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Thomas Ice Timothy Demy - EL ARREBATAMIENTO

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EL 
ARREBATAMIENTO 
 
 
THOMAS ICE Y 
TIMOTHY DEMY 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Título del original: The Truth About the Rapture, © 1996 por Pre-Trib Research 
Center y publicado por Harvest House Publishers, Eugene, Oregon 97402. 
 
Edición en castellano: El Arrebatamiento, por Thomas Ice y Timothy Demy, © 1997 
por Editorial Portavoz, filial de Kregel Publications, Grand Rapids, Michigan 49501. 
 
Traducción: Santiago Escuain 
Diseño de la portada: Alan G. Hartman 
Compaginación: Nicholas G. Richardson 
 
EDITORIAL PORTAVOZ 
Kregel Publications 
P. O. Box 2607 
Grand Rapids, Michigan 49501 EE. UU. 
Visítenos en: www.portavoz.com 
 
ISBN 0-8254-1340-0 
 
2 3 4 5 edición/año 01 00 99 
 
Printed in the United States of America 
 
Contenido 
 
 
 
——————————– PRIMERA PARTE –—————————— 
 
Introducción al arrebatamiento pretribulacional 
 
1. ¿Qué es el arrebatamiento pretribulacional? 
2. ¿Qué términos emplea el Nuevo Testamento cuando se refiere al 
arrebatamiento? 
3. ¿Qué enseñan esos términos acerca de la naturaleza del arrebatamiento? 
4. ¿Cuándo tiene lugar el arrebatamiento en relación con la tribulación? 
 
 
——————————– SEGUNDA PARTE –—————————— 
 
¿Cuál es el fundamento bíblico para el 
arrebatamiento pretribulacional? 
 
5. ¿Cómo se debería interpretar la profecía? 
6. ¿Qué es el premilenarismo? 
7. El cumplimiento de la profecía, ¿es pasado, presente o futuro? 
8. ¿Cuál es la relación entre Israel y la iglesia en la profecía? 
 
 
——————————– TERCERA PARTE –—————————— 
 
¿Qué evidencias bíblicas hay de 
un arrebatamiento pretribulacional? 
 
9. ¿Por qué el arrebatamiento y la segunda venida son acontecimientos 
separados? 
10. ¿Por qué es necesario un intervalo entre las dos venidas? 
11. ¿Por qué es la inminencia significativa para el arrebatamiento? 
12. ¿Por qué es significativa la naturaleza de la tribulación? 
13. ¿Por qué es significativa la naturaleza de la iglesia? 
14. ¿Cómo se relaciona la obra del Espíritu Santo con el arrebatamiento? 
15. ¿Hay otros argumentos en favor del pretribulacionismo? 
 
 
———————————– CUARTA PARTE –—————————— 
 
¿En qué afecta hoy al creyente 
el arrebatamiento pretribulacional? 
 
16. ¿Cómo fomenta el arrebatamiento la vida de santidad? 
17. ¿Cómo fomenta el arrebatamiento el evangelismo? 
18. ¿Cómo fomenta el arrebatamiento las misiones mundiales? 
 
Conclusión 
Notas 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Acerca de esta serie... 
 
 La serie «Profecía» está pensada para dar a los lectores un breve sumario de temas y 
cuestiones individuales de la profecía bíblica. Para referencia rápida y facilidad de 
estudio, estas obras se redactan en un formato de pregunta y respuesta. Las preguntas 
siguen una progresión lógica, de modo que el lector que las lea seguidas conseguirá un 
mejor aprecio por el tema y las cuestiones involucradas. Cada título está totalmente 
documentado con notas al final del libro. 
 La perspectiva teológica que se presenta en toda la serie es la premilenarista y 
pretribulacional. Los autores reconocen que ésta no es la única posición aceptada por 
los cristianos evangélicos, pero creemos que es la perspectiva de mayor aceptación y 
más destacada. Es también nuestra convicción que el premilenarismo, y de manera 
específica el pretribulacionismo, es la explicación más acorde con el plan profético de 
Dios revelado en la Biblia. 
 El estudio de la profecía y de sus intrincados componentes es una empresa detallada 
y compleja, pero no es de imposible comprensión o resolución. Es susceptible de 
error, malas interpretaciones y confusión. Pero esas posibilidades no deberían inducir 
a ningún cristiano a apartarse del estudio de la profecía ni a alejarse de una sincera y 
útil discusión acerca de la misma. El propósito de esta serie es proporcionar una 
herramienta concisa y coherente a todos los que deseen una mejor comprensión de las 
Escrituras. Si el lector profundiza, tendrá grandes compensaciones, y obtendrá 
satisfacción al ir creciendo en el conocimiento y en el amor de nuestro Señor 
Jesucristo y de su Palabra. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
PRIMERA PARTE 
———————————————––—————————————— 
 
Introducción al arrebatamiento 
pretribulacional 
 
1. ¿Qué es el arrebatamiento pretribulacional? 
 Una reciente encuesta de la revista U.S. News & World Report descubrió que el 61 
por ciento de los americanos creen que Jesucristo volverá a la tierra, y que el 44 por 
ciento creen en el arrebatamiento de la Iglesia. ¿Qué es el arrebatamiento? Con tanta 
certidumbre a nivel popular, ¿por qué hay tanta confusión acerca de estos 
acontecimientos a nivel de interpretación? La doctrina del arrebatamiento 
pretribulacional es una importante enseñanza bíblica no sólo porque da atisbos del 
futuro, sino también porque da a los cristianos motivación para la vida en el presente. 
 El arrebatamiento pretribulacional enseña que antes de la tribulación de siete años, 
todos los miembros del cuerpo de Cristo (tanto los vivos como los muertos) serán arre-
batados en el aire para encontrarse con Cristo y ser luego llevados al cielo. 
 La enseñanza del arrebatamiento se presenta con gran claridad en 1 Tesalonicenses 
4:13-18. En este pasaje, Pablo informa a sus lectores que los cristianos vivos en el 
tiempo del arrebatamiento serán reunidos con los que murieron en Cristo antes de 
ellos. En el versículo 17, la palabra castellana «arrebatados» es traducción del término 
griego harpazó, que significa «tomar por la fuerza». Esta palabra se emplea 14 veces 
en el Nuevo Testamento griego de diversas maneras. 
 A veces el Nuevo Testamento emplea harpazó con el sentido de «saquear», 
«llevarse» o «arrebatar» (Mateo 12:29; Juan 10:12). También puede tener el sentido de 
«llevarse a la fuerza» (Juan 6:15; 10:28, 29; Hechos 23:10; Judas 23). Sin embargo, 
para nuestros propósitos hay un tercer uso significativo. Este tercer uso es el del 
Espíritu Santo llevándose a alguien a otro lugar. Vemos este uso de la palabra en 
cuatro ocasiones (Hechos 8:39; 2 Corintios 12:2, 4; 1 Tesalonicenses 4:17; 
Apocalipsis 12:5). 
 Este último uso aparece ilustrado en Hechos 8:39, donde Felipe, después de haber 
llevado a cabo el bautismo del eunuco etíope, es «arrebatado» y transportado por Dios 
del desierto a la ciudad costera de Azoto. De manera similar, la iglesia será, en un 
instante, arrebatada de la tierra al cielo. No es sorprendente que un autor 
contemporáneo haya llamado a este singular acontecimiento: «La gran recogida». 
 Algunos críticos en los países anglosajones observan que la palabra doctrinal que se 
emplea, raptare, no aparece en la Biblia. Aunque es verdad por lo que respecta a las 
versiones inglesas, el término correspondiente sí aparece bien traducido en las 
versiones españolas como arrebatamiento, procedente del correspondiente término en 
la versión latina rapere, que está en la raíz de la palabra inglesa raptare. Muchos 
términos doctrinales coetáneos se derivan de una base latina. A lo largo de la historia 
de la iglesia occidental, el latín fue la lengua aceptada para la discusión teológica. El 
resultado es que muchos términos teológicos se desarrollaron en esta lengua (por 
ejemplo, Trinidad). Y este es el caso en el ámbito anglosajón. En lengua castellana, 
este argumento que usan los críticos en el ámbito anglosajón sería imposible, por la 
estrecha correspondencia entre el sentido de harpazó y la traducción castellana 
arrebatar, que nadie puede intentar poner en tela de juicio, y que pertenece a la misma 
raíz latina que el término inglés. De modo que la pretensión de los críticos en el 
ámbito anglosajón de que el arrebatamiento debería ser desechado sobre la base de la 
lengua es ingenuamente incorrecto. 
 
2. ¿Qué términos emplea el Nuevo Testamento cuandose refiere al 
arrebatamiento? 
 El Nuevo Testamento emplea una diversidad de términos para describir los 
multiformes aspectos del arrebatamiento: 
 
 harpazó — «arrebatar», «tomar por la fuerza». 
«Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos 
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y 
así estaremos siempre con el Señor» (1 Tesalonicenses 4:17). 
 episunagógé — «reunión», «asamblea». 
«Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión 
con él, os rogamos, hermanos,...» 
 allassó — «cambiar», «transformar». 
«He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos 
transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; 
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y 
nosotros seremos transformados» (1 Corintios 15:51, 52). 
paralambanó — «tomar a», «recibir a uno mismo». 
«Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, 
para que donde yo estoy, vosotros también estéis» (Juan 14:3). 
 epifaneia — «manifestación», «aparición». 
«... aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de 
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo» (Tito 2:13). 
 rhuomai — «atraer a uno», «rescatar», «librar». 
«... y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesucristo, 
quien nos libra de la ira venidera» (1 Tesalonicenses 1:10). 
 apokalupsis — «destapadura», «desnudamiento», «revelación». 
«Por lo cual, ceñid los lomos de vuestro ánimo, sed sobrios, y tened vuestra 
esperanza puesta completamente en la gracia que os ha de ser traída al tiempo 
de la manifestación de Jesucristo» (1 Pedro 1:13, VM). 
 parousia — «un estar presente, presencia», «una venida», «una llegada». 
«Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el 
labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta 
que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y 
afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca» (Santiago 
5:7, 8). 
 
