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Su Gracia es Más Que Su ficiente Viviendo La Gran Comisión: Su Gracia es Más Que Su ficiente by Carlos y Liliana Llambes Published by Kamel Press, LLC Kindle Edition ¡Visitenos en www.GreatCommissionGrace.org para participar! www.KamelPress.com Copyright 2012 por Carlos y Liliana Llambes. Todos los derechos reservados. Traducción y/o reproducción permitida si la solicita. De otra manera, ninguna parte de este libro se permite reproducir en ninguna forma, sea por métodos electrónicos o mecánicos sin la aprobación previa. Este libro electrónico está autorizado para su deleite personal solamente. Este libro electrónico no se puede revender o regalar a otras personas. Si desea compartir este libro con otra persona, por favor compre una copia adicional para cada persona. Gracias por respe tar el arduo trabajo del autor. Preparado con dedicación para ser publicado por Kamel Press, LLC. Editor del Contenido: Pastor Hoyt Lovelace, PhD Presidente, Global Church Planting Partners Editor en Español: Diego Londoño Revisión Inicial: Pastor Tom Ascol PhD, Grace Baptist Church Diseño de Carátula: Jeff Eskridge, McGregor Baptist Church Citas Bíblicas: La Biblia de Las Américas de estudio 2000 por Lockman Foundation http://www.kamelpress.com/ ISBN-13: 978-1-62487-701-8 – Libro (Inglés) 978-1-62487-706-3 – Libro (Español) 978-1-62487-702-5 – Libro Electrónico (Kindle)(Inglés) 978-1-62487-703-2 – Libro Electrónico (Nook/Kobo)(Inglés) 978-1-62487-704-9 – Libro Electrónico (Smashwords)(Inglés) Numero de Biblioteca del Congreso: Library of Congress Control Number: 2012923435 (Inglés) Library of Congress Control Number: 2013939154 (Español) Published in the USA. Índice General Prefacio Introducción 1. Sublime Gracia 2. La Gran Comisión: Una Obra de Gracia 3. Corona de Espinas: ¿Gracia Suficiente? 4. En La Cruz:Más que Suficiente 5. Por Su Gracia: Le Decimos Padre 6. La Gran Comisión: Su Gracia, Su Gloria 7. Tus Dones: ¿Objeto de Su Gracia? 8. Un Testimonio de Su Gracia 9. El Espíritu Santo:Gracia Morando en Mí 10. Una Oración Sobre los Autores Lea Lo Que Otros Han Dicho file:///tmp/calibre_4.18.0_tmp_YaylDd/Rjgtl3_pdf_out/OEBPS/XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX file:///tmp/calibre_4.18.0_tmp_YaylDd/Rjgtl3_pdf_out/OEBPS/XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX file:///tmp/calibre_4.18.0_tmp_YaylDd/Rjgtl3_pdf_out/OEBPS/XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX file:///tmp/calibre_4.18.0_tmp_YaylDd/Rjgtl3_pdf_out/OEBPS/XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX file:///tmp/calibre_4.18.0_tmp_YaylDd/Rjgtl3_pdf_out/OEBPS/XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX Prefacio E STE libro nació de conversaciones con pastores y líderes laicos de los Estados Unidos quienes, con similares formas de pensar, visitaron la República Dominicana en viajes misioneros a través de los años. Ellos han venido a unirse a lo que Dios ha estado haciendo en este país en medio de los dos millones de haitianos que viven ahí. El Señor nos reunió para mostrar que Su Gracia es más que suficiente para obedecer la Gran Comisión. Estas reuniones nos permitieron ver como más de ochenta y una iglesias nacieron, y más de quinientas personas se unieron al Instituto de Transformación Espiritual y Plantación de Iglesias durante los últimos cinco años. Estoy inmensamente agradecido con el Señor por la invitación que trajo a mi familia y a la iglesia familiar que tenía en el momento, que se extiende desde Kenia para ayudarnos con la tarea para la cual nos sentimos inadecuados. Agradezco a quienes me han dado su apoyo: la Primera Iglesia Bautista de Pompano, la Iglesia Bautista Mill Creek, la Iglesia Bautista Everglades, el Doctor Graham y sus equipos de la Iglesia Bautista Madison, la Primera Iglesia Bautista de Huntsville, la Primera Iglesia Misionera Bautista, la Iglesia Bautista Fort Caroline, la Iglesia Bautista de Royalton, la Iglesia Cross, la Iglesia Living Hope Community, la Asociación Global de Fundadores de Iglesias, el Doctor Hoyt Lovelace y nuestros patrocinadores nacionales incluyendo la Convención Bautista Dominicana, el Doctor Steve Wilkes del Seminario Mid-America, la Primera Iglesia Bautista Hispana de Plantation, la Iglesia Bautista Estrella de Belén, y Scott y Dory Nelson. Un agradecimiento súper especial a todos los guerreros de oración que han estado orando por mí a nivel mundial. A mi esposa Lily y a nuestros adolescentes Sara, Charles y Bianca por amar verdaderamente a Dios con todo su corazón. Mi amor a mi esposa Lily por aguantarme durante todos estos años y por pasar muchas noches silenciosas en sus rodillas orando por el trabajo y por los sitios a los que el Señor me llevó a iniciar iglesias. Agradezco a los amigos que Dios me ha dado que tomaron el tiempo para leer y corregir mis escritos y hacer contribuciones de testimonios a este trabajo. Dios usó hombres como el Doctor Hoyt Lovelace, Doug Nickalson, Shawn Berger, Hopson Boutot y el Doctor Tom Ascol para hacerme un hombre mejor. Mi amor en Cristo para cada uno de ustedes. Mi agradecimiento a Don Worden y Charles Cibene, hombres de Dios que estuvieron unidos a mí desde los comienzos. Yo era un misionero y ellos me ayudaron a convertirme en un visionario. Un agradecimiento muy especial a quienes apoyan la ofrenda Lottie Moon y la Asociación Internacional de Misiones. Estos grupos creyeron en mi llamada y me dieron la oportunidad de servir en medio de ellos. Si ustedes les han brindado apoyo, también han apoyado mi llamado y misión. Para que sea conocido en la tierra Tu camino, entre todas las naciones tu salvación. Te den gracias los pueblos, oh Dios, todos los pueblos te den gracias. (Salmo 67:2-3) Introducción Y O agradezco a Dios por darme la oportunidad de escribir algo que ha estado en mi corazón por algún tiempo. También agradezco a ustedes, mis lectores, por estudiar este libro, simple y práctico, acerca de la Gracia de Dios y la suficiencia de esta Gracia para lograr todo lo que hacemos, particularmente para llevar a cabo y participar en la Gran Comisión. Una pregunta que frecuentemente me hago como misionero es, ¿Cómo es posible que tantas personas crean que la Gracia de Dios es suficiente para salvarlos, pero no para la misión? ¿Cómo podría un Dios tan poderoso para salvar ser tan limitado para la misión? Tal parece, que esa es la forma como algunos cristianos ven la Gracia. Nosotros creemos que el Dios que nos salva debe de ser más que suficiente para la misión; que Dios mismo es poderoso para salvar; y que Él es el grandioso Dios que lleva a plenitud la misión. Nosotros tan solo respondemos en obediencia desde nuestra limitación. Muchos tratan de limitar la capacidad del poder y el plan divino. En nuestro hogar decimos, “No podemos poner a Dios en una cajita.” Que tan grande es Dios para salvar y que tan pequeño lo vemos para la misión, pero el Dios de la Gracia es más que suficiente para llevar a plenitud ambas acciones. El problema es que al parecer pensamos que cumplimos una misión integral en nuestra propia salvación, de modo que asumimos que también tenemos una parte integral que cumplir con la misión. Oramos para que este libro les ayude a desarrollar una perspectiva misionera centrada en Dios donde reconozcan que Su Gracia es más que suficiente para obedecer la Gran Comisión que Cristo nos encargó. Él descendió por Gracia para que nosotros podamos entrar en la participación familiar de Su Gracia. Durante los últimos diez años, hemos visto muchos designios divinos realizarse por Su ministerio en la República Dominicana. Algunas veces nos preguntamos que hicimos para merecernos la salvación desde un comienzo, y que hicimos para merecer Su bendición para la misión. La respuesta es: nada. La realidad es que Su Gracia es más que suficiente. No hay nada en nosotros más que obediencia,dependencia y deseo de movernos a la acción. William Carey, Misionero Bautista Inglés, conocido como el “padre de las misiones modernas, dijo: “Esperen grandes cosas; traten grandes cosas.” Yo creo que eso significa que hemos de esperar grandes cosas de Su parte a causa de Su Gracia. Esperamos que descubra las riquezas de Su Gracia y que ellas lo muevan a la acción misionera. Usted ha de preguntar, ¿qué se necesita? ¿Cómo hacerlo? Recuerde que Él le salvo por Su Gracia y por Gracia Él realizará la labor misionera usándolo como Su instrumento. Hay una gran abundancia de vida cuando se envuelve en aquello que causa la mayor expansión del Reino, el desarrollar nuevas iglesias. Todo lo que hacemos como pueblo de Dios tiene valor eterno, pero nada se compara con la fundación de iglesias. Queridos hermanos y hermanas… tengan confianza en que Su Gracia es más que suficiente. Como una familia misionera sirviendo con la Junta Internacional Misionera (IMB), podemos decir con seguridad que hemos experimentado Su Gracia que transforma. Después de ver lo que ha hecho por los últimos diez años, especialmente por los últimos cinco en medio de los haitianos, hemos llegado a la conclusión que Su Gracia es más que suficiente. Oramos para que Su Gracia se manifieste en su vida, así como se ha manifestado en la nuestra, y que ustedes lo glorifiquen en todo lo que hacen. 