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ESTUDIOS BÍBLICOS ELA: VERDADERO HOMBRE, VERDADERO DIOS (LUCAS TOMO II) Domicilio: Dirección Postal: Prol. Reforma 5514 Apartado Postal 78 72130 Puebla, Pue., México 72000 Puebla, Pue., México Teléfonos, 48 39 23 y 48 23 23 FAX 49 59 84 A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas están tomadas de la versión Reina Valera 1960. Editado por el personal de Ediciones las Américas, A.C. Domicilio: Dirección Postal: Prol. Reforma 5514 Apartado Postal 78 72130 Puebla, Pue., México 72000 Puebia, Pue., México Teléfonos. 48 39 23 y 48 23 23 FAX 49 59 84 Primera edición, 1993 Prohibida la reproducción parcial o total © 1993 Ediciones Las Américas, A. C. ISBN 968–6529–20–9 CONTENIDO 1. El viaje a Jerusalén Lucas 12:1–34 2. Instrucciones diversas del Hijo del Hombre Lucas 12:35–14:6 3. Once parábolas Lucas 14:7–15:32 4. Mayordomía Lucas 16:1–13 5. El Hijo del Hombre y los fariseos Lucas 16:14–31 6. Profecías del Hijo del Hombre Lucas 17:1–37 7. Últimas instrucciones del Hijo del Hombre Lucas 18:1–19:27 8. Ministerio en Jerusalén Lucas 19:28–21:4 Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ 9. Señales antes del fin Lucas 21:5–38 10. El Hijo del Hombre y sus discípulos Lucas 22:1–38 11. Padecimientos del Hijo del Hombre Lucas 22:39–23:25 12. Muerte, resurrección y ascensión del Hijo del Hombre Lucas 23:26–24:53 VERDADERO HOMBRE, VERDADERO DIOS LUCAS ADVENIMIE NTO DEL HIJO DEL HOMBRE 1:1–2:52 PREPARACION DEL HIJO DEL HOMBRE 3:1–4:13 MINISTERIO DEL HIJO DEL HOMBRE 4:14–19:27 SUFRIMIENT O Y MUERTE DEL HIJO DEL HOMBRE 19:28–23:56 RESURRECCI ON Y ASCENSION DEL HIJO DEL HOMBRE 24:1–53 Prólogo 1:1 –4 Anuncio 1: 5–80 Dos anuncios importantes De Juan el Bautista 1:5 –25 Del Hijo del Hombre 1:2 6–38 Dos impresionantes himnos El de María 1:39– 56 El de Zacarías 1:5 7–80 Nacimiento 2:1–52 La natividad 2: 1–7 Adoración de los pastores 2:8 –20 Adoración de Simeón y Ministerio de Juan el Bautista 3:1–20 Trasfondo histórico 3:1–2 El Mensaje de Juan 3:3–14 La identidad de Juan 3:15–17 Encarcelamiento 3:18–20 El Hijo del Hombre Bautismo 3:21– 22 Genealogía 3:23 –38 Tentación 4:1– 13 Las piedras en pan 4:1–4 Los reinos de la tierra 4:5–8 Sobre el pináculo del templo 4:9– 13 EN GALILEA 4:1 4–9:50 Rechazo en Nazaret 4:14– 30 Autenticación de su ministerio 4:3 1–6:11 Selección de los apóstoles 6:12 –49 Actividades y asociados 7:1– 9:50 EN JUDEA 9:51– 19:27 Rechazado 9: 51–11:54 Instrucciones en el viaje a Jerusalén 12:1 –19:27 Advertencias 1 2:1–12 Instrucciones 1 2:13–13:35 Ilustraciones 1 4:1–15:32 Entrada en Jerusalén 19 :28–44 Purificación del templo 19:45 –48 Su autoridad 20: 1–21:4 Profecías 21: 5–38 Preludio a su muerte 22:1 –23:25 Preparativos 22:1–6 El aposento alto 22:7–38 En el Monte de los Olivos 22:39 –53 Con el sumo sacerdote 22: 54–71 Con Pilato 23:1–5 Con Herodes 23:6 –12 Resurrección 24:1–12 Ministerio del Cristo resucitado 24: 13–49 Con los viajeros a Emaús 24:13– 35 Con los discípulos en Jeerusalén 24: 36–49 Ascensión del Hijo del Hombre 24:49 –53 Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ Ana2:21–38 Niñez 2:39– 52 Mayordomía 1 6:1–31 Sus últimos pasos 17:1– 19:27 Con Pilato 23:13– 25 Crucifixión y sepultura 23 :26–56 1 El viaje a Jerusalén Lucas 12:1–34 “Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén” (Lucas 13:22) Como asentamos en el tomo primero, Lucas tenía el deseo de confirmar en la nueva fe cristiana a su amigo Teófilo, oficial griego creyente. Este deseo dio origen al tercer evangelio de nuestro Señor Jesucristo así como al libro de los Hechos de los Apóstoles. La intención del autor era presentar a Jesucristo como el Hijo del Hombre. Esta frase aparece más de veinte veces en el libro, indicando el énfasis del autor en la humanidad perfecta de la segunda persona de la Trinidad. En contraste, la frase “Hijo de Dios” enfatiza su deidad. Como dijimos, Mateo presenta a Cristo como el prometido “Rey de Israel”, Marcos como el gran “Siervo de Jehová”, Juan, como el “Hijo de Dios”, mientras que Lucas lo considera “Hijo del Hombre”. Este último quiere presentarnos al Hombre perfecto, el único que puede rescatar a los hombres imperfectos (19:10). JESUCRISTO: VERDADERO HOMBRE, VERDADERO DIOS. A fin de no olvidar la secuencia que sigue el autor humano de este evangelio, conviene repasar lo que ya hemos visto. BOSQUEJO DEL EVANGELIO DE LUCAS Prefacio 1:1–4 A. Advenimiento del Hijo del Hombre 1:5–2:5 B. Preparación del Hijo del Hombre 3:1–4:13 C. Ministerio del Hijo del Hombre 4:14–19:27 1. En Galilea 4:14–9:50 2. En Judea 9:51–19:27 D. Sufrimiento y muerte del Hijo del Hombre 19:28–23:56 E. Resurrección y ascensión del Hijo del Hombre 24:1–53 REPASO DEL TOMO I En el primer tomo, la narración de Lucas, el médico amado, nos llevó por el anuncio, advenimiento, niñez, preparación, bautismo, genealogía, tentación y ministerio de Jesucristo en Galilea y Judea. Estudiamos las señales y enseñanzas que caracterizaron su bendito ministerio, las cuales fueron dadas para autenticar que verdaderamente es el Hijo de Dios. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ Observamos el amor y compasión de Cristo por quienes padecían diversas enfermedades y dolencias; su poder sobre Satanás y los demonios así como sobre las fuerzas de la naturaleza. Conocimos a las personas, hombres y mujeres, que de alguna manera estuvieron asociados con el Señor durante su ministerio terrenal y nos conmovimos por sus reacciones humanas y asombro al estar en presencia misma de Dios hecho carne. Nuestro presente estudio abarcará parte del viaje final de Jesús: “Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén” (Lucas 9:51). Estudiaremos a fondo sus sermones y enseñanzas, lo seguiremos en el último recorrido que inició en Galilea, pasando por Judea, hasta terminar en Jerusalén durante la fiesta de pascua que coincidió con su crucifixión y muerte. Descubriremos las advertencias, instrucciones e ilustraciones del Señor que incluye Lucas, todas ellas repletas de aplicaciones para nuestra vida diaria. Asimismo, exploraremos los detalles preparatorios a la muerte, crucifixión, sepultura, resurrección y ascensión del Hijo del Hombre. El brillo de las bellísimas enseñanzas de Cristo no había mermado. La maravilla de sus milagros estaba indeleblemente impresa en el corazón de muchísimos. Nadie podía negar el impacto que tuvo la vida y ministerio público de Jesucristo. Pero, paradójicamente, crecía el rechazo. ¿Cómo era posible? Esto se explica porque las profecías lo habían predicho así. Para cumplirlas, el Señor hizo maravillas y señales, enseñó que debemos creer en su poder para salvar, así como estar conscientes de nuestras responsabilidades espirituales. Su predicación demandaba un gran cambio por parte de sus oyentes, porque creyendo en él, entrarían al reino de los cielos. A la gente le gustaba lo milagroso, pero rechazaba el mensaje. Por su parte, los líderes estaban en su contra, y en su mayoría, la gente lo seguía por los milagros que hacía. Por supuesto que Dios sabía todo esto desde la eternidad. Su plan siempre había sido llevar a su Hijo amado a la cruz del Calvario para beneficiar a los hombres de todas las edades. Inexorablemente, Cristo marchabahacia el Gólgota,y Dios utilizó la dureza de los judíos para lograr su propósito. Repetimos lo que dijimos anteriormente: el instrumento de su muerte fue la incredulidad de los judíos, pero la verdadera razón fue el pecado mío y tuyo. Con la sombra de la cruz a la vista, y durante el camino a Jerusalén, Cristo siguió su ministerio de confrontación y enseñanza. EL HIJO DEL HOMBRE INSTRUYE Y AMONESTA Otra advertencia contra la hipocresía 12:1–3 El capítulo 12 prosigue la narración en el mismo ambiente de rechazo. El Señor acababa de confrontar a los fariseos y escribas con palabras fuertes. Ellos, por su parte, estaban dispuestos a hacer cualquier cosa por deshacerse de él. Sin duda que una gran mayoría de los “millares” (12:1) que lo seguían, iban movidos por la hostilidad de sus líderes. En presencia de todos, Cristo se dirige primero a sus discípulos con la amonestación: “Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía” (12:1). Los fariseos vivían con una máscara puesta, fingiendo una espiritualidad que estaban muy lejos de tener. Lo que cubría su disfraz estaba oculto a todos. Es cierto que en esta vida difícilmente se logra ver lo que hay detrás de la hipocresía. Sin embargo, lo dicho en secreto será revelado: “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones” (1 Corintios 4:5). Algún día, los pecados ocultos serán proclamados “en las azoteas” (12:3). ¡PENSEMOS! ¡Cuidado con fingir el papel de creyente! Los religiosos no son los únicos culpables de hipocresía. El mundo está lleno de personas que pretenden ser lo que no son. Sin embargo, ¡qué triste cuando nos topamos con alguno que se dice creyente, pero cuyo cristianismo es de labios para afuera! La palabra “hipocresía” viene de dos vocablos que dan el significado “detrás de una máscara”. Después de casi dos mil años, el fariseísmo sigue vigente. Advertencia contra el temer al hombre 12:4–5 El versículo 4 empieza con una frase maravillosa: “Mas os digo, amigos míos”. Precisamente entre los fariseos, que eran sus enemigos, y los “millares”, cuya mayoría participaba de la misma oposición, Jesús tenía un grupo de hombres a quienes consideraba sus amigos. Usó este término porque para él tenían mucho valor. ¡QUÉ POSICIÓN MÁS PRIVILEGIADA, SER AMIGO DE CRISTO! Ahora