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Países de América - Canadá

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Canadá
Canadá (nombre oficial, Canada, Canadá), estado federal parlamentario de Norteamérica, miembro de la Commonwealth; limita al norte con el océano Ártico, al noreste con la bahía de Baffin y el estrecho de Davis, que lo separa de Groenlandia, al este con el océano Atlántico, al sur con Estados Unidos y al oeste con el océano Pacífico y Alaska. Conocido anteriormente como Dominio de Canadá, ocupa la extensión de Norteamérica al norte de Estados Unidos, excepto Alaska, Groenlandia y el archipiélago de Saint-Pierre y Miquelon; es el segundo país más extenso del mundo después de Rusia. Comprende muchas islas en el océano Glacial Ártico que aportan una superficie de 1.424.500 km2; las más importantes son Baffin, Victoria, Ellesmere, Banks, Devon, Axel, Heiberg y las Melville. Canadá tiene una superficie total de 9.984.670 km², de los que los ríos y lagos —entre los que se encuentran las porciones de los Grandes Lagos en territorio canadiense— ocupan 755.180 kilómetros cuadrados.
El país está dividido en diez provincias: Alberta, Columbia Británica, Manitoba, New Brunswick, Nueva Escocia, Ontario, Isla del Príncipe Eduardo, Quebec, Saskatchewan y Terranova y Labrador; y dos territorios (Territorios del Noroeste y Territorio del Yukón). En 1999 se constituyó un tercer territorio desgajado de los Territorios del Noroeste, llamado Nunavut. La capital federal es Ottawa.
	
	
	TERRITORIO Y RECURSOS
La costa del continente canadiense, de aproximadamente 58.500 km de longitud, es muy irregular y accidentada. En ella alternan las grandes bahías con las penínsulas y numerosas islas costeras; en el este, las más grandes son Terranova, isla de Cape Breton, isla del Príncipe Eduardo e isla Anticosti. En la costa oeste, bordeada de fiordos están la isla Vancouver y el archipiélago de la Reina Carlota.
Canadá tiene más lagos y aguas interiores que ningún otro país del mundo. Además de los Grandes Lagos, en la frontera con Estados Unidos (todos, excepto el lago Michigan, ocupan territorio canadiense), el país tiene 31 lagos, que suponen más de 1.300 km2 de superficie; los más grandes son el Gran Lago del Oso, el Gran Lago del Esclavo, el lago Athabasca, el Wollaston, el lago Reindeer, Manitoba, el lago Winnipegosis, el lago Nipigon y el lago de los Bosques.
Entre los ríos más grandes destacan el San Lorenzo —que drena los Grandes Lagos y desemboca en el golfo de San Lorenzo—, el Ottawa y el Saguenay, principales afluentes del San Lorenzo; el Saint John, que desemboca en la bahía de Fundy, el Saskatchewan, que lo hace en el lago Winnipeg y el Nelson, que fluye desde este lago hacia la bahía Hudson. También son de destacar el sistema formado por los ríos Athabasca, Peace, Slave y Mackenzie, que desemboca en el océano Ártico, el curso superior del Yukón, que atraviesa Alaska hasta el mar de Bering y el Fraser junto con el curso superior del Columbia, que desemboca en el océano Pacífico.
	
	
	Regiones fisiográficas
En Canadá se distinguen cinco regiones fisiográficas características: el escudo Canadiense, la cordillera de los Apalaches, los Grandes Lagos, la llanura del San Lorenzo y las llanuras del Interior. La mayor región, denominada tanto escudo Canadiense como meseta Laurentina, se extiende desde la península del Labrador hasta el Gran Lago del Oso, desde el océano Glacial Ártico hasta el río San Lorenzo. Esta región de antiguas rocas graníticas está escasamente cubierta por tierra y muestra una profunda erosión debida a la acción glaciar. El este de Canadá está formado por la región de los Apalaches, las tierras bajas o lowlands ocupadas por los Grandes Lagos y el río San Lorenzo; esta región comprende la extensión más grande de tierras cultivables del centro y este de Canadá. Limitando con el escudo Canadiense, al oeste, están las llanuras interiores, una prolongación de las de Estados Unidos; esta región contiene los suelos más fértiles de Canadá.
La quinta, y más occidental región de Canadá, constituye una parte del vasto sistema montañoso que se extiende desde el extremo más meridional de Sudamérica hasta el más occidental en Alaska. La porción oriental de la cordillera de Canadá está formada por las montañas Rocosas, cuya cima más elevada es el monte Robson (3.954 m). Al oeste, y en paralelo al océano Pacífico, está otro gran sistema montañoso formado por las montañas Costeras, unidas a la cordillera de las Cascadas en Estados Unidos, y varios sistemas montañosos costeros. Algunas de las cimas más destacadas de estas cordilleras occidentales son el monte Logan (5.959 m), el punto más alto de Canadá, el monte San Elías (5.489 m) y King Peak (5.173 m).
	
	
	Geología
El escudo Canadiense, que ocupa la mitad oriental de la masa continental de Canadá, es un antiguo cratón (o plataforma estable) compuesto por rocas que se formaron hace millares de millones de años, durante el periodo precámbrico. El escudo, con su ensamblaje de granitos, gneises y esquistos de una antigüedad entre 2.000 y 4.000 millones de años, formaron el núcleo de la placa de Norteamérica.
Durante el periodo paleozoico, mares profundos cubrieron grandes partes de Canadá. Los sedimentos depositados en estos mares formaron las areniscas, pizarras y calizas que hoy rodean el escudo Canadiense. En la región de la cordillera occidental de Canadá, las rocas fueron sometidas a presiones tectónicas generadas por la colisión de la placa de Norteamérica con la placa del Pacífico. Durante el consiguiente levantamiento, que empezó durante el periodo cretácico, emergieron los sistemas montañosos de esta región.
Durante el periodo cuaternario casi todo Canadá se cubrió de extensas capas de hielo que llegaban hasta el norte de Estados Unidos, durante los periodos glaciales. El paisaje resultó enormemente modificado por la acción erosiva de esta inmensa masa de hielo móvil, especialmente con la creación de los numerosos lagos de Canadá y sus extensos depósitos de arena, arcilla y grava.
	
