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MCMLII 
LOS DESCENDIENTES 
DE CRISTOBAL COLON 
S O C I E D A D C O L O M B I S T A P A N A M E R I C A N A 
LOS DESCENDIENTES 
DE CRISTOBAL COLON 
( O B R A G E N E A L O G I C A ) 
P O R 
RAFAEL NIETO Y CORTAPELLAS 
Individuo correspondiente de la Academia de la Historia de Cuba; Fundador v de # Número, Vicepresidente del Instituto Cubano de Genealogía y Heráldica; Colaborador de la Sociedal Colombista Panamericana y de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales; perteneciente a la Sociedad Económica de Amigos del Pa ís en La Habana ; Individuo honorario de la Academia < Mexicana de Genealogía y Heráldica; del Instituto Genealógico Brasiléiro de Sao-Paulo; y correspondiente en La Habana del Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas, de la Socie-dad de Estudios de Historia de La Paz, del Instituto Chileno de Investi-gaciones Genealógicas, de la Sociedad Heráldica ^ Genealógica Boliviana, del Instituto Peruano de Investigaciones Genealógicas, y de la Academia Costarricense de Ciencias Genealógicas; y Heraldo Honorario del Supremo Tr ibunal y Colegio de Armas de Costa Rica. 
Con la aprobación del Instituto Cubano de Genealogía 
y Heráldica, y de la Sociedad Colomüsta Panamericana. 
P r ó l o g o del D R . MIGUEL A N G E L CAMPA, 
Presidente de la Sociedad Colombista Panamericana. 
LA HABANA 1952 
IMP.: P. FERNANDEZ Y CÍA., S. EN C. HOSPITAL 619 - LA HABANA - CUBA 
Queda hecho el depósito que señala la Ley. 
Esta obra es propiedad de la Sociedad Co< 
lombista Panamericana. 
Se han editado un mil doscientos cincuenta 
ejemplares numerados del 1 al 1,250 ambos 
inclusive, no siendo válido el tomo que no 
lleve su numeración y la firma del autor. 
EJEÍv 
Precio de venta: $20.00. 
La Corporación editora de este libro, hace 
constar su profundo reconocimiento al Gobierno 
de la República Dominicana, por la cooperación 
brindada. 
La tierra que guarda los .restos del eximio 
Almirante y la que él más amó, es la Patria 
Americana de Colón. 
Esta obra, que viene a colmar un vacío en 
la bibliografía Colombista, no podía ser ajena al 
pueblo que con tanta legitimidad, celo y devo-
ción. custodia sus cenizas y exalta su memoria. 
C R I S T Ó B A L C O L Ó N 
(por Sebastiano del Piombo, Metropolitan 
Museura, New York City, N . Y.) 
PRÓLOGO 
Rafael Nieto y Cortadellas, apenas necesitaría de pre-
sentación en una sociedad bien informada en la que el 
trabajo investigador ftiere apreciado en toda la estatura 
de su mérito. 
Dentro de nuestra vida social, un poco descosida, en la 
que la acción plausible se manifiesta tantas veces por la 
destreza en el juego de canasta y el interés de una mayoría 
de suscriptores se concentra en las rifas o los suplementos 
de muñequitos, seguramente que este nombre es mejov 
conocido por su larga y fectmda dedicación al Servicio 
Exterior de la República. 
Y sin embargo, entre el redtícido círculo de especialistas 
en la materia, pocos hombres se habrán dedicado con ma-
yor ahinco y fortuna, que Nieto, a escarbar en el polvo 
venerable de los archivos nacionales y extranjeros para 
hallar la vista de personajes o acontecimientos memorables. 
La obra que hoy presenta Nieto, aumentando el rico 
caudal de su producción bibliográfica, acusa, una Vez\ 
más, la personalidad de este hombre singular que siente 
la rara generosidad de dedicarse a obras impersonales, bus-
cando más qtié el propio brillo, la revelación o la impor-
tancia de sus semejantes. 
VII 
VIII LOS DESCENDIENTES DE CRISTÓBAL C O L Ó N 
Cristóbal Colón, siempre trató de desorientar sobre la 
humildad de su ascendencia enfrentándola con un apócrifo 
linaje de Almirantes y Señores que hubiera a su vez gesti-
culado, desdeñosamente, ante el pretendido parentesco con 
los laneros genoveses, sin presentir que aquel joven marino, 
místico y soñador, errante en pos de una quimera, llevaba 
en su escarcela gloria suficiente para ennoblecer a la más 
rancia estirpe de su época. 
Pero lo que ha tardado cuatro siglos en fijar definiti-
vamente la investigación histórica en cuanto a la patria 
y la familia del Descubridor, Nieto y Cortadellas, después 
de infatigables búsquedas, lo completó en cuanto a su 
descendencia. 
El actual representante del vínculo de Veragua sonreirá, 
complacido, con la lectura de este interesante libro que 
ha de llevar, quizás, a su conocimiento, la existencia de 
una parentela inédita donde, junto a personajes de alta 
prosapia{, aparecen los parientes pobres, desconocidos o 
lejanos que con seguridad capitalizan hoy sus lazos fami-
liares aun con mayor orgullo aparente, de lo que a él mismo, 
heredero directo del Almirante, se lo permiten la discreción, 
la urbanidad o una sumaria modestia mundanal. 
n > ! , «j>. 
Las Capittdaciones otorgadas en Santa Fe el 17 de abril 
de 1492, celebradas entre el navegante genovés e Isabel y 
Fernando, Reyes de Castilla y Aragón, primera Consti-
tución del Nuevo Mundo, tuvo como gran parte de las 
Constituciones que rigieron más tarde en la América Libre, 
una vida precaria, que siempre hubo, en nuestro Conti-
nente, un abismo entre la previsión y la realidad. 
Sepulcro del D e s c u b r i d o r en la C a t e d r a l domin icana . 
PRÓLOGO I X 
Salir de Europa tres pequeñas carabelas con sólo noventa 
hombres de mar sin frailes catequizadores, mujeres para 
colonizar o soldados para emprender una conquista, de-
muestra que el primer viaje de Colón fué únicamente una 
exploración científica para comprobar la redondez de la 
tierra o acercar las Indias misteriosas al Occidente cristiano. 
Se preveía la posibilidad del establecimiento de relacio-
nes comerciales con los maravillosos países referidos por 
Marco Polo, jamás el tropiezo con un inmenso Mundo 
interpuesto entre Europa y Asia que transformaría los 
destinos de la Humanidad. 
Como argumento teatral podrían sostenerse las estam-
pas de un Colón, pobre, burlado, negado o escarnecido; 
mas la verdad es otra. Colón fué honrado en vida; sos-
tenido por los Reyes, recompensado a la altura del mere-
cimiento. La gloria de Colón es tan alta que se ha pros-
crito las figuras de todos aquellos qtie durante su vida 
trataron de empañarla. Colaboradores, burócratas, altos 
funcionarios de la Corona que por choqtie de intereses, 
por envidias o por simple cumplimiento del deber se en-
frentaron con el Almirante o el Virrey han ganado un 
duro señalamiento de la Historia. 
Pero nada más injusto, que esa leyenda fabricada por 
los enemigos del Poderío Español que impotentes pard 
destruir la afortunada realización fundadora de un Mundo, 
se desquitaron deprimiendo o calumniando a otras figuras, 
también cimeras, del Descubrimiento, pretendiendo, pard 
oscurecer el carácter peculiar de la empresa, unipersona-
lizarla, y no viendo en torno de la silueta del inmortal 
genovés, más que constructores de obstáculos, ingratihides 
y rapacidad. 
XI 
LOS DESCENDIENTES DE CRISTÓBAL C O L Ó N 
Éste es el caso de los Reyes Católicos. 
Lorgues, uno de los apasionados biógrafos de Colón, con 
la tendencia de elevarlo a los altares, despojó de sus pecu-
liares cualidades —a costa del empequeñecimiento de los 
colaboradores— a aquel carácter patéticamente humano, 
gracias al cual pudo realizarse la magna empresa descu-
bridora. Sin embargo, su juicio no tuvo éxito ni ante el 
Pontífice de la Fe, ni ante el severo juicio de la Historia. 
Jamás faltó a Colón el apoyo y la amistad sincera de 
la Reina Isabel que sin poseer la ciencia del marino, mostró 
la fe cabal que produjo la realización del aventurado pro-
pósito. 
Aun en los momentos de franca desobediencia a las 
órdenes reales, aun ante las justas reacciones provocadas 
por su actuación como Virrey, no dejó la Corona de hala-
gar su orgullo o de enjugar sus lágrimas. 
Lo cierto es que la materia contractual de las Capitu-
laciones había sufrido una radical transformación. 
La afirmación del poder real, el sojuzgamiento de una 
nobleza orgullosa y díscola, habían costado demasiada san-
gre y demasiadosesfuerzos en la Península para que la 
Monarquía pudiera tolerar que en las tierras descubiertas 
se entronizara de nuevo un régimen feudal ya abolido en 
Castilla por la mano firme y maternal de Isabel. 
Colón mantenía un criterio renacentista totalmente fa-
miliar y dinástico que pudiera, tal vez, encajar, tratán-
dose de pequeñas islas más o menos valorizables. Y el 
concepto de universalidad que diariamente planteaban los 
sucesivos descubrimientos, transformaba el problema, so-
breponiéndose a las previsiones o a las obligaciones conté-
Sepulcro del Descubridor en la Catedral Dominicana (detalle). 
PREFACIO 
Varios pueblos italianos se reclaman entre sí, ser la cuna 
de Cristóbal Colón: entre ellos, Génova, Savona, Nervi, 
Prudello, Oneglia, Quinto Finóle, Palestrella, Albisoli, Co-
cería, Cugureo, Cogoletto ,Piasenza y Buggiaso. Hasta 
Córcega, perteneciente a Francia, pretendió ser su patria, 
queriéndolo para la ciudad de Calvi; y Cuccaro, donde se 
desenvolvieron unos Colombo nobles y ricos, alega ser la 
ciudad privilegiada donde viera la primera luz el Descu-
bridor del Nuevo Mundo. 
También España ha querido contarlo entre stis más ilus-
tres hijos, y a más de reclamarlo Extremadura, Cataluña, 
y Mallorca, Galicia le asigna la ciudad de Pontevedra como 
lugar de su nacimiento. En enero de 1950 don Enrique 
Bayerri, distinguido historiador español que es Director del 
Museo de Tortosa, en una conferencia que pronunció en 
Tarragona, trató de demostrar que Cristóbal Colón nació 
en una isla llamada Génova existente en las proximidades 
del litoral tortosino. 
Tal tesis del "Colón español", de un lugar u otro de la 
Península, ha sido sustentada, entre otros, por García de 
la Riega, Blasco Ibáñez, Amado Ñervo, y hasta por el 
Rector de la Universidad de Chile, doctor Valentín Lete-
lier, que así lo afirmó en 1910, casi todos defensores del 
Colón gallego. 
x m 
X I V LOS DESCENDIENTES DE CRISTÓBAL C O L Ó N 
Todas estas opiniones, más o menos nuevas, están de he-
cho disueltas por una máxima autoridad española: don 
Ángel de Altolaguirre, Presidente de la Comisión de Indias 
de la Real Academia Española de la Historia, con las muy 
fundadas razones que insertó en el tomo LXXXXVI, 
cuaderno I del "Boletín" de dicho instituto histórico. 
TJn documento importantísimo, es de nuevo mencio-
nado recientemente, esta vez por don Guillermo Lohmann 
Villena, al asiento 121, página 109 del tomo I de su meri-
tísima obra "Los Americanos en las Órdenes Nobiliarias". 
Anteriormente, en 1892, había sido publicado en su inte-
gridad en las páginas 207-212 y 374 y siguientes del nú-
mero XXI del "Boletín" de la Real Academia de la Histo-
ria. Se trata del expediente sobre la probanza genealógica 
presentada por don Diego Colon de Toledo —nieto del. 
