Logo Studenta

LA PASIÓN 1docx

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

1 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
LA PASIÓN. 
El Ciclo de la Pasión está formado por el martirio, la humillación y la 
muerte de Jesús, desde su entrada en Jerusalén hasta su 
Resurrección. 
Su riqueza iconográfica es muy superior a la vida pública de Jesús. 
1. ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALÉN: DOMINGO DE 
RAMOS. 
Santo evangelio según san Mateo 21, 1-11 
Cuando llegaban a Jerusalén para celebrar la pascua, Jesús les 
pidió a sus discípulos traer un burrito y lo montó. 
(Mira a tu rey, que viene a ti humilde, montado en un asno) 
Antes de entrar en Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el 
camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, tal 
como se solía saludar a los reyes. 
Los que iban junto a Jesús gritaban: "¡Bendito el que viene en 
nombre del Señor! ¡Hosanna (Viva) en el cielo!" 
Preguntaban ¿quién es? y les respondían: “Es el profeta Jesús, de 
Nazaret de Galilea”. Esta fue su entrada triunfal. 
La muchedumbre que le seguía estaba formada por hombres, 
mujeres y niños. Algunas de estas personas habían estado 
presentes en los milagros de Jesús y habían escuchado sus 
parábolas. Esto les llevó a alabarle con palmas en las manos 
cuando entró en Jerusalén. 
Fueron muchos los que siguieron a Cristo en este momento de 
triunfo, pero muy pocos los que le acompañaron en su pasión y 
muerte. 
Los sacerdotes judíos buscaban pretextos para meterle en la cárcel, 
porque temían lo mucho que la gente le amaba y como le habían 
aclamado al entrar a Jerusalén. 
2 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Jesús suele representarse a lomos de un borriquillo blanco seguido 
de los apóstoles y bendiciendo a la multitud que le aclama con 
palmas y cánticos y que tiende sus mantos. (Domingo de Ramos) 
Entrada de Jesús en Jerusalén. S. XII. Mosaico de la Capilla 
Palatina de Palermo, Sicilia. (p. 265) 
2. LOS MERCADERES ARROJADOS DEL TEMPLO. 
Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-25 
Se acercaba la Pascua judía y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró 
en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los 
cambistas en sus puestos. 
Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con 
las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les 
volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: «Quitad esto de 
aquí. No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado.» 
Fueron expulsados por profanar este recinto sagrado. 
El celo que motivó a Cristo a expulsar a quienes profanaron el 
templo, debe ser el motivo para expulsar de nuestra vida todo lo 
que pueda apartarnos de Dios. 
Los judíos entonces le replicaron «Qué señal nos muestras para 
obrar así?» Jesús les respondió: «Destruid este Santuario y en tres 
días lo levantaré.» 
Los judíos le contestaron: «46 años se han tardado en construir 
este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en 3 días?» 
Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo. 
Cuando resucitó de entre los muertos, se acordaron sus discípulos 
de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras 
que había dicho Jesús. 
La furia de Jesús empuñando el látigo de cuerdas, está prefigurada 
en el Antiguo Testamento por la ira de Moisés rompiendo las tablas 
de la Ley. Fue comparada en el Renacimiento don la cólera de 
Hércules. 
3 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Los teólogos de la Reforma vieron en Cristo una imagen de Lutero 
limpiando la Iglesia, mensaje contra el que reaccionó el Concilio de 
Trento, vinculando la escena con el castigo a los protestantes y con 
la Pasión de Cristo. 
El tema pictórico ofrece muchas posibilidades plásticas por su 
dinamismo y la suntuosidad de la arquitectura. 
El tema de la expulsión de los mercaderes del templo fue pintado 
por El Greco en varias ocasiones. Actualmente hay una pintura en: 
 La National Gallery de Washington. 
 El Institute of Arts de Minneapolis. 
 La de la iglesia de San Ginés de Madrid, etc. 
 
En la pintura de San Ginés se aprecia la evolución del artista: 
 Las figuras son muy alargadas y con escorzos, 
 El formato se ha hecho vertical, 
 El colorido se ha limitado, empleando mucha luz. 
Cristo se sitúa en el centro del eje compositivo, en el interior del 
templo de Jerusalén, que aquí se recrea con una arquitectura 
contemporánea al artista, un arco de medio punto con columnas 
clásicas a los lados. 
En la hornacina de la izquierda aparece Adán, y en su pedestal se 
representa la Expulsión del Paraíso, motivo por el que tiene que 
venir Cristo a salvar a la Humanidad. 
Las figuras desde Jesús hacia Adán marcan escorzos y gran 
movimiento, mientras la luz inunda la escena. 
En sus últimos años, El Greco contaba con la colaboración de su 
hijo, Jorge Manuel. 
IGLESIA DE SAN GINÉS, MADRID 
En la calle Arenal se encuentra la iglesia de San Ginés, dedicada al 
santo francés San Ginés de Arlés. 
4 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Es una de las iglesias más antiguas de Madrid, construida en 1645 
sobre los restos de lo que se cree fue una ermita mozárabe. Ha 
sufrido diferentes restauraciones y modificaciones en su historia. 
La fachada principal, realizada en ladrillo y piedra, data de 1870 
aunque sus adornos originales fueron eliminados tras la destrucción 
y restauración realizada después de la Guerra Civil. 
Su pórtico de arcos da paso a un interior de tres naves y capillas 
laterales donde destaca la del Santísimo Cristo. 
 
EL GRECO. EXPULSIÓN DE LOS MERCADERES. SAN GINÉS, MADRID 
5 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
1. LA ÚLTIMA CENA, LA PASCUA. LA EUCARISTÍA 
La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén exasperó a sus enemigos 
que le quisieron muerto. 
Utilizaron a uno de sus discípulos, Judas Iscariote, prometiéndole 
30 monedas de plata si entregaba a Jesús. 
En aquellos días, con motivo de celebrar la Pascua, Jesús y sus 
apóstoles se reunieron en la sala del Cenáculo para comer el 
cordero pascual siguiendo la Ley (Jueves Santo). 
Jesús lavó los pies a sus discípulos y anunció la traición de Judas. 
Bendijo el pan y el vino e instituyó la Eucaristía. 
La iconografía de la Santa Cena es el símbolo de la institución 
del sacramento de la Eucaristía. 
El arte bizantino plasmó a Cristo dos veces ofreciendo el pan y el 
vino en los mosaicos y pinturas. En otras ocasiones aparece 
acompañado de ángeles en la Divina liturgia. (P.267) 
En Occidente, durante la Edad Media se ubicó a los apóstoles en 
una mesa en forma de media luna, herencia del triclinium romano. 
En donde se recuestan los apóstoles, mientras Jesús se sitúa en un 
extremo. 
Un triclinio es una estancia destinada a comedor formal en un 
edificio romano. El triclinio se caracteriza por utilizar tres sillones 
para permanecer recostados, dispuestos alrededor de una mesa 
baja normalmente cuadrada, en tres de sus lados, en forma de U, 
dejando espacio. 
Con el tiempo los apóstoles se sientan en mesas redondas o 
rectangulares presididas por el Salvador, perdiéndose el rito 
pascual de permanecer de pie. 
Juan, discípulo predilecto, suele recostar su cabeza sobre el pecho 
de Jesús y Judas carece de nimbo o esconde la bolsa con las 30 
monedas. 
6 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
El nimbo es el resplandor o círculo luminoso que se representa 
encima o detrás de la cabeza de las imágenes divinas o de santos 
como símbolo del aura que emanaban. 
Leonardo Da Vinci en la Cena de Milán crea la iconografía de Cristo 
en el centro del eje compositivo con 6 apóstoles a cada lado en 
grupos de 3 y capta la sorpresa y reacción de los apóstoles cuando 
Cristo dice que uno le va a traicionar. 
El Concilio de Trento primó como Bizancio la institución del 
sacramento de la Eucaristía sobre las emociones de Leonardo, 
proclamandola Transustanciación, conversión del pan y el vino en 
el cuerpo y la sangre de Cristo. 
El arte de la Contrarreforma concebirá el tema como una Comunión 
de los apóstoles. 
El antecedente es el fresco de Fra. Angélico en una celda del 
convento de San Marcos. 
Fra. Angélico pinta a Cristo y los apóstoles de pie en torno a la 
mesa recibiendo la comunión. A la izquierda aparece la Virgen 
María arrodillada y a la derecha el resto de los apóstoles de rodillas, 
apareciendo Judas con nimbo negro. 
El Antiguo Testamento contenía prefiguraciones claras 
(representación anticipada de una cosa) de la Eucaristía: 
1- La ofrenda del pan y el vino de Melquisedec a Abraham. 
2- La Pascua de los judíos antes del Éxodo. 
3- La caída del Maná en el desierto. 
4- Elías alimentado por un ángel. 
5- Los milagros alimentarios de Jesús. 
La Santa Cena es la Eucaristía, Consagración del pan y el vino, y 
una Comunión apostólica y es un tema crucial contra los 
protestantes que rechazan los sacramentos. 
Pedro Pablo Rubens plasmará los sacramentos y el triunfo de la 
Eucaristía y de la Iglesia en sus pinturas para el Museo del Prado y 
en los cartones para tapices del convento de las Descalzas 
Reales de Madrid. 
7 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
 