bien, con un amigo como él, sería ridículo tener miedo de algún hombre. También sería incongruente rebajarse a ser hipócrita y tener miedo a ser descubierto. Por otro lado, utilizando la misma palabra original (traducida en nuestras versiones de las dos maneras, “miedo” y “temor”), Cristo afirma que sí hay alguien de quien debemos tener miedo: de ¡Dios! (12:5). A lo mejor suena extraño al lector que aquí se use el término “miedo”, porque estamos acostumbrados a oir que debemos “reverenciar” (respetar, venerar) al Altísimo basados en 1 Juan 4:18: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor”. Es cierto que por ser hijo de Dios, el creyente tiene una relación muy especial con él. Nos ama y le amamos, y por su gracia, no pasaremos por el juicio que condenará al incrédulo. No obstante, debemos tener cuidado de no diluir la fuerza de esta palabra. Recordemos que al fin y al cabo, se refiere nada menos que a Dios. A la par del amor que le tenemos, y sabiendo que somos sus hijos, debemos reconocer su majestad. La Biblia contiene todo lo que debemos saber de Dios y en especial, lo que no debemos olvidar. En el sentido correcto, no debemos descuidar que es “temible”, específicamente en lo que se refiere a su justicia. Alguien ha dicho que nos encanta “la luz” de Dios, pero olvidamos “sus rayos”. Temo que hayamos convertido a Dios en compañero, camarada o colega, y lo hayamos despojado de su trono majestuoso. ¡SI TEMO A DIOS, NO DEBO TEMER AL HOMBRE! La providencia de Dios 12:6–7 Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ El cuidado divino se advierte en la atención que da aun a la más pequeña de sus criaturas; no olvida ni a un pajarillo (12:6). Es tan sabio, que hasta conoce el número de cabellos que hay en nuestra cabeza. Así es nuestro Dios, y para él no existen hechos accidentales ni suerte: todo nos ayuda a bien (Romanos 8:28). Lejos de tener miedo de la gente o las circunstancias, el creyente cobra ánimo al saber que el Señor controla todo. Así como provee para sus criaturas pequeñas (los pajarillos), y con la misma atención que presta a los detalles más minuciosos (enumeración de los cabellos), el Padre celestial ofrece cuidar a sus siervos todos los días. ¡PENSEMOS! Deténgase por un momento para adorar a Dios por sus beneficios (Salmos 103). Agradézcale la vida, la salud, el alimento, el techo y el vestido. No debemos pasar por alto la práctica de vivir agradecidos. Advertencia contra negar a Cristo 12:8–9 El deber del hijo de Dios es confesar abiertamente su fe en Cristo. En Lucas 12, sus seguidores tuvieron que identificarse con el Hijo del Hombre y hacer frente a los iracundos líderes religiosos, a las autoridades civiles paganas y aun a la muchedumbre voluble. No era exactamente un ambiente propicio. Lo bello es que los fieles de cualquier época, los siervos valientes que lo confiesan sin temor, algún día oirán su nombre pronunciado por la voz de Cristo delante de los ángeles. Podríamos decir que esta primera parte del pasaje es una promesa. Sin embargo, el otro lado de la moneda es que Cristo va a negar a quienes lo hayan negado. En especial, viene a la memoria Judas, quien teniendo tantos privilegios, estando expuesto a las mismas enseñanzas que los demás apóstoles, y que era igual de responsable que ellos de su condición espiritual, ¡lo traicionara! Lo mismo se podría decir de otros individuos. El que no acepta lo que Cristo ofrece, en realidad niega al Hijo de Dios y tendrá que sufrir las consecuencias de las palabras escalofriantes: “será negado delante de los ángeles de Dios” (12:9). ¡ENTRE MAS PRIVILEGIOS, MAYOR RESPONSABILIDAD! Advertencia de no blasfemar contra el Espíritu Santo 12:10 Esta no es la única referencia que se hace a este pecado. El texto de Mateo 12:31, junto con el trasfondo del presente capítulo, nos ayudan a entender mejor este pasaje, donde dice que entre sus oyentes había quienes atribuían los milagros de Cristo al poder del maligno (11:15). Tal era la oposición contra el Señor, que consideraban que las obras que beneficiaban al pueblo no eran de origen divino, sino de Satanás. Tergiversar lo que es la obra manifiesta del Espíritu Santo diciendo que es de Satanás, es blasfemia. Asimismo, es un pecado imperdonable contradecir o resistir abierta y deliberadamente la obra del único que nos puede llevar a la salvación. Puesto que el Espíritu de Dios es quien efectúa la salvación en el hombre, contradecirlo, resistir su influencia o negar su mensaje, constituye una forma de blasfemia. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ Específicamente, el pecado de algunos de los líderes de aquel entonces era atribuir las obras de Dios a Satanás. Hoy en día el único pecado imperdonable es rechazar la invitación del Espíritu Santo a participar del perdón que Cristo ofrece porque se cierra la puerta a la posibilidad de ser salvo. ¡PENSEMOS! La blasfemia contra el Espiritu Santo es cosa seria. En esta época en que el satanismo ha alcanzado proporciones muy serias, deberíamos dedicarnos a proclamar la verdad de Cristo con mayor denuedo, sabiendo que el demonismo esta ganando más adeptos cada día. La ayuda del Espíritu Santo prometida 12:11–12 El Señor dice en esta narrativa, que el ministerio del Espíritu Santo es ayudarnos en las ocasionés difíciles en que no sabemosqué decir. Para eliminar el miedo que pudieran sentir sus discípulos al presentarse en las sinagogas de aquel entonces, Jesús les dijo que siempre contarían con su oportuna intervención. ¡Qué alivio! Y esta promesa no era sólo para ellos. A través de las edades, desde Pedro en Pentecostés, pasando por los reformadores y llegando hasta el día de hoy, en los tribunales, las calles, el hogar, etc., el creyente puede contar con el auxilio de esa divina persona. Convendría que tomáramos nota de esta promesa, grabándola en nuestro corazón, y confiando en la obra de Dios en tiempo de necesidad. No debemos tener miedo de testificar. Ahora bien, ¡su promesa no invalida la necesidad de leer, estudiar y memorizar la Palabra de Dios! DIOS QUIERE QUE DEPENDAMOS DE ÉL EN TODO. LA AVARICIA Y LA ANSIEDAD 12:13–34 La parábola del rico insensato 12:13–21 Hubo una interrupción en la enseñanza del Señor cuando un hombre vino con una pregunta. Por lo regular, una duda válida, relacionada con el tema, es bien recibida por cualquier profesor, pero la que hizo en esta ocasión no tenía nada que ver con lo que Cristo estaba enseñando. Más bien, refleja la mentalidad, y en gran parte, el estado espiritual de un hombre centrado en su propio ego. Debido a su avaricia, el hombre en cuestión presentó una queja contra su hermano (que probablemente era igual de codicioso). Su petición era que Jesús resolviera el problema. Los grandes maestros y rabíes de aquel tiempo acostumbraban intervenir en casos así, tratando de dar solución a problemas civiles. Pero el Señor, conociendo la condición espiritual del hombre y su avaricia, además de decirle que no tenía la intención de convertirse en juez de tales casos, le dio un ejemplo que ilustra lo que espera a los avaros al final de su vida. Debemos notar que ni siquiera la predicación de Cristo mismo logró capturar la atención de todos sus oyentes para ser transformados. Este hombre vino con un problema y nada de lo que dijo Cristo hizo que cambiara su forma de vida. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ De los cuatro evangelistas, sólo Lucas cuenta esta parábola, que ha llegado a ser una de las más conocidas. El rico de la historia estaba seguro de que encontraría la felicidad adquiriendo más posesiones y riquezas. Su filosofía se expresa en la frase: “repósate, come, bebe, regocíjate” (12:19). Su egoísmo y ceguera para reconocer de dónde vienen los bienes, se ve en los versículos 18 y 19: “mis” graneros, “mis” frutos, “mis” bienes, “mi” alma. Apenas acababa de decir esto, cuando murió. De nada le sirvieron sus riquezas, porque su tesoro estaba fincado en lo terrenal y no lo había destinado a la honra de Dios. Queriendo reforzar la enseñanza al hombre que hizo la pregunta, el Señor dijo: “Así es el que hace para sí tesoro y no es rico para con Dios” (12:21). La parábola no condena la posesión de las cosas materiales, sino la avaricia y la actitud de poner la confianza en ellas en vez de en Dios. “Rico para con Dios” quiere decir rico en la fe, que confía en lo que Dios dice, que sabe aprovechar la gracia que él ofrece, dándole gracias por todo. ¡PENSEMOS! La avaricia es casi universalmente considerada como negativa. ¡Y con qué razón! Analice y escriba en sus propias palabras las dos exhortaciones y el testimonio de los siguientes versículos: 1. Hebreos 13:5 _________________________________ 2. 