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06-Cortes Castellanos

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EL CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE FRAY PEDRO DE GANTE
Justino Cortes Castellanos
El 25 de junio pasado, en el Instituto Superior de Ciencias 
Religiosas ال Cateqwética, defendió brillantemente lustino 
Cortés Castellanos su tesis doctoral sobre El Catrcismo en 
pictogramas de Fray Pedro de Gante. Estudio introductorio 
y desciframiento del Ms. Vit. 26-9 de la Biblioteca Nacional 
de Madrid. Por vez primera este Catecismo ha podido ser 
descifrado en su totalidad. Esto constituye un aconteci- 
miento de ؛؟;an importancia para la historia de la evan^e- 
libación ال de la catcquesis en Hispanoamérica ال para la 
historia de las culturas en general, puesto que nos con- 
duce a la misma escritura ال cultura precolombinas. El íns- 
tituto s. de c. i y Catequética se siente muy honrado 
por esta investigación. Teología y Catequesis, por su 
parte, se bace eco de este acontecimiento ال ofrece a sus 
lectores un breve resumen del mismo como primicia. Se 
incluye también en anexo la versión al castellano de este 
Catecismo, resultado último de la investigación (N. R.).
1. Objeto
En la presente investigación he abordado el estudio del Catecismo en 
pictogramas de fray Pedro de Gante, cuyo original se conserva cuidadosa- 
mente en la Biblioteca Nacional de Madrid, Sección de Manuscritos, con 
la signatura: Vit. 26-9.
De este manuscrito original y no de la Doctrina Christiana en lengua 
Mexicana, del mismo autor, como dice Lafaye I) se hizo una edición facsímil
j. Lafaye, Quetzalcoatl y Guadalupe (FCE, México 1977) p. 449.
JUSTINO CORTES CASTELLANOS410
2. Significado del Catecismo en pictogramas
Ya a simple vista se nota que es un Catecismo diferente de los que 
estamos acostumbrados a ver o a manejar. Efectivamente, es un Catecismo 
especial por varias razones:
a) Por su tamaño. De dimensiones irregulares, sus folios alcanzan ape- 
nas una m^ia de 7,7 centímetros de alto por 5,3 de ancho.
b) Segundo: por ־su autor. Fue un humilde lego franciscano: fray Pedro 
de Gante, el cual, a pesar de su ,preparación: «Vir singularis religionis et 
pietatis, qui omnes artes illis ostendit, nullius enim nescius erat» 3, y ser de 
noble linaje: era primo de Carlos V, según el testimonio del historiador 
indígena Ixtlilxochitl*, no quiso ser sacerdote, y mucho menos el arzobispo 
de México, diciendo que:
'«Mas queria acudir a la enseñanza como pobre Lego, que las dignidades
o٠؟y' q’estimaba mas la celdita del Colegio que las casas Ar־,de Prelado־
bispales de־ Arçobispo» 5.
Fray Pedro de Gante no fue solamente el propietario de este Catecismo 
o quien -dio el «Nihil obstat» a su difusión, sino su Jnismo autor. La pre- 
sencia de su firma, por cierto casi i'déntíca a la que se encuentra al final 
de su carta del 31 de octubre de 1532 ٥, ya es un indicio vehemente de que 
fue él- ׳quien lo ־-hizo־.
-Esta autoría se halla en'consonancia con su vida y con su obra y se 
funda,' sobre todo,־en'el hecho de la semejanza entre este Catecismo picto- 
gráfico y su Doctrina Christiana en lengua Mexicana, cuya primera edición 
se remontaal año 1528.
c) ,Es especial también por sus destinatarios. Fueron sus discípulos 
más avanzados, «alrededor de 50» 7, en las cosas divinas y humanas, quienes 
equipados con' la preparación catequística que les ,proporcionaba durante la 
semana y con un ejemplar de este Catecismo, cual «Vademécum», en el que 
se encuentran los .puntos principales del mensaje cristiano, ׳enviaba, los sába- 
dos, «de dos en dos», a evangelizar y catequizar no ciertamente a sus com- 
pañeros menos adelantados, como lo hizo más tarde Andrés ־Bell, según el 
método de «Enseñanza mutua», sino a los adultos indígenas, ya sea que 
vivieran cerca o lejos.
2 Catecismo de la doctrina Cristiana de Fr. Pedro de Gante, con una Introducción 
de Federico Navarro (Ministerio de Educación y Ciencia, Madrid 1970).
.D. Valades, Rhetorica Christiana... (Perusiae 1379) p. 222 و
4 F. de Alva Ixtlilxochitl, Ohras Históricas (UNAM, México 1973) t. I, pp. 48384־.
3 A. de Vetancurt, ’Menologio franciscano’, en Teatro Mexicano (PorrUa, México 
1971) .p. 67.
6 En Cartas de Indias (Ministerio de Fomento, Madrid 1877) p. 33.
7 ’Carta de fray Pairo de Gan'te del 27 de junio'de 1329’, en F. Klieckens, o. c., p. 20.
411EL CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE FR. P. DE GANTE
d) Es, finalmente, un Catecismo singular) por el sistema de escritura. 
No es nuestro sistema alfabético latino, sino el pictográfico, ya que sus 
elementos constitutivos no son letras sino dibujos o pinturas, que siguen la 
técnica utilizada por los tlacuiloque (escritores, pintores) para hacer sus 
amoxtli (códices) en los tiempos precolombinos. Estos dibujos reciben el 
nombre de «glifos» ٥, para distinguirlos de los ,jeroglíficos egipcios y chinos.
Aunque el término pictograma, que he aplicado a los signos que com- 
ponen este Catecismo, es sinónimo de glifo, lo he .preferido para facilitar la 
comprensión de su cotejo con los signos de los otros códices mexicanos.
No se sabe por (manto tiempo este Catecismo pudo ser leído; lo cierto 
es que dejó de serlo debido a que se perdió la clave o las claves de su 
lectura.
3. DELIMITACION
De este Catecismo en pictogramas, no he considerado todos sus objetos 
formales, sino únicamente dos: el aspecto fundamental de su desciframiento 
y el señalamiento de los puntos más sobresalientes de su contenido. No for- 
man parte de este estudio, por tanto: ni la descripción exhaustiva de cada 
pictograma hasta llegar a sus elementos mínimos tanto técnicos como de 
composición expresiva, ni el análisis detallado del contenido de cada picto- 
grama, ni el cotejo de este Catrcismo con todos los otros catecismos .picto- 
gráficos, ni tampoco su estudio igualmente comparativo con otros catecismos, 
ya manuscritos ya impresos de (la época.
4. Originalidad
Se puede considerar este Catecismo simplemente como no descifrado. 
