Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo LA PASIÓN El Ciclo de la Pasión está formado por el martirio, la humillación y la muerte de Jesús, desde su entrada en Jerusalén el Domingo de Ramos hasta su Resurrección. Su riqueza iconográfica es muy superior a la vida pública de Jesús. 1. ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALÉN: DOMINGO DE RAMOS. Santo evangelio según san Mateo 21, 1-11 Cuando llegaban a Jerusalén para celebrar la pascua, Jesús les pidió a sus discípulos traer un burrito y lo montó. (Mira a tu rey, que viene a ti humilde, montado en un asno) Antes de entrar en Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, tal como se solía saludar a los reyes. Los que iban junto a Jesús gritaban: "¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna (Viva) en el cielo!" Preguntaban ¿quién es? y les respondían: “Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”. Esta fue su entrada triunfal. La muchedumbre que le seguía estaba formada por hombres, mujeres y niños. Algunas de estas personas habían estado presentes en los milagros de Jesús y habían escuchado sus parábolas. Esto les llevó a alabarle con palmas en las manos cuando entró en Jerusalén. Fueron muchos los que siguieron a Cristo en este momento de triunfo, pero muy pocos los que le acompañaron en su pasión y muerte. Los sacerdotes judíos buscaban pretextos para meterle en la cárcel, porque temían lo mucho que la gente le amaba y como le habían aclamado al entrar a Jerusalén. 2 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Jesús suele representarse a lomos de un borriquillo blanco seguido de los apóstoles y bendiciendo a la multitud que le aclama con palmas y cánticos y que tiende sus mantos. (Domingo de Ramos) Entrada de Jesús en Jerusalén. S. XII. Mosaico de la Capilla Palatina de Palermo, Sicilia. LA ENTRADA EN JERUSALÉN, EL DOMINGO DE RAMOS Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron junto al monte de los Olivos, Jesús mandó a dos discípulos, diciéndoles: “Id a la aldea de enfrente, encontraréis una borrica atada con su pollino, desatadlos y traédmelos. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto”. Los discípulos trajeron la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud extendió sus mantos por el camino. Algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente gritaba. Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad preguntaba alborotada: “¿Quién es éste? Es Jesús, el Profeta de Nazaret de Galilea”. Giotto en su pintura coloca a Cristo en el centro de la escena sobre la borrica y a sus pies un hombre extiende su manto. Detrás de Cristo aparece la cabeza del pollino y sus discípulos que portan el nimbo observan la escena. Frente a ellos hay una multitud de personas ante la Puerta Dorada de Jerusalén. Algunas se están quitando los mantos para que Jesús pase por encima de ellos. Las personas que están más alejadas de la puerta se suben a los árboles para poder ver a Jesús. Este tema fue eliminado del arte por la Reforma protestante. 3 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo GIOTTO. CAPILLA DE LOS SCROVEGNI, PADUA (1302-1305) 2. LOS MERCADERES ARROJADOS DEL TEMPLO. Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-25 Se acercaba la Pascua judía y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: «Quitad esto de aquí. No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado.» Fueron expulsados por profanar este recinto sagrado. 4 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo El celo que motivó a Cristo a expulsar a quienes profanaron el templo, debe ser el motivo para expulsar de nuestra vida todo lo que pueda apartarnos de Dios. Los judíos entonces le replicaron «Qué señal nos muestras para obrar así?» Jesús les respondió: «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.» Los judíos le contestaron: «46 años se han tardado en construir este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en 3 días?» Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo. Cuando resucitó de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús. La furia de Jesús empuñando el látigo de cuerdas, está prefigurada en el Antiguo Testamento por la ira de Moisés rompiendo las tablas de la Ley. Fue comparada en el Renacimiento don la cólera de Hércules. Los teólogos de la Reforma vieron en Cristo una imagen de Lutero limpiando la Iglesia, mensaje contra el que reaccionó el Concilio de Trento, vinculando la escena con el castigo a los protestantes y con la Pasión de Cristo. El tema pictórico ofrece muchas posibilidades plásticas por su dinamismo y la suntuosidad de la arquitectura. El tema de la expulsión de los mercaderes del templo fue pintado por El Greco en varias ocasiones. Actualmente hay una pintura en: La National Gallery de Washington. El Institute of Arts de Minneapolis. La de la iglesia de San Ginés de Madrid, etc. En la pintura de San Ginés se aprecia la evolución del artista: Las figuras son muy alargadas y con escorzos, El formato se ha hecho vertical, El colorido se ha limitado, empleando mucha luz. 5 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Cristo se sitúa en el centro del eje compositivo, en el interior del templo de Jerusalén, que aquí se recrea con una arquitectura contemporánea al artista, un arco de medio punto con columnas clásicas a los lados. En la hornacina de la izquierda aparece Adán, y en su pedestal se representa la Expulsión del Paraíso, motivo por el que tiene que venir Cristo a salvar a la Humanidad. Las figuras desde Jesús hacia Adán marcan escorzos y gran movimiento, mientras la luz inunda la escena. En sus últimos años, El Greco contaba con la colaboración de su hijo, Jorge Manuel. IGLESIA DE SAN GINÉS, MADRID En la calle Arenal se encuentra la iglesia de San Ginés, dedicada al santo francés San Ginés de Arlés. Es una de las iglesias más antiguas de Madrid, construida en 1645 sobre los restos de lo que se cree fue una ermita mozárabe. Ha sufrido diferentes restauraciones y modificaciones en su historia. Se denominaba mozárabe a la persona de origen hispano-romano, que vivía en el territorio musulmán de la península ibérica, durante la dominación islámica. La fachada principal, realizada en ladrillo y piedra, data de 1870 aunque sus adornos originales fueron eliminados tras la destrucción y restauración realizada después de la Guerra Civil. Su pórtico de arcos da paso a un interior de tres naves y capillas laterales donde destaca la del Santísimo Cristo. 6 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo EL GRECO. EXPULSIÓN DE LOS MERCADERES. SAN GINÉS, MADRID 7 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo GIOTTO. CAPILLA DE LOS SCROVEGNI, PADUA (1302-1305) 3. LAVATORIO DE LOS PIES. LA HUMILDAD. Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, durante la Cena, se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla. Simón Pedro le dijo: “¡tú jamás me lavarás los pies a mí!”. Jesús contestó: “Si yo no te lavo, no podrás compartirmi suerte. Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!”. Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: “Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros”. 8 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice. Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican. El gesto de humildad del Maestro, que lava los pies a sus discípulos, ha variado a lo largo de la Historia. En el Arte Bizantino Jesús aparece de pie, arrodillándose ante Pedro a partir del siglo XII. Pero la Contrarreforma consideró excesiva la genuflexión e incorporará unos ángeles que le asistan en su tarea. El resto de los apóstoles se descalzan y esperan su turno para ser purificados. Es limpiarse para recibir a Dios. En el fresco de Giotto, Cristo, vestido con la túnica roja que simboliza la Pasión, es representado de rodillas, lavándole los pies a uno de los apóstoles mientras los otros le rodean y contemplan la escena. A la izquierda un apóstol vestido con túnica verde aparece desatándose las sandalias. 9 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo TINTORETTO, JACOPO ROBUSTI Venecia, 1518/19 - Venecia, 1594 Jacopo Comin. Conocido de joven como Jacopo Robusti. Carlo Ridolfi, en la biografía que dedicó a este artista, narra una fugaz estancia del pintor en el taller de Tiziano, aunque pocos elementos tienen relación con el estilo y la forma de pintar de Tiziano. En obras próximas a finales de la década de 1530 como “La disputa de Jesús entre los doctores” (Museo del Duomo, Milán) y en las de principios de la década de 1540: “Apolo y Marsias” y “Mercurio y Argos” (ambas en Wadsworth Atheneum, Hartford), así como en “Las historias bíblicas” (Kunsthistorisches Museum, Viena), se manifiesta un conocimiento de la pintura de Veronese. Las primeras caracterizaciones personales en la manera de pintar pueden apreciarse en las obras encargadas para la iglesia de San Marcuola en Venecia: “La Última Cena” y “El Lavatorio” (Museo del Prado), en las que demuestra un uso peculiar de las figuras, del espacio y un espléndido dominio de la perspectiva. En 1548 con el “Milagro del esclavo”, en la Accademia de Venecia, el pintor entra en el panorama de los grandes maestros venecianos del siglo XVI, donde la teatralidad se convierte en atributo de la pintura, transformando el cuadro en una manifestación capaz de introducir juegos dinámicos de perspectiva aérea que nadie antes se había atrevido a representar en pintura. En los años inmediatamente posteriores, el éxito de Tintoretto entre los venecianos, tanto en los encargos públicos como en los privados, se convirtió en un fenómeno abrumador. En 1549 pinta “San Roque entre los apestados” (iglesia de San Rocco, Venecia), entre 1550 y 1553 realiza los lienzos para la Escuela de la Trinidad, “San Juan en Patmos” (National Gallery of Art, Washington) y “Susana y los viejos” (Kunsthistorisches Museum, Viena), conjunto de obras con las que consigue afianzar su estilo con la utilización de recursos inconfundibles. 