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Viviendo_la_Gran_Comisión,_Su_Gracia_es_más_que_Suficiente__Carlos

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Su Gracia es Más Que Su ficiente
 
Viviendo La Gran Comisión:
Su Gracia es Más Que Su ficiente
 
by
Carlos y Liliana
Llambes
 
Published by Kamel Press, LLC 
Kindle Edition
 
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para participar!
 
www.KamelPress.com
 
Copyright 2012 por Carlos y Liliana Llambes. Todos los
derechos reservados.
Traducción y/o reproducción permitida si la solicita. De otra
manera, ninguna parte de este libro se permite reproducir en
ninguna forma, sea por métodos electrónicos o mecánicos
sin la aprobación previa.
 
Este libro electrónico está autorizado para su deleite
personal solamente. Este libro electrónico no se
puede revender o regalar a otras personas. Si desea
compartir este libro con otra persona, por favor
compre una copia adicional para cada persona.
 
Gracias por respe tar el arduo trabajo del autor.
 
Preparado con dedicación para ser publicado por Kamel
Press, LLC.
Editor del Contenido: Pastor Hoyt Lovelace, PhD
                                                        Presidente, Global Church
Planting Partners
Editor en Español: Diego Londoño
 
Revisión Inicial: Pastor Tom Ascol PhD, Grace Baptist Church
Diseño de Carátula: Jeff Eskridge, McGregor Baptist Church
Citas Bíblicas: 
                            La Biblia de Las Américas de estudio 2000
por Lockman Foundation
 
http://www.kamelpress.com/
ISBN-13:
978-1-62487-701-8 – Libro (Inglés)
978-1-62487-706-3 – Libro (Español)
978-1-62487-702-5 – Libro Electrónico (Kindle)(Inglés)
978-1-62487-703-2 – Libro Electrónico (Nook/Kobo)(Inglés)
978-1-62487-704-9 – Libro Electrónico (Smashwords)(Inglés)
 
Numero de Biblioteca del Congreso:
Library of Congress Control Number: 2012923435 (Inglés)
Library of Congress Control Number: 2013939154 (Español)
 
Published in the USA.
Índice General
Prefacio
Introducción
1. Sublime Gracia
2. La Gran Comisión: Una Obra de Gracia
3. Corona de Espinas:  ¿Gracia Suficiente?
4. En La Cruz:Más que Suficiente
5. Por Su Gracia:  Le Decimos Padre
6. La Gran Comisión:  Su Gracia, Su Gloria
7. Tus Dones:  ¿Objeto de Su Gracia?
8. Un Testimonio de Su Gracia
9. El Espíritu Santo:Gracia Morando en Mí
10. Una Oración
Sobre los Autores
Lea Lo Que Otros Han Dicho
 
 
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Prefacio
E STE libro nació de conversaciones con pastores y líderes
laicos de los Estados Unidos quienes, con similares formas
de pensar, visitaron la República Dominicana en viajes
misioneros a través de los años. Ellos han venido a unirse a
lo que Dios ha estado haciendo en este país en medio de los
dos millones de haitianos que viven ahí.
El Señor nos reunió para mostrar que Su Gracia es
más que suficiente para obedecer la Gran Comisión. Estas
reuniones nos permitieron ver como más de ochenta y una
iglesias nacieron, y más de quinientas personas se unieron al
Instituto de Transformación Espiritual y Plantación de Iglesias
durante los últimos cinco años.
Estoy inmensamente agradecido con el Señor por la
invitación que trajo a mi familia y a la iglesia familiar que
tenía en el momento, que se extiende desde Kenia para
ayudarnos con la tarea para la cual nos sentimos
inadecuados.
Agradezco a quienes me han dado su apoyo: la
Primera Iglesia Bautista de Pompano, la Iglesia Bautista Mill
Creek, la Iglesia Bautista Everglades, el Doctor Graham y sus
equipos de la Iglesia Bautista Madison, la Primera Iglesia
Bautista de Huntsville, la Primera Iglesia Misionera Bautista,
la Iglesia Bautista Fort Caroline, la Iglesia Bautista de
Royalton, la Iglesia Cross, la Iglesia Living Hope Community,
la Asociación Global de Fundadores de Iglesias, el Doctor
Hoyt Lovelace y nuestros patrocinadores nacionales
incluyendo la Convención Bautista Dominicana, el Doctor
Steve Wilkes del Seminario Mid-America, la Primera Iglesia
Bautista Hispana de Plantation, la Iglesia Bautista Estrella de
Belén, y Scott y Dory Nelson.
Un agradecimiento súper especial a todos los
guerreros de oración que han estado orando por mí a nivel
mundial. A mi esposa Lily y a nuestros adolescentes Sara,
Charles y Bianca por amar verdaderamente a Dios con todo
su corazón.
Mi amor a mi esposa Lily por aguantarme durante
todos estos años y por pasar muchas noches silenciosas en
sus rodillas orando por el trabajo y por los sitios a los que el
Señor me llevó a iniciar iglesias.
Agradezco a los amigos que Dios me ha dado que
tomaron el tiempo para leer y corregir mis escritos y hacer
contribuciones de testimonios a este trabajo. Dios usó
hombres como el Doctor Hoyt Lovelace, Doug Nickalson,
Shawn Berger, Hopson Boutot y el Doctor Tom Ascol para
hacerme un hombre mejor. Mi amor en Cristo para cada uno
de ustedes.
Mi agradecimiento a Don Worden y Charles Cibene,
hombres de Dios que estuvieron unidos a mí desde los
comienzos. Yo era un misionero y ellos me ayudaron a
convertirme en un visionario.
Un agradecimiento muy especial a quienes apoyan la
ofrenda Lottie Moon y la Asociación Internacional de
Misiones. Estos grupos creyeron en mi llamada y me dieron
la oportunidad de servir en medio de ellos. Si ustedes les
han brindado apoyo, también han apoyado mi llamado y
misión.
Para que sea conocido en la tierra Tu camino, entre
todas las naciones tu salvación. Te den gracias los pueblos,
oh Dios, todos los pueblos te den gracias.
(Salmo 67:2-3)
 
 
 
Introducción
Y O agradezco a Dios por darme la oportunidad de escribir
algo que ha estado en mi corazón por algún tiempo. También
agradezco a ustedes, mis lectores, por estudiar este libro,
simple y práctico, acerca de la Gracia de Dios y la suficiencia
de esta Gracia para lograr todo lo que hacemos,
particularmente para llevar a cabo y participar en la Gran
Comisión.
Una pregunta que frecuentemente me hago como
misionero es, ¿Cómo es posible que tantas personas crean
que la Gracia de Dios es suficiente para salvarlos, pero no
para la misión? ¿Cómo podría un Dios tan poderoso para
salvar ser tan limitado para la misión? Tal parece, que esa es
la forma como algunos cristianos ven la Gracia.
Nosotros creemos que el Dios que nos salva debe de
ser más que suficiente para la misión; que Dios mismo es
poderoso para salvar; y que Él es el grandioso Dios que lleva
a plenitud la misión. Nosotros tan solo respondemos en
obediencia desde nuestra limitación.
Muchos tratan de limitar la capacidad del poder y el
plan divino. En nuestro hogar decimos, “No podemos poner a
Dios en una cajita.” Que tan grande es Dios para salvar y
que tan pequeño lo vemos para la misión, pero el Dios de la
Gracia es más que suficiente para llevar a plenitud ambas
acciones. El problema es que al parecer pensamos que
cumplimos una misión integral en nuestra propia salvación,
de modo que asumimos que también tenemos una parte
integral que cumplir con la misión.
Oramos para que este libro les ayude a desarrollar
una perspectiva misionera centrada en Dios donde
reconozcan que Su Gracia es más que suficiente para
obedecer la Gran Comisión que Cristo nos encargó. Él
descendió por Gracia para que nosotros podamos entrar en
la participación familiar de Su Gracia.
Durante los últimos diez años, hemos visto muchos
designios divinos realizarse por Su ministerio en la República
Dominicana. Algunas veces nos preguntamos que hicimos
para merecernos la salvación desde un comienzo, y que
hicimos para merecer Su bendición para la misión. La
respuesta es: nada. La realidad es que Su Gracia es más que
suficiente. No hay nada en nosotros más que obediencia,dependencia y deseo de movernos a la acción. William
Carey, Misionero Bautista Inglés, conocido como el “padre de
las misiones modernas, dijo: “Esperen grandes cosas; traten
grandes cosas.” Yo creo que eso significa que hemos de
esperar grandes cosas de Su parte a causa de Su Gracia.
Esperamos que descubra las riquezas de Su Gracia y
que ellas lo muevan a la acción misionera. Usted ha de
preguntar, ¿qué se necesita? ¿Cómo hacerlo? Recuerde que
Él le salvo por Su Gracia y por Gracia Él realizará la labor
misionera usándolo como Su instrumento. Hay una gran
abundancia de vida cuando se envuelve en aquello que
causa la mayor expansión del Reino, el desarrollar nuevas
iglesias. Todo lo que hacemos como pueblo de Dios tiene
valor eterno, pero nada se compara con la fundación de
iglesias.
Queridos hermanos y hermanas… tengan confianza en
que Su Gracia es más que suficiente.
Como una familia misionera sirviendo con la Junta
Internacional Misionera (IMB), podemos decir con seguridad
que hemos experimentado Su Gracia que transforma.
Después de ver lo que ha hecho por los últimos diez años,
especialmente por los últimos cinco en medio de los
haitianos, hemos llegado a la conclusión que Su Gracia es
más que suficiente.
Oramos para que Su Gracia se manifieste en su vida,
así como se ha manifestado en la nuestra, y que ustedes lo
glorifiquen en todo lo que hacen.
 