Lucas 22:7-20. La última cena 
Cuando llegó el día de la fiesta de los Panes sin levadura, en que 
debía sacrificarse el cordero de la Pascua, Jesús envió a Pedro y a 
Juan, para hacer los preparativos para que comer y celebrar la 
Pascua. 
“El Maestro preguntó: ¿Dónde está la sala en la que voy a comer la 
Pascua con mis discípulos?”Le mostraron en la planta alta una sala 
amplia y amueblada para la cena. 
Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa. 
Entonces les dijo: He tenido muchísimos deseos de comer esta 
Pascua con ustedes antes de padecer. 
Tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y 
dijo: Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en 
memoria de mí. 
Tomó la copa después de la cena, y dijo: Esta copa es el nuevo 
pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes. 
Mateo 26, 20-25 / Marcos 14, 17-21 / Lucas 22, 21-23 
Jesús se estremeció y manifestó claramente: "Les aseguro que uno 
de ustedes me entregará". 
Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se 
refería. Uno de ellos, el discípulo al que Jesús amaba, estaba 
reclinado muy cerca de Jesús. 
Pedro le hizo una seña y le dijo: "Pregúntale a quién se refiere". Él 
se reclinó y le preguntó: "Señor, ¿quién es?" 
Jesús le respondió: "Es aquel al que daré el bocado que voy a 
mojar en el plato". Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de 
Simón Iscariote. 
En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo 
entonces: "Realiza pronto lo que tienes que hacer". Pero ninguno 
comprendió por qué le decía esto. 
8 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Como Judas estaba encargado de la bolsa común, algunos 
pensaban que Jesús quería decirle: "Compra lo que hace falta para 
la fiesta", o que le mandaba dar a los pobres. 
Después de recibir el bocado, Judas salió. Era de noche. 
2. LAVATORIO DE LOS PIES. LA HUMILDAD. 
Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su 
hora de pasar de este mundo al Padre, durante la Cena, se levantó 
de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla se la ató a la 
cintura. 
Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los 
discípulos y a secárselos con la toalla. 
 
Simón Pedro le dijo: ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!". Jesús 
contestó: "Si yo no te lavo, no podrás compartir mi 
suerte. Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino 
también las manos y la cabeza!" 
 
Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la 
mesa y les dijo: “Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado 
los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros”. 
 
Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice. 
Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican. 
El gesto de humildad del Maestro, que lava los pies a sus 
discípulos, ha variado a lo largo de la Historia. 
En el Arte Bizantino Jesús aparece de pie, arrodillándose ante 
Pedro a partir del siglo XII. Pero la Contrarreforma consideró 
excesiva la genuflexión e incorporará unos ángeles que le asistan 
en su tarea. 
El resto de los apóstoles se descalzan y esperan su turno para ser 
purificados. Es limpiarse para recibir a Dios. 
9 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
3. LA ORACIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ. 
LA ANGUSTIA. 
Acabada la cena, Jesús se dirigió con sus discípulos al huerto de 
Getsemaní, en la falda del Monte de los Olivos, donde con gran 
angustia oró con Pedro, Santiago y Juan. 
Antes del Prendimiento Jesús reza arrodillado para no sucumbir al 
agotamiento y es confortado por un ángel que porta el cáliz y la cruz 
de la Pasión, mientras duermen los tres discípulos (Pedro, Santiago 
y Juan). 
La escena se desarrolla en un huerto cerrado con olivos. El tema 
aparece en los mosaicos de San Apolinar de Rávena, siglo VI, y es 
recuperado a partir del Renacimiento. 
Sandro Botticelli pintó la Oración en el Monte de los Olivos en 1500. 
Se conserva en Granada, Museo de la Capilla Real. (p.269) 
4. EL BESO DE JUDAS: LA TRAICIÓN Y EL PRENDIMIENTO. 
Judas llegó al huerto de Getsemaní con gente armada y tras besar 
a Cristo, como símbolo de la traición le prendieron. 
Judas se arrepintió de las consecuencias de su traición y se ahorcó 
al amanecer del Viernes Santo. 
El remordimiento y el suicidio de Judas se han tratado poco en el 
arte, pero se presentan en los capiteles de los claustros medievales 
para reflexionar sobre la traición. 
Jesús es vendido por Judas como lo habían sido en el Antiguo 
Testamento José por sus hermanos y Sansón por Dalila. 
Suele representarse a Judas pelirrojo y vestido de amarillo besando 
al Maestro por ser la señal pactada. 
El beso de Judas de Giotto es la escena que centra el muro inferior 
de la capilla Scrovegni, en Padua. 
La traición de Judas ocurre en el primer término de la composición. 
El resto de los personajes reflejan la confusión y el dramatismo de 
la escena. 
10 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Giotto sitúa esta escena nocturna a la luz de las antorchas. Judas 
se acerca a Jesús y le rodea con su manto para venderle con su 
beso. Las dos figuras se miran fijamente. 
A la izquierda, Pedro corta la oreja a Malco, mientras que los 
fariseos y soldados con sus armas comienzan el enfrentamiento al 
fondo y a la derecha. (p.270) 
En la oscuridad del monte de los Olivos, Jesús recibe el beso que 
consuma la traición de Judas, mientras Pedro con su espada corta 
la oreja a Malco, criado del Sumo Sacerdote, según describe el 
relato evangélico. 
Esta obra corresponde a la producción juvenil de Van Dyck, 
inspirada directamente en modelos venecianos. 
El cuadro del Museo del Prado fue propiedad de Rubens, a cuya 
muerte fue adquirido para Felipe IV. 
5. JESÚS ANTE CAIFÁS 
Caifás, Sumo Sacerdote judío, estaba casado con la hija del ex 
Sumo Sacerdote Anás y se mantuvo como máxima autoridad 
religiosa judía durante toda la administración de Poncio Pilato, 
Gobernador romano de Judea. 
Según el Evangelio de San Juan, las noticias sobre la resurrección 
de Lázaro realizada por Jesús alarmaron a los Sumos Sacerdotes, 
hasta el punto de que el Sanedrín (tribunal supremo de los judíos) 
se reunió en una sesión extraordinaria, para decidir qué harían con 
Jesús. 
La reunión estuvo presidida por Caifás, pero su suegro Anás, influyó 
notablemente en la resolución del caso. De esta reunión salió la 
famosa frase de Caifás que plasma su pensamiento sobre Jesús: 
"...conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezcatoda la 
nación". 
Al anochecer, después del arresto, fue llevado a casa de Anás 
donde fue detenido, interrogado y golpeado. 
11 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Anás se lo entregó a Caifás, pero Caifás no tenía autoridad para 
ordenar pena de muerte y llevó a Jesús ante Pilatos, gobernante 
romano en Judea, para que decidiera su suerte (Mateo 27:2). 
Los romanos no realizaban ejecuciones basadas en transgresiones 
a la ley judía, por tanto el cargo de blasfemia no tenía validez para 
Pilatos. 
Pilatos, al saber que Jesús era de Galilea, jurisdicción de Herodes 
Antipas, lo remitió a Herodes, que en aquellos días estaba en 
Jerusalén (Lucas 23:7). 
Pilatos habría deseado que Herodes Antipas se encargara del caso, 
mientras que el Sanedrín habría deseado que Pilatos se decidiera 
por la ejecución de Jesús. 
Herodes con sus soldados menospreció a Jesús y se burló de él 
vistiéndolo con una ropa espléndida como de reyes y se lo regresó 
a Pilatos (Lucas 23:6-12). 
La posición de Caifás era establecer que Jesús era culpable no solo 
de blasfemia sino de proclamarse el Mesías. Esto habría sido un 
acto de sedición que podría merecer la pena de muerte por parte 
del romano. 
El argumento de rebelión y sedición que presentó Caifás no le dio 
resultado ya que Pilatos no lo encontró culpable, a pesar de que 
Caifás afirmó que el pueblo de Judea no tenía más emperador que 
el César Romano. 
Pilatos deja que la muchedumbre decida la suerte de Jesús 
dándoles a escoger entre liberar a un preso de nombre Barrabás o 
liberar a Jesús. La muchedumbre animada por los sacerdotes 
escogen la liberación de Barrabás y la crucifixión de Jesús (Mateo 
27:15-26). 
6. LA NEGACIÓN DE SAN PEDRO. ARREPENTIMIENTO 
Pedro estaba sentado en el patio y una sirvienta se le acercó y dijo: 
Tú también estabas con Jesús el galileo. Pero él lo negó delante de 
todos ellos, diciendo: No sé de qué hablas. 
12 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Cuando salió al portal, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban 
allí: Este estaba con Jesús el nazareno. Y otra vez él lo negó con 
juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre! 
Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: 
Seguro que tú también eres uno de ellos. Entonces él comenzó a 
maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a ese hombre! 
Al instante un gallo cantó y Pedro se recordó lo que Jesús había 
dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 
Arrepentido lloró amargamente. (Mateo 26:69-75) 
El primero de los discípulos de Cristo niega al maestro al ser 
descubierto por una sirvienta en el atrio de la casa de Caifás. 
El Concilio de Trento relaciona las lágrimas de Pedro y de María 
Magdalena con el sacramento de la penitencia. 
El Greco representa al apóstol ennoblecido con los ojos llorosos 
vueltos al cielo, mientras que La Tour en Francia plasma a Pedro 
apesadumbrado por la culpa ante el símbolo del gallo. (P. 271) 
7. CRISTO ANTE PONCIO PILATO, GOBERNADOR ROMANO 
El Sanedrín había decidido que Jesús era culpable de blasfemia y 
debía morir, pero al estar bajo la ocupación romana, no podían 
infligir la pena capital, así que tuvieron que llevar el caso ante 
Pilato, el gobernador romano. Este trámite tiene gran importancia. 
 
Pilato creía que Jesús era inocente y recurrió a la costumbre por la 
que el gobernador dejaba en libertad a un preso durante la Pascua, 
pero los judíos prefirieron liberar a Barrabás y condenar a 
Jesús a la cruz. 
Les dijo Pilato: ¿A quién queréis que suelte: a Barrabás, o a Jesús? 
La mujer de Pilato le mandó decir: No tengas nada que ver con ese 
justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él. 
 
