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ETIOLOGIA Y PSICOLOGIA

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Revista Argentina de Clínica Psicológica
ISSN: 0327-6716
racp@aigle.org.ar
Fundación Aiglé
Argentina
Gómez-de-Regil, Lizzette
Atribución etiológica y curso de la enfermedad en pacientes mexicanos con psicosis
Revista Argentina de Clínica Psicológica, vol. XXV, núm. 3, noviembre, 2016, pp. 309-316
Fundación Aiglé
Buenos Aires, Argentina
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309 
REVISTA ARGENTINA
DE CLÍNICA PSICOLÓGICAVol. XXV 3 NOVIEMBRE 2016
* Lizzette Gómez-de-Regil, Hospital Regional de Alta Especialidad 
de la Península de Yucatán (HRAEPY), México
E-Mail:gomezderegil@gmail.com
REVISTA ARGENTINA DE CLÍNICA PSICOLÓGICA XXV 
© 2016 Fundación AIGLÉ.
p.p. 309–316
Revista Argentina de Clínica Psicológica
2016, Vol. XXV, N°3, 309-316
atribución etiológica y curso de la 
enfermedad en pacientes mexicanos con 
psicosis
Etiological Attribution and Illness Course in 
Mexican Patients with Psychosis
Lizzette Gómez-de-Regil*
Resumen
El estudio tuvo como objetivos: 1) identificar la atribución etiológica de la enfermedad en pa-
cientes con psicosis y, 2) analizar diferencias en la atribución de acuerdo al curso de la enfermedad 
(recaídas, síntomas residuales, diagnóstico). Con la escala de Angermeyer y Klusmann se midió la 
atribución etiológica y el curso de la enfermedad se estableció en base a los expedientes clínicos y 
entrevistas SCID-I. Los factores Sociales fueron las causas más señaladas y puntuaron significati-
vamente más alto que Biología y Familia; los factores Esotéricos puntuaron significativamente más 
bajo que las otras categorías. Individuos sin recaídas puntuaron más alto en atribución a factores 
Esotéricos; individuos con síntomas residuales mostraron mayor atribución a factores de Persona-
lidad. Se discute la relevancia de estos resultados en relación con la provisión de servicios y sus 
resultados.
Palabras clave: Psicosis, esquizofrenia, atribución de la enfermedad, percepción de la enfer-
medad, Mexicanos.
Abstract
This study aimed to: 1) identify the etiological attribution of illness in patients with psychosis 
and 2) analyze differences in attribution according to illness course (relapses, residual symptoms, 
diagnosis). Etiological attribution was measured with the scale developed by Angermeyer and 
Klusmann, and illness course was established from clinical records and SCID-I interviews. Society 
factors were mostly addressed as a cause of psychosis and significantly higher than Biology and 
Family factors; Esoteric factors scored significantly lower than all other categories. Individuals who 
had not relapsed scored higher in their attribution of illness to Esoteric causes; individuals expe-
riencing residual symptoms showed higher attribution of illness to Personality factors. Relevance 
of these results in regard to provision of services and outcome is discussed.
Key words: Psychosis, schizophrenia, illness attribution, illness perception, Mexican.
Recibido: 26-08-13 | Aceptado: 28-01-14
Al enfrentarse con las exigencias de un trastor-
no y/o su tratamiento, los pacientes incorporan sus 
pensamientos y emociones a un cuadro de refe-
rencia que les facilite adaptarse y responder de la 
manera más óptima. Lo que una persona considera 
“normal” o no, respecto a la salud puede influenciar 
la búsqueda de ayuda (Gulliver, Griffiths y Chris-
tensen, 2010; Vanheusden, van der Ender, Mulder, 
van Lenthe, Verhulst, et al., 2009), la adherencia 
al tratamiento (Petrie, Jago, y Devcich, 2007; Shah, 
Hull, y Riley, 2009; Williams y Steer, 2011) y la recu-
peración (Botha-Scheepers, Riyazi, Kroon, Scharloo, 
Houwing-Duistermaat et al., 2006; Scharloo, Kap-
tein, Weinman, Bergman, Vermeer et al., 2000).