 No en cada uso de estas palabras en el Nuevo Testamento se hace referencia al 
arrebatamiento. El contexto determina el sentido. 
 
3. ¿Qué enseñan esos términos acerca de la naturaleza del arrebatamiento? 
 Un repaso de estos términos nos enseña que el arrebatamiento será un 
acontecimiento iniciado por Cristo en el que Él vendrá en las nubes y se aparecerá a 
los creyentes. Su manifestación resultará en atraer a sí, reunir, arrebatar y recibir a sí 
mismo a estos creyentes. Durante este acontecimiento, los cristianos de todas las eras 
serán transformados; los vivientes serán trasladados sin pasar por la muerte, mientras 
que los que hayan dormido en Cristo resucitarán. Todos esos acompañarán entonces al 
Hijo a la casa celestial del Padre que ha sido preparada para ellos. 
 
4. ¿Cuándo tiene lugar el arrebatamiento en relación con la tribulación? 
 Hay cinco puntos principales de vista dentro del premilenarismo acerca de cuándo 
acontece el arrebatamiento en relación con la tribulación de siete años. 
 
 Pretribulacionismo —Esta posición enseña que todos los cristianos serán 
tomados en el arrebatamiento que tendrá lugar antes de la tribulación. 
 
 
 
 Arrebatamiento parcial —Esta posición enseña que el arrebatamiento tiene 
lugar antes de la tribulación, pero que sólo serán tomados cristianos 
«espirituales», mientras que otros cristianos pasarán a través de la tribulación. 
 
 
 
 Midtribulacionismo —Esta postura enseña que todos los cristianos serán 
tomados en el arrebatamiento a la mitad de la tribulación (después de los 
primeros tres años y medio). 
 
 
 Arrebatamiento pre-ira —Esta postura enseña que todos los cristianos serán 
tomados en el arrebatamiento aproximadamente tras el transcurso de tres cuartas 
partes de la tribulación. 
 Postribulacionismo —Esta postura enseña que todos los cristianos serán 
arrebatados al final de la tribulación. 
 
 
 Hay muchos argumentos en pro y en contra de cada una de las posturas acabadas de 
mencionar, y esperamos tratar esos temas en futuros libros de esta serie. Sin embargo, 
el propósito de esta obra es dar una presentación positiva del pretribulacionismo. Es a 
esta tarea que pasamos ahora. 
 Es nuestro deseo en este libro dar una visión global de la perspectiva 
pretribulacional. Nuestra manera de proceder será seguir un orden lógico bíblico. Así 
como un constructor edifica una casa echando primero un fundamento adecuado sobre 
el que edificar la casa, también la sana doctrina descansa sobre un fundamento seguro. 
Nuestro examen global del pretribulacionismo puede sumarizarse en base de la 
siguiente tabla compuesta de tres elementos: el fundamento, el cuerpo de la casa, y el 
tejado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Los cuatro elementos del fundamento bíblico que sustentan el pretribulacionismo 
son una interpretación literal consecuente, premilenarismo, futurismo y una distinción 
entre el programa de Dios para Israel y la iglesia. En la ilustración, el cuerpo de la casa 
representa seis argumentos principales que se hallan en la Biblia en favor del 
pretribulacionismo. No son las únicas razones para creer en un arrebatamiento 
pretribulacional, pero abarcan mucha de la evidencia. El tejado de la casa representa 
las implicaciones prácticas que surgen de un pretribulacionismo coherentemente 
aplicado. 
 
 
SEGUNDA PARTE 
———————————————––—————————————— 
 
¿Cuál es el fundamento bíblico para el 
arrebatamiento pretribulacional? 
 
 No se puede entender lógicamente muchas doctrinas bíblicas aparte de ciertas 
verdades fundamentales. Cuatro afirmaciones proveen el fundamento bíblico para el 
arrebatamiento pretribulacional: 1) una consistente interpretación literal, 2) 
premilenarismo, 3) futurismo y 4) una distinción entre Israel y la iglesia. 
 
5. ¿Cómo se debería interpretar la profecía? 
 La interpretación literal consecuente es esencial para comprender de manera 
apropiada lo que Dios está diciendo en la Biblia. Pero algunas personas creen que la 
interpretación literal consecuente es o bien imposible o bien impracticable. Un crítico 
cree que es una «presunción irrazonable» y «un ideal imposible». Frente a las falsas 
caracterizaciones, ¿qué queremos decir por interpretación literal consecuente? 
 
Una definición de interpretación literal 
 El diccionario define literal como «conforme a la letra del texto, o al sentido exacto 
y propio, y no lato ni figurado, de las palabras empleadas en él». «La interpretación 
literal de la Biblia significa sencillamente explicar el sentido original de la Biblia 
según los usos normales y usuales de su lenguaje.»? ¿Cómo se consigue esto? Sólo 
puede conseguirse mediante una interpretación del texto escrito que incluya la 
consideración del método de interpretación gramatical (en base de las reglas de la 
gramática), histórico (consecuente con el marco histórico del pasaje) y contextual (en 
conformidad a su contexto). Esto es lo que quieren decir los literalistas por una 
interpretación literal consecuente. 
 
Interpretación gramatical, histórica, contextual 
Gramatical 
 El aspecto gramatical de la interpretación literal considera el impacto de la 
gramática sobre un pasaje. Eso significa que el estudiante del texto debería analizar 
correctamente las relaciones gramaticales que las palabras, frases y oraciones tienen 
entre sí. Escribe el doctor Roy Zuck: 
 
 Cuando hablamos de interpretar la Biblia de manera gramatical, nos 
referimos al proceso de tratar de determinar su significado dilucidando cuatro 
puntos: (a) el significado de las palabras (lexicología), (b) la forma de las 
palabras (morfología), (c) la función de las palabras (partes de la oración), y (d) 
las relaciones de las palabras entresí (sintaxis). 
 
 El doctor Zuck amplía las cuatro áreas observadas en la cita anterior: 
 
 En el significado de las palabras (lexicología) nos interesamos por (a) la 
etimología: cómo se derivan y desarrollan las palabras, (b) el uso: cómo son 
empleadas las palabras por el mismo autor y por otros, (c) sinónimos y 
antónimos: cómo se emplean palabras similares y contrarias, y (d) contexto: 
cómo se emplean las palabras en diversos contextos. 
 Al tratar acerca de la forma de las palabras (morfología) consideramos cómo 
se estructuran las palabras y cómo esto afecta a su significado. Por ejemplo, en 
inglés la palabra eat significa algo diferente de ate [cambia el tiempo verbal —
N. del T.], aunque se emplean las mismas letras. La palabra part cambia en su 
significado cuando se añade la letra s para hacer la palabra parts [pasa del 
singular al plural —N. del T]. La función de las palabras (partes de la oración) 
considera lo que hacen las varias formas. Eso incluye la consideración de los 
sujetos, verbos, objetos, sustantivos y otros.... La relación de las palabras entre 
sí (la sintaxis) es la manera en que se yuxtaponen las palabras para constituir 
frases, cláusulas y oraciones. 
 
 El aspecto gramatical de la interpretación literal nos hace saber que cualquier 
interpretación que entre en conflicto con la gramática es falsa. 
 
Histórica 
 Una apropiada interpretación de la Biblia demanda que se tome en consideración el 
contexto histórico. Este aspecto significa que se debe considerar el marco histórico y 
las circunstancias en que se escribieron los libros de la Biblia. Explica el doctor Paul 
Tan: 
 
El concepto apropiado de lo histórico en la interpretación de la Biblia es 
considerar las Escrituras como escritas durante unas determinadas edades y 
culturas. Se pueden entonces extraer aplicaciones relevantes para nuestros 
tiempos. Por ejemplo, la cuestión de los alimentos ofrecidos a ídolos sólo puede 
interpretarse en base del marco histórico y cultural de los tiempos del Nuevo 
Testamento. Los principios a extraer son relevantes para nosotros en la 
actualidad. 
 
Contextual 
 
 «Un pasaje sacado de contexto es un pretexto.» ¡Este lema es desde luego 
verdadero! Sin embargo, uno de los más comunes errores que hacen aquellos que 
malinterpretan un pasaje de la Biblia es el de sacar un versículo de su contexto 
divinamente ordenado. Aunque una proposición pueda ser tomada de la Biblia, no es 
la Palabra de Dios si se sitúa en un contexto que cambie el significado respecto al que 
Dios quiso en su contexto original. El doctor Zuck escribe: 
 
 El contexto en el que se da una Escritura determinada tiene influencia en 
cómo se ha de comprender aquel pasaje. El contexto incluye varios 
componentes: 
 el versículo o versículos inmediatamente anteriores y posteriores a un 
pasaje. 
 el párrafo y libro en el que aparecen los versículos. 
 la dispensación en que fue escrito. 
 el mensaje de la Biblia en su totalidad. 
 el medio histórico-cultural de la época en que se escribió. 
 
 Un ejemplo ampliamente usado de un versículo sacado de contexto es 2 Crónicas 
7:14: «Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren...» 
Generalmente se cita este versículo como una explicación de por qué un país está en 
decadencia. Debido a que se dirige a «mi pueblo», se dice que el éxito de una nación 
depende de la obediencia de los cristianos al Señor. Así, Dios bendice o maldice a una 
nación en base de la obediencia de los cristianos. Luego se cita 2 Crónicas 7:14 como 
fórmula para la restauración nacional, porque el pasaje dispone que si «oraren, y 
buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los 
cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra». 
 Creemos que ésta es una ilustración de un pasaje sacado de contexto, debido a los 
siguientes factores contextúales: 
 
 «Mi pueblo» es designado en 2 Crónicas 6:24 como «Israel», como también se 
ve por el fluir del contexto histórico. 
 Salomón está preparándose para dedicar el templo recién construido, y 7:14 es 
la renovación de parte de Dios del pacto de Moisés, bajo el que Israel, y sólo 
Israel, opera. 
 
 Por cuanto este pasaje involucra a Israel y no a la Iglesia, es impropio relacionarlo 
especulativamente con la cristiandad actual. La apropiada interpretación contextual 
admite la observación general de que Dios se deleita en un pueblo humilde y 
obediente, pero la obediencia y la oración deberían ofrecerse en base de su plan para la 
iglesia. 
 