1 Timoteo 6:6 _________________________________ 3. Filipenses 4:11________________________________ Los quehaceres de la vida 12:22–34 Lo que el Señor había enseñado en el pasaje anterior no iba dirigido directamente a los discípulos, pero no cabe duda que les fue muy útil. A continuación, les da instrucciones especialmente a ellos. Principia recordándoles que la felicidad del hombre no depende de las posesiones, así que no debían afanarse por ellas. Además, les dio tres ilustraciones sencillas pero profundas. Primero cita a los cuervos, diciendo que “Dios los alimenta” (12:24). Por lo tanto, también provee para su pueblo. Asimismo menciona a los lirios. Al igual que las aves, no trabajan, pero todos los años, Dios permite que desplieguen hojas nuevas y flores abundantes. El creyente no debe dudar de su Dios, de su poder, ni de su deseo de proveer para las necesidades de sus hijos. Finalmente, dice que afanarse por las cosas materiales es una característica de los gentiles e impíos. ¡Qué vergüenza sería que sabiendo todo esto, un creyente viviera como pagano! “MI DIOS, PUES, SUPLIRÁ TODO LO QUE OS FALTA…” (FILIPENSES 4:19). El hijo de Dios tiene un sistema de valores más alto y noble que el mundo y que guía su estilo de vida. “Buscad el reino de Dios” (12:31) significa amar al Señor, confiar en él, obedecerlo, acceder gozosamente a su control. Estos ingredientes forman la vida del creyente porque desea depositar en el banco de los cielos los valores que perduran, Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ centrándose en lo que tiene mérito eterno (12:33). El resultado de aplicar estos principios, es que Dios suple todas las necesidades (12:31). Esta es su garantía. Ahora bien, no se debe confundir lo que dice Lucas y Mateo 6:33 con lo que algunos predican hoy en día respecto a la prosperidad, tal y como el mundo la entiende, o sea, poseer abundancia de bienes. Cuando establecemos prioridades bíblicas y vivimos de acuerdo a ellas, tenemos asegurada la provisión de Dios. ¡PENSEMOS! ¡Cuidado con los que enseñan que tenemos derecho a poseer grandes cantidades de dinero, a gozar de salud total, a no padecer enfermedades y a tener una vida sin problemas! ¡No es bíblico y, por ende, no es cierto! 2 Instrucciones diversas del Hijo del Hombre Lucas 12:35–14:6 “Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando…” (Lucas 12:37) ¡FIDELIDAD! 12:35–48 En los discípulos de Cristo debe haber tal lealtad a su Maestro, que pueden acomodar sus prioridades sin problema. Lo que el Señor dice, automáticamente se convierte en la pasión de ellos. También es muy importante permanecer fieles, esperando su regreso. El pasaje de Lucas 12, tiene que ver con la venida del Rey para establecer el reino en forma literal, mismo que se denomina el milenio y se relaciona con el famoso tema antiguotestamentario del día del Señor. Según lo que Dios dijo a través de los profetas, ese “día”, inesperado para la mayoría incrédula, traerá primeramente el juicio. Es evidente que esta ilustración del ladrón (12:39, comp. con 1 Tesalonicenses 5:2) que da el Señor, no se refiere al “arrebatamiento”, evento en el que Jesús vendrá en las nubes para recibir a su novia, la iglesia, la comunidad de creyentes, suceso que esperamos con gran gozo y esperanza. La enseñanza del arrebatamiento o rapto de la iglesia se desarrolla con amplitud más adelante en el Nuevo Testamento. Habiendo hecho esta aclaración doctrinal en cuanto al futuro, tenemos que reconocer que la presente porción enseña acerca de la fidelidad, una cualidad que por cierto, Dios exige de su pueblo de cualquier tiempo. “SED SEMEJANTES A HOMBRES QUE AGUAR DAN A QUE SU SEÑOR REGRESE” (Lucas 12:36). Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ De los versículos 42 al 48, el Señor responde a la pregunta de Pedro, aclarando la parábola anterior. El versículo 43 introduce un elemento muy importante. “Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así”. La fidelidad no es una teoría, es una convicción que produce obediencia a la voluntad de Dios. Por decirlo así, la fidelidad es la voluntad revelada de Dios convertida en acción de corazón, manos, pies, y labios. No es sólo la afirmación de los principios personales inventados por el ser humano, sino el producto de interpretar correctamentela Biblia bajo la dirección del Espíritu Santo, y que se manifiesta de forma evidente en el creyente. INSTRUCCIONES ACERCA DE LAS DIVISIONES Y MALOS ENTENDIDOS 12:49–59 La verdad es que Cristo, por su mensaje de justicia, santidad y por su muerte, dividió a la humanidad. El bautismo que menciona en el versículo 50, es una referencia a su muerte. La cruz de Cristo traza la línea divisoria de la historia de la humanidad. Identificarse con el odiado madero no es atractivo al hombre. No lo fue en tiempos de Jesús y no lo es hoy. “La palabra de la cruz es locura a los que se pierden, pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” (1 Corintios 1:18). No ha de extrañarnos el hecho de que no sea popular entre los inconversos. Cristo divide, y así debe ser. ¡Ay del creyente que no se distingue del mundo que lo rodea! El capítulo 12 termina con una llamada de atención en cuanto a la capacidad de entender las señales. Fácil les era entender las indicaciones en cuanto al ambiente, el clima (12:56), etc., pero ignoraban o, peor aún, negaban, las evidencias de la persona de Jesús. Las consecuencias de semejante incredulidad son fatales. Lo mismo sucede hoy. Es indispensable que el hombre acepte el mensaje de Dios a través de Cristo, recibiéndolo como su Salvador mientras su gracia está todavía al alcance. ¡PENSEMOS! ¿Qué actitud debe distinguir al creyente que espera el retorno de Jesucristo en las nubes? ¿Apatía? ¿Desesperación? ¿Indiferencia? No. Los creyentes deben velar y “estad preparados, porque a la hora que no penséis el Hijo del Hombre vendrá” (12:40). INSTRUCCIONES ACERCA DEL ARREPENTIMIENTO Y SUS FRUTOS 13:1–9 Jerusalén era una ciudad que significaba mucho para los judíos porque David la había convertido en capital del reino, y fue donde Salomón construyó su magnífico templo. Pero lo que contaron los mensajeros en Lucas 13 no tenía nada que ver con la gloria de esa histórica ciudad. En ese entonces, Jerusalén estaba dirigida por los odiados romanos, tanto en lo militar como en lo administrativo. Por esos días, gobernaba Poncio Pilato, el cruel perpetrador de un sin fin de arbitrariedades que cometió durante sus diez años de gobierno. En esta ocasión en especial, algunos vinieron a reportar otra más de sus atrocidades: la matanza de los galileos. El antecedente es que ciertos sacrificios que se hacían en el templo, requerían que los judíos laicos que traían a los animales, entraran donde se hacía el Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ sacrificio para poner su mano sobre ellos en señal de identificación con la ofrenda sacrificada. Tal parece que Pilato entró en el templo, y llegando hasta la corte de los sacerdotes con un grupo de soldados, mató a un grupo de fieles precisamente en el momento en que ponían las manos sobre los animales. La razón no se sabe. Solamente Lucas cuenta el incidente, y no da más detalles que los que aparecen en los versículos 1–5. De acuerdo a la idea popular existente, cuando sucedían semejantes calamidades, la gente las consideraba como prueba de un pecado excepcional que merecía el castigo de Dios. Sin embargo, rechazando el concepto popular, Jesús enseñó que la muerte puede sobrevenir a cualquier persona y en cualquier hora. No se debía a que los galileos fueran más pecaminosos que otros. Además, la gracia de Dios sostiene la vida bajo cualquier circunstancia. Lo que conviene es arrepentirse mientras todavía hay oportunidad. De otra manera, nos espera un futuro desastroso. Cristo siempre buscaba evidencias de arrepentimiento en el pueblo (13:6–9). Aquí se refiere a él por medio de la parábola de la higuera. En las Escrituras, ese árbol simboliza a la nación de Israel y sin duda, el Señor lo usa así, porque era de esperarse que hubiera frutos de arrepentimiento en un pueblo que había estado expuesto a tanta luz. Sin embargo, no fue así. Ahora bien, algunas de las maravillosas características de nuestro Dios son su gran misericordia y paciencia, cualidades que se demuestran en abundancia hacia el pecador. En la parábola, se ofrece a la higuera otra oportunidad de producir higos. Sin embargo, llega el día en que la paciencia termina. Si no da fruto a pesar de los cuidados especiales del viñador, será cortada (13:8–9). ¡PENSEMOS! ¡La nación era culpable! Se le había dado bastante luz y tiempo para apreciarla, no se había arrepentido, y el tiempo se acababa. El principio que contiene la parábola tiene aplicación para el día de hoy. Es urgente responder positivamente al mensaje de Dios mientras hay oportunidad. Nos hace pensar en las palabras de Pablo a los corintios: “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:2). LUZ + OBEDIENCIA = FRUTO EL HIJO DEL HOMBRE INSTRUYE ACERCA DE LA HIPOCRESÍA 13:10–17 Por la frecuencia con que se trata el tema, entendemos que este problema era muy común. Nuevamente el Hijo del Hombre se refiere a él un sábado en la sinagoga. A propósito, Lucas no vuelve a mencionar la asistencia de Jesús a las sinagogas. Esta es la última ocasión que lo hace. Aquel día estaba presente una mujer que “andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar” (13:11). Otra vez es evidente que es la pluma de un médico la que escribe. Lo interesante es que atribuye el padecimiento a “un espíritu de enfermedad”, utilizando el Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ mismo término que se aplicaba a las aflicciones causadas por demonios, aunque el médico amado sabía que no todas las dolencias eran causadas por ellos. Sin embargo, el presente caso sí lo era. Al verla, Jesús de inmediato reconoció la causa de su mal, interrumpió su discurso, la llamó y allí mismo la sanó. Sin ningún preámbulo, sin pedir ni siquiera una demostración de su fe, ¡la sanó! Como en el caso de los demás, la enferma quedó completamente bien. Lucas no menciona la fe de la mujer, lo cual demuestra que los milagros que hizo el Señor dependían únicamente de su voluntad, y no de la cantidad o calidad de la fe del enfermo. Eso no quiere decir que los individuos no tenían fe, sino que