13 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
8. FLAJELACIÓN Y CORONACIÓN DE ESPINA. ECCE HOMO 
Cristo fue despojado de sus vestiduras y atado a una columna para 
azotarle. Los soldados que le flagelaron le pusieron un manto 
púrpura, una corona de espinas y una caña en la mano a modo de 
cetro para burlarse de él. 
Pilato al verle en tan lamentable estado, creyó que sería suficiente 
para los judíos, pero no fue así, por lo que a la vista de todo el 
pueblo se lavó las manos afirmando que era inocente de su muerte. 
La multitud pidió que Jesús fuese crucificado. Viendo Pilato que se 
hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del 
pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo. 
Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. 
Entonces soltó a Barrabás y habiendo azotado a Jesús, le entregó 
para ser crucificado. 
El lavatorio de las manos de Pilato como señal de inocencia es 
escasamente representado en el arte y se opone al lavatorio de 
los pies de Jesús como señal de humildad. 
La flagelación es representada en el arte, especialmente durante el 
Siglo de Oro. 
Jesús es coronado de espinas en su condición de rey de los judíos 
y vestido con la clámide púrpura es presentado a la multitud: ahí 
tenéis al hombre (Ecce Homo). 
La iconografía del Ecce Homo es tardía. Tiziano destaca la imagen 
aislada y llena de patetismo del Redentor, que llegará hasta los 
artistas del siglo XIX. 
9. LA VERÓNICA Y EL CALVARIO 
Hacia el medio día del Viernes Santo, Jesús emprendió el camino 
del monte Calvario, en hebreo Gólgota, con una pesada cruz, cuyo 
gran peso le hizo caer 3 veces. 
Mientras lo conducían, echaron mano de Simón de Cirene, el 
cirineo, que volvía del campo y le cargaron la cruz para que la 
llevase detrás de Jesús. 
14 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
La imagen de Cristo con la cruz a cuestas camino del Calvario 
infunde piedad y suscita el patetismo. 
Durante el recorrido tuvo lugar el patético encuentro con su madre y 
con las Santas Mujeres. 
Los artistas toman de los Evangelios apócrifos los encuentros de 
Jesús con su Madre, que se desmaya ante tanto dolor. 
La Verónica era una mujer piadosa que, compadecida por su 
sufrimiento, le limpió el rostro con una tela o velo en el que 
quedaron impresas las facciones de Jesucristo (santa Faz). 
La Verónica es en realidad una leyenda que explica la presencia en 
Roma de una imagen de Cristo de origen bizantino, a la que se le 
atribuían propiedades milagrosas: la Vera Icono (Verdadera 
Imagen). 
Los artistas hicieron de la leyenda de la Verónica una mujer, 
configurando su iconografía a finales de la Edad Media. 
Se ha convertido en la protagonista de la Cuarta Estación del Vía 
Crucis. Se la representa sola o junto a Cristo abatido por el peso de 
la cruz, sosteniendo entre sus manos la Santa Faz. (p.274) 
10. CRUCIFIXIÓN 
Crucifixión y muerte de Jesús (Mt. 27.32-56; Mr. 15.21-41; Jn. 
19.17-30) 
Tomaron a Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron 
encima la cruz para que la llevase tras Jesús. Le seguía gran 
multitud y mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. 
Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: no lloréis por mí, sino llorad 
por vosotras mismas y por vuestros hijos. Porque vendrán días en 
que dirán: Bienaventuradas los vientres que no concibieron y los 
pechos que no criaron. 
Cuando llegaron al monte Calvario (Calavera) le crucificaron junto a 
dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 
15 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y 
repartieron entre sí sus vestiduras, echándolos a suertes. 
Se burlaban de él diciendo: A otros salvó, que se salve a sí mismo. 
Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Los soldados 
también le escarnecían, acercándose vinagre. 
Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y 
hebreas: INRI, Iesús Nazareno rey de los judíos. 
Uno de los malhechores le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, 
sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, nosotros 
recibimoslo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal 
hizo. 
Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 
Entonces Jesús le dijo: hoy estarás conmigo en el paraíso. 
María, la madre de Jesús, estaba de pie cerca de la cruz. El apóstol 
Juan también estaba allí. Jesús le pidió a Juan que cuidara a su 
madre y Juan se llevó a su casa a la madre de Jesús. 
Después hubo tinieblas, el sol se oscureció, y el velo del templo se 
rasgó. Entonces Jesús dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi 
espíritu y expiró. 
Al ver que Jesús había muerto, un soldado le atravesó el costado 
con una lanza, saliendo sangre y agua. A los ladrones les partieron 
las piernas. 
Cuando el centurión vio lo que sucedió dijo: este hombre era justo. 
Y toda la multitud, viendo lo que había acontecido, se volvían 
golpeándose el pecho. 
11. ICONOGRAFÍA DE LA CRUCIFIXIÓN. SÍMBOLO 
CRISTIANO 
En la iconografía de la de la Crucifixión destacamos los momentos 
previos: 
1- El dramático momento en el que Cristo fue clavado en la cruz, 
plasmado por Durero. 
16 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
2- La elevación de la cruz en la cima del Gólgota, pintada por 
Tintoretto. 
Cristo crucificado es el emblema de la salvación de los hombres y el 
principal símbolo de la iconografía cristiana. 
En el Arte Paleocristiano se utilizó el símbolo del cordero místico 
con la cruz. 
Desde el siglo VI el Salvador se presenta con forma humana, vivo 
y con los ojos abiertos y triunfal, iconografía que se prolonga 
hasta el siglo XI. 
Presenta 3 ó 4 clavos. Dos en las palmas de las manos y 1 ó 2 en 
los pies. 
Después Jesús cerrará los ojos, ladeará la cabeza y presentará una 
túnica o un paño de pureza, hasta que Miguel Ángel y Cellini osen 
desnudarle en el Renacimiento. 
Miguel Ángel (escultura de Cristo de la Basílica del Santo Espíritu 
de Florencia y pintura del Juicio Final de la Sixtina). Cellini en el 
Cristo de mármol de El Escorial. 
Pueden aparecer elementos simbólicos: 
 El sol y la luna 
 La iglesia y la sinagoga 
 La calavera o el esqueleto de Adán, primer pecador redimido. 
 Ángeles que recogen la sangre de Cristo 
 El pelícano, que con su sangre alimenta y salva a sus crías, al 
igual que Cristo salvó a la humanidad 
Varía el número de personajes de la crucifixión: 
 Jesús (1) 
 Jesús, la Virgen y San Juan (3) 
 Jesús, la Virgen, María Magdalena y San Juan (4) 
En el Renacimiento concibió un amplio escenario con multitud de 
personajes, pero El Concilio de Trento devolvió la austeridad al 
tema. 
17 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Dimas, el Buen Ladrón se coloca a la derecha de Cristo como un 
joven apolíneo arrepentido y el malo, Gestas, a la izquierda con 
una anatomía diferente. 
12. EXPOLIO 
Es el episodio en el que los soldados se echan a suertes la túnica 
de Cristo y los artistas lo sitúan con frecuencia en un ángulo del 
primer plano. 
Hasta el siglo XIII la Virgen y San Juan, a quien Cristo había 
encomendado a su Madre, se ubican a ambos lados de la cruz, 
posteriormente aparecen más personajes y el tema del desmayo 
de la Virgen por tanto dolor, que es sostenida por San Juan, en una 
imagen piadosa. 
La Virgen suele aparecer con una mano en la mejilla, con las manos 
cruzadas sobre el pecho, o en el momento del desmayo. 
San Juan simboliza con su presencia al resto de los apóstoles. 
María Magdalena llora desconsolada al pie de la cruz. 
EL EXPOLIO DE CRISTO, CATEDRAL DE TOLEDO 
Óleo sobre lienzo. 300 x 178 cm, 1577-1579. Catedral de Toledo 
Esta obra es uno de los primeros encargos que El Greco recibió en 
Toledo, recién llegado de Italia, y ha sido restaurada en El Museo 
de El Prado en 2013. 
El Expolio estaba destinado al vestuario de la sacristía catedralicia, 
donde el despojo de las vestiduras de Jesús, para ser clavado en la 
cruz, obtenía un gran valor simbólico. 
El espacio se ha comprimido para transmitir al espectador la 
opresión física y emocional que padeció Jesús, suprimiéndose toda 
referencia a la naturaleza e incluso al suelo. 
El rostro de Jesús está cargado de dramatismo, especialmente los 
ojos, llenos de lágrimas conseguidas con un ligero toque del pincel. 
El amplio cuello y los dos dedos juntos serán características típicas 
de la mayor parte de las figuras de El Greco. 
18 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
La cabeza de Cristo fue trabajada con delicadas pinceladas 
mientras los personajes del fondo quedan esbozados, y 
difuminados con atrevidos toques de color. 
El Greco trabajó sobre una tela cuyos hilos dibujan formas 
romboides, un tipo de lienzo denominado “mantelillo” muy utilizado 
en la pintura veneciana. 
Este tema es extraño en la iconografía por lo que tomó como 
inspiración: el Prendimiento. 
Jesús envuelto en un amplio manto preside la composición, 
utilizando el color rojo, símbolo de su martirio, como foco de 
atención equilibrado con manchas amarillas a derecha e izquierda. 
Además en la armadura se aprecian los reflejos rojos del manto. 
A su derecha hay una extraña figura con armadura renacentista que 
podía ser San Longinos, mientras un sayón horada la cruz, creando 
un marcado escorzo típicamente manierista. 
En primer plano contemplamos a las Santas Mujeres. 
Tras la enorme figura de Cristo se encuentra la muchedumbre, 
formada por rostros grotescos que recuerdan a la pintura flamenca. 
Un curioso personaje con golilla señala a Jesús, reforzando la 
intemporalidad del asunto, la envidia y la traición. 
La amplitud escultórica de las figuras evoca a Miguel Ángel y el 
color y el dramatismo de la imagen, es el sello indiscutible 
de Tintoretto. 
Durante dos años El Greco realizó esta magnífica obra, pero el 
cabildo catedralicio puso graves contratiempos iconográficos: 
 La colocación de las tres Marías en el ángulo inferior 
izquierdo, 
 Algunas cabezas que había sobre la de Jesús. 
Desde el punto de vista económico en la Castilla del siglo XVI, se 
realizaba la tasación. El cliente y el artista elegían uno o varios 
tasadores que ponían precio a la obra. 
19 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Los tasadores de El Greco valoraron la obra en 900 ducados 
mientras que los de la catedral lo hicieron en 227. Ante la falta de 
acuerdo, se eligió un tasador "neutral" que actuara como árbitro, 
quien valoró el lienzo en 317 ducados. 
Doménikos no podía admitir que un cliente tan importante como la 
Iglesia rebajara de esa manera los precios y decidió no entregar el 
cuadro. 
Tras dos años de pleitos, Doménikos aceptó una cantidad inferior a 
la deseada y se enfrentó al cliente más poderoso de la ciudad, del 
que nunca le llegaría otro encargo. 
El lienzo permanece hoy en el lugar para donde fue diseñado. 
 