Figuras de lenguaje 
 La interpretación literal reconoce que una palabra o frase se pueden emplear bien en 
sentido llano (denotativo), bien en sentido figurado (connotativo). Lo mismo que en 
nuestras conversaciones en la actualidad, la Biblia puede emplear lenguaje llano, como 
«murió ayer» (uso denotativo del lenguaje). O se puede decir lo mismo de una manera 
más pintoresca: «exhaló su último suspiro ayer» (uso connotativo del lenguaje). Un 
punto importante a observar es que aunque podamos emplear una figura de lenguaje 
para referirnos a la muerte de alguien, empleamos aquella figura para referirnos a un 
acontecimiento que sucedió realmente. Algunos intérpretes creen erróneamente que 
porque se pueda estar empleando una figura de lenguaje para describir un 
acontecimiento (p. ej., la experiencia de Jonás en el vientre del gran pez en Jonás 2), 
que el acontecimiento mismo no fue real. No es éste el caso. Se ha desarrollado una 
«regla básica de interpretación» para ayudamos a discernir si un autor ha querido 
emplear una figura de lenguaje o no: 
 
 Cuando el sentido llano de las Escrituras se ajusta al sentido común, no se 
debe buscar otro sentido; por ello, se debe tomar cada palabra en su sentido 
primario, ordinario, usual, literal, excepto que los hechos del contexto 
inmediato, estudiados a la luz de pasajes relacionados y de verdades axiomáticas 
y fundamentales, indiquen claramente lo contrario. 
 
 Los literalistas comprenden que Isaías emplea una figura de lenguaje al enseñar que 
la maldición adámica sobre la naturaleza será levantada en el milenio, cuando dice: 
«todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso» (Isaías 55:12). Esta figura se 
discierne por factores específicos en el contexto en que fue escrito, todo él tratando 
acerca del levantamiento de la maldición sobre la naturaleza en este tiempo futuro. 
Aunque se emplea lenguaje figurado, esto tendrá lugar realmente en la historia. 
 
Literal contra literal 
El doctor Elliott Johnson ha observado que se puede disipar mucha de la confusión 
acerca de la interpretación literal cuando se comprenden apropiadamente las dos 
maneras principales en que se ha empleado este término a lo largo de la historia de la 
iglesia: «(1) el sentido claro, llano de una palabra o frase enfrentado a un uso figurado, 
y (2) un sistema que contempla el texto como dando la base de la verdadera 
interpretación.» Así, los literalistas, por lo general, han empleado el término literal 
para referirse a su sistema de interpretación (el uso consecuente del sistema gramatical 
e histórico (la segunda definición de Johnson). Y una vez dentro de ese sistema, literal 
se refiere a si una palabra o frase específicos se emplean en su contexto en un sentido 
figurado o literal (primera definición de Johnson). 
 El segundo uso que hace Johnson del término «literal» (esto es, literalismo 
sistemático) es sencillamente una designación para el sistema gramático-histórico 
usado de manera consecuente. El sistema gramático-histórico fue reavivado por los 
Reformadores. Lo enfrentaron al sentido espiritual (espiritualizado) o más profundo 
del texto, que era el enfoque común durante la Edad Media. El sentido literal se 
empleaba sencillamente como trampolín hacia un significado más profundo 
(«espiritual»), que era consideradocomo más deseable. Una interpretación 
espiritualizada clásica, por ejemplo, contempla a los cuatro ríos de Génesis 2 —el 
Pisón, Gihón, Hidekel y Éufrates— como representantes del cuerpo, alma, espíritu y 
mente del cuerpo. Procedentes de este sistema, los Reformadores se dieron cuenta de 
la necesidad de volver al significado literal o textual de la Biblia. Por ejemplo, Martín 
Lutero quiso debatir con Juan Eck a partir del texto de la Biblia. 
 El sistema de interpretación literal es el enfoque gramático-histórico o textual a la 
interpretación. El uso del literalismo en este sentido se podría llamar 
«macroliteralismo». Dentro del macroliteralismo, el uso consecuente del método 
gramático-histórico da la conclusión interpretativa, por ejemplo, de que Israel se 
refiere siempre y exclusivamente al Israel nacional. La iglesia no tomará el puesto de 
Israel si se emplea consecuentemente el uso gramático-histórico de interpretación, 
porque no hay indicaciones en el texto de que éste sea el caso. Por ello, uno ha de 
imponer una idea desde fuera del texto, diciendo que el pasaje realmente significa algo 
que no dice. Esta clase de enfoque sustitutivo es una forma suave de interpretación 
espiritualizadora o alegórica. De modo que hay razones para decir que los que 
cambian Israel por la iglesia no toman la Biblia literalmente, y que espiritualizan el 
texto, por cuanto esta creencia es contraria a una interpretación macroliteral. 
 Los intérpretes literales consecuentes, desde el interior del sistema gramático-
histórico, discuten entre ellos si una palabra, frase o el género literario de un libro 
bíblico es una figura de lenguaje (connotativo) o si debe tomarse de modo literal/llano 
(denotativo). Hay discusión entre los literalistas acerca de si una palabra o frase en 
concreto se emplean o no como una figura de lenguaje, en base del contexto de un 
pasaje determinado. Algunos pasajes son de natural más claros que otros, y se 
desarrolla un consenso entre los intérpretes, mientras que otros pasajes pueden llevar a 
una división entre los intérpretes literales acerca de si esos pasajes deberían tomarse o 
no como figuras de lenguaje. No obstante, se trata más de un problema de aplicación 
que de método. 
 La Palabra de Dios debe entenderse por medio de la interpretación literal. Eso es 
una importante piedra fundamental que da sustento al arrebatamiento pretribulacional. 
Cuando la Biblia se interpreta de un modo literal consecuente, de Génesis a 
Apocalipsis, es difícil evitar la conclusión pretribulacional. 
 
6. ¿Qué es el premilenarismo? 
 La segunda piedra fundamental que da sustento al arrebatamiento pretribulacional 
de la iglesia es la doctrina bíblica conocida como premilenarismo. El premilenarismo 
enseña que la segunda venida tendrá lugar antes del reinado de Cristo de mil años 
sobre la tierra, con Jerusalén como capital. En la iglesia primitiva, el premilenarismo 
era llamado quiliasmo, del término griego que significa mil que se emplea seis veces 
en Apocalipsis 20:2-7. El doctor Charles Ryrie cita los rasgos esenciales del 
premilenarismo como sigue: «Su duración será de mil años; su lugar, esta tierra; su 
gobierno, teocrático, con la presencia personal de Cristo como Rey; y cumplirá todas 
las promesas aún no cumplidas tocantes al reino terrenal.» 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 El premilenarismo está en contraste con la enseñanza postmilenarista de que Cristo 
volverá después de haber reinado espiritualmente desde su trono en el cielo durante un 
largo período de tiempo por medio de la iglesia durante la edad presente; contrasta 
también con la similar postura amilenarista que también propone un reinado espiritual 
presente de Cristo, pero desde una perspectiva pesimista. El premilenarismo bíblico es 
un fundamento necesario para el pretribulacionismo, por cuanto es imposible que el 
postmilenarismo o el amilenarismo den apoyo al pretribulacionismo. 
 El premilenarismo es sencillamente el resultado de interpretar la totalidad de la 
Biblia, de Génesis a Apocalipsis, de la manera más natural: literalmente. Muchos de 
los críticos admiten que si se aplica de manera consecuente el enfoque literal a la 
totalidad de las Escrituras, el resultado natural es el premilenarismo. Si las promesas 
del Antiguo Testamento han de ser cumplidas literalmente para Israel como nación, 
entonces pertenecen todavía al futuro. Esto es también un soporte para el 
premilenarismo. El premilenarismo da también un fin satisfactorio y victorioso a la 
historia en el tiempo al contemplar al hombre por medio de Cristo cumplir con éxito el 
mandato creacional de gobernar el mundo. El premilenarismo es un necesario 
prerrequisito bíblico para erigir la posterior doctrina bíblica del arrebatamiento de la 
iglesia antes de la tribulación de los siete años. 
 
7. El cumplimiento de la profecía, ¿es pasado, presente o futuro? 
 Creemos que la respuesta a esta pregunta es «futuro». El tercer fundamento bíblico 
para un entendimiento sistemático del arrebatamiento pretribulacional es el futurismo. 
Un aspecto importante pero aparentemente poco reconocido de la apropiada 
interpretación de la profecía bíblica es el papel de la cronología. ¿Cuándo se cumplirá 
una profecía en la historia? Hay cuatro posibilidades. Las cuatro perspectivas son 
simples en el sentido de que reflejan las únicas cuatro posibilidades en relación con el 
tiempo: pasado, presente, futuro y atemporal. 
 El preterista (pasado) cree que la mayor parte de las profecías, si no todas, ya se 
han cumplido, generalmente en relación con la destrucción de Jerusalén el 70 d.C. El 
historicista (presente) ve mucha de la actual era de la Iglesia como idéntica con el 
período de la tribulación. Así, la profecía ha sido y seguirá siendo cumplida durante la 
actual era de la iglesia. Los futuristas (futuro) creen que virtualmente todos los 
acontecimientos proféticos no tendrán lugar en la actual era de la iglesia, sino que 
tendrán lugar en la tribulación futura, o en la segunda venida o en el milenio. El 
idealista (atemporal) no cree que la Biblia indique una cronología de acontecimientos, 
o bien que podamos determinar la cronología por adelantado. Por ello, los idealistas 
creen que los pasajes proféticos enseñan principalmente grandes ideas o verdades 
acerca de Dios, para ser aplicadas con independencia del tiempo. 
 