todo dependía de Dios, porque él es el origen del milagro. Así lo reconoció la mujer y “glorificaba a Dios” (13:13). Pero el principal de la sinagoga se enojó. Lo interesante es que con una “indirecta” se dirigió al pueblo y no a Jesús, aunque ciertamente su queja era contra él. El Señor sabía perfectamente lo que pasaba en su corazón y lo que pensaban los demás. Les señaló su hipocresía, notando que se preocupaban de sus animales en sábado, pero no de una mujer que también era hija de Abraham, respetable, y muy necesitada. Como explicamos, la hipocresía literalmente es “vivir detrás de una máscara”. Equivale a practicar las minucias de una religión descuidando su propósito, espíritu, y en especial, lo que Dios ha revelado. ¡Esto es pecado! INSTRUCCIONES ACERCA DEL REINO 13:18–35 Ciertas características del reino 13:18–21 “¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo campararé?” El Señor hace dos contrastes. En primer lugar, cita la semilla y el árbol de mostaza, cuyo tamaño había dado origen a un proverbio: “tan pequeña como semilla de mostaza”. Sin embargo, de algo tan insignificante crece un verdadero árbol, a veces de hasta 10 metros de altura. El propósito de la ilustración es enfocar el crecimiento y a la vez, las condiciones que se dan en el reino. Hay que recordar dos cosas básicas: 1. La obra es de Dios y, por lo tanto, no puede haber un reino mesiánico a menos que primero regrese su Rey. 2. No hay que forzar esta comparación haciendo que comunique lo que no era intención de su autor. Aquí Jesús demuestra que, a pesar de gente como el principal de la sinagoga, y otros que rechazaban su mensaje, algunos lo aceptaban. El número es reducido y “pequeño”. Además, el reinoha atraído a elementos desagradables, los no creyentes representados por las aves en la ilustración. En el judaísmo de aquel tiempo, había quienes seguían la forma de su religión sin ser creyentes verdaderos. Casi lo mismo se ve en la ilustración de la levadura. Por lo regular, en las Escrituras esa sustancia simboliza la maldad. Es interesante observar que a través de todas las edades ha habido un desarrollo del mal dentro del grupo de personas que acepta la voluntad y control de Dios. Se puede ver ese fenómeno en toda la historia de Israel. Este comportamiento también es muy evidente en esta época “de la gracia” o “de la iglesia”: lo mismo hay creyentes que incrédulos asociados con la iglesia visible. Cuando regrese el Rey y establezca su reino mesiánico, el llamado milenio, habrá la misma mezcla. Claro que para entrar al reino, todos tendrán que ser creyentes, aunque también ellos mismos tendrán hijos incrédulos. Algunos rechazarán el mensaje de Dios, condición que conducirá al juicio final de Apocalipsis 20:7–15. EL SEÑOR VIENE. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ URGE PREDICAR EL EVANGELIO. Participantes del reino 13:22–35 Por lo general, los oyentes del Hijo del Hombre pensaban que por ser hijos de Abraham tenían garantizado el acceso al reino. El Señor, con su mirada puesta en Jerusalén, donde sería llevado a la cruz, y finalmente a la victoriosa tumba vacía, instruye a sus discípulos acerca de quiénes entrarán en el reino. ¿QUIÉNES ENTRARAN EN EL REINO DE DIOS? “¿Son pocos los que se salvan?” (13:23) No se sabe quién hizo la pregunta, pero Jesús contestó como de costumbre, poniendo énfasis en lo práctico y no en lo teórico. La idea era que no debían perder su tiempo discutiendo esto. Más bien, debían asegurarse de su propia salvación. El Señor agregó que la puerta no siempre permanecería abierta. Los que no la aprovecharan y quedaran fuera, presentarían toda clase de excusas (vea la ilustración del padre, v. 25). Pero el haber oído no es suficiente, como tampoco lo es haber nacido de Abraham. Por fuerza, uno tiene que creer. Como ya observamos, esta fue una sorpresa desagradable para gran número de sus oyentes. Pero todavía recibieron un golpe más. ¡Algunos judíos serían excluidos y los gentiles, aceptados! Esto no debería sorprenderles, puesto que los profetas antiguos habían dicho lo mismo. Cristo enseñó que los únicos participantes del reino venidero, sin importar su origen, tendrían que ser creyentes. El capítulo termina con una advertencia hecha por los fariseos (13:31). Se entiende que tanto ellos como Herodes estaban en contra de Cristo, y todo lo que hacían era para oponerse a él. Por su lado, el Señor les responde que no interrumpiría su marcha hacia Jerusalén, donde sería muerto (13:33). Satanás estaba detrás de las personas o movimientos que procuraban impedir su viaje. Fue entonces que el Hijo del Hombre lamentó abiertamente la condición espiritual de Jerusalén. “¡JERUSALÉN, JERUSALÉN, QUE MATAS A LOS PROFETAS…!” Esa histórica ciudad tenía fama de haber matado a los mensajeros de Dios, y ahora estaba por repetir su audacia, asesinando al hombre que había sido anunciado como el Mesías. “He aquí, vuestra casa os es dejada desierta” (13:35). ¡Qué palabras tan tristes! INSTRUCCIONES EN CASA DE UN FARISEO 14:1–6 Se cree que durante los días de la semana, los judíos acostumbraban comer solamente dos veces al día. Pero el sábado comían tres veces. La comida principal era inmediatamente después del servicio de la mañana, más o menos al mediodía. Era costumbre que los líderes de la sinagoga se turnaran para invitar a sus colegas cada semana. En el relato de Lucas 14, muchos fariseos, rabíes, etc, se habían reunido para comer en la casa de uno de ellos. No se sabe por qué fue invitado Cristo. Es posible que la cultura dictara que el gobernante de una comunidad (14:1) tuviera que convidar al religioso visitante. Conociendo el parecer de los fariseos, no descartamos la posibilidad de que la invitación fuera hecha con mala intención. Algo de eso se nota en la frase “éstos le acechaban” (14:1). Otra observación respecto a la cultura judía de aquel primer siglo es que se permitía a la gente, aunque no hubieran sido invitados, que se acercara a las fiestas o comidas para observar. Debido a ello, no es extraño que un enfermo se encontrara entre los curiosos. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ ¿Sería posible que hubiera ido por iniciativa propia al oir que Jesús estaba presente? Tal vez, pero es más probable que los fariseos lo llevaran para poner a prueba a Cristo. Este, sabiendo la intención de ellos, inició la conversación en el versículo 3; “¿Es lícito sanar en el día de reposo?” A lo mejor ellos no esperaban que la confrontación empezara así, sino que desearan atacarlo después. Así que la pregunta de Cristo los desarmó. Si hubieran contestado que sí, entonces hubieran aprobado a Cristo. Por otro lado, ¿cómo podían contestar que no, en presencia de alguien tan enfermo de hidropesía? Cristo sanó al doliente y de nuevo acusó a los fariseos y demás líderes religiosos por su hipocresía. Les recordó que aun en sábado, ellos cuidaban muy bien de lo suyo, su familia y animales, pero utilizaban el día de reposo como excusa para criticar al Hijo del Hombre por sanar al enfermo. El fariseo y sus invitados guardaron silencio. Cuando Cristo vio que los presentes estaban atentos, aprovechó el momento para enseñar acerca de la humildad, benevolencia e indiferencia. ¡Imagínese! El Señor instruyendo a quienes pretendían ser expertos en la ley de Moisés, a los líderes religiosos del pueblo, que no obstante, carecían de las cualidades aludidas. ¡PENSEMOS! El viaje de Jesucristo estuvo sembrado de oposición, incredulidad e hipocresía. El Señor tuvo que luchar constantemente contra sus opositores. Pero en medio de todo ello, siempre enseñaba cosas maravillosas. A veces, descorría el velo de la eternidad, en otras, escudriñaba hasta el fondo las intenciones del corazón de sus interlocutores. Pero en todo tiempo, siempre se mantuvo haciendo el bien, sin importar cuán dificil fuera la situación. Cristo es nuestro ejemplo, sigamos sus pasos. 3 Once parábolas Lucas 14:7–15:32 “El que tiene oídos para oír, oiga” (Lucas 14:35) El Señor siguió viajando rumbo a la ciudad capital del judaísmo y en el camino, como de costumbre, iba enseñando. Cristo fue un maestro que aprovechaba todas las oportunidades para instruir a sus seguidores. Tenía un mensaje importantísimo que anunciar y el tiempo de que disponía, muy limitado. ¡El Señor quería aprovechar cada minuto! Este ejemplo no debe pasar desapercibido al creyente del siglo veinte, porque siguen rigiendo las mismas condiciones. Estos capítulos incluyen algunos de los personajes que se mencionan en capítulos anteriores. Vemos que los fariseos y expertos en la ley judaica seguían hostilizando el mensaje de Cristo igual que antes. Asimismo, la muchedumbre ubicua, sedienta y hambrienta, deseaba ver más milagros, pero no por ello estaba más dispuesta a creer en su Mesías. Naturalmente se encuentran los discípulos, esos creyentes cada vez más instruidos, Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ y por lo tanto, más responsables. El Hijo de Dios tenía algo para cada oyente. Las enseñanzas de estos capítulos se centran en el uso de las parábolas. PARABOLA DE LOS CONVIDADOS A LAS BODAS 14:7–14 La humildad 14:7–11 La costumbre de aquella época era que los invitados a una comida buscaran los puestos más honorables. En cambio, Cristo enseña que lo que vale ante Dios es la humildad genuina, como Pablo dice en Romanos 12:10: “prefiriéndoos los unos a los otros”. Cuando se da la preferencia a uno mismo, las cosas andan mal. El orgullo y superioridad que sentían los fariseos,hacía que odiaran al