Un elemento clave en la percepción que un in-
dividuo tiene respecto a una enfermedad es su 
Agradecimientos: Gracias al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), Mexico, por la beca de posgrado número 187498, al Hospital Psiquiátrico Yucatán 
(México) por su apoyo y a todos aquellos que generosamente aceptaron ser participantes del estudio.
Conflicto de intereses.
Sin conflicto de intereses.
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creencia sobre qué ha causado tal condición. Dada 
la naturaleza más bien subjetiva e interna de sus 
síntomas, particularmente cuando estos son leves e 
insidiosos, es probable que los trastornos mentales 
pasen inadvertidos y en consecuencia no sean tra-
tados por un tiempo significativo (Burns, Jhazbhay 
y Emsley, 2011; Gulliver et al., 2010; Kessler, Ber-
glund, Bruce, Koch, Laska et al., 2001). Más aún, el 
estigma asociado a los trastornos mentales pudiera 
dificultar que el paciente reconozca y/o acepte estar 
afectado y en consecuencia puede retrasar e incluso 
rechazar el tratamiento que necesita (Gulliver et al., 
2010; Shrivastava, Johnston y Bureau, 2012; Tans-
kanen, Morant, Hinton, Lloyd-Evans, Crosby, et al., 
2011; Wrigley, Jackson, Judd y Komiti, 2005). Una vez 
diagnosticado, el individuo intentará buscar sentido 
a su condición, preguntándose qué fue lo que suce-
dió, qué circunstancias o factores son responsables 
de su enfermedad. En sus atribuciones etiológicas 
de la enfermedad los individuos incluyen todo el co-
nocimiento disponible para ellos, sea este preciso o 
no, y tanto aquel recibido de los expertos clínicos, 
como aquel aprendido de su propia cultura y comu-
nidad de referencia y de los posibles contactos con 
otros individuos en situaciones similares.
Respecto a la esquizofrenia, investigación rea-
lizada en muestras comunitarias ha encontrado 
que los factores biológicos y psicosociales son las 
etiologías mencionadas con más frecuencia, y que 
esto parece estar asociado con un mayor deseo 
de distanciamiento social hacia las personas con 
este trastorno (Angermeyer y Matschinger, 2005; 
Dietrich, Beck, Bujantugs, Kenzine, Matschinger 
et al., 2004; Schomerus, Borsche, Matschinger y 
Angermeyer, 2006). Los familiares de los pacientes 
identifican como etiología más bien factores psico-
sociales (Holzinger, Müller, Priebe y Angermeyer, 
2001a; Srinivasan y Thara, 2001), biológicos (Ester-
berg y Compton, 2006) e incluso esotéricos (Kuri-
hara, Kato, Reverger y Tirta, 2006); tales creencias 
pudieran ser influenciadas por las características 
regionales y culturales (Goulding, Broussard, Demir 
y Compton, 2009). Entrevistas a pacientes con es-
quizofrenia revelan que estos atribuyen su trastorno 
principalmente a factores sociales, y esta atribución 
parece ser independiente de los efectos de la edad, 
el sexo, el nivel educativo e incluso el origen cultu-
ral (Angermeyer y Klusmann, 1988; Holzinger, Mü-
ller, Priebe y Angermeyer, 2001b; Molvaer, Hantzi y 
Papadatos, 1992).
