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312 SECCIÓN III Bacteriología también se pierde después de aplicar ultrasonido en las mico- bacterias. El análisis de los lípidos por cromatografía gaseosa indica características que facilitan la clasifi cación de especies diferentes. Las cepas virulentas de bacilos tuberculosos forman “cor- dones serpentinos” microscópicos en que los bacilos acidorre- sistentes están dispuestos en cadenas paralelas. La formación de cordones guarda relación con la virulencia. De los bacilos virulentos se ha extraído con éter de petróleo un “factor de cor- dones” (trehalosa 6,6ʹ-dimicolato); éste inhibe la migración de leucocitos, causa granulomas crónicos y a veces actúa como un “coadyuvante” inmunológico. B. Proteínas Cada tipo de MICOBACTERIAS contiene proteínas que desen- cadenan la reacción tuberculínica. Las proteínas fi jadas a una fracción de cera, después de inyectadas, inducen sensibilidad a la tuberculina. También estimulan la formación de diversos anticuerpos. C. Polisacáridos Las micobacterias contienen diversos polisacáridos, aunque no se ha dilucidado su participación en la patogenia de la enferme- dad. Inducen el tipo de hipersensibilidad inmediata y pueden actuar como antígenos en reacciones con suero de personas infectadas. Patogenia Las micobacterias son expulsadas en gotitas que tienen menos de 25 μm de diámetro cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Las gotitas se evaporan y dejan microor- ganismos que por su pequeñez después de inhalados pueden ser depositados en los alvéolos. En el interior de ellos, el sis- tema inmunitario del hospedador reacciona con la liberación de citocinas y linfocinas que estimulan a monocitos y macrófa- gos. Las micobacterias comienzan a multiplicarse dentro de los macrófagos y algunos de ellos terminan por tener una mayor capacidad de destruir el microorganismo, en tanto que otros pueden ser destruidos por él. Las lesiones patógenas relaciona- das con infección se desarrollan en el pulmón uno a dos meses después de la exposición. Pueden surgir dos tipos de lesiones, que se describirán en párrafos siguientes en el apartado de Anatomía patológica. La resistencia y la hipersensibilidad del hospedador infl uyen enormemente en la evolución de la enfer- medad y en el tipo de lesiones que se presenten. Anatomía patológica La génesis y el desarrollo de lesiones y su curación o evolución dependen principalmente de: 1) el número de micobacterias en el inóculo y su proliferación ulterior, y 2) el tipo de hospedador y su respuesta inmunológica. A. Dos lesiones principales 1. Tipo exudativo. Esta lesión consiste en una reacción infl amatoria aguda, con líquido de edema, presencia de leuco- citos polimorfonucleares y más tarde de monocitos alrededor de los bacilos tuberculosos. La lesión en cuestión se identi- fi ca en particular en tejido pulmonar, en donde se asemeja al cuadro de neumonía bacteriana. Puede desaparecer por reso- lución de modo que el exudado en su totalidad es absorbido; puede originar necrosis masiva de tejido o transformarse en un segundo tipo de lesión (productiva). En la fase exudativa, la prueba de tuberculina se torna positiva. 2. Tipo productivo (proliferativo). Cuando está total- mente desarrollada, esta lesión, un granuloma crónico, com- prende tres zonas: 1) una zona central de grandes células gigantes multinucleadas que contienen bacilos tuberculosos; 2) una zona media de células epitelioides pálidas dispuestas a menudo en forma radiada, y 3) una zona periférica de fi bro- blastos, linfocitos y monocitos. Más adelante, surge tejido fi broso periférico y la zona central presenta necrosis caseosa; tal lesión recibe el nombre de tubérculo. El tubérculo caseoso puede romperse y vaciar su contenido en un bronquio y formar una cavidad. Más adelante cura por fi brosis o calcifi cación. B. Propagación de microorganismos en el hospedador Los bacilos tuberculosos se propagan en el hospedador por extensión directa, a través de conductos linfáticos y torrente sanguíneo, y también por los bronquios y vías gastrointestinales. En la infección primaria, los bacilos tuberculosos siempre se propagan desde el sitio inicial, por medio de vasos linfáticos hacia los ganglios linfáticos regionales. Los bacilos se distri- buyen más lejos y llegan a la circulación sanguínea, que a su vez los transporta a todos los órganos (distribución miliar). La invasión al torrente sanguíneo también puede hacerse porque un tubérculo o un ganglio linfático caseifi cados erosionan una vena, y si dicha lesión vacía su contenido en un bronquio, es aspirado y distribuido a otras zonas de los pulmones o deglu- tido, y llega al estómago y los intestinos. C. Sitios intracelulares de proliferación Una vez que las micobacterias se establecen en los tejidos, lo hacen más bien en el interior de los monocitos, células reticu- loendoteliales y células gigantes. La localización intracelular es una de las características que difi culta la quimioterapia y faci- lita la persistencia microbiana. En el interior de las células de animales inmunes queda fuertemente inhibida la multiplica- ción de los bacilos tuberculosos. Infección primaria y reactivación Tipos de tuberculosis Cuando el hospedador entra en contacto por primera vez con los bacilos tuberculosos, por lo común se observan las siguien- tes características: 1) surge una lesión exudativa aguda que se propaga de modo rápido a vasos linfáticos y ganglios linfáticos regionales. La lesión mencionada en los tejidos suele curar en muy corto plazo; 2) el ganglio linfático experimenta caseifi ca- ción masiva; por lo común termina calcifi cado (lesión de Ghon), y 3) la prueba con tuberculina adquiere carácter positivo. Como se describió a principios del siglo xx, la infección primaria ocurre por lo general en la niñez y afecta cualquier 23 Chapter 23_Carroll_4R.indd 31223 Chapter 23_Carroll_4R.indd 312 14/04/16 18:1814/04/16 18:18
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