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Vida, vida y más vida El poder de declarar vida en las circunstan cias más desafiantes Derechos reservados © 2020 John Bell. Todos los derechos reservados. Excepto por breves citas para propósitos de revisión, ninguna parte de este libro puede repro- ducirse de ninguna forma sin el permiso previo por escrito del autor. Para contactar al autor:johnbellhcl@outlook.com www.hclministries.com ISBN : 978-1-733-8233-4-0 Versión al español: Dalon Herrera diegoh74@yahoo.es Carátula: DH Producciones Publicado por: A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas, fueron tomadas de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional , NVI ®. Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 por la Sociedad Bíblica, Inc. Usado con permiso. Todos los derechos reservados en todo el mundo. mailto:johnbellhcl@outlook.com http://www.hclministries.com/ mailto:diegoh74@yahoo.es CONTENIDO AGRADECIMIENTOS DEDICATORIA AGRADECIMIENTOS ESPECIALES INTRODUCCIÓN PRIMERA PARTE La realidad de la vida DÍA 1 : Aceptando la realidad DÍA 2 : La maldición de compararse DÍA 3 : La profundidad de la decepción DÍA 4 : Temor al fracaso DÍA 5 : El camino de la preocupación DIA 6 : Investigación de la identidad DIA 7 : Muerte y enfermedad DIA 8 : Pensamientos y emociones DÍA 9 : Recursos requeridos DÍA 10 : Facultados para elegir SEGUNDA PARTE Alentando la vida DÍA 11 : Pastos verdes DÍA 12 : Atrévete a salir DÍA 13 : Cultivando el valor DÍA 14 : Descubre tu voz propia DÍA 15 : Lugares celestiales DÍA 16 : Autoridad e influencia DÍA 17 : Embajadores del reino DÍA 18 : Aceptando el riesgo DÍA 19 : Protección perfecta DÍA 20 : Garantía total TERCERA PARTE Vida abundante DÍA 21 : Eternidad emocionante DÍA 22 : Columna de nube DÍA 23 : Asistencia angelical DÍA 24 : Fuerza sobrenatural DÍA 25 : Poder profético DÍA 26 : Provisión completa DÍA 27 : Amor pródigo DÍA 28 : Aceptación incondicional DÍA 29 : Alegría Contagiosa DÍA 30 : La búsqueda de la vida abundante Acerca del autor AGRADECIMIENTOS «El libro de John Bell, Vida, vida y más vida, es un soplo de aliento fresco que impulsa a cada lector a abrazar la plenitud de la vida abun-dante que Cristo nos provee. Sé que tu corazón será inspirado y tus ojos estarán atentos sobre cómo vencer las tácticas del enemigo y cómo recibir todas las bendiciones que el cielo nos ha destinado. Gra-cias John por este poderoso devocional, que, sin duda, traerá libertad y esperanza a muchos». Jane Hamon, Vision Church @ Christian International, autora de: Dreams y Visiones, The Deborah Company, The Cyrus Decree, Discernment «¡Este es un libro deslumbrante!, y al igual que John, cada una de sus páginas rebosan de vida. Todo alrededor suyo es realmente es una explosión de vitalidad, sin importar cuál sea la situación en la que se halle. Por eso no me cabe duda alguna que tienes en tus manos una poderosa herramienta que te conducirá a una jornada de vida llena de plenitud». Joshua Fowler, autor de Daily Decrees, Awake the World «El libro de John Bell está impregnado de verdad, y estoy seguro que te motivará, alentará e impulsará a tener a una vida abundante en Cris-to, así como a superar cualquier clase de obstáculo. En lo personal, su lectura me conmovió y me inspiró hasta los huesos. Estoy seguro que el mismo Dios que ayudó a John a vencer un cáncer terminal está dispuesto a asistirte con ese mismo poder. A través de una serie de oraciones y declaraciones diarias John te guiará diariamente con una palabra transformadora fundamentada en Dios. Sé que este libro im-pactará radicalmente muchas áreas de tu vida». Matt Sorger, ministro profético, autor y presentador de televisión. «Por lo general, en la cultura cristiana actual solemos equiparar la pa-labra “Vida” exclusivamente con el fin del aborto. Sin embargo, la vida es algo que debe declararse y proclamarse por doquier desde la cuna hasta la tumba. Mi amigo John Bell, luego de haberse enfrentado a la realidad de la vida que se le estaba usurpando, se ha convertido en un heraldo de la misma. He conocido a muchas personas a lo largo de mi caminar cristiano, no obstante, son realmente pocas las que viven el mensaje constante de la esperanzas como lo hace John. Oro para que mientras leas su libro, Dios te infunda un profundo deseo de declarar vida a donde quiera que vayas». Anthony Medina, fundador de Hope Fires International «Desde el primer momento en que conocí a John en Chicago, hace algunos años ya, ¡supe que era un chico desbordante de alegría y vi-vacidad! Estoy seguro de que su libro, “Vida, vida y más vida”, te desa-fiará a vivir la vida al máximo, independientemente de las situaciones y circunstancias que enfrente. Espero que hoy escojas resueltamente vivir intensamente la vida». Joan Hunter, autor y evangelista sanador, presentador de televisión de Miracles Happen. «John y yo hemos sido amigos por años y de una cosa es segura: John tiene una forma de inspirar única. Su vida entera infunde fe y confian-za en el Dios que lo redimió de las fauces temibles del cáncer. John camina en el favor y bendición de Señor porque escucha y sigue todo lo que Él le dice que haga. Vida, vida y más vida es un libro increíble, lleno de información profética, enseñanza práctica y oportunidades de aplicación que, sin lugar a dudas, cambiarán tu vida». Sue Sinclair, Profeta, Ministerios CWM, Liverpool, Inglaterra ¡Agárrate firme que viene un ventarrón llamado John! Él vive su vida a plenitud, lleno de poder y abandonado al amor. Con John nos co-nocimos cuando precisamente estaba batallando contra el cáncer. ¡Y wow!, qué estremecedor fue aquel momento. Desde entonces John ha sido un potentísimo haz de luz de parte del Padre celestial para nues-tras vidas. Realmente amamos su pasión por la vida, admiramos su integridad y su enorme corazón compasivo; pero, sobre todo, amamos su disparatado y enérgico sentido de aventura, así como la incisiva naturaleza profética que se advierte en su corazón. Por último, ama-mos su ferviente anhelo de unidad. Por todo lo anterior, estamos con-vencidos que su libro te encantará. Nick y Linda Holt, Inglaterra DEDICATORIA Este libro está dedicado a todos los que han cami-nado junto a Susie y a mí a lo largo de los años. Sobre todo, está dedicado a nuestro equipo en Colombia, a nuestros hijos espirituales, a las personas a las que ser-vimos y a todos aquellos que nos apoyan tan generosa-mente para poder hacer lo que hacemos en el nombre de Jesús. Realmente he recibido fortaleza y aliento de cada uno ustedes de innumerables maneras. En honor a ello, les dedico este libro desde lo más profundo de mi corazón. Espero que el contenido de este libro los aliente intensamente para que luego puedan alentar a otros. AGRADECIMIENTOS ESPECIALES Quiero agradecer especialmente a quienes me han acompañado desde mucho tiempo atrás. A los maravi-llosos mentores de mi vida y quienes me han desafiado a crecer y mantenerme firme en mi identidad y auto-ridad como embajador de Cristo. Ellos son mi bella esposa Susie, quien se la jugó todo por mí, aceptando acompañarme en cada tramo del camino y creyendo desde el principio en el llamado profético que había so-bre mí, sin importar los desafíos que ello pudiera aca-rrear. A Lynn y Les por llevarme a Cristo y perseverar conmigo y ver desde el comienzo todo el potencial que había en mí. A los líderes de los distintos ministerios en los Estados Unidos que me han animado a liberar mi voz y ser una bendición para la iglesia en general, no solo en Norte América, sino también en todas las naciones de la tierra. INTRODUCCIÓN Se suele decir que la vida es como un largo viaje donde el recorrido es mucho más importante que el mismo destino final al que se desea llegar. Mi inquietud, sin embargo, es ¿qué deberíamos pensar si la calidad de vida no es lo que esperamos durante la travesía? ¿Qué sucede si simplemente deseamos llegar cuanto antes al destinoomitiendo por completo el trayecto porque al parecer éste está resultando demasiado traumático, decepcionante o, incluso, doloroso? Bueno, quizás el escuchar parte de mi historia te sirva como una bocanada de aliento fresco que al final te anime a asumir tu propio recorrido de vida con un renovado vigor y una actitud diferente Con tan solo 28 años de edad, una tarde cualquiera conducía a casa después del trabajo cuando sentí unas extrañas punzadas en el estómago y empecé a ver cómo empezaba a perder litros y litros de sangre. Inesperadamente mi vida entera había comenzado a pender de un delgadísimo hilo, que se hizo mucho más evidente, cuando en cuestión de horas, fui diagnosticado de un cáncer terminal y me enfrenté al anuncio terrible de que mi esperanza de vida era de apenas 90 días. Cuesta mucho imaginarse que un joven tenga que enfrentarse tan prematuramente a la posibilidad de su propia muerte, y que alguien en plena flor de la vida deba hacer un abrupto alto en el camino para pensar y planificar su propio funeral. Pero por más que cueste pensar en ello, eso fue exactamente lo que me ocurrió cuando ni siquiera alcanzaba a promediar los 28 años edad. Aunque le había entregado mi vida a Cristo durante el último año de mis estudios universitarios, de pronto descubrí que mi vida estaba vaciada de toda posibilidad de futuro y que lo único cierto frente a mí era una especie de agujero negro y un vacío descomunal que intenté llenar desesperadamente con cualquier cosa, sin mucho éxito. Paradójicamente, a los ojos de los demás, yo era un paradigma de éxito, pues a pesar de mi edad, trabajaba como profesional de TI en la industria, tenía un buen auto y un excelente lugar para vivir. A pesar de que se me percibía como alguien que era amado y querido por todos, la realidad es que mi vida era un completo desastre, puesto que yo era un ser vacío y rodeado de soledad que buscaba afanosamente el