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Vida, vida y más vida - Jhon Beel

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Vida,	vida	y	más	vida	El	poder	de	declarar	vida	en	las	circunstan	cias	más
desafiantes		
Derechos	reservados	©	2020	John	Bell.
Todos	los	derechos	reservados.	Excepto	por	breves	citas	para	propósitos	de
revisión,	ninguna	parte	de	este	libro	puede	repro-	ducirse	de	ninguna	forma	sin	el
permiso	previo	por	escrito	del	autor.
Para	contactar	al	autor:johnbellhcl@outlook.com
www.hclministries.com
ISBN	:	978-1-733-8233-4-0
Versión	al	español:	Dalon	Herrera
diegoh74@yahoo.es	
Carátula:	DH	Producciones
Publicado	por:
A	menos	que	se	indique	lo	contrario,	todas	las	citas	bíblicas,	fueron	tomadas	de
la	Santa	Biblia,	Nueva	Versión	Internacional	,	NVI	®.
Copyright	©	1973,	1978,	1984,	2011	por	la	Sociedad	Bíblica,	Inc.	Usado	con
permiso.	Todos	los	derechos	reservados	en	todo	el	mundo.
mailto:johnbellhcl@outlook.com
http://www.hclministries.com/
mailto:diegoh74@yahoo.es
CONTENIDO
AGRADECIMIENTOS
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTOS	ESPECIALES
INTRODUCCIÓN
PRIMERA	PARTE
La	realidad	de	la	vida
DÍA	1	:		Aceptando	la	realidad
DÍA	2	:		La	maldición	de	compararse
DÍA	3	:		La	profundidad	de	la	decepción
DÍA	4	:		Temor	al	fracaso
DÍA	5	:		El	camino	de	la	preocupación
DIA	6	:		Investigación	de	la	identidad
DIA	7	:		Muerte	y	enfermedad
DIA	8	:		Pensamientos	y	emociones
DÍA	9	:		Recursos	requeridos
DÍA	10	:		Facultados	para	elegir
SEGUNDA	PARTE
Alentando	la	vida
DÍA	11	:		Pastos	verdes
DÍA	12	:		Atrévete	a	salir
DÍA	13	:		Cultivando	el	valor
DÍA	14	:		Descubre	tu	voz	propia
DÍA	15	:		Lugares	celestiales
DÍA	16	:		Autoridad	e	influencia
DÍA	17	:		Embajadores	del	reino
DÍA	18	:		Aceptando	el	riesgo
DÍA	19	:		Protección	perfecta
DÍA	20	:		Garantía	total
TERCERA	PARTE
Vida	abundante
DÍA	21	:		Eternidad	emocionante
DÍA	22	:		Columna	de	nube
DÍA	23	:		Asistencia	angelical
DÍA	24	:		Fuerza	sobrenatural
DÍA	25	:		Poder	profético
DÍA	26	:		Provisión	completa
DÍA	27	:		Amor	pródigo
DÍA	28	:		Aceptación	incondicional
DÍA	29	:		Alegría	Contagiosa
DÍA	30	:		La	búsqueda	de	la	vida	abundante
Acerca	del	autor
AGRADECIMIENTOS
	
«El	libro	de	John	Bell,	Vida,	vida	y	más	vida,	es	un	soplo	de	aliento	fresco	que
impulsa	a	cada	lector	a	abrazar	la	plenitud	de	la	vida	abun-dante	que	Cristo	nos
provee.	Sé	que	tu	corazón	será	inspirado	y	tus	ojos	estarán	atentos	sobre	cómo
vencer	las	tácticas	del	enemigo	y	cómo	recibir	todas	las	bendiciones	que	el	cielo
nos	ha	destinado.	Gra-cias	John	por	este	poderoso	devocional,	que,	sin	duda,
traerá	libertad	y	esperanza	a	muchos».
Jane	Hamon,	Vision	Church	@	Christian	International,	autora	de:	Dreams
y	Visiones,	The	Deborah	Company,	The	Cyrus	Decree,	Discernment
«¡Este	es	un	libro	deslumbrante!,	y	al	igual	que	John,	cada	una	de	sus	páginas
rebosan	de	vida.	Todo	alrededor	suyo	es	realmente	es	una	explosión	de	vitalidad,
sin	importar	cuál	sea	la	situación	en	la	que	se	halle.	Por	eso	no	me	cabe	duda
alguna	que	tienes	en	tus	manos	una	poderosa	herramienta	que	te	conducirá	a	una
jornada	de	vida	llena	de	plenitud».
Joshua	Fowler,	autor	de	Daily	Decrees,	Awake	the	World
«El	libro	de	John	Bell	está	impregnado	de	verdad,	y	estoy	seguro	que	te
motivará,	alentará	e	impulsará	a	tener	a	una	vida	abundante	en	Cris-to,	así	como
a	superar	cualquier	clase	de	obstáculo.	En	lo	personal,	su	lectura	me	conmovió	y
me	inspiró	hasta	los	huesos.	Estoy	seguro	que	el	mismo	Dios	que	ayudó	a	John	a
vencer	un	cáncer	terminal	está	dispuesto	a	asistirte	con	ese	mismo	poder.	A
través	de	una	serie	de	oraciones	y	declaraciones	diarias	John	te	guiará
diariamente	con	una	palabra	transformadora	fundamentada	en	Dios.	Sé	que	este
libro	im-pactará	radicalmente	muchas	áreas	de	tu	vida».
Matt	Sorger,	ministro	profético,	autor	y	presentador	de	televisión.
«Por	lo	general,	en	la	cultura	cristiana	actual	solemos	equiparar	la	pa-labra
“Vida”	exclusivamente	con	el	fin	del	aborto.	Sin	embargo,	la	vida	es	algo	que
debe	declararse	y	proclamarse	por	doquier	desde	la	cuna	hasta	la	tumba.	Mi
amigo	John	Bell,	luego	de	haberse	enfrentado	a	la	realidad	de	la	vida	que	se	le
estaba	usurpando,	se	ha	convertido	en	un	heraldo	de	la	misma.	He	conocido	a
muchas	personas	a	lo	largo	de	mi	caminar	cristiano,	no	obstante,	son	realmente
pocas	las	que	viven	el	mensaje	constante	de	la	esperanzas	como	lo	hace	John.
Oro	para	que	mientras	leas	su	libro,	Dios	te	infunda	un	profundo	deseo	de
declarar	vida	a	donde	quiera	que	vayas».
Anthony	Medina,	fundador	de	Hope	Fires	International
«Desde	el	primer	momento	en	que	conocí	a	John	en	Chicago,	hace	algunos	años
ya,	¡supe	que	era	un	chico	desbordante	de	alegría	y	vi-vacidad!	Estoy	seguro	de
que	su	libro,	“Vida,	vida	y	más	vida”,	te	desa-fiará	a	vivir	la	vida	al	máximo,
independientemente	de	las	situaciones	y	circunstancias	que	enfrente.	Espero	que
hoy	escojas	resueltamente	vivir	intensamente	la	vida».
Joan	Hunter,	autor	y	evangelista	sanador,	presentador	de	televisión	de
Miracles	Happen.
«John	y	yo	hemos	sido	amigos	por	años	y	de	una	cosa	es	segura:	John	tiene	una
forma	de	inspirar	única.	Su	vida	entera	infunde	fe	y	confian-za	en	el	Dios	que	lo
redimió	de	las	fauces	temibles	del	cáncer.	John	camina	en	el	favor	y	bendición
de	Señor	porque	escucha	y	sigue	todo	lo	que	Él	le	dice	que	haga.	Vida,	vida	y
más	vida	es	un	libro	increíble,	lleno	de	información	profética,	enseñanza	práctica
y	oportunidades	de	aplicación	que,	sin	lugar	a	dudas,	cambiarán	tu	vida».
Sue	Sinclair,	Profeta,	Ministerios	CWM,	Liverpool,	Inglaterra
¡Agárrate	firme	que	viene	un	ventarrón	llamado	John!	Él	vive	su	vida	a	plenitud,
lleno	de	poder	y	abandonado	al	amor.	Con	John	nos	co-nocimos	cuando
precisamente	estaba	batallando	contra	el	cáncer.	¡Y	wow!,	qué	estremecedor	fue
aquel	momento.	Desde	entonces	John	ha	sido	un	potentísimo	haz	de	luz	de	parte
del	Padre	celestial	para	nues-tras	vidas.	Realmente	amamos	su	pasión	por	la
vida,	admiramos	su	integridad	y	su	enorme	corazón	compasivo;	pero,	sobre	todo,
amamos	su	disparatado	y	enérgico	sentido	de	aventura,	así	como	la	incisiva
naturaleza	profética	que	se	advierte	en	su	corazón.	Por	último,	ama-mos	su
ferviente	anhelo	de	unidad.	Por	todo	lo	anterior,	estamos	con-vencidos	que	su
libro	te	encantará.
Nick	y	Linda	Holt,	Inglaterra
DEDICATORIA
	
Este	libro	está	dedicado	a	todos	los	que	han	cami-nado	junto	a	Susie	y	a	mí	a	lo
largo	 de	 los	 años.	 Sobre	 todo,	 está	 dedicado	 a	 nuestro	 equipo	 en	Colombia,	 a
nuestros	hijos	espirituales,	a	las	personas	a	las	que	ser-vimos	y	a	todos	aquellos
que	 nos	 apoyan	 tan	 generosa-mente	 para	 poder	 hacer	 lo	 que	 hacemos	 en	 el
nombre	de	Jesús.	Realmente	he	recibido	fortaleza	y	aliento	de	cada	uno	ustedes
de	 innumerables	maneras.	 En	 honor	 a	 ello,	 les	 dedico	 este	 libro	 desde	 lo	más
profundo	 de	 mi	 corazón.	 Espero	 que	 el	 contenido	 de	 este	 libro	 los	 aliente
intensamente	para	que	luego	puedan	alentar	a	otros.
AGRADECIMIENTOS
ESPECIALES
	
Quiero	 agradecer	 especialmente	 a	 quienes	 me	 han	 acompañado	 desde	 mucho
tiempo	 atrás.	 A	 los	 maravi-llosos	 mentores	 de	 mi	 vida	 y	 quienes	 me	 han
desafiado	 a	 crecer	 y	 mantenerme	 firme	 en	 mi	 identidad	 y	 auto-ridad	 como
embajador	de	Cristo.	Ellos	son	mi	bella	esposa	Susie,	quien	se	la	jugó	todo	por
mí,	 aceptando	 acompañarme	 en	 cada	 tramo	 del	 camino	 y	 creyendo	 desde	 el
principio	en	el	llamado	profético	que	había	so-bre	mí,	sin	importar	los	desafíos
que	 ello	 pudiera	 aca-rrear.	 A	 Lynn	 y	 Les	 por	 llevarme	 a	 Cristo	 y	 perseverar
conmigo	y	ver	desde	el	comienzo	todo	el	potencial	que	había	en	mí.	A	los	líderes
de	los	distintos	ministerios	en	los	Estados	Unidos	que	me	han	animado	a	liberar
mi	voz	y	ser	una	bendición	para	la	iglesia	en	general,	no	solo	en	Norte	América,
sino	también	en	todas	las	naciones	de	la	tierra.
INTRODUCCIÓN
	