Gran Almirante— para su ingreso, año de 153 5, en la 
Orden Militar de Santiago. Suponemos que el promovente 
debía conocer con certeza la cuna de su abuelo paterno, 
declarando, con la necesaria prueba testifical, que Cristó-
bal Colón era natural de Saona (que no es otro lugar que 
la ciudad de Savona). 
Además, otro documento de similar importancia se en-
cuentra al legajo 2024 "Órdenes Militares", sección deno-
minada de "Manuscritos" en la Biblioteca Nacional de 
Madrid. Se trata de las pruebas presentadas por don Diego 
Colón y Pravia, bisnieto del Almirante, también para su 
ingreso en la indicada Orden de Santiago. En la informa-
ción hecha, un tal Diego Méndez, vecino de Santo Domin-
go y de setenta años de edad, y un tal Pedro de Azaña 
vecino de Córdoba, declaran que los Colón proceden de 
Saona, y Pedro de Barreda, vecino de la isla de Madera, 
CRISTÓBAL COLÓN 
(Retrato atribuido a 
Antonio del Rincón). 
PREFACIO X V 
y también de setenta años, textualmente manifiesta: "Que 
conoció al Almirante don Cristóbal Colón el cual era 
natural de un lugar en el señorío de Génova, llamado 
Saona". 
Savona es la capital del hoy distrito de su nombre, pro-
vincia de Génova, en la Liguria, estando situada en la 
pintoresca Ribera di Ponente, a la margen izquierda del 
Letimbro, en la costa del Golfo de Génova. 
s¡- * * 
Sustentamos la teoría, para nosotros casi comprobada, 
del Cristo foro Colombo genovés, bien fuese de.un pueblo 
u otro del Golfo de Génova, hijo de Domenico Colombo 
y de Susana Fontanarossa. Tanto este Domenico como 
Giovanni, su padre, parecen ser oriundos de Terrarrossa de 
Mocónesi, también en la Liguria. 
Domeñeghino o Domenico Colombo, en 1447 fué nom-
brado guardián de la "Porta dell'Olivella" en Génova, em-
pleo que desempeñó hasta 1451 en que volvió a sus faenas 
de tejedor de paños. Luego fué hostelero en Savona resi-
diendo en la rúa de San Guiliano, y siendo propietario de 
una casa que adquirió en el "Vico dell'Olivella" en Génova. 
En esta ciudad, en el "Vico Dritto de Ponticello" compró 
a censo otra casa en el año de 1455. 
Samuel Eliot Morison en su obra "El Almirante de la 
Mar Océano", A,ntonio Ballesteros Beretta en su "Cristóbal 
Colón y el descubrimiento de América", y Armando Álva-
rez Pedroso en su folleto "Problemas Colombinos", nos 
presentan pruebas documentales irrefutables sobre el Co-
lón genovés y sus familiares cercanos. Éstos y otros inves-
XVI LOS DESCENDIENTES DE CRISTÓBAL C O L Ó N 
tigadores, entre ellos don Salvador Madariaga, nos dicen, 
que Giovanni Colombo tuvo dos hijos y una hija a saber: 
el ya referido Domenico, un Antonio, y una Battistina 
Colombo. El Antonio, que había sido guardián de la Torre 
de "Capo di Faro" en Génova, fué padre de Matteo, de 
Amiguetto, de Tomasso y de Giovanni o Giannetto Co-
lombo, según aparece de algunos árboles genealógicos y 
otras referencias. El tal Giovanni o Giannetto Colombo, 
acompañó a su primo el Almirante, en stt tercer viaje al 
Ntievo Mundo. 
Susana Eontanarossa, oriunda del valle de Bisagno y mu-
jer de Domenico Colombo, tuvo por padre a un Giacomo 
Fontanarossa, nombre de pila que luego lleva Giacomo 
Colombo, hermano del Almirante. Aparte del Descubri-
dor, Domenico y Susana procrearon: a Giovanni-Pellegri-
no; a Bianchinetta; a Bartolomeo y a Giacomo Colombo. 
El Giovanni-Pellegrino se pierde en la obscuridad de los 
tiempos y de él, por toda noticia, sabemos que sin dejaf 
descendencia falleció antes que su hermano el Almirante; 
Bianchinetta, nacida alrededor de 1464 y fallecida antes 
de 1517, casó con un comerciante de Génova llamado Gia-
como Bavarello (por algunos autores españoles llamado 
unas veces "Diego" y otras "Santiago" como traducción 
de su nombre de pila), padres de un Pantaleone Bavarello, 
nacido en 1490, a su vez casado con Mariola Chiégali (hija 
de un Domenico Chiégali). Bartolomeo, o sea, el luego 
Adelantado Bartolomé Colón, fué el más importante de 
los hermanos del Descubridor y navegante como éste. 
Y por último, Giacomo Colombo, luego Diego Colón, fué 
el menor de todos, fallecido en Sevilla el 21 de febrero 
de 1515. ' 
El Adelantado Bartolomé Colón. 
P R E F A C I O XVII 
Apartándonos de las interesantes biografías de Bar-
tolomé y Diego Colón —Bartolomeo y Giacomo Colom-
bo— por no haber dejado sucesión conocida (aunque se 
dice que el primero dejó por su hija natural a una Catalina 
Marrón, andaluza nacida en 1508 que fué vecina de la 
Isla Española), antes de terminar este bosquejo sobre el 
ancestro del glorioso Descubridor del Nuevo Mundo, de-
bemos mencionar que, entre la serie de litigios que se sus-
citaron en distintas épocas por sus descendientes para la 
obtención de los ducados de Veragua y de la Vega y la 
serie de preeminencias y ventajas económicas anexas a esas 
dignidades, a fines del siglo XVI apareció en la Corte un 
tal Baldesser Colombo —a quien los castellanos llamaron 
"Baltasar Colón"— individuo muy listo y ambicioso de 
la noble casa de los Colombo de Cuccaro y Conzano (en 
el entonces ducado de Monferrato, Piamonte), quien pro-
movió tm bien urdido parentesco con el Descubridor. 
Pretendía le correspondían las dignidades y estados de los 
Colón, pero susdocumentos que a primera vista parecían 
irrefutables, resultaron tan falsos como la genealogía que 
presentó. De ésta se desprendía que el Gran Almirante 
era hijo de un Domenico Colombo Señor de Cuccaro. Pudo 
comprobarse que la personalidad de este Señor de Cuccaro, 
ni por la época ni por otros motivos, coincidía con la de 
su homónimo el modesto Domenico Colombo, que diera 
la vida al más grande navegante de todos los tiempos; las 
pretensiones del impostor fueron desechadas por el Con-
sejo de Indias el 2 de diciembre de 1608. 
Lamentable es en verdad, que López de Haro, en su 
"Nobiliario Genealógico" al referirse a la casa de Veragua, 
aceptase y diese por buena tal genealogía, luego utilizada 
X V I I I LOS DESCENDIENTES DE CRISTÓBAL C O L Ó N 
por otros investigadores posteriores, con el consecuente 
daño para la verdad histórica. 
* * st 
Así, a grandes rasgos, hacemos esta mención de las pa-
trias que quieren con orgullo contar como su hijo al glo-
rioso nauta, el personaje más estudiado y por estudiar de 
la historia moderna, reclamado por dos religiones: la cató-
lica y la hebrea; y cuyos restos, tan disputados han sido 
por España y la República Dominicana. 
Este discutido personaje, en síntesis, dió un continente 
a España, y sus descubrimientos, seguidos luego por los 
de otros marinos de diversas nacionalidades, fueron la basü 
del establecimiento de virreinatos y capitanías generales, 
de gobernadurías, de compañías y de colonias, ancestros 
de las veintiún repúblicas que hoy forman el concierto 
de las naciones de la América en el hemisferio occidental 
del mundo. 
S m o p í i s genealógica en l a s suces iones de las dignidades n o b i l i a r i a s cltl linaje deColóiv. 
€1 dimirante Cris total Colón. -¡Dt$cubrtdordel9Tucvo9riund<}. . l̂ipafflonudoimUo'flirBt relio. 
diego Co l ó n - I Buque de^enagua. 
2 tflarqufl't d* j a m a i c a . 
OMaría 4c tioledo y 
£ u t t Colon de 7o le do. K Puque áa 
Vero j u a J t 7llarq.d« hmaica .1 Díujue de 
l u V ^ a . - " " Sffiana dfcflUtquora» 
I sabe l Colón JtZoUdo. 
Jorge (liberto de'Portugal. 
I Sonde de ( jelvcs. 
C r i s t ó b a l Colón de 5 o l e d a . 
Q n a de CPrauia. 
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Telina C o l o n q u e r a .]ÍT9u<)ueiQ de 
Veraguo.mTíoT-deJamaMa-II Juqueia 
d< la*\>ya. 
CHuandeforfugal^Colo'n deZóledo 
£eonor JtlUMtUCordovayQraqón 
yranei ícaColóndeZoledoj jWauia . 
Ñuño Colon de V«ft«c|qljjG>rciooalVIaí)u« 
dtVrro^Mfl-IVNíUqu» á* 3ui«Íe4.O0uqsr<k la Viga 
Qldonud» Porto ea«*ror«. 
OoiefaColón de Orfregón y T o l e d o . 
£ie<U£ranc¡*co de (a T a z 3 de l a S t r n a . 
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¿loare Jatinh» Colon ) P»rfo£am«.VÍ>uqur de Veragua. J 
tf]Harqué¿ de Jamaica. tV* Duque dclaVega. 1 J m f a d e J a P a i y Colon de "Soledo. 
jEcdo.Harh'n ¿i£efrai<$ui e urbe.. 
1 i 
?ed« Nuíío Colon de P o r r a l . V I Duque 4eVcragua 
VI Marquij 4c J a m a i c a . V Duque <le(«Viga. 
Oialtl de la Cueva j» Enriques 
Francisco Colon de Toledo $ larrtffcegwl 
UfaWl VmKml 4t Ongüí» jJtli Bqrn» 
1 l 
TVdro Manuel Colon de PorlugfllfctJglaCuei'd.. 
VÜ Ditq«deVertfgua.VIÍ Manquis ÍtJan<tÍtaV\^u^Mtk 
laVíja-TtroaKdnínadfíi/gla jTax^níJ^eM^ni'Jjo. 
O^drotkidraCofo'n deJuaritofiguí ijGngulo -
^ a r i a dnfonia"J tmri ie» de &mbwn 
Tsdi'oTHanuelCblo'it dtPorivgalyfluaía. -
VIH Puque de Veragua.VIII JTwr^u6 deOamqua. 
Vil Duque de la vega. 
Cqlalmq'lMlura&l/a Jefferlugal y Ay«|q 
IX DuqueiadtVmjua.IX NnrqmM 4« Jamóle* 
Vi II Briqueta d«laV<3*. eaeo' e*o XacoVo Frqne! 
Fííx Jo»eA4StH<ii+.ir Puquedc DíM>Ickfc. 
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Ja<«V* Franc? Fitz-JctintsStuariijCtUn 4e P»rtugal .1 
X Dmj'i&deVemquciOf Mari{«*¿sde Jamaica . i 
IX DiíquedeloVegaPuquadc birwitkV. . t 
Mar i a Tere»a de Sitúa tjAWarez de Teled»' 1 
| CariteFei'rttiná? Fitz-Jamel Sluarbt] ¿¡lúa 
I 2¿| Pilque di ^«ragua JCI tyarqu¿i 4 t Jamaica 
1 J< Dnqn«d*tqVtgq.Duque'd/BerBfclcffi. 
I (Perdió (a* dfgmdaa»í a«U< Grton porlitigíoj -
Mariano Colon de W»>aftgtú y SinHlwdeEni-
¿tlaVtyâ Man* GyiflÉrtnína Rnoirwda&ĵ nedano 
Pidro Colón d«Xarr<íí«g 
XIII Duque de Ve<ngu»Xlllffarqut« 4« Jamaica ( 
XII Onqnsd. laV«3«. A l a r i a ¿« IP í lard» ! * 
Cerda j) Cen»em de PaUfaKy 
CníMJ CUo'h cMaÛ -XU DtweíeYi tena 
XIV Mvqua d«Ja»na¡t«.XU| Dtyj«e d«l«Vcj« 
íxnkd/í ju ikmy S*»Ka<|o P«ralej . 
