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Resumen El adenocarcinoma endometrioide es una forma poco frecuente de carcinoma de ovario. Su etiopatogenia es desconocida, siendo diagnosticado en un 15-42% de las casos en pacientes que padecen endometriosis. La edad de diagnóstico se encuentra entre los 40-50 años, con frecuencia en estadios iniciales de la enfermedad. El tratamiento de esta patología requiere de un equipo multidisciplinar, basado en una cirugía de citorreducción óptima que en ocasiones deberá asociarse a tratamiento quimioterápico. La supervivencia es mejor que para otros histotipos de carcinoma ovárico, con menor tasa de recurrencia y de mortalidad. Presentamos el caso de una mujer de 76 años, sin antecedente de endometriosis, diagnosticada de adenocarcinoma endometrioide ovárico bien diferenciado con áreas bien definidas de tumor borderline y adenofibroma. Además realizamos una revisión de la literatura publicada en la base de datos PubMed® entre 2015 y 2021. La coexistencia de estos tumores sugieren el posible desarrollo de carcinomas endometrioides a partir de adenofibromas. La heterogeneidad de las neoplasias ováricas hacen necesario desarrollar estudios que permitan catalogarlos de manera específica y determinar sus patrones histológicos, moleculares e inmunohistoquímicos. Palabras clave: Adenocarcinoma endometrioide. Ovario. Menopausia. Key words: Endometrioid adenocarcinoma. Ovary. Menopause. Recibido: 13/10/2021 Aceptado: 22/10/2021 Rodríguez Pérez A, Luque González P, Caruso A, Polo Velasco A, Rodríguez Jiménez I, Gutiérrez Domingo Á, Pantoja Garrido M. Adenocarcinoma endometrioide de ovario con áreas de tumor borderline y adenofibroma en paciente menopáusica, sin antecedente de endometriosis. Prog Obstet Ginecol 2021;64:188-190. Adenocarcinoma endometrioide de ovario con áreas de tumor borderline y adenofibroma en paciente menopáusica, sin antecedente de endometriosis Ovarian endometrioid adenocarcinoma with borderline and adenofibroma areas in a menopausal patient without endometriosis history Alba Rodríguez Pérez1, Pablo Luque González1, Andrea Caruso2, Alfredo Polo Velasco1, Inmaculada Rodríguez Jiménez1, Álvaro Gutiérrez Domingo3 y Manuel Pantoja Garrido1 1Unidad de Gestión Clínica de Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla. 2Servicio de Ginecología. Hospital San Juan de Dios del Aljarafe. Bormujos. Sevilla. 3Unidad de Gestión Clínica de Anatomía Patológica. Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia P R O G R E S O S D E O b s t e t r i c i a G i n e c o l o g í a y Revista Oficial de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia Prog Obstet Ginecol 2021;64:188-190 Correspondencia: Andrea Caruso Servicio de Ginecología Hospital San Juan de Dios del Aljarafe Av. San Juan de Dios, s/n 41930 Bormujos, Sevilla e-mail: andr.caruso@gmail.com Abstract Endometrioid adenocarcinoma is an uncommon form of ovarian carcinoma. Its etiopathogenesis is unknown, being diagnosed in 15-42% of cases in women suffering from endometriosis. The age of diagnosis is between 40-50 years, frequently in an early stage of the disease. The treatment requires a multidisciplinary team, based on optimal debulking surgery that sometimes must be associated chemotherapy treatment. As to survival, is better than other histotypes of ovarian carcinoma, with a lower rate o recurrence and mortality. We present the case of 76-year-old women diagnosed of well differentiared endometrioid ovarian adenocarcinoma, without history of endome- triois with focus borderline tumour and adenofibroma. We also conducted a review of the literature publiseh in PubMed® database between 2015 and 2021. These simultaneous tumours suggest a develop from preexisting adenofbromas. Ovarian neoplasm are an heteogeneous group of tumours, due to it is necessary to develop studies that allow cataloged them and their histological, molecular and immunohistochemical patterns determined. Práctica Clínica 188 A. Rodríguez Pérez et al. [Prog Obstet Ginecol 2021;64:188-190] INTRODUCCIÓN El adenocarcinoma endometrioide es uno de los his- totipos de carcinoma de ovario reconocidos por la Orga- nización Mundial de la Salud (OMS) en su clasificación histopatológica de 2014 (1), con una baja frecuencia (2). Su etiopatogenia es desconocida (3) y su clínica inespecí- fica, destacando la aparición de sintomatología