Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte LA PASIÓN. El Ciclo de la Pasión está formado por el martirio, la humillación y la muerte de Jesús, desde su entrada en Jerusalén hasta su Resurrección. Su riqueza iconográfica es muy superior a la vida pública de Jesús. 1. ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALÉN: DOMINGO DE RAMOS. Santo evangelio según san Mateo 21, 1-11 Cuando llegaban a Jerusalén para celebrar la pascua, Jesús les pidió a sus discípulos traer un burrito y lo montó. (Mira a tu rey, que viene a ti humilde, montado en un asno) Antes de entrar en Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, tal como se solía saludar a los reyes. Los que iban junto a Jesús gritaban: "¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna (Viva) en el cielo!" Preguntaban ¿quién es? y les respondían: “Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”. Esta fue su entrada triunfal. La muchedumbre que le seguía estaba formada por hombres, mujeres y niños. Algunas de estas personas habían estado presentes en los milagros de Jesús y habían escuchado sus parábolas. Esto les llevó a alabarle con palmas en las manos cuando entró en Jerusalén. Fueron muchos los que siguieron a Cristo en este momento de triunfo, pero muy pocos los que le acompañaron en su pasión y muerte. Los sacerdotes judíos buscaban pretextos para meterle en la cárcel, porque temían lo mucho que la gente le amaba y como le habían aclamado al entrar a Jerusalén. 2 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Jesús suele representarse a lomos de un borriquillo blanco seguido de los apóstoles y bendiciendo a la multitud que le aclama con palmas y cánticos y que tiende sus mantos. (Domingo de Ramos) Entrada de Jesús en Jerusalén. S. XII. Mosaico de la Capilla Palatina de Palermo, Sicilia. (p. 265) 2. LOS MERCADERES ARROJADOS DEL TEMPLO. Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-25 Se acercaba la Pascua judía y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: «Quitad esto de aquí. No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de mercado.» Fueron expulsados por profanar este recinto sagrado. El celo que motivó a Cristo a expulsar a quienes profanaron el templo, debe ser el motivo para expulsar de nuestra vida todo lo que pueda apartarnos de Dios. Los judíos entonces le replicaron «Qué señal nos muestras para obrar así?» Jesús les respondió: «Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré.» Los judíos le contestaron: «46 años se han tardado en construir este Santuario, ¿y tú lo vas a levantar en 3 días?» Pero él hablaba del Santuario de su cuerpo. Cuando resucitó de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús. La furia de Jesús empuñando el látigo de cuerdas, está prefigurada en el Antiguo Testamento por la ira de Moisés rompiendo las tablas de la Ley. Fue comparada en el Renacimiento don la cólera de Hércules. 3 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Los teólogos de la Reforma vieron en Cristo una imagen de Lutero limpiando la Iglesia, mensaje contra el que reaccionó el Concilio de Trento, vinculando la escena con el castigo a los protestantes y con la Pasión de Cristo. El tema pictórico ofrece muchas posibilidades plásticas por su dinamismo y la suntuosidad de la arquitectura. El tema de la expulsión de los mercaderes del templo fue pintado por El Greco en varias ocasiones. Actualmente hay una pintura en: La National Gallery de Washington. El Institute of Arts de Minneapolis. La de la iglesia de San Ginés de Madrid, etc. En la pintura de San Ginés se aprecia la evolución del artista: Las figuras son muy alargadas y con escorzos, El formato se ha hecho vertical, El colorido se ha limitado, empleando mucha luz. Cristo se sitúa en el centro del eje compositivo, en el interior del templo de Jerusalén, que aquí se recrea con una arquitectura contemporánea al artista, un arco de medio punto con columnas clásicas a los lados. En la hornacina de la izquierda aparece Adán, y en su pedestal se representa la Expulsión del Paraíso, motivo por el que tiene que venir Cristo a salvar a la Humanidad. Las figuras desde Jesús hacia Adán marcan escorzos y gran movimiento, mientras la luz inunda la escena. En sus últimos años, El Greco contaba con la colaboración de su hijo, Jorge Manuel. IGLESIA DE SAN GINÉS, MADRID En la calle Arenal se encuentra la iglesia de San Ginés, dedicada al santo francés San Ginés de Arlés. 4 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Es una de las iglesias más antiguas de Madrid, construida en 1645 sobre los restos de lo que se cree fue una ermita mozárabe. Ha sufrido diferentes restauraciones y modificaciones en su historia. La fachada principal, realizada en ladrillo y piedra, data de 1870 aunque sus adornos originales fueron eliminados tras la destrucción y restauración realizada después de la Guerra Civil. Su pórtico de arcos da paso a un interior de tres naves y capillas laterales donde destaca la del Santísimo Cristo. EL GRECO. EXPULSIÓN DE LOS MERCADERES. SAN GINÉS, MADRID 5 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 1. LA ÚLTIMA CENA, LA PASCUA. LA EUCARISTÍA La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén exasperó a sus enemigos que le quisieron muerto. Utilizaron a uno de sus discípulos, Judas Iscariote, prometiéndole 30 monedas de plata si entregaba a Jesús. En aquellos días, con motivo de celebrar la Pascua, Jesús y sus apóstoles se reunieron en la sala del Cenáculo para comer el cordero pascual siguiendo la Ley (Jueves Santo). Jesús lavó los pies a sus discípulos y anunció la traición de Judas. Bendijo el pan y el vino e instituyó la Eucaristía. La iconografía de la Santa Cena es el símbolo de la institución del sacramento de la Eucaristía. El arte bizantino plasmó a Cristo dos veces ofreciendo el pan y el vino en los mosaicos y pinturas. En otras ocasiones aparece acompañado de ángeles en la Divina liturgia. (P.267) En Occidente, durante la Edad Media se ubicó a los apóstoles en una mesa en forma de media luna, herencia del triclinium romano. En donde se recuestan los apóstoles, mientras Jesús se sitúa en un extremo. Un triclinio es una estancia destinada a comedor formal en un edificio romano. El triclinio se caracteriza por utilizar tres sillones para permanecer recostados, dispuestos alrededor de una mesa baja normalmente cuadrada, en tres de sus lados, en forma de U, dejando espacio. Con el tiempo los apóstoles se sientan en mesas redondas o rectangulares presididas por el Salvador, perdiéndose el rito pascual de permanecer de pie. Juan, discípulo predilecto, suele recostar su cabeza sobre el pecho de Jesús y Judas carece de nimbo o esconde la bolsa con las 30 monedas. 