auténticamente humilde Hijo del Hombre. “PORQUE CUALQUIERA QUE SE ENALTECE, SERÁ HUMILLADO; Y EL QUE SE HUMILLA, SERÁ ENALTECIDO” (14:11). La benevolencia 14:12–14 Invitar solamente a los amigos, a los ricos, o a los de alcurnia, niega el auténtico espíritu de benevolencia. No obstante, la recompensa de semejante actuación negativa viene en esta vida, cuando somos los invitados. Pero si queremos un premio más duradero, invitemos a quienes no nos pueden corresponder. Ahora bien, la lección de este pasaje es la generosidad hacia los que por sus limitaciones no puedan correspondernos. Sin embargo, no enseña que es malo invitar a comer a los amigos o a ricos importantes. Tampoco dice que debemos invitar a los pobres exclusivamente, ni mucho menos a “todos” los pobres. Hay que recordar que Cristo estaba confrontando a la gente que no sabía (o, que no quería admitir que sabía), quién era su prójimo (10:29), razón por la cual les dijo la parábola del buen samaritano, diciéndoles que nuestro prójimo es la persona necesitada que encontramos en el camino. Posteriormente, cuando se desarrolló la doctrina para la iglesia, la clave para aplicar este principio fue: “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gálatas 6:10). Para obtener una comprensión más amplia del tema, recomiendo el libro La Responsabilidad Social, de Charles Ryrie, publicado por esta editorial. PARABOLA DE LA GRAN CENA 14:15–24 La indiferencia 14:15–24 “Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios” (14:15), comentó uno de los invitados en voz alta. Este dicho, entusiasta y bienintencionado, estaba equivocado, porque sin duda, el hombre estaba pensando que todos los presentes estarían en el reino. Mediante otra parábola, Jesús enseñó enfáticamente que no sería así. En ella, los invitados dieron toda clase de excusas banales para no asistir al convivio que ofrecía un hombre. El primero dijo que tenía urgencia de ir a ver algo que había comprado. El segundo también había adquirido unos bueyes y tenía que probarlos. El tercero dijo sencillamente “no puedo”. Es evidente que en el fondo de las tres reacciones estaba un rotundo “¡no quiero!” Debemos notar que no era por ignorancia o por desconocer la oferta. Mas bien, decidieron no aceptar por su propia voluntad, demostrando su desprecio por el que los invitaba. Los judíos reaccionaron en la misma forma al mensaje del Hijo del Hombre. Por eso, él hizo extensiva la invitación a otros que no eran judíos: “Vé por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa” (14:23). Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ PORQUE…NINGUNO DE AQUELLOS QUE FUERON CONVIDADOS, GUSTARÁ MI CENA (14:24). ¡PENSEMOS! ¡Las excusas! Muy socorridas cuando queremos evitar una confrontación. 1. ¿En qué consistió la banalidad de las tres excusas? 2. ¿Cuáles son algunas de las que se ofrecen hoy para no aceptar el mensaje de Dios? 3. ¿Se parecen a las de la parábola? Debemos comentar algo acerca de la palabra “fuérzalos”. El término no significa coaccionar al estilo de una inquisición. Desafortunadamente, a través de la historia algunos han usado así el versículo. La misma palabra se usa en Mateo 14:22 y también en Marcos 6:45, pero en ambos casos se traduce: “Jesús hizo que”. En otras obras literarias del período, se usa en el sentido de “constreñir moral e intelectualmente”. En la ilustración de Lucas 14, el hombre envió a un solo siervo, quien difícilmente podría haber coaccionado físicamente a quienes andaban en “los caminos y vallados”, por lo que más bien podemos identificar al mensajero con el Espíritu Santo. ¡PENSEMOS! En la actualidad, la obra de Cristo sigue siendo espiritual, a través del ministerio del Espíritu Santo. En su evangelio, Juan describe la manera en que esa divina persona actúa en nuestros tiempos: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuera, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:7–8). ¡Qué tranquilidad para el creyente! En su ser mora el Espíritu Santo enviado por Cristo para consolarle, ayudarle, enseñarle y guiarle en los caminos del Señor. ¡Gracias a Dios por su Espíritu morando en nosotros! EL VERDADERO DISCIPULADO 14:25–35 Después de salir de casa del fariseo, lo siguieron grandes multitudes. En parte porque muchos peregrinos iban a Jerusalén a celebrar la pascua. Sin embargo, había entre la muchedumbre verdaderos discípulos y seguidores de Jesús. Podemos decir que probablemente su auditorio constaba de cuatro grupos: los antagonistas, los indiferentes, los que decían ser sus discípulos y los seguidores verdaderos. El Señor daba a todos enseñanzas y exhortaciones acerca del discipulado. Por lo general, es muy agradable para algunos líderes con magnetismo tener numerosos seguidores porque les prodigan adulación. No obstante, la enseñanza del Señor es severa y está diseñada para distinguir a los verdaderos discípulos de entre la multitud, cuya idea era que Jesucristo venía a establecer un reino político. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ El que “viene a mí” 14:26 La frase “viene a mí” es una referencia al que quiere unirse a Cristo en una relación íntima de discipulado. El primer punto de la lección “y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos…”, señala una verdad improbable, la de hacer lo opuesto de amar, pero no tenemos derecho a mitigar la fuerza de la palabra “aborrecer”. Es la misma que se usa en otras partes de la Biblia para describir lo que siente Dios hacia el pecado. Muchos han buscado la manera de evitar el uso del término, pero no se puede ni se debe. Por otro lado, tampoco tenemos derecho a interpretar la palabra en base a las emociones de un lector moderno. La relación con Cristo tenía y tiene que ser de la más alta prioridad; más aún que la relación familiar, o que el aprecio que uno tenga por su propia vida. Es inadmisible que una persona o parentesco compita con Cristo por ocupar el lugar de preeminencia en el corazón del discípulo. Sin embargo, cuando estamos bien relacionados con Cristo, es decir, si tenemos nuestras prioridades bien ordenadas, por fuerza amaremos no solamente a la familia, ¡sino a todos! Se recordará la exhortación que se hace a los maridos en Efesios 5:25: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella”. La idea que aparece en Lucas 14 es que el seguidor del Hijo del Hombre tiene que poseer y demostrar una lealtad absoluta a su Señor. En cierto sentido, la frase “viene a mí”, se refiere a lo que uno abandona o coloca en segundo lugar de importancia. El que “viene en pos de mí” 14:27 Si la frase anterior indica lo que uno deja al asociarse con Jesús, la presente hace hincapié en lo que el discípulo adquiere al unirse a él. En otras palabras, la cruz. Ha habido mucha confusión respecto a las palabras “llevar su cruz”. Es común que se use para designar la idea de aguantar con paciencia la aflicción, dolor o desengaño, diciendo con un suspiro: “¡Es mi cruz!” Nada está más lejos de la verdad. La gente de aquel entonces entendía perfectamente bien que quería decir muerte. Los crueles y odiados romanos habían perfeccionado el arte salvaje de la crucifixión para asesinar a los enemigos del estado, tanto supuestos como verdaderos. “EL QUE NO LLEVA SU CRUZ…NO PUEDE SER MI DISCÍPULO” (14:27). El discípulo de Cristo aborrece su propia vida aun al punto de estar dispuesto a sufrir la muerte ignominiosa por lealtad a él. Solamente esa clase y grado de entrega produce un discípulo verdadero. La construcción de una torre 14:28–30 El discipulado no es asunto insignificante.La ilustración habla de una torre, algo muy especial. Su construcción tampoco se hace de un día para otro. ¡Cuesta mucho! No obstante, es obligatorio construir. El propósito de la ilustración no era que sus oyentes desistieran de edificar, sino que reconocieran el costo que debían pagar. Pero lo más importante es que el discípulo sabe que no tiene los recursos para pagar el costo. Con lo que tiene no puede ir más allá del cimiento. Entonces, ¿de dónde viene lo necesario para edificar la torre del discipulado? No de lo que tenemos, sino de lo que el Señor nos da. El rey y la guerra 14:31–33 La ilustración anterior es de naturaleza positiva porque se trata de una construcción. La presente es negativa, porque habla de derribar a un enemigo. De la misma manera que los Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ recursos propios no son suficientes para construir la torre, tampoco lo son para enfrentar a un enemigo numeroso. El discípulo reclutado debe pelear batalla tras batalla en la guerra espiritual. Imprescindible es pelear. Inútil es evitarlo, e imposible ganar con recursos propios. El enemigo es más fuerte que uno. Así que es necesario depender de Dios y su protección (Efesios 6:10–17). ¡PENSEMOS! Dios ha provisto muchos recursos para que el creyente los emplee en la construcción de la torre y para pelear en la batalla del discipulado. Aquí están los textos, ¿cuáles son los recursos? 1. Salmo 119:11__________________________________ 2. 1 Juan 4:4_____________________________________ 3. 