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Estudio epidemiológico de la patología podológica en la edad escolar Autora: Ana María Requeijo Constenla TESIS DOCTORAL / 2015 Directores: Dr. Adolfo Bautista Casasnovas Dr. Daniel López López DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA SALUD A mi familia AGRADECIMIENTOS Agradecimientos 7 Deseo expresar mi gratitud a todas aquellas personas que me han apoyado a lo largo de estos años y que han hecho posible la realización de este trabajo. A mis directores de tesis, D. Adolfo Bautista Casasnovas y D. Daniel López López, por la confianza que han depositado en mí para realizar este proyecto, así como por la orientación y seguimiento del mismo, por motivarme y apoyarme durante estos años; sin ellos no hubiera podido realizar este trabajo. Por supuesto quiero agradecer a todos los niños y niñas, y a los padres y/o tutores, de los centros escolares de A Estrada, que han participado de forma desinteresada y generosa en este estudio, sin los cuales no hubiera sido posible la realización del mismo. Asimismo, agradecer a las directivas y asociación de padres y madres de los centros escolares, por las facilidades que en todo momento han brindado a la hora de difundir la información sobre la participación en el estudio. A la Dra. Marián Bouza Prego por todo lo bueno que ha aportado a mi tesis y por su inestimable ayuda. A todos mis compañeros de profesión y amigos que, con su interés en mi trabajo, me han dado ánimo para seguir hasta el final. A mis maestros y a mis profesores de Universidad que han sabido despertar en mí la curiosidad y la necesidad de aprender un poco más. A Lara y Cristóbal por su ayuda en el manejo del Autocad. A Mary Carmen mi amiga, mi auxiliar, y cuya ayuda fue fundamental para la recepción de niños y recogida de datos. Y mi agradecimiento especial es para mi marido, Manuel y mis hijas Antía y María que han sabido soportar con paciencia infinita todos estos años dedicados al estudio. A mi madre que siempre ha apoyado mis aventuras y a todos mis seres queridos, a los que están y a los que no. “Maravilloso instrumento, vigoroso y sensible, estable, preciso y rápido, el pie nos lleva y nos mueve”. Jean Lelièvre. ÍNDICE Índice 10 ÍNDICE GENERAL. 10 ÍNDICE DE FIGURAS. 15 ÍNDICE DE TABLAS. 19 ABREVIATURAS. 20 1 RESÚMENES. 21 1.1 Resúmen. 22 1.2 Resumo. 23 1.3 Abstract. 24 2 PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN. 25 3 MARCO TEÓRICO. 28 3.1 La salud podológica desde la perspectiva psicosocial. 29 3.1.1 La promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. 29 3.1.2 Educación podológica individual y comunitaria. 34 3.2 La salud podológica desde la perspectiva biomédica. 37 3.2.1 Aspectos conceptuales del pie. 37 3.2.1.1 Evolución y desarrollo normal del pie. 37 3.2.1.2 Anatomía del pie. 42 3.2.1.3 El pie: parámetros de normalidad. 49 3.2.1.4 Movimientos del pie. 52 3.2.1.5 La huella plantar. 55 3.2.1.6 La morfología del antepié según la fórmula digital y metatarsal. 59 3.2.2 La marcha humana. 60 3.2.2.1 La marcha en el niño. 60 3.2.2.2 Ciclo normal de la marcha humana. 62 3.2.3 Patología podológica en la etapa escolar. 65 3.2.3.1 Alteraciones en el ciclo de la marcha en el niño. 65 3.2.3.2 Patología osteoarticular y musculotendinosa. 68 3.2.3.3 Alteraciones durante el desarrollo del pie. 85 3.2.3.4 Discrepancia de longitud de miembros inferiores. 87 3.2.3.5 Alteraciones dérmicas. 91 a) Enfermedades en la piel de origen no infeccioso. 91 b) Enfermedades infecciosas en la piel del pie. 97 c) Otras alteraciones dérmicas. 108 Índice 11 3.2.3.6 Alteraciones ungueales más frecuentes. 109 3.3 La podología en la etapa escolar. 113 3.3.1 Rol del podólogo en la etapa escolar. 113 3.3.2 La calidad de vida y la salud en la etapa escolar. 115 3.3.3 Determinantes de salud. 118 3.3.3.1 El calzado en la etapa escolar. 119 3.3.3.2 Actitudes posturales en la etapa escolar. 123 3.3.3.3 El ejercicio físico en la etapa escolar.126 3.3.3.4 La obesidad en la etapa escolar. 128 3.3.3.5 El andador o “tacatá”. 130 3.4 Investigaciones realizadas. 132 4 OBJETIVOS. 139 5 MATERIAL Y MÉTODOS. 141 5.1 Ámbito de estudio. 142 5.2 Tipo de estudio. 142 5.3 Período de estudio. 142 5.4 Criterios de inclusión. 142 5.5 Criterios de exclusión. 142 5.6 Selección de la muestra. 143 5.7 Formularios. 143 5.7.1 Solicitud de participación en el estudio. 143 5.7.2 Consentimiento informado. 143 5.7.3 Formulario de registro de datos. 144 5.7.4 Cuestionario de salud: Foot Health Status Questionnaire (FHSQ). 144 5.8 Equipamiento. 145 5.8.1 Podoscopio. 145 5.8.2 Pedígrafo. 145 5.8.3 Lámpara de Wood. 146 5.8.4 Otros materiales. 146 5.9 Procedimiento. 147 5.9.1 Datos personales y antropométricos. 147 5.9.2 Realización cuestionario. 149 5.9.3 Exploración física. 149 5.9.3.1 Exploración de la marcha. 149 Índice 12 5.9.3.2 Exploración en bipedestación estática. 151 5.9.3.3 Análisis de las huellas. 152 5.9.3.4 Valoración de las disimetrías. 153 5.9.3.5 Exploración en camilla. 154 5.9.3.6 Otros datos de interés. 154 5.10 Estrategia de búsqueda bibliográfica. 155 5.11 Aspectos éticos. 155 5.12 Análisis estadístico de los datos. 156 6 RESULTADOS. 157 6.1 Características generales de la muestra. 158 6.2 Tipo de antepié según la fórmula digital. 162 6.3 Clasificación y prevalencia del tipo de pie según la huella plantar. 162 6.3.1 Distribución de la muestra en función del tipo de huella, según el Índice del Arco y la edad. 164 6.3.2 Distribución de muestra en función del tipo de huella de cada pie, según el Índice del Arco. 164 6.3.3 Análisis de la huella de cada pie relacionada con los diferentes grupos de edad. 165 6.3.4 Análisis de la huella de cada pie relacionada con los diferentes grupos de edad y sexo. 166 6.4 Alteraciones podológicas en los escolares de la muestra. 168 6.4.1 Alteraciones podológicas en el pie del escolar de la muestra. 170 6.4.2 Alteraciones podológicas según la edad y según el sexo. 171 6.4.3 Alteraciones podológicas según los grupos de edad y localización de las mismas. 172 6.4.4 Alteraciones podológicas según el sexo y localización de las mismas. 174 6.4.5 Las alteraciones podológicas relacionando edad y sexo. 176 6.5 Tipo de marcha y alteraciones. 181 6.5.1 Alteraciones de la marcha según los grupos de edad. 182 6.6 Análisis de cada una de las alteraciones de la marcha, según el grupo de edad. 183 6.7 Las disimetrías en la etapa escolar. 185 6.7.1 Presencia de disimetrías según el tipo de marcha que presentan los escolares. 186 Índice 13 6.8 Alteraciones dérmicas en el escolar. 186 6.8.1 Escolares con patología dérmica, con anterioridad al estudio, según el grupo de edad. 187 6.8.2 Alteraciones dermatológicas actuales en la muestra según los grupos de edad.188 6.8.3 Forma y localización de las alteraciones dermatológicas presentes en la exploración de la muestra. 189 6.8.4 Forma y localización de las alteraciones dermatológicas presentes en la muestra según los grupos de edad. 192 6.9 Alteraciones ungueales en el escolar. 195 6.10 Alteraciones podológicas y su relación con los determinantes de salud del pie escolar. 