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See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/279194251 Teoría y Práctica del Diseño Curricular. Conference Paper · April 1997 DOI: 10.13140/RG.2.1.2583.1521 CITATION 1 READS 705 1 author: Some of the authors of this publication are also working on these related projects: Particularidades de la enseñanza de la ingeniería y la arquitectura View project Ángel Emilio Castañeda Hevia Universidad Tecnológica del Perú 89 PUBLICATIONS 71 CITATIONS SEE PROFILE All content following this page was uploaded by Ángel Emilio Castañeda Hevia on 27 June 2015. The user has requested enhancement of the downloaded file. https://www.researchgate.net/publication/279194251_Teoria_y_Practica_del_Diseno_Curricular?enrichId=rgreq-03436830dded12cafaac99e1caa100b5-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI3OTE5NDI1MTtBUzoyNDQ3NjQ4NjM4ODk0MDlAMTQzNTM2Nzg5OTgwOQ%3D%3D&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/publication/279194251_Teoria_y_Practica_del_Diseno_Curricular?enrichId=rgreq-03436830dded12cafaac99e1caa100b5-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI3OTE5NDI1MTtBUzoyNDQ3NjQ4NjM4ODk0MDlAMTQzNTM2Nzg5OTgwOQ%3D%3D&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/project/Particularidades-de-la-ensenanza-de-la-ingenieria-y-la-arquitectura?enrichId=rgreq-03436830dded12cafaac99e1caa100b5-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI3OTE5NDI1MTtBUzoyNDQ3NjQ4NjM4ODk0MDlAMTQzNTM2Nzg5OTgwOQ%3D%3D&el=1_x_9&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/?enrichId=rgreq-03436830dded12cafaac99e1caa100b5-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI3OTE5NDI1MTtBUzoyNDQ3NjQ4NjM4ODk0MDlAMTQzNTM2Nzg5OTgwOQ%3D%3D&el=1_x_1&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Angel_Hevia?enrichId=rgreq-03436830dded12cafaac99e1caa100b5-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI3OTE5NDI1MTtBUzoyNDQ3NjQ4NjM4ODk0MDlAMTQzNTM2Nzg5OTgwOQ%3D%3D&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Angel_Hevia?enrichId=rgreq-03436830dded12cafaac99e1caa100b5-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI3OTE5NDI1MTtBUzoyNDQ3NjQ4NjM4ODk0MDlAMTQzNTM2Nzg5OTgwOQ%3D%3D&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/institution/Universidad_Tecnologica_del_Peru?enrichId=rgreq-03436830dded12cafaac99e1caa100b5-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI3OTE5NDI1MTtBUzoyNDQ3NjQ4NjM4ODk0MDlAMTQzNTM2Nzg5OTgwOQ%3D%3D&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Angel_Hevia?enrichId=rgreq-03436830dded12cafaac99e1caa100b5-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI3OTE5NDI1MTtBUzoyNDQ3NjQ4NjM4ODk0MDlAMTQzNTM2Nzg5OTgwOQ%3D%3D&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf https://www.researchgate.net/profile/Angel_Hevia?enrichId=rgreq-03436830dded12cafaac99e1caa100b5-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzI3OTE5NDI1MTtBUzoyNDQ3NjQ4NjM4ODk0MDlAMTQzNTM2Nzg5OTgwOQ%3D%3D&el=1_x_10&_esc=publicationCoverPdf Teoría y Práctica del Diseño Curricular. Un acercamiento a las Tendencias Internacionales en el Diseño Curricular de Carreras Técnicas y de Ingeniería ante el reto del inicio del Tercer Milenio, Aspectos Conceptuales Básicos vinculados al Curriculum y al Diseño Curricular: Como dijera la Dra. Rita Marina Alvarez de Zayas en su trabajo [1] sobre la “Conceptualización del Diseño Curricular” ; “el Diseño Curricular es uno de los últimos temas que ha entrado a formar parte de las preocupaciones y ocupaciones de los investigadores de la educación y los maestros”. En España, por ejemplo, J. Gimeno Sacristán, Catedrático en Didáctica de la Universidad de Valencia, señalaba en 1989 [2] que: „El Curriculum es un concepto de uso relativamente reciente entre nosotros con la acepción que tiene en otros contextos culturales y pedagógicos en los que cuenta con una mayor tradición. En nuestro lenguaje común no es natural su uso. Ni el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, ni el de María Moliner lo recogen en su acepción pedagógica. Otros diccionarios especializados sólo lo han tomado como concepto pedagógico muy recientemente”. Coincidiendo con esta autora y con muchos otros, ubicamos el tema del Curriculum y el Diseño Curricular dentro del objeto de trabajo de la pedagogía, reconociendo a esta como una ciencia de carácter social cuyo objeto de trabajo es la educación, no sólo la instrucción, y que por el carácter de ciencia social que posee no constituye una ciencia “natural o exacta” sino una ciencia que, al incluir a individuos y grupos sociales, tiene también importantes componentes de orden subjetivo y que no puede ser interpretada y aplicada sólo a partir de leyes o categorías generalizadoras sino que requiere de contextualización, experimentación y procesamiento crítico para ser capaz no sólo de interpretar lo que sucede sino además proyectar y dirigir lo que deba suceder que es una de sus funciones prácticas más importantes. En una ocasión analizaba con un reconocido profesional cubano, el Dr. Ing. Sixto Ruíz Alejo los problemas de la ciencia y la tecnología, esas dos “gemelas- espejo” como les llamara el profesor peruano “Héctor Gallegos” en su árticulo [ 3 ] y dentro de ello el problema de las similitudes y diferencias entre el científico y el Ingeniero y él me refería que en una ocasión había hecho esa pregunta al connotado profesor español Carlos Fernández Casado y este le contestó: “Mire Sixto, los científicos son personas que leen en la naturaleza, e incluso muchas veces leen cosas que vienen escritas en letras muy pequeñitas, pero nosotros, los ingenieros, nosotros somos los que escribimos en la naturaleza”. Años más tarde cayó en mis manos un libro del profesor Krick de la Universidad de Laffayette sobre el Diseño en Ingeniería [4] y encontré esta frase de Theodore Von Kármán: “Los científicos exploran lo que es y los Ingenieros crean lo que nunca ha sido”. Ambos hechos han sido traídos a colación al inicio de este trabajo sobre Curriculum y Diseño Curricular para destacar la parte reflexiva o investigadora que le es afín a la pedagogía, y dentro de ella al tema del Curriculum o Teoría Curricular como ciencia, frente a la parte activa y transformadora a la que está vinculada la pedagogía y por ende el Diseño Curricular como actividad humana, que será en la que se hará un mayor énfasis en el desarrollo de esta conferencia. Sin embargo, sería imposible desarrollar el tema propuesto sin realizar antes una serie de precisiones teóricas y conceptuales en las cuales apoyar y fundamentar el desarrollo posterior de esta exposición por lo que será necesario comenzar por la formulación de estos aspectos básicos. La palabra “Curriculum” procede del latín y su significado gramatical es el de “Carrera o recorrido corto”. Son múltiples las definiciones que se pueden encontrar en la bibliografía con relación al término Curriculum y en las cuales se destacan o potencian determinadas aristas de la problemática que encierra el mismo. A continuación se presentan y se comentan algunas de ellas. Para comenzar tal vez valdría la pena analizar las ideas de Otmara González Pacheco la cual en el trabajo “El Curriculum en el Marco del Planeamiento y la Administración Institucional “ [ 5 ], ( Ciudad de la Habana, 1994) abordaba este asunto con la tónica teórica y conceptual que le caracteriza y que puede servir posteriormente de marco de referencia para el desarrollo de algunas ideas del curso: “La palabra “curriculum” se utiliza a veces para hacer referencia a la programación de la formación académica en un nivel de enseñanza ( el curriculum de secundaria o universitario, por ejemplo ); para referirse a un área del conocimiento ( curriculum de ciencias); o incluso para denotar la formación a través de una asignatura ( el Curriculum de Química ). Estas distintas acepciones de la palabra curriculum como “programa de estudio”, o como plan de estudios, desde un principio nos revela le riqueza semántica y multiplicidad de usos que tiene el término.