1. Sublime Gracia Sublime gracia del Señor, que a mi pecador salvó Fui ciego mas hoy miro yo, perdido y él me amó. En los peligros o aflicción, que yo he tenido aquí Su gracia siempre me libró, y me guiará feliz. Su gracia me enseñó a temer, mis dudas ahuyentó O cuan precioso fue a mi ser, al dar mi corazón. Y cuando en Sión por siglos mil, brillando este cual sol Yo cantaré por siempre allí, su amor que me salvó. [Autor John Newton (1725-1807). Verso 6, anónimo.] E s mi oración que en este pequeño capitulo usted aprenda más acerca de la Gracia de Dios hacia nosotros. Recuerde que Su Gracia es más que suficiente para vivir la vida cristiana y compartirla con otros. Muchos de los que interpretan la Gracia incorrectamente creen que ellos pueden hacer lo que deseen porque son participes de la Gracia. No caiga en ese error. Si usted verdaderamente se considera objeto de la Gracia de Dios reconociendo que la misma le ha dado una nueva vida, entonces lo que sigue es que usted viva conforme a Su Palabra; esa es la vida orientada por el Espíritu y no por los deseos de la carne. Pablo cita a aquellos que erróneamente lo consideran de otra manera: Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. ¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo! (Romanos 6:14, 15) Definiendo La Gracia M UCHAS han intentado describir la Gracia durante el pasar de los años y juntos exploraremos algunas de las definiciones desde las diferentes perspectivas. Comenzaremos examinando una porción de lo que algunos de los más prominentes teólogos a través de la historia hasta el día de hoy han dicho sobre la Gracia. La perspectiva de algunas de las definiciones será el punto principal de nuestra discusión a través de este libro. Ellas proveen un contraste comparativo debido sobretodo a que la perspectiva típica sobre la Gracia que muchos sostienen aplica solamente a la salvación y/o el perdón de pecados. Lo que enfatizaremos aquí es que la Gracia es igualmente importante cuando consideramos la expansión del Reino de Dios, particularmente después que el individuo ha sido justificado delante de Dios. Sola Gratia A MENUDO considerado como el padre de la Reforma, Martín Lutero definió la salvación como “sola gratia” o “solamente por gracia.” Esa frase se convirtió en el grito central de la Reforma y aún cuando la Iglesia Romana ha enseñado consistentemente que la Misa es un “sacrificio que es verdaderamente propiciatorio” y que a través de la Misa “Dios nos da Gracia y el don de penitencia o la remisión de pecados, aún nuestros más enormes pecados,” los Reformadores nos llevaron a la doctrina bíblica de la salvación por Gracia mediante la fe. “Es solamente por Gracia.” La verdad bíblica nos presenta la salvación que involucra la imputación de la justificación ante Dios por Gracia por la fe en la obra de Jesucristo nuestro Señor. Esto contrasta con la doctrina del mérito personal que fue enseñada por Roma. Sola Gratia y las doctrinas de la Gracia, incluyendo la total depravación de Martín Lutero, la elección incondicional, la redención particular y la perseverancia de los santos, fueron predicadas por muchos de los reformadores Protestantes. La perseverancia de los santos es un tema muy particular aquí. Esta enseñanza tiende a enfocarse en la seguridad eterna del creyente basada en la habilidad de Dios para completar lo que Él comenzó. Sin embargo, debemos reconocer que esa perseverancia impacta nuestra vida presente y la eterna también. Con esta verdad, la doctrina de la perseverancia de los santos tácitamente implica que nosotros tenemos poder por Su Gracia para terminar la Gran Comisión así como tenemos el poder por esa Gracia para la vida eterna. La Gracia, yo diría, es simultánea tanto para una cosa como la otra. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado. En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia que ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabiduría y discernimiento (Efesios 1:3-8) El “Principe de los Predicadores” Charles H. Spurgeon dijo, La Gracia es el alma del evangelio; sin ella el evangelio está muerto. La Gracia es la música del evangelio; sin ella el evangelio es mudo para dar consuelo. [Spurgeon, Charles H. Sermón predicado el 19 de agosto de 1883.] El problema en usar el termino Gracia no está en el entendimiento de su poder para cambiar; el problema estriba en malinterpretar la duración o su coordinación a través de la Cristiandad. Nos gozamos rápidamente en el poder de la Gracia para cambiar a los perdidos, pero se nos olvida que la duración del su poder va mas allá del momento de la salvación. La Gracia mueve a quien ha sido salvado al Reino de Dios para que participe en el Reino de Dios en coordinación con los que también han vivido un cambio similar. Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; (Efesios 2:8) La Gracia comienza con la salvación y persevera hasta que todo este completo. Desde el comienzo hasta el final, de la “A” hasta la “Z” del alfabeto celestial, todo es por Gracia. Al exponer esta doctrina a la luz del día, hombres comienzan a criticarla. Mentes que no han sido regeneradas no la han abrazado y nunca lo harán porque es humillante al orgullo humano y no otorga nobleza sobre la naturaleza humana. El hombre natural desea ganar su propio premio y recibir la gloria por él mismo. La Gracia despoja al hombre de gloria, reclamándola para Dios, y magnificando el amor de Dios al mostrarle a la humanidad el extremo hasta el cual Dios ha llegado en su relación con el hombre. El que vive en Gracia experimenta la abundancia de la continuidad del amor de Dios. Motivados por La Gracia R ECUERDO una historia protagonizada por una media docena de muchachos, algunos de los cuales tenían padres muy estrictos que los golpeaban, como algunos dicen, hasta que estaban casi medio muertos. Había en esta ocasión un muchacho con ellos que era muy amado por sus padresy no era golpeado, sino disciplinado de otras formas. Los muchachos se reunieron para un “consejo de guerra” con el propósito de robar una hortaliza. Todos estaban ansiosos de participar menos el favorecido por sus padres, a quien no le gustó la idea. Uno de los otros exclamó, “No tienes razón de tener miedo. Si nuestros padres nos atrapan estaremos medios muertos, pero tu padre nunca te golpea.” El respondió con seriedad, “¿Qué crees que mi padre merece de mi? Yo no haré nada que mi padre desapruebe. Él es muy bueno conmigo y por ello no quiero deshonrarlo.” El argumento de sus amigos no convenció al muchacho a hacer algo que era desagradable para su padre. Su conclusión era completamente lógica, especialmente desde una perspectiva bíblica, y nos da un ejemplo de la forma en que debemos ver a nuestro Padre Celestial. Si Dios es bueno con aquellos que no lo merecen, algunos cederán al pecado, pero hay otros a quienes la bondad divina lleva al arrepentimiento. Debemos rechazar firmemente el argumento de algunos que piensan que mientras más amor nos muestra Dios, mas rebeldes podemos ser y actuar. Cuando participamos en el amor de Dios auténticamente, nuestro deseo de hacer el mal es vetado. Como ha dicho un buen hermano, “Yo puedo consumir toda la cocaína que quiera, pero Dios ha removido ese deseo.” Si vamos a derrotar el mal social, debe ser por la proclamación de la Gracia de Dios porque el poder de la Gracia divina va mucho más allá del acto de salvación. Spurgeon resumió ese sentir de forma magistral, “ El Evangelio solamente suple al hombre de motivación y fortaleza, de manera que es hacia el Evangelio que debemos mirar como el verdadero reformador de hombres. Supongamos que prediquemos la salvación de esta manera...usted quien ha vivido impíamente y en maldad puede disfrutar de sus pecados y simplemente escapará del castigo. Eso ciertamente sería maldad.”[Ibid.] Desgraciadamente, el Evangelio muchas veces es usado para proclamar que la Gracia es suficiente para pecadores individuales. La verdad es que tal Gracia es además el poder de nuestra santificación continua, y también el testimonio en nuestras comunidades, que de esa manera lleva a otros a Cristo. La Gracia para salvación es solamente el comienzo, sin embargo algunos teólogos fallan en moverse de la “linea de comienzo” a describirla en su naturaleza que abarca todo. La Gracia, Subestimada L A siguiente es una pequeña lista de definiciones de la Gracia que se encuentra en una variedad de diccionarios teológicos. Las presentamos como un ejemplo de la limitada naturaleza que le otorgan a la Gracia a pesar que la misma lo abarca todo. 1. Favor inmerecido; misericordia; compasión 2. Bendición inmerecida; un don o regalo 3. El amor de Dios; misericordia a la humanidad 4. Un favor; Gracia; bondad; belleza; simpatía 5. La voluntad de Dios en perseguir la buena voluntad hacia Sus criaturas 6. En armonía con el regalo inmerecido del evangelio de salvación de Dios en Jesucristo 7. Un favor de bondad mostrado sin tomar en cuenta el valor o mérito de la persona que lo recibe sin tener en cuenta si la persona lo merece 8. La aceptación y amor recibido de otro sin merecerlo, especialmente la característica en la actitud de Dios en proveer salvación a los pecadores. 