Se	suele	decir	que	la	vida	es	como	un	largo	viaje	donde	el	recorrido	es	mucho
más	importante	que	el	mismo	destino	final	al	que	se	desea	llegar.	Mi	inquietud,
sin	embargo,	es	¿qué	deberíamos	pensar	si	la	calidad	de	vida	no	es	lo	que
esperamos	durante	la	travesía?	¿Qué	sucede	si	simplemente	deseamos	llegar
cuanto	antes	al	destinoomitiendo	por	completo	el	trayecto	porque	al	parecer	éste
está	resultando	demasiado	traumático,	decepcionante	o,	incluso,	doloroso?
Bueno,	quizás	el	escuchar	parte	de	mi	historia	te	sirva	como	una	bocanada	de
aliento	fresco	que	al	final	te	anime	a	asumir	tu	propio	recorrido	de	vida	con	un
renovado	vigor	y	una	actitud	diferente
Con	tan	solo	28	años	de	edad,	una	tarde	cualquiera	conducía	a	casa	después	del
trabajo	cuando	sentí	unas	extrañas	punzadas	en	el	estómago	y	empecé	a	ver
cómo	empezaba	a	perder	litros	y	litros	de	sangre.	Inesperadamente	mi	vida
entera	había	comenzado	a	pender	de	un	delgadísimo	hilo,	que	se	hizo	mucho
más	evidente,	cuando	en	cuestión	de	horas,	fui	diagnosticado	de	un	cáncer
terminal	y	me	enfrenté	al	anuncio	terrible	de	que	mi	esperanza	de	vida	era	de
apenas	90	días.	Cuesta	mucho	imaginarse	que	un	joven	tenga	que	enfrentarse	tan
prematuramente	a	la	posibilidad	de	su	propia	muerte,	y	que	alguien	en	plena	flor
de	la	vida	deba	hacer	un	abrupto	alto	en	el	camino	para	pensar	y	planificar	su
propio	funeral.	Pero	por	más	que	cueste	pensar	en	ello,	eso	fue	exactamente	lo
que	me	ocurrió	cuando	ni	siquiera	alcanzaba	a	promediar	los	28	años	edad.
Aunque	le	había	entregado	mi	vida	a	Cristo	durante	el	último	año	de	mis
estudios	universitarios,	de	pronto	descubrí	que	mi	vida	estaba	vaciada	de	toda
posibilidad	de	futuro	y	que	lo	único	cierto	frente	a	mí	era	una	especie	de	agujero
negro	y	un	vacío	descomunal	que	intenté	llenar	desesperadamente	con	cualquier
cosa,	sin	mucho	éxito.
Paradójicamente,	a	los	ojos	de	los	demás,	yo	era	un	paradigma	de	éxito,	pues	a
pesar	de	mi	edad,	trabajaba	como	profesional	de	TI	en	la	industria,	tenía	un	buen
auto	y	un	excelente	lugar	para	vivir.	A	pesar	de	que	se	me	percibía	como	alguien
que	era	amado	y	querido	por	todos,	la	realidad	es	que	mi	vida	era	un	completo
desastre,	puesto	que	yo	era	un	ser	vacío	y	rodeado	de	soledad	que	buscaba
afanosamente	el	sentido	de	la	vida	y	el	amor	en	toda	clase	de	lugares
equivocados.	Fue	solo	cuando	me	hallé	en	medio	de	la	más	feroz	batalla	contra
el	cáncer,	que	comprendí	que	el	Señor	me	daba	una	segunda	oportunidad,	al
sanarme	de	una	enfermedad	incurable	y	confrontarme	profundamente	con	la
promesa	del	Salmo	118:	17.	«No	moriré,	sino	que	viviré	y	declararé	las	buenas
obras	que	el	Señor	ha	hecho».	Si	bien	esta	impartición	sobrenatural	de	vida
ocurrió	de	un	momento	a	otro,	como	de	la	nada,	es	decir,	sin	que	lo	planeara	o	lo
esperara,	a	la	postre,	este	hecho	me	terminó	cambiando	radicalmente.	Desde
entonces,	co-mencé	a	vivir	ardientemente	por	Él	y	para	Él.
El	Señor	usó	el	diagnóstico	terminal	de	un	cáncer	y	una	experiencia	cercana	a	la
muerte	para	transformarme	de	forma	integral,	apasionarme	por	la	vida	y
mostrarme	un	porvenir,	el	cual	ya	no	era,	en	realidad,	el	vivir	para	mí	mismo,
sino	para	dedicarme	exclusivamente	a	Él.	Esto,	por	supuesto,	implicaba	morir	a
mí	mismo,	tanto	física	como	espiritualmente,	pasar	la	página	de	mis	antiguas
prioridades	y	renunciar	a	mis	derechos	y	comprender	a	cabalidad	que	cuando
elegimos	a	Dios	sobre	todo	lo	demás,	Él	nos	da	vida.	Paradójicamente,	es
cuando	nos	rendimos	a	Él,	y	decidimos	que	ya	no	vamos	a	vivir	egoístamente
para	satisfacer	nuestras	propias	necesidades,	cuando	el	Señor	nos	devuelve	una
clase	de	existencia	mucho	más	completa	y	abundante,	es	decir,	una	a	la	que	no	le
falta	nada,	no	se	pierde	ni	se	rompe	fácilmente	.	Fue	a	partir	del	momento	que	me
descubrí	a	mí	mismo	rindiéndome	plenamente	a	Jesús	que	mi	vida	dejó	de	ser	lo
que	había	sido,	donde	ocurrió	el	milagro	de	mi	sanidad	y	empezó	mi
recuperación	y	transformación	radical.	Incluso	este	libro	es	una	respuesta	al
llamado	que	Dios	me	hizo	de	vivir	plenamente	para	Él.
Por	Su	gracia	pude	sobrevivir	y	ahora	tengo	una	misión	que	hacer:	declarar	las
maravillas	que	el	Señor	ha	hecho	conmigo.	Mi	oración	y	esperanza	es	que	tú
también	puedas	encontrar	esa	misma	clase	de	vida,	porque	quizás	estés
buscándola	en	el	lugar	equivocado.	Tal	vez	este	sea	el	momento	de	entregarle
todas	las	áreas	de	tu	vida	a	Jesús.	Te	aseguro	que	si	te	rindes	a	Él,	y	mueres	a	ti
mismo,	encontrarás	el	camino	de	acceso	a	una	vida	plena.
Es	mi	deseo	que	puedas	usar	este	devocional	diario	para	enfilar	con	firmeza	y
determinación	tus	pasos	en	pos	de	la	vida	que	Dios	tiene	para	ti.	También	espero
que	asumas	el	desafío	de	descubrir	la	majestad	y	plenitud	de	la	vida	a	medida
que	recorras,	día	tras	día,	cada	página	de	este	devocional	junto	a	la	venturosa
Palabra	de	Dios.	Confieso	y	declaro	vida,	vida	y	más	vida	sobre	ti	en	este
momento,	en	el	poderoso	nombre	de	Jesús.	Amén.
	
PARTE	UNO
	LA	REALIDAD	DE	LA	VIDA
«Tú	creaste	mis	entrañas;
	me	formaste	en	el	vientre	de	mi	madre.
¡Te	alabo	porque	soy	una	creación	admirable!»
(Salmos	139:13-14ª)
DÍA	1
Aceptando	la	realidad
	«El	ladrón	no	viene	más	que	a	robar,	matar	y	destruir;
yo	he	venido	para	que	tengan	vida,	y	la	tengan
en	abundancia».
Juan	10:10
El	versículo	anterior	nos	muestra	claramente	que	Jesús	vino	a	darnos	vida	y	vida
en	abundancia;	una	donde	no	haya	pérdida	ni	falte	nada	o	sea	dañada	por	nadie;
es	decir,	una	vida	llena	de	una	paz	perfecta	e	inescrutable.	Ahora	bien,	me
imagino	que	al	adquirir	esta	guía	de-vocional,	lo	hiciste,	quizás,	porque	tienes	la
sensación	de	no	estar	viviendo	al	máximo	tu	potencial	de	vida,	o	porque	intuyes
que	aún	hay	mucho	más	para	ti.	Si	este	es	tu	acaso,	quiero	decirte	que	el	primer
requisito	para	tener	acceso	a	esta	vida	abundante	es	aceptar	la	realidad	donde	nos
encontramos	ahora	mismo	y	afrontar	con	gallardía	y	valor	cada	situación	y
circunstancia,	sin	renegar	de	los	medios	que	nos	han	llevado	a	tales	situaciones.
Estoy	seguro	que	si	les	preguntaras	a	varias	personas	sobre	este	hecho,	la	gran
mayoría	—por	no	decir	que	todos—te	dirían	que	aceptar	la	realidad	es	el	primer
paso	en	el	proceso	de	aprender	a	cómo	tener	una	vida	abundante.
Así	que	este	es	mi	mensaje	de	aliento	para	ti	hoy.	Comienza	haciendo	un
inventario	de	interrogantes	donde	te	preguntes	a	ti	mismo	con	la	más	profunda
sinceridad	lo	siguiente:	«¿Dónde	me	encuentro	ahora?».	«¿Realmente	estoy
viviendo	una	vida	abundante?».	«¿Dónde	pienso	que	se	hayan	las	cosas	que	le
hacen	faltan	a	mi	vida,	y	que	añoro	fervientemente?».
En	el	Salmo	37:	4,	el	Señor	dice	claramente	que	Él	satisface	los	deseos	de
nuestro	corazón.	Así	que	tal	vez	este	sea	el	momento	propicio	para	que	aprendas
cómo	expresarle	los	anhelos	de	tu	corazón	en	oración.	Te	invito	a	que	comiences
a	hablar	con	Él	y	le	expreses	tus	deseos	más	profundos.
Recuerda	que	el	Señor	quiere	darte	una	vida	abundante	y	que	alcances	tu
máximo	potencial.	Sin	embar-go,	debes	saber	que	la	condición	para	lograrlo,	es
que	tomes	la	decisión	de	aceptar	tu	realidad.	¡Y	hoy	es	el	día	preciso	para	ello!
Así	que	empieza	siendo	honesto	contigo	mismo	y	con	Dios	y	háblale	sin	temor
acerca	de	dónde	te	encuentras,	de	cómo	te	sientes	y	de	las	situaciones	y
circunstancias	que	están	impidiendo	tu	pleno	florecimiento.
Aspiro	que	al	final	de	esta	serie	de	devocionales,	los	temas,	ideas	y	herramientas
sugeridas	en	este	material,	sean	el	detonante	que	necesitas	para	comenzar	a	vivir
la	vida	plena	que	el	Señor	ha	destinado	para	ti.
ORACIÓN		
	Padre:
					Tu	palabra	dice	que	conoceremos	la	verdad	y	ésta	nos	hará	libres.	Hoy	me
rindo	ante	ti	para	pedirte	que	me	guíes	y	me	conduzcas	a	la	plenitud	de	tu
verdad.	Ayúdame	a	identificar	y	aceptar	la	realidad	en	la	que	vivo,	y	dame
acceso	a	una	vida	abundante.	Creo	firmemente	que	eres	el	Dios	de	la	vida,	que
contigo	estamos	completos	y	no	nos	hace	falta	nada	y,	por	tanto,	nada	está
perdido.	Acepto	comenzar	este	itinerario	hacia	una	vida	plena,	confesando	y
declarando	mi	ferviente	deseo	de	recibir	de	tu	mano	la	vida	abundante	que	solo
tú	puedes	darnos.	En	el	poderoso	nombre	de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
	ACEPTANDO	LA	REALIDAD
	
¿Estás	viviendo	la	vida	abundante?
¿Cuáles	crees	que	son	las	áreas	de	tu	vida	que	menos	reflejan	los	mejores	deseos
de	Dios	para	ti?
	Lee	el	Salmo	37:	4.	¿Cuáles	son	los	deseos	de	tu	corazón?¿Están	todos	tus	deseos	alineados	con	los	planes	y	propósitos	de	Dios	para	tu
vida?
	Lee	Jeremías	29:	11-13.	Luego	escribe	una	oración	expresando	los	deseos	de	tu
corazón	a	Dios.	Finalmente,	invítalo	a	realinear	los	deseos	de	tu	corazón	con	los
suyos.
DÍA	2
La	maldición	de	compararse
	«¡Te	alabo	porque	soy	una	creación	admirable!
¡Tus	obras	son	maravillosas,
y	esto	lo	sé	muy	bien!	».
Salmos	139:14
	
La	raíz	de	la	comparación	se	origina	en	un	sentimiento	de	impotencia	por	no
poder	obtener	aquellas	cosas	que	anhelamos	y	necesitamos.	Eso	explica	por	qué
tan	fácilmente	caemos	en	la	odiosa	trampa	de	comparanos	con	aquellos	que
aparentemente	son	más	exitosos	que	nosotros,	solo	porque	lucen	mejor	o
aparentan	ser	mejores	persona.	Sin	embargo,	jamás	lograremos	estar	realmente
satisfechos	con	quiénes	somos	y	por	como	fuimos	creados	si	vivimos	día	a	día
comparándonos	con	los	demás.
	En	contraste,	el	Salmo	139:14	nos	desafía	a	creer	que	nuestro	Creador,	el	Dios
Padre,	nos	diseñó	de	una	forma	magistralmente	única.	Por	eso	nos	recuerda	que
Él	nos	ama	y	que	está	complacido	y	satisfecho	con	nosotros.	Así	las	cosas,	el
versículo	sugerido	en	esta	lectura	es	una	declaración	portentosa	de	la	que
debemos	echar	mano	siempre	que	nos	asalte	la	duda	y	la	inseguridad	acerca	de
quiénes	somos	en	cuanto	a	nuestra	identidad.	¡Es	hora	de	dejar	de	vendernos	una
imagen	apocada	de	lo	que	realmente	somos!	¡Es	tiempo	ya	de	dejar	de	molestar
al	Padre	con	oraciones	insulsas,	creyendo	que	podemos	mejorar	nuestra
autoestima	si	actuamos	y	nos	comportamos	como	los	demás	lo	hacen.
	La	maldición	de	la	comparación	es	como	un	cáncer	que	te	carcome	de	adentro
hacia	afuera,	y	la	mejor	arma	para	combatir	y	detener	este	dañino	mal	es	con	un
corazón	agradecido.	Así	que	demos	gracias	a	Dios	por	aquellas	cosas	que
tenemos,	y	bendigamos	a	las	personas	que	aparentemente	tienen	mucho	más	que
nosotros.
Hoy	es	un	día	propicio	para	respirar	profundamente	y	descansar	en	la	certeza	de
que	somos	excepcionales	tal	como	somos.	Piensa	en	que	el	Padre	celestial	tiene
planes	hermosos	para	cada	uno	de	nosotros,	y	ha	de-parado	un	montón	de	sueños
e	ideas	asombrosas	para	nuestro	bienestar.	Cuando	simplemente	reposamos	en	la
confianza	de	que	fuimos	creados	de	la	forma	correcta	y	asumimos	a	conciencia
la	bondad	que	entraña	nuestro	diseño,	entonces	creamos	los	anticuerpos
necesarios	para	que	la	maldición	de	la	comparación	ya	no	pueda	afectarnos.
	
ORACIÓN	
Señor:
Te	agradecemos	por	crearnos	con	tan	extraordinario	esmero.	Reconocemos	que
tus	obras	son	maravillosas,	y	lo	hacemos	sin	ninguna	reserva.	También
reconocemos	ante	ti	que	muchas	veces	nos	hemos	comparado	con	otros,	al	punto
de	sentirnos	inadecuados	e	incompetentes.	Hoy	te	pedimos,	precioso	Espíritu
Santo,	que	derrame	tu	amor	y	nos	recuerdes	la	extraordinaria	belleza	de	nuestro
diseño.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
	LA	MALDICIÓN	DE	COMPARARSE
	