196 6.10.1 Tipo de calzado utilizado por los escolares de la muestra y su relación con la edad. 196 6.10.2 El peso en los escolares y su influencia en el tipo de huella y las diferentes alteraciones en el pie. 198 6.10.3 La actividad física en los escolares. 200 6.11 Uso del andador y el parque infantil en la primera infancia. 202 6.11.1 Cuantificación del uso de andador y del parque infantil en la infancia. 202 6.11.2 El uso del andador y del parque infantil y las alteraciones en la marcha. 203 6.12 Análisis de la calidad de vida relacionada con el tipo de arco longitudinal medial de la población muestral. 208 7 DISCUSIÓN. 213 7.1 Análisis de las características generales de la muestra. 213 7.2 Morfología del pie según la fórmula digital. 215 7.3 La huella plantar. 216 7.4 Las alteraciones podológicas según la edad y el sexo. 218 7.5 La marcha y sus alteraciones. 219 7.6 Las disimetrías en la etapa escolar. 220 7.7 Las alteraciones dérmicas en el escolar. 221 7.8 Las alteraciones ungueales en el escolar. 222 7.9 Los determinantes de la salud del pie y del escolar. 222 Índice 14 7.10 El uso del andador y del parque infantil. 225 7.11 La calidad de vida y el arco longitudinal medial. 226 8 CONCLUSIONES. 228 9 BIBLIOGRAFÍA. 231 10 DIFUSIÓN DE RESULTADOS. 250 11 ANEXO. 252 Anexo I. Aprobación del Comité de Ética Universidade da Coruña. 253 Índice 15 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1 - Imagen de la línea de Helbing en las piernas. 50 Figura 2 - Imagen de flexión plantar e imagen de flexión dorsal del pie. 53 Figura 3 - Imagen de Aducción-Abducción del pie. 54 Figura 4 - Imagen de pedigrafías de tinta. 57 Figura 5 - Imágenes de huellas de pies en podoscopio. 59 Figura 6 - Imagen de clinodactilia. 84 Figura 7 - Imagen de discrepancia de longitud en miembros inferiores. 88 Figura 8 - Imagen de nevus plantar. 96 Figura 9 - Imagen de eritrasma en 4º espacio interdigital. 99 Figura 10 - Imagen de verruga planta. 105 Figura 11 - Imagen de toma de pedigrafía y huella en pedigrafía de tinta. 145 Figura 12 - Imagen de lámpara de Wood. 146 Figura 13 - Imagen de exploración de marcha en escolar sobre pasillo de goma-espuma. 147 Figura 14 - Imagen de exploración de marcha en escolar calzado y descalzo. 150 Figura 15 - Distribución de escolares por grupos de edad. 159 Figura 16 - Distribución de escolares según grupos de edad y sexo. 160 Figura 17 - Distribución de grupo de escolares según grupo de edad y peso. 160 Figura 18 - Distribución de la muestra en función del tipo de fórmula digital del pie presentada por los escolares de la muestra. 162 Figura 19 - Distribución de la muestra en función del tipo de huella sobre podoscopio. 163 Figura 20 - Distribución de la muestra en función del tipo de huella en función del valor del IA calculado a partir de pedigrafías. 163 Figura 21 - Distribución de la muestra en función del tipo de huella y la edad. 164 Figura 22 - Distribución de la muestra en función del tipo de arco presentado para el pie derecho y para el pie izquierdo. 165 Figura 23 - Distribución de la muestra según la edad y el tipo de arco del Índice 16 pie derecho. 165 Figura 24 - Distribución de la muestra según la edad y el tipo de arco del pie izquierdo.166 Figura 25 - Distribución del tipo de huella del pie derecho, en el sexo masculino según los grupos de edad. 166 Figura 26 - Distribución del tipo de huella del pie izquierdo, en el sexo masculino según los grupos de edad. 167 Figura 27 - Distribución del tipo de huella del pie derecho, en el sexo femenino, según los grupos de edad. 167 Figura 28 - Distribución del tipo de huella del pie izquierdo, en el sexo femenino, según los grupos de edad. 168 Figura 29 - Distribución del tipo de pie de los escolares de la muestra. 169 Figura 30 - Distribución del tipo de pie, según los grupos de edad. 169 Figura 31 - Distribución de alteraciones presentes en los pies de los escolares de la muestra. 170 Figura 32 - Distribución de la localización de clinodactilias, según los grupos de edad. 174 Figura 33 - Distribución del tipo de marcha de los escolares de la muestra. 182 Figura 34 - Distribución del tipo de marcha, según grupo de edad. 183 Figura 35 - Distribución marcha en ABD, según grupo de edad. 184 Figura 36 - Distribución marcha en ADD, según grupo de edad. 184 Figura 37 - Distribución marcha en puntillas, según grupo de edad. 185 Figura 38 - Distribución de disimetrías por grupos de edad. 185 Figura 39 - Distribución de disimetrías en relación con el tipo de marcha de los escolares de la muestra. 186 Figura 40 - Distribución de patología dérmica tratada, en la muestra poblacional. 187 Figura 41 - Distribución de patología dérmica tratada, según los grupos de edad. 188 Índice 17 Figura 42 – Distribución de alteraciones dérmicas presentes en la muestra 188 Figura 43 - Distribución de los nevus según localización. 190 Figura 44 - Distribución de hiperqueratosis según localización. 190 Figura 45 - Distribución de intértrigo según localización. 191 Figura 46 - Distribución de hiperhidrosis. 191 Figura 47 - Distribución de eccema. 192 Figura 48 - Distribución de nevus según los grupos de edad. 193 Figura 49 - Distribución de hiperqueratosis según los grupos de edad. 193 Figura 50 - Distribución de intértrigo según los grupos de edad. 194 Figura 51 - Distribución de hiperhidrosis según los grupos de edad. 194 Figura 52 - Distribución de eccema según los grupos de edad. 195 Figura 53 - Distribución de las alteraciones ungueales de la muestra a estudio. 193 Figura 54 - Distribución de las alteraciones ungueales de la muestra según los grupos de edad. 196 Figura 55 - Distribución del tipo de calzado utilizado por los escolares. 197 Figura 56 - Distribución del tipo de calzado utilizado según la edad. 197 Figura 57 - Distribución del tipo de calzado utilizado según el sexo. 198 Figura 58 - Distribución de la muestra en función de la realización o no de actividad física por los escolares de la muestra. 200 Figura 59 - Distribución de la realización o no de actividad física en cada grupo de edad. 200 Figura 60 - Distribución de la realización o no de actividad física en cada grupo según el peso. 201 Figura 61 - Distribución de la muestra en función del uso de andador. 202 Figura 62 - Distribución de la muestra en función del uso de parque infantil. 202 Figura 63 – Distribución del uso de andador o no en los grupos con marcha normal o marcha alterada. 203 Figura 64 – Distribución del uso de parque infantil en los grupos con marcha normal o marcha alterada. 203 Índice 18 Figura 65 – Distribución de las puntuaciones específicas obtenidas del Foot Health Status Questionnaire, versión española, en relación con el Índice de Arco presentado. 209 Figura 66 – Distribución de las puntuaciones generales obtenidas del Foot Health Status Questionnaire, versión española, en relación con el Índice de Arco presentado. 210 Índice 19 ÍNDICE DE TABLAS Tabla 1 - Distribución de la muestra por grupo de edad y sexo. 159 Tabla 2 - Distribución de la muestra en función del sexo, edad y peso. 161 Tabla 3 - Porcentaje de alteraciones podológicas según los grupos de edad. 171 Tabla 4 - Porcentaje de alteraciones podológicas según el sexo de la muestra de escolares. 