 
 
 
1. Sublime Gracia
Sublime gracia del Señor, que a mi pecador salvó
Fui ciego mas hoy miro yo, perdido y él me amó.
En los peligros o aflicción, que yo he tenido aquí
Su gracia siempre me libró, y me guiará feliz.
Su gracia me enseñó a temer, mis dudas ahuyentó
O cuan precioso fue a mi ser, al dar mi corazón.
Y cuando en Sión por siglos mil, brillando este cual sol
Yo cantaré por siempre allí, su amor que me salvó.
[Autor John Newton (1725-1807). Verso 6, anónimo.]
E s mi oración que en este pequeño capitulo usted aprenda
más acerca de la Gracia de Dios hacia nosotros. Recuerde
que Su Gracia es más que suficiente para vivir la vida
cristiana y compartirla con otros. Muchos de los que
interpretan la Gracia incorrectamente creen que ellos
pueden hacer lo que deseen porque son participes de la
Gracia. No caiga en ese error.
Si usted verdaderamente se considera objeto de la
Gracia de Dios reconociendo que la misma le ha dado una
nueva vida, entonces lo que sigue es que usted viva
conforme a Su Palabra; esa es la vida orientada por el
Espíritu y no por los deseos de la carne. Pablo cita a aquellos
que erróneamente lo consideran de otra manera:
Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros,
pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. ¿Entonces qué?
¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la
gracia? ¡De ningún modo!
(Romanos 6:14, 15)
Definiendo La Gracia
M UCHAS han intentado describir la Gracia durante el pasar
de los años y juntos exploraremos algunas de las
definiciones desde las diferentes perspectivas.
Comenzaremos examinando una porción de lo que algunos
de los más prominentes teólogos a través de la historia
hasta el día de hoy han dicho sobre la Gracia.
La perspectiva de algunas de las definiciones será el
punto principal de nuestra discusión a través de este libro.
Ellas proveen un contraste comparativo debido sobretodo a
que la perspectiva típica sobre la Gracia que muchos
sostienen aplica solamente a la salvación y/o el perdón de
pecados. Lo que enfatizaremos aquí es que la Gracia es
igualmente importante cuando consideramos la expansión
del Reino de Dios, particularmente después que el individuo
ha sido justificado delante de Dios.
Sola Gratia
A MENUDO considerado como el padre de la Reforma,
Martín Lutero definió la salvación como “sola gratia” o
“solamente por gracia.” Esa frase se convirtió en el grito
central de la Reforma y aún cuando la Iglesia Romana ha
enseñado consistentemente que la Misa es un “sacrificio que
es verdaderamente propiciatorio” y que a través de la Misa
“Dios nos da Gracia y el don de penitencia o la remisión de
pecados, aún nuestros más enormes pecados,” los
Reformadores nos llevaron a la doctrina bíblica de la
salvación por Gracia mediante la fe. “Es solamente por
Gracia.”
La verdad bíblica nos presenta la salvación que
involucra la imputación de la justificación ante Dios por
Gracia por la fe en la obra de Jesucristo nuestro Señor. Esto
contrasta con la doctrina del mérito personal que fue
enseñada por Roma. Sola Gratia y las doctrinas de la Gracia,
incluyendo la total depravación de Martín Lutero, la elección
incondicional, la redención particular y la perseverancia de
los santos, fueron predicadas por muchos de los
reformadores Protestantes.
La perseverancia de los santos es un tema muy
particular aquí. Esta enseñanza tiende a enfocarse en la
seguridad eterna del creyente basada en la habilidad de Dios
para completar lo que Él comenzó. Sin embargo, debemos
reconocer que esa perseverancia impacta nuestra vida
presente y la eterna también.
Con esta verdad, la doctrina de la perseverancia de
los santos tácitamente implica que nosotros tenemos poder
por Su Gracia para terminar la Gran Comisión así como
tenemos el poder por esa Gracia para la vida eterna. La
Gracia, yo diría, es simultánea tanto para una cosa como la
otra.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos
escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que
fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos
predestinó para adopción como hijos para sí mediante
Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para
alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha
impartido sobre nosotros en el Amado.
En Él tenemos redención mediante su sangre, el
perdón de nuestros pecados según las riquezas de su
gracia que ha hecho abundar para con nosotros. En
toda sabiduría y discernimiento (Efesios 1:3-8)
El “Principe de los Predicadores” Charles H. Spurgeon dijo,
La Gracia es el alma del evangelio; sin ella el evangelio
está muerto. La Gracia es la música del evangelio; sin
ella el evangelio es mudo para dar consuelo. [Spurgeon,
Charles H. Sermón predicado el 19 de agosto de 1883.]
El problema en usar el termino Gracia no está en el
entendimiento de su poder para cambiar; el problema
estriba en malinterpretar la duración o su coordinación a
través de la Cristiandad. Nos gozamos rápidamente en el
poder de la Gracia para cambiar a los perdidos, pero se nos
olvida que la duración del su poder va mas allá del momento
de la salvación. La Gracia mueve a quien ha sido salvado al
Reino de Dios para que participe en el Reino de Dios en
coordinación con los que también han vivido un cambio
similar.
Porque por gracia habéis sido salvados por medio de
la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios;
(Efesios 2:8)
La Gracia comienza con la salvación y persevera hasta que
todo este completo. Desde el comienzo hasta el final, de la
“A” hasta la “Z” del alfabeto celestial, todo es por Gracia.
Al exponer esta doctrina a la luz del día, hombres
comienzan a criticarla. Mentes que no han sido regeneradas
no la han abrazado y nunca lo harán porque es humillante al
orgullo humano y no otorga nobleza sobre la naturaleza
humana. El hombre natural desea ganar su propio premio y
recibir la gloria por él mismo. La Gracia despoja al hombre
de gloria, reclamándola para Dios, y magnificando el amor
de Dios al mostrarle a la humanidad el extremo hasta el cual
Dios ha llegado en su relación con el hombre. El que vive en
Gracia experimenta la abundancia de la continuidad del
amor de Dios.
Motivados por La Gracia
R ECUERDO una historia protagonizada por una media
docena de muchachos, algunos de los cuales tenían padres
muy estrictos que los golpeaban, como algunos dicen, hasta
que estaban casi medio muertos. Había en esta ocasión un
muchacho con ellos que era muy amado por sus padresy no
era golpeado, sino disciplinado de otras formas.
Los muchachos se reunieron para un “consejo de
guerra” con el propósito de robar una hortaliza. Todos
estaban ansiosos de participar menos el favorecido por sus
padres, a quien no le gustó la idea. Uno de los otros
exclamó, “No tienes razón de tener miedo. Si nuestros
padres nos atrapan estaremos medios muertos, pero tu
padre nunca te golpea.”
El respondió con seriedad, “¿Qué crees que mi padre
merece de mi? Yo no haré nada que mi padre desapruebe. Él
es muy bueno conmigo y por ello no quiero deshonrarlo.”
El argumento de sus amigos no convenció al
muchacho a hacer algo que era desagradable para su padre.
Su conclusión era completamente lógica, especialmente
desde una perspectiva bíblica, y nos da un ejemplo de la
forma en que debemos ver a nuestro Padre Celestial. Si Dios
es bueno con aquellos que no lo merecen, algunos cederán
al pecado, pero hay otros a quienes la bondad divina lleva al
arrepentimiento. Debemos rechazar firmemente el
argumento de algunos que piensan que mientras más amor
nos muestra Dios, mas rebeldes podemos ser y actuar.
Cuando participamos en el amor de Dios
auténticamente, nuestro deseo de hacer el mal es vetado.
Como ha dicho un buen hermano, “Yo puedo consumir toda
la cocaína que quiera, pero Dios ha removido ese deseo.” Si
vamos a derrotar el mal social, debe ser por la proclamación
de la Gracia de Dios porque el poder de la Gracia divina va
mucho más allá del acto de salvación. Spurgeon resumió ese
sentir de forma magistral,
“ El Evangelio solamente suple al hombre de motivación
y fortaleza, de manera que es hacia el Evangelio que
debemos mirar como el verdadero reformador de
hombres. Supongamos que prediquemos la salvación de
esta manera...usted quien ha vivido impíamente y en
maldad puede disfrutar de sus pecados y simplemente
escapará del castigo. Eso ciertamente sería
maldad.”[Ibid.]
Desgraciadamente, el Evangelio muchas veces es usado
para proclamar que la Gracia es suficiente para pecadores
individuales. La verdad es que tal Gracia es además el poder
de nuestra santificación continua, y también el testimonio en
nuestras comunidades, que de esa manera lleva a otros a
Cristo. La Gracia para salvación es solamente el comienzo,
sin embargo algunos teólogos fallan en moverse de la “linea
de comienzo” a describirla en su naturaleza que abarca todo.
La Gracia, Subestimada
L A siguiente es una pequeña lista de definiciones de la
Gracia que se encuentra en una variedad de diccionarios
teológicos. Las presentamos como un ejemplo de la limitada
naturaleza que le otorgan a la Gracia a pesar que la misma
lo abarca todo.
1. Favor inmerecido; misericordia; compasión
2. Bendición inmerecida; un don o regalo
3. El amor de Dios; misericordia a la humanidad
4. Un favor; Gracia; bondad; belleza; simpatía
5. La voluntad de Dios en perseguir la buena voluntad
hacia Sus criaturas
6. En armonía con el regalo inmerecido del evangelio de
salvación de Dios en Jesucristo
7. Un favor de bondad mostrado sin tomar en cuenta el
valor o mérito de la persona que lo recibe sin tener en
cuenta si la persona lo merece
8. La aceptación y amor recibido de otro sin merecerlo,
especialmente la característica en la actitud de Dios en
proveer salvación a los pecadores.
9. El regalo de Dios expresado en la extensión de
misericordia; amante bondad y salvación a las personas
10. Asistencia divina sin merecerla dada al hombre para
regeneración o santificación
11. El poder y equipamiento para el ministerio
12. Gracia, todos sabemos, es el favor inmerecido de
Dios
13. Las riquezas de Dios a expensa de Cristo
¿Nos hacen algún bien estas definiciones? Muchos Cristianos
hacen la conexión obvia con la salvación, pero es crucial que
entendamos que esa visión tan estrecha es solamente el
comienzo de la maravillosa transformación hacia el poder
sustentador de la Gracia. La pregunta primaria se mantiene,
sin embargo... ¿Qué hace la Gracia para el creyente?
Hasta que esa pregunta no sea entendida en su
totalidad, algunos creyentes seguirán viviendo una vida
anémica, vacía de la naturaleza sustantiva de la plenitud de
las riquezas de Dios compartidas mediante Su Gracia. Si no
tenemos una vision de la profundidad de la Gracia que no
esté adulterada, para siempre dejaremos de comprender a
cabalidad las fuerzas que la componen y lo que ella misma
puede lograr.
La Gracia Destruye el Orgullo
Porque por gracia habéis sido salvados por medio de
la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe.
(Efesios 2:8-9)
La Gracia Nos Da Poder Para Realizar
Buenas Obras
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviéramos en ellas.
(Efesios 2:10)
La Gracia Destruye la Culpabilidad
Por consiguiente, no hay ahora condenación para los
que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la
carne sino conforme al Espíritu.
(Romanos 8:1)
La Gracia Nos Da Poder Para
Obedecer, Incluso Para Testificar a Las
Naciones
por medio de quien hemos recibido la Gracia y el
apostolado para promover la obediencia a la fe entre todos
los gentiles, por amor a su nombre.
(Romanos 1:5)
La Gracia Destruye el Pecado
Al que no conoció pecado, le hizo pecado por
nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.
(2 Corintios 5:21)
En Él tenemos redención mediante su sangre, el
perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia.
(Efesios 1:7)
El último versículo demuestra que todo ha sido una
“conspiración divina” para darnos nueva vida por Su Gracia.
La Gracia nos muestra que Dios mueve los cielos y la tierra
para salvar a pecadores quienes no pueden levantar un dedo
para salvarse a si mismos. Ha sido parte de Su plan aún
antes del comienzo de los tiempos.
La Gracia significa que Dios envió a Su hijo Unigénito
para que muriera en la cruz y descendiera al infierno
para que nosotros, que somos culpables, fuésemos
reconciliados con Él, conectados a Su misión, y
bienvenidos en el cielo. Significa que estamos invitados
a participar en Su misión en la tierra. [Harrison,
Stephen. Why The Devil Hates Grace, Sermon Study
Guide, 2009. ]
              Uno de los más prominentes teólogos de nuestros
días, el Dr. Dallas Willard, define la Gracia como Dios
“actuando en nuestras vidas para alcanzar lo que no
podemos lograr por nuestra cuenta.” Tal definición muestra
la Gracia en todo lo que hacemos. Dios actúa en nosotros y a
través de nosotros para lograr aquello que no podemos
lograr por nuestro propio esfuerzo.
El gran premio es entender la Gracia de esta forma ya
que nos da la perspectiva correcta en lo que logramos y
concluimos que todo es producto de Su Gracia. Esta
perspectiva nos lleva más allá del momento de la salvación,
nos lleva a las actividades que tienen que ver con el Reino.
Cristo, La Manifestación de La Gracia
H AY algunos que proponen neciamente que, después de la
caída, Dios emprendió un plan B. Consideramos que decir
eso es absurdo, pues el Dios omnisciente ha tenido un Plan A
desde principio a fin. El derramamiento de Su Gracia en
Cristo fue predestinado desde antes de la fundación del
mundo y es una obra de arte tan grandiosa que solamente el
gran Maestro, Dios, la podía concebir.
¿Has pensado como la Gracia de Dios ha cambiado tu
vida? Cuando entiendas la Gracia de Dios, puedes descansar
en Él y no caer en la presión de grupo de conformarte al
mundo. Si verdaderamente conoces la Gracia de Dios, y
como afecta tu vida, tu percepción del mundo se
transformará mientras gozas de una mejor relación con el
Creador. Todo lo que existe ha sido Su obra y ningún detalle
se la ha escapado. Seria provechoso mirar la definición de
“desGracia” para ver la Gracia en una luz más convincente.
DesGracia - pérdida de honor, respeto, o reputación;
vergüenza; condición de estar fuertemente ygeneralmente desaprobado.
En Cristo, y con Su Gracia, tenemos todo lo opuesto a la
desGracia. Tenemos honor, respeto, y orgullo a través de Él.
El Problema de No Creer
D ESAFORTUNADAMENTE muchas personas que asisten a la
iglesia regularmente nunca piensan en la Gracia de Dios.
James Innel Packer, un teólogo Cristiano, usó el llamativo
término “incredulidad” para describir los problemas que los
Cristianos tenemos en esta área. El dice que ya que no
entendemos plenamente quiénes somos ante Dios, dejamos
de creer en la Gracia de Dios. En resumidas cuentas,
tenemos una percepción sub-Cristiana que no es plenamente
bíblica.
Le ruego que considere que esa condición es peor de
lo que aparenta ser porque estar en un error sobre la Gracia
de Dios es estar en error sobre el corazón de nuestra fe.
Packer señala que el espíritu de esta era está agresivamente
opuesto a la doctrina de la Gracia [footnote: Prichard, Ray.
Keep Believing Ministries. ], y esta opinión es correcta.
Cuando conocemos las siguientes verdades sobre la
Gracia, ellas nos llenan de energía.
• La Gracia nos encontró
• La Gracia nos mantendrá
• La Gracia no nos abandonará
• Aquellos que Dios salva, Él salva para siempre
• Ninguno de Sus hijos se perderá
• Todas Sus ovejas encontrarán el camino a casa
• La Gracia nos impulsa y nos guía hacia a aquellos que
como nosotros necesitan Gracia
Gracia Barata
¿C ómo has detenido el curso de la Gracia? Esa pregunta
tiene el potencial de asustar a cualquier creyente que tiene
la valentía de hacerla. Dietrich Bonhoeffer, pastor Alemán
Luterano, teólogo opuesto al nazismo y fundador de
Confessing Church dijo,
"La Gracia Barata es el predicar el perdón sin requerir el
arrepentimiento; bautizo sin disciplina eclesial;
comunión sin confesión. La Gracia Barata es Gracia sin
discipulado, Gracia sin la cruz, y Gracia sin Jesucristo."
La Gracia Cara, por otra parte, nos confronta valientemente
como una llamada gloriosa a seguir a Jesús. Llega como una
palabra de perdón al corazón quebrantado y contrito, y va
progresando como palabra de ánimo y confianza. La Gracia
es cara porque nos mueve a someternos al yugo de Cristo y
a caminar junto a Él; es suficiente porque nos permite
hacerlo. Ella se mantiene como la máxima expresión del
hecho de que Jesús dio Su vida libremente para que nosotros
podamos poseerla.
Una alerta al que tenga oídos para oír, la Gracia
barata es uno de los enemigos mortales de la iglesia. Es
quizás la causa más grande de nuestra negligencia para
involucrarnos en La Gran Comisión. La Gracia barata actúa
como una barrera para vivir la Gran Comisión conforme
fuimos llamados.
A aquel, pues, que sabe hacer lo bueno y no lo hace,
le es pecado.
(Santiago 4:17)
Nunca debemos olvidar que la Gracia es el componente que
nos capacita, nos equipa y el cual está en nosotros.
 
