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Virtudes para Vencer (Spanish E - Leo J Mart

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VIRTUDES PARA VENCER
 
Leo J. Mart.
 
 
 
 
 
 
 
© EDITORIAL TERRAFORTIS
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Segunda Edición: 2013
© 2013 by Leo J. Mart
 
Derechos exclusivos de edición 
reservados para todos los países
© 2013 by Editorial Terrafortis
Colombia
 
Printed in Colombia
 
 
 
 
 
 
NOTA DEL AUTOR
 
 
Estas frases las saqué meditando la Escritura, y he escrito lo
que he concluido acerca de sus relatos y sus hechos.
 
Estas frases son como el azúcar refinada extraída de la caña
dulce de las Escrituras.
 
Gotas de dulce para alegrar tu vida, sacadas del panal de
miel del colmenero divino, la Escritura.
 
Leo J. Mart
 
 
 
 
 
 
 
 
VIRTUDES PARA VENCER
 
 
1. Cuando Dios quiere hacer a alguien fecundo, primero le hace
saborear la humillación.
2. Mientras quieras aparentar, no eres tú mismo.
3. Dios a los que ama los oculta de los hombres. Así hizo con
María y con José. En el cielo brilla la grandeza de muchos santos,
que en la tierra no fueron conocidos.
4. Pon en pasar inadvertido, el mismo empeño que otros ponen
en querer brillar.
5. ¡Que tristeza: te hiciste expulsar del paraíso, porque tú
hubieras actuado exactamente igual que Adán y Eva!
6. Sin la gracia de Dios, tú hubieras matado a Abel, habrías
cambiado tú primogenitura, como Esaú, por un plato de lentejas;
hubieras profanado a la esposa de tu padre como lo hizo Rubén,
hubieras vendido a tu hermano como esclavo, hubieras matado a
uno de tus soldados para quedarte con su esposa, como lo hizo
David; hubieras negado a Cristo, y lo habrías vendido.
7. Humildad es conocerte a ti mismo y saber que eres capaz de
todo mal, porque estás hecho de la misma materia prima de los
malvados: con el polvo de la tierra.
8. Pero tú al vender a Jesús, habrías llorado y Jesús te habría
perdonado por tus lágrimas y se hubieran fundido los dos en un
abrazo y hubieras mojado su túnica con tus lloros, para pedir
perdón. Y por la gracia de Dios y tu humildad, habrías sido el único
discípulo que habría muerto junto a Jesús en la Cruz.
9. Cada vez que has ofendido a Dios, te has puesto en los
zapatos de Judas; y cada vez que has llorado tus pecados, has
actuado como Pedro.
10. Dios olvida tus pecados; pero tú no los olvides, para que no
repitas, las veces que te has apartado de Su gracia y has cogido el
látigo, para destrozarle sus espaldas.
11. Nunca olvides las veces que has cogido un martillo y unos
clavos para hundirlos en las manos de Jesús y pegarlo a la Cruz.
12. Nunca olvides, cuando veas las miserias de los hombres,
que tú serías capaz de hacerlo igual, si estuvieras en sus mismas
circunstancias.
13. Los hombres proyectaron construir una gran torre – no en
honor de Dios -, sino en su honor para hacerse ellos famosos, y
Dios los dispersó.
14. Para nada valió la dispersión de la torre de Babel, porque los
hombres continúan empleando su vida en la vana ilusión de
aparentar, quedar bien y hacerse famosos.
15. El deseo de quedar bien y buscar fama, aparta de Dios.
Porque se piensa en hacer honor al propio nombre y no en darle
gloria a Dios.
16. Quien no es humilde, dedica su vida a pensar solo en sí
mismo, y con tal de darse gusto, se salta todos los mandatos, se
brinca todas las barreras y se para sobre todos los demás.
17. ¿Sabes por qué te quiere tanto Dios a ti, para que te llenes
de humildad?: Porque lo has hecho sufrir mucho con todos tus
pecados y los padres aman más al hijo que más los ha hecho llorar.
18. La estrategia de Dios contra el demonio, es la soledad, el
silencio y la humildad.
19. Actuarás con humildad si le consultas a Dios tus
actuaciones.
20. Si le miras, no te dejará Dios perder la cabeza ni olvidarle.
21. Dios te acepta como eres, y así te quiere mostrar con orgullo
a los ángeles del cielo.
22. El impetuoso no es capaz de dominarse, porque se precipita
como agua contenida. Por su falta de dominio es capaz de profanar
hasta el cadáver de sus semejantes.
23. Las armas del iracundo son la astucia, la violencia y la
crueldad. Aunque quiera dominar nunca lo logrará, porque Dios
maldice la ira, la violencia y la crueldad.
24. El perezoso, por no pensar, lleva en sus hombros cargas
pesadas y sus manos son de siervo.
25. Para el perezoso, el dios es el descanso y la buena vida.
26. El amigo traidor es serpiente que ataca por la espalda.
27. El glotón es insaciable.
28. No le vuelvas nunca a ser traidor a Dios ni desleal; pero
reconoce que lo has sido.
29. Que un pecador ofenda a Dios le duele, pero no lo coge de
sorpresa, porque no se puede esperar más de un enemigo. Pero lo
que sí le duele a Dios es la ofensa del amigo.
30. No seas egoísta; piensa primero en las cosas de Dios y los
demás que en las tuyas.
31. Nunca imites a nadie; serás tú mismo si te dejas guiar por
Dios.
32. Ocúltate tú, para que Dios pueda brillar.
33. Con tus ojos no ves nada; sólo en tú corazón lo encontrarás a
Él.
34. La conversión es salir de la infancia e inmadurez espiritual.
Pero lo que tú no has podido hacer en toda tú vida, Dios lo logra en
un instante.
35. Por cada defecto que superamos el espíritu se amplía en
medidas desproporcionadas.
36. Por cada regalo que recibas de Dios con gratitud, Él te dará
muchos otros más.
37. Dios antes de exponer las chispas de diamantes a la luz del
sol, las guarda mucho tiempo en la profundidad oscura de la tierra.
¡Lo importante no es brillar aquí, sino allá!
38. No temas exponer al viento tus pecados. El pecador esconde
sus pecados para su vanagloria y perdición; el hombre arrepentido
los expone para su limpieza, humillación y salvación.
39. Revisa tus deseos ¿son para tu santidad o vanidad?
40. La oración espanta al demonio; pero la humildad no lo deja
venir.
41. En el cielo hay almas más arriba, que muchas otras
declaradas santas. Pasaron tan ocultas que nadie las recuerda.
Sabían que lo importante era estar arriba en el cielo aunque
hubiesen estado muy abajo aquí en la tierra.
42. Te llamarán para pedirte consejos y solicitar tu ayuda y
comprensión: es la táctica que emplea satanás para fomentar tu
soberbia y tentarte el corazón, para que estés advertido y seas
prudente.
43. No reproduzcas los rumores.
44. No dejes de hacer el bien por temor al “Qué dirán”.
45. Hijo, no Me gusta que las personas que trabajan en Mi
servicio, anden cabizbajas, con aires de hombre de poco valor y con
falsas apariencias de humildad. ¡Cómo si la humildad fuera el valer
poco!
46. Yo, Jesús, Soy ejemplo de humildad y mostré a los hombres
que Yo valgo mucho, porque Yo Soy Dios, Hijo de Mi Padre Dios.
47. Humildad es mostrarse ante los hombres y ante Dios, cada
uno como realmente es, sin mentiras, sin engaños.
48. ¡Tú vales mucho, hijo Mío, porque tú eres hijo de Dios!
49. Que nadie muestre con falsas apariencias los dones que Dios
le da.
50. No es humilde el que engaña ni el que miente.
51. Hijo, no se trata solamente de hacer las cosas que te pido
rápidamente, sino también bien hechas.
52. Las almas entregadas a Mí servicio, no atraen a los demás a
Mí amor y seguimiento, porque no muestran la verdad de lo que
son, ocultan su verdadera personalidad con fingimientos.
53. Se quieren muchos fingir santos y andan cabizbajos. La
santidad no tiene clichés o moldes prefabricados de andar, reír,
mirar, o hablar o formas de expresarse.
54. El molde de la santidad es el gozo y la paz del corazón, la
naturalidad, la sencillez, la verdad y la alegría de tener puesta la
confianza en Dios. Este es el mismo molde de la humildad.
55. Humildad es saberse polvo de la tierra que en sí mismo vale
nada; pero reconocer que ese barro bañado con MíSangre se hace
Dios.
56. A Dios le gusta mezclar Su Sangre con el polvo de la tierra.
57. La verdadera justicia de la tierra y sus castigos siempre ha
sido bien aliada de Mis Leyes.
58. El castigo lleva al temor de Dios y a la observancia de la ley.
59. Yo impartí a los hombres la primera legislación sobre la tierra,
la primera constitución y era severa.
60. Hijo, a ti que te amo, te lo digo: para el que acude a Mí
perdón Soy misericordioso; pero Soy severo con los que no acuden
a él.
61. Hijo, baja tú para que Yo pueda subir.
62. Hijo, baja conmigo para Yo subir contigo.
63. La fe descubre que donde parecía haber fracaso, se esconde
un gran triunfo.
64. No Me pidas que te quite los obstáculos, sino que te ayude a
enfrentarlos.
65. Hijo, hazte valer, ante aquellos que te injurian, por tu
ausencia y tu silencio. Y las injurias desprécialas.
66. Un enfermo que acude a varios médicos a la vez nunca se
cura y quien busca orientación de varios guías, no llega a su
destino.
67. Perdónales, que los que hoy te calumnian, mañana
arrepentidos, lamerán tus zapatos con su lengua.
68. En la medida que alguien se aleja de Dios, más necesita del
ruido.
69. El silencio y la paz vienen de Dios, el ruido y la algazara son
de satanás.
70. Hijo, cuando quiero dar fecundidad y gloria, permito primero
la humillación y la ruina.
71. Primero la humillación y después la gloria.
72. La humillación es fuente de fecundidad.
73. El deseo de fama es producto de la vanidad y todo lo vano se
deshace.
74. Tratan de aparentar lo que no son, quienes se avergüenzan
de lo que son.
75. El cobarde ve malicia en el corazón valiente.
76. Cuando triunfes, recuerda con gratitud a los que te ayudaron
a triunfar.
77. Dale con generosidad a los pobres que Yo te daré con
generosidad a ti.
78. Mejor es cultivar el arte de la paz que el arte de la guerra.
79. Que digan de ti: lo que empezó a hacer lo terminó.
80. Los que van tras la vanidad, en el vacío caen apartándose de
Dios.
81. Sé humilde, déjate humillar. ¿Si Dios permite que te
humillen, por qué lo has de impedir tú?
82. Cuando te veas humillado acude a Dios que no desprecia al
afligido.
83. Aunque el soberbio se encumbre hasta los cielos y ponga
cara de santo, de allá lo bajará el Señor.
84. Si quieres subir alto hasta los cielos, escóndete en lo
profundo de la tierra, que de allá te sacará el Señor, para elevarte.
85. El soberbio no siempre hace las cosas malas; no, algunas
veces también hace cosas buenas: trabaja, se mortifica, se sacrifica,
habla de Dios; pero no hace esto por darle gusto a Dios, sino a sí
mismo, por tratar de convencerse a sí mismo que es un santo.
86. Dios pone los ojos sobre el soberbio, para buscarle la caída y
humillarlo; y si se humilla será exaltado.
87. No te quejes cuando Dios te deje hundir, es que es lo mejor
que puede hacer para quitarte la soberbia.
88. Si no te encuentras contigo mismo, no encontrarás a Dios,
porque Dios está dentro de ti.
89. Enfréntate primero a la realidad de tu vida, a la verdad que
eres y has vivido y encontrarás a Dios, porque Dios es la verdad.
90. No te de pena reconocer la realidad que eres: una sombra de
pantano, pero con ese pantano tuyo, Dios quiere hacer de ti una
obra de arte y bañarla con la Sangre de Su Hijo.
91. Quien no recibe consejo, ni dirección, ni guía, se aparta Dios
de él; su alma se convierte en desierto y su casa en tierra
inhabitada.
92. El soberbio resbala ante la menor cascarita que le exalte su
vanidad.
93. No confíes en palabras engañosas; ¿crees tú que es posible
adulterar y luego venir a Mi templo a orar y decirte: ya estoy
perdonado?; ¿Y luego seguir en adulterio?
94. Aprende a descubrir rápidamente, quien viene a ti con
palabras engañosas, que pretenden apartarte de la Verdad y del
Camino.
95. El soberbio no tiene capacidad de escuchar, sigue los
consejos que le dicta la dureza de su mal corazón y no se pone
delante de Dios, sino que ante Dios se oculta.
96. El soberbio no acepta la guía de los hombres que lo orientan
hacia Dios; y al rechazar la ayuda de las personas que Dios le
envía, rechaza al mismo Dios.
97. Quién rechaza a las personas de carne y hueso que Dios le
envía, no puede aceptar a Dios que no tiene carne ni huesos.
98. Quién rechaza la corrección, no puede escuchar la voz de
Dios.
99. El soberbio no acepta escuchar la voz de Dios, porque sabe
que esa voz le habla de corrección.
100. No hay peor fanático que aquel que se engaña con
mentiras.
101. El que sabe que está en el error, se busca un falso guía
que lo confirme en el mal camino.
102. Quien desea reconstruir con perfección su vida, tiene que
aceptar un guía que le ayude a derrumbar todos sus falsos
esquemas.
103. Dios cuando reconstruye tumba todo y vuelve a construir de
nuevo.
104. No puede ser fiel quien no acepta la corrección.
105. Quién no acepta la dirección no da buen paso y todo lo que
hace es desacierto.
106. Quién no acepta la dirección y guía, se extravía del camino.
107. Quién no acepta un molde se desmolda.
108. La persona humilde toma con alegría los mensajes de Dios;
y la que no es humilde, se llena de miedo o de rabia.
109. El soberbio tiene un destello de luz y cien de oscuridad.
110. Vuelve bajo tierra, hijo, para que ante Mí puedas brillar
como un diamante.
111. El que se gloríe, que solamente se gloríe para sí, en
escuchar la voz de Dios y en poner en práctica Su Santa Voluntad;
más aún, que no se gloríe para sí, sino que le tribute gloria a Dios.