sentido de la vida y el amor en toda clase de lugares equivocados. Fue solo cuando me hallé en medio de la más feroz batalla contra el cáncer, que comprendí que el Señor me daba una segunda oportunidad, al sanarme de una enfermedad incurable y confrontarme profundamente con la promesa del Salmo 118: 17. «No moriré, sino que viviré y declararé las buenas obras que el Señor ha hecho». Si bien esta impartición sobrenatural de vida ocurrió de un momento a otro, como de la nada, es decir, sin que lo planeara o lo esperara, a la postre, este hecho me terminó cambiando radicalmente. Desde entonces, co-mencé a vivir ardientemente por Él y para Él. El Señor usó el diagnóstico terminal de un cáncer y una experiencia cercana a la muerte para transformarme de forma integral, apasionarme por la vida y mostrarme un porvenir, el cual ya no era, en realidad, el vivir para mí mismo, sino para dedicarme exclusivamente a Él. Esto, por supuesto, implicaba morir a mí mismo, tanto física como espiritualmente, pasar la página de mis antiguas prioridades y renunciar a mis derechos y comprender a cabalidad que cuando elegimos a Dios sobre todo lo demás, Él nos da vida. Paradójicamente, es cuando nos rendimos a Él, y decidimos que ya no vamos a vivir egoístamente para satisfacer nuestras propias necesidades, cuando el Señor nos devuelve una clase de existencia mucho más completa y abundante, es decir, una a la que no le falta nada, no se pierde ni se rompe fácilmente . Fue a partir del momento que me descubrí a mí mismo rindiéndome plenamente a Jesús que mi vida dejó de ser lo que había sido, donde ocurrió el milagro de mi sanidad y empezó mi recuperación y transformación radical. Incluso este libro es una respuesta al llamado que Dios me hizo de vivir plenamente para Él. Por Su gracia pude sobrevivir y ahora tengo una misión que hacer: declarar las maravillas que el Señor ha hecho conmigo. Mi oración y esperanza es que tú también puedas encontrar esa misma clase de vida, porque quizás estés buscándola en el lugar equivocado. Tal vez este sea el momento de entregarle todas las áreas de tu vida a Jesús. Te aseguro que si te rindes a Él, y mueres a ti mismo, encontrarás el camino de acceso a una vida plena. Es mi deseo que puedas usar este devocional diario para enfilar con firmeza y determinación tus pasos en pos de la vida que Dios tiene para ti. También espero que asumas el desafío de descubrir la majestad y plenitud de la vida a medida que recorras, día tras día, cada página de este devocional junto a la venturosa Palabra de Dios. Confieso y declaro vida, vida y más vida sobre ti en este momento, en el poderoso nombre de Jesús. Amén. PARTE UNO LA REALIDAD DE LA VIDA «Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque soy una creación admirable!» (Salmos 139:13-14ª) DÍA 1 Aceptando la realidad «El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia». Juan 10:10 El versículo anterior nos muestra claramente que Jesús vino a darnos vida y vida en abundancia; una donde no haya pérdida ni falte nada o sea dañada por nadie; es decir, una vida llena de una paz perfecta e inescrutable. Ahora bien, me imagino que al adquirir esta guía de-vocional, lo hiciste, quizás, porque tienes la sensación de no estar viviendo al máximo tu potencial de vida, o porque intuyes que aún hay mucho más para ti. Si este es tu acaso, quiero decirte que el primer requisito para tener acceso a esta vida abundante es aceptar la realidad donde nos encontramos ahora mismo y afrontar con gallardía y valor cada situación y circunstancia, sin renegar de los medios que nos han llevado a tales situaciones. Estoy seguro que si les preguntaras a varias personas sobre este hecho, la gran mayoría —por no decir que todos—te dirían que aceptar la realidad es el primer paso en el proceso de aprender a cómo tener una vida abundante. Así que este es mi mensaje de aliento para ti hoy. Comienza haciendo un inventario de interrogantes donde te preguntes a ti mismo con la más profunda sinceridad lo siguiente: «¿Dónde me encuentro ahora?». «¿Realmente estoy viviendo una vida abundante?». «¿Dónde pienso que se hayan las cosas que le hacen faltan a mi vida, y que añoro fervientemente?». En el Salmo 37: 4, el Señor dice claramente que Él satisface los deseos de nuestro corazón. Así que tal vez este sea el momento propicio para que aprendas cómo expresarle los anhelos de tu corazón en oración. Te invito a que comiences a hablar con Él y le expreses tus deseos más profundos. Recuerda que el Señor quiere darte una vida abundante y que alcances tu máximo potencial. Sin embar-go, debes saber que la condición para lograrlo, es que tomes la decisión de aceptar tu realidad. ¡Y hoy es el día preciso para ello! Así que empieza siendo honesto contigo mismo y con Dios y háblale sin temor acerca de dónde te encuentras, de cómo te sientes y de las situaciones y circunstancias que están impidiendo tu pleno florecimiento. Aspiro que al final de esta serie de devocionales, los temas, ideas y herramientas sugeridas en este material, sean el detonante que necesitas para comenzar a vivir la vida plena que el Señor ha destinado para ti. ORACIÓN Padre: Tu palabra dice que conoceremos la verdad y ésta nos hará libres. Hoy me rindo ante ti para pedirte que me guíes y me conduzcas a la plenitud de tu verdad. Ayúdame a identificar y aceptar la realidad en la que vivo, y dame acceso a una vida abundante. Creo firmemente que eres el Dios de la vida, que contigo estamos completos y no nos hace falta nada y, por tanto, nada está perdido. Acepto comenzar este itinerario hacia una vida plena, confesando y declarando mi ferviente deseo de recibir de tu mano la vida abundante que solo tú puedes darnos. En el poderoso nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante ACEPTANDO LA REALIDAD ¿Estás viviendo la vida abundante? ¿Cuáles crees que son las áreas de tu vida que menos reflejan los mejores deseos de Dios para ti? Lee el Salmo 37: 4. ¿Cuáles son los deseos de tu corazón?¿Están todos tus deseos alineados con los planes y propósitos de Dios para tu vida? Lee Jeremías 29: 11-13. Luego escribe una oración expresando los deseos de tu corazón a Dios. Finalmente, invítalo a realinear los deseos de tu corazón con los suyos. DÍA 2 La maldición de compararse «¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! ». Salmos 139:14 La raíz de la comparación se origina en un sentimiento de impotencia por no poder obtener aquellas cosas que anhelamos y necesitamos. Eso explica por qué tan fácilmente caemos en la odiosa trampa de comparanos con aquellos que aparentemente son más exitosos que nosotros, solo porque lucen mejor o aparentan ser mejores persona. Sin embargo, jamás lograremos estar realmente satisfechos con quiénes somos y por como fuimos creados si vivimos día a día comparándonos con los demás. En contraste, el Salmo 139:14 nos desafía a creer que nuestro Creador, el Dios Padre, nos diseñó de una forma magistralmente única. Por eso nos recuerda que Él nos ama y que está complacido y satisfecho con nosotros. Así las cosas, el versículo sugerido en esta lectura es una declaración portentosa de la que debemos echar mano siempre que nos asalte la duda y la inseguridad acerca de quiénes somos en cuanto a nuestra identidad. ¡Es hora de dejar de vendernos una imagen apocada de lo que realmente somos! ¡Es tiempo ya de dejar de molestar al Padre con oraciones insulsas, creyendo que podemos mejorar nuestra autoestima si actuamos y nos comportamos como los demás lo hacen. La maldición de la comparación es como un cáncer que te carcome de adentro hacia afuera, y la mejor arma para combatir y detener este dañino mal es con un corazón agradecido. Así que demos gracias a Dios por aquellas cosas que tenemos, y bendigamos a las personas que aparentemente tienen mucho más que nosotros. Hoy es un día propicio para respirar profundamente y descansar en la certeza de que somos excepcionales tal como somos. Piensa en que el Padre celestial tiene planes hermosos para cada uno de nosotros, y ha de-parado un montón de sueños e ideas asombrosas para nuestro bienestar. Cuando simplemente reposamos en la confianza de que fuimos creados de la forma correcta y asumimos a conciencia la bondad que entraña nuestro diseño, entonces creamos los anticuerpos necesarios para que la maldición de la comparación ya no pueda afectarnos. ORACIÓN Señor: Te agradecemos por crearnos con tan extraordinario esmero. Reconocemos que tus obras son maravillosas, y lo hacemos sin ninguna reserva. También reconocemos ante ti que muchas veces nos hemos comparado con otros, al punto de sentirnos inadecuados e incompetentes. Hoy te pedimos, precioso Espíritu Santo, que derrame tu amor y nos recuerdes la extraordinaria belleza de nuestro diseño. Amén. La búsqueda de la vida abundante LA MALDICIÓN DE COMPARARSE Rebobina tus pensamientos de las últimas 48 horas y acuérdate de las veces que en ese período de tiempo te comparaste a ti mismo en relación a la vida de los demás. Después intenta recordar las situaciones y circunstancias que te llevaron por este pedregoso camino de la comparación. Finalmente, reclama el perdón de Dios por haber consentido estos pensamientos y comparaciones. DÍA 3 La profundidad de la decepción «Los justos claman, y el SEÑOR los oye; los libra de todas sus angustias. El SEÑOR está cerca de los quebran tados de corazón, y salva a los de espíritu abatido». Salmos 34:17-18 La decepción se define como un cúmulo de expectativas insatisfechas. Por lo tanto, sería poco realista intentar afirmar que podemos vivir completamente libres de decepciones. Por eso no es extraño que cuando nuestras ilusas expectativas acerca de nosotros mismos o de los demás no se cumplen, nos sentimos frustrados, lo que inevitablemente nos abate emocional y espiritualmente hasta, eventualmente, llegar a paralizarnos por