Si bien las atribuciones etiológicas pueden 
afectar cómo un individuo reacciona ante su enfer-
medad las percepciones son dinámicas y pueden 
cambiar con el tiempo (Fischer, Scharloo, Abbink, 
Van’t Hul, van Ranst et al., 2010; Petrie y Weinman, 
2012). Hasta donde se sabe aún no se ha explora-
do si las atribuciones etiológicas de la psicosis, en 
pacientes diagnosticados y tratados, coinciden o si 
el curso que ha seguido la psicosis pudiera marcar 
alguna diferencia. Afortunadamente, las perspec-
tivas desalentadoras que veíana la psicosis como 
un camino inevitable e irreversible de deterioro han 
quedado atrás a la par que los estudios han mos-
trado consistentemente que un primer episodio 
de psicosis puede seguir varios cursos, desde una 
recuperación total hasta el curs crónico (American 
Psychiatric Association, 2000; Barnes y Pant, 2005; 
Ciompi, 1980; Jablensky, Sartorius, Ernberg y Anker, 
1992; Shepherd, Watt, Falloon y Smeeton, 1989). La 
evidencia sugiere que los primero 3 o 5 años pos-
teriores al comienzo de la psicosis son un “período 
crítico” en el cual el riesgo de deterioro y recaídas es 
mayor; de ahí en adelante la enfermedad se estabi-
liza (Birchwood, 2000). En breve, el curso de la psi-
cosis bien puede establecerse en los primeros años, 
y no todos los casos serán persistentes o devasta-
dores. Considerando la severidad y la persistencia 
de los síntomas, un primer episodio puede evolu-
cionar a esquizofrenia (paranoide, desorganizada, 
catatónica, indiferenciada o residual) u a otro tipo 
de psicosis (esquizofreniforme, esquizoafectiva, de-
lirante, breve, compartida, o no especificada); este 
diagnóstico clínico del curso puede bien establecer-
se una vez transcurridos los primeros seis meses a 
partir del inicio de la psicosis (American Psychiatric 
Association, 2000). Otro criterio ampliamente utili-
zado para definir el curso de la psicosis ha sido la 
sintomatología residual (Rosen y Garety, 2005; Váz-
quez-Barquero, Cuesta, Castanedo, Lastra, Herrán 
et al., 1999). Los síntomas residuales son signos del 
trastorno que se manifiestas por (i) sólo síntomas 
negativos o (ii) dos o más síntomas característicos 
(delirios, alucinaciones, lenguaje desorganizado, 
conducta gravemente desorganizada o catatónica, 
y síntomas negativos) presentes en forma atenuada 
(e.g., odd beliefs, unusual perceptual experiences) 
(American Psychiatric Association, 2000). Un ter-
cer criterio que se ha considerado para establecer 
el curso de la psicosis son las recaídas o recidivas 
(Altamura, Bassetti, Sassella, Salvadori y Mundo, 
2001; Rosen y Garety, 2005). Una recidiva (episodio 
psicótico subsecuente) se define como “la ocurren-
cia de alguna modificación mayor y relevante en el 
perfil psicopatológico la cual puede llevar al pacien-
te a ser referido a una institución de atención psi-
quiátrica, a recibir una mayor dosis de medicación 
antipsicótica, o a ser hospitalizado” (Altamura et al., 
2001). Una recidiva puede ocurrir por un cambio (i) 
de un estado de recuperación total (ausencia total 
de síntoma psicótico) a la reemergencia de síntomas 
psicóticos, o (ii) de un estado de recuperación par-
cial (estado estable pero persistente de síntomas 
psicóticos) a una clara exacerbación de síntomas 
psicóticos (Rosen y Garety, 2005).
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La investigación en el área de atribución de la 
enfermedad en pacientes con psicosis se ha incre-
mentado gradualmente; sin embargo, hacen falta 
estudios que analicen cómo el curso de la psicosis 
puede moldear las creencias del paciente sobre su 
etiología, especialmente en México. Por esto, el pre-
sente estudio investigó las causas de la enfermedad 
reportadas por pacientes mexicanos con psicosis 
con dos objetivos: 1) identificar la categoría etioló-
gica a la cual los pacientes atribuyen más frecuente-
mente la psicosis y 2) analizar posibles diferencias 
en las causas reportadas comparando grupos de 
pacientes de acuerdo a tres diferentes criterios del 
curso de la psicosis (recidivas, síntomas residuales, 
diagnóstico).
Comprender las creencias etiológicas de aque-
llos quienes han experimentado un episodio psi-
cótico puede ayudar a entender cómo responden y 
manejan su trastorno pero también el cómo algunas 
atribuciones pueden ser persistentes.