9. El regalo de Dios expresado en la extensión de misericordia; amante bondad y salvación a las personas 10. Asistencia divina sin merecerla dada al hombre para regeneración o santificación 11. El poder y equipamiento para el ministerio 12. Gracia, todos sabemos, es el favor inmerecido de Dios 13. Las riquezas de Dios a expensa de Cristo ¿Nos hacen algún bien estas definiciones? Muchos Cristianos hacen la conexión obvia con la salvación, pero es crucial que entendamos que esa visión tan estrecha es solamente el comienzo de la maravillosa transformación hacia el poder sustentador de la Gracia. La pregunta primaria se mantiene, sin embargo... ¿Qué hace la Gracia para el creyente? Hasta que esa pregunta no sea entendida en su totalidad, algunos creyentes seguirán viviendo una vida anémica, vacía de la naturaleza sustantiva de la plenitud de las riquezas de Dios compartidas mediante Su Gracia. Si no tenemos una vision de la profundidad de la Gracia que no esté adulterada, para siempre dejaremos de comprender a cabalidad las fuerzas que la componen y lo que ella misma puede lograr. La Gracia Destruye el Orgullo Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2:8-9) La Gracia Nos Da Poder Para Realizar Buenas Obras Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas. (Efesios 2:10) La Gracia Destruye la Culpabilidad Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. (Romanos 8:1) La Gracia Nos Da Poder Para Obedecer, Incluso Para Testificar a Las Naciones por medio de quien hemos recibido la Gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe entre todos los gentiles, por amor a su nombre. (Romanos 1:5) La Gracia Destruye el Pecado Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él. (2 Corintios 5:21) En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia. (Efesios 1:7) El último versículo demuestra que todo ha sido una “conspiración divina” para darnos nueva vida por Su Gracia. La Gracia nos muestra que Dios mueve los cielos y la tierra para salvar a pecadores quienes no pueden levantar un dedo para salvarse a si mismos. Ha sido parte de Su plan aún antes del comienzo de los tiempos. La Gracia significa que Dios envió a Su hijo Unigénito para que muriera en la cruz y descendiera al infierno para que nosotros, que somos culpables, fuésemos reconciliados con Él, conectados a Su misión, y bienvenidos en el cielo. Significa que estamos invitados a participar en Su misión en la tierra. [Harrison, Stephen. Why The Devil Hates Grace, Sermon Study Guide, 2009. ] Uno de los más prominentes teólogos de nuestros días, el Dr. Dallas Willard, define la Gracia como Dios “actuando en nuestras vidas para alcanzar lo que no podemos lograr por nuestra cuenta.” Tal definición muestra la Gracia en todo lo que hacemos. Dios actúa en nosotros y a través de nosotros para lograr aquello que no podemos lograr por nuestro propio esfuerzo. El gran premio es entender la Gracia de esta forma ya que nos da la perspectiva correcta en lo que logramos y concluimos que todo es producto de Su Gracia. Esta perspectiva nos lleva más allá del momento de la salvación, nos lleva a las actividades que tienen que ver con el Reino. Cristo, La Manifestación de La Gracia H AY algunos que proponen neciamente que, después de la caída, Dios emprendió un plan B. Consideramos que decir eso es absurdo, pues el Dios omnisciente ha tenido un Plan A desde principio a fin. El derramamiento de Su Gracia en Cristo fue predestinado desde antes de la fundación del mundo y es una obra de arte tan grandiosa que solamente el gran Maestro, Dios, la podía concebir. ¿Has pensado como la Gracia de Dios ha cambiado tu vida? Cuando entiendas la Gracia de Dios, puedes descansar en Él y no caer en la presión de grupo de conformarte al mundo. Si verdaderamente conoces la Gracia de Dios, y como afecta tu vida, tu percepción del mundo se transformará mientras gozas de una mejor relación con el Creador. Todo lo que existe ha sido Su obra y ningún detalle se la ha escapado. Seria provechoso mirar la definición de “desGracia” para ver la Gracia en una luz más convincente. DesGracia - pérdida de honor, respeto, o reputación; vergüenza; condición de estar fuertemente ygeneralmente desaprobado. En Cristo, y con Su Gracia, tenemos todo lo opuesto a la desGracia. Tenemos honor, respeto, y orgullo a través de Él. El Problema de No Creer D ESAFORTUNADAMENTE muchas personas que asisten a la iglesia regularmente nunca piensan en la Gracia de Dios. James Innel Packer, un teólogo Cristiano, usó el llamativo término “incredulidad” para describir los problemas que los Cristianos tenemos en esta área. El dice que ya que no entendemos plenamente quiénes somos ante Dios, dejamos de creer en la Gracia de Dios. En resumidas cuentas, tenemos una percepción sub-Cristiana que no es plenamente bíblica. Le ruego que considere que esa condición es peor de lo que aparenta ser porque estar en un error sobre la Gracia de Dios es estar en error sobre el corazón de nuestra fe. Packer señala que el espíritu de esta era está agresivamente opuesto a la doctrina de la Gracia [footnote: Prichard, Ray. Keep Believing Ministries. ], y esta opinión es correcta. Cuando conocemos las siguientes verdades sobre la Gracia, ellas nos llenan de energía. • La Gracia nos encontró • La Gracia nos mantendrá • La Gracia no nos abandonará • Aquellos que Dios salva, Él salva para siempre • Ninguno de Sus hijos se perderá • Todas Sus ovejas encontrarán el camino a casa • La Gracia nos impulsa y nos guía hacia a aquellos que como nosotros necesitan Gracia Gracia Barata ¿C ómo has detenido el curso de la Gracia? Esa pregunta tiene el potencial de asustar a cualquier creyente que tiene la valentía de hacerla. Dietrich Bonhoeffer, pastor Alemán Luterano, teólogo opuesto al nazismo y fundador de Confessing Church dijo, "La Gracia Barata es el predicar el perdón sin requerir el arrepentimiento; bautizo sin disciplina eclesial; comunión sin confesión. La Gracia Barata es Gracia sin discipulado, Gracia sin la cruz, y Gracia sin Jesucristo." La Gracia Cara, por otra parte, nos confronta valientemente como una llamada gloriosa a seguir a Jesús. Llega como una palabra de perdón al corazón quebrantado y contrito, y va progresando como palabra de ánimo y confianza. La Gracia es cara porque nos mueve a someternos al yugo de Cristo y a caminar junto a Él; es suficiente porque nos permite hacerlo. Ella se mantiene como la máxima expresión del hecho de que Jesús dio Su vida libremente para que nosotros podamos poseerla. Una alerta al que tenga oídos para oír, la Gracia barata es uno de los enemigos mortales de la iglesia. Es quizás la causa más grande de nuestra negligencia para involucrarnos en La Gran Comisión. La Gracia barata actúa como una barrera para vivir la Gran Comisión conforme fuimos llamados. A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado. (Santiago 4:17) Nunca debemos olvidar que la Gracia es el componente que nos capacita, nos equipa y el cual está en nosotros. Contemplando La Gracia Preguntas: 1. Como creyente, ¿Cómo defines la obra de la Gracia en tu vida? 2. Como ciudadano del Reino de Dios, ¿Tu perseverancia se enfoca solamente en tu vida? ¿Cómo ves la perseverancia impactando a un mundo perdido? 3. Como líder en el Reino, ¿Cómo enseñas el propósito de la Gracia? ¿Tu enseñanza proclama la Gracia solamente como una forma increíble a través de la cual se recibe la salvación o también incluyes el conocimiento de que la Gracia suple fortaleza para testificar? ¿Qué acción en la iglesia llevarían a animar esta expansión de pensamiento? 4. Como embajador de Dios al mundo, ¿Cuál es tu perspectiva del impacto de la Gracia para el mundo perdido? Adelante:: Camine voluntariamente junto a Jesús entre su yugo de Gracia mientras Él prepara el campo para la cosecha. Oración: Oh Dios, muestranos la profundidad, el aliento y la anchura de la extensión de Tu Gracia. Por favor permite que nuestra visión de Tu Gracia sea expandida más allá del increíble impacto en nuestras propias vidas y podamos ver el impacto que puede tener en un mundo perdido. 2. La Gran Comisión: Una Obra de Gracia A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, Efesios 3:8 ¿C ÓMO ES que el Dios Creador, el grande y todopoderoso que nos salva, es frecuentemente tan pequeño en nuestras mentes para la Misión? ¿Cómo es que el Dios que adoramos el domingo en la mañana, el Dios omnipotente, el todopoderoso, no es lo suficientemente poderoso cuando se trata de La Gran Comisión? ¿Es Dios quien necesita cambiar? ¿O quizás sea que nuestras mentes no han sido renovadas para pensar en el Reino? El Cristianismo está experimentando un momento excitante hoy día. Disfrutamos de avances tecnológicos que van más allá de nuestra imaginación y nos permiten presentar servicios de adoración llenos de instrumentos sofisticados y otros efectos que nos llevan a un nivel de excelencia y calidad en la adoración nunca antes vistos. Esto es bueno en algunas maneras, pero algunos creen que nos hemos convertido en Cristianos consumidores de eventos religiosos y no somos adoradores auténticos. Nosotros a menudo creemos que nuestra Cristiandad toma lugar los domingos en la mañana durante el “servicio de adoración”, sin embargo fracasa en movernos a una vida de adoración en la acción misionera. Sufrimos de una “parálisis de análisis” y no nos movemos de lo que llamo de la “B” a la “A” en nuestro vivir. Creo que el reto más grande que tiene la iglesia de hoy es determinar como vamos a mover a los cristianos de la “Banca a la Acción.” No todas las iglesias sufren de esto; algunos pastores hacen un trabajo excelente moviendo sus comunidades de la B a la A, pero es desafortunado para el Reino de Dios que algunos no lo hacen. Tenemos la tendencia de quedarnos en nuestras zonas de comodidad cuando se trata de involucrarnos en La Gran Comisión porque somos esclavos de la negatividad. Este concepto no es nuevo. Ya aparece con el pueblo Judío después de salir de Egipto. Ellos preferían regresar a la esclavitud antes de enfrentar los nuevos retos que presentaba su nueva vida de libertad. La Gracia de Dios hacia ellos en ese tiempo era más que suficiente, pero ellos no lo entendieron. O quizás preferían no entenderlo. De cualquier manera, se parece bastante a lo que nos pasa a nosotros, cuando pensamos a cerca