112. El que tiene poca fe se llena de vanidad.
113. Quien no pregona la Palabra de Dios, pregona la doctrina
de su propia vanidad.
114. Los que hablan de sí mismos, no tienen tiempo para hablar
de Dios.
115. Como se pudre la flor que un día brota, así se pudre la
soberbia y el orgullo.
116. No hay peor malvado que el que se hace sordo para no
escuchar la voz de Dios.
117. Escucha, hijo, préstame atención, no te llenes de soberbia,
que es Dios el que habla en tu corazón.
118. Si no te haces humilde y no Me escuchas, Yo mismo Me
lamentaré de tu propia destrucción.
119. Quién está arriba, cae sentado al duro suelo; pero quien
está abajo pisa seguro tierra firme.
120. Tambalean las coronas del rey y de la reina, pero quien no
tiene corona camina seguro y duerme feliz.
121. Maldito quien en su soberbia se crea con derecho a dar
licencia a otros, para infringir los mandatos del Señor.
122. Me duele, hijo, dar regalos a los hombres, y que no los
agradezcan.
123. Quiero, hijo, que tú tengas conmigo una actitud de gratitud.
124. Gran pecado es la ingratitud, la cual es fruto de la soberbia.
125. El ingrato no valora los favores recibidos, porque piensa
que por su alta dignidad se los merece; pero no solamente no valora
los favores, sino que queda molesto, porque piensa que fue poco, y
que merecía más.
126. El soberbio ingrato queda enemigo de quien le hizo un
regalo o un favor ¿te das cuenta cómo es de corrompido el corazón
humano?
127. Busca, al sacerdote para que te suministre los Santos
Sacramentos, al sabio para que te de consejos, y al profeta para
que te enseñe la Palabra de Dios.
128. En Mí Ciudad Yo he puesto un guía, que le dado el don de
consejo para que te conduzca a ti con sabiduría, y le he dado el don
de escuchar a Dios, para que te enseñe a ti a escucharme.
129. Sacerdotes, puedes encontrar muchos; consejeros,
cantidades; pero quien te enseñe a escuchar a Dios ¿dime cuantos?
130. Quien se aleja de Dios quees la verdad, cae
necesariamente en la mentira de la vanidad y en el sin sentido de la
vida.
131. Usa tu cabeza, concéntrate bien, para que así encuentres
la verdad de tu vida y la verdad de Dios.
132. Dios escucha atentamente al que ha sido ultrajado y
humillado.
133. Le duele a Dios que un hijo suyo sea humillado.
134. Déjate humillar porque así te escucha Dios.
135. Dios convertirá en humillación toda la soberbia de la casa
del pecador, y la belleza se hará ruina.
136. El que no se deja seducir por el pecado, y cree firmemente
en Dios, Él no lo desatenderá.
137. Dios no demuestra su poder con muchedumbres, ni
allegando a Él el servicio de los poderosos, sino llamando uno a uno
a los humildes.
138. Dios demuestra su poder y derrocha poderío, allegando a
Él los pobres, los pequeños, los débiles, los enfermos y
desamparados.
139. No te dejes seducir por la belleza, porque la belleza es
capaz de seducir toda la tierra.
140. No le creas a la adulación de la belleza, porque ella es
portadora de palabras traicioneras.
141. La cumbre está rodeada de un abismo muy profundo. Si
quieres conquistar la cumbre, tienes que bajar al abismo.
142. El final del abismo es el principio de la cumbre.
143. Escoge: la cumbre o el abismo. Subir es difícil y bajar es
fácil; pero mientras más bajes, más podrás subir.
144. La fe es el mejor y más seguro capital que no llena de
soberbia.
145. La fe es capital que no se agota.
146. La fe es patrimonio que mientras más se usa, más te
agranda.
147. No hay riqueza comparable a la fe y por ella se obtiene
todo lo demás.
148. El que vive de la fe nada le falta y todo le llega en su
momento.
149. El que no tiene fe vive de sus logros; el que tiene fe vive de
los logros de Dios.
150. El consejo es regaño para el soberbio y para el humilde es
feliz aprendizaje.
151. La prudencia y la paciencia conquistan toda la tierra.
152. Bájate de tu andamio de madera podrida y pon tus pies en
suelo firme: ¡sólo así estarás seguro!
153. No pienses que los demás te tienen que tratar con la misma
admiración que tú tienes de ti mismo.
154. No pienses que los demás te tienen que llevar todos tus
mimos y caprichos.
155. El humilde se pone en el primer puesto cuando sabe que es
para él; y pasa al segundo puesto cuando llega el que es primero
que él.
156. Quien se embriaga de soberbia, borracho queda de
confusión.
157. Conozco Yo la soberbia del vanidoso: jactanciosa, altanera,
arrogante; llena de bravatas y de estériles propósitos y obras.
158. Muéstrate benévolo con todos los que a ti se adhieran, y
con quienes a ti vengan haz alianza de paz y de humildad.
159. Si a los que en ti confían les guardas fidelidad, dominarás
las tierras próximas y las más remotas.
160. Sé prudente, nunca entregues las armas al enemigo con la
esperanza de recibir un favor de él, porque con ellas te atacará.
161. Cuando te toque defender la verdad, no rehúyas el peligro
por amor a tu vida.
162. Defiende la verdad y la justicia sin temor al estallido
furibundo de satanás.
163. Se valiente, no temas, satanás tiene poder para ladrar pero
no para morder.
164. La soberbia es falsedad y satanás tiene gran temor a la
verdad; la verdad es el arma más potente para atacar a satanás.
165. No respondas a la soberbia de los aliados del maligno con
sus mismos insultos y agravios, sino con la cordura y serenidad de
la verdad.
166. Al soberbio le engaña la altanería de su corazón.
167. Aunque el soberbio se eleve a las estrellas, de allá lo bajará
Dios.
168. Viento es la vida del soberbio y como viento es dispersado.
169. Hazle frente a las circunstancias, porque hay personas que
por no mirar las llamas dejan que las consuma el fuego.
170. No te escondas ante las dificultades y problemas de la vida,
enfréntalos. Viene la sensación de paz y de victoria cuando se
enfrenta la guerra.
171. ¡Qué seguridad adquieres, cuando con la ayuda de Dios le
haces frente a los problemas!
172. La paz interior y la seguridad, no provienen de la ausencia
de problemas, sino de la fe en Dios que te da la valentía de
enfrentarlos y certeza de vencerlos.
173. Cadáveres derrotados son aquellos que ante las
dificultades de la vida, le piden a Dios la muerte.
174. La mejor definición de vida, es guerra permanente.
175. Vivir es librar batallas y el principal enemigo eres tú mismo.
Contigo mismo has de luchar si quieres vivir intensamente.
176. En el combate de la vida tienes que estar dispuesto a morir:
ahora mismo si no luchas, más tarde sí luchas.
177. Como de todas formas vas a morir en el combate de la
vida, muere luchando.
178. El cobarde llama a la muerte para que le solucione sus
problemas, y ella huye de él con repugnancia.
179. La muerte premia a los valientes; y la esclavitud oprime a
los cobardes.
180. Trata de imitar a Cristo y serás liberado; pero si imitas a los
hombres serás esclavizado y oprimido.
181. Dios responde al desamor con el silencio.
182. Quien no ha aprendido a amar no es digno de ser amado.
183. De reinas pasaron a sirvientas, las que despreciaron el
amor del Rey.
184. Habla siempre con verdad y claridad aunque tu corazón se
conturbe y tu rostro palidezca.
185. La verdad abre la boca y paraliza el corazón, pero no dejes
de decirla nunca.
186. No digas la verdad a medias porque a la mentira agregas
otra.
187. Nadie exhibe con vergüenza un trofeo que ha ganado. Tu
trofeo es la verdad y los dones que Dios te ha regalado.
188. El vanidoso piensa que puede recorrer el mundo entero
para satisfacer su orgullo y vanagloria.
189. ¿Pides luces? Luego, no te impactes ni encandiles por el
exceso de luz, ni trates de esconderte de la luz que te hace ver
tantos defectos.
190. Si pides luces, no te enojes porque alguien te descubra la
verdad.
191. La gente corriente – corrientucha – le teme a la luz de Dios,
porque le teme a la luz de la verdad y no quiere hacer frente a la
realidad.
192. La gente que le teme a la verdad, rechaza a Dios, que es la
verdad.
193. Quien no es humilde desea escuchar la mentira dulce, a la
verdad amarga. 
194. Tranquilo, hijo, hablaste con verdad y se indignaron,
hablaste con verdad que viene de Dios.
195. Si la gente por escuchar la verdad se enferma, que se vaya
muriendo de una vez.
196. A muchos ha matado la verdad, pero la mentira ha matado
a todos los mentirosos.
197. Hijo, la gente Me pide luces y se tapa los ojos para no ver
la luz.
198. La gente quiere curarse, pero rechaza el remedio si no le
sabe a miel.
199. No te preocupes si alguien ha quedado nervioso porque le
dijiste la verdad.
200. La gente no acepta la verdad pura, sino con mezcla de
halagos y mentiras.
201. Quien oculta la verdad oculta a Dios porque Dios es la
verdad.
202. ¿Te das cuenta, hijo, por qué Dios no se muestra tal cual
es? Porque la gente no está preparada para ver la verdad y si ven a
Dios se mueren.
203. La gente no quiere escuchar la verdad sino palabras
lisonjeras.
204. ¿Cuál es mejor médico, el que no causa dolor, pero no
cura? o ¿el que cura aunque cause dolor?
205. El que desea curarse de su enfermedad, tiene que hacerle
frente a la verdad que duele. El que teme al dolor le teme a la
verdad.
206. La gente acude al consejero, no para saber la verdad, sino
para que le compadezca y reafirme en su error.
207. Un consejero que oculta la verdad por temor a herir, es un
aliado del maligno que oculta a Dios.
208. El mejor servicio que se puedehacer a alguien, es
enfrentarlo con la verdad y confrontarlo consigo mismo.
209. La verdad duele porque quema, cauteriza, destruye la
infección y cura.
210. La verdad es medicina que cura todo mal. Dios no ha
inventado una medicina más eficaz que la verdad.
211. Aplica la inyección de la verdad con cariño, advirtiendo a la
persona que le puede doler, pero que no es ese tu objetivo.
212. La verdad zarandea, remueve, pero no traumatiza, porque
el corazón fue diseñado por Dios para que se alimente de verdad y
la distinga.
213. Cuando alguien rechaza la verdad, su corazón está
corrupto.
214. Hijo, después de tú haber dicho la verdad, calla, reza y
espera. Dale tiempo a las personas para que asimilen la verdad.
215. Cuando alguien ante ti se queje de un ausente, no te dejes
conmover sin conocer la verdad del otro.
216. Tu papel no es de juez sino de consejero, que trata de dar
luces a la persona que acude a ti.
217. Mírale a los ojos, buscando en quien te habla la verdad.
Quien no resiste la mirada, no resiste la verdad.
218. No hay algo más hiriente que decir la verdad con
brusquedad.
219. Di la verdad con suavidad porque sino te harás coger temor
y odio, y por tu falta de prudencia para hablar, la gente se puede
alejar de Dios.
220. Si alguien ha quedado herido con tus palabras, búscale,
humíllate y pídele perdón. Dile que no quisiste herirle, pero que es
cierto lo que has dicho y lo hablaste por su bien.
221. No te acobardes, hijo, ante los que te critican y te atacan.
Sigue tú luchando valientemente sin desanimarte por la causa de
Dios.
222. El pintor que pinta es criticado y el pájaro que canta es
escuchado.
223. El pintor pinta mejor cuando pinta para sí y el cantor canta
mejor cuando canta para Dios. No actúes por agradar al público sino
a Dios.
224. El orgulloso es humillado por aquellos que ha despreciado.
225. El orgulloso piensa que puede poner en su balanza la altura
de los montes.
226. El que odia es como espina que atormenta a toda hora.
227. El soberbio se llena de rencor con aquel que le hace ver su
flaqueza y sus errores.
228. Ese amuleto, que crees que te salvará, será la causa de tu
caída y perdición: ¡destrúyelo!
229. ¿Quién debe buscar a quién?, ¿El enfermo que tiene dolor
o el médico que tiene la cura? Lo lógico es que el enfermo busque al
médico; pero el soberbio cuando enferma, piensa que el médico
debe buscarlo para llevarle la cura.
230. El soberbio sufre el dolor de su soberbia.
231. Se constante, hijo, persevera, que la pequeña fuente de
agua rompe la montaña en dos.
232. Cuando el amigo se conduzca contigo fríamente y sus
relaciones no sean amigables como de costumbre, tal conducta es
mal indicio y comienza tú a guardarte de él.
233. Las cosas en sí mismas valen poco, pero cobran valor
según el dueño. Yo soy tu dueño, tú eres Mío. A todo lo Mío le
transmito Mi Valor Eterno, Omnipotente e Infinito. Tú no vales nada;
pero tu dueño sí.
234. No vuelvas a mencionar delante de tu Padre Dios
Omnipotente la palabra “miedo” y la palabra “pesar”. ¿Miedo de
qué?, ¿Pesar de qué?
235. No vuelvas a decir delante de tu Padre Dios que tú estás
solo, porque quiere decir que no sientes Mi compañía y Mi
presencia.
236. Se refugian en la ciencia, en la riqueza, en el poderío de las
armas y en los falsos dioses, los pueblos poderosos, y por eso son
aniquilados de la tierra.
237. Esa es la historia: unos surgen y desaparecen otros; pero
los que creen en Dios nunca perecen.
238. El pueblo fiel no pone su confianza en la ciencia, ni en las
armas, sino en Dios y así supervive a los tiempos y a la historia.
239. Ofréceme la incomodidad de tu trabajo y trabajarás
cómodamente.
240. Hablar con Dios es elevarte por encima de todas las
criaturas.
241. Hablar con Dios es tú seguir en apariencia siendo el mismo;
pero en el fondo tú sientes que eres otro.