Método
Los participantes de este estudio fueron pa-
cientes quienes habían recibido atención en salud 
mental en el servicio para adultos del Hospital Psi-
quiátrico Yucatán. Este hospital tiene una amplia 
área de captación, sin embargo la muestra se limitó 
a habitantes de la ciudad de Mérida, México, donde 
se localiza el hospital. Una vez obtenidos la auto-
rización formal y aprobación ética del Comité Hos-
pitalario se revisaron los expedientes clínicos para 
seleccionar aquellos pacientes que cumplieran con 
los siguientes criterios: 1) haber presentado un pri-
mer episodio de psicosis entre 5 y 11 años atrás (es 
decir, todos los pacientes habrían pasado el período 
crítico); 2) edad de inicio entre 16 y 45 años; y 3) un 
diagnóstico primario y actual, según el DSM-IV-TR 
(American Psychiatric Association, 2000) de esqui-
zofrenia u otro trastorno psicótico. Los criterios de 
exclusión fueron: 1) psicosis de tipo afectivo, orgá-
nico o tóxico, 2) discapacidad intelectual evidente y 
3) información de contacto insuficiente.
La muestra final incluyó 62 participantes quie-
nes, firmando Consentimiento Informado, acepta-
ron ser entrevistados sin compensación económica. 
Se les preguntó sobre sus creencias respecto a las 
posibles causas del trastorno psicótico utilizando 
la escala de Angermeyer y Klusmann (Angermeyer 
y Klusmann, 1988), un instrumento que ha sido utili-
zado tanto en muestras de pacientes como de fami-
liares (Esterberg y Compton, 2006) y comunitarias 
(Goulding et al., 2009). Esta escala, de tipo Likert, 
presenta una lista de 30 posibles causas de la psico-
sis agrupadas en 5 categorías etiológicas: Biología, 
Personalidad, Familia, Sociedad, y Esoterismo. El 
participante califica cada factor según considere si 
es causa o no de la psicosis: “no”, “posiblemente”, 
“probablemente”, “muy probablemente”.
El curso de la enfermedad se estableció en base 
a la información recabada de los expedientes clíni-
cos y de la entrevista SCID-I (First, Spitzer, Gibbon 
y Williams, 1995) y se categorizó en tres criterios: 
1) alguna recidiva después del primer episodio de 
psicosis, 2) presencia de síntomas residuales al 
momento de la entrevista, 3) diagnóstico clínico pri-
mario actualizado al momento de la entrevista. Las 
notas clínicas registradas en los expedientes físicos 
que ayudaron a establecer el curso de la psicosis 
fueron escritas en su momento por el personal psi-
quiátrico y/o psicológico a cargo del paciente. Las 
entrevistas SCID-I fueron realizadas por el autor de 
este estudio, psicóloga con experiencia en investi-
gación y evaluación clínica. La categorización del 
curso de la enfermedad fue determinada por el in-
vestigador y validad por miembros del personal psi-
quiátrico del hospital sede.
Con una ANOVA de medidas repetidas se com-
pararon los puntajes promedio de cada categoría 
etiológica para determinar si había alguna preferen-
cia significativa en la atribución que los pacientes 
hacían de la enfermedad. Se analizaron también las 
diferencias entre pacientes agrupados según cada 
uno de los tres criterios del curso de la enfermedad 
con pruebas t para muestras independientes.
Resultados
Al momento de la evaluación ningún participan-
te se encontraba hospitalizado. El tiempo promedio 
del curso de la enfermedad fue de 6,8 años (DE=1,9, 
rango 3,8 – 11,2). La edad promedio actual fue de 
35,8 años (DE=9,9) y la edad promedio de inicio fue 
de 29,0 años (DE=9,8). El 56,5% de la muestra eran 
mujeres; no se encontraron diferencias significati-
vas por sexo en ninguna de las tres variables antes 
mencionadas. Respecto a los diagnósticos DSM-IV-
TR actuales, 42 pacientes presentaron esquizofre-
nia (14 paranoide, 3 desorganizada, y 25 residual) 
y 20 pacientes presentaron otro tipo de psicosis (8 
esquizoafectiva, 7 delirante, 2 esquizofreniforme, 2 
breve y 1 no especificada).