de La Gran Comisión. Toda la analogía del éxodo de redención de Israel se hace presente en los departamentos de misiones de nuestras iglesias o en la falta de ellos. Israel vió el milagro de su rescate por la ayuda de Dios liberandolos de Egipto, así como el creyente ve el milagro del rescate de Dios del pecado y la condenación. La Gracia de Dios fue abundante para el éxodo y, por los próximos 40 años en el desierto, la evidencia se hizo ver en la provisión de comida, agua, victorias militares, etc. Sin embargo, como pueblo, nunca caminaron confiadamente en ella, en la plenitud de esa Gracia. La iglesia ha visto un milagro aún mayor de salvación y la Gracia que nos sostiene, pero los creyentes, como Israel, continuamos viviendo vidas como si fuésemos los que proveemos para nuestro sostenimiento y estrategia. No caminamos confiadamente en la Gracia que Dios provee, y haciendo tal cosa, perdemos una gran porción de bendición en nuestras vidas. ¿Será que pensamos que el poder del Espíritu Santo no es suficiente? El Plan de la B a la A M IREMOS Y EXAMINEMOS algunos versículos que nos ayudan a movernos de la B a la A, de estar sentados en la Banca a movernos a la Acción. Mediante estos versículos veremos que la Gran Comisión es una obra de Gracia. Además ellos revelan el hecho que Dios quiere que participemos en tal Gracia. Al hacerlo, nos permite experimentar la vida abundante que Él nos quiere dar para que toda raza y nación asciendan a su presencia en adoración. El misionero de todos los tiempos, el apóstol Pablo, habló de la Gracia, pero como nosotros él también necesitó quenuestro Señor se lo recordara. Aún después de sus repetidos ruegos para que Dios le sanara, el hombre que había sido usado para escribir gran parte del Nuevo Testamento y llevar a los gentiles al conocimiento salvador en Cristo, el hombre que rogó por la sanacion de otros en Hechos 28:8 y fue escuchado - él mismo tuvo que escuchar la voz de Dios que le dijo, “Mi Gracia es suficiente.” Nosotros también debemos recordar que Su Gracia es más que suficiente. Pablo habló bajo la inspiración del Espíritu Santo sobre la Gracia de Cristo que habia recibido como algo que lo impulsó sin vacilación a obedecer la Gran Comisión como ningún otro en la historia. Al hacerlo, él dió testimonio que la Gracia de Dios es el mecanismo de poder para la Gran Comisión. Pablo no solamente entendió el poder que se le habia sido otorgado por la Gracia de Dios, pero reconoció las habilidades de su equipo misionero para multiplicar sus esfuerzos sabiendo que eso edificaría la iglesia. Pablo estaba comprometido con la Gracia de Dios y confiaba a los nuevos creyentes a la misma. Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia entre todos los santificados. (Hechos 20:32) ¿Cómo es posible, entonces, que el gran Dios que tenemos, hemos conocido y que amamos no puede ser confiado para llevar a cabo la obra de La Gran Comisión? ¿Cómo podemos confiar en lo que sigue y sin embargo no llevar este mensaje a los grupos étnicos en el mundo como hemos sido ordenados? Siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús. (Romanos 3:24) Dios a menudo nos saca de nuestras zonas de comodidad, que es algo que a veces pareciera ser injusto. Cuando la iglesia se queda en sus zonas de comodidad, como sucedió en sus primeras etapas, la persecución puede venir como pasó con la iglesia primitiva. Fue en esa persecución que la plenitud de la Gracia de Dios fue revelada y que se pudo ver como suficiente. ¿Tendremos que esperar a un momento como ese de persecución para darnos cuenta una vez más que Su Gracia es más que suficiente para todas las cosas? Saulo, el hombre quien después fuera llamado por Cristo y quien le dio el nombre de Pablo, fue el catalízador para tal persecución: Y Saulo estaba de completo acuerdo con ellos en su muerte. Y algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban, y lloraron a gran voz por él. Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel. (Hechos 8:1-3) Cristianismo de Baja Caloría M ANTENEMOS la pregunta... ¿Es mantenernos en nuestras zonas de comodidad más importante para nosotros que lo que Cristo ha ordenado a hacer? ¿Se ha convertido nuestra cultura tan enamorada con las bajas calorías y los productos dietéticos que nuestro compromiso también se a convertido en bajo de calorías? ¿Será que hemos creado nuestra propia versión de La Gran Comisión baja en calorías? ¿Existe la “Dieta GC”? ¿Llegáremos nuevamente a redefinir la Gran Comisión como algo sustancioso, de gran peso, lleno de cuerpo y con la plenitud de lo que demanda? ¿Será que la Gracia de Dios es más que suficiente, no solamente para salvarnos, sino para impulsarnos y equiparnos para obedecer La Gran Comisión en la plenitud de su riqueza y significado? Veamos como Pablo, el mismo objeto de persecución tres párrafos antes, describe su trabajo para el Señor después de su conversión. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí. (1 Corintios 15:10) Pablo consideraba todo lo que hacia como la acción de la Gracia de Dios en su vida. Este puede ser un concepto olvidado, concepto que debiéramos comenzar a aplicar a nuestras vidas hoy. Quizá en vez de ser vacunados contra el Evangelio y La Gran Comisión, debiéramos abrirnos y atrapar la suficiencia de Su Gracia para obedecer y cumplir con la Gran Comisión en nuestras vidas. Estamos en un tiempo en la historia donde disfrutamos de muchos avances tecnológicos, pero en vez de impulsarnos aún más allá, de alguna manera nos paralizan. ¿Cuánto tiempo dedicamos a ver televisión...una actividad que no contribuye de ninguna manera significativa a la expansión del Reino? Esa no es una actividad que nos mueve a la “acción misionera” sino a la parálisis de la inacción. Imaginese a Cristo sentado frente a una televisión por algunas horas cada día durante Su ministerio aquí en la tierra. ¿Qué impacto hubiese tenido eso? ¿Cómo seria si Cristo estuviese sentado a nuestro lado mirando la gran pantalla - no solamente por lo que vemos, sino por la misión que no logramos cumplir? El Dios de toda Gracia dice Pablo, y cómo yo aventajaba en el judaísmo a muchos de mis compatriotas contemporáneos, mostrando mucho más celo por las tradiciones de mis antepasados... (Galatas 1:15) El mismo Dios nos llama hoy a involucrarnos en la Gran Comisión, y creemos que Su Gracia es más que suficiente. Una vez que nos movemos de la parálisis del análisis hacia la tarea misionera confiando en Su Gracia, podremos experimentar la vida abundante. Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá. (1 Pedro 5:10) Quizá un buen comienzo sería que nos involucraramos orando por grupos como los Judíos de Israel, los Malayos de Malasia, los Uigures de China, Uzbekos de Uzbekistán o muchos otros. O quizás podemos comprometernos en nuestra iglesia a desarrollar una visión misionera de plantación de iglesias. Creemos que cada iglesia debería tener un ministerio de plantación de iglesias reposando en la suficiencia de Su Gracia. La Gracia de Dios se manifestó en Cristo y es nuestra responsabilidad de darla a conocer a todos los grupos étnicos del mundo. Por eso es que decimos que la Gran Comisión es una obra de Gracia y Cristo el gran arquitecto de la misma. ¿Podemos creer en eso? O como dice el dicho, seguiremos buscándole la quinta pata al gato (expresión usada para cuando alguien quiere justificar su inacción). ¡Muéstranos Tu Sublime Gracia, Señor! E RA UN SÁBADO y como decimos en el Caribe, el sol rajaba las piedras. Un grupo de una iglesia de Carolina del Norte, Estados Unidos, había pasado dos horas y media caminando y orando en la comunidad llamada El Cangrejo cerca del puerto de Haina, en las afueras de Santo Domingo. Los haitianos encuentran refugio allí y hacen lo que puedan para sobrevivir. Los arroyos estaban secos, pero había un pequeño lago en medio del pueblo. Recipientes plásticos y basura flotaban en él, y el fétido olor a orines se hacia presente mientras caminábamos alrededor. Al medio día nos llevamos al grupo a que se secaran, ya que sus camisas estaban empapadas de sudor. El plan era regresar a la comunidad y compartir el Evangelio con todas las personas que pudiéramos e invitarlos a un servicio a las 5 de la tarde. Dado el hecho que estábamos en “Horario Haitiano,” el servicio comenzó como a las 6 de la noche, como sucede en muchas ocasiones, de manera que esperamos hasta que llegara la hora. Un joven haitiano que estaba en la comunidad había llegado desde Washington, DC, Estados Unidos a visitar familiares y nos dijo que era cristiano. Le pedimos que nos ayudara a traducir el mensaje de inglés a haitiano y estuvo de acuerdo. El servicio comenzó y nuestros hermanos y hermanas haitianas alababan a Dios. El Pastor Vilner, un joven haitiano con pasión para comenzar una nueva iglesia en el área y ademas líder del Instituto de Formación Espiritual y Plantación de Iglesias, conducía el servicio. Nuestro Evangelista de los Estados Unidos, el hermano Steve Holliday, comenzó el servicio predicando con una pasión sin igualpor dar a conocer el mensaje del Evangelio, y nuestro nuevo amigo de Washington, DC, se preparaba para traducir. Me di cuenta que nuestro traductor no estaba dando en el “blanco” o, en otras palabras, no estaba traduciendo con precisión lo que Steve estaba diciendo. Teológicamente, fallaba en dar al blanco en los puntos más significativos, esencialmente el mensaje se estaba convirtiendo en algo muy aguado o leve. Sin poder decir nada por temor a quedar todos avergonzados, simplemente oré, “¡Señor, muéstranos tu sublime Gracia! Por Favoooor