	Rebobina	tus	pensamientos	de	las	últimas	48	horas	y	acuérdate	de	las	veces	que
en	ese	período	de	tiempo	te	comparaste	a	ti	mismo	en	relación	a	la	vida	de	los
demás.	Después	intenta	recordar	las	situaciones	y	circunstancias	que	te	llevaron
por	este	pedregoso	camino	de	la	comparación.
	Finalmente,	reclama	el	perdón	de	Dios	por	haber	consentido	estos	pensamientos
y	comparaciones.
DÍA	3
La	profundidad	de	la	decepción
	«Los	justos	claman,	y	el	SEÑOR	los	oye;	los	libra	de
todas	sus	angustias.	El	SEÑOR	está	cerca	de	los	quebran	tados
de	corazón,	y	salva	a	los	de	espíritu	abatido».
	Salmos	34:17-18
		La	decepción	se	define	como	un	cúmulo	de	expectativas	insatisfechas.	Por	lo
tanto,	sería	poco	realista	intentar	afirmar	que	podemos	vivir	completamente
libres	de	decepciones.	Por	eso	no	es	extraño	que	cuando	nuestras	ilusas
expectativas	acerca	de	nosotros	mismos	o	de	los	demás	no	se	cumplen,	nos
sentimos	frustrados,	lo	que	inevitablemente	nos	abate	emocional	y
espiritualmente	hasta,	eventualmente,	llegar	a	paralizarnos	por	completo.
En	ese	orden	de	ideas,	es	primordial	no	resistirnos	al	hecho	de	que	podemos
experimentar	decepciones	en	ciertas	áreas	de	nuestra	vida	y	aprender	a
identificar	a	tiempo	esas	áreas	a	fin	de	no	estancarnos.
En	la	escritura	de	este	encabezado,	el	Señor	es	claro	acerca	de	cómo	debemos
lidiar	con	las	decepciones,	al	animarnos	llevarlas	a	Él	en	oración,	seguros	de	que
Él	nos	escuchará	y	nos	librará	de	todas	nuestras	angustias.	Es	claro	que	el	Señor
Jesús	no	quiere	que	vivamos	en	desilusión	y	anhela	fervientemente	inyectarnos
una	dosis	sobrenatural	de	esperanza	que	nos	levante	anímicamente	y	nos	impulse
a	caminar	en	victoria.	Ciertamente	Él	desea	que	no	desfallezcamos	sino	que	nos
demos	una	nueva	oportunidad	y	batallemos	con	esas	áreas	en	las	que	nos	hemos
decepcionado	en	el	pasado,	es	decir,	que	nos	sacudamos	de	cualquier
sentimiento	de	decepción	pasada	y	avancemos	con	ímpetu	renovado	y
determinación	hacia	la	meta	que	tenemos	por	delante.	De	modo	que	hoy	te
animo	a	que	te	sacudas	de	la	decepción	y	lleves	cualquier	expectativa
insatisfecha	a	la	cruz	del	Calvario	y	la	dejes	en	el	altar.	Permite	que	el	Señor	te
inyecte	una	clase	de	esperanza	con	la	que	puedas	hacerle	frente	a	los
sentimientos	de	decepción.
Hoy	proclamo	esperanza	sobre	ti,	para	que	puedas	cumplir	con	todas	tus
expectativas	y	ser	completamente	liberado	de	la	decepción.
ORACIÓN	
Señor:
Hoy	reconozco	que	he	sido	decepcionado	en	ciertas	áreas	de	mi	vida.	Reconozco
que	la	frustración	me	ha	paralizado	y	estancado	de	varias	maneras,	al	punto	de
no	tener	la	voluntad	suficiente	para	salir	de	ella	y	poder	seguir	adelante.	Señor
Jesús,	gracias	por		darme	el	poder	para	seguir	adelante,	por	enderezar	mis	pies	y
darme	otra	oportunidad.	Gracias	porque	cuando	te	pido	ayuda,	me	escuchas	y	me
libras	de	mis	problemas.	Gracias	por	estar	cerca	de	los	abatidos	de	corazón	y
compungidos	de	espíritu.	Gracias	por	salvarme	de	mis	decepciones;	en	el
poderoso	nombre	de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
LA	PROFUNDIDAD	DE	LA	DECEPCIÓN
	
¿Te	has	sentido	amordazado	e	inmovilizado	por	el	peso	de	la	decepción?
¿Puedes	identificar	estas	decepciones?	Escríbelas	a	continuación:
	Lee	el	Salmo	66:	8-12.	El	autor	de	este	salmo	lo	escribió	desde	el	socavón	de	la
decepción	y	la	derrota.	¿Cómo	cambió	él	su	perspectiva	de	derrota	y	decepción	a
poder	mirar	la	vida	a	través	de	los	ojos	de	Dios?
	El	Salmo	66:12	nos	dice	que	después	de	experimen-tar	toda	clase	de	pruebas	y
frustraciones	el	Señor	«lo	condujo	a	un	lugar	de	abundancia».	¿De	qué	manera
podría	Dios	usar	la	desilusión	en	tu	vida	para	crecerte	y	madurarte?
	Con	la	mirada	en	retrospectiva	las	cosas	se	ven	más	claramente.	Así	que	si
sientes	que	está	pasando	por	un	tiempo	de	desilusión,	pídele	a	Dios	que	te	dé	su
pers-pectiva	acerca	de	tu	situación,	y	así	puedas	ver	lo	que	Él	está	haciendo
detrás	del	telón	de	tu	vida.	Apóyate	en	Él	para	obtener	sabiduría	y	comprensión.
	Si	quieres	recibir	una	palabra	que	te	aliente	a	luchar	contra	el	desánimo,
entonces	te	invito	que	leas	el	salmo	20.	Mientras	lo	haces,	declara	audiblemente
este	pasaje	sobre	ti	y	sobre	otros	que	creas	que	necesiten	una	ora-ción	de
esperanza	y	victoria	y,	entonces,	puedan	hallar	una	vida	abundante.
DÍA	4
Temor	al	fracaso
	«Pues	Dios	no	nos	ha	dado	un	espíritu	de	timidez,
sino	de	poder,	de	amor	y	de	dominio	propio».
2	Timoteo	1:7
	Es	irónico	cómo	el	temor	al	fracaso	puede	convertirse	en	la	principal	piedra	de
tropiezo	que	nos	impide	alcanzar	el	éxito.	No	obstante,	el	versículo	anterior	nos
recuerda	fehacientemente	que	Dios	no	nos	ha	dado	un	espíritu	de	temor,	sino	que
nos	ha	dado	de	su	espíritu,	que	nos	ha	equipado	mentalmente	con	poder,	amor	y
autodisciplina.	Es	impor-tante	tener	en	cuenta	que	dentro	de	nosotros	no	hay
lugar	para	el	temor,	ya	que	fuimos	hechos	más	que	vencedores	en	Cristo	Jesús.
	¿Actualmente	estás	lidiando	con	algún	temor?	¿Sientes	que	todo	va	de	mal	en
peor	y	que	las	cosas	que	anhelas	se	hacen	cada	vez	más	inalcanzables?	No	cabe
duda	que	el	temor	es	el	principal	obstáculo	que	nos	impide	avanzar,	al
bloquearnos	y	distraernos	de	sertal	cuales	Dios	nos	creó.	El	temor	es	lo	que
nos	desvía	de	los	planes	y	propósitos	que	el	Señor	nos	ha	encomendado	desde	el
principio	de	los	tiempos.	Por	si	fuera	poco,	el	temor	también	puede	acarrear
tremendos	síntomas	físicos	en	el	cuerpo.	De	hecho,	se	cree	que	la	mayoría	de	las
enfermedades	tienen	su	pérfido	origen	el	temor.
La	buena	noticia	es	que	el	Señor	desea	sanarnos	y	liberarnos	del	espíritu	del
temor.	Su	perfecto	amor	echa	fuera	el	temor,	y	cuando	esto	ocurre,	Su	poder	y
gracia	inunda	nuestro	corazón,	mente	y	vida,	ha-ciendo	que	ya	no	haya	más
espacio	en	nuestro	inte-rior	donde	el	temor	pueda	enquistarse.	La	clave	está	en
permitirle	a	Él	liberar	y	derramar	Su	amor	sobre	nosotros.
¡Cobra	ánimo!	y	permite	que	hoy	el	Espíritu	del	Señor	te	inyecte	esperanza,	te
aliente	y	aumente	tu	nivel	de	fe,	y	así	puedas	ver	claramente	que	las	cosas	que
Dios	ha	puesto	delante	de	son	posibles	en	Él.	Te	aseguro	que	tendrás	éxito	en
todo	lo	que	Él	te	ha	prometido	y,	que	incluso,	superarás	tus	expectativas.
Recuerda	siempre	que	Él	es	quien	te	ha	llamado	a	hacer	todo	lo	que	te	has
propuesto.	Eres	mucho	más	exitoso,	amado,	aceptado	y	digno	de	lo	que	crees.
Has	sido	dotado	con	un	potencial	especial	para	lo-grar	todos	tus	planes,	más	allá
de	lo	que	anhelas	o	esperas.	¡Solo	dispón	tu	corazón	y	abre	los	ojos	y	recibe	el
amor	poderoso	e	incondicional	de	Jesús!
ORACIÓN	
Padre	Dios:
Sé	que	no	hay	lugar	para	el	temor	cuando	habito	en	tu	amor	perfecto.	Por	eso
hoy	declaro	firmemente:	«Espíritu	de	temor,	ya	no	eres	bienvenido	para
controlar,	limitar	o	impedir	que	cumpla	las	cosas	que	el	Señor	me	ha
encomendado.	Ya	no	tienes	permiso	para	operar	en	mi	vida».	Señor,	gracias
porque	estoy	facultado	para	seguir	adelante	y	no	permitir	que	el	espíritu	de
temor	me	paralice	como	lo	hizo	en	el	pasado.	Soy	una	nueva	criatura	a	la	que	le
has	dado	una	mente	sana	y	lúcida.	En	el	nombre	de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
TEMOR	AL	FRACASO
	
