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Países de Europa - Alemania

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Alemania
Bandera
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	INTRODUCCIÓN
Alemania (nombre oficial, Bundesrepublik Deutschland, República Federal de Alemania), país localizado en Europa Central; limita al norte con el mar del Norte, Dinamarca y el mar Báltico; al este con Polonia y la República Checa; al sur con Austria y Suiza, y al oeste con Francia, Luxemburgo, Bélgica y los Países Bajos. Durante la mayor parte de su historia, Alemania fue un término geográfico utilizado para designar un área ocupada por varios Estados. Se convirtió en un Estado unificado durante 74 años (1871-1945), pero fue dividido al término de la II Guerra Mundial en la República Federal de Alemania (RFA, conocida como Alemania Occidental) y la República Democrática Alemana (RDA, conocida como Alemania Oriental). El 3 de octubre de 1990, pasó a formar parte de la RFA, por lo que Alemania volvió a ser una nación unificada. Berlín es la capital y la ciudad más importante.
	2
	
	TERRITORIO Y RECURSOS
Extendiéndose desde los Alpes hasta el mar Báltico y el mar del Norte, Alemania abarca una amplia variedad de paisajes. Montañas, bosques, colinas, llanuras, lagos, ríos y costas forman este gran país que limita con nueve países europeos. Tiene una superficie de 356.970 km²
	2.1
	
	Regiones fisiográficas
Alemania consta de tres grandes regiones fisiográficas: una llanura de tierras bajas en el norte, un área de mesetas en el centro y una región montañosa en el sur. Las tierras bajas, que conforman la llanura de Alemania del norte, tienen un relieve variado que engloba diversos valles fluviales y un gran terreno poblado de brezos (Lüneburger Heide). El punto más bajo es la línea costera, que comprenden áreas de dunas y marismas. Frente a la costa hay varias islas, entre las que se encuentran las islas Frisias Septentrionales, las islas Frisias Orientales y Helgoland en el mar del Norte y Fehmarn y Rügen, en el mar Báltico. El extremo oriental de la llanura posee un suelo muy rico para la agricultura. La región de las mesetas centrales, cuyos límites aproximados están entre la ciudad de Hannover en el norte y el río Main en el sur, abarca un territorio compuesto de suaves montañas, valles fluviales, ríos y cuencas bien definidas. Las cadenas montañosas incluyen las cordilleras Eifel y la región de Hunsrück al oeste, las montañas Taunus y la región de Spessart en el centro, y la cadena de los montes Fichtel al este. Dos estribaciones del Jura y un gran bosque, la Selva Negra, o Schwarzwald ocupan la mayor parte del suroeste de Alemania. En el extremo sur están los Alpes Bávaros, que contienen el pico más alto de Alemania, el Zugspitze (2.962 m).
	2.2
	
	Ríos y lagos
La mayoría de los grandes ríos alemanes están en la zona occidental del territorio. El más importante es el Rin, que forma parte de la frontera con Suiza y Francia antes de desembocar en la costa de los Países Bajos. Entre los afluentes del Rin están el Lahn, el Lippe, el Main, el Mosela, el Neckar y el Ruhr. Otros ríos importantes son el Elba, que discurre desde la frontera checa en el sureste hasta el mar del Norte, y el Danubio, que atraviesa el sur del territorio antes de entrar en Austria. El Oder, junto con el río más pequeño Neisse de Lausitz, forman la mayor parte de la frontera oriental de Alemania con Polonia. Cuenta con pocos lagos grandes, de los que cabe destacar el lago Constanza (en alemán, Bodensee), que se extiende en parte del territorio de Austria y Suiza.
	2.3
	
	Clima
Alemania tiene un clima templado, con una temperatura media anual de 9 ºC. La temperatura de enero varía desde -6 ºC hasta 1 ºC, de promedio, según la situación, mientras que la temperatura del mes de julio varía entre los 16 ºC y los 20 ºC. Las tierras bajas del norte tienen un clima algo más cálido que las regiones centrales y del sur. La precipitación es mayor en el sur, donde alcanza unos 1.980 mm al año, la mayoría en forma de nieve. Las mesetas centrales reciben un máximo de 1.500 mm de lluvia al año, y las tierras bajas del norte llegan hasta 710 mm al año. Al ser uno de los países más industrializados del mundo, Alemania afronta graves problemas de contaminación atmosférica y del agua.
	2.4
	
	Flora y fauna
Alrededor del 31% del territorio está formado por bosques, la mayoría de los cuales se encuentran en la mitad sur del país. Cerca de dos tercios de estos bosques se componen de pinos y otras coníferas, y el resto lo forman especies de hoja caduca como haya, abedul, roble y nogal. Los viñedos cubren muchas de las laderas del suroeste del país y también se extienden a lo largo de los ríos Rin, Mosela y Main. Los huertos son un elemento destacado en el oeste de Alemania. La flora es de una gran variedad y vistosidad.
Alemania tiene una fauna poco variada. Los mamíferos más comunes son ciervo, jabalí, comadreja, tejón, lobo y zorro. Entre los pocos reptiles está una serpiente venenosa, la víbora europea. Pinzones, ansares y otras aves migratorias cruzan el país en grandes bandadas. En las aguas costeras del mar del Norte y del mar Báltico, se encuentran peces como el arenque, bacalao y solla, mientras que en los ríos hay carpas, peces gato y truchas comunes.
	2.5
	
	Temas medioambientales
Las condiciones medioambientales en Alemania Occidental y Oriental siguen siendo diferentes debido a la disparidad económica y a la política previas a la reunificación. En Alemania Oriental, el 38% de la electricidad se obtiene a partir de centrales nucleares (1990), de las que había 22 en 1989. Alemania Occidental, donde la demanda de energía es muy alta debido a la industria pesada, sigue basando su suministro en el carbón. Tras la reunificación, la preocupación por el medio ambiente acabó cerrando los reactores de fabricación soviética que operaban en la antigua Alemania del Este. Como consecuencia, actualmente Alemania Oriental emite 15 veces más dióxido de carbono que Alemania Occidental y consume una tercera parte de todo el lignito de los mercados internacionales. Además, Alemania Oriental emite, hoy en día, cinco veces más azufre que Alemania Occidental, lo que contribuye en gran medida al aumento de la lluvia ácida, cuyos efectos se dejan sentir a menudo en los países vecinos. 
Las emisiones totales de la mayoría de los elementos contaminantes son más altas en Alemania Occidental, ya que aquí el nivel de vida es superior, pero la emisión por habitante es a menudo más alta en Alemania Oriental. Se espera que estas emisiones se reduzcan como resultado de la puesta en práctica de las directivas de la Unión Europea (UE) y de los protocolos sobre el azufre de la Comisión Económica para Europa (CEE) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además, recientemente, se han puesto en marcha otras regulaciones a nivel nacional en la antigua Alemania Oriental. El país en general tiene un grave problema de contaminación de agua dulce, sobre todo en la zona oriental, donde las aguas residuales de las materias primas y los vertidos industriales a los ríos están contaminando el mar Báltico. En la parte occidental, la regulación nacional ha hecho aumentar la colaboración ciudadana en los programas de reciclado. 
Los bosques de Alemania, antaño extensos, han ido desapareciendo con el paso de los siglos, a pesar de que desde mediados del siglo XIX existe una legislación para protegerlos. En 1985, más de la mitad de los árboles de Alemania estaban afectados por la lluvia ácida. La ley forestal federal de 1975 reconoció oficialmente la importancia de los bosques para la ecología regional y promulgó la utilización sostenible y la conservación con fines recreativos. Hoy en día los bosques cubren una superficie aproximada de 11.076.000 ha (2005).
En Alemania existen multitud de parques, reservas y otras zonas protegidas, entre los que se encuentran una serie de parques sin fronteras que este país comparte con sus vecinos. Un acuerdo internacional ejemplar obliga a Alemania a ayudar en la protección medioambiental del Waddenzee o mar de Wadden, el brazo oriental del mar del Norte que comparte con Países Bajos y Dinamarca. Alemaniafirmó el Convenio sobre el Patrimonio de la Humanidad en 1976 y cuenta con nueve reservas de la biosfera reconocidas por el programa El Hombre y la Biosfera de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Además, existen una serie de leyes de la Unión Europea (UE) que obligan a Alemania a determinar una serie de zonas protegidas especiales y a tomar las medidas necesarias para preservar las aves salvajes y otras especies. 
Alemania ha firmado y ratificado varios tratados internacionales sobre medioambiente, entre los que destacan aquellos sobre contaminación atmosférica, especies en peligro de extinción, contaminación de los mares, capa de ozono, madera tropical, zonas húmedas y caza de ballenas.
	2.6
	
	Recursos minerales
Alemania tiene grandes yacimientos de diversos minerales. El más importante es el carbón bituminoso, el cual se encuentra principalmente en la región del Ruhr y en el Territorio del Sarre, aunque la industria alemana ha agotado la mayor parte de este recurso. La zona este produce gran cantidad de lignito (carbón de baja calidad). La potasa abunda en el suroeste, cerca de Friburgo, y los depósitos de petróleo y gas natural se encuentran en el norte, cerca de las desembocaduras de los ríos Ems y Wesser, y al este del Kiel. También tiene grandes yacimientos de sal gema, además de pequeñas cantidades de mercurio, plata, sulfuro y filones de plomo, uranio y cinc.
	3
	
	POBLACIÓN
La población consta en su mayor parte de dos grupos de raza caucásica. El principal es el tipo alpino, que se concentra en las regiones centrales y meridionales; la población del grupo teutónico vive principalmente en la zona septentrional.
	3.1
	
	Características de la población
Alemania contaba con una población (según estimaciones para 2008) de 82.369.548 habitantes. La densidad de población era de 236 hab/km². Las densidades de población en la antigua Alemania Oriental son, por lo general, más bajas que en Alemania Occidental. El país está muy urbanizado, en torno al 88% de la población vive en lugares que superan los 2.000 habitantes.
	3.2
	