10 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo A finales de la década de 1550, Tintoretto empieza a buscar novedosas soluciones lumínicas en obras como las puertas del órgano de la iglesia de Santa María del Giglio, que llegan a su culminación en pinturas como el “Milagro de san Marcos” (Pinacoteca di Brera, Milán), donde la luz determina las formas, los volúmenes, las masas y el espacio, tanto de los personajes como de la arquitectura. En 1564 Tintoretto empieza la primera fase de la decoración de la Escuela de San Rocco en Venecia, que sin duda es su obra de mayor envergadura. La actividad del pintor y de su taller para esta institución terminará en 1587. En algunas de estas pinturas el artista transmite con gran fuerza la visión mística del episodio bíblico, como en la “Visión de santa María Egipcíaca” o en el “Cristo delante de Pilato” (Escuela de San Rocco, Venecia), donde la simbiosis entre pintura, luz y figura humana alcanza cumbres absolutas de espiritualidad. A estos mismos años corresponden algunas de sus obras para el Palacio Ducal en las que de distinta manera se celebra la gloria de la ciudad, destacando por su calidad una serie de alegorías, entre las que se encuentran “Las tres Gracias” y “Mercurio, Ariadna, Venus y Baco” y “La fragua de Vulcano” (1577-1578), o las más densas representaciones de los episodios históricos como la “Toma de Zara” o la “Batalla de Salvore” (Palazzo Ducale, Venecia). Para el mismo palacio, Tintoretto y su taller, con una intervención señalada de su hijo Domenico, realizaron el controvertido “Paraíso” destinado a la sala mayor del Consejo. Próxima al estilo de las obras del Palacio Ducal se encuentra “Cristo en casa de Marta y María” (Alte Pinakothek, Múnich) mientras en la “Aparición de Cristo sobre las aguas” (National Gallery of Art, Washington) demuestra un interés por la luz similar al que caracteriza a su intervención en la Escuela de San Rocco. A finales de la década de 1570 Tintoretto recibe el encargo de pintar una serie de lienzos, los llamados “Fasti Gonzagheschi” (Alte 11 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Pinakothek, Múnich), para celebrar las hazañas de esta importante familia italiana. El último cuadro de la serie estaba dedicado al ingreso triunfal de Felipe II en Mantua, aunque, a pesar de esta referencia directa al monarca español, Tintoretto recibiría pocos encargos de comitentes extranjeros, siendo eclipsado por la preferencia de éstos hacia Tiziano. Fue solo a partir de finales del siglo XVI cuando la consideración reservada a Tintoretto empezó a crecer hasta alcanzar niveles de excelencia en el siglo de oro, como confirma el interés hacia su pintura demostrado por Velázquez y la progresiva adquisición de sus obras por parte de los mayores exponentes de la aristocracia española. Entre ellas, además de numerosos retratos, se cuentan el ya citado “Lavatorio” y la “Serie de las historias bíblicas”, que en la actualidad se conservan en el Museo del Prado. Las dos últimas obras pintadas por Tintoretto en 1594, el mismo año de su muerte, estaban destinas a la iglesia de San Jorge el Mayor y representan “La caída del maná” y “La Última Cena”. Pocos años antes, en 1587, Tintoretto pintó su célebre “Autorretrato” frontal (Musée du Louvre, París) en el que aparecen sintetizadas las características estilísticas comunes a todos sus retratos, marcando de esta forma el proceso de desarrollo del género desde los primeros hasta los últimos. (Mancini, M. en Enciclopedia M.N.P., 2006, Tomo VI, pp. 2077- 2079).| EL LAVATORIO 1548 - 1549. Óleo sobre lienzo, 210 x 533 cm En 1547 la Scuola del Santísimo Sacramento de la iglesia de San Marcuola en Venecia encargó a Jacopo Tintoretto El Lavatorio y una Última Cena, aún «in situ». 12 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Estas «scuole» estaban dedicadas a fomentar el culto a la Eucaristía, y en sus reuniones, el guardián ofrecía a los cofrades agua bendita, imitando el gesto de Jesús al lavar los pies a los apóstoles. Esta exaltación de la humildad era recurrente en textos devocionales de la época como I Quattro libri de la humanita di Christo de Pietro Aretino (1539), cuya recreación del lavatorio es más evocadora que el relato evangélico de Juan, 13, 12-15. San Juan no dice que los apóstoles introdujeran los pies en una jofaina, o que el paño utilizado por Cristo fuera blanco en alusión a su pureza; loque sugiere un conocimiento del texto de Avetino por Tintoretto, que en 1545 había pintado para el escritor. El lavatorio delata asimismo la afinidad de su autor con los «poligrafi», escritores populares que asumían un distanciamiento irónico de la alta cultura, perceptible en una profunda religiosidad con situaciones no exentas de humor, como el esfuerzo de algunos apóstoles por desprenderse de las calzas. El lavatorio es fruto de un concienzudo proceso creativo. Tras trazar el escenario, Tintoretto introdujo los personajes pensando en el punto de vista del espectador. Ello explica que al contemplar frontalmente el lienzo los personajes aparecen distribuidos aleatoriamente, pero la impresión cambia al mirarlo desde la derecha, desde una posición similar a la de la feligresía en San Marcuola. Desaparecen así los espacios muertos entre las figuras y el cuadro se ordena a lo largo de una diagonal que, partiendo de Cristo, prosigue por la mesa en la que aguardan turno los apóstoles para acabar en el arco al fondo del canal. Esto explica la ubicación de los actores principales de la escena, Cristo y San Pedro, en el lateral derecho del lienzo. El lavatorio ilustra la nueva concepción espacial que irrumpió en la pintura veneciana en la década de 1530 por influjo del manierismo toscano y la presencia en Venecia de Sebastiano Serlio, de cuyo 13 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Secondo libro di perspettiva (París 1545) derivan el fondo arquitectónico y el despiece octogonal del pavimento. El Lavatorio lo adquirió Ferdinando Gonzaga (1587-1626), VI Duque de Mantua, a finales de la primera década o principios de la segunda década del siglo XVII. Estuvo colocado en el Palazzo Ducale de Mantua. En 1627, lo adquirió para Carlos I de Inglaterra el comerciante flamenco Daniel Nys. En la almoneda de Carlos I de Inglaterra lo adquirió Houghton por 300 libras, el 23 de julio de 1651, quien lo vendió en 1654 a don Alonso de Cárdenas para don Luis Méndez de Haro, quien lo regaló a Felipe IV. Felipe IV lo destinó a El Escorial, donde Velázquez lo situó en el centro de la sacristía, localización privilegiada que permitía una contemplación lateral del lienzo. Museo Nacional del Prado, La almoneda del siglo: relaciones artísticas entre España y Gran Bretaña, 1604-1655, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2002, p.238 4. LA ORACIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ. LA ANGUSTIA. Acabada la cena, Jesús se dirigió con sus discípulos al huerto de Getsemaní, en la falda del Monte de los Olivos, donde con gran angustia oró con Pedro, Santiago y Juan. 14 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Antes del Prendimiento Jesús reza arrodillado para no sucumbir al agotamiento y es confortado por un ángel que porta el cáliz y la cruz de la Pasión, mientras duermen sus tres discípulos: Pedro, Santiago y Juan. La escena se desarrolla en un huerto cerrado con olivos. El tema aparece en los mosaicos de San Apolinar de Rávena, siglo VI, y es recuperado a partir del Renacimiento. Sandro Botticelli pintó la Oración en el Monte de los Olivos en 1500. Se conserva en Granada, Museo de la Capilla Real. BOTTICELLI. LA ORACIÓN EN EL MONTE DE LOS OLIVOS Temple sobre tabla. 1498-1500. 53 cm × 35 cm Capilla Real, Granada, España La predicación de Savonarola influyó fuertemente a Botticelli y le llevó a abandonar las representaciones profanas para dedicarse solamente a las pinturas sacras, como ésta. En sus últimas obras, Botticelli realiza composiciones sencillas de cuadros de devoción. Jesucristo está rezando y su figura ocupa el centro compositivo y es de mayor tamaño por ser la principal. Los tres apóstoles dormidos en primer plano son también de gran sencillez. La pintura refinada, armoniosa y poética de Botticelli es característica del Renacimiento. Iconográficamente el momento reflejado es dramático, aquel en el que Cristo fue consolado por un ángel que le ofrece el cáliz de la pasión. Las complicadas posturas de los apóstoles, nos ponen en conexión con la Lamentación sobre Cristo muerto de Mantegna, lienzo de 68 centímetros de alto por 81 de ancho, conservado en la Pinacoteca de Brera de Milán, y realizado entre 1475 y 1478. 