6 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte El nimbo es el resplandor o círculo luminoso que se representa encima o detrás de la cabeza de las imágenes divinas o de santos como símbolo del aura que emanaban. Leonardo Da Vinci en la Cena de Milán crea la iconografía de Cristo en el centro del eje compositivo con 6 apóstoles a cada lado en grupos de 3 y capta la sorpresa y reacción de los apóstoles cuando Cristo dice que uno le va a traicionar. El Concilio de Trento primó como Bizancio la institución del sacramento de la Eucaristía sobre las emociones de Leonardo, proclamandola Transustanciación, conversión del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. El arte de la Contrarreforma concebirá el tema como una Comunión de los apóstoles. El antecedente es el fresco de Fra. Angélico en una celda del convento de San Marcos. Fra. Angélico pinta a Cristo y los apóstoles de pie en torno a la mesa recibiendo la comunión. A la izquierda aparece la Virgen María arrodillada y a la derecha el resto de los apóstoles de rodillas, apareciendo Judas con nimbo negro. El Antiguo Testamento contenía prefiguraciones claras (representación anticipada de una cosa) de la Eucaristía: 1- La ofrenda del pan y el vino de Melquisedec a Abraham. 2- La Pascua de los judíos antes del Éxodo. 3- La caída del Maná en el desierto. 4- Elías alimentado por un ángel. 5- Los milagros alimentarios de Jesús. La Santa Cena es la Eucaristía, Consagración del pan y el vino, y una Comunión apostólica y es un tema crucial contra los protestantes que rechazan los sacramentos. Pedro Pablo Rubens plasmará los sacramentos y el triunfo de la Eucaristía y de la Iglesia en sus pinturas para el Museo del Prado y en los cartones para tapices del convento de las Descalzas Reales de Madrid. 7 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Lucas 22:7-20. La última cena Cuando llegó el día de la fiesta de los Panes sin levadura, en que debía sacrificarse el cordero de la Pascua, Jesús envió a Pedro y a Juan, para hacer los preparativos para que comer y celebrar la Pascua. “El Maestro preguntó: ¿Dónde está la sala en la que voy a comer la Pascua con mis discípulos?”Le mostraron en la planta alta una sala amplia y amueblada para la cena. Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa. Entonces les dijo: He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer. Tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí. Tomó la copa después de la cena, y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes. Mateo 26, 20-25 / Marcos 14, 17-21 / Lucas 22, 21-23 Jesús se estremeció y manifestó claramente: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará". Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería. Uno de ellos, el discípulo al que Jesús amaba, estaba reclinado muy cerca de Jesús. Pedro le hizo una seña y le dijo: "Pregúntale a quién se refiere". Él se reclinó y le preguntó: "Señor, ¿quién es?" Jesús le respondió: "Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato". Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo entonces: "Realiza pronto lo que tienes que hacer". Pero ninguno comprendió por qué le decía esto. 8 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Como Judas estaba encargado de la bolsa común, algunos pensaban que Jesús quería decirle: "Compra lo que hace falta para la fiesta", o que le mandaba dar a los pobres. Después de recibir el bocado, Judas salió. Era de noche. 2. LAVATORIO DE LOS PIES. LA HUMILDAD. Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, durante la Cena, se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla. Simón Pedro le dijo: ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!". Jesús contestó: "Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte. Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!" Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: “Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros”. Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice. Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican. El gesto de humildad del Maestro, que lava los pies a sus discípulos, ha variado a lo largo de la Historia. En el Arte Bizantino Jesús aparece de pie, arrodillándose ante Pedro a partir del siglo XII. Pero la Contrarreforma consideró excesiva la genuflexión e incorporará unos ángeles que le asistan en su tarea. El resto de los apóstoles se descalzan y esperan su turno para ser purificados. Es limpiarse para recibir a Dios. 9 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 3. LA ORACIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ. LA ANGUSTIA. Acabada la cena, Jesús se dirigió con sus discípulos al huerto de Getsemaní, en la falda del Monte de los Olivos, donde con gran angustia oró con Pedro, Santiago y Juan. Antes del Prendimiento Jesús reza arrodillado para no sucumbir al agotamiento y es confortado por un ángel que porta el cáliz y la cruz de la Pasión, mientras duermen los tres discípulos (Pedro, Santiago y Juan). La escena se desarrolla en un huerto cerrado con olivos. El tema aparece en los mosaicos de San Apolinar de Rávena, siglo VI, y es recuperado a partir del Renacimiento. Sandro Botticelli pintó la Oración en el Monte de los Olivos en 1500. Se conserva en Granada, Museo de la Capilla Real. (p.269) 4. EL BESO DE JUDAS: LA TRAICIÓN Y EL PRENDIMIENTO. Judas llegó al huerto de Getsemaní con gente armada y tras besar a Cristo, como símbolo de la traición le prendieron. Judas se arrepintió de las consecuencias de su traición y se ahorcó al amanecer del Viernes Santo. El remordimiento y el suicidio de Judas se han tratado poco en el arte, pero se presentan en los capiteles de los claustros medievales para reflexionar sobre la traición. Jesús es vendido por Judas como lo habían sido en el Antiguo Testamento José por sus hermanos y Sansón por Dalila. Suele representarse a Judas pelirrojo y vestido de amarillo besando al Maestro por ser la señal pactada. El beso de Judas de Giotto es la escena que centra el muro inferior de la capilla Scrovegni, en Padua. La traición de Judas ocurre en el primer término de la composición. El resto de los personajes reflejan la confusión y el dramatismo de la escena. 10 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Giotto sitúa esta escena nocturna a la luz de las antorchas. Judas se acerca a Jesús y le rodea con su manto para venderle con su beso. Las dos figuras se miran fijamente. A la izquierda, Pedro corta la oreja a Malco, mientras que los fariseos y soldados con sus armas comienzan el enfrentamiento al fondo y a la derecha. (p.270) En la oscuridad del monte de los Olivos, Jesús recibe el beso que consuma la traición de Judas, mientras Pedro con su espada corta la oreja a Malco, criado del Sumo Sacerdote, según describe el relato evangélico. Esta obra corresponde a la producción juvenil de Van Dyck, inspirada directamente en modelos venecianos. El cuadro del Museo del Prado fue propiedad de Rubens, a cuya muerte fue adquirido para Felipe IV. 5. JESÚS ANTE CAIFÁS Caifás, Sumo Sacerdote judío, estaba casado con la hija del ex Sumo Sacerdote Anás y se mantuvo como máxima autoridad religiosa judía durante toda la administración de Poncio Pilato, Gobernador romano de Judea. Según el Evangelio de San Juan, las noticias sobre la resurrección de Lázaro realizada por Jesús alarmaron a los Sumos Sacerdotes, hasta el punto de que el Sanedrín (tribunal supremo de los judíos) se reunió en una sesión extraordinaria, para decidir qué harían con Jesús. La reunión estuvo presidida por Caifás, pero su suegro Anás, influyó notablemente en la resolución del caso. De esta reunión salió la famosa frase de Caifás que plasma su pensamiento sobre Jesús: "...conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezcatoda la nación". Al anochecer, después del arresto, fue llevado a casa de Anás donde fue detenido, interrogado y golpeado. 