Contemplando La Gracia
Preguntas:
1. Como creyente, ¿Cómo defines la obra de la Gracia
en tu vida?
 
2. Como ciudadano del Reino de Dios, ¿Tu
perseverancia se enfoca solamente en tu vida? ¿Cómo ves la
perseverancia impactando a un mundo perdido?
 
3. Como líder en el Reino, ¿Cómo enseñas el propósito
de la Gracia? ¿Tu enseñanza proclama la Gracia solamente
como una forma increíble a través de la cual se recibe la
salvación o también incluyes el conocimiento de que la
Gracia suple fortaleza para testificar? ¿Qué acción en la
iglesia llevarían a animar esta expansión de pensamiento?
 
4. Como embajador de Dios al mundo, ¿Cuál es tu
perspectiva del impacto de la Gracia para el mundo perdido?
Adelante::
Camine voluntariamente junto a Jesús entre su yugo
de Gracia mientras Él prepara el campo para la cosecha.
Oración:
Oh Dios, muestranos la profundidad, el aliento y la
anchura de la extensión de Tu Gracia. Por favor permite que
nuestra visión de Tu Gracia sea expandida más allá del
increíble impacto en nuestras propias vidas y podamos ver el
impacto que puede tener en un mundo perdido.
 
 
 
 
 