15 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 5. EL BESO DE JUDAS: LA TRAICIÓN Y EL PRENDIMIENTO La entrada triunfal en Jerusalén hizo que sus enemigos decidieran que Cristo debía morir. Para conseguir esta finalidad se sirvieron de su amigo y discípulo, Judas Iscariote, prometiéndole 30 monedas de plata si le entregaba. José fue traicionado por sus hermanos y vendido a una caravana de mercaderes que iba camino de Egipto. Este tema fue pintado en el barroco andaluz por Antonio del Castillo. José es una prefiguración de Cristo, que fue traicionado y vendido por Judas. La peor traición es la de un amigo, ya que es la persona que hemos elegido para depositar en ella nuestra confianza. Giotto pinta un monstruo negro que simboliza al Demonio a la izquierda de la escena tentando a Judas, quien ya porta la bolsa de las 30 monedas en la mano. 16 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Suele representarse a Judas pelirrojo y vestido de amarillo, besando al Maestro como señal pactada. Judas llegó con una tropa de soldados y con algunos guardianes del templo a Getsemaní. Estaban armados, y llevaban lámparas y antorchas. Jesús les preguntó: “¿A quién buscan? y ellos contestaron: A Jesús de Nazaret. Jesús dijo: Yo soy. Si me buscan a mí, dejen que estos otros se vayan”. Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la sacó y le cortó la oreja a Malco, criado del sumo sacerdote. Jesús le dijo a Pedro que volviera a poner la espada en su lugar. “Si el Padre me da a beber este trago amargo, ¿acaso no habré de beberlo?” Entonces Jesús le tocó la oreja al siervo y le sanó. Giotto sigue los evangelios con fidelidad al vestir a Judas de amarillo, que es el color de la envidia, y poner su cabello pelirrojo. 17 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo La traición de Judas ocurre en el primer término de la composición. El resto de los personajes reflejan la confusión y el dramatismo de la escena. Detrás de Jesús aparece Pedro con nimbo dorado cortando la oreja a Malco. Hay una luz muy uniforme, a pesar de ser una escena nocturna en la que aparecen varias antorchas. Las escenas nocturnas eran excepcionales. Es uno de los frescos más famosos del ciclo de la Capilla Scrovegni por el dramatismo que genera el violento contraste entre la agitación de los soldados y la gente armada con antorchas y la tensión emocional de la traición del discípulo. Jesús es traicionado por Judas como lo habían sido en el Antiguo Testamento José por sus hermanos y Sansón por Dalila. 18 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo El beso de Judas de Giotto es la escena que centra el muro inferior de la Capilla Scrovegni, en Padua. Giotto sitúa esta escena nocturna a la luz de las antorchas. Judas se acerca a Jesús y le rodea con su manto para venderle con un beso. Las dos figuras se miran fijamente. Judas se arrepintió de las consecuencias de su traición y se ahorcó al amanecer del Viernes Santo. El remordimiento y el suicidio de Judas se han tratado poco en el arte, pero se presentan en los capiteles de los claustros medievales para reflexionar sobre la traición. DYCK, ANTON VAN. EL PRENDIMIENTO DE CRISTO 1618 - 1620. Óleo sobre lienzo, 344 x 253 cm En la oscuridad del monte de los Olivos, Jesús recibe el beso que consuma la traición de Judas, mientras Pedro con su espada corta la oreja a Malco, criado del Sumo Sacerdote,según describe el relato evangélico. Esta obra corresponde a la producción juvenil de Van Dyck, inspirada directamente en modelos venecianos. El bajo punto de vista y la utilización de un único foco de luz contribuyen a lograr una gran intensidad dramática, muy apropiada para el acontecimiento. Se conocen tres versiones de esta pintura, una de las mejores composiciones del pintor, que únicamente varían en aspectos secundarios. La primera fue la versión de Corsham Court, vino después la de Mineápolis y, por último, la del Prado, que es la más grande de las tres; también la más grande de todas las pinturas juveniles de Van Dyck. El cuadro del Museo del Prado fue propiedad de Rubens, a cuya muerte fue adquirido para Felipe IV, quien lo destinó al Alcázar de Madrid. (Texto extractado de Vergara, Alejandro: El joven Van Dyck, Museo Nacional del Prado, 2012). 19 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 20 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 6. JESÚS ANTE CAIFÁS Caifás, Sumo Sacerdote judío, estaba casado con la hija del ex Sumo Sacerdote Anás y se mantuvo como máxima autoridad religiosa judía durante toda la administración de Poncio Pilato, Gobernador romano de Judea. Según el Evangelio de San Juan, las noticias sobre la resurrección de Lázaro realizada por Jesús alarmaron a los Sumos Sacerdotes, hasta el punto de que el Sanedrín (tribunal supremo de los judíos) se reunió en una sesión extraordinaria, para decidir qué harían con Jesús. La reunión estuvo presidida por Caifás, pero su suegro Anás, influyó notablemente en la resolución del caso. De esta reunión salió la famosa frase de Caifás que plasma su pensamiento sobre Jesús: "conviene que muera uno solo y no perezca toda la nación". Al anochecer, después del arresto, fue llevado a casa de Anás donde fue detenido, interrogado y golpeado. Anás se lo entregó a Caifás, pero Caifás no tenía autoridad para ordenar pena de muerte y llevó a Jesús ante Pilato, gobernante romano en Judea, para que decidiera su suerte (Mateo 27:2). Los romanos no realizaban ejecuciones basadas en transgresiones a la ley judía, por tanto el cargo de blasfemia no tenía validez para Poncio Pilato. Al saber que Jesús era de Galilea, jurisdicción de Herodes Antipas, le remitió a Herodes, que en aquellos días estaba en Jerusalén (Lucas 23:7). Pilato habría deseado que Herodes Antipas se encargara del caso, mientras que el Sanedrín habría deseado que Pilato se decidiera por la ejecución de Jesús. Herodes con sus soldados menospreció a Jesús y se burló de él vistiéndolo con una ropa espléndida como de reyes y se lo mandó de regresó a Pilato (Lucas 23:6-12). La posición de Caifás era establecer que Jesús era culpable no sólo de blasfemia sino de proclamarse el Mesías. Esto habría sido un acto de sedición que podría merecer la pena de muerte. 21 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo El argumento de rebelión y sedición que presentó Caifás no le dio resultado, ya que Pilato no le encontró culpable, a pesar de que Caifás afirmó que el pueblo de Judea no tenía más emperador que el César Romano. Pilato deja que la muchedumbre decida la suerte de Jesús dándoles a escoger entre liberar a un preso de nombre Barrabás o liberar a Jesús. La muchedumbre animada por los sacerdotes escogen la liberación de Barrabás y la crucifixión de Jesús (Mateo 27:15-26). Giotto presenta a Jesús frente a Caifás, el sumo sacerdote, que presidía el tribunal religioso (Sanedrín) que aparece sentado rasgándose las vestiduras. Tras el interrogatorio Jesús fue acusado de blasfemia y fue considerado reo de muerte por haber reconocido ser Hijo de Dios. 7. LA NEGACIÓN DE SAN PEDRO. ARREPENTIMIENTO Pedro estaba sentado en un patio y una sirvienta se le acercó y dijo: Tú también estabas con Jesús, el galileo. Pero él lo negó delante de todos ellos, diciendo: No sé de qué hablas. 22 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Cuando salió al portal, le vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: “Este estaba con Jesús el nazareno. Y otra vez él lo negó con juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre!” Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: Seguro que tú también eres uno de ellos. Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a ese hombre! Al instante un gallo cantó y Pedro se recordó lo que Jesús había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Arrepentido lloró amargamente. (Mateo 26:69-75) El primero de los discípulos de Cristo niega al Maestro al ser descubierto por una sirvienta en el atrio de la casa de Caifás. El Concilio de Trento relaciona las lágrimas de Pedro y de María Magdalena con el sacramento de la penitencia. El Greco representa al apóstol arrepentido, con los ojos llorosos vueltos al Cielo. Este óleo sobre lienzo, de 102 cm x 79,5 cm, data de 1590 y se encuentra en el Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Diseño de Noruega. 