 
 
La trascendencia del futurismo 
 De los cuatro puntos de vista señalados más arriba, el único que lógica e 
históricamente ha dado apoyo a la posición pretribulacional es el futurista. ¿Por qué? 
Porque la cronología del arrebatamiento tiene que ver con cuándo tendrá lugar la 
tribulación en la historia. El preterismo declara que la tribulación ya ha tenido lugar. 
El historicismo dice que la tribulación comenzó en el siglo cuarto con los 
acontecimientos que rodearon a la cristianización por parte de Constantino del Imperio 
Romano y prosigue hasta la segunda venida. El idealismo niega que haya una 
cronología de acontecimientos. Por eso, sólo el futurismo, que contempla a la 
tribulación como un acontecimiento todavía futuro, podría jamás admitir un 
arrebatamiento antes del comienzo de este período de siete años. Pero eso no significa 
que todos los futuristas sean pretribulacionistas: no todos lo son. Pero para ser 
pretribulacionista, se ha de ser futurista. 
 
Apoyo para el futurismo 
 Se puede desarrollar una defensa del futurismo desde la Biblia comparando y 
contrastando el futurismo con los otros tres enfoques. Por ejemplo, se puede decidir 
por el futurismo en lugar del preterismo demostrando a partir de textos específicos de 
las Escrituras que la «venida» en los pasajes debatidos se refiere a un regreso corporal 
de Cristo al planeta Tierra, no a una venida mística mediada por el ejército romano. 
Un área que apoya al futurismo frente al historicismo es el hecho de que los númerosrelacionados con días y años deben tomarse al pie de la letra. No hay realmente 
ninguna base para pretender que los días significan años. Un argumento principal en 
favor del futurismo sobre el idealismo es la realidad de que los números cuentan. En 
otras palabras, ¿por qué iba Dios a dar cientos de declaraciones cronológicas y 
temporales en la Biblia, si no tuviese la intención de indicar esos tiempos? 
 Contemplemos algo del apoyo general para el enfoque futurista. Primero y 
principal, sólo el futurista puede interpretar toda la Biblia en sentido literal, y, 
habiéndolo hecho, armonizar esas conclusiones en un sistema teológico consecuente. 
Así como las personas, los lugares y los tiempos de Génesis 1—11 se dan para que se 
entiendan literalmente, también los textos que tienen que ver con los tiempos del fin se 
deben tomar literalmente. Días significa días; años significa años; meses significa 
meses. La única manera en que el libro de Apocalipsis y otras porciones proféticas de 
la Biblia tienen algún sentido es si se toman literalmente, lo que significa que todavía 
no han sucedido. Así, son cosas futuras. 
 La Biblia es profecía en un tercio, y la mayor parte de ello es profecías aún no 
cumplidas. Por cuanto la manera adecuada de comprender la revelación de Dios al 
hombre es un enfoque literal consecuente a toda la Biblia (incluyendo la profecía), el 
enfoque futurista es la forma correcta de contemplar la cronología de la profecía 
bíblica. Sólo la comprensión futurista de la profecía bíblica puede sustentar el 
arrebatamiento pretribulacional. 
 
8. ¿Cuál es la relación entre Israel y la iglesia en la profecía? 
 «El Nuevo Testamento distingue invariablemente entre Israel y la iglesia», afirma el 
doctor Amold Fruchtenbaum. Fruchtenbaum apoya esta conclusión por medio de un 
poderoso doble argumento en el que primero demuestra la perspectiva bíblica de Israel 
y luego muestra que la iglesia es contemplada en el Nuevo Testamento como una 
entidad separada. 
 
La distinción entre Israel y la iglesia 
 El cuarto fundamento bíblico sobre el que se erige el arrebatamiento 
pretribulacional es la realidad de que Dios tiene dos pueblos: Israel y la iglesia. ¿Qué 
queremos decir mediante esta distinción, y cómo incide en el pretribulacionismo? 
 La creencia de que el plan singular de Dios para la historia incluye los dos pueblos 
de Israel y de la iglesia no implica que por ello haya dos caminos diferentes para la 
salvación. Cuando se trata de la cuestión de la salvación, sólo hay una vía, por cuanto 
todas las personas a lo largo de la historia descienden de una sola fuente: Adán. La 
obra salvadora de Cristo es el único camino a la salvación para quienquiera, sea que el 
salvo sea miembro de Israel o de la iglesia. 
 
Israel 
 Fruchtenbaum observa que «el término Israel es contemplado teológicamente como 
refiriéndose a todos los descendientes de Abraham, Isaac y Jacob, también conocidos 
como judíos, el pueblo judío, israelitas, hebreos, etc.»
 
Observa él que la elección 
nacional distingue a Israel de aquellas naciones que no fueron escogidas (las que 
conocemos como gentiles), y bosqueja cuatro razones para la elección de Israel: 1) 
Fueron «escogidos sobre la base del amor de Dios ... para ser ―un reino de sacerdotes y 
una nación santa‖ (Éx. 19:6, VM) ... para representar a las naciones gentiles delante de 
Dios.» 2) «Dios escogió a Israel para ser receptora de su revelación y para que la 
registrase (Dt. 4:5-8; 6:6-9; Mt. 23; Ro. 9:5; He. 2:16-17; 7:13-14).» 
 Ningún cristiano orientado bíblicamente negaría estos propósitos relacionados con 
Israel. Las diferencias comienzan a surgir cuando consideramos a Israel en relación 
con la Iglesia. «Algunos teólogos insisten», observa Fruchtenbaum, «en que en algún 
punto la iglesia recibe las promesas dadas a Israel y que por ello viene a ser el ―Nuevo 
Israel‖ (lo que se conoce como la teología del reemplazo). Algunos creen que los 
términos iglesia e Israel se emplean prácticamente de modo ―intercambiable‖, 
generalmente citando Gálatas 6:16, y algunos Romanos 9:6.» 
 Sin embargo, las personas comúnmente conocidas como dispensacionalistas 
interpretan la Biblia literalmente y por ello no confunden los términos Israel y la 
Iglesia, por cuanto no hay base en el texto de ningún pasaje bíblico para apoyar tal 
postura. 
 Tras esta observación de los importantes aspectos del uso bíblico de Israel, 
examinaremos ahora la naturaleza de la iglesia. 
 
La iglesia 
 Fruchtenbaum da seis razones bíblicas que apoyan el concepto de que la iglesia es 
una obra distinta, en la casa de Dios, de Su pueblo Israel. 
1. «La primera evidencia es el hecho de que la iglesia nació en Pentecostés, 
mientras que Israel hacía ya siglos que existía.» Eso, junto con «el uso del 
tiempo futuro en Mateo 16:18, muestra que no existía durante el tiempo narrado 
en los evangelios». La iglesia, nacida en Pentecostés, recibe el nombre de 
cuerpo de Cristo (Colosenses 1:18). La entrada en el cuerpo es mediante el 
bautismo del Espíritu (1 Corintios 12:13), en el que son unidos judíos y gentiles. 
Es evidente que la iglesia comenzó el día de Pentecostés, por cuanto Hechos 1:5 
contempla el bautismo del espíritu como algo futuro, mientras que Hechos 10 lo 
vincula con el pasado, específicamente con Pentecostés. 
2. «La segunda evidencia es que ciertos acontecimientos en el ministerio del 
Mesías fueron esenciales para el establecimiento de la iglesia: la iglesia no 
llega a la existencia hasta que han tenido lugar ciertos acontecimientos.»
 
Esos 
acontecimientos incluyen la resurrección y ascensión de Jesús para llegar a ser 
cabeza de la iglesia (Efesios 1:20- 23). «La iglesia, con creyentes como el 
cuerpo y Cristo como la cabeza, no existió hasta que Cristo ascendió para llegar 
a ser su cabeza. Y no podía llegar a ser una entidad operativa hasta después que 
el Espíritu Santo proveyese los necesarios dones espirituales (Efesios 4:7-11).» 
3. «La tercera evidencia es el carácter de misterio de la iglesia.» Un misterio en la 
Biblia es una verdad oculta no manifestada hasta el Nuevo Testamento (Efesios 
3:3-5, 9; Colosenses 1:26, 27). Fruchtenbaum da una lista de «cuatro rasgos 
definitorios de la iglesia [que] se describen como misterio: (1) El concepto de 
cuerpo de creyentes judíos y gentiles unidos en un solo cuerpo es designado en 
Efesios 3:1-12 como un misterio. (2) La doctrina de Cristo habitando en cada 
creyente, el concepto de Cristo-en-vosotros, es llamado un misterio en 
Colosenses 1:24-27 (cf. Colosenses 2:10-19; 3:4). (3) La iglesia como Novia de 
Cristo es designada un misterio en Efesios 5:22-32. (4) El arrebatamiento es 
designado un misterio en 1 Corintios 15:50-58. Esos cuatro misterios describen 
cualidades que distinguen a la iglesia de Israel.» 
4. «La cuarta evidencia de que la iglesia es distinta de Israel es la singular relación 
entre judíos y gentiles, que en Efesios 2:15 es llamada ―un solo y nuevo 
hombre―.»
 
Durante la actual era de la iglesia Dios está salvando un remanente 
de los dos anteriores grupos (Israel y los gentiles), y combinándolos en un tercer 
y nuevo objeto: la iglesia. Esta unidad de judíos y gentiles en un solo y nuevo 
hombre cubre sólo la era de la iglesia, desde Pentecostés hasta el 
arrebatamiento, y después de este tiempo, Dios restaurará a Israel y completará 
su destino (Hechos 15:14-18). 1 Corintios 10:32 refleja precisamente esta 
división con estas palabras: «No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la 
iglesia de Dios.» 
5. «La quinta evidencia para la distinción entre Israel y la iglesia se encuentra en 
Gálatas 6:16.» «Parece lógico considerar al ―Israel de Dios‖ (Gálatas 6:16) 
como judíos creyentes en contraste a los judíos incrédulos llamados ―Israel 
según la carne― (1 Corintios 10:18).» Este pasaje no da apoyo a la falsa 
pretensión de los teólogos del reemplazoque pretenden que Israel es suplantado 
por la iglesia. Más bien, la Biblia enseña que un remanente de Israel es 
combinado con gentiles elegidos durante esta edad, para constituir una entidad 
totalmente nueva que el Nuevo Testamento llama la iglesia (Efesios 2). 
 La teología del reemplazo trata de enseñar que por cuanto los gentiles son 
descritos como «descendencia de Abraham» (Gálatas 3:29), eso es equivalente a 
decir que son Israel. Pero este no es desde luego el caso. La descripción que da 
Pablo de los creyentes gentiles en Gálatas 3:29 significa sencillamente que 
participan en las bendiciones espirituales (esto es, la salvación) que vienen por 
medio de Israel (Romanos 15:27; 1 Corintios 9:11, 14). «Los que son la 
simiente espiritual son partícipes de las bendiciones espirituales judías, pero 
nunca se dice de ellos que vengan a ser partícipes de las promesas físicas, 
materiales o nacionales.» Por tanto, las promesas nacionales de Israel quedan 
intactas, y esperan su cumplimiento aún futuro. 
6. «En el libro de los Hechos, tanto Israel como la iglesia existen simultáneamente. 
El término Israel se emplea veinte veces, y ekklesia (iglesia) diecinueve veces; 
pero ambos grupos son siempre considerados distintos.» De modo que el 
teólogo del reemplazo no tiene ninguna base bíblica real sobre la que 
fundamentar su pretensión teológica de que Israel y la iglesia han venido a ser 
lo mismo. 
 