completo. En ese orden de ideas, es primordial no resistirnos al hecho de que podemos experimentar decepciones en ciertas áreas de nuestra vida y aprender a identificar a tiempo esas áreas a fin de no estancarnos. En la escritura de este encabezado, el Señor es claro acerca de cómo debemos lidiar con las decepciones, al animarnos llevarlas a Él en oración, seguros de que Él nos escuchará y nos librará de todas nuestras angustias. Es claro que el Señor Jesús no quiere que vivamos en desilusión y anhela fervientemente inyectarnos una dosis sobrenatural de esperanza que nos levante anímicamente y nos impulse a caminar en victoria. Ciertamente Él desea que no desfallezcamos sino que nos demos una nueva oportunidad y batallemos con esas áreas en las que nos hemos decepcionado en el pasado, es decir, que nos sacudamos de cualquier sentimiento de decepción pasada y avancemos con ímpetu renovado y determinación hacia la meta que tenemos por delante. De modo que hoy te animo a que te sacudas de la decepción y lleves cualquier expectativa insatisfecha a la cruz del Calvario y la dejes en el altar. Permite que el Señor te inyecte una clase de esperanza con la que puedas hacerle frente a los sentimientos de decepción. Hoy proclamo esperanza sobre ti, para que puedas cumplir con todas tus expectativas y ser completamente liberado de la decepción. ORACIÓN Señor: Hoy reconozco que he sido decepcionado en ciertas áreas de mi vida. Reconozco que la frustración me ha paralizado y estancado de varias maneras, al punto de no tener la voluntad suficiente para salir de ella y poder seguir adelante. Señor Jesús, gracias por darme el poder para seguir adelante, por enderezar mis pies y darme otra oportunidad. Gracias porque cuando te pido ayuda, me escuchas y me libras de mis problemas. Gracias por estar cerca de los abatidos de corazón y compungidos de espíritu. Gracias por salvarme de mis decepciones; en el poderoso nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante LA PROFUNDIDAD DE LA DECEPCIÓN ¿Te has sentido amordazado e inmovilizado por el peso de la decepción? ¿Puedes identificar estas decepciones? Escríbelas a continuación: Lee el Salmo 66: 8-12. El autor de este salmo lo escribió desde el socavón de la decepción y la derrota. ¿Cómo cambió él su perspectiva de derrota y decepción a poder mirar la vida a través de los ojos de Dios? El Salmo 66:12 nos dice que después de experimen-tar toda clase de pruebas y frustraciones el Señor «lo condujo a un lugar de abundancia». ¿De qué manera podría Dios usar la desilusión en tu vida para crecerte y madurarte? Con la mirada en retrospectiva las cosas se ven más claramente. Así que si sientes que está pasando por un tiempo de desilusión, pídele a Dios que te dé su pers-pectiva acerca de tu situación, y así puedas ver lo que Él está haciendo detrás del telón de tu vida. Apóyate en Él para obtener sabiduría y comprensión. Si quieres recibir una palabra que te aliente a luchar contra el desánimo, entonces te invito que leas el salmo 20. Mientras lo haces, declara audiblemente este pasaje sobre ti y sobre otros que creas que necesiten una ora-ción de esperanza y victoria y, entonces, puedan hallar una vida abundante. DÍA 4 Temor al fracaso «Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio». 2 Timoteo 1:7 Es irónico cómo el temor al fracaso puede convertirse en la principal piedra de tropiezo que nos impide alcanzar el éxito. No obstante, el versículo anterior nos recuerda fehacientemente que Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino que nos ha dado de su espíritu, que nos ha equipado mentalmente con poder, amor y autodisciplina. Es impor-tante tener en cuenta que dentro de nosotros no hay lugar para el temor, ya que fuimos hechos más que vencedores en Cristo Jesús. ¿Actualmente estás lidiando con algún temor? ¿Sientes que todo va de mal en peor y que las cosas que anhelas se hacen cada vez más inalcanzables? No cabe duda que el temor es el principal obstáculo que nos impide avanzar, al bloquearnos y distraernos de sertal cuales Dios nos creó. El temor es lo que nos desvía de los planes y propósitos que el Señor nos ha encomendado desde el principio de los tiempos. Por si fuera poco, el temor también puede acarrear tremendos síntomas físicos en el cuerpo. De hecho, se cree que la mayoría de las enfermedades tienen su pérfido origen el temor. La buena noticia es que el Señor desea sanarnos y liberarnos del espíritu del temor. Su perfecto amor echa fuera el temor, y cuando esto ocurre, Su poder y gracia inunda nuestro corazón, mente y vida, ha-ciendo que ya no haya más espacio en nuestro inte-rior donde el temor pueda enquistarse. La clave está en permitirle a Él liberar y derramar Su amor sobre nosotros. ¡Cobra ánimo! y permite que hoy el Espíritu del Señor te inyecte esperanza, te aliente y aumente tu nivel de fe, y así puedas ver claramente que las cosas que Dios ha puesto delante de son posibles en Él. Te aseguro que tendrás éxito en todo lo que Él te ha prometido y, que incluso, superarás tus expectativas. Recuerda siempre que Él es quien te ha llamado a hacer todo lo que te has propuesto. Eres mucho más exitoso, amado, aceptado y digno de lo que crees. Has sido dotado con un potencial especial para lo-grar todos tus planes, más allá de lo que anhelas o esperas. ¡Solo dispón tu corazón y abre los ojos y recibe el amor poderoso e incondicional de Jesús! ORACIÓN Padre Dios: Sé que no hay lugar para el temor cuando habito en tu amor perfecto. Por eso hoy declaro firmemente: «Espíritu de temor, ya no eres bienvenido para controlar, limitar o impedir que cumpla las cosas que el Señor me ha encomendado. Ya no tienes permiso para operar en mi vida». Señor, gracias porque estoy facultado para seguir adelante y no permitir que el espíritu de temor me paralice como lo hizo en el pasado. Soy una nueva criatura a la que le has dado una mente sana y lúcida. En el nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante TEMOR AL FRACASO ¿Alguna vez tu vida ha sido obstaculizada por el temor? ¿Cuáles son tus mayores temores? Enuméralos a continua-ción: Luego confiesa estos temores al Señor. Pídale humil-demente que elimine el espíritu de temor de tu corazón y que en su lugar ponga su espíritu de poder, amor y dominio propio. El apóstol Juan mencionó que somos «más que vence-dores en Cristo Jesús». Para saber más detalladamente cómo superar la batalla contra el temor, lee Romanos 8: 31-39. ¿Puedes identificar dos verdades que se destaquen y te puedan ayudarte a entender que la fe en Dios es mucho ma-yor que el temor a la vida? Hoy es un gran día para aplastar la cabeza del temor y dar un paso hacia tu futuro. ¿Qué cosas crees que puedes hacer hoy para superar el temor? DÍA 5 El camino de la preocupación «No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias». Filipenses 4:6 Algunas versiones traducen el anterior verso como: «No te preocupes por nada». Es curioso, pero el temor y la preocupación a menudo van de la mano. En térmi- nos jocosos, son como la uña y la mugre. La preocupa-ción no suele ser muy evidente y su rostro visible es, por lo general, el espíritu angustiado; pero aunque no sea tan obvia es igualmente tóxica y peligrosa. Aparece de forma imperceptible, muy sutilmente, llega casi como un ladrón en la noche. Por eso es vital aprender a reconocer la preocupación desde el momento mismo en que comienza a manifestarse para poder arrancarla de raíz. También es importante asegurarnos de no permitir que el corazón quede enredado en su telaraña sutil. Pero, ¿cómo así? ¿Acaso el versículo anterior no dice que, en lugar de preocuparnos por algo, debemos con vertir nuestras angustias en una oportunidad para orar y clamar a Dios? Por su puesto que podemos optar por ver las cosas que nos preocupan desde un ángulo y una perspectiva diferentes, y elegir ver desafíos en lugar de dificultades, como quien dice, ver oportunidades en lugar de problemas. Cuando tomamos seriamente el asunto de vivir sin temores, también descubrimos cómo empezar a vi-vir sin preocupaciones. Así que asume tus situaciones complejas y circunstancias actuales con actitud realis-ta; acepta que la preocupación y la ansiedad te ha infil-trado, y enfréntela con la siguiente oración: ORACIÓN Padre celestial: Gracias por ser un Dios que nos instruyes y nos invitas a que presentemos nuestras peticiones ante ti en lugar de preocuparnos y abatirnos. En este momento, en el nombre de Jesús, hago una pausa y te pido que me reveles, por el poder de tu Espíritu Santo, cualquier área de mi vida donde haya preocupación y angustia, y quizás no me haya dado cuenta sino hasta ahora. Te entrego mis preocupaciones y angustias y te pido que abras un camino donde parece que solo hay imposibilidad. Tú eres un Dios de portentos, y sé que tienes un plan perfecto para mi vida. Por lo tanto, hoy declaro mi confianza en ti y confieso en fe que ya no hay ningún lugar en mí para la preocupación. Hago esta oración en el nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante EL CAMINO DE LA PREOCUPACIÓN Proverbios 12:25 nos recuerda que un corazón ansioso, o un corazón angustiado, es como un peso que nos derriba. ¿En qué áreas de tu vida crees que has caído cautivo a causa de la preocupación y el abatimiento? Enumera tus cinco principales fuentes de preocupación y angustia. Luego, junto a cada elemento en la lista, escribe una oración corta por cada una de estas, invitando al Espíri-tu Santo a obrar en todas estas cosas para su gloria. Cuando las preocupaciones y angustias intenten regresar, reprénde-las en oración y ofrécelas al Señor. Lo opuesto a la preocupación es la paz. La angustia vie-ne cuando no controlamos nuestros pensamientos y les permitimos que dominen nuestras emociones. Lee Roma-nos 8: 6. ¿Cuál es el fruto de una mente controlada por el Espíritu de Dios? Romanos 12: 2 nos recuerda la importancia de transflo-rarnos mediante la renovación de nuestras mentes. Sin embargo, aprender a controlar los pensamientos requiere determinación. Lee Filipenses 4: 8 y enumera las cosas en las que de-bemos pensar a fin de que nos ayuden a escapar de la preocupación. La fe y la confianza en Dios son otros antídotos para la preocupación. En el evangelio de Mateo 6: 25-34, Jesús nos recuerda que somos su creación, y que su responsabi-lidad es velar por nuestras necesidades. ¿Cómo te ayuda esta verdad a replantear tu forma de pensar? DIA 6 Investigación de la identidad «Yo seré un padre para ustedes, y ustedes serán mis hijos y mis hijas, dice el Señor Todopoderoso». 