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ansiedad

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El interés en los efectos beneficiosos del
ejercicio físico sobre la salud es considera-
ble y creciente. Así lo revelan el extraordi-
nario incremento de (a) inversiones en me-
dios para llevar a cabo actividades gimnás-
ticas y deportivas, y de (b) revistas de di-
vulgación, y de investigación científica. No
obstante, a pesar de las grandes expectativas
generadas, las conclusiones de la investiga-
ción rigurosa son más cautas, tanto acerca
de los efectos comprobables del ejercicio
sobre la salud psicológica, como acerca de
sus posibles explicaciones. Así, ni la Ofici-
na de Prevención de las Enfermedades y
Promoción de la Salud en Estados Unidos,
ni la Asociación Americana de Psiquiatría
han incluido al ejercicio físico como méto-
do de mejora de la salud mental en su con-
junto. Su eficacia no está suficientemente
demostrada, ni que ésta sea atribuible a los
Psicothema, 1997. Vol. 9, nº 3, pp. 499-508
ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG
499
EJERCICIO FÍSICO REGULAR Y REDUCCIÓN
DE LA ANSIEDAD EN JÓVENES
Manuel Gutiérrez Calvo*, Orlando Espino*, David L. Palenzuela**
y Alejandro Jiménez Sosa*
* Universidad de La Laguna y ** Universidad de Salamanca
En el presente estudio se investigan los efectos del ejercicio físico sobre cuatro
medidas complementarias de ansiedad. Jóvenes universitarios de ambos sexos fueron
asignados aleatoriamente a un grupo de entrenamiento físico programado o a un grupo
de control sin ejercicio. El tratamiento duró 12 semanas, con tres sesiones semanales de
una hora de duración cada una. En el grupo de entrenamiento se observó un descenso,
desde el inicio al final del período, en tres de las cuatro medidas de ansiedad (rasgo de
ansiedad general, trastornos psicosomáticos y tensión), en comparación con el grupo de
control. No se produjeron efectos sobre una medida específica, el rasgo de ansiedad de
evaluación. Esto permite concluir que los efectos beneficiosos del ejercicio físico regu-
lar no se limitan a muestras clínicas, o de adultos, sino que también se extienden a jóve-
nes normales.
Exercise training and reduction of anxiety in a young population. The effects of
regular physical exercise on four measures of self-reported anxiety were examined. Fe-
male and male undergraduates were randomly assigned to a physical training (3-one
hour sessions for 12 weeks) or a waiting list control condition. The two groups were
comparable in objective measures of physical capacity and skills, cardio-respiratory fit-
ness and biochemical parameters at the beginning of the study. There was a reduction in
three of the four anxiety measures (trait anxiety, psychosomatic symptoms and tension)
in the training group, in comparison with the control group. No effects were observed on
test anxiety.
Correspondencia: Manuel Gutiérrez Calvo
Departamento de Psicología Cognitiva Social
y Organizacional
Universidad de La Laguna. Campus de Guajara
38205 Tenerife (Spain)
Correo electrónico: MGUTIERREZ@ULL.ES
componentes específicos del ejercicio físico
per se (véase Dishman, 1995, p. 379).
Dentro del área general de la salud psico-
lógica, la influencia del ejercicio físico ha
sido especialmente investigada en los fenó-
menos de ansiedad. Se han publicado al me-
nos 159 estudios empíricos, 24 revisiones y
6 meta-análisis sobre este tema (Landers,
1994; Long y van Stavel, 1995). Ahora
bien, para centrar el objetivo de la presente
investigación, es preciso hacer varias deli-
mitaciones. Primero, gran parte de los estu-
dios han examinado los efectos de una se-
sión de ejercicio físico sobre el estado tran-
sitorio de ansiedad (v.g., Tuson y Synior,
1993). En contraste, en nuestro caso preten-
demos conocer los efectos de la práctica re-
gular de ejercicio físico sobre el rasgo de
ansiedad, como característica relativamente
estable de personalidad. Segundo, muchos
de los estudios previos han utilizado mues-
tras de pacientes con problemas graves de
ansiedad, internados o necesitados de trata-
miento psicológico y/o farmacológico (v.g.,
Plante, 1993). En contraste, queremos com-
probar si el ejercicio físico regular produce
reducciones relativamente permanentes en
la ansiedad de personas “normales”; es de-
cir, que son capaces de desenvolverse efi-
cazmente en las condiciones normales de la
vida cotidiana. Tercero, la mayoría de los
estudios anteriores se han realizado con
muestras de adultos (más de treinta años)
(véase Petruzzello, Landers, Hatfield, Ku-
bitz y Salazar, 1991), bastantes con ancia-
nos (v.g., Fillingim y Blumenthal, 1993), y
varias con niños y adolescentes (v.g., Horn
y Claytor, 1993). En contraste, deseamos
centrarnos en una edad en la que, supuesta-
mente, se alcanza la máxima vitalidad y sa-
lud, los jóvenes de 18 a 30 años. Precisa-
mente, en las muestras de esta edad es don-
de menores efectos del ejercicio físico se
han observado en estudios previos.