Crítbkiil Colo'ny C^uHcra* 
XV Public de Veraaua. 
XV ¿largues de J a m a í e * 
H g t- iqdelPilarCalón u Agui le ra 
J>uqweta d«U Vega 
Heaud de Car V a ; «1 ij~tí«Jrfi»A> át H f l d a t a 
x < Margué? 4c qgwlU-Fn»nU 
A R M A S D E LOS C O L Ó N , D U Q U E S D E V E R A G U A 
Y D E L A VEGA, M A R Q U E S E S D E J A M A I C A 
Por el privilegio otorgado por los Reyes Católicos en Bar-
celona el 20 de mayo de 1593, se dieron por armas al Gran 
Almirante las siguientes: 
Escudo cuartelado: primero, en campo de sinople, un castillo 
de oro; segundo, en campo de plata, un león rampante de púrpu-
ra; tercero en ondas de azur y plata, unas islas de oro; y cuarto 
las armas primitivas del linaje que son: en campo de oro una 
banda de azur con el jefe de gules. 
Estas armas quedaron modificadas por Carlos Quinto co-
mo sigue, al conceder a don Diego Colón el ducado de 
Veragua: 
Escudo que lleva: en la primera partición, que es de gules, 
un castillo de oro que es de Castilla; segunda de plata, con un 
león rampante de gules, que es de León; tercera partición, con 
ondas de azur y plata, varias islas de oro; cuarta, de azur con 
cinco áncoras de oro puestas en sotuer y con las puntas a la 
diestra del escudo; y quinta, entada en punta redonda de oro, 
con la banda de azur y el jefe de gules. 
Los duques de Veragua las ostentan como acabamos de 
describirlas aunque en el tercer cuartel pintan cinco islas 
de oro en sotuer, en aguas de azur y plata, colocando ade-
más en situación de palo, las cinco áncoras del cuarto 
cuartel, y añadiendo una bordura general de oro con 
este lema en letras de azur: A CASTILLA Y A LEÓN, 
N U E V O M U N D O DIÓ COLÓN. 
Además, algunos heraldistas las han descrito de esta otra 
manera: 
Escudo partido: primero, de azur con cinco peñascos de oro; 
segundo, de azur con cinco anclas de oro puestas en sotuer; 
cuartelado de oro, la banda de azur, y el jefe partido con las 
armas de Castilla y de León. Lema: POR CASTILLA Y POR 
LEÓN, N U E V O MUNDO DIÓ COLÓN. 
X X 
Armas de los duques de Veragua 
CAPÍTULO I 
EL GRAN ALMIRANTE 
Y SUS DESCENDIENTES INMEDIATOS 
CRISTÓFORO COLOMBO, luego don CRISTÓBAL 
COLÓN, Descubridor del Nuevo Mundo, nacido en 1451, 
fué natural de Savona, en el Golfo de Génova, de acuerdo 
con la información levantada por su nieto don Diego 
Colón de Toledo para su ingreso en la Orden de Santiago. 
Siendo éste un ensayo exclusivamente genealógico, no nos 
compete la tarea de biografiar al insigne navegante, Gran 
Almirante de las Islas y Tierras del Mar Océano. Testó el 
primero de abril de 1502 en el monasterio de Nuestra 
Señora de las Cuevas, en Sevilla, otorgando luego, en Sego-
via, un codicilo ológrafo el 25 de agosto de 1505 que pasó 
ante el escribano de Valladolid Pedro de Inogedo el 19 
de mayo de 1506, día anterior al de su fallecimiento ( * ) : 
(*) En la parroquia del Sagrario de la Catedral de La Habana, al libro 
11 de "Defunciones", folio 25 vuelto y marcada con el número 120, se 
encuentra asentada la partida relativa al traslado a esta ciudad de los restos 
que se creía entonces eran del Descubridor, cuyo documento literalmente 
dice: Al Margen: "TvJ 120—Huesos del exmo. S D Xptoval Colón"-—Dentro: 
"en la ciud. de la Hava. en diez y nueve de en o. de mil setecients. novta. y seis 
"años, se trasladan, de la Ciud. de Sto. Domingo a esta Sta. T ga. Catedí. de 
"la Purma. Concepn, los huesos del Exmo. Sr. D. Xptvl. Colón, grande de 
"España de prima, clase, Duque de Veragua, Capn. Gral. de l o s Rsi exércits. 
"Descubr. de las Tslas Antillas, Gran Almirante y Virrey de ests. Tndias, 
"natl. de la Republ, de Génova, las quales pr. su disposicin. testamentaria se 
"tragern. de la ciud. de Sevilla en donde falleció el año de1 5 0 6 , a la citada 
1 
2; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
véase la página 436, tomo III, Fondos Americanos, del 
Archivo de Protocolos de Sevilla. El Descubridor obtuvo 
las Capitulaciones que aseguraron su incomparable empre-
sa, en la villa de Santa Fe de la Vega de Granada el 17 de 
abril de 1492, documento que por él signó el fraile guar-
dián del convento de la Rábida, y Juan de Coloma por 
los Reyes Católicos. Estas Capitulaciones que le abrieron 
las puertas de la gloria, aparecen confirmadas el 30 de 
abril de 1492, ( t ) , y luego insertadas en una Real provisión . 
expedida en Barcelona el 28 de mayo de 1494 y después en 
Burgos el 23 de abril de 1497 reafirmándosele sus privi-
"de Sto. Domingo y fuen. colocads. junto a el Altar del Evangelio y con 
"motivo de la evacuacn. d e toda aquella Y s la en favor de la Repuba. Francesa, 
"sé determinó pasarlos a esta Sta. Tga. Catedl., siendo Obispo el T.S.D.D. 
"Felipe Jph de Trespalacios y Governadr. y Capn. Gral. el Excmo. S. D. 
"Luis de las Casas; los qe. se pusiern. en el Presbo. de esta dha. Catedl. en 
"la pared al lado del Evangelio, al alto como de vara y media del' suelo entre 
"la columna qe.forma el arco Coral y el coro, en una Urna forrada en tei" 
"ciopelo negro, galoneada de oro con flecos de lo mismo, clavada y cerrada 
"con una yabe qe. dcho. S. Governadr. entregó a dho. Imo. Sr.1 todo lo qual 
"se executó en presencia de los dos Cávildos, y se cerró con una lápida pa. 
"perpetua memoria, y pa. qe. conste lo firmé — borrado entre réngls. no vale 
"y sobre rengls. vale ( f ) D. Jacinto Ruiz". (rúbrica). 
Por curiosidad insertamos este documento donde erróneamente se le llama 
Duque de Veragua al Gran Almirante, título que como expondremos, vino 
a ser otorgado a su hijo don Diego. 
(*) 1. En la confirmación del 30 de abril de 1492 se completaba el pri-
vilegio contenido en las Capitulaciones diciéndose: "seades nuestro Almirante 
"e Visorrey e Gobernador en ellas, e vos podades dende en adelante llamar 
"e intitular don Cristóbal Colón, e asi vuestros hijos e sucesores en el dicho 
"oficio e cargo se pueden llamar don e Almirante e Visorrey, e Gobernador 
"de las dichas islas e tierra firme que a s í descubriérides o ganidares pot 
"vos e por vuestros lugartenientes". 
2. En una confirmación de 1493 se dice "...para que vos e vuestros 
"hijos e descendientes, e subcesores, uno en pos de otro, y después de vues-
"tros días podades tener y tengades, los dichos oficios de Almirante e 
"Visorrey, e Gobernador del dicho mar Océano e Tslas e Tierra firme, que 
"asy aveys descubierto, e fallado, e descubrieredes e fallar des de aquí delante". 
Doña Beatriz Henríquez de Harana. 
4; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL C O L Ó N 
1. Don Diego Colón, del que después se tratará como 
único transmisor a sucesivas generaciones de la sangre de 
su padre, el Gran Almirante. 
2. Don Hernando Colón, hijo natural, nacido en la ciu-
dad de Córdoba el 15 de agosto de 1488, testó en Sevilla el 
3 de julio de 1539, falleciendo sin dejar descendencia el 12 
de dicho mes y año. Este docto e ilustre personaje de su fa-
milia, fundó en Sevilla, barrio de los Humeros, la sin igual 
"Biblioteca Colombina", hoy instalada en el Patio de losi 
Naranjos de aquella Catedral (* ) . Fué el primer historia-
dor de su insigne padre y mientras vivió el príncipe don 
Juan, fué como su hermano don Diego Colón, Paje del 
mismo, lo cual le aparejaba una remuneración de nueve 
mil cuatrocientos maravedíes de pensión anual. Por es-
critura otorgada en Sevilla el 4 de diciembre de 1526 ante 
el escribano Alonso de la Barrera, "tomó posesión de una 
"parte del muladar de la puerta de Goles, que le cedió el 
"Cabildo de Sevilla para edificar una casa, y de la puerta 
"llamada de Goles, entre el muro de Sevilla y el río Guadal-
q u i v i r , que le traspasó el licenciado Juan de Villafranca, 
"mayordomo de la fábrica de la iglesia de San Miguel, 
"por acuerdo de los Beneficiados". Entre él y su hermano 
don Diego, hubo "cierto asiento y transacción" sobre los 
bienes que este don Hernando debía hacer de su difunto 
(*) En 1871 y costeada por el X I V Duque de Veragua, vino a cum-
plirse la voluntad de don Hernando Colón al colocarse sobre la puerta de 
entrada de la Biblioteca Colombina una lápida de mármol labrada por el 
italiano Bartolomeo Argenti, con las armas de los Colón y otras espléndidas 
alegorías en ella esculpidas, cuya tarja literalmente dice: "Memoria de 
don Fernando Colón, hijo de Cristóbal Colón, primer almirante que descubrió 
las Indias, que siendo de edad de 50 años, 10 meses y 27 días, y habiendo 
trabajado lo que pudo por el aumento de las letras, falleció en 12 días del 
mes de Julio de 1539 años, 33 años después del fallecimiento de su padre. 
Rogad a Dios por ellos". 
Don Hernando Colón. 
E L GRAN A L M I R A N T E Y SUS DESCENDIENTES . 5 
padre, que se otorgó en La Coruña, el 12 de mayo de 1520 
ante el escribano público Alvaro Alonso, lo cual fué con-
firmado y aprobado por Provisión del emperador fechada 
en Madrid el 3 de marzo de 1525 (asientos 1222 y 1223, 
páginas 378 y 379, tomo V del Catálogo de los Fondos 
Americanos del Archivo de Protocolos de Sevilla, cuyos 
documentos originales constan a los folios 828 a 844, Ofi-
cio I, Libro II, escribanía de Alonso de la Barrera, en 
Sevilla). 
Don DIEGO COLÓN (unigénito legitimo del Descu-
bridor habido de la Comendadora Felipa Moñiz de Me-
llo Perestrello), nacido en la isla de Porto-Santo, una del 
grupo de Madeira, año de 1474, falleció en la Puebla de 
Montalbán en el mes de febrero de 1526. Otorgó dos tes-
tamentos: el primero el 16 de mayo de 1509, y el segundo 
(cerrado) en Santo Domingo de Guzmán el 8 de septiem-
bre de 1523 ante el escribano Fernando del Berrio (véase 
el indicado asiento 1222, páginas 378 y 379 del tomo V, 
Catálogo de los Fondos Americanos del Archivo de Pro-
tocolos de Sevilla): este último testamento fué abierto el 
6 de mayo de 1526. En algunos documentos posteriores 
a su época, se le nombra "Diego Colón de Meló Perestrello", 
y después de ser Paje del malogrado príncipe don Juan, 
con los nueve mil cuatrocientos maravedíes de renta anual 
indicados, por el fallecimiento de su padre y luego de sal-
var muchos obstáculos, fué el II Almirante Mayor, Virrey 
y Gobernador perpetuo de las Islas Indias y Tierra Firme. 