La Tabla 1 presenta los estadísticos descriptivos 
para los puntajes totales por categoría etiológi-
ca. La prueba ANOVA con medidas repetidas y con 
esfericidad asumida (p=0,225) reveló diferencias 
significativas entre los puntajes promediode cada 
categoría (F(4,244) = 16,75, p=0,000). Comparacio-
nes post-hoc (Tabla 1) revelaron que la atribución de 
la enfermedad a causas Esotéricas fue significativa-
mente menor que la atribución a las otras categorías 
etiológicas. La atribución a la Sociedad fue signifi-
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cativamente mayor que la atribución a la Biología y 
a la Familia. La atribución a la Biología también fue 
significativamente menor en comparación con la 
atribución a la Personalidad.
La Tabla 2 presenta la distribución de acuerdo 
a los tres criterios de curso de la enfermedad y las 
diferencias al comparar los puntajes de atribución 
etiológica entre grupos. Los individuos que han te-
nido tan sólo un episodio de psicosis y no han teni-
do recidiva alguna tuvieron puntajes más alto en su 
atribución de la enfermedad a causas de tipo Esoté-
rico, en comparación con aquellos que han tenido 
alguna recidiva. Respecto a los síntomas residuales, 
aquellos quienes presentaban aún estos síntomas 
puntuaron más alto en su atribución a la Personali-
dad, en comparación a aquellos que libres de sínto-
mas. No se encontraron diferencias significativas al 
comparar grupos de acuerdo a su diagnóstico clíni-
co primario.
Discusión
Respecto al primer objetivo del estudio, los re-
sultados muestran que factores de la Sociedad fue-
ron los referidos con más frecuencia como causa de 
la psicosis, seguidos por factores de Personalidad, 
Familia, Biología, y por último factores Esotéricos, lo 
cual concuerda con estudios previos (Angermeyer y 
Klusmann, 1988; Holzinger et al., 2001b). De acuer-
do a estudios previos, apuntar a factores de la Socie-
dad como causa principal de la psicosis parece ser 
independiente de la edad, el sexo o el nivel educati-
vo del participante (Angermeyer y Klusmann, 1988; 
Molvaer et al., 1992). Es importante señalar que la 
preferencia a señalar a factores etiológicos de la So-
ciedad encontrada en esta muestra mexicana con-
cuerda con estudios previos realizado en muestras 
alemanas (Angermeyer y Klusmann, 1988; Holzinger 
et al., 2001b) y griegas (Holzinger et al., 2001b; Mol-
vaer et al., 1992), lo cual sugiere que esta preferen-
cia puede ser independiente del origen cultural de 
los participantes. Por otra parte, estos resultados 
aportan evidencia de que la atribución a la Sociedad 
es significativamente más alta que la atribución a la 
Biología y a la Familia, mientras que la atribución al 
Esoterismo es significativamente menor que la atri-
bución a todas las otras categorías etiológicas. Se 
destaca el que aun cuando todos los pacientes ha-
bían estado bajo tratamiento médico, el cual se basa 
primordialmente en premisas de tipo biológico, esta 
categoría fue la cuarta en preferencia (y significati-
vamente menor en comparación a la Personalidad 
y la Familia), tan sólo por encima del Esoterismo. 
La atribución de un trastorno mental a causas bio-
lógicas pudiera ser el argumento favorecido por los 
clínicos, sin embargo este enfoque ha sido critica-
do. Por una parte, puede generar la creencia de que 
se conoce su etiología y que el pronóstico depende 
exclusivamente del manejo médico; por otra parte, 
la personas pudieran interpretar el trastorno como 
Tabla 1. Descriptivos y Comparaciones de Atribución de la Enfermedad por Categoría Etiológica (n=62 )
*p ≤ 0,05; **p ≤ 0,01; ***p ≤ 0,001
PUNTAJE TOTAL MEDIA (DE) MEDIANA RANGO COMPARACIÓN
Biología 10,39 (3,47) 10,00 6 – 22
< Personalidad*
< Familia
< Sociedad***
> Esoterismo*
Personalidad 11,90 (3,70) 12,00 6 - 20