	
	Clima
Parte del territorio continental canadiense y la mayoría de las islas en el océano Glacial Ártico se encuentran dentro de la zona fría; el resto del país se halla en la parte norte de la zona templada. En las provincias marítimas, las frías temperaturas en invierno y las calurosas en verano sufren modificaciones por las influencias oceánicas que además causan nieblas y precipitaciones considerables. A lo largo de la costa occidental los veranos son suaves y en los inviernos son abundantes las precipitaciones y hay una elevada humedad. En la región de la cordillera, las laderas occidentales más altas reciben una fuerte cantidad de lluvia y nieve, pero las laderas orientales y la meseta central son muy áridas.
	
	
	Recursos naturales
Los bosques de Canadá cubren aproximadamente el 31% de la superficie del país. La pesca comercial en Canadá se remonta a hace 500 años. El escudo Canadiense es rico en minerales; el país también cuenta con abundantes reservas de petróleo y gas natural. Los sistemas fluviales y los lagos del país, en combinación con la topografía montañosa permiten que la energía hidroeléctrica sea uno de los recursos naturales más importantes de Canadá. La vida animal de Canadá es abundante y variada.
	
	
	Flora
La flora de todo el norte de Canadá es ártica y subártica. Una buena parte de las provincias marítimas está cubierta de bosques de árboles de maderas nobles y coníferas. Las provincias de las llanuras mantienen las praderas naturales. En las cadenas costeras, sobre todo en las laderas occidentales, hay densos bosques de grandes árboles perennes; las principales especies son el abeto, la tsuga, el abeto Douglas, el bálsamo, los pinos baulasiana y de los pantanos y el cedro.
	
	
	Fauna
Los animales de Canadá son muy similares o idénticos a los del norte de Europa y Asia. Entre los carnívoros destacan las especies de la subfamilia de la comadreja, tales como el armiño, la marta cebellina o cibelina, el Martes pennanti, el glotón y el visón. Otros carnívoros representativos son el oso negro, el oso gris, el lince, el lobo, el coyote,el zorro y la mofeta. El oso polar está disperso por todas las regiones árticas. El caribú del bosque y el alce americano están ampliamente extendidos pero el caribú de tierra estéril sólo se encuentra en las áreas norte, que son además el hábitat del buey almizclero. El alce y el bisonte se encuentran en varias regiones occidentales. En las montañas de la Columbia Británica abundan la oveja bighorn o del Canadá y la cabra de las Rocosas.
	
	
	Suelos
La turba característica de la tundra y las áreas de bosques adyacentes cubren grandes partes de Canadá. Esta tierra es por lo general estéril y con frecuencia cubierta de musgo. Desde el sur de Manitoba, pasando por Saskatchewan, hasta llegar a Alberta, se extiende un territorio de ricos suelos pardos y negros de praderas que conforman las mejores tierras cultivables de Canadá. Únicamente un 5,7% de la tierra es propicia para la agricultura.
	
	
	Temas medioambientales
Si bien Canadá es el segundo país más grande del planeta, el 90% de su población se concentra en torno a su frontera con Estados Unidos. Existen grandes extensiones de tierra que permanecen deshabitadas, sin verse afectadas por la actividad humana. No obstante, el medio ambiente ha sufrido daños. Así, el 23% de los humedales se perdieron entre 1980 y 1990. Parte de la zona de los Grandes Lagos se ve afectada por los residuos contaminantes de las industrias metalúrgica y papelera, tanto canadienses como estadounidenses, lo que ha impulsado regulaciones más estrictas sobre las emisiones de residuos. La lluvia ácida es otro problema que afecta fundamentalmente a las zonas pesqueras, pero se espera que las autoridades estadounidenses competentes (U.S. Clean Air Act) solucionen el problema. 
	
	
	POBLACIÓN
La configuración racial y étnica del pueblo canadiense es muy variada. Cerca de un 34% de la población está formado por personas de origen británico; los habitantes de origen francés suponen un 28% de la población. Los canadienses francófonos mantienen su idioma, cultura y tradiciones, y el gobierno federal sigue una política nacional bilingüe y multicultural. El resto de la población se compone de gentes de otros orígenes como alemanes, italianos, ucranianos, holandeses, escandinavos, polacos, húngaros, griegos e indígenas nativos, quienes son oficialmente denominados 'primera nación', los cuales equivalen al 2% de la población total de Canadá y pertenecen sobre todo al grupo lingüístico algonquino; otros grupos lingüísticos representativos son los iroqueses, los salish, los athabascos y los inuit (esquimales).
	
	
	Características de la población
La población de Canadá en 2008 era de 33.679.263 habitantes, con una densidad de 4 hab/km² aproximadamente.
Aproximadamente unas tres cuartas partes de la población canadiense habitan una franja relativamente estrecha a lo largo de la frontera con Estados Unidos, con cerca del 62% concentrado en Quebec y Ontario. El 81% de la población es urbana.
	
	
	Ciudades principales
Las ciudades más importantes de Canadá son: Toronto (según datos de 2006, 2.503.281 habitantes); Montreal (1.039.534 habitantes); Vancouver (578.041 habitantes); Ottawa, la capital de Canadá (población del área metropolitana de Ottawa-Hull, 1.158.300 habitantes); Winnipeg (633.451 habitantes); Edmonton (730.372 habitantes); Quebec (169.076 habitantes); Hamilton (504.559 habitantes); Calgary (988.193 habitantes); Saint Catharines (131.989 habitantes); Kitchener (204.668 habitantes); London (352.395 habitantes); y Halifax (372.679 habitantes).
	
	
	Religión
La mayor comunidad religiosa de Canadá es la católica. De los grupos protestantes de Canadá, el más grande es el de la Iglesia unida de Canadá, seguido de la Iglesia anglicana de Canadá.
	
	
	EDUCACIÓN Y CULTURA
El sistema educativo de Canadá deriva de las tradiciones británica, estadounidense y francesa. El inglés o el francés son los idiomas utilizados aunque algunas escuelas ofrecen una educación oficial bilingüe. Cada una de las diez provincias es responsable de establecer y mantener su propio sistema educativo.
	
	
	Educación
Las primeras escuelas canadienses, dirigidas por las órdenes religiosas católicas, datan de principios del siglo XVII. La educación superior empezó en 1635 con la fundación del Colegio de los Jesuitas en la ciudad de Quebec. A principios del siglo XIX se erigieron las grandes universidades, empezando con la de McGill (en Montreal), en el año 1821 y siguiendo con las de Ottawa (1848) y Toronto (1850).
	
	
	Educación primaria y secundaria
En 1995 Canadá tenía 12.506 escuelas primarias con un registro de 2.403.709 alumnos. En las escuelas secundarias, el mismo año, había 2.621.457 escolares.
	