Para poder manejar el cúmulo de infor-
mación tan enorme procedente de las inves-
tigaciones previas en el área del ejercicio fí-
sico y la ansiedad, es preciso recurrir a revi-
siones “narrativas” (v.g., Byrne y Byrne,
1993; Dishman, 1995; Kerr y Vlaswinkel,
1990; Landers, 1994) y, mejor aún, a meta-
análisis (Long y van Stavel, 1995; McDo-
nald y Hodgdon, 1991; Petruzzello et al.,
1991; Slicht, 1994). Estos últimos utilizan
técnicas matemáticas para combinar y su-
mar los efectos estadísticos de todos los es-
tudios particulares, obteniendo así un efecto
conjunto, y averiguar la existencia de mode-
radores en la relación de las variables inves-
tigadas (v.g., ejercicio y ansiedad) (Salazar,
Petruzello, Landers, Etnier y Kubitz, 1993).
En general, la mayoría de las revisiones
sobre estudios previos concluyen que se han
observado efectos moderados, aunque sig-
nificativos, del ejercicio físico en la reduc-
ción de la ansiedad. Más aún, que estos
efectos no sólo tienen lugar sobre el estado
transitorio de ansiedad, sino que pueden al-
canzar al rasgo de ansiedad; es decir, a la
tendencia relativamente estable a percibir
amenazas en situaciones variadas, y a reac-
cionar con preocupación y alteraciones psi-
cosomáticas. Ahora bien, dos de los meta-
análisis más recientes y citados (Petruzzello
et al., 1991; Slicht, 1994) difieren sobre el
efecto general en el conjunto de la pobla-
ción, aunque coinciden en relación con el
efecto en jóvenes. Para Petruzzello et al.
(1991), en un exhaustivo análisis, el ejer-
cicio físico regular reduce el rasgo de ansie-
dad cuando el ejercicio tiene naturaleza ae-
róbica (entrenamiento de la capacidad car-
dio-respiratoria; v.g., correr, montar en bici-
cleta, nadar), cuando es practicado en sesio-
nes con una duración superior a 20 minutos,
cuando el programa de entrenamiento se ex-
tiende al menos durante 10 semanas conse-
cutivas (3 sesiones a la semana), tanto en
sujetos normales como en afectados por ni-
veles elevados de ansiedad, y en muestras
de sujetos de más de 30 años. En cambio,
para Slicht (1994), con un rango menor de
EJERCICIO FÍSICO REGULAR Y REDUCCIÓN DE LA ANSIEDAD EN JÓVENES
500 Psicothema, 1997
estudios incluidos en el meta-análisis, las
conclusiones son menos optimistas: sólo en
los adultos de más de 30 años existen indi-
cios de que el ejercicio regular puede dismi-
nuir el rasgo de ansiedad.
Por tanto, según los meta-análisis, los jó-
venes no resultarían beneficiados por el
ejercicio físico en este importante indicador
de salud como es el rasgo de ansiedad. No
obstante, existen diversos estudios en los
que sí se han encontrado efectos reductores
de la ansiedad en jóvenes (véanse revisiones
en Byrne y Byrne, 1993; Kerr y Vlaswinkel,
1990). Ahora bien, existe la duda de si los
efectos positivos encontrados en tales estu-
dios particulares son genuinos y fiables, o si
obedecen a deficiencias metodológicas. Al-
gunos de esos estudios han empleado una
metodología no experimental: bien correla-
cional, o transversal, bien con medidas
pre/post-tratamiento en un grupo experi-
mental, pero sin grupo de control. Otros han
empleado una metodología quasi-experi-
mental, congrupo de control y experimental
equiparados en algunas variables, pero sin
asignación aleatoria de los sujetos a cada
uno de ellos (véase, por ej., Byrne y Byrne,
1993; Kerr y Vlaswinkel, 1990). En el pre-
sente estudio hemos pretendido corregir ta-
les errores, para mejorar la validez interna
de la investigación y la fiabilidad de los re-
sultados. En cualquier caso, dada la impor-
tancia de la ansiedad en la edad juvenil co-
mo un factor de vulnerabilidad que puede
actuar como germen para el desarrollo de
trastornos más graves en la edad madura,
merece la pena explorar su susceptibilidad
de modificación con el ejercicio físico.