Es verdad que tenemos el intento de Narciso Sentenach٥; pero se trata de 
un intento fallido, pues este autor se basó más bien en la imaginación y 
buena voluntad que en un método científico. Los otros autores que hacen 
referencia a dicho texto, como Ricard 1٥, de Troeyer*!, Esteve Barba ئ y 
Navarro coinciden en tomar a Sentenach como su descifrador.
% Ci. ן٠ً ما me quotidienne des aztèques a la veille de la conquête espa^־ 
noie (Hachette, Paris 1935) P. 281.
9 N. Sentenach, ’Catecismos de la doctrina cristiana en jeroglíficos para la ense- 
fianza de los indios americanos’, en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, t. IV 
(1900) pp. 599609־.
10 R. Ricard, ’Essai sur !’apostolat et les méthodes missionnaires des Ordres Men- 
diants en Nouvelle-Espagne de 1525-24 à 1572’, en La «conquête spirituelle» du Mexique 
(Institut d’Ethnologie, Paris 1933) PP. 127-28.
11 B. de Troeyer, Bio-bibliographia franciscana neerlandica saeculi XVI (B. de 
Graaf, Nieuwoop 1969) P. 79.
12 . Esteve Barba, Cultura virreinal (Salvat, Barcelona 1965) pp. 248-49,
JUSTINO CORTES CASTELLANOS
5. Importancia
412
Esta investigación aporta, si bien incestamente, una contribución a 
diversas ciencias: a -la historia de la Iglesia, ya que presenta uno de los 
'instrumentos privilegiados que utilizó en la tarea evangelizadora de México; 
a la antropología cultural, porque muestra una de las manifestaciones de 
la cultura precolombina y del alma del pueblo autóctono de entonces; a la 
pedagogía, pues presenta la antigüedad del uso sistemático del método audio- 
visual en la educación de la fe. Tiene valor, sobre todo, para la historia de la 
catequesis, porque posibilita el descubrimiento del texto y de la pedagogía 
de un catecismo netamente misionero, y para l٠a teología, en cuanto que le 
proporciona el dato sobre el cual puede llevar a cabo un estudio sistemático 
y una investigación científica de las verdades de la fe en él encerradas, 
lo cual, sin emkrgp, no si^nijica que el objeto de tni traba١o no corres- 
ponda al campo teológico.
6. Metodo
Antes de dedicarme a la búsqueda del método a seguir, di, entre otros, 
los siguientespasos: coloqué encima o ,junto a cada pictograma el número 
correspondiente según una numeración continua; comparé los pictogramas 
de cada ejemplar entre si y con los pictogramas de los otros dos ejemplares, 
clasificándolos en: idénticos, semejantes y diferentes; simples y compuestos-: 
estáticos y dinámicos; amplifiqué los pictogramas que presentan mayor difi- 
cuitad en su traducción, debido a su configuración.
En trabajos de la indole del presente, lo más importante y al mismo 
tiempo lo más difícil, es encontrar la clave o las claves de desciframiento. 
Después de una prolongada búsqueda, creo que finalmente encontré no una 
sino tres claves de traducción, claves que en realidad son complementarias:
Trimera: Hay semejaba y basta identidad de algunos pictogramas con 
algunos glifos de los códices mexicanos. Ya externamente se encuentra cierto 
parecido de .este Catecismo con los códices mexicanos precolombinos. Aun- 
-que no guarda ya la forma de biombo de dichos códices: (Hallamos) «muchos 
libros de su papel, cogidos a dobleces, como a manera de paños de Casti- 
lia» 13, tampoco es una forma estrictamente europea, pues un libro europeo 
comienza a escribirse en el anverso de una hoja y no en el reverso del 
folio anterior como acontecece en el presente Catecismo.
Cotejé los pictogramas con los glifos de los pocos códices mexicanos 
que han llegado hasta nosotros. Digo esto ultimo porque la mayoría fueron 
destruidos antes de la conquista por sugerencia de Tlacaelel al tlatoani (rey) 
B. Diaz del Castillo, Historia de la conquista de Nueva España (PorrUa, México ؤ1
413EL CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE FR. P. DE GANTE
Itzcoatl y después de ella por «Ignorante celo» de los misioneros, como dice 
Durán14 o «inadvertencia e inconsideradamente por orden ٠de los primeros 
religiosos, que fue uno de los mayores daños que tuvo esta Nueva España» 
en palabras de Ixtlilxochitl 15.
Verifiqué que algunos 'pictogramas son muy parecidos a los que se ven 
en diversos lugares de los códices precolombinos, como el quincunce (picto־ 
grama n. 5), el centzontli (pictograma n. 40), el cintli (pictograma n. 162) y, 
en cierto sentido el Ometeotl (pictogramas nn. 8 y 9), los cuales son fun־ 
damentales para el desciframiento y que fueron equivocadamente interpre- 
tados por Sentenach IQ.
El resultado de este cotejo fue el hallazgo de la significación de 98 picto- 
gramas numerales y de 39 no numerales.
Segunda. Quedaba, sin embargo, la mayor parte de los pictogramas sin 
descifrar, ya que representan realidades específicamente cristianas y, ,por 
tanto, distintas de las representadas por los glifos. Me dediqué a buscar 
la clave para traducirlos. La hallé tratando de encontrar correspondencia 
de los pictogramas, no ya con los glifos con que están escritos los erices 
mexicanos sino con las palabras 0 frases con que están escritos los catecis- 
mos impresos. La formulé asi: Hay semejanza y hasta identidad entre los 
pictogramas y fas palabras 0 frases de los catecismos impresos era Espafta 
a finales del sigjlo XV 0 principios del XVI y en léxico en la primera mitad 
del XVI.
Fueron varios los catecismos impresos en España durante este periodo, 
pero más los que se editaron en México a partir del año 1539 —afío del 
establecimiento de la imprenta en este pais— de tal manera que su variedad 
y multiplicación constituyen un caso mico en la historia universal de la 
evangelización.
En la tesis no he presentado un estudio comparativo entre los picto- 
gramas y cada uno de dichos Catecismos, sino solamente con los tres si- 
guientes:
— Eoctrina Christiana brewe tradnida en len^na mexicana <k الآلئ 
Alonso de Molina 17.
— Doctrina chiquita de los dominicos 18.
— Doctrina tepiton de fray Pedro de Gante IQ.
ΛΑ I). اتسآل, Historia de tas Indias de Nueva España e islas de la tierra firme 
(Porrúa, México 1967) t. I, p. 226.
15 F. de Alva Ixtlilxochitl, o. c., t. I, p. 527.
16 N. Sentenach, a. c., pp. 605-6.
17 En j. Garcia Icazbalceta, NCDHM, t. II (1889) pp. 34-64.
En Dotrina Christiana en len&ua Española ال Mexicana: hecha por los religiosos 
de la orden de sancto Domingo (Juan Pablos, México 1548) fols. IVr־Xr.
19 En Doctrina Christiana en lengua Mexicana, por fray Pedro de Gante (Juan 
Pablos, México 1553) fols. 69r86־r.