EL GRECO. 1577-1579. EL EXPOLIO DE CRISTO, CATEDRAL DE TOLEDO 
 
20 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ 
Jesús es sepultado (Mt. 27.57-61; Mr. 15.42-47; Jn. 19.38-42) 
José de Arimatea era un varón bueno y justo. La tarde del Viernes 
Santo, fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. 
José de Arimatea bajó el cuerpo de Jesús, ayudado por Nicodemo, 
un anciano sacerdote, en presencia de la Virgen María, San Juan 
Evangelista y María magdalena. 
Lo envolvió en una sábana y lo puso en un sepulcro nuevo. 
Rodaron una gran piedra frente a la tumba para cubrir la entrada. 
Las mujeres que habían venido con él desde Galilea vieron el 
sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Prepararon especias 
aromáticas y ungüentos y descansaron el sábado, conforme al 
mandamiento. 
EL DESCENDIMIENTO. WEYDEN, ROGIER VAN DER 
Antes de 1443. Óleo sobre tabla, 204,5 x 261,5 cm 
El Descendimiento se pintó para la capilla de Nuestra Señora 
Extramuros de Lovaina, que fue fundada en el siglo XIV por el 
gremiode ballesteros, pero vendida en 1798 y demolida poco 
después. Las dos pequeñas ballestas que cuelgan en la tracería de 
las dos esquinas mayores de la tabla nos recuerdan este hecho. 
La copia más antigua que puede fecharse de esta pintura es el 
Tríptico de la iglesia de San Pedro en Lovaina de 1443, que 
demuestra que ya estaba terminado en ese año. 
Fue comprado a la capilla de Lovaina por María de Hungría, 
hermana del Emperador Carlos V en 1549 y fue colocada en la 
capilla de su palacio en Binche. 
Antes de 1564 su sobrino Felipe II lo tenía en la capilla de El Pardo, 
uno de sus palacios madrileños. En 1566 fue trasladado a El 
Escorial, permaneciendo allí hasta su traslado al Museo del Prado 
en 1939. 
El Descendimiento responde a la forma habitual en Brabante para el 
elemento central de los grandes retablos con varias alas. Es 
21 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
probable que el remate superior tuviera sus propias alas pequeñas 
y que el resto estuviera protegido por dos cierres rectangulares, 
posiblemente sin imágenes. 
En 1566, Felipe II encargó nuevas tablas para estos cierres, que 
fueron pintadas por Navarrete el Mudo y que luego, al igual que los 
originales, desaparecieron sin dejar rastro. 
Cristo no lleva barba y presenta un cuerpo bello sin las marcas de la 
flagelación, aunque todavía lleva la corona de espinas. La idea 
dominante es la elegancia y la belleza de las formas. 
De la herida del costado mana sangre. El paño de pureza, que es 
uno de los velos de la Virgen, es transparente y permite ver con 
claridad la sangre que fluye por debajo sin que llegue a mancharlo. 
Para poder bajar el cuerpo de la cruz hay tres hombres. El mayor es 
probablemente Nicodemo, fariseo y jefe judío (Juan, 3, 1-21; 7, 50). 
El más joven parece un criado y sostiene los dos clavos de las 
manos de Cristo que son terriblemente largos. El joven ha logrado 
que la sangre no manche sus ropas: un pañuelo blanco, unas 
medias también blancas y una casaca de damasco azul claro. 
La figura que viste de dorado es probablemente José de Arimatea, 
el hombre rico que consiguió que le entregasen el cuerpo de Cristo 
y lo enterró en un sepulcro nuevo que reservaba para sí (Mateo, 27, 
57-60). Su fisonomía es muy parecida a la del Retrato de un 
hombre robusto (Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza). 
La mujer que cierra el paréntesis a la derecha de la composición es 
María Magdalena que aparece entrecruzando las manos con gran 
abatimiento. 
El hombre barbado y vestido de verde que está detrás de José de 
Arimatea es probablemente otro criado. El tarro que sostiene en sus 
manos puede ser el atributo de la Magdalena, con lo que contendría 
el perfume de nardo, auténtico y costoso con que ella ungió los pies 
de Jesús (Juan, 12, 3). 
 
22 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
San Juan en el Capítulo 12 de su evangelio dice: 
1 Y JESÚS, seis días antes de la Pascua, vino a Betania, donde 
estaba Lázaro, que había sido muerto, al cual había resucitado de 
los muertos. 
2 Hicieronle allí una cena y Marta servía, y Lázaro era uno de los 
que estaban sentados a la mesa juntamente con Él. 
3 Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido de 
mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus 
cabellos: y la casa se llenó del olor del ungüento. 
4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el 
que le había de entregar: 
5 ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos dineros, 
y se dio a los pobres? 
6 Mas dijo esto, no por el cuidado que Él tenía de los pobres: sino 
porque era ladrón, y tenía la bolsa, y traía lo que se echaba en ella. 
7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha 
guardado esto; 
8 Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas a mí no 
siempre me tenéis. 
9 Entonces mucha gente de los Judíos entendió que Él estaba allí; y 
vinieron no solamente por causa de Jesús, mas también por ver á 
Lázaro, al cual había resucitado de los muertos. 
11 Porque muchos de los Judíos iban y creían en Jesús por causa 
de Él. 
12 El siguiente día, mucha gente que había venido a la fiesta, como 
oyeron que Jesús venía a Jerusalén 
13 Tomaron ramos de palmas, y salieron a recibirle, y clamaban: 
¡Hosanna, Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de 
Israel! 
 