Además, fué Gobernador de La Española ( * ) así como 
(*) Fray Cipriano Utrera, en la página 142 del tomo I de su obra 
Dilucidaciones Históricas nos impone de que don Diego Colón gobernó dos 
veces la isla Española. La primera por Real título de 9 de agosto de 1508 
tomando posesión el 10 de julio de 1509 y estando en ese cargo hasta el 
6; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
Alguacil y Canciller Mayor de dicha Isla. Como el Gran 
Almirante había sido relevado del gobierno y virreinato 
de las tierras por él descubiertas o por descubrir, al fallecer 
éste, don Diego quiso ser Virrey de las mismas, pero el 
Consejo de Indias intervino y en 1508 inició dicho don 
Diego un litigio contra la Corona, a pesar de lo cual fué 
nombrado Gobernador General de las Islas Oceánicas. 
El 5 de mayo de 1511 se dictó en Sevilla una sentencia 
declarándose a don Diego Colón y sus sucesores para la 
gobernación y administración de justicia perpetua de las 
tierras descubiertas por el Gran Almirante, con el título 
de Virrey; aunque la sentencia fué mandada cumplir, las 
ambiciones del ya Virrey don Diego Colón propiciaron 
otro largo litigio al pedir a Carlos Quinto el cumplimiento 
de las, Capitulaciones hechas por el glorioso nauta; el mo-
narca nombró una junta en casa del Cardenal Loaysa, su 
confesor, para que se juzgasen las pretensiones de don 
Diego y se le hiciese la recompensa que sus derechos mere-
ciesen. De esta manera la Junta resolvió darle al II Virrey 
de las Indias y a sus sucesores, la provincia de Veragua 
con el título de Duque, las preeminencias del oficio y 
dignidad de Almirante y diez mil ducados de renta perpe-
tuaen la caja de Indias (páginas 432 y 433 de la obra 
Cristóbal Colón por Armando Álvarez Pedroso; y pági-
na 44 de Títulos nobiliarios hispanoamericanos por don 
Julio de Atienza), haciéndose las capitulaciones entre 
Carlos Quinto y don Diego Colón a base de la renuncia 
del último a sus privilegios y prerrogativas (página 143 
de la edición 1945-47 de la Guía nobiliaria de España 
15 de abril de 1515. La segunda ves fué designado por Real título confir-
mado en La Coruña el 18 de mayo de 1520, llegando a Santo Domingo en 
noviembre siguiente y gobernando hasta el 16 de septiembre de 1523. 
D O N D I E G O C O L Ó N 
I Duque de Veragua 
E L GRAN A L M I R A N T E Y SUS DESCENDIENTES . 7 
por don Roberto Moreno Mórrison). Por tanto, la Real 
cédula firmada por el monarca el 19 de enero de 1537 
creó I Duque de Veragua a don Diego Colón así como 
I Marqués de Jamaica, títulos que quedaron vinculados a 
sus descendientes. Casó en 1508 con doña María de Toledo 
y Roxas, natural de Teba, fundadora de un mayorazgo 
adicional, luego fallecida el 11 de mayo de 1549 en el alcá-
zar construido por su marido en Santo Domingo de Guz-
mán (Isla Española), cuyas ruinas aún existen, y en el 
cual había testado el año anterior a su deceso (hija de don 
Fernando de Toledo y Enríquez, Gran Maestre o Comen-
dador Mayor de León en la Orden de Santiago, Señor de 
las Villorías y Cazador Mayor de don Fernando "el Ca-
tólico", perteneciente a los progenitores de la gran casa de 
Alba; y de doña María de Roxas y Peréyra, de los primeros 
señores de Monzón, Valdespino y Cavia). Al fallecer don 
Diego Colón, I Duque de Veragua, su viuda doña María, 
llamada siempre "la Virreina", se trasladó a Castilla con 
el propósito de mantener los derechos de su primogénito 
don Luis. La emperatriz la recibió con la mayor deferen-
cia, logrando de Carlos Quinto asegurar el almirantazgo 
de las Indias, aumento de sus rentas y la creación del título 
de Duque de la Vega de Santo Domingo para su referido 
hijo. El emperador la colmó de favores, pero no quiso 
darle el título de Virrey a dicho primogénito, aunque sa 
había estipulado anteriormente que era un derecho here-
(*) La provincia de Veragua formaba parte del reino de Tierra Firme 
y se hallaba entre las provincias de Costa Rica y Panamá, de cuya Real 
Audiencia dependía: fué descubierta por Colón en su cuarto viaje, volviendo 
ese territorio al dominio real a mediados del siglo XVI por transacción de los 
descendientes del Gran Almirante, que debían conservar la renta convenida 
y el título ducal de Veragua (página 44 de Títulos nobiliarios por el señor 
Atienda). 
8; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
ditario. Fuera de matrimonio tuvo don Diego por su hijo 
natural a un don Cristóbal Colón mencionado en su testa-
mento como heredero del quinto de sus quienes y.que lo 
hubo de una tal Isabel Samba, viuda, vecina de Bilbao, se-
gún unos o de Guernica según otros. Además, de Constan-
za Rosa, natural de Burgos, tuvo otro hijo natural que 
murió mozo en la expedición dirigida por Cristóbal de 
la Peña en 1546 para colonizar el territorio de Veragua; 
esto nos lo dice Fernández de Oviedo en su Historia'N atu-
ral de las Indias. Del indicado enlace, del I Duque de Vera-, 
gua con doña María de Toledo y Roxas, fueron procreados 
los siguientes hijos legítimos én el orden que se mencionan: 
Felipa; María; Juana; Isabel; Luis; Cristóbal, y Diego 
Colón de Toledo. Los cuales: 
1. Doña Felipa Colón de Toledo, natural de Santo Do-
mingo de Guzmán, falleció en el alcázar dé su familia en 
esa ciudad, año 1548. 
2. Doña María Colón de Toledo, dé la que tratamos en 
el presente Capítulo I con el título LOS MARQUESES 
DE GUADALEST. 
3. Doña Juana Colón de Toledo, de la que se trata en 
el siguiente Capítulo II DESCENDENCIA DE LOS 
COLÓN EN MÉXICO: LOS MARQUESES. DE VILLA-
MAYOR DE LAS 1VIERNAS" (véase además nuestra 
obra Los Bocanegfa en Nueva España cuando ésta se edite). 
4. Doña Isabel Colón de Toledo, de la que se trata en 
el Capítulo III LAS DIGNIDADES DE LOS COLÓN 
EN LA CASA DE LOS:GELVES Y BERWICK. 
5. Don Lüis Cólón de Toledo, ; del que después trata-
remos al presente Capítulo I en la LÍNEA DE LOS PRI-
MEROS DUQUES DE VERAGUA Y DE LA VEGA. 
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E L GRAN A L M I R A N T E Y SUS DESCENDIENTES . 9 
6. Don Cristóbal Colón de Toledo, al que le dedicamos 
el Capítulo V titulado DE LOS COLÓN Y PRAVIA, A 
LOS COLÓN DE LARREÁTEGUI y cuya extensa des-
cendencia cubre los Capítulos siguientes al indicado. 
7. Don Diego Colón de Toledo, que sigue. 
D O N DIEGO COLÓN DE TOLEDO, ya mencionado 
nacido en Santo Domingo de Guzmán hacia 1524, 
hizo sus pruebas para ingresar en la Orden de Santiago, de 
la que fué Caballero en 153 5, y en dichas probanzas de-
mostró, mediante la aportación testifical usual de la época, 
que su abuelo don Cristóbal Colón era natural de Saona 
(Savona). Falleció en Nombre de Dios, istmo de Panamá, 
Don Rómulo Cúneo'Vidal, en las páginas 239 a 241 de su obra Cristóbal 
Colón genovés, repite un artículo titulado "El apellido Colón en la provincia 
de Cádiz" debido al académico don Hipólito Sancho inserto en el número 28 
del Boletín de la Real Academia Hispano-Americana de Ciencias y Artes de 
Cádiz, refiriendo que una Real cédula de merced dada a Colón por los 
Reyes Católicos al regresar de su primer viaje, perteneció a "una rama de 
la familia Colón avecindada en la villa de Chipiona a fines del siglo XVI 
y más tarde en Jerez, de la Frontera" los cuales usaban las armas y leyendas 
del Almirante, de acuerdo con lo que dice un testimonio de mediados del 
siglo XVIII . Con partidas establece esta línea cuyo nexo con el Gran Almi-
rante no llega a determinarse: 
FELIPE S A N C H E Z COLÓN, y Leonor Sánchez, Navarro, padres: de 
P E D R O COLÓN SALMERÓN (nacido y bautizado en Chipiona el 19 
19 de febrero de 1576); y María González de Mendoza, padres; de 
A L O N S O C O L Ó N G O N Z A L E Z D E M E N D O Z A G A I T A N (nacido y 
bautizado en Chipiona, 1627, al parecer fallecido en 1691); y María-Josefa, 
de Medina Corbalán, establecidos en Jerez de la Frontera, padres: de Pedro; 
Baltasar; Manuel; Luis-Isidro, y María-Paula Colón González de Mendoza 
(y Medina) . De los cuales: 
P E D R O G O N Z A L E Z DE M E N D O Z A (y Medina) , caballero jerezano 
quien según nos dice Cúneo-Vidal, lo alude Bartolomé Gutiérrez en su Historia 
de las antigüedades y memorias de la Muy ?\[oble y Muy Leal Ciudad d a 
Xerez de la Frontera. Refiriéndose a la casa de los Vargas, dice que este don 
Pedro "escribió un cuaderno haciendo árbol de su descendencia" y dandc* 
por cierto proceder del Descubridor. El tal don Pedro Colón González de 
Mendoza fué casado con Ana-María de Pareja Spínola. 
10; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
año de 1548, y dícese dejó varios hijos naturales, entre 
ellos, dos que llevaron el Aombre de Francisco. Fué casado 
dos veces: la primera en España y la segunda en Santo 
Domingo de Guzmán. 
LOS MARQUESES DE GUADALEST 
Doña MARÍA COLÓN DE TOLEDO (mencionada 
en este Capítulo como segundogénita de don Diego Colón, 
I Duque de Veragua y I Marqués de la Jamaica; y de 
doña María de Toledo y Roxas), falleció en Castilla, año 
de 1578, casada con don Sancho Folch de Cardona y Ruiz 
de Lihori, natural de Valencia, Gran Almirante de Ara-
gón, Señor de varios lugares y entre ellos, de Confrides y 
de Ondara en el reino de Valencia, III Señor del valle de 
Guadalest y posteriormente I Marqués de esta denomina-
ción por Real cédula de Carlos Quinto fechada el primero 
de mayo de 1542. Este Marqués de Guadalest fué procrea-
do por el también Gran Almirante de Aragón don Sancho 
Folch de Cardona y Faxardo, II $eñor ¿ e l valle de Gua-
dalest y en Valencia de los lugares de Confrides y de 
Ondara entre otros; y por doña Isabel Ruiz de Lihori. 
De su citado enlace, doña María Colón de Toledo, tuvo 
por hijos: a Cristóbal; a Luis, y a María de Cardona y 
Colón de Toledo.Los cuales: 
1. Don Luis de Cardona y Colón de Toledo, fué Señor 
de la Alcudia y al parecer no dejó sucesión. 