JUSTINO CORTES CASTELLANOS414
Elegí estas tres Doctrinas y no otras, teniendo en cuenta, por una parte, 
que el Catecismo en pictogramas es de los primeros utilizados en México y 
es breve y, por otra, que la brevedad fue una de las características incon- 
fundibles de la primera evangelización y catequización de México.
Otra de las razones fundamentales que me impulsó a elegirlas es que 
las tres están redactadas en la lengua mexicana, lengua que fue la más utili- 
zada y en ciertas regiones, como el Valle 'de México, la Unica empleada por 
los ,primeros misioneros. Escribe Pedro de Gante: «Inim latin tlatolli camo- 
ticcaqui ma tiquitocan totlalpan» (Como no sabemos esta lengua latina, 
digamos en la nuestra) 2°.
Las tres Doctrinas están dotadas de las mismas características: prime- 
.ras en el orden cronológico, breves y redactadas en lengua mexicana׳
Tercera. Con la verificación de estas dos claves creí haber llegado al 
desciframiento total del 'Catecismo. Pero quedaba por traducir la Ultima 
parte, por ausencia parcial ׳en los textos elegidos, de las palabras equiva- 
lentes a los pictogramas. Encontré la clave para interpretarla no comparando 
pictogramas con glifos, ni pictogramas con palabras o frases impresas, sino 
el significado de los pictogramas repetidos. La formule de esta manera: Hay 
semejanza ال basta identidad entre los pictogramas repetidos que se encnen- 
tran en los tres e١emplares conocidos del׳ presente Catecismo.
Efectivamente hay tres ejemplares de este Catecismo: el que se conserva 
en la Biblioteca Nacional de Madrid, de hecho abarca dos ejemplares: uno 
completo, que comprende del pictograma número 1 al 981, y otro, mutilado, 
que consta únicamente de tres partes: las dos primeras son una repetición 
del cojnpleto, y la tercera, que abarca del pictograma número 982 al 1162, 
no se halla en dicho ejemplar. El tercer ejemplar se guarda en el Archivo 
Histórico Nacional de Madrid, Sección de códices, con la signatura: Cod. 
1257-Β; comprende del pictograma n. 1 al 1102; termina con una Oración 
a la Cruz, la cual está ausente en los dos primeros ejemplares.
Esta clave me sirvió no sólo para traducir la parte conclusiva del segundo 
ejejnplar y del tercero, sino también ,para confirmar la versión que había 
hecho de los pictogramas que se encuentran repeti'dos en las otras partes 
del primer ejemplar.
7. Estructora de la tesis
La tesis está dividida en dos grandes partes: en lo primera hice un estu- 
dio previo al desciframiento, analizando tanto el contexto histórico-catequís- 
tico en el que apareció este «librito de pinturas» (en el primer capitulo), 
como el Catecismo en si mismo (en el segundo capitulo). El resultado fue 
el hallazgo de las tres claves de interpretación. En la segunda parte llevé 
20 p. de Gante, Doctrina Christiana en lengua Mexicana, p. 79.
415EL CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE FR. P. DE GANTE
a cabo la aplicación de las clases de desciframiento descubiertas en la pri־ 
mera; igualmente consta de dos capítulos: en el primero verifiqué la pri- 
mera clave y en el segundo las otras dos.
8. Conclusiones
Al terminar este Estudio resalto, a modo de conclusión, algunos de los 
rasgos que, a nuestro juicio y desde la perspectiva global de nuestra trabajo, 
merecen ser considerados.
8.1. El conjunto de Catecismos (unos para «incipientes», otros para 
«proficientes»; unos en lengua castellana, otros en lengua indígena y otros 
en ambas lenguas) elaborados y utilizados por los primeros misioneros de 
México, asi como la cantidad y variedad de métodos empleados («mil mo- 
dos», como puede verse contexto histérico-catequístico) por estos mismos 
misioneros, son tan notables que constituyen un caso único en la historia 
universal dela evan^eli^ación.
8.2. Otra de las dimensiones que debe ser resaltada es la utilización 
que los primeros misioneros de México hicieron de la enseñanza «por imá- 
genes» o «método audiovisual».
Por consiguiente este método no es una invención de este siglo, ya 
que era el método de enseñanza tradicional entre los antiguos mexicanos, 
como dijimos, y que los franciscanos —«Padres de la Iglesia de México», 
como acertadamente se les ha denominado- asumieron d٠e la cultura indi- 
gena para hacer de él el modo peculiar y normal de la predicación y de 
la evangelización.
8.5. Es asimismo importante destacar el uso en las tareas catequísticas 
del método de «enseñanza mutua». Contrariamente a lo que se ha afirmado, 
no debe ser considerado Andrés Bell (1755-1852) como el iniciador de este 
método, pues antes de él había sido empleado con todo éxito por fray Pedro 
en México, con la diferencia como ya se ha visto— de que aquí los disci- 
pulos más avanzados no se dirigían a sus compañeros Jnenos adelantados 
sino a los indígenas adultos.
8.4. El espíritu de observación y el gran respeto a la cultura autóctona 
llevó a fray Pedro de Gante a confeccionar este Catecismo en pictogramas 
en el que se advierte una sorprendente analogía con los dibujos los otros 
códices mexicanos.
La semejanza real no sólo en cuanto al método sino principalmente en 
cuanto al contenido entre estos códices, dio como resultado el hallazgo de 
nuestra primera clave de desciframiento.
8.5. Fray Pedro de Gante, impulsado por el anhelo de alcanzar el ideal 
de un auténtico humanismo cristiano, no consideré la promoción humana
JUSTINO CORTES CASTELLANOS416
como algo opuesto o extraño al Evangelio, sino como una parte necesaria 
a la proclamación de la Buena Nueva, ya que se dirige a la totalidad del ser 
humano. Esta convicción lo llevó a hacer, en términos de hoy; una «opción 
preferencial por .!os pobres» (Puebla, 582, 707, 755, 769, 1154 y 1217.) 
y a emprender multiples obras en favor del bienestar material y cultural 
de los destinatarios.
Esta visión de fray Pedro, está muy en armonía con la actual menta- 
lidad eclesial, segUn la cual, si bien es verdad que no se identifican evange- 
lización y ׳promoción humana, también es cierto que no se pueden separar 
(cf. EN 51), pues la evangelización integra la promoción, porque ella misma 
es promoción humana, y al mismo tiempo la supera, en cuanto que no se 
contenta con satisfacer las necesidades y deseos temporales del hombre, 
sino que lo con׳duce hasta la comunión con Dios.
8.6. Hemos rectificado algunos de los pocos datos que se tenían acerca 
de aspectos materiales del Catecismo en pictogramas y hemos añadido los 
que faltaban, de tal suerte que su descripción externa puede considerarse 
como completa.