	Ciudades principales
La capital de Alemania es Berlín y posee una población de 3.387.800 habitantes (según estimaciones para 2005). Sin embargo, las oficinas gubernamentales todavía permanecen en su mayor parte en la antigua capital de Alemania Occidental, Bonn (311.900 habitantes), una vieja ciudad universitaria al lado del Rin; el traslado definitivo a Berlín no tendrá lugar hasta el año 2003. Aparte de la capital, las ciudades más grandes del país son Hamburgo (1.734.800 habitantes), un puerto importante; Munich (1.249.200 habitantes), centro cultural y comercial; Colonia (969.700 habitantes), ciudad industrial con una famosa catedral; Frankfurt del Main (646.900 habitantes), ciudad comercial y manufacturera; Essen (588.100 habitantes), centro productor de acero en el Ruhr; Dortmund (588.700 habitantes), centro industrial con minas de carbón en sus cercanías; Stuttgart (590.700 habitantes), una ciudad manufacturera y comercial; Düsseldorf (572.700 habitantes), ciudad industrial de la moda y centro financiero; y Leipzig (498.500 habitantes), también un centro industrial y comercial.
	3.3
	
	Lenguas oficiales y habladas
El alemán es el idioma oficial del país y lo hablan casi todos los ciudadanos. Existen varios dialectos regionales, algunos de los cuales difieren sustancialmente del alto alemán. La única minoría lingüística significativa está constituida por unos 100.000 sorabos (descendientes de las tribus eslavas denominadas wendos o vendos por los alemanes en época medieval) que viven en la región de Lusacia, en la que se encuentran las ciudades de Cootbus y Bautzen, y hablan una lengua eslava.
	3.4
	
	Religión
Un 45% de los alemanes son protestantes, mayoritariamente luteranos, la mayor parte de los cuales viven en la zona septentrional. Un 40% de la población es católica, concentrada en Renania y Baviera. Un 2% son musulmanes; 30.000 judíos aproximadamente viven hoy en Alemania.
	4
	
	EDUCACIÓN Y ACTIVIDAD CULTURAL
Aunque la RFA (Alemania Occidental) y la RDA (Alemania Oriental) compartieron siglos de historia cultural, la RDA estuvo muy influida por los valores culturales y el sistema social soviético. Desde la reunificación, el sistema educativo en el Este ha abandonado el modelo soviético de educación politécnica y se ha incorporado al sistema especializado occidental.
	4.1
	
	Educación
La enseñanza en Alemania es obligatoria y gratuita para la población entre 6 y 18 años. Aunque los gobiernos de los estados federados controlan la educación, un sistema de coordinación nacional asegura que los requisitos del sistema escolar sean los mismos en todo el país. Casi todos los adultos en Alemania saben leer y escribir.
Los niños empiezan su educación a los 4 años en una Grundschule (escuela primaria), donde permanecen hasta los diez años; en ese momento los estudiantes se someten a amplias pruebas, cuyos resultados son determinantes para su posterior orientación escolar. Casi la mitad de los estudiantes van a una Hauptschule (escuela superior) durante cinco años. Tras ese momento llevan a cabo un programa de formación profesional durante tres años, en el que se realizan las experiencias en un trabajo además de la instrucción en una Berufsschule (escuela de formación profesional). Aproximadamente una quinta parte de los alumnos que terminan la Grundschule asisten a la Realschule, donde cursarán materias de comercio y administración de empresas durante seis años; a su término, estos estudiantes pueden entrar en una escuela de formación profesional superior (Fachoberschule). El porcentaje de alumnos que al acabar en la Grundschule pasa al Gymnasium (escuela superior académica) es de una cuarta parte. El Gymnasium ofrece un programa riguroso de nueve años que culmina con exámenes para el Abitur (diploma), que es necesario para la entrada en la universidad. Según las reformas introducidas en la década de 1970, las distinciones rígidas entre los tres tipos de escuela se volvieron más flexibles, por lo que algunos estudiantes pueden cambiar de una clase de escuela a otra durante su educación. Estos cambios a mitad de curso eran más fáciles en un pequeño pero creciente número de escuelas que englobaban todos los niveles educativos, y que ofrecían los tres programas completos (formación profesional, comercial y académico). En 2000 se matricularon 3.519.051 alumnos en enseñanza primaria y 8.387.525 en secundaria. Las escuelas de educación permanente de adultos, como las numerosas Volkschochschulen (universidades populares), ofrecen gran variedad de cursos y desarrollan programas que permiten alcanzar títulos oficiales.
Alemania ha sido muy conocida por la calidad de sus instituciones de enseñanza superior, en 2002–2003, el número de alumnos fue de 2.334.569; la Universidad de Heidelberg (1386) está entre las más antiguas de Europa. Otras universidades importantes se ubican en Berlín, Bonn, Erlangen, Frankfurt, Friburgo, Gotinga, Hamburgo, Leipzig, Marburg an der Lahn, Munich y Tubinga. Alemania también tiene numerosas instituciones de formación del profesorado, escuelas de bellas artes, música, cinematografía y escuelas de teología.
	4.2
	
	Instituciones culturales
A diferencia de la vida cultural inglesa y francesa, que se centra en las ciudades de Londres y París, la vida cultural alemana ha florecido tradicionalmente en muchas ciudades. Durante siglos, las ciudades fueron las capitales de los Estados alemanes independientes, cuyos gobernantes fomentaban el arte, la música, el teatro y el saber como manifestaciones de su poder. Berlín fue la capital política y cultural de la nación unificada desde 1871 hasta 1945, y desde 1990 lo es de nuevo.
Alemania Occidental tiene unos 1.200 museos, 400 bibliotecas importantes, 60 salas de ópera, 300 teatros y más de 150 orquestas musicales destacadas. Estas instituciones reciben grandes subvenciones de sus respectivas ciudades o estados, que continúan la tradición principescade apoyo a las artes. Las ayudas gubernamentales posibilitan que muchas personas encuentren empleo en actividades culturales, lo que proporciona su difusión y desarrollo para toda la población de la región, sin que exista un control gubernamental.
	4.2.1
	
	Museos y bibliotecas
La II Guerra Mundial causó daños y destrozos en muchos museos, bibliotecas y edificios históricos, pero muchos tesoros fueron guardados y preservados en lugares seguros. El renovado interés por la historia alemana anterior al siglo XX ha propiciado la reconstrucción y la revitalización de viejas ciudades como Munich y Bonn.
Las destacadas colecciones de arte de los reyes de Prusia se encuentran en Berlín. La ciudad cuenta con el Museo Estatal de los Tesoros Culturales Prusianos, que albergan arte egipcio y pinturas de antiguos maestros, en el distrito de Dahlem, y pinturas del siglo XIX y XX en la Galería Nacional. Las colecciones de los gobernantes bávaros forman las Galerías de Arte del Estado Bávaro en Munich: las obras de los viejos maestros de fama mundial se encuentran en la Alte Pinakothek (Vieja Pinacoteca) y las modernas en la Neue Pinakothek (Nueva Pinacoteca). El Museo Nacional Bávaro, también en Munich, muestra colecciones de escultura, arte decorativo y arte popular. El Museo Germánico Románico en la ciudad de Colonia muestra las antigüedades romanas. Un importante museo de arte en Alemania Oriental es la Colección de Arte del Estado, en Dresde, anteriormente propiedad de los gobernadores de Sajonia; en él hay una famosa galería de antiguos maestros y una bella colección de porcelana, ambas en Zwinger, y de artes decorativas en el Vault (verde). Las colecciones de épocas antiguas, orientales e islámicas de los reyes de Prusia son parte de los museos estatales del Berlín Oriental. La Iglesia y otras familias aristocráticas mantienen de forma privada otros tesoros artísticos. El Museo Senckenberg de Historia Natural en Frankfurt, el Museo Técnico de Dresde, las colecciones científicas estatales de historia natural y el Museo alemán (uno de los primeros museos tecnológicos del mundo) en Munich, albergan destacadas colecciones científicas. Los museos de la ciudad de Frankfurt contienen bellas muestras de arte popular, así como una gran variedad de objetos arqueológicos e históricos.
Entre las bibliotecas de investigación se encuentran la Biblioteca del Estado de Baviera en Munich, la Biblioteca del Estado de los Tesoros Culturales Prusianos en Berlín, y la Biblioteca Alemana en Frankfurt. Los expedientes del periodo nacionalsocialista están en los archivos federales de Coblenza y en el Centro de Documentación de Berlín, que almacena 25 millones de documentos del Partido Nacionalsocialista. Por todo el país se encuentran excelentes bibliotecas universitarias y son numerosas las ciudades e iglesias que también las poseen.
	4.2.2
	
	Teatro y música
Los teatros y salas de conciertos de Alemania Occidental y del sector oeste de Berlín atraen a grandes cantidades de público de todos los estamentos sociales. Las salas de ópera más destacadas son las de Berlín, Colonia, Leipzig, Dresde, Hamburgo, Munich y Stuttgart, ciudad que también mantiene una compañía de ballet clásico. Tienen gran éxito los teatros al aire libre y el cabaré en Berlín, Hamburgo, Recklinghausen, Hannover y otras ciudades. Son famosas las orquestas filarmónicas de Berlín y Munich y la Orquesta Sinfónica de Bamberg, así como las orquestas de radio de Munich, Colonia y Hamburgo. Los turistas acuden a los festivales especiales y ferias como el Festival de Wagner en Bayreuth, los Festivales de Bach en Ansbach y Leipzig, la Documenta de Kassel, el Festival Internacional de Cine de Berlín y la Feria del Libro de Frankfurt del Main. La cultura tradicional se conserva en los museos, espectáculos históricos y festivales tradicionales.
	5
	