abdomi- nal como dolor o distensión (4). Alrededor del 15-20% de estos tumores se asocian a endometriosis aunque alcanza el 42% en algunas series de casos (2). La edad promedio al diagnóstico se sitúa entre los 40 y 50 años (2), siendo más precoz que en otros histotipos de neoplasia ovárica (5); al igual que con el estadio de la enfermedad (5) ya que un 43% de los casos se diagnostican en estadio I de la FIGO (2). El tratamiento de esta patología suele precisar de un abordaje multidisciplinar, basado en una cirugía de cito- rreducción óptima asociada o no a una terapia sistémica con agentes quimioterápicos como el carboplatino y el paclitaxel (6). La supervivencia global es mayor que para otros histoti- pos de carcinoma ovárico (4). A los 5 años oscila entre el 80,6 (5)-86% (7) frente al 35% (5) para el carcinoma seroso o el 70% (7) del carcinoma mucinoso; al igual que el riesgo de mortalidad o la tasa de recurrencia, significativamente menores que en el carcinoma seroso (5). A continuación, se presenta el caso de una mujer de 76 años diagnosticada de adenocarcinoma endometrioide ovárico bien diferenciado tras el hallazgo radiológico de una masa abdominal altamente sospechosa de maligni- dad. Se ha realizado una revisión bibliográfica de la litera- tura disponible a fecha de mayo 2021 en la base de datos PubMed®, de los trabajos con más evidencia publicados entre 2015 y 2021. CASO CLÍNICO Se trata de una mujer de 76 años que fue derivada a la consulta de Ginecología Oncológica tras iniciar un estudio por presentar un síndrome constitucional, con el hallaz- go en una prueba de imagen compatible con neoplasia ginecológica. Como antecedentes de interés la paciente padecía diabetes mellitus tipo 2 con buen control con anti- diabéticos orales e hipertensión arterial. Había sido inter- venida de una apendicectomía y faquectomía bilateral, siendo fumadora de 8 cigarrillos diarios. No presentaba antecedentes ginecobstétricos de interés, ni antecedentes familiares oncológicos. La paciente refería pérdida de 8 kilogramos de peso en los últimos dos meses, anorexia y astenia generalizada, así como temblores y debilidad de miembros inferiores, negando sudoración noctur- na o sangrados de origen digestivo. La tomografía axial computerizada (TAC) informaba de una masa pélvica de 14x11x13 cm, sólida, con áreas hipodensas en su interior que mostraba una captación no uniforme del contraste (Fig. 1). Se observaban adenopatías ilíacas y femorales aumentadas de tamaño con centro hipodenso de caracte- rísticas patológicas. En la exploración ecográfica se visua- lizaba una formación eminentemente sólida con zonas sospechosa de necrosis, que podrían corresponderse con gran mioma, sarcoma o tumoración anexial. Los marca- dores tumorales presentaban una elevación de CA 125 (242 U/ml) y normalidad de antígeno carcinoembrionario, alfa-Fetoproteína, CA 15,3 y CA 19,9. Se consideró como primera actitud diagnóstica realizar una laparotomía con una exploración minuciosa de la cavidad abdominopélvi- ca; con el hallazgo de una tumoración anexial izquierda retroperitoneal, íntimamente adherida a la cara posterior del útero y la vejiga, que se extirpó completamente con integridad de la cápsula. La biopsia intraoperatoria infor- mó de adenocarcinoma, por lo que se completó la cirugía de estadiaje con histerectomía total, doble anexectomía, omentectomía, linfadenectomía pélvica y aortocava. La intervención se complicó con una apertura accidental de la cara anterior de la vejiga durante la exéresisde la masa, que se suturó mediante doble capa, comproban- do la estanqueidad durante la intervención. La evolución posoperatoria fue muy favorable, recibiendo el alta hospi- talaria a los 4 días de la intervención, con un buen estado general. La biopsia de las diferentes piezas quirúrgicas de forma diferida informó de un adenocarcinoma endome- trioide bien diferenciado, con áreas de adenofibroma y tumor endometrioide borderline (Fig. 2). El resto del aná- lisis no demostró signos neoplásicos. Tras la valoración por oncología se decidió realizar seguimiento sin necesidad de instaurar tratamiento quimioterápico o radioterápico adyuvante. Actualmente, continúa realizando seguimiento mediante pruebas de imagen y marcadores tumorales, sin evidencia de enfermedad. Figura 1. Masa pélvica de 14x11x13cm, de características sólidas, con áreas hipodensas en su interior. 