“Independientemente de las diversas definiciones que pueden encontrarse en la literatura sobre el término Curriculum , propongo de forma hipotética -sigue diciendo su autora- la siguiente definición: “El Curriculum constituye un proyecto sistematizado de formación y un proceso de realización a través de una serie estructurada y ordenada de contenidos y experiencias de aprendizaje, articulados en forma de propuesta político - educativa que propugnan diversos sectores sociales interesados en un tipo de educación particular, con la finalidad de producir aprendizajes significativos que se traduzcan en formas de pensar, sentir, valorar y actuar frente a los problemas complejos que plantea la vida social y laboral en un país determinado” En esta definición - continuaba diciendo su autora - se enfatiza: 1. El carácter político de todo proyecto educativo que aunque responda a determinados sectores sociales puede permitir espacios a una acción y reflexión que contribuya al desarrollo social. 2. El carácter de proyecto que tiene todo Curriculum, desechando la connotación estática y rígida que tradicionalmente ha tenido. 3. Su condición de serie estructurada y ordenada de contenidos y experiencias de aprendizaje en el cual se reconoce un lugar tanto para la transmisión de conocimientos socialmente acumulados como para el proceso de construcción, descubrimiento y reconstrucción del conocimiento por parte del estudiante. 4. Como su finalidad la formación integral de la personalidad del educando a través de aprendizajes significativos en los que se incluya su esfera afectiva y volitiva y no sólo la transformación intelectual o instrumental ( habilidades, destrezas ). 5. La preparación cuidadosa para la vida social, no sólo para la laboral, a través del necesario vínculo con la formación académica y los problemas concretos de la realidad natural y social.” Luego continuaba expresando: “En cualquier nivel de enseñanza, el Curriculum se expresa en dos planos fundamentales: estructural - formal en las definiciones de política educativa sobre el Curriculum, disposiciones oficiales, jurídicas, en los planes, programas, textos y guías de estudio; y en un plano procesual - práctico en su modus operandis, es decir, al operacionalizarse a través de las jerarquías institucionales y desarrollar una determinada propuesta curricular en el salón de clases y en el trabajo extracurricular como son las tareas escolares, las visitas, los trabajos en la esfera laboral y otros. En las Instituciones Universitarias cada vez se hace más habitual que el plano estructural formal se concrete en la elaboración de tres documentos fundamentales del diseño curricular que son : el perfil profesional, el plan de estudios y los programas docentes. Por ser elementos componentes del Curriculum de una Carrera Universitaria deben partir de una concepción sistematizada de la formación profesional en la que se precise la función que cada uno tiene y los vínculos que existen entre ellos.” Más adelante, puntualizaba un grupo de conceptos utilizados en la terminología actual de este tema y perfectamente identificables en cualquier Currículum y señalaba: “Ligado a estas definiciones preliminares del término Currículum se hace necesario distinguir los tipos de Currículum a los cuales se hace referencia en la literatura actual. En consonancia con un momento de elaboración conceptual del currículum en un plano estructural - formal, se habla del currículum pensado para designar el producto de la previsión a un nivel teórico de la formación del estudiante. Este tipo de Currículum se concreta en los documentos normativos que rigen la formación profesional ( perfiles, planes, programas ) . A su vez, tomando en cuenta el carácter de proyecto de esta previsión y la necesaria distinción con el momento de su aplicación práctica, se distingue el Curriculum vivido, como aquel que se produce cotidianamente en la práctica de la enseñanza y que es el que efectivamente vivencia el estudiante durante su proceso de formación. Sin embargo, en esta práctica coexisten influencias que actúan de forma explícita con otras que tienen un carácter latente, no manifiesto, al ser el producto, bien de intereses hegemónicos que adoptan formas sutiles, no manifiestas de acción, bien de prejuicios, tabúes, rituales, mitos, etc., que ejercen una influencia no consciente pero eficaz en la formación. Contenidos que si bien no están explícitos en planes y programas de estudio, se revelan de forma implícita en los aprendizajes, tanto dentro del aula como en otros espacios escolares. Se trata de pautas y modelos de relación social que se producen en ocasiones sin una clara conciencia de sus posibles efectos, de aquí que se hable a partir de P. Jackson, de un currículum oculto, localizado en las relaciones sociales de la institución, sus fines y en el contenido objeto de transmisión. Muchas veces este Currículum oculto es una fuente de obstáculos para lograr las finalidades del Currículum formal o pensado. Por último se hace referencia al Currículum nulo para designar todo aquello que por encontrarse ausente ejerce aún una influencia en la formación del estudiante. Es todo aquello que al no ser seleccionado como contenido o exposiciones válidas, o incluso al ser rechazado, se mantiene latente y ejerce por su ausencia una influencia sobre la formación del estudiante.” Al llegar a este punto la autora retoma y puntualiza los dos elementos básicos que son partes integrantes de todo Currículum: la teoría curricular y el diseño curricular y señalaba: “Al referirnos a la definición y tipos de curriculum con el fin de mostrar la variedad de aspectos que se le atribuyen, se ha hecho referencia a dos conceptos vinculados al currículum y su desarrollo; el de teoría curricular y el de diseño curricular. La teoría curricular, como conjunto de principios, concepciones sistematizadas considerados como “saber discursivo”, “saber teórico”, ha experimentado un desarrollo inusitado a partir de la década de los sesenta por la reacción que produjo la tendencia tecnocrática en el mundo latinoamericano y la emergencia de un discurso crítico, opuesto a ella, ocurrido fundamentalmente en México. El diseño curricular, como proceso de elaboración de un Curriculum de estudios, a su vez, se erige sobre fundamentos teóricos que emanan de la filosofía educativa de cada institución sobre la base de un proceso político social de un país, de los modelos epistemológicos a los que se adhiere, de las concepciones del proceso de enseñanza - aprendizaje que están en la base de la formación profesional todos los cuales deben resolverse como definiciones generalizadas del régimen académico de la institución en cuestión.” Por último la autora se detiene en el problema esencial de vinculación de la teoría con la práctica y los problemas teóricos y conceptuales vinculados a la necesaria articulación entre la teoría y el diseño curricular por un lado y la realidad de la institución universitaria y las características de su régimen académico y administrativo por el otro y dice: “En la concepción del régimen académico es donde con más nitidez confluyen las perspectivas académicas y administrativas del quehacer docente. De aquí que lograr una postura coherente entre ellas sea una aspiración fundamental para obtener éxito en la formación de los alumnos. El hecho de que todo régimen académico tenga que enfrentar definiciones trascendentales que lo vinculan a aspectos centrales de una teoría de la educación y de diseño curricular hace necesario la consideración previa de estas cuestiones que muchas veces quedan implícitas en el régimen académico que una Universidad adopta. No siempre se hacen explícitas cuestiones tan importantes como el grado de autoridad de las decisiones; el valor que se leotorga al conocimiento ( ¿Quién lo construye?, ¿ Quién enseña?, ¿ Quién aprende? ); el valor informativo - formativo de los contenidos, su relación y articulación; la relación entre contenidos básicos y especializados, entre la docencia, la investigación y el servicio o la producción, entre la teoría y la práctica; las características del aprendizaje de los estudiantes, como lograr que los conocimientos sean profundos, duraderos, generalizados, susceptibles de acrecentarse de forma autónoma, como evaluar el aprendizaje; como considerar la culminación de los estudios, como etapa terminal en el logro de determinadas competencias que se requieren para un desempeño profesional, o como etapa de una educación