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344 SECCIÓN III Bacteriología tejidos, plasma y sangre periférica, así como muestras de capa leucocítica. Las técnicas moleculares se han aplicado asimismo para la detección de rickettsias en los vectores. La disponibili- dad de estas pruebas es limitada, se encuentran sobre todo en laboratorios de referencia. La serología es el método principal disponible en labora- torios clínicos para el diagnóstico de infecciones por rickett - sias. Las pruebas serológicas de uso más amplio son la inmu- nofl uorescencia indirecta y los enzimoinmunoanálisis (véase antes). La fi jación del complemento ya no se utiliza en muchos laboratorios. Durante el curso de la enfermedad debería demostrarse un aumento de anticuerpos. En la RMSF, la res- puesta de anticuerpo puede presentarse después de la segunda semana de la enfermedad. Tratamiento Las tetraciclinas, y de preferencia la doxiciclina, son efi caces si el tratamiento se emprende de manera inmediata. La doxi- ciclina se administra diariamente por vía oral y se continúa durante tres a cuatro días después que la fi ebre mostró defer- vescencia. En los pacientes graves, las primeras dosis se admi- nistran por vía intramuscular. El cloramfenicol también es efectivo. Las sulfonamidas agravan la enfermedad y están contra- indicadas. Es escasa la experiencia clínica con las fl uoroquinolonas, aunque se ha demostrado que poseen actividad in vitro. Epidemiología Diversos artrópodos, en especial garrapatas y ácaros, alber- gan microorganismos similares a rickettsias en las células que revisten el aparato digestivo. Muchos de estos microorganis- mos no son patógenos para el ser humano. Los ciclos vitales de las distintas rickettsias varían. R. pro- wazekii tiene un ciclo vital en el hombre y en el piojo del ser humano (Pediculus humanus corporis y Pediculus humanus capitis). El piojo adquiere el microorganismo al morder a per- sonas infectadas y lo transmite al evacuar sobre la piel de otra persona. Cuando un piojo muerde, defeca al mismo tiempo. La rickettsia excretada en las heces fecales penetra en la piel cuando la persona se rasca el área de la mordedura. Como resul- tado de la infección, el piojo muere pero el microorganismo permanece viable durante cierto tiempo en sus heces fecales secas. Las rickettsias no se transmiten de una generación de pio- jos a otra. La desparasitación de gran parte de la población con insecticidas ha permitido contener la epidemia de tifus. La enfermedad de Brill-Zinsser es una recrudescencia de un tifus antiguo. Las rickettsias persisten durante varios años en los ganglios linfáticos del individuo sin que se manifi esten síntomas. Las rickettsias aisladas en estos casos se comportan como la R. prowazekii clásica; lo anterior sugiere que el ser humano mismo es el reservorio de estas rickettsias del tifus epidémico. El tifus epidémico está muy relacionado con las guerras y la higiene personal defi ciente, lo que facilita la pro- liferación de los piojos. Si esto ocurre en el momento en el que recrudece un tifus antiguo, surge una epidemia. La enferme- dad de Brill-Zinsser ocurre en ciertas poblaciones donde existe tifus y además en personas que emigran desde estas regiones hasta otras zonas donde no existe la enfermedad. Las caracte- rísticas serológicas permiten distinguir con facilidad a la enfer- medad de Brill del tifus epidémico primario. Los anticuerpos surgen antes y corresponden a IgG en lugar de la IgM detectada después de la infección primaria. Alcanzan su punto máximo hacia el décimo día de la enfermedad. Esta respuesta precoz de anticuerpos IgG y la evolución benigna de la enfermedad sugieren que aún existe inmunidad parcial por la infección primaria. En Estados Unidos, R. prowazekii tiene un reservorio fuera del ser humano en la ardilla voladora del sur, Glaucomys volans. En las regiones donde esta ardilla es oriunda (desde el sur de Maine hasta Florida y el centro de Estados Unidos), han ocurrido infecciones en seres humanos que han sido mordidos por los ectoparásitos de este roedor. La infección entre seres humanos tiene lugar por medio del piojo Pediculus humanus corporis. Informes recientes indican que el tifus epidémico puede aumentar en algunas áreas; R. prowazekii se considera una amenaza biológica. El reservorio de R. typhi es la rata, que padece una infec- ción oculta y prolongada. La pulga de la rata transporta a la rickettsia entre roedores y en ocasiones de roedores a seres humanos, los que desarrollan tifus endémico. Algunas veces la pulga de gato sirve como vector. En el tifus endémico, la pulga no puede transmitir la rickettsia por vía transovárica. El reservorio verdadero de O. tsutsugamushi es el ácaro que infesta a los roedores. Las rickettsias permanecen en las ratas durante más de un año después de la infección. Los áca- ros transmiten la infección por vía transovárica. En ocasiones, los ácaros o pulgas infectadas muerden a los seres humanos, generando fi ebre tsutsugamushi. Las rickettsias permanecen en el ciclo ácaro-rata-ácaro en los matorrales o la vegetación secundaria de la selva que ha sustituido a la selva virgen en las regiones donde existen cultivos parciales. Estas zonas se infes- tan con ratas y ácaros trombicúlidos. R. rickettsii habita en las garrapatas sanas de la madera (Dermacentor andersoni) y se transmite por vía transovárica. Las garrapatas infectadas en la región occidental de Estados Unidos en ocasiones muerden a algunos vertebrados como roedores, venados y seres humanos. Para transmitir la enfer- medad, la garrapata que transporta a las rickettsias debe estar llena de sangre, puesto que de esta manera aumenta el número de rickettsias en la garrapata. Así, deben transcurrir entre 45 y 90 min entre el momento en el que la garrapata se adhiere y el contagio. En la región occidental de Estados Unidos, las garra- patas de perro Dermacentor variabilis y Rhipicephalus san- guineus transmiten la RMSF. Los perros son hospedadores de estas garrapatas y reservorios de la infección. Otro reservorio son los roedores pequeños. En la actualidad, la mayor parte de los casos de RMSF en Estados Unidos ocurre en el este y sureste de dicho país. Los vectores de R. akari son ácaros hematófagos de la espe- cie Liponyssoides sanguineus. Estos ácaros habitan en los rato- nes (Mus musculus) atrapados en viviendas de Estados Unidos donde ha ocurrido rickettsiosis variceliforme. Las rickettsias se transmiten por vía transovárica en el ácaro. Así, el ácaro actúa como reservorio verdadero y además vector. En Europa Orien- tal, Turquía y Corea se ha aislado R. akari. 26 Chapter 26_Carroll_4R.indd 34426 Chapter 26_Carroll_4R.indd 344 14/04/16 18:1914/04/16 18:19
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