11 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Anás se lo entregó a Caifás, pero Caifás no tenía autoridad para ordenar pena de muerte y llevó a Jesús ante Pilatos, gobernante romano en Judea, para que decidiera su suerte (Mateo 27:2). Los romanos no realizaban ejecuciones basadas en transgresiones a la ley judía, por tanto el cargo de blasfemia no tenía validez para Pilatos. Pilatos, al saber que Jesús era de Galilea, jurisdicción de Herodes Antipas, lo remitió a Herodes, que en aquellos días estaba en Jerusalén (Lucas 23:7). Pilatos habría deseado que Herodes Antipas se encargara del caso, mientras que el Sanedrín habría deseado que Pilatos se decidiera por la ejecución de Jesús. Herodes con sus soldados menospreció a Jesús y se burló de él vistiéndolo con una ropa espléndida como de reyes y se lo regresó a Pilatos (Lucas 23:6-12). La posición de Caifás era establecer que Jesús era culpable no solo de blasfemia sino de proclamarse el Mesías. Esto habría sido un acto de sedición que podría merecer la pena de muerte por parte del romano. El argumento de rebelión y sedición que presentó Caifás no le dio resultado ya que Pilatos no lo encontró culpable, a pesar de que Caifás afirmó que el pueblo de Judea no tenía más emperador que el César Romano. Pilatos deja que la muchedumbre decida la suerte de Jesús dándoles a escoger entre liberar a un preso de nombre Barrabás o liberar a Jesús. La muchedumbre animada por los sacerdotes escogen la liberación de Barrabás y la crucifixión de Jesús (Mateo 27:15-26). 6. LA NEGACIÓN DE SAN PEDRO. ARREPENTIMIENTO Pedro estaba sentado en el patio y una sirvienta se le acercó y dijo: Tú también estabas con Jesús el galileo. Pero él lo negó delante de todos ellos, diciendo: No sé de qué hablas. 12 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Cuando salió al portal, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: Este estaba con Jesús el nazareno. Y otra vez él lo negó con juramento: ¡Yo no conozco a ese hombre! Poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: Seguro que tú también eres uno de ellos. Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: ¡Yo no conozco a ese hombre! Al instante un gallo cantó y Pedro se recordó lo que Jesús había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Arrepentido lloró amargamente. (Mateo 26:69-75) El primero de los discípulos de Cristo niega al maestro al ser descubierto por una sirvienta en el atrio de la casa de Caifás. El Concilio de Trento relaciona las lágrimas de Pedro y de María Magdalena con el sacramento de la penitencia. El Greco representa al apóstol ennoblecido con los ojos llorosos vueltos al cielo, mientras que La Tour en Francia plasma a Pedro apesadumbrado por la culpa ante el símbolo del gallo. (P. 271) 7. CRISTO ANTE PONCIO PILATO, GOBERNADOR ROMANO El Sanedrín había decidido que Jesús era culpable de blasfemia y debía morir, pero al estar bajo la ocupación romana, no podían infligir la pena capital, así que tuvieron que llevar el caso ante Pilato, el gobernador romano. Este trámite tiene gran importancia. Pilato creía que Jesús era inocente y recurrió a la costumbre por la que el gobernador dejaba en libertad a un preso durante la Pascua, pero los judíos prefirieron liberar a Barrabás y condenar a Jesús a la cruz. Les dijo Pilato: ¿A quién queréis que suelte: a Barrabás, o a Jesús? La mujer de Pilato le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él. 13 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 8. FLAJELACIÓN Y CORONACIÓN DE ESPINA. ECCE HOMO Cristo fue despojado de sus vestiduras y atado a una columna para azotarle. Los soldados que le flagelaron le pusieron un manto púrpura, una corona de espinas y una caña en la mano a modo de cetro para burlarse de él. Pilato al verle en tan lamentable estado, creyó que sería suficiente para los judíos, pero no fue así, por lo que a la vista de todo el pueblo se lavó las manos afirmando que era inocente de su muerte. La multitud pidió que Jesús fuese crucificado. Viendo Pilato que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo. Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos. Entonces soltó a Barrabás y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado. El lavatorio de las manos de Pilato como señal de inocencia es escasamente representado en el arte y se opone al lavatorio de los pies de Jesús como señal de humildad. La flagelación es representada en el arte, especialmente durante el Siglo de Oro. Jesús es coronado de espinas en su condición de rey de los judíos y vestido con la clámide púrpura es presentado a la multitud: ahí tenéis al hombre (Ecce Homo). La iconografía del Ecce Homo es tardía. Tiziano destaca la imagen aislada y llena de patetismo del Redentor, que llegará hasta los artistas del siglo XIX. 9. LA VERÓNICA Y EL CALVARIO Hacia el medio día del Viernes Santo, Jesús emprendió el camino del monte Calvario, en hebreo Gólgota, con una pesada cruz, cuyo gran peso le hizo caer 3 veces. Mientras lo conducían, echaron mano de Simón de Cirene, el cirineo, que volvía del campo y le cargaron la cruz para que la llevase detrás de Jesús. 14 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte La imagen de Cristo con la cruz a cuestas camino del Calvario infunde piedad y suscita el patetismo. Durante el recorrido tuvo lugar el patético encuentro con su madre y con las Santas Mujeres. Los artistas toman de los Evangelios apócrifos los encuentros de Jesús con su Madre, que se desmaya ante tanto dolor. La Verónica era una mujer piadosa que, compadecida por su sufrimiento, le limpió el rostro con una tela o velo en el que quedaron impresas las facciones de Jesucristo (santa Faz). La Verónica es en realidad una leyenda que explica la presencia en Roma de una imagen de Cristo de origen bizantino, a la que se le atribuían propiedades milagrosas: la Vera Icono (Verdadera Imagen). Los artistas hicieron de la leyenda de la Verónica una mujer, configurando su iconografía a finales de la Edad Media. Se ha convertido en la protagonista de la Cuarta Estación del Vía Crucis. Se la representa sola o junto a Cristo abatido por el peso de la cruz, sosteniendo entre sus manos la Santa Faz. (p.274) 10. CRUCIFIXIÓN Crucifixión y muerte de Jesús (Mt. 27.32-56; Mr. 15.21-41; Jn. 19.17-30) Tomaron a Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. Le seguía gran multitud y mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. Porque vendrán días en que dirán: Bienaventuradas los vientres que no concibieron y los pechos que no criaron. Cuando llegaron al monte Calvario (Calavera) le crucificaron junto a dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 15 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestiduras, echándolos a suertes. Se burlaban de él diciendo: A otros salvó, que se salve a sí mismo. Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Los soldados también le escarnecían, acercándose vinagre. Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: INRI, Iesús Nazareno rey de los judíos. Uno de los malhechores le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, nosotros recibimoslo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: hoy estarás conmigo en el paraíso. María, la madre de Jesús, estaba de pie cerca de la cruz. El apóstol Juan también estaba allí. Jesús le pidió a Juan que cuidara a su madre y Juan se llevó a su casa a la madre de Jesús. Después hubo tinieblas, el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó. Entonces Jesús dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu y expiró. Al ver que Jesús había muerto, un soldado le atravesó el costado con una lanza, saliendo sangre y agua. A los ladrones les partieron las piernas. Cuando el centurión vio lo que sucedió dijo: este hombre era justo. Y toda la multitud, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho. 11. ICONOGRAFÍA DE LA CRUCIFIXIÓN. SÍMBOLO CRISTIANO En la iconografía de la de la Crucifixión destacamos los momentos previos: 1- El dramático momento en el que Cristo fue clavado en la cruz, plasmado por Durero. 16 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 2- La elevación de la cruz en la cima del Gólgota, pintada por Tintoretto. Cristo crucificado es el emblema de la salvación de los hombres y el principal símbolo de la iconografía cristiana. En el Arte Paleocristiano se utilizó el símbolo del cordero místico con la cruz. Desde el siglo VI el Salvador se presenta con forma humana, vivo y con los ojos abiertos y triunfal, iconografía que se prolonga hasta el siglo XI. Presenta 3 ó 4 clavos. Dos en las palmas de las manos y 1 ó 2 en los pies. Después Jesús cerrará los ojos, ladeará la cabeza y presentará una túnica o un paño de pureza, hasta que Miguel Ángel y Cellini osen desnudarle en el Renacimiento. Miguel Ángel (escultura de Cristo de la Basílica del Santo Espíritu de Florencia y pintura del Juicio Final de la Sixtina). Cellini en el Cristo de mármol de El Escorial. Pueden aparecer elementos simbólicos: El sol y la luna La iglesia y la sinagoga La calavera o el esqueleto de Adán, primer pecador redimido. Ángeles que recogen la sangre de Cristo El pelícano, que con su sangre alimenta y salva a sus crías, al igual que Cristo salvó a la humanidad Varía el número de personajes de la crucifixión: Jesús (1) Jesús, la Virgen y San Juan (3) Jesús, la Virgen, María Magdalena y San Juan (4) En el Renacimiento concibió un amplio escenario con multitud de personajes, pero El Concilio de Trento devolvió la austeridad al tema. 17 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Dimas, el Buen Ladrón se coloca a la derecha de Cristo como un joven apolíneo arrepentido y el malo, Gestas, a la izquierda con una anatomía diferente. 12. EXPOLIO Es el episodio en el que los soldados se echan a suertes la túnica de Cristo y los artistas lo sitúan con frecuencia en un ángulo del primer plano. Hasta el siglo XIII la Virgen y San Juan, a quien Cristo había encomendado a su Madre, se ubican a ambos lados de la cruz, posteriormente aparecen más personajes y el tema del desmayo de la Virgen por tanto dolor, que es sostenida por San Juan, en una imagen piadosa. La Virgen suele aparecer con una mano en la mejilla, con las manos cruzadas sobre el pecho, o en el momento del desmayo. San Juan simboliza con su presencia al resto de los apóstoles. María Magdalena llora desconsolada al pie de la cruz. EL EXPOLIO DE CRISTO, CATEDRAL DE TOLEDO Óleo sobre lienzo. 300 x 178 cm, 1577-1579. Catedral de Toledo Esta obra es uno de los primeros encargos que El Greco recibió en Toledo, recién llegado de Italia, y ha sido restaurada en El Museo de El Prado en 2013. El Expolio estaba destinado al vestuario de la sacristía catedralicia, donde el despojo de las vestiduras de Jesús, para ser clavado en la cruz, obtenía un gran valor simbólico. El espacio se ha comprimido para transmitir al espectador la opresión física y emocional que padeció Jesús, suprimiéndose toda referencia a la naturaleza e incluso al suelo. El rostro de Jesús está cargado de dramatismo, especialmente los ojos, llenos de lágrimas conseguidas con un ligero toque del pincel. El amplio cuello y los dos dedos juntos serán características típicas de la mayor parte de las figuras de El Greco. 18 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte La cabeza de Cristo fue trabajada con delicadas pinceladas mientras los personajes del fondo quedan esbozados, y difuminados con atrevidos toques de color. El Greco trabajó sobre una tela cuyos hilos dibujan formas romboides, un tipo de lienzo denominado “mantelillo” muy utilizado en la pintura veneciana. Este tema es extraño en la iconografía por lo que tomó como inspiración: el Prendimiento. Jesús envuelto en un amplio manto preside la composición, utilizando el color rojo, símbolo de su martirio, como foco de atención equilibrado con manchas amarillas a derecha e izquierda. Además en la armadura se aprecian los reflejos rojos del manto. A su derecha hay una extraña figura con armadura renacentista que podía ser San Longinos, mientras un sayón horada la cruz, creando un marcado escorzo típicamente manierista. En primer plano contemplamos a las Santas Mujeres. Tras la enorme figura de Cristo se encuentra la muchedumbre, formada por rostros grotescos que recuerdan a la pintura flamenca. Un curioso personaje con golilla señala a Jesús, reforzando la intemporalidad del asunto, la envidia y la traición. La amplitud escultórica de las figuras evoca a Miguel Ángel y el color y el dramatismo de la imagen, es el sello indiscutible de Tintoretto. Durante dos años El Greco realizó esta magnífica obra, pero el cabildo catedralicio puso graves contratiempos iconográficos: La colocación de las tres Marías en el ángulo inferior izquierdo, Algunas cabezas que había sobre la de Jesús. Desde el punto de vista económico en la Castilla del siglo XVI, se realizaba la tasación. El cliente y el artista elegían uno o varios tasadores que ponían precio a la obra. 19 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Los tasadores de El Greco valoraron la obra en 900 ducados mientras que los de la catedral lo hicieron en 227. Ante la falta de acuerdo, se eligió un tasador "neutral" que actuara como árbitro, quien valoró el lienzo en 317 ducados. Doménikos no podía admitir que un cliente tan importante como la Iglesia rebajara de esa manera los precios y decidió no entregar el cuadro. Tras dos años de pleitos, Doménikos aceptó una cantidad inferior a la deseada y se enfrentó al cliente más poderoso de la ciudad, del que nunca le llegaría otro encargo. El lienzo permanece hoy en el lugar para donde fue diseñado. EL GRECO. 