permanente; como y donde se determina el límite para la formación de pregrado y la de postgrado. Si bien algunas de estas cuestiones se vinculan con la filosofía de la educación, con la postura epistemológica y didáctica que sostenga la institución, otras sólo se resuelven tomando en consideración lo que es propio de un campo profesional o de un dominio del conocimiento. En la actualidad se observa por algunos autores [ 6 ] que en muchos casos existe una sensible separación entre el discurso y las prácticas curriculares que se desarrollan en las instituciones de Educación Superior. La búsqueda de la necesaria interrelación dialéctica entre teoría, diseño y desarrollo de la práctica de un Currículum es pues una tarea actual. Ella ha de requerir entre otras cuestiones no sólo del acercamiento del discurso a los que protagonizan el Currículum con el fin de establecer el diálogo y la comunicación, sino también la realización y el fortalecimiento en algunos casos de las investigaciones en este campo, de modo que se alcance una mayor comprensión de las particularidades de su ejecución en diferentes carreras, niveles educativos y modalidades. Asimismo, la elevación del nivel académico de profesores y funcionarios que enfrentan la problemática de la formación. Las tareas que supone el diseño de un Curriculum deben fundamentarse en un análisis de los problemas que se afrontan actualmente en la formación de profesionales, tanto de carácter externo como interno, así como en la previsión de las finalidades que se aspira obtener sobre la base de un análisis de las tendencias de desarrollo que se observan. “ Hasta aquí las citas de este trabajo que brinda un marco conceptual y que coloca sin dudas a todo interesado en el tema ante un primer problema de primordial importancia para abordar, desde la óptica de esta conferencia, el asunto del Diseño Curricular de una Carrera Universitaria : El problema de la definición de los términos Curriculum y Diseño Curricular y, directamente asociado a ello, el problema de la teoría y la práctica, o lo que es casi lo mismo, el problema del Diseño Curricular de una carrera y su vinculación y correspondencia con los propósitos y las características de la Institución donde se propone llevar a la práctica este diseño y el régimen académico que esta se ha dado a sí misma el cual está sustentado muchas veces en concepciones teóricas no identificadas e incluso de posible carácter contradictorio. Este problema no constituye un elemento particular del contexto universitario latinoamericano sino mas bien un problema propio de esta actividad como puede comprobarse por ejemplo si se analiza la visión que sobre ello brinda L. Stenhouse (1991) en su libro “Investigación y desarrollo del Curriculum” [ 7 ] en el cual se señala que : “Las definiciones relativas a lo que significa en inglés curriculum no resuelven los problemas que este último plantea, pero sugieren perspectivas para considerarlo.” y continúa diciendo: “El Shorter Oxford Dictionary - dice en su libro Stenhouse- define Curriculum como un “curso, en especial un curso regular de estudios en una escuela o una Universidad”. Registra su uso desde el siglo XVII, lo cual marca quizás, el comienzo en Gran Bretaña de tentativas sistemáticas y deliberadas para regularizar cursos de estudio. El diccionario ofrece, entre otras, las siguientes definiciones del término “regular”: “Poseer una forma, una estructura o una ordenación que obedezca o sea reducible a alguna norma o algún principio; caracterizado por la armonía o la adecuada correspondencia entre las diversas partes o elementos; marcado por la constancia o la uniformidad en cuanto a acción, procedimiento o aparición: conforme a alguna regla o algún estándar aceptado o adoptado” Si no interpretamos estos atributos de un modo demasiado mecánico, creo que representan en general, aquello que podemos exigir de un Curriculum. ¿ Qué debemos hacer para crear un Curriculum que posea esas cualidades de forma, principios, armonía, constancia y conformidad a estándares? Existe una clásica respuesta a esta cuestión, aún cuando es muy poco británica. Tengo ante mí, sobre mi mesa, un volumen de 350 páginas. Se titula Mönsterplan for Grunnskolen, literalmente: Plan Modelo para la escuela Básica (1971). Lo adquirí en una librería de Oslo. Es el Curriculum de la escuela comprensiva noruega. Delimita el terreno a abarcar y, hasta cierto punto los métodos a utilizar para cada sujeto en cada año de la escuela. También establece metas. Un documento así no deja de ser típico de los sistemas escolares centralizados y constituye la respuesta de tales sistemas al problema de asegurar la regularidad del Curriculum. Podría definirse como una especificación. Para el maestro británico, un enfoque así del Curriculum, resulta bastante novedoso. Pero en algunos países, lo primero que nos planteamos al mencionarlo es un libro de instrucciones destinado a los profesores. Casi podría decirse, por ejemplo: “Pásame el Plan de Estudio, por favor.” Un punto de vista así equipara al Curriculum con una prescripción, por escrito, de lo que se pretende que debe suceder en las escuelas. Algunos, sin embargo, lo equiparan menos con las intenciones de la escuela que con su rendimiento real. “El Curriculum es, fundamentalmente, aquello que acontece a los niños en el colegio como resultado de la labor de sus profesores. Incluye todas las experiencias de los niños cuya responsabilidad asume el colegio ( Kansas 1958 ) En un Curriculum entendido de esta forma no hay que considerar su texto, sino más bien la realidad de la escuela. Si el curriculum es definido de este modo, su estudio puede quedar reducido a un análisis empírico de las escuelas. El Curriculum en este caso no es la intención o la prescripción, sino lo que acontece en situaciones reales. No es la aspiración, sino el logro. El problema de especificarlo consiste en percibir, comprender y describir lo que sucede en realidad en la escuela y en el aula. Posiblemente el estudio del Curriculum basado en este punto de vista conduce también a escribir libros. De este modo, como con el Mönsterplan noruego, hallamos información acerca del Curriculum apelando a un libro. En este caso, sin embargo, el libro no constituye un informe acerca del Curriculum en cuestión, sino un análisis antropológico o sociológico de la escuela como agente de enseñanza y de aprendizaje, análisis basado en la interpretación de cuidadosas observaciones. En este caso el estudio del Curriculum es un análisis de casos. Nos hallamos, al parecer, ante dos puntos de vistas diferentes acerca del Curriculum. Por una parte, es considerado como una intención, un plan, o una prescripción, una idea acerca de lo que desearíamos que sucediese en las escuelas. Por otra parte, se le conceptúa como el estado de cosas existente en ellas, lo que de hecho sucede en las mismas. Y ya que ni las intenciones ni los acontecimientos pueden discutirse, a no ser que sean descritos o comunicados de algún modo, el estudio del Curriculum se basa en la forma que tenemos de hablar o de escribiracerca de estas dos ideas relativas al mismo. Me parece, esencialmente, que el estudio del Curriculum se interesa por la relación entre sus dos acepciones: como intención y como realidad. Creo que nuestras realidades educativas raramente se ajustan a nuestras intenciones educativas. No podemos [ o muchas veces no sabemos. (Nota del Profesor) ] llevar nuestros propósitos a la práctica. Y no es que debamos ver esto como un error peculiar de las escuelas y del profesorado. Nos basta mirar a nuestro alrededor para confirmar que ello es parte del quehacer humano. Pero, como dice Karl Popper, el perfeccionamiento resulta posible si nos sentimos lo suficientemente seguros para enfrentarnos con la naturaleza de nuestros fallos y estudiarla. El problema central del Curriculum es el hiato existente entre nuestras ideas y aspiraciones y nuestras tentativas para hacerlas operativas. El desarrollo del Curriculum está basado en el estudio del mismo y es su vertiente aplicada. Su objeto es mejorar las escuelas mediante el perfeccionamiento de la enseñanza y del aprendizaje. Su característica consiste en una insistencia acerca de que las ideas deben ajustarse a la disciplina de la práctica y que ésta necesita hallarse arraigada en las ideas. El movimiento de desarrollo del Curriculum es un ataque a la separación entre teoría y práctica. En una obra ya clásica sobre el Curriculum, Ralph Tyler apoya su propuesta en cuatro preguntas fundamentales: 1. ¿ Qué objetivos educativos debe intentar alcanzar la escuela ? 