1 Juan 2:1_____________________________________ La sal insípida 14:34–35 Es importante reconocer que el Señor está usando una ilustración, o sea una figura, que no va de acuerdo con la naturaleza: “Si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?” (14:34). La sal, el mineral, no pierde lo salado. Además no existe un condimento denominado “sal no salada”. En otras ocasiones, Jesús también usó esta clase de figura para insistir en lo absurdo del punto que ilustraba. Un discípulo que no está dispuesto a aceptar los requisitos que Jesús enseñó, viene a ser como “sal que no sala”. En la naturaleza eso no sucede. Entonces, la sal es mejor que el discípulo incumplido, porque siempre es salada. EL DISCÍPULO QUE NO CUMPLE CON LAS CONDICIONES ESTIPULADAS, SE CONVIERTE EN UN RENEGADO. Cristo dijo que no se esperaba eso de los que querían ser sus seguidores. En otras palabras, sería una situación totalmente anormal. Aquel “discípulo” tendrá un futuro peor que el del pagano (14:35). PARABOLAS DE LA GRACIA DE DIOS 15:1–32 Se ha dicho que la religión es la búsqueda del hombre por encontrar a Dios, mientras que en el cristianismo, el Dios de los cielos es quien busca al hombre. Las parábolas del capítulo 15 contienen varios aspectos de esa verdad. Lo que movió a Jesús a enseñar sobre este tema, fue la presencia acostumbrada de publicanos y pecadores (15:1). ¡Esa gente jamás hubiera escuchado una conferencia de los fariseos y rabíes! Sin embargo, se da a entender que sentían atracción por Cristo y su mensaje. Tanto él como ellos, reconocían su condición necesitada y se daban cuenta del desprecio de los religiosos, quienes continuaban quejándose de Cristo por su asociación con ellos. En vez de sentir regocijo por el mensaje y el mensajero que venía a rescatar a los perdidos, lo criticaban por predicar a los despreciados de este mundo. Las parábolas que Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ tratan de la gracia de Dios han llegado a ser de las más conocidas dentro y fuera del cristianismo. La oveja perdida 15:3–7 Es importante recalcar que no se debe forzar la interpretación de estas cortas ilustraciones. En otras palabras, sería incorrecto introducir un sentido histórico, espiritual o místico a cada frase, palabra o idea. A través de los siglos, esta parábola ha sufrido así a manos de ciertos intérpretes, pero ni la imaginación santificada ni los mejores deseos espirituales pueden añadir nada a lo que el Señor dice. El intérprete debe recordar que normalmente, una parábola ilustra un solo punto. La lección del Señor tiene que ver con la búsqueda intensa de algo perdido y el gozo resultante que se experimenta al encontrarlo. En el versículo 7 Jesús deja de hablar en parábolas para dirigirse en términos directos a los fariseos. En contraste con sus muraciones de que Jesús predicaba a los pecadores, él dijo: “HABRÁ MÁS GOZO EN EL CIELO POR UN PECADOR QUE SE ARREPIENTE, QUE POR NOVENTA Y NUEVE JUSTOS QUE NO NECESITAN DE ARREPENTIMIENTO” (15:7). En cuanto a la identificación de los “noventa y nueve justos” existe una gran variedad de ideas, pero otra vez tenemos que regresar a los principios que rigen la interpretación de parábolas. Por ejemplo, no es el propósito de la ilustración identificar específicamente al “hombre” del versículo 4, ni a “sus amigos” del versículo 5, distinguiéndolos de los “vecinos”. En cuanto a las noventa y nueve ovejas, podemos anotar tres cosas: a. Sería normal considerar que estaban bien cuidadas, seguras y no perdidas. b. En el fondo, el pastor tenía que estar contento por las noventa y nueve seguras. c. Hay “más gozo en el cielo” por el pecador arrepentido, lo que quiere decir que cuando menos hay algo de gozo por los demás. Recuerde que el propósito de la ilustración es demostrar la gracia de Dios que “busca” y el gozo que siente cuando encuentra al perdido. La dracma extraviada 15:8–10 La moneda conocida como dracma era griega, más o menos equivalente al denario de los romanos. Por lo regular, se consideraba como pago por un día de trabajo. En la ilustración, la mujer pierde una de diez que tenía. Es posible que la cantidad sea la única diferencia importante entre la historia de la oveja perdida y ésta. La oveja era una entre cien y ésta, una entre diez. El punto es el mismo. Después de la búsqueda, hay gran gozo por haber encontrado la moneda. Hay un asunto cultural aquí que demuestra la importancia que tenía para la mujer, algo que los oyentes debieron sobreentender. Los maridos tenían la costumbre de dar a su esposa como regalo de boda una cadena con diez monedas que la mujer se ponía alrededor de la cabeza, con los dijes colgando sobre la frente. La estimación por ese artículo es equivalente al del anillo de casados. Por lo tanto, para ella era muy preocupante haber perdido una de las monedas. Inclusive, algunos dicen que podría reflejar poca fidelidad al esposo. Ahora bien, esos factores ayudan a entender la parábola, pero no cambian en nada la lección principal, que es la búsqueda cuidadosa y el gozo de encontrar al pecador arrepentido. La idea del versículo 10 es igual al versículo 7, con excepción de que en el 10 se mencionan a los ángeles de Dios. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ El hijo perdido 15:11–32 Se ha dicho que la parábola del hijo pródigo es la joya más brillante de todas las ilustraciones que el Señor usó. Es la tercera en una lista de parábolas que enseñan la misma lección. El lujo de detalles con que se cuenta ésta da a entender que hay enseñanzas adicionales. Pedir y salir (15:11–16). El más joven de los dos hijos dijo: “Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde” (15:12). Semejante división de bienes usualmente ocurría al morir el testador. No obstante, el hecho de que el padre accediera a su petición, quiere decir que no era ajena a la cultura de entonces. El hijo tomó lo suyo, salió de casa y se encaminó a un lugar muy distante; lejos de la supervisión de su padre, queriendo librarse de las restricciones familiares. En aquella “provincia apartada”, cayó bajo malas influencias, mismas que lo condujeron a una esclavitud real. Por la manera en que malgastó su dinero y consumió sus bienes, se hecha de ver que en realidad lefaltaba mucha supervisión. Su situación se fue empeorando y al cabo, sin bienes y habiendo “una gran hambre en aquella provincia” (Lucas 15:14), cayó en el colmo del oprobio para un judío: apacentar cerdos. Su estado era en verdad lamentable, porque su amo lo trataba peor que a los mismos cerdos: “Deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba” (15:16). El arrepentimiento y el regreso (15:17–21). La frase “Y volviendo en sí” (15:17) es la introducción a lo que posiblemente fuera el primer pensamiento honesto de su vida. Reconoció dos verdades, la segunda probablemente como consecuencia de la primera. 1. “¡En verdad estoy muy mal! Aun los jornaleros en casa de mi padre comen, y yo me muero del hambre”. 2. “He pecado contra el cielo y contra mi padre”. Claro que el hambre ayudó a que sus ojos se abrieran, y su arrepentimiento fue sincero. Se nota que sentía culpa y que cambió de parecer. Mientras que antes de abandonar la casa exigía “lo suyo”, ahora deseaba, ser uno de los sirvientes de su padre. Con esa nueva determinación regresó a casa. ¡Nunca se imaginó ni en sus mejores sueños, lo que iba a encontrar! Su padre no había dejado de amarlo, sino que lo esperaba, y con los brazos abiertos. ¡Qué maravilla! A pesar de que esta ilustración es maravillosa, no es nada comparada con la magna verdad que enseña. Dios, con el amor y gracia que le caracterizan, espera al hombre perdido, al que reconoce que es pecador, al que está cargado de vicios, de los mal llamados placeres, que en verdad no satisfacen, al descarriado, decepcionado, desanimado, desilusionado, despreciado y desafortunado. “VENID A MÍ TODOS LOS QUE ESTÁIS TRABAJADOS Y CARGADOS, Y YO OS HARÉ DESCANSAR” (MATEO 11:28). Es probable que haya otras lecciones en la ilustración, pero difícilmente podrían superar a esta. El regocijo y el gemido (15:22–32), ¡Interesantes extremos de emociones! Las dos proceden de un solo evento, el retorno del hijo arrepentido. Si el gozo que menciona el versículo 7 es admirable, lo que sigue va mucho más allá de lo imaginado. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ El padre “fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó” (15:20). Pero ¡aún hay más! Le dio ropa, sandalias, un anillo, hizo una fiesta; todas ellas bendiciones que corresponden a un hijo verdadero. ¡Qué provisión más amplia! De más está recordar que así es nuestro Dios, porque: “La bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” (Proverbios 10:22). En medio de aquella sinfonía de amor, también sonó una nota discordante. EL otro hijo, el mayor, el que se había quedado, al ver todo lo que se hacía a favor de su hermano, se quejó amargamente. Lo interesante es que todo lo que el mayor dijo era cierto. Su actitud era de reproche: se había quedado con su padre y lo había servido (15:29), pero no hay ninguna indicación de que lo hiciera por amor. El padre le extendió una invitación especial (15:28), pero por su resentimiento no quiso aceptarla. No cabe duda que aquí Jesús alude a los fariseos. Privilegiados de mil maneras, sobre todo porque eran custodios de la ley, al igual que el hijo mayor, estaban resentidos porque Jesús recibía con gozo al pecador arrepentido. Dos observaciones finales: 1. Aparentemente, en el relato no sólo hay un hijo perdido, sino dos. El mayor obedecía de labios para afuera, pero no se relacionaba bien con su padre. 