172 Tabla 5 - Distribución de localización de las alteraciones podológicas según grupo de edad de la muestra de escolares. 173 Tabla 6 - Distribución de localización de las alteraciones podológicas según el sexo de los escolares de la muestra. 175 Tabla 7 - Hallux valgus según edad y sexo. 176 Tabla 8 - Hallux limitus según edad y sexo.177 Tabla 9 - Sindactilia según edad y sexo. 178 Tabla 10 - Clinodactilia según edad y sexo. 179 Tabla 11 - 1º Metatarso varo, según edad y sexo. 180 Tabla 12 - Pie aducto, según edad y sexo. 181 Tabla 13 - Alteraciones dermatológicas según los grupos de edad. 189 Tabla 14 - Distribución del tipo de pie y el peso, según los grupos de edad. 199 Tabla 15 - Frecuencia y porcentaje de escolares con marcha en abducción y uso de andador. 204 Tabla 16 - Frecuencia y porcentaje de escolares con marcha en aducción y uso de andador. 205 Tabla 17 - Frecuencia y porcentaje de escolares con marcha en puntillas y uso de andador. 205 Tabla 18 - Frecuencia y porcentaje de escolares con marcha en abducción y uso de parque infantil. 206 Tabla 19 - Frecuencia y porcentaje de escolares con marcha en aducción y uso de parque infantil. 207 Tabla 20 - Frecuencia y porcentaje de escolares con marcha en puntillas y uso de parque infantil. 208 Tabla 21 - Relación entre tipo de pie (arco aumentado, disminuido, normal) y las puntuaciones obtenidas en las diferentes dimensiones del Foot Health Status Questionnaire. 211 Índice 20 ABREVIATURAS AFO: ortesis de pie y tobillo ALI: Arco Longitudinal Interno ALM: Arco Longitudinal Medial CIF: Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud cm: centímetros CVRS: Calidad de Vida Relacionada con la Salud EEII: Extremidades inferiores FHSQ: Foot Health Status Questionnaire IA: Índice del Arco IMC: Indice de Masa Corporal mm: milímetros OMS: Organización Mundial de la Salud VMC: Virus del Molusco Contagioso VPH: Virus del Papiloma Humano o papilomavirus 1. RESÚMENES Resúmenes 22 RESUMEN Objetivos: Conocer la prevalencia de las alteraciones podológicas en una muestra aleatoria de una población escolar de niños de edades comprendidas entre los 3 y los 14 años. Determinar la influencia de dimensiones específicas que pueden afectar a la salud del pie (dolor, función del pie, calzado, salud del pie) y dimensiones de la salud a nivel general (salud general, vitalidad, función social, actividad física). Material y métodos: Estudio observacional descriptivo en que la selección de los sujetos de estudio se realizó por muestreo no probabilístico de tipo consecutivo (A Estrada, Pontevedra, n = 130 escolares). Después de la firma del consentimiento informado se midieron variables antropométricas, actividad física, examen podológico, determinantes de la salud y la calidad de vida relacionada con la salud del pie. Análisis descriptivo de las variables incluidas en el estudio y las variables cualitativas se presentan como valores absolutos y porcentajes. Resultados: El pie plano está presente en el 46,15% de los escolares y las clinodactilias en un 51,54%. Un 16% presentaba hiperhidrosis. No se objetiva correlación significativa de la calidad de vida con el tipo de arco del pie presentado, ni tampoco entre el peso y las alteraciones podológicas. Conclusiones: Existe una prevalencia media de patología podológica que se modifica con la edad y sexo. Teniendo en cuenta los resultados se pone de manifiesto la necesidad de implementar programas de promoción para la salud del pie y seguir investigando en esta condición. Resúmenes 23 RESUMO Obxectivos: Coñecer a prevalencia de trastornos podolóxicos nunha mostra aleatoria dunha poboación escolar de nenos con idades entre os 3 e 14 anos. Determinar a influencia de dimensións específicas que poden afectar á saúde do pé (dor, función de pé, calzado, saúde do pé) e dimensións da saúde a nivel xeral (saúde xeral, vitalidade, función social, actividade física). Material e métodos: Estudo observacional descritivo en que a selección dos suxeitos do estudo realizouse por muestreo non probabilístico de tipo consecutivo (A Estrada, Pontevedra, n = 130 escolares). Despois da firma do consentimento informado medíronse variables antropométricas, actividade física, exame podolóxico, determinantes da saúde e a calidade de vida relacionada coa saúde do pé. Análise descritivo das variables incluídas no estudo e as variables cualitativas preséntanse como valores absolutos e porcentaxes. Resultados: O pé plano está presente no 46,15% dos escolares e as clinodactilias nun 51,54%. Un 16% presentaba hiperhidrose. Non se obxectiva correlación significativa da calidade de vida co tipo de arco do pé presentado, nin tampouco entre o peso e as alteracións podolóxicas. Conclusións: Existe unha prevalencia media de patoloxía podolóxica que se modifica coa idade e o sexo. Tendo en conta os resultados ponse de manifesto a necesidade de implementar programas de promoción para a saúde do pé e seguir investigando nesta condición. Resúmenes 24 ABSTRACT Aims: To determine the prevalence of podiatric pathology in a random sample of a school population of children aged between 3 and 14 years. To determine the influence of specific dimensions that may affect foot health (pain, foot function, footwear foot health) and dimensions of health across the board (general health, vitality, social function, physical activity). Methods: Descriptive observational study in which the selection of study subjects was conducted by non-probabilistic consecutive sampling type (A Estrada, Pontevedra, n = 130 schools). After signing the informed consent, anthropometric variables, physical activity, podiatry examination, determinants of health and quality of life related to foot health they were measured. Descriptive analysis of the variables included in the study and qualitative variables are presented as absolute values and percentages. Results: The flat foot is present in 46.15% of schoolchildren and a 51.54% clinodactilias. 16% had hyperhidrosis. No significant correlation objective quality of life with the kind of arch presented, nor between weight and podiatric disorders. Conclusions: The mean prevalence of podiatric pathology changes with age and sex. Considering the results highlights the need to implement programs to promote foot health and further research into this condition.2. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN Problema de Investigación 26 El pie, desde su estado embriológico hasta su total desarrollo va a experimentar una serie de cambios; estos cambios, la mayoría de las veces, van a conducir a la configuración de un pie funcional que va a permitir al individuo realizar su vida diaria con normalidad, lo cual requiere un control por parte del equipo multidisciplinar de salud para favorecer su potenciación y desarrollo. Además, ciertos cambios evolutivos, que se pueden producir antes o después del nacimiento, no son favorables y es muy importante su detección precoz para realizar un diagnóstico y tratamiento adecuados que lleven al desarrollo de un pie funcional. El pie, además de su función de soporte estable sobre el que se apoya el cuerpo, constituye un mecanismo dinámico preparado para facilitar la característica marcha humana y posibilita la realización de la actividad física necesaria para el mantenimiento de nuestro sistema musculoesquelético, por lo que es necesario su buen desarrollo y mantenerlo en unas condiciones adecuadas. La podología tiene un papel fundamental en el seguimiento del desarrollo del pie en el niño, en la detección precoz de alteraciones biomecánicas, que a veces desaparecen con el crecimiento, y en el diagnóstico y tratamiento de aquellas alteraciones dermatológicas y biomecánicas que pueden condicionar las actividades de la vida diaria, así como su desarrollo físico y psíquico. En una sociedad en la que, cada vez más, encontramos cifras elevadas de sobrepeso y obesidad en población infantil y adulta, es necesario plantearse cuál es la causa: sólo la alimentación, sólo la vida sedentaria, la suma de ambas, hay otras causas... Para evitar el sobrepeso y la obesidad se recomienda, además de seguir una dieta adecuada, la realización de distintas actividades físicas como caminar, correr, ejercicios en gimnasio, etc., y para ello es fundamental que el pie se encuentre en buenas condiciones, libre de alteraciones o dolencias, con un calzado adecuado para la realización de las distintas actividades. Problema de Investigación 27 Por todo esto, nos planteamos que sería interesante conocer el estado del pie del niño, qué alteraciones son las más frecuentes; también es importante saber si el niño tiene dolor al caminar o al realizar alguna actividad física, porque eso va a condicionar su calidad de vida. También creemos que es importante conocer qué tipo de calzado utiliza, ya que puede ser adecuado o no y también condicionar la presencia de alteraciones presentes o futuras en sus pies. Por tanto, pretendemos realizar un estudio epidemiológico que nos permita conocer la prevalencia de las alteraciones podológicas en una muestra aleatoria de una población escolar de niños de edades comprendidas entre los 3 y los 14 años, así como determinar la influencia de dimensiones específicas que pueden afectar a la salud del pie (dolor, función del pie, calzado salud del pie) y dimensiones a la salud nivel general (salud general, vitalidad, función social, actividad física). El interés de la tesis doctoral está orientado a mejorar la salud del pie en la edad escolar, debido a que la patología podológica que no se trate en la edad escolar generará graves desequilibrios en la etapa adulta. Este interés hace necesario que se realice una investigación en dicha área que permita aproximarse y conocer la epidemiología de la patología podológica en esta etapa de la vida. 3. MARCO TEÓRICO Marco Teórico 29 3.1 La salud podológica desde una perspectiva psicosocial 3.1.1 La promoción de la salud y la prevención de la enfermedad El concepto de salud engloba aspectos objetivos (signos) y subjetivos (síntomas, sentirse bien o mal) (1). La salud es un concepto que hasta bien avanzado el siglo XX tenía un carácter negativo, es decir, se poseía salud cuando no se estaba enfermo. En 1946 se llega a una definición consensuada por todos los países que componían la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, en la Carta Constitucional de esta organización, se define la salud como: “El estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia”(2). La OMS promovió diferentes conferencias y reuniones internacionales para marcar la orientación que los distintos profesionales de la salud deberían dar a sus actuaciones según esta nueva definición. El lema “Salud para todos en el año 2000” (3) la Conferencia de Alma-Ata (4), la Conferencia de Ottawa (5) y la Conferencia de Yakarta (6) son algunos de los eventos que se promovieron desde la OMS. En 1998, la OMS (7), en su 51ª Asamblea, aprueba la política de “Salud para Todos en el Siglo XXI”, que consta de los siguientes elementos principales: • Conseguir que todas las personas alcancen plenamente su potencial de salud, como principal objetivo. • Y dos metas principales: promover y proteger la salud de las personas a lo largo de toda su vida; y reducir la incidencia de las principales enfermedades y lesiones, así como el sufrimiento que originan. Marco Teórico 30 Milton Terris (8) cuestiona el sentido absoluto de bienestar completo que la OMS otorga a la salud y propone eliminar la palabra “completo” de la definición. Consideran que tanto en la salud como en la enfermedad existen distintos grados. Así, propone la siguiente definición: “un estado de bienestar físico, mental y social, con capacidad de funcionamiento y no sólo la ausencia de enfermedad o dolencia”. Salleras Sanmartí (9) dice: “La salud es el logro del más alto nivel de bienestar físico, mental y social, y la capacidad de funcionamiento que permitan los factores sociales en los que viven inmersos los individuos y la colectividad”. La OMS (3), con su lema “Salud para todos en el año 2000” propone como objetivos que “los habitantes de todos los países tengan un nivel de salud suficiente para que puedan trabajar productivamente y participar de forma activa en la vida social de la comunidad donde viven”. El concepto de salud ha evolucionado con el tiempo y es un concepto dinámico que está en constante revisión. La salud va a estar influenciada por una serie de condicionantes o determinantes que definen su ausencia o presencia; y es, a mediados de los años 70 cuando, en Canadá, se publica el informe Lalonde (10), que trataba de conocer los factores que influían en la salud de los canadienses para poder modificar los planes de actuación en función de estos determinantes de la salud que clasifica en cuatro grupos: 1) Biología humana (envejecimiento, herencia genética), 2) Medio ambiente físico y social (contaminación, pobreza, marginación,…), 3) Estilo de vida (consumo de drogas, ejercicio físico, alimentación,…) 4) Sistema de asistencia sanitaria (calidad y accesibilidad,…). El artículo “A New Perspective on the Health of Canadians” (10) introdujo el término promoción de la salud y manifiesta que las mejoras en la salud de las personas derivarían del cambio en el estilo de vida y los aspectos del ambiente social y físico en que las personas viven y trabajan. Marco Teórico 31 En ReinoUnido, la publicación de Prevention and Health: Everybody’s Business (1976) y el White Paper Prevention and Health marcaron el interés del gobierno en adoptar medidas preventivas con el fin de mejorar la salud de la población. Estos documentos identificaron las conductas personales como principales causas de la enfermedad y hacen responsables a los individuos de mejorar su salud mediante cambios en conductas indeseables (11). En 1978, la OMS (4), en la Conferencia de Alma Ata, establece las estrategias que se desarrollarán en todas las naciones en materia de salud para proteger y promover la salud de todos los pueblos y alcanzar la “salud para todos en el año 2000”. En la Conferencia de Ottawa (5) se define la promoción de la salud como el proceso de capacitación de las personas para aumentar el control sobre su salud y mejorarla; y se proponen 5 principios que deberían guiar la práctica para la promoción de la salud: 1) Desarrollar políticas que apoyen la salud. 