En el presente estudio, jóvenes universi-
tarios de ambos sexos fueron asignados ale-
atoriamente, bien a un grupo de entrena-
miento durante 12 semanas consecutivas,
bien a un grupo de control en lista de espe-
ra. Al inicio del tratamiento y al final se mi-
dió el rasgo de ansiedad con cuatro medi-
das complementarias de autoinforme. Ade-
más, para poder atribuir los posibles cam-
bios pre/post al entrenamiento, al inicio del
tratamiento se comprobó la comparabilidad
de los dos grupos en variables objetivas que
pudieran incidir sobre la relación ejercicio-
ansiedad (véase Método y Resultados). En
conjunto, el estudio actual es una prolonga-
ción del de Gutiérrez Calvo, Szabo y Capa-
fons (1996). En éste último se comprobó
que el ejercicio físico regular reduce la re-
actividad en los estados de ansiedad subje-
tiva, conductual (motriz) y fisiológica (re-
cuperación del ritmo cardíaco) en una si-
tuación de estrés. Ahora se pretende com-
probar si los efectos transitorios observados
en condiciones de estrés tienen una corres-
pondencia en características de ansiedad
(rasgo) relativamente permanentes de per-
sonalidad.
Método
Sujetos
Participaron 104 estudiantes universita-
rios matriculados en segundo curso de Psi-
cología, 79 mujeres y 25 varones, cuya me-
dia de edad era de 21.3 años (d.t. = 2.5). La
participación de los sujetos en la investiga-
ción era voluntaria, pero se consideraba co-
mo una actividad práctica de una de las
asignaturas anuales del curso. Esta recom-
pensa se ofreció antes de iniciarse el estudio
con el fin de evitar una posible auto-selec-
ción de los propios sujetos: se trataba de
conseguir que no sólo participaran los estu-
diantes motivados por el ejercicio físico, si-
no también quienes en condiciones norma-
les rehusarían hacerlo. Al ofrecer la recom-
pensa extrínseca al propio ejercicio se pre-
tendía motivar a todos los sujetos.
Los participantes fueron asignados alea-
toriamente al grupo experimental o al de
control. Varios de ellos (8 del grupo experi-
mental y 6 del de control) que no aceptaron
la asignación que les había correspondido
MANUEL GUTIÉRREZ CALVO, ORLANDO ESPINO, DAVID L. PALENZUELA Y ALEJANDRO JIMÉNEZ SOSA
Psicothema, 1997 501
fueron excluidos, ofreciéndoseles otra acti-
vidad práctica de tipo académico. Este ajus-
te dio lugar a un ligero desequilibrio en la
proporción de mujeres/varones por grupo
(varones: 11, experimental; 14, control; mu-
jeres: 38 y 41, respectivamente). Véanse
Resultados, para controlar el posible efecto
de este desequilibrio.
Medidas preliminares
Al inicio del estudio se tomaron varios
grupos de medidas de los sujetos de ambos
grupos, aparte de las que constituyen las va-
riables dependientes. Se pretendía con ello
confirmar la bondad de la asignación alea-
toria y la comparabilidad real de los grupos
en variables relevantes, a la vez que detec-
tar posibles anomalías incompatibles con el
ejercicio físico (4 sujetos del grupo experi-
mental y 2 del de control fueron excluidos
por alguna disfunción cardiovascular o bio-
química). 
Los grupos de variables relevantes fue-
ron: (a) peso, altura, historia de ejercicio
previo (número de horas de ejercicio físico
a la semana y participación en competicio-
nes deportivas en el último año); (b) des-
trezas motrices y capacidad física: carrera
de 60 metros lisos, y de 1200 (mujeres) o
1600 (hombres), flexibilidad, abdominales,
salto, lanzamiento de balón medicinal,
equilibrio dinámico, habilidad en carrera
con obstáculos fijos, y con móviles; (c) ca-
pacidad aeróbica (VO2 máximo estimado),
presión arterial sistólica y diastólica en re-
poso y en esfuerzo máximo, ritmo cardíaco
en reposo y esfuerzo máximo, y demás in-
dicadores típicos de una prueba cardio-res-
piratoria de esfuerzo, utilizando una cinta
eléctrica móvil Quinton 65 y un electrocar-
diógrafo Fukuda Cardimax 66; (d) diversas
medidas bioquímicas a partir de muestras
de sangre y orina (v.g., colesterol, transa-
minasas, leucocitos, glucosa, creatinina,
triglicéridos, etc.). 