	¿Alguna	vez	tu	vida	ha	sido	obstaculizada	por	el	temor?	¿Cuáles	son	tus
mayores	temores?	Enuméralos	a	continua-ción:
	Luego	confiesa	estos	temores	al	Señor.	Pídale	humil-demente	que	elimine	el
espíritu	de	temor	de	tu	corazón	y	que	en	su	lugar	ponga	su	espíritu	de	poder,
amor	y	dominio	propio.
	El	apóstol	Juan	mencionó	que	somos	«más	que	vence-dores	en	Cristo	Jesús».
	Para	saber	más	detalladamente	cómo	superar	la	batalla	contra	el	temor,	lee
Romanos	8:	31-39.
	¿Puedes	identificar	dos	verdades	que	se	destaquen	y	te	puedan	ayudarte	a
entender	que	la	fe	en	Dios	es	mucho	ma-yor	que	el	temor	a	la	vida?
	Hoy	es	un	gran	día	para	aplastar	la	cabeza	del	temor	y	dar	un	paso	hacia	tu
futuro.	¿Qué	cosas	crees	que	puedes	hacer	hoy	para	superar	el	temor?
DÍA	5
El	camino	de	la	preocupación
«No	se	inquieten	por	nada;	más	bien,	en	toda	ocasión,
con	oración	y	ruego,	presenten	sus	peticiones	a	Dios	y
denle	gracias».
Filipenses	4:6
Algunas	versiones	traducen	el	anterior	verso	como:	«No	te	preocupes	por	nada».
Es	curioso,	pero	el	temor	y	la	preocupación	a	menudo	van	de	la	mano.	En	térmi-
nos	jocosos,	son	como	la	uña	y	la	mugre.	La	preocupa-ción	no	suele	ser	muy
evidente	y	su	rostro	visible	es,	por	lo	general,	el	espíritu	angustiado;	pero	aunque
no	sea	tan	obvia	es	igualmente	tóxica	y	peligrosa.	Aparece	de	forma
imperceptible,	muy	sutilmente,	llega	casi	como	un	ladrón	en	la	noche.	Por	eso	es
vital	aprender	a	reconocer	la	preocupación	desde	el	momento	mismo	en	que
comienza	a	manifestarse	para	poder	arrancarla	de	raíz.	También	es	importante
asegurarnos	de	no	permitir	que	el	corazón	quede	enredado	en	su	telaraña	sutil.
Pero,	¿cómo	así?	¿Acaso	el	versículo	anterior	no	dice	que,	en	lugar	de
preocuparnos	por	algo,	debemos	con	vertir	nuestras	angustias	en	una
oportunidad	para	orar	y	clamar	a	Dios?	Por	su	puesto	que	podemos	optar	por	ver
las	cosas	que	nos	preocupan	desde	un	ángulo	y	una	perspectiva	diferentes,	y
elegir	ver	desafíos	en	lugar	de	dificultades,	como	quien	dice,	ver	oportunidades
en	lugar	de	problemas.
Cuando	tomamos	seriamente	el	asunto	de	vivir	sin	temores,	también
descubrimos	cómo	empezar	a	vi-vir	sin	preocupaciones.	Así	que	asume	tus
situaciones	complejas	y	circunstancias	actuales	con	actitud	realis-ta;	acepta	que
la	preocupación	y	la	ansiedad	te	ha	infil-trado,	y	enfréntela	con	la	siguiente
oración:
ORACIÓN	
Padre	celestial:
Gracias	por	ser	un	Dios	que	nos	instruyes	y	nos	invitas	a	que	presentemos
nuestras	peticiones	ante	ti	en	lugar	de	preocuparnos	y	abatirnos.	En	este
momento,	en	el	nombre	de	Jesús,	hago	una	pausa	y	te	pido	que	me	reveles,	por
el	poder	de	tu	Espíritu	Santo,	cualquier	área	de	mi	vida	donde	haya	preocupación
y	angustia,	y	quizás	no	me	haya	dado	cuenta	sino	hasta	ahora.	Te	entrego	mis
preocupaciones	y	angustias	y	te	pido	que	abras	un	camino	donde	parece	que	solo
hay	imposibilidad.	Tú	eres	un	Dios	de	portentos,	y	sé	que	tienes	un	plan	perfecto
para	mi	vida.	Por	lo	tanto,	hoy	declaro	mi	confianza	en	ti	y	confieso	en	fe	que	ya
no	hay	ningún	lugar	en	mí	para	la	preocupación.	Hago	esta	oración	en	el	nombre
de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
	EL	CAMINO	DE	LA	PREOCUPACIÓN
Proverbios	12:25	nos	recuerda	que	un	corazón	ansioso,	o	un	corazón	angustiado,
es	como	un	peso	que	nos	derriba.	¿En	qué	áreas	de	tu	vida	crees	que	has	caído
cautivo	a	causa	de	la	preocupación	y	el	abatimiento?	
Enumera	tus	cinco	principales	fuentes	de	preocupación	y	angustia.	Luego,	junto
a	cada	elemento	en	la	lista,	escribe	una	oración	corta	por	cada	una	de	estas,
invitando	al	Espíri-tu	Santo	a	obrar	en	todas	estas	cosas	para	su	gloria.	Cuando
las	preocupaciones	y	angustias	intenten	regresar,	reprénde-las	en	oración	y
ofrécelas	al	Señor.
Lo	opuesto	a	la	preocupación	es	la	paz.	La	angustia	vie-ne	cuando	no
controlamos	nuestros	pensamientos	y	les	permitimos	que	dominen	nuestras
emociones.	Lee	Roma-nos	8:	6.
¿Cuál	es	el	fruto	de	una	mente	controlada	por	el	Espíritu	de	Dios?
Romanos	12:	2	nos	recuerda	la	importancia	de	transflo-rarnos	mediante	la
renovación	de	nuestras	mentes.	Sin	embargo,	aprender	a	controlar	los
pensamientos	requiere	determinación.
Lee	Filipenses	4:	8	y	enumera	las	cosas	en	las	que	de-bemos	pensar	a	fin	de	que
nos	ayuden	a	escapar	de	la	preocupación.
La	fe	y	la	confianza	en	Dios	son	otros	antídotos	para	la	preocupación.	En	el
evangelio	de	Mateo	6:	25-34,	Jesús	nos	recuerda	que	somos	su	creación,	y	que
su	responsabi-lidad	es	velar	por	nuestras	necesidades.
¿Cómo	te	ayuda	esta	verdad	a	replantear	tu	forma	de	pensar?
DIA	6
Investigación	de	la	identidad
«Yo	seré	un	padre	para	ustedes,	y	ustedes	serán	mis	hijos	y	mis
hijas,	dice	el	Señor	Todopoderoso».	2
Corintios	6:18
El	asunto	del	linaje	es	un	gran	tema	dentro	del	cuer-po	de	Cristo.	Cuando
comenzamos	a	averiguar	sobre	la	identidad	de	quiénes	somos,	cómo	fuimos
creados	y	a	quién	pertenecemos,	surge	necesariamente	el	tema	de	la	paternidad.
Tal	vez	ya	sepas	quién	eres	y	estés	ple-namente	convencido	de	tu	relación	como
hijo	o	hija	del	Padre	y	Rey	del	universo.	Pero	también	puede	ser	que	esta	todavía
sea	un	área	que	aún	te	genere	inquie-tudes	y	te	cause	algún	tipo	de	freno	en	lo
concerniente	a	lo	que	tiene	que	ver	con	tu	máximo	potencial	dado	por	Dios.
Ser	hijo	o	hija	de	Dios	implica	tener	la	cualidades	y	condiciones	para	recibir	el
pleno	e	incondicional	amor	del	Padre	celestial.	Lo	primero	que	debes	saber,	en
este	sentido,	es	que	nuestro	padre	no	es	como	los	padres	terrenales.	Él	no	se
enoja	por	todo,	ni	es	distante,	ni	espe	ra	nada	a	cambio.	Tampoco	nos	limita	su
amor,	afecto	o	provisión,	en	virtud	de	su	mal	carácter	o	compor-tamiento.	Su
amor	es	inmensamente	puro,	tanto,	que	1	Corintios	13	nos	dice	que	Su	amor	por
nosotros	es	paciente	y	amable,	uno	que	siempre	nos	protege,	que	confía,	espera	y
persevera	de	tal	manera	que	confiada-mente	nos	acerca	a	Él.	Su	amor	nunca	nos
falla,	ya	que	se	trata	de	una	clase	de	amor	que	disipa	todo	temor	en	nosotros.
De	manera	que	cuando	descubrimos	quiénes	somos,	cómo	y	por	quién	fuimos
creados,	entonces	somos	liberados	para	vivir	en	la	plenitud	de	su	vida	abundante.Así	que	podemos	descansar	en	la	seguridad	y	la	certeza	de	que	somos
profundamente	amados	por	nuestro	buen	Dios.	A	medida	que	aprendemos	a	vivir
como	sus	hijos	y	no	como	un	esclavo,	empezamos	a	disfrutar	ple-namente	de	la
identidad	que	Dios	nos	otorgó.
ORACIÓN	
Padre:
Gracias	por	llamarnos	hijos	e	hijas.	Hoy	venimos	ante	ti	como	hijos	y	no	como
extraños.	Hoy	acepto	tu	amor	incondicional	a	fin	de	poder	ser	completamen-te
lleno	del	conocimiento	de	quién	eres	como	Padre	y	Dios	afectuoso.	Gracias
porque	tu	amor	por	mí	es	incondicional,	el	cual	nunca	termina	ni	se	desvanece,
sino	que	es	el	mismo	ayer,	hoy	y	por	siempre.	Cuando	todo	a	mi	alrededor
parece	arenas	movedizas,	puedo	pararme	sobre	ti,	mi	roca	sólida,	convencido	de
quién	soy	y	a	quién	pertenezco.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
LA	INVESTIGACIÓN	DE	LA	IDENTIDAD
Uno	de	los	aspectos	de	la	búsqueda	de	la	vida	abundante	radica	en	comprender
nuestra	verdadera	identidad.	No	lo	que	los	demás	dicen	que	somos,	ni	siquiera
quiénes	creemos	nosotros	que	somos,	sino	lo	que	Dios	dice	que	somos	y	para
quién	nos	creó.	¿Eres	realmente	un	hijo	de	Dios?	La	vida	eterna	con	el	Señor
comienza	cuando	le	confiesas	tus	pecados,	buscas	su	perdón	y	recibes	el	regalo
de	su	salvación.	(Romanos	6:26,	Romanos	10:	9).	¿Has	pedido	y	re-cibido	este
regalo?	Si	es	así,	escribe	una	oración	de	acción	de	gracias;	si	no,	haz	una	pausa	y
busca	en	oración	el	perdón	de	Dios	y	el	regalo	de	la	salvación.	Luego	registra	la
fecha	de	hoy	como	un	recordato-rio	del	día	en	que	recibiste	la	vida	eterna	en
Dios	y	te	convertiste	en	su	hijo	o	hija.
Nuestra	búsqueda	de	identidad	se	encuentra	en	escu-driñar	las	Escrituras.	Lee
Efesios	3:	16-19	y	1	Juan	3:	1.	Mientras	lo	haces,	escribe	en	un	diario	las
palabras	o	frases	que	te	ayudaron	a	comprender	más	ampliamente	tu	identidad
resultante	de	ser	un	hijo	de	Dios.
¿Por	qué	crees	que	estas	palabras	o	frases	te	minis-tran	tan	profundamente?
Abre	tu	Biblia	en	el	Salmo	139.	Comienza	a	leer	el	versículo	1	y	no	lo	dejes
hasta	que	una	palabra	o	frase	haga	clic	en	su	corazón.	Posteriormente	escribe
esta	pa-labra	o	frase	en	tu	diario.	Medita	en	ella.	Recuerda	que	si	el	Espíritu
Santo	atrajo	tu	atención	sobre	esas	pala-bras	o	frases	es	porque	quiere	usarlas
para	ministrarte	y	afianzar	tu	identidad	en	Él.
Dios	te	creó	con	un	propósito	y	un	plan	específico.	Lee	Jeremías	1:	5.	Piensa	que
Él	te	diseñó	con	habilida-des,	talentos	y	motivaciones	para	que	traces	un	sendero
por	el	que	puedas	caminar	hacia	tu	destino.	Enumera	a	continuación	tus
habilidades,	talentos	y	motivaciones.
Si	lo	deseas,	presenta	estas	fortalezas,	habilidades	y	capacidades	naturales	al
Padre	y	pídele	que	las	forta-lezca	con	su	poder	sobrenatural	y	su	gracia	y	los
com-plemente	con	los	dones	espirituales	que	Él	tiene	para	ti,	como	su	hijo
amado.	Recibe	Su	unción	y	autoridad	para	entrar	en	tu	verdadera	identidad	y
destino,	pues	eres	su	hijo	y	estás	llamado	a	cambiar	el	mundo	para	honra	y	gloria
de	Su	nombre.
DIA	7
Muerte	y	enfermedad
«…Ya	te	lo	he	ordenado:	¡Sé	fuerte	y	valiente!	¡No	tengas	miedo	ni	te
desanimes!	Porque	el	SEÑOR	tu	Dios	te	acompa-	
ñará	dondequiera	que	vayas».
Josué	1:9
El	versículo	que	acabas	de	leer	significa	literalmente	que,	donde	quiera	que
vayas,	y	sea	cual	sea	tu	situación	o	circunstancia,	como	estar	rodeado	de	muerte
y	enfer-medad,	Dios	siempre	está	contigo.	Por	consiguiente,	se	trata	de	una
promesa	bíblica	que	debemos	recordar	en	todo	momento,	especialmente,	cuando
enfrentamos	dificultades	en	extremo	abrumadoras.
La	muerte	y	la	enfermedad	son	temas	de	los	que	realmente	puedo	hablar	con
suficiente	autoridad	y	cla-ridad.	Todavía	recuerdo	como	si	fuera	ayer	el	instante
en	que	recibí	el	diagnóstico	abrumador	de	un	cáncer	terminal	y	la	sucesiva
sentencia	de	que	mi	expectativa	de	vida	era	de	tan	solo	de	90	días.	A	pesar	del
trance	difícil	que	estaba	viviendo,	este	versículo	se	convirtió	en	mi	ancla
salvadora,	al	recordarme	que	no	debía	tener	temor	ni	desanimarse,	sino	continuar
adelante	con	valor	y	coraje.	Esto	quizás	te	resulte	difícil	de	entender,	pero
meditar	en	las	Escrituras	y	en	las	promesas	de	Dios	fue	lo	que	me	fortaleció
interiormente	y	me	dio	la	fe	necesaria	para	poder	batallar	contra	el	temor	y	el
desánimo.
Ahora	bien,	puede	ser	que	tú	no	estés	enfrentando	un	caso	tan	extremo	como	una
enfermedad	terminal,	pero	quizás	se	trate	de	una	enfermedad	espiritual	en	tu
entorno.	Tal	vez	has	perdido	a	un	ser	querido	reciente-mente	o	estás	en	pleno
proceso	de	duelo	por	la	muerte	de	algún	sueño.	A	lo	mejor	tu	conflicto	tiene	que
ver	algo	que	querías	ver	hecho	realidad	y	no	sucedió,	y	por	eso	estás	atravesando
una	etapa	profunda	congoja	y	desaliento.
Sea	cual	sea	tu	situación,	hoy	proclamo	vida	en	to-das	esas	circunstancias	y
situaciones	luctuosas.	En	el	poderoso	nombre	de	Jesús	declaro	vida	a	tu	corazón,
mente	y	emociones,	así	como	en	cada	área	donde	el	temor	y	el	desánimo
intentan	herirte	de	muerte.
No	tengas	temor	ni	te	desanimes,	pues	el	Señor	tu	Dios	estará	contigo
adondequiera	que	vayas.	Hoy	es	el	día	de	volver	a	fijar	tus	ojos	en	Él	y	recibir
Su	vida	abun-dante.	Hoy	más	que	nunca	es	el	tiempo	de	permanecer	en	Su
Palabra	y	meditar	en	el	poder	de	las	Escrituras.	¡Es	hora	de	recibir	la	vida
abundante	que	el	Señor	tiene	reservada	para	ti!
ORACIÓN	
Señor	Jesús:
Te	agradezco	porque	tu	Palabra	me	anima	a	ser	fuer-te	y	valiente.	Hoy	te
confieso	que	cuando	actúo	en	mis	propias	fuerzas,	me	debilito	y	desfallezco.	Por
lo	tan-to,	ahora	mismo	elijo	apoyarme	en	tu	Palabra,	la	cual	es	verdadera	y	no
regresa	vacía.	Hoy	recibo	tu	fuerza	y	valor.	Recibo	de	ti	un	espíritu	de	confianza
en	lugar	de	espíritu	angustiado.	Gracias	porque	sin	importar	el	lugar	donde	me
encuentre,	siempre	me	acompañas.	En	el	poderoso	nombre	de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
MUERTE	Y	ENFERMEDAD
Santiago	3:	1-12	habla	específicamente	del	poder	de	nuestras	palabras	y	de	cómo
éstas	determinan	el	curso	de	nuestro	camino,	y	tienen	el	poder	de	crear	o	destruir
nuestra	vida.	Si	pudieras	medir	tus	palabras,	¿descubrirías	que	han	sido	usadas
más	para	crear	o	des-truir?	¿Qué	cosas	puedes	hacer	para	que	tus	palabras
retornen	al	sendero	de	crear	vida?
Uno	de	mis	versículos	favoritos	es	Romanos	4:17,	el	cual	dice	que	Dios	da	vida
a	los	muertos	y	llama	las	co-sas	que	no	son	como	si	fueran.	En	otras	palabras,
Dios	profetiza	vida	donde	hay	muerte	y	produce	resurrec-ción	y	restauración.
¿Qué	áreas	muertas	necesitas	ur-gentemente	ser	resucitadas	con	palabras	de
afirmación	y	el	poder	de	la	Verdad?
Escribe	proverbios	16:24	en	tu	diario.	¿Cuál	sería	una	ventaja	de	usar	palabras
positivas	en	vez	de	hablar	de	muerte	y	enfermedad?
En	Isaías	55:10	aprendemos	que	la	Palabra	de	Dios,	confesada	audiblemente,	no
regresa	vacía,	sino	que	cumple	el	propósito	para	el	cual	Dios	la	envía.	Así	que
declárala	a	los	cuatro	vientos,	lo	más	alto	que	puedas,	hasta	que	los	huesos	secos
de	tu	situación	y	circunstan-cias	empiecen	a	revivir.	Posteriormente	escribe	tu
mo-tivo	de	oración	y	márcala	con	la	fecha	de	hoy	de	modo	que	puedas	rastrear	la
obra	que	Dios	está	haciendo	en	tu	vida.
DIA	8
Pensamientos	y	emociones
«y	conocerán	la	verdad,	y	la	verdad	los	hará	libres».
Juan	8:32
Cuando	las	tormentas,	circunstancias	y	situaciones	de	la	vida	nos	descontrolan	y
nos	alejan	de	nuestra	zona	de	confort,	enseguida	empezados	a	ser	guiados	por
toda	clase	de	emociones	y	pensamientos	especu-lativos.	Estos	suelen	ser	una	voz
tan	bastante	audible	y	persuasiva,	que	a	la	postre,	terminan	incitándonos	a	to-mar
malas	decisiones.	Por	lo	tanto,	nunca	deberíamos	perder	de	vista	que	las
emociones	y	los	pensamientos	no	siempre	dicen	la	verdad.
A	medida	que	avanzamos	en	esta	travesía	en	pos	de	una	vida	abundante	y	el
hallazgo	de	la	libertad,	ten	pre-sente	que	la	Palabra	de	Dios	es	la	única	brújula
confia-ble	que	puede	traernos	al	centro	de	la	verdad,	y	que	su	mensaje	es	el
instrumento	fiable	para	devolvernos	la	perspectiva	de	una	vida	llena	de	fe.
¿Alguna	vez	tomaste	decisiones	basadas	en	senti-mientos	y	asunciones	que,	ala
postre,	no	trajeron	las	mejores	consecuencias?	El	asunto	de	las	emociones
y	pensamientos	es	tan	serio,	que	incluso,	nuestra	identi-dad	y	la	forma	como	nos
vemos	a	nosotros	mismos	o	cómo	asumimos	lo	que	los	demás	dicen	de	nosotros
puede	ser	determinada	por	la	forma	como	pensamos	y	sentimos.	Debemos
recordar	siempre	y	nunca	pasar	por	alto	que	Satanás	nos	miente	continuamente
acerca	de	quiénes	somos	y	a	quién	le	pertenecemos.	Él	es	as-tuto	en	plantar
pensamientos	errados	en	nuestras	men-tes	con	el	fin	de	incitar	nuestras
emociones	y	hacernos	decir	y	hacer	cosas	que	estén	por	fuera	del	marco	de
nuestro	verdadero	valor	e	identidad.
Hoy	más	que	nunca	ten	presente	lo	que	el	Señor	dice	en	Su	palabra	acerca	de
defender	la	verdad	y	reco-nocer	las	mentiras	de	Satanás.	La	Escritura	nos	advier-
te	que	Satanás	anda	como	un	león	rugiente,	buscando	a	quien	devorar.	Sin
embargo,	saberlo	nos	ayuda	a	dis-cernir	la	forma	adecuada	de	reaccionar	a
nuestros	pen-samientos	y	emociones,	y	discernir	cuándo	es	el	ene-migo	quien
nos	está	instigando	con	sus	insinuaciones	desviadas.	La	Palabra	de	Dios	nos
advierte	a	no	ignorar	las	maquinaciones	del	enemigo,	y	nos	ilumina	el	sende-ro
hacia	una	vida	abundante	y	victoriosa.
Hoy	deseo	de	todo	corazón	que	puedas	aprender	a	refugiarte	en	la	Verdad	y	a
contrarrestar	las	mentiras	del	enemigo.	Declaro	que	la	verdad	te	hará	libre	y	que
tendrás	acceso	ilimitado	a	vida,	vida	y	más	vida	.
ORACIÓN	
Padre	celestial:
Hoy	te	entrego	mis	pensamientos	y	emociones.	Gra-cias	porque	cuando	busque
la	verdad,	la	hallaré	y	seré	libre.	Reconozco	en	total	sinceridad	y	honestidad	que
muchas	veces	le	permití	a	mis	pensamientos	y	emocio-nes	el	derecho	de	guiarme
y	conducirme	a	lugares	que	no	quería	ir.	Hoy	me	comprometo	a	dejar	que	Tu
ver-dad	me	guíe	y	me	conduzca	por	el	camino	que	lleva	a	la	realización,	aquel
que	conduce	al	propósito	y	plan	que	tienes	para	mi	vida.	En	el	poderoso	nombre
de	Je-sús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
PENSAMIENTOS	Y	EMOCIONES
Ezequiel	28:	11-19	da	cuenta	de	cómo	Satanás	pasó	de	ser	un	ángel	al	servicio
de	Dios,	a	ser	su	más	acé-rrimo	enemigo.	Es	una	interesante	lectura	que	muestra
cómo	incluso	antes	de	que	la	tierra	fuera	creada,	Sata-nás	ya	le	había	declarado
la	guerra	a	Dios.	Cuando	el	Señor	creó	la	Humanidad	en	Génesis	1,	ya	Satanás
es-taba	en	la	tierra	alistando	una	emboscada	para	destruir	al	hombre	que	había
sido	creado	a	imagen	del	Creador.	Para	leer	más	sobre	la	caída	de	Satanás
examina	el	pasa-je	de	Isaías	14:	12-15.	Te	invito	a	que	a	partir	de	hoy	ca-mines
con	Dios	y	nunca	permitas	que	Satanás	te	haga	presa	de	sus	planes	para	matarte,
inutilizarte	y	acallarte.
Jesús	nos	advierte	contra	las	artimañas	de	Satanás	en	Juan	8:	42-47.	Escribe	en
tu	diario	las	diferentes	for-mas	en	que	estos	versículos	mencionan	cómo	Satanás
intenta	hacer	tropezar	a	los	hijos	de	Dios.
Las	mentiras	de	Satanás,	bien	sean	proferidas	por	otros	o	plantadas	en	nuestras
mentes,	pueden	disuadirnos	de	caminar	en	obediencia	en	los	propósitos	de	Dios.
Pero	como	hijos	amados	del	Padre	celestial,se	nos	ha	dado	el	Espíritu	santo	y
artífice	de	la	Verdad	para	que	resida	dentro	de	cada	uno	de	nosotros(Juan
16:13).Así	que	a	fin	de	disipar	las	mentiras	de	Satanás	y	contrarrestar	sus
intentos	de	provocar	emociones	no-civas	en	nuestro	corazón,	nos	encomendamos
a	Dios	y	nos	comprometemos	genuinamente	a	atesorar	su	ver-dad.	¿Cuáles	son
las	principales	áreas	en	la	vida	en	las	que	has	tropezado	y	desfallecido?
Pídale	al	Espíritu	Santo	que	te	dirija	a	las	Escrituras	que	son	las	únicas	que
pueden	ayudarte	a	superar	el	hábito	o	tendencia	a	decaer	y	desfallecer	frente	a
es-tas	áreas.	Ten	presente	que	la	sabiduría	provista	en	la	Escritura	te	enseñan	a
actuar	con	sabiduría	y	verdad,	demo	que	no	cedas	ante	tales	situaciones.	Busca
algu-nas	escrituras	en	ambos	sentidos.
Marca	esta	página.	Mientras	avanzas	por	el	resto	de	este	devocional,	regrese
eventualmente	a	esta	página	y	escribe	algunas	otras	áreas	más	en	las	que	hayas
tro-pezado	o	activado	últimamente.	Mantén	un	registro	de	las	áreas	de	tu	vida
donde	las	mentiras	del	enemigo	frecuentemente	intenten	acorralarte	y	desviarte.
¡Cada	vez	que	agregue	algo	a	esta	lista,	ora	por	todo	lo	que	has	escrito	en	esta
página!	Levanta	un	muro	de	protección	alrededor	de	tu	corazón,	alma	y	espíritu
para	que	las	mentiras	del	enemigo	reboten	sobre	él	y	no	traspasen	a	tu	corazón.
DÍA	9
Recursos	requeridos
«Así	que	mi	Dios	les	proveerá	de	todo	lo	que	necesiten,
conforme	a	las	gloriosas	riquezas	que	tiene	en	Cristo	Jesús»	.
Filipenses	4:19
	