2) Crear entornos favorables, es decir, la promoción de la salud debe crear condiciones de vida y trabajo que sean seguras, estimulantes, satisfactorias y divertidas. 3) Fortalecer la acción comunitaria, lo que significa aumentar la participación ciudadana en la toma de decisiones. 4) Adquirir aptitudes individuales mediante la información y la Educación para la Salud, en la escuela, el hogar, el trabajo y la propia comunidad. 5) Reorientar los servicios asistenciales hacia una promoción de la salud, más allá de la mera prestación de servicios clínicos y curativos. El apoyo de la OMS al establecimiento de abordajes para la promoción de la salud ha animado las iniciativas internacionales, nacionales y locales para identificar y actuar por conseguir cambios en un abanico de contextos sociales. El conjunto de disciplinas que se ocupan de la salud y de las enfermedades de las poblaciones es lo que se denomina Salud Pública (1), e incorpora actividades no sólo médicas y abarca actuaciones en planificación, intervenciones como autoridad sanitaria, información sanitaria, promoción y protección de la salud, prevención de la enfermedad, Marco Teórico 32 tratamiento, cuidados y rehabilitación del enfermo, mediante la puesta en marcha de los servicios de salud necesarios. Las actividades que comprende la Salud Pública son la epidemiología y la vigilancia epidemiológica, la prevención de la enfermedad, la protección y la promoción de la salud, contemplados desde una visión colectiva y no solo desde la atención sanitaria individual. En la prevención de la enfermedad se distinguen tres niveles de actuación sanitaria ligados a la historia natural de la enfermedad (12): 1) Prevención primaria: actuaciones sanitarias que pretenden evitar que la enfermedad comience, mediante la intervención sobre sus causas,..(vacunación,..) 2) Prevención secundaria: intervenciones que alteran favorablemente el curso natural de la enfermedad, cuando se ha establecido en sus fases iniciales, pero antes de que produzca clínica evidente. Se concreta con la detección precoz y se hace operativa mediante los cribados poblacionales o grupos de especial riesgo para evidenciar fases preclínicas de la enfermedad (cribados de cáncer de mama, control de hipertensión arterial,…) 3) Prevención terciaria: se incluyen actividades orientadas a conseguir la rehabilitación del enfermo a su vida normal con las menores complicaciones e invalideces posibles. Se consideran incluidas también aquí las acciones clínicas de diagnóstico y tratamiento. Los autocuidados en enfermedades crónicas para evitar reagudizaciones. La promoción de la salud (1) tiene como objetivos el incrementar el quantum de salud de los individuos y de la comunidad mediante prácticas, hábitos y estilos de vida saludables. Estas actuaciones, deben instrumentalizarse a través de la Educación para la Salud, con la participación, además de los profesionales sanitarios, de otros agentes sociales y comunitarios. La participación de profesionales diversos: mediadores sociales, sociólogos, psicólogos sociales, educadores, comunicadores, antropólogos,…debe añadirse a las tareas propias de los sanitarios y supone un enriquecimiento de las actuaciones en promoción de la salud y un manejo integral de las intervenciones sobre el binomio salud-enfermedad. Marco Teórico 33 Para poder intervenir en Salud Pública es necesario tener un conocimiento previo de su nivel de salud y de la distribución de la enfermedad o lo que se denomina carga de enfermedad que la población soporta. La epidemiología(1) es una disciplina científica que tiene por objetivos el estudio de la frecuencia, distribución y origen de las enfermedades en las poblaciones, el conocimiento sobre los riesgos y sus factores asociados y las relaciones causales entre salud y enfermedad. Ha incorporado el concepto de riesgo, que permite estimar la posibilidad de enfermar del individuo o de la colectividad, en función de su exposición a ciertos factores denominados factores de riesgo. La Salud Pública (1) incorpora, desde finales de los años ochenta hasta nuestros días, a los campos de actuación tradicionales de sanidad e higiene las intervenciones en otros ámbitos como son la promoción de la salud, potenciando estilos de vida saludables, intervenciones preventivas en la comunidad y desarrollo de mecanismos de coordinación con otros agentes involucrados en la mejora de la salud de la población. Existe un conjunto de recursos humanos, centros y dispositivos que ofrecen a los ciudadanos, al sector sanitario y a la sociedad en general prestaciones específicas en Salud Pública, y se denominan Servicios de Salud Pública. Los servicios de salud pública del nivel autonómico, en coordinación con otras instituciones sanitarias, llevan a cabo las siguientes prestaciones de Salud Pública: 1) Vigilancia epidemiológica y control de brotes epidémicos. 2) Control de riesgos alimentarios. 3) Control de riesgos ambientales para la salud 4) Actuaciones en prevención y promoción de la salud Marco Teórico 34 3.1.2 Educación podológica individual y comunitaria Los podólogos son profesionales que desempeñan una función muy importante en la prevención primaria y secundaria de los trastornos del pie y de la extremidad inferior mediante actividades educativas y de diagnóstico (11). Existen varios grupos de usuarios que podrían beneficiarse de la promoción de la salud del pie como los diabéticos, los ancianos y por supuesto los niño s (11). La podología preventiva tiene por objeto aumentar la salud podológica de la población, además de disminuir las afecciones y deformidades de los pies, mediante la puesta en marcha de programas de salud podológica para toda la población (Gentil, 1993) (13). Además, según Ramos (14), esta disciplina se ocupa de conservar, cuidar, mejorar y restaurar la salud de los pies, de la comunidad y del individuo utilizando el método epidemiológico y la planificación para poner en marcha programas de salud podológica, según la jerarquización de los problemas detectados, buscando disminuir la incidencia de enfermedades podológicas específicas. La promoción de la salud podológica comprende todas las medidas que tienen como fin aumentar la salud de los pies, siendo la principal actividad a realizar la Educación Sanitaria (15). Existen muchas definiciones de Educación Sanitaria, pero en todas hay un objetivo común: la modificación en sentidofavorable de los conocimientos, actitudes y comportamientos de salud de los individuos, grupos y colectividades. La Educación Sanitaria es fundamental para lograr que los individuos adopten conductas positivas de salud (ejercicio físico, alimentación equilibrada) y modifiquen sus comportamientos insanos con objeto de eliminar factores de riesgo de las enfermedades crónicas y de los accidentes puestos de manifiesto por los estudios epidemiológicos (16). La Educación para la salud es, según Green, cualquier combinación de experiencias educativas diseñadas para predisponer, capacitar y reforzar