Diseño experimental, variables dependientes
y procedimiento
Se utilizó un diseño de 2 (condición: gru-
po experimental vs. control) x 2 (tiempo:
medida de las variables dependientes pre-
vs. post-tratamiento), siendo el primer fac-
tor inter-sujetos y el segundo intra-sujetos.
Las variables dependientes estaban cons-
tituidas por cuatro medidas complementa-
rias de ansiedad, establecidas a partir de las
siguientes escalas de autoinforme: (a) Se
midió el rasgo de ansiedad general, o el
grado en que las personas perciben amena-
za y se sienten nerviosas generalmente, me-
diante el cuestionario IDARE-R (Spielber-
ger y Díaz-Guerrero, 1975); (b) se utilizó el
cuestionario IDASE (Spielberger et al.,
1980) para medir el rasgo de ansiedad de
evaluación, o la tendencia a ponerse nervio-
so y preocuparse por el posible fracaso y
consecuencias aversivas derivables en situa-
ciones de evaluación aptitudinal, tales como
los exámenes; (c) se recogieron las respues-
tas de los sujetos a los factores de tensión y
de trastornos psicosomáticos del cuestiona-
rio GHQ de Goldberg (1978), de acuerdo
con la factorización de Elton, Patton, Weye-
rer, Diallina y Fichter (1988). Todas estas
escalas de autoinforme fueron administra-
das a los participantes al inicio y al final del
tratamiento (es decir, del entrenamiento físi-
co, para el grupo experimental, y de la es-
pera sin ejercicio, para el de control), con 12
semanas de diferencia entre las dos admi-
nistraciones.
El grupo experimental recibió el entrena-
miento físico durante 12 semanas, a tres se-
siones semanales de 60 minutos de duración
cada una. El programa de ejercicio fue ela-
borado por un experto en educación física,
de acuerdo con los objetivos de mejora inte-
gral de la forma física, incluyendo el desa-
rrollo de fuerza-rapidez, flexibilidad-habili-
dad, y resistencia (American College of
Sports Medicine, 1991)1. Las sesiones fue-
EJERCICIO FÍSICO REGULAR Y REDUCCIÓN DE LA ANSIEDAD EN JÓVENES
502 Psicothema, 1997
ron realizadas en el Polideportivo Universi-
tario de la Universidad de La Laguna, diri-
gidas por un monitor titulado, en dos grupos
de unos 23-30 participantes cada uno. El
programa se componía de seis tipos de se-
siones diferentes, que se iban repitiendo pe-
riódicamente. Cada sesión se desarrollaba
en tres partes consecutivas: calentamiento
(10-15 minutos), núcleo (35-40 minutos), y
vuelta a la calma (10 minutos), con unos 60
ejercicios en total. Los ejercicios estaban
calculados para ser realizados aproximada-
mente a 120-140 pulsaciones por minuto
durante el calentamiento, a 140-180 en el
núcleo, y a 100-120 en la vuelta a la calma.
Se requirió un mínimo de asistencia a las se-
siones del 80% para incluir los datos de un
sujeto en los análisis estadísticos.
A los participantes en el grupo de control
(“en lista de espera”) se les pidió que hi-
cieran las pruebas preliminares, que respon-
dieran a los cuestionarios relativos a las me-
didas de ansiedad, y se les informó que unos
tres meses más tarde podrían participar en
sesiones del entrenamiento físico aplicado
al grupo experimental. 
Resultados
Consistencia, fiabilidad, e intercorrelaciones
de las medidas de ansiedad
En la Tabla 1 se presentan los estadísti-
cos correspondientes a las medidas de las
variables dependientes. En general, los índi-
ces de consistencia interna (alpha de Cron-bach) son altos en todas las escalas. La fia-
bilidad test-retest, con aproximadamente
85-91 días de diferencia, se hizo sólo con
las puntuaciones de los sujetos del grupo de
control, a fin de conocer la estabilidad de las
puntuaciones en ausencia de intervenciones
(entrenamiento) que alterasen la normalidad
de la vida cotidiana de los sujetos. Como se
observa en la Tabla 1, la estabilidad de las
medidas de rasgo de ansiedad general y de
evaluación es muy elevada; la de los facto-
res de trastornos psicosomáticos y tensión,
aunque menor, también es significativa.