242. La vida de quien no busca la verdad es absurda y falsa.
243. Quien vive de las apariencias vive una vida que no es.
244. Quien con verdad reconoce sus carencias mueve a Dios a
llenarle lo que falta.
245. El vanidoso incita a los demás a quitarle su careta.
246. No te aflijas que Dios hace prosperar al arruinado que con
voz humilde clama al cielo.
247. El soberbio que no se deja dirigir, camina a tientas en pleno
día como sí fuera de noche.
248. La noche del soberbio continúa de día.
249. No confíes en tus fuerzas a la hora de la tentación. Se
humilde, pide ayuda a Dios y apártate de ella.
250. El humilde huye de la tentación porque conoce su debilidad.
El soberbio se enfrenta a la tentación y en ella cae.
251. El soberbio rechaza la ayuda que le brindan.
252. La verdad es persuasiva por sí sola.
253. La vida es un cuartel en pie de guerra.
254. Dios hace ostentación de su poder con el soberbio.
255. El que no tiene fe pone su esperanza en el último suspiro.
256. Hijo, tenía Yo que darte un golpe duro para que tu
reaccionaras.
257. Hijo, eres tan terco que si Yo no te hablo duro, no Me
acatas.
258. No puedes pretender trabajar en una empresa de Dios y
hacer sociedad con el pecado.
259. No te propiné un castigo sino una corrección. Sé humilde y
aprovecha la lección.
260. Ama tanto el Padre a sus hijos cuando los premia que
cuando los corrige y ama más a los que más corrige.
261. Si Dios te corrige, hijo, es porque te ama.
262. No le temas ni te espante la corrección de Dios.
263. ¿Quieres tú que Dios te cure? Déjate corregir por Él.
264. Dios corrige para no tener que castigar y rechazar; para
enderezar tus pasos hacia Él.
265. Ama Mi corrección y teme a Mi castigo.
266. Sientes más Mi Amor cuando sientes la corrección.
267. Hijo, que tu dolor no sea por la herida de la corrección sino
por tu ofensa y tu pecado.
268. Hijo, si has cometido un error, no te duela que te humillen.
269. Tu pecado es por flaqueza y por jugar con la tentación, por
tratar con confianza la trampa de satanás.
270. Siempre te morderá la fiera de satanás si te arrimas a su
jaula.
271. Satanás llama con mansedumbre a los que ve lejanos y
muerde feroz a quienes se le acercan.
272. Tu audacia ponla un huir de satanás.
273. Me honras cuando te veo compungido.
274. Hay varones electorales y varones de la droga. Sé tú santo
varón, varón de Dios. Pasa tú desapercibido y serás eficaz para
toda la humanidad.
275. Pasa oculto entre los hombres de la tierra escribiendo tu
nombre en el Reino de los Cielos.
276. Unos aparecen por un rato cuando otros desaparecen, el
que aparece ante Dios se hace perenne.
277. El arma más poderosa de satanás es la tristeza y con ella
desmorona las virtudes.
278. El triste es impotente para todo lo que implique esfuerzo y
superación.
279. Quién lucha por adquirir virtudes va feliz, porque en primer
lugar ha derrotado el pesimismo y la tristeza.
280. El que no tiene fe necesita beber de la impiedad.
281. Funesto consolador y consejero es el que le falta la fe.
282. El que duerme en falsa paz es sacudido, cogido del cuello y
estrellado contra una pared.
283. El triste cierra su mente al conocimiento, su corazón al amor
y sus ojos a lo bello.
284. No te goces en el infortunio de tu enemigo ni te alegres
cuando le sobrevenga la desgracia.
285. No desees mal a otro, porque lo que desees para otro a ti te
llegará.
286. Dios premia al que humilde confiesa su pecado y castiga al
soberbio que lo oculta.
287. Perdona siempre, hijo, porque el rencor mata al que no
perdona.
288. Nadie podrá competir contigo porquetú eres hijo de Dios.
289. Satanás se apodera de un alma haciendo que no Me
escuche y que haga el parecer de un falso consejero.
290. El maligno engaña a los hombres con el mundo irreal de las
falsas apariencias, para que no busquen el mundo real que es el de
Dios.
291. Dios es lo real, el Ser Que Es: “Yo Soy el que Soy” -le
respondí a Moisés-. Satanás es el engaño, el ser que aparenta ser
lo que no es, porque por su vanidad dejó de ser lo que antes Yo le
había dado.
292. Las apariencias, ocultan la verdad.
293. Lo que aparece, para ser, pero no es.
294. Los ojos tienen poca capacidad de descubrir el mundo real.
La realidad la descubren fácilmente el corazón y la fe.
295. El corazón no engaña porque en el corazón de cada
hombre habla Dios.
296. Los ojos engañan fácilmente y quien necesita ver para
creer, no cree lo que le dice el corazón.
297. Quien le hace caso al corazón, quien se guía por sus
sentidos internos, desprecia lo que sus ojos le muestran como
deseable y atractivo, si su corazón le indica lo contrario.
298. La vanidosa cometa al verse elevada en el aire, piensa que
la piola que la une a la mano de quien le ayudó a subir, le impide
subir más alto. Y llena de soberbia rompe la piola para irse sola y
dando vueltas en el aire cae al suelo. ¡Que no te pase a ti lo mismo!
299. Quien busca lo atractivo, como Eva, se deja seducir por
Satanás.
300. Satanás envuelve a los hombres, no mostrándoles su
maldad, sino seduciéndolos con todo tipo de apariencias y así les va
corrompiendo el corazón.
301. Hijo, Yo permito que Mis escogidos experimenten la
flaqueza del pecado para que sean compasivos y misericordiosos
con los pecados de los demás.
302. Yo permito que Mis escogidos experimenten el pecado para
que se den cuenta que Yo no los escogí por sus virtudes y sus
méritos, sino simplemente porque quise.
303. Yo permito que Mis escogidos experimenten el pecado para
que sean testigos de Mi gran misericordia y compasión.
304. La amistad es don que viene de Dios. Ni siquiera los lazos
de sangre producen amistad, cierta solidaridad sí, pero no amistad.
305. La amistad exige dos iguales. La amistad verdadera
solamente se da entre los que son hijos de Dios.
306. No te dejes caer en desaliento. Como avión que cae en
barrena y como paloma que en el aire ha sido alcanzada por la bala
no vuelve a coger vuelo, así igual el alma que cae en desaliento.
307. No importa cuántas veces hubieses fracasado en tus
intentos. Vuelve a empezar con nueva fe. Si la muerte te sorprende
intentando tus nobles propósitos, Dios en el cielo te llenará de
éxitos.
308. El desaliento en los propósitos es el arma mortífera con la
cual ataca satanás.
309. Se constante en tu camino aunque otros retrocedan y se
vallan.
310. El desaliento lleva a la tristeza y la tristeza a la muerte.
311. No Me gusta que Mis hijos anden por el mundo con
caminado de tontos, idiotas y apocados.
312. Un príncipe siempre se muestra como es. Mis hijos son
príncipes porque Yo que soy Padre, soy Rey.
313. Hijo, tú no eres mejor que tus padres, pero evidentemente
Yo te he dado a ti más luces.
314. Hijo, de tal palo tal astilla; pero no olvides tú que el árbol
soy Yo y tú la astilla Mía.
315. El demonio más difícil de expulsar es el del odio y de la
envidia.
316. Satanás es iracundo. Satanás es portador del virus de la
ira.
317. Satanás es jactancioso, inseguro y lujurioso.
318. No le temas a Satanás porque él es muy cobarde y cuando
encuentra un valiente siempre huye.
319. Hijo, tus problemas no serán tus problemas personales,
porque conmigo nunca los tendrás. Tus problemas serán afrontar los
problemas de los que no tienen fe.
320. Los que no tienen fe tratan de transmitir sus problemas y su
visión miope de la vida sin tener en cuenta a Dios.
321. La lucha más cruenta que tienes que afrontar es bregar por
no contaminarte de la visión deformada de los que tienes a tu lado.
Tus mayores enemigos los tienes cerca de ti pero debes tratarlos
con cariño.
322. Te toca convivir con la cizaña sin dejarte contaminar por
ella. Te toca convivir con todos y estar aislado de todos. Métete en
tu concha de cristal bajo la protección de la urna de Mis manos. No
te salgas nunca de ella. No la abras para mostrarle su interior a
nadie.
323. Así como los alimentos enlatados se conservan incorruptos
cuando no se les destapa, así tienes tú que conservar sin destapar a
otros las cosas que Yo pongo en tu interior, porque lo que se
destapa corre el riesgo de corromperse.
324. Se constante en tu camino aunque otros retrocedan y se
vallan. Dios habita en una atmósfera aislada y aislante y a ella
quiere llevar a todos sus hijos de Su Ciudad de la Oración.
325. Las cosas creadas no son impuras porque fui Yo El que las
hice. Pero el hombre manchó con su pecado la creación entera.
326. Aunque estés rodeado por el ruido de los hombres procura
que tu corazón esté en silencio.
327. Busca la soledad aunque te veas en medio de la gente.
Busca la compañía de Dios cuando estés en soledad.
328. Aunque escuches muchas voces solamente escucha la de
Dios.
329. Aunque tengas muchos amigos solamente confía en la
amistad de Dios.
330. Aunque muchos quieran cuidarte solamente sigue la brújula
de tu propio corazón guiado por Dios.
331. Constrúyete tu valla interior para cercar tu corazón y no
permitir que nadie le perturbe ni le profane.
332. La atmósfera de acercamiento a Dios es el abandono total
en Sus Santas Manos.
333. Despréndete de todo y pégate de Dios.
334. Abandona tus preocupaciones y déjalas a Dios. Olvídate de
ti y piensa sólo en Dios.
335. Aléjate de todo lo que pueda contaminarte.
336. Dios habita en un corazón puro y el corazón se purifica a
través de la obediencia.
337. Un consejero idóneo es un intermediario entre Dios y los
hombres. Para ser intermediario hace falta ser alma de oración.
338. Hijo, lo mejor que puedes pedirme para los demás es
decirme: Señor, dales paz en su corazón y dales fe.
339. Si los hombres tuviesen paz en su corazón Me escucharían.
Si los hombres tuviesen fe Me creerían.
340. Tu corazón es tabernáculo de Dios.
341. Hijo, rompe las alas de tus proyectos personales y quema
tus alas ante Mí, esto es holocausto, ofrenda encendida de suave
olor para tu Dios.
342. Tu corazón señalará el norte para que tú lo sigas.
343. La sal que evitará la corrupción será el recuerdo de tu
consagración al servicio de la Ciudad de la Oración.
344. Descubre las ventajas que ocultan las desventajas.
Descubre lo positivo que ocultan las cosas que parecen negativas.
345. Hijo, si te preguntan los hombres que si tú has visto a Dios,
diles que si: Yo soy fuego que llena de paz el corazón.
346. Hijo Mío, dime: Gracias, Dios Mío, por esta paz tan grande
que pones Tú en mí corazón.
347. Yo soy Dios que da la paz. La herencia que Yo dejé en el
mundo para aquellos que Me siguen y Me aman es Mi paz.
348. Si quieres saber si Dios está contigo pregúntale a tu propio
corazón si tiene paz.
349. A los que les doy la paz en esta tierra les toca convivir con
otros corazones que no poseen paz.
350. En el cielo todos los corazones tienen paz y la paz de todos
inunda el corazón de cada uno.
351. En el infierno todos tienen desesperanza y desasosiego y la
angustia de todos inunda de odio el corazón de cada uno.
352. Confiesa tus pecados ante Mí y quedaré satisfecho. Pero no
te acerques a Mis Santos Sacramentos sin antes hacer la confesión
sacramental con uno de Mis sacerdotes.
353. La humildad debe servirte para no acercártele al pecado.
Aléjate del pecado porque es enfermedadcontagiosa que la puedes
contraer para tus hijos.
354. No imites las costumbres de los mundanos.
355. Ante tu flaqueza brilla más Mi fortaleza. Ante tu debilidad
debe brillar más tu comprensión, misericordia y humildad.
356. Incrementa tu fe, hijo, que Yo soy capaz de tocar la guitarra
con las cuerdas reventadas. Eso eres tú para Mí: una guitarra sin
cuerdas.
357. Sé humilde. Vuelve a empezar. Yo no descarto al que
vuelve a Mí arrepentido para confesarme su pecado.
358. Yo no escojo instrumentos impecables, sino instrumentos
dóciles y humildes que reconozcan sus faltas y pecados.
359. El pecador, como tú, que vuelve a Mí arrepentido Me hace
sentir más Padre. El papel de un padre es dar, tolerar y perdonar, y
Yo soy Padre.
360. Tráeme a Mí la pureza de tus virtudes y Yo mantendré la
lámpara de tu corazón siempre encendida, para que puedas ver a
Dios.
361. Las cosas en sí mismas nada valen. Las cosas valen en la
medida que reportan utilidad para sus dueños. Pero los hombres no
son cosas. Los hombres tienen valor por sí mismos porque por todo
hombre ha muerto Dios.
362. Alégrate, hijo, al enterarte que Dios ha dado a otros más
talentos que a ti.
363. Canto a la fe:
El que tiene fe no tiene lágrimas
 El que tiene fe ama la lucha
 El que tiene fe no tiene dudas
 El que tiene fe valora a Dios
 El que tiene fe no critica ni protesta
 El que tiene fe ama la vida
 El que tiene fe se torna alegre
 El que tiene fe nunca se queja
 El que tiene fe avanza seguro en el camino
El que tiene fe convierte su rebeldía en obediencia
El que tiene fe todo lo ve posible y fácil
El que tiene fe confía en la ayuda de Dios
El que tiene fe confía en el triunfo
El que tiene fe espera llegar
Sólo es valiente el que tiene fe
El que le falta fe quiere devolverse del camino
El que le falta fe es capaz de atentar directamente contra
Dios
Al que le falta fe desprecia lo excelente porque es arduo y
se va por lo fácil y más cómodo
El que le falta fe no es capaz de emprender nada porque
siempre está cansado.
Al que le falta fe le sobra envidia, y quiere destruir lo que
está arriba de él.
 