La trascendencia de la distinción 
 Si se niega la distinción entre Israel y la iglesia, entonces no hay base para 
contemplar un futuro para Israel ni para la iglesia como un nuevo y singular pueblo de 
Dios. Si Israel y la iglesia se refunden en un solo programa, entonces las promesas del 
Antiguo Testamento para Israel nunca se cumplirán, y los teólogos del reemplazo 
generalmente las consideran como espiritualmente cumplidas por la iglesia. La fusión 
del destino de Israel en la iglesia no sólo junta en uno lo que las Escrituras presentan 
como dos cosas distintas, sino que también elimina la necesidad de la futura 
restauración del pueblo originalmente escogido por Dios para que se cumpla 
literalmente Su promesa de que serán un día cabeza, y no cola (Deuteronomio 28:13). 
 Cuanto más los creyentes vean un plan preciso para Israel y un plan preciso para la 
iglesia, tanto más se darán cuenta de que cuando el Nuevo Testamento se refiere a la 
iglesia, está describiendo un destino y una esperanza separados para ella. La iglesia se 
hace más específica en el plan de Dios. El futuro de Israel incluye los siete años de 
tribulación, y luego, poco antes del regreso de Cristo a Jerusalén, se convertirá a Jesús 
como su Mesías, al serles quitado el velo y contemplar la nación a Aquel que fue 
traspasado. Por otra parte, la esperanza específica de la iglesia (el arrebatamiento antes 
de la septuagésima semana de Daniel) es el regreso de Cristo en cualquier momento. 
 Así que la distinción entre Israel y la iglesia, tal como aparece enseñada en la 
Biblia, da una base de sustento para el arrebatamiento pretribulacional. Los que 
funden ambos programas no pueden lógicamente sustentar los argumentos bíblicos en 
favor del pretribulacionismo. 
 
 
TERCERA PARTE 
———————————————––—————————————— 
 
¿Qué evidencias bíblicas hay de un 
arrebatamiento pretribulacional? 
 
9. ¿Por qué el arrebatamiento y la segunda venida son acontecimientos 
separados? 
 En la sección anterior hemos dado una base o fundamento para el 
pretribulacionismo. En esta sección comenzaremos dando evidencia bíblica específica 
para el arrebatamiento pretribulacional. El primer lugar donde empezar es el concepto 
bíblico de que el arrebatamiento de la iglesia es un acontecimiento distinto de la 
segunda venida de Cristo a la tierra. 
 John Feinberg observa que es importante distinguir entre el arrebatamiento y la 
segunda venida para establecer el pretribulacionismo frente a la pretensión no 
pretribulacional de que la Biblia no enseña esta tesis: 
 
El pretribulacionista ha de mostrar que hay una suficiente disimilitud entre los 
pasajes claros acerca del arrebatamiento y los pasajes claros acerca de la 
segunda venida para apoyar la afirmación de que las dos clases de pasajes 
podrían estar refiriéndose a dos acontecimientos que podrían acontecer en 
momentos diferentes. El pretribulacionista no tiene que demostrar, en este punto 
... que los dos acontecimientos tienen que acontecer en tiempos diferentes, sino 
sólo que los datos exegéticos de los pasajes tocantes al arrebatamiento y los 
tocantes a la segunda venida no imposibilitan que los acontecimientos tengan 
lugar en tiempos diferentes. Si puede hacer esto, el pretribulacionista ha 
demostrado que su tesis no es imposible. Y con ello ha refutado la más enérgica 
línea evidencial del postribulacionista. 
 
 Un factor clave para comprender la enseñanza del Nuevo Testamento del 
arrebatamiento pretribulacional gira alrededor del hecho de que se presentan dos 
futuras venidas de Cristo. La primera venida futura es el arrebatamiento de la iglesia a 
las nubes, antes de la tribulación de siete años; la segunda venida futura tiene lugar al 
final de la tribulación cuando Cristo volverá a la tierra para inaugurar su reinado de 
mil años. Cualquiera que esté deseoso de conocer la enseñanza bíblica acerca del 
arrebatamiento y de la segunda venida debe estudiar y decidir si las Escrituras se 
refieren a uno o dos acontecimientos futuros. 
 
Acotando la cuestión 
 Por lo general, los postribulacionistas mantienen que si el arrebatamiento y la 
segunda venida son dos acontecimientos distintos separados por unos siete años, 
debería haber al menos un pasaje en las Escrituras que enseñase esto con claridad. Sin 
embargo, la Biblia no siempre enseña la verdad de Dios siguiendo nuestros propios 
planteamientos ni de manera que responda directamente a todas nuestras preguntas. 
Por ejemplo, un unitario podría plantear una pregunta similar acerca de la Trinidad. 
«¿Dónde hay al menos un pasaje en las Escrituras que diga claramente que las 
Personas de la Deidad son distintas?» Los que creemos en la Trinidad contestamos que 
la Biblia enseña la Trinidad, pero de una manera diferente a como él querría. 
 Muchas importantes doctrinas bíblicas no nos son dadas directamente en un solo 
versículo; a menudo tenemos que armonizar pasajes para llegar a conclusiones 
sistemáticas. Algunas verdades son directamente expuestas en la Biblia, como la 
deidad de Cristo (Juan 1:1; Tito 2:13). Pero doctrinas como la Trinidad y la naturaleza 
encarnada de Cristo son producto de la armonización bíblica. Tomando en cuenta 
todos los textos bíblicos, los teólogos ortodoxos llegaron a reconocer con el tiempo 
que Dios es una Trinidad y que Cristo es el Dios-Hombre. De manera similar, una 
consideración sistemática de todos los pasajes bíblicos nos revela que las Escrituras 
enseñan dos venidas futuras. 
 Los postribulacionistas a menudo mantienen que la posición pretribulacional está 
erigida simplemente sobre la suposición de que ciertos versículos «cuadran» sólo en 
tanto que se suponga que el modelo pretribulacional del arrebatamiento sea el 
correcto. Pero a menudo dejan de clarificar ante sus lectores que el postribulacionismo 
es igual de dependiente de suposiciones. El error del postribulacionismo procede de 
dejar de observar distinciones bíblicas factuales. 
 Por ejemplo, el ministerio de Cristo tiene dos fases que giran alrededor de sus dos 
venidas. La primera fase tuvo lugar en la primera venida de Cristo cuando vino en 
humillación para padecer. La segunda fase comenzará en la segunda venida de Cristo 
cuando reinará sobre la tierra en poder y gloria. Dejar de distinguir estas dos fases fue 
un factor clave en el rechazo que Jesús sufrió como Mesías en su primera venida. De 
la misma manera dejar de ver las claras distinciones entre el arrebatamiento y lasegunda venida lleva a muchas personas a error en la interpretación del plan futuro de 
Dios. 
 
La naturaleza del arrebatamiento 
 El arrebatamiento es presentado con toda claridad en 1 Tesalonicenses 4:13-18. Está 
caracterizado en la Biblia como una «venida de traslación» (1 Corintios 15:51, 1 
Tesalonicenses 4:15-17) en la cual Cristo viene por Su iglesia. El segundo 
advenimiento es Cristo regresando con Sus santos, descendiendo del cielo para 
establecer Su reino terrenal (Zacarías 14:4-5; Mateo 24:27-31). Edward Hindson 
observa: 
 
El arrebatamiento (o "traslado") de la iglesia es a menudo paralelo a los "raptos" 
de Enoc (Génesis 5:24) y Elías (2 Reyes 2: 12). En cada caso, el individuo 
desapareció o fue llevado al cielo. En Su ascensión, nuestro Señor mismo fue 
"alzado" al cielo (Hechos 1:9). La descripción bíblica del arrebatamiento 
implica tanto la resurrección de los creyentes que murieron como el traslado de 
los creyentes vivos en el aire para encontrarse con el Señor (1 Tesalonicenses 
4:16-17; 1 Corintios 15:51 52). 
 
 Las diferencias entre los dos eventos (el arrebatamiento y la segunda venida) 
armonizan de manera natural con la posición pretribulacional, mientras los otros 
puntos de vista no son capaces de explicar con naturalidad el texto bíblico con relación 
a tales distinciones. El siguiente gráfico muestra una compilación de pasajes sobre el 
arrebatamiento en contraste a otros que se refieren a la segunda venida. 
 