23 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 8. CRISTO ANTE PONCIO PILATO, GOBERNADOR ROMANO El Sanedrín había decidido que Jesús era culpable de blasfemia y debía morir, pero al estar bajo la ocupación romana, no podían infligir la pena capital, así que tuvieron que llevar el caso ante Pilato, el gobernador romano. Este trámite tiene gran importancia. Pilato creía que Jesús era inocente y recurrió a la costumbre por la que el gobernador dejaba en libertad a un preso durante la Pascua, pero los judíos prefirieron liberar a Barrabás y condenar a Jesús a la cruz. Les dijo Pilato: ¿A quién queréis que suelte: a Barrabás, o a Jesús? La mujer de Pilato le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él. GIAQUINTO, CORRADO. CRISTO ANTE PILATOS Hacia 1754. Óleo sobre lienzo, 140 x 97 cm A poco de llegar a España en 1753, Giaquinto comenzó a pintar, para el oratorio del Rey en el Palacio del Buen Retiro de Madrid, una serie de ocho lienzos sobre asuntos de la Pasión, incluido el cuadro del altar, que representa la Santísima Trinidad. Cristo es presentado a Pilatos que, sentado al fondo, intenta equilibrar como en una balanza su propio juicio sobre la inocencia del acusado y la decisiva opinión de sus consejeros y del público, que demandan la muerte de Jesús. 24 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 9. FLAJELACIÓN CARAVAGGIO. FLAGELACIÓN DE CRISTO 1607. Óleo sobre lienzo. 286 x 213 cm. Museo de Capodimonte Caravaggio había huido de Roma por problemas con la justicia y se dedicaba a trabajar para clientes particulares del sur de Italia. La obra fue encargada por la importante familia di Franco (o de Franchis) para la capilla de la iglesia de San Domenico Maggiore. La familia tenía conexiones con la Hermandad de Pio Monte della Misericordia, para cuya iglesia Caravaggio ya había pintado las Siete obras de Misericordia. En 1972, La flagelación de Cristo fue trasladada al Museo de Capodimonte. La flagelación era un tema muy popular dentro del arte religioso de la época. La iglesia fomentaba la autoflagelación como medio para que los creyentes pudiesen tomar parte del sufrimiento de Cristo. Caravaggio habría tenido en mente el famoso fresco de Sebastiano del Piombo que se encuentra en San Pietro in Montorio en Roma. Caravaggio adaptó la creación de Piombo reduciendo drásticamente el espacio de la pintura, de modo que los personajes aparecen en un escenario de poca profundidad. No obstante, mantuvo la visión de Piombo, donde las figuras están dispuestas rítmicamente dentro del lienzo. Cristo aparece colgando porque su torturador de la derecha está pateándole detrás de la rodilla mientrasque el personaje de la izquierda sostiene firmemente el cabello de Cristo en su puño. Posiblemente Caravaggio incorporara recuerdos de su paso por la prisión, cuando sufrió un interrogatorio después de ser acusado de la muerte de un oficial. La dramática serie conformada por Las Siete obras de Misericordia, esta Flagelación y Cristo en la columna (todas ellas realizadas durante los primeros meses de su llegada a Nápoles), convirtieron a Caravaggio en el artista más renombrado de la ciudad. 25 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo La iglesia de Santa Ana de los Lombardos se transformó en el centro de los caravaggistas, ya que él era originario de Lombardía. Entre aquellos artistas que pintaban de acuerdo al estilo de Caravaggio no sólo se hallaban napolitanos, sino también flamencos que llevarían el caravaggismo al norte de Europa. Este lienzo, de gran formato vertical, permite contemplar una acción con varios personajes en un espacio más amplio de lo que solía verse en la obra de Caravaggio. El tema es muy explotado en el Barroco para poner de manifiesto la doble naturaleza de Cristo: por un lado es un ser divino y por otro es un ser humano, que sufre ante tanta tortura y dolor. En la época de Caravaggio se ponía especial énfasis en su faceta sufriente para aproximarlo al fiel y a su sufrimiento en la tierra. 10. CORONACIÓN DE ESPINA. ECCE HOMO Cristo fue despojado de sus vestiduras y atado a una columna para azotarle. Los soldados que le flagelaron le pusieron un manto 26 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo púrpura, una corona de espinas y una caña en la mano a modo de cetro para burlarse de él. Pilato al verle en tan lamentable estado, creyó que sería suficiente para los judíos, pero no fue así. La multitud pidió que Jesús fuese crucificado. Viendo Pilato que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo. Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Entonces soltó a Barrabás y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. El lavatorio de las manos de Pilato como señal de inocencia es escasamente representado en el arte y se opone al lavatorio de los pies de Jesús como señal de humildad. La flagelación es representada en el arte, especialmente durante el Siglo de Oro. Jesús es coronado de espinas en su condición de rey de los judíos y vestido con la clámide púrpura es presentado a la multitud: ahí tenéis al hombre (Ecce Homo). La iconografía del Ecce Homo es tardía. Tiziano destaca la imagen aislada y llena de patetismo del Redentor, que llegará hasta los artistas del siglo XIX. DYCK, ANTON VAN (Amberes, 1599 - Londres, 1641) Fue el pintor flamenco más importante después de Rubens en la primera mitad del siglo XVII. Nació en Amberes, principal centro mercantil y cultural de los Países Bajos españoles y fue discípulo de van Balen. En 1615-1616 era un artista independiente y desde principios de 1618 fue maestro pintor en el gremio de San Lucas. Durante estos primeros años de su carrera, Van Dyck fue asistente en el taller de Rubens. Pasó unos meses en Londres durante 1620-1621 y se trasladó a Italia, donde vivió seis años, siguiendo el ejemplo de Rubens. Fue a 27 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Génova y desde allí viajó a Roma, Florencia, Boloña, Venecia, Mantua y Palermo. Se interesó en la obra de Tiziano, Tintoretto y Veronés y su famoso "cuaderno italiano", custodiado en el British Museum de Londres, está repleto de esbozos de las pinturas que admiraba. En Italia pintó retratos de importantes personajes y de familias de Génova que aumentaron su reputación como un gran artista. Van Dyck regresó a Amberes en 1628 consumado como pintor de corte. En 1632 fue nombrado retratista de Carlos I de Inglaterra y recibió un título nobiliario, junto a importantes ingresos. Durante una estancia de doce meses en Flandes, de 1634 a 1635, Van Dyck ejecutó varios retratos, incluido el del cardenal-infante D. Fernando de Austria (El Prado, Madrid). Después de este período en los Países Bajos regresó a Inglaterra, donde desarrolló una modalidad bucólica para representar las vestimentas y ambientación en los retratos de sus distinguidos clientes. Su obra más conocida es el retrato del rey Carlos I en atuendo de caza, ca. 1635 (Louvre, París). En Inglaterra también creó una colección de grabados de príncipes, eruditos y artistas, y planeó una serie de tapices destinados a decorar la sala de banquetes de Whitehall. En 1640 Van Dyck contrajo matrimonio con Mary Ruthven, dama de compañía de la reina. Ese año falleció Rubens a los 63 años (1577 - 1640) y se trasladó a Amberes y a Bruselas, donde esperaba obtener un nuevo cargo. Al fracasar este plan, regresó a Inglaterra, donde murió en su casa de Blackfiars el 9 de diciembre de 1641, apenas ocho días después del nacimiento de su hija Justiniana, a los 42 años. (Lipinskien, L. en: "Del Greco a Goya. Obras maestras del Museo del Prado", Museo de Arte de Ponce, 2012, pp. 93-94). VAN DYCK. LA CORONACIÓN DE ESPINAS 1618 - 1620. Óleo sobre lienzo, 225 x 197 cm 28 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Varias figuras rodean a Cristo en su escarnio. Un soldado armado y un verdugo le colocan la Corona de espinas, mientras otro le ofrece la caña como cetro. La escena es contemplada por otras dos figuras desde la ventana. Esta obra fue realizada por Van Dyck en su periodo juvenil, cuando demostraba una gran influencia de la pintura veneciana. Así, la figura de Jesús está directamente inspirada en Tiziano. La composición, con Cristo en el centro del eje compositivo, deriva del aprendizaje del pintor con Rubens, así como los recursos de claroscuro, que éste empleó en las primeras décadas del siglo XVII. La obra fue realizada en varias fases, siendo el perro y los hombres junto a la ventana adiciones a la composición inicial. La reflectografía infrarroja y la radiografía permiten observar con gran nitidez la escena pintada por Van Dyck y determinar con precisión sus modificaciones, relacionadas con las sucesivas fases en las que se desarrolló el proceso pictórico y que se pueden comparar con la otra versión que realizó del cuadro, ahora perdida. El principal cambio es la eliminación de los dos soldados de cuerpo entero que estaban situados a la izquierda de la escena, como en la versión perdida. El hecho de que se puedan observar hasta los más mínimos detalles, tanto de las formas como del trabajo de las luces y las sombras, demuestra que las figuras estaban prácticamente finalizadas cuando el artista decidió ocultarlas. Regalada por el artista a Rubens, la obra fue adquirida a su muerte para Felipe IV, quien la destinó al Monasterio de El Escorial, de donde ingresó en el Museo en 1839. (Texto extractado de Alba, L., Jover, M., Gayo, M. D.: "Introducción a los estudios técnicos: la práctica artística del joven Van Dyck", El joven Van Dyck, Museo Nacional del Prado, 2012). 