	
	Educación superior
En 2001–2002 Canadá tenía 69 universidades y escuelas universitarias que registraban 1.192.570 estudiantes. Las mayores universidades son las siguientes: la Universidad de Columbia Británica, la Universidad de Simon Fraser, la Universidad de Toronto, la Universidad Laval, la Universidad McGill, la Universidad de Montreal y la Universidad de Quebec.
	
	
	Instituciones culturales
El gobierno federal a través del Consejo de Canadá, fundado en 1957, fomenta las actividades artísticas. Desde 1972 ha desarrollado una política multicultural que intenta reflejar las diversas influencias que componen el mosaico de la vida cultural canadiense, también la cultura de los pueblos aborígenes.
	
	
	Museos y bibliotecas
Canadá tiene 2.100 museos, archivos y lugares de interés histórico. Destacan el Museo Canadiense de la Civilización, el Museo Canadiense de la Naturaleza, el Museo Nacional de Ciencias y Tecnología, y la Galería Nacional de Canadá.
El Museo Real de Ontario, en Toronto, el Museo de la Real Policía Montada de Canadá, en Regina y el Museo Real de la Columbia Británica, en Victoria, muestran importantes ejemplos de objetos autóctonos. La Biblioteca Nacional de Canadá, en Ottawa, publica la bibliografía nacional.
	
	
	Teatro y música
El Centro Nacional de Artes, en Ottawa, inaugurado en 1969, cuenta con una orquesta sinfónica estable y compañías de teatro en francés e inglés. Los canadienses y visitantes pueden también disfrutar de festivales de verano como el de Stratford Shakespeare, en Ontario, el Festival Shaw, en Niágara-on-the-Lake (Ontario) y Cultures Canada, una serie de acontecimientos multiculturales en Ottawa.
	
	
	ECONOMÍA
Hasta principios del siglo XX Canadá era sobre todo un país agrícola; desde entonces, se ha convertido en uno de los más industrializados del mundo. Un buen porcentaje de las industrias manufactureras nacionales se abastece de materias primas producidas por los sectores agrícola, minero, forestal y pesquero de la economía canadiense. En 2006 el producto interior bruto (PIB) fue de 1.271.593 millones de dólares. La unidad monetaria es el dólar canadiense, dividido en 100 céntimos (1,10 dólares canadienses equivalían a 1 dólar estadounidense en 2006).
	
	
	Agricultura
La agricultura canadiense desempeña un importante papel en la economía nacional y da empleo a un 3% de la población activa. Debido a su abundante producción y relativamente pequeña población, Canadá es el primer exportador de productos alimenticios. El trigo, el principal cultivo exportado, crece en las más importantes zonas trigueras del mundo, las provincias de Alberta, Manitoba y Saskatchewan y supone el 16% de la producción global. En 2006 y en orden descendente según el valor de su producción, los principales cultivos fueron: cereales (50,9 millones de t, de los cuales 27,3 fueron de trigo, 10 de cebada, y 9,3 de maíz); patatas (papas, 5 millones de t); hortalizas (2,2 millones de t); fruta (630.675 t); y tabaco (43.000 t). También destaca la producción de soja (soya, 4 millones de t).
El ganado vacuno y sus productos derivados equivalen aproximadamente al 50% de los ingresos anuales. En 2006 la cabaña ganadera era de: 14,8 millones de vacas y terneros, destacando las vacas lecheras, 14,7 millones de cerdos y 919.000 ovejas.
	
	
	Silvicultura y pesca
El sector forestales la mayor fuente de riqueza de Canadá y sus productos derivados aportan anualmente el 14% del valor de sus exportaciones. Los bosques cubren un área aproximada de 3.101.340 km². La producción de madera en 2006 fue de 206 millones de m³. Su exportación supone más de la mitad de la exportación mundial; la mayoría se destina a Estados Unidos.
Los recursos pesqueros del país se extraen del noroeste del océano Atlántico y de la zona nororiental del océano Pacífico así como de las inmensas cantidades de agua dulce que posee. La mayoría de la producción anual de la industria pesquera se destina a la exportación, lo que convierte a Canadá en uno de los exportadores pesqueros más destacados del mundo. El total de capturas fue de 1.255.821 t anuales en 2005. Las principales especies fueron: bacalao, arenque, salmón, platija, langosta, vieira, cangrejo y lubina.
	
	
	Pieles
La caza para obtener pieles (especialmente de castor) tuvo un importante papel en los orígenes del desarrollo económico de Canadá y aún hoy se practica.
	
	
	Minería
La industria minera canadiense se orienta fundamentalmente a la exportación, lo que hace de Canadá uno de los primeros países exportadores de minerales del mundo.
Los primeros productos, en valor, son el petróleo (842.166.420 barriles al año), gas natural (182.742 millones de m³), oro (128.504 kg), cobre (563.741 t), cinc (790.757 t), níquel (189.100 t), carbón (62,1 millones de t) y mineral de hierro (17,8 millones de t).
Canadá es el principal productor mundial de asbesto y cinc, y se encuentra entre los primeros países en la producción anual de uranio, cobalto, cobre, oro, yeso, mineral de hierro, plomo, molibdeno, níquel, gas natural, metales de platino, potasio, plata, sulfuro y titanio concentrado.
	
	
	Industria
La economía canadiense depende en gran medida de las manufacturas. Los productos manufacturados más importantes son los vehículos y piezas de motor, los alimentos procesados, los productos químicos, los metales primarios, el petróleo refinado, los productos eléctricos y electrónicos, tablones y contrachapados de madera, y material de imprenta. El sector industrial aporta un 31% al producto interior bruto (PIB). Las provincias industriales más importantes son Ontario y Quebec.
	
	
	Energía
Canadá es el primer productor mundial de energía hidroeléctrica. La primera central nuclear abierta en Canadá (en Rolphton, Ontario) se puso en funcionamiento en 1962.
En 2003 la producción anual alcanzaba los 566.281 millones de KWh, de los cuales el 59% provenía de las centrales hidroeléctricas, el 12% de las plantas nucleares y el 27% de plantas convencionales que utilizan combustible fósil. Canadá exporta una parte de su producción energética a Estados Unidos.
	
	
	Turismo
Las distintas estaciones del año y las maravillas paisajísticas de Canadá atraen a un gran número de turistas. La Exposición y Estampida de Calgary (Alberta), que se lleva a cabo en el mes de julio es famosa en todo el mundo. En invierno se aprovechan las abundantes nieves por lo que las estaciones de esquí se están extendiendo. Se han preservado unos 730.000 km2 de áreas paisajísticas en su estado natural para su uso como parques nacionales, marinos y provinciales, como es el caso de los famosos parques nacionales Jasper y Banff; este último recibe más de 4 millones de visitantes al año.
El turismo se ha convertido en una de las principales actividades económicas de Canadá. En 2006 unos 18,3 millones de personas visitaron el país, de ellos la gran mayoría procedía de Estados Unidos.
	