Esta	es	un	área	que	conozco	muy	bien,	ya	que	ser	misionero	me	requirió	dejar	un
trabajo	con	un	sueldo	envidiable	y	confiar	que	el	Señor	satisfaría	todas	mis
necesidades.
Tal	vez	estés	requiriendo	algún	tipo	de	recursos	en	este	momento	y	esa	falta	de
provisión	es	lo	que	te	ha	llevado	a	que	creer	que	la	vida	abundante	es	algo
inaccesible.	Mi	desafío	para	ti	hoy	es	que	confíes	en	esta	promesa:	«Dios
proveerá	todas	tus	necesidades	de	acuerdo	a	sus	riquezas	en	gloria».	La	pregunta
es,	¿sa-bes	exactamente	cuáles	son	tus	necesidades?
La	Biblia	dice	que	así	como	el	Señor	cuida	las	aves	del	cielo,	cuidará	también	de
nuestras	necesidades	(Mateo	6:	25-27).	Si	el	Señor	cuida	de	las	aves,	¿cuánto
más	importantes	son	para	Él	Sus	hijos?	Él	no	solo	se	ocupa	de	suplir	nuestras
necesidades	materiales,	sino	que	también	nos	prodiga	con	su	amor	(1	Juan	3:	1).
Él	es	un	Dios	extravagantemente	generoso	y	siempre	va	un	paso	más	adelante	de
nosotros.	A	Él	le	gusta	sorprendernos,	bendecirnos	y	darnos	en	abundancia,	no
solo	para	que	tengamos	lo	suficiente,	sino	también	para	que	siempre	tengamos
algo	más	para	compartir	con	el	mundo	que	nos	rodea.
Tal	vez	es	hora	de	que	entiendas	cómo	opera	el	Se-ñor.	Él	no	les	esconde	las
cosas	a	Sus	hijos,	sino	que	de-sea	darnos	todo	lo	que	anhelamos.	Sencillamente
ne-cesitamos	aprender	apropiarnos	de	nuestra	condición	de	hijos	y	recibir	de	Él.
Una	vez	que	Susie	y	yo	apren-dimos	a	posicionarnos	dignamente	como
receptores	suyos	a	nivel	personal	y	ministerial,	empezamos	a	ver	cómo	Él
proveía	continuamente	más	allá	de	nuestras	expectativas.	El	Señor	también
quiere	que	tú	hagas	lo	mismo.	Él	quiere	aprovisionarte	con	todo	aquello	que
necesitas	para	que	cumplas	con	la	misión	de	vida	que	se	te	ha	delegado.
ORACIÓN	
	Padre:
	Gracias	porque	has	prometido	satisfacer	todas	mis	necesidades	de	acuerdo	a	tus
riquezas	en	gloria.	Gracias	por	preocuparte,	incluso,	de	los	detalles	más
pequeños	de	mi	vida,	y	por	desear	proveerme	todo	lo	que	nece-sito	para	vivir
una	vida	que	te	glorifique.	Con	la	mejor	actitud	me	dispongo	a	recibir	lo	que
tienes	reservado	para	mí.	También	te	agradezco	por	todo	lo	que	tengo,	y	me
comprometo	a	buscar	primeramente	el	reino	de	Dios,	creyendo	que	todo	lo
demás	me	será	añadido.	Gracias	por	satisfacer	todas	mis	necesidades.	Hoy
recibo	tu	provisión	con	la	confianza	de	que	eres	un	buen	padre	y	cuidas	de	todas
mis	necesidades.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
LOS	RECURSOS	REQUERIDOS
	
Al	hablar	de	recursos,	¿cuáles	son	sus	necesidades?	A	continuación,	enumera	tus
necesidades	a	corto	y	lar-go	plazo	
El	apóstol	Juan	dice	que	para	recibir	de	Dios,	pri-mero	debemos	aprender	a	pedir
correctamente	para	poder	recibir.	Él	hace	referencia	a	una	forma	específica	que
se	encuentra	en	Mateo	6:33.	Escribe	el	verso	a	con-tinuación:
Cuando	las	Escrituras	dicen:	«busquen	primero	su	reino»,	lo	que	quiere	decir	es
que	necesitamos	hacer	de	Dios	nuestra	prioridad	en	la	vida,	buscándolo,	ha-
blándole,	obedeciéndolo	y	caminando	en	su	voluntad.	Un	verso	similar	a	este	lo
hallamos	en	el	Salmo	37:	4.	Escribe	el	versículo	a	continuación:
¿Cuáles	son	las	similitudes	en	estas	dos	escrituras?...	En	que	aunque	cada	una	de
estas	promesas	es	condicio-nal,	el	amor	de	Dios	es	incondicional.	También	en
que	en	cada	una	de	estas	escrituras	se	nos	pide	una	acción	de	fe	de	nuestra	parte.
Es	decir,	que	debemos	deleitar-nos	en	Él	y	convertirlo	en	nuestra	prioridad,
doblegán-donos	ante	Su	trono	con	las	manos	y	el	corazón	en	alto,y	entregándole
nuestros	planes	y	deseos,	y	adoptando	intencionalmente	Su	plena	voluntad	para
nuestras	vi-das.	Solo	así	podremos	acercarnos	confiadamente	ante	Él	para	recibir
amplia	y	generosamente	su	bendición.	¿Qué	te	impide	humillarte	ante	Dios	a	fin
de	obtener	su	favor	y	bendición?
	A	medida	que	respondas	honestamente	este	interro-gante,	obtendrás	la	sabiduría
y	destreza	para	resolver	tus	necesidades	a	corto	y	largo	plazo,	pues	la	Palabra	de
Dios	nos	provee	siempre	la	claridad	mental	para	en-frentar	los	desafíos	del	hoy	y
el	mañana.	Lee	la	oración	de	Proverbios	30:	7-9	para	mantener	tus	ojos	enfoca-
dos	en	Dios	y	la	abundante	riqueza	y	sabiduría	de	su	provisión.	Recuerde	que	Su
provisión	nunca	tarda	y	siempre	llega	a	tiempo.
	
	
	
SEGUNDA	PARTE	
EL	FOMENTO	DE	LA	VIDA
«Porque	yo	sé	muy	bien	los	planes	que	tengo	para
ustedes	—afirma	el	SEÑOR—,	planes	de	bienestar	y	no
de	calamidad,	a	fin	de	darles	un	futuro	y	una	esperanza».
(Jeremías	29:11).
DÍA	10
Facultados	para	elegir
«Porque	para	el	SEÑOR	tu	Dios	tú	eres	un	pueblo
santo;	él	te	eligió	para	que	fueras	su	posesión	exclusiva	entre
todos	los	pueblos	de	la	tierra».
Deuteronomio	7:6
	Saber	que	somos	Su	pueblo	elegido	(y	que	primero	Dios	nos	eligió	a	nosotros)
es	clave	para	comprender	que	tenemos	libre	albedrío	para	elegir	y	tomar
decisiones.	A	través	de	su	muerte	en	la	cruz	y	su	resurrec-ción,	Jesucristo	le
devolvió	a	la	Humanidad	su	poder.	Y	el	mecanismo	como	lo	hizo	fue
perdonando	nues-tros	pecados	y	otorgándonos	la	vida	eterna,	tanto	en	la	tierra
como	en	el	cielo.
La	Palabra	de	Dios	y	el	poder	de	Su	Espíritu	Santo	nos	capacitan	para	tomar
decisiones	que	honren	al	Padre,	a	causa	de	Su	gran	amor	por	nosotros.	De	modo
que	es	Su	amor	el	que	nos	habilita	para	tomar	decisiones	correctas	y	vivir	de	tal
modo	que	lo	honremos	a	Él	en	cada	etapa	del	camino.
Quizás	aunque	deseas	tomar	mejores	decisiones,	te	encuentres	en	un	estado	de
desesperación	y	ansiedad	a	causa	de	las	malas	decisiones	que	tomaste	en	el
pasado.	Hoy,	sin	embargo,	es	el	día	propicio	para	recordar	que	Jesús	te	ha	dado
el	poder	para	elegir,	en	virtud	de	que	Él	primero	te	eligió	a	ti,	no	por	tus	obras,
sino	por	Su	gran	amor.
Te	invito	que	pienses	en	una	situación	o	circuns-tancia	en	la	que	te	encuentras
ahora	misma.	Luego	recuerda	que	Dios	te	dio	la	autoridad	para	elegir	la	forma
en	que	percibe	la	situación	y	también	para	cambiar	tu	perspectiva	sobre	esa
situación	en	particular,	ya	que	fuiste	facultado	para	decidir	cómo	responder	y
reaccionar	ante	esta	difícil	situación.	Dicha	facultad	de	poder	elegir,	significa
que	ya	no	somos	guiados	por	nuestros	pensamientos,	sentimientos	y	emociones,
sino	por	me-dio	del	poder	del	Espíritu	Santo	y	la	verdad	consignada	en	Su
Palabra.
ORACIÓN	
Señor	Jesús:
Gracias	por	elegirnos	primero	y	escoger	renunciar	temporalmente	a	Tu	reino
celestial	para	venir	a	la	tie-rra	a	salvarnos	de	nuestros	pecados.	Elegiste	morir	en
la	cruz	para	redimir	nuestros	pecados	y	para	que	tenga-mos	vida	eterna.	Gracias
porque	en	la	cruz	del	Calvario	nos	devolviste	el	poder	de	tomar	decisiones
sabias.
Hoy	uso	esa	autoridad	delegada	para	entregarme	a	ti,	y	determino	y	decreto	mi
deseo	tomar	decisiones	saludables	y	positivas	que	te	honren,	pues	te	amo	por
todo	lo	que	hiciste	por	mí.
Perdóname	por	las	decisiones	que	tomé	en	el	pasado	y	que	no	te	incluyeron	o
involucraron.	Hoy	me	comprometo	a	ponerte	en	el	centro	de	todas	las	deci-
siones	futuras	en	razón	de	tu	gran	a	mor	por	mí.	En	el	poderoso	nombre	de	Jesús.
Amén.
	