 Con base en las referencias anteriores, podemos observar una gran diferencia en el 
carácter de los pasajes que se refieren al arrebatamiento en comparación a los que 
tratan con la segunda venida, tal como se resume a continuación: 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 John Walvoord concluye que estos ―contrastes hacen evidente que el traslado de la 
iglesia es un evento bastante distinto en carácter y tiempo del regreso del Señor para 
establecer su reino, y confirma la conclusión de que el traslado tiene lugar antes de la 
tribulación.‖ 
 
Diferencias adicionales 
 Pablo habla del arrebatamiento como un ―misterio‖ (1 Corintios 15:51-54), es decir, 
una verdad no revelada hasta su divulgación por los apóstoles (Colosenses 1:26), 
convirtiéndolo en un evento aparte, mientras que la segunda venida está predicha en el 
Antiguo Testamento (Daniel 12:1-3; Zacarías 12:10; 14:4). 
 El movimiento en el rapto para el creyente es de la tierra al cielo, mientras que en la 
segunda venida es del cielo a la tierra. En el arrebatamiento, el Señor viene por sus 
santos (1 Tesalonicenses 4:16), mientras que en la segunda venida el Señor viene con 
sus santos (1 Tesalonicenses 3:13). 
 En el arrebatamiento, el Señor viene solamente por los creyentes, pero en su regreso 
a la tierra impactará a todas las personas. 
 El arrebatamiento es un evento de traslado/resurrección en el que el Señor lleva a 
los creyentes ―a la casa del Padre‖ en el cielo (Juan 14:3), mientras que en la segunda 
venida los creyentes regresan del cielo a la tierra (Mateo 24:30). Hindson dice, ―Los 
diferentes aspectos del regreso de nuestro Señor están claramente delineados en las 
propias Escrituras. La única cuestión real en el debate escatológico es el intervalo de 
tiempo entre ellos.‖ 
 
PROBLEMAS DEL POSTRIBULACIONISMO 
 Uno de los puntos fuertes de la posición pretribulacionista es que puede armonizar 
mejor los muchos eventos de la profecía del fin de los tiempos debido a su distinción 
entre el arrebatamiento y la segunda venida. Normalmente, los postribulancionistas ni 
siquiera intentan responder a tales objeciones y los pocos que lo intentan luchan con el 
texto bíblico presentando interpretaciones sesgadas. No Obstante, los 
pretribulacionistas no encuentran dificultades para ofrecer respuestas. 
 
¿Qué problemas presenta el postribulacionismo? 
 Primero, el postribulacionismo requiere que la iglesia esté presente durante la 
semana 70 de Daniel (Daniel 9:24-27) aunque estuvo ausente en las primeras 69. Esto 
es a pesar de que Daniel 9:24 dice que las 70 semanas son para Israel. El 
pretribulacionismo no está en conflicto con este pasaje, como lo está el 
posttribulacionismo, ya que la iglesia parte antes del comienzo del período de siete 
años. 
 Segundo, el postribulacionismo niega la enseñanza del Nuevo Testamento acerca de 
la inminencia – que Cristo podría venir en cualquier momento. El pretribulacionismo 
no tiene problemas con estos pasajes del Nuevo Testamento, ya que considera que 
ninguna señal debe preceder al rapto. 
 Tercero, el postribulacionismo premilenial no ofrece respuesta a su problema de 
quién poblará el milenio si el arrebatamiento y la segunda venida ocurren al mismo 
tiempo. Dado que todos los creyentes serán trasladados en el arrebatamiento y todos 
los incrédulos serán juzgados, porque a ningún injusto se le permitirá entrar en el reino 
de Cristo, entonces nadie quedaría en cuerpos mortales para iniciar la base poblacional 
del milenio. El punto de vista pretribulacional no tiene ningún problema en este punto. 
 Cuarto, el postribulacionismo no puede explicar el juicio de las ovejas y los cabritos 
después de la segunda venida en Mateo 25:31-46. Igual que en el problema anterior, 
¿cómo habría creyentes en cuerpos mortales, si fueran raptados en la segunda venida, 
que estuviesen disponibles para entrar en el reino de Cristo? El Pretribulacionismo no 
tiene ese problema. 
 Quinto, ya que Apocalipsis 19:7-8 indica que la iglesia, la Esposa de Cristo, está 
preparada para acompañar a Cristo a la tierra (Apocalipsis 19:14) antes de la segunda 
venida, ¿cómo podría suceder esto razonablemente si una parte de la iglesia está 
todavía en la tierra esperando el advenimiento de Cristo? Si el rapto de la iglesia tiene 
lugar en la segunda venida, entonces ¿cómo es que la Esposa (es decir, la iglesia) 
también viene con Cristo a su regreso? No habría tiempo suficiente para que esto 
suceda dentro de una secuencia postribulacional, la posición pretribulacional no 
presenta ese problema. 
 
CONCLUSIÓN 
 Las distinciones entre la venida de Cristo en el aire para arrebatar a Su iglesia son 
demasiado grandes para ser reducidas a una sola venida al final de la tribulación. Estas 
distinciones bíblicas proveen una fuerte base para la enseñanza del rapto pre-
tribulacional. Cuando consideramos que a la iglesia se le promete la exención de la 
tribulación de Israel (1 Tesalonicenses 1:10; 5:9; Apocalipsis 3:10) y que la 70ª 
semana de Daniel (Daniel 9:24-27) es para Israel y no para la iglesia, tal como las 69 
semanas anteriores, entonces solamente es lógico deducir que la iglesia será arrebatada 
antes de la tribulación. Tal esperanza es de hecho la "Bienaventurada Esperanza". 
Amén; sí, ¡ven, Señor Jesús! ¡Maranatha! 
 
10. ¿Por qué es necesario un intervalo entre las dos venidas? 
 Numerosos elementos del Nuevo Testamento pueden ser perfectamente 
armonizados mediante un intervalo de tiempo pretribulacional de al menos siete años, 
mientras que otros puntos de vista, especialmente los postribulacionalistas, se ven 
obligados a postular escenarios que no permitirían de manera realista el paso normal 
del tiempo. La mejor manera de armonizar temporalmente los siguientes 
acontecimientos es con un intervalo de tiempo como el propuesto por el 
pretribulacionismo. 
 
El juicio “bema” 
 2 Corintios 5:10 enseña que todos los creyentes de esta era deben presentarse ante el 
tribunal de Cristo en el cielo. Este evento, a menudo conocido como el "juicio bema" 
(véase también Romanos 14:10; 1 Corintios 3:10-15; 4:2-5), es un evento jamás 
mencionado en los relatos concretos relacionados con la segunda venida de Cristo a la 
tierra. En cambio, la segunda venida trae consigo el juicio de Dios a los incrédulos, 
expresado normalmente por alguna forma de la palabra griega krinô. Así, se puedeestablecer a partir del texto bíblico que el juicio bema – se aplica sólo a los creyentes 
de la edad de la iglesia, mientras que el juicio krinô es para los incrédulos. 
 La Biblia indica que cada individuo perteneciente al Cuerpo de Cristo comparecerá 
ante el bema en asociación con el regreso de Cristo por la Iglesia (es decir, el rapto 
pretribulacional). El Dr. Robert Gromacki observa: 
 
 El juicio ocurrirá inmediatamente después de la venida de Cristo por los 
creyentes. . . . El apóstol Pablo escribió: "Así que, no juzguéis nada antes de 
tiempo, hasta que venga el Señor...‖ (1 Corintios 4:5). Por lo tanto, este no es un 
juicio constante que cada cristiano experimenta en la tierra o justo después de la 
muerte. Es un evento de una vez por todas que ocurre justo después de la 
aparición de Cristo (I Tesalonicenses 4:13-18). 
 
 Dado que la ejecución normal de un juicio como éste requeriría cierto tiempo, el 
intervalo de siete años entre ambos juicios explica muy bien ese requisito. 
 
La novia de Cristo en el cielo 
 Junto con el juicio bema, Apocalipsis 19:7-10 muestra a la iglesia como una novia 
que ha sido preparada para el matrimonio (con "lino fino", que representa "las 
acciones justos de los santos") con su novio (Cristo). La novia ya ha sido vestida en 
preparación para su regreso en la segunda venida con Cristo a la tierra (Apocalipsis 
19:11-18). De ello se desprende que la iglesia ya tendría que estar completa y en el 
cielo (debido al rapto pretribulacional) para haber sido preparada de la manera que 
describe Apocalipsis 19. Esto requiere un intervalo de tiempo que el 
pretribulacionismo maneja bien. 
 Al parecer, la preparación de la novia y el juicio bema son diferentes ilustraciones 
de un mismo evento. El bema se centra en el proceso de juicio, mientras que la novia 
ilustraa los resultados. El Dr. Edward Hindson explica: 
 
 Cualquiera sea el punto de vista que uno tenga sobre el regreso de nuestro 
Señor, una cosa es clara en la Escritura profética, la boda tiene lugar en el cielo 
(Apocalipsis 19:7-9) antes del regreso triunfal de Cristo con Su Iglesia redimida 
a Su lado (Apocalipsis 19:11-16). 
 Los no pretribulacionalistas no explican cómo la iglesia llegó al cielo antes de 
regresar con Cristo a la batalla de Armagedón. En el mejor de los casos, algunos 
sugieren que son "arrebatados" después de la Tribulación sólo para regresar 
inmediatamente con el Señor. Este arreglo, sin embargo, ¡deja poco o nada de 
tiempo para la boda! 
 
Los 24 ancianos en el cielo 
 Los 24 ancianos de Apocalipsis 4:1-5:14 se entienden mejor como representantes de 
la Iglesia. El Dr. Charles Ryrie explica: 
 
 En el Nuevo Testamento, los ancianos como los más altos oficiales de la 
Iglesia son quienes la representan (cf. Hechos 15:6; 20:28), y en el Antiguo 
Testamento, veinticuatro ancianos fueron nombrados por el Rey David para 
representar a todo el sacerdocio levítico (1 Crónicas 24). Cuando esos 
veinticuatro ancianos se reunieron en el recinto del templo en Jerusalén, toda la 
casa sacerdotal estaba representada. Por ello, parece más probable que los 
ancianos representen a los redimidos, ... la iglesia por lo tanto está en el cielo 
antes de que comience la tribulación. 
 
 Si estos ancianos se relacionan con la iglesia, entonces significaría al menos dos 
cosas: 1) Sería necesario el arrebatamiento y la recompensa de la Iglesia antes de la 
tribulación y se requeriría una brecha cronológica para que ellos cumplieran con sus 
deberes celestiales durante la tribulación de siete años. 2) Demostraría que la iglesia 
en su totalidad ya estaba en el cielo antes de que comenzaran los eventos de la 
tribulación. 
 