Señor, si estás con nosotros hoy, toma aquello que se diga de Tu Palabra y trae convicción de pecado.” Yo sabía que al final de la jornada todos éramos vasijas quebrantadas (Salmo 31:2; 2 Corintios 4:7-18) y aún en aquella imperfección la Gracia de Dios era más que suficiente. Cuando casi terminaba el servicio, el Pastor Vilner extendió una invitación de compromiso a Dios y arrepentimiento y una mujer y un joven pasaron al frente. Mientras caminaba hacia donde estaban esos nuevos convertidos para orar, las lágrimas me corrían por las mejillas. Mi oración había sido contestada y Dios había mostrado Su Gracia y la suficiencia de la misma. Las “riquezas de Su gloria” (Efesios 1:7) nos habían visitado ese día. ¡Gloria sea a Su nombre! El Peligro de Orgullo L A VIDA misionera es altamente elogiada por muchos Cristianos, pero el orgullo puede ser un enorme obstáculo para lo que hacemos. Es un hecho de que a veces los misioneros permitimos que el orgullo sea una barrera, y no logramos ver la Gracia de Dios en todo lo que hacemos. No ayuda que alabamos rápidamente al misionero por lo que hace sin alabar al Dios que en realidad lo hace. Afortunadamente a mi no me llevó mucho tiempo en darme cuenta que yo no era el próximo Billy Graham. El Señor me tuvo que humillar para comenzar a trabajar en y a través de mí. Ven mis hermanos y hermanas, yo había leído lo siguiente, pero por alguna razón no lo estaba viviendo. Pero Él da mayor gracia. Por eso dice: Dios resiste a los soberibios pero da gracia a los humildes. (Santiago 4:6) Una noche mientras cuestionaba al Señor por resultados muy pobres, leí ese versículo y me di cuenta que había una oposición mayor que la del enemigo para el avance del Reino. La oposición era el orgullo y eso me lleva a confrontar esa oposición diariamente mediante el amor de Dios. La verdad es que el orgullo en mi puede descarrilar mis esfuerzos a participar en la Gran Comisión. Muchas veces, cuando nuestra efectividad se descarrila le acreditamos mucho al enemigo, cuando el meollo del asunto está en que somos nuestros peores enemigos. Al entender que la Gracia está produciendo en mi lo que Cristo ya ha preparado, la Gran Comisión es prueba por si sola de que es una obra de Gracia. Créame cuando le digo que en la Gracia la tarea se hace efectivamente. En el próximo capitulo miraremos a Cristo como el canal de la Gracia de Dios para la humanidad. ¡Nos ayudará a comprender que, mediante Su Gracia, podemos obedecer la Gran Comisión y saber que es más que suficiente! Contemplando La Gracia Preguntas: 1. ¿A quién se les dió la Gran Comisión? ¿Te ves como parte de la Gran Comisión? ¿Cómo? ¿Eres capaz de moverte de la “B” a la “A” en tu caminar? 2. ¿ Por qué piensas que Jesús hizo un pronunciamiento de autoridad antes de dar la Gran Comisión? ¿No es suficiente su autoridad para la protección de aquellos que comparten el Evangelio? ¿Hasta donde llega Su autoridad en relación con la Gran Comisión? 3. ¿Tienes una herida de carácter, emocional o física que te impida tomar parte en la Gran Comisión? ¿Como Pablo, tú como ciudadano del Reino le pides a Dios que saque el problema de tu vida cotidiana? ¿Cómo puede ser la Gracia suficiente para ti como lo fue para Pablo? 4. ¿Como líder del Reino, cómo puedes influenciar a otros a ser parte de la Gran Comisión y Su Gracia mediante discipulados, grupos de oración, etc.? 5. ¿Ser visto como un Super-Cristiano misionero- evangelista puede causar que te descarriles de la efectividad para el Reino? ¿Cómo te preparas para eso? ¿Cómo puedes reconocerlo cuando sucede? Adelante: Desde ahora, comienza a trabajar en la Gran Comisión bajo la autoridad y el poder de la Gracia de Dios, sabiendo que es Él quien da el éxito sin importar las deficiencias que creas tener. Oración: Dios llévame de la banca a la acción. Por favor, recuérdame a menudo que mis deficiencias se hacen perfectas en Ti. Y si Tú me das éxito en mis acciones, recuérdame de nuevo que Tú eres el dueño de los resultados. 3. Corona de Espinas: ¿Gracia Suficiente? “ Y tejiendo una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y una caña en su mano derecha; y arrodillándose delante de Él, le hacían burla, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!” Mateo 27:29 U N PELIGRO que a menudo enfrentamos en cuanto a la Gracia es que algunos llegamos a amar la propia Gracia. En la superficie, eso aparenta ser algo que no es malo pero es devastador cuando llegamos a amar la Gracia (y sus beneficios) más que la fuente de Gracia. Este capítulo revisa la doctrina de la Gracia y nos muestra que la Gracia fue inicialmente expresada en la cruz del Calvario, que fue donde la sangre preciosa de nuestro Salvador fue derramada para cumplir con las demandas de la Ley para limpiar nuestros pecados. El gran predicador, Charles H. Spurgeon, dividió este tema con precisión he instó a considerar lo siguiente: Como mencioné anoche con respecto al bendecido tema, pensé en instarles a que hagan sus nidos en la corona de espinas de Cristo. ¡Es un lugar seguro para pecadores! Ni Satanás, el pecado o la muerte pueden llegar allí. Mire al sufrimiento del Salvador y vea su pecado expiado allí. ¡Vuele hacia Sus heridas! ¡Vuelen palomas tímidas y temblorosas! ¡No hay un lugar de descanso tan seguro como ese! ¡Haga su nido, lo repito, entre esas espinas, y cuando lo haya hecho, confiando en Jesús hasta que Él sea todo en todo para ti, entonces corona su cabeza sagrada con otras coronas! [Spurgeon, Charles H. Sermón predicado el 13 de abril de 1874.] Este mensaje debe llevarnos a pensar profundamente sobre la Gracia de Dios en Cristo disponible para cada uno de nosotros como parte del cuerpo de la iglesia; somos Su novia por quien Él estuvo dispuesto a morir. Que el Dios de gloria descendiera para hacer disponible Su Gracia a pecadores como nosotros es algo que merece nuestra admiración, adoración y obediencia por toda la eternidad. Miremos de cerca la corona de espinas que nuestro Rey llevaba y lo que representa para nosotros. En resumen, Su sacrificio de amor nos debe mover a confiar en Su Gracia suficiente y no en nuestras fuerzas mortales, intelecto o estrategia. Tal parece que nos hemos casado con nuestra humanidad, dependiendo en nosotros mismos y no en Su Gracia. Corona de Espinas L A CORONA de espinas fue entretejida con ramas de “poterium spinosum” que estaba compuesta de espinas muy puntiagudas. Eran usadas a menudo para comenzar una fogata y no tenían ningún otro uso sin causar daños a los que las usaban. La corona no tenia forma de anillo, como es a menudo representada por artistas, sino como una vieja corona de Pascua... que se parecía mucho a un casco y cubría la cabeza completa como un sombrero desde el cuello hasta la frente. Las espinas penetraron el cuerpo de Cristo mientras era golpeado camino al Calvario. El número de heridas es casi imposible de establecer. Si sabemos que eran significativas. Los expertos han establecido estimados sobre cuantas podían haber sido. Es cierto que Cristo tenia un sudario, muchas de sus heridas estaban escondidas y no se podían contar. Además, Él tenía cabellos largos y gruesos que probablemente bloquearon algunos de los golpes, aunque el dolor no se detenía. Se estima que en su cara tenía más de una docena de huecos y en la región occipital una docenao más, haciendo una suma total de más de treinta heridas punzadas por las espinas. Tomando en cuenta las regiones donde no había rasgos visibles de punzadas de espinas, un experto en el tema sugiere que un total de cincuenta espinas torturaron la cabeza del Crucificado. Muchos de los huecos hubiesen coincidido con considerables vasos sanguíneos, mostrando que la corona, con sus espinas puntiagudas y afiladas, causaron heridas profundas y severas. Poncio Pilato, el gobernador Romano de Judea, pronunció la sentencia “Ibis ad crucem” que significa “Tu irás a la cruz” y envió a Jesús a ser crucificado. Es significativo que los Evangelios no desciben si le quitaron la corona de espinas. Este dolor se mantuvo aún mientras era sometido a más aflicciones. Spurgeon, refiriendose a Cristo, revela que “Jesús es el príncipe de los mártires.” Incluso el martirio de Cristo es una muestra de como Su extraordinaria y abundante Gracia cumple con los requerimientos divinos. En nuestro orgullo, pensamos que nuestro propio sufrimiento tiene un valor significativo, pero “Santo, Santo, Santo” no se compara con lo poco que sufrimos por Él. Nos maravillamos del porque Su Gracia es más que suficiente. Spurgeon responde al asunto: “ Gedeón le enseñó a los hombres de Sucot con espinas, pero las lecciones no fueron tan saludables como las de los huesos de Jesús. La medicina sagrada que trae el buen Doctor en su corona de espinas actúa como un tónico y nos da energía para soportar sin vergüenza o perdida de depresión para que podamos llevar Su servicio. ¿Quién vence a los más feroces enemigos? ¿Quién calma mis tristes aflicciones? ¿Quién revive mi desfalleciente corazón, sanando todas las heridas escondidas? Jesús coronado de espinas.” [Ibid.] Cuando sirves a Dios y te beneficias de sus bendiciones, no esperes premios de los hombres. En vez, reconoce que el servicio a nuestro Creador a menudo nos lleva a ser malentendidos, acusados y condenados. La fruta más dulce es la que los pájaros más pican; la montaña más cerca del cielo es la que azota la tormenta y los personajes más amables son los que enfrentan batallas. Algunos de los mejores hombres del mundo son aquellos de los cuales peor se habla ya que un mundo depravado no puede hablar bien de vidas santas. A menudo, aquellos