	
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
FACULTADOS	PARA	ELEGIR
	
La	primera	y	más	grande	elección	en	nuestro	cami-nar	espiritual	es	recibir	a
Jesucristo	como	Señor	y	Sal-vador.	¿Ya	hiciste	esta	elección?	La	Biblia	dice	que
se-guimos	a	Cristo	o	seguimos	a	Satanás.	No	hay	término	medio.	Así	que	escoge
a	quién	vas	a	servir	de	ahora	en	adelante.
En	Deuteronomio	31:	19-20,	Moisés	les	dice	a	los	israelitas:	«Ahora	escojan	la
vida	para	que	tanto	us-tedes	como	sus	hijos	puedan	vivir	y	puedan	amar	al	Señor
su	Dios,	escuchar	su	voz	y	aferrarse	a	él.	Porque	el	Señor	es	tu	vida».	Tanto	en	el
Antiguo	como	en	el	Nuevo	Testamento,	vemos	que	la	clave	de	vida	abun-dante
está	en	elegir	al	Señor	por	sobre	todas	las	cosas.	En	este	versículo,	vemos	que
una	parte	de	esa	elección	incluye	escuchar	su	voz.	¿Has	programado	tu	espíritu
para	identificar	la	voz	del	Señor	cuando	te	habla,	se	te	insinúa	o	se	te	revela?	Si
aún	no	lo	has	hecho,	pídele	que	abra	tus	ojos	y	oídos	espirituales	para	que
puedas	verlo	y	escucharlo	claramente.
Lee	Juan	8:47.	Si	ya	perteneces	a	Dios,	¿qué	debes	hacer?
Aprender	a	discernir	la	voz	de	Dios	constantemen-te	parece	algo	imposible	para
los	nuevos	creyentes.	No	obstante,	en	el	libro	de	Jeremías	29:	13-14,	el	Señor
declara:	«Me	buscarán	y	me	encontrarán	cuando	me	busquen	de	todo	corazón.
Me	dejaré	encontrar	—afir-ma	el	SEÑOR».	Buscar	algo	requiere	esfuerzo,
inves-tigación,	estudio,	curiosidad,	persistencia.	El	buscar	a	Dios,	a	menudo
exige	hacer	un	esfuerzo	y	leer	las	Es-crituras,	orar,	hacerle	preguntas	y	esperar
una	respues-ta.	Así	que	no	te	rindas.	Él	promete	revelarse.
Una	de	las	formas	en	que	aprendemos	a	discernir	la	voz	de	Dios	es	caminando
en	obediencia	a	través	de	Su	Palabra.	Es	decir,	no	cumpliendo	ciertas	reglas	o
por	nuestros	propios	méritos	personales,	sino	creyendo	que	Sus	caminos	son
mucho	mejores	y	abundantes	para	nosotros	y	para	quienes	nos	rodean.	Lee	1
Juan	5:	2-5.	Escribe	en	un	diario	las	palabras	y	aspectos	de	este	texto	que	te
alientan	a	caminar	con	Dios	en	obediencia.	Escribe	una	oración,	buscando	la
ayuda	del	Espíritu	Santo	para	llevar	una	vida	de	obediencia.
DÍA	11
Pastos	verdes
«El	SEÑOR	es	mi	pastor,	nada	me	falta;	en	verdes	pastos
me	hace	descansar.	Junto	a	tranquilas	aguas	me	conduce;	me
infunde	nuevas	fuerzas.	Me	guía	por	sendas	de	justicia	por	amor	a	su	nombre».
Salmos	23:1-3
El	Señor	tiene	el	firme	propósito	de	restaurar	nues-tras	vidas.	En	la	promesa
bíblica	para	hoy	aprende-mos	que	Dios	nos	recuesta	en	pastos	delicados	y	nos
pastorea	junto	a	aguas	de	reposo.	Tal	vez	te	preguntes:	«¿Por	qué	el	Señor	nos
recuesta	en	pastos	verdes?».
Dios	conoce	nuestra	tendencia	a	ocuparnos,	dis-traernos	y	a	dedicarnos	tanto	a
nuestras	cosas	que	a	menudo	nos	olvidamos	de	Él.	Por	eso	constantemen-te	nos
lleva	a	descansar	a	sus	pastos	de	reposo	para	reenfocarnos	y	conectarnos	con	Él.
Acceder	a	una	vida	abundante	implica	dejar	nuestros	afanes	cotidia-nos,
abandonarnos	en	los	pastos	de	reposo	que	habla	la	Escritura	y	enfocarnos
exclusivamente	en	Jesús.	En	otras	palabras,	«estar	quietos	y	conocer	que	Él	es
Dios».
Dichos	pastos	verdes	son	una	especie	de	campo	de	entrenamiento	donde
aprendemos	a	tener	intimidad	con	el	Padre	celestial,	y	donde	somos	liberados	de
los	afanes	de	la	vida	y	recibimos	de	Su	mano	todo	lo	que	Él	tiene	para	nosotros.
Tal	vez	durante	mucho	tiempo	has	tratado	sin	éxito	acceder	a	este	lugar	de	paz	y
comu-nión	con	el	Padre	celestial	y	disfrutar	de	la	quietud	en	Su	compañía	y
conocerle	profundamente.	Pues	bien,	hoy	Él	te	invita	a	sus	pastos	verdes;	hoy	Él
remueve	cualquier	distracción	en	tu	vida	y	te	insta	a	que	lo	si-gas,	pues	desea
hablar	a	tu	corazón,	inyectarte	la	vida	abundante	y	darte	sentido	de	dirección	y
propósito.
ORACIÓN	
Señor	Dios:
Gracias	por	apacentarnos	en	tus	pastos	de	reposo.	Confieso	que	esto	no	siempre
ha	sido	fácil	o	natural	para	mí,	sobre	todo,	por	las	muchas	ocupaciones	que	hay	a
mi	alrededor.	Hoy,	sin	embargo,	decido	apartar	un	espacio	para	acostarme	a	tu
lado	en	tus	pastos	de	reposo,	escuchar	tu	voz	y	descansar	en	tu	presencia.	Es
bueno	dejar	de	hacer	para	sencillamente	ser	.	Hoy	elijo	hacer	una	pausa	para
respirar	hondo	y	empezar	de	nue-vo	a	tu	lado.	Condúceme	a	tus	aguas	de	reposo,
Señor,	y	restaura	mi	alma.	En	el	poderoso	nombre	de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
PASTOS	VERDES
En	1	Reyes	19,	encontramos	a	Elías,	el	profeta	de	Dios,	huyendo	atemorizado
para	salvar	su	vida.	En	el	versículo	4,	él	dice:	«Ya	tuve	suficiente,	Señor.	Toma
mi	vida.»	Entonces	Elíasse	recuesta	y	se	duerme.	¿Cuál	fue	la	respuesta	del
Señor?	Trajo	la	promesa	del	Salmo	23	sobre	Elías.	Lee	el	relato	en	1	Reyes	19:
1-9,	y	especifica	¿cómo	ministró	el	Señor	a	Elías?
Sobre	el	relato	de	Elías,	ten	presente	que	fue	el	Señor	quien	hizo	que	Elías
descansara	para	que	pudiera	ser	res-taurado.	¿Ha	habido	momentos	en	tu	vida
donde	supiste	que	fue	Dios	quien	causó	dichas	circunstancias	para	que	pudieras
descansar	y	ser	restaurado?	Explícalos.
En	el	versículo	rema	para	hoy,	las	primeras	palabras	son:	«El	Señor	es	mi
pastor».	Haz	una	lista	de	las	cosas	que	hace	un	pastor	mientras	vigila	su	rebaño
de	ovejas.	Usa	un	navegador	de	Internet	si	es	necesario	para	investigar	cuantas
responsabilidades	te	sean	posible	sobre	cómo	un	pastor	atiende	a	su	rebaño.
Después	de	meditar	en	la	lista	anterior,	¿te	queda	más	claro	la	forma	en	que	el
Señor	es	tu	pastor	y	cómo	te	cuida?	Anota	todo	lo	que	has	aprendido	a	través	de
este	ejercicio.
Aparta	un	tiempo	y	sal	al	aire	libre	y	túmbate,	lite-ralmente,	en	el	césped,	libre
de	artefactos	electrónicos	o	alguna	otra	distracción.	Usa	tu	imaginación	para	ver
al	Señor	sentado	a	tu	lado,	atendiendo	tus	temores,	tus	desilusiones,	tus
inseguridades,	tus	carencias	y	vacíos	emocionales.	Mientras	te	sientas	a	Su	lado,
permítele	entrar	en	las	partes	más	íntimas	de	tu	ser	para	que	pue-da	aplicar	a	tusa
heridas	Su	bálsamo	sanador	de	amor	y	ternura.	De	esta	forma,	Él	estará
restaurando	tu	alma.
DÍA	12
Atrévete	a	salir
En	seguida	Jesús	hizo	que	los	discípulos	subieran	a	la	barca	y	se	le	adelantaran
al	otro	lado	mientras	él	despedía	a	la	multitud.
Después	de	despedir	a	la	gente,	subió	a	la	montaña	para	orar	a	solas.	Al
anochecer,	estaba	allí	él	solo,	y	la	barca	ya	estaba	bastan		te	lejos	de	la	tierra,
zarandeada	por	las	olas,	porque	el	viento	le	era	contrario.
«En	la	madrugada,	Jesús	se	acercó	a	ellos	caminando	sobre	el	lago.	Cuando	los
discípulos	lo	vieron	caminando	sobre	el	agua,
quedaron	aterrados.
—¡Es	un	fantasma!	—gritaron	de	miedo.
Pero	Jesús	les	dijo	en	seguida:
—¡Cálmense!	Soy	yo.	No	tengan	miedo.
—Señor,	si	eres	tú	—respondió	Pedro—,	mándame	que	vaya	a	ti	sobre	el	agua.
—Ven	—dijo	Jesús.
Pedro	bajó	de	la	barca	y	caminó	sobre	el	agua	en	dirección	a	Jesús.	Pero,	al
sentir	el	viento	fuerte,	tuvo	miedo	y	comenzó	a
hundirse.	Entonces	gritó:
—¡Señor,	sálvame!
En	seguida	Jesús	le	tendió	la	mano	y,	sujetándolo,	lo	reprendió:
—¡Hombre	de	poca	fe!	¿Por	qué	dudaste?
Cuando	subieron	a	la	barca,	se	calmó	el	viento.	Y	los	que
estaban	en	la	barca	lo	adoraron	diciendo:
—Verdaderamente	tú	eres	el	Hijo	de	Dios».
Mateo	14:22-33
Cuando	los	discípulos	se	hallaron	en	medio	de	la	tormenta,	el	Señor	no	los
abandonó	a	su	suerte,	sino	que	los	llamó	a	salir	al	agua	a	enfrentar	la	tormenta
junto	a	Él.	En	otras	palabras,	los	desafió	a	salir	de	su	zona	de	confort	y	caminar
con	Él.
Hoy	también	el	Señor	nos	reta	a	atrevernos	a	salir	de	nuestra	comodidad	y
asumir	riesgos	en	su	nombre.	Pero	recuerda	que	dejar	nuestra	comodidad	y
desafiar	las	circunstancias,	implican	acción	e	incomodidad.	¿Cómo	así?	Por
ilógico	que	parezca,	la	falsa	comodidad	puede	convertirse	en	una	trampa	y	en	un
lecho	de	muerte	para	nuestros	sueños.	Así	que	lo	más	sabio	es	tomar	medidas	a
tiempo	y	salir	con	la	firme	resolución	de	que	estamos	moviéndonos	en	fe	hacia
los	planes	y	propósitos	que	el	Señor	tiene	para	nosotros.	A	menudo	la	vida
abundante	se	empieza	a	hacer	evidente	cuando	decidimos	salir	de	nuestra
burbuja	de	comodidad	y	entramos	al	agua	con	Jesús.
Realmente	aquí	es	donde	empieza	la	mejor	parte.	Cuando	nos	atrevemos	a	salir
de	nuestra	zona	de	confort	y	nos	arrojamos	al	agua	con	Jesús,	él	nos	promete
condu-cirnos	a	tierra	firme.	Así	que	aprendamos	como	Pedro,	que	al	atreverse	a
salir	de	la	barca	en	pos	de	Jesús,	encon-tró	seguridad	porque	se	aferró	de	Su
mano.	Y	cuando	su	mirada	se	apartó	momentáneamente	de	Jesús,	gritó	a	viva
voz:	¡Señor,	sálvame!	Como	leímos	en	el	pasaje,	el	Señor	inmediatamente	lo
sujetó	y	lo	salvó,	llevando	al	apóstol	a	tierra	firme.
Él	quiere	hacer	lo	mismo	por	ti	hoy,	y	te	desafía	a	salir	de	tu	zona	de	confort,	y
de	cualquier	situación	y	circunstancia	por	difícil	que	sea,	y	que	te	atrevas	a	poner
tus	pies	sobre	las	turbulentas	aguas	mientras	te	aferras	de	Su	mano	poderosa.
Recuerda	que	Él	promete	llevar-te	a	tierra	firme	si	solo	te	llenas	de	valor	y	te
atreves	a	seguir	sus	pasos	sobre	las	aguas	de	las	dificultades.
ORACIÓN	
Querido	Padre:
Admito	que	aunque	me	siento	cómodo	donde	estoy,	deseo	recibir	la	vida
abundante	y	plena	que	tienes	para	mí;	quiero	aprender	en	qué	consiste	correr
riesgos	y	atreverse	a	salir.	Gracias	por	las	lecciones	aprendidas	en	el	texto	clave
del	día	de	hoy,	y	que	habla	cuando	Peter	te	reconoció	en	medio	de	la	tormenta	y,
aun	así,	se	atrevió	a	salir	a	las	aguas	contigo.	Hoy	te	rindo	mi	vida,	te	entrego	mi
voluntad,	derechos	y	deseos.	También	decido	dar	el	primer	paso	y	caminar	en	el
agua	contigo,	confiado	en	que	me	llevarás	a	salvo	a	tierra	firme.	Confío	en	que
me	guiarás	de	tu	mano	a	los	planes	y	propósitos	que	tiene	para	mí.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
	ATRÉVETE	A	SALIR
	