El juicio a las naciones gentiles 
 Sería imposible que el juicio de los gentiles (el juicio de las naciones) se llevase a 
cabo después de la segunda venida si el arrebatamiento y la segunda venida no están 
separados por un lapso de tiempo. ¿Cómo se separarían tanto los salvos como los no 
salvos, aún en sus cuerpos naturales, en el juicio, si todos los creyentes vivos son 
trasladados en la segunda venida? Esto sería imposible si el traslado tiene lugar en la 
segunda venida, pero se resuelve a través de una brecha pretribulacional. 
 El Dr. John F. Walvoord señala que si ―el traslado sucede en conexión con la 
segunda venida de Cristo a la tierra, no habría necesidad de separar las ovejas de los 
cabritos en un juicio posterior, sino que la separación habría tenido lugar en el acto 
mismo del traslado de los creyentes antes de que Cristo estableciera finalmente su 
trono en la tierra (Mateo 25:31)‖. Una vez más, este ―problema‖ se resuelve adoptando 
una perspectiva pretribulacional con un intervalo de al menos siete años. 
 
La población del milenio 
 En la segunda venida, los creyentes no mártires que llegaron a la fe en Cristo 
durante la tribulación no son trasladados, sino que llevan a cabo ocupaciones 
ordinarias como la agricultura, la construcción de casas y la crianza de los hijos (Isaías 
65:20-25) durante el milenio siguiente. Esto sería imposible si todos los santos fuesen 
trasladados en la segunda venida de Cristo a la tierra, como enseñan los 
postribulacionistas. Debido a que los pretribulacionistas tienen al menos un intervalo 
de siete años entre la remoción de la iglesia en el arrebatamiento y el regreso de Cristo 
a la tierra, esto no resulta un problema porque millones de personas se salvarán 
durante el intervalo y así estarán disponibles para poblar el milenio en sus cuerpos 
naturales para cumplir con las Escrituras. 
 El Dr. Steven McAvoy concluye: 
 
 El hecho de que el juicio de las naciones se produzca antes del milenio y por 
tanto prevea la población de la tierra milenaria, constituye un fuerte argumento 
para el pretribulacionismo. Porque un rapto postribulacional no dejaría ninguna 
oveja para este juicio. Si los pretribulacionistas están en lo cierto al situar este 
juicio antes del milenio, entonces el postribulacionismo recibe un rotundo golpe. 
 
El futuro de Israel 
 Un intervalo de tiempo es necesario para que el programa de Dios para la iglesia, un 
tiempo en que judíos y gentiles están unidos en un cuerpo (cf. Efesios 2-3), no se 
mezcle de ninguna manera con su plan pendiente y futuro para Israel durante la 
tribulación. El Dr. Renald Showers observa: 
 
Todos los otros puntos de vista del Arrebatamiento hacen que la Iglesia sufra 
por lo menos parte de la semana 70, lo que significa que estos otros puntos de 
vista mezclan el programa de 70 semanas de Dios para Israel y Jerusalén con su 
programa para la iglesia. 
 
 Se necesita un lapso de tiempo después de que Dios complete su programa con la 
Iglesia, para que pueda concluir Sus planes para Israel. Sólo con un intervalo de siete 
años, como postulan los pretribulacionistas, el programa de Dios armoniza de manera 
no conflictiva. 
 
CONCLUSIÓN 
 El rapto pretribulacional de la iglesia no sólo satisface la necesidad bíblica de 
establecer una distinción entre el traslado de los santos de la era de la iglesia en el 
rapto, previo a la segunda venida, sino que también maneja sin problema la necesidad 
de una brecha temporal, que armoniza una serie de eventos bíblicos futuros. Este 
criterio de un intervalo temporal de siete años refuerza la probabilidad de que el 
pretribulacionismo refleje mejor el punto de vista bíblico. 
 
11. ¿Por qué es la inminencia significativa para el arrebatamiento? 
 La enseñanza neotestamentaria de que Cristo podría regresar en cualquier momento 
y arrebatar a Su Iglesia sin señales o advertencias previas (esto es, la ―inminencia‖) es 
un argumento tan importante a favor del pretribulacionismo que se ha vuelto una de 
las doctrinas más ferozmente atacadas por los oponentes de la posición 
pretribulacionista. Se dan cuenta de que si el Nuevo Testamento enseña la inminencia,un rapto pre-tribulación es prácticamente seguro. 
 
Definición bíblica de inminencia 
 El Dr. Renald Showers define y describe la inminencia de la siguiente forma: 
 
1) Un acontecimiento inminente es aquel que "se cierne sobre alguien, está 
siempre a punto de sorprender o alcanzar a alguien; y está cercano a ocurrir" 
(The Oxford English Dictionary, 1901, V. 66). Así, la inminencia trae consigo 
la sensación de que algo puede suceder en cualquier momento. Otras cosas 
pueden suceder antes del evento inminente, pero no es necesario que ocurra 
nada antes de que suceda. Si algo debe suceder antes de que ocurra cierto 
acontecimiento, dicho acontecimiento no es inminente. En otras palabras, la 
necesidad de que primero tenga que suceder alguna otra cosa destruye el 
concepto de inminencia. 
2) Por cuanto una persona nunca sabe con exactitud cuándo tendrá lugar un 
acontecimiento inminente, no puede contar con un cierto lapso de tiempo antes 
que tenga lugar el acontecimiento inminente. A la luz de esto, debería estar 
siempre preparado para que suceda en cualquier momento. 
3) Una persona no puede legítimamente establecer o implicar una fecha para tal 
suceso inminente. Tan pronto como se establece una fecha para un 
acontecimiento inminente, destruye por ello mismo el concepto de inminencia, 
porque con ello está diciendo que ha de transcurrir un cierto intervalo de tiempo 
antes que aquel acontecimiento pueda tener lugar. La existencia de una fecha 
específica para un acontecimiento es contraria al concepto de que aquel 
acontecimiento puede suceder en cualquier momento. 
4) Una persona no puede legítimamente decir que un acontecimiento inminente 
sucederá pronto. El término «pronto» implica que un acontecimiento ha de 
suceder «dentro de un breve tiempo (después de un punto particular en el 
tiempo, especificado o implicado).» Como contraste, un acontecimiento 
inminente puede tener lugar dentro de un tiempo breve, pero no necesariamente 
tiene que hacerlo para ser inminente. Como espero que veáis ya, «inminente» no 
significa lo mismo que «pronto». 
 
 El hecho de que Cristo podría volver pronto, en cualquier momento (pero puede que 
aún no) es un apoyo para el pretribulacionismo. ¿Qué pasajes del Nuevo Testamento 
enseñan esta verdad? Entre los versículos que enseñan que Cristo podría volver en 
cualquier momento, sin advertencia, y que instruyen a los creyentes a esperar y anti-
cipar la venida del Señor se incluyen: 
 1 Corintios 1:7 — «esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.» 
 1 Corintios 16:22 (RV60) — «Maranatha.» 
 Filipenses 3:20 — «Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde 
también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.» 
 Filipenses 4:5 — «El Señor está cerca.» 
 1 Tesalonicenses 1:10 — «y esperar de los cielos a su Hijo.» 
 Tito 2:13 — «aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación 
gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.» 
 Hebreos 9:28 — «así también Cristo ... aparecerá por segunda vez, sin relación 
con el pecado, para salvar a los que le esperan.» 
 Santiago 5:7-9 — «Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del 
Señor ... porque la venida del Señor se acerca.... he aquí, el juez está delante de 
la puerta.» 
 1 Pedro 1:13 — «y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando 
Jesucristo sea manifestado.» 
 Judas 21 — «esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida 
eterna.» 
 Apocalipsis 3:11; 22:7, 12, 20 — «Ciertamente vengo en breve.» 
 Apocalipsis 22:17, 20 — «Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, 
diga: Ven.... El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en 
breve. Amén; sí, ven. Señor Jesús.» 
 
 Al considerar los anteriores pasajes, observamos que Cristo puede venir en 
cualquier momento, que el arrebatamiento es verdaderamente inminente. Sólo el 
pretribulacionismo puede dar un significado pleno y literal a este inminente 
acontecimiento. Otras posturas tienen que redefinir inminencia de manera más 
imprecisa que lo que el Nuevo Testamento permitiría. El doctor Walvoord declara: 
«La exhortación a esperar ―la manifestación gloriosa‖ de Cristo a los suyos (Tito 2:13) 
pierde su sentido si la tribulación ha de suceder primero. En tal caso, los creyentes 
deberían esperar señales.» Si no se acepta la tesis pretríbulacional de la inminencia, 
entonces tendría sentido esperar señales relacionadas con los acontecimientos de la 
tribulación (esto es, el Anticristo, los dos testigos, etc.) y no a Cristo mismo. Pero el 
Nuevo Testamento, como se demuestra más arriba, instruye de manera uniforme a la 
iglesia a esperar a la venida de Cristo, mientras que a los santos de la tribulación se les 
dice que esperen señales. 
 La exhortación del Nuevo Testamento a ser consolados mediante la venida del 
Señor (Juan 14:1-3; 1 Tesalonicenses 4:18) no tendría ningún sentido si los creyentes 
hubieran de pasar primero por alguna parte de la tribulación. En lugar de ello, el 
consuelo tendría que esperar a que pasasen los acontecimientos de la tribulación. No: a 
la iglesia se le ha dado una «bienaventurada esperanza» en parte debido a que el 
regreso del Señor es verdaderamente inminente. 
 La iglesia primitiva tenía una especial salutación mutua, como se registra en 1 
Corintios 16:22, que era «¡Maranatha!» (RV) Se trata de tres palabras arameas: Mar 
(«Señor»), ana («nuestro»), y tha («ven»), significando «Señor nuestro, ven». Un 
saludo tan singular refleja una anhelante expectativa de la bienaventurada esperanza 
como una realidad muy presente en las vidas diarias de aquellos antiguos cristianos. 
La vida de la iglesia en la actualidad sólo mejoraría si «Maranatha» volviese como un 
sincero saludo en boca de un pueblo expectante. ¡Maranatha! 
12. ¿Por qué es significativa la naturaleza de la tribulación? 
 La Biblia enseña que la tribulación (esto es, los siete años, la semana septuagésima 
de Daniel) es un tiempo de preparación para la restauración y conversión de Israel 
(Deuteronomio 30:3-11; Zacarías 12:10). Mientras que la iglesia experimentará una 
tribulación en general durante esta edad presente (Juan 16:33), nunca es mencionada 
como participante en el tiempo de angustia de Israel, que incluye la gran tribulación, el 
día del Señor y la ira de Dios. 
 Ni un solo pasaje del Antiguo Testamento acerca de la tribulación se refiere a la 
iglesia (Deuteronomio 4:29, 30; Jeremías 30:4-11; Daniel 8:24-27; 12:1, 2), ni jamás 
el Nuevo Testamento menciona la iglesia en relación con la tribulación (Mateo 13:30, 
39-42, 48-50; 24:15-31; 1 Tesalonicenses 1:9, 10; 5:4-9; 2 Tesalonicenses 2:1-11; 
Apocalipsis 4—18). Un silencio así habla atronadoramente y sustenta la posición 
pretribulacional. 
 Si el pretribulacionismo es verdaderamente la enseñanza de las Escrituras, entonces 
esperaríamos que los pasajes que se refieren a la tribulación pasarían constantemente 
en silencio la cuestión de la iglesia. Eso es precisamente lo que encontramos. Sin 
embargo, encontramos frecuentemente a Israel en estos textos. El doctor Robert 
Gromacki ha estudiado Apocalipsis 4-19, lo que da la perspectiva más detallada de la 
tribulación de siete años en la Biblia, y ha puesto en evidencia lo que sigue: 
 