2. Doña María de Cardona y Colón de Toledo, de la 
que después trataremos. 
3. Don Cristóbal de Cardona y Colón de Toledo, otras 
veces "Cristóbal Colón de Cardona", Gran Almirante de 
EL GRAN ALMIRANTE Y SUS DESCENDIENTES . 1 1 
Aragón, sucedió a su padre, siendo el II Marqués de Gua-
dalest. Fué IV Señor del valle de esta denominación y de 
los lugares valencianos, entre otros, de Confrides y de 
Ondara. Falleció en el año de 1S83 mientras litigaba con 
sus parientes por la posesión de los títulos y preeminencias 
de los Colón, habiendo obtenido un primer fallo a su 
favor por sentencia de la Real Audiencia de Santo Do-
mingo de Guzmán, aplicándosele los frutos después de 
fallecido. Aunque algunos autores dicen que permaneció 
soltero, el gran genealogista don Francisco Fernández de 
Béthencourt en la página 136 del tomo IV de su Historia 
Genealógica y Heráldica de la Monarquía Española nos 
dice que casó con doña Ana de Centellas y' Folch de Car-
dona (procreada por don Francisco Gilabert de Centellas 
y Heredia, conocido por "Ramón de Ruisech", III Conde 
de la Oliva, II poseedor de la baronía de Nules, Señor del 
valle de Ayora, de Muría, Orba, Algar y Pego, y de los 
grandes estados de su linaje en Cerdeña, poeta y conocedor 
del griego y del latín; y por doña María Folch de Car-
dona, casados previas capitulaciones matrimoniales cele-
bradas en Xeldo, cerca de Segorbe, el 9 de diciembre de 
1525). Este II Marqués de Guadalest, de doña Ana López, 
oriuda de Porrillo, tuvo por hija natural: a 
Doña María Folch de Cardona y López, que aparece 
también con el nombre de "María Ruiz de Cardona", la 
que casó dos veces: la primera con don Agustín Álvarez 
de Toledo, del Consejo del monarca; y la segunda vez con 
el viudo de anterior enlace don Luis Bravo de Acuña, 
natural de la villa de Cisneros, ilustre personaje que fué 
Colegial de los Caballeros Manriques en el Mayor de Al-
calá, Capitán de una de las compañías de a caballo para 
la expulsión de los moriscos, Corregidor de la ciudad de 
12; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL C O L Ó N 
Logroño, Capitán General de La Rioja, Veedor General 
de la Gente de Guerra en Portugal y allí Presidente del 
Consejo de Hacienda; Veedor General interino de las Ga-
leras de Portugal, miembro del Consejo de Hacienda en 
Castilla, Embajador de Felipe III en la República de Vene-
cia, perteneciente al Consejo Supremo de Guerra de este 
monarca y su Gentilhombre de Cámara; Ayo y Camarero 
Mayor del Infante-Cardenal (don Fernando de Austria), 
Caballero de la Orden de Calatrava en 1599, Camarero, 
Caballerizo Mayor y Mayordomo del Archiduque don 
Carlos (con el que estuvo en Alemania); Embajador Ex-
traordinario de Felipe III en Francia, miembro del Consejo 
de Guerra del príncipe don Filiberto y su Veedor General; 
Gobernador y Fortificador de Cádiz; Virrey y Capitán 
General de Navarra y General de Guipúzcoa (en cuyo 
cargo recibió el juramento del príncipe don Baltasar-Carlos 
en Cortes de Navarra, año de 1632). Cuando fué electo 
para el Consejo de Estado de Felipe IV y designado por 
éste como su Embajador en Roma, falleció el 31 de diciem-
bre de 1633, habiendo testado ante el escribano Juan de 
Ulibarri el 20 de dicho mes (hijo de don Luis Bravo de 
Lagunas y Villarroel, Sánchez de Alfaro y Ximénez de 
Cisneros, también natural de la villa de Cisneros, Señor 
de la villa de Ledijos y de la casa de su linaje, Comendador 
de Hornos en la Orden de Alcántara de la que fué Caba-
llero profeso; Gobernador y Visitador de los presidios da 
África y costas de Andalucía, Comisario general de la 
Infantería y Caballería de España en 1573 y Capitán prin-
cipal de las Guardias Viejas de Castilla con, muy señalados 
servicios al emperador a quien acompañó a Túnez, vete-
rano de la batalla de Saint-Quentín; y de doña Isabel de 
Acuña y Niño de Castro, Zúñiga y Manrique, conocida 
EL GRAN A L M I R A N T E Y SUS DESCENDIENTES . 13 
por "Isabel de Acuña Manrique", natural de Valladolid, 
bautizada en aquella parroquia de Nuestra Señora de la 
Antigua). Del indicado segundo enlace de doña María 
Folch de Cardona y López, fué procreado: 
Don Francisco Bravo de Cardona y Colón de Toledo, 
Caballero de la Orden de Calatrava, quien como militar, 
murió de servicios en los estados de Flandes, en vida de 
su ilustre padre. 
Doña MARÍA DE CARDONA Y COLÓN DE 
TOLEDO (ya mencionada como hija de doña María Co-
lón de Toledo; y del I Marqués de Guadalest don Sancho 
Folch de Cardona y Ruiz de Lihori), formó parte de los 
litigantes por las preeminencias de los Colón. Fué la III 
Marquesa de Guadalest en posesión del gran almirantazgo 
de Aragón y V Señora del valle de Guadalest y de los 
lugares de Confrides, la Ondara y otros del reino valen-
ciano. No dejó sucesión de su enlace con don Francisco 
de Mendoza y Mendoza, Mendoza y Aragón, Comendador 
de Valdepeñas en la Orden de Calatrava. Este señor, en 
1593 fué designado a formar parte de la Junta instituida 
para la expulsión de los moriscos; dos años después fué 
Mayordomo del archiduque Alberto y su Caballerizo Ma-
yor en los estados de Flandes, y tuvo por padres a don 
Iñigo de Mendoza y Mendoza, IV Conde de Tendilla, 
III Marqués de Mondéjar y Capitán general de la Alham-
bra y reino de Granada así como Embajador en Roma; y 
a doña María de Mendoza y Aragón, de la casa ducal del 
Infantado. 
14; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
LÍNEA DE LOS PRIMEROS DUQUE DE 
VERAGUA Y DE LA VEGA 
Don LUIS GOLÓN DE TOLEDO (mencionado en 
este Capítulo como quinto hijo de don Diego Colón, 
I Duque de Veragua y I Marqués de la Jamaica; .y de 
doña María de Toledo y Roxas), nació en el alcázar de 
su familia en Santo Domingo de Guzmán, año de 1522, 
y fué el II Duque de Veragua, II Marqués de la Jamaica 
y III Gran Almirante y Adelantado Mayor de las Indias. 
Este inquieto personaje de la familia de los Colón obtuvo 
además, previo Real decreto de 28 de septiembre de 15 56 
y el subsecuente Real despachó de 16 de'marzo del año 
inmediato, el ducado de la Vega de Santo Domingo, del 
que por tanto füé su primer poseedor. Entró en el dis-
frute de ésa dignidad ducal'a virtud de sentencia arbitral 
con la Corona, de acuerdo con la renuncia hecha por él 
de ciertos derechos de su abuelo don Cristóbal Colón. Por 
sus asuntos amorosos se vió envuelto en las redes de la 
justicia hasta su fallecimiento, siendo preso en 15 57, año 
en que obtuvo su Real despachó como I Duque de la Vega 
de Santo Domingo. Llevado primeramente a la fortaleza 
de Arévalo, fué trasladado luego a la de Simancas, después 
á Villaverde, más tarde a Madrid donde estuvo en reclusión 
cerca de catorce años; y por ultimo a Orán donde, aún 
preso, falleció el 29 de enero de 1572. Se le sepultó de 
primera intención en el monasterio de franciscanos exis-
tentes en Orán, luego trasladados sus restos a la capilla de 
Santa Ana en el monasterio sevillano de Los Reyes; y por 
último sepultado en la Catedral de Santo Domingo. Ofi-
ciando el entonces Deán de la Catedral de Santo Domingo 
de Guzmán, fray Rodrigo de Bastidas y Rodríguez dé Ro-
Entrada al Alcázar de don Diego Colón, I Duque de Veragua. 
EL GRAN ALMIRANTE Y SUS DESCENDIENTES . 15 
mero (luego ilustre Obispo - de Coro y de San Juan de 
Puerto Rico) , don Luis Colón de Toledo casó legítimamen-
te en la parroquia del Sagrario de la Catedral dominicana 
en septiembre de 1 5 4 6 , con una señora nombrada doña 
María de Mosquera y Pasamonte, rica heredera de la Isla 
Española, hija del magnate don Juan de Mosquera <-*\ veci-
(*) Don Juan Mosquera era ya vecino de la ciudad de Santo Domingo 
en 1525 (asientos 536 y 1041, páginas 168 y 325, tomo V, Catálogo de los! 
Fondos Americanos del Archivo de Protocolos de Sevilla). 
Basco Mosquera (hijo de Basco Mosquera y de Leonor de Sotomayor), 
vecino de la parroquia sevillana de San Andrés, obtuvo autorización para 
pasar a Santo Domingo, el 14de enero de 1539 (No. 19, página 2, volumen 
III del Catálogo de Pasajeros a Indias, publicación de Archivo General de 
Indias, Sevilla). 
En la página 458, tomo I de la obra Dilucidaciones Históricas de fray 
Cipriano Utrera, al ilustrarnos este acucioso historiador sobre los primeros 
vecinos de Santo Domingo de Guzmán, dice: que 
D I E G O DE M O S Q U E R A , casó con Juana de Valdés, padres: de 
LUCIA DE M O S Q U E R A , nacida en 1591, la cual casó con Diego Mar-
tínez y Leal (procreado por Hernando y Juana) . Fueron padres: de Juan; de 
Francisco, y de Isabel Martínez y Mosquera; el primero nacido en 1617; el 
segundo en 1618, y la tercera en 1620, habiendo esta última casado con un 
Fernando de Leiba (padres a su vez de una Tomasina y del presbítero Pedro 
de Leiba y Martínez, fallecidos respectivamente en 1744 y 1761). 
Además, el indicado historiador Utrera, en la página 395 del tomo de 
referencia, nos impone de que: una 
M A R Í A M O S Q U E R A aparece en 1606 "en el censo de la Isla ya viuda, 
"con hijos y con hacienda. Si, como supuso Emiliano Tejera, esta doña María 
"Mosquera pudo ser la legítima mujer de don Luis Colón, de quien tuvo 
a María y a Felipa, no parecería con hijos finando el siglo XVI sino que 
"a este tiempo vivían varios Mosqueras, Juan, Diego, María y Lucía, que 
"por ventura fueron sobrinos de la esposa de don Luis Colón. . ." Esta María 
Mosquera a que se refiere Utrera, casó con Juan Sánchez de Quesada, pro-
creando: a Ana (nacida en 1593) y: a 
J E R Ó N I M O S A N C H E Z DE Q U E S A D A Y M O S Q U E R A , nacido a fines 
de 1597, quien fué Secretario de la Real Audiencia de Santo Domingo de 
Guzmán en la isla Española y Secretario de aquel Ayuntamiento. Este 6eñor 
en 1681 cedió sus bienes o parte de ellos, para la fundación del Colegio de 
la Compañía de Jesús, y fué casado con Melchora de Torres, de la que pro-
creó: a Jerónimo; a Catalina; a Diego; a Francisco; a Juan; a Manuel, y a 
María Sánchez de Quesada y Torres. 
16; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
no prominente de Santo Domingo de Guzmán; y de doña 
Ofrasina de Pasamonte. Ya casado don Luis Colón de 
Toledo con la referida señora Mosquera, pretendió luego 
descasarse de ella por la palabra dada antes a doña María 
de Orozco (dama que había casado en Honduras con don 
Francisco Castellanos) y posteriormente, sin enviudar, 
anunció nuevo compromiso amoroso, el 8 de junio de 1 5 5 4 , 
celebrándose en Valladolid el correspondiente casamiento, 
previas capitulaciones matrimoniales hechas el 1 9 de oc-
tubre de ese año, ( y obteniendo aprobación papal de ese 
enlace en 15 55), con doña Ana de Castro Ossorio, de la 
que no tuvo descendencia (hija de don Alvaro de Ossorio 
y Losada, Caballero de la Orden de Santiago que falleció 
en su palacio de Monforte de Lemos el 1 2 de diciembre de 
1 5 4 1 , de la casa condal de! Trastamara; y de doña Beatriz 
de Castro Ossorio, I I I Condesa de Lemos y Condesa de 
Sárria, a su vez fallecida en Valladolid el 1 2 de noviembre 
de 1570, ambos casados en 1521). Además, estando preso 
en Madrid, don Luis Colón de Toledo, cuando tenía treinta 
y seis años de edad, entró en amores con una moza de 
catorce años nombrada Luisa de Carvajal (hija de un 
Francisco de Carvajal) y la cual posteriormente casó con 
un vecino de Toledo nombrado Luis Buzón; de esta señora 
tuvo por hijo natural a un Cristóbal Colón y Carvajal. 
También fué padre ( * ) de Petronila Colón y de otra hija 
( * ) P a r e c e q u e en la c i u d a d de S a n t o D o m i n g o de G u z m á n q u e d a r o n 
a lgunos C o l ó n i legí t imos, q u e p r o c e d i e r o n , b ien d e d o n Luis C o l ó n de 
T o l e d o o de D i e g o o Cr i s tóba l sus h e r m a n o s . Lo cier to es que el h i s to r i ador 
U t r e r a , así como S c h ó e n r r i c h y H e n r i Ha r r i s se se r emi t en a a lgunos C o l ó n 
domin icanos . U t r e r a se r e f i e r e : a 
I . D o n Luis C o l ó n que de su m u j e r d o ñ a M a r í a Cas te l lanos p r o c r e ó : a 
Franc isco ; a M i g u e l ; a Luis ; a Franc isca , y a E l e n a C o l ó n y Caste l lanos , 
E L GRAN A L M I R A N T E Y SUS DESCENDIENTES . 1 7 
ilegítima nombrada Juana Colón de Toledo. Y de su legí-
timo enlace con la indicada doña María de Mosquera y 
Pasamonte, procreó: a María (también litigante por las 
dignidades de su familia, que nació en Panamá, año de 
1548, monja en el monasterio de San Quirce, en Vallado-
lid) ; y a la que fué su primogénita y sucesora, doña Felipa 
Colón y Mosquera, Toledo y Pasamonte. De los cuales: 
1. Doña Felipa Colón y Mosquera, Toledo y Pasamonte, 
de la que después se tratará. 
2. Doña Juana Colón de Toledo, bija ilegítima, nacida 
en Santo Domingo de Guzmán, año de 1541, luego de 
residir en el alcázar de su familia, fué llevada a España, 
de los cuales, el Luis falleció leproso, estando su defunción en la parroquia 
del Sagrario de la Catedral de Santo Domingo a 17 de enero de 1681. 
Harrisse y también Schóenrrich mencionan: a 
II. Pedro Colón "hijo de Cristóbal Colón", que casó el 16 de junio de 
1738 con luana Ruis. 
III. Francisco Colón y Rodríguez, natural de Santiago de los Caballeros, 
clérigo de prima tonsura, falleció en Santo Domingo de Guzmán el 17 de 
agosto de 1770, siendo sepultado en el convento de Nuestra Señora de la 
Merced. Tuvo por padres a otro Francisco Colón, y a Ángela Rodríguez. 
Por nuestra parte, en La Habana encontramos estos aportes sobre unos 
Colón dominicanos; sin que nos conste que desciendan del Descubridor: 
Don JOSÉ R A M O S COLÓN y su mujer Francisca Montes, vecinos de 
la ciudad de Santo Domingo, fueron los padres: de 
Doña M A R Í A COLÓN Y M O N T E S , natural de Santo Domingo, que casó 
con don Cristóbal Tenorio'Cordero de Santoyo y Mateos, natural de Sevilla, 
Coronel graduado del Regimiento de Murcia de guarnición en La Habana 
(hijo de José y de Josefa). Procrearon: a 
Doña M A R Í A DEL CARMEN-IRENE-JOSEFA-RAFAELA T E N O R I O -
C O R D E R O DE S A N T O Y O Y COLÓN, nacida en La Habana el 20 de 
octubre de 1823, que fué bautizada en esta ciudad, parroquia del Santo Ángel 
Custodio, el 10 del mes siguiente (folio 111 vuelto, No. 442, libro 12). 
18; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
educándose al cuidado de sus tíos doña Isabel Colón de 
Toledo y don Jorge-Alberto de Portugal y Meló, el I Con-
de de los Gelves. 
3. Don Cristóbal Colón y Carvajal, hijo natural, nació 
en España por 1565, donde sin dejar descendencia falleció 
en 1601. López de Haro, en la página 304 del tomo II de 
su Nobiliario Genealógico dice que este don Cristóbal 
pretendió la sucesión de su casa. Fué por tanto uno de 
los participantes en el más embrollado litigio familiar de 
su época. 
Doña FELIPA COLÓN Y MOSQUERA, TOLEDO Y 
PASAMONTE (legítima primogénita del II Duque de 
Veragua, I Duque de la Vega de Santo Domingo don Luis 
Colón de Toledo, habida de su mujer doña María de Mos-
quera y Pasamonte), por muchos años fué vecina de la villa 
de Aldeanueva, cerca de Olmedo (Valladolid), falleciendo 
el 2 5 de noviembre de 1 5 7 7 , y siendo la III Duquesa de 
Veragua, III Marquesa de la Jamaica, II Duquesa de la Ve-
ga de Santo Domingo, y poseedora del adelantamiento 
mayor de laá Indias. No dejó descendencia de su enlace, 
efectuado en 1573, con su primo don Diego Colón de Tole-
do y Pravia, Caballero de la Orden de Santiago del que 
volveremos a tratar en la página 2 3 1 , Capítulo V, (hijo de 
don Cristóbal Colón de Toledo; y de la segunda mujer de 
éste doña Ana de Pravia, tratados al referido Capítulo V 
de esta obra). Al deceso de doña Felipa se suscitó el 
tantas veces mencionado pleito familiar entre las distintas 
ramas del linaje, deseosos de entrar en posesión de las 
codiciadas pi errogativas que llevaba el que ostentase la 
primogenitura de la casa fundada por el navegante genovés 
don Cristóbal Colón. 
CAPÍTULO II 
DESCENDENCIA DE COLÓN EN MÉXICO: 
LOS MARQUESES DE VILLAMAYOR DE 
LAS IVIERNAS 
Doña J U A N A COLÓN DE TOLEDO(ya menciona-
da en el precedente Capítulo I como hija tercera de don 
Diego Colón, I Duque de Veragua y I Marqués de la Ja-
maica; y de doña María de Toledo y Roxas), fué natural 
de Santo Domingo de Guzmán y, para la posesión del 
ducado de Veragua inició un litigio el 21 de noviembre de 
1578 sin lograr fallo a su favor. Previas capitulaciones 
matrimoniales hechas en Valladolid el 15 de abril de 1537 
ante el escribano García de Vera, casó esta señora con don 
Luis de la Cueva y Toledo, Comendador de la Alhambra 
No podemos dejar de mencionar a los siguientes que, en la primera mitad 
del siglo XVII aparecen establecidos en Zempoala (hoy Estado de Hidalgo 
en los Estados Unidos Mexicanos), por usar los apellidos COLÓN DE L A 
C U E V A Y P O R T U G A L . Ello nos hace creer que la rama a que vamos a 
referirnos fué originada por la unión de los linajes C A S A N O V A y C O L Ó N 
DE P O R T U G A L , cuyos aportes no los hemos podido adquirir . No creemos 
posible fuesen parientes de los Coullomb-Cazanouves, linaje de corsarios 
gascones familia distinta a pesar de la similitud que se advierte en sus 
apellidos. 
Al respecto, tal genealogía podemos comenzarla: con 
Don A N T O N I O DE C A S A N O V A Y C O L Ó N DE LA C U E V A Y 
P O R T U G A L (otras veces "Antonio Colón de la Cueva y Portugal de Casa-
nova") , vecino de Zempoala, que casó con doña Gertrudis López de Carrión, 
procreando: a 
Don L U C A S COLÓN DE LA CUEVA P O R T U G A L DE C A S A N O V A 
Y LÓPEZ DE CARRIÓN, natural de Zempoala, que casó en la parroquia 
del Sagrario de la Catedral de México el 15 de agosto de 1685, velándose 
19 
20; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
y de la Solana en la provincia de Castilla en la Orden 
de Santiago y Caballero profeso de la misma. Este señor 
fué Capitán de la Guardia Imperial de su pariente Carlos 
Quinto, Gentilhombre de la casa de dicho emperador y 
Consejero del mismo monarca, poseyendo otras dignidades 
y elevados cargos. Como su hermano, fué veterano de la 
batalla de Villalar, siendo segundogénito de don Francisco 
Fernández de la Cueva y Mendoza, nacido en la villa de 
Cuéllar el 25 de agosto de 1467 donde falleció el 4 de junio 
de 1526, Conde de Huelma, II Conde de Ledesma y II 
Duque de Alburquerque, Grande de Castilla, S.eñor de las 
villas de Cuéllar, Mombeltrán, Pedro-Bernardo y la Codo-
sera; y de doña Francisca Álvarez de Toledo y Enríquez, 
la cual a su vez fué procreada por los condes luego duques 
de Alba de Tormes. De su indicado enlace, doña Juana 
Colón de Toledo tuvo por unigénita: a 
Doña MARÍA COLÓN DE LA CUEVA, natural de 
Madrid, que fué la primera persona de su linaje que se 
estableció en la Nueva España, testando en Antequera de 
Oaxaca el 29 de julio de 1598 ante el escribano real don 
Alonso de Soberón. Como se explicará, es la progenitora 
el 25 de febrero de 1691 con doña Tomasa-Gervasia de la Granja y Escobar, 
natural de esta ciudad, hija de Francisco y de Josefa (folio 249 vuelto del 
libro 11 de matrimonios y folio 118 vuelto del 12 de amonestaciones). Pro-
crearon: a Juan-José; a Manuel; a Fernando-Miguel, y a Ignacio-Xavier 
Colón de la Cueva y Portugal Casanova y de la Granja, los cuales fueron 
bautizados en la parroquia del Sagrario de la Catedral de Mxéico, respecti-
vmente, el 27 de mayo de 1687, el 3 de abril de 1690, el 10 de octubre de 
1692 y el 15 de noviembre de 1695 (folio 63 vuelto del libro 28; folio 189 
del libro 29; folio 94 del libro 30, y folio 19 del libro 31 de bautismos). 
Además, fueron padres: de 
Doña JOSEFA COLÓN DE LA CUEVA Y P O R T U G A L C A S A N O V A 
Y DE LA G R A N J A (otras veces " J o s e f a Colón de Casanova"), que casó 
en México, parroquia de San Miguel, el 4 de noviembre de 1708, con don 
Tomás de Flores Muñís (folio 57 del libro segundo correspondiente). 