189ADENOCARCINOMA ENDOMETRIOIDE DE OVARIO CON ÁREAS DE TUMOR BORDERLINE Y ADENOFIBROMA EN PACIENTE MENOPÁUSICA, SIN ANTECEDENTE DE ENDOMETRIOSIS [Prog Obstet Ginecol 2021;64:188-190] DISCUSIÓN El adenocarcinoma ovárico de estirpe endometrioide es una rara entidad que representa el 10-15% de los car- cinomas de ovario (2) y el 2-3% de las neoplasias ováricas borderline (8). Suele presentarse en mujeres en estado peri o posmenopáusico de aproximadamente 51 años (9), a diferencia de nuestra paciente, que se encontraba en la séptima década de la vida. Al diagnosticar este tipo de neoplasia es frecuente hallar de manera concomitan- te endometriosis (8); sin embargo, en nuestra paciente no se encontró ningún foco endometriósico en el estudio anatomopatológico de las piezas quirúrgicas ni durante la intervención. Este tipo de tumoraciones pueden asociarse a endometriosis (10), síndrome de Lynch (11) o, como en nuestro caso, a componente de adenofibroma endome- trioide o de neoplasia borderline (10). Existe escasa bibliografía acerca de la presencia de estas lesiones sin asociación a endometriosis aunque parecen mostrar características similares a los casos en los que existe esa relación (8). Se diferencian en que en los casos asociados con endometriosis suelen desarrollarse o diag- nosticarse en edades premenopáusicas dado que es más probable que estas pacientes consulten por sintomato- logía endometriósica, como dismenorrea o dispareunia y pueden presentar niveles de CA125 más elevados (8). Se cree que la edad más joven de aparición y el estado premenopáusico puede conllevar a presentar un peor pronóstico y una tasa mayor de recurrencia (8). En el estudio histológico de estos tumores se describen como adenofibromas con numerosas glándulas y áreas quísticas rodeadas de estroma ovárico o tejido hialino y revestidas de células de tipo endometrioide atípicas o con características de malignidad sin invadir dicho estroma (9). En el caso presentado se observaban componentes muy diferenciados en una misma tumoración, con áreas de adenofibroma, tumor endometrioide borderline y ade- nocarcinoma endometrioide, que pueden llevar a pensar en diferentes estadios de una misma entidad. La ecografía, la tomografía axial computerizada (TAC) y la resonancia magnética (RM) suponen las herramientas diagnósticas claves para caracterizar estas neoplasias, con una precisión diagnóstica respectivamente del 84-89%, 82-88% y 88-93% (10). La RM destaca por permitir un estudio con mayor resolución, especificidad y precisión y una buena concordancia interobservador (10). La RM podría ayudar a diferenciar estas neoplasias del tumor ovárico epitelial de alto grado, que no suele mostrar una señal de alta intensidad en las imágenes en las secuencias T2 a diferencia de las primeras (10); además, el carcinoma endometrioide suele presentarse como una masa unila- teral, redonda u ovalada con contenido quístico y pro- yecciones papilares, acompañada de una ascitis leve y la posibilidad de una neoplasia primaria sincrónica de ovario y endometrio (10). La inmunotinción con WT1, marcador de estirpe sero- sa, permitió su correcta clasificación diferenciándolo de los tumores serosos con los que frecuentemente se con- funden (11). Actualmente el estudio genético y de bio- marcadores juega un papel fundamental en el correcto diagnóstico del carcinoma endometrioide de ovario. Se asocia con mutaciones somáticas en los genes de la cate- nina β1 (CTNNB1) y del homólogo de la fosfatasa y de la tensina (PTEN) (12), sobre todo en los casos relacionados con endometriosis (13). Esta patología puede clasificarse según la expresión o no del factor de transcripción nuclear HNF-1B que podría estar en relación con su carcinogénesis (10). Aproxima- damente el 40% de los quistes endometriósicos benignos expresan dicho factor al igual que el carcinoma ovárico de células claras frente al carcinoma ovárico endometrioide, que presenta una inmunorreactividad negativa (10). El estudio de Heckl y cols. (14) en el que se evaluaron los posibles factores pronósticos de tumores endometrioi- des de ovario reflejó que la pérdida de expresión del gen supresor de tumores ARID1A se relaciona con un peor pronóstico. Se encontró en al menos el 19% de neopla- sias endometrioides ováricas de su muestra de 97 tumo- res (14), aunque se ha descrito su inhibición hasta en el 