	GOBIERNO
Alemania se gobierna bajo una Ley Fundamental (Grundgesetz) promulgada el 23 de mayo de 1949 para la antigua RFA (Alemania Occidental), que ha sido enmendada en varias ocasiones. La Ley Fundamental, que califica al país como un Estado federal democrático fundamentado en la justicia social, es muy similar a la Constitución de la República de Weimar (1919-1933), pero permite un mayor nivel de autoridad de los gobiernos de los estados federados.
Desde 1968 hasta 1989, Alemania Oriental se gobernaba según una constitución que definía el país como un Estado socialista soberano en el que el pueblo trabajador ejerce todos los poderes políticos. En la práctica, el poder residía en el Partido de Unidad Socialista de Alemania (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands, o SED), una organización marxista-leninista (comunista). La Constitución de 1968 garantizaba al SED un papel dirigente en los asuntos nacionales, y su secretario general, como máximo dirigente del partido, era normalmente la persona más poderosa del país.
Con la unificación del país el 3 de octubre de 1990, la Ley Fundamental de la RFA se amplió para cubrir el nuevo estado.
	5.1
	
	Divisiones administrativas
Alemania se divide en 16 estados (Länder): Baden-Württemberg, Baja Sajonia, Baviera, Berlín, Brandeburgo, Bremen, Hamburgo, Hesse, Mecklenburgo-Pomerania Anterior, Renania-Palatinado, Renania Septentrional-Westfalia, Sajonia, Sajonia-Anhalt, Sarre, Schleswig-Holstein y Turingia. Berlín occidental, que fue legalmente una entidad separada, estaba muy relacionada con la antigua Alemania Occidental. Tras la unificación de Alemania en 1990, Berlín Occidental y Berlín Oriental se unificaron y los cinco estados orientales se incorporaron a la RFA.
	5.2
	
	Poder ejecutivo
Según la Ley Fundamental, el jefe del Estado de Alemania es el presidente federal, que resulta elegido para un periodo de cinco años por la Asamblea Federal, una convención formada por miembros del Bundestag (la cámara baja del Parlamento) más un número igual de personas elegidas por los parlamentos regionales. El presidente nombra al canciller, el jefe del ejecutivo del país, que debe ser elegido por mayoría absoluta del Bundestag. El presidente también elige al consejo de ministros, conforme a las propuestas del canciller; éste es responsable ante el Bundestag, el cual puede expulsarle del cargo por una mayoría simple. Sin embargo, la Ley Fundamental estipula que el Bundestag debe posibilitar simultáneamente la elección de un sucesor, para que este alto cargo nunca quede vacante.
	5.3
	
	Poder legislativo
El Parlamento alemán consta de dos cámaras: el Bundestag, o Dieta Federal, y el Bundesrat, o Consejo Federal, los cuales fueron ampliados en 1990 para incorporar a los diputados de Alemania Oriental, por lo que en la actualidad cuentan, respectivamente, con 669 y 69 miembros. Los ciudadanos mayores de 18 años eligen por sufragio a los miembros del Bundestag para una legislatura de cuatro años; la mitad de éstos se eligen directamente en distritos que envían un único representante y el resto según un sistema de representación proporcional; los partidos políticos consiguen representación parlamentaria sólo si alcanzan más del 5% de los votos emitidos; el presidente federal puede disolver la cámara baja. Los delegados elegidos por los gobiernos de los estados forman el Bundesrat; el número de delegados enviados varía entre tres y cinco según la población de cada estado.
Por lo general, la votación por mayoría simple del Bundestag es suficiente para la aprobación de las leyes. Sin embargo, aquéllas que tratan asuntos de interés específico para los estados también tiene que aprobarlas el Bundesrat, el cual puede vetar la legislación aprobada por el Bundestag. No obstante, un veto se puede anular si la cámara baja vuelve a aprobar la legislación; algunos tipos de leyes se pueden anular por la misma mayoría proporcional por la cual la medida fue vetada en el Bundesrat. En virtud de una importante reforma constitucional promovida en 2006, el número de leyes que precisaban la doble aprobación de las cámaras se redujo de forma notable. Para enmendar la Ley Fundamental se precisa el voto mayoritariode dos tercios de ambas cámaras; ciertas partes fundamentales de la Ley Básica no se pueden cambiar.
	5.4
	
	Poder judicial
El tribunal superior según la Ley Fundamental es el Bundesverfassungsgericht (Tribunal Constitucional Federal), que se encuentra en Karlsruhe. Es el intérprete final de la Ley Fundamental en todos los litigios. Existen otros seis importantes tribunales nacionales (el Tribunal Federal de Justicia, el Tribunal Federal Administrativo, el Tribunal Financiero Federal, el Tribunal Federal de Trabajo, el Tribunal Federal de Asuntos Sociales y el Tribunal Federal de Patentes). Cada estado tiene una serie de tribunales encabezados por un Oberlandsgericht (Tribunal Superior del Estado). Está abolida la pena de muerte.
	5.5
	
	Gobierno local
Los gobiernos de los diez estados de Alemania Occidental tienen amplios poderes, como capacidad para recaudar impuestos, elaborar las políticas educativas y culturales, y mantener un cuerpo de policía. Cada estado tiene una asamblea electa elegida por sufragio, que elige a un ministro-presidente o un primer alcalde (como ocurre en Hamburgo y Bremen) como jefe del ejecutivo. Los estados se subdividen en condados, municipios y comunidades.
	5.6
	
	Partidos políticos
Los principales partidos políticos son el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), la Unión Demócrata Cristiana (CDU), la Unión Social Cristiana (CSU), el Partido Democrático Liberal (FDP), Los Verdes y el Partido del Socialismo Democrático (PDS).
El SPD, fundado en 1875, tuvo una orientación marxista hasta 1959. En las décadas de 1980 y 1990 preconizó la economía de libre mercado con un nivel de intervención pública para proteger el bienestar general. La CDU es un partido conservador que defiende los derechos de los individuos. No tiene representación en Baviera, donde su aliado más próximo es la Unión Social Cristiana (CSU). Ambos partidos se formaron en 1945. 
El FDP, fundado en 1948, es un grupo liberal apoyado principalmente por la clase media. Se unió con el CDU y el CSU para formar coaliciones gubernamentales durante los periodos 1949-1953 y 1961-1966, mientras que desde 1969 hasta 1982 formó coalición gubernamental con el SPD. De nuevo se unió con el CDU y el CSU en 1982 y formó parte de los gobiernos creados después de las elecciones de 1983, 1987 y 1990. En 1983, el grupo de Los Verdes alcanzó representación en el Bundestag por primera vez. Es un grupo preocupado por los temas medioambientales, antinuclear y pacifista; estuvo presente en el gobierno, junto al SPD, en la legislatura 1998-2002, y a partir de este último año. El PDS está relacionado íntimamente con el antiguo partido comunista de Alemania Oriental.
Tras la caída del régimen comunista de la RDA en 1989, el Partido Socialista Unificado (que había dominado la vida política en esta zona) se reconstituyó como el Partido del Socialismo Democrático y se presentó a las elecciones celebradas en marzo de 1990. El partido alcanzó el tercer lugar por detrás de la Alianza por Alemania (una coalición conservadora respaldada por los demócratas cristianos de la antigua Alemania Occidental) y el Partido Social Democrático, que había establecido estrechos vínculos con los socialdemócratas de la anterior Alemania Occidental.
	5.7
	
	Defensa
Las Fuerzas Armadas de Alemania Occidental (o Bundeswehr), formadas en 1955, estaban integradas por completo en las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). En 2004 el Ejército alemán tenía 191.350 miembros, la Fuerza Aérea (Luftwaffe) 67.500 y la Fuerza Naval 25.650. Los acuerdos internacionales que permitieron la reunificación de Alemania en 1990 establecieron la retirada gradual de las tropas soviéticas de Alemania Oriental con la garantía por parte de la OTAN de no situar fuerzas en el este de la Alemania unificada. Los hombres entre los 18 y 45 años están obligados a prestar un servicio militar de 12 meses de duración.
	5.8
	
	Salud y bienestar social
Alemania cuenta con un amplio sistema de Seguridad Social, que cubre los casos de enfermedad y accidentes, a los jubilados, discapacitados y desempleados. Las contribuciones obligatorias de los empresarios y empleados, más las aportaciones federales, financian el sistema. En 2002 se disponía de una cama de hospital por cada 112 habitantes y un médico por cada 291 personas.
	6
	
	ECONOMÍA
A pesar de los grandes destrozos sufridos por las dos Alemanias durante la II Guerra Mundial, ambos países surgieron como potentes economías en la década de 1960. Alemania Occidental se convirtió en una potencia económica mundial en las dos décadas posteriores, mientras que Alemania Oriental fue una de las economías más avanzadas entre los países componentes del Pacto de Varsovia. La reunificación ha supuesto un golpe muy duro para la economía de ambas zonas. La Alemania Occidental ha tenido que soportar los costes de la financiación de las mejoras en la infraestructura, el medio ambiente y la industria de la parte oriental, mientras que muchas empresas del Este han quebrado debido a la fuerte competencia de las de Alemania Occidental. Aún así, Alemania sigue siendo una potencia en la economía mundial. En 2006 el producto interior bruto fue de 2,90 billones de dólares.
	6.1
	
	Trabajo
En 2006, la mano de obra en Alemania era de unos 41,02 millones de personas. Un 30% en 2005 estaba empleada en la industria y la minería. Los sindicatos tienen 11 millones de afiliados; 7,9 millones de éstos pertenecen a un sindicato asociado a la Deutscher Gerwerkschaftsbund (Federación Alemana de Sindicatos). Hay muy pocas huelgas en el país. Algunas empresas destacadas de la industria del carbón y el acero operan según un sistema de codecisión, en el cual los trabajadores y los directivos establecen por igual la línea de actuación de sus empresas. En el pasado, Alemania Occidental había tenido tasas muy bajas de desempleo, mientras que en Alemania Oriental el sistema comunista desarrollaba una política de pleno empleo; sin embargo, en 2004 la tasa de desempleo alcanzó el 10% en toda la nación, y era más alta en la zona oriental.
	6.2
	
