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Raúl Andrés Guillén Rangel 20030941 Page | 1 La historia de la biomasa se remonta a los momentos más remotos del hombre. La biomasa fue la fuente principal de energía del hombre hasta que llegaron los combustibles fósiles. La biomasa se usaba para calentar, hacer metales, hacer cerámica, para, máquinas de vapor, hasta que con la llegada de la revolución industrial surge la necesidad de conseguir más energía en un espacio más reducido, surge entonces el uso de carbón que tiene un poder más calorífico y la demanda de esas actividades es mayor. El uso de la biomasa se fue reduciendo durante esos siglos hasta llegar a mínimos históricos ya que coincidió con los derivados del petróleo. Sin embargo, hoy día el uso de la biomasa vuelve a crecer debido a la sostenibilidad de su uso y la baja emisión de CO2 durante su combustión. La formación de biomasa se da a partir de la energía solar, la cual se lleva a cabo por el proceso denominado fotosíntesis. Mediante la fotosíntesis, las plantas que contienen clorofila transforman el bióxido de carbono (CO2) y el agua de productos minerales sin valor energético, en materiales orgánicos con alto contenido energético y que a su vez sirven de alimento para otros seres vivos. Mediante este proceso se almacena la energía solar en forma de biomasa. La energía almacenada en el proceso fotosintético puede ser posteriormente transformada en energía térmica, eléctrica o como carburantes de origen vegetal. Desde el punto de vista del aprovechamiento energético, la biomasa se caracteriza por tener un bajo contenido de carbono, un elevado contenido de oxígeno y compuestos volátiles. Desde el punto de vista ambiental, el aprovechamiento energético de la biomasa no contribuye al aumento de los gases de efecto invernadero, dado que el balance global de las emisiones de CO2 a la atmósfera es neutro. Al contrario, en los combustibles fósiles, el carbono que se libera a la atmósfera es el que está fijo a la Tierra desde hace millones de años. Según organismos como la FAO y la OMS calculan que la biomasa en especial la leña y el carbón vegetal se utiliza en millones de hogares pobres de todo el mundo. La utilización de estos elementos como combustibles al ser muy precarias las estufas, cocinas y otros equipos, por lo que la combustión que se produce es incompleta y generan emisiones de sustancias tóxicas como monóxido de carbono, benceno, formaldehido, hidrocarburos poliaromáticos entre otros que afectan gravemente la salud de las personas que se encuentran en el lugar. La falta de ventilación y los hogares pobres sin suficiente infraestructura ponen en riesgo la salud de las personas ya que se exponen a una contaminación importante. La pulmonía, las infecciones de las vías respiratorias en los niños es muy común en hogares que utilizan combustibles sólidos o biomasa y producen miles de muertes al año por esta causa. El enfisema y la bronquitis crónica y los problemas de corazón son también frecuentes en este tipo de ambientes.
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