Además de estas aportaciones, nuestro trabajo, apartándose de la opinión 
del convido bibliógrafo Garcia Icazbalceta, señala cuál es la verdadera am- 
plitud de la Introducción de la Doctrina Christiana en lengua Mexicana de 
fray Pedro de Gante, y en qué lengua se escribió originalmente la Doctrina 
Christiana breue traduzida en lengua Mexicana de Molina, asi como los i- 
tivos por los cuales se mando utilizar como Doctrina para los «incipientes» 
por la «congregación de .!os señores obispos» en 1546.
8.7. Nuestro estudio reivindica la capacidad de los indios tanto para 
captar y aceptar el Evangelio como para transmitirlo. En otras palabras, en 
el fondo, muestra la validez del Evangelio para ser audible, creíble y pre- 
dicable por cualquiera y en cualquier cultura, siempre que sea presentado 
como un encuentro del hombre con su cultura.
8.8. Consideramos ,que hemos logrado alcanzar la meta que nos pro- 
pusimos. En efecto, ya desde el principio de nuestra investigación, tuvimos 
la impresión de que este Catecismo en pictogramas no estaba, en el fondo, 
científicamente est'udiado. Esta impresión se fue convirtiendo en certeza a 
medida que fuimos avanzando en nuestro trabajo. Por consiguiente, creemos 
que somos los primeros en hacer un desciframiento preciso y objetivo de 
dicho Catecismo.
Igualmente pensamos que hemos conseguido destacar los puntos más 
significativos de la riqueza insospechada del presente Catecismo y hacer 
algunas reflexiones orientadas a la pastoral y a la catcquesis.
El Catecismo en pictogramas está estmcturado en trece partes: Ica ma- 
chiotl in cruz (Con la señal de la Cruz); Totatzine (jOh nuestro Padre vene-
417ÈL CATECISMO EN PlCTOGRA^AS DE Er. E. DE GAnEE
rado!); Maximopaquiltitie Sancta Mariae (Dígnate alegrarte, ¡oh Santa Ma- 
ría!)؛ Wcnoneltoquitia (Yo creo)؛ Ciuapille, maximopaquiltitie (¡Oh Reina!, 
dígnate alegrarte)؛ Nehuapol, nitlatlacoani (Yo miserable, yo el pecador)؛ 
Tlatocontli doctrina (Doctrina resumida)؛ Yn ineltocota totecuyo Dios (U 
fe en nuestro Señor Dios)؛ In itehuatiltzin in ynicel teutl Dios (Los man- 
damientos venerados del Unico Dios)؛ In itenauatiltzin in tonantzin Sancta 
Iglesia (Los Mandamientos venerados d٠e nuestra Madre la Santa Iglesia)؛ 
Yn Sanctos Sacramentos (Los santos sacramentos)؛ In tetlaocoliliztlachiualli 
(Las obras de misericordia)؛ In tlatlauhtiliztli tlatzacuia (La oración final).
La séptima parte, que ciertamente Sentenach no pudo descifrar, con- 
tentándose con decir que es «una abstrusa explicación del Misterio de la San- 
tisima Trinidad y paráfrasis de la redacción del Credo» 21, está realizada 
según el procedimiento de pregunta-respuesta. Encierra un mensaje orto- 
doxo, bien equilibrado y suficientemente completo. En efecto, en el fondo 
se encuentran todas las afirmaciones fundamentales de la Iglesia, tal como 
han sido definidas por los Concilios: el misterio de la Santísima Trinidad, 
el Misterio Pascual de Cristo (con marcada insistencia en su pasión y muer- 
te) asi como el de su presencia en la Eucaristía. Carece, por tanto, de lagu- 
nas esenciales. Contiene también un mensaje de fe típicamente católico: la 
función del Papa en la Iglesia. Asimismo concede un relieve singular a la 
figura de Maria (resaltando su Mediación y perpetua Virginidad).
Es sorprendente la analogía entre este contenido y la «jerarquía de 
verdades que hay que guardar en la catcquesis» según el Directorio Catequé- 
tico General:
«El misterio de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, creador de todas 
las cosas.
El misterio de Cristo, Verbo Encarnado, que nació de Maria la Virgen 
y por nuestra salvación padeció, murió y resucitó؛
El misterio del Espíritu Santo, presente en la Iglesia a la cual santi- 
fica y dirige hasta la gloriosa venida de Cristo, Salvador y juez nuestro؛ 
El misterio de la Iglesia, que es el cuejpo místico de Cristo, en la cual 
la Virgen Maria ocupa un puesto eminente» ٩
Se pued decir, en consecuencia, que este Catecismo otorga la primacía 
a la fe. Es, además, eminentemente cristocéntrico, ya que .presenta a Cristo 
como centro y recapitulación de todo el mensaje. A la vez establece la 
centralidad de la Eucaristía respecto de los otros sacramentos.
Resalta en esta estructura el lugar dado a la oración del cristiano, indi- 
cando asi fray Pedro que la evangelización y catequización tienen que desa-
21 N. Sentenach, a. c., p. 603.
22 DCG, n. 43.
JUSTINO CORTES CASTELLANOS418
rrollarse en un continuo encuentro con Dios, Unico autor de la salvación y de 
la santificación.
En pocos palabras, en el presente Catecismo en picto٤rawas, se recoce 
lo que ؛ray Eedro de Gante consideró como elementos fundamentales del 
mensa١e para una «iniciación al bautismo de los indios nabuas adultos del 
Valle de México.
8.10. El Catecismo en pictogramas de Pedro de Gante es eminente- 
mente bíblico. Sin duda, uno de los grandes aciertos de fray Pedro fue el 
haber acudido constantemente a la Sagrada Escritura como a fuente y ali- 
mento irreemplazables de la evangelización, como hemos señalado antes. Esta 
densidad bíblica aparece en muchos de los pictogramas del Catecismo. Que- 
remos resaltar los números 7, 41, 82, 124 y los que componen la Confesión 
general.
8.11. El desciframientodel Catecismo que hemos llevado a cabo mues- 
tra que los pictogramas empleados por fray Pedro no son una mera traduc- 
ción literal de una palabra, de una frase náhuatl 0 de un concepto, sino 
una interpretación, una explicación del mensaje que encierran, por ejemplo, 
los pictogramas 6°, 20٥, 48٥, 62®, 145®.
Esta interpretación supone una inculturación o una reexpresión del men- 
saje cristiano fundamental en la cultura náhuatl y, a su vez, esta cultura 
queda iluminada o transformada por el mensaje cristiano.
8.12. Nuestro trabajo manifiesta cómo fray Pedro de Gante logró 
descubrir el sentido ,profundo de la historia, en la medida en que fue 
capaz de reconocer en el pueblo mexicano la presencia de las «Semillas del 
Verbo») que ,provienen de la primitiva Revelación y de la ejecución del 
designio salvador de Dios.