adopciones voluntarias de comportamientos individuales o colectivos que conducen a la salud (17). Marco Teórico 35 El podólogo, en la prevención primaria, debe realizar programas de educación sanitaria dirigido a padres, profesores y todos aquellos individuos relacionados con el entorno del niño para: • Concienciar de la necesidad de la atención podológica en este grupo de población. • Informar de puntos que deben considerarse alarmantes y susceptibles de anormalidad en el pie, además de las actividades que están indicadas y contraindicadas en función del desarrollo del niño. • Promocionar el uso y aplicación de posturología. Es fundamental evitar posturas viciosas, que constituyen factores agravantes de muchos procesos patológicos en la infancia. • Enseñar cómo debe ser el calzado en cada fase del desarrollo y según las diferentes actividades realizadas por el niño en cada momento. En cuanto a la prevención secundaria, según Toledo, hay que tener en cuenta que los exámenes de salud que se realizan actualmente en los centros escolares son poco específicos para la detección de patología podológica y, por ello, es necesario trabajar en estas acciones de prevención. Es importante que estos estudios estén realizados exhaustivamente con datos de crecimiento. Así, en este nivel de prevención consideran necesario plantear la efectividad de las ortesis en este grupo poblacional. En cuanto a la prevención terciaria, en caso de que la enfermedad detectada ya haya evolucionado y presente secuelas propias de un tratamiento tardío o inadecuado, se realizará un estudio riguroso de las posibilidades terapéuticas con el fin de rehabilitar y favorecer una buena adaptación (18). López et al ,manifiestan que la prevención primaria que ejerce el podólogo está enfocada a evitar la aparición de la enfermedad en general y del pie en particular, por medio de actividades educacionales y de diagnóstico precoz selectivo en pacientes con enfermedades de base; y la prevención secundaria está enfocada a detectar la enfermedad al principio de su evolución, y recalcan la importancia de los programas de promoción de la salud dirigidos específicamente a un grupo poblacional, así, por ejemplo, en la etapa Marco Teórico 36 infantil, consideran que la calidad de vida en los niños es un elemento clave diferenciador de las sociedades que disfrutan de políticas basadas en el bienestar general de la población, y del pie en particular; además, los pies nos facultan para el ejercicio de caminar y también son una base importante en la organización mental de la información social y espacial (19). Según Moreno (20), la podología abarca la promoción de la salud del pie, la prevención de sus afecciones y deformidades, y el estudio y la respuesta a las diferentes patologías cuando se producen, mediante la aplicación de los medios técnicos diagnósticos y terapéuticos apropiados para su mejor identificación y resolución. El podólogo está legalmente cualificado y autorizado para: • La promoción de la salud, la prevención y el tratamiento de las afecciones y las deformidades de los pies; con facultad para, con plena autonomía, recibir directamente a los pacientes, en todos los contextos de la atención de la salud y de la comunidad (Decreto 727/62 y Real Decreto 649/1988) • Desarrollar un proceso de enseñanza-aprendizaje para el desarrollo y la capacitación del podólogo y del personal auxiliar que pueda necesitar para la mejor asistencia a la sociedad. • Participar plenamente como miembro de un equipo multidisciplinar de atención de la salud. • Realizar procesos de investigación, con el fin de perfeccionar el ejercicio profesional de la podología y el desarrollo de la atención en el ámbito de la salud (20). La prevención se basa en exploraciones y educación podológicas conducentes a favorecer el autocuidado necesario para preservar la salud podológica, así como la prevención de enfermedades y malformaciones de los pies y miembros inferiores, en los individuos; siendo de especial importancia en el diagnóstico precoz de las alteraciones morfológicas y funcionales en los niños (podopediatría) y en los pacientes de alto riesgo, como diabéticos, pacientes neurológicos o vasculares y ancianos, sobre todo si presentan algún grado de minusvalía (20). Marco Teórico 37 3.2 La salud podológica desde la perspectiva biomédica. 3.2.1 Aspectos conceptuales del pie. Según Mann (21), el pie no es sólo un soporte estable sobre el que se apoya y descansa el cuerpo suprayacente, sino que es mucho más. Constituye un mecanismo dinámico perfectamente preparado para posibilitar y facilitar el modo único y característico de locomoción humana, bípedo y ortógrado. Pero, el niño, al nacer, presenta un pie que no está preparado para soportar carga, ya que sus tejidos y sistemas están en fase de formación y maduración, y sus ejes anatómicos van a sufrir una serie de cambios (22). El presente estudio se centra en la epidemiología de las alteraciones o patologías del pie en el niño, por lo que en este apartado lo que se pretende es dar unas pinceladas sobre la evolución, el desarrollo normal y la anatomía del pie. 3.2.1.1 Evolución y desarrollo normal del pie. El desarrollo del miembro inferior es similar al del miembro superior, aunque se produce algo más tarde (23). En la tercera semana de desarrollo (estadio 13; 3,5mm) ya se puede distinguir un delicado ondulamiento entre los somitos 30-33, frente a los miotomos quinto lumbar y primer sacro, que corresponderá al esbozo del miembro inferior (23,24). A las cuatro semanas de desarrollo puede verse ya un diminuto esbozo del miembro inferior (24); pero es durante la 5ª semana de gestación cuando aparecen esbozos de los miembros inferiores en la cara lateral de los segmentos L2-S2 del tronco (con una base más ancha que la de los miembros superiores) (23). Durante la quinta semana, estadío 17 (11-14 mm) se produce una rotación interna de la placa pedia de forma que la superficie flexora se dirige hacia el plano medio sagital del tronco (24). Ambos miembros se extienden inicialmente desde el tronco dirigiendo hacia arriba los pulgares y los dedos gordos de los pies en desarrollo, mientras que las palmas y las plantas se dirigen hacia delante (23). Marco Teórico 38 Al final de la 7ª semana, las partes proximales de los miembros superiores e inferiores sufren una torsión de 90º alrededor de su eje longitudinal, pero en direcciones contrarias, de modo que el codo se dirige caudalmente y la rodilla cranealmente. En el miembro inferior, la torsión de la parte proximal se acompaña de una pronación permanente (torsión) de la pierna, de modo que el pie se orienta con el dedo gordo en el lado medial (23,25).Durante la 7ª semana aparecen las radiaciones digitales (23,25) la primera indicación de los futuros dedos. El tejido más delgado entre las radiaciones digitales sufre apoptosis (muerte celular programada), lo que produce unas escotaduras que hacen que las radiaciones tengan pronto el aspecto de dedos unidos por una membrana interdigital (23). Y el primer dedo ocupa el borde tibial del pie (24). No existe angulación del pie con respecto a la pierna, y