	Agricultura y ganadería
La agricultura representa un papel escaso en la economía alemana, pues el país importa casi un tercio de su consumo de alimentos. Las explotaciones agrícolas en Alemania Occidental son bastante pequeñas (un 75% tienen una superficie de 20 ha o menos y son propiedad de granjeros, que disponen de otros trabajos). En Alemania Oriental la mayor parte de las explotaciones funcionan de forma colectiva y el tamaño es mayor; el gobierno está en proceso de convertir la tierra en un sistema de posesión individual. Aproximadamente un 2% de los trabajadores se dedican al sector agrícola.
Las mejores tierras de cultivo se localizan en el extremo sur de las llanuras septentrionales. Los principales cultivos de la nación son: remolacha azucarera (21 millones de t), trigo (22,4 millones de t), patatas (papas, 10 millones de t), cebada (12 millones de t), y centeno (3 millones de t). Alemania también produce grandes cantidades de uvas (1.325.901 t), algunas de las cuales se usan para elaborar vino para el mercado internacional. En las explotaciones también se cría ganado vacuno (2,6 millones), porcino (26,5 millones), y aves de corral (121 millones).
	6.3
	
	Silvicultura y pesca
Alemania tiene importantes industrias de silvicultura y pesca. La mayor parte de los 62 millones de m³ de producción maderera de 2006 procede de los grandes bosques del suroeste; más del 70% son coníferas. En los últimos años los bosques de coníferas han padecido la lluvia ácida, resultado de la polución industrial causada por los centros industriales.
Los puertos pesqueros principales son Bremen, Bremerhaven y Cuxhaven, en el mar del Norte, y Kiel, en el mar Báltico. En 2005 las capturas anuales alcanzaron las 330.353 t, casi todas de especies marinas, en especial el arenque.
	6.4
	
	Minería
La industria minera representa un papel comparativamente pequeño en la economía. Sin embargo, varios minerales se producen encantidades importantes. Alemania es el principal productor de lignito del mundo, un carbón de poca calidad. Otros importantes productos minerales son carbón bituminoso, crudo de petróleo, mineral de hierro, potasa, sal y gas natural.
	6.5
	
	Industria
El sector industrial domina la economía de Alemania y produce una gran variedad de artículos. Los tipos principales de productos fabricados son alimentos procesados, maquinaria, productos químicos, aparatos electrónicos y equipos de transporte.
Las grandes empresas industriales se concentran en varias áreas. La más importante abarca el estado de Renania Septentrional-Westfalia, que comprende la región del Ruhr (gran productora de acero) además de otros grandes centros industriales como Aachen (Aquisgrán), Colonia y Düsseldorf, donde se fabrican productos químicos, metálicos, maquinaria y vehículos de motor. Otra importante región industrial se localiza cerca de la confluencia de los ríos Rin y Main, abarca las ciudades de Frankfurt, Wiesbaden, Maguncia y Offenbach, y cuenta con grandes fábricas que producen metales, equipos electrónicos, farmacéuticos, químicos y vehículos de motor. Al sur, a lo largo del Rin, hay un área industrial importante centrada en las ciudades de Mannheim, Ludwigshafen y Karlsruhe, donde se fabrican productos químicos, maquinaria y materiales de construcción. Stuttgart es el centro de una región industrial en la que se producen vehículos, equipos electrónicos, maquinaria de oficina, tejidos e instrumentos ópticos. Los productos del área de Munich engloban aviones, vehículos, ropa y cerveza. Varias regiones industriales se localizan en el noroeste de Alemania; entre ellas destaca la zona de Hannover-Brunswick, donde se elabora acero, productos químicos y vehículos de motor; otras regiones industriales importantes son las ciudades portuarias de Hamburgo, Bremen, Kiel y Wilhelmshaven que producen petróleo refinado, alimentos procesados, cerveza, barcos, maquinaria de oficina y material de imprenta. Berlín también es un importante productor de equipos electrónicos.
Unas 8.000 empresas funcionaban en Alemania Oriental en 1990. Sin embargo, menos de una cuarta parte tenían expectativas de sobrevivir en una economía competitiva de la Alemania unificada. El territorio de la antigua Alemania Oriental tiene una gran industria siderometalúrgica, con enormes fábricas en Eisenhüttenstadt y cerca de Berlín. La producción anual de acero crudo en Alemania Oriental a finales de la década de 1980 era de unos 8,2 millones de t; también era destacada la elaboración de productos químicos, como ácido sulfúrico, sosa cáustica y amoníaco. Muchas plantas químicas están en la región de Dessau, Halle y Leipzig. Un gran complejo petroquímico en Schwedt junto al Oder, al noreste, procesa el petróleo que procede de Rusia por oleoducto. La maquinaria se produce en numerosas ciudades, especialmente en el suroeste, y la antigua Berlín tiene grandes fábricas de equipos electrónicos; en Jena y Görlitz se fabrican instrumentos ópticos y de precisión; Rostock y Wismar fueron en la antigua Alemania Oriental los principales centros de construcción naval. Los tejidos se producen en varias ciudades, como Cottbus, Chemnitz y Leipzig; por último en Dresde, Eisenach y Zwickau se dedican al montaje de vehículos de motor.
	6.6
	
	Energía
El carbón fue la mayor fuente de energía eléctrica en Alemania, pero su uso decreció en la década de 1970 y 1980. Las centrales térmicas y nucleares suministran la mayor parte de la energía eléctrica producida, un 63% y un 28% respectivamente. En la parte meridional, los embalses de los grandes ríos proporcionan la energía hidroeléctrica; Alemania produce gas natural y petróleo, pero importa la mayor parte de lo que consume. Aunque el gobierno de Alemania Occidental había impulsado con anterioridad el desarrollo de centrales nucleares, en 1989 cambió su posición, en parte como respuesta al desastre nuclear de Chernóbil en 1986 en la antigua Unión Soviética; se paralizó la construcción de algunas de ellas y se abandonaron los proyectos de nueva construcción.
	6.7
	
	Comunicaciones
Alemania tiene un sistema de transporte muy desarrollado, que en 2003 comprendía 231.581 km de carreteras, con unos 10.500 km de autopistas sin peaje (autobahnen). En 2004 había 580 vehículos por cada 1.000 habitantes, de los cuales 546 eran automóviles. No hay límite de velocidad en las autopistas, pero la congestión y los atascos de tráfico reducen a menudo la velocidad. Alemania tiene un excelente sistema de ferrocarriles, (la Deutsche Bundesbahn) propiedad del gobierno. El ferrocarril conecta todas las zonas del país y tiene una gran aceptación como servicio de pasajeros y de mercancías. Varias líneas de alta velocidad están en servicio o en perspectiva, como las que comunican Hamburgo y Munich, Frankfurt y Dresde y Bremen y Hannover, con enlaces hasta Berlín. Grandes fletes de mercancías alemanes salen desde Hamburgo, Wilhelmshaven, Bremen, Nordenham y Emden en el mar del Norte, y desde Lübeck, Wismar, Rostock y Stralsund en el Báltico. En aguas interiores, se utilizan como medios de transporte ríos como el Rin y varios canales, como el canal Mittelland (en el centro del país) y el canal de Kiel, que une el mar del Norte con el Báltico. El principal puerto interior es Duisburgo. El aeropuerto internacional más grande de Europa está cerca de Frankfurt. La principal compañía aérea alemana, Deutsche Lufthansa A.G., explotada por el gobierno, ofrece un amplio servicio interior e internacional.
	6.8
	
	Moneda y banca
La unidad monetaria es el euro (el 2 de enero de 2002, un euro se cambió a 0.9038 dólares estadounidenses) y se emite en el Bundesbank. Desde el 1 de enero de 1999, el euro se vinculó al valor del marco alemán, con un cambio fijo de 1,95583 marcos por euro. La sede del Banco Central Europeo radica en la ciudad alemana de Frankfurt del Main.
Antes de la unificación de 1990, la unidad monetaria de Alemania Oriental era el marco de Alemania Oriental subdividido en 100 pfennigs. A la mayor parte de los alemanes orientales se les permitió equiparar 4.000 marcos orientales a los occidentales y canjear el resto por marcos occidentales a un cambio de dos a uno. 
	6.9
	
	Comercio exterior
Alemania es un gran país comercial. En abril de 1994, el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) situaba a Alemania como uno de los principales países exportadores en 1993. Desde comienzos de la década de 1950 hasta la de 1980, Alemania Occidental obtuvo un mayor beneficio de las ventas por exportación de lo que gastaba en importación. Alemania Oriental desempeñó un importante papel comercial dentro del bloque soviético. Sin embargo, tras la unificación, el excedente comercial de Alemania se ha reducido. Las principales exportaciones del país son maquinaria, vehículos de motor, productos químicos, hierro, acero, y tejidos y vestidos. Sus principales importaciones son petróleo crudo y refinado, maquinaria, alimentos, productos químicos, ropa y vehículos de motor. Alemania continúa siendo un destacado socio comercial de los países occidentales (entre los que destacan los Estados miembros de la Unión Europea, Estados Unidos, Suiza y Austria y los países de Europa Oriental). Además, en la Unión Europea la mayoría de los productos industriales alemanes circulan libremente en los Estados miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). En 2004 el valor de las exportaciones fue de 911.742 millones de dólares y el de las importaciones de 718.150 millones de dólares.
	7
	
	HISTORIA
Este artículo desarrolla la historia de Alemania antes de 1949 y después de 1990. Para más detalles sobre su historia entre 1949 y 1990, véase República Democrática de Alemania y República Federal de Alemania.
	7.1
	
	Orígenes de los alemanes
El territorio de la actual Alemania estuvo habitado desde tiempos remotos, pero tuvo que pasar mucho tiempo, con numerosas inmigraciones, invasiones y conquistas hasta que se configuraron las particularidades nacionales de los alemanes.7.1.1
	
	Los pobladores del paleolítico
Durante la edad de piedra, los bosques alemanes estaban poblados por grupos nómadas de cazadores y recolectores. Constituían las formas primitivas de Homo sapiens, como el Hombre de Heidelberg, que vivió hace 400.000 años. Poco después, aparecieron formas más avanzadas de Homo sapiens, como demuestran los restos encontrados cerca de Steinheim (de unos 300.000 años de antigüedad) y el más cercano de Ehringsdorf, de hace 100.000 años. Otro tipo humano fue el Neanderthal, encontrado cerca de Düsseldorf, que vivió hace 100.000 años. El tipo más reciente, que apareció hacia el 40.000 a.C., fue el de Cro-Magnon, un miembro del Homo sapiens sapiens, especie del ser humano actual.
Durante el neolítico, los pueblos cazadores se encontraron con pueblos agrícolas, representantes de las culturas más avanzadas del suroeste de Asia, que emigraron por el valle del Danubio hasta el centro del actual territorio alemán en torno al 4500 a.C. Estas poblaciones se mezclaron e instalaron en asentamientos en grandes chozas de madera a dos aguas, conocían la cerámica y realizaban intercambios de piedras preciosas y hachas de sílex y conchas con los pueblos del Mediterráneo. Cuando se agotaban sus campos de cultivo, trabajados con azadón manual, se trasladaban de lugar, volviendo pocos años después.
	7.1.2
	