8.15. Nuestra investigación señala que fray Pedro, quien no ־',estuvo 
solamente «junto» a los pobres, es decir, los vencidos, los sin ׳ ־ defensa؛ sino 
«con» ellos —a imitación del mismo Dios y de su enviado Jesucristo- 
ha de ser tenido como uno de los primeros misioneros''de México que más 
se preocuparon por la liberación de los indígenas, pero entendida en su sen- 
tido pleno, o sea, como una liberación «de» cualquier opresión, «para» pro- 
mover el desarrollo total de los destinatarios.
8.14. Nuestro estudio subraya el papel insustituible de la lengua mexi- 
cana ٥ náhuatl en el desciframiento de este Catecismo. Hemos visto, de 
hecho, en la aplicación de la segunda clave, que la correspondencia de los 
pictogramas se encuentra no con la lengua latina o con la castellana, sino 
con la lengua mexicana clásica. Asimismo manifiesta que fray Pedro utilizó 
en dicho manuscrito las virtualidades religiosas de esta lengua—ςμ otras 
no poseen— como son las formas reverencial y frecuentativa, para expresar
419EL CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE FR. P. DE GANTE
los conceptos revelados, formas que se asemejan a las em.pleadas en el len- 
guaje bíblico.
8.15. Junto con el soporte metodológico «audiovisual» ha de ser desta- 
cada la peculiaridad del propio Catecismo en cuanto configurado según el 
modelo clásico de prepnta-respuesto.
Por esto es posible afirmar que no es Martin Lutero el inventor de este 
tipo de catecismos 25. Tanto el Catecismo en pictogramas de fray Pedro 
como la primera edición de su obra Doctrina Christiana en lengua Mexicana 
son indudables antecedentes (ciertamente no los Unicos) surgidos en el cam- 
po católico.
8.16. Desde el punto de vista didáctico, peemos afirmar que este codi- 
cilo ofrece un estilo de educación cristiana lleno de novedad y originalidad 
para su tiempo. Se trata de la utilización fiel del lenguaje propio de los 
destinatarios. En este sentido el autor puede ser considerado como un .pre- 
cursor de algunas investigaciones y propuestas que resaltan el valor cate- 
qwético de los lenguaces populares^.
8.17. Nuestro trabajo muestra también que fray Pedro de Gante no 
partió de cero en su labor evangelizadora, sino que hizo una verdadera 
inculturacion al asumir no sólo el método tradicional de enseñanza de los 
destinatarios, sino también algunos conceptos y símbolos religiosos preco- 
lombinos. De este modo logró realizar una maravillosa síntesis. Puede por 
eso decirse que el presente Catecismo viene a ser el primer testigo no tanto 
de una conquista, cuanto de una simbiosis entre dos culturas que habían 
nacido y se habían desarrollado con plena independencia la una de la otra.
8.18. Nuestro trabajo prueba que los signos de este «librito de pin- 
turas» constituyen una verdadera escritura, no de «rebus», como algunos 
han dicho, sino esencialmente ideográfica, con algunos elementos de escri- 
tura figurativa. Por consiguiente, no es un álbum de pinturas hecho por el 
tlacuilo 'para ser admirado, sino un auténtico codicilo o «librito de pinturas» 
elaborado ,para ser leído, vivido y proclamado.
8.19. El trabajo ha mostrado claramente cómo para el proyecto cate- 
quético de fray Pedro fue absolutamente necesario asumir las dimensiones 
que confluirán una cultura. Por eso a nosotros nos ha sido imprescindible
 Au XV® siècle le mot ”catéchisme” n’avait pas encore le sens actuel. C’était» ؤ2
Luther qui en 1529 a donné au catéchisme la forme présente, acceptée aussi par !’Eglise 
catholique». Asi se expresa w. L. Screiber, Manuel de Vamateur de la gravure sur 
bois et sur metal au XVe siècle (Hiersemann, Stuttgart 1969) P. 234.
24 Nos referimos a la «bande dessin^ catéchetique», tan promovida actualmente 
en algunos rentras de formación religiosa, como el Institut International de Catéchèse 
et de Pastorale «Lumen Vitae».
contar con los datos que proporcionan la historia, la lingüistica 'y la paleo- 
grafía para poder llevar a cabo esta investigación.
Lo que en consecuencia queremos afirmar es que la Catequética de 
hoy y de siempre necesita, tanto en el campo de la investigación como en 
el de la aplicación y de la creatividad, asumir la interdisciplinaridad.
El evangelizador y catequista, por tanto, han de conocer cuál debe ser la 
relación de la Iglesia frente a las ciencias. No ha-de ser teologista, es decir, 
no ha de referir todo a la fe de una manera absoluta, sino dejar a la 
ciencia su propio camino, en el sentido que determinó el Vaticano II (cf. 
GS 36); tampoco ha de ser esta relación cientista, en el sentido de tratar 
de reducir la Revelación a la ciencia (cf. Puebla, 315); más bien ha de ser 
de tipo dialéctico, lo cual no implica una relación de lucha, sino de diálogo 
y de intercambio en la complementaridad.
8.20. Nuestro trabajo prueba .que puesto que las Doctrinas «menores» 
que circularon en la ,primera hora de la evangelización y catequizacion de 
México «contienen una misma cosa ׳en sustancia y sentencia» 25, los picto- 
gramas de este Catrcismo concuerdan con las tres Doctrinas impresas que 
seleccionamos entre las «menores» referidas. Sin embargo, también muestra, 
con excepción de algunos pictogramas que se acomban más a la Doctrina 
de Molina, que la correspondencia del mismo es mucho mayor respecto 
a la Doctrina impresa de fray Pedro de Gante. Por ejemplo, lo advertimos 
en el Ave Maria, en la parte final del Credo, en la parte conclusiva tanto 
del ejemplar afiadido como del que se conserva en el AHNM y especial- 
mente con la séptima parte (núcleo fundamental del Catecismo). Por tanto, 
la atribucóin de la paternidad del Catecismo a fray Pedro de Gante nos 
parece indiscutible. A su vez se confirma, como hemos dicho, -por la colo- 
cación de su firma en el reverso del penúltimo folio del Catecismo en (picto- 
gramas, que es casi idéntica a la que s٠e encuentra al final de su carta del 
31 de octubre de 1532.
8.21. Hasta ahora se había hablado de fray Pedro de Gante como de 
un gran misionero, educador y «padre de los indios» de México.
Nuestro estudio mu-estra que también, y sobre todo, ha de ser tenido 
como un gran catequista de la primitiva Iglesia mexicana. Y como tal puede 
ser propuesto como ejemplo para los catequistas de hoy, que trabajan en 
un ambiente similar a aquel en que llevó a cabo su misión fray Pedro. 
Especialmente para los catequistas que trabajan en las Comunidades indige- 
nas del México actual, las cuales prácticamente han quedado al margen de 
la civilización europea, y también en las Comunidades de base, que buscan 
sus raíces en la cultura precolombina.