2. ¿ Qué experiencias educativas pueden proporcionarse para lograr esos objetivos ? 3. ¿ Cómo pueden ser organizadas tales experiencias educativas de un modo eficaz ? 4. ¿ Cómo podemos determinar que se han alcanzado dichos objetivos ? ( Tyler, 1949 ) [ 8 ] En el presente libro - continúa diciendo L. Stenhouse - me ocupo sólo indirectamente de la primera de estas preguntas. Y no es que carezcan de importancia las demás, ni mucho menos. Es que esta es la cuestión fundamental en política educativa. Pero, ¿cómo podemos traducir propósitos en normas y cómo comprobar luego hasta que punto y por qué la práctica no ha cumplido nuestras esperanzas?. Dada una aspiración, ¿ cómo hemos de actuar para intentar realizarla ? ¿ Qué margen de elección de aspiraciones se nos ofrece ? Me parece que estas son las cuestiones fundamentales sobre las que pueden arrojar luz la investigación y el desarrollo del Curriculum. Tal punto de vista podría parecer pesimista y estéril si no fuese porque abundan los objetivos educativos interesantes, mientras que resulta difícil verlos aplicados a la vida diaria. Los estudiantes que se hallan realizando prácticas advierten con frecuencia una separación entre las autoridades educativas y el trabajo en la escuela, separación que no es muy diferente a la que existe entre el cuartel general de un ejército y el barro de los campos de batalla. Si son numerosos los que parecen entusiasmarse discutiendo ideas sobre educación, escasean los que mantienen tal entusiasmo cuando consideran de cerca y con sentido crítico lo que acontece en sus propias clases escolares. El vacío que se abre entre el deseo y la práctica es tan real como frustrante. Dicho vacío sólo puede ser colmado adoptando una actitud de investigación y desarrollo con respecto al propio modo de enseñar, bien sólo, bien formando grupo con otros profesores que colaboran entre sí. Creemos que puede ser de utilidad esbozar un proyecto de Curriculum nacional. Pero el presente libro sólo puede aspirar a proporcionar un fundamento sobre el que construir. He intentado definir el papel a desempeñar por el desarrollo y el estudio del Curriculum de un modo general, y formular así mismo su problema esencial. Pero no he presentado aún una definición de Curriculum. Creo que debo intentar hacerlo. He aquí tres importantes definiciones norteamericanas de Curriculum: “Es el conjunto de experiencias planificadas proporcionadas por la escuela para ayudar a los alumnos a conseguir, en el mejor grado, los objetivos de aprendizaje proyectados, según sus capacidades”. ( Neagley y Evans, 1967. [9] ) “Es el esfuerzo conjunto y planificado de toda la escuela, destinado a conducir el aprendizaje de los alumnos hacia resultados de aprendizaje predeterminados”. ( Inlow, 1967 [ 10 ] ) “En vista de las deficiencias de la definición popular actual, diremos aquí que Curriculum, es una serie estructurada de objetivos del aprendizaje que se aspira lograr. El Curriculum prescribe ( o al menos anticipa ) los resultados de la instrucción.” (Johnson, 1967, [ 11 ] ) En cada una de estas definiciones, progresivamente más estrictas, en el orden en que aquí las expongo, - según L. Stenhouse- está inmerso un tipo particular de modelo medios - fines que, hasta hace poco, estaba casi universalmente aceptado en el estudio del Curriculum. Este modelo parte de una definición del rendimiento o de los logros que los estudiantes deben alcanzar al final de un curso e intenta diseñarlo para que permita conseguir tales resultados. La educación es un medio para el logro de un fin que queda expresado por lo conseguido por el estudiante, como resultado al que aspiraba el aprendizaje o como objetivo comportamental (es decir: como aquello a lo que tendía el comportamiento del alumno). Deseo considerar este modelo como problemático, es decir: quiero dejar planteada la cuestión relativa a si es un buen modelo o no. He de hallar, por lo tanto, una definición de Curriculum que no establezca tantos supuestos. La que aquí ofrecemos es un intento para iniciar nuestro camino: Un Curriculum es una tentativa para comunicar los principios y rasgos esenciales de un propósito educativo, de forma tal que permanezca abierto a discusión crítica y pueda ser trasladado efectivamente a la práctica. Desde luego, esta definición refleja mi propia perspectiva. Un Curriculum es casi como una receta en arte culinario. Puede ser criticada por motivos nutricionales o gastronómicos - ¿ Alimenta a los estudiantes y les sabe bien ? - y puede ser criticada por motivos prácticos - sería casi imposible preparar una comida a base de lenguas de alondra. Un Curriculum, al igual que la receta para un guiso, es imaginado primeramente como posibilidad y luego como objeto de prueba. La receta presentada públicamente es, en cierto modo, un informe acerca del experimento que se va a realizar. De forma similar, un Curriculum debe basarse en la práctica. Es una tentativa para describir el trabajo observado en las aulas, que es adecuadamente comunicado a los profesores y a otros interesados. Por último, y dentro de ciertos límites, una receta puede variarse de acuerdo con el gusto. Y así también sucede con un Curriculum. Pero abandonemos las analogías, antes que se nos indigesten. Un Curriculum es el medio con el cual se hace públicamente disponible la experiencia consistente en intentar poner en práctica una propuesta educativa, implica no sólo contenido, sino también método y, en su más amplia aplicación, tiene en cuenta el problema de su realización en las instituciones del sistema educativo. Como mínimo, un Curriculum ha de proporcionar una base para planificar un curso, estudiarlo empíricamente y considerar los motivos de su justificación. Es necesario que ofrezca lo siguiente: A. En cuanto a proyecto: 1.Principios para la selección de contenido: qué es lo que debe aprenderse y enseñarse. 2. Principios para el desarrollo de una estrategia de enseñanza: cómo debe aprenderse y enseñarse. 3. Principios acerca de la adopción de decisiones relativas a la secuencia. 4. Principio a base de los cuales diagnosticar los puntos fuertes y los débiles de los estudiantes individualmente considerados y diferenciar los principiosgenerales 1,2,y 3 antes señalados, a fin de ajustarse a los casos individuales. B. En cuanto a estudio empírico: 1.Principios a base de los cuales estudiar y evaluar el progreso de los estudiantes. 2. Principios en base de los cuales estudiar y evaluar el progreso de los profesores. 3.Orientaciones en cuanto a la posibilidad de llevar a cabo el Curriculum en diferentes situaciones escolares, contextos relativos a alumnos, medio ambiente, y situaciones de grupo entre los alumnos. 4. Información de la variabilidad de efectos en diferentes contextos y sobre diversos alumnos y comprender las causas de la variación. C. En relación con la justificación: Una formulación de la intención o la finalidad del Curriculum que sea susceptible de examen crítico. De hecho, cuando aplicamos estos criterios es evidente que los Curriculum tradicionales no resisten un examen detenido, pero tampoco los innovadores. La educación no es en la práctica, ni muy sofisticada, ni muy eficiente.” Hasta aquí la cita al capítulo No 1 del libro de L.Stenhouse sobre este tema. 1. Consideraciones Generales del Conferencista sobre el Diseño Curricular como teoría y como práctica. Debo reconocer que sólo en Abril de 1994, sin conocer aún los trabajos de L. Stenhouse y Otmara González que he citado aquí hoy, después de veinte años de práctica profesional como profesor universitario y más de siete años trabajando en el Diseño Curricular de la Carrera de Ingeniería Civil en mi país, cuando ya el colectivo de jóvenes de la primera graduación del primer proyecto que dirigía se encontraba en el cuarto año de la carrera, tuve la oportunidad de sentarme a reflexionar sobre estas cosas en el plano puramente teórico de la Teoría Curricular. Lo