29 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 11. ECCE-HOMO Tiziano. Ecce-Homo 1547. Óleo sobre pizarra, 69 x 56 cm Cuando Tiziano y Carlos V se reunieron en Augsburgo, Baviera, (Alemania) en enero de 1548, el pintor le entregó una Venus, actualmente perdida, y este Ecce-Homo. 30 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo No sabemos cuándo Tiziano pintó por primera vez esta iconografía, aunque probablemente fue en 1535, cuando realizó para Federico Gonzaga un Cristo para el que se le proporcionó el modelo. El primer Ecce-Homo conservado es el de Carlos V y en él se aprecia un esfuerzo por alejarse del caráctericónico habitual de estas imágenes, frontales y circunscritas al busto, al mostrar a Cristo en ángulo y de tres cuartos, combinando el dramatismo inherente al tema, perceptible en los azotes y la sangre, con la serenidad de quien acepta su trágico destino. Este tratamiento del Ecce-Homo gozó de gran fortuna, bien como figura aislada o en un contexto narrativo, en presencia de Poncio Pilato y sufriendo el escarnio de los sayones. Tiziano regaló a Paulo III un Ecce-Homo en 1546 y otro al Aretino en enero de 1548, pronto copiado por Domenico Molino, y consta igualmente la réplica ese año para Granvela de un Ecce-Homo, muy similar al de Roma. La crítica insiste en el carácter devocional de la obra, a menudo considerada un ejemplo de la adecuación de Tiziano al ideario contrarreformista. La empatía que suscitaba la imagen era evidente, como señaló Pietro Aretino a propósito de su Ecce-Homo, acaso el conservado en el Musée Condé de Chantilly, sólo distinto a éste por sostener la caña con la mano derecha. Tras calificar de devota la imagen, que guardaba en su dormitorio, añadía: El dolor en el que se debate la figura de Cristo, mueve al arrepentimiento a cualquiera que cristianamente mire sus brazos heridos por la cuerda que le ata las manos; aprende a ser humilde quien contempla el misérrimo hecho de la caña que sostiene en la diestra. Este tono de piedad era el buscado por Carlos, lo que explica su satisfacción con el Ecce-Homo, que llevó a Yuste emparejándolo con una perdida Dolorosa de Michiel Coxcie, y del que en 1555 había pedido copia en pizarra a Jan Cornelisz. Vermeyen para la capilla del palacio de Coudenbergh en Bruselas. 31 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Desconocemos cuándo se pintó este Ecce-Homo, pero probablemente fuera en Roma en paralelo al de Paulo III. Dos circunstancias avalan esta hipótesis: el monumental tratamiento de la anatomía, de inspiración miguelangelesca, y que sea la única obra de su autor sobre pizarra. Aunque consta el interés de Carlos V por un soporte pétreo, Tiziano debió conocer en Roma el empleo dado a la pizarra para obras de devoción por Sebastiano del Piombo, y su éxito entre miembros de la corte imperial como Francisco de los Cobos o el Conde de Cifuentes. Felipe II emparejó este Ecce-Homo con la Dolorosa con las manos abiertas en su aposento del Alcázar de Madrid, edificio que no abandonó hasta el incendio de 1734 a excepción de un fugaz paso por el Palacio del Pardo. A dicho incendio probablemente se deba la abrasión de la pintura, también perceptible, aunque en menor medida, en su pareja. Posteriormente pasó al Palacio Real Nuevo e ingresó en el Museo del Prado en 1821. Falomir Faus, Miguel, Tiziano, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2003, p.224 32 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 12. Tiziano. La Dolorosa con las manos abiertas 1555. Óleo, 68 x 53 cm Sabemos por una carta del embajador español en Venecia, fechada el 30 de junio de 1553, que Tiziano aguardaba indicaciones del emperador para pintar una tabla de Nuestra Señora “igual que el Ecce-Homo que Vuestra Magestad tiene”, concluida en 1554 que se identifica con La Dolorosa con las manos cerradas. 33 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo En otra carta de 1554 se alude a una segunda Dolorosa para la que Carlos pidió expresamente que se realizara sobre piedra, lo que permite identificarla con La Dolorosa con las manos abiertas. Hasta marzo de 1555 no encontró Tiziano el soporte solicitado y, el 31 de mayo de ese año, Carlos anunciaba desde Bruselas el envío del Patrón de la Imagen de Nuestra Señora. La correspondencia evidencia el interés de Carlos por estas imágenes, para la segunda de las cuales especificó soporte y proporcionó un modelo, probablemente flamenco, siendo evidente su cercanía con obras de Quintin y Jan Massys, algunas en posesión del emperador. Ambas Dolorosas, como también el Ecce-Homo, pertenecen a una sensibilidad religiosa más próxima al mundo nórdico o, por influencia de éste al hispánico, que al italiano. Distintivo de ellas son las lágrimas, ausentes en obras anteriores de Tiziano (aunque no en las de sus contemporáneos, como Lorenzo Lotto) y probablemente presentes en el modelo remitido por el emperador. Son lágrimas de una madre por el sufrimiento de su hijo, pero también lágrimas de intersección a favor del creyente, en este caso Carlos V. Así explicaba el propio Tiziano a Felipe II el significado de las lágrimas en el rostro de la Magdalena que le envió en 1561. Esta concesión a la imaginería devocional nórdica contrasta con las censuras de Miguel Ángel contra el sentimentalismo de la pintura flamenca y su afición a las lágrimas, recogidas por Francisco de Holanda en Da pintura antigua (1548), que conviene recordar dada la rivalidad entre el florentino y el veneciano y la frialdad con que Vasari juzgó el Ecce-Homo que Tiziano pintara para Paulo III. El carácter devocional de las pinturas y la identidad de su destinatario explican su alto valor material, consecuencia en la Dolorosa con las manos abiertas del soporte marmóreo, y en la Dolorosa con las manos cerradas del lapislázuli empleado en su manto. 34 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Esta reelaboración por Tiziano de modelos devocionales flamencos, y, especialmente la Dolorosa con manos cerradas, tuvo gran éxito tanto en Venecia, donde su influjo es patente en Jacopo Bassano, como en España, en la obra de Luis de Morales. Las dos pinturas acompañaron a Carlos V en Yuste. La historia posterior de la Dolorosa con las manos abiertas es paralela a la del Ecce-Homo, con el que fue emparejada. (Texto extractado de Falomir, M.: Tiziano, Museo Nacional del Prado, 2003, pp. 226-228). 35 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 13. LA VERÓNICA Y EL CALVARIO Hacia el mediodía del Viernes Santo, Jesús emprendió el camino del monte Calvario, en hebreo Gólgota, con una pesada cruz, cuyo gran peso le hizo caer 3 veces. Mientras lo conducían, echaron mano de Simón de Cirene, el cirineo, que volvía del campo y le cargaron la cruz para que la llevase detrás de Jesús. La imagen de Cristo con la cruz a cuestas camino del Calvario infunde piedad y suscita el patetismo. Durante el recorrido tuvo lugar el doloroso encuentro con su madre y con las Santas Mujeres. Los artistas toman de los Evangelios apócrifos los encuentros de Jesús con su Madre, que se desmaya ante tanto dolor. La Verónica era una mujer piadosa que, compadecida por su sufrimiento, le limpió el rostro con una tela o velo en el que quedaron impresas las facciones de Jesucristo (santa Faz). La Verónica es en realidad una leyenda que explica la presencia en Roma de una imagen de Cristo de origen bizantino, a la que se le atribuían propiedades milagrosas: la Vera Icono (Verdadera Imagen). Los artistas hicieron de la leyenda de la Verónica una mujer, configurando su iconografía a finales de la Edad Media. Se ha convertido en la protagonista de la Cuarta Estación del Vía Crucis. Se la representa sola o junto a Cristo abatido por el peso de la cruz, sosteniendo entre sus manos la Santa Faz. EL GRECO (Creta, 1541 - Toledo, 1614). LA SANTA FAZ 1586 - 1595. Óleo sobre lienzo, 71 x 54 cm Esta obra es derivación directa de la representación que El Greco realizó para el retablo de Santo Domingo el Antiguo (Toledo). La imagen de la Santa Faz es una iconografía que se hizo popular a finales de la Edad Media. En su subida al monte Calvario, el rostro 36 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo ensangrentado de Cristo quedó fijado aun paño blanco que había sido ofrecido a Jesús por una mujer, que pasaría a ser identificada por Verónica. En algunas composiciones aparece la figura de la mujer sosteniendo la tela con la efigie de Cristo. El Greco pintó los dos tipos de imágenes, la de la Santa Faz aislada y la que incorporaba la presencia de la mujer. Nos consta que representó igualmente una Verónica con ángeles por acabar, según se registra en el inventario realizado a la muerte del artista en 1614, y que sugiere la relación de esa composición con una estampa de Alberto Durero, de 1513. (Texto extractado de Ruiz, L.: El Greco. Guía de sala, Fundación Amigos del Museo del Prado, 2011, p. 23). 