364. Dios no miente ni se arrepiente de lo que hace.
365. Dios hace lo que dice y cumple lo que promete.
366. Dios está con aquel que no tiene iniquidad, porque su
corazón es puro.
367. Dios da la tierra pero el hombre tiene que conquistarla con
su lucha y ponerla a producir con su trabajo.
368. Hijo, infúndele a los tuyos valor y fortaleza.
369. Dios es un ser cercano que escucha todo lo que decimos.
Tan cerca está Dios que vive dentro de ti.
370. Cuida que tu corazón no se llene de soberbia cuando no te
falte nada y te olvides del Señor.
371. Si te escucho y te concedo lo que pides, no digas luego que
fue tu inteligencia y tu trabajo las que te han dado los logros, porque
fui Yo el que te dio el poder para adquirirlos.
372. Dios permite que se alcen voces de profetas soñadores que
desdigan sus mandatos, para probar el amor de sus verdaderos
hijos.
373. Tú eres hijo de Dios y un hijo de Dios no es una persona
corriente ni igual a las demás.
374. Tú eres un hijo de Dios Padre igual a los demás pero
distinto porque sabes el amor que Dios te tiene.
375. Un hijo de Dios convive con los demás como uno más, pero
no pertenece a los demás.
376. Si estás con Dios dominarás y nadie te dominará.
377. Si estás con Dios, aunque no tengas prestarás a muchos y
no tendrás que tomar prestado a nadie.
378. Aunque parezca pobre un hijo de Dios es un verdadero rico.
Dios se burla de los parámetros de riqueza de los hombres
vanidosos.
379. Cuando alguien dice ser profeta de Dios, si lo que dijo no se
cumple, es porque no viene de Dios.
380. Cuando alguien te invita a cumplir las Palabras del Señor,
ese viene de Dios, porque Él te lo ha enviado.
381. Aleja de ti a los que tienen miedo para que no desfallezca
tu corazón igual que ellos. El que tiene miedo no tiene a Dios.
382. Yo humillo a Mis hijos; pero no permito que nadie distinto de
Mí lo haga. El que humilla a un hijo Mío, luego hago que ese se
humille ante él.
383. Hijo, los que ahora te desprecian, mañana te alabarán.
384. Una vez que recibas lo que pedías del Señor, no te olvides
de El porque te puede quitar de nuevo todo.
385. Dios se vale de hombres débiles para derrotar a los
poderosos que se han apartado de Él.
386. Hijo, no dilates el pedir perdón, por la posibilidad que tienes
de volver a caer de nuevo en la misma falta. Pídeme perdón ahora,
que Yo te daré fortaleza para resistir a satanás.
387. Hijo, Me causa tristeza tu pecado; pero Me causa alegría
cuando vuelves a Mí arrepentido.
388. Cuando hay arrepentimiento, el pecado deja huella buena:
la humildad.
389. Hijo, prefiero pecadores humildemente arrepentidos a
impecables llenos de soberbia.
390. Las madres están muy cerca de las miserias del hijo
pequeño: lo lavan, lo limpian y lo aman mucho más. Dios está cerca
y sabe mucho de las miserias de los hombres.
391. Dios no se escandaliza de ningún pecado de los hombres,
salvo el rebelarse contra El, porque Dios conoce el barro del
corazón humano.
392. La mejor carta de presentación ante Dios no es la
impecabilidad sino la humildad y la confianza al acudir a su gran
misericordia.
393. Hijo, acude mejor a Mi misericordia que a Mi justicia. Si Me
pides que te pague con justicia Me quedarías debiendo.
394. Al pecador lo trato con justicia y a Mis hijos con gran
misericordia.
395. Al pecador le pago lo que le debo. A Mis hijos les pago lo
que quiero y un padre siempre le quiere pagar más a un hijo suyo.
396. Al pecador le pago su trabajo y a Mis hijos les pago su
intento de trabajo.
397. Un hijo de Dios donde esté será el rey y será tratado como
rey, porque es hijo de Rey.
398. Cuando el soberbio pecador se da cuenta de los prodigios
que hace Dios, en lugar de creer entra en temor y se aparta más de
él.
399. El fruto de la soberbia es el miedo y la inseguridad. El
humilde se siente seguro.
400. Pídeme con fe durante seis días y cada día una hora, que lo
que Me pidas te lo daré al séptimo.
401. Hijo, llámame con fuerza y Dios hará que se venga abajo lo
más firme.
402. Guarda silencio al principio que ya te indicaré cuando gritar
con todas tus fuerzas.
403. Siempre se cometen imprudencias de soberbia cuando se
decide algo sin consultar con Dios.
404. Se cumplen todas las palabras que de parte de Dios se
deseen.
405. Naciones grandes y poderosas han sido destruidas por
apartarse de Dios.
406. El que tiene el Espíritu de Dios sale vencedor siempre en la
guerra.
407. Me gusta luchar con pocos contra muchos porque así se
nota que la victoria es de Dios.
408. El que tema y tenga miedo que se vuelva y se retire.
409. Si quieres ser amado tienes que pasar primero por el
desprecio de los demás. Si quieres ser buscado tienes que
esconderte largo tiempo, largos años, y esperar ser encontrado. Si
quieres ser comprendido tienes que soportar la incomprensión. Si
quieres ser exaltado tienes que soportar la humillación.
410. No detengas la marcha del camino que te lleva a Dios por
tomarte un refrigerio.
411. Mis hijos cercarán a satanás, le perseguirán sin descanso,
le aplastarán la cabeza.
412. Cuando un pueblo no tiene cabecilla hace cada uno lo que
bien le parece: el mal.
413. Cuando Dios castiga un pueblo le corta la cabeza al rey y
deja la ciudad sin jefe ni conductor.
414. El peor desastre que puede acaecer a un pueblo es no
tener quien imponga autoridad ni orden ni justicia.
415. Todo lo que hagas aquí te lo daré multiplicadoallá. No Me
pidas, hijo, que te pague aquí, que en la tierra todo es pasajero.
416. Si has de servir, hazlo con gusto, generosidad y prontitud.
417. Se agradece el servicio que es prestado con amor.
418. El tono de la voz es el aroma del alma.
419. La fe en Dios produce tranquilidad, seguridad y ausencia de
temor al mal.
420. El prudente es previsivo y nada lo coge de sorpresa porque
ya estaba avisado.
421. Hay quienes a base de tanto hablar no tienen nada que
decir.
422. Amar es dar. Dios es Amor porque es Dador. Dios tiene que
estar dando de Sí a cada instante.
423. Dios tiene que proveer alimento cada día a todos los seres
vivos que habitan el planeta. Una madre siempre está dando de sí y
preparando alimentos y Dios igual.
424. El soberbio esconde su soberbia en una gruesa capa de
humildad.
425. El soberbio no mira de frente a los ojos porque teme que le
puedan descubrir.
426. El soberbio mira abajo porque él se siente arriba por encima
de todo.
427. El malvado se considera una víctima atacada, y pone a los
que le escuchan a llorar por su desgracia.
428. Hijo, mírame a Mí y mírate a ti, si quieres ser humilde. 
-¿Para qué voy a perder tiempo, Señor, mirándome a mí, si te puedo
mirar a Ti no más?
Está bien, hijo, que Me mires a Mi; pero nunca dejes de mirarte a ti.
- Señor, cuando me miro a mí veo mi nada y mi pecado. Cuando te
miro a Ti me lleno de tu grandeza y me olvido de mi nada.
Hijo, mírate a ti para que tengas presente tu nada y tu pecado y así
no olvides que necesitas más de Mí.
429. -Señor, no necesito mirarme para saber de mi nada y mi
pecado. Me basta dejar de mirarte un instante y siento que vuelvo a
la nada y mi vida se llena de pecado.
Hijo, te quiero convertir: verter en Mí.
Convertir es hacer que lo que no es, sea.
Convertir es destruir el egoísmo tuyo para construir el Amor Mío.
Convertir es matar un ser para que sea un ser nuevo, renovado.
Hijo, te quiero matar a ti, para Yo nacer en ti.
 