23 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
14 Y halló Jesús un asnillo, y se sentó sobre Él, como está escrito: 
15 No temas, hija de Sión: he aquí tu Rey viene, sentado sobre un 
pollino de asna. 
16 Estas cosas no las entendieron sus discípulos de primero: 
empero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de 
que estas cosas estaban escritas de Él, y que le hicieron estas 
cosas. 
Rogier Van Der Weyden a la izquierda coloca a la Virgen María, que 
se ha desvanecido, en una postura que repite la del cuerpo muerto 
de Cristo. Es el paralelismo del sufrimiento de ambos. 
Está blanca como señal de su desmayo. Las lágrimas resbalan por 
sus mejillas. San Juan Evangelista, que abre el paréntesis en el que 
se inscribe la composición, sostiene el cuerpo de la Virgen ayudado 
por una mujer vestida de verde que probablemente es María 
Salomé. La mujer que está situada detrás de Juan puede ser María 
Cleofás. 
El fondo dorado crea un ambiente sobrenatural independiente del 
espacio que ocupan las figuras. En la parte superior, la cruz está 
detrás de la tracería (ornamento arquitectónico formado por figuras 
geométricas), pero delante de la cruz hay espacio la sucesión de 
personajes de la composición. 
Van der Weyden creó un escenario donde las figuras trazan una 
estructura lineal perfectamente equilibrada. La cruz se halla en el 
centro exacto de la tabla. La postura de Cristo es paralela a la de la 
Virgen y María Salomé y José de Arimatea inclinan la cabeza hacia 
la derecha, estableciendo entre ellas una sintonía visual. 
San Juan y María Magdalena crean un paréntesis que contiene al 
grupo central. María Magdalena tiene las piernas dobladas y se 
apoya en el lateral de la caja dorada para mantenerse en pie. 
Ninguna de las figuras está firmemente apoyada sobre sus pies. 
El cuadro recibe una fuerte luz desde la derecha y así el pintor 
puede iluminar el rostro de Cristo desde abajo, de manera que las 
partes que normalmente estarían en sombra sean luminosas. 
24 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Es probable que Van der Weyden realizara un boceto detallado 
para que fuera aprobado por sus clientes. Después lo copió a mano 
alzada con largas pinceladas ricas en aglutinante, para obtener el 
dibujo subyacente que muestra la reflectografía infrarroja. El dibujo 
a mano alzada es aquel que se realiza sin emplear ninguna 
herramienta auxiliar, sólo con la mano y el lápiz u otro instrumento 
similar. También se lo conoce como dibujo a pulso. 
Pero al pintar no siempre siguió ese dibujo subyacente: colocó más 
bajas las cabezas de María Salomé, José de Arimatea y el hombre 
barbado de verde, y modificó también algunas manos y pies, los 
travesaños de la escalera y muchas zonas de los paños. El dibujo 
subyacente, realizado con viveza y audacia, revela una creatividad 
espontánea que puede sorprender a muchos de los que lo ven. Los 
detalles fotográficos sumamente ampliados son el mejor camino 
para apreciar la seguridad y rapidez de su técnica y la confianza de 
su pincelada. 
(Texto extractado de Campbell, L. en: Rogier van der Weyden, 
Museo Nacional del Prado, 2015, pp. 74-81). 
 
25 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
 
LAMENTACIÓN 
Con el Descendimiento de la cruz se inicia un ciclo narrativo dentro 
de la pasión, llamado la Lamentación, que termina en el Entierro. 
El Descendimiento en Italia se denomina Deposición y surgió en laiconografía bizantina del siglo X. Representa a José de Arimatea y 
Nicodemo subidos en escaleras, sosteniendo en sus brazos el 
cuerpo de Cristo en el momento del descenso de la cruz. 
La Virgen acoge y besa los brazos de Cristo, mientras en las 
escenas más patéticas se desmaya víctima del dolor. 
A finales de la Edad media se incorpora María Magdalena llorando y 
abrazando los pies de Cristo. 
LA PIEDAD, EL DOLOR DE LA VIRGEN (EOS EN LA 
MITOLOGÍA) 
La iconografía de la Piedad responde a la sensibilidad patética de 
finales de la Edad media. 
26 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
María recibe a Cristo, que acaba de ser descendido de la cruz, 
sobre sus rodillas o llora sobre el cuerpo de su Hijo, yacente a sus 
pies. (306 y 87) Piedad de Miguel Ángel. 
EL ENTIERRO DE CRISTO 
Evangelio según San Mateo (Mateo 27, 57-61) 
 
José de Arimatea tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana 
limpia y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho 
cavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra a la 
entrada del sepulcro, y se fue. María Magdalena y la otra María 
estaban sentadas frente al sepulcro. 
 
El tema del Santo Entierro fue muy popular en la Edad Media. 
 
Está dotado de una fuerte carga patética en los rostros y gestos 
de los 7 personajes: 
 La Virgen y San Juan. 
 Las 3 Marías, Magdalena y las Santas Mujeres: María, la 
madre de Santiago, y María Salomé. 
 José de Arimatea y Nicodemo. (279) 
 
 El Renacimiento italiano desarrolló una segunda iconografía, 
el traslado de Jesús al Sepulcro, una emotiva procesión 
tratada por Rafael y Rembrandt. 
 
 
DESCENSO A LOS INFIERNOS 
 
El Nuevo Testamento afirma que Jesús "resucitó de entre los 
muertos" (Hch 3, 15; Rm 8, 11; 1 Co 15, 20). Antes de la 
resurrección, permaneció en la morada de los muertos (cf. Hb 
13, 20). 
Jesús conoció la muerte como todos los hombres y se reunió con 
ellos en la morada de los muertos. Pero ha descendido como 
Salvador proclamando la buena nueva a los espíritus que 
estaban allí detenidos (cf. 1 P 3,18-19). 
 
Según la leyenda Dorada, Jesús descendió a los Infiernos y 
después de romper los cerrojos, liberó del Limbo a los 
personajes del Antiguo y del Nuevo Testamento. 
 