a los que les llevas la salvación no te agradecen lo que haces, más te acusan por interferir. Están ciegos a la verdad, siendo cautivos de quien rige en este mundo. ¿Pero es ese sufrimiento más de lo que la Gracia puede sostener? ¿Estás listo para lo que sigue? P UEDES PENSAR que no estás listo para el sufrimiento inevitable que acompaña el llamado del Maestro. Considera que Jesús soportó torturas extremas de pecadores para que tu espíritu no se canse o desmaye. Si tienes éxito en llevar muchos a Cristo, no experimentarás honor universal, en vez de eso serás acusado de tener intereses egoístas. Serás malentendido, criticado y considerado necio por un mundo impío. Algunos dirán que caminas detrás de la popularidad o un crimen similar. En verdad, debes considerar como un verdadero gozo el ser categorizado en el mismo plano que tu Señor. Cuando ocurren tales cosas, como inevitablemente sucederán, date cuenta que por la suficiencia de Su Gracia podrás decir de todo corazón, “No siento vergüenza por tal deshonra. Los hombres me podrán acusar de hechos deshonrosos, pero estoy justificado por el Señor. Los hombres me pisotean, pero soy exaltado por el Altísimo. Los hombres me pueden cubrir con desprecio, pero soy amado por Dios.” Nos animamos al esperar pacientemente como aquel rechazado Nazareno. La corona de espinas es el remedio para la insatisfacción y la angustia. Cuando mantenemos un cuerpo, es muy probable quejarse por el dolor; pero debemos recordar a Jesús coronado de espinas y el dolor que Él sintió por nosotros. Su situación fue mucho más espinosa y oscura que la nuestra. ¿Entonces para que quejarnos y comparar? Fija Tus Ojos W ILL Gracia más que suficiente para nosotros? ¿O pensaremos que nos falta algo para hacer el trabajo que Él nos ha confiado y quien nos dice que estará con nosotros? Quizás nuestras mentes no estén convertidas al hecho de que somos ciudadanos de Reino y que las cosas de este mundo y los deseos de la carne son contrarios a Su mandato de ir y hacer discípulos en todas las naciones. El antiguo himno “Fija Tus Ojos en Cristo” dice, “Y lo terrenal sin valor será, a la luz del glorioso Señor”. El problema que muchos cristianos tenemos es que aún no hemos fijado los ojos en Cristo. El concepto de dejar al mundo, tomar la cruz, y seguir a Cristo es una píldora difícil de tragar. Quizá nuestra percepción de la expansión del Reino necesita sufrir una transformación que no hemos podido lograr, porque en la depravación de nuestras mentes, lo que verdaderamente importa es aumentar nuestro propio Reino. El enfoque de la Gran Comisión se pierde completamente cuando nos fijamos en lo que estamos haciendo y no en lo que Dios está haciendo. La corona de espinas nos debe servir para ver que nuestra pompa y gloria es una nube de humo cuando se compara con la suficiencia de Su Gracia. Tal parece que subestimamos por completo el poder de Dios mediante Su Gracia para transformar todo con lo que tiene contacto. Nuestro amor por Él y por Su causa demanda un profundo arrepentimiento de nuestra parte por hacer de Él un Dios-de-cajita. En vez, continuamos pensando que podemos añadir algún valor a Su causa sin considerar que Él es el valor de la causa. Cuando somos invitados a una boda, asumimos que la persona quien extiende la invitación tiene todo listo para la celebración. Sin embargo, ese no es el caso, cuando aceptamos la invitación de Dios. En vez, tenemos la audacia en pensar que el Dios que nos invita a ser parte de Su obra falla en tener lo necesario para la obra y para que Sus propósitos se cumplan. De alguna manera no le damos la importancia que merece a la Gracia de Dios para la provisión de las necesidades de Su obra. Él esta preparando la novia para Su boda; somos responsables de extender la invitación al banquete. Dios invitó a Abraham a tomar parte en el sacrificio de su hijo, y el mismo Dios proveyó todo lo que se necesitaba para cumplir con la obligación. Dios probó la fe de Abraham y él obedeció. ¿Y qué de nosotros? Cuando él así mismo nos prueba la fe para ser parte de Su obra, ¿actuamos con la urgencia que demanda o vacilamos, a veces por toda una vida? ¿Sentimos que no hemos aprendido el Evangelio lo suficiente? ¿Nos sentimos incapaces de responder todas las preguntas? ¿Nos sentimos incapaces de persuadir a los perdidos? ¿No habrá suficiente Gracia de Cristo para nosotros? ¿Es la corona de espinas suficiente Gracia para nosotros? ¿No reconocemos que Dios nos ayuda a poner Su Gracia en la perspectiva correcta, elevándola al lugar que se merece al reconocer su efectividad y eficacia? ¿Podemos admitir libremente que la única condición a cumplir es la obediencia a la tarea misionera? Quizás debemos recordar que “el que lo tuvo todo se despojó, confiado que nada perdía.”[footnote: Willard, Dallas. Divine Conspiracy. ] Jesús se vacío para que nosotros podamos ser llenos por Él. ¿No es esa Gracia más que suficiente para La Gran Comisión? Contemplando La Gracia Preguntas: 1. Considere sus oraciones a Dios. ¿Cuáles de sus sufrimientos y tribulaciones son comparables a las de Cristo? ¿Pedirías que fuesen removidos si te dieras de cuenta que fue provistos por Dios para demostrar Su Gracia hacia ti? 2. ¿Te sientes vindicado por la Gracia de Dios, o estás contendiendo con los efectos de la vergüenza? Ej. “¿Qué pensaran de mi?” “¿Perderé amistades?” etc. ¿Cómo puedes manejar esta vergüenza inapropiada? 3. ¿Como líder en el Reino, traerás algo que Dios necesita para el banquete? ¿Qué pasa cuando consideramos que Dios necesita nuestro don y reconocemos que le servimospor Su don? 4. ¿Qué parte de testificar del Evangelio no será suplida mediante la Gracia? ¿Te molestaría depender más en la Gracia y menos en “entrenamientos”? Adelante: Utilice el retrato de la corona de espinas para poner la Gracia en su perspectiva correcta en que la vida de Jesús fue despojada por Él para que Su Espíritu nos diera el poder para vivir la Gran Comisión. Oración: Dios, ayudame a rendir mis persecuciones, sufrimientos y vergüenza como algo que no tiene ningún poder frente a la luz de Tu Gracia. Ayúdame a descansar en la seguridad de la corona de espinas de Cristo para que Su vida se manifieste en mí sin impedimentos. 4. En La Cruz: Más que Suficiente Entonces Jesús, clamando otra vez a gran voz, exhaló el espíritu Mateo 27:50 Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre celestial os perdonará a vosotros. Galatians 6:14 C REO QUE cuando miramos la cruz, la Gracia que encontramos allí, debe movernos a un mayor amor por Dios y por la Gran Comisión. En la cruz, donde las manchas de nuestras almas fueron lavadas por la preciosa sangre del Cordero Santo, nos quedamos maravillados ante la Gracia que Dios a dado en favor nuestro. Cuando consideramos contemplar la tarea de la Gran Comisión, debemos entender porque la Gracia y su suficiencia, es provista para aquél que sale a ser parte de la expansión del Reino. La Gracia provista para tanto para el que va en obediencia como para como para aquél al que se le lleva está en perfecta armonía. Nuestra Gracia, como misioneros, está en el mismo acorde de la Gracia que provee salvación. Es por eso que la Gracia nos provee buenas obras para completar y ser parte de ellas cada minuto de cada día. Dios está proveyendo Gracia al evangelista para que Su Gracia salvadora pueda cambiar un alma. De manera que, la Gracia que sostiene al misionero... la Gracia que da poder para la misión... la Gracia que completa la misión... esta ligada igualmente a la cruz como la Gracia que salva al pecador. Escúcheme, pues usted vive en Gracia y en su poder cuando permanece centrado en la cruz. El Apóstol Pablo es firme al reconocer la verdad inseparable sobre esto, pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y éste crucificado. (1 Corintios 2:2) Si esa era la prioridad de Pablo, creo que también debe ser la nuestra. Pablo era un seguidor de Cristo y creía que Su Gracia era más que suficiente. ¿Debería ser diferente para nosotros que somos seguidores del mismo Señor? Los predicadores de antaño proclamaban un mensaje centrado en la cruz y en Cristo. Ellos además reconocieron que es en la cruz donde la Ley de Dios y la Gracia más brillaban, trabajando al unísono, para demostrar Su plan perfecto. Su justicia y misericordia se encuentran allí y Él es glorificado. Pero es también en la cruz donde somos más humildes. Es en la cruz donde le admitimos a Dios que, en nosotros, no hay absolutamente nada para ganar o merecer la salvación.