que tal vez pudiera interpretarse como un hecho negativo, es decir, el no haber dispuesto de una formación teórica previa para acercarme a este problema, me brindó la posibilidad sin embargo de apreciar los aspectos teóricos desde la óptica de una experiencia práctica alcanzada sin paradigmas teóricos previos, aunque sí con la reflexión colectiva e individual sobre el tema forjada al calor de su ejercicio. En ese momento intenté dar una definición personal al término “diseño curricular” que era el que más me inquietaba y escribí lo siguiente: “El Diseño Curricular constituye un sistema de acciones, mecanismos y formulaciones que para una profesión específica y en un momento y lugar determinado permiten elaborar y materializar los objetivos de un proceso formativo que persigue dar respuesta a un grupo de necesidades sociales e individuales para otro período de tiempo dado. El diseño curricular es ciencia y es arte, es, ante todo, una obra humana que se proyecta desde el pasado, se realiza en el presente y se deberá evaluar y modificar en el futuro, y es, al mismo tiempo, un proceso que se está proyectando, ejecutando y evaluando en cada momento”. Para precisar las características de este sistema me pareció conveniente agregar que: “El Diseño Curricular es un sistema que convencionalmente podemos dividir en ocho etapas o elementos constituyentes, cada uno de los cuales se condiciona e interrelaciona con los restantes en un cierto orden jerárquico y donde cada una de estas etapas o elementos constituyentes se desarrolla por grupos de individuos más o menos diversos, grupos amplios e interrelacionados entre sí, con un espacio propio para la creatividad, el ingenio, la adecuación y la actualización permanente sin perder su carácter de sistema. Estas etapas o elementos constituyentes son: 1. Modelo del Profesional. 2. Plan de Estudio. 3. Programas de disciplinas y asignaturas. 4. Concepción, diseño y aplicación de los sistemas de evaluación. 5. Aseguramiento material y humano (objetivo y subjetivo) para su realización. 6. Diseño y aplicación de los sistemas organizativos para la implementación del diseño curricular y articulación del régimen académico de la institución. 7. Impartición en sí mismo. (Momento decisivo de la realización del Diseño Curricular ) 8. Control, ajuste, perfeccionamiento y evaluación continua y sistemática de los diferentes componentes del sistema. Por esta razón para realizar exitosamente un programa de diseño curricular de una carrera universitaria se requiere de un enfoque sistémico del mismo y de una profunda convicción y voluntad por parte de quienes se proponen llevarlo a cabo, tanto instituciones como individuos, si la finalidad que se pretende con él no es la de teorizar y especular intelectualmente, sino realizar una obra humana que, aunque perecedera, responda a los intereses, necesidades de la sociedad y de los individuos para un período dado y logre mejorar significativamente la calidad de la producción y de la vida en general de dicha sociedad a partir de una adecuada inversión de recursos”. Cuando redacté esta definición tuve ante mí ocho citas diferentes de este concepto que correspondían a una selección realizada por el CEPES, (Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior, de la Universidad de la Habana), para el Curso Internacional “Curriculum: Diseño, Práctica y Evaluación” realizado en Ciudad de la Habana en Abril de 1994 y la experiencia vivida hasta ese momento. Estas citas fueron: “Por curriculum se entiende a la síntesis de elementos culturales (conocimientos, valores, costumbres, creencias, hábitos ) que conforman una propuesta político-educativa, pensada e impulsada por diversos grupos y sectores sociales, cuyos intereses son diversos y contradictorios, aunque algunos tiendan a ser dominantes o hegemónicos y otros tienden a oponerse y resistirse a tal dominación o hegemonía. Síntesis a la cual se arriba a través de diversos mecanismos de negociación e imposición social. Propuesta conformada por aspectos estructurales-formales y procesales-prácticos, así como por dimensiones generales y particulares que interactúan en el devenir de la currícula en las instituciones sociales-educativas. Diseño Curricular cuyo carácter es profundamente histórico y no mecánico y lineal. Estructura y devenir que se conforman y expresan a través de diferentes niveles de significación.” [ 12 ] ( Alicia de Alba, México, 1988 ) “El curriculum es el Plan que norma y conduce explícitamente un proceso concreto y determinante de enseñanza-aprendizaje que se desarrolla en una institución educativa. Tiene cuatro elementos: objetivos curriculares, plan de estudio, cartas descriptivas y sistema de evaluación.” [ 13 ] ( Arnaz ) “Curriculum como síntesis instrumental mediante la cual se seleccionan, organizan y ordenan para fines de enseñanza todos los aspectos de una profesión que se consideran social y culturalmente valiosos y profesionalmente eficientes. ” [ 14 ] (Glazman y de Ibarrola ) “El Curriculum constituye el programa integro de toda la acción de la escuela, es el medio esencial de la educación, es todo aquello que profesores y alumnos hacen en el marco de lo académico y está determinado por la sociedad.” [ 15 ] (Daowz, 1981 ) “Curriculum como un proceso de enseñanza- aprendizaje que forma a los estudiantes mediante la transmisión de valores, conocimientos y habilidades de modo que estos se ajusten a los objetivos propuestos. Los elementos que intervienen en el Curriculum son: personas ( los alumnos y profesores fundamentalmente ); las tareas ( las oportunidades de aprendizaje organizadas en áreas, materias, proyectos ); la administración ( la planeación, organización, dirección y control del desempeño de las personas que realizan las tareas ). [16] ( Luis Javier, 1987 ) “Curriculum es una serie estructurada de resultados pretendidos del aprendizaje.” [ 11 ] ( M. Johnson. 1967) “El Curriculum entendido como proyecto y como proceso que conlleva una concepción de la enseñanza-aprendizajecomo una actividad crítica de investigación y de innovación constantes, asegurando el desarrollo profesional del docente. [ 17 ]( J. M. Alvarez Méndez. 1985 ) “El Curriculum escolar es, ante todo, un recorrido educacional, un conjunto continuado de experiencias de aprendizaje realizado por alguien bajo el control de una institución formal de educación en el curso de un período dado.” [ 18 ] (J.C. Forquín. 1987 ) Hoy en día podría incorporar a la definición personal que escribí sobre Diseño Curricular, en aquel momento, lo siguiente: “El Diseño Curricular y el régimen académico que se da en una institución está sustentado en una o varias concepciones teóricas, aunque no siempre estas aparezcan explícitamente identificadas. Identificarlas, sintetizarlas y armonizarlas constituye un formidable instrumento para la realización exitosa de todo programa de Diseño Curricular. Un buen diseño curricular en nuestros tiempos debe ser esencialmente ecléctico.” En este sentido debe recordarse que la palabra ecléctico proviene del término griego “eklecticós”, que significa “que escoge” y la enciclopedia UTEHA define al eclecticismo como: “Yuxtaposición o reunión de tesis conciliables de diferentes doctrinas o sistemas. Conciliación o integración de tesis, presentadas como opuestas por los autores que la sostenían, realizadas en virtud de un punto de vista superior...” ... y realmente el hecho de llegar a conocer estas teorías después de una práctica intensa y meditada de esta labor permite apreciar como se complementan y se pueden y deben aprovechar muchas de estas concepciones teóricas para lograr satisfacer todos los requerimientos de un buen diseño curricular y no interpretar este como la realización de un proceso pedagógico a partir de una concepción teórica dada por muy buena que esta pueda ser. Detengámonos, al menos brevemente, en algunas de estas concepciones teóricas más importantes: ¿ Qué tipo de profesional se pretende formar ?, es tal vez la primera pregunta que deba contestarse para la identificación de la concepción teórica en que se sustenta un programa de Diseño Curricular y una Institución de Educación Superior. El 25 de Septiembre de 1996, Federico García Moliner [ 19 ] abordaba este problema en los