Con respecto a las intercorrelaciones,
tanto en la medida previa al tratamiento co-
mo en la posterior, se confirma empírica-
mente la relación conceptual entre las cua-
tro variables: todas comparten varianza co-
mún de modo significativo, aunque no mi-
den exactamente lo mismo, sino probable-
mente aspectos complementarios de un mis-
mo constructo. No obstante, la ansiedad de
evaluación manifiesta mayor independen-
cia, lo cual es consistente con su carácter
más específico (ligado a situaciones especí-
ficas).
Comparabilidad inicial de los grupos en
variables relevantes
Para conocer si el grupo experimental y
el de control eran comparables al inicio del
tratamiento en variables de capacidad, sa-
MANUEL GUTIÉRREZ CALVO, ORLANDO ESPINO, DAVID L. PALENZUELA Y ALEJANDRO JIMÉNEZ SOSA
Psicothema, 1997 503
Tabla 1
Estadísticos (consistencia interna –alpha de
Cronbach–, fiabilidad test-retest –3 meses de
intervalo–, e intercorrelaciones) relativos a las
medidas de ansiedad
IDARE R IDASE GHQ-TP GHQ-T
Consistencia .87 .89 .86 .85
Fiabilidad .86 .85 .47 .52
Correlaciones:
IDARE-R – .53 .46 .56
IDASE .64 – .34 .47
GHQ-TP .46 .33 – .63
GHQ-T .51 .40 .56 –
NOTA: IDARE-R: rasgo de ansiedad general. IDASE: rasgo
de ansiedad de evaluación. GHQ-TP: trastornos psicosomá-
ticos. GHQ-T: tensión. Todas las correlaciones p<0.001. N=
104 (excepto en fiabilidad = 55).
El triángulo superior (derecha) del bloque de correlaciones
refleja los datos de la medida previa (pre) al tratamiento; el
triángulo inferior (izquierda), los de la medida posterior
(post).
lud, o historia de ejercicio previo (véase
Método, Medidas preliminares), se llevaron
a cabo ANOVAS de 2 (grupo) x 2 (sexo) en
cada una de esas variables. No se observa-
ron diferencias estadísticamente significati-
vas entre los dos grupos en ninguna de las
variables preliminares. Esta equivalencia
inicial permite descartar que las diferencias
entre el grupo experimental y el de control
en las variables dependientes de ansiedad
puedan atribuirse a factores de salud, capa-
cidad, o historia previa de ejercicio, ajenas
al tratamiento.
Efectos del entrenamiento físico sobre el
rasgo de ansiedad
Sobre las variables dependientes se apli-
có un ANOVA de 2 (grupo) x 2 (tiempo) x
2 (sexo). Se incluyó el factor sexo (mujeres
vs. hombres) para controlar sus posibles
efectos interactivos con el entrenamiento o
el tiempo de medida (pre/post), dado que la
proporción hombres/mujeres difería ligera-
mente entre el grupo experimental y el de
control.
Sobre la medida de rasgo de ansiedad
general se produjo un efecto principal del
sexo, F(1, 100) = 5.30, p<0.025, teniendo
las mujeres mayor puntuación que los
hombres, y una interacción de grupo x
tiempo, F(1, 100) = 5.84, p<0.025. Este
segundo efecto tiene especial interés por-
que indica que el entrenamiento tuvo una
influencia reductora sobre la ansiedad
tanto en hombres como en mujeres: en el
grupo experimental se produjo una dismi-
nución en la ansiedad desde el inicio al fi-
nal del tratamiento, mientras que en los
del de control se observó un ligero incre-
mento (Tabla 2). En cambio, sobre la me-
dida de ansiedad de evaluación única-
mente tuvo lugar un efecto del sexo, F(1,
100) = 20.89, p<0.0001, con mayor pun-
tuación en las mujeres que en los hombres
(Tabla 2).
Las medidas de tensión y trastornos
psicosomáticos fueron incluidas simultáne-
amente en el análisis, dado que son factores
psicométricos complementarios de una mis-
ma medida (véase Variables dependientes).