27 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
En la Edad Media Cristo, armado con la bandera de la 
Resurrección y pisando el mal, libera a Adán y Eva y a otros 
personajes de la boca del Infierno, Duccio y Ribera en el XVII 
(279) 
LA RESURRECCIÓN, EL TRIUNFO SOBRE LA MUERTE 
Al tercer día de su Pasión (Domingo de Pascua), Jesucristo 
resucitó. Un ángel vestido de blanco abrió el sepulcro y se sentó 
sobre la piedra. Los soldados asustados, huyeron y fueron a contar 
lo sucedido. 
Evangelio según San Marcos (Marcos 16, 1-8) 
Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, 
y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. 
A la madrugada del tercer día, Domingo de Pascua, fueron al 
sepulcro. Y decían: ¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del 
sepulcro? Pero vieron que la gran piedra había sido corrida. 
Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, 
vestido con una túnica blanca, quien les dijo: No teman. Ustedes 
buscan a Jesús de Nazaret. Ha resucitado, no está aquí. Miren el 
lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos 
y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como 
él se lo había dicho. 
Evangelio según San Juan (Juan 20, 1-18) 
María Magdalena fue al encuentro de Simón Pedro y dijo: Se han 
llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. 
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. 
Simón Pedro entró en el sepulcro y vio las vendas en el suelo y el 
sudario que había cubierto su cabeza, que estaba enrollado en un 
lugar aparte. 
Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él 
también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la 
Escritura, él debía resucitar de entre los muertos. 
María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras 
lloraba, se asomó al sepulcro y vio a dos ángeles vestidos de 
28 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies, del lugar 
donde se puso el cuerpo de Jesús. 
Ellos le dijeron: ¿por qué lloras? María respondió: «Porque se han 
llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto». Al decir esto se 
dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no le reconoció. 
Jesús le dijo, María, y ella le dijo Maestro. Jesús le dijo: «No me 
retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis 
hermanos: «Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el 
Dios de ustedes». María Magdalena fue a anunciar a los discípulos 
que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras. 
La Resurrección de Cristo se plasma con el Crismón y los soldados 
adormecidos en el arte paleocristiano. 
A finales de la Edad Media Cristo aparece envuelto en luz o ante el 
sol. 
El esquema canónigo muestra a Jesús saliendo vencedor de su 
tumba, sarcófago o gruta, sobre los soldados dormidos., 
bendiciendo con su mano derecha. 
Cristo también puede aparecer de pie pisando su tumba o delante 
de ella, como emblema de su triunfo sobre la muerte, que pervivirá 
en el Barroco. 
NOLI ME TANGERE 
Evangelio de San Juan 20 
1. El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al 
sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del 
sepulcro. 
2. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro 
discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del 
sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.» 
3. Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. 
4. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante 
más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 
29 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
5. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. 
6. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve 
las vendas en el suelo. 
7. y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino 
plegado en un lugar aparte. 
8. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el 
primero al sepulcro; vio y creyó. 
9. pues hasta entonces no habían comprendido que según la 
Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos. 
10. Los discípulos, entonces, volvieron a casa. 
11. Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba 
se inclinó hacia el sepulcro. 
12. y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el 
cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 
13. Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: 
«Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.» 
14. Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que 
era Jesús. 
15. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, 
pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo 
has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.» 
16. Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: 
«Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro». 
17. Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al 
Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y 
vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.» 
18. Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al 
Señor y que había dicho estas palabras. 
19. Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando 
cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se 
30 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y 
les dijo: «La paz con vosotros.» 
20. Dicho esto, les mostró las manos y el costado.Los discípulos se 
alegraron de ver al Señor. 
21. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre 
me envió, también yo os envío.» 
22. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu 
Santo. 
23. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a 
quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» 
24. Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos 
cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al 
Señor.» 
25. Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los 
clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi 
mano en su costado, no creeré.» 
26. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y 
Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas 
cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.» 
27. Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; 
trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino 
creyente.» 
28. Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.» 
29. Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los 
que no han visto y han creído.» 
30. Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas 
señales que no están escritas en este libro. 
31. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, 
el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre." 
Juan, 20 - Bíblia Católica Online 
31 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
CORREGGIO. NOLI ME TANGERE (NO ME TOQUES) 
c. 1525. Óleo sobre tabla pasada a lienzo, 130 x 103 cm 
La estancia de Correggio en Roma entre 1518 y 1519 condicionó 
poderosamente su pintura posterior, en la que se percibe el eco del 
último Rafael y del Miguel Ángel de la Capilla Sixtina, sin abandonar 
nunca a Andrea Mantegna y a Leonardo, su personal y decisiva 
contribución al estilo clásico. 
De vuelta a Parma en 1520, Correggio centró su atención en 
decoraciones al fresco y grandes cuadros de altar, realizando pocas 
pinturas de devoción privadas. 
Una de ellas es el Noli me tangere, una de sus primeras obras de 
madurez, cuya referencia más temprana la proporciona Pietro Lamo 
en su Graticola di Bologna (circa 1560). 
Lamo vio la pintura en la casa Hercolani de Bolonia, donde seguía 
en 1568, cuando Vasari aludió con admiración a ella en la segunda 
edición de sus Vidas. 
No consta qué miembro de la familia Hercolani encargó el cuadro, 
pero se supone que fue Vincenzo (1500-1557). La identidad del 
primer propietario es importante, pues proporciona la mejor 
evidencia de que la pintura fue realizada para un oratorio privado, 
circunstancia que corroboran sus características formales. 
Correggio fue muy consciente del destino de sus obras, por lo que 
el preciosismo que exhibe el paisaje, o el cuidado con el que han 
sido reproducidos los aperos de labranza, magnifico fragmento de 
naturaleza muerta sólo se entienden porque sabía que podrían 
observarse de cerca. 
Vincenzo Hercolani fue miembro de la cofradía del Buon Gesù, 
cuyos estatutos urgían a sus miembros a colgar imágenes religiosas 
en sus domicilios, al tiempo que alentaban ejercicios de meditación 
centrados en la Pasión de Cristo. 
La composición posee un equilibrio extraordinario. Los personajes 
aparecen ante un bellísimo paisaje tenuemente iluminado por la luz 
del amanecer. 
32 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
La inestable figura de María Magdalena, vestida con el color 
amarillo de las meretrices, es contrarrestada por la imagen serna y 
tranquila de Cristo, en la que el pintor ha introducido algunas 
peculiaridades iconográficas, como el color azul del manto, distinto 
al blanco o rosa empleados tradicionalmente al ilustrar este pasaje 
bíblico (Juan XX, 1-19) que alude al cielo, símbolo de la perfección 
alcanzada tras la Resurrección. 
Se ha señalado la innegable similitud del vestido de la Magdalena 
con el de Santa Cecilia en la pintura de Rafael en Bolonia, lo que 
avala un estudio de ésta por parte de Correggio, acaso sugerido por 
Vincenzo Hercolani, propietario también de La visión de Ezequiel de 
Rafael conservada en la Galería Palatina di Palazzo Pitti en 
Florencia. 
Vincenzo, que poseyó también obras de Francesco Francia y 
Lorenzo Costa, debió entrar en contacto con Correggio gracias a su 
estrecha relación con Verónica Gambara (1485-1550), señora del 
pueblo natal del pintor e importante patrona suya. 
De la familia Ercolani el Noli me tangere pasó a poder del cardenal 
Pietro Aldobrandini en 1598, y de éste a la colección del cardenal 
Ludovisi en 1621. En 1632 lo heredó el príncipe Lodovico Ludovisi, 
que la entregó a Felipe IV en pago del feudo de Piombino. Llegada 
a España en 1643, fue destinada a El Escorial, ingresando en el 
Museo del Prado en 1839. 
La pintura fue conocida y admirada por algunos relevantes artistas 
de los siglos XVII y XVIII, como pone de manifiesto por ejemplo el 
Noli me tangere de Alonso Cano conservado en el Museo de Bellas 
Artes de Budapest (óleo sobre lienzo, 141´5 x 109´5 cm), 
directamente inspirado en el modelo de Correggio. 
Falomir Faus, M., Antonio Correggio 'Noli me tangere' En:. Italian 
masterpieces from Spain's royal court, Museo del Prado, National 
Gallery of Victoria Thames & Hudson, 2014, p.52 
33 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
 
 
 
 
 
 
34 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
ANDREA DEL VERROCCHIO. LA DUDA DE TOMÁS, 1467 
Andrea del Verrocchio hizo una escultura de bronce sobre el tema 
de la duda de Santo Tomás para uno de los 14 nichos exteriores de 
la Iglesia de Orsanmichele de Florencia. En la actualidad se ha 
sustituido por una copia y el original se encuentra dentro del edificio, 
que se ha convertido en un museo. 
La escultura muestra el episodio conocido como la Incredulidad de 
Tomás o la Duda de Tomás, que ha sido frecuentemente 
representado en el arte cristiano desde al menos el siglo V, y se ha 
utilizado para elaborar diversos significados teológicos. Tomás el 
Apóstol dudaba de la resurrección de Jesús y tuvo que tocar sus 
llagas para convencerse Juan 20:24-29. 
 