> Biología*
> Familia
< Sociedad
> Esoterismo***
Familia 11,05 (4,52) 10,00 6 - 23
> Biología
< Personalidad
< Sociedad*
> Esoterismo**
Sociedad 12,74 (4,05) 13,00 6 - 23
> Biología***
> Personalidad
> Familia*
> Esoterismo***
Esoterismo 8,77 (3,11) 8,00 6 -18
< Biología*
< Personalidad***
< Familia**
< Sociedad***
atribución etiológica y curso de la enfermedad en pacientes mexicanos con psicosis 313 
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una enfermedad cerebral sin respuesta o esperan-
za de recuperación (Shrivastava et al., 2012), lo cual 
puede deteriorar el sentido de autoeficacia del pa-
ciente, de autonomía y capacidad de control sobre 
su enfermedad. Ciertamente, al día de hoy la eviden-
cia sugiere que tanto factores genéticos como am-
bientales son importantes, pero aún se desconoce 
exactamente cuáles son y cómo causan la esquizo-
frenia (Tandon, Keshavan y Nasrallah, 2008). No se 
trata de cuestionar si las creencias etiológicas de 
los pacientes son acertadas o no, sino más bien de 
ser conscientes de aquellos patrones de ideas que 
pueden influir en la búsqueda de ayuda, adherencia 
al tratamiento y el resultado. Se ha observado una 
menor probabilidad de buscar ayuda profesional 
en salud mental cuando los problemas mentales se 
atribuyen a causas externas (e.g. conflictos de tra-
bajo, influencias sobrenaturales) más que a causas 
internas (e.g. baja autoestima, ansiedad) (Vanheus-
den et al., 2009). Así también, la atribución de la 
esquizofrenia a factores de tipo biológico más que 
a factores de personalidad se ha asociado a una ac-
titud más positiva en la búsqueda de ayuda profe-
sional en la población general (Wrigley et al., 2005). 
Más aún, las creencias etiológicas también influyen 
el tipo de tratamiento que los pacientes buscan; por 
ejemplo, para trastornos que se cree son de origen 
biológico, la medicación se considera más adecuada 
que la psicoterapia (Petrie, Broadbent y Kydd, 2008) 
y la atribución a causas espirituales se ha relacio-
nado tanto a un mayor tiempo de psicosis no tra-
tada y a preferir atención por parte de curanderos 
tradicionales más que de psiquiatras (Burns et al., 
2011). Estos resultados aportan evidencia de que la 
atribución de la psicosis es más bien a factores de la 
Sociedad y que, la Biología, aunque reconocida, se 
considera de menor influencia que incluso la Perso-
nalidad y la Familia. Por otra parte, la atribución de 
la psicosis al Esoterismo fue mínima y significativa-
mente menor en comparación a las otras categoría; 
algunas explicaciones a considerar serían: 1) todos 
los participantes habían sido atendidos en servicios 
de salud mental en los cuales se ofrece orientación 
y tratamiento, 2) indiferencia al Esoterismo común 
en la comunidad de origen de la persona, y 3) es 
menos probable que los individuos con psicosis que 
atribuyen su condición a causas esotéricas busquen 
tratamiento profesional.
El presente estudio también tuvo como objetivo 
analizar las posibles diferencias entre las causas 
de las psicosis identificadas por los pacientes de 
acuerdo al curso de su enfermedad. Pocas pero sig-
nificativas diferencias se encontraron. Primero, los 
individuos que habían tenido tan sólo un episodio 
y no habían presentado recidiva alguna puntuaron 
más alto en la atribución Esotérica. Todos los parti-
cipantes han tenido al menos un episodio de psico-
sis y han recibido tratamiento pero aparentemente 
el hecho de no haber tenido episodio subsecuente 
(recidiva) refuerza la creencia de que el episodio 
se debió a factores sobrenaturales. Los individuos 
que presentan aún síntomas residuales reportaron 
mayor atribución de la enfermedad a la Personali-
dad. Estos resultados sugieren una posible asocia-
ción entre los síntomas residuales y la atribución a 