	
	Comercio exterior
El volumen del comercio exterior de Canadá en relación con su población se encuentra entre los más elevados del mundo. En 2004 sus exportaciones alcanzaron los 316.462 millones de dólares y sus importaciones ascendieron a 273.397 millones de dólares.
La mayoría de sus relaciones comerciales se producen con Estados Unidos, que generalmente absorben el 80% de las exportaciones de Canadá y más del 65% de sus importaciones; Japón y Gran Bretaña son los siguientes socios comerciales del país. Canadá y Estados Unidos entraron en el Tratado de Libre Comercio Estadounidense-canadiense de 1988, sustituido en 1992 por el Tratado de Libre Comercio Norteamericano (en inglés NAFTA), en el que se incorporó México.
	
	
	Transporte
El canal de navegación San Lorenzo-Grandes Lagos se extiende a lo largo de 3.769 km desde el golfo de San Lorenzo hasta el centro del territorio continental. Casi 59.000 embarcaciones que realizan servicios de tráfico exterior entran y salen anualmente de los puertos canadienses; la carga que se desembarca alcanza una cantidad total de 69,1 millones de t y se cargan unos 153,8 millones. Los puertos de Vancouver, Sept Îles, Montreal, Port-Cartier, Quebec, Halifax, Saint John, Príncipe Rupert y Hamilton, controlan la mayor parte del total.
El Ferrocarril Canadiense tiene una extensión total de 57.671 km. La longitud total del sistema de carreteras, en 2004, era de 1.408.900 km. En 2003 se registraron cerca de 577 vehículos por cada 1.000 habitantes.
Las mayores líneas aéreas, la Air Canada y la Canadian Airlines International, poseen una extensa red de rutas interiores e internacionales. De los más de 1.200 aeropuertos, el de mayor tráfico es el de Lester B. Pearson Airport, en Toronto, seguido del de Vancouver, los aeropuertos internacionales de Dorval y Mirabel, cerca de Montreal, y el de Calgary.
	
	
	Comunicaciones
La Canadian Broadcasting Corporation (CBC), de carácter estatal, está dotada de 65 emisoras o estaciones de radio de su propiedad; además operan otras 695 emisoras privadas y 116 canales de televisión. En 2005 estaban en servicio unos 566 teléfonos por cada 1.000 habitantes. En 2004 Canadá tenía 103 periódicos con una tirada diaria de 4,7 millones de ejemplares.
	
	
	Trabajo
La población activa era en 2006 de 17,9 millones de personas. El empleo se concentra principalmente en los sectores de servicios (75%) e industria (22%). Aproximadamente un 3% de la población trabaja en el sector agrícola, forestal y pesquero.
	
	
	GOBIERNO
Canadá se rige por los principios del Acta Constitucional de 1982, por la que se otorga al gobierno pleno poder sobre su desarrollo. Canadá tiene un régimen federal, cuyos poderes se dividen entre el gobierno central y los provinciales. No obstante, las tensiones entre ambos niveles de gobierno siguen existiendo, en especial en las provincias francófonas. La cabeza del Estado en Canadá es el soberano de Gran Bretaña, el cual es representado en el país por un gobernador general; el jefe del gobierno es el primer ministro, el cual es responsable ante el Parlamento.
	
	
	Poder ejecutivo
El gobierno central de Canadá se encarga de todas las competencias que no se han asignado específicamente a las provincias, como la educación, la sanidad, los derechos civiles, la tasación de impuestos locales, la regulación del comercio local y los préstamos bancarios.
	
	
	Poder legislativo
El Parlamento canadiense está formado por dos cámaras: el Senado, compuesto por 105 miembros, designados por el gobernador general tras consulta con el primer ministro, y la Cámara de los Comunes, integrada por 308 miembros elegidos de forma democrática y proporcional a la población de cada provincia.
	
	
	Poder judicial
El sistema legal de Canadá deriva del derecho común británico, a excepción del de Quebec, donde el sistema provincial de derecho civil se basa en el Código de Napoleón francés.
	
	
	Gobierno provincial y territorial
El jefe del gobierno de cada provincia es un primer ministro, responsable ante una asamblea legislativa de carácter unicameral; los comisionados asignados por el gobierno federal gobiernan el Territorio del Yukón y los Territorios del Noroeste. Un tercer territorio, Nunavut, constituido en 1999, está dotado de una configuración gubernamental similar a la de los otros territorios.
	
	
	Partidos políticos
Los partidos políticos más fuertes de Canadá durante todo el siglo XX fueron el Partido Liberal y el Partido Conservador Progresista.En diciembre de 2003, este último se unió a la denominada Alianza Canadiense; de esta fusión nació el Partido Conservador de Canadá.
El Bloque Quebequés, un grupo escindido de los conservadores, ha crecido gracias a su apoyo a la independencia de Quebec. Hasta cierto punto, este partido actúa a modo de brazo federal del Partido Quebequés, que tiene su sede en Quebec. 
	
	
	Bienestar social
Todos los niveles de gobierno comparten la responsabilidad sobre el bienestar social de Canadá. El gobierno federal concede ayuda a las provincias para cubrir los costes de los servicios sociales, aunque la administración de los mismos es principalmente responsabilidad de las provincias. Los gobiernos provinciales tienen mayores competencias sobre la educación y la sanidad de Canadá.
	
	
	Defensa
Canadá es miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En 2004 62.000 personas componían las Fuerzas Armadas de Canadá.
	
	
	HISTORIA
La historia de Canadá nació a raíz del encuentro de sus habitantes con el rigor y las riquezas de una inmensa nueva tierra. Está marcada además por los logros conseguidos y los conflictos habidos entre sus diversos habitantes: tribus indígenas, franceses, ingleses y demás inmigrantes europeos.
	
	
	Encuentro entre pueblos
Norteamérica, donde se sitúa Canadá, recibió durante miles de años grandes oleadas de inmigrantes procedentes de Oriente y Occidente.
	