La figura y la acción de fray Pedro (y concretamente este Catecismo 25
420 JUSTINO CORTES CASTELLANOS
25 j. Garcia Icazbalceta, NCDHM, t. II, p. 33.
421EL CATECISM٥ EN PICTOGRAMAS DE FR. P. DE GANTE
en pictogramas, en razón del método que sigue, de los conceptos y símbolos 
que asume y de los temas en que más insiste) aunadas a la insustituible crea- 
tividad y espíritu de superación de cada catequista, pueden ser un instru- 
mento eficaz para llevar a cabo una evangelización auténtica.
8.22. Finalmente, nuestro trabajo puede ayudar a descifrar algunos 
glifos de otros códices, a confirmar la traducción de otros ya reconstruir 
algunas partes de Catecismos pictográficos que se encuentran mutilados, por 
ejemplo, pelemos rehacer la. glosa náhuatl de la primera y Ultima página 
de ]]n Catecismo Náhuatl en imágenes que l^ón-P0rtiUa, no consiguió llevar 
a cabo, por no haber seguido el camino adecuado. Efectivamente, este autor, 
a pesar de reconocer «que se trata de un texto redactado hacia fines del 
siglo XVI o princi.pios del XVII» 26, no tuvo la feliz idea de consultar cate- 
cismos en lengua mexicana utilizados en ese tiempo, sino «algunos catecis- 
mos que siguen con mayor o menor fidelidad, al muy conocido del padre 
Jerónimo de Ripalda (1556-1618)» 27. Por consiguiente, catecismos de fines 
del siglo XVII o principios del XVIII, ya que ciertamente el Catecismo de 
Ripalda fue empleado casi ־exclusivamente en México hasta antes de la 
celebración del Concilio Vaticano II, como ya dijimos, pero su uso no se 
introdujo sino a partir del año 1690 ٩ 26 27 28
26 M. León-Portilla, Introducción, paleografía, traducción al castellano y notas, en 
Un Catecismo !til en Ímá٤enes, p. 55.
27 Lœ.cit.
28 Ci. G. Guilleman y ل. R. Fernández, ’L’effort catéchètique dans les pays où 
le manuel n’est pas renouvelé’, en lumen VitaC) t. V, n. 4 (1950) P. 522.
9
ANEXO
VERSION AL CASTELLANO DEL
«CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE FRAY PEDRO DE GANTE»
(BNM, Ms. Vit. 26-9)
Primera PARTE
CON LA SEÑAL DE LA CRUZ
Con la sefial de la Cruz, contra nuestros enemigos dígnate librarnos 
con tu mano ¡oh nuestro Señor Dios! Con tu nombre venerado. Dios Padre 
venerado. Dios Hijo venerado. Dios Espíritu Santo. Amén Jesús.
Segunda parte
¡OH NUESTRO PADRE VENERADO!
¡Oh nuestro Padre venerado!, TU te dignas estar sobre el cielo. Que 
sea glorificado tu nombre venerado. Que venga hacia acá tu reino venerado. 
Que sea hecho sobre la tierra lo que tú te dignas querer, como es hecho 
sobre el cielo.
Hoy dígnate darnos nuestra tortilla que cada día es necesaria en noso- 
tros. (Dígnate perdonarnos constantemente) nuestros pecados como nosotros 
perdonamos constantemente. Dígnate defendernos a fin de que no caiga 
en nosotros el pecado. Dígnate librarnos con tu mano contra todo lo que 
no es bueno. Amén Jesús.
Tercera parte
¡-OH SANTA MARIA!, DIGNATE ALEGRARTE
¡.Oh Santa María!, dígnate alegrarte: Tú estás rebosante-de gracia. Con- 
tigo está el que habla. Dios. ¡Cuán muy- digna Tú eres de gloria. Tú- estás
423EL CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE FR. P. DE GANTE
por encima de todas las mujeres؛ Y muy digno de gloria es el fruto de 
tu seno venerado, nuestro Sefior Jesucristo.
¡Oh Santa María!, verdadera y completamente Virgen: TU, la Madre 
venerada de Dios, por nosotros dígnate hablar, somos pecadores., ahora y 
durante nuestra muerte. Amén JesUs.
Cuarta parte 
YO CREO
Yo creo en Dios Padre venerado todopoderoso, que creó y se dignó 
hacer el cielo y la tierra. Yo creo en nuestro Sefior Jesucristo su Unica- 
mente él solo Hijo venerado, que se dignó ser concebido por,medio del 
Espíritu Santo, se dignó nacer del seno venerado de Santa Maria, muy 
verdadera Virgen.
Por nosotros se dignó padecer; por orden de Poncio' Pilato -fue 'flage- 
lado, fue extendido de brazos en la cruz, fue muerto y sepultado; descendió 
al lugar de los muertos; subid al cielo, está sentado a la mano derecha'de 
su Padre venerado. Dios todopoderoso; descenderá hacia acá, vendrá a juzgar 
a los vivos y a los muertos.
Yo creo en Dios Espíritu Santo. Y yo creo en la Santa Iglesia Cató- 
lica, que es la marca de todos los cristianos. Yo creo en la comunión de 
los Santos, que con los sacramentos se realiza y con la fe. Yo creo (en el 
perdón) de los pecados.
Y yo creo que cuando se acabe el mundo, descenderá; todo hombre 
resucitará. Yo creo que después habrá vida eterna. Y yo creo que ־eterna- 
mente se vivirá. Amén JesUs.
Quinta parte
¡OH REINA!!, DIGNATE ALEGRARTE 
 -oh misericordiosa Madre!, joh conso؛ ;Oh Reina!, dígnate alegrarte؛
ladora!, ¡dígnate alegrarte! Nosotros a Ti, los desterrados .de Eva hijos, 
llamamos; hacia Ti suspiramos los que vivimos en tri'Steza, los que no hace- 
mos más ,que llorar aquí en este de, llantos- lugar desierto. ¡Oh abogada 
nuestra venerada!, por amor a Ti misma míranos hacia acá con misericordia. 
(Finalmente), cuando se acabe sobre la tierra nuestra vida., dígnate mostrar- 
nos hacia acá el digno de gloria fruto de tu seno, nuestro Sefior, Jesucristo'. 
¡Oh muy clemente!, ¡oh muy piadosa!, ¡oh dulce Virgen!, ¡oh Madre vene- 
rada de Dios! Por nosotros (dígnate hablar -para que bien obtengamos en el 
cielo la felicidad completa. Amén JesUs.
JUSTINO CORTES CASTELLANOS424
Sexta parte
YO MISERABLE, YO EL PECADOR 
(Yo me confieso). Yo miserable, yo el pecador, enderezo mi corazón 
(en presencia de) nuestro Señor Dios, también de Santa Maria, también de 
san Pedro, de san Pablo, de san Miguel arcángel, de san Francisco, de todos 
los Santos؛ también de Ti, Job mi Padre venerado!: pequé al comer, al 
beber, al reir al jugar, al burlarme de otro, al maldecir, al vivir en lujuria. 