siguientes términos: “¿ Especialización o formación básica?. Esta es una cuestión muy fundamental que últimamente ha preocupado mucho a los países más avanzados. El gobierno de la Señora Thatcher en el Reino Unido se caracterizó por una visión muy estrecha de lo “práctico”. Su Consejo Asesor de Ciencia y Tecnología recibió el encargo de estudiar las causas del debilitamiento del liderazgo tecnológico británico en el mundo y de sugerir medidas para remediarlo. El informe insistía en la necesidad, empezando ya en la enseñanza general, de poner el acento en conceptos científicos básicos y en las capacidades de comunicación, Este informe fue ocultado durante años porque no gustó a la Primer Ministro y vio la luz sólo después que ésta cesó en su cargo. Nadie cuestiona hoy en el Reino Unido que éste fue un error que se pagó muy caro. Hay un consenso unánime en los países europeos avanzados de que para preparar a los estudiantes de cara a su inserción en el mercado de trabajo es necesario volver a centrarse en una enseñanza que combine conocimientos fundamentales, conocimientos técnicos y aptitudes sociales. Todo esto está ampliamente desarrollado en un reciente documento de la Comisión de Comunidades Europeas titulado “Enseñar y aprender. Hacia la sociedad cognitiva” y subtitulado como “Libro Blanco sobre la Educación y la Formación”, del que la Cámara Oficial de Comercio, Navegación e Industria de Castellón, España, ha publicado un excelente resumen en el No 61 ( Julio-Agosto de 1996 ) de su Boletín “La Cámara informa”. y más adelante precisaba: “El informe de la “Mesa Redonda de los Industriales Europeos, de febrero de 1995, hace hincapié en la necesidad de una formación polivalente e insiste en que, como misión fundamental de la educación, la adquisición de conocimientos, competencias y capacidades debe ir acompañada de una educación del carácter, de una apertura cultural y de un despertar a la responsabilidad social. En estos documentos se resalta explícitamente la necesidad de conciliar las enseñanzas generales y las formaciones especializadas de una manera que deja muy poco margen a la ambigüedad. Una Universidad que ignorase todo esto en sus debates sobre el modelo educativo y los planes de estudio incumpliría seriamente su obligación. Es necesario darse cuenta de que, precisamente en el dominio científico, las fronteras del conocimiento se expanden a un ritmo que es imposible seguir en la etapa de educación universitaria, lo que impone la necesidad de concentrarse en una formación básica sólida y en el desarrollo de las propias capacidades de adaptación y evolución que van a necesitar durante toda su vida profesional. El empeño en empaquetar más y más asignaturas es una batalla perdida de antemano. Y también es un error, a la vista de todo lo anterior, el insistir excesivamente en las especialidades. Las técnicas que un estudiante aprenda hoy pueden estar anticuadas cuando termine sus estudios. La Universidad no puede aspirar a rellenarle al alumno las alforjas para su viaje por la vida; más bien tiene que darle la formación que le permita rellenárselas por su cuenta. Al abordarse este problema en Cuba, en la segunda mitad de la década de los años ochenta, con vistas a la caracterización de los profesionales que deberían formarse en el país para la segunda mitad de la década de los años noventa, la opción fue encontrada a partir de un estudio de las tendencias fundamentales de desarrollo que se estaban produciendo en el mundo y de las contradicciones que se iban encontrando en la realidad nacional, y quedó expresado aproximadamente en los siguientes términos: Establecer carreras universitarias de amplio perfil para formar profesionales con una sólida formación básica, con habilidades para la solución de los problemas más generales y frecuentes de su profesión que incluyan la apropiación de los modos de actuación profesional que caracterizan a esta profesión y la diferencian de otras, y que posea además un conjunto de habilidades profesionales generales que le permitan alcanzar una formación integral en el sentido cultural y educativo más amplio de este término. En esta concepción, el establecimiento de Carreras Universitarias de amplio perfil se apreció como un pre - requisito para la formación posterior de especialistas como parte de un sistema de preparación superior que incluye el pregrado ( o tercer nivel de formación), el postgrado y la educación permanente en su diseño conceptual y que acepta como una realidad de la actividad profesional del mundo actual la especialización cada vez mayor de las actividades profesionales, pero que exige alcanzar esta luego de lograda una sólida base amplia y una formación integral que incluya los aspectos culturales y la formación de valores. 2. Un acercamiento a las tendencias internacionales en que se apoya el Diseño Curricular de las Carreras de Ingeniería y Arquitectura ante el reto del inicio del Tercer Milenio, La caracterización del problema del tipo de profesional a formar a partir del estudio de las tendencias internacionales, por ejemplo, para el área de las carreras de ingeniería y Arquitectura, se podía resumir a comienzos de la década de los años noventa en tres rasgos esenciales que justificaban la justeza de la posición asumida. Estos rasgos eran: 1. Lograr una formación más sólida y un conocimiento más profundo de las ciencias básicas y los fundamentos de las ciencias de ingeniería (matemáticas, física, computación, química y las ciencias de ingeniería) por parte de los futuros egresados,como parte de una formación que les permita adaptarse y comprender mejor los cambios tecnológicos que les depara la vida profesional sin una extremada dependencia de sus elementos no esenciales y con una capacidad adecuada para su auto-orientación y para la evaluacion adecuada de los mismos. 2. Formar un profesional más integral, versátil y flexible, cuya virtud fundamental sea su capacidad de autopreparación y adaptación, partiendo de la convicción de que el único hombre educado hoy en día es el que ha aprendido que ningún conocimiento es seguro y que solo el proceso de búsqueda de conocimientos da base para la seguridad lo que obliga a prestar especial atención a aspectos tales como: desarrollar su capacidad de comunicación oral y escrita, el dominio de lenguas extranjeras, la capacidad de manejo y procesamiento de información científico-técnica, su formación ecónomica, ecológica, humanística en general y su capacidad de dirección entre otras. 3. Formar un profesional en estrecha vinculación con la industria que adquiera durante su preparación en la Universidad, las habilidades profesionales básicas que le permitan resolver una vez graduado los problemas más generales y frecuentes de su profesión, que aprenda a resolver problemas profesionales resolviéndolos, aunque deba realizarlo en esta etapa bajo la dirección y control de sus profesores, los que tienen la responsabilidad de trasmitirle no solo conocimientos, sino también una forma de pensar y de actuar que caracteriza a toda la profesión de ingeniería, permitiéndole al estudiante de esta forma adquirir los fundamentos del arte de hacer ingeniería, uniendo a un pensamiento lógico bien estructurado la capacidad creativa y el hábito de ejercer el pensamiento divergente como manifestación consecuente de la palabra “ingenio” que honra y caracteriza toda esta profesión, otorgándole una raíz común a toda carrera y especialidad de ingeniería. Hoy en día, cuando ya han transcurrido más de seis años del comienzo de esta década puede afirmarse que estos rasgos esenciales expresan en buena medida las tendencias internacionales de desarrollo que podrían tomarse de base para definir el tipo de profesionales de ingeniería de la primera década del próximo milenio pero parecería conveniente, potenciar además otros tres “nuevos” elementos esenciales que podrían expresarse así: 4. Fortalecer la formación socio-humanística de este profesional, la formación de valores, el sentido de pertenencia a sociedades, regiones y comunidades de diferente carácter ( social, profesional, etc.) las cuales poseen una determinada historia, tradiciones, costumbres, ética y valores que deben ser conocidos y reconocidos por él, con independencia de los procesos de interpretación o reinterpretación crítica que después decida hacer de los mismos, y a partir de los cuales pueda estructurar sus convicciones y actitudes, y en el cual se incluyan además los aspectos de formación ecológica y de preservación del medio ambiente así como los problemas de sustentabilidad e identidad cultural en un mundo cada vez mas interrelacionado y/o globalizado que debe permitir el desarrollo pleno de la diversidad. Se trata en esencia más de preparar y educar a un hombre culto y con una actitud activa hacia la comprensión y asimilación de esa cultura que preparar a una “pieza especializada” que pueda ser utilizada sólo como instrumento del proceso productivo o de servicio de una sociedad dada sin menosprecio por ello de su formación profesional específica. 