37 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo CATEDRAL DE JAÉN. EL SANTO ROSTRO Dirección: Plaza de Santa María, s/n La catedral de Jaén, obra maestra de Andrés de Vandelvira, es fuente de inspiración para la construcción de muchas catedrales en Hispanoamérica. Está considerada una de las obras más notables del Renacimiento en Andalucía de ahí que hace unos años se iniciara el proceso para conseguir su declaración como Patrimonio Mundial por la UNESCO. La primera catedral de la ciudad se construyó sobre los cimientos de la mezquita aljama tras la conquista de la ciudad por Fernando III, el Santo en 1246. En el s. XIV, el Obispo don Nicolás de Biedma trajo a la ciudad la reliquia de la Santa Faz o Santo Rostro, uno de los tres paños que según la tradición, la Verónica utilizó para secar el sudor y la sangre a Jesús durante su subida al calvario. La existencia de esta reliquia en la primera catedral cristiana motivó que se convirtiera en un importante santuario de peregrinación y que se hiciera necesaria su ampliación, ya en estilo gótico. De este estilo aún quedan elementos en la cabecera de la catedral actual. Debido a problemas constructivos en el s. XIV se encarga una nueva catedral renacentista al arquitecto Andrés de Vandelvira, y aunque las obras perduraron tres siglos, se consiguió una catedral equilibrada, armoniosa y proporcionada con un interior majestuoso. La catedral de Jaén creó un modelo que luego servirá en Hispanoamérica, por ejemplo en Arequipa, Perú. En la fachada hay elementos renacentistas y barrocos y se diseñó como un gran relicario para conservar el Santo Rostro. En la catedral hay varios balcones internos y externos diseñados por Vandelvira para mostrar la tela de la Santa Faz. La tradición cuenta que cuando Jesús iba camino del calvario una mujer doblo un paño tres veces y con el enjugó el rostro de Cristo, dando lugar a los tres lienzos de la Santa Faz. 38 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Cervantes estuvo en Jaén, vio la reliquia y en los trabajos de Persiles y Segismunda la cita, haciendo alusión a la importancia de las peregrinaciones en su época para ver la reliquia en Jaén que es una de las más importante de la cristiandad, la vero icono, la Santa Faz o Verónica. Hay tres: la de Baeza, la de Roma y Alicante. El custodio guardián del Santo Rostro abre la reja para acceder a la capilla donde se conserva la reliquia. Hay que utilizar 7 llaves para acceder al Santo Rostro. Este ritual se realiza todos los viernes del año: 1. La primera llave está en la rejería de la capilla. 2. Dos cerraduras en la en la caja de madera del siglo XVII. 3. Dos cerraduras en la caja fuerte acorazada 4. Dos cerraduras en el relicario de plata con los 12 apóstoles en el frontal que custodia la Santa Faz. 5. Finalmente se accede al Santo Rostro, que se expone en la catedral. 14. CRUCIFIXIÓN Crucifixión y muerte de Jesús (Mt. 27.32-56; Mr. 15.21-41; Jn. 19.17-30) Tomaron a Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. Le seguía gran multitud y mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. Porque vendrán días en que dirán: Bienaventuradas los vientres que no concibieron y los pechos que no criaron. Cuando llegaron al monte Calvario (Calavera) le crucificaron junto a dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestiduras, echándolos a suertes. 39 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Se burlaban de él diciendo: A otros salvó, que se salve a sí mismo. Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Los soldados también le escarnecían, acercándose vinagre. Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: INRI, Iesús Nazareno rey de los judíos. Uno de los malhechores le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, nosotros recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: hoy estarás conmigo en el paraíso. María, la madre de Jesús, estaba de pie cerca de la cruz. El apóstol Juan también estaba allí. Jesús le pidió a Juan que cuidara a su madre y Juan se llevó a su casa a la madre de Jesús. Después hubo tinieblas, el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó. Entonces Jesús dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu y expiró. Al ver que Jesús había muerto, un soldado le atravesó el costado con una lanza, saliendo sangre y agua. A los ladrones les partieron las piernas. Cuando el centurión vio lo que sucedió dijo: este hombre era justo. Y toda la multitud, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho. 15. ICONOGRAFÍA DE LA CRUCIFIXIÓN. SÍMBOLO CRISTIANO En la iconografía de la de la Crucifixión destacamos los momentos previos: 1- El dramático momento en el que Cristo fue clavado en la cruz, plasmado por Durero. 2- La elevación de la cruz en la cima del Gólgota, pintada por Tintoretto. 40 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Cristo crucificado es el emblema de la salvación de los hombres y el principal símbolo de la iconografía cristiana. En el Arte Paleocristiano se utilizó el símbolo del cordero místico con la cruz. Desde el siglo VI el Salvador se presenta con forma humana, vivo y con los ojos abiertos y triunfal, iconografía que se prolonga hasta el siglo XI. Presenta 3 ó 4 clavos. Dos en las palmas de las manos y 1 ó 2 en los pies. Después Jesús cerrará los ojos, ladeará la cabeza y presentará una túnica o un paño de pureza, hasta que Miguel Ángel y Cellini osen desnudarle en el Renacimiento. Miguel Ángel (escultura de Cristo de la Basílica del Santo Espíritu de Florencia y pintura del Juicio Final de la Sixtina). Cellini en el Cristo de mármol de El Escorial. Pueden aparecer elementos simbólicos: El sol y la luna La iglesia y la sinagoga La calavera o el esqueleto de Adán, primer pecador redimido. Ángeles que recogen la sangre de Cristo El pelícano, que con su sangre alimenta y salva a sus crías, al igual que Cristo salvó a la humanidad Varía el número de personajes de la crucifixión: Jesús (1) Jesús, la Virgen y San Juan (3) Jesús, la Virgen, María Magdalena y San Juan (4) En el Renacimiento concibió un amplio escenario con multitud de personajes, pero El Concilio de Trento devolvió la austeridad al tema. 41 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Dimas, el Buen Ladrón se coloca a la derecha de Cristo como un joven apolíneo arrepentido y el malo, Gestas, a la izquierda con una anatomía diferente. 16. EXPOLIO Es el episodio en el que los soldados se echan a suertes la túnica de Cristo y los artistas lo sitúancon frecuencia en un ángulo del primer plano. Hasta el siglo XIII la Virgen y San Juan, a quien Cristo había encomendado a su Madre, se ubican a ambos lados de la cruz, posteriormente aparecen más personajes y el tema del desmayo de la Virgen por tanto dolor, que es sostenida por San Juan, en una imagen piadosa. La Virgen suele aparecer con una mano en la mejilla, con las manos cruzadas sobre el pecho, o en el momento del desmayo. San Juan simboliza con su presencia al resto de los apóstoles. María Magdalena llora desconsolada al pie de la cruz. EL EXPOLIO DE CRISTO, CATEDRAL DE TOLEDO Óleo sobre lienzo. 300 x 178 cm, 1577-1579. Catedral de Toledo Esta obra es uno de los primeros encargos que El Greco recibió en Toledo, recién llegado de Italia, y ha sido restaurada en El Museo de El Prado en 2013. El Expolio estaba destinado al vestuario de la sacristía catedralicia, donde el despojo de las vestiduras de Jesús, para ser clavado en la cruz, obtenía un gran valor simbólico. El espacio se ha comprimido para transmitir al espectador la opresión física y emocional que padeció Jesús, suprimiéndose toda referencia a la naturaleza e incluso al suelo. El rostro de Jesús está cargado de dramatismo, especialmente los ojos, llenos de lágrimas conseguidas con un ligero toque del pincel. El amplio cuello y los dos dedos juntos serán características típicas de la mayor parte de las figuras de El Greco. 42 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo La cabeza de Cristo fue trabajada con delicadas pinceladas mientras los personajes del fondo quedan esbozados, y difuminados con atrevidos toques de color. El Greco trabajó sobre una tela cuyos hilos dibujan formas romboides, un tipo de lienzo denominado “mantelillo” muy utilizado en la pintura veneciana. Este tema es extraño en la iconografía por lo que tomó como inspiración: el Prendimiento. Jesús envuelto en un amplio manto preside la composición, utilizando el color rojo, símbolo de su martirio, como foco de atención equilibrado con manchas amarillas a derecha e izquierda. Además en la armadura se aprecian los reflejos rojos del manto. A su derecha hay una extraña figura con armadura renacentista que podía ser San Longinos, mientras un sayón horada la cruz, creando un marcado escorzo típicamente manierista. En primer plano contemplamos a las Santas Mujeres. Tras la enorme figura de Cristo se encuentra la muchedumbre, formada por rostros grotescos que recuerdan a la pintura flamenca. Un curioso personaje con golilla señala a Jesús, reforzando la intemporalidad del asunto, la envidia y la traición. La amplitud escultórica de las figuras evoca a Miguel Ángel y el color y el dramatismo de la imagen, es el sello indiscutible de Tintoretto. Durante dos años El Greco realizó esta magnífica obra, pero el cabildo catedralicio puso graves contratiempos iconográficos: La colocación de las tres Marías en el ángulo inferior izquierdo, Algunas cabezas que había sobre la de Jesús. Desde el punto de vista económico en la Castilla del siglo XVI, se realizaba la tasación. El cliente y el artista elegían uno o varios tasadores que ponían precio a la obra. 43 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Los tasadores de El Greco valoraron la obra en 900 ducados mientras que los de la catedral lo hicieron en 227. Ante la falta de acuerdo, se eligió un tasador "neutral" que actuara como árbitro, quien valoró el lienzo en 317 ducados. Doménikos no podía admitir que un cliente tan importante como la Iglesia rebajara de esa manera los precios y decidió no entregar el cuadro. Tras dos años de pleitos, Doménikos aceptó una cantidad inferior a la deseada y se enfrentó al cliente más poderoso de la ciudad, del que nunca le llegaría otro encargo. El lienzo permanece hoy en el lugar para donde fue diseñado. EL GRECO. 