2 Corintios 6:18 El asunto del linaje es un gran tema dentro del cuer-po de Cristo. Cuando comenzamos a averiguar sobre la identidad de quiénes somos, cómo fuimos creados y a quién pertenecemos, surge necesariamente el tema de la paternidad. Tal vez ya sepas quién eres y estés ple-namente convencido de tu relación como hijo o hija del Padre y Rey del universo. Pero también puede ser que esta todavía sea un área que aún te genere inquie-tudes y te cause algún tipo de freno en lo concerniente a lo que tiene que ver con tu máximo potencial dado por Dios. Ser hijo o hija de Dios implica tener la cualidades y condiciones para recibir el pleno e incondicional amor del Padre celestial. Lo primero que debes saber, en este sentido, es que nuestro padre no es como los padres terrenales. Él no se enoja por todo, ni es distante, ni espe ra nada a cambio. Tampoco nos limita su amor, afecto o provisión, en virtud de su mal carácter o compor-tamiento. Su amor es inmensamente puro, tanto, que 1 Corintios 13 nos dice que Su amor por nosotros es paciente y amable, uno que siempre nos protege, que confía, espera y persevera de tal manera que confiada-mente nos acerca a Él. Su amor nunca nos falla, ya que se trata de una clase de amor que disipa todo temor en nosotros. De manera que cuando descubrimos quiénes somos, cómo y por quién fuimos creados, entonces somos liberados para vivir en la plenitud de su vida abundante.Así que podemos descansar en la seguridad y la certeza de que somos profundamente amados por nuestro buen Dios. A medida que aprendemos a vivir como sus hijos y no como un esclavo, empezamos a disfrutar ple-namente de la identidad que Dios nos otorgó. ORACIÓN Padre: Gracias por llamarnos hijos e hijas. Hoy venimos ante ti como hijos y no como extraños. Hoy acepto tu amor incondicional a fin de poder ser completamen-te lleno del conocimiento de quién eres como Padre y Dios afectuoso. Gracias porque tu amor por mí es incondicional, el cual nunca termina ni se desvanece, sino que es el mismo ayer, hoy y por siempre. Cuando todo a mi alrededor parece arenas movedizas, puedo pararme sobre ti, mi roca sólida, convencido de quién soy y a quién pertenezco. Amén. La búsqueda de la vida abundante LA INVESTIGACIÓN DE LA IDENTIDAD Uno de los aspectos de la búsqueda de la vida abundante radica en comprender nuestra verdadera identidad. No lo que los demás dicen que somos, ni siquiera quiénes creemos nosotros que somos, sino lo que Dios dice que somos y para quién nos creó. ¿Eres realmente un hijo de Dios? La vida eterna con el Señor comienza cuando le confiesas tus pecados, buscas su perdón y recibes el regalo de su salvación. (Romanos 6:26, Romanos 10: 9). ¿Has pedido y re-cibido este regalo? Si es así, escribe una oración de acción de gracias; si no, haz una pausa y busca en oración el perdón de Dios y el regalo de la salvación. Luego registra la fecha de hoy como un recordato-rio del día en que recibiste la vida eterna en Dios y te convertiste en su hijo o hija. Nuestra búsqueda de identidad se encuentra en escu-driñar las Escrituras. Lee Efesios 3: 16-19 y 1 Juan 3: 1. Mientras lo haces, escribe en un diario las palabras o frases que te ayudaron a comprender más ampliamente tu identidad resultante de ser un hijo de Dios. ¿Por qué crees que estas palabras o frases te minis-tran tan profundamente? Abre tu Biblia en el Salmo 139. Comienza a leer el versículo 1 y no lo dejes hasta que una palabra o frase haga clic en su corazón. Posteriormente escribe esta pa-labra o frase en tu diario. Medita en ella. Recuerda que si el Espíritu Santo atrajo tu atención sobre esas pala-bras o frases es porque quiere usarlas para ministrarte y afianzar tu identidad en Él. Dios te creó con un propósito y un plan específico. Lee Jeremías 1: 5. Piensa que Él te diseñó con habilida-des, talentos y motivaciones para que traces un sendero por el que puedas caminar hacia tu destino. Enumera a continuación tus habilidades, talentos y motivaciones. Si lo deseas, presenta estas fortalezas, habilidades y capacidades naturales al Padre y pídele que las forta-lezca con su poder sobrenatural y su gracia y los com-plemente con los dones espirituales que Él tiene para ti, como su hijo amado. Recibe Su unción y autoridad para entrar en tu verdadera identidad y destino, pues eres su hijo y estás llamado a cambiar el mundo para honra y gloria de Su nombre. DIA 7 Muerte y enfermedad «…Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el SEÑOR tu Dios te acompa- ñará dondequiera que vayas». Josué 1:9 El versículo que acabas de leer significa literalmente que, donde quiera que vayas, y sea cual sea tu situación o circunstancia, como estar rodeado de muerte y enfer-medad, Dios siempre está contigo. Por consiguiente, se trata de una promesa bíblica que debemos recordar en todo momento, especialmente, cuando enfrentamos dificultades en extremo abrumadoras. La muerte y la enfermedad son temas de los que realmente puedo hablar con suficiente autoridad y cla-ridad. Todavía recuerdo como si fuera ayer el instante en que recibí el diagnóstico abrumador de un cáncer terminal y la sucesiva sentencia de que mi expectativa de vida era de tan solo de 90 días. A pesar del trance difícil que estaba viviendo, este versículo se convirtió en mi ancla salvadora, al recordarme que no debía tener temor ni desanimarse, sino continuar adelante con valor y coraje. Esto quizás te resulte difícil de entender, pero meditar en las Escrituras y en las promesas de Dios fue lo que me fortaleció interiormente y me dio la fe necesaria para poder batallar contra el temor y el desánimo. Ahora bien, puede ser que tú no estés enfrentando un caso tan extremo como una enfermedad terminal, pero quizás se trate de una enfermedad espiritual en tu entorno. Tal vez has perdido a un ser querido reciente-mente o estás en pleno proceso de duelo por la muerte de algún sueño. A lo mejor tu conflicto tiene que ver algo que querías ver hecho realidad y no sucedió, y por eso estás atravesando una etapa profunda congoja y desaliento. Sea cual sea tu situación, hoy proclamo vida en to-das esas circunstancias y situaciones luctuosas. En el poderoso nombre de Jesús declaro vida a tu corazón, mente y emociones, así como en cada área donde el temor y el desánimo intentan herirte de muerte. No tengas temor ni te desanimes, pues el Señor tu Dios estará contigo adondequiera que vayas. Hoy es el día de volver a fijar tus ojos en Él y recibir Su vida abun-dante. Hoy más que nunca es el tiempo de permanecer en Su Palabra y meditar en el poder de las Escrituras. ¡Es hora de recibir la vida abundante que el Señor tiene reservada para ti! ORACIÓN Señor Jesús: Te agradezco porque tu Palabra me anima a ser fuer-te y valiente. Hoy te confieso que cuando actúo en mis propias fuerzas, me debilito y desfallezco. Por lo tan-to, ahora mismo elijo apoyarme en tu Palabra, la cual es verdadera y no regresa vacía. Hoy recibo tu fuerza y valor. Recibo de ti un espíritu de confianza en lugar de espíritu angustiado. Gracias porque sin importar el lugar donde me encuentre, siempre me acompañas. En el poderoso nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante MUERTE Y ENFERMEDAD Santiago 3: 1-12 habla específicamente del poder de nuestras palabras y de cómo éstas determinan el curso de nuestro camino, y tienen el poder de crear o destruir nuestra vida. Si pudieras medir tus palabras, ¿descubrirías que han sido usadas más para crear o des-truir? ¿Qué cosas puedes hacer para que tus palabras retornen al sendero de crear vida? Uno de mis versículos favoritos es Romanos 4:17, el cual dice que Dios da vida a los muertos y llama las co-sas que no son como si fueran. En otras palabras, Dios profetiza vida donde hay muerte y produce resurrec-ción y restauración. ¿Qué áreas muertas necesitas ur-gentemente ser resucitadas con palabras de afirmación y el poder de la Verdad? Escribe proverbios 16:24 en tu diario. ¿Cuál sería una ventaja de usar palabras positivas en vez de hablar de muerte y enfermedad? En Isaías 55:10 aprendemos que la Palabra de Dios, confesada audiblemente, no regresa vacía, sino que cumple el propósito para el cual Dios la envía. Así que declárala a los cuatro vientos, lo más alto que puedas, hasta que los huesos secos de tu situación y circunstan-cias empiecen a revivir. Posteriormente escribe tu mo-tivo de oración y márcala con la fecha de hoy de modo que puedas rastrear la obra que Dios está haciendo en tu vida. DIA 8 Pensamientos y emociones «y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres». Juan 8:32 Cuando las tormentas, circunstancias y situaciones de la vida nos descontrolan y nos alejan de nuestra zona de confort, enseguida empezados a ser guiados por toda clase de emociones y pensamientos especu-lativos. Estos suelen ser una voz tan bastante audible y persuasiva, que a la postre, terminan incitándonos a to-mar malas decisiones. Por lo tanto, nunca deberíamos perder de vista que las emociones y los pensamientos no siempre dicen la verdad. A medida que avanzamos en esta travesía en pos de una vida abundante y el hallazgo de la libertad, ten pre-sente que la Palabra de Dios es la única brújula