5. Fortalecer la formación económica y la capacidad para desarrollar una gestión empresarial efectiva y eficiente por parte del futuro profesional desde su estancia en la Universidad. Podría decirse en forma resumida, y con otras palabras, que es necesario preparar adecuadamente a un hombre para que conozca, use, compita y gane en la gestión económica de la actividad que realiza a partir de una adecuada y consciente inversión de recursos, insertado en un medio donde la transformación y el cambio es el modo natural de existir. La combinación, armónica y contradictoria a la vez, de los aspectos de formación socio - humanística y de gestión empresarial del futuro profesional como parte del proceso de preparación de este en el Curriculum deben crear la base ético-profesional de su accionar futuro y parecen estar indisolublemente ligadas a la problemática de este también en la próxima década. 6. La necesidad de potenciar la preparación del futuro profesional en el campo de la informática y la telemática en su más amplia dimensión cultural preparandolo para el conocimiento, uso y explotación intensiva y racional de esta tecnología, desarrollando así su capacidad de auto- preparación sostenida en un campo que constituye uno de los elementos tecnológicos más dinámicos y el que tal vez incluso más significativa influencia está teniendo y se prevé que pueda tener en los próximos años en la modificación y desarrollo de los modos de actuación profesional y la cultura y modo de vida general de la sociedad es sin duda una tendencia internacional significativa en el diseño curricular de las carreras de Ingeniería y Arquitectura en los albores del nuevo milenio. Es evidente, que una vez definidas (de esta forma o de otras) las tendencias internacionales que se consideren de mayor importancia para el diseño curricular de cualquier tipo de carrera hoy en día (aceptando que la definición dada hasta aquí en este trabajo no constituye otra cosa que la manera particular de pensar y de ver este problema para las Carreras de Ingeniería y Arquitectura por parte de este conferencista) podemos afirmar que, desde el punto de vista metodológico, se ha determinado indirectamente un procedimiento metodológico para determinar las características generales del tipo de profesional que se pretende formar, por lo que tendríamos ya una primera respuesta posible a la primera pregunta que debe contestarse un diseñador de curriculum y una Institución de Educación Superior para la identificación de la concepción teórica en que se sustenta un programa de Diseño Curricular y estaríamos en posibilidad de abordar el segundo problema: la concepción del modelo epistemológico en que deberá sustentarse el Diseño Curricular. Este modelo epsitemólogico podría intentar tomarse al margen de la concepción del profesional que se pretende formar, o de la cultura, tradiciones, actitud ante el cambio, y posibilidades sociales, técnicas y económicas de la institución en que se pretende llevar a cabo el Diseño Curricular, lo que no sería un planteamiento adecuado de esta cuestión. Desde el punto de vista del tipo de profesional que se pretende formar es evidente que el modelo epistemológico que requiere un Diseño Curricular que se proponga alcanzar los resultados que se expresaron anteriormente debe caracterizarse por: - Potenciar el aprendizaje del sujeto por encima de la transmisión de conocimientos por parte del profesor. - Prestar especial atención al desarrollo de la independencia, la capacidad de autopreparación y el desarrollo de habilidades profesionales generales en el estudiante. - Priorizar la formación básica por encima de la formación especializada. - Ser capaz de brindar una sólida formación teórica en las ciencias básicas y los aspectos básicos de la actividad profesional, ligados al desarrollo de un pensamiento lógico bien desarrollado. - Desarrollar habilidades y destrezas profesionales en la solución de problemas estructurados y no estructurados. - Desarrollar la flexibilidad de pensamiento, el pensamiento divergente, lateral o creativo, como quiera llamarsele, para que permita desarrollar la capacidad de obtener diversidad de soluciones a un mismo problema y poder evaluar los puntos fuertes y las debilidades de unas y otras. - Desarrollar capacidades para el trabajogrupal, interdisciplinario y multidisciplinario. - Estimular el desarrollo integral de la personalidad de los educandos. Debe precisarse que el valor de determinar las características necesarias del modelo epistemólogico a utilizar, a partir de la definición previa del tipo de profesional que se pretende formar, viene dado porque de esta forma no se asocia directamente el término modelo epistemólogico con un sólo enfoque o teoría de la enseñanza, pues estas teorías en muchas ocasiones poseen evidentes ventajas y desventajas con respecto a determinados fines y cuando analizamos este asunto partiendo de la óptica de los requerimientos del profesional que se pretende formar se hace evidente la necesidad de utilizar generalmente, de forma consciente y ordenada, elementos y procedimientos de más de una de estas teorías para alcanzar los resultados deseados. Es decir, la discusión no debe centrarse en decidir si adoptamos “a priori” un modelo epistemológico dado para sustentar el Diseño Curricular de determinada Carrera, ya bien sea este basado en el enfoque histórico-cultural de Vigotsky y/o la teoría de la actividad de Galperin Y.A. , o en el constructivismo de Piaget, o en cualquier otra teoría educativa, sino en conocer las escuelas teóricas más significativas, sus fortalezas y debilidades, y saber seleccionarlas y combinarlas adecuadamente en la construcción del modelo epistemólogico que requiere el tipo de profesional que se pretende formar en una determinada carrera. De ahí el carácter eminentemente ecléctico que defiende este conferencista con relación a la definición de los modelos epistemológicos a utilizar. El procedimiento inverso no conduciría a una buena solución de la tarea planteada pues la riqueza y la diversidad de los requerimientos del profesional supera las posibilidades de todos los modelos desarrollados hasta hoy y requiere a su vez de la utilización selectiva y armónica de los valores de muchos de ellos que no son tan irreconciliables y diferentes como sus autores y/o sus defensores a ultranza pretenden muchas veces presentarnos. Además se requiere realizar un estudio introspectivo con relación a las características de la Institución en que se pretende llevar a cabo la formación de este profesional y el régimen académico, institucional y financiero de esta, para precisar en que medida posee condiciones, tradiciones y posibilidades de construir y llevar a la práctica la formación de ese tipo de profesional seleccionado y el modelo epistemológico que lo sostiene. Todo ello con un enfoque proactivo y una profunda convicción de que el cambio y la transformación de “paradigmas” no sólo es posible, sino muchas veces resulta muy necesario para permitir que se haga hoy y mañana lo que ayer no pudo hacerse, viendo el futuro no necesariamente como una extensión del pasado, como se expresa en cualquier curso sobre dirección estratégica que se desarrolle hoy en día en el mundo. Para la realización de este estudio puede resultar muy conveniente utilizar alguna de las técnicas actuales del Manengement, apreciando en este caso, ( y salvando las diferencias desde el punto de vista cultural y educativo de este