	
	Pueblos indígenas
En una serie de oleadas migratorias que se produjeron durante las últimas glaciaciones del pleistoceno, pueblos mongoles procedentes de Asia entraron en Norteamérica, cruzando probablemente el estrecho de Bering. Se dispersaron paulatinamente por todo el continente americano. En 1600 más de 250.000 aborígenes habitaban lo que es hoy Canadá.
El mayor grupo lingüístico era el algonquino, en el que había tribus de cazadores nómadas, como los cree y los naskapi, en la región subártica oriental y los abnaki y micmac, en los bosques del este y en la costa. En el siglo XVIII los algonquinos se habían extendido hasta el oeste. Los ojibwas, los indios pies negros, los cree de las praderas y otras tribus ocuparon las praderas y llanuras en busca de bisontes. Las tribus de lengua iroquesa —hurones e iroqueses— vivían en asentamientos agrarios permanentes y tenían una organización tribal muy desarrollada en el valle del río San Lorenzo y alrededor de los lagos Ontario y Erie.
Las tribus de los salish y athabascos, así como otros grupos lingüísticos, habitaban las aldeas pesqueras a lo largo de los ríos del interior de la Columbia Británica. En la costa del Pacífico las tribus salish desarrollaron una cultura rica, basada en la pesca del salmón, como muestran sus tótems grabados de madera. Los pequeños y aislados núcleos de los esquimales o inuit desarrollaron una cultura propia basada en la caza de focas y caribúes, lo que les permitía sobrevivir a las duras condiciones ambientales del Ártico.
	
	
	Invasión europea
Los primeros europeos en llegar a Norteamérica fueron posiblemente colonizadores islandeses procedentes de Groenlandia. Según las sagas de Islandia Leif Ericson alcanzó Vinlandia —algún punto ubicado a lo largo de la costa atlántica norte— hacia el 1000 d.C. Las pruebas arqueológicas sugieren que pueblos nórdicos fundaron asentamientos de corta existencia en Terranova.
Una segunda oleada de exploradores europeos confirmaron finalmente, entre 1492 y 1540, la existencia de una nueva tierra. Muchos de los exploradores, bajo el auspicio de sus gobiernos, buscaron un paso marítimo al noroeste, que desde Europa permitiría alcanzar las riquezas de Asia. El viaje a Terranova en 1497 de Giovanni Caboto, un veneciano al servicio de Inglaterra, impulsó una serie de expediciones posteriores y asentó las bases para la instalación británica en Canadá.
Durante las décadas de 1530 y 1540 el explorador francés Jacques Cartier navegó el San Lorenzo río arriba y reclamó la tierra para Francia. Los intereses ingleses y franceses en Canadá renacieron, por motivos comerciales principalmente, a finales del siglo XVI. Los exploradores ingleses Martin Frobisher, en 1570, y Henry Hudson, en 1610 y 1611, continuaron sin éxito la búsqueda de un paso hacia Asia. En la década de 1630, los intereses pesqueros de los ingleses explicaban los esfuerzos por colonizar Terranova.
	
	
	Primeras colonias francesas
Los pescadores sabían de la abundancia de castores, cuya piel ambicionaban los cazadores para su comercialización en Europa. El gobierno francés, motivado por la idea de crear un imperio en el Nuevo Mundo, decidió trabajar a través de monopolios comerciales que, a cambio del control del comercio de pieles, se encargarían de la colonización. En 1603 el monopolio concedido a Pierre du Guast, señor de Monts, le permitió fundar asentamientos comerciales en Acadia en 1604 (hoy, New Brunswick) y en Quebec, junto al río San Lorenzo. La creación de la colonia de Quebec en 1608 debe mucho a la obra de Samuel de Champlain, quien se convertiría en el más destacado personaje de la colonización francesa. Más tarde Champlain convencería a Armand Jean du Plessis, cardenal de Richelieu, principal consejero de Luis XIII y auténtico dueño del gobierno francés, de la importancia de Norteamérica para su sistema mercantilista de apoyo estatal al desarrollo económico. En 1627 Richelieu organizó una compañía por acciones, la Compañía de los Cien Asociados, para fundar un poderoso núcleo de civilización francesa en el Nuevo Mundo.
	
	
	Nueva Francia (1627-1763)
Como posesión francesa, Nueva Francia reflejó los intereses de su patria fundadora.
	
	
	Una colonia comercial
La población francesa inducida a emigrar alcanzó un número de 2.000 personas en 1666. Nuevos asentamientos comerciales se fundaron sobre todo en Trois-Rivières (1634) y Montreal (1642). Los coureurs de bois, aventureros y cazadores ilegales de pieles, deseosos de evitar las restricciones de la compañía, realizaron exploraciones al interior del país.
A los hugonotes franceses, vencidos en Francia, les quedó prohibido asentarse en la nueva colonia. En 1614 llegaron frailes franciscanos recoletos para convertir a los aborígenes, pero fueron sustituidos en 1635 por los jesuitas.
La supervivencia de Nueva Francia fue incierta debido a las casi continuas luchas con la confederación iroquesa. En 1608 Champlain se había aliado con los algonquinos y los hurones; pero esta alianza enfrentaba a los iroqueses con sus enemigos tradicionales que abastecían de pieles a los holandeses de Nueva Amsterdam, los hurones. Tras los brutales asaltos de los iroqueses a los campamentos hurones del norte del San Lorenzo en 1648 y 1649, se volvieron contra Francia. El comercio de pieles dejó de ser provechoso y la amenaza a la colonia era ya tan grande que los franceses consideraron su abandono.
	
	
	Una colonia real
En 1663, el brillante ministro de Luis XIV, Jean-Baptiste Colbert, reorganizó Nueva Francia bajo la autoridad directa del rey. El comercio de pieles se otorgó a la Compañía de las Indias Occidentales con carácter de monopolio. La amenaza iroquesa había desaparecido, aunque continuaron los ataques de forma esporádica a lo largo del siglo XVII. El conde de Frontenac, como gobernador, alentó más expediciones hacia el interior; las de Louis Jolliet y Jacques Marquette iban dirigidas a la exploración del río Mississippi (1673) y las de René Robert Cavalier, señor de La Salle, a la obtención de Luisiana (1682).
La situación se complicó aún más con la fundación en 1670 de una compañía británica, la Compañía de la Bahía de Hudson.
	