El	Señor	constantemente	nos	llama	a	salir	de	nues-tra	zona	de	confort	para	que
podamos	experimentar	el	ensanchamiento	y	fortalecimiento	de	nuestra	fe	y	re-
cursos.	Pídele	que	abra	tus	ojos,	oídos	y	fortalezca	tu	espíritu	para	que	puedas
tener	el	valor	de	salir	y	la	fe	para	«caminar	sobre	las	aguas»	con	Él.
	Las	Escrituras	nos	ayudan	a	entender	cómo	otros	pudieron	arriesgarse	y
abandonaron	su	zona	de	con-fort	y	siguieron	al	Señor.	La	lectura	y	meditación	de
los	siguientes	pasajes	te	ayudarán	a	alcanzar	este	mismo	propósito:
Lee	Génesis	12:	1:	¿Qué	le	pidió	el	Señor	a	Abram	que	hiciera?
Génesis	12:	2-3:	¿Qué	le	prometió	el	Señor	a	Abra-ham	como	recompensa	a	su
obediencia?
Éxodo	3:10:	¿Cuál	fue	el	plan	y	el	propósito	de	Dios	para	Moisés?
Éxodo	4:13:	¿Cuál	fue	la	respuesta	inicial	de	Moisés?
Éxodo	6:	4:	¿A	dónde	iba	a	enviar	Dios	a	Moisés	y	a	los	israelitas?
Éxodo	34:	10-12:	¿Cómo	honró	Dios	la	obediencia	de	Moisés?
Mateo	4:19:	Cuando	Jesús	llamó	a	Pedro	a	través	de	la	expresión:	«Ven,
sígueme»,	¿qué	le	prometió	a	Pedro	que	sería	su	nuevo	papel	en	la	vida?	¿Qué
quiso	decir	Jesús	con	esto?
Hechos	2:	14-21:	¿Cómo	muestran	estos	versículos	que	se	cumplió	la	promesa
hecha	a	Pedro	en	Mateo	4:19?
Al	leer	los	relatos	de	Abraham,	Moisés	y	Pedro,	¿De	qué	forma	se	te	inspira	a
dar	un	salto	de	fe	y	permitir	que	se	ensanche	tu	fe?	¿Te	ha	pedido	el	Señor	que
sal-gas	de	tu	zona	de	confort	para	seguirlo,	pero	te	sientes	bloqueado	por	el
temor	al	fracaso	o	ser	rechazo?
DÍA	13
	Cultivando	el	valor
	«Así	que	¡ánimo,	señores!	Confío	en	Dios	que
sucederá	tal	y	como	se	me	dijo».		
Hechos	27:25
	Los	tiempos	actuales	es	donde	más	se	requiere	que	los	cristianos	escuchen	la
voz	de	Dios,	y	se	paren	en	la	brecha	con	valor	y	ánimo,	creyendo	firmemente
que	Él	transformará	todo	a	nuestro	favor,	tal	cual	nos	ha	pro-metido.	Pero
cultivar	este	tipo	de	valor	es	una	discipli-na	que	conlleva	tiempo.	A	medida	que
nos	arriesgamos	a	salir	de	nuestra	comodidad,	nuestro	sentido	de	valor	crece,	se
desarrolla	y	florece.
Muchos	de	nosotros	no	somos	genuinamente	dotados	en	el	área	del	valor	porque
no	hemos	aprendido	a	confiar	en	el	Señor	de	todo	corazón.	Pero	cuando	con-
fiamos	en	que	Él	hará	todo	lo	que	dijo	que	iba	a	hacer,	nos	arriesgamos	a
pararnos	firmes	en	su	promesa,	aun	cuando	parezca	que	enfrentamos	lo
imposible.	Pararse	firme	con	la	convicción	de	que	las	cosas	sucederán	de	manera
diferente	a	como	se	ven	inicialmente,	acelera	las	oportunidades	de	ver	resultados
sobrenaturales.
Vez	tras	vez	las	Escrituras	nos	muestras	que	cuando	las	personas	se	atrevieron	a
creer	y	pusieron	su	valor	y	confianza	en	el	Señor,	Él	los	libró	en	cada	situación.
Hoy	Él	también	quiere	librarte	y	mostrarte	cosas	asom-brosas.	Él	desea
ardientemente	que	te	pares	firmes	con	valor	y	creas	que	Él	hará	por	ti	lo	que	te
ha	prometido	en	Su	palabra.
Tal	vez	en	este	momento	te	halles	en	medio	de	una	situación	o	circunstanciaque
parece	imposible	de	ven-cer,	y	sientas	que	estás	atrapado	y	sin	poder	moverte.
Un	requisito	esencial	para	acceder	a	la	vida	abundante	es	aprender	creer	en	el
Señor	y	tener	la	fortaleza	para	vislumbrar	que	las	cosas	pueden	cambiar	a	tu
favor.	El	Señor	es	el	Dios	de	lo	imposible,	y	puede	cambiar	los	vientos	a	tu
favor,	cuando	depositas	tu	fe	y	confianza	en	Él.
ORACIÓN	
Señor:
Gracias	por	desafiarme	a	crecer	en	valor,	y	alentarme	a	poner	mi	fe	y	confianza
plenamente	en	ti.	Dame	la	fortaleza	para	salir	en	Tu	nombre	y	hacer	las	cosas
más	increíbles.	Gracias	por	derramar	tu	Espíritu	Santo	sobre	y	dentro	de	mí,	y
por	hacerme	un	embajador	de	Cristo,	de	modo	que	pueda	hacer	hazañas,	incluso,
más		grandes	que	las	que	el	Señor	Jesucristo	hizo.	Este	es	mi	gran	estímulo.	Hoy
recibo	la	fuerza	sobrenatural	que	proviene	del	Trono	de	la	gracia,	y	me
comprometo	a	activar	este	poder	con	fe	y	ver	lo	imposible	suceder,	así	parezca
algo	inalcanzable.	En	el	poderoso	nombre	de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
CULTIVANDO	EL	VALOR
Caminar	en	obediencia	a	Cristo,	no	solo	implica	salir	de	nuestra	zona	de	confort
y	tomar	riesgos;	significa	tener	el	valor	de	dar	el	primer	paso.	Recuerda:	cuando
Dios	nos	hace	una	promesa,	nos	asegura	con	ella	su	cumplimiento.	Para
confirmar	esta	declaración,	lee	Hechos	27:25	y	escribe	el	versículo	a
continuación:
Cuando	Dios	nos	creó,	sabía	que	constantemente	enfren-taríamos	temores	en
nuestras	vidas.	Por	eso	a	menudo	en	Su	Palabra	nos	dice:	«No	temas»,	o	nos
anima	a	«ser	valientes».	El	valor	es	lo	opuesto	al	temor.	¿A	qué	situación	te	has
enfren-tado	donde	hayas	sentido	que	el	temor	te	paralizó,	y	necesitas-te	esfuerzo
y	valor	para	levantarte?
A	continuación	completa	los	espacios	en	blanco	en	rela-ción	a	tu	respuesta
anterior.
Señor,			hoy				traigo			ante				ti				esta				situación		
de___________________________.	Aunque	la	manera	de	solucionar	esto
parece	imposible,	hoy	declaro,	Señor,	que	abordaré	esta	situación	una	vez	más,
pero	ahora	con	un	nuevo	nivel	de	valor	y	fortaleza.	Dame	la	sabiduría	y
determinación	para	__________________________________.	De	bido	a	que
ahora	puedo	abordar	esta	situación	con	un	nuevo	nivel	de	fe	y	valentía,	sé	que
veré	que	esta	circunstancia	cam-biará	a	mi	favor.	En	el	poderoso	nombre	de
Jesús.	Amén.
La	fe	y	el	valor	van	de	la	mano.	¿Qué	dicen	las	Escri-turas	en	Mateo	17:20	que
puedo	hacer	si	tengo	una	fe	tan	pequeña	como	una	semilla	de	mostaza?
En	respuesta	a	la	pregunta	anterior,	haz	la	siguiente	oración:
Señor,	aumenta	mi	fe.	Ayúdame	a	creer	en	ti	y	en	tus	poderosas	obras.	Alinea	mi
fe	y	valor,	Señor,	a	fin	de	ser	fortalecido	e	inspirado	a	creer	que	siempre	cumples
lo	que	has	prometido.	Ayuda	a	mi	incredulidad.	Descanso	al	saber	que	obrarás
para	bien	en	esta	situación	que	me	ha	bloqueado	y	estancado.	Infúndeme	tu
aliento	para	proseguir	adelante,	confiando	en	que	Tú	vas	delante	de	mí
abriéndome	el	camino,	y	que	también	vas	detrás	cu-briéndome	la	espalda.
	
DÍA	14
Descubre	tu	voz	propia
Les	dijo:	«Vayan	por	todo	el	mundo	y	anuncien	las	buenas
nuevas	a	toda	criatura.	El	que	crea	y	sea	bautizado	será	salvo,
pero	el	que	no	crea	será	condenado.	Estas	señales	acompañarán
a	los	que	crean:	en	mi	nombre	expulsarán	demonios;	hablarán	en
nuevas	lenguas;	tomarán	en	sus	manos	serpientes;	y,	cuando
beban	algo	venenoso,	no	les	hará	daño	alguno;	pondrán	las
manos	sobre	los	enfermos,	y	estos	recobrarán	la	salud».
Marcos	16:15-18
Si	hay	alguien	que	pueda	alentarte	sobre	cómo	apren-der	a	redescubrir	su	propio
tono	de	voz,	ese	soy	yo.	No	se	imaginan	las	penurias	que	he	tenido	que	pasar
has-ta	lograr	finalmente	descubrir	el	lugar	que	Dios	tenía	para	mi	en	la	vida.
Incluso	este	libro	es	un	testimonio	de	cómo	el	poder	sobrenatural	de	Dios	toma	a
alguien	que	se	siente	completamente	inadecuado	y	que	no	se	siente	lo
suficientemente	conforme	consigo	mismo	y	que	cree	que	no	tiene	nada	bueno
para	dar	y	lo	cambia	por	completo.
Ya	mencioné	anteriormente	la	importancia	de	comprender	nuestra	identidad	en
Cristo	y	reconocer	las	mentiras	de	Satanás.	Pero	hay	mucho	más.	Una	vez	que
hemos	descubierto	nuestra	identidad	en	Dios,	y	que	Su	verdad	comienza	a
saturarnos	interiormente	hasta	convertirse	en	parte	esencial	de	nuestro	ADN
espiritual,	experimentamos	la	apertura	de	nuestras	cuerdas	vocales	y	aprendemos
a	reconocer	un	nuevo	timbre	en	nuestra	voz:	me	refiero	al	sonido	distintivo	de
nuestra	voz	dada	por	Dios,	la	cual	ha	sido	afinada	por	la	autoridad	que	nos	llega
a	través	del	Espíritu	Santo.
La	Escritura	nos	recuerda	que	estamos	llamados	a	ir	por	todo	el	mundo	y
predicar	las	buenas	nuevas.	Pero	predicar	el	evangelio	eficazmente,	implica,
literalmente,	compartir	el	mensaje	de	las	buenas	nuevas	con	los	demás,	desde
nuestro	propio	tono	de	voz	y	experiencia	personal.	Para	ser	cristianos	eficaces,
es	fundamental	que	encontremos	nuestra	propia	voz	y	que	compar-tamos	nuestro
testimonio	con	los	demás.	Cuanto	más	compartimos,	menos	lugar	le	damos	a	las
mentiras	del	enemigo.	Usar	nuestra	propia	voz	y	experiencia	de	vida	nos	ayuda	a
mantenernos	firmes	en	nuestra	identidad	como	hijos	de	Dios.
He	tenido	la	oportunidad	de	ministrar	a	muchas	personas	que	se	sentían
inadecuadas	y	sin	voz.	Y	es	sorprendente	ver	cómo	mientras	eran	liberadas	de	la
esclavitud	del	enemigo,	éste	trataba	por	todos	los	medios	de	usurparle	su	voz.
Tal	vez	hoy	te	sientas	como	uno	de	estas	personas.	Sin	embargo,	te	digo	que	hoy
es	el	día	de	encontrar	tu	propia	voz.	Hoy	declaro	sobre	ti	que	tu	voz	es	libre	en	el
poderoso	nombre	de	Jesús.
ORACIÓN		
Padre	Dios:
Gracias	por	darme	la	singularidad	de	mi	voz	y	por	permitirme	utilizarla	para	ir
por	todo	el	mundo	a	predicar	las	Buenas	Nuevas	a	toda	criatura.	Como	he
aprendido	sobre	la	importancia	de	cultivar	valor	y	confian-za,	te	pido
ardientemente	que	pongas	tus	dedos	en	mi	pulso	sanguíneo	y	afines	mi	voz.
Habla	directamente	a	mi	identidad	y	corazón,	y	revélame	cuán	poderoso	o
poderosa	me	has	hecho	a	tu	imagen,	y	hazme	entender	que	has	llamado	a	llevar
el	evangelio	a	los	confines	de	la	tierra.	Hoy	me	comprometo	a	encontrar	mi
propio	tono	de	voz,	a	abrir	mi	boca	y	liberar	el	potencial	que	has	puesto	dentro
de	mí.	Como	ahora	sé	que	mis	pa-labras	provienen	de	ti,	declaro	que	éstas	serán
de	ben-dición	y	provecho	para	todos	los	que	me	rodean.	En	el	poderoso	nombre
de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
DESCUBRE	TU	VOZ	PROPIA
	