el pie se encuentra en equino con respecto a ésta; la extremidad inferior en su totalidad se encuentra en rotación externa; los pies ponen en contacto sus plantas adoptando una posición denominada “de orador” (24). A los 52 días se da por finalizado el período embrionario, aunque los cambios rotacionales se sucederán durante el período fetal y se producirá una progresiva rotación interna muslo-pierna de forma que los pies se encontrarán en equino y supinación respecto a la pierna. Posteriormente el pie realizará dorsiflexión y pronación para acercarse a la posición normal en el adulto (24). Por lo tanto, como manifiesta Ruano (26), entre los treinta y los sesenta días se verifica el fenómeno que da al pie su aspecto “humano”, la migración subastragalina del calcáneo que permite la pérdida del equinismo (26). Ambos miembros sufren posteriormente una torsión alrededor de sus ejes longitudinales, aunque en direcciones contrarias (23). Marco Teórico 39 La rotación medial y la pronación permanente del miembro inferior explican cómo: • La rodilla, a diferencia de las articulaciones situadas por encima de ella, se extiende anteriormente y sufre una flexión posterior (hacia atrás), del mismo modo que sucede a las articulaciones inferiores a la rodilla (por ejemplo las articulaciones interfalángicas de los dedos de los pies) • El pie adopta una orientación en la cual el dedo gordo se sitúa en el lado medial, mientras que la orientación de la mano presenta el pulgar en el lado lateral. • Se desarrolla el patrón “en palo de barbería” de inervación segmentaria de la piel (dermatomas) (23). Al nacer, la torsión del miembro inferior está todavía progresando. El proceso se completa coincidiendo con el logro de la ambulación (23). La osificación comienza en la octava semana y hacia la semana doce están presentes los centros de osificación en todos los huesos largos (25). El período embrionario finaliza en la octava semana y a partir de la novena semana se inicia el período fetal que se caracteriza por un rápido crecimiento y cambios en las proporciones corporales (25). En el día 90, el pie presenta las características definitivas (26). La infancia, según algunos autores (25), abarca desde el nacimiento hasta los dos años de edad. Y es una etapa en la que se produce un crecimiento y desarrollo más rápido desde que se nace (25). El crecimiento del pie es muy rápido durante la infancia y hasta los cinco años. Al año en las niñas y al año y medio en los niños el pie ha alcanzado la mitad del tamaño del adulto. Después de los cinco años de edad la velocidad del crecimiento del pie disminuye y el pie llega a su longitud madura a la edad de 12 años en las mujeres y a los 16 en los varones (27). Marco Teórico 40 Durante el desarrollo del pie existe un cambio, tanto en la disposición de las carillas articulares, como en la de todo el miembro inferior, el cual puede influir en la bipedestación y en la marcha del individuo (28). Las modificaciones que se producen en el resto del miembro inferior, y en particular en la cadera, son esenciales para comprender las variaciones durante el crecimiento (28). El pie, “un mosaico de cartílagos en crecimiento” en fase de desarrollo, como lo define Dimeglio et al, presenta una organización arquitectural que obedece a la osificación encondral en 3 fases sucesivas: mesenquimal, cartilaginosa y ósea (28). El desarrollo en el tiempo se lleva a cabo en las diferentes etapas de la vida, y puede clasificarse en una serie de fases perfectamente diferenciables: pie neonato, pie infantil- puberal, pie adulto y pie geronte (28). El pie de un neonato mide, aproximadamente, 7,5 cm. de longitud, lo que representa el 20% del tamaño al terminar el crecimiento. Al nacer, algunos huesos son visibles radiológicamente, es decir, se encuentran en período de osificación: astrágalo, calcáneo, cuboides y todos los metatarsianos y falanges, a excepción de las dos falanges distales del quinto dedo. En el momento del nacimiento y en relación con la pierna, el pie ocupa una posición neutra, en ángulo recto o posiblemente en extensión y eversión de 15º. En exploración, la flexión plantar no está limitada, ya que alcanza los 45-55º, y la flexión dorsal varía de los 45 a los 10-15º si se bloquea la articulación subastragalina (28). En la edad infantil, el crecimiento del pie experimenta una serie de transformaciones, y hay autores que dividen este período en tres fases: el pie de 1 a 5 años, el pie de 5 a 10 años y el pie puberal (28). El pie, al finalizar el primer año de vida, mide unos 12 cm, lo que supone un 44% del tamaño final, siendo la etapa de mayor crecimiento. La osificación progresiva es muy manifiesta a la altura de las falanges. A los 2 años, toda la parte medial que rodea al escafoides persiste sin osificar. Marco Teórico 41 Sobre los 4 años y medio, y a excepción del tubérculo del calcáneo, todos los elementos óseos del tobillo y del pie se encuentran en plena osificación; siendo también en este período cuando tiene lugar la aparición del arco interno del pie (28). Cuando el niño se inicia en la deambulación su sentido del equilibrio no está desarrollado por completo y la marcha es muy insegura, y para intentar paliar esta carencia, el niño separa los pies y los lleva a la rotación externa, para tener mayor base de sustentación (28); es, por tanto, una marcha que se caracteriza por un ritmo irregular con una base de sustentación amplia, inestabilidad y baja potencia (25). Así, la línea de gravedad del miembro no cae entre los dedos primero y segundo, sino por dentro del primer dedo, lo que provoca una pronación y aplanamiento del pie, ya que los ligamentos, aún poco potentes, son incapaces de mantener los huesos del tarso en posición correcta (28). Cuando el sentido del equilibrio se va desarrollando, los pies se van colocando más juntos y el eje de gravedad progresivamente va acercándose a la normalidad, entre los dedos primero y segundo; los músculos y ligamentos funcionan con mayor eficacia y, cuando se tensan, mantienen adecuadamente alineados y unidos los huesos del tarso, lo cual es necesario para una función adecuada y equilibrada. La grasa del pie comienza a desaparecer paulatinamente. También hay que tener en cuenta la posición de la articulación de la rodilla, ya que desde el varo pasa a un valgo fisiológico. Estos cambios en el pie no comienzan antes de los 12-16 meses, pero a los 24 meses los pies del niño deben presentar un arco longitudinal bien definido cuando se encuentran en bipedestación, a la vez que el pie debe hallarse en posición neutra y sin eversión (28). El pie, entre los 5 y los 10 años, mide aproximadamente 17 cm., lo que representa el 63% de su longitud total. A los 8 años, generalmente, se encuentra osificado y, radiográficamente, se observan los cartílagos de crecimiento; y, a diferencia del resto de huesos del pie, el calcáneo dispone de un cartílago de crecimiento particular en la regiónposterior que es el responsable del crecimiento en longitud del hueso (28). A los 10 años el pie mide 22 cm. y aún le quedan unos 4 cm. por crecer. Algunos autores han observado que, sobre los 13 años en la niña y a los 15 en el niño, termina el crecimiento del pie y su maduración precede a la de la tibia, el peroné y el fémur, y completa su desarrollo no sólo en longitud sino también en altura y volumen (28). Marco Teórico 42 Las variaciones en el desarrollo suelen ocurrir en la infancia y la niñez. A veces, estas variaciones se confunden con deformidades, como son el pie plano, los dedos supraductos e infraductos, y el genu varo y genu valgo; pero estas variaciones suelen corregirse espontáneamente con el desarrollo y rara vez requieren tratamiento (25). 