2. La Gran Comisión: Una Obra de
Gracia
A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los
santos,
se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles
las inescrutables riquezas de Cristo,
Efesios 3:8
¿C ÓMO ES que el Dios Creador, el grande y todopoderoso
que nos salva, es frecuentemente tan pequeño en nuestras
mentes para la Misión? ¿Cómo es que el Dios que adoramos
el domingo en la mañana, el Dios omnipotente, el
todopoderoso, no es lo suficientemente poderoso cuando se
trata de La Gran Comisión?
¿Es Dios quien necesita cambiar? ¿O quizás sea que
nuestras mentes no han sido renovadas para pensar en el
Reino?
El Cristianismo está experimentando un momento
excitante hoy día. Disfrutamos de avances tecnológicos que
van más allá de nuestra imaginación y nos permiten
presentar servicios de adoración llenos de instrumentos
sofisticados y otros efectos que nos llevan a un nivel de
excelencia y calidad en la adoración nunca antes vistos. Esto
es bueno en algunas maneras, pero algunos creen que nos
hemos convertido en Cristianos consumidores de eventos
religiosos y no somos adoradores auténticos.
Nosotros a menudo creemos que nuestra Cristiandad
toma lugar los domingos en la mañana durante el “servicio
de adoración”, sin embargo fracasa en movernos a una vida
de adoración en la acción misionera. Sufrimos de una
“parálisis de análisis” y no nos movemos de lo que llamo de
la “B” a la “A” en nuestro vivir. Creo que el reto más grande
que tiene la iglesia de hoy es determinar como vamos a
mover a los cristianos de la “Banca a la Acción.” No todas las
iglesias sufren de esto; algunos pastores hacen un trabajo
excelente moviendo sus comunidades de la B a la A, pero es
desafortunado para el Reino de Dios que algunos no lo
hacen.
Tenemos la tendencia de quedarnos en nuestras zonas
de comodidad cuando se trata de involucrarnos en La Gran
Comisión porque somos esclavos de la negatividad. Este
concepto no es nuevo. Ya aparece con el pueblo Judío
después de salir de Egipto. Ellos preferían regresar a la
esclavitud antes de enfrentar los nuevos retos que
presentaba su nueva vida de libertad. La Gracia de Dios
hacia ellos en ese tiempo era más que suficiente, pero ellos
no lo entendieron. O quizás preferían no entenderlo. De
cualquier manera, se parece bastante a lo que nos pasa a
nosotros, cuando pensamos a cerca de La Gran Comisión.
Toda la analogía del éxodo de redención de Israel se
hace presente en los departamentos de misiones de
nuestras iglesias o en la falta de ellos. Israel vió el milagro
de su rescate por la ayuda de Dios liberandolos de Egipto,
así como el creyente ve el milagro del rescate de Dios del
pecado y la condenación. La Gracia de Dios fue abundante
para el éxodo y, por los próximos 40 años en el desierto, la
evidencia se hizo ver en la provisión de comida, agua,
victorias militares, etc. Sin embargo, como pueblo, nunca
caminaron confiadamente en ella, en la plenitud de esa
Gracia.
La iglesia ha visto un milagro aún mayor de salvación
y la Gracia que nos sostiene, pero los creyentes, como Israel,
continuamos viviendo vidas como si fuésemos los que
proveemos para nuestro sostenimiento y estrategia. No
caminamos confiadamente en la Gracia que Dios provee, y
haciendo tal cosa, perdemos una gran porción de bendición
en nuestras vidas.
¿Será que pensamos que el poder del Espíritu Santo
no es suficiente?
El Plan de la B a la A
M IREMOS Y EXAMINEMOS algunos versículos que nos
ayudan a movernos de la B a la A, de estar sentados en la
Banca a movernos a la Acción. Mediante estos versículos
veremos que la Gran Comisión es una obra de Gracia.
Además ellos revelan el hecho que Dios quiere que
participemos en tal Gracia. Al hacerlo, nos permite
experimentar la vida abundante que Él nos quiere dar para
que toda raza y nación asciendan a su presencia en
adoración.
El misionero de todos los tiempos, el apóstol Pablo,
habló de la Gracia, pero como nosotros él también necesitó
quenuestro Señor se lo recordara. Aún después de sus
repetidos ruegos para que Dios le sanara, el hombre que
había sido usado para escribir gran parte del Nuevo
Testamento y llevar a los gentiles al conocimiento salvador
en Cristo, el hombre que rogó por la sanacion de otros en
Hechos 28:8 y fue escuchado - él mismo tuvo que escuchar
la voz de Dios que le dijo, “Mi Gracia es suficiente.” Nosotros
también debemos recordar que Su Gracia es más que
suficiente.
Pablo habló bajo la inspiración del Espíritu Santo sobre
la Gracia de Cristo que habia recibido como algo que lo
impulsó sin vacilación a obedecer la Gran Comisión como
ningún otro en la historia. Al hacerlo, él dió testimonio que la
Gracia de Dios es el mecanismo de poder para la Gran
Comisión.
Pablo no solamente entendió el poder que se le habia
sido otorgado por la Gracia de Dios, pero reconoció las
habilidades de su equipo misionero para multiplicar sus
esfuerzos sabiendo que eso edificaría la iglesia. Pablo estaba
comprometido con la Gracia de Dios y confiaba a los nuevos
creyentes a la misma.
Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su
gracia, que es poderosa para edificaros y daros la herencia
entre todos los santificados.
(Hechos 20:32)
¿Cómo es posible, entonces, que el gran Dios que tenemos,
hemos conocido y que amamos no puede ser confiado para
llevar a cabo la obra de La Gran Comisión? ¿Cómo podemos
confiar en lo que sigue y sin embargo no llevar este mensaje
a los grupos étnicos en el mundo como hemos sido
ordenados?
Siendo justificados gratuitamente por su gracia por
medio de la redención que es en Cristo Jesús.
(Romanos 3:24)
Dios a menudo nos saca de nuestras zonas de comodidad,
que es algo que a veces pareciera ser injusto. Cuando la
iglesia se queda en sus zonas de comodidad, como sucedió
en sus primeras etapas, la persecución puede venir como
pasó con la iglesia primitiva. Fue en esa persecución que la
plenitud de la Gracia de Dios fue revelada y que se pudo ver
como suficiente.
¿Tendremos que esperar a un momento como ese de
persecución para darnos cuenta una vez más que Su Gracia
es más que suficiente para todas las cosas? Saulo, el hombre
quien después fuera llamado por Cristo y quien le dio el
nombre de Pablo, fue el catalízador para tal persecución:
Y Saulo estaba de completo acuerdo con ellos en su
muerte. Y algunos hombres piadosos               sepultaron a
Esteban, y lloraron a gran voz por él. Pero Saulo hacía
estragos en la iglesia               entrando de casa en casa, y
arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel.
              (Hechos 8:1-3)
Cristianismo de Baja Caloría
M ANTENEMOS la pregunta... ¿Es mantenernos en nuestras
zonas de comodidad más importante para nosotros que lo
que Cristo ha ordenado a hacer? ¿Se ha convertido nuestra
cultura tan enamorada con las bajas calorías y los productos
dietéticos que nuestro compromiso también se a convertido
en bajo de calorías? ¿Será que hemos creado nuestra propia
versión de La Gran Comisión baja en calorías? ¿Existe la
“Dieta GC”? ¿Llegáremos nuevamente a redefinir la Gran
Comisión como algo sustancioso, de gran peso, lleno de
cuerpo y con la plenitud de lo que demanda?
¿Será que la Gracia de Dios es más que suficiente, no
solamente para salvarnos, sino para impulsarnos y
equiparnos para obedecer La Gran Comisión en la plenitud
de su riqueza y significado? Veamos como Pablo, el mismo
objeto de persecución tres párrafos antes, describe su
trabajo para el Señor después de su conversión.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia
para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado
mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de
Dios en mí.
(1 Corintios 15:10)
Pablo consideraba todo lo que hacia como la acción de la
Gracia de Dios en su vida. Este puede ser un concepto
olvidado, concepto que debiéramos comenzar a aplicar a
nuestras vidas hoy. Quizá en vez de ser vacunados contra el
Evangelio y La Gran Comisión, debiéramos abrirnos y atrapar
la suficiencia de Su Gracia para obedecer y cumplir con la
Gran Comisión en nuestras vidas.
Estamos en un tiempo en la historia donde
disfrutamos de muchos avances tecnológicos, pero en vez de
impulsarnos aún más allá, de alguna manera nos paralizan.
¿Cuánto tiempo dedicamos a ver televisión...una actividad
que no contribuye de ninguna manera significativa a la
expansión del Reino? Esa no es una actividad que nos mueve
a la “acción misionera” sino a la parálisis de la inacción.
Imaginese a Cristo sentado frente a una televisión por
algunas horas cada día durante Su ministerio aquí en la
tierra. ¿Qué impacto hubiese tenido eso? ¿Cómo seria si
Cristo estuviese sentado a nuestro lado mirando la gran
pantalla - no solamente por lo que vemos, sino por la misión
que no logramos cumplir?
El Dios de toda Gracia dice Pablo,
y cómo yo aventajaba en el judaísmo a muchos de mis
compatriotas contemporáneos, mostrando mucho más celo
por las tradiciones de mis antepasados...
(Galatas 1:15)
El mismo Dios nos llama hoy a involucrarnos en la Gran
Comisión, y creemos que Su Gracia es más que suficiente.
Una vez que nos movemos de la parálisis del análisis hacia la
tarea misionera confiando en Su Gracia, podremos
experimentar la vida abundante.
Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el
Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en
Cristo, Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y
establecerá.
(1 Pedro 5:10)
Quizá un buen comienzo sería que nos involucraramos
orando por grupos como los Judíos de Israel, los Malayos de
Malasia, los Uigures de China, Uzbekos de Uzbekistán o
muchos otros. O quizás podemos comprometernos en
nuestra iglesia a desarrollar una visión misionera de
plantación de iglesias. Creemos que cada iglesia debería
tener un ministerio de plantación de iglesias reposando en la
suficiencia de Su Gracia.
La Gracia de Dios se manifestó en Cristo y es nuestra
responsabilidad de darla a conocer a todos los grupos
étnicos del mundo. Por eso es que decimos que la Gran
Comisión es una obra de Gracia y Cristo el gran arquitecto
de la misma. ¿Podemos creer en eso? O como dice el dicho,
seguiremos buscándole la quinta pata al gato (expresión
usada para cuando alguien quiere justificar su inacción).
¡Muéstranos Tu Sublime Gracia,
Señor!
E RA UN SÁBADO y como decimos en el Caribe, el sol rajaba
las piedras. Un grupo de una iglesia de Carolina del Norte,
Estados Unidos, había pasado dos horas y media caminando
y orando en la comunidad llamada El Cangrejo cerca del
puerto de Haina, en las afueras de Santo Domingo. Los
haitianos encuentran refugio allí y hacen lo que puedan para
sobrevivir. Los arroyos estaban secos, pero había un
pequeño lago en medio del pueblo. Recipientes plásticos y
basura flotaban en él, y el fétido olor a orines se hacia
presente mientras caminábamos alrededor. Al medio día nos
llevamos al grupo a que se secaran, ya que sus camisas
estaban empapadas de sudor.
El plan era regresar a la comunidad y compartir el
Evangelio con todas las personas que pudiéramos e
invitarlos a un servicio a las 5 de la tarde. Dado el hecho que
estábamos en “Horario Haitiano,” el servicio comenzó como
a las 6 de la noche, como sucede en muchas ocasiones, de
manera que esperamos hasta que llegara la hora. Un joven
haitiano que estaba en la comunidad había llegado desde
Washington, DC, Estados Unidos a visitar familiares y nos
dijo que era cristiano. Le pedimos que nos ayudara a traducir
el mensaje de inglés a haitiano y estuvo de acuerdo.
El servicio comenzó y nuestros hermanos y hermanas
haitianas alababan a Dios. El Pastor Vilner, un joven haitiano
con pasión para comenzar una nueva iglesia en el área y
ademas líder del Instituto de Formación Espiritual y
Plantación de Iglesias, conducía el servicio.
Nuestro Evangelista de los Estados Unidos, el
hermano Steve Holliday, comenzó el servicio predicando con
una pasión sin igualpor dar a conocer el mensaje del
Evangelio, y nuestro nuevo amigo de Washington, DC, se
preparaba para traducir. Me di cuenta que nuestro traductor
no estaba dando en el “blanco” o, en otras palabras, no
estaba traduciendo con precisión lo que Steve estaba
diciendo. Teológicamente, fallaba en dar al blanco en los
puntos más significativos, esencialmente el mensaje se
estaba convirtiendo en algo muy aguado o leve.
Sin poder decir nada por temor a quedar todos
avergonzados, simplemente oré, “¡Señor, muéstranos tu
sublime Gracia! Por Favoooor Señor, si estás con nosotros
hoy, toma aquello que se diga de Tu Palabra y trae
convicción de pecado.” Yo sabía que al final de la jornada
todos éramos vasijas quebrantadas (Salmo 31:2; 2 Corintios
4:7-18) y aún en aquella imperfección la Gracia de Dios era
más que suficiente.
Cuando casi terminaba el servicio, el Pastor Vilner
extendió una invitación de compromiso a Dios y
arrepentimiento y una mujer y un joven pasaron al frente.
Mientras caminaba hacia donde estaban esos nuevos
convertidos para orar, las lágrimas me corrían por las
mejillas. Mi oración había sido contestada y Dios había
mostrado Su Gracia y la suficiencia de la misma. Las
“riquezas de Su gloria” (Efesios 1:7) nos habían visitado ese
día. ¡Gloria sea a Su nombre!
El Peligro de Orgullo
L A VIDA misionera es altamente elogiada por muchos
Cristianos, pero el orgullo puede ser un enorme obstáculo
para lo que hacemos. Es un hecho de que a veces los
misioneros permitimos que el orgullo sea una barrera, y no
logramos ver la Gracia de Dios en todo lo que hacemos. No
ayuda que alabamos rápidamente al misionero por lo que
hace sin alabar al Dios que en realidad lo hace.
Afortunadamente a mi no me llevó mucho tiempo en
darme cuenta que yo no era el próximo Billy Graham. El
Señor me tuvo que humillar para comenzar a trabajar en y a
través de mí. Ven mis hermanos y hermanas, yo había leído
lo siguiente, pero por alguna razón no lo estaba viviendo.
Pero Él da mayor gracia. Por eso dice: Dios resiste a
los soberibios pero da gracia a los humildes.
(Santiago 4:6)
Una noche mientras cuestionaba al Señor por
resultados muy pobres, leí ese versículo y me di cuenta que
había una oposición mayor que la del enemigo para el
avance del Reino. La oposición era el orgullo y eso me lleva a
confrontar esa oposición diariamente mediante el amor de
Dios.
La verdad es que el orgullo en mi puede descarrilar
mis esfuerzos a participar en la Gran Comisión. Muchas
veces, cuando nuestra efectividad se descarrila le
acreditamos mucho al enemigo, cuando el meollo del asunto
está en que somos nuestros peores enemigos.
Al entender que la Gracia está produciendo en mi lo
que Cristo ya ha preparado, la Gran Comisión es prueba por
si sola de que es una obra de Gracia. Créame cuando le digo
que en la Gracia la tarea se hace efectivamente. En el
próximo capitulo miraremos a Cristo como el canal de la
Gracia de Dios para la humanidad. ¡Nos ayudará a
comprender que, mediante Su Gracia, podemos obedecer la
Gran Comisión y saber que es más que suficiente!
 