confia-ble que puede traernos al centro de la verdad, y que su mensaje es el instrumento fiable para devolvernos la perspectiva de una vida llena de fe. ¿Alguna vez tomaste decisiones basadas en senti-mientos y asunciones que, ala postre, no trajeron las mejores consecuencias? El asunto de las emociones y pensamientos es tan serio, que incluso, nuestra identi-dad y la forma como nos vemos a nosotros mismos o cómo asumimos lo que los demás dicen de nosotros puede ser determinada por la forma como pensamos y sentimos. Debemos recordar siempre y nunca pasar por alto que Satanás nos miente continuamente acerca de quiénes somos y a quién le pertenecemos. Él es as-tuto en plantar pensamientos errados en nuestras men-tes con el fin de incitar nuestras emociones y hacernos decir y hacer cosas que estén por fuera del marco de nuestro verdadero valor e identidad. Hoy más que nunca ten presente lo que el Señor dice en Su palabra acerca de defender la verdad y reco-nocer las mentiras de Satanás. La Escritura nos advier- te que Satanás anda como un león rugiente, buscando a quien devorar. Sin embargo, saberlo nos ayuda a dis-cernir la forma adecuada de reaccionar a nuestros pen-samientos y emociones, y discernir cuándo es el ene-migo quien nos está instigando con sus insinuaciones desviadas. La Palabra de Dios nos advierte a no ignorar las maquinaciones del enemigo, y nos ilumina el sende-ro hacia una vida abundante y victoriosa. Hoy deseo de todo corazón que puedas aprender a refugiarte en la Verdad y a contrarrestar las mentiras del enemigo. Declaro que la verdad te hará libre y que tendrás acceso ilimitado a vida, vida y más vida . ORACIÓN Padre celestial: Hoy te entrego mis pensamientos y emociones. Gra-cias porque cuando busque la verdad, la hallaré y seré libre. Reconozco en total sinceridad y honestidad que muchas veces le permití a mis pensamientos y emocio-nes el derecho de guiarme y conducirme a lugares que no quería ir. Hoy me comprometo a dejar que Tu ver-dad me guíe y me conduzca por el camino que lleva a la realización, aquel que conduce al propósito y plan que tienes para mi vida. En el poderoso nombre de Je-sús. Amén. La búsqueda de la vida abundante PENSAMIENTOS Y EMOCIONES Ezequiel 28: 11-19 da cuenta de cómo Satanás pasó de ser un ángel al servicio de Dios, a ser su más acé-rrimo enemigo. Es una interesante lectura que muestra cómo incluso antes de que la tierra fuera creada, Sata-nás ya le había declarado la guerra a Dios. Cuando el Señor creó la Humanidad en Génesis 1, ya Satanás es-taba en la tierra alistando una emboscada para destruir al hombre que había sido creado a imagen del Creador. Para leer más sobre la caída de Satanás examina el pasa-je de Isaías 14: 12-15. Te invito a que a partir de hoy ca-mines con Dios y nunca permitas que Satanás te haga presa de sus planes para matarte, inutilizarte y acallarte. Jesús nos advierte contra las artimañas de Satanás en Juan 8: 42-47. Escribe en tu diario las diferentes for-mas en que estos versículos mencionan cómo Satanás intenta hacer tropezar a los hijos de Dios. Las mentiras de Satanás, bien sean proferidas por otros o plantadas en nuestras mentes, pueden disuadirnos de caminar en obediencia en los propósitos de Dios. Pero como hijos amados del Padre celestial,se nos ha dado el Espíritu santo y artífice de la Verdad para que resida dentro de cada uno de nosotros(Juan 16:13).Así que a fin de disipar las mentiras de Satanás y contrarrestar sus intentos de provocar emociones no-civas en nuestro corazón, nos encomendamos a Dios y nos comprometemos genuinamente a atesorar su ver-dad. ¿Cuáles son las principales áreas en la vida en las que has tropezado y desfallecido? Pídale al Espíritu Santo que te dirija a las Escrituras que son las únicas que pueden ayudarte a superar el hábito o tendencia a decaer y desfallecer frente a es-tas áreas. Ten presente que la sabiduría provista en la Escritura te enseñan a actuar con sabiduría y verdad, demo que no cedas ante tales situaciones. Busca algu-nas escrituras en ambos sentidos. Marca esta página. Mientras avanzas por el resto de este devocional, regrese eventualmente a esta página y escribe algunas otras áreas más en las que hayas tro-pezado o activado últimamente. Mantén un registro de las áreas de tu vida donde las mentiras del enemigo frecuentemente intenten acorralarte y desviarte. ¡Cada vez que agregue algo a esta lista, ora por todo lo que has escrito en esta página! Levanta un muro de protección alrededor de tu corazón, alma y espíritu para que las mentiras del enemigo reboten sobre él y no traspasen a tu corazón. DÍA 9 Recursos requeridos «Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús» . Filipenses 4:19 Esta es un área que conozco muy bien, ya que ser misionero me requirió dejar un trabajo con un sueldo envidiable y confiar que el Señor satisfaría todas mis necesidades. Tal vez estés requiriendo algún tipo de recursos en este momento y esa falta de provisión es lo que te ha llevado a que creer que la vida abundante es algo inaccesible. Mi desafío para ti hoy es que confíes en esta promesa: «Dios proveerá todas tus necesidades de acuerdo a sus riquezas en gloria». La pregunta es, ¿sa-bes exactamente cuáles son tus necesidades? La Biblia dice que así como el Señor cuida las aves del cielo, cuidará también de nuestras necesidades (Mateo 6: 25-27). Si el Señor cuida de las aves, ¿cuánto más importantes son para Él Sus hijos? Él no solo se ocupa de suplir nuestras necesidades materiales, sino que también nos prodiga con su amor (1 Juan 3: 1). Él es un Dios extravagantemente generoso y siempre va un paso más adelante de nosotros. A Él le gusta sorprendernos, bendecirnos y darnos en abundancia, no solo para que tengamos lo suficiente, sino también para que siempre tengamos algo más para compartir con el mundo que nos rodea. Tal vez es hora de que entiendas cómo opera el Se-ñor. Él no les esconde las cosas a Sus hijos, sino que de-sea darnos todo lo que anhelamos. Sencillamente ne-cesitamos aprender apropiarnos de nuestra condición de hijos y recibir de Él. Una vez que Susie y yo apren-dimos a posicionarnos dignamente como receptores suyos a nivel personal y ministerial, empezamos a ver cómo Él proveía continuamente más allá de nuestras expectativas. El Señor también quiere que tú hagas lo mismo. Él quiere aprovisionarte con todo aquello que necesitas para que cumplas con la misión de vida que se te ha delegado. ORACIÓN Padre: Gracias porque has prometido satisfacer todas mis necesidades de acuerdo a tus riquezas en gloria. Gracias por preocuparte, incluso, de los detalles más pequeños de mi vida, y por desear proveerme todo lo que nece-sito para vivir una vida que te glorifique. Con la mejor actitud me dispongo a recibir lo que tienes reservado para mí. También te agradezco por todo lo que tengo, y me comprometo a buscar primeramente el reino de Dios, creyendo que todo lo demás me será añadido. Gracias por satisfacer todas mis necesidades. Hoy recibo tu provisión con la confianza de que eres un buen padre y cuidas de todas mis necesidades. Amén. La búsqueda de la vida abundante LOS RECURSOS REQUERIDOS Al hablar de recursos, ¿cuáles son sus necesidades? A continuación, enumera tus necesidades a corto y lar-go plazo El apóstol Juan dice que para recibir de Dios, pri-mero debemos aprender a pedir correctamente para poder recibir. Él hace referencia a una forma específica que se encuentra en Mateo 6:33. Escribe el verso a con-tinuación: Cuando las Escrituras dicen: «busquen primero su reino», lo que quiere decir es que necesitamos hacer de Dios nuestra prioridad en la vida, buscándolo, ha- blándole, obedeciéndolo y caminando en su voluntad. Un verso similar a este lo hallamos en el Salmo 37: 4. Escribe el versículo a continuación: ¿Cuáles son las similitudes en estas dos escrituras?... En que aunque cada una de estas promesas es condicio-nal, el amor de Dios es incondicional. También en que en cada una de estas escrituras se nos pide una acción de fe de nuestra parte. Es decir, que debemos deleitar-nos en Él y convertirlo en nuestra prioridad, doblegán-donos ante Su trono con las manos y el corazón en alto,y entregándole nuestros planes y deseos, y adoptando intencionalmente Su plena voluntad para nuestras vi-das. Solo así podremos acercarnos confiadamente ante Él para recibir amplia y generosamente su bendición. ¿Qué te impide humillarte ante Dios a fin de obtener su favor y bendición? A medida que respondas honestamente este interro-gante, obtendrás la sabiduría y destreza para resolver tus necesidades a corto y largo plazo, pues la Palabra de Dios nos provee siempre la claridad mental para en-frentar los desafíos del hoy y el mañana. Lee la oración de Proverbios 30: 7-9 para mantener tus ojos enfoca- dos en Dios y la abundante riqueza y sabiduría de su provisión. Recuerde que Su provisión nunca tarda y siempre llega a tiempo. SEGUNDA PARTE EL FOMENTO DE LA VIDA «Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza». (Jeremías 29:11). DÍA 10 Facultados para elegir «Porque para el SEÑOR tu Dios tú eres un pueblo santo; él te eligió para que fueras su posesión exclusiva entre todos los pueblos de la tierra». Deuteronomio 7:6 Saber que somos Su pueblo elegido (y que primero Dios nos eligió a nosotros) es clave para comprender que tenemos libre albedrío para elegir y tomar decisiones. A través de su muerte en la cruz y su resurrec-ción, Jesucristo le devolvió a la Humanidad su poder. Y el mecanismo como lo hizo fue perdonando nues-tros pecados y otorgándonos la vida eterna, tanto en la tierra como en el cielo. La Palabra de Dios y el poder de Su Espíritu Santo nos capacitan para tomar decisiones que honren al Padre, a causa de Su gran amor por nosotros. De modo que es Su amor el que nos habilita para tomar decisiones correctas y vivir de tal modo que lo honremos