	
	Rivalidad anglo-francesa
Las florecientes colonias inglesas a lo largo del océano Atlántico se vieron obstaculizadas por Acadia y Nueva Francia, al norte, y por la expansión francesa en el valle del Mississippi. Al mismo tiempo, los franceses se vieron atrapados entre la Compañía de la Bahía de Hudson, que controlaba el norte de Canadá, y las colonias inglesas, al sur. El conflicto, inevitable por otraparte, estalló en 1689, provocando la guerra del Rey Guillermo.
La Paz de Ryswick (1697) confirmó el statu quo. La breve tregua se rompió en 1702 con el estallido de la guerra de la Reina Ana. En el transcurso de la misma los británicos ocuparon Acadia (1710) de forma definitiva. Por el Tratado de Utrecht (1713) los franceses cedían Terranova además de la región de la bahía de Hudson; retuvieron, sin embargo, la isla de Cape Breton y la isla del Príncipe Eduardo.
La posterior Guerra Francesa e India resultó desastrosa para Francia. Este país había intentado reforzar sus posiciones en Norteamérica a base de reformar Louisbourg, construir fuertes en el valle del Ohio y de acordar nuevas alianzas con los nativos. Nueva Francia, sin embargo, con una población cercana a los 60.000 habitantes y una metrópoli indiferente y en guerra, era débil y difícilmente podía enfrentarse al imperialismo británico cuya población superaba el millón en sus trece colonias americanas que además estaban respaldadas por el potencial militar y naval de un Reino Unido en expansión. La competencia anglo-francesa en el Valle del Ohio fue la chispa que hizo estallar el conflicto en 1754. En 1758 una expedición británica reconquistó Louisbourg. Un ejército británico bajo el mando del joven impulsivo James Wolfe ganó la batalla decisiva de las llanuras de Abraham contra los franceses, dirigidos por el experto Louis Joseph marqués de Montcalm de Saint-Veran, y obtuvo Quebec; otros ejércitos británicos controlaron el oeste y la llegada de la flota británica supuso la rendición de Montreal en 1760. El resultado, confirmado por el Tratado de París (1763), fue que Nueva Francia pasó a ser dominada por los británicos.
	
	
	Norteamérica británica (1763-1867)
Bajo el dominio británico la población creció rápidamente y con ella crecieron las tensiones raciales.
	
	
	Formación de una colonia británica
La Norteamérica británica tomó forma más por designios históricos que por diseño preconcebido. En 1763 estaba compuesta por cuatro regiones distintas, tres de ellas se habían conseguido en 1713 después de una larga pugna con Francia. Terranova era considerada como una mera serie de bases pesqueras incluso después del asentamiento. La región de la bahía de Hudson era un área virgen en la que competían la Compañía de la Bahía de Hudson con las pequeñas compañías por el tráfico de pieles. Acadia, rebautizada con el nombre de Nueva Escocia, se pobló sobre todo con gentes de Nueva Inglaterra que sustituyeron a los franceses; su capital, Halifax, se fundó en 1749.
La conquista de la cuarta región, Nueva Francia (o Quebec), puso a los británicos, en calidad de gobernadores de los colonos franceses, en un dilema.
La victoria de las trece colonias americanas rebeldes dejaron a los británicos con los restos más pobres de su imperio del Nuevo Mundo y con la determinación de evitar una segunda revolución. Tenían, por otra parte, que acomodar a los casi 50.000 refugiados partidarios de la corona que tuvieron que abandonar sus hogares tras la guerra de la Independencia estadounidense y que se asentaron en Nueva Escocia y en el alto San Lorenzo. En respuesta a las demandas de sus partidarios, el gobierno británico creó en 1784 New Brunswick, y por el Acta Constitucional de 1791 dividió Quebec en el Bajo Canadá (con población francesa mayoritariamente) y el Alto Canadá (sobre todo de población inglesa de América).
	
	
	Agitaciones reformistas
Durante la década de 1820 y las dos siguientes décadas aumentaron las presiones para llevar a cabo reformas políticas. Algunos reformadores eran moderados; otros, radicales. En el Bajo Canadá, a pesar de que la Iglesia católica apoyaba a los moderados, Louis Joseph Papineau dirigió a los radicales en una revuelta que demandaba la autonomía económica. En el Alto Canadá, el escocés William Lyon Mackenzie King dirigió la reivindicación de un gobierno 'responsable', es decir, representativo.
Agitado por estos acontecimientos el gobierno británico designó a un aristócrata liberal inglés, John George Lambton, primer conde de Durham, primer gobernador general de toda Norteamérica británica y le ordenó buscar una solución a los problemas de la colonia. Un año después el Parlamento británico aprobaba el Acta de la Unión, que unía los dos territorios en la Provincia de Canadá y le otorgaba igual representación en la cámara legislativa.
	
	
	Progreso y tensión
Durante la mitad de la década de 1850 la vida colonial experimentó una liberación general. El desarrollo industrial creció gracias al Tratado de Reciprocidad con los Estados Unidos (1854-1866).
A pesar del progreso, las tensiones raciales reaparecieron. Los protestantes británicos de Alto Canadá no aprobaban lo que ellos consideraban una excesiva influencia católica francesa en los asuntos locales. Los franceses del Bajo Canadá, por su parte, recelaban de los esfuerzos de los ingleses por dominar y anglicanizar la colonia. La Guerra Civil estadounidense (1861-1865) parecía amenazar la supervivencia de la Norteamérica británica. Los colonos temían que un norte victorioso, molesto por el apoyo británico al sur en la guerra, contraatacara invadiendo las colonias británicas.
	
	
	La confederación
De estos problemas surgió un movimiento para la unificación de las colonias de la Norteamérica británica. Las resoluciones en este sentido adoptadas en Quebec, modificadas ligeramente, fueron aprobadas por el Parlamento británico como la Ley de Norteamérica Británica (1867) y proclamadas ese mismo año en Canadá. Era la primera vez que una colonia conseguía crear un gobierno sin abandonar el Imperio.
El nuevo país, llamado Dominio del Canadá, era el resultado de la federación de Nueva Escocia, New Brunswick, Quebec (Bajo Canadá) y Ontario (Alto Canadá). El dominio continuó sometido a la autoridad absoluta de la corona británica.
	
	
	Construyendo una nación (1867-1929)
Según el censo de 1871, la población era de 3,7 millones de habitantes. Del total, cerca de 1 millón eran católicos franceses; 850.000 irlandeses católicos y protestantes, y más de 1 millón protestantes ingleses y escoceses. Tres cuartas partes de la población era rural. Únicamente Montreal, Quebec y Toronto se podían considerar grandes ciudades.
	