 
 
Contemplando La Gracia
Preguntas:
1. ¿A quién se les dió la Gran Comisión? ¿Te ves como
parte de la Gran Comisión? ¿Cómo? ¿Eres capaz de moverte
de la “B” a la “A” en tu caminar?
 
2. ¿ Por qué piensas que Jesús hizo un
pronunciamiento de autoridad antes de dar la Gran
Comisión? ¿No es suficiente su autoridad para la protección
de aquellos que comparten el Evangelio? ¿Hasta donde llega
Su autoridad en relación con la Gran Comisión?
 
3. ¿Tienes una herida de carácter, emocional o física
que te impida tomar parte en la Gran Comisión? ¿Como
Pablo, tú como ciudadano del Reino le pides a Dios que
saque el problema de tu vida cotidiana? ¿Cómo puede ser la
Gracia suficiente para ti como lo fue para Pablo?
 
4. ¿Como líder del Reino, cómo puedes influenciar a
otros a ser parte de la Gran Comisión y Su Gracia mediante
discipulados, grupos de oración, etc.?
 
5. ¿Ser visto como un Super-Cristiano misionero-
evangelista puede causar que te descarriles de la efectividad
para el Reino? ¿Cómo te preparas para eso? ¿Cómo puedes
reconocerlo cuando sucede?
Adelante:
Desde ahora, comienza a trabajar en la Gran Comisión
bajo la autoridad y el poder de la Gracia de Dios, sabiendo
que es Él quien da el éxito sin importar las deficiencias que
creas tener.
Oración: 
Dios llévame de la banca a la acción. Por favor,
recuérdame a menudo que mis deficiencias se hacen
perfectas en Ti. Y si Tú me das éxito en mis acciones,
recuérdame de nuevo que Tú eres el dueño de los
resultados.
 
 
 
 
 
3. Corona de Espinas: ¿Gracia
Suficiente?
“ Y tejiendo una corona de espinas,
se la pusieron sobre su cabeza, y una caña en su
mano derecha;
y arrodillándose delante de Él, le hacían burla,
diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!”
Mateo 27:29
U N PELIGRO que a menudo enfrentamos en cuanto a la
Gracia es que algunos llegamos a amar la propia Gracia. En
la superficie, eso aparenta ser algo que no es malo pero es
devastador cuando llegamos a amar la Gracia (y sus
beneficios) más que la fuente de Gracia. Este capítulo revisa
la doctrina de la Gracia y nos muestra que la Gracia fue
inicialmente expresada en la cruz del Calvario, que fue
donde la sangre preciosa de nuestro Salvador fue derramada
para cumplir con las demandas de la Ley para limpiar
nuestros pecados.
El gran predicador, Charles H. Spurgeon, dividió este
tema con precisión he instó a considerar lo siguiente:
Como mencioné anoche con respecto al bendecido
tema, pensé en instarles a que hagan sus nidos en la
corona de espinas de Cristo. ¡Es un lugar seguro para
pecadores! Ni Satanás, el pecado o la muerte pueden
llegar allí. Mire al sufrimiento del Salvador y vea su
pecado expiado allí. ¡Vuele hacia Sus heridas! ¡Vuelen
palomas tímidas y temblorosas! ¡No hay un lugar de
descanso tan seguro como ese! ¡Haga su nido, lo repito,
entre esas espinas, y cuando lo haya hecho, confiando
en Jesús hasta que Él sea todo en todo para ti, entonces
corona su cabeza sagrada con otras coronas!
[Spurgeon, Charles H. Sermón predicado el 13 de abril
de 1874.]
Este mensaje debe llevarnos a pensar profundamente sobre
la Gracia de Dios en Cristo disponible para cada uno de
nosotros como parte del cuerpo de la iglesia; somos Su novia
por quien Él estuvo dispuesto a morir. Que el Dios de gloria
descendiera para hacer disponible Su Gracia a pecadores
como nosotros es algo que merece nuestra admiración,
adoración y obediencia por toda la eternidad.
Miremos de cerca la corona de espinas que nuestro
Rey llevaba y lo que representa para nosotros. En resumen,
Su sacrificio de amor nos debe mover a confiar en Su Gracia
suficiente y no en nuestras fuerzas mortales, intelecto o
estrategia. Tal parece que nos hemos casado con nuestra
humanidad, dependiendo en nosotros mismos y no en Su
Gracia.
Corona de Espinas
L A CORONA de espinas fue entretejida con ramas de
“poterium spinosum” que estaba compuesta de espinas muy
puntiagudas. Eran usadas a menudo para comenzar una
fogata y no tenían ningún otro uso sin causar daños a los
que las usaban. La corona no tenia forma de anillo, como es
a menudo representada por artistas, sino como una vieja
corona de Pascua... que se parecía mucho a un casco y
cubría la cabeza completa como un sombrero desde el cuello
hasta la frente. Las espinas penetraron el cuerpo de Cristo
mientras era golpeado camino al Calvario.
El número de heridas es casi imposible de establecer.
Si sabemos que eran significativas. Los expertos han
establecido estimados sobre cuantas podían haber sido. Es
cierto que Cristo tenia un sudario, muchas de sus heridas
estaban escondidas y no se podían contar. Además, Él tenía
cabellos largos y gruesos que probablemente bloquearon
algunos de los golpes, aunque el dolor no se detenía. Se
estima que en su cara tenía más de una docena de huecos y
en la región occipital una docenao más, haciendo una suma
total de más de treinta heridas punzadas por las espinas.
Tomando en cuenta las regiones donde no había
rasgos visibles de punzadas de espinas, un experto en el
tema sugiere que un total de cincuenta espinas torturaron la
cabeza del Crucificado. Muchos de los huecos hubiesen
coincidido con considerables vasos sanguíneos, mostrando
que la corona, con sus espinas puntiagudas y afiladas,
causaron heridas profundas y severas.
Poncio Pilato, el gobernador Romano de Judea,
pronunció la sentencia “Ibis ad crucem” que significa “Tu irás
a la cruz” y envió a Jesús a ser crucificado. Es significativo
que los Evangelios no desciben si le quitaron la corona de
espinas. Este dolor se mantuvo aún mientras era sometido a
más aflicciones.
Spurgeon, refiriendose a Cristo, revela que “Jesús es el
príncipe de los mártires.” Incluso el martirio de Cristo es una
muestra de como Su extraordinaria y abundante Gracia
cumple con los requerimientos divinos. En nuestro orgullo,
pensamos que nuestro propio sufrimiento tiene un valor
significativo, pero “Santo, Santo, Santo” no se compara con
lo poco que sufrimos por Él.
Nos maravillamos del porque Su Gracia es más que
suficiente. Spurgeon responde al asunto:
“ Gedeón le enseñó a los hombres de Sucot con
espinas, pero las lecciones no fueron tan saludables
como las de los huesos de Jesús. La medicina sagrada
que trae el buen Doctor en su corona de espinas actúa
como un tónico y nos da energía para soportar sin
vergüenza o perdida de depresión para que podamos
llevar Su servicio. ¿Quién vence a los más feroces
enemigos? ¿Quién calma mis tristes aflicciones? ¿Quién
revive mi desfalleciente corazón, sanando todas las
heridas escondidas? Jesús coronado de espinas.” [Ibid.]
Cuando sirves a Dios y te beneficias de sus bendiciones, no
esperes premios de los hombres. En vez, reconoce que el
servicio a nuestro Creador a menudo nos lleva a ser
malentendidos, acusados y condenados. La fruta más dulce
es la que los pájaros más pican; la montaña más cerca del
cielo es la que azota la tormenta y los personajes más
amables son los que enfrentan batallas. Algunos de los
mejores hombres del mundo son aquellos de los cuales peor
se habla ya que un mundo depravado no puede hablar bien
de vidas santas.
A menudo, aquellos a los que les llevas la salvación no
te agradecen lo que haces, más te acusan por interferir.
Están ciegos a la verdad, siendo cautivos de quien rige en
este mundo. ¿Pero es ese sufrimiento más de lo que la
Gracia puede sostener?
¿Estás listo para lo que sigue?
P UEDES PENSAR que no estás listo para el sufrimiento
inevitable que acompaña el llamado del Maestro. Considera
que Jesús soportó torturas extremas de pecadores para que
tu espíritu no se canse o desmaye. Si tienes éxito en llevar
muchos a Cristo, no experimentarás honor universal, en vez
de eso serás acusado de tener intereses egoístas.
              Serás malentendido, criticado y considerado necio
por un mundo impío. Algunos dirán que caminas detrás de la
popularidad o un crimen similar. En verdad, debes considerar
como un verdadero gozo el ser categorizado en el mismo
plano que tu Señor.
Cuando ocurren tales cosas, como inevitablemente
sucederán, date cuenta que por la suficiencia de Su Gracia
podrás decir de todo corazón, “No siento vergüenza por tal
deshonra. Los hombres me podrán acusar de hechos
deshonrosos, pero estoy justificado por el Señor. Los
hombres me pisotean, pero soy exaltado por el Altísimo. Los
hombres me pueden cubrir con desprecio, pero soy amado
por Dios.” Nos animamos al esperar pacientemente como
aquel rechazado Nazareno.
La corona de espinas es el remedio para la
insatisfacción y la angustia. Cuando mantenemos un cuerpo,
es muy probable quejarse por el dolor; pero debemos
recordar a Jesús coronado de espinas y el dolor que Él sintió
por nosotros.
Su situación fue mucho más espinosa y oscura que la
nuestra. ¿Entonces para que quejarnos y comparar?
Fija Tus Ojos
W ILL Gracia más que suficiente para nosotros? ¿O
pensaremos que nos falta algo para hacer el trabajo que Él
nos ha confiado y quien nos dice que estará con nosotros?
Quizás nuestras mentes no estén convertidas al hecho de
que somos ciudadanos de Reino y que las cosas de este
mundo y los deseos de la carne son contrarios a Su mandato
de ir y hacer discípulos en todas las naciones.
El antiguo himno “Fija Tus Ojos en Cristo” dice, “Y lo
terrenal sin valor será, a la luz del glorioso Señor”. El
problema que muchos cristianos tenemos es que aún no
hemos fijado los ojos en Cristo. El concepto de dejar al
mundo, tomar la cruz, y seguir a Cristo es una píldora difícil
de tragar.
Quizá nuestra percepción de la expansión del Reino
necesita sufrir una transformación que no hemos podido
lograr, porque en la depravación de nuestras mentes, lo que
verdaderamente importa es aumentar nuestro propio Reino.
El enfoque de la Gran Comisión se pierde completamente
cuando nos fijamos en lo que estamos haciendo y no en lo
que Dios está haciendo. La corona de espinas nos debe
servir para ver que nuestra pompa y gloria es una nube de
humo cuando se compara con la suficiencia de Su Gracia.
Tal parece que subestimamos por completo el poder
de Dios mediante Su Gracia para transformar todo con lo
que tiene contacto. Nuestro amor por Él y por Su causa
demanda un profundo arrepentimiento de nuestra parte por
hacer de Él un Dios-de-cajita. En vez, continuamos pensando
que podemos añadir algún valor a Su causa sin considerar
que Él es el valor de la causa.
Cuando somos invitados a una boda, asumimos que la
persona quien extiende la invitación tiene todo listo para la
celebración. Sin embargo, ese no es el caso, cuando
aceptamos la invitación de Dios. En vez, tenemos la audacia
en pensar que el Dios que nos invita a ser parte de Su obra
falla en tener lo necesario para la obra y para que Sus
propósitos se cumplan. De alguna manera no le damos la
importancia que merece a la Gracia de Dios para la provisión
de las necesidades de Su obra.
Él esta preparando la novia para Su boda; somos
responsables de extender la invitación al banquete.
Dios invitó a Abraham a tomar parte en el sacrificio de
su hijo, y el mismo Dios proveyó todo lo que se necesitaba
para cumplir con la obligación. Dios probó la fe de Abraham
y él obedeció. ¿Y qué de nosotros? Cuando él así mismo nos
prueba la fe para ser parte de Su obra, ¿actuamos con la
urgencia que demanda o vacilamos, a veces por toda una
vida? ¿Sentimos que no hemos aprendido el Evangelio lo
suficiente? ¿Nos sentimos incapaces de responder todas las
preguntas? ¿Nos sentimos incapaces de persuadir a los
perdidos?
¿No habrá suficiente Gracia de Cristo para nosotros?
¿Es la corona de espinas suficiente Gracia para
nosotros? ¿No reconocemos que Dios nos ayuda a poner Su
Gracia en la perspectiva correcta, elevándola al lugar que se
merece al reconocer su efectividad y eficacia? ¿Podemos
admitir libremente que la única condición a cumplir es la
obediencia a la tarea misionera?
Quizás debemos recordar que “el que lo tuvo todo se
despojó, confiado que nada perdía.”[footnote: Willard,
Dallas. Divine Conspiracy. ] Jesús se vacío para que nosotros
podamos ser llenos por Él. ¿No es esa Gracia más que
suficiente para La Gran Comisión?
 