1577-1579. EL EXPOLIO DE CRISTO, CATEDRAL DE TOLEDO 20 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ Jesús es sepultado (Mt. 27.57-61; Mr. 15.42-47; Jn. 19.38-42) José de Arimatea era un varón bueno y justo. La tarde del Viernes Santo, fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. José de Arimatea bajó el cuerpo de Jesús, ayudado por Nicodemo, un anciano sacerdote, en presencia de la Virgen María, San Juan Evangelista y María magdalena. Lo envolvió en una sábana y lo puso en un sepulcro nuevo. Rodaron una gran piedra frente a la tumba para cubrir la entrada. Las mujeres que habían venido con él desde Galilea vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Prepararon especias aromáticas y ungüentos y descansaron el sábado, conforme al mandamiento. EL DESCENDIMIENTO. WEYDEN, ROGIER VAN DER Antes de 1443. Óleo sobre tabla, 204,5 x 261,5 cm El Descendimiento se pintó para la capilla de Nuestra Señora Extramuros de Lovaina, que fue fundada en el siglo XIV por el gremiode ballesteros, pero vendida en 1798 y demolida poco después. Las dos pequeñas ballestas que cuelgan en la tracería de las dos esquinas mayores de la tabla nos recuerdan este hecho. La copia más antigua que puede fecharse de esta pintura es el Tríptico de la iglesia de San Pedro en Lovaina de 1443, que demuestra que ya estaba terminado en ese año. Fue comprado a la capilla de Lovaina por María de Hungría, hermana del Emperador Carlos V en 1549 y fue colocada en la capilla de su palacio en Binche. Antes de 1564 su sobrino Felipe II lo tenía en la capilla de El Pardo, uno de sus palacios madrileños. En 1566 fue trasladado a El Escorial, permaneciendo allí hasta su traslado al Museo del Prado en 1939. El Descendimiento responde a la forma habitual en Brabante para el elemento central de los grandes retablos con varias alas. Es 21 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte probable que el remate superior tuviera sus propias alas pequeñas y que el resto estuviera protegido por dos cierres rectangulares, posiblemente sin imágenes. En 1566, Felipe II encargó nuevas tablas para estos cierres, que fueron pintadas por Navarrete el Mudo y que luego, al igual que los originales, desaparecieron sin dejar rastro. Cristo no lleva barba y presenta un cuerpo bello sin las marcas de la flagelación, aunque todavía lleva la corona de espinas. La idea dominante es la elegancia y la belleza de las formas. De la herida del costado mana sangre. El paño de pureza, que es uno de los velos de la Virgen, es transparente y permite ver con claridad la sangre que fluye por debajo sin que llegue a mancharlo. Para poder bajar el cuerpo de la cruz hay tres hombres. El mayor es probablemente Nicodemo, fariseo y jefe judío (Juan, 3, 1-21; 7, 50). El más joven parece un criado y sostiene los dos clavos de las manos de Cristo que son terriblemente largos. El joven ha logrado que la sangre no manche sus ropas: un pañuelo blanco, unas medias también blancas y una casaca de damasco azul claro. La figura que viste de dorado es probablemente José de Arimatea, el hombre rico que consiguió que le entregasen el cuerpo de Cristo y lo enterró en un sepulcro nuevo que reservaba para sí (Mateo, 27, 57-60). Su fisonomía es muy parecida a la del Retrato de un hombre robusto (Madrid, Museo Thyssen-Bornemisza). La mujer que cierra el paréntesis a la derecha de la composición es María Magdalena que aparece entrecruzando las manos con gran abatimiento. El hombre barbado y vestido de verde que está detrás de José de Arimatea es probablemente otro criado. El tarro que sostiene en sus manos puede ser el atributo de la Magdalena, con lo que contendría el perfume de nardo, auténtico y costoso con que ella ungió los pies de Jesús (Juan, 12, 3). 22 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte San Juan en el Capítulo 12 de su evangelio dice: 1 Y JESÚS, seis días antes de la Pascua, vino a Betania, donde estaba Lázaro, que había sido muerto, al cual había resucitado de los muertos. 2 Hicieronle allí una cena y Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa juntamente con Él. 3 Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la casa se llenó del olor del ungüento. 4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el que le había de entregar: 5 ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos dineros, y se dio a los pobres? 6 Mas dijo esto, no por el cuidado que Él tenía de los pobres: sino porque era ladrón, y tenía la bolsa, y traía lo que se echaba en ella. 7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto; 8 Porque a los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas a mí no siempre me tenéis. 9 Entonces mucha gente de los Judíos entendió que Él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, mas también por ver á Lázaro, al cual había resucitado de los muertos. 11 Porque muchos de los Judíos iban y creían en Jesús por causa de Él. 12 El siguiente día, mucha gente que había venido a la fiesta, como oyeron que Jesús venía a Jerusalén 13 Tomaron ramos de palmas, y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna, Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! 23 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 14 Y halló Jesús un asnillo, y se sentó sobre Él, como está escrito: 15 No temas, hija de Sión: he aquí tu Rey viene, sentado sobre un pollino de asna. 16 Estas cosas no las entendieron sus discípulos de primero: empero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas de Él, y que le hicieron estas cosas. Rogier Van Der Weyden a la izquierda coloca a la Virgen María, que se ha desvanecido, en una postura que repite la del cuerpo muerto de Cristo. Es el paralelismo del sufrimiento de ambos. Está blanca como señal de su desmayo. Las lágrimas resbalan por sus mejillas. San Juan Evangelista, que abre el paréntesis en el que se inscribe la composición, sostiene el cuerpo de la Virgen ayudado por una mujer vestida de verde que probablemente es María Salomé. La mujer que está situada detrás de Juan puede ser María Cleofás. El fondo dorado crea un ambiente sobrenatural independiente del espacio que ocupan las figuras. En la parte superior, la cruz está detrás de la tracería (ornamento arquitectónico formado por figuras geométricas), pero delante de la cruz hay espacio la sucesión de personajes de la composición. Van der Weyden creó un escenario donde las figuras trazan una estructura lineal perfectamente equilibrada. La cruz se halla en el centro exacto de la tabla. La postura de Cristo es paralela a la de la Virgen y María Salomé y José de Arimatea inclinan la cabeza hacia la derecha, estableciendo entre ellas una sintonía visual. San Juan y María Magdalena crean un paréntesis que contiene al grupo central. María Magdalena tiene las piernas dobladas y se apoya en el lateral de la caja dorada para mantenerse en pie. Ninguna de las figuras está firmemente apoyada sobre sus pies. El cuadro recibe una fuerte luz desde la derecha y así el pintor puede iluminar el rostro de Cristo desde abajo, de manera que las partes que normalmente estarían en sombra sean luminosas. 