	Pueblos de la edad del bronce
La edad del bronce comenzó en el centro de Alemania, Bohemia, y Austria en el 2500 a.C. con el conocimiento de la aleación del cobre y del estaño adquirido de pueblos del Mediterráneo oriental. Alrededor del 2300 a.C. llegaron nuevas oleadas de pueblos procedentes, probablemente, del sur de Rusia. Estos indoeuropeos que utilizaban hachas de guerra fueron los antepasados de los germanos que se instalaron en el norte y centro de Alemania, los pueblos bálticos y eslavos en el este y los celtas en el sur y oeste. Los grupos del centro y sur se mezclaron con la cultura del vaso campaniforme, que se trasladó hacia el este desde España y Portugal hacia el año 2000 a.C. Los pueblos representantes de la cultura del vaso campaniforme, probablemente indoeuropeos, fueron hábiles trabajadores del metal. Desarrollaron una floreciente cultura en Alemania e intercambiaron ámbar procedente de la costa del mar Báltico por bronce, cerámica y collares del mar Mediterráneo.
Desde el 1800 hasta el 400 a.C., los pueblos celtas del sur de Alemania y Austria desarrollaron una serie de progresos en el trabajo del metal, configurando varias culturas —campos de urnas, Hallstatt y La Tène— cada una de las cuales se difundió por toda Europa; introdujeron el uso del hierro para fabricar herramientas de trabajo y armas. La cultura céltica de La Tène realizó excelentes trabajos de metal y utilizó arados tirados por bueyes y carros con ruedas. Las tribus germánicas absorbieron gran parte de la cultura celta y al final ésta se extinguió.
	7.1.3
	
	Germanos y romanos
Desde el siglo II a.C. hasta el siglo V d.C. las tribus germánicas y celtas, presionadas constantemente por las migraciones de pueblos del norte y del este, estuvieron en contacto con los romanos que controlaban el sur y oeste de Europa. Las obras legadas por Cayo Julio César y Publio Cornelio Tácito describen estos encuentros.
En el 102 y el 101 a.C., el general romano Cayo Mario derrotó a los cimbrios y teutones. En el 50 a.C., Julio César sometió a los suevos y otras tribus de la Galia, al oeste del Rin. Los romanos intentaron sin éxito extender su dominio hasta el río Elba, por lo que los emperadores mantuvieron la frontera en los ríos Rin y Danubio. Entre ambos ríos erigieron el limes, una línea de fortificaciones para evitar las incursiones de las tribus germánicas.
En el siglo II d.C. los romanos evitaron que confederaciones de francos, alamanes y burgundios cruzaran el Rin. Pero en los siglos IV y V, la presión de estos pueblos demostró la decadencia del Imperio romano. Los hunos, que asolaron el territorio desde Asia, provocaron oleadas migratorias de ostrogodos, visigodos, vándalos, francos, lombardos y otras tribus germánicas, y la consiguiente invasión del Imperio.
	7.2
	
	Las primeras instituciones políticas alemanas
A finales del siglo V, el jefe de los francos Clodoveo I derrotó a los romanos y estableció un reino que englobaba la mayor parte de la Galia y el sureste de Alemania. Convirtió a sus súbditos, que profesaban el arrianismo, al cristianismo.
	7.2.1
	
	Dominio Carolingio
La labor de Clodoveo fue continuada en el siglo VIII por Carlomagno, quien luchó contra los eslavos al sur del Danubio, anexionó el sur de Alemania, y sometió violentamente y convirtió a los sajones paganos del noroeste. Como paladín del cristianismo, y en agradecimiento al apoyo prestado al Papado, Carlomagno fue coronado emperador por el papa León III en Roma en el 800. Este hito revivió la tradición imperial romana en Occidente, pero también supuso un precedente para la dependencia de los emperadores respecto a la aprobación papal.
El Imperio Carolingio se fundamentaba en la estructura social establecida a finales del Imperio romano. La lengua oficial de la corte y la Iglesia fue el latín, pero los francos de la Galia adoptaron un latín vulgar que dio lugar al francés, mientras que los francos y otras tribus germánicas en el este hablaban varias lenguas que formaron el alemán. El único vestigio del alemán clásico es el Hildebrandslied, un poema del siglo VIII basado en primitivos cuentos de héroes paganos relativos al duelo trágico entre un padre y su hijo.
Los gobernadores carolingios estimularon el trabajo misionero entre los alemanes. San Wilibrord fundó el monasterio de Echternach, y san Bonifacio fundó Reichenau y Fulda, y reformó la Iglesia de los francos. Sin embargo, los germanos no francos continuaron profesando religiones paganas. El Heliand, un poema épico del siglo IX, representa a Cristo como un rey guerrero sajón.
	7.2.2
	
	Francia del Este
El Imperio Carolingio no sobrevivió más allá de la muerte de Carlomagno. Por el Tratado de Verdún (843), el Imperio fue dividido entre sus tres nietos. Carlos VI el Calvo recibió la Francia Occidentalis (la actual Francia). Lotario adquirió el título imperial y el área central que comprendía desde el mar del Norte a través de Lotaringia (Lorena) y Borgoña hasta Italia; el tercero, Luis II el Germánico, recibió Francia del Este (la actual Alemania). El Tratado de Meerssen (870) dividió el reino central, por lo que Lorena pasó a Francia del Este y el resto a Francia del Oeste. En el 881, Carlos III el Gordo, de Francia del Este, recibió el título imperial. Seis años después fue destronado por Arnulfo de Baviera.
	7.2.3
	
	Los ducados feudales
Hacia el siglo X, Francia del Este, que sufrió las nuevas invasiones de normandos, magiares y moravos desde el norte y el este, quedó prácticamente dividida por las tribus rivales. Los carolingios admitieron dirigentes militares procedentes de estos grupos (duques) y eligieron cargos (condes y margraves), a los que concedieron feudos temporales por sus servicios al Estado; muchos miembros del alto clero también recibieron feudos. Como la autoridad central disminuía, estos señores y príncipes feudales adquirieron gobierno local, se encargaron de su defensa y convirtieron sus propiedades en feudos hereditarios. Los más importantes fueron los gobernadores de cinco stem (ducados de base tribal): Franconia, Suabia, Baviera, Sajonia y Lorena. Los guerreros de menor categoría se unieron al séquito principesco dejando de lado la lealtad tribal a cambio de concesiones de terreno más pequeñas y otras donaciones. El pueblo perdió el derecho a llevar armas; trabajaban los campos a cambio de protección y un porcentaje de las cosechas. De esta manera, el sistema de gobierno carolingio armonizó con la tradición de los miembros de las tribus libres para formar una sociedad en la que una nobleza militar era mantenida por los campesinos libres y los siervos.
Según la tradición alemana, los reyes eran elegidos entre sus nobles. A causa de queninguna familia noble quería estar sujeta a otra o a un rey fuerte, se elegían a menudo a reyes débiles y ninguno podía asumir con seguridad la lealtad de sus nobles. Estas condiciones retrasaron durante siglos la consolidación de un estado alemán.
	7.3
	
	Alta edad media
Los reyes alemanes tenían tres grandes preocupaciones: contener a los príncipes rebeldes, controlar Italia y ser coronados emperadores de Occidente por el Papa —una política considerada parte esencial de la herencia carolingia— y expandir sus dominios hacia el Norte y el Este.
	7.3.1
	
	Los reyes sajones
Cuando el último monarca carolingio murió sin dejar un heredero, los francos y sajones nombraron a Conrado I, duque de Franconia, como rey de Germania. Después de su muerte en el 918 eligieron al duque de Sajonia Enrique I el Pajarero, que luchó contra los húngaros y eslavos y recuperó Lorena.
	7.3.1.1
	
	Otón I el Grande
A la muerte de Enrique I el Pajarero, los príncipes eligieron a su hijo Otón I el Grande, que combinó su extraordinaria fortaleza, dignidad y capacidad militar con una gran tarea diplomática y una profunda fe religiosa. Decidido a crear una monarquía centralizada efectiva, Otón repartió los ducados entre sus parientes y otorgó privilegios territoriales a la Iglesia, asegurándose a cambio la elección de los obispos por parte de la corona. Este sistema fue continuado por sus herederos.
Otón también tuvo que defender su reino de los ataques del exterior. En el oeste, fortaleció su posición en Lorena y ganó influencia sobre Borgoña. En el norte y este derrotó a los normandos y eslavos y, en el 955, acabó de forma definitiva con el poder de los húngaros en la batalla de Lechfeld. Otón estableció el arzobispado de Magdeburgo (968) y otros obispados como centros de civilización en los territorios conquistados. Los alemanes colonizaron estas regiones.
Al querer emular a Carlomagno como emperador de la cristiandad ratificado por el papa, Otón inició una política destinada a la conquista de la península Itálica, presa de la autarquía feudal y las invasiones sarracenas. Cuando Adelaida, reina de los lombardos, pidió ayuda a Otón contra su captor, Berengario, rey de Italia, Otón invadió el territorio en el 951 y se casó con ella, por lo que adquirió el título de rey de Italia de su difunto marido, Lotario II.
El Papado, a su vez, intentaba mantener su territorio contra la usurpación de los nobles en el norte y los ataques de bizantinos y sarracenos en el sur. Cuando el papa Juan XII solicitó ayuda a Otón contra Berengario, invadió Italia por segunda vez, derrotó a Berengario y, en el 962, el papa le coronó emperador. Por el Privilegio Otoniano, Otón garantizó el derecho del Papa a los territorios papales, por lo que todos los futuros pontífices tuvieron que jurar lealtad al emperador.
	7.3.1.2
	