De este modo, se utilizó un ANOVA de 2
(grupo) x 2 (tiempo) x 2 (sexo) x 2 (tipo de
ansiedad: tensión vs. trastornos psicosomá-
ticos). Aparecieron efectos principales del
tiempo, F(1, 100) = 8.70, p<0.01, sexo, F(1,
100) = 3.95, p<0.05, y tipo de ansiedad,
F(1, 100) = 5.95, p<0.025, revelando pun-
tuaciones superiores después que antes del
tratamiento en mujeres que en varones, y en
trastornos psicosomáticos que en tensión.
Ahora bien, los anteriores efectos fueron
cualificados por la interacción entre grupo y
tiempo, F(1, 100) = 6.43, p<0.025. Este
efecto interactivo, y la ausencia de interac-
ción con tipo de ansiedad indican que el en-
trenamiento fue beneficioso en la reducción
tanto de la tensión como de los trastornos
psicosomáticos, en comparación con la con-
dición de control, y de modo similar para
hombres y mujeres (véanse Figuras 1 y 2).
Discusión
Los resultados descritos confirman el
efecto beneficioso del ejercicio físico regu-
EJERCICIO FÍSICO REGULAR Y REDUCCIÓN DE LA ANSIEDAD EN JÓVENES
504 Psicothema, 1997
Tabla 2
Puntuaciones medias (d. t. en paréntesis) en
rasgo de ansiedad general (IDARE-R) y rasgo
de ansiedad de evaluación (IDASE) en función
de la condición experimental –entrenamiento
físico versus control– y del momento de
medida –previa versus posterior al tratamiento–
Condición experimental
Entrenamiento Control
Pre- Post- Pre- Post
Ansiedad
general 43.4 (9.6) 41.6 (9.8) 42.8 (10.3) 43.9 (10.5)
Ansiedad de
evaluación 44.1 (10.4) 43.9 (11.3) 42.8 (12.3) 42.7 (11.5)
lar en la reducción del rasgo de ansiedad,
como característica relativamente estable de
personalidad, en jóvenes de ambos sexos
con niveles normales (no patogénicos o clí-
nicos) de ansiedad. El efecto se produce de
modo consistente en las tres medidas gene-
rales de ansiedad, pero no en la específica
de ansiedad de evaluación. Estos resultados
aportan varias contribuciones sobre los ha-
llazgos de investigaciones previas.
Primero, contrastan con la ausencia de
efectos sobre el rasgo de ansiedad en jóve-
nes (aunque eficaz en adultos), tal como se
recoge en los meta-análisis de Petruzzello et
al. (1991) y Slicht (1994), y la ocurrencia
sólo en varones, pero no en mujeres (meta-
análisis de McDonald y Hodgdon, 1991).
La razón aducida para que los efectos bene-
ficiosos se limiten a los adultos (Slicht,
1994) es que es después de los 30 años
cuando se inicia la disminución en capaci-
dad y salud física, con la pérdida de percep-
ción de control sobre el entorno que eso
conlleva, al sentirse las personas menos ac-
tivas y eficientes físicamente. Así, los adul-
tos en la madurez y vejez podrían compen-
sar esas pérdidas con la capacitación que
proporciona el ejercicio físico, y eso dismi-
nuir su ansiedad. En cambio, los jóvenes se
encuentran en la cima de su capacidad físi-
ca y salud, éstas no son fuentes de ansiedad
y, por tanto, el ejercicio tendría un papel
compensatorio muy inferior al caso de los
adultos. En consecuencia, no cabría esperar
importantes efectos del ejercicio físico so-
bre la ansiedad. Ahora bien, este plantea-
miento parece enfatizar la ansiedad directa-
mente relacionada con la salud física, el ren-
dimiento motor, y el control físico del am-
biente. Sin embargo, olvida importantes
factores ansiógenos relativos al control
psicológico de uno mismo y del propio am-
biente, que afectan a los jóvenes con sufi-
ciente intensidad. Así, en su afrontamiento
adaptativo a la realidad social, los jóvenes
se ven sometidos a importantes fuentes de
ansiedad. Entre todas ellas, probablemente
destaca la constante preparación y someti-
miento a evaluación para poder promocio-
narse profesionalmente, con las incertidum-
bres que eso conlleva. Esto lleva a pensar
que la ansiedad es un importante ingredien-
te en la salud psicológica de los jóvenes; y
que su reducción y control, para un encau-
zamiento adaptativo, puede ser susceptible
de influencia por el ejercicio físico regular.
MANUELGUTIÉRREZ CALVO, ORLANDO ESPINO, DAVID L. PALENZUELA Y ALEJANDRO JIMÉNEZ SOSA
Psicothema, 1997 505
Figura 1. Puntuación diferencial (incremento o dismi-
nución respecto a la línea base: puntuación directa en
la condición de control previa al tratamiento) en Ten-
sión en los grupos de control y entrenamiento.