a Él en cada etapa del camino. Quizás aunque deseas tomar mejores decisiones, te encuentres en un estado de desesperación y ansiedad a causa de las malas decisiones que tomaste en el pasado. Hoy, sin embargo, es el día propicio para recordar que Jesús te ha dado el poder para elegir, en virtud de que Él primero te eligió a ti, no por tus obras, sino por Su gran amor. Te invito que pienses en una situación o circuns-tancia en la que te encuentras ahora misma. Luego recuerda que Dios te dio la autoridad para elegir la forma en que percibe la situación y también para cambiar tu perspectiva sobre esa situación en particular, ya que fuiste facultado para decidir cómo responder y reaccionar ante esta difícil situación. Dicha facultad de poder elegir, significa que ya no somos guiados por nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, sino por me-dio del poder del Espíritu Santo y la verdad consignada en Su Palabra. ORACIÓN Señor Jesús: Gracias por elegirnos primero y escoger renunciar temporalmente a Tu reino celestial para venir a la tie-rra a salvarnos de nuestros pecados. Elegiste morir en la cruz para redimir nuestros pecados y para que tenga-mos vida eterna. Gracias porque en la cruz del Calvario nos devolviste el poder de tomar decisiones sabias. Hoy uso esa autoridad delegada para entregarme a ti, y determino y decreto mi deseo tomar decisiones saludables y positivas que te honren, pues te amo por todo lo que hiciste por mí. Perdóname por las decisiones que tomé en el pasado y que no te incluyeron o involucraron. Hoy me comprometo a ponerte en el centro de todas las deci- siones futuras en razón de tu gran a mor por mí. En el poderoso nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante FACULTADOS PARA ELEGIR La primera y más grande elección en nuestro cami-nar espiritual es recibir a Jesucristo como Señor y Sal-vador. ¿Ya hiciste esta elección? La Biblia dice que se-guimos a Cristo o seguimos a Satanás. No hay término medio. Así que escoge a quién vas a servir de ahora en adelante. En Deuteronomio 31: 19-20, Moisés les dice a los israelitas: «Ahora escojan la vida para que tanto us-tedes como sus hijos puedan vivir y puedan amar al Señor su Dios, escuchar su voz y aferrarse a él. Porque el Señor es tu vida». Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, vemos que la clave de vida abun-dante está en elegir al Señor por sobre todas las cosas. En este versículo, vemos que una parte de esa elección incluye escuchar su voz. ¿Has programado tu espíritu para identificar la voz del Señor cuando te habla, se te insinúa o se te revela? Si aún no lo has hecho, pídele que abra tus ojos y oídos espirituales para que puedas verlo y escucharlo claramente. Lee Juan 8:47. Si ya perteneces a Dios, ¿qué debes hacer? Aprender a discernir la voz de Dios constantemen-te parece algo imposible para los nuevos creyentes. No obstante, en el libro de Jeremías 29: 13-14, el Señor declara: «Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar —afir-ma el SEÑOR». Buscar algo requiere esfuerzo, inves-tigación, estudio, curiosidad, persistencia. El buscar a Dios, a menudo exige hacer un esfuerzo y leer las Es-crituras, orar, hacerle preguntas y esperar una respues-ta. Así que no te rindas. Él promete revelarse. Una de las formas en que aprendemos a discernir la voz de Dios es caminando en obediencia a través de Su Palabra. Es decir, no cumpliendo ciertas reglas o por nuestros propios méritos personales, sino creyendo que Sus caminos son mucho mejores y abundantes para nosotros y para quienes nos rodean. Lee 1 Juan 5: 2-5. Escribe en un diario las palabras y aspectos de este texto que te alientan a caminar con Dios en obediencia. Escribe una oración, buscando la ayuda del Espíritu Santo para llevar una vida de obediencia. DÍA 11 Pastos verdes «El SEÑOR es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre». Salmos 23:1-3 El Señor tiene el firme propósito de restaurar nues-tras vidas. En la promesa bíblica para hoy aprende-mos que Dios nos recuesta en pastos delicados y nos pastorea junto a aguas de reposo. Tal vez te preguntes: «¿Por qué el Señor nos recuesta en pastos verdes?». Dios conoce nuestra tendencia a ocuparnos, dis-traernos y a dedicarnos tanto a nuestras cosas que a menudo nos olvidamos de Él. Por eso constantemen-te nos lleva a descansar a sus pastos de reposo para reenfocarnos y conectarnos con Él. Acceder a una vida abundante implica dejar nuestros afanes cotidia-nos, abandonarnos en los pastos de reposo que habla la Escritura y enfocarnos exclusivamente en Jesús. En otras palabras, «estar quietos y conocer que Él es Dios». Dichos pastos verdes son una especie de campo de entrenamiento donde aprendemos a tener intimidad con el Padre celestial, y donde somos liberados de los afanes de la vida y recibimos de Su mano todo lo que Él tiene para nosotros. Tal vez durante mucho tiempo has tratado sin éxito acceder a este lugar de paz y comu-nión con el Padre celestial y disfrutar de la quietud en Su compañía y conocerle profundamente. Pues bien, hoy Él te invita a sus pastos verdes; hoy Él remueve cualquier distracción en tu vida y te insta a que lo si-gas, pues desea hablar a tu corazón, inyectarte la vida abundante y darte sentido de dirección y propósito. ORACIÓN Señor Dios: Gracias por apacentarnos en tus pastos de reposo. Confieso que esto no siempre ha sido fácil o natural para mí, sobre todo, por las muchas ocupaciones que hay a mi alrededor. Hoy, sin embargo, decido apartar un espacio para acostarme a tu lado en tus pastos de reposo, escuchar tu voz y descansar en tu presencia. Es bueno dejar de hacer para sencillamente ser . Hoy elijo hacer una pausa para respirar hondo y empezar de nue-vo a tu lado. Condúceme a tus aguas de reposo, Señor, y restaura mi alma. En el poderoso nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante PASTOS VERDES En 1 Reyes 19, encontramos a Elías, el profeta de Dios, huyendo atemorizado para salvar su vida. En el versículo 4, él dice: «Ya tuve suficiente, Señor. Toma mi vida.» Entonces Elíasse recuesta y se duerme. ¿Cuál fue la respuesta del Señor? Trajo la promesa del Salmo 23 sobre Elías. Lee el relato en 1 Reyes 19: 1-9, y especifica ¿cómo ministró el Señor a Elías? Sobre el relato de Elías, ten presente que fue el Señor quien hizo que Elías descansara para que pudiera ser res-taurado. ¿Ha habido momentos en tu vida donde supiste que fue Dios quien causó dichas circunstancias para que pudieras descansar y ser restaurado? Explícalos. En el versículo rema para hoy, las primeras palabras son: «El Señor es mi pastor». Haz una lista de las cosas que hace un pastor mientras vigila su rebaño de ovejas. Usa un navegador de Internet si es necesario para investigar cuantas responsabilidades te sean posible sobre cómo un pastor atiende a su rebaño. Después de meditar en la lista anterior, ¿te queda más claro la forma en que el Señor es tu pastor y cómo te cuida? Anota todo lo que has aprendido a través de este ejercicio. Aparta un tiempo y sal al aire libre y túmbate, lite-ralmente, en el césped, libre de artefactos electrónicos o alguna otra distracción. Usa tu imaginación para ver al Señor sentado a tu lado, atendiendo tus temores, tus desilusiones, tus inseguridades, tus carencias y vacíos emocionales. Mientras te sientas a Su lado, permítele entrar en las partes más íntimas de tu ser para que pue-da aplicar a tusa heridas Su bálsamo sanador de amor y ternura. De esta forma, Él estará restaurando tu alma. DÍA 12 Atrévete a salir En seguida Jesús hizo que los discípulos subieran a la barca y se le adelantaran al otro lado mientras él despedía a la multitud. Después de despedir a la gente, subió a la montaña para orar a solas. Al anochecer, estaba allí él solo, y la barca ya estaba bastan te lejos de la tierra, zarandeada por las olas, porque el viento le era contrario. «En la madrugada, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados. —¡Es un fantasma! —gritaron de miedo. Pero Jesús les dijo en seguida: —¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo. —Señor, si eres tú —respondió Pedro—, mándame que vaya a ti sobre el agua. —Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero, al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame! En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: —¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Cuando subieron a la barca, se calmó el viento. Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo: —Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios». Mateo 14:22-33 Cuando los discípulos se hallaron en medio de la tormenta, el Señor no los abandonó a su suerte, sino que los llamó a salir al agua a enfrentar la tormenta junto a Él. En otras palabras, los desafió a salir de su zona de confort y caminar con Él. Hoy también el Señor nos reta a atrevernos a salir de nuestra comodidad y asumir riesgos en su nombre. Pero recuerda que dejar nuestra comodidad y desafiar las circunstancias, implican acción e incomodidad. ¿Cómo así? Por ilógico que parezca, la falsa comodidad puede convertirse en una trampa y en un lecho de muerte para nuestros sueños. Así que lo más sabio es tomar medidas a tiempo y salir con la firme resolución de que estamos moviéndonos en fe hacia los planes y propósitos que el Señor tiene para nosotros. A menudo la vida abundante se empieza a hacer evidente cuando decidimos salir de nuestra burbuja de comodidad y entramos al agua con Jesús. Realmente aquí es donde empieza la mejor parte. Cuando nos atrevemos a salir de nuestra zona de confort y nos arrojamos al agua con Jesús, él nos promete condu-cirnos a tierra firme. Así que aprendamos como Pedro, que al atreverse a salir de la barca en pos de Jesús, encon-tró seguridad porque se aferró de Su mano. Y cuando su mirada se apartó momentáneamente de Jesús, gritó a viva voz: ¡Señor, sálvame! Como leímos en el pasaje, el Señor inmediatamente lo sujetó y lo salvó, llevando al apóstol a tierra firme. Él quiere hacer lo mismo por ti hoy, y te desafía a salir de tu zona de confort, y de cualquier situación y circunstancia por difícil que sea, y que te atrevas a poner tus pies sobre las turbulentas aguas mientras te aferras de Su mano poderosa. Recuerda que Él promete llevar-te a tierra firme si solo te llenas de valor y te atreves a seguir sus pasos sobre las aguas de las dificultades. ORACIÓN Querido Padre: Admito que aunque me siento cómodo donde estoy, deseo recibir la vida abundante y plena que tienes para mí; quiero aprender en qué consiste correr riesgos y atreverse a salir. Gracias por las lecciones aprendidas en el texto clave del día de hoy, y que habla cuando Peter te reconoció en medio de la tormenta y, aun así, se atrevió a salir a las aguas contigo. Hoy te rindo mi vida, te entrego mi voluntad, derechos y deseos. También decido dar el primer paso y caminar en el agua contigo, confiado en que me llevarás a salvo a tierra firme. Confío en que me guiarás de tu mano a los planes y propósitos que tiene para mí. Amén. La búsqueda de la vida abundante ATRÉVETE A SALIR El Señor constantemente nos llama a salir de nues-tra zona de confort para que podamos experimentar el ensanchamiento y fortalecimiento de nuestra fe y re- cursos. Pídele que abra tus ojos, oídos y fortalezca tu espíritu para que puedas tener el valor de salir y la fe para «caminar sobre las aguas» con Él. Las Escrituras nos ayudan a entender cómo otros pudieron arriesgarse y abandonaron su zona de con-fort y siguieron al Señor. La lectura y meditación de los siguientes pasajes te ayudarán a alcanzar este mismo propósito: Lee Génesis 12: 1: ¿Qué le pidió el Señor a Abram que hiciera? Génesis 12: 2-3: ¿Qué le prometió el Señor a Abra-ham como recompensa a su obediencia? Éxodo 3:10: ¿Cuál fue el plan y el propósito de Dios para Moisés? Éxodo 4:13: ¿Cuál fue la respuesta inicial de Moisés? Éxodo 6: 4: ¿A dónde iba a enviar Dios a Moisés y a los israelitas? Éxodo 34: 10-12: ¿Cómo honró Dios la obediencia de Moisés? Mateo 4:19: Cuando Jesús llamó a Pedro a través de la expresión: «Ven, sígueme», ¿qué le prometió a Pedro que sería su nuevo papel en la vida? ¿Qué quiso decir Jesús con esto? Hechos 2: 14-21: ¿Cómo muestran estos versículos que se cumplió la promesa hecha a Pedro en Mateo 4:19? Al leer los relatos de Abraham, Moisés y Pedro, ¿De qué forma se te inspira a dar un salto de fe y permitir que se ensanche tu fe? ¿Te ha pedido el Señor que sal-gas de tu zona de confort para seguirlo, pero te sientes bloqueado por el temor al fracaso o ser rechazo? DÍA 13 Cultivando el valor «Así que ¡ánimo, señores! Confío en Dios que sucederá tal y como se me dijo». Hechos 27:25 Los tiempos actuales es donde más se requiere que los cristianos escuchen la voz de Dios, y se paren en la brecha con valor y ánimo, creyendo firmemente que Él transformará todo a nuestro favor, tal cual nos ha pro-metido. Pero cultivar este tipo de valor es una discipli-na que conlleva tiempo. A medida que nos arriesgamos a salir de nuestra comodidad, nuestro sentido de valor crece, se desarrolla y florece. Muchos de nosotros no somos genuinamente dotados en el área del valor porque no hemos aprendido a confiar en el Señor de todo corazón. Pero cuando con- fiamos en que Él hará todo lo que dijo que iba a hacer, nos arriesgamos a pararnos firmes en su promesa, aun cuando parezca que enfrentamos lo imposible. Pararse firme con la convicción de que las cosas sucederán de manera diferente a como se ven inicialmente, acelera las oportunidades de ver resultados sobrenaturales. Vez tras vez las Escrituras nos muestras que cuando las personas se atrevieron a creer y pusieron su valor y confianza en el Señor, Él los libró en cada situación. Hoy Él también quiere librarte y mostrarte cosas asom-brosas. Él desea ardientemente que te pares firmes con valor y creas que Él hará por ti lo que te ha prometido en Su palabra. Tal vez en este momento te halles en medio de una situación o circunstanciaque parece imposible de ven-cer, y sientas que estás atrapado y sin poder moverte. Un requisito esencial para acceder a la vida abundante es aprender creer en el Señor y tener la fortaleza para vislumbrar que las cosas pueden cambiar a tu favor. El Señor es el Dios de lo imposible, y puede cambiar los vientos a tu favor, cuando depositas tu fe y confianza en Él. ORACIÓN Señor: Gracias por desafiarme a crecer en valor, y alentarme a poner mi fe y confianza plenamente en ti. Dame la fortaleza para salir en Tu nombre y hacer las cosas más increíbles. Gracias por derramar tu Espíritu Santo sobre y dentro de mí, y por hacerme un embajador de Cristo, de modo que pueda hacer hazañas, incluso, más grandes que las que el Señor Jesucristo hizo. Este es mi gran estímulo. Hoy recibo la fuerza sobrenatural que proviene del Trono de la gracia, y me comprometo a activar este poder con fe y ver lo imposible suceder, así parezca algo inalcanzable. En el poderoso nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante CULTIVANDO EL VALOR Caminar en obediencia a Cristo, no solo implica salir de nuestra zona de confort y tomar riesgos; significa tener el valor de dar el primer paso. Recuerda: cuando Dios nos hace una promesa, nos asegura con ella su cumplimiento. Para confirmar esta declaración, lee Hechos 27:25 y escribe el versículo a continuación: Cuando Dios nos creó, sabía que constantemente enfren-taríamos temores en nuestras vidas. Por eso a menudo en Su Palabra nos dice: «No temas», o nos anima a «ser valientes». El valor es lo opuesto al temor. ¿A qué situación te has enfren-tado donde hayas sentido que el temor te paralizó, y necesitas-te esfuerzo y valor para levantarte? A continuación completa los espacios en blanco en rela-ción a tu respuesta anterior. Señor, hoy traigo ante ti esta situación de___________________________. Aunque la manera de solucionar esto parece imposible, hoy declaro, Señor, que abordaré esta situación una vez más, pero ahora con un nuevo nivel de valor y fortaleza. Dame la sabiduría y determinación para __________________________________. De bido a que ahora puedo abordar esta situación con un nuevo nivel de fe y valentía, sé que veré que esta circunstancia cam-biará a mi favor. En el poderoso nombre de Jesús. Amén. La fe y el valor van de la mano. ¿Qué dicen las Escri-turas en Mateo 17:20 que puedo hacer si tengo una fe tan pequeña como una semilla de mostaza? En respuesta a la pregunta anterior, haz la siguiente oración: Señor, aumenta mi fe. Ayúdame a creer en ti y en tus poderosas obras. Alinea mi fe y valor, Señor, a fin de ser fortalecido e inspirado a creer que siempre cumples lo que has prometido. Ayuda a mi incredulidad. Descanso al saber que obrarás para bien en esta situación que me ha bloqueado y estancado. Infúndeme tu aliento para proseguir adelante, confiando en que Tú vas delante de mí abriéndome el camino, y que también vas detrás cu-briéndome la espalda. DÍA 14 Descubre tu voz propia Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas; tomarán en sus manos serpientes; y, cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y estos recobrarán la salud». Marcos 16:15-18 Si hay alguien que pueda alentarte sobre cómo apren-der a redescubrir su propio tono de voz, ese soy yo. No se imaginan las penurias que he tenido que pasar has-ta lograr finalmente descubrir el lugar que Dios tenía para mi en la vida. Incluso este libro es un testimonio de cómo el poder sobrenatural de Dios toma a alguien que se siente completamente inadecuado y que no se siente lo suficientemente conforme consigo mismo y que cree que no tiene nada bueno para dar y lo cambia por completo. Ya mencioné anteriormente la importancia de comprender nuestra identidad en Cristo y reconocer las mentiras de Satanás. Pero hay mucho más. Una vez que hemos descubierto nuestra identidad en Dios, y que Su verdad comienza a saturarnos interiormente hasta convertirse en parte esencial de nuestro ADN espiritual, experimentamos la apertura de nuestras cuerdas vocales y aprendemos a reconocer un nuevo timbre en nuestra voz: me refiero al sonido distintivo de nuestra voz dada por Dios, la cual ha sido afinada por la autoridad que nos llega a través del Espíritu Santo. La Escritura nos recuerda que estamos llamados a ir por todo el mundo y predicar las buenas nuevas. Pero predicar el evangelio eficazmente, implica, literalmente, compartir el mensaje de las buenas nuevas con los demás, desde nuestro propio tono de voz y experiencia personal. Para ser cristianos eficaces, es fundamental que encontremos nuestra propia voz y que compar-tamos nuestro testimonio con los demás. Cuanto más compartimos, menos lugar le damos a las mentiras del enemigo. Usar nuestra propia voz y experiencia de vida nos ayuda a mantenernos firmes en nuestra identidad como hijos de Dios. He tenido la oportunidad de ministrar a muchas personas que se sentían inadecuadas y sin voz. Y es sorprendente ver cómo mientras eran liberadas de la esclavitud del enemigo, éste trataba por todos los medios de usurparle su voz. Tal vez hoy te sientas como uno de estas personas. Sin embargo, te digo que hoy es el día de encontrar tu propia voz. Hoy declaro sobre ti que tu voz es libre en el poderoso nombre de Jesús. ORACIÓN Padre Dios: Gracias por darme la singularidad de mi voz y por permitirme utilizarla para ir por todo el mundo a predicar las Buenas Nuevas a toda criatura. Como he aprendido sobre la importancia de cultivar valor y confian-za, te pido ardientemente que pongas tus dedos en mi pulso sanguíneo y afines mi voz. Habla directamente a mi identidad y corazón, y revélame cuán poderoso o poderosa me has hecho a tu imagen, y hazme entender que has llamado a llevar el evangelio a los confines