	Los últimos reyes sajones
Los sucesores de Otón en los siglos X y XI continuaron sus políticas alemana e italiana. Otón II el Sanguinario estableció la Marca del Este (Austria) como un puesto avanzado militar, pero fue derrotado por los sarracenos en su esfuerzo para asegurar el sur de Italia. Otón III apoyó la reforma benedictina que tuvo su origen en Cluny y que incitaba a una vida más austera y disciplinada. Enrique II el Santo también alentó el movimiento cluniaciense y envió misioneros de su corte al nuevo obispado de Bamberg.
	7.3.2
	
	Los reyes sálicos
Durante 100 años (1024-1125) los reyes de Germania fueron elegidos entre los francos que regían en el ducado de Franconia. Los sálicos llevaron al imperio a su punto culminante.
	7.3.2.1
	
	Apogeo del Imperio
Conrado II el Sálico, un soberano inteligente y despiadado, reafirmó la autoridad real sobre la oposición principesca al hacer hereditarios los feudos de la baja nobleza y elegir ministeriales (caballeros feudales no libres), hombres de clase baja con el rango de oficiales y soldados, responsables directamente ante él. Conquistó el reino de Arles (Borgoña), fortaleció su poder en el norte de Italia y rechazó a los polacos.
El hijo de Conrado, Enrique III el Negro, fue el primer rey indiscutido de Alemania. Piadoso y visionario, llevó a una Alemania, dividida por la guerra civil, la Tregua de Dios inspirada en Cluny, una interrupción de la contienda que duraba desde la puesta del sol del viernes hasta su salida del lunes, e intentó en vano hacer de ella una paz permanente. Puso fin al pago para el nombramiento de nuevos obispos como tributo a la corona —una práctica denominada simonía— aunque todavía investía a los eclesiásticos, quienes mantenían sus vasallos. Durante su reinado depuso a tres papas rivales y nombró a un cuarto, a san León IX.
	7.3.2.2
	
	Enrique IV
Aunque era todavía un niño, Enrique IV sucedió a su padre, Enrique III el Negro, en 1056. Durante la regencia de su madre, Inés de Poitiers, la princesa se vio obligada a ceder la mayor parte del territorio real; Italia era un continuo conflicto entre diversas ciudades independientes, papas y normandos; además, el Sínodo de Letrán de 1059 declaró que sólo los cardenales podían canónicamente elegir al papa. Enrique IV intentó recuperar la pérdida del poder imperial. Su esfuerzo para recuperar las posesiones de la corona provocó la rebelión de los sajones. En 1075, aplastó una rebelión sajona y procedió a confiscar sus propiedades, además de intensificar su enemistad hacia ellos.
El control del clero por parte de Enrique originó un grave conflicto con el papa reformista Gregorio VII, que quiso liberar a la Iglesia de su dependencia secular. Cuando Gregorio prohibió la investidura laica de los eclesiásticos, Enrique anuló su elección en la Dieta de Worms en 1076. El papa excomulgó a Enrique y liberó a sus súbditos del juramento de lealtad hacia él. Para mantener su corona, Enrique buscó al papa en Canossa (en los Apeninos) en enero de 1077, donde, después de tres días de humillante penitencia, fue perdonado. Sin embargo, los príncipes alemanes eligieron un rey rival, Rodolfo de Suabia. El resultado fue una guerra civil de casi 20 años. En 1080, Gregorio excomulgó de nuevo a Enrique y reconoció a Rodolfo. Depuesto el papa, Enrique marchó sobre Roma, instaló al antipapa Clemente III y fue coronado emperador en 1084. Enrique volvió a Alemania para continuar la guerra civil contra un nuevo rival (Rodolfo había fallecido en 1080). Finalmente, traicionado y hecho prisionero por su hijo Enrique, el emperador se vio forzado a abdicar.
	7.3.2.3
	
	Compromiso
Enrique V continuó inútilmente las luchas de su padre por mantener su supremacía sobre la Iglesia. Al sufrir varias derrotas militares, perdió el control de Polonia, Hungría y Bohemia. A pesar del apoyo de los clérigos, los ministros y las ciudades, no pudo sofocar la presión de los príncipes, quienes forzaron al cansado emperador y al papa Calixto II para llegar a un compromiso sobre las investiduras. La Querella de las Investiduras finalizó con el Concordato de Worms (1122), el cual estipulaba que los nombramientos episcopales tendrían lugar ante la presencia imperial sin simonía y que el emperador investiría al candidato con los símbolos de su cargo temporal antes de que un obispo lo hiciera con los símbolos espirituales. A pesar de estos acuerdos, el papa tenía la mejor parte del trato, por lo que la rivalidad entre el emperador y el Papado tuvo una nueva dimensión.
	7.3.3
	
	La sociedad de la alta edad media
Los reyes alemanes no tenían una capital fija, pero viajaban sin cesar por todo su reino; no tenían más ingresos que los de sus propiedades familiares y las ofrendas de los clérigos. El feudalismo fue la forma de gobierno. Los grandes señores, en teoría vasallos del rey, usurparon de hecho los derechos reales para construir castillos y administrar justicia. La gran mayoría de la población vivía en los feudos que pertenecían a los nobles y obispos, de quienes eran sus vasallos. Las escasas ciudades, tales como Trier y Colonia, eran principalmente antiguas fundaciones romanas o fortificaciones imperiales. Allí, los comerciantes, los artesanosy los campesinos privados de tierras se instalaron como ciudadanos libres bajo la autoridad de un príncipe. En las ciudades también se asentaron los judíos, y sus actividades se centraron en el ámbito del comercio y la artesanía.
El clero, que englobaba a muchos nobles, difundía la fe, proporcionaba la educación y ejercía funciones de gobierno en numerosos territorios. Los monasterios como Reichenau (Ratisbona), Fulda, Echternach y Saint Gall eran centros importantes. Los monjes transcribieron obras latinas (como la Walthariuslied, basada en una leyenda germana) y tradujeron textos bíblicos y otros cristianos al alemán clásico. Sus manuscritos, ilustrados con imágenes, imitaban el arte clásico antiguo y bizantino. Las iglesias, notablemente la de San Miguel en Hildesheim y las catedrales de Maguncia, Spira y Worms, eran basílicas sobrias y abovedadas con torres y pequeños vanos formados con arcos de medio punto. Sus muros estaban adornados con pinturas murales y esculturas expresivas en madera y bronce.
	7.4
	
	Baja edad media
En los siglos XII y XIII Alemania e Italia estuvieron inmersas en los enfrentamientos entre dos familias principescas: los Hohenstaufen (o Waiblingen) de Suabia, denominados gibelinos en Italia, mantenían las coronas alemana e imperial; los Welfs de Baviera y Sajonia, conocidos como güelfos en Italia, se aliaron con el Papado.
Enrique V murió en 1125 sin descendencia. Los príncipes, al anular el principio hereditario, pasaron por alto a sus sobrinos, Federico y Conrado Hohenstaufen, para elegir emperador a Lotario, duque de Sajonia. Como emperador, Lotario II reavivó los esfuerzos para convertir y dominar el este; para imponer su autoridad en Italia, dirigió dos expediciones para apoyar a Inocencio II, que lo coronó en 1133. En Alemania, luchó en una guerra civil contra los príncipes Hohenstaufen, que no lo aceptaron como emperador.
	7.4.1
	
	Los reyes Hohenstaufen
A la muerte de Lotario, los príncipes anularon a su poderoso hijastro y heredero güelfo, Enrique el Soberbio, señor de Baviera y Sajonia. En su lugar, eligieron a Conrado de Hohenstaufen, duque de Suecia. La guerra civil estalló de nuevo, esta vez entre Conrado III Hohenstaufen y los duques güelfos, Enrique el Soberbio y su hijo Enrique el León, y continuó mientras Conrado dirigió la desafortunada Segunda Cruzada, que se desarrolló de forma paralela al conflicto güelfo-gibelino en Italia. La elección de su sobrino Federico, un Hohenstaufen nacido de madre güelfa, resolvió temporalmente la contienda en Alemania.
	7.4.1.1
	
	Federico I Barbarroja
Apuesto e inteligente, belicoso y justo, Federico I Barbarroja fue el ideal de rey cristiano medieval. Al considerarse como el sucesor de Augusto, Carlomagno y Otón I el Grande, asumió el título de emperador del Sacro Imperio Romano y pasó la mayor parte de su reinado entre Alemania e Italia intentando restaurar la gloria imperial en ambos territorios.
En el norte, unificó Alemania y Borgoña al casarse con Beatriz, heredera de Borgoña. Declaró una paz imperial y para asegurarla, apaciguó a los güelfos al reconocer a Enrique el León como duque de Sajonia y Baviera, y en compensación convirtió a Austria en ducado. Pero cuando Enrique rechazó aportar tropas a una campaña italiana, Federico, apoyado por otros príncipes celosos lo exiliaron por traidor. Los ducados de Enrique se separaron y Baviera pasó a la familia Wittelsbach.
En el sur, Federico realizó seis expediciones a Italia para mantener la plena autoridad imperial sobre las ciudades estado de Lombardía y el Papado. En 1155, en su primer viaje, fue coronado emperador; en el segundo, convocó la Dieta de Roncaglia (1158) para proclamar sus derechos sobre la Lombardía, por lo que instaló podestàs (representantes imperiales) en las ciudades lombardas; algunas simpatizaban con los gibelinos, pero la mayoría puso reparos a ser gobernadas y gravadas con impuestos por extranjeros. Los papas necesitaron del apoyo imperial para sofocar varios levantamientos en Roma, a pesar de lo cual defendían que su cargo espiritual les daba la soberanía sobre los emperadores. Quisieron mantener el control de forma independiente sobre los Estados Pontificios. Como resultado de todo esto, algunas ciudades se rebelaron contra la autoridad imperial y formaron la Liga de Verona en alianza con el papa Alejandro III. Federico reaccionó al nombrar un antipapa, Víctor IV. En sus dos viajes posteriores, las ciudades gibelinas se unieron con los güelfos en la Liga Lombarda (1167) y expulsaron a los podestás. Alejandro III, que había excomulgado a Federico, huyó con sus aliados normandos a Sicilia, por lo que en 1166 Federico conquistó Roma.
Durante su quinta campaña en Italia, al carecer del apoyo de Enrique el León, la Liga Lombarda derrotó a Federico en la batalla de Legnano (1176); la posterior Paz de Constanza (1183) reconoció la autonomía de las ciudades, que permanecieron sólo nominalmente sujetas al emperador, Federico hizo una última expedición en la que obtuvo un nuevo apoyo entre las ciudades rebeldes. Murió mientras dirigía la tercera Cruzada.
	7.4.1.2
	