1577-1579. EL EXPOLIO DE CRISTO, CATEDRAL DE TOLEDO 44 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ Jesús es sepultado (Mt. 27.57-61; Mr. 15.42-47; Jn. 19.38-42) José de Arimatea era un varón bueno y justo. La tarde del Viernes Santo, fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. José de Arimatea bajó el cuerpo de Jesús, ayudado por Nicodemo, un anciano sacerdote, en presencia de la Virgen María, San Juan Evangelista y María magdalena. Lo envolvió en una sábana y lo puso en un sepulcro nuevo. Rodaron una gran piedra frente a la tumba para cubrir la entrada. Las mujeres que habían venido con él desde Galilea vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Prepararon especias aromáticas y ungüentos y descansaron el sábado, conforme al mandamiento. EL DESCENDIMIENTO. WEYDEN, ROGIER VAN DER Antes de 1443. Óleo sobre tabla, 204,5 x 261,5 cm El Descendimiento se pintó para la capilla de Nuestra Señora Extramuros de Lovaina, que fue fundada en el siglo XIV por el gremio de ballesteros, pero vendida en 1798 y demolida poco después. Las dos pequeñas ballestas que cuelgan en la tracería de las dos esquinas mayores de la tabla nos recuerdan este hecho. La copia más antigua que puede fecharse de esta pintura es el Tríptico de la iglesia de San Pedro en Lovaina de 1443, que demuestra que ya estaba terminado en ese año. Fue comprado a la capilla de Lovaina por María de Hungría, hermana del Emperador Carlos V en 1549 y fue colocada en la capilla de su palacio en Binche. Antes de 1564 su sobrino Felipe II lo tenía en la capilla de El Pardo, uno de sus palacios madrileños. En 1566 fue trasladado a El Escorial, permaneciendo allí hasta su traslado al Museo del Prado en 1939. El Descendimiento responde a la forma habitual en Brabante para el elemento central de los grandes retablos con varias alas. Es 45 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo probable que el remate superior tuviera sus propias alas pequeñas y que el resto estuviera protegido por dos cierres rectangulares, posiblemente sin imágenes. En 1566, Felipe II encargó nuevas tablas para estos cierres, que fueron pintadas por Navarrete el Mudo y que luego, al igual que los originales, desaparecieron sin dejar rastro. Cristo no lleva barba y presenta un cuerpo bello sin las marcas de la flagelación, aunque todavía lleva la corona de espinas. La idea dominante es la elegancia y la belleza de las formas. De la herida del costado mana sangre. El paño de pureza, que es uno de los velos de la Virgen, es transparente y permite ver con claridad la sangre que fluye por debajo sin que llegue a mancharlo. Para poder bajar el cuerpo de la cruz hay tres hombres. El mayor es probablemente Nicodemo, fariseo y jefe judío (Juan, 3, 1-21; 7, 50). El más joven parece un criado y sostiene los dos clavos de las manos de Cristo que son terriblemente largos. El joven ha logrado que la sangre no manche sus ropas: un pañuelo blanco, unas medias también blancas y una casaca de damasco azul claro. La figura que viste de dorado es probablemente José de Arimatea, el hombre rico que consiguió que le entregasen el cuerpo de Cristo y lo enterró en un sepulcro nuevo que reservaba para sí (Mateo, 27, 57-60). Su fisonomía es muy parecida a la del Retrato de un hombre robusto (Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza). La mujer que cierra el paréntesis a la derecha de la composición es María Magdalena que aparece entrecruzando las manos con gran abatimiento. El hombre barbado y vestido de verde que está detrás de José de Arimatea es probablemente otro criado. El tarro que sostiene en sus manos puede ser el atributo de la Magdalena, con lo que contendría el perfume de nardo, auténtico y costoso con que ella ungió los pies de Jesús (Juan, 12, 3). 46 MARÍA TERESA GARCÍA PARDOla pasión de cristo San Juan en el Capítulo 12 de su evangelio dice: 1 Y JESÚS, seis días antes de la Pascua, vino a Betania, donde estaba Lázaro, que había sido muerto, al cual había resucitado de los muertos. 2 Hicieronle allí una cena y Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa juntamente con Él. 3 Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la casa se llenó del olor del ungüento. 4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el que le había de entregar: 5 ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos dineros, y se dio a los pobres? 6 Mas dijo esto, no por el cuidado que Él tenía de los pobres: sino porque era ladrón, y tenía la bolsa, y traía lo que se echaba en ella. 7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto; 8 Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas a mí no siempre me tenéis. 9 Entonces mucha gente de los Judíos entendió que Él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, mas también por ver á Lázaro, al cual había resucitado de los muertos. 11 Porque muchos de los Judíos iban y creían en Jesús por causa de Él. 12 El siguiente día, mucha gente que había venido a la fiesta, como oyeron que Jesús venía a Jerusalén 13 Tomaron ramos de palmas, y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna, Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! 47 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 14 Y halló Jesús un asnillo, y se sentó sobre Él, como está escrito: 15 No temas, hija de Sión: he aquí tu Rey viene, sentado sobre un pollino de asna. 16 Estas cosas no las entendieron sus discípulos de primero: empero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas de Él, y que le hicieron estas cosas. Rogier Van Der Weyden a la izquierda coloca a la Virgen María, que se ha desvanecido, en una postura que repite la del cuerpo muerto de Cristo. Es el paralelismo del sufrimiento de ambos. Está blanca como señal de su desmayo. Las lágrimas resbalan por sus mejillas. San Juan Evangelista, que abre el paréntesis en el que se inscribe la composición, sostiene el cuerpo de la Virgen ayudado por una mujer vestida de verde que probablemente es María Salomé. La mujer que está situada detrás de Juan puede ser María Cleofás. El fondo dorado crea un ambiente sobrenatural independiente del espacio que ocupan las figuras. En la parte superior, la cruz está detrás de la tracería (ornamento arquitectónico formado por figuras geométricas), pero delante de la cruz hay espacio la sucesión de personajes de la composición. Van der Weyden creó un escenario donde las figuras trazan una estructura lineal perfectamente equilibrada. La cruz se halla en el centro exacto de la tabla. La postura de Cristo es paralela a la de la Virgen y María Salomé y José de Arimatea inclinan la cabeza hacia la derecha, estableciendo entre ellas una sintonía visual. San Juan y María Magdalena crean un paréntesis que contiene al grupo central. María Magdalena tiene las piernas dobladas y se apoya en el lateral de la caja dorada para mantenerse en pie. Ninguna de las figuras está firmemente apoyada sobre sus pies. El cuadro recibe una fuerte luz desde la derecha y así el pintor puede iluminar el rostro de Cristo desde abajo, de manera que las partes que normalmente estarían en sombra sean luminosas. 48 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Es probable que Van der Weyden realizara un boceto detallado para que fuera aprobado por sus clientes. Después lo copió a mano alzada con largas pinceladas ricas en aglutinante, para obtener el dibujo subyacente que muestra la reflectografía infrarroja. El dibujo a mano alzada es aquel que se realiza sin emplear ninguna herramienta auxiliar, sólo con la mano y el lápiz u otro instrumento similar. También se lo conoce como dibujo a pulso. Pero al pintar no siempre siguió ese dibujo subyacente: colocó más bajas las cabezas de María Salomé, José de Arimatea y el hombre barbado de verde, y modificó también algunas manos y pies, los travesaños de la escalera y muchas zonas de los paños. El dibujo subyacente, realizado con viveza y audacia, revela una creatividad espontánea que puede sorprender a muchos de los que lo ven. Los detalles fotográficos sumamente ampliados son el mejor camino para apreciar la seguridad y rapidez de su técnica y la confianza de su pincelada. (Texto extractado de Campbell, L. en: Rogier van der Weyden, Museo Nacional del Prado, 2015, pp. 74-81). 