No he cambiado mi vida: debería haber hecho el bien, no (lo) hice؛ debería 
haber abandonado todo mal, no (lo) abandoné. Por eso llora mi corazón 
(en .presencia de) nuestro Señor Dios: pequé, pequé, muchísimo pequé. Desde 
este momento desprecio al diablo, me doy completamente a nuestro Señor 
Dios. Ruego a Santa Maria, siem.pre muy verdadera Virgen, intercesora, 
a fin de que ruegue a su precioso y venerado Hijo, nuestro Señor Jesucristo 
(se digne ׳perdonar) mis pecados, tener misericordia de mi, (ruego) a Ti, 
joh mi Padre venerado!, por mandato de nuestro Señor Dios, dígnate desa- 
tarme (de mis pecados), darme penitencia a mi, miserable pecador. Amén 
Jesús.
SEPTIMA PARTE
DOCTRINA RESUMIDA 
p. ¿Cuántos dioses (hay)?
R. Tan solamente un Dios, 
p. ¿Dónde se digna estar Dios?
R. Allá se digna estar en el cielo y en la tierra: en todas partes se digna 
estar.
p. ¿Quién se dignó hacer el cielo y la tierra?
R. En verdad que El, Dios, 
p. ¿Quién (es) Dios?
R. En verdad que ella, la Santísima Trinidad, 
p. ¿Quién (es) la Santísima Trinidad?
R. En verdad que Dios Padre venerado؛ Dios Hijo venerado؛ Dios Espíritu 
Santo: tres personas, tan solamente un Dios, 
p. ¿Dios Padre venerado (por ventura es) Dios?
R. En verdad que si.
p. ¿Dios Hijo v٠enerado (por ventura es) Dios?
R. En verdad que si.
425EL CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE FR. P. DE GANTE
P. لح Dios Espíritu Santo (por ventura es) Dios?
R. En verdad que si.
P. ¿(Por ventura son) tres dioses?
R. En verdad que no; tan solamente un Dios.
P. De estas tres personas, ¿cuál persona se dignó hacerse hombre?
3. La segunda persona, el amado y venerado Hi؛o de Dios (Padre vene- 
rado), nuestro Señor Jesucristo.
p. ¿Quién es nuestro Señor Jesucristo?
R. En verdad el que (es) verdadero Dios, verdadero hombre.
p. ¿En quién (se .dignó hacerse) hombre nuestro Señor Jesucristo?
R. Allí en el seno venerado de la gran Señora Santa Maria, siempre bien 
verdadera Virgen, por obra del Espíritu Santo, sin ayuntamiento de 
varón.
p. ¿Por qué s-e dignó hacerse hombre venerado nuestro Señor Jesucristo?
R. Por nosotros, los pecadores, para salvarnos.
p. ¿Qué se dignó hacer nuestro Señor Jesucristo aquí en la tierra para 
salvarnos?
R. Se dignó padecer. Por voluntad de Pilato fue extendido de brazos en 
la cruz, fue muerto y fue sepultado; descendió al lugar de los muertos; 
al tercer día, por si mismo, resucitó entre los muertos, subió al cielo; 
a la mano derecha está sentado de su amado y venerado Padre, Dios 
todopoderoso; descenderá hacia acá; vendrá a juzgar a los vivos y a 
los muertos.
p. Cuando murió en la Cruz nuestro Señor Jesucristo, ¿murió en cuanto 
Dios o en cuanto hombre venerado?
R. En verdad que no murió en cuanto Dios sino en cuanto hombre ve- 
nerado.
p. El buen cristiano (dónde) irá cuando muera?
R. Irá al cielo en verdad porque guardo los divinos y venerados manda- 
mientos de nuestro Señor Dios.
p. El mal cristiano ¿(dónde) irá cuando muera?
R. Irá al infierno en verdadporque no guardo los divinos y venerados man- 
damientos de nuestro Señor Dios.
R. ¿Qué quiere decir Santa Iglesia Católica Romana?
R. Quiere decir la asamblea de todos los cristianos que creen en nuestro 
Señor Jesucristo, de todos Salvador. Cuando murió (dejó) aquí en la 
tierra, en donde hay buenos y malos, a su Vicario venerado, nuestro 
gran jefe de los sacerdotes, el Santo Padre.
JUSTINO CORTES CASTELLANOS426
p. ¿(Quién se digna estar allí dentro del) Santísimo Sacramento, que alza 
el Sacerdote cuando dice Misa?
A. (En verdad que allí dentro) se digna estar nuestro Señor Jesucristo, 
bien verdadero Dios, verdadero hombre.
Octava parte
LA FE EN NUESTRO SEÑOR DIOS
La fe en nuestro Señor Dios (son) los catorce (artículos): siete todos 
(pertenecen a) nuestro Señor Dios en cuanto Dios: siete todos (pertenecen 
a) nuestro Señor Jesucristo en cuanto hombre. (He aquí) los siete artículos 
de la fe (que) todos (pertenecen a) nuestro Señor Dios en cuanto Dios:
El primero: yo creo en Dios (que) es tan solamente uno, todopoderoso.
El segundo: yo creo en Dios (que) es Padre venerado.
El tercero: yo creo en Dios (que) es Hijo venerado.
El cuarto: yo creo en Dios (que) es Espíritu Santo.
El quinto: yo creo en El, sólo Dios, (que) El creó el cielo y la tierra 
y todo lo visible y lo no visible.
El sexto:, yo creo en El, solo Dios, (que) es Salvador.
El séptimo: yo creo en Dios (que) es eterno Glorificador.
He aquí (igualmente) siete artículos de la fe (que) ־todos (pertenecen a) 
nuestro Señor Jesucristo en cuanto hombre:
Ε-1 primero: ־yo creo (que) El, nuestro. Señor Jesucristo, por nosotros en 
el seno venerado se dignó encarnarse de Santa Maria, bien verdadera Virgen, 
por obra del Espíritu Santo.
El segundo: yo creo (que) El, nuestro Señor .Jesucristo, se dignó nacer 
de ella, Santa Maria. No por esto perdió su virginidad.
El tercero: yo creo (que) El, nuestro S-eñor Jesucristo, por nosotros se 
dignó padecer, fue muerto, fue extendido de brazos en la cruz y fue se- 
pultado.
El cuarto: yo creo (que después de que) fue muerto sobre la cruz, ella, 
su preciosa alma, descendió al lugar de los muertos para sacar el alma de 
los buenos Padres, de los Santos (que allá) lo estaban esperando.
El quinto: yo creo (que) El, nuestro Señor Jesucristo, al tercer día, 
por si mismo, resucito entre los muertos.