	Enrique VI
Más ambicioso incluso que su padre, Enrique VI quiso ampliar sus dominios. Para asegurar la paz en Alemania, reprimió una rebelión al retornar del exilio Enrique el León, invadió las ciudades italianas del norte para someterlas y conquistó Sicilia. Al intentar crear un imperio en el Mediterráneo, exigió tributo a los musulmanes del norte de África y al débil emperador bizantino, pero en 1197, Enrique murió de forma repentina mientras planeaba una cruzada a Tierra Santa.
El Imperio se desmembró rápidamente. El hijo menor de edad de Enrique, Federico II, heredó Sicilia, pero Italia Septentrional reafirmó su independencia. Los alemanes rehusaron aceptar un niño como emperador o aceptar la herencia de la corona en el linaje de los Hohenstaufen. Una vez más la guerra civil hizo estragos cuando los dos reyes electos —el Hohenstaufen Felipe de Suabia y el güelfo Otón de Brunswick, hijo de Enrique el León— lucharon por la Corona. Cuando Otón invadió Italia, el papa Inocencio III aseguro la elección de Federico II sobre la promesa de que éste abandonaría Sicilia para no rodear los Estados Pontificios.
	7.4.1.3
	
	Federico II
Competente en muchos campos, el nuevo rey fue conocido como Stupor mundi (asombro del mundo). Determinó conservar Sicilia como su base de operaciones, lo que suponía no respetar su promesa, prefiriendo conceder Alemania antes que Sicilia a su hijo Enrique. En Sicilia suprimió los barones, reformó las leyes, fundó la Universidad de Nápoles y mantuvo una corte deslumbrante, donde brilló como científico, artista y poeta. También fue un excelente militar, diplomático y administrador.
Para conseguir el apoyo alemán en sus campañas en Italia septentrional, Federico permitió a los príncipes usurpar los poderes reales. La confirmación de sus derechos por el Privilegio de Worms (1231) les hizo prácticamente ser dueños absolutos en sus propios territorios. Su hijo Enrique, cuando alcanzó la mayoría de edad, se opuso a esta política y se rebeló, pero su padre lo destronó y lo encarceló.
Los papas consideraron peligroso a un emperador tan agresivo como Federico. El papa Gregorio IX lo excomulgó por su retraso en encabezar una cruzada prometida. Federico, finalmente, fue a Jerusalén en 1228, donde fue coronado rey y conquistó los principales lugares cristianos de Tierra Santa. Sin embargo, su éxito no apaciguó a Gregorio IX que, en su ausencia, invadió Sicilia. Federico derrotó la Liga Lombarda en Cortenuova y firmó la paz. Pero hacia 1237, luchó contra la segunda Liga Lombarda en Italia septentrional. La Liga se alió con el papa, quien lo excomulgó de nuevo. Federico entonces tomó los Estados Pontificios; el nuevo papa, Inocencio IV, huyó a Lyon y lo declaró depuesto. Federico avanzaba contra la Liga cuando falleció de forma repentina.
Conrado IV Hohenstaufen, el hijo más joven de Federico, heredó Sicilia y el título imperial, pero Italia y Alemania nunca se volvierona unir. Los papas, aliados con los franceses, expulsaron a los Hohenstaufen de Sicilia. Alemania sufrió la confusión del Gran Interregnum (1254-1273), durante el cual los innumerables estados en que quedó dividida Alemania protagonizaron una resistencia política caracterizada por la anarquía general.
	7.4.2
	
	Sociedad y cultura en la baja edad media
A finales del siglo XIII el Imperio había perdido Polonia y Hungría y el control efectivo de Borgoña e Italia. Dentro de sus fronteras, los principados eran prácticamente autónomos. El antiguo derecho de elección real se limitó a siete príncipes, quienes eligieron deliberadamente hombres débiles poco probables de frustrar sus propias ambiciones dinásticas.
La Iglesia continuó siendo una fuerza dominante en la sociedad. Los monjes cistercienses y de la Orden Premonstratense colonizaron nuevos territorios en el este, mientras que la Orden de Predicadores (dominicos) y los franciscanos predicaron y enseñaron en las ciudades. La Orden Teutónica trasladó su sede a Marienburgo en el este de Alemania, donde encabezaron una cruzada contra los prusianos paganos. Los caballeros teutones abrieron la ruta del mar Báltico a la Iglesia y a los comerciantes alemanes.
La lucha entre emperadores y príncipes benefició a las ciudades, que pagaban contribuciones a los emperadores a cambio de liberarse de las obligaciones feudales. El comercio tuvo un gran desarrollo; Colonia y Frankfurt comenzaron a celebrar las ferias comerciales, Maguncia se asentaba en la ruta que cruzaba los Alpes hacia Italia; Lübeck y Hamburgo dominaban el mar del Norte y el comercio en el Báltico, y Leipzig mantuvo contactos comerciales con Rusia. Las ciudades del Rin y, más tarde, las ciudades alemanas del norte empezaron a formar asociaciones de comercio, la más poderosa de las cuales fue la Hansa Teutónica. Esta asociación acordó bastantes tratados comerciales, creó nuevos centros de comercio y civilización, contribuyó al desarrollo agrícola y de las artes menores, favoreció la construcción de canales y carreteras, e incluso declaraba la guerra. La desintegración de la Hansa empezó a finales del siglo XV y se acabó en 1669 definitivamente.
En el momento de máximo esplendor de la Hansa, los ricos burgueses erigieron murallas en las ciudades, financiaron la construcción de catedrales y de ayuntamientos y lugares de reunión de gremios como expresiones de orgullo ciudadano. Hacia mediados del siglo XIII, las influencias del gótico francés llegaron a la arquitectura alemana. Las elevadas catedrales de Bamberg, Estrasburgo, Naumburg y Colonia fueron ricamente decoradas con esculturas e iluminadas en su interior gracias a los grandes ventanales de arcos ojivales donde instalaban magníficas vidrieras.
La cultura francesa también afectó a la literatura alemana. Los nobles y caballeros errantes, denominados los minnesänger, escribieron y recitaron elegantes poemas de amor en la tradición de los trovadores de la Provenza francesa. Entre los primeros cabe destacar a Reinmar von Hagenau y Walter von der Vogelweide. Otros poetas, denominados spielleute, realizaban composiciones épicas. Gottfried von Strassburg y Wolfram von Eschenbach trataron el ciclo artúrico francés; sin embargo, los dos relatos épicos más importantes —el Niebelungenlied y el Gudrunlied— están basados en las tradiciones germanas.
	7.5
	
	Finales de la edad media y principios del renacimiento
A finales de la edad media, la gran estirpe de duques se había extinguido y se crearon nuevos principados. Tres casas reales —Habsburgo, Wittelsbach y Luxemburgo— lucharon por los derechos dinásticos de la corona imperial.
	7.5.1
	
	Rivalidad principesca
En 1273, los electores pusieron fin al Gran Interregnum al elegir emperador a Rodolfo de Habsburgo, un príncipe menor de Suabia incapaz de recuperar las propiedades imperiales que habían sido usurpadas. Rodolfo I de Habsburgo se concentró en agrandar las posesiones de su familia. Ayudado por los Wittelsbachs y otros, derrotó al rey de bohemia, Premysl Otakar II, y reconquistó las posesiones que éste había usurpado —Austria, Estiria, Carintia y Carniola— para sus dos hijos, así que hizo de los Habsburgo una de las grandes potencias del Imperio.
Tras la muerte de Rodolfo, los electores eligieron a Adolfo de Nassau pero lo depusieron cuando impuso excesivamente su autoridad. Alberto I, su sucesor, mostró sus deseos de incrementar su territorio pero murió en una expedición a Suiza. En la búsqueda de un nuevo emperador, los electores votaron a Enrique, conde de Luxemburgo. Inquieto por restaurar los derechos imperiales en Italia, Enrique VII cruzó los Alpes en 1310 y sometió temporalmente a Lombardía; fue coronado por el pueblo romano, al abandonar Roma durante el Cisma de Aviñón, también denominado “cautividad de Babilonia”. Murió intentando conquistar Nápoles a los franceses.
La guerra civil hizo entonces estragos hasta que el candidato de los Wittelsbach al trono, Luis de Baviera, derrotó a Federico I de Habsburgo en la batalla de Mühldorf en 1322. Luis IV de Baviera logró ser coronado en Italia, pero el papa Juan XXII, que puso objeciones a su intervención en la política italiana, invalidó su título y lo excomulgó. Luis convocó entonces un consejo eclesiástico e instaló al antipapa, Nicolás V, en Roma. En 1338, en la Dieta de Rhense, los electores hicieron una declaración trascendental: el rey de los alemanes sería elegido por mayoría electoral, así se evitaría la guerra civil, y sería automáticamente nombrado emperador sin ser coronado por el papa; esto se reflejó en el título, que se hizo oficial en el siglo XV, Sacro Emperador Romano Germánico.
	7.5.2
	