30% de casos (13). A diferencia del carcinoma ovárico de Figura 2. Adenocarcinoma endometrioide de ovario con áreas de ade- nofibroma y de tumor endometrioide borderline. A) En esta primera imagen vemos el componente de adenofibroma de este tumor que cons- ta de un estroma fibroso junto con glándulas endometrioides benignas ampliamente separadas. (HE,4x). B) En esta otra imagen vemos una pro- liferación glandular que varía en tamaño y forma, con contornos irregu- lares, con un patrón arquitectural más complejo, pero sin tendencia a confluir ni presencia de invasión estromal correspondiendo todo esto a un área de tumor endometrioide borderline (HE,4x). C) Aquí podemos apreciar dos áreas del tumor confluyendo: en el lado derecho una zona de adenofibroma (flecha) y en el lado izquierdo un área de tumor endo- metrioide borderline (HE, 2x). D) Por último, podemos observar el tercer componente correspondiente un área de adenocarcinoma endometrioi- de: vemos un tumor con tendencia a confluir e invasión y destrucción estromal compuesto por glándulas endometrioides atípicas con llamativa atipia citológica (flecha) y presencia de figuras de mitosis (HE,10x). 190 A. Rodríguez Pérez et al. [Prog Obstet Ginecol 2021;64:188-190] células claras el subtipo endometrioide suele presentar expresión positiva de p53 hasta en el 69’5% de los casos, por lo que presenta mejor pronóstico (14). Ambos histoti- pos suelen presentar expresión de p16 y ausencia de p21 mientras que las mutaciones en β-catenina son particu- larmente frecuentes en los tumores endometrioides tanto de ovario como de útero entre el 16 y 54% (14). Estos factores son la base de la investigación de nuevas terapias para mejorar el resultado terapéutico de estos histotipos infrecuentes de tumores ováricos, aunque la cirugía citorreductora seguida de una quimioterapia adyu- vante a base de platino y taxanos siguen siendo el pilar fundamental del tratamiento de estas neoplasias (15). Sin embargo, el beneficio de la quimioterapia adyuvante en estadio I de la FIGO sigue sin estar claro (16) pues no se asocia con una mejoría de la supervivencia global (17). En nuestra paciente se decidió una actitud expectante sin tratamiento adyuvante. Oseledchyk y cols. (17) notificaron que del 45% de un total de 3.552 pacientes con carcinoma ovárico endometrioide en estadio I que se sometieron a una quimioterapia adyuvante la tasa de supervivencia glo- bal fue del 90% en comparación con el 89% de pacientes que no lo recibieron. Solo el subgrupo de pacientes con estadio IC y grado 3 de la enfermedad se asoció con una mejora de la supervivencia a los 5 años (81% frente al 62% que no recibieron dicho tratamiento (17).Por ello la organización National Comprehensive Cancer Network (NCCN) recomienda la observación con quimioterapia opcional en pacientes con subestadio IA o IB grado 2 o 3, estando recomendada en los casos catalogados como IC de cualquier grado (18). CONCLUSIONES Las neoplasias ováricas son un grupo muy heterogéneo de tumores con diferentes características clínicas e his- tológicas que pueden desarrollarse de novo o a partir de patología benigna como la endometriosis. En el caso pre- sentado se observan en una misma tumoración diferentes entidades que podrían relacionarse con el final desarrollo de una tumoración maligna sin relación con endometrio- sis. El desarrollo de estudios para catalogarlos de manera específica y determinar sus patrones histológicos, mole- culares e inmunohistoquímicos resultan fundamentales para establecer nuevas vías diagnósticas y terapéuticas que consigan aumentar la supervivencia global de estas pacientes. BIBLIOGRAFÍA 1. Peres LC, Cushing-Haugen KL, Anglesio M, Wicklund K, Bentley R, Berchuck A, et al. Histotype classification of ovarian carcinoma: A comparison of approaches. Gynecol Oncol 2018;151:53-60. 2. Seidman JD, Kurman RJ. Pathology of ovarian carcinoma. Hematol Oncol Clin North Am 2003;17:909-25. 3. Laguna Olmos M, Ruiz Peña AC, Puente Martínez MJ, Lag Asturiano ME, Fernández García C, San Juan Sáenz Laura, Giménez Campos M. Carcinoma endometrioide sincrónico de ovario y endometrio. Rev Chil Obstet Ginecol 2020;85:263-9. 4. Goff BA, Mandel L, Muntz HG, Melancon CH. Ovarian carcinoma diagnosis. Cancer 2000;89:2068-75. 5. Bouchard-Fortier G, Panzarella T, Rosen B, Chapman W, Gien LT. 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