[footnote: Bridges, Jerry. The Real Gospel of Life. p.98.] Es allí, en la cruz, donde le admitimos a Dios, que por nosotros, no tenemos palabras para convencer al perdido, poder para cambiar la cultura, y fuerzas para fundar una iglesia. La cruz revela el ejemplo más sublime de la Gracia, más allá de lo que el ser humano puede imaginar. Ella lleva el hecho de que estamos completamente incapacitados para llevar a cabo Su plan divino sin Su Gracia. Tal realidad debe dejarnos maravillados ante lo que Dios ha hecho. Martyn Lloyd Jones, ministro protestante, predicador y gran hombre de Dios, dijo una vez, “La prueba crucial de nuestra espiritualidad es la medida en que nos maravilla la Gracia de Dios. La Gracia es manifestada en la cruz para los cristianos.” Cuan vergonzoso es que envés de reconocer la maravilla que Dios ha provisto, nos hacemos los de la vista gorda sin ver el hecho de que Él nos ha equipado por completo para la tarea que tenemos por delante con algo tan maravilloso. De Regreso a la Cruz M IENTRAS CAMINÁBAMOS y orábamos durante un tiempo de evangelización por las calles una tarde en un vecindario de Santo Domingo, un grupo de hombres nos preguntaron, que hacíamos en la zona. Les expliqué que estábamos orando y compartiendo el evangelio. Ellos respondieron, “¿Son ustedes de esa iglesias que hablan más de dinero que de Cristo?” Compartí con ellos la siguiente historia de algo que le sucedió a un pastor amigo. Una mujer en su congregación había depositado una cantidad sustanciosa en un cheque en el plato de la ofrenda un domingo por la mañana. Después de pasar una semana, ella pidió una cita con el pastor. Cuando llegó a la oficina, el pastor la recibió y le preguntó que como podía ayudarla. Ella dijo, “Quiero saber por qué nadie me ha hablado sobre de la gran contribución que yo hice.” Su reacción fue inmediata y llamó a la secretaria de la iglesia pidiendo que hiciera un cheque por la cantidad que la señora había depositado en el plato de la ofrenda aquél domingo. “Traigame el cheque,” le dijo. Cuando la secretaria le trajo el cheque, el pastor lo devolvió a la señora. Ella dejó la iglesia después de ese incidente. La conversación con aquellos hombres de Santo Domingo cambió de tono a partir del momento que oyeron la historia. Ellos mostraron interés en lo que les tenía que decir, y continué diciéndoles, “Quiero hablarles sobre el Cristo que mencionaron al comienzo de nuestra conversación. Permítanme hablarles de la cruz y lo que sucedió allí.” Les hablé sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de Cristo, y lo que eso significa para la vida de los pecadores. Ellos entendieron después de haberles explicado sobre la Gracia de Dios en la cruz. La conversación terminó con una oración de arrepentimiento de su parte. Unos días después, una nueva iglesia se fundaba en ese vecindario. ¡Su Gracia fue más que suficiente! Durante otro día de caminatas de oración y evangelización en un vecindario parecido donde queríamos fundar una iglesia, oramos para que Dios nos guiara a gente que estuviese receptiva a la Palabra de Dios. El primer hombre que encontramos estaba sentado en los escalones de una tienda de ventas de bebidas alcohólicas. Teníamos dudas al acercarnos a él. Pero habíamos orado, era alguien quien Dios nos había puesto en el camino, le di la mano y me senté a su lado. Le pregunté si sabia algo sobre la cruz y me respondió que Cristo fue crucificado en una cruz. Le pregunté si sabia porque y él no sabía. Le hablé, de una manera parecida a la antes mencionada, sobre en nacimiento, la muerte y la resurrección de Cristo, la Gracia en la cruz, y el significado de todo eso para los pecadores. El entendió y oró en arrepentimiento. Le hablé sobre el bautizo e indicó que quería ser bautizado. Le pregunté si había agua cerca y me dijo que su abuela tenia un recipiente grande donde acumulaba agua de lluvia. Lo seguimos hasta la casa de su abuela. Allí encontramos a su hermano acostado, ya que había sufrido un accidente en una motocicleta. Aprovechamos para compartir la cruz y el mensaje de la Gracia con él y su abuela también. Por la Gracia de Dios, los bautizamos a los tres aquél día y ahora son parte de una congregación. Hay un poder extraordinario en la Gracia en la cruz. ¡No hay dudas que fui fortalecido por la misma Gracia y fue esa misma Gracia la que salvó a aquél joven! El mensaje de tal Gracia es claro. Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; que se apareció a Cefas y después a los doce; luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen; después se apareció a Jacobo, luego a todos los apóstoles. (1 Corintios 15:3-7) Esas son las Buenas Nuevas del Evangelio y deben hacerse disponiblea todos. En su libro, Fifty Reasons Why Jesus Came to Die, John Piper preguntó, “¿Por qué la muerte de Jesús no es vista como nueva noticia? Debemos verla como buena y valida antes de creer.”[footnote: Piper, John. Fifty Reasons Why Jesus Came To Die. p.105.] La pregunta a responder es ¿Por qué algunos la ven como buena y valida y otros no? Pablo nos da una respuesta en la carta a la iglesia de Corinto: en los cuales el dios de este mundo ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no vean el resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios. (2 Corintios 4:4) Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente. (1 Corintios 2:14) Aún así, Dios ha provisto una manera de escapar, y Él lo hace en la cruz. La letra siguiente escrita por Ira Stamphill nos lo recuerda ... ¡hay un lugar en la cruz para todos! Lugar en la Cruz para Ti La cruz en la que Cristo murió, Es un refugio que no podemos esconder; Y su Gracia gratuita y suficiente para mi, Y profunda fuente tan ancha como el mar Aunque millones lo han hallado como amigo, Y se han arrepentido de pecados cometidos, El Salvador aún espera con puertas abiertas E invita al pecador antes que sea muy tarde. La mano de mi Salvador es fuerte, Y el amor de mi Salvador largo; En días soleados o lluviosos, en perdida o ganancia, La sangre fluye del Calvario para lavar las manchas. Hay un lugar en la cruz para ti, Hay un lugar en la cruz para ti, Aunque millones han llegado, aún hay lugar para uno Si, hay lugar en la cruz para ti. [Lyrics and Composer: Ira F. Stanphill, 1946.] Lugar en La Cruz, Pero Debes Nacer de Nuevo U NA VEZ pregunté, “¿Qué significa la cruz para ti?” a un joven que mostraba interés en las Buenas Nuevas del Evangelio mientras lo proclamábamos una tarde. Me dijo. “Yo amo la cruz; me la pongo cuando juego pelota para tener buena suerte; cuando salgo para protección; también cuando salgo a buscar una novia.” “Tienes la cruz,” le comenté, “Pero te falta el verdadero significado.” “ ¿Cuál es el verdadero significado?” me preguntó. Le expliqué sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de Jesús, y compartí la historia que encontramos en Juan 3. “El problema es que tu crees conocer a Dios,” Y continué, “Pero no sabes sobre la Buena Noticia y que debes nacer de nuevo.” Mientras le explicaba el significado, sus lágrimas corrían por sus mejillas, me dijo, “Perdóname; ahora entiendo. ¿Cómo puedo nacer de nuevo?” Le di detalles sobre el arrepentimiento de sus pecados y le hablé de la Gracia que es más que suficiente para ayudarle. Llorando como un bebe, el dijo que entendía. Le pregunté, “¿Entiendes ahora lo que la cruz significa?” Me dijo “Cristo llevó mis pecados en la cruz y me perdona si me arrepiento.” Le dije, “¡Eso es!” y lo guíe en una oración de arrepentimiento. Una vez más, el poder de la Gracia nos permitió compartir el Evangelio, así como también el Evangelio fue recibido. El poder esta dentro del ámbito del Reino de Dios. Él tiene toda autoridad, la que hace posible la misión. ¿Por qué es que vacilamos? ¿Por qué dudamos? Quiero terminar este capítulo compartiendo algo que leí recientemente y me sirvió para animarme y seguir viendo a Cristo y Su Gracia como más que suficiente. Fue escrito por Stephen J. Wellum, Profesor de Teología Cristiana. Por virtud de la resurrección, nuestro Señor anuncia que toda autoridad se le ha dado. Así como el Señor triunfante y victorioso, Él envía a Su gente al mundo. Es bajo las órdenes de marcha del Rey Jesús que nosotros, como embajadores, llevamos el Evangelio a las naciones. Una vez más esto nos recuerda que no hay un llamado más alto que podamos imaginar que servir como embajadores, anunciando Su obra triunfante y Su Reino a las naciones [footnote: Wellum, Stephen J. Reflections on The Great Commission.] Les pido que consideren lo antes mencionado. No hay llamado más grande y tampoco existe un entrenador mejor que nuestro Señor, quien provee Su Gracia para que podamos cumplir con Su misión. ¡Su Gracia es más que suficiente! Contemplando La Gracia Preguntas: 1. ¿Cómo es que el concepto de Gracia sobre Gracia se relaciona con la Gracia y la aplicación de la misma al testificar del Evangelio? ¿Cómo funciona al unísono con la aplicación al receptor? 2. ¿Está la Gracia que sostiene al misionero o evangelista unida a la cruz? ¿O simplemente es Gracia para que el perdido reciba salvación? 3. ¿Existe aún la humildad que tu viste al entender la cruz y admitir que no podías hacer nada para salvarte? ¿Dices que no puedes hacer nada o no necesitas hacer nada para compartir el Evangelio o ser parte de la fundación de una iglesia? 4. Como líder en el Reino, ¿dudas o vacilas acerca de Su Gracia? ¿Qué impacto tiene en aquellos que discípulas? ¿Cómo puedes derrotar tus vacilaciones o dudas? Adelante: Actúa con la humildad de la cruz, la victoria de la resurrección mientras te conduces como embajador del Evangelio. Oración: Señor, ayúdame a ver el poder de la cruz, no solamente en el potencial que tiene para la salvación de las almas sino también en mi comprensión que Tu Gracia permite que Tu autoridad trabaje en Tu siervo para la alabanza de Tu buena voluntad. 