 
 
Contemplando La Gracia
Preguntas:
1. Considere sus oraciones a Dios. ¿Cuáles de sus
sufrimientos y tribulaciones son comparables a las de Cristo?
¿Pedirías que fuesen removidos si te dieras de cuenta que
fue provistos por Dios para demostrar Su Gracia hacia ti?
 
2. ¿Te sientes vindicado por la Gracia de Dios, o estás
contendiendo con los efectos de la vergüenza? Ej. “¿Qué
pensaran de mi?” “¿Perderé amistades?” etc. ¿Cómo puedes
manejar esta vergüenza inapropiada?
 
3. ¿Como líder en el Reino, traerás algo que Dios
necesita para el banquete? ¿Qué pasa cuando consideramos
que Dios necesita nuestro don y reconocemos que le
servimospor Su don?
 
4. ¿Qué parte de testificar del Evangelio no será
suplida mediante la Gracia? ¿Te molestaría depender más en
la Gracia y menos en “entrenamientos”?
Adelante:
Utilice el retrato de la corona de espinas para poner la
Gracia en su perspectiva correcta en que la vida de Jesús fue
despojada por Él para que Su Espíritu nos diera el poder para
vivir la Gran Comisión.
Oración:
Dios, ayudame a rendir mis persecuciones,
sufrimientos y vergüenza como algo que no tiene ningún
poder frente a la luz de Tu Gracia. Ayúdame a descansar en
la seguridad de la corona de espinas de Cristo para que Su
vida se manifieste en mí sin impedimentos.
 
 
 