2. El padre, por gracia, le extiende una invitación a participar. No se sabe si el hijo resentido aceptó o no. Durante su vida, Cristo ofreció a los líderes religiosos la misma invitación que a los “publicanos”, pero por su incredulidad y obstinación, no la aceptaron y se quedaron fuera de las bendiciones de Dios. LAS ONCE PARABOLAS Y SUS LECCIONES Parábola Pasaje Lecciones Los invitados a una fiesta 14:7–11 La humildad La invitación a un convicio 14:15–24 La benevolencia Los invitados apáticos 14:15–24 La indiferencia “El que viene a mí” 14:26 La prioridad de Cristo “El que viene en pos de mí” 14:27 Fiel hasta la muerte La construcción de una torre 14:28–30 Nada podemos por nosotros mismos El rey que va a la guerra 14:31–33 Idem La sal insípida 14:34–35 Lo anormal de un discípulo que deja de serlo La oveja perdida 15:3–7 Dios muestra su gracia al buscar al perdido La dracma perdida 15:8–10 Idem El hijo perdido 15:11–32 Idem 4 Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ Mayordomía Lucas 16:1–13 “…No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Lucas 16:13) Según el relato de Lucas, paso a paso Jesucristo se acercaba a la ciudad de Jerusalén para participar en los eventos trágicos y paradójicamente, triunfantes, que le esperaban allí. Sin embargo, no sentía pánico, sólo la decisión y entrega total a su misión de comunicar su mensaje. Todavía le faltaba impartir algunas lecciones importantes a los discípulos verdaderos, quienes considerando el porvenir, tanto a corto como a largo plazo, todavía carecían de los principales elementos para continuar con el ministerio que les iba a encomendar. También faltaban los últimos y, en cierto sentido, decisivos encuentros con los líderes religiosos de la nación, aunque las discusiones que habían tenido hasta entonces los habían dejado sin excusas. Los enfrentamientos que siguen servirían para confirmar su incredulidad, la que al fin culminaría con la entrega del Mesías en manos de Poncio Pilato. Los principios que el Señor da a ambos grupos nos proporcionan buenas lecciones. Usaremos la palabra “mayordomía” como tema principal del capítulo, aunque no es el único que aparece en él. Además, hay otros asuntos subordinados de mucho interés y provecho. El Señor emplea dos grandes parábolas para dar esta enseñanza. En este capítulo sólo analizaremos la primera. Como se ha dicho anteriormente, tenemos que ejercer mucho cuidado al interpretar las parábolas. No podemos añadir un sentido místico o espiritual a la intención original del Señor. Tampoco es el propósito de las parábolas dar a cada uno de sus elementos un sentido especial en la interpretación y aplicación, aunque ciertos aspectos son muy necesarios para que la ilustración sea coherente, es decir, para completar el cuadro. Sin embargo, dichos elementos no tienen ningún sentido alegórico ni fueron diseñados o insertados para aclarar la verdad principal. LA PARABOLA DEL MAYORDOMO INJUSTO 16:1–8 Hay ciertas observaciones pertinentes que debemos hacer y que nos ayudarán a entender mejor esta ilustración 1. Un mayordomo era un especie de gerente o administrador que tenía a su cargo los negocios y bienes que alguna persona le había encargado para hacerlos productivos. Hay otros ejemplos que menciona la Biblia, como por ejemplo el mayordomo de Abraham, quien fue enviado a buscar una esposa para Isaac. “Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía…” (Génesis 24:2). David también hacía uso de administradores. Primera de Crónicas 28:1 cuenta que, entre otros que David reunió en la ciudad de Jerusalén, estaban “los administradores de toda la hacienda y posesión del rey y de sus hijos”. Evidentemente, el mayordomo era seleccionado de entre los esclavos de más confianza. En la parábola que nos ocupa, parece que el mayordomo no era esclavo, sino un empleado, porque cuando lo despidieron no se le dio un castigo fuerte o la muerte, como hubiera merecido si lo fuera. Posteriormente, Pablo aportó un comentario más acertado cuando describió las responsabilidades de un mayordomo: “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel” (1 Corintios 4:2). Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ MAYORDOMÍA Y FIDELIDAD: ¡CONCEPTOS INSEPARABLES! 2. Elambiente en el cual se lleva a cabo la enseñanza del capítulo 16 es igual al del capítulo anterior. Es decir, los oyentes son los mismos, un grupo mixto de fariseos, escribas, publicanos y un buen número de discípulos verdaderos. Bien es cierto que la primera parábola de este capítulo se dirige a los seguidores verdaderos, y en contraste con el capítulo 15, no se trata de la búsqueda de lo perdido, sino de la vida que deben llevar los que han sido hallados. 3. Cristo no sugiere que el mayordomo de la parábola sea modelo de moralidad. La verdad es que era un ladrón, y así lo reconoció su amo. No obstante, el mismo lo alabó por su astucia cuando, a punto de perder su empleo, el mayordomo se protegió para el futuro. Sí, se portó sabiamente, pero con la astucia de una serpiente, artera y falazmente. Comentamos este punto porque algunos intérpretes han acusado a Cristo de proponer y apoyar normas de negocios incorrectas porque las menciona en esta parábola. No hay absolutamente nada en la ilustración que indique que Jesús o el amo aprobaran el carácter del mayordomo, ni que estuvieran complacidos por su comportamiento. La historia principia dándonos muy pocos detalles, solamente los indispensables para introducir el punto importante. Se identifican dos personajes, no tanto por nombre, sino por su descripción; el rico y el mayordomo. También hace referencia a otro u “otros”, con la observación indirecta de que “fue acusado” por ellos. Lucas es el único autor neotestamentario que usa la palabra griega que se traduce “acusado”, y solamente aquí en 16:1. Es el término de donde viene la palabra “diablo o acusador”. Dicha acusación fue muy seria. Es interesante notar que los casos del hijo pródigo y de este mayordomo tienen algo en común. Aunque en la traducción del griego al español se nota una diferencia de idea (“desperdiciar” en 15:13 y “disipar” en 16:1), en verdad, no había razón para hacer esa distinción, porque en griego es una misma palabra. La idea es que ambos, tanto el hijo como el administrador, derrocharon intencionalmente los bienes ajenos recibidos. En palabras bien sencillas, el administrador era un ladrón porque tomó lo que no era suyo para su uso personal. Era inútil que el empleado alegara en su defensa que el desfalco había sido un descuido de su parte, porque si hubiera sido así, hubiera tenido alguna forma de defenderse. Además, por lo que sigue en la historia, entendemos que las acusaciones estaban bien fundamentadas. Obviamente, su patrón creyó el informe (v. 2). En seguida viene lo que parece ser una pregunta retórica, pero que probablemente era una exclamación. Tal vez la podríamos entender mejor si lo parafraseamos a la manera en que hoy diríamos: “¿Cómo es posible?” Es una pregunta que resulta más exclamación que interrogación, y no espera recibir contestación. Entonces, demandó del administrador que rindiera cuentas a la luz de la inminente terminación de su empleo. RENDIR CUENTAS ES PARTE INTEGRAL DE LA MAYORDOMÍA. Habiéndose acostumbrado a la vida fácil, gracias a lo que había estafado a su amo, y con la amenaza de perder su empleo, el mayordomo hizo ciertos arreglos y planes. “Cavar no puedo; mendigar, me da vergüenza” (16:3). ¡Lo que no le daba vergüenza era el plan nefario que formuló y puso en práctica! Por otro lado, no ha de sorprendernos que puesto que estaba acostumbrado a robar y estafar, seguiría actuando de la misma manera. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ Su idea era ajustar las deudas que algunos tenían con su amo reduciéndoles el saldo. En sí, se supone que lo que hacía no era ilegal, puesto que siendo mayordomo, tenía todo bajo su control, pero es innegable que era irresponsable y, conociendo su motivación, inmoral. Otra vez estaba robando a su empleador. La parábola da solamente dos casos específicos, probablemente para ejemplificar cómo funcionaba el plan. Es interesante observar que el monto del descuento que ofreció fue diferente, tal vez basado en el valor del aceite y del trigo, porque desconocemos los precios de dichas mercancías en aquel entonces. “Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente” (16:8). El dueño de los bienes descubrió las malvadas maniobras del mayordomo, quien proyectaba su propio pero deshonesto plan de “jubilación”. Lo dicho en el versículo 8 de ninguna manera indica que aprobaba el carácter o hechos del defraudador. Más bien, reconoce su astucia. Algunos han dicho que el amo también tenía las mismas características, y por eso las reconoció y admiró en su ahora ex-mayordomo. Posiblemente sea cierto, pero tal cosa no se expresa en la ilustración ni es parte de lo que el Señor enseña. Lo que Jesús presenta, es la historia de un hombre que utiliza los principios y filosofia del mundo para su beneficio. Al dejarse guiar por ellos, demostró so egoísmo, ya que por sobre todas las cosas, buscaba su comodidad. Su manera de actuar en las relaciones interpersonales, en los negocios y en la vida en general, refleja esta filosofía mundana. No le importaba recurrir a lo ilegal, incorrecto, o inmoral, siempre y cuando contribuyera al logro de sus metas. En la parábola se le denomina “el mayordomo malo”, pero debe usarse una palabra más fuerte: “mayordomo de injusticia”. A pesar de todo, el hombre sabía relacionarse con sus contemporáneos mundanos, quienes compartían su misma filosofía y sagacidad. Por otro lado, es triste ver que los hijos de luz muchas veces no se relacionan sabiamente con otros hijos de luz. ¡PENSEMOS! Hasta aquí, se han descrito las maniobras ilegales de un incrédulo que se rige por las prácticas deshonestas que el mundo permite y aun admira, en quienes se enriquecen a costa de otros. ¿Qué debe hacer un cristiano cuando observa que alguien está cometiendo tales faltas? ¿Debe intervenir para corregir el mal o mejor no meterse en problemas? INTERPRETACIÓN 16:9–13 La primera etapa 16:9 Jesús comienza a centrarse en la lección que quiere comunicar en el versículo 9: “Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas”. Se puede decir que su comentario empieza a contestar la pregunta: “¿Cómo se relaciona el creyente con los bienes de este mundo?” La respuesta del Señor abarca las siguientes ideas: 1. El no se opone a los bienes ni a que un creyente los tenga. No se dice que el dinero es malo, más bien, “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Timoteo 6:10). Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ Jesucristo usa la frase “riquezas injustas” para hacer hincapié en el carácter terrenal y temporal de los bienes, no para referirse a los bienes o dinero ganados por métodos incorrectos. 2. El creyente tiene que usar bien sus posesiones. En primer lugar, lo que uno tiene aquí en la tierra (sean talentos, privilegios, dinero, etc.) es un “préstamo” de Dios. Entonces, para el hijo de Dios el dinero y los bienes tienen un carácter espiritual, y eso lo obliga a invertir sabiamente. ¿POSESIONES? NO. ¡PRÉSTAMOS! SÍ. A propósito de este tema, Cristo no nos dejó sin consejos: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan” (Mateo 6:19–20). En Lucas 16:9 se explica que es posible ganar amigos utilizando nuestros bienes. Ahora bien, no dice que se deben “comprar” amigos, sino “ganar”, lo que significa hacer amigos. Contrario a la filosofía egoísta del mayordomo malo, el hijo de Dios tiene que usar lo que tiene para el bien de otros. En primer lugar, debe honrar a Dios con lo que él le ha prestado, porque para esose lo facilitó. Esto se logra cumpliendo con su voluntad revelada en la Biblia respecto al dinero. No cabe duda que uno de los pasos iniciales será reconocer el valor que tienen las cosas eternas. Vivimos en el mundo por un corto tiempo. Mientras estemos aquí, disfrutemos de lo que no muy correctamente denominamos “posesiones”. Sean muchos o pocos, son los bienes materiales que Dios nos ha provisto, o mejor dicho, “prestado”, y dejan de ser nuestros en el momento en que partimos de esta vida. En la explicación de la parábola, el Señor se refiere a esto con la frase: “para que cuando éstas falten”. ¡Seguro que faltarán! La muerte nos espera a todos y no va a tardar mucho. Entonces, debemos invertir de tal forma que lo gastado aquí, produzca resultados allá. ¡PENSEMOS! ¿Cómo está empleando lo que el Señor le ha prestado? Al fin y al cabo, lo que determina el valor del hombre no es la cantidad de bienes que posee, sino la forma en que dispone de ellos. 3. ¿Qué o quiénes nos recibirán en las moradas eternas (16:9)? Hay varias sugerencias: Posiblemente se refiere a todas aquellas personas que se han visto beneficiadas por “las inversiones espirituales” que el creyente hace en la tierra. Naturalmente ese número se tendría que limitar a aquellos que en verdad han sido transformados. Los demás tienen otro destino y no estarán en el cielo. A primera vista, esta interpretación parece concordar con “hacer amigos” y probablemente por eso es la más popular. Sin embargo, a mi parecer, no goza de apoyo bíblico. A pesar de ser un pensamiento muy ameno, las Escrituras no hablan de personas, condiscípulos o hermanos en la fe que nos darán la bienvenida en el cielo porque hayamos sido de bendición para ellos durante nuestra vida terrenal. Basta con recordar que en el cielo, el creyente no será el personaje principal. Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ En segundo lugar, ¿será que se refiere a una especie de depósito de buenas obras que nos espera en la vida eterna? Esa idea parece armonizar algo con las enseñanzas de “buenas obras” y “galardones” (1 Corintios 3:12–14). Si bien es cierto que el creyente tiene que depositar su tesoro en el cielo, dudo que sea recibido con un libro de contabilidad en la mano. De todos modos, la secuencia de los eventos futuros ya ha sido establecida y es muy específica; el juicio de las obras no ocurre en el momento de la muerte. En tercer lugar, parece que es mejor considerar que quienes reciben al creyente cumplido cuando llega al cielo, son Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las buenas obras, que en este caso se refieren al uso correcto de todo lo que Dios nos ha prestado, tienen su realización final en Cristo. El dijo en Mateo 25:40: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”. 4. ¡Qué contraste! El verdadero creyente gozará de un lugar específico y duradero, una morada eterna (Juan 14:2–3). El mayordomo con su mira egocéntrica, procura preparar un lugar temporal con otros que tienen el mismo carácter deshonesto. Su porvenir no tiene muchas garantías, porque depende del hombre pecador y voluble. Peor todavía, el fin de todas sus maniobras es un horizonte que desaparece con la muerte. La segunda etapa (16:10–12) Aquí Cristo introduce una segunda etapa en la explicación de la parábola. La anterior se relaciona con el uso del dinero y de los bienes. Ahora, va más a fondo. Su lección tiene que ver con la fidelidad. En el caso del mayordomo malo, es muy obvio que este término no se le puede aplicar. Veremos lo que dice al creyente verdadero. “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto” (16:10). Es axiomático que la fidelidad en lo poco indica que habrá fidelidad en lo grande. Por consecuencia, si uno es infiel en la adquisición y uso de los bienes materiales, lo que literalmente es “lo muy poco”, ¿cómo se le pueden confiar las verdades espirituales? PENSEMOS! Si en los detalles de la vida diaria hay infidelidad, si no se puede confiar en un individuo en lo de poca importancia, ¿cómo confiarle los asuntos de mucho peso? Si en su negocio emplea los mismos trucos y engaños que usa el mundo, ¿cómo podriamos encomendarle el cuidado de la iglesia? Si en su hogar da rienda suelta a la lengua, cometiendo toda clase de pecados con ella, ¿cómo le vamos a entregar el púlpito? Si cuando conduce su vehículo desobedece los reglamentos de tránsito, ¿cómo puede exponer la Palabra de Dios? No importa si uno aparenta tener cara de santo y hablar como tal; si no anda bien, y es infiel en la vida cotidiana, no se le puede confiar lo que tiene verdadera importancia. La tercera etapa (16:13) “Ningún siervo puede servir a dos señores”, es un principio que todo el mundo entiende y que no tiene que repetirse. Por el vocablo que usa en el pasaje, se ve que el Señor tenía en mente algo semejante a lo que hoy en día se suele llamar “sirviente de casa”, un esclavo, no un empleado. Por lo tanto, el que tiene como meta principal acumular riquezas y disfrutar de los placeres que el dinero proporciona, por fuerza cae en las garras del materialismo. Es un Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ esclavo que sirve a un solo amo, y no puede servir a otro. No importa lo que haga, no puede servir al mismo tiempo a las cosas materiales (bienes) y a lo espiritual (Dios). El propósito de Cristo es hacer una llamada de atención a nuestro sistema de valores. En otras palabras, Jesús obliga a sus oyentes a reflexionar en la manera en que consideran sus bienes. No obstante, hay que recordar que aunque son de este mundo y temporales, ni el dinero ni los bienes son malos. ¡PENSEMOS! La manera en que uno valúa o estima los bienes terrenales influye para que se conviertan en nuestros amos tiranos. La intención del Señor no es poner a ricos contra pobres o la abundancia versus las limitaciones, sino indicar que todo depende de la actitud que tengamos hacia el dinero. Todos, ricos y pobres, tenemos que cuidar este punto. Considere su vida y propóngase aplicar la enseñanza de esta parábola a ella. 5 El Hijo del Hombre y los fariseos Lucas 16:14–31 …Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones… (Lucas 16:15) Se recordará que el grupo que escuchaba al Señor en aquella ocasión era una mezcla de gente de diversas procedencias y estratos sociales. A pesar de que la anterior parábola iba dirigida específicamente a los verdaderos creyentes del grupo (16:1), produjo una reacción fuerte y negativa entre los fariseos (16:14) porque ¡eran avaros! (14). ¡Por eso reaccionaron así! La verdad contenida en la parábola dio justamente en el blanco o, mejor dicho, en su endurecido corazón. Por lo general, los fariseos creían que el dinero y los bienes les habían sido dados como un premio merecido gracias a que defendían y conservaban la ley. Es probable que pensaran que la relativa indigencia de Jesús y sus seguidores indicaba que no gozaban del mismo nivel de bendición y honor que ellos. Aunque no dijeron nada en voz alta, tal vez hicieron gestos de desprecio hacia Jesús y sus palabras. Ciertamente los líderes religiosos no tenían que exteriorizar sus pensamientos para que Cristo los supiera, y con ese conocimiento, se dirige una vez más a ellos. Específicamente, el error que les señala es que hacían ostentación cuando depositaban sus ofrendas y hacían alarde de sus posesiones diciendo que eran una señal de la aprobación y bendición de Dios. “LO QUE LOS HOMBRES TIENEN POR SUBLIME, DELANTE DE DIOS ES ABOMINACIÓN” (16:15). Descargado de: http://www.descargarlibroscristianosgratisenpdf.online/ En el fondo, todo lo que hacían los fariseos era una farsa, diseñada para
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