Figura 2. Puntuación diferencial (incremento o disminu-
ción respecto a la línea base: puntuación directa en la con-
dición de control previa al tratamiento) en Trastornos
Psicosomáticos en los grupos de control y entrenamiento.
Segundo, en la investigación previa se ha
comprobado que el ejercicio físico sí afecta
al estado de ansiedad, reduciéndolo transito-
riamente durante e inmediatamente después
de una sesión de ejercicio; y que este efecto
se produce de modo general, tanto en los jó-
venes como en los adultos (v.g., Petruzzello
et al., 1991). En el presente estudio, se ha
comprobado que el efecto transitorio sobre
el estado puede extenderse al rasgo de an-
siedad, es decir, convertirse en estable con la
práctica regular de ejercicio. Ahora bien, es-
te efecto sobre el rasgo de ansiedad no al-
canza a la reactividad emocional ligada a si-
tuaciones específicas, como las de evalua-
ción. Doan, Plante, Digregorio y Manuel
(1995) observaron una disminución del esta-
do de ansiedad en condiciones de estrés de
evaluación en función del ejercicio físico.
En contraste, los resultados del presente es-
tudio sugieren que ese efecto es sólo transi-
torio; no repercutiría en un cambio estable
en el rasgo de ansiedad de evaluación. Es
posible, no obstante, que, dado que ésta es
una característica de reactividad emocional
ligada a situaciones importantes en la vida
de los jóvenes estudiantes (v.g., exámenes),
sí sea susceptible de influencia por el ejer-
cicio físico en los sujetos con mayor nivel de
ansiedad de evaluación. Ahora bien, esta hi-
pótesis no ha podido ser sometida a prueba
en el presente estudio, ya que, a fin de ganar
en representatividad y validez externa, elegi-
mos una muestra estadísticamente normal.
En contraste, la comprobación de esa hipóte-
sis habría exigido comparar sujetos extre-
mos en rasgo de ansiedad de evaluación.
El hecho de que se utilizaran variables de-
pendientes de autoinforme puede suscitar
dudas sobre la validez de los resultados.
Hay, en cambio, varias razones para confiar
en ellos. Primero, en los diseños pre-post los
sujetos actúan como controles de sí mismos.
Además, la subjetividad de las medidas
afecta por igual al grupo de control y al ex-
perimental, entre los que se hacen los con-
trastes, con lo cual la posible varianza de
error se compensa. Segundo, para investigar
los efectos sobre el rasgo de ansiedad la in-
vestigación previa ha utilizado típicamente
medidas de autoinforme. En nuestro caso, la
ventaja es que hemos usado varias comple-
mentarias: algunas han sido susceptibles de
influencia, las de ansiedad general, y otra no,
la específica. Este efecto diferencial sugiere
la existencia de sensibilidad en las medidas.
Tercero, en el presente estudio se han utili-
zado numerosas medidas objetivas con las
que se ha probado la comparabilidad entre
los grupos en factores que podrían haber
contaminado diferencialmente el efecto del
ejercicio físico sobre las variables depen-
dientes. Cuarto, Gutiérrez Calvo et al.
(1996), utilizando el mismo diseño experi-
mental y parte de los sujetos del presente es-
tudio, confirmaron los efectos del ejercicio
físico con medidas objetivas de ansiedad: en
una situación de estrés de evaluación, los su-
jetos que habían recibido entrenamiento físi-
co manifestaron menor estado de ansiedad
motriz y menor reactividad fisiológica que
los del grupo de control. Los datos de Gutié-
rrez Calvo et al. (1996) son coherentes con
los actuales, si bien éstos confirman que el
efecto no se limita sólo a las situaciones de
estrés, sino que afecta de modo relativamen-
te estable a la percepción transituacional
(rasgo) que los sujetos tienen de su propia
reactividad emocional.