430. -Señor, háblame más acerca de la conversión.
 
Hijo, conversión es cambiar el ser desde su más íntima esencia.
Esto es lo que hace Mi Gracia Santificante y lo que hace Mi Divino
Espíritu.
 
Hijo, conversión es santidad y es Mi Santo Espíritu el que te
asemeja como Yo, que Yo Soy Santo.
 
431. Señor, yo aspiro a tenerte a Ti, Señor, pero no a la
santidad, porque los santos tienen caras tristes y aburridas.
 
Hijo, los santos no tienen cara triste sino la cara de Dios y Dios tiene
el rostro sereno y feliz.
 
432. ¿Sabes, hijo, cuál es la enfermedad más común
entre los hombres?
- No, Señor, no lo sé
Pues, hijo, la enfermedad más común entre los hombres es la
tristeza.
¿A qué se debe, Señor, la tristeza?
La tristeza, hijo, es producto de la soberbia del pecado.
Los santos, hijo, son alegres porque tratan de evitar el pecado,
felices porque están con Dios y humildes porque conocen la
debilidad propia.
 
435. -Señor, no me gusta escuchar conferencias acerca de Dios,
sino que prefiero escucharte a Ti directamente. ¿Será soberbia
mía?
Tienes razón. Es mejor escuchar a Dios directamente, que te hable
en tu mente y en tu corazón, que oír hablar de Dios por referencia
de otros. A eso vas a la oración, a hablar conmigo.
436. -Señor, me parece que cuando asisto a grupos
espirituales, estoy perdiendo el tiempo para hablar contigo.
¡No hace falta que asistas si no te gustan, yo no te lo estoy pidiendo!
¡Lo que si te pido es que Me escuches y que nada te distraiga!
437. Sé fuerte, hijo, porque Yo te doy Mi fortaleza. Tú, hijo, tienes
poca capacidad de resistir, pero Yo la tengo toda. Yo soy Dios Santo
y Fuerte.
438. Todo día que aguantas en resistir es ganancia para ti,
porque la fortaleza mueve el corazón de Dios y desgasta al
enemigo.
439. La resistencia es prueba de la fe.
440. La resistencia es posible cuando se pone la confianza en
Dios.
441. La resistencia purifica el alma y glorifica a Dios.
442. Resiste el que espera
Resiste el que confía
Resiste el que cree
Resiste el que ama
Resiste el que Dios le presta el escudo de la fortaleza.
 