Hay sin embargo un extraño silencio en cuanto a este término en los capítulos 4 
– 19. Este hecho es especialmente digno de mención cuando se contrasta tal 
ausencia con su frecuente presencia en los primeros tres capítulos. Una buena 
razón de este fenómeno es la ausencia de la verdadera iglesia y de verdaderas 
iglesias evangélicas en los siete años antes de la segunda venida. Los verdaderos 
creyentes de la iglesia han ido a presencia de Cristo en el cielo antes del inicio 
de los acontecimientos del período de siete años. La iglesia no es mencionada 
durante los juicios de los sellos, de las trompetas y de las copas, porque la 
Iglesiano está aquí durante el derramamiento de esos juicios. 
 
 Sólo el pretribulacionismo es capaz de dar su pleno sentido a términos como «el 
tiempo de la angustia de Jacob» (Jeremías 30:7), como un pasaje que declara 
específicamente que la tribulación es para Jacob (esto es, Israel). Por cuanto el 
propósito de Dios para la tribulación es restaurar a Israel (Jeremías 30:3, 10) y juzgar a 
los gentiles (Jeremías 30:11), es evidente que este propósito no incluye a la iglesia. 
Esto explica por qué será llevada al cielo antes de este tiempo. 
 
13. ¿Por qué es significativa la naturaleza de la iglesia? 
 El plan y propósito de Dios para la iglesia tendrá una natural relación con que Él 
retire a la Novia de Cristo antes de la tribulación o la deje pasar a través de ella. Sólo 
el pretribulacionismo puede dar un sentido plenamente bíblico a la enseñanza del 
Nuevo Testamento de que la iglesia difiere significativamente de Israel. De la iglesia 
se dice que es un misterio (Efesios 3:1-13) por el que judíos y gentiles son ahora 
unidos en un cuerpo en Cristo (Efesios 2:11 -22). Esto explica por qué la traslación de 
la iglesia al cielo no es nunca mencionada en ningún pasaje del Antiguo Testamento 
que trate de la segunda venida después de la tribulación, y por qué a la iglesia se le 
promete exención del tiempo de la ira de Dios durante la tribulación (1 Tesaloniccnses 
1:9, 10; 5:9; Apocalipsis 3:10). 
Es útil al determinar la ocasión del arrebatamiento observar que la traslación de la 
iglesia no se menciona nunca en los pasajes que se refieren a la segunda venida de 
Cristo después de la tribulación. El apóstol Pablo observa en los siguientes pasajes que 
la iglesia no está señalada para la ira de Dios que será descargada durante siete años de 
la tribulación: 
 
 Romanos 5:9 — «Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él 
seremos salvos de la ira.» 
 1 Tesalonicenses 1:9, 10— «os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al 
Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los 
muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.» 
 1 Tesalonicenses 5:9 — «Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para 
alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.» 
 
 Por cuanto Dios ha prometido que la iglesia no puede pasar por el tiempo de «la ira 
del Cordero» o «el gran día de su ira» (Apocalipsis 6:16, 17), la iglesia será llevada al 
cielo antes de este tiempo. 
 El perdón de los pecados por medio de Cristo prepara a la iglesia de modo que no 
sea tomada de improviso por el día del Señor (1 Tesalonicenses 5:1-9), el cual incluye 
la tribulación. Esto se conseguirá mediante el arrebatamiento, mencionado en el 
capítulo precedente (1 Tesalonicenses 4:13-18). 
 Por medio de la iglesia de Filadelfia (Apocalipsis 3:10), a la iglesia se le promete de 
manera explícita que será guardada «de la hora de la prueba», que es la tribulación. 
Aquí tenemos un claro pasaje que enseña que la iglesia escapará de la tribulación, por 
cuanto Dios se ha propuesto que será «para probar a los que moran sobre la tierra». 
 
 Apocalipsis 3:10 — «Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo 
también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo 
entero, para probar a los que moran sobre la tierra.» 
 
 A los creyentes se les promete ser guardados de la hora de la prueba. Eso significa 
que la iglesia está totalmente ausente del período de tiempo de esta hora de prueba. Se 
dice que será una prueba de carácter mundial. Además, será para probar «a los que 
moran sobre la tierra». El término griego para «moradores de la tierra», una sola 
palabra, se emplea otras diez veces en Apocalipsis (6:10; 8:13; 11:10 [dos veces]; 
13:8, 12, 14 [dos veces]; 17:2,8) como «una compañía de gente constantemente a la 
vista en todo Apocalipsis como objetos de la ira de Dios a causa de su rebelión contra 
Él.... Esos son hombres dados al mal y al odio contra los santos de Dios.» Así, no 
podría ser mayor el contraste entre lo que Dios tiene reservado para su iglesia y para 
los incrédulos. Cada aspecto de este pasaje da apoyo al pretribulacionismo. 
 El remanente piadoso de la tribulación es presentado como perteneciente a Israel, no 
como miembros de la iglesia. Así, los pretribulacionistas no intentan confundir 
términos generales como escogidos y santos, que se usan en la Biblia de todos los 
salvos de todas las edades, con términos específicos como iglesia y los que están en 
Cristo, que se refieren sólo a creyentes de esta era. 
 La naturaleza y el propósito de la iglesia se designan como singulares y separados 
de Israel. Esto da una base bíblica para el traslado de la iglesia antes que Dios 
consume los siete años finales que conducen a la redención de Israel. Hemos visto que 
hay pasajes específicos que prometen el traslado de la iglesia antes que comience el 
tiempo de la tribulación. Esto sólo puede tener sentido dentro de un contexto 
pretríbulacional. 
 
14. ¿Cómo se relaciona la obra del Espíritu Santo con el arrebatamiento? 
 2 Tesalonicenses 2:1-12 trata acerca de un hombre de pecado que es retenido hasta 
un tiempo posterior. La interpretación de la causa de la retención del mal (2:6) como 
el ministerio del Espíritu Santo que habita y obra por medio del cuerpo de Cristo 
durante la edad actual da apoyo a la interpretación pretribulacional. Por cuanto «el 
inicuo» (la bestia o Anticristo) no puede manifestarse hasta que aquel quien al 
presente lo detiene (el Espíritu Santo) a su vez sea quitado de en medio (2:7, 8), la 
tribulación no puede tener lugar hasta que la iglesia haya sido trasladada. 
 La cuestión clave en el escenario anterior es si el Espíritu Santo es el que detiene. 
Después de repasar las varias interpretaciones que se dan de este pasaje, el doctor 
Robert Thomas concluye: 
 
 Para quien esté familiarizado con el discurso del Aposento Alto hecho por el 
Señor Jesús, como indudablemente Pablo lo estaba, la fluctuación entre el 
neutro y el masculino refleja cómo se considera al Espíritu Santo. Ambos 
géneros son apropiados, dependiendo de si el orador (o escritor) piensa en la 
concordancia natural (masc., debido a la personalidad del Espíritu Santo) o en la 
gramatical (neutro debido al nombre pneuma; véanse Juan 14:26; 15:26; 16:13, 
14). ... Esta identificación del que detiene, con profundas raíces en la historia de 
la iglesia ... es muy atractiva. La presencia especial del Espíritu como aquel que 
habita en los santos terminará abruptamente en la parusia como comenzó 
abruptamente en Pentecostés. Cuando el cuerpo de Cristo haya sido arrebatado 
al cielo, el ministerio del Espíritu volverá de nuevo a lo que hacía por los 
creyentes en el período del A.T. ... Su función de refrenar el mal por medio del 
cuerpo de Cristo (Juan 16:7-11; 1 Juan 4:4) cesará de manera similar a la 
manera en que puso fin a su acción de contender en los días de Noé (Génesis 
6:3). En aquel punto, se dará rienda suelta a la iniquidad y comenzará la 
rebelión inspirada por Satanás. Parece que to katechón («lo que retiene») era 
bien conocido en Tesalónica como un título del Espíritu Santo, de quien los 
lectores habían venido a depender en sus intentos personales de combatir la 
iniquidad (1 Tesalonicenses 1:6; 4:8; 5:19; 2 Tesalonicenses 2:13). 
 
 Una interpretación natural de este pasaje lleva a identificar al Espíritu Santo como 
el que detiene. Este punto de vista da apoyo al pretribulacionismo. 
 
15. ¿Hay otros argumentos en favor del pretribulacionismo? 
 Además de los argumentos acabados de presentar en esta obra, hay razones 
adicionales para creer en el pretribulacionismo. Esos argumentos varían en cuanto al 
grado de apoyo que dan al pretribulacionismo, pero no deberían ser pasados por alto ni 
ignorados. 
 
 Nuestro Señor, en Lucas 21:36, habló a sus discípulos acerca de la

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