Existen varias explicaciones posibles de
los efectos beneficiosos del ejercicio físico,
pero el estudio actual no permite identificar
la más adecuada. Algunas proponen meca-
nismos de naturaleza biológica, mientras
que otras optan por mecanismos psicoló-
gicos (véanse Dishman, 1995; Landers,
1994; Plante, 1993). Entre las biológicas,
una atribuye los efectos a un incremento en
la capacidad aeróbica como efecto del ejer-
cicio. Esta, precisamente, es consistente con
el hecho de que en los sujetos del grupo de
entrenamiento mejorasen (cambio pre/post-
EJERCICIO FÍSICO REGULAR Y REDUCCIÓN DE LA ANSIEDAD EN JÓVENES
506 Psicothema, 1997
tratamiento) su capacidad máxima de toma y
uso de oxígeno (prueba de esfuerzo cardio-
respiratorio), en comparación con los del
grupo de control (Gutiérrez Calvo et al.,
1996). No obstante, existen otras explicacio-
nes biológicas alternativas, tales como la del
incremento en el riego sanguíneo del cerebro
y la temperatura del cuerpo, con efectos
tranquilizadores; o la del incremento en es-
teroides antiestrés; o el aumento en los nive-
les de los neurotransmisores norepinefrina,
serotonina y dopamina, que elevan el estado
de ánimo; o la estimulación de la glándula
pituitaria para la producción de endorfinas,
con un efecto euforizante. Complementa-
riamente, existen varios mecanismos psico-
lógicos, tales como los cambios en la auto-
estima y autoeficacia, derivados de una me-
jora en la imagen corporal y el sentimiento
de mayor dominio en habilidades y capaci-
dad física; asimismo, la práctica de ejercicio
supone un tiempo de distracción de pensa-
mientos y emociones de tensión, y una opor-
tunidad de socialización (cuando se hace en
grupo). En nuestro estudio, al igual que en la
mayoría, no es posible atribuir los efectos
del ejercicio físico al ejercicio per se, exclu-
yendo efectos placebo debidos a la genera-
ción de expectativas de mejora que se pro-
ducen en los sujetos participantes (y el em-
peño adicional que éstos ponen en mejorar a
lo largo del período de entrenamiento, inclu-
so cambiando algunos hábitos de vida —fu-
mar, alimentación, etc.—). Para controlar es-
tos efectos inespecíficos no basta con un
grupo de control “en lista de espera”, sino
que sería necesario una condición placebo
que, con similar credibilidad a la de entrena-
miento físico, indujera equivalentes expecta-
tivas de mejora en los participantes.
En conclusión, se ha comprobado el
efecto del ejercicio físico regular en la re-
ducción del rasgo de ansiedad. En cambio,
no es posible decidir sobre si la explicación
de ese efecto incluye inequívocamente in-
gredientes específicos del ejercicio físico.
En cualquier caso, estos resultados tienen
implicaciones prácticas importantes en la
mejora de la salud psicológica: también los
jóvenes sanos pueden beneficiarse del ejer-
cicio físico regular en el control de su an-
siedad. Se ha demostrado en otros contextos
de investigación (véase Eysenck y Gutiérrez
Calvo, 1992; Gutiérrez Calvo, 1996) que el
rasgo elevado de ansiedad tiene efectos per-
judiciales sobre la eficiencia o gasto de re-
cursos (v.g., tiempo, esfuerzo, etc.), aunque
no necesariamente sobre la eficacia en el
rendimiento; y que estos efectos negativos
ocurren también en jóvenes. Por consi-
guiente, es razonable enfatizar la conve-
niencia del ejercicio físico regular en todas
las edades, como un instrumento de higiene
psicológica en relación con la ansiedad.
Nota
1 Una descripción detallada del programa de
entrenamiento físico, con cada uno de los
seis grupos de sesiones, fases dentro de ca-
da sesión, duración y número de repeticio-
nes de cada ejercicio, y frecuencia cardía-
ca recomendada, puede ser obtenido soli-
citándolo al primer autor de este artículo.
Agradecimientos
La investigación presentada en este artículo
ha sido financiada por la Consejería de Sanidad
y Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias,
proyecto nº 241-190/92. Estamos agradecidos a
D. Luis Jesús Diez Rivera por la elaboración del
programa de entrenamientofísico y las orienta-
ciones a los monitores; a los responsables del Po-
lideportivo Universitario de la Universidad de La
Laguna, por facilitar los medios y las instalacio-
nes necesarios; y a los doctores Horacio Pérez y
Adela Martínez, del Servicio de Cardiología, y
Javier García, del Servicio de Nefrología, del
Hospital de la Candelaria (Tenerife), por su res-
ponsabilidad en la recogida y valoración de las
medidas cardiovasculares y bioquímicas.
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Aceptado el 17 de febrero de 1997
EJERCICIO FÍSICO REGULAR Y REDUCCIÓN DE LA ANSIEDAD EN JÓVENES
508 Psicothema, 1997
Referencias

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