443. Cuando el débil resiste, con la ayuda de Dios, el fuerte se
doblega.
444. La vida es una carrera de resistencia y llega a la meta el que
se apoya en Dios.
445. El resistir acrecienta todas las virtudes, porque no hay virtud
que no exija resistencia.
446. En esta vida nada está ganado ni perdido definitivamente.
447. La vida hay que comenzarla a vivir todos los días.
448. Cada día comienza, hijo, con los factores que tienes en las
manos hoy; los de ayer pasaron al ayer. Además, tienes hoy un gran
factor que es Dios.
449. Cambia tu estilo, hijo, no seas imponente. Tienes que tener
paciencia que la gente no cambia cuando tú quieres sino cuando Yo
les doy Mí Gracia.
450. Te lo repito, hijo, si quieres subir alto hasta los cielos tienes
que bajar hasta el fondo de la tierra.
451. No engañes a nadie y mucho menos a quien confía en ti.
452. No riñas con quien te ha hecho agravio.
453. Hijo, se bueno, leal y fiel.
454. Hijo, resiste las pruebas de la vida para que luego puedas
resistir la corona de oro en tu cabeza que esa también pesa.
455. Encontrar a Dios no es difícil; lo difícil es creer que tan
fácilmente se le ha encontrado.
456. Dios huye de quien le pide pruebas y señales.
457. El envidioso todo lo pasa por su filtro de odio.
458. El que está cansado y aburrido no acepta ningún consejo y
mucho menos críticas.
459. La tristeza hace enmudecer la voz.
460. La tristeza corta la comunicación y el diálogo.
461. Si ves a algún triste no pretendas que se comunique
contigo; sonríele, reza y calla.
462. El triste no acepta ninguna contradicción, ni tolera la menor
molestia.
463. El triste es bomba que al menor movimiento explota.
464. La tristeza produce gran cansancio e incapacidad para
realizar tareas que exijan concentración y esfuerzo.
465. No le salgas al capote a quien le gusta torear. No respondas
a un insulto.
466. No desprecies a nadie porque cada hombre es salido de las
manos de Dios.
467. No descubras un secreto que alguien te ha confiado a ti.
468. No te fíes de nada ni de nadie sino sólo de Dios.
469. El rico es fuerte, astuto y audaz. Pero Yo quiero de ti, hijo,
que emplees tu fortaleza en ser constante en el trabajo que Yo te he
encomendado; que emplees tu astucia en ser hábil para
escucharme y tu audacia en no tener temor para pedirme.
470. Nunca hables de ti para pregonar tus virtudes y milagros y
si has de hablar de ti, hazlo para descubrir tus defectos y pecados.
471. Ten cuidado con las personas con las cuales hablas,
porque la palabra es creativa y cuando tú pides un consejo a
alguien, ese alguien te participa de su ser.
472. La violencia es fruto de la maldad del corazón; y la paz es
fruto del hombre honesto.
473. La angustia es fruto de la falta de fe en Dios.
474. La angustia del existir es la constante de la gran mayoría de
los hombres. La angustia del corazón acompaña al pecador.
475. Tus grandes pecados y tus continuos fallos bórralos con tu
fe en Mí.
476. La cortesía es fruto de la calidad del corazón; la
brusquedad, descortesía y el desprecio es el mal olor de los
soberbios.
477. No esperes deleitar tu alma solamente cuando tú veas
realizados tus deseos. El alma se deleita de una vez con la
esperanza.
478. Pierde más el ingrato que se niega a recibir algún favor, que
el que lo quiere dar.
479. No busques que te escuchen y aprueben los demás,
cuando te escucha y aprueba Dios.
480. Dios se esconde de los petulantes y soberbios que quieren
presumir sabiduría.
481. El ingrato se acerca cuando lloray se aleja cuando ríe.
482. Llénate de bondad y te rodearán las cosas buenas.
483. El agua busca al agua y el bien busca al bien.
484. La peor humillación de los malvados es tenerse que humillar
ante los buenos. Se arrodillarán los descreídos ante aquellos que
Me aman.
485. Se desprecia a sí mismo quien desprecia a los demás.
Desprecia a Dios quien a sí mismo se desprecia porque no se sabe
hijo de Dios.
486. El desprecio a los demás es un pecado.
487. El que maltrata al siervo injuria al amo y Yo Soy el Amo de
los siervos.
488. El inepto atrae desprecio y el eficaz atrae aprecio.
489. La suavidad de las maneras apaga el incendio de la ira.
490. Satanás es tan astuto que se vale de la Palabra de Dios
para atacar con ella.
491. El que tiene fe reproduce las Palabras de Dios para
alabarlo y el que no tiene fe reproduce las Palabras de Dios para
atacarlo.
492. No es capaz de volver a subir el que no es capaz de bajar.
493. Hijo, la forma de reparar tus pecados es teniendo
compasión con los demás y buscando la ruta de la verdad.
494. El pecado es un error que se comete y se repara buscando
la verdad.
495. Si la gente amara la verdad odiaría el pecado. Quien está
en pecado no está en la verdad y su engañosa vida lo lleva a la
destrucción.
496. El pecado de uno solo, perjudica a todos. A todos has
dañado, a todos haz el bien.
497. Hijo, tampoco tú respondas lo que Yo no respondería.
498. Ante cualquier situación pregúntate: ¿cómo actuaría Jesús
en este caso? Así tus obras serán perfectas y de la aceptación de
Mi Padre Celestial.
499. No digas nada de lo cual no estás seguro.
500. No hagas nada de lo cual luego tendrás que arrepentirte.
501. No digas lo que tu corazón no sienta.
502. La mejor valentía es aguantar.
503. Es mejor dominarse a sí mismo que dominar a los demás.
504. Domínate, aunque el deseo te consuma los huesos.
505. El que está en el error por cualquier cosa se enfurece. El
que está en la verdad acepta críticas con calma.
506. Es despreciativo el que no tiene fe.
507. Humíllate, que a la humillación sigue la gloria.
508. Llénate de fortaleza y fe para que nada te deprima.
509. Llénate de Dios, para cuando creas que todo lo tuyo se
derrumba, no te derrumbes tú.
510. Hijo, habla como quien eres: rico e importante. Porque eres
hijo de tu Padre Dios. Pero habla con dulzura, humildad y sencillez.
511. La prudencia es la forma de amarte a ti mismo.
512. No respondas a una ofensa, disimula.
513. Es inaguantable el quisquilloso.
514. Sé dócil, déjate llevar y conducir para que no cometas más
errores en lo que te falta de futuro.
515. El trago siempre causa alboroto.
516. Un buen consejo sirve si se pone en práctica.
517. La presencia física de quien tiene autoridad evita que los
demás actúen mal.
518. La inactividad, el sueño y la pereza, son causa de la ruina.
519. Confía en tu trabajo y tu trabajo confiará en ti.
520. El que trabaja menos piensa que gana más, pero bien
pronto deja de ganar.
521. Tan derrochador es el que no emplea bien el dinero como el
que no emplea bien su tiempo.
522. Se engaña a sí mismo el que engaña a otro.
523. Haz lo correcto y hazlo pronto y bien.
524. El vanidoso consigue éxito a base de mentiras y lo matan
su engaño y vanidad.
525. El que se da gusto cae en el disgusto.
526. El que toma trago no progresa.
527. El que calla ante la injuria gana.
528. El vanidoso es soberbio, presuntuoso y petulante.
529. Tener buena fama es tener buena riqueza.
530. No huir del peligro, alguna vez puede ser heroísmo, pero
otras veces es insensatez.
531. El humilde sabe conservar la honra y la riqueza.
532. El soberbio donde esté es fuente de discordia.
533. Busca servir y no tu fama.
534. No te dejes exaltar, que quienes hoy te elevan hasta el
quinto cielo mañana te hundirán al quinto infierno.
535. No te alabes pero tampoco te deshonres.
536. El deshonesto se escandaliza del que actúa honestamente.
537. Dale el suave licor de tu ternura a todos los que encuentres
amargados.
538. El futuro le sonríe a la fortaleza y dignidad.
539. Se alimenta más el que come el fruto honrado de su propio
trabajo.
540. Trabajo estéril, dolor de día y de noche insomnio, es la vida
del que no cuenta con Dios.
541. ¿Para qué trabaja el que trabaja para perder?
542. Sólo es posible reconstruir la vida en el amor.
543. Poco pago es el pago que en la tierra se recibe.
544. Hijo, agradece el Amor que Yo te doy.
545. Hijo, Me harás feliz y también serás feliz cuando Me digas
que perdonas.
546. El futuro lo haces tú, si sabes ver ahora todo lo bueno que
Dios pone en tu situación presente.
547. Tu futuro es la prolongación de todo lo bueno que supiste
aprovechar en el presente.
548. Si hoy por soberbio y egoísta no te dejas amar, no llores
mañana tu falta de amor y soledad.
549. Hijo, Me haces feliz cuando Me llamas y Me dices que Me
quieres. Es que Yo, Jesús, tengo corazón de carne.
550. Hijo, no Me pidas que aplaste a los pecadores porque
tendría que aplastarte a ti.
551. Hijo, humíllate nuevamente. Ya has pasado por muchas
humillaciones, una más no importa nada.
552. A la gloria se llega por la vía de la humillación.
553. Caridad es tener un corazón de madre buena.
554. Actúa con aquel que te incomoda, como la madre que lo
ama actuaría con él.
555. La felicidad está en la humildad, desprendimiento y
abandono en las Manos de Dios.
556. No cedas tu libertad forzado por la necesidad.
557. Solamente puede actuar con verdadera prudencia, quien
escucha la voz de Dios que lo dirige.
558. ¿Qué provecho has sacado para tu alma, de todo lo que
haces?
559. Trabajar con amor, en lo que Dios quiere para ti, es la única
terapia.
560. Pregúntate: ¿Para quién trabajo? ¿Trabajo para servir a los
demás o a mi propia vanidad?
561. Dos hacen mejor lo que uno solo. El frío, compartido, se
calienta. El dolor compartido es llevadero y la soledad desaparece
cuando se puede compartir.
562. A Dios se llega por la docilidad y la humildad.
563. Si hay paz en tu corazón sabrás que Yo estoy contigo.
564. Añoranza del pasado acompañada de dolor y miseria en el
futuro es la situación del que hace plata fácil.
565. Lo que Dios envía también lo hace gozar.
566. No tiene de que preocuparse aquel que Dios le llena de
alegría el corazón.
567. Dios remunera la virtud con felicidad del corazón y
bendiciones.
568. Dios acerca lo lejano, endereza lo torcido y saca a la
superficie lo profundo y escondido.
569. Guarda, hijo, Mis preceptos y el bien te buscará a ti. Pero si
no lo haces, el mal te sobrevendrá.
570. La mejor defensa es hacer el bien.
571. La tristeza produce pereza; y la pereza incrementa la
tristeza.
572. Yo, hijo, hablo en el corazón donde encuentro fe.
573. Pídeme, hijo, que te aleje del pecado, porque el pecado
crea adicción y esclavitud.
574. La mentira siempre mata.
575. La bondad es la luz que brilla; la maldad es sombra oscura.