	El linaje de Luxemburgo
Los papas, por supuesto, se opusieron a esta decisión. Clemente VI entabló negociaciones con Carlos, rey de Bohemia y nieto de Enrique VII. En 1347, fue elegido por cinco de los siete Electores, quienes habían depuesto previamente a Luis. Carlos IV de Luxemburgo ignoró diplomáticamente la cuestión del consentimiento papal. En la Bula de Oro (1356) especificaba quiénes serían desde entonces los siete electores: los obispos de Maguncia, Tréveris y Colonia, el conde del Palatinado, el duque de Sajonia (un viejo título para un nuevo estado en el este), el margrave (conde) de Brandeburgo y el rey de Bohemia. A causa de que la bula hacía sus posesiones indivisibles, les otorgaba los monopolios de minas y aduanas, y les aseguraba donaciones de los candidatos, se convirtieron en los más poderosos de todos los príncipes.
Al haber asegurado el poder de los príncipes, Carlos IV reforzó su propia dinastía en Bohemia. Adquirió Brandeburgo y tomó Silesia a Polonia para extender el Imperio hacia el este. Para obtener dinero, fomentó las industrias de la plata, vidrio y papel de Bohemia; embelleció Praga, su capital, con nuevos edificios de estilo gótico tardío, fundó una destacada universidad y mantuvo una corte brillante.
El hijo de Carlos, Segismundo de Luxemburgo, forzó al papa Juan XXII a convocar el Concilio de Constanza (1414-1418), que puso fin al Gran Cisma en el Papado. Pero, como rey de Bohemia, se mantuvo muy apegado a sus propias posesiones dinásticas. El movimiento husita convulsionó Bohemia, al combinar los sentimientos tradicionales checos con el deseo de reformar en profundidad la Iglesia. Segismundo invitó al reformador Jan Hus para exponer sus puntos de vista (bajo la protección imperial) en el Concilio de Constanza, pero no pudo evitar que el Concilio lo condenara después a morir en la hoguera por hereje. El resultado fue el estallido de las Guerras Husitas, en las que la facción denominada de los calixtinos obtuvo algunas concesiones de la Iglesia y de Segismundo a cambio de su reconciliación.
	7.5.3
	
	El linaje de los Habsburgo
Cuando Segismundo murió sin heredero, los electores eligieron por unanimidad a su hijastro Alberto de Austria, de la familia de los Habsburgo, que se convirtió en emperador como Alberto V el Ilustre. Desde ese momento, la corona imperial se hizo en la práctica, aunque no en teoría,hereditaria de la casa de los Habsburgo. Alberto V el Ilustre murió mientras se desarrollaba la guerra civil en Bohemia y se producía una invasión otomana en Hungría. Su primo y sucesor, Federico III de Estiria, perdió Hungría y Bohemia y vendió Luxemburgo a Francia, mientras luchaba contra los príncipes alemanes y los turcos alcanzaban las fronteras del Imperio. En 1486, los príncipes le forzaron a ceder su autoridad a su hijo, pero hasta 1493 mantuvo el título de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Maximiliano I, mecenas del arte, dispuso muchos planes que nunca se materializaron. Su mayor éxito fue la política matrimonial en beneficio de su familia. Mediante su propio matrimonio con María de Borgoña adquirió un rico territorio que comprendía las prósperas ciudades flamencas. El territorio de Borgoña, de habla francesa, fue la causa inicial de que la enemistad entre los Habsburgo y los Valois se mantuviera durante los próximos tres siglos. Mediante el matrimonio de su hijo, Felipe el Hermoso, con la heredera de España, Juana la Loca, Maximiliano sentó las bases para la futura unión de las coronas de Castilla y Aragón y el Imperio. Mediante la promesa de matrimonio entre su nieto Fernando y la heredera de Hungría y Bohemia, añadió aquellos estados al patrimonio familiar.
	7.5.4
	
	La sociedad del siglo XV
En el Imperio, como en el resto de Europa, el siglo XV fue una época de transición de la economía feudal de la edad media a la economía monetaria de la época moderna. El proceso creó tensiones entre todas las clases de la sociedad.
	7.5.4.1
	
	La nobleza
La nobleza alemana comprendía los grandes electores y otros príncipes de los 240 estados que integraban el Imperio, hasta los caballeros menores que mantenían feudos directos del emperador. Tenían jurisdicción suprema en sus territorios, revisados sólo por las Dietas en las que estaban representados los nobles, el clero y los ciudadanos, los cuales sólo podían recaudar los impuestos necesarios para pagar nuevas armas y soldados mercenarios. Cuando los precios se elevaron y no lo hicieron en la misma medida los de los productos de sus tierras, toda la nobleza cayó presa del endeudamiento. Algunos obligaron a pagar más impuestos y a realizar más servicios feudales a sus campesinos, mientras que otros recurrieron a atacar las tierras de otros nobles o a las ciudades, e incluso hubo quien vendió sus servicios militares como mercenarios.
	7.5.4.2
	
	Las ciudades
Como centros de comercio, las ciudades se hicieron cada vez más importantes en una economía monetaria. En el sur, Nuremberg y Augsburgo (la sede de la familia de banqueros Fugger) explotaron las minas de sus proximidades y desarrollaron el comercio con Italia. En el norte, Lübeck, Hamburgo y otras ciudades de la Hansa Teutónica desarrollaron un comercio activo con Gran Bretaña y Escandinavia. Dentro de las ciudades, los antiguos gremios de comerciantes y los nuevos gremios de artesanos, ambos prácticamente hereditarios, lucharon por el poder municipal, en un conflicto donde los grupos más humildes no tenían derecho a opinar. A medida que su comercio crecía, las demandas de las ciudades para liberarse de las tasas locales impuestas en carreteras y ríos a menudo provocaron la guerra entre los nobles.
	7.5.4.3
	
	Los campesinos
Quizás hasta un tercio de los campesinos, el mismo porcentaje estimado para el resto de la población, murió durante la plaga de peste que asoló Europa a mediados del siglo XIV. Entre los supervivientes, eran numerosos quienes habían perdido sus terrenos a través de la frecuente subdivisión entre los herederos. Muchos de éstos emigraron a las ciudades, mientras que la mayor parte perdió algunos derechos y libertades que habían poseído tradicionalmente, cuando los señores procuraron mantenerlos en la tierra y hacerles tan rentables como fuera posible. Los campesinos, especialmente en el sur de Alemania, recurrieron finalmente a la protesta violenta.
	7.5.4.4
	
	La Iglesia
Las peticiones de reforma de la Iglesia habían surgido al menos desde el siglo XI con el movimiento cluniacense; durante el final de la edad media y comienzos del renacimiento se hicieron más insistentes. En el aspecto político, la Iglesia perdió su prestigio como resultado de la ya mencionada cautividad de Babilonia y el consiguiente Gran Cisma de Occidente en el Papado.
En lo referente a la economía, la creciente necesidad de más dinero condujo a críticas sobre la situación de la Iglesia. La gente objetó que poseía muchas propiedades y ejercía una gran presión sobre sus arrendatarios, aunque no pagaba impuestos. Los aspectos económicos y políticos venían unidos al creciente resentimiento alemán de enviar dinero para mantener al papa en Roma.
La Iglesia también fue atacada desde el punto de vista intelectual por los estudios humanistas de autores de la antigüedad clásica que se extendían desde Italia septentrional. Nicolás de Cusa propuso una teoría heliocéntrica de la astronomía que socavaba la aceptada visión bíblica de la creación. Los autores humanistas como Conradus Celtes, Willibald Pirkheimer, Johannes Reuchlin y Erasmo de Rotterdam propugnaban la pureza lingüística en el estudio bíblico y de otros textos, y satirizaban los abusos cometidos por la jerarquía eclesiástica. La invención de la imprenta por Johann Gutenberg hizo posible editar biblias, otros libros y panfletos en gran cantidad y a bajo coste. En consecuencia, los nuevos conocimientos podían llegar a más gente, lo que preparó el terreno intelectual para la Reforma.
	7.6
	
	Periodo de conflictos religiosos
Las inquietudes espirituales de Martín Lutero se combinaron con las ambiciones seculares de los príncipes alemanes para producir la Reforma protestante. El movimiento para la reforma religiosa propugnaba la libertad religiosa aun a costa de la unidad cristiana de Occidente. Las luchas religiosas intensificaron los conflictos políticos europeos durante cien años.
	7.6.1
	
	La Reforma protestante
En 1519, Carlos I de España y V de Alemania sucedió a su abuelo Maximiliano como emperador del Sacro Imperio Romano. Dedicó su vida a preservar un imperio medieval unido en la fe, un esfuerzo sin fruto en la sociedad plural creada por los reformadores y las fuerzas seculares.
	7.6.1.1
	
	Lutero
Una figura clave del nuevo periodo fue Martín Lutero, un fraile agustino que estaba preocupado por los abusos dentro de la Iglesia. Se indignó particularmente por la campaña llevada a cabo sin ningún tipo de escrúpulos para vender indulgencias, por las que se perdonaban los castigos y penitencias que deberían realizarse tras haber pecado. En 1517, Lutero publicó una lista de 95 tesis atacando las indulgencias, que provocaron una gran controversia.
En 1520, Lutero redactó tres panfletos que declaraban sus creencias en la libertad de la conciencia cristiana, formada sólo por la Biblia, el sacerdocio de todos los creyentes y una Iglesia mantenida por el Estado. A causa de que estas doctrinas atacaban a la raíz de la autoridad eclesiástica, el papa León X publicó una bula que condenaba sus obras. Lutero quemó la bula y fue excomulgado. Carlos I lo emplazó para que se defendiera en la Dieta de Worms (1521) y, cuando Lutero rechazó retractarse, lo proscribió. Sin embargo, Federico el Sabio, elector de Sajonia, acogió a Lutero en el castillo de Wartburg, donde empezó a traducir la Biblia al alemán.
Las ideas luteranas, en parte una continuación de las herejías husitas, fueron recibidas favorablemente por muchos. Sin embargo, estas cuestiones de conciencia se manifestaron de forma extremista o se mezclaron con situaciones socioeconómicas injustas. En Karlstadt se produjeron ataques iconoclastas contra las pinturas, estatuas y vidrieras que había en las iglesias. El caballero mercenario Franz von Sickingen condujo al sur a caballeros germanos arruinados con la esperanza de enfrentarse a los señores eclesiásticos y conseguir las propiedades de la Iglesia. Los grupos de campesinos, que querían volver a las viejas formas, saquearon y quemaron

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