4. En La Cruz: Más que Suficiente
Entonces Jesús, clamando otra vez a gran voz, exhaló
el espíritu
Mateo 27:50
Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones,
también vuestro Padre celestial os perdonará a
vosotros.
Galatians 6:14
C REO QUE cuando miramos la cruz, la Gracia que
encontramos allí, debe movernos a un mayor amor por Dios
y por la Gran Comisión. En la cruz, donde las manchas de
nuestras almas fueron lavadas por la preciosa sangre del
Cordero Santo, nos quedamos maravillados ante la Gracia
que Dios a dado en favor nuestro.
Cuando consideramos contemplar la tarea de la Gran
Comisión, debemos entender porque la Gracia y su
suficiencia, es provista para aquél que sale a ser parte de la
expansión del Reino. La Gracia provista para tanto para el
que va en obediencia como para como para aquél al que se
le lleva está en perfecta armonía. Nuestra Gracia, como
misioneros, está en el mismo acorde de la Gracia que provee
salvación. Es por eso que la Gracia nos provee buenas obras
para completar y ser parte de ellas cada minuto de cada día.
Dios está proveyendo Gracia al evangelista para que
Su Gracia salvadora pueda cambiar un alma. De manera
que, la Gracia que sostiene al misionero... la Gracia que da
poder para la misión... la Gracia que completa la misión...
esta ligada igualmente a la cruz como la Gracia que salva al
pecador. Escúcheme, pues usted vive en Gracia y en su
poder cuando permanece centrado en la cruz.
El Apóstol Pablo es firme al reconocer la verdad
inseparable sobre esto,
pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto
a Jesucristo, y éste crucificado.
(1 Corintios 2:2)
Si esa era la prioridad de Pablo, creo que también
debe ser la nuestra. Pablo era un seguidor de Cristo y creía
que Su Gracia era más que suficiente. ¿Debería ser diferente
para nosotros que somos seguidores del mismo Señor?
Los predicadores de antaño proclamaban un mensaje
centrado en la cruz y en Cristo. Ellos además reconocieron
que es en la cruz donde la Ley de Dios y la Gracia más
brillaban, trabajando al unísono, para demostrar Su plan
perfecto. Su justicia y misericordia se encuentran allí y Él es
glorificado.
Pero es también en la cruz donde somos más
humildes. Es en la cruz donde le admitimos a Dios que, en
nosotros, no hay absolutamente nada para ganar o merecer
la salvación.[footnote: Bridges, Jerry. The Real Gospel of Life.
p.98.] Es allí, en la cruz, donde le admitimos a Dios, que por
nosotros, no tenemos palabras para convencer al perdido,
poder para cambiar la cultura, y fuerzas para fundar una
iglesia. La cruz revela el ejemplo más sublime de la Gracia,
más allá de lo que el ser humano puede imaginar. Ella lleva
el hecho de que estamos completamente incapacitados para
llevar a cabo Su plan divino sin Su Gracia.
Tal realidad debe dejarnos maravillados ante lo que
Dios ha hecho. Martyn Lloyd Jones, ministro protestante,
predicador y gran hombre de Dios, dijo una vez, “La prueba
crucial de nuestra espiritualidad es la medida en que nos
maravilla la Gracia de Dios. La Gracia es manifestada en la
cruz para los cristianos.” Cuan vergonzoso es que envés de
reconocer la maravilla que Dios ha provisto, nos hacemos los
de la vista gorda sin ver el hecho de que Él nos ha equipado
por completo para la tarea que tenemos por delante con
algo tan maravilloso.
De Regreso a la Cruz
M IENTRAS CAMINÁBAMOS y orábamos durante un tiempo
de evangelización por las calles una tarde en un vecindario
de Santo Domingo, un grupo de hombres nos preguntaron,
que hacíamos en la zona. Les expliqué que estábamos
orando y compartiendo el evangelio. Ellos respondieron,
“¿Son ustedes de esa iglesias que hablan más de dinero que
de Cristo?” Compartí con ellos la siguiente historia de algo
que le sucedió a un pastor amigo.
Una mujer en su congregación había depositado una
cantidad sustanciosa en un cheque en el plato de la ofrenda
un domingo por la mañana. Después de pasar una semana,
ella pidió una cita con el pastor. Cuando llegó a la oficina, el
pastor la recibió y le preguntó que como podía ayudarla. Ella
dijo, “Quiero saber por qué nadie me ha hablado sobre de la
gran contribución que yo hice.” Su reacción fue inmediata y
llamó a la secretaria de la iglesia pidiendo que hiciera un
cheque por la cantidad que la señora había depositado en el
plato de la ofrenda aquél domingo. “Traigame el cheque,” le
dijo. Cuando la secretaria le trajo el cheque, el pastor lo
devolvió a la señora. Ella dejó la iglesia después de ese
incidente.
La conversación con aquellos hombres de Santo
Domingo cambió de tono a partir del momento que oyeron la
historia. Ellos mostraron interés en lo que les tenía que decir,
y continué diciéndoles, “Quiero hablarles sobre el Cristo que
mencionaron al comienzo de nuestra conversación.
Permítanme hablarles de la cruz y lo que sucedió allí.” Les
hablé sobre el nacimiento, la muerte y la resurrección de
Cristo, y lo que eso significa para la vida de los pecadores.
Ellos entendieron después de haberles explicado
sobre la Gracia de Dios en la cruz. La conversación terminó
con una oración de arrepentimiento de su parte. Unos días
después, una nueva iglesia se fundaba en ese vecindario.
¡Su Gracia fue más que suficiente!
Durante otro día de caminatas de oración y
evangelización en un vecindario parecido donde queríamos
fundar una iglesia, oramos para que Dios nos guiara a gente
que estuviese receptiva a la Palabra de Dios. El primer
hombre que encontramos estaba sentado en los escalones
de una tienda de ventas de bebidas alcohólicas. Teníamos
dudas al acercarnos a él. Pero habíamos orado, era alguien
quien Dios nos había puesto en el camino, le di la mano y me
senté a su lado. Le pregunté si sabia algo sobre la cruz y me
respondió que Cristo fue crucificado en una cruz. Le
pregunté si sabia porque y él no sabía. Le hablé, de una
manera parecida a la antes mencionada, sobre en
nacimiento, la muerte y la resurrección de Cristo, la Gracia
en la cruz, y el significado de todo eso para los pecadores.
El entendió y oró en arrepentimiento. Le hablé sobre
el bautizo e indicó que quería ser bautizado. Le pregunté si
había agua cerca y me dijo que su abuela tenia un recipiente
grande donde acumulaba agua de lluvia.
Lo seguimos hasta la casa de su abuela. Allí
encontramos a su hermano acostado, ya que había sufrido
un accidente en una motocicleta. Aprovechamos para
compartir la cruz y el mensaje de la Gracia con él y su
abuela también. Por la Gracia de Dios, los bautizamos a los
tres aquél día y ahora son parte de una congregación.
Hay un poder extraordinario en la Gracia en la cruz.
¡No hay dudas que fui fortalecido por la misma Gracia y fue
esa misma Gracia la que salvó a aquél joven! El mensaje de
tal Gracia es claro.
Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que
recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a
las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras; que se apareció a Cefas y después
a los doce; luego se apareció a más de quinientos hermanos
a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya
duermen; después se apareció a Jacobo, luego a todos los
apóstoles.
(1 Corintios 15:3-7)
Esas son las Buenas Nuevas del Evangelio y deben hacerse
disponiblea todos.
En su libro, Fifty Reasons Why Jesus Came to Die, John
Piper preguntó, “¿Por qué la muerte de Jesús no es vista
como nueva noticia? Debemos verla como buena y valida
antes de creer.”[footnote: Piper, John. Fifty Reasons Why
Jesus Came To Die. p.105.] La pregunta a responder es ¿Por
qué algunos la ven como buena y valida y otros no? Pablo
nos da una respuesta en la carta a la iglesia de Corinto:
en los cuales el dios de este mundo ha cegado el
entendimiento de los incrédulos, para que no vean el
resplandor del evangelio de la gloria de Cristo, que es la
imagen de Dios.
(2 Corintios 4:4)
Pero el hombre natural no acepta las cosas del
Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede
entender, porque se disciernen espiritualmente.
(1 Corintios 2:14)
Aún así, Dios ha provisto una manera de escapar, y Él lo
hace en la cruz. La letra siguiente escrita por Ira Stamphill
nos lo recuerda ... ¡hay un lugar en la cruz para todos!
Lugar en la Cruz para Ti
La cruz en la que Cristo murió,
Es un refugio que no podemos esconder;
Y su Gracia gratuita y suficiente para mi,
Y profunda fuente tan ancha como el mar
 
Aunque millones lo han hallado como amigo,
Y se han arrepentido de pecados cometidos,
El Salvador aún espera con puertas abiertas
E invita al pecador antes que sea muy tarde.
 
La mano de mi Salvador es fuerte,
Y el amor de mi Salvador largo;
En días soleados o lluviosos, en perdida o ganancia,
La sangre fluye del Calvario para lavar las manchas.
 
Hay un lugar en la cruz para ti,
Hay un lugar en la cruz para ti,
Aunque millones han llegado, aún hay lugar para uno
Si, hay lugar en la cruz para ti.
[Lyrics and Composer: Ira F. Stanphill, 1946.]
Lugar en La Cruz, Pero Debes Nacer
de Nuevo
U NA VEZ pregunté, “¿Qué significa la cruz para ti?” a un
joven que mostraba interés en las Buenas Nuevas del
Evangelio mientras lo proclamábamos una tarde.
Me dijo. “Yo amo la cruz; me la pongo cuando juego
pelota para tener buena suerte; cuando salgo para
protección; también cuando salgo a buscar una novia.”
“Tienes la cruz,” le comenté, “Pero te falta el
verdadero significado.”
“ ¿Cuál es el verdadero significado?” me preguntó.
Le expliqué sobre el nacimiento, la muerte y la
resurrección de Jesús, y compartí la historia que
encontramos en Juan 3.
“El problema es que tu crees conocer a Dios,” Y
continué, “Pero no sabes sobre la Buena Noticia y que debes
nacer de nuevo.” Mientras le explicaba el significado, sus
lágrimas corrían por sus mejillas, me dijo, “Perdóname;
ahora entiendo. ¿Cómo puedo nacer de nuevo?”
Le di detalles sobre el arrepentimiento de sus pecados
y le hablé de la Gracia que es más que suficiente para
ayudarle. Llorando como un bebe, el dijo que entendía. Le
pregunté, “¿Entiendes ahora lo que la cruz significa?” Me dijo
“Cristo llevó mis pecados en la cruz y me perdona si me
arrepiento.” Le dije, “¡Eso es!” y lo guíe en una oración de
arrepentimiento. Una vez más, el poder de la Gracia nos
permitió compartir el Evangelio, así como también el
Evangelio fue recibido. El poder esta dentro del ámbito del
Reino de Dios. Él tiene toda autoridad, la que hace posible la
misión.
¿Por qué es que vacilamos? ¿Por qué dudamos?
Quiero terminar este capítulo compartiendo algo que
leí recientemente y me sirvió para animarme y seguir viendo
a Cristo y Su Gracia como más que suficiente. Fue escrito por
Stephen J. Wellum, Profesor de Teología Cristiana.
Por virtud de la resurrección, nuestro Señor anuncia que
toda autoridad se le ha dado. Así como el Señor
triunfante y victorioso, Él envía a Su gente al mundo. Es
bajo las órdenes de marcha del Rey Jesús que nosotros,
como embajadores, llevamos el Evangelio a las
naciones. Una vez más esto nos recuerda que no hay un
llamado más alto que podamos imaginar que servir
como embajadores, anunciando Su obra triunfante y Su
Reino a las naciones [footnote: Wellum, Stephen J.
Reflections on The Great Commission.]
Les pido que consideren lo antes mencionado. No hay
llamado más grande y tampoco existe un entrenador mejor
que nuestro Señor, quien provee Su Gracia para que
podamos cumplir con Su misión. ¡Su Gracia es más que
suficiente!
 
 
Contemplando La Gracia
Preguntas:
1. ¿Cómo es que el concepto de Gracia sobre Gracia
se relaciona con la Gracia y la aplicación de la misma al
testificar del Evangelio? ¿Cómo funciona al unísono con la
aplicación al receptor?
 
2. ¿Está la Gracia que sostiene al misionero o
evangelista unida a la cruz? ¿O simplemente es Gracia para
que el perdido reciba salvación?
 
3. ¿Existe aún la humildad que tu viste al entender la
cruz y admitir que no podías hacer nada para salvarte?
¿Dices que no puedes hacer nada o no necesitas hacer nada
para compartir el Evangelio o ser parte de la fundación de
una iglesia?
 
4. Como líder en el Reino, ¿dudas o vacilas acerca de
Su Gracia? ¿Qué impacto tiene en aquellos que discípulas?
¿Cómo puedes derrotar tus vacilaciones o dudas?
Adelante:
Actúa con la humildad de la cruz, la victoria de la
resurrección mientras te conduces como embajador del
Evangelio.
Oración:
Señor, ayúdame a ver el poder de la cruz, no
solamente en el potencial que tiene para la salvación de las
almas sino también en mi comprensión que Tu Gracia
permite que Tu autoridad trabaje en Tu siervo para la
alabanza de Tu buena voluntad.
 