576. La muerte es fruto de la envidia y por eso la envidia siempre
mata.
577. La envidia es el pecado más propio de satanás. La envidia
es signo de posesión diabólica.
578. El tesoro de los tesoros es la Gracia de Dios y Mi amistad.
Con ella serás feliz en el cielo y en la tierra.
579. Rico es el que está en paz con Dios.
580. Todos Mis tesoros están reservados a Mis hijos.
581. Yo, hijo,sano aplicando la terapia del trabajo y el amor.
582. Son intransitables los caminos que no van tras del Señor.
583. De nada sirven la riqueza y la jactancia.
584. La creación entera se pone al lado de los hijos de Dios.
585. La envidia es el nido de la maldad.
586. La oración preserva de todo mal.
587. La salud del alma da salud al mundo entero.
588. Son dignos del Amor de Dios los que le buscan.
589. Por más fuerte que sea el mal, el bien es más poderoso.
590. Omnipotente es el poder del bien, porque Dios es El Mismo
Bien.
591. La paz es fruto de vivir comprometidos en la guerra de
Dios.
592. Quienes conviven con las cosas de Dios manifiestan su
nobleza.
593. Se nota de inmediato el alma que está con Dios.
594. Por la experiencia del pasado se puede entrever lo
venidero. Pero el pasado con Dios también se sana.
595. La virtud se afianza en la oración.
596. Las virtudes son fruto del que actúa con honestidad.
597. Eleva, hijo, tu mirada al cielo, para Yo liberar tu mente de la
opresión terrena.
598. Con lo que se goza desordenadamente con eso se sufre.
599. La maldad siempre sospecha lo más grave y lo más grave
al malvado le vendrá.
600. Rica en imaginarse el mal es la mente del malvado.
601. Quien no espera de la fe espera del temor.
602. Espera todo mal quien no espera el bien de Dios.
603. Tranquilo, hijo, mientras más te ataquen más te cubro Yo.
604. Satanás ataca con furia, violencia y calumnia; cuando por
aquí no vence entonces ataca por un lado más débil, por el lado de
la vanidad y nos envía gente de él que nos alabe y adule.
605. Quién no tiene fe su vida raya en la maldad.
606. A ningún hijo Mío le niego los medios necesarios para que
Me sirva con decoro.
607. Sígueme que Yo Me encargaré de ti.
608. Lo que viene de Dios tiene el sello de la paz interior y de la
contradicción exterior.
609. Dios respeta la libertad del pecador para hacer el mal; pero
satanás no respeta la libertad del pecador para apartarse del
pecado, ni la libertad del justo para hacer el bien.
610. No hay peor escándalo que el escándalo de los hipócritas
de doble moral.
611. No hay peor odio que el de la mujer, ni peor maldad que la
maldad de la mujer, ni mayor capacidad de intriga que la intriga de la
mujer; ni peor capacidad de doblez y fingimiento que el de la mujer.
No hay curiosidad mayor que la curiosidad de la mujer.
No hay mayor capacidad de amor que el amor de la mujer. No hay
mayor capacidad de sacrificio que el sacrificio de la mujer. No hay
mayor resistencia ante el dolor que el dolor de la mujer. No hay
mayor capacidad de servicio que el servicio de la mujer. No hay
mayor capacidad de heroísmo que el heroísmo de la mujer.
La mujer tiene capacidad de ser Eva y la capacidad de ser Madre de
Dios.
612. Hijo, no desees el mal para aquellos que te calumnian y te
ofenden que ya ellos tienen todo mal.
613. Quién no está lleno de fe, está lleno de angustias y
temores.
614. Mientras menos se confía en Dios más se confía en la
desventura.
615. O te llenas de fe o te llenas de terror.
616. Llénate de confianza en Dios y serás siempre feliz.
617. Todo el que se sepa hijo de Dios espere siempre lo mejor,
porque Dios para sus hijos tiene reservado lo mejor.
618. Hijo, hoy lo tienes todo porque hoy estás con Dios.
619. Produce gozo la espera cuando se tiene puesta la
confianza en Dios.
620. Creer, ya es una gran obra.
621. Hijo, solamente cree aquel que ama y tú has creído en Mi.
622. La fe es prueba del amor.
623. Hay que amar para poder creer.
624. Quienes esperan ver para creer no saben amar.
625. El amor del que cree después de haber visto vale poco y su
amor se acepta con desconfianza.
626. Yo amo, hijo, a los que creen en Mí sin haberme visto.
627. Soledad es la compañía de quien no tiene fe.
628. Quien no tiene fe no busca a Dios sino oídos que escuchen
sus pesares.
629. No ve la luz del día el que carece de fe.
630. La luz parece que entra por los ojos, pero entra es por la fe.
631. La mayor luz la da Dios como fruto de la fe.
632. Para el que no tiene fe todo es oscuro.
633. ¡Cómo duele la vida del que no tiene fe!
634. La tristeza es la oscuridad del alma cuando no hay fe.
635. El que no tiene fe, lo bueno lo mira como malo.
636. Quien no tiene fe tiene podrido el corazón y lo bueno que
pasa por su corazón lo pudre.
637. Como estómago indigesto que no soporta ningún manjar es
el corazón de quien no tiene puesta su confianza en Dios.
638. El que tiene fe goza con todo; y quién no tiene fe todo le
hastía.
639. Hasta el reír lastima al alma que no tiene fe.
640. Noche oscura es la vida del que no tiene fe y en sus
tinieblas todo le asusta y le llena de terror.
641. Es corta la espera de quien espera con fe.
642. El niño da por seguro lo que pide porque lo hace con fe.
Pídele a Dios como le pide un niño.
643. Al que tiene fe no le falta nada en medio de la escasez o la
carencia.
644. La luz que alumbra al que tiene fe, quema al incrédulo.
645. Hijo, te protegeré de los que te odian y te atacan.
646. La oración de Mis hijos pone fin al azote de Mi ira y sujeta
Mi Mano castigadora.
647. A Mis hijos los castigo para reprenderlos; pero a los impíos
el castigo no les sirve para que se conviertan sino para que ellos
mismos se aniquilen.
648. Los prejuicios y el temor son el motor de los incrédulos.
649. En la paz interior está Dios; en la angustia del corazón está
satanás.
650. Tú tienes más poder que los poderosos porque tú tienes,
hijo Mío, Mí poder.
651. Yo pago a cada uno según sus obras, y doy a los que
quiero según Me place. Por eso no Me pidas que te pague, sino que
te dé, y Me gusta darlo todo.
652. Mi cuidado y Mi sustento es mejor que todas las riquezas.
653. A quien escucha Mi llamada de mil maneras lo enriquezco.
654. La riqueza más preciada es la paz del corazón.
655. Tu corona es servirme y así te daré Yo Mi Corona de la
Vida.
656. Con Mi bendición toda obra da sus frutos.
657. Hijo, que tu dolor de amor te sirva para decirme que Me
amas.
658. No te preocupes por las cargas que lleves, que Yo te llevo a
ti. Yo llevaré tus cargas y te llevaré a ti.
659. Cuando Yo pongo las cargas Yo las llevo.
660. Soy Yo, hijo, quien da la fuerza y el poder. Si Me tienes a
Mí, tienes Mi fuerza y Mi poder.
661. El dolor de tus pecados no debe quitarte la profunda alegría
de tu arrepentimiento y del perdón de Dios.
662. Comienza hoy con humildad desde el abismo de tu frialdad
y tu pecado.
663. No importa de dónde comiences, lo importante es a donde
levantes tu alma para dirigirte a Dios.
664. Olvídate de la noche oscura que has pasado; lo que importa
es la luz del nuevo día.
665. Los hombres se escandalizan del pecado; y Dios lo perdona
y olvida a quien acude contrito a su perdón.
666. La lucha no es por agradar a los hombres, sino a tu propio
corazón donde está Dios.
667. Mientras satanás infunde en tu alma desaliento, derrotismo
y desconfianza; Dios infunde humildad y confianza, fe y amor.
668. La tristeza destroza el corazón.
669. La vida de Mis hijos está presente, como tema, en las
mesas de licor.
670. Que vengan a Mí los humildes que saben que tienen rabo
de paja pero el corazón de carne blanda.
671. Que vengan a Mí los santos, si los hay, porque solo Yo Soy
Santo.
672. A veces tengo que dejar que te hundas hasta el cuello como
Pedro, para que no olvides que Soy Yo quiente lleva de la mano.
673. No es la juventud garantía de salud y seguridad; pon tu
seguridad sólo en Mi Amor.
674. Hijo, hay felicidad en recibir amor pero mucha más felicidad
en dar amor; por eso Dios da amor sin esperar recibirlo.
675. Serás feliz si no te cansas de amar y no esperas recibir.
Pero no te preocupes que el que da recibe.
676. El amor se recoge del reboso que derrama el pozo, del
amor que tú has llenado.
677. Si te cansas de amar te cansarás de ser feliz.
678. Los problemas pueden ser fuente de felicidad porque te
llevan a ser humilde y a olvidarte de ti mismo.
679. La mayoría de los problemas son imaginarios, porque los
problemas reales los resuelvo Yo.
680. No busques darle gusto a nadie sino a Dios. Si le das gusto
a Dios, le darás gusto a todos aunque maldigan contra ti.
681. El que espera dar es fiel. El que solo espera recibir no será
fiel y si no recibe de ti, no te seguirá.
682. El infiel es un egoísta que busca satisfacer su propio yo.
683. No temas lo que todos temen.
684. Yo humillo para dar después un gran honor.
685. Yo permito la oscuridad para que después brille Mi luz.
686. Yo doy la fuerza y la gracia.
687. No se queda sin castigo la altanería y la arrogancia.
688. Todo plan que se funde en la bondad quedará estable.
689. Temen perderme aquellos hijos Míos que Me aman: este es
el don de temor de Dios.
690. Cuando te ataque la angustia busca una buena compañía:
la de Dios.
691. La angustia lleva a la ruina.
692. Los que esperan en Dios siempre salen triunfadores.
693. Los hijos de Dios se alaban entre sí.
694. Los aliados de satanás no pueden soportar a los hijos de
Dios.
695. Me complazco con todo aquel que tiene fe.
696. Si Me quieres servir prepárate a la crítica, la calumnia y al
ataque. Pero sé fuerte que Yo te protegeré.
697. No sigas el mal camino de aquellos que te atacan.
698. Sé fuerte y no te impacientes con la crítica. Critican porque
admiran.
699. Critican porque no conocen tu camino y no tienen
capacidad de conocerlo.
700. Hijo, agradece todo lo que te he dado y te daré.
701. Permito que satanás ataque a Mis hijos para reforzar sus
puntos flacos.
702. Sonríe ante lo bueno y sonríe ante lo adverso, porque lo
bueno y adverso vienen de Mí.
703. Quiero hijos fuertes, alegres y valientes, porque tienen
puesta su confianza en Dios.
704. El humilde busca darle gusto a Dios y a nadie más.
705. Acude a Mí que Yo si te acogeré.
706. Hijo: Has creído en Mí y no te defraudaré, has esperado en
Mí y no te dejaré esperando, Me has buscado a Mí y no te dejaré
perdido, Me has pedido ayuda y Yo te defenderé, has confiado en
Mí y Yo te sustentaré. 
 
