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Por la presencia de los plexos cervicales, braquiales y lumbosacros, los axones de las células del asta gris anterior se distribuyen en varios nervios periféricos. El médico, al conocer este hecho, es capaz de distinguir entre la lesión de un segmento de la médula espinal, una raíz anterior o un nervio raquídeo por una parte, y la lesión de un nervio periférico por otra. Por ejemplo, el nervio musculocutáneo del brazo, que recibe fibras nerviosas de los segmentos cervicales quinto, sexto y séptimo de la médula espinal, inerva un número finito de músculos –es decir, los músculos bíceps braquial, braquial y coracobraquial–, y una sección de dicho nervio daría lugar a la parálisis total de estos músculos; una lesión de los segmentos medulares cervicales quinto, sexto y séptimo, o sus raíces anteriores o sus nervios raquídeos, daría lugar a la parálisis de estos músculos; una lesión de los segmentos medulares cervicales quinto, sexto y séptimo daría lugar a la parálisis de estos músculos y también a una parálisis parcial de otros muchos músculos, como el deltoides, supraespinoso, redondo menor e infraespinoso. Debe memorizarse la inervación segmentaria del bíceps braquial, tríceps, braquiorradial, músculos de la pared abdominal anterior, cuádriceps femoral, gastrocnemio y sóleo, ya que es fácil explorarlos al producir su contracción refleja (v. pág. 100). Tono muscular El tono del músculo esquelético se debe a la presencia de unas pocas fibras musculares en el interior del músculo que se hallan en estado de contracción completa permanente. El tono muscular está controlado de modo reflejo por las terminaciones nerviosas aferentes situadas en el propio músculo. Por consiguiente, esto quiere decir que cualquier proceso patológico que interfiera en cualquier parte del arco reflejo abolirá el tono muscular. Algunos ejemplos son la infección sifilítica de la raíz posterior (tabes dorsal), la destrucción de las células motoras de la columna gris anterior, como en la poliomielitis o siringomielia, la destrucción de un segmento de la médula espinal por traumatismo o presión por un tumor, la sección de una raíz anterior, la presión sobre un nervio raquídeo por un disco intervertebral prolapsado o la sección de un nervio periférico, como en una herida por arma blanca. Todas estas afecciones clínicas dan lugar a la pérdida del tono muscular. Aunque se ha subrayado que el mecanismo básico del tono muscular es la integridad del reflejo medular segmentario, no hay que olvidar que esta actividad refleja está influida por impulsos nerviosos recibidos por las células del asta anterior de todos los niveles del cerebro y de la médula espinal. El shock medular, que sigue a una lesión de la médula espinal y está causado por la pérdida de actividad funcional de las neuronas, da lugar a disminución del tono muscular. La enfermedad cerebelosa también origina una disminución del tono muscular, porque el cerebelo facilita el reflejo de estiramiento. La formación reticular tiende habitualmente a aumentar el tono muscular, pero su actividad se ve inhibida por los centros cerebrales superiores. Por consiguiente, se deduce que si el control cerebral superior queda interferido por traumatismo o 220 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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