49 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo LAMENTACIÓN Con el Descendimiento de la cruz se inicia un ciclo narrativo dentro de la pasión, llamado la Lamentación, que termina en el Entierro. El Descendimiento en Italia se denomina Deposición y surgió en la iconografía bizantina del siglo X. Representa a José de Arimatea y Nicodemo subidos en escaleras, sosteniendo en sus brazos el cuerpo de Cristo en el momento del descenso de la cruz. La Virgen acoge y besa los brazos de Cristo, mientras en las escenas más patéticas se desmaya víctima del dolor. A finales de la Edad media se incorpora María Magdalena llorando y abrazando los pies de Cristo. LA PIEDAD, EL DOLOR DE LA VIRGEN (EOS EN LA MITOLOGÍA) La iconografía de la Piedad responde a la sensibilidad patética de finales de la Edad media. 50 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo María recibe a Cristo, que acaba de ser descendido de la cruz, sobre sus rodillas o llora sobre el cuerpo de su Hijo, yacente a sus pies. (306 y 87) Piedad de Miguel Ángel. EL ENTIERRO DE CRISTO Evangelio según San Mateo (Mateo 27, 57-61) José de Arimatea tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue. María Magdalena y la otra María estaban sentadas frente al sepulcro. El tema del Santo Entierro fue muy popular en la Edad Media. Está dotado de una fuerte carga patética en los rostros y gestos de los 7 personajes: La Virgen y San Juan. Las 3 Marías, Magdalena y las Santas Mujeres: María, la madre de Santiago, y María Salomé. José de Arimatea y Nicodemo. (279) El Renacimiento italiano desarrolló una segunda iconografía, el traslado de Jesús al Sepulcro, una emotiva procesión tratada por Rafael y Rembrandt. CARAVAGGIO – ENTIERRO DE CRISTO Óleo sobre lienzo. 3 metros de alto por 2 de ancho. El Entierro de Cristo de Caravaggio, pintada hacia 1602-1604, se conserva en la Pinacoteca Vaticana. Caravaggio sentía gran admiración por Miguel Ángel, por lo que su obra se ve fuertemente influenciada por este gran maestro. El brazo colgante de Cristo recuerda al de Cristo en la Piedad de Miguel Ángel. En 2011, el Museo del Prado expuso el original de Caravaggio, gracias a un excepcional acuerdo con los Museos Vaticanos. 51 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo El eje la composición es en diagonal, dejando la parte superior izquierda libre. Es una obra dramática y teatral por la expresión de sus personajes y la luz empleada. San Juan y Nicodemo sostienen con esfuerzo el cuerpo de Cristo muerto. El Evangelista por la parte superior y el segundo por las rodillas. Nicodemo tiene girada la cabeza y observa al espectador, consiguiendo así hacer partícipe de la escena a quien le contempla. Cristo concentra la luz del cuadro y recuerda a la Piedad de Miguel Ángel. Su tamaño y la tensión muscular en el tórax y el glúteo no se correspondencon un cadáver. La expresión del Cristo es serena, siendo extraño ya que acaba de ser bajado de la cruz, además no hay indicios de la flagelación y los estigmas de pies y manos están limpios. Detrás se encuentran la Virgen María con los brazos en cruz, abrazando toda la escena. Lleva un manto azul y es la primera vez que es representada anciana. No como es lo habitual que es representada con una belleza idealizada. A la derecha está María Magdalena, quien con un pañuelo enjuga sus lágrimas. Por último, se encuentra María Cleofás, rompiendo la escena, alzando sus manos y mirando al cielo que es donde va a ir el Cristo Muerto que ahora está a sus pies. Esta pintura barroca es un momento de duelo. Caravaggio presenta personajes abatidos, agachados y cabizbajos, alejándose así del Renacimiento. A diferencia de los Cristos sangrientos en las representaciones de la pintura española de la época, los italianos mueren sin sangre y se desploman como si quisieran enfatizar la incapacidad del Cristo muerto para sentir el dolor. La mano de San Juan toca la herida que hay en el costado, ya que es él, Juan, el único que nombra en su libro la existencia de la laceración con una lanza. En pintura son importantes los rostros, pero en Caravaggio siempre destaca la dirección de los brazos. Hacia el cielo en la Conversión de san Pablo en el camino de Damasco, hacia Leví en La vocación 52 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo de San Mateo. Aquí, el brazo caído y el sudario tocan la piedra. El brazo se ha representado con gran realismo, con las venas dilatadas y la mano en la que se ven los estigmas. María de Cleofás, gesticula mirando al Cielo y abre las manos, con lo que se agudiza la tensión. Hay un fuerte claroscuro, la luz cayendo sobre rostros y manos mientras que el resto está dominado por la oscuridad. El brazo caído de Cristo muerto y su mano tocando el mármol, indica que él es la piedra angular de la Iglesia. En un momento crucial, los protestantes se extienden progresivamente por Europa. DESCENSO A LOS INFIERNOS El Nuevo Testamento afirma que Jesús "resucitó de entre los muertos" (Hch 3, 15; Rm 8, 11; 1 Co 15, 20). Antes de la resurrección, permaneció en la morada de los muertos (cf. Hb 13, 20). 53 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Jesús conoció la muerte como todos los hombres y se reunió con ellos en la morada de los muertos. Pero ha descendido como Salvador proclamando la buena nueva a los espíritus que estaban allí detenidos (cf. 1 P 3,18-19). Según la leyenda Dorada, Jesús descendió a los Infiernos y después de romper los cerrojos, liberó del Limbo a los personajes del Antiguo y del Nuevo Testamento. En la Edad Media Cristo, armado con la bandera de la Resurrección y pisando el mal, libera a Adán y Eva y a otros personajes de la boca del Infierno, Duccio y Ribera en el XVII SEBASTIANO DEL PIOMBO. BAJADA DE CRISTO AL LIMBO Bajada de Cristo al Limbo 1516. Óleo sobre lienzo, 226 x 114 cm Cristo, vestido con túnica blanca y portando el estandarte de la victoria, se inclina hacia Adán y Eva que, desnudos, esperan ser rescatados del Limbo para ser llevados al Reino de los Cielos. Este pasaje se recoge en los llamados Evangelios Apócrifos, concretamente en el conocido como Evangelio de Nicodemo que narra la Resurrección de Cristo. Se pueden apreciar dos influencias fundamentales en la composición del cuadro: Miguel Ángel, en la monumentalidad de las figuras y la escuela veneciana a la que pertenecía Sebastiano del Piombo, en la utilización del color con intención dramática. La obra fue en origen lateral de un altar dedicado a la Muerte y Resurrección de Cristo, lo que explica su formato rectangular. La pieza central del conjunto, el Llanto sobre Cristo muerto fechado en 1516, se encuentra en el Museo Ermitage de San Petersburgo. Su primer propietario fue Jerónimo Vich, embajador en Roma entre 1506 y 1521. El lienzo fue donado a Felipe IV (1605-1665) por don Diego Vich, localizándose en 1657 en el Monasterio de El Escorial, desde donde ingresó en el Museo del Prado en 1837. 54 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo LA RESURRECCIÓN, EL TRIUNFO SOBRE LA MUERTE Al tercer día de su Pasión (Domingo de Pascua), Jesucristo resucitó. Un ángel vestido de blanco abrió el sepulcro y se sentó sobre la piedra. Los soldados asustados, huyeron y fueron a contar lo sucedido. Evangelio según San Marcos (Marcos 16, 1-8) Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del tercer día, Domingo de Pascua, fueron al sepulcro. Y decían: ¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero vieron que la gran piedra había sido corrida. Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca, quien les dijo: No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho. Evangelio según San Juan (Juan 20, 1-18) María Magdalena fue al encuentro de Simón Pedro y dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Simón Pedro entró en el sepulcro y vio las vendas en el suelo y el sudario que había cubierto su cabeza, que estaba enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos. María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies, del lugar donde se puso el cuerpo de Jesús. 55 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo Ellos le dijeron: ¿por qué lloras? María respondió: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto». Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no le reconoció. Jesús le dijo, María, y ella le dijo Maestro. Jesús le dijo: «No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: «Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes». María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras. La Resurrección de Cristo se plasma con el Crismón y los soldados adormecidos en el arte paleocristiano. A finales de la Edad Media Cristo aparece envuelto en luz o ante el sol. El esquema canónigo muestra a Jesús saliendo vencedor de su tumba, sarcófago o gruta, sobre los soldados dormidos., bendiciendo con su mano derecha. Cristo también puede aparecer de pie pisando su tumba o delante de ella, como emblema de su triunfo sobre la muerte, que pervivirá en el Barroco. NOLI ME TANGERE Evangelio de San Juan 20 1. El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. 2. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.» 3. Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. 4. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. 56 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO la pasión de cristo 6. Llega también
Compartir