LA DESCENDENCIA DE LOS COLON E N MEXICO.., 2 1 
de los descendientes del Gran Almirante en México, y de 
gran consideración en la Corte, antes de pasar a la Amé-
rica fué Dáma de la reina doña Isabel de la Paz, la tercera 
mujer de Felipe II. Llegada a México en 1579, había ca-
sado en Castilla con el ya viudo de anterior matrimonio 
don Carlos de Luna y Arellano y Roxas, bautizado en la 
parroquia del Sagrario de la Catedral de México el 9 de 
febrero de 1547 (folio 181 del libro primero de su clase), 
Alcalde Mayor de la Puebla de los Ángeles, Capitán Gene-
ral de Yucatán y Alcalde Mayor de Xochimilco, Señor 
de Ciria y de Borobia, Mariscal de Castilla, cuyos padres 
lo fueron don Tristán de Luna y Arellano y Dávalos, Capi-
tán General de la Florida en 15 59, vecino de la ciudad de 
México y fallecido el 16 de septiembre de 1573, de la casa 
de los Cameros, y doña Isabel de Roxas, natural de las 
Navazuelas, en Extremadura. Esta doña Isabel de Roxas, 
fué procreada por don Bartolomé Diez de Aux y por otra 
Isabel de Roxas. Debe dejarse constancia de que la Isabel, 
de Roxas (mujer de don Tristán de Luna y Arellano y 
Dávalos) había sido casada en primer matrimonio con el 
Conquistador y Regidor don Juan Yelázquez, y en segun-
do enlace con don Francisco Maldonado, siendo por tanto 
su tercer marido el dicho don Tristán. Volviendo a doña 
María Colón de la Cueva y a su marido mexicano don 
Carlos de Luna y Arellano y Roxas, éstos tuvieron por 
hijas: a Juana Colón de Toledo y de la Cueva, y a Isabel 
Colón de la Cueva y Roxas. Las cuales: 
1. Doña Juana Colón de Toledo y de la Cueva, de la 
que después trataremos en este Capítulo como progenitora 
de los marqueses de Villamayor de las Iviernas. 
2. Doña Isabel Colón de la Cueva y Roxas, fué más 
conocida por el nombre de "Isabel de Roxas" como sus dos 
22; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL C O L Ó N 
ascendientes referidas: bautizada en la parroquia del Sa-
grario de la Catedral de México el día último de diciembre 
de 1580 (folio 96 vuelto del libro 4o. correspondiente), 
otorgó disposición testamentaria cerrada en esta ciudad el 
18 de julio de 1640 que se entregó al escribano real Antonio 
Sardo de León, abierto el 24 de dicho mes ante el escribano 
José de la Cruz, día de su fallecimiento. Casó tres veces: 
la primera en 1601, con don Mateo de Mauleón (viudo de 
doña Juana de Arellano); la segunda con don Gonzalo de 
Monroy Enríquez, natural de Salamanca y vecino de la 
ciudad de México, Caballero de la Orden de Santiago (o 
de Alcántara), Señor de la villa de Tomasico, que fué 
Alcaide del castillo de San Juan de Ulúa. Y por tercera 
vez esta señora casó con don Alonso Tello de Guzmán, 
Veinticuatro de Sevilla y natural de esa ciudad donde fué 
Capitán de Milicias de Infantería Española, Gobernador 
que fué de la Puebla de los Ángeles en la Nueva España, 
hijo de don Gutierre Tello de Bracamonte y de doña María 
de Guzmán Dávila, esta última, de los señores de Céspedes. 
De su segundo matrimonio, doña Isabel de la Cueva y 
Roxas, procreó: a Diego Monroy Colón de la Cueva; y de 
su tercer enlace tuvo por hijo: a Diego-Antonio Tello de 
Guzmán y Colón de la Cueva. Los cuales: 
A. Don Diego Monroy Colón de la Cueva, fué bautizado en la 
parroquia del Sagrario de la Catedral de México el 29 de octubre 
de 1615 (folio 170 del libro 89 de su clase). 
B. Don Diego-Antonio Tello de Guzmán y Colón de la Cueva, 
fallecido en 1647, fué Caballero de la Orden de Alcántara en 1646, 
sin llegar a profesar en la misma, y Alcalde ordinario del Ayun-
tamiento de México. Casó en la parroquia del Sagrario de esa 
Catedral el 5 de marzo de 1643, velándose el 17 de septiembre del 
mismo año (folio 164, libro 6° de su clase; y folio 47 del J ' de 
amonestaciones), con doña Luisa de Tovar y Sámano (procreada 
LA DESCENDENCIA DE LOS COLON E N MEXICO.., 2 3 
por don Luis de Tovar y Corcoles-Godínez, natural de Temas-
caltepec, Secretario de la Gobernación y Guerra del Virreinato de 
la Nueva España; y doña Luisa de Sámano y Valdés, Quiñones 
y Arellano, natural de México, descendiente de la casa, torre y 
solar de Don-Bergón Marroqum de Sámano, en el valle riojano de 
Sámano, y de la deValdés, solar y torre de Sancucado, en Llarena, 
Asturias). Doña Luisa de Tovar y Sámano poseyó el mayorazgo 
fundado por sus padres en 1634 y acrecentado en 1641, 1642 y 
1643, lo cual con su genealogía y armas de familia, consta en una 
interesante documentación que se encuentra al volumen 51, ramo 
de "Vínculos" en el Archivo General de la Nación, México, D. F. 
Volviendo a don Diego-Antonio Tello de Guzmán y Colón de la 
Cueva, de su enlace con la antes mencionada doña Luisa de Tovar 
y Sámano, procreó: a 
Doña Isabel Tello Colón de la Cueva y Tovar, que fué bau-
tizada en la parroquia del Sagrario de la Catedral de México el 
10 de junio de 1644 (folio 3 5 del libro 15 de su clase). 
Doña J U A N A COLÓN DE T O L E D O Y D E LA 
CUEVA (anteriormente mencionada como hija de doña 
María Colón de la Cueva; y del Mariscal de Castilla don 
Carlos de Luna y Arellano y Roxas), casó con don Fran-
cisco Pacheco de Bocanegra Córdova Vázquez de Coro-
nado y Estrada (del que fué su segunda mujer), a quien 
Dorantes de Carranza llama "el Gran Caballero", posee-
dor de la encomienda de Acámbaro —una de las más 
ricas de la Nueva España—, patrono del monasterio de 
Santo Domingo en la ciudad de México, mayorazgo, IV 
Señor de Valdecantos o de los Apaseos Alto y Bajo, Go-
bernador y Corregidor y en 1595 Alcaide Mayor de la 
provincia de Tepeaca; Juez Visitador del valle de Otum-
ba, de la Mixteca y de Tepeji, de las congregaciones de la 
Nueva España y de la ciudad de Oaxaca; Alcalde Mayor 
y Justicia Mayor de las Minas de Zacuarapa y Corregidor 
de Istapan, Tonatico, Guiztaca, Hautinchan y Jojuthla; 
24; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
Juez general de matanza y de los repartimientos de las 
ciudades de Texcoco, Tacuba y de las congregaciones de 
sus provincias, Corregidor y Alcalde Mayor, año de 1605, 
de la Puebla de los Ángeles; Teniente de Capitán General 
del Virrey, Juez general por Su Majestad en México y 
de las matanzas en las provincias de Tula, Xilotepec y 
Michoacán, así como del repartimiento de la Puebla de los 
Ángeles (hijo de don Ñuño de Chávez-Pacheco de Cór-
dova y Bocanegra, III Señor perpetuo de Valdecantos o de 
los Apaseos Alto y Bajo y de doña Marina Vázquez 
de Coronado y Estrada, Marquesa de Villamayor por vida). 
Don Francisco Pacheco de Bocanegra Córdova Vázquez 
de Coronado y Estrada, por Real cédula expedida en Va-
lladolid de Castilla el 6 de marzo de 1610, fué creado I 
Adelantado Mayor de la Nueva Galicia, ingresando como 
Caballero en la Orden de Santiago, año de 1609. Poste-
riormente, al adquirir por compra de doña Ana-María de 
Andrade viuda de don Martín de Castejón (hecha en Ma-
drid el 16 de octubre de 1612 ante el escribano Juan de San-
tillana) la villa de las Iviernas (situada hoy en el municipio 
y partido judicial de Cifuentes, en la provincia de Gua-
dalajara, diócesis de Sigüenza), por Real decreto de 18 de 
marzo de 1617 y el subsecuente Real despacho de 7 de abril 
inmediato, signados por Felipe III en Madrid, fué creado 
primer Marqués de Villamayor de las Iviernas, siéndole 
otorgada, además, la perpetuidad en el adelantamiento ma-
yor de la Nueva Galicia por juro de heredad. Por otra 
Real cédula que había sido extendida por el mismo mo-
narca en Madrid el 7 de marzo de 1615, con refrendo de 
Tomás de Angulo fundó un mayorazgo ante Alonso San-
(*) Véase nuestra obra Los Bocanegra en llueva España, cuando ésta 
sea editada. 
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LA DESCENDENCIA DE LOS C O L O N E N MEXICO.., 2 5 
tiago de Villalta a favor de su hijo primogénito, después de 
obtener la venia de doña Juana Colón de Toledo y de la 
Cueva, su mujer, por escritura que ésta otorgó el 21 de 
mayo de 1613 en México ante el escribano real Diego N ú -
ñez. Según consta al folio 1273 del volumen 674, ramo de 
"Tierras", y al volumen 215 del de "Vínculos" en el Ar -
chivo General de la Nación, México, D. F., el I Marqués 
de Villamayor de las Iviernas dió poder a su madre en 
Actopan el 5 de diciembre de 1604 ante el escribano Alon-
so Díaz de Garfias, y fundó además, un nuevo mayoraz-
go. Hizo información de su nobleza en México el 26 de 
mayo de 1574 ante el escribano real Juan Gómez de An-
drada, acreditando su genealogía (valioso e interesante 
documento que consta al expediente 6, volumen 365 del 
ramo de "Inquisición", en el Archivo General de la Na-
ción, ya citado). En 10 de noviembre de 1605 este señor 
pidió a la Real Audiencia de la Nueva España se le reci-
biese información de parte y oficio por ser "caballero 
de mucha satisfacción de parte calificada y servicios gran-
des, propios y heredados, de sus padres abuelos paternos 
y maternos" (asiento 8401, página 423 del Catálogo de 
Pobladores por don Edmundo O'Gorman). Es de hacerse 
constar que, aunque en distintas obras se dice que este 
segundo enlace del después I Marqués de Villamayor de 
las Iviernas con la descendiente del Descubridor de la 
América se celebró en Madrid en 1601, el autor de este 
ensayo ha encontrado unos documentos (expediente 105 y 
106 del legajo 78, ramo de "Bienes Nacionales", Archivo 
General de la Nación, México, D. F.) , de los que se des-
prende lo siguiente: en 1600 el Mariscal de Castilla don 
Carlos de Luna y Arellano y Roxas pidió la nulidad del 
matrimonio celebrado en México en dicho año, por su hija 
26; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL C O L Ó N 
doña Juana Colón de Toledo y de la Cueva con don Fran-
cisco Pacheco de Bocanegra Córdova Vázquez de Corona-
do y Estrada, pues estando la misma depositada en el colegio 
denominado de "las Doncellas", se presentó allí el contra-
yente con "cuatro hombres" casándose secretamente, (po-
siblemente los acompañantes fueron el cura y los testigos, 
desde el momento que se solicitó la nulidad de un hecho 
consumado, lo que como es lógico no pudo obtenerse). 