3.2.1.2 Anatomía del pie El pie, situado distalmente al tobillo, proporciona una plataforma de apoyo para el cuerpo cuando estamos en bipedestación y desempeña una función importante en la locomoción (23). Es una compleja unidad anatomofuncional integrada en el aparato locomotor (20). El pie tiene 26 huesos, a los que se añaden una cantidad variable de huesos sesamoideos y accesorios (29). Unidos entre sí por medio de ligamentos, constituirán 57 articulaciones (20), que van a estar estabilizadas mediante potentes formaciones ligamentosas, capaces de realizar movimientos (20,29), más o menos complejos, en los tres planos espaciales, gracias a una musculatura intrínseca con origen e inserción en los huesos del pie, y a una musculatura extrínseca con origen en los huesos de la pierna que desciende hasta insertarse en el esqueleto podálico mediante tendones (20). Y es el pie quien va a recibir el peso corporal que se transfiere desde la columna vertebral, a través de las articulaciones sacroilíacas, hacia la cintura pélvica, y desde ésta, a través de cada articulación de la cadera, hacia el fémur. En las rodillas el extremo distal de cada fémur se articula con la rótula y la tibia de la pierna correspondiente. El peso se transfiere desde la articulación de la rodilla a la talocrural a través de la tibia. El peroné no se articula con el fémur y no soporta ni transfiere peso alguno (23). En el tobillo, el peso soportado por la tibia se transfiere al astrágalo, que es el hueso principal de un arco longitudinal formado por los huesos tarsianos y metatarsianos de cada pie, que distribuye el peso de modo uniforme entre el talón y el antepié durante la bipedestación, creando una plataforma flexible, pero estable, para soportar el peso (23). Marco Teórico 43 La articulación del tobillo es indispensable para la marcha (30, 31), tanto si ésta se desarrolla en terreno llano como si lo hace en terreno accidentado. En apoyo monopodal soporta la totalidad del peso del cuerpo. Y es la articulación más importante de todo el complejo articular del retropié (31). El esqueleto del pie está formado por: 7 huesos del tarso, 5 metatarsianos y 14 falanges (23). El tarso está formado por 7 huesos que son el astrágalo, el calcáneo, el escafoides, el cuboides y las tres cuñas. Solamente el astrágalo se articula con los huesos de la pierna (23,29). El astrágalo es el hueso más superior del pie y se sitúa encima del calcáneo, en el que se apoya. Se articula con la tibia y el peroné por encima para formar la articulación del tobillo y también se proyecta hacia delante para articularse con el hueso intermedio del tarso en la cara medial del pie. Es el único hueso del tarso que carece de inserciones musculares y tendinosas (23). El calcáneo es el mayor y más fuerte de los huesos del pie: a nivel posterior forma la estructura esquelética del talón (32) y a nivel anterior se proyecta hacia delante para articularse con uno de los huesos del tarso del grupo distal (cuboides) en la cara lateral del pie. Articula con el astrágalo y el cuboides (23). El navicular es un hueso aplanado, que se localiza entre la cabeza del astrágalo y los tres cuneiformes. La cara medial del navicular se proyecta hacia abajo, formando la tuberosidad del navicular, un punto importante de inserción tendinosa ya que el borde medial del pie no se apoya sobre el suelo, como sí lo hace el borde lateral, sino que forma un arco longitudinal del pie, que debe sostenerse centralmente. Si esta tuberosidad es demasiado prominente, puede presionar contra la parte medial del zapato y causar dolor en el pie (23). El cuboides es el hueso más lateral de la fila distal del tarso (23). Marco Teórico 44 Hay tres huesos cuneiformes: el cuneiforme medial, de mayor tamaño, el cuneiforme lateral, y el cuneiforme intermedio que es el menor de los tres (23). El metatarso lo forman cinco huesos largos denominados metatarsianos (23,29).El primer metatarsiano es más corto y fuerte que los otros. El 2º metatarsiano es el más largo (23). Son 14 las piezas óseas que constituyen los dedos, denominadas falanges, de las cuales el primer dedo tiene dos y los cuatro restantes tienen tres (23,29). Las articulaciones del pie son numerosas y complejas; unen los huesos del tarso entre sí además de conectarse con los del metatarso y son las siguientes: la articulación subastragalina, la articulación transversa del tarso, la articulación tarsometatarsiana y las articulaciones cuneocuboidea y cuneonavicular (31). Estas articulaciones tienen una doble función: Orientar el pie y modificar tanto la forma como la curva de la bóveda plantar para que el pie se pueda adaptar a las desigualdades del terreno (30), además de crear un sistema que amortigüe dando al paso elasticidad y flexibilidad (31). La articulación del tobillo permite realizar los movimientos de flexoextensión del pie, necesarios para la marcha y la posición de puntillas, y gracias a la cual son posibles la carrera, el salto y el baile (30). La cara inferior del pie no es plana, sino cóncava de delante hacia atrás. Los metatarsianos y cuñas forman un apoyo cóncavo en sentido transversal. Esta concavidad que presenta el pie en ambos sentidos es la llamada “bóveda plantar” (29). Kapandji ha definido la bóveda plantar como “un conjunto arquitectónico que asocia armoniosamente todos los elementos osteoarticulares, ligamentosos y musculares del pie; y gracias a sus modificaciones de curva y a su elasticidad, la bóveda es capaz de adaptarse a cualquier irregularidad del terreno y transmitir al suelo las fuerzas y agresiones debidas a la gravedad terrestre “(31). Los huesos del pie forman unos arcos longitudinal y transverso respecto al suelo, lo que va a favorecer la absorción y distribución hacia debajo de las fuerzas del cuerpo en bipedestación (32). Marco Teórico 45 Existen cinco arcos longitudinales, que comprenden desde el calcáneo a cada dedo, siguiendo los metatarsianos. Los tres primeros se agrupan en el denominado arco longitudinal interno, que comprende los primeros tres radios, las cuñas, el escafoides, el astrágalo y el calcáneo (20). Para Pisani, los tres arcos internos constituirían el “pie dinámico”, siendo fundamentales para el movimiento (30). Los dos últimos arcos se agrupan en el arco longitudinal externo, formado por los últimos dos radios, el cuboides y el calcáneo. También se denomina pie estático (30) o pie calcáneo, ya que su misión principal es soportar la carga (20). En sentido frontal, se pueden distinguir los arcos
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