	
	La expansión bajo Macdonald
Sir John Alexander Macdonald, elegido primer ministro en 1867, se dispuso inmediatamente a realizar la labor de construir una nación. Los mestizos, encabezados por Louis David Riel, se sublevaron; el gobierno negoció el fin de la primera de estas rebeliones del Noroeste mediante el acuerdo de crear la provincia de Manitoba en 1870.
Macdonald extendió Canadá aún más, añadiendo Columbia Británica (1871) y la isla del Príncipe Eduardo (1873), territorios que habían sido explorados durante el siglo XVIII por expediciones navales realizadas por españoles y británicos. Posteriormente fue abierto al comercio de pieles a través de la actividad de, entre otros, Alexander Mackenzie y, ya en la década de 1860, ambos territorios se vieron colonizados por un sinfín de intrépidos buscadores de oro.
	
	
	Política nacional
El triunfo de los liberales dirigidos por Alexander Mackenzie no fue capaz de frenar la depresión económica y pronto restituyeron a Macdonald, que fue reelegido en 1878 bajo la promesa de llevar adelante una 'política nacional' que hiciera de Canadá un país autosuficiente económicamente. El elemento crucial que consiguió hacer realidad el establecimiento y mantenimiento de una nación transcontinental fue el éxito político, financiero y de ingeniería que supuso la creación del Ferrocarril Canadiense del Pacífico.
La perspectiva de una inminente finalización de la línea ferroviaria en 1885 provocó que los mestizos y algunas tribus se unieran en la segunda de las rebeliones del Noroeste, en el río Saskatchewan. Durante estos años, el dominio experimentó un considerable cambio social. A ello contribuyó la Policía Montada del Canadá.
	
	
	Los años de Laurier
La muerte de Macdonald en 1891 dejó a los conservadores sin un dirigenteeficaz. Las elecciones de 1896 fueron para los liberales, dirigidos por el abogado franco-canadiense Wilfrid Laurier.
Por fin se colonizaron las praderas y Alberta y Saskatchewan se convirtieron en provincias en 1905. La comunidad empresarial se benefició durante estos años. Además, en 1911 el desarrollo del ferrocarril, el crecimiento industrial y las iniciativas de algunos empresarios habían creado un sector empresarial poderoso. Otros canadienses temían que su estilo de vida fuera amenazado por influencias exteriores, en especial por los casi 60.000 emigrantes procedentes de Europa central y meridional, muchos de ellos, eslavos.
	
	
	La I Guerra Mundial y sus consecuencias
Sir Robert Laird Borden, el nuevo primer ministro conservador, respondió a las peticiones de reforma pero pronto se dio cuenta de que la I Guerra Mundial absorbía las energías de su gobierno. Los esfuerzos bélicos canadienses fueron impresionantes. La población (unos 8 millones de habitantes) gastó 1.670 millones de dólares; fueron enviados 425.000 canadienses a luchar, primero bajo mando británico, y desde 1917, bajo mando canadiense, teniendo cerca de 60.000 bajas.
	
	
	La próspera década de 1920
Por contra, la década de 1920 fue una época de recuperación; volvió la prosperidad, sobre todo a las ciudades. El nuevo primer ministro liberal, William Lyon Mackenzie King, se benefició del nuevo ambiente de confianza y serenidad mientras él se esforzaba por unificar la nación. Insistía en que Canadá determinara su propia política, tanto en el interior como en el exterior, con el mismo rango que el Reino Unido, lo cual se reconoció en la Conferencia Imperial de 1929, siendo confirmado por el Parlamento británico en 1931 por medio del Estatuto de Westminster.
	
	
	La persecución del bienestar (1929-1957)
Tras la prosperidad de la década de 1920, Canadá sufrió una depresión y una guerra y posteriormente se produjo otra etapa de progreso material.
	
	
	La Gran Depresión
En cuatro años la Gran Depresión mundial agitó los pilares de la nación. El producto nacional bruto cayó desde los 6.100 millones de dólares en 1929, hasta unos 3.500 millones en 1933. La producción industrial se redujo a la mitad y en 1933 cerca de un 20% de la población activa estaba desempleada.
	
	
	Los años de la guerra
El comienzo de la II Guerra Mundial contribuyó a salvar al gobierno de Mackenzie así como la economía canadiense. Aunque había seguido en la década de 1930 una política de aislamiento, cuando el Reino Unido entró en guerra en 1939, Canadá se unió también a la coalición contra las potencias del Eje. La invasión alemana de Francia en 1940 forzó a los canadienses a aceptar la realidad de una guerra absoluta.
De los 12 millones de habitantes con los que contaba en esa época, aproximadamente un millón y medio de hombres y mujeres canadienses sirvieron en la guerra, de los cuales 41.700 lo hicieron en acción, tanto en Europa como en el frente del Pacífico.
Después de un total de 22 años como primer ministro, Mackenzie King se retiró en 1948 para ser sustituido por Louis Stephen Saint-Laurent. Terranova, que comprendía Labrador, se convertía en provincia canadiense. Esta unión, en 1949, completó el proceso de confederación.
	
	
	Prosperidad de posguerra
El éxito de los liberales se aseguró con el auge económico que se produjo tras la guerra. Se descubrieron nuevos abastecimientos de petróleo en Alberta y nuevas reservas de mineral de hierro en Ungava (norte de Quebec) y Labrador durante la década de 1940. En la década siguiente, los recursos de uranio se desarrollaron en el norte de Ontario y se construyeron centrales energéticas a lo largo del país. El auge económico se vio impulsado por la llegada de cerca de 1,5 millón de inmigrantes, sobre todo británicos y otros europeos, que proporcionaron mano de obra barata y un nuevo sector de consumo.
	
	
	Nuevas relaciones internacionales
A medida que los viejos lazos con el Reino Unido se desintegraban, Canadá entró poco a poco en la órbita política de Estados Unidos. En 1940, Mackenzie King y el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt habían firmado el Acuerdo Ogdensburg, que propiciaba la realización de planes conjuntos permanentes de defensa. Después de la guerra, la política exterior de Canadá estaba estrechamente ligada a la de Estados Unidos interesada en contener la expansión del comunismo. En 1949 Canadá se incorporó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
	
	
	Tiempo de dificultades
En la segunda mitad de la década de 1950 aparecieron varios problemas espinosos que amenazaban la supervivencia de Canadá. La elección del dirigente conservador John George Diefenbaker en 1957 puso fin a 22 años de gobierno liberal.
	
	
	Confusión en la década de 1960
Diefenbaker no pudo gobernar con eficacia y su partido fue derrotado en las elecciones de 1963 por los revitalizados liberales liderados por Lester Bowles Pearson. Aún así, algunos nacionalistas se volvieron hacia las nuevas organizaciones separatistas, entre las que destacaba el Partido Quebequés (PQ), fundado en 1968, de René Lévesque.
	
