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90 L O S F U N D A M E N T O S D E L A M I C R O B I O L O G Í A Almacenamiento de energía El ATP es una molécula dinámica de la célula: está continua- mente degradándose para impulsar reacciones anabólicas y res- intetizándose a expensas de las reacciones catabólicas. Para el almacenamiento de energía a largo plazo, los microorganismos producen polímeros insolubles que pueden ser catabolizados más tarde para la producción de ATP. Algunos ejemplos de polímeros de almacenamiento de ener- gía en los procariotas son el glucógeno, el poli-�-hidroxibutirato y otros polihidroxialcanoatos, y el azufre elemental, almacenado por los quimiolitótrofos del azufre a partir de la oxidación de H 2 S. Estos polímeros se depositan en el interior de la célula en forma de gránulos, visibles al microscopio óptico o al micros- copio electrónico ( Sección 2.14). En los microorganismos eucariotas, el almidón (poliglucosa) y las grasas sencillas son los principales materiales de reserva. En ausencia de fuentes de energía externas, una célula puede degradar estos políme- ros para elaborar material celular nuevo o para suministrar la poca cantidad de energía, llamada energía de mantenimiento, necesaria para la integridad de la célula cuando no está en fase de crecimiento. MINIRREVISIÓN ¿Cuánta energía se libera por mol de ATP convertido en ADP + P i en condiciones estándar? ¿Y por mol de AMP convertido en adenosina y P i ? En los períodos de abundancia de nutrientes, ¿cómo se preparan las células para períodos de escasez de nutrientes? ATP/ADP se mantiene en aproximadamente 7:1, y esto afecta a los requisitos energéticos para la síntesis de ATP. En una célula con crecimiento activo, el gasto energético real (es decir, el �G, Sección 3.4) para la síntesis de 1 mol de ATP es del orden de −55 a −60 kJ. No obstante, para aprender y aplicar los princi- pios básicos de la bioenergética, supondremos que las reaccio- nes cumplen las «condiciones estándar» (�G0′) y, por tanto, tomaremos como energía necesaria para la síntesis o la hidróli- sis de ATP el valor de 32 kJ/mol. Coenzima A Las células pueden utilizar la energía libre disponible en la hidrólisis de otros compuestos de alta energía además de los compuestos fosforilados. Estos incluyen, en concreto, derivados de la coenzima A (por ejemplo, la acetil CoA; véase la estruc- tura en la Figura 3.12). Los derivados de la coenzima A contie- nen enlaces tioéster, que al hidrolizarse proporcionan suficiente energía libre para impulsar la síntesis de un enlace fosfato de alta energía. Por ejemplo, en la reacción Acetil-S-CoA + H 2 O + ADP + P i S acetato− + HS-CoA + ATP + H+ la energía liberada en la hidrólisis de la coenzima A se conserva en la síntesis de ATP. Los derivados de la coenzima A (la ace- til-CoA es solo uno de tantos) son especialmente importantes para la energética de los microorganismos anaerobios, especial- mente para aquellos cuyo metabolismo energético depende de la fermentación (véase la Tabla 3.4). Volveremos a hablar de la importancia de los derivados de la coenzima A en la bioenergé- tica de las bacterias en el Capítulo 13. III Fermentación y respiración La fermentación y la respiración son dos de las principalesestrategias para la conservación de la energía de los qui- mioorganótrofos. La fermentación es una forma de catabo- lismo anaerobio en el que un compuesto orgánico es a la vez donador y aceptor de electrones. Por el contrario, la respira- ción es la forma de catabolismo aerobio o anaerobio en el que un donador de electrones es oxidado por el O 2 o un sustituto del O 2 como aceptor terminal de electrones. Se puede pensar en la fermentación y la respiración como opciones metabólicas alternativas. Cuando hay O 2 disponi- ble se producirá respiración porque, como veremos, genera mucho más ATP que la fermentación. Pero si las condiciones no son propicias para la respiración, la fermentación puede suministrar energía suficiente para crecer bien. Empezaremos examinando una de las grandes rutas metabólicas para la fer- mentación microbiana, la ruta glicolítica. 3.8 La glicólisis Una ruta prácticamente universal para el catabolismo de la glucosa es la glicólisis, que degrada la glucosa a piruvato. La glicólisis (o glucólisis) se llama también ruta de Embden-Meyer- hof-Parnas por sus principales descubridores. Tanto en la respi- ración como en la fermentación, la glucosa viaja por esta ruta. En la fermentación, el ATP se sintetiza mediante una fosfori- lación a nivel de sustrato. En este proceso, el ATP se sintetiza directamente a partir de productos intermedios de alta ener- gía durante las etapas del catabolismo del sustrato fermentable (Figura 3.13a). Por otra parte, durante la fosforilación oxidativa, que se produce en la respiración, el ATP se sintetiza a expensas de la fuerza protonmotriz (Figura 3.13b). El sustrato fermentable en una fermentación actúa como donador y como aceptor de electrones; no todos los compues- tos se pueden fermentar, pero los azúcares, especialmente las hexosas, como la glucosa, son sustratos fermentables excelen- tes. La fermentación de la glucosa a través de la ruta glicolítica se puede dividir en tres etapas, cada una de ellas con reacciones enzimáticas independientes. La etapa I consiste en reacciones «preparatorias»; no son reacciones redox y no liberan energía, pero en cambio forman un intermediario clave de la ruta. En la etapa II se producen reacciones redox, se conserva la energía y se forman dos moléculas de piruvato. En la etapa III se consi- gue un equilibrio redox y se forman los productos de la fermen- tación (Figura 3.14). Etapa I: reacciones preparatorias En la etapa I, la glucosa es fosforilada por el ATP para dar glu- cosa-6-fosfato, que después se isomeriza a fructosa-6-fosfato, https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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