5. Por Su Gracia : Le Decimos Padre Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que vosotros le pidáis. Vosotros, pues, orad de esta manera: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre...” Mateo 6:8-9 Y les decía, “La mies es mucha, pero los obreros pocos. rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a Su mies. Luke 10:2 ¡M EJOR ES correr detrás de Dios de rodillas que detrás de los hombres con los pies! Esa frase se ha convertido en una de las bases no negociables en el campo misionero mientras perseguíamos honrar a Dios y pedirle que proveyera las cosas que las iglesias, quien Él ama mucho más que nosotros, necesitaba en un momento dado. Hemos aprendido a depender exclusivamente en Su Gracia la cual es más que suficiente. En la primera etapa del ministerio de plantación de iglesias, donde habíamos visto más de sesenta iglesias comenzadas en menos de cinco años, hicimos un compromiso de orar por todo lo que Sus iglesias necesitaban. Si algo iba a tomar lugar mientras nos movíamos en obediencia, tendría que ser hecho por Él. Una ventaja distintiva en el proceso era que no contábamos con recursos para ningunas de las cosas que consideraríamos esenciales para un plantador de iglesias. También aprendimos algo en las sesiones de entrenamiento con la Junta Internacional de Misiones que adoptamos como otra de esas bases no negociables... con Jesús en mi corazón, la Biblia en mi mano, tengo todo lo que necesito para comenzar una iglesia. Enseñamos ese concepto en español, inglés, cr eole haitiano y swahili. Para nuestra sorpresa, fueron los haitianos los que tuvieron más interés en comenzar iglesias. Los que estaban dispuestos fueron los que se lo aprendían en swahili, demostrando que tenían un verdadero espíritu misionero. Después de fundar las primeras iglesias, orábamos para que el Señor nos diera la sabiduría para lanzar una ofensiva para que el trabajo se multiplicara. Un día Su sabiduría nos llegó; empezaríamos un Instituto para entrenar de 20 a 25 estudiantes en estudios bíblicos. Para nuestra sorpresa, en la suficiencia de Su Gracia, se graduaron 120 el primer año. A mediados del año siguiente habíamos graduado 165 y esperábamos doblar la cifra antes que terminara el año. ¿Cuál fue la estrategia? La respuesta es, ser obedientes en hacer discípulos, manteniendonos dependientes en oración y esperando que Dios nos sorprendiera. Guillermo Carey dijo. “Intenta grandes cosas para Dios; espera grandes cosas de Dios.” Dios Tiene unPlan L A ORACIÓN es un misterio. Muchas veces nos hemos preguntado, “¿Cómo es que un Dios que es Santo, Santo, Santo desea que le oremos a Él?” Con eso en mente orábamos a Él quien es el Dios de la cosecha para que enviara obreros a la mies y Él la honró porque fueron sus palabras desde el principio. Él tenía la estrategia, la cual fue de Él por siempre y para siempre. Él tuvo la estrategia para Abraham, Moisés, Jesús, Pablo y todos los que han venido después de ellos. Eso significa que Él tiene un plan para nosotros y es Su plan maestro. Lo único que nos pide es que vallamos, seamos obedientes a la Gran Comisión y nos mantengamos dependientes a Él en oración. Él se ocupa del resto como Él siempre lo ha hecho. Hemos llegado a entender que la oración es otra manera de Él mostrar Su Gracia. La oración nos mantiene humildes y totalmente dependientes en Él. Hace unos cinco años, después de que habíamos comenzado una iglesia entre los dominicanos, yo oraba y le pedía al Señor que me diera hombres para trabajar junto a ellos. “Señor, cuando me levante después de estar orando arrodillado, saldré a la calle y Señor, le hablaré sobre asuntos espirituales a la primera persona que pongas en mi camino.” Era una tarde de verano y el sol caribeño estaba en su apogeo. Mi hija Sara e hijo Charles me acompañaban. No había muchas personas en la calle ya que esa es la hora de la siesta. Vi un joven que tenia un cubo en su mano derecha, y un nivel y otras herramientas en la otra mano. Me acerqué a él y le pregunté que si él era Cristiano y para mi sorpresa, me dijo que si. Caminamos por la calle sin asfaltar hablando del tema espiritual y terminamos en su casita de una habitación. Le animé a que comenzara un estudio bíblico con algunos de sus amigos. Entienda que en este punto del ministerio yo no tenía planes de comenzar a trabajar con haitianos. Pero Dios tenía un plan diferente. Pasaron dos semanas, y yo pasaba en mi vehículo por una construcción de un edificio donde Cedanus Dorvil, mi nuevo amigo haitiano, estaba trabajando. Cuando vio mi auto, me hizo señas para que me detuviera. Para ser sincero, se me hizo difícil reconocerlo dada la ubicación, pero después que paré el auto, hablé con él, y ahí recordé la conversación que había sostenido con él. “Pastor,” me dijo, “He comenzado un grupo de estudio bíblico y les he enseñado todo lo que sé; pero necesito su ayuda.” Le dije que iría a enseñar si él me traducía del español al creole haitiano ya que en aquel entonces no sabía nada del idioma. En resumidas cuentas, terminamos fundando una iglesia allí con aquel grupo. Les insté a que fuéramos a otro sitio donde sabían que había haitianos para ir a comenzar otra iglesia, y tres semanas después, ya teníamos otra iglesia fundada. Mi hermano Cedanus me presentó un joven quien sentía el llamado de comenzar una iglesia y Dios lo hizo posible también. Después el halló otro sitio donde vivían haitianos y fundamos otra iglesia. Dios tenía una estrategia la cual yo desconocía. Lo único que yo sabía es que debía ser obediente y depender solo en Él. Dios eventualmente nos llevó a establecer relaciones con iglesias de Estados Unidos y la primera que Dios envío fue First Baptist Church de Pompano. Ellos habían estado orando para trabajar junto a un misionero de la Junta Internacional de Misiones (IMB) que estuviese trabajando con los haitianos. Dios usó al Pastor Don Worden y Charles Cibene para ayudarme a moverme de ser misionero a ser visionario. ¡En menos de un año habíamos visto la fundación de siete nuevas iglesias! Dios estaba a punto de mostrarnos una vez más que Su Gracia era más que suficiente para la expansión de Su Reino y el cumplimiento de la Gran Comisión. La realidad es que aún yo no tenía una visión y estábamos preparando el Primer Congreso Misionero con los haitianos. Sesenta y cinco líderes asistirían y yo quería retarlos, de manera que tenía que depender de la Gracia de Dios para que me preparara para la tarea. Dos días antes del Congreso de Misiones, había estado orando y ayunando, pero aún no tenía una visión clara de como proceder. Mientras se bajaban del minibus los pastores invitados junto con los hermanos y hermanas haitianas, yo seguía orando. Tuvimos la ceremonia de inauguración y nos fuimos a descansar esa noche, seguía orando sin saber lo que Dios tenía preparado. A las dos de la madrugada, me desperté, y los números 40, 80 y 120 vinieron a mi mente. Sabía que ellos venían de Dios. Era el verano del 2009 y mientras estaba acostado, le puse los años correspondientes... 40 para el 2010, 80 para el 2012 y 120 para el 2014. ¡Había encontrado mi visión! Esta bien, no, la realidad es que... era Dios quien había escogido el tiempo preciso para revelarme Su plan. ¿Los resultados? Por la suficiencia de Su Gracia, fundamos 44 en el 2012. Durante el proceso editorial, la Gracia de Dios ha sido más que suficiente y ahora tenemos oficialmente ochenta y una iglesias en diciembre del 2012. La visión de Dios se está cumpliendo. La Dieta Misionera E L APÓSTOL Pablo fue donde el Espíritu Santo le envió y guio. Aunque reconozco que estoy muy lejos de ocupar el lugar de Pablo, es un hecho que el mismo Dios y la suficiencia de Su Gracia de la cual Pablo habló están a nuestra disposición. Una cosa que hemos aprendido sobre la plantación de iglesias, especialmente cuando escuchamos la explicación de Tim Keller, fundador de la Iglesia Presbiteriana del Redentor de Nueva York, es que es lo que produce la mayor contribución a la expansión del Reino. [footnote: Keller, Tim. Church Planting. ] No se usted, pero yo ciertamente deseo contribuir a la expansión del Reino. Aunque sabemos que existen muchas oportunidades para que nuestras iglesias sean parte de algún ministerio, creemos que cada iglesia debe ocuparse en un ministerio de plantación de iglesias. La pregunta es, ¿qué falta para que eso suceda en su iglesia? La respuesta es...las iglesias necesitan OD. “ Obediencia y Dependencia”. Eso es. Obediencia a la Gran Comisión y Dependencia en Él para que lleve a su iglesia donde nunca ha estado. La mejor medicina para una iglesia enferma es ponerla en una dieta misionera. Una cosa que hemos aprendido es pedirle a Dios que nos sorprenda con bendiciones que están en su visión para nosotros, pero que ni aún hemos orado por ellas. ¿Cómo se llama eso? ¡Gracia! De hecho, muchas de las personas a quien Él llamó en la Biblia no estaban orando para hacer nada cuando Él se aparece y los invita a ser parte de Su plan. Desde Gedeon, hasta David, José, María, Pedro y aún Pablo, la lista continúa. Considera a Ananías en el libro de los Hechos. No sabemos si él estaba orando para involucrarse en “misiones,” pero una cosa que él si hizo fue escuchar y responderle a Dios. Él escuchó el llamado y respondió, como podemos ver en el libro de los Hechos: Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor.” (Hechos 9:10) Que nosotros estemos tan dispuestos y sabios de escuchar claramente el llamado de Dios como Ananias. En el acto de orar, estamos continuamente convencidos que tenemos un gran Dios y somos apasionados por tener un tiempo de devoción para Él, que aumente nuestro amor por Él y Sus propósitos. Es de vital importancia que estemos dispuestos a aceptar Sus propósitos y no los nuestros. Debemos admitir que “la oración me cambia a mi y me prepara para aceptar lo que Él me pida” no hay nada que podamos hacer sin la oración porque la oración nos conecta con Dios. Él dijo, “Separados de mi nada puedes hacer.” ¿Nos recuerda eso la importancia de la suficiencia de Su Gracia para los creyentes? Yo necesito que me confronten y recuerden constantemente de mantener la perspectiva correcta y depender totalmente en Él. He hecho un hábito de buscar pasajes en la Palabra que nos dejan ver Su majestad y grandeza. De esa manera, podemos
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