En Madrid y ante el escribano real Alonso de Santiago 
Villalta, cuando pleiteaba el I Marqués de Villamayor de 
las Iviernas a nombre de su consorte y para su hijo por 
la posesión de los ducados de Veragua y de la Vega 
(después de la cesión que a favor de este último había 
hecho de sus pretensos derechos su pariente dominicano 
don Luis de Ávila y Colón de Toledo, del que tra-
taremos en la página 232), fundó el 5 de abril de 
1615 un nuevo mayorazgo, incluyendo en él, a más 
de sus vastas posesiones en los Apaseos, el ya mencio-
nado lugar de las Iviernas, comprado por él con su 
señorío como ya hemos expuesto. El I Marqués de Villa-
mayor de las Iviernas testó en Madrid el 15 de abril 
de 1617 ante el escribano Pedro Álvarez de Murías; y a 
su regreso a México, falleció el 29 de marzo del año in-
mediato ; sus restos fueron trasladados a España, sepultán-
dosele en el enterramiento que para él, su mujer y des-
cendientes, había hecho construir en la iglesia parroquial 
de las Iviernas. Del enlace de doña Juana Colón de Toledo 
y de la Cueva con este Marqués, fueron procreados: Car-
los Pacheco de Córdova Bocanegra y Colón de Toledo; 
Ñuño de Córdova Bocanegra Colón de Toledo y de la 
Cueva, y Francisco Colón Pacheco de Córdova y Boca-
negra (fallecido en su juventud). De los cuales: 
LA DESCENDENCIA DE LOS C O L O N E N MEXICO.. , 2 7 
1. Don Carlos Pacheco de Córdova y Bocanegra, Colón 
de Toledo y de la Cueva, primogénito del que trataremos 
después. 
2. Don Ñuño de Córdova y Bocanegra Colón de Toledo 
y de la Cueva, nacido en Texcoco (México) hacia 1605, 
fué llamado otras veces "Ñuño de Córdova Colón de Tole-
do y Bocanegra". En 1627 ingresó como Caballero en la 
Orden de Alcántara (asiento 16, páginas 176 y 177, tomo 
II de la obra Los Americanos en las Órdenes Nobiliarias, 
por don Guillermo Lóhmann Villena). Siguiendo a Fer-
nández de Bethencourt en el tomo IX de su monumental 
Historia Genealógica y Heráldica de la Monarquía Es-
pañola, Casa Real y Grandes de España, don Ñuño de 
Córdova y Bocanegra Colón de Toledo y de la Cueva, como 
Caballero profeso de dicha Orden deAlcántara, fué su 
Gobernador por la provincia de la Serena, año de 1629, 
así como su Capitán a Guerra. Además fué Maestre de 
Campo de Infantería Española en el ejército de Badajoz, 
y después de haber testado el 2 de diciembre de 1653 ante 
el escribano Pedro González Pedraza, falleció en Villa-
nueva de la Serena el año inmediato. Previas capitulacio-
nes matrimoniales hechas en Madrid ante el escribano 
Andrés Calvo, año de 1631, casó en la ciudad de Gua-
dalajara (hoy en el municipio, partido judicial y provincia 
de su nombre, Castilla la Nueva), el 17 de septiembre de 
1631, con doña María de Mendoza-Aragón y Garnica, 
nacida en Madrid el 17 de abril de 1619 y fallecida el 2 de 
julio de 1671, II Marquesa napolitana de Agrópoli y Se-
ñora de la villa de Santa Fe la Nueva (hija de don Jorge 
de Mendoza y Aragón, I Marqués de Agrópoli, Señor del 
Santo Mango, Gobernador de la Calabria y castellano de 
Castilnovo, Embajador del monarca español en Venecia, 
28; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL C O L Ó N 
y varón de la casa condal de Tendilla (hermano del V 
Marqués de Mondéjar); y de doña María de Garnica Val-
derrama y Avilés). La II Marquesa de Agrópoli testó en 
Madrid el 9 de septiembre de 1669 ante el escribano Juan 
Codeso García de Castro, y de su enlace con don Ñuño de 
Córdova y Bocanegra Colón de Toledo y de la Cueva a 
quien nos referimos, tuvo por hijas: a Francisca-Juana, y 
a María-Gregoria-Petronila de Mendoza Córdova y Ara-
gón. Las cuales: 
A. Doña Francisca-Juana de Mendoza Córdova y Aragón, fallen-
cid a el 18 de enero de 1679, fué la III Marquesa de Agrópoli, VIII 
Marquesa de Mondéjar, X Condesa de Tendilla y Marquesa de 
Vallhermoso de Tajuña, Señora de la provincia de la Almoguera, 
y Alcaldesa de la Alhambra y castillos de Bitabambí. Casó dos 
veces: la primera, sin tener luego descendencia, previas capitula-
ciones matrimoniales efectuadas ante el escribano Juan Suárez 
Izquierdo en Madrid, el 2 de julio de 1657, con su pariente del que 
trataremos en la página 33, don Francisco-Domingo de Córdova 
Colón de Bocanegra y Suárez de Mendoza Torres y Portugal (otras 
veces "Francisco-Domingo de Córdova y Mendoza"), III Marqués 
de Villamayor de las Iviernas, mayorazgo, Adelantado Mayor perpe-
tuo de la Nueva Galicia y VI Señor de Valdecantos o de los Apaseos 
Alto y Bajo, Marqués de Beleña, Vizconde de Torija, X I Conde de la 
Coruña y V de Villardompardo, Señor de la Escañuela, Villagordo y 
la Fuensomera (en Jaén), Alférez Mayor de la referida ciudad de 
Jaén (hijo de don Carlos Pacheco de Córdova- Bocanegra y Colón de 
Toledo y de la Cueva, II Marqués de Villamayor de las Iviernas, Ade-
lantado Mayor perpetuo de la Nueva Galicia, mayorazgo, V Señor 
perpetuo de Valdecantos o de los Apaseos Alto y Bajo; y de doña 
María Suárez de Mendoza y de la Cerda, Torres y Portugal, IV Con-
desa de Villardompardo, X Condesa de la Coruña, Vizcondesa de 
Torija, Marquesa de Beleña y Señora de la Escañuela, Villagordo, la 
Fuensomera, Dangazo y Cobeña, así como del alferazgo mayor de 
Jaén). Doña Francisca-Juana de Mendoza Córdova y Aragón, III 
Marquesa de Agrópoli, que falleció en Madrid, enero de 1677, al en-
viudar del III Marqués de Villamayor de las Iviernas, su pariente, 
LA DESCENDENCIA DE LOS C O L O N E N MEXICO.. , 29 
casó en segundas, en el mes de mayo de 1669, con don Diego Silva 
de la Cerda Mendoza y Guzmán, VII Conde de Galve, Grande de 
España (Marqués viudo del Viso), Marqués del Río y Señor entre 
otras, de las villas de la Zarzuela y de Lagüerce-Valverde (hijo 
menor de don Ruy Gómez de Silva de Mendoza y de la Cerda, 
III Duque de Pastrana, Duque de Estremera y de Francavilla, y 
Príncipe de Éboli y de Mélito; y de doña Leonor de Guzmán y 
Silva, perteneciente ésta a la casa ducal de Medina-Sidonia). La III 
Marquesa de Agrópoli no dejó descendencia. 
B. Doña María-Gregoria-Petronila de Mendoza Córdova y Ara-
gón, nacida el 16 de noviembre de 1633, fué bautizada en Madrid, 
parroquia de San Martín, el 8 de diciembre del mismo año, falle-
ciendo el 31 de mayo de 1712. Al deceso de su hermana anterior-
mente mencionada, fué la IV Marquesa de Agrópoli, XI Condesa 
de Tendilla y fué además Señora de las villas de Meco, Vallher-
moso, Anguix, Fuentevilla y provincia de la Almoguera, Alcaidesa 
de la Alhambra y castillos de Bitabambí, Mauror, la Peza y Puerta-
Elvira de Granada. Casó dos veces: una, con su pariente don 
Miguel de Luna y Arellano, de la casa de los mariscales de Castilla; 
y otra en Madrid, parroquia de San Sebastián, el 24 de octubre de 
1654, con el ilustre erudito don Gaspar_Ibáñez dc Segov ia_y Peralta, 
Arévalo-Sedeño y Cárdenas, nacido en dicha Villa y Corte el 5 de 
junio de 1628 y fallecido el 2 de septiembre de 1702, III Señoi 
de la villa de Corpa, Caballero profeso de la Orden de Alcántara 
(hijo de don Mateo Ibáñez de Segovia y Arévalo-Sedeño, II Señoí 
de la villa de Corpa, Caballero profeso de la Orden de Calatrava 
y su Procurador y Fiscal, Regidor de Segovia, Diputado y Teso-
rero general por el monarca; y de doña Elvira de Peralta y Peralta, 
Cárdenas y Grimaldo, fallecida el 3 0 de mayo de 1647, perteneciente 
a la casa vizcondal de Ambite, marqueses de Legarde„y de San Este-
ban de Mingorrea, y ambos casados el 3 de junio de 1626) . De su 
segundo enlace, doña María-Gregoria-Petronila de Mendoza Córdo-
va y Aragón, procreó: a José; a Mateo; a Ñuño, y a Vicente Ibáñez 
de Segovia Pacheco de Córdova y Mendoza, Peralta y Aragón. 
Los cuales: 
a) Don Mateo Ibáñes de Segovia Pacheco de Córdova y Men' 
dosa, Peralta y Aragón, fué Canónigo de San Ildefonso en Alcalá 
de Henares. 
30; LOS DESCENDIENTES DE CRISTOBAL COLÓN 
b) Don Ñuño Ibáñez de Segovia Pacheco de Córdova y Men-
doza, Peralta y Aragón, también religioso, fué Canónigo. 
c) Don Vicente Ibáñez de Segovia Pacheco de Córdova y Meiv 
doza, Peralta y Aragón, fué Oficial del Real Cuerpo de Marina. 
d) Don José Ibáñez de Segovia Pacheco de Córdova y Mendoza, 
Peralta y Aragón, primogénito, fué el X Marqués de Mondéjar 
XII Conde de Tendilla, Grande de España. Casó el 15 de agosto de 
1687 con doña María-Victoria Fernández de Velasco y Carvajal, Guz-
mán y de los Cobos, nacida el 28 de mayo de 1664 y fallecida en 
Mondéjar el 10 de octubre de 1741 hija de don Francisco Fernández 
de Velasco y Guzmán, Girón y Guzmán, nacido el 21 de agosto de 
1633 y fallecido el 3 de enero de 1 6 9 p r o c r e a d o a su vez por el 
VI Duque de Frías; y de doña Catalina de Carvajal y de los Cobos, 
Messía y Manrique, IV Marquesa de Jodar, fallecida el 7 de n c 
viembre de 1668). De su citado enlace, el X Marqués de Mondéjar, 
XII Conde de Tendilla, tuvo por hija: a 
Doña Eulalia (Olalla) Ibáñez de Mendoza y Fernández de V e 
lasco, Marquesa de Agrópoli, XIII Condesa de Tendilla y XI Map 
quesa de Mondéjar, Grande de España, bautizada en Madrid, parro 1 
quia de San Luis, el 10 de diciembre de 1698, en cuya Villa y Corte 
casó el 13 de octubre de 1717 con su pariente don José-Vicente 
Bellvís de Moneada y Exarch de Bellvís, Escrivá Zapata Boil de 
Montserrat, Torres Córdova y Portugal, Soler y Marrades, Meló de 
Ferreyra Bazán Colón de la Cueva y Bocanegra, nacido en Valencia 
el 17 de noviembre de 1697 y bautizado en aquella parroquia de 
San Lorenzo (del que trataremos posteriormente en este Capítulo en la 
página 42, como también descendiente del Descubridor de América). 
Este señor fué el VII Marqués de Villamayor de las Iviernas, VI I Ade-
lantado Mayor perpetuo de la Nueva Galicia por juro de heredad y 
X Señor perpetuo de Valdecantos o de los Apaseos Alto y Bajo en 
la Nueva España, V Marqués de Benavites, I Marqués de Bélgida, 
Conde de Sallent, IX Conde de Villardompardo, Alférez Mayor del 
reino de Jaén, su Alguacil Mayor y Veinticuatro perpetuo y Señor 
de las villas, lugares y baronías que luego se dirán al tratar del mismo 
(hijo de don Francisco Bellvís de Moneada y Escrivá Zapata y 
Mendoza, Señor y X V Barón de Bellvís; y de doña Francisca-María 
Bellvís y Córdova, Portugal