de la tierra. Hoy me comprometo a encontrar mi propio tono de voz, a abrir mi boca y liberar el potencial que has puesto dentro de mí. Como ahora sé que mis pa-labras provienen de ti, declaro que éstas serán de ben-dición y provecho para todos los que me rodean. En el poderoso nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante DESCUBRE TU VOZ PROPIA Encontrar la voz propia radica, en gran medida, en identificar las cosas que hemos aprendido y qué cosas creemos. En ese orden de ideas, la Biblia dice que debe-mos usar nuestra voz para enseñar, predicar, profetizar, declarar y compartir nuestro conocimiento sobre Dios con el mundo. ¿La idea de usar tu voz de esta manera te causa algún temor? Lee el Salmo 81:10. ¿Qué dice el Señor que hará cuando abramos nuestra boca para hablar sobre Él? Detengámonos una vez más en este asunto y tratemos de encontrar esta misma promesa en las Escrituras, aplicada ahora a uno de los líderes elegidos de Dios. Revisa Éxodo 4:12. ¿Qué dice el Señor que hará cuando abramos nuestra boca para hablar por Él? Encontrar nuestro propio tono de voz requiere de una búsqueda constante. Y no hay mejor lugar para buscar que las Escrituras. Así que pregunto una vez más. ¿Qué dice el Señor que hará cuando abramos nuestra boca para hablar en Su nombre, en Lucas 12: 11-12? En Lucas 12:12 ¿Qué te enseñará el Espíritu Santo que debes decir? Cuando sabes que Dios te mandado a compartir tu historia con toda honestidad, debes planificar y preparar lo que vas a decir. No porque el Espíritu Santo requiera tu ayuda, sino porque así podrás administrar mejor las oportunidades que Dios te da para compartir el evangelio. Sin embargo, cuando hables en nombre del Señor, haz a un lado tus pensamientos, esquemas y planes, y permite que sea el Espíritu Santo quien ha-ble a través de ti. Tus planes, por mejor preparados que estén, a la larga no sirven de nada, a menos que estén bajo el influjo del poder y autoridad del Espíritu Santo. El motivo por el que Diospermite que encontramos nuestra voz es para que la pongamos al servicio del Es- píritu Santo, a fin de que Él pueda hablar y moverse a través de nosotros. Recuerda que todo lo que hacemos tiene un propósito. Ese propósito se explica en 1 Pedro 2:12. ¿De qué se trata? DÍA 15 Lugares celestiales «Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales… ». Efesios 2:6 Nuestra posición y actitud ante Cristo y el mundo son claves en el proceso de acceder a una vida abun-dante y plena. Cuando comprendemos que Dios nos ha sentado juntamente con Cristo Jesús en lugares celestiales, le-vantamos la cabeza y caminamos erguidos, pues somos conscientes de quiénes somos y a quién representa-mos. Puede que solo seamos seres comunes y corrien-tes, pero, aun así, tenemos un llamamiento celestial en nuestras vidas, lo que incluye el enorme privilegio de morar con el Rey de Reyes y el Señor de Señores en lugares celestiales. En relación con esto, la oración del Señor hecha en el evangelio de Mateo 6, Jesús declara: «venga tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo». Esto significa que nuestra prioridad debe ser siempre los entornos del reino de los cielos. Es decir, que debemos esforzarnos por traer el el reino de los cielos a la tierra y visibilizarlo a donde quiera que vayamos. Susie y yo hemos atestiguado una y otra vez esta glo-riosa verdad a través de nuestro trabajo misionero en Colombia, en razón de que entendemos que nuestra identidad y nuestro llamado es sentarnos con Cristo en lugares celestiales y ser simplemente un vehículo para traer el cielo a la tierra, no en nuestra propias fuerzas o méritos, sino en la fuerza que Jesús nos da. Hoy el Señor quiere recordarte que Él te ha llamado a sentarte con Cristo Jesús en lugares celestiales. Así que mírate de pies a cabeza y respóndete lo siguiente: Cuando la gente se te acerca y te habla, ¿identifican fá-cilmente por tu comportamiento, forma de hablar y tu fe en Jesús que estás cumpliendo con tu llamado de habitar en a lugares celestiales? ¿Quisieras tener la habilidad y disposición de poder animar a otros a ascender a un lugar más alto en la vida? Recuerda que la única forma de lograrlo es inspirando con el ejemplo. Así que acepta hoy la invitación que el Señor te hace de apropiarte de tu llamado de sentarte con Él en lugares celestiales. Hoy puedes cambiar tu perspectiva de vida y empezar a ver el mundo desde un ángulo y punto de vista diferente. Hoy Dios te anima a resetear tus prioridades a fin de que puedas realinearte con tu llamado y posi-ción en los lugares celestiales y puedas ser más efectivo en tu deseo de ganar a otros para Cristo. Eres un embajador de Cristo, y como tal, eres más que vencedor a causa de que fuiste llamado a morar con Cristo Jesús en los lugares celestiales. ORACIÓN Señor: Gracias porque tu Palabra afirma que Dios me levantó con Cristo y me sentó con Él en lugares celestiales. En este momento, en el poderoso nombre de Jesús, vengo ante tu trono y te rindo humildemente mi vida y ocupo el lugar que me corresponde con Cristo en los lugares celestiales. Gracias por este enorme privilegio. Determino cambiar mi perspectiva desde hoy y hacer las cosas de manera diferente, pues ahora entiendo mejor la autoridad que se me diste al sentarme con Jesús en lugares celestiales. Gracias, Señor, por quitar las cosas viejas y traer las nuevas. Gracias porque las cosas a mi alrededor nunca volverán a ser las mismas; en el nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante LUGARES CELESTIALES Hoy nos hemos esforzado en comprender más claramente los lugares celestiales donde fuimos senta-dos con Cristo. Gracias a que Jesús resucitó, nuestros cuerpos también resucitarán de la muerte en un futuro. Pero mientras llega ese día, Dios nos da el poder de vivir plenamente aquí en la tierra como cristianos. Para afirmar esta verdad, lee Efesios 1: 19-2, y anota cual-quier palabra o frase que resuene en tu espíritu. Para entender mejor por qué a Jesús se le dio el dere-cho de sentarse a la diestra de Dios en el reino celestial, lee Filipenses 2: 6-11, y haz una lista de lo que descu-bras a continuación. Lee Efesios 1: 20-2, y enumera las cosas en las que Cristo está entronizado, y describe como Él ejerce su función a la diestra del Padre. Debido a que la Escritura afirma que estamos sen-tados con Cristo en el reino celestial, entendemos que, como hijos de Dios, este privilegio implica también que estamos expuestos constantemente a las fuerzas espirituales del mal en los reinos celestiales y, por lo tanto, tenemos la misión de batallar espiritualmente contra tales fuerzas. En Efesios 6:10 se nos conmina a fortalecernos en el Señor y en el poder de Su fuerza. ¡También sabemos que Dios nos da la victoria siempre en cada batalla a la que nos envía! Lee Efesios 6: 10-19, y en el espacio inferior repre-senta con un dibujo esta lectura. Después vuelve a leer este pasaje y pinta cada aspecto de la armadura de Dios. Por último, junto a cada pieza de la armadura, escri-be lo que esta representa simbólicamente. DÍA 16 Autoridad e influencia «Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, por-que yo vuelvo al Padre. Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré» . Juan 14:12-14 A medida que crecemos en nuestro conocimiento acerca de quiénes somos y lo qué estamos llamados a hacer, y reforzamos la seguridad de nuestra identidad en Cristo, la Biblia dice que podemos pedir cualquier cosa en Su nombre, con la certeza de que el Padre será glorificado y nos responderá. Ese es el más vivo ejemplo de autoridad delegada. Autoridad e influencia están intrínsecamente ligadas. Así las cosas, a medida que crecemos en nuestro nivel de autoridad, nuestro círculo de influencia sobre las personas cercanas a nosotros se hace más grande, y podemos influenciarlas más eficazmente. En Mateo 28:18, Jesús dijo: «Toda autoridad en el cielo y en la tierra me ha sido dada». Por eso cuando Él ascendió al cielo, envió a su Espíritu Santo a la tierra, a impartir su autoridad a los que se llaman a sí mismos hijos e hija del Padre. Sobre la tarea de la Gran Comisión referida en Ma-teo 28: 18-19, Jesús dijo lo siguiente: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, va- yan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizán-dolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». Después de ascender al cielo, Jesús envió a su Espí-ritu Santo a la tierra a impartir Su autoridad a todos los que Él les ha dado el privilegio de ser llamado Sus hijos. Y prueba de esta autoridad la encontramos en la tarea de la Gran Comisión cuando se nos ordena: «vayan y hagan discípulos». Es claro, entonces, que nuestra ca-pacidad de influir en otros es el resultado de ejercer en obediencia la autoridad que se nos ha delegado. ORACIÓN Señor Jesús: Gracias por la autoridad que me delegaste al dejar esta tierra y regresar al Padre. Tu Palabra asegura que haré cosas aún mayores que las que tú hiciste mientras estuviste en esta tierra. Hoy recibo la autoridad del reino en mi vida y le digo sí a la Gran Comisión. Determino ir a todas las naciones a hacer discípulos y bautizarlos en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíri-tu Santo, y enseñarles a obedecer todo lo que les has mandado. Recibo hoy toda la autoridad que conduce a una mayor influencia. En el poderoso nombre de Jesús. Amén. La búsqueda de la vida abundante AUTORIDAD E INFLUENCIA Lee Génesis 1: 26-30. En este pasaje, el Señor le dio al hombre autoridad sobre toda la Creación. Enumera las cosas que el Señor puso bajo autoridad del hombre. En Génesis 3 leemos acerca de la caída del hombre y cómo el pecado lo separó de Dios. Al elegir obedecer a la serpiente (Satanás) en lugar de a Dios, el hombre le entregó a Satanás su autoridad sobre la tierra. En los versículos
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