24 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Es probable que Van der Weyden realizara un boceto detallado para que fuera aprobado por sus clientes. Después lo copió a mano alzada con largas pinceladas ricas en aglutinante, para obtener el dibujo subyacente que muestra la reflectografía infrarroja. El dibujo a mano alzada es aquel que se realiza sin emplear ninguna herramienta auxiliar, sólo con la mano y el lápiz u otro instrumento similar. También se lo conoce como dibujo a pulso. Pero al pintar no siempre siguió ese dibujo subyacente: colocó más bajas las cabezas de María Salomé, José de Arimatea y el hombre barbado de verde, y modificó también algunas manos y pies, los travesaños de la escalera y muchas zonas de los paños. El dibujo subyacente, realizado con viveza y audacia, revela una creatividad espontánea que puede sorprender a muchos de los que lo ven. Los detalles fotográficos sumamente ampliados son el mejor camino para apreciar la seguridad y rapidez de su técnica y la confianza de su pincelada. (Texto extractado de Campbell, L. en: Rogier van der Weyden, Museo Nacional del Prado, 2015, pp. 74-81). 25 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte LAMENTACIÓN Con el Descendimiento de la cruz se inicia un ciclo narrativo dentro de la pasión, llamado la Lamentación, que termina en el Entierro. El Descendimiento en Italia se denomina Deposición y surgió en laiconografía bizantina del siglo X. Representa a José de Arimatea y Nicodemo subidos en escaleras, sosteniendo en sus brazos el cuerpo de Cristo en el momento del descenso de la cruz. La Virgen acoge y besa los brazos de Cristo, mientras en las escenas más patéticas se desmaya víctima del dolor. A finales de la Edad media se incorpora María Magdalena llorando y abrazando los pies de Cristo. LA PIEDAD, EL DOLOR DE LA VIRGEN (EOS EN LA MITOLOGÍA) La iconografía de la Piedad responde a la sensibilidad patética de finales de la Edad media. 26 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte María recibe a Cristo, que acaba de ser descendido de la cruz, sobre sus rodillas o llora sobre el cuerpo de su Hijo, yacente a sus pies. (306 y 87) Piedad de Miguel Ángel. EL ENTIERRO DE CRISTO Evangelio según San Mateo (Mateo 27, 57-61) José de Arimatea tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo depositó en un sepulcro nuevo que se había hecho cavar en la roca. Después hizo rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, y se fue. María Magdalena y la otra María estaban sentadas frente al sepulcro. El tema del Santo Entierro fue muy popular en la Edad Media. Está dotado de una fuerte carga patética en los rostros y gestos de los 7 personajes: La Virgen y San Juan. Las 3 Marías, Magdalena y las Santas Mujeres: María, la madre de Santiago, y María Salomé. José de Arimatea y Nicodemo. (279) El Renacimiento italiano desarrolló una segunda iconografía, el traslado de Jesús al Sepulcro, una emotiva procesión tratada por Rafael y Rembrandt. DESCENSO A LOS INFIERNOS El Nuevo Testamento afirma que Jesús "resucitó de entre los muertos" (Hch 3, 15; Rm 8, 11; 1 Co 15, 20). Antes de la resurrección, permaneció en la morada de los muertos (cf. Hb 13, 20). Jesús conoció la muerte como todos los hombres y se reunió con ellos en la morada de los muertos. Pero ha descendido como Salvador proclamando la buena nueva a los espíritus que estaban allí detenidos (cf. 1 P 3,18-19). Según la leyenda Dorada, Jesús descendió a los Infiernos y después de romper los cerrojos, liberó del Limbo a los personajes del Antiguo y del Nuevo Testamento. 27 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte En la Edad Media Cristo, armado con la bandera de la Resurrección y pisando el mal, libera a Adán y Eva y a otros personajes de la boca del Infierno, Duccio y Ribera en el XVII (279) LA RESURRECCIÓN, EL TRIUNFO SOBRE LA MUERTE Al tercer día de su Pasión (Domingo de Pascua), Jesucristo resucitó. Un ángel vestido de blanco abrió el sepulcro y se sentó sobre la piedra. Los soldados asustados, huyeron y fueron a contar lo sucedido. Evangelio según San Marcos (Marcos 16, 1-8) Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús. A la madrugada del tercer día, Domingo de Pascua, fueron al sepulcro. Y decían: ¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro? Pero vieron que la gran piedra había sido corrida. Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca, quien les dijo: No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho. Evangelio según San Juan (Juan 20, 1-18) María Magdalena fue al encuentro de Simón Pedro y dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Simón Pedro entró en el sepulcro y vio las vendas en el suelo y el sudario que había cubierto su cabeza, que estaba enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos. María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio a dos ángeles vestidos de 28 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies, del lugar donde se puso el cuerpo de Jesús. Ellos le dijeron: ¿por qué lloras? María respondió: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto». Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no le reconoció. Jesús le dijo, María, y ella le dijo Maestro. Jesús le dijo: «No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: «Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes». María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras. La Resurrección de Cristo se plasma con el Crismón y los soldados adormecidos en el arte paleocristiano. A finales de la Edad Media Cristo aparece envuelto en luz o ante el sol. El esquema canónigo muestra a Jesús saliendo vencedor de su tumba, sarcófago o gruta, sobre los soldados dormidos., bendiciendo con su mano derecha. Cristo también puede aparecer de pie pisando su tumba o delante de ella, como emblema de su triunfo sobre la muerte, que pervivirá en el Barroco. NOLI ME TANGERE Evangelio de San Juan 20 1. El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. 2. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.» 3. Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. 4. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 29 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 5. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. 6. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo. 7. y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. 8. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó. 9. pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos. 10. Los discípulos, entonces, volvieron a casa. 11. Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro. 12. y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13. Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.» 14. Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. 15. Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.» 16. Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro». 17. Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.» 18. Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras. 19. Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se 30 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» 20. Dicho esto, les mostró las manos y el costado.Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.» 22. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. 23. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.» 24. Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» 25. Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.» 26. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.» 27. Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.» 28. Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.» 29. Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.» 30. Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en este libro. 31. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre." Juan, 20 - Bíblia Católica Online 31 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte CORREGGIO. NOLI ME TANGERE (NO ME TOQUES) c. 1525. Óleo sobre tabla pasada a lienzo, 130 x 103 cm La estancia de Correggio en Roma entre 1518 y 1519 condicionó poderosamente su pintura posterior, en la que se percibe el eco del último Rafael y del Miguel Ángel de la Capilla Sixtina, sin abandonar nunca a Andrea Mantegna y a Leonardo, su personal y decisiva contribución al estilo clásico. De vuelta a Parma en 1520, Correggio centró su atención en decoraciones al fresco y grandes cuadros de altar, realizando pocas pinturas de devoción privadas. Una de ellas es el Noli me tangere, una de sus primeras obras de madurez, cuya referencia más temprana la proporciona Pietro Lamo en su Graticola di Bologna (circa 1560). Lamo vio la pintura en la casa Hercolani de Bolonia, donde seguía en 1568, cuando Vasari aludió con admiración a ella en la segunda edición de sus Vidas. No consta qué miembro de la familia Hercolani encargó el cuadro, pero se supone que fue Vincenzo (1500-1557). La identidad del primer propietario es importante, pues proporciona la mejor evidencia de que la pintura fue realizada para un oratorio privado, circunstancia que corroboran sus características formales. Correggio fue muy consciente del destino de sus obras, por lo que el preciosismo que exhibe el paisaje, o el cuidado con el que han sido reproducidos los aperos de labranza, magnifico fragmento de naturaleza muerta sólo se entienden porque sabía que podrían observarse de cerca. Vincenzo Hercolani fue miembro de la cofradía del Buon Gesù, cuyos estatutos urgían a sus miembros a colgar imágenes religiosas en sus domicilios, al tiempo que alentaban ejercicios de meditación centrados en la Pasión de Cristo. La composición posee un equilibrio extraordinario. Los personajes aparecen ante un bellísimo paisaje tenuemente iluminado por la luz del amanecer. 32 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte La inestable figura de María Magdalena, vestida con el color amarillo de las meretrices, es contrarrestada por la imagen serna y tranquila de Cristo, en la que el pintor ha introducido algunas peculiaridades iconográficas, como el color azul del manto, distinto al blanco o rosa empleados tradicionalmente al ilustrar este pasaje bíblico (Juan XX, 1-19) que alude al cielo, símbolo de la perfección alcanzada tras la Resurrección. Se ha señalado la innegable similitud del vestido de la Magdalena con el de Santa Cecilia en la pintura de Rafael en Bolonia, lo que avala un estudio de ésta por parte de Correggio, acaso sugerido por Vincenzo Hercolani, propietario también de La visión de Ezequiel de Rafael conservada en la Galería Palatina di Palazzo Pitti en Florencia. Vincenzo, que poseyó también obras de Francesco Francia y Lorenzo Costa, debió entrar en contacto con Correggio gracias a su estrecha relación con Verónica Gambara (1485-1550), señora del pueblo natal del pintor e importante patrona suya. De la familia Ercolani el Noli me tangere pasó a poder del cardenal Pietro Aldobrandini en 1598, y de éste a la colección del cardenal Ludovisi en 1621. En 1632 lo heredó el príncipe Lodovico Ludovisi, que la entregó a Felipe IV en pago del feudo de Piombino. Llegada a España en 1643, fue destinada a El Escorial, ingresando en el Museo del Prado en 1839. La pintura fue conocida y admirada por algunos relevantes artistas de los siglos XVII y XVIII, como pone de manifiesto por ejemplo el Noli me tangere de Alonso Cano conservado en el Museo de Bellas Artes de Budapest (óleo sobre lienzo, 141´5 x 109´5 cm), directamente inspirado en el modelo de Correggio. Falomir Faus, M., Antonio Correggio 'Noli me tangere' En:. Italian masterpieces from Spain's royal court, Museo del Prado, National Gallery of Victoria Thames & Hudson, 2014, p.52 33 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 34 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte ANDREA DEL VERROCCHIO. LA DUDA DE TOMÁS, 1467 Andrea del Verrocchio hizo una escultura de bronce sobre el tema de la duda de Santo Tomás para uno de los 14 nichos exteriores de la Iglesia de Orsanmichele de Florencia. En la actualidad se ha sustituido por una copia y el original se encuentra dentro del edificio, que se ha convertido en un museo. La escultura muestra el episodio conocido como la Incredulidad de Tomás o la Duda de Tomás, que ha sido frecuentemente representado en el arte cristiano desde al menos el siglo V, y se ha utilizado para elaborar diversos significados teológicos. Tomás el Apóstol dudaba de la resurrección de Jesús y tuvo que tocar sus llagas para convencerse Juan 20:24-29. 35 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte DISCÍPULOS DE EMAÚS Lucas, 24 1. El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. 2. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro, 36 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 3. y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4. No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. 5. Como ellas temiesen e inclinasen el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? 6. No está aquí, ha resucitado. Recordad cómo os habló cuando estaba todavía en Galilea, diciendo: 7. Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, y al tercer día resucite. 8. Y ellas recordaron sus palabras. 9. Regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los Once y a todos los demás. 10. Las que decían estas cosas a los apóstoles eran María Magdalena, Juana y María la de Santiago y las demás que estaban con ellas. 11. Pero todas estas palabras les parecían como desatinos y no les creían. 12. Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Se inclinó, pero sólo vio las vendas y se volvió a su casa, asombrado por lo sucedido. 13. Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, 14. y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. 15. Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; 16. pero sus ojos estaban retenidos para queno le conocieran. 17. El les dijo: ¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando? Ellos se pararon con aire entristecido. 37 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 18. Uno de ellos llamado Cleofás le respondió: ¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella? 19. Él les dijo: ¿Qué cosas? Ellos le dijeron: Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; 20. cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. 21. Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó. 22. El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, 23. y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. 24. Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. 25. El les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! 26. ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria? 27. Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras. 28. Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. 29. Pero ellos le forzaron diciéndole: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.» Y entró a quedarse con ellos. 30. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. 38 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 31. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. 32. Se dijeron uno a otro: ¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras? 33. Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los once y a los que estaban con ellos, 34. que decían: ¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón! 35. Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan. 36. Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» 37. Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38. Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? 39. Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo. 40. Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. 41. Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42. Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. 43. Lo tomó y comió delante de ellos. 44. Después les dijo: «Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: "Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí."» 45. Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, 39 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte 46. y les dijo: «Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día 47. y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. 48. Vosotros sois testigos de estas cosas. 49. «Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto.» 50. Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51. Y sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. 52. Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, 53. y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios." Lucas, 24 - Biblia Católica Online CARAVAGGIO. CENA DE EMAÚS. 1606. 141 x 175 cm. Óleo sobre lienzo. Pinacoteca de Brera, Milán. En las colecciones desde 1939. Existe la certeza de que Caravaggio pintó este lienzo justo después de su precipitada huida de Roma, tras la reyerta en la que el pintor herido mató a Ranuccio Tommasoni. Caravaggio reduce a la mínima expresión los detalles de “bodegón”, que abundan en obras anteriores, concentrándose en los rostros y las emociones de los personajes en un entorno tenebrista. Cristo, con media figura iluminada y la otra media en penumbra, fue reconocido en el momento de partir el pan y bendecir, pero en ese mismo instante desapareció de su vista. 40 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte PENTECOSTÉS, LA PREDICACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS En esta fiesta los judíos recordaban el día en que Moisés subió al Monte Sinaí, recibió las tablas de la Ley y enseñó al pueblo de Israel lo que Dios quería de ellos. Celebraban así la alianza del pueblo con Dios: ellos se comprometieron a vivir según sus mandamientos y Dios se comprometió a estar con ellos siempre. La gente venía de muchos lugares al Templo de Jerusalén, a celebrar la fiesta de Pentecostés. 41 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte La Promesa del Espíritu Santo Jesús prometió a sus apóstoles que El Espíritu Santo les guiará hasta la verdad completa y les comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14). A los cincuenta días de la Resurrección de Jesús, celebramos la fiesta de Pentecostés. Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los apóstoles con la Madre de Jesús. Era el día de la fiesta de Pentecostés. Se escuchó un fuerte viento y lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos. Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas desconocidas. 42 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Desde ese día ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es este día cuando comenzó a existir la Iglesia como tal. El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. El Espíritu Santo es el amor grande y perfecto, que existe entre el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. Señales del Espíritu Santo: El viento, el fuego, la paloma. El viento es una fuerza invisible como el Espíritu Santo. El fuego limpia. Se prende fuego al terreno para quitarle las malas hierbas y poder sembrar buenas semillas. El Espíritu Santo es una fuerza invisible y poderosa que habita en nosotros y nos purifica de nuestro egoísmo para dejar paso al amor. • El Espíritu Santo nos conduce para perfeccionarnos y crecer todos los días en la santidad. • El Espíritu Santo mora en nosotros. Por eso debemos respetar nuestro cuerpo y nuestra alma. Es el amor. • El Espíritu Santo nos llena de amor, de paz, de gozo, de fe y de esperanza. • El Espíritu Santo asiste especialmente al representante de Cristo en la Tierra, el Papa, para que guíe rectamente a la Iglesia y cumpla su labor de pastor del rebaño de Jesús. • El Espíritu Santo construye y da unidad a la Iglesia. • El Espíritu Santo tiene siete dones.43 MARÍA TERESA GARCÍA PARDO Doctora en Historia del arte Los siete dones del Espíritu Santo: SABIDURÍA: Nos permite entender y experimentar las cosas divinas, para poder juzgarlas rectamente. ENTENDIMIENTO: Nos ayuda a entender las cosas que nos manda Dios. CIENCIA: Nos ayuda a pensar bien y a entender con fe las cosas del mundo. CONSEJO: Nos ayuda a ser consejeros de los demás, guiándolos por el camino del bien. FORTALEZA: Nos ayuda a no caer en las tentaciones del demonio. PIEDAD: Nos ayuda a amar a Dios como Padre y a los hombres como hermanos, ayudándolos y respetándolos. TEMOR DE DIOS: Ayuda al alma a apartarse del pecado para agradar a Dios que es el supremo bien. ICONOGRAFÍA Se presenta a la Virgen y a los apóstoles recibiendo el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego sobre sus cabezas, que parten de la paloma o la mano de dios. En el Renacimiento se ubica la escena en un interior. El centro, lugar de honor, fue ocupado por Pedro y después por la Virgen, entronizada en majestad. El tema se vincula a la predicación apostólica de la palabra de Dios.
Compartir