707. Tu dicha y tu alegría es prueba de que Dios está contigo y
que tú estás con Él.
 
708. Invócame y te escucharé, llámame y vendré a ti. Pídeme
que te aparte del pecado y te apartaré. Pídeme que te perdone y te
perdonaré. Pídeme que te haga acepto a Mí y té haré digno de Mí.
 
709. La visión trágica de la vida proviene de la experiencia del
pecado y de la falta de fe en Mí.
 
710. La cobardía es fruto de la falta de fe. Solamente la fe
construye valientes.
 
711. Prepara tu corazón con humildad para que en él habite
Dios.
 
712. Si tienes Mí bendición, hijo, no necesitas otra más. Las
bendiciones de los hombres no agregan nada a la bendición de
Dios.
 
713. La bendición de Dios te protege de toda maldición.
 
714. Pídeme, hijo, pero no Me pongas condiciones ni plazos
para Yo cumplir con tus deseos, porque Yo hago las cosas cuando
mejor convienen.
 
715. Pídeme, hijo, pero siempre dime que no se haga lo que tú
quieres sino lo que Dios quiera.
 
716. Estos son tus enemigos interiores: la pereza, el desaliento,
el miedo y la tristeza, contra los cuales has de combatir.
 
717. No te preocupes por lo que necesitas porque eso ya lo sé
Yo.
 
718. Yo sé, hijo, lo que te conviene, Yo sé qué es lo mejor para
ti.
 
719. Hijo, los mejores y más fieles amigos son los pobres.
 
720. Hijo, pon a un pobre a pedir por ti y te saldrá lo que quieras,
porque Yo a los pobres los escucho siempre.
 
721. No alabes nunca a un pecador porque la alabanza lo
confirma en su pecado.
 
722. En Mis Manos, hijo Mío, está tu suerte y tu fortuna.
 
723. Si no encuentras quien pueda entenderte, busca un pobre,
un anciano, un enfermo o un niño y ellos si te entenderán.
 
724. El que tiene fe no tiene queja ni preocupación alguna.
 
725. Concéntrate en una sola cosa. El que persigue muchos
pájaros no cogerá ninguno y mientras más corra más los espantará.
 
726. Cosa fácil Me es a Mí darte todo en un instante. Espera que
ese instante llegará.
 
727. Soy Padre y doy a Mis hijos lo que mejor conviene y
aprovecha, lo cual es distinto a las cosas que Me piden.
 
728. Yo, hijo, a nadie eximo de Mis Mandatos y maldito es quien
a otro da licencia para pecar.
 
729. Nunca hay excusa para pecar y maldito quien permanece
en el pecado abusando de la misericordia de Dios para perdonar.
 
730. Gran derrota es el pecado. Tu única derrota es caer en el
pecado. Gran tragedia es el pecado.
 
731. La única noche oscura es la noche del pecado.
 
732. Pídeme, hijo, que te trate como hijo y no como el pecador
que eres.
 
733. Que tu dolor te lleve, hijo, a no volver a ofenderme por
medio del pecado.
 
734. Actúa como Yo que para beneficiar a un amigo, no Me
importa beneficiar a un millón de enemigos.
 
735. No dejo de hacer el bien por el hecho de que se puedan
beneficiar Mis enemigos.
 
736. Las cosas ocurren porque Dios las hace ocurrir o permite
que ocurran para sacar de ahí un mayor bien.
 
737. No llores por las consecuencias del pecado sino por haber
pecado. No llores por el castigo sino por la ofensa a Dios.
 
738. Cuando hay arrepentimiento del pecado, Dios saca
beneficio del castigo, porque incluye el castigo entre sus
misericordiosos planes.
 
739. Llora tu pecado y alégrate del castigo, hijo, porque Mi
castigo es esperanza y corrección.
 
740. Hijo, tú Me pagas con pecado y Yo te pago con el premio de
unirte al dolor de Mi pasión.
 
741. Pídeme, hijo, que te proteja de la maldad de los ocultos
enemigos.
 
742. Hijo, a ti nada te ha cogido de sorpresa porque Yo a ti te
advierto todo.
 
743. Llénate de Mí. Sé humilde. Llénate de esperanza y de
perdón.
 
744. Te he dado pruebas de Mi amor al advertirte, hijo, lo que
había de pasar.
 
745. No te preocupes por nada, que Yo extraigo de todo lo mejor.
 
746. Yo sé convertir lo adverso en conveniente.
 
747. ¡Déjame, hijo Mío, déjame actuar a Mí!
 
748. Hijo, para Dios todos los sucesos suceden para Su Gloria.
 
749. No hay peor azote que el azote del silencio.
 
750. No ofrezcas promesas para que se cumplan tus deseos.
Ofrece promesas para que se cumpla la Santa Voluntad de Dios.
 
751. No Me digas, hijo: Señor, que sea así; sino: Señor, Yo sé
que lo que salga viene de Ti y será lo que más conviene para Mí.
 
752. Todo lo que Dios comienza lo concluye.
 
753. Quito las cosas a quien no las valora y las doy a quien las
merece.
 
754. Hijo, tu riqueza es la pobreza; tu debilidad es fortaleza y tu
silencio a través de la oración hará escuchar tu voz por todos los
rincones de la tierra.
 
755. Tu silencio hace que escuchen y ponderen lo que tú ya has
dicho.
 
756. La fe, la paciencia y la tranquilidad de espera aceleran los
procesos para que triunfe la Santa Voluntad de Dios.
 
757. Hijo, cuando te llegue

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