35 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
 
DISCÍPULOS DE EMAÚS 
Lucas, 24 
1. El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro 
llevando los aromas que habían preparado. 
2. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro, 
36 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
3. y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 
4. No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas 
dos hombres con vestidos resplandecientes. 
5. Como ellas temiesen e inclinasen el rostro a tierra, les dijeron: 
¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? 
6. No está aquí, ha resucitado. Recordad cómo os habló cuando 
estaba todavía en Galilea, diciendo: 
7. Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de 
los pecadores y sea crucificado, y al tercer día resucite. 
8. Y ellas recordaron sus palabras. 
9. Regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los 
Once y a todos los demás. 
10. Las que decían estas cosas a los apóstoles eran María 
Magdalena, Juana y María la de Santiago y las demás que estaban 
con ellas. 
11. Pero todas estas palabras les parecían como desatinos y no les 
creían. 
12. Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Se inclinó, pero sólo vio 
las vendas y se volvió a su casa, asombrado por lo sucedido. 
13. Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, 
que distaba sesenta estadios de Jerusalén, 
14. y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. 
15. Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo 
Jesús se acercó y siguió con ellos; 
16. pero sus ojos estaban retenidos para queno le conocieran. 
17. El les dijo: ¿De qué discutís entre vosotros mientras vais 
andando? Ellos se pararon con aire entristecido. 
37 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
18. Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: ¿Eres tú el único 
residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han 
pasado en ella? 
19. Él les dijo: ¿Qué cosas? Ellos le dijeron: Lo de Jesús el 
Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante 
de Dios y de todo el pueblo; 
20. cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron 
a muerte y le crucificaron. 
21. Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; 
pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto 
pasó. 
22. El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han 
sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, 
23. y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían 
visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. 
24. Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron 
tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. 
25. El les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo 
lo que dijeron los profetas! 
26. ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en 
su gloria? 
27. Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, 
les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras. 
28. Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir 
adelante. 
29. Pero ellos le forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, 
porque atardece y el día ya ha declinado.» Y entró a quedarse con 
ellos. 
30. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el 
pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. 
38 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
31. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él 
desapareció de su lado. 
32. Se dijeron uno a otro: ¿No estaba ardiendo nuestro corazón 
dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos 
explicaba las Escrituras? 
33. Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y 
encontraron reunidos a los once y a los que estaban con ellos, 
34. que decían: ¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha 
aparecido a Simón! 
35. Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y 
cómo le habían conocido en la fracción del pan. 
36. Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en 
medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» 
37. Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 
38. Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan 
dudas en vuestro corazón? 
39. Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que 
un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo. 
40. Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. 
41. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y 
estuviesen asombrados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 
 42. Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. 
43. Lo tomó y comió delante de ellos. 
44. Después les dijo: «Estas son aquellas palabras mías que os 
hablé cuando todavía estaba con vosotros: "Es necesario que se 
cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas 
y en los Salmos acerca de mí."» 
45. Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las 
Escrituras, 
39 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
46. y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara 
de entre los muertos al tercer día 
47. y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los 
pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. 
48. Vosotros sois testigos de estas cosas. 
49. «Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. 
Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que seáis 
revestidos de poder desde lo alto.» 
50. Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los 
bendijo. 
51. Y sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue 
llevado al cielo. 
52. Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén 
con gran gozo, 
53. y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios." 
Lucas, 24 - Biblia Católica Online 
CARAVAGGIO. CENA DE EMAÚS. 1606. 
141 x 175 cm. Óleo sobre lienzo. 
Pinacoteca de Brera, Milán. En las colecciones desde 1939. 
Existe la certeza de que Caravaggio pintó este lienzo justo después 
de su precipitada huida de Roma, tras la reyerta en la que el pintor 
herido mató a Ranuccio Tommasoni. 
Caravaggio reduce a la mínima expresión los detalles de “bodegón”, 
que abundan en obras anteriores, concentrándose en los rostros y 
las emociones de los personajes en un entorno tenebrista. 
Cristo, con media figura iluminada y la otra media en penumbra, fue 
reconocido en el momento de partir el pan y bendecir, pero en ese 
mismo instante desapareció de su vista. 
40 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
 
PENTECOSTÉS, LA PREDICACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS 
En esta fiesta los judíos recordaban el día en que Moisés subió al 
Monte Sinaí, recibió las tablas de la Ley y enseñó al pueblo de 
Israel lo que Dios quería de ellos. 
Celebraban así la alianza del pueblo con Dios: ellos se 
comprometieron a vivir según sus mandamientos y Dios se 
comprometió a estar con ellos siempre. 
La gente venía de muchos lugares al Templo de Jerusalén, a 
celebrar la fiesta de Pentecostés. 
41 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
 
La Promesa del Espíritu Santo 
Jesús prometió a sus apóstoles que El Espíritu Santo les guiará 
hasta la verdad completa y les comunicará las cosas que están por 
venir” (San Juan 16, 7-14). 
A los cincuenta días de la Resurrección de Jesús, celebramos la 
fiesta de Pentecostés. 
Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los 
apóstoles con la Madre de Jesús. Era el día de la fiesta de 
Pentecostés. 
Se escuchó un fuerte viento y lenguas de fuego se posaron sobre 
cada uno de ellos. Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron 
a hablar en lenguas desconocidas. 
42 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Desde ese día ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el 
mundo las enseñanzas de Jesús. 
El Espíritu Santo les dio fuerzas para llevar la palabra de Jesús a 
todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre del 
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es este día cuando comenzó a 
existir la Iglesia como tal. 
El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima 
Trinidad. El Espíritu Santo es el amor grande y perfecto, que existe 
entre el Padre y el Hijo. 
El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de 
manera perfecta, en la Confirmación. 
Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de 
amar a Dios y al prójimo. 
Señales del Espíritu Santo: El viento, el fuego, la paloma. 
El viento es una fuerza invisible como el Espíritu Santo. 
El fuego limpia. Se prende fuego al terreno para quitarle las malas 
hierbas y poder sembrar buenas semillas. 
El Espíritu Santo es una fuerza invisible y poderosa que habita en 
nosotros y nos purifica de nuestro egoísmo para dejar paso al amor. 
 • El Espíritu Santo nos conduce para perfeccionarnos y crecer 
todos los días en la santidad. 
 • El Espíritu Santo mora en nosotros. Por eso debemos 
respetar nuestro cuerpo y nuestra alma. Es el amor. 
 • El Espíritu Santo nos llena de amor, de paz, de gozo, de fe y 
de esperanza. 
 • El Espíritu Santo asiste especialmente al representante de 
Cristo en la Tierra, el Papa, para que guíe rectamente a la Iglesia y 
cumpla su labor de pastor del rebaño de Jesús. 
 • El Espíritu Santo construye y da unidad a la Iglesia. 
 • El Espíritu Santo tiene siete dones.43 
MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 
Los siete dones del Espíritu Santo: 
SABIDURÍA: Nos permite entender y experimentar las cosas 
divinas, para poder juzgarlas rectamente. 
ENTENDIMIENTO: Nos ayuda a entender las cosas que nos manda 
Dios. 
CIENCIA: Nos ayuda a pensar bien y a entender con fe las cosas 
del mundo. 
CONSEJO: Nos ayuda a ser consejeros de los demás, guiándolos 
por el camino del bien. 
FORTALEZA: Nos ayuda a no caer en las tentaciones del demonio. 
PIEDAD: Nos ayuda a amar a Dios como Padre y a los hombres 
como hermanos, ayudándolos y respetándolos. 
TEMOR DE DIOS: Ayuda al alma a apartarse del pecado para 
agradar a Dios que es el supremo bien. 
ICONOGRAFÍA 
Se presenta a la Virgen y a los apóstoles recibiendo el Espíritu 
Santo en forma de lenguas de fuego sobre sus cabezas, que parten 
de la paloma o la mano de dios. 
En el Renacimiento se ubica la escena en un interior. El centro, 
lugar de honor, fue ocupado por Pedro y después por la Virgen, 
entronizada en majestad. 
El tema se vincula a la predicación apostólica de la palabra de Dios.

Continuar navegando