	
	La era Trudeau
En las elecciones de 1968 la política y personalidad del franco-canadiense Pierre Elliot Trudeau, dio la mayoría a los liberales. Trudeau, que dominó el panorama de la política nacional durante quince años, elaboró una nueva visión de Canadá. Su gobierno fortaleció la política cultural para promover la participación de las capas sociales medias y bajas en acontecimientos deportivos de carácter internacional y proporcionar así un nuevo foco de orgullo nacional.
Trudeau liberalizó la política de inmigración, atrayendo a numerosos asiáticos, sudamericanos y centroamericanos, e inculcó la idea de una sociedad multicultural.
Gran parte de la atención personal de Trudeau se centró en preservar la unidad nacional. Su gobierno aprobó la Ley del Idioma Oficial (1969), por la que se establecía la igualdad del uso del francés e inglés en toda actividad gubernamental. En octubre de 1970 recurrió a la ley marcial para imponer el orden en Quebec después de que el Frente de Liberación de Quebec hubiera secuestrado a un cónsul británico y a un ministro del gabinete provincial.
Los liberales perdieron las elecciones de mayo de 1979 a favor de los conservadores progresistas, encabezados por Joseph Clark. Sin embargo, éste no supo formar una mayoría estable en el Parlamento y Trudeau regresó al poder en febrero de 1980. En mayo el gobierno federal triunfó en un referéndum provincial sobre la soberanía de Quebec, con el rechazo de la independencia por cerca del 60% de los votantes. Trudeau fue finalmente capaz de conseguir que las provincias angloparlantes aprobaran una nueva Constitución que se proclamó en 1982; Quebec no la aprobó.
	
	
	La reacción conservadora
Cuando Trudeau se retiró en junio de 1984, John Napier Turner se convirtió en primer ministro. En las elecciones parlamentarias de septiembre los conservadores con Brian Mulroney a la cabeza ganaron con facilidad.
Inspirado por el presidente estadounidense Ronald Reagan y la primera ministra británica Margaret Thatcher, el gobierno intentó reducir el déficit, recortar el presupuesto en temas culturales y sociales, retomar los buenos contactos con los empresarios e incluso privatizar compañías del gobierno. La medida más importante se dio en 1988 cuando Mulroney y Reagan firmaron un acuerdo de libre comercio. En 1993 el gobierno canadiense ratificó otro acuerdo con Estados Unidos y México para crear una zona de comercio libre. El 1 de junio de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio Norteamericano (NAFTA, en sus siglas en inglés).
En mayo de 1992 los votantes canadienses aprobaron una decisión gubernamental para crear en los Territorios del Noroeste un espacio amplio que contaría con autogobierno propio para el pueblo esquimal o inuit; éstos lo aprobaron en noviembre del mismo año. El territorio, denominado Nunavut ('nuestra tierra' en inuit), obtuvo categoría territorial en 1999. En febrero de 1993, estandoCanadá envuelta en la recesión económica y la discordia política, Mulroney anunció su dimisión como primer ministro y dirigente del Partido Conservador Progresista. Kim Campbell le sustituyó como jefe del partido en junio y se convirtió en la primera mujer en Canadá nombrada primera ministra. Justo cuatro meses después Campbell y su partido, los conservadores progresistas, fueron derrotados en las elecciones.
	
	
	Gobiernos liberales de Chrétien y Martin
En 1993 fue nombrado primer ministro el máximo dirigente del Partido Liberal, Joseph Jacques Jean Chrétien. En las elecciones, el electorado de Quebec dividió su voto por cuestiones étnicas, pero el Partido Quebequés (PQ) consiguió la mayoría de los escaños. Después de las elecciones el PQ inició una campaña en toda la provincia en un intento por recuperar el sentimiento popular en torno a la causa de la independencia. Su propuesta tuvo éxito y en el otoño de 1995 se celebró una nueva consulta electoral que dio la victoria a los partidarios de la unión, pero por un margen muy estrecho.
Ese mismo año se produjo un enfrentamiento pesquero con España y la Unión Europea a causa de los derechos de pesca del fletán negro en aguas del Atlántico noroccidental; el conflicto se saldó con una revisión de las cuotas de pesca y la retirada de una ley canadiense que otorgaba a este país jurisdicción más allá de las 200 millas.
En el orden interno, Chrétien fue reelegido primer ministro en las elecciones generales, ambas anticipadas, de 1997 y 2000. En estos últimos comicios, su formación, el Partido Liberal, consiguió una amplia victoria que le otorgó 173 diputados (sobre 301 de la Cámara de los Comunes), frente a 66 de la conservadora Alianza Canadiense, liderada por Stockwell Day; 37 del Bloque Quebequés; 13 del Nuevo Partido Demócrata, y 12 del Partido Conservador Progresista. Chrétien dimitió el 12 de diciembre de 2003, siendo sucedido al frente del gobierno canadiense por Paul Martin. En ese mismo mes, el Partido Conservador Progresista y la Alianza Canadiense se fusionaron y dieron lugar a un solo grupo: el Partido Conservador. El gobierno de Martin convocó elecciones anticipadas para el 28 de junio de 2004; en ellas, el Partido Liberal logró 135 escaños pero perdió la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes. Tras los liberales quedaron el Partido Conservador (99 diputados), el Bloque Quebequés (54) y el Nuevo Partido Demócrata (19). Dados estos resultados, los liberales podrían seguir en el poder, aunque Martin debería gobernar desde entonces en una situación de minoría parlamentaria. En noviembre de 2005, tras no superar una moción de censura parlamentaria, el primer ministro requirió a la gobernadora general, Michaëlle Jean, la disolución de la cámara, paso previo a la convocatoria de elecciones anticipadas. Anteriormente, en el mes de julio de ese año, había entrado en vigor la ley que regularizaba el matrimonio civil entre homosexuales. Los resultados de aquellos comicios adelantados, desarrollados finalmente el 23 de enero de 2006, otorgaron la victoria al Partido Conservador, que logró 124 escaños (por 103 del Partido Liberal, 51 del Bloque Quebequés y 29 del Nuevo Partido Demócrata). De esta forma, el líder de los conservadores, Stephen Harper, se convirtió, el 6 de febrero siguiente, en primer ministro de un gabinete que habría de gobernar en minoría, poniendo fin a más de 12 años de gestión liberal. En noviembre de ese año 2006, el Parlamento aprobó una resolución presentada por el gabinete de Harper que suponía el reconocimiento de Quebec como una “nación dentro de un Canadá unido”.

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