la Personalidad; sin embargo, dado el diseño del 
estudio no se puede asumir relación causal en nin-
guna dirección. Dado que los síntomas residuales 
se caracterizan más bien por ser persistentes y de 
intensidad moderada los pacientes pudieran inter-
pretar que estos síntomas y por ende, el trastorno, 
son causados por sus propios rasgos estables de 
personalidad. De manera alternativa, una persona-
lidad con más disposición a señalar factores inter-
nos como cause pudiera también influir en la mani-
festación de los síntomas y su resolución (Mizrahi, 
Addington,Remington y Kapur, 2008). De una u otra 
forma, los pacientes con síntomas persistentes y 
que se los atribuyen a sí mismos pueden verse en 
Tabla 2. Diferencias en la Atribución de la Enfermedad por Curso de la Enfermedad (n=62)
*p ≤ 0,05; **p ≤ 0,01
RECIDIVAS SÍNTOMAS RESIDUALES DIAGNÓSTICO
Categoría 
Etiológica
Media (DE)
Con 
recidiva(s)
n=37
Episodio 
único
n=25
t
(60)
Cohen
d
Presentes
n=31
Ausentes
n=31
t
(60)
Cohen
d
Esquizo-
frenia
n=42
Otras
psicosis
n=20
t
(60)
Cohen
d
Biología 1,8 (0.6) 1,7 (0,6) 0,645 0,17 1,8 (0,7) 1,7 (0,5) 0,510 0,13 1,8 (0,5) 1,6 (0,6) 0,999 0,26
Personalidad 2,0 (0,7) 2,0 (0.6) -0,238 0,06 2,2 (0,7) 1,8 (0,5) 2,667** 0,68 2,0 (0,6) 2,1 (0,7) -0,580 0,15
Familia 1,8 (0,8) 1,8 (0.7) 0,069 0,02 2,0 (0.8) 1,7 (0,6) 1,387 0,35 1,8 (0,8) 1,9 (0,8) -0,21 0,03
Sociedad 2,1 (0,7) 2,1 (0.6) 0,162 0,04 2,1 (0,7) 2,2 (0,6) -0,499 0,13 2,1 (0,7) 2,1 (0,7) 0,056 0,02
Esoterismo 1,4 (0,4) 1,6 (0,6) -1,911* 0,52 1,5 (0,5) 1,5 (0,5) 0,162 0,04 1,5 (0,6) 1, (0,3) 1,822 0,53
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riesgo de desesperación, particularmente si creen 
que los síntomas están fuera de control aún bajo 
tratamiento (Scotti, 2009).
Todos los participantes han presentado al menos 
un episodio de psicosis y han recibido tratamiento, 
y en conjunto señalan factores de la Sociedad como 
principales causas de la enfermedad. Ser conscien-
tes de este patrón de creencias favorece el diseño 
de campañas de concientización en salud mental, 
promoviéndose la búsqueda expedita de ayuda 
profesional y al mismo tiempo aumentando el cono-
cimiento que las comunidades tienen sobre las en-
fermedades mentales y la aceptación de los pacien-
tes. Tomando en cuenta el curso de la enfermedad 
se encontraron algunas diferencias significativas: 
atribución a factores Esotéricos por pacientes con 
episodio único y atribución a la Personalidad por pa-
cientes con síntomas residuales. Las intervenciones 
se han de enfocar a controlar los síntomas pero tam-
bién a reducir expectativas de un impacto negativo 
de la psicosis y ayudar a los pacientes a construir 
un sentido más coherente de sus dificultades a tra-
vés de la exploración del significado personal de la 
psicosis/enfermedad (Stainsby, Sapochnik, Bledin y 
Mason, 2010). Estos resultados ofrecen a los clínicos 
un panorama de estas creencias que bien pudieran 
tomarse en consideración para el desarrollo e imple-
mentación de grupos de apoyo e intervenciones, no 
tan sólo a cargo de profesionales de este país sino 
también de aquellos trabajando con poblaciones 
culturalmente similares que viven en otros países 
(Andrés-Hyman, Ortiz, Añez, Paris y Davidson, 2006; 
Añez, Paris Jr., Bedregal, Davidson y Grilo, 2005). En 
la práctica clínica, hablar con los pacientes sobre 
sus creencias respecto a su enfermedad no tan sólo 
les daría un sentido de reconocimiento sino también 
mostraría a los clínicos algunas posibles creencias 
que pudieran interferir con el tratamiento. Tomar en 
consideración las creencias de los pacientes bien 
puede favorecer el involucramiento de los pacien-
tes, promover la adherencia, la autoeficacia y en 
consecuencia un resultado integral.
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