El sexto: yo creo, (que después de que) resucitó, a los cuarenta días, 
subi,ó ־a su casa venerada en el cielo؛ a la mano derecha se sentó de su 
amado y venerado Padre Dios todopoderoso.
427EL CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE ER. P. DE GANTE
El séptimo: yo creo (que) El, nuestro Señor Jesucristo, descenderá hacia 
acá cuando se acabe el mundo; vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos, 
a los buenos y a los no buenos. A los buenos les dará en el cielo la eterna 
felicidad plena porque (en verdad bien) guardaron sus mandamientos vene- 
rados. (Y a los) no buenos les dará el eterno sufrimiento, allá en la región 
de los muertos, (en los) infiernos, porque (en verdad) no guardaron bien,los 
mandamientos divinos de Nuestro Señor Dios.
(Y también) yo creo en la Santa Iglesia (que) quiere decir: la asamblea 
de todos los creyentes de nuestro Señor Jesucristo, los cuales se llaman cris- 
tianos; por la fe y por los sacramentos están completamente unidos. (Tam- 
bién) yo creo (que) por los Sacramentos (se perdonan) los pecados. Y yo 
creo (que cuando se acabe el mundo) descenderá (nuestro Sefior Jesucristo); 
todos los hombres resucitarán. (También) yo creo (que) siempre vivirán. 
Amén Jesús.
Novena PARTE
LOS MANDAMIENTOS VENERADOS DEL UNICO DIOS
He aquí los mandamientos venerados del Unico Dios. Son diez. Los tres 
((primeros) todos (pertenecen a) la venerada honra de él. Dios; los (otros) 
siete todos (pertenecen al) amor de nuestros prójimos:
El primero: amaré a El, solo Dios, con todo mi corazón.
El segundo: no inútilmente nombraré su divino y venerado nombre de 
Dios.
El tercero (en) los domingos y (en) las fiestas descansaré; haré sola- 
mente una cosa: me ocuparé de las cosas espirituales y divinas,.
(El cuarto): honraré a mi padre, a mi madre.
El quinto: nadie en mi mano morirá.
El sexto: no viviré en la lujuria.
El séptimo: no robaré.
El O'Ctavo: no calumniaré, no imputaré a alguien pecado.
El noveno: no codiciaré al esposo o esposa de alguien.
El décimo: no codiciaré la riqueza ajena, los bienes ajenos.
Estos diez mandamientos .divinos solamente en dos partes están divi- 
didos: La primera parte: amaré a El, solo Dios, con todo mi corazón. La 
segunda parte: amaré a mis prójimos como a mi me amo. Amén Jesús.
JUSTINO CORTES CASTELLANOS428
Decima parte
LOS MAJAMIENTOS VENERADOS 
DE NUESTRA MADRE LA SANTA IGLESIA
Los mandamientos venerados de nuestra venerada madre, Santa Iglesia 
(son) cinco:
El primero: (en) los domingos y las fiestas, bien una Misa se oirá.
El sgundo: se enderezará el corazón en cuaresma؛ cuando alguien irá 
a-un lugar mortal, cuando alguien está en peligro de muerte؛ cuando un 
santo sacramento se recibirá.
El tercero: se recibirá el Cuerpo venerado de nuestro Señor Jesucristo 
en la gran Pascua, Pascua florida.
El cuarto: se ayunará cuando lo manda nuestra venerada Madre Santa 
Iglesia.
El quinto: se ofrendará la décima parte. Diezmo, y algo de lo que la 
primera vez se cosecha, (de) lo que va delante؛ su nombre: Primicias. 
Amén Jesús.
UNDECIMA parte 
LOS SANTOS SACRAMENTOS
Aquí se nombran (las) misericordias de nuestro &ñor Dios؛ su nombre: 
santos Sacramentos. (Son) siete: los cinco (primeros son) necesarios؛ aquél 
que (los) despreciara, no podrá salvarse. Los (otros) dos, voluntariamente 
se reciben؛
El primero, éste: lavatorio de cabeza؛ su nombre. Bautismo.
El segundo, éste؛ divina fortaleza؛ su nombre. Confirmación.
El tercero, éste؛ enderezamiento del ׳corazón, penitencia؛ su nombre؛ 
Penitencia.
El cuarto, éste؛ recepción del venerado Cuerpo de nuestro Señor Jesu- 
cristo؛ su nombre. Comunión.
El quinto, éste؛ señal para ser marcado el que se quiere morir cristiano؛ 
su nombre. Extremaunción.
El sexto, éste: sacerdocio؛ su nombre. Orden sacerdotal.
El séptimo, éste؛ divino casamiento؛ su nombre. Orden de matrimonio. 
Amén Jesús.
429EL CATECISMO EN PICTOGRAMAS DE FR. P. DE GANTE
Duodécima parte 
LAS OBRAS DE MISERICORDIA
Aquí se nombran las obras de misericordia (que nos manda) nuestro 
Señor Dios. ׳(Son) catorce: (Las primeras) siete (son) misericordias (que) 
pertenecen a nuestro cuerpo. (E igualmente) siete misericordias (que perte- 
necen a) nu׳estra alma. He aquí (las primeras) siete misericordiasj pertene- 
cen a nuestro cuerpo:
La primera: yo daré de comer a los que tienen hambre, a los viajeros.
La segunda: yo daré de beber agua a los que se están muriendo de 
sed, a los videros.
La tercera: yo vestiré a los que viven desnudos.
La cuarta: yo visitaré a los enfermos, a los que sufren.
La quinta: yo libraré a los cautivos, a los caídos en manos de alguien.
La sexta: yo recibiré en mi casa, tendré misericordia de los pobres.
La séptima: yo enterraré a los muertos.
(He aquí las siete misericordias) que pertenecen a nuestra alma:
La primera: yo enseñaré a los que no saben nada.
La segunda: yo corregiré a los que viven con el corazón extraviado.
La tercera: yo consolaré a los que viven tristes, a los viajeros.
La cuarta: a los que nos ofenden, por amor de nuestro s^or Dios, 
sufriré alegremente.
La quinta: mansamente yo sufriré, de corazón, a los que nos disgustan.
La sexta: yo castigaré a los que hacen el pecado.
La séptima: yo rogaré (por los que) nos molestan, por todos los vivos 
y por todos los muertos. Amén JesUs.
Decimotercera parte 
LA ORACION FINAL
¡Oh nuestro Señor!, que seas glorificado. Dios Padre venerado. Dios 
Hijo venerado. Dios Espíritu Santo. Ruego (que te dignes librar con tu 
mano) a los que han caído enfermos. Alia, .por vida tuya, (dígnate tener 
misericordia) de las almas (que están) en el lugar donde algunos se puri- 
fican y purgan. Aquí, en la tierra, (dígnate tener misericordia) delas almas 
de los que caminan, a fin de que, por vida tuya, vivan en paz. ¡Oh Dios’., 
te ruego te dignes salvarme con tu mano. Jesús, Hijo de María.

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