Encontrar	la	voz	propia	radica,	en	gran	medida,	en	identificar	las	cosas	que
hemos	aprendido	y	qué	cosas	creemos.	En	ese	orden	de	ideas,	la	Biblia	dice	que
debe-mos	usar	nuestra	voz	para	enseñar,	predicar,	profetizar,	declarar	y
compartir	nuestro	conocimiento	sobre	Dios	con	el	mundo.	¿La	idea	de	usar	tu
voz	de	esta	manera	te	causa	algún	temor?	Lee	el	Salmo	81:10.	¿Qué	dice	el
Señor	que	hará	cuando	abramos	nuestra	boca	para	hablar	sobre	Él?
Detengámonos	una	vez	más	en	este	asunto	y	tratemos	de	encontrar	esta	misma
promesa	en	las	Escrituras,	aplicada	ahora	a	uno	de	los	líderes	elegidos	de	Dios.
Revisa	Éxodo	4:12.	¿Qué	dice	el	Señor	que	hará	cuando	abramos	nuestra	boca
para	hablar	por	Él?
Encontrar	nuestro	propio	tono	de	voz	requiere	de	una	búsqueda	constante.	Y	no
hay	mejor	lugar	para	buscar	que	las	Escrituras.	Así	que	pregunto	una	vez	más.
¿Qué	dice	el	Señor	que	hará	cuando	abramos	nuestra	boca	para	hablar	en	Su
nombre,	en	Lucas	12:	11-12?
En	Lucas	12:12	¿Qué	te	enseñará	el	Espíritu	Santo	que	debes	decir?
Cuando	sabes	que	Dios	te	mandado	a	compartir	tu	historia	con	toda	honestidad,
debes	planificar	y	preparar	lo	que	vas	a	decir.	No	porque	el	Espíritu	Santo
requiera	tu	ayuda,	sino	porque	así	podrás	administrar	mejor	las	oportunidades
que	Dios	te	da	para	compartir	el	evangelio.	Sin	embargo,	cuando	hables	en
nombre	del	Señor,	haz	a	un	lado	tus	pensamientos,	esquemas	y	planes,	y	permite
que	sea	el	Espíritu	Santo	quien	ha-ble	a	través	de	ti.	Tus	planes,	por	mejor
preparados	que	estén,	a	la	larga	no	sirven	de	nada,	a	menos	que	estén	bajo	el
influjo	del	poder	y	autoridad	del	Espíritu	Santo.	El	motivo	por	el	que	Diospermite	que	encontramos	nuestra	voz	es	para	que	la	pongamos	al	servicio	del	Es-
píritu	Santo,	a	fin	de	que	Él	pueda	hablar	y	moverse	a	través	de	nosotros.
Recuerda	que	todo	lo	que	hacemos	tiene	un	propósito.	Ese	propósito	se	explica
en	1	Pedro	2:12.	¿De	qué	se	trata?
	
DÍA	15
Lugares	celestiales
«Y	en	unión	con	Cristo	Jesús,	Dios	nos	resucitó	y	nos
	hizo	sentar	con	él	en	las	regiones	celestiales…	».
Efesios	2:6
	
Nuestra	posición	y	actitud	ante	Cristo	y	el	mundo	son	claves	en	el	proceso	de
acceder	a	una	vida	abun-dante	y	plena.
Cuando	comprendemos	que	Dios	nos	ha	sentado	juntamente	con	Cristo	Jesús	en
lugares	celestiales,	le-vantamos	la	cabeza	y	caminamos	erguidos,	pues	somos
conscientes	de	quiénes	somos	y	a	quién	representa-mos.	Puede	que	solo	seamos
seres	comunes	y	corrien-tes,	pero,	aun	así,	tenemos	un	llamamiento	celestial	en
nuestras	vidas,	lo	que	incluye	el	enorme	privilegio	de	morar	con	el	Rey	de	Reyes
y	el	Señor	de	Señores	en	lugares	celestiales.
En	relación	con	esto,	la	oración	del	Señor	hecha	en	el	evangelio	de	Mateo	6,
Jesús	declara:	«venga	tu	reino,	hágase	tu	voluntad,	así	en	la	tierra	como	en	el
cielo».	Esto	significa	que	nuestra	prioridad	debe	ser	siempre	los	entornos	del
reino	de	los	cielos.	Es	decir,	que	debemos	esforzarnos	por	traer	el	el	reino	de	los
cielos	a	la	tierra	y	visibilizarlo	a	donde	quiera	que	vayamos.
Susie	y	yo	hemos	atestiguado	una	y	otra	vez	esta	glo-riosa	verdad	a	través	de
nuestro	trabajo	misionero	en	Colombia,	en	razón	de	que	entendemos	que	nuestra
identidad	y	nuestro	llamado	es	sentarnos	con	Cristo	en	lugares	celestiales	y	ser
simplemente	un	vehículo	para	traer	el	cielo	a	la	tierra,	no	en	nuestra	propias
fuerzas	o	méritos,	sino	en	la	fuerza	que	Jesús	nos	da.
Hoy	el	Señor	quiere	recordarte	que	Él	te	ha	llamado	a	sentarte	con	Cristo	Jesús
en	lugares	celestiales.	Así	que	mírate	de	pies	a	cabeza	y	respóndete	lo	siguiente:
Cuando	la	gente	se	te	acerca	y	te	habla,	¿identifican	fá-cilmente	por	tu
comportamiento,	forma	de	hablar	y	tu	fe	en	Jesús	que	estás	cumpliendo	con	tu
llamado	de	habitar	en	a	lugares	celestiales?
¿Quisieras	tener	la	habilidad	y	disposición	de	poder	animar	a	otros	a	ascender	a
un	lugar	más	alto	en	la	vida?	Recuerda	que	la	única	forma	de	lograrlo	es
inspirando	con	el	ejemplo.	Así	que	acepta	hoy	la	invitación	que	el	Señor	te	hace
de	apropiarte	de	tu	llamado	de	sentarte	con	Él	en	lugares	celestiales.
Hoy	puedes	cambiar	tu	perspectiva	de	vida	y	empezar	a	ver	el	mundo	desde	un
ángulo	y	punto	de	vista	diferente.	Hoy	Dios	te	anima	a	resetear	tus	prioridades	a
fin	de	que	puedas	realinearte	con	tu	llamado	y	posi-ción	en	los	lugares
celestiales	y	puedas	ser	más	efectivo	en	tu	deseo	de	ganar	a	otros	para	Cristo.
Eres	un	embajador	de	Cristo,	y	como	tal,	eres	más	que	vencedor	a	causa	de	que
fuiste	llamado	a	morar	con	Cristo	Jesús	en	los	lugares	celestiales.
ORACIÓN	
Señor:
Gracias	porque	tu	Palabra	afirma	que	Dios	me	levantó	con	Cristo	y	me	sentó	con
Él	en	lugares	celestiales.	En	este	momento,	en	el	poderoso	nombre	de	Jesús,
vengo	ante	tu	trono	y	te	rindo	humildemente	mi	vida	y	ocupo	el	lugar	que	me
corresponde	con	Cristo	en	los	lugares	celestiales.	Gracias	por	este	enorme
privilegio.	Determino	cambiar	mi	perspectiva	desde	hoy	y	hacer	las	cosas	de
manera	diferente,	pues	ahora	entiendo	mejor	la	autoridad	que	se	me	diste	al
sentarme	con	Jesús	en	lugares	celestiales.	Gracias,	Señor,	por	quitar	las	cosas
viejas	y	traer	las	nuevas.	Gracias	porque	las	cosas	a	mi	alrededor	nunca	volverán
a	ser	las	mismas;	en	el	nombre	de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
LUGARES	CELESTIALES
Hoy	nos	hemos	esforzado	en	comprender	más	claramente	los	lugares	celestiales
donde	fuimos	senta-dos	con	Cristo.	Gracias	a	que	Jesús	resucitó,	nuestros
cuerpos	también	resucitarán	de	la	muerte	en	un	futuro.	Pero	mientras	llega	ese
día,	Dios	nos	da	el	poder	de	vivir	plenamente	aquí	en	la	tierra	como	cristianos.
Para	afirmar	esta	verdad,	lee	Efesios	1:	19-2,	y	anota	cual-quier	palabra	o	frase
que	resuene	en	tu	espíritu.
Para	entender	mejor	por	qué	a	Jesús	se	le	dio	el	dere-cho	de	sentarse	a	la	diestra
de	Dios	en	el	reino	celestial,	lee	Filipenses	2:	6-11,	y	haz	una	lista	de	lo	que
descu-bras	a	continuación.
Lee	Efesios	1:	20-2,	y	enumera	las	cosas	en	las	que	Cristo	está	entronizado,	y
describe	como	Él	ejerce	su	función	a	la	diestra	del	Padre.
Debido	a	que	la	Escritura	afirma	que	estamos	sen-tados	con	Cristo	en	el	reino
celestial,	entendemos	que,	como	hijos	de	Dios,	este	privilegio	implica	también
que	estamos	expuestos	constantemente	a	las	fuerzas	espirituales	del	mal	en	los
reinos	celestiales	y,	por	lo	tanto,	tenemos	la	misión	de	batallar	espiritualmente
contra	tales	fuerzas.	En	Efesios	6:10	se	nos	conmina	a	fortalecernos	en	el	Señor
y	en	el	poder	de	Su	fuerza.	¡También	sabemos	que	Dios	nos	da	la	victoria
siempre	en	cada	batalla	a	la	que	nos	envía!
Lee	Efesios	6:	10-19,	y	en	el	espacio	inferior	repre-senta	con	un	dibujo	esta
lectura.	Después	vuelve	a	leer	este	pasaje	y	pinta	cada	aspecto	de	la	armadura	de
Dios.
Por	último,	junto	a	cada	pieza	de	la	armadura,	escri-be	lo	que	esta	representa
simbólicamente.
DÍA	16
Autoridad	e	influencia
	«Ciertamente	les	aseguro	que	el	que	cree	en	mí	las	obras	que
yo	hago	también	él	las	hará,	y	aun	las	hará	mayores,	por-que	yo
vuelvo	al	Padre.	Cualquier	cosa	que	ustedes	pidan	en	mi	nombre,
yo	la	haré;	así	será	glorificado	el	Padre	en	el	Hijo.
Lo	que	pidan	en	mi	nombre,	yo	lo	haré»	.
Juan	14:12-14
A	medida	que	crecemos	en	nuestro	conocimiento	acerca	de	quiénes	somos	y	lo
qué	estamos	llamados	a	hacer,	y	reforzamos	la	seguridad	de	nuestra	identidad	en
Cristo,	la	Biblia	dice	que	podemos	pedir	cualquier	cosa	en	Su	nombre,	con	la
certeza	de	que	el	Padre	será	glorificado	y	nos	responderá.	Ese	es	el	más	vivo
ejemplo	de	autoridad	delegada.
Autoridad	e	influencia	están	intrínsecamente	ligadas.	Así	las	cosas,	a	medida	que
crecemos	en	nuestro	nivel	de	autoridad,	nuestro	círculo	de	influencia	sobre	las
personas	cercanas	a	nosotros	se	hace	más	grande,	y	podemos	influenciarlas	más
eficazmente.
En	Mateo	28:18,	Jesús	dijo:	«Toda	autoridad	en	el	cielo	y	en	la	tierra	me	ha	sido
dada».	Por	eso	cuando	Él	ascendió	al	cielo,	envió	a	su	Espíritu	Santo	a	la	tierra,
a	impartir	su	autoridad	a	los	que	se	llaman	a	sí	mismos	hijos	e	hija	del	Padre.
Sobre	la	tarea	de	la	Gran	Comisión	referida	en	Ma-teo	28:	18-19,	Jesús	dijo	lo
siguiente:	«Se	me	ha	dado	toda	autoridad	en	el	cielo	y	en	la	tierra.	Por	tanto,	va-
yan	y	hagan	discípulos	de	todas	las	naciones,	bautizán-dolos	en	el	nombre	del
Padre	y	del	Hijo	y	del	Espíritu	Santo».
Después	de	ascender	al	cielo,	Jesús	envió	a	su	Espí-ritu	Santo	a	la	tierra	a
impartir	Su	autoridad	a	todos	los	que	Él	les	ha	dado	el	privilegio	de	ser	llamado
Sus	hijos.	Y	prueba	de	esta	autoridad	la	encontramos	en	la	tarea	de	la	Gran
Comisión	cuando	se	nos	ordena:	«vayan	y	hagan	discípulos».	Es	claro,	entonces,
que	nuestra	ca-pacidad	de	influir	en	otros	es	el	resultado	de	ejercer	en	obediencia
la	autoridad	que	se	nos	ha	delegado.
ORACIÓN	
Señor	Jesús:
	Gracias	por	la	autoridad	que	me	delegaste	al	dejar	esta	tierra	y	regresar	al	Padre.
Tu	Palabra	asegura	que	haré	cosas	aún	mayores	que	las	que	tú	hiciste	mientras
estuviste	en	esta	tierra.	Hoy	recibo	la	autoridad	del	reino	en	mi	vida	y	le	digo	sí	a
la	Gran	Comisión.	Determino	ir	a	todas	las	naciones	a	hacer	discípulos	y
bautizarlos	en	el	nombre	del	Padre,	el	Hijo	y	el	Espíri-tu	Santo,	y	enseñarles	a
obedecer	todo	lo	que	les	has	mandado.	Recibo	hoy	toda	la	autoridad	que
conduce	a	una	mayor	influencia.	En	el	poderoso	nombre	de	Jesús.	Amén.
La	búsqueda	de	la	vida	abundante
AUTORIDAD	E	INFLUENCIA
Lee	Génesis	1:	26-30.	En	este	pasaje,	el	Señor	le	dio	al	hombre	autoridad	sobre
toda	la	Creación.	Enumera	las	cosas	que	el	Señor	puso	bajo	autoridad	del
hombre.
En	Génesis	3	leemos	acerca	de	la	caída	del	hombre	y	cómo	el	pecado	lo	separó
de	Dios.	Al	elegir	obedecer	a	la	serpiente	(Satanás)	en	lugar	de	a	Dios,	el
hombre	le	entregó	a	Satanás	su	autoridad	sobre	la	tierra.	En	los	versículos

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