producto con otros productos), el “Diseño Curricular”, como un nuevo producto que tiene que determinar la factibilidad de su elaboración e implementación en la práctica social, y donde posiblemente la técnica de construcción de la Matriz D.A.F.O. (Debilidades y Fortalezas de la Institución dada y su regimen académico, institucional y financiero, para llevar a cabo la formación del tipo de profesional seleccionado, sobre la base del modelo epistemológico que este requiere, así como Amenazas y Oportunidades que brinda el Entorno que rodea a esta institución para llevarlo a cabo ) pueden servir para encontrar los puntos focales sobre los cuales hay que incidir para lograr armonizar e integrar la concepción teórica del diseño curricular, de la institución y de los regímenes académico, institucional y financiero de esta. En este sentido resulta conveniente recordar que el Diseño Curricular y la concepción teórica que lo sostiene en cuanto al carácter de Proyecto que posee debe cumplir, sin perder sus principios fundamentales, con la mayor parte de las características generales de todo proceso de Planeación que aspira a llegarse a convertir en realidad y entre las que se destacan, al decir del Dr José Luis Almuiñas, las siguientes [ 20 ]: - Estar al alcance de todos, o de al menos la mayor parte de los participantes directa o indirectamente involucrados en el proyecto. - Conservar la provisionalidad de las conclusiones. - Estar dispuestos y sometidos a un proceso de evaluación constante. - Brindar una solución integral al problema planteado y a todos sus elementos constituyentes. - Evaluar el impacto en la toma de las decisiones. - Debe tener un enfoque y un proyecto de implementación que tenga un enfoque prospectivo y que permita llevar a cabo a partir de la realidad de su pasado la construcción de su futuro. - Debe poseer o estar dispuesto a encontrar ágilmente acciones alternativas ante diferentes problemas claves. - Tener una proyección clara tanto hacia dentro como hacia afuera de la institución. - Tener un claro sentido social, que tenga en cuenta la participación de todos los sujetos a través de la realización del proyecto y que sea capaz de evaluar los diferentes “posesionamientos de los actores o participantes” y las posiciones que los mismos asumirán ante los cambios y las medidas que se pretenden adoptar. - Que se dispongan de metodologías abiertas y flexibles, acompañadas de técnicas de medición cuantitativas y cualitativas que permitan la adecuación y ajuste del proyecto a la realidad. - Considerar los aspectos políticos y económicos del proceso. - Considerar la concepción e implementación práctica de un sistema de control e información sobre el planeamiento y su ejecución que no sea burocrático y se caracterice por ser eficiente y eficaz. - La determinación de resultados parciales y metas modestas, medibles y alcanzables por los participantes que conduzcan a un acercamiento progresivo al logro de los objetivos generales y más significativos del proyecto. - El papel de los directivos y de la dirección de la planeación. - El factor tiempo. - La necesaria creatividad, imaginación, motivación. estimulación, disposición y calidad del personal que participa en el proyecto. Por último debe señalarse que esta enumeración de los aspectos prácticos y metodológicos que deben ser tenidos en cuenta tanto para la realización del estudio introspectivo de la institución y su correspondencia con el tipo de profesional que se pretende formar y las características del modelo epistemológico que lo sostiene, así como para la evaluación de las posibilidades para la implementación de un diseño curricular fundamentado en ello, sólo persiguen en este momento, desde el punto de vista conceptual destacar la importancia de la adecuada correspondencia entre estos tres elementos y muy en particular definir el orden en que a criterio de este autor estos deben ser abordados el cual consiste en, abordar primeramente la definición del tipo de profesional que se requiere para el período de diseño en función de las tendencias internacionales y la realidad regional, nacional y/o local, que es la labor que se reclama de cada institución de Educación Superior, posteriormente construir el modelo epistemológico que requiere ese profesional en función de los valores y las posibilidades que pueden brindar diferentes escuelas teóricas y modelos pedagógicos y, por último, estudiar con soluciones creativas y adecuadamente insertadas en la realidad de una institución dada, las vías para llevarlo a cabo, e incluso los límites o etapas en que debe ser prevista la estructuración de ese proyectohasta alcanzar su plena realización, hasta lograr una adecuada correspondencia dialéctica entre estos tres elementos. 4. Conclusiones generales de la conferencia: En resumen de estos “Aspectos conceptuales básicos vinculados al Curriculum y al Diseño Curricular” podemos señalar lo siguiente: Curriculum es un término polisémico, que ocupa un lugar importante en el campo de la investigación y la práctica pedagógica contemporánea, que tiene carácter de proyecto y de proceso al mismo tiempo y que no está vinculado solamente con la transmisión de conocimientos sino que se encuentra intrínsecamente ligado también a la definición de los métodos o procedimientos a través de los cuales el sujeto de aprendizaje debe alcanzar esos conocimientos y de la definición de los objetivos y procedimientos para crear en él formas específicas de “pensar”, “sentir”, “laborar” y “actuar” frente a los problemas de la vida. Al decir de José Martí el papel fundamental de la Educación es “preparar al hombre para la vida” y “ponerlo a la altura de su tiempo”. El Curriculum, como aspecto teórico-investigativo y el Diseño Curricular como el lado práctico y activo son los dos elementos estratégicos fundamentales de la proyección y la dirección de este proceso en la práctica de la formación de una carrera universitaria. El problema de la vinculación de la teoría con la práctica, de llevar a la realidad del “aula”, y del quehacer de la institución universitaria los aspectos esenciales de un proyecto educativo, científicamente elaborado, que defina con precisión los objetivos que se pretenden lograr en la formación de un determinado tipo de profesional, concebido con una visión prospectiva que incluya no sólo los aspectos técnico - profesionales sino además que tenga una dimensión cultural y humana del mismo, requiere de un enfoque sistémico que tenga en cuenta y se apoye firmemente tanto en las relaciones e interdependencias entre los distintos elementos de este sistema y en las características y las posibilidades de transformación y cambio de ellos, como en las características de la institución en que se pretende llevar a cabo este proyecto, en sus aspectos académicos, institucionales, físicos y financieros, y del medio en que la misma se inserta, así como en el conocimiento, adecuada correspondencia y aplicación de un modelo epistemológico coherente, que apoyado en las diferentes teorías educativas de respuesta a los requerimientos del tipo de profesional que se pretende alcanzar, constituyendo este último el problema esencial de los que se dedican a esta actividad. El éxito del mismo está directamente vinculado con la calidad del trabajo que se realice, de los instrumentos que se creen y de una profunda convicción y voluntad por parte de quienes se proponen llevarlo a cabo, tanto instituciones como individuos, si la finalidad que se pretende con él no es la de teorizar y especular intelectualmente, sino realizar una obra humana que, aunque perecedera, responda a los intereses, necesidades de la sociedad y de los individuos para un período dado y logre mejorar significativamente la calidad de la producción y de la vida en general de dicha sociedad a partir de una adecuada inversión de recursos. Biblioigrafía por orden de aparición en el Módulo para la Conferencia No 1: [1] Alvarez de Zayas, Rita Marina. “Módulo Diseño Curricular”, Maestría “Educación Superior” 1996, CENESEDA, Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona”, MINED, Ciudad de la Habana, Cuba. [2] Gimeno-Sacristán J. “El curriculum: una reflexión sobre la práctica”. 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