiempo desarrollan 
DISCUSIÓN
problemas de nutrición, también están cu-
biertos por esta dietista.
r. Bayés: ¿Está previsto o hay auditorías exter-
nas para comprobar que se cumple el pro-
grama de tratamiento del cáncer en el hospi-
tal de día y por parte de enfermería?
J. güell: Sólo hay una auditoría externa para 
el trasplante de médula ósea, realizada por 
la JACIE (Joint Accreditation Committee – 
ISCT & EBMT). En el servicio de oncología 
del hospital de día no hay auditorías exter-
nas. Lo que sí se realiza es un seguimiento, 
en el cual una enfermera especialista en ca-
lidad elabora todos los protocolos de calidad 
de trabajo normalizados, por lo que cualquier 
35
ROL DE LA ENFERMERíA EN LA ADMINISTRACIóN DE LA QUIMIOTERAPIA
den al hospital de día del Hospital Clínic les 
prestan un libro específico sobre detalles 
de la dieta que deben seguir para prevenir 
mucositis y otros problemas derivados de su 
tratamiento y enfermedad. Este tipo de infor-
mación es un gran soporte para la alimenta-
ción de estos pacientes.
J. güell: Es importante dar información, pero 
no basta. No es suficiente dar un libro y de-
cir al paciente que si le pasa algo haga lo 
que dice el libro, porque no todo el mundo 
tiene el mismo nivel cultural. En estos ca-
sos, la gran labor de enfermería reside en 
suministrar la información, comprobar cómo 
la recibe el paciente y modularla si es nece-
sario, y en último lugar entregar el libro para 
recordar dicha información.
n. gadea: ¿Nos puedes aclarar qué modelo or-
ganizativo tenéis en vuestro hospital de día? 
¿Qué roles profesionales tenéis definidos? 
J. güell: En nuestro hospital de día no tene-
mos agrupados a los pacientes por patología 
ni asignada una enfermera experta para cada 
enfermedad. Tenemos una consulta externa 
de enfermería que atiende a gran número 
de pacientes. Actualmente no tenemos im-
plementados los nuevos roles profesionales 
en enfermería (gestora de casos, enfermera 
de unidad funcional, etc.), dado que primero 
deben ser reconocidos por los gestores sa-
nitarios del hospital ante la evidencia de su 
efecto beneficioso,
tanto para los pacientes 
como para la propia institución. Pero debo 
añadir que en 3 años nos trasladaremos a 
una nueva ubicación, donde estos nuevos ro-
les ya estarán implementados.
r. Bayés: A mí me gustaría añadir que, cuando 
todo esté en marcha, será importante que se 
prevean auditorías externas que determinen 
si estos nuevos roles profesionales funcionan.
intervención está protocolizada y a disposi-
ción de todos en los ordenadores del ser-
vicio. Por ejemplo, cualquier intervención a 
realizar cuando se produce una reacción ad-
versa durante la administración de quimiote-
rapia está protocolizada. Son intervenciones 
que se llevan a cabo para detener la reac-
ción y no perder tiempo a la espera de que el 
médico pueda atender al paciente. También 
tenemos protocolizadas las curas de enfer-
mería, la administración de todos los fárma-
cos, las fichas técnicas de los fármacos, etc. 
Todo está informatizado, y la enfermera que 
administra el tratamiento puede consultar su 
ordenador ante cualquier duda. 
t. Ferro: Quería hacer un comentario acerca 
de la implementación de nuevos roles en 
enfermería. A pesar de que estos nuevos 
roles en enfermería ya se están ejerciendo, 
en algunos casos se está haciendo de forma 
muy incipiente y desigual, tanto en una mis-
ma comunidad autónoma como entre ellas. 
Y debido a esta diversidad cabe el peligro de 
que estos roles se apliquen incorrectamente. 
Un ejemplo de rol mal implementado es el 
de una enfermera de casos que trabaja como 
una administrativa avanzada, porque es la 
persona que toma las notas y realiza el acta, 
pero no tiene ninguna relación con el pacien-
te. En cambio, en la mayoría de los casos la 
persona adjudicada para cubrir este puesto 
sí está desarrollando un trabajo clínico. Para 
evitar y solucionar estos problemas, desde el 
Plan Oncológico de Cataluña estamos reco-
giendo cuáles son los elementos esenciales 
y significativos necesarios para beneficiar al 
paciente, teniendo en cuenta las necesida-
des de organización, para facilitar la inser-
ción y la adecuación de estos nuevos roles 
en la mayoría de las instituciones.
M. Cònsul: Debido a una experiencia familiar, 
sé que a los pacientes de cáncer que acu-