 
 
 
 
5. Por Su Gracia : Le Decimos Padre
Por tanto, no os hagáis semejantes a ellos;
porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes que
vosotros le pidáis. Vosotros, pues, orad de esta
manera:
“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea
tu nombre...”
Mateo 6:8-9
Y les decía, “La mies es mucha,
pero los obreros pocos.
rogad, por tanto, al Señor de la mies
que envíe obreros a Su mies.
Luke 10:2
¡M EJOR ES correr detrás de Dios de rodillas que detrás de
los hombres con los pies! Esa frase se ha convertido en una
de las bases no negociables en el campo misionero mientras
perseguíamos honrar a Dios y pedirle que proveyera las
cosas que las iglesias, quien Él ama mucho más que
nosotros, necesitaba en un momento dado. Hemos
aprendido a depender exclusivamente en Su Gracia la cual
es más que suficiente.
En la primera etapa del ministerio de plantación de
iglesias, donde habíamos visto más de sesenta iglesias
comenzadas en menos de cinco años, hicimos un
compromiso de orar por todo lo que Sus iglesias
necesitaban. Si algo iba a tomar lugar mientras nos
movíamos en obediencia, tendría que ser hecho por Él. Una
ventaja distintiva en el proceso era que no contábamos con
recursos para ningunas de las cosas que consideraríamos
esenciales para un plantador de iglesias.
También aprendimos algo en las sesiones de
entrenamiento con la Junta Internacional de Misiones que
adoptamos como otra de esas bases no negociables... con
Jesús en mi corazón, la Biblia en mi mano, tengo todo lo que
necesito para comenzar una iglesia.
Enseñamos ese concepto en español, inglés, cr eole
haitiano y swahili. Para nuestra sorpresa, fueron los haitianos
los que tuvieron más interés en comenzar iglesias. Los que
estaban dispuestos fueron los que se lo aprendían en swahili,
demostrando que tenían un verdadero espíritu misionero.
Después de fundar las primeras iglesias, orábamos para que
el Señor nos diera la sabiduría para lanzar una ofensiva para
que el trabajo se multiplicara.
Un día Su sabiduría nos llegó; empezaríamos un
Instituto para entrenar de 20 a 25 estudiantes en estudios
bíblicos. Para nuestra sorpresa, en la suficiencia de Su
Gracia, se graduaron 120 el primer año. A mediados del año
siguiente habíamos graduado 165 y esperábamos doblar la
cifra antes que terminara el año.
¿Cuál fue la estrategia? La respuesta es, ser
obedientes en hacer discípulos, manteniendonos
dependientes en oración y esperando que Dios nos
sorprendiera. Guillermo Carey dijo. “Intenta grandes cosas
para Dios; espera grandes cosas de Dios.”
Dios Tiene unPlan
L A ORACIÓN es un misterio. Muchas veces nos hemos
preguntado, “¿Cómo es que un Dios que es Santo, Santo,
Santo desea que le oremos a Él?” Con eso en mente
orábamos a Él quien es el Dios de la cosecha para que
enviara obreros a la mies y Él la honró porque fueron sus
palabras desde el principio. Él tenía la estrategia, la cual fue
de Él por siempre y para siempre.
Él tuvo la estrategia para Abraham, Moisés, Jesús,
Pablo y todos los que han venido después de ellos. Eso
significa que Él tiene un plan para nosotros y es Su plan
maestro. Lo único que nos pide es que vallamos, seamos
obedientes a la Gran Comisión y nos mantengamos
dependientes a Él en oración. Él se ocupa del resto como Él
siempre lo ha hecho. Hemos llegado a entender que la
oración es otra manera de Él mostrar Su Gracia. La oración
nos mantiene humildes y totalmente dependientes en Él.
Hace unos cinco años, después de que habíamos
comenzado una iglesia entre los dominicanos, yo oraba y le
pedía al Señor que me diera hombres para trabajar junto a
ellos. “Señor, cuando me levante después de estar orando
arrodillado, saldré a la calle y Señor, le hablaré sobre
asuntos espirituales a la primera persona que pongas en mi
camino.” Era una tarde de verano y el sol caribeño estaba en
su apogeo. Mi hija Sara e hijo Charles me acompañaban.
No había muchas personas en la calle ya que esa es la
hora de la siesta. Vi un joven que tenia un cubo en su mano
derecha, y un nivel y otras herramientas en la otra mano. Me
acerqué a él y le pregunté que si él era Cristiano y para mi
sorpresa, me dijo que si. Caminamos por la calle sin asfaltar
hablando del tema espiritual y terminamos en su casita de
una habitación. Le animé a que comenzara un estudio bíblico
con algunos de sus amigos. Entienda que en este punto del
ministerio yo no tenía planes de comenzar a trabajar con
haitianos.
Pero Dios tenía un plan diferente.
Pasaron dos semanas, y yo pasaba en mi vehículo por
una construcción de un edificio donde Cedanus Dorvil, mi
nuevo amigo haitiano, estaba trabajando. Cuando vio mi
auto, me hizo señas para que me detuviera. Para ser sincero,
se me hizo difícil reconocerlo dada la ubicación, pero
después que paré el auto, hablé con él, y ahí recordé la
conversación que había sostenido con él. “Pastor,” me dijo,
“He comenzado un grupo de estudio bíblico y les he
enseñado todo lo que sé; pero necesito su ayuda.” Le dije
que iría a enseñar si él me traducía del español al creole
haitiano ya que en aquel entonces no sabía nada del idioma.
En resumidas cuentas, terminamos fundando una
iglesia allí con aquel grupo. Les insté a que fuéramos a otro
sitio donde sabían que había haitianos para ir a comenzar
otra iglesia, y tres semanas después, ya teníamos otra
iglesia fundada. Mi hermano Cedanus me presentó un joven
quien sentía el llamado de comenzar una iglesia y Dios lo
hizo posible también. Después el halló otro sitio donde vivían
haitianos y fundamos otra iglesia. Dios tenía una estrategia
la cual yo desconocía. Lo único que yo sabía es que debía ser
obediente y depender solo en Él.
Dios eventualmente nos llevó a establecer relaciones
con iglesias de Estados Unidos y la primera que Dios envío
fue First Baptist Church de Pompano. Ellos habían estado
orando para trabajar junto a un misionero de la Junta
Internacional de Misiones (IMB) que estuviese trabajando con
los haitianos. Dios usó al Pastor Don Worden y Charles
Cibene para ayudarme a moverme de ser misionero a ser
visionario.
¡En menos de un año habíamos visto la fundación de
siete nuevas iglesias! Dios estaba a punto de mostrarnos
una vez más que Su Gracia era más que suficiente para la
expansión de Su Reino y el cumplimiento de la Gran
Comisión. La realidad es que aún yo no tenía una visión y
estábamos preparando el Primer Congreso Misionero con los
haitianos. Sesenta y cinco líderes asistirían y yo quería
retarlos, de manera que tenía que depender de la Gracia de
Dios para que me preparara para la tarea. Dos días antes del
Congreso de Misiones, había estado orando y ayunando,
pero aún no tenía una visión clara de como proceder.
Mientras se bajaban del minibus los pastores invitados
junto con los hermanos y hermanas haitianas, yo seguía
orando. Tuvimos la ceremonia de inauguración y nos fuimos
a descansar esa noche, seguía orando sin saber lo que Dios
tenía preparado. A las dos de la madrugada, me desperté, y
los números 40, 80 y 120 vinieron a mi mente. Sabía que
ellos venían de Dios. Era el verano del 2009 y mientras
estaba acostado, le puse los años correspondientes... 40
para el 2010, 80 para el 2012 y 120 para el 2014.
¡Había encontrado mi visión!
Esta bien, no, la realidad es que... era Dios quien
había escogido el tiempo preciso para revelarme Su plan.
¿Los resultados? Por la suficiencia de Su Gracia, fundamos
44 en el 2012. Durante el proceso editorial, la Gracia de Dios
ha sido más que suficiente y ahora tenemos oficialmente
ochenta y una iglesias en diciembre del 2012. La visión de
Dios se está cumpliendo.
La Dieta Misionera
E L APÓSTOL Pablo fue donde el Espíritu Santo le envió y
guio. Aunque reconozco que estoy muy lejos de ocupar el
lugar de Pablo, es un hecho que el mismo Dios y la
suficiencia de Su Gracia de la cual Pablo habló están a
nuestra disposición. Una cosa que hemos aprendido sobre la
plantación de iglesias, especialmente cuando escuchamos la
explicación de Tim Keller, fundador de la Iglesia Presbiteriana
del Redentor de Nueva York, es que es lo que produce la
mayor contribución a la expansión del Reino. [footnote:
Keller, Tim. Church Planting. ]
No se usted, pero yo ciertamente deseo contribuir a la
expansión del Reino. Aunque sabemos que existen muchas
oportunidades para que nuestras iglesias sean parte de
algún ministerio, creemos que cada iglesia debe ocuparse en
un ministerio de plantación de iglesias. La pregunta es, ¿qué
falta para que eso suceda en su iglesia?
La respuesta es...las iglesias necesitan OD.
“ Obediencia y Dependencia”. Eso es. Obediencia a la
Gran Comisión y Dependencia en Él para que lleve a su
iglesia donde nunca ha estado.
La mejor medicina para una iglesia enferma es
ponerla en una dieta misionera. Una cosa que hemos
aprendido es pedirle a Dios que nos sorprenda con
bendiciones que están en su visión para nosotros, pero que
ni aún hemos orado por ellas. ¿Cómo se llama eso? ¡Gracia!
De hecho, muchas de las personas a quien Él llamó en la
Biblia no estaban orando para hacer nada cuando Él se
aparece y los invita a ser parte de Su plan. Desde Gedeon,
hasta David, José, María, Pedro y aún Pablo, la lista continúa.
Considera a Ananías en el libro de los Hechos. No
sabemos si él estaba orando para involucrarse en
“misiones,” pero una cosa que él si hizo fue escuchar y
responderle a Dios. Él escuchó el llamado y respondió, como
podemos ver en el libro de los Hechos:
Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y
el Señor le dijo en una visión: Ananías. Y él dijo: Heme aquí,
Señor.”
(Hechos 9:10)
Que nosotros estemos tan dispuestos y sabios de escuchar
claramente el llamado de Dios como Ananias.
En el acto de orar, estamos continuamente
convencidos que tenemos un gran Dios y somos apasionados
por tener un tiempo de devoción para Él, que aumente
nuestro amor por Él y Sus propósitos. Es de vital importancia
que estemos dispuestos a aceptar Sus propósitos y no los
nuestros. Debemos admitir que “la oración me cambia a mi y
me prepara para aceptar lo que Él me pida” no hay nada que
podamos hacer sin la oración porque la oración nos conecta
con Dios. Él dijo, “Separados de mi nada puedes hacer.”
¿Nos recuerda eso la importancia de la suficiencia de
Su Gracia para los creyentes?
Yo necesito que me confronten y recuerden
constantemente de mantener la perspectiva correcta y
depender totalmente